El 22 de noviembre de 1763 era elegido académico el político y diplomático ilustrado Bernardo de Iriarte, que había sido admitido como honorario el 23 de agosto de 1757 y como supernumerario el 16 de enero de 1759.

Nacido en el Puerto de la Cruz (Santa Cruz de Tenerife) el 18 de febrero de 1735, el canario Bernardo de Iriarte ocupó numerosos puestos en la política y en la diplomacia española; fue diputado, miembro del Consejo de Estado, secretario de la legación española en Parma (1756), oficial del Despacho de Estado (1758), secretario de la Embajada de España en Londres (1760), ministro supremo del Consejo de Indias (1780), vicepresidente de la Junta de Filipinas (1787), miembro de la Junta de Comercio, Monedas y Minas (1792) y ministro de Agricultura, Comercio, Navegación y de las Posesiones en Ultramar (1797).

Al margen de su frenética actividad política, Iriarte fue un gran aficionado a la literatura y al arte. Fue amigo y protector de Goya y mantuvo amistad con el conde de Aranda, con el marqués de Grimaldi, con el conde de Floridablanca y, en un principio, con Godoy, hasta que esta se truncó hacia 1804. Se relacionó también con personajes como Cabarrús, Jovellanos, Urquijo o el marqués de Peñaflorida, y asistió a la tertulia de los duques de Villahermosa en su palacio de Madrid.

Atraído por la vida académica, quiso rematar el proyecto de una Academia única y general que nunca llegó a constituirse —la Academia de Ciencias y Buenas Letras— y perteneció, además de a la Española, a la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla y a la de Bellas Artes de San Fernando en 1792.

Fue, además, crítico de pintura y un afamado coleccionista de arte; su nutrida colección, conocida en toda Europa, reunía cuadros de pintores como Mengs, Murillo, Velázquez, Ribera o Van Dyck. Goya, con quien mantuvo una gran amistad y una continua correspondencia, lo retrató en 1797, cuando Iriarte era ministro de Agricultura y Comercio; el cuadro se conserva actualmente en el Museo de Bellas Artes de Estrasburgo.

Rota su amistad con Godoy hacia 1804 y acusado de afrancesado, Bernardo de Iriarte fue desterrado a Andalucía. En 1809, durante los años de ocupación francesa, el tinerfeño fue diputado por Madrid y colaboró en el tratado de rendición de la ciudad ante Napoleón. Fue nombrado entonces consejero de Estado de José Bonaparte hasta el retorno al trono de Fernando VII en mayo de 1814, que supuso, de nuevo, su condena al ostracismo. Se exilió en Burdeos (Francia), donde murió meses después, el 13 de agosto de 1814.

Después de su muerte, su colección fue subastada en Londres y París hacia 1820; la venta la llevó a cabo una sobrina, Rosarito, y los cuadros de su cuidada colección quedaron desperdigados para siempre en distintos museos y colecciones privadas. Los últimos fueron adquiridos por el príncipe de Würtenberg.

• La Real Academia Española, 1999, Alonso Zamora Vicente (pp. 139-141).
• Documentación digitalizada de Bernardo de Iriarte en el archivo de la RAE.
• Bernardo de Iriarte en el Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia.