El 25 de abril de 1965 ocupaba su asiento en la RAE el jurista y político Alfonso García Valdecasas con la lectura del discurso Pregunta y verdad: «Toda pregunta se hace desde un saber. Pero este saber denuncia su propia limitación. Lo preguntado está marcando hasta dónde llega el saber de que la pregunta parte y hasta donde no llega. La pregunta contiene así más que el saber de que parte; sabe del no saber» (p. 68). El militar Carlos Martínez de Campos y Serrano fue el encargado de darle la bienvenida a la Academia.

Nacido en Montefrío (Granada) el 14 de mayo de 1904, Valdecasas se doctoró en Derecho por la Universidad de Bolonia (Italia). Años después, fue catedrático de Derecho Civil en las Universidades de Salamanca (1927), Granada (1931) y Madrid (1941). La política irrumpió en la vida de Valdecasas como en la de otros tantos jóvenes de su generación; en 1933 intervino en el mitin fundacional de la Falange Española, que se celebró en el Teatro de la Comedia de Madrid, y pronto compaginó la enseñanza y su labor intelectual con la política. A lo largo de su carrera desempeñó diversos cargos en la administración pública: fue subsecretario de Educación Nacional durante dos años (1938-1940); director del Instituto de Estudios Políticos (1940-1942); consejero de Estado y procurador en Cortes.

En la RAE fue nombrado tesorero (1968-1976) y bibliotecario (1979-1989) y fue, además de miembro de la Española, presidente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas en 1974 y académico de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación.

Valdecasas, cuya personalidad estaba «hecha de finura espiritual y moral, de inteligencia y de discreción, de cultura reposada y múltiple» (Discurso de ingreso en la RAE de su sucesor en la silla, Eduardo García de Enterría, 1994, p. 10), entabló amistad con las grandes personalidades culturales del ámbito universitario de Granada, Salamanca y Madrid; en Granada conoció a Manuel de Falla y a Federico García Lorca; en Salamanca a Miguel de Unamuno y a Ortega y Gasset en Madrid, que le inoculó la pasión por la filosofía.

Además de su labor como profesor y político, Valdecasas escribió importantes ensayos sobre Derecho como Orientaciones actuales del Derecho privado (1941), El problema del Derecho y la vocación jurídica de nuestro tiempo (1946) o El problema de las fuentes del Derecho (1955). Asimismo, se centró en el concepto de «lo español» que abordó, entre otras, en las obras Menéndez Pelayo y la cultura española (1946) y en El hidalgo y el honor (1948).

Alfonso García de Valdecasas murió en Madrid el 11 de abril de 1993. Lorca, con el que había coincidido en Granada, le dedicó el poema histórico «Thamar y Amnon» del Romancero Gitano (1928) y lo describió en un poema juvenil que García de Enterría —el sucesor en la silla de Valdecasas— rescató y leyó en su discurso de ingreso en la RAE:

«Alfonso pasea

por campos de trigo

lleno de granados

y de pajaritos.

Un campo de un dulce

cuadro primitivo

donde fuerte y casto.

profundo y sencillo,

pasea su pena

de doncel antiguo».

(Eduardo García de Enterría , Discurso de ingreso en la RAE, 1994, pp. 11-12)

• La Real Academia Española, 1999, Alonso Zamora Vicente (pp. 224-225).
• Pregunta y verdad, 1965. Discurso de ingreso de Alfonso García Valdecasas en la RAE.
• Documentación digitalizada de Alfonso García Valdecasas en el archivo de la RAE.
• Alfonso García Valdecasas en el Diccionario biográfico de la Real Academia de la Historia.