Carmen Conde Abellán

Carmen Conde leyó su discurso de ingreso el 28.1.1979. Foto © ABC

letra K

Elección

9 de Febrero de 1978

Toma de Posesión

28 de Enero de 1979

Fallecimiento

8 de Enero de 1996

Carmen Conde Abellán

Académico de número

Cartagena (Murcia), 15 de agosto de 1907-Madrid, 8 de enero de 1996

Elegida el 9 de febrero de 1978, tomó posesión el 28 de enero de 1979 con el discurso titulado Poesía ante el tiempo y la inmortalidad. Le respondió, en nombre de la corporación, Guillermo Díaz-Plaja.

Carmen Conde, elegida en 1978 para ocupar la silla K de la Real Academia Española, fue la primera mujer en ingresar como académica de número en la corporación, en 1979, «rompiendo así el fuego y saltando las barreras», como indica Alonso Zamora Vicente en La Real Academia Española (1999, 2015).

«Exquisita poetisa y profesora, delicada voz lírica», Carmen Conde nació en 1907 en Cartagena. A los seis años se trasladó con su familia a Melilla, en donde vivió hasta 1920. Los recuerdos de esta época están recogidos en el libro Empezando la vida: memorias de una infancia en Marruecos. Al volver a su ciudad natal, empezó sus estudios de Magisterio y a colaborar en la prensa local.

En 1929, tal y como explica Neri Carmen Sánchez Gil en el Diccionario biográfico español de la Real Academia de la Historia, publicó su primer libro de poemas, Brocal, «en el que su prosa rítmica y brillante nos hace navegar por el horizonte identificándonos con el viento, o discurrir como el agua contemplando la ligereza de la tarde y a las muchachas que van camino de la fuente […]. Algunos de sus poemas habían sido publicados anteriormente por Juan Ramón Jiménez en las revistas y Ley. Carmen Conde será siempre una gran admiradora de este autor: “Por él —dirá— entré en el fabuloso reino de la poesía y no lo he olvidado”». 

Carmen Conde ejerció como maestra en la escuela rural de El Retén, experiencia que le sirvió para escribir Por la escuela renovada, libro que contiene once capítulos divulgadores. Fundó junto con Antonio Oliver Belmás la Universidad Popular de Cartagena, «con la que intentan y consiguen elevar la formación y la cultura de todas las clases sociales. Comenzó a funcionar en 10 de enero de 1932 y la última conferencia se pronunció el 16 de julio de 1936. Cesó entonces su actividad hasta 1981».

A principios de la década de los años treinta, Carmen Conde cultivó la amistad de escritores como Azorín, Juan Ramón Jiménez, Gabriel Miró, Miguel Hernández, María Cegarra, Jorge Guillén, Vicente Aleixandre, Leopoldo de Luis, Buero Vallejo, Castillo-Puche, José Ballester y Antonio Crespo Pérez. En 1934 publicó Júbilos, libro de poemas prologado por Gabriela Mistral y con dibujos de Norah Borges de Torre, hermana del escritor Jorge Luis Borges.

Al estallar la Guerra Civil, en 1936, su marido se unió al Ejército republicano. Ella, con veintinueve años, vivía en Murcia y colaboraba en el periódico Nuestra Lucha y en la emisora de la radio de la ciudad. A finales de 1937 inició sus estudios de literatura en la Universidad de Valencia, siendo alumna de Dámaso Alonso. Como indica Zamora Vicente, los primeros libros de Conde —como Broncal y Júbilos— «aún señalan el influjo de las vanguardias. Pero la guerra transformó su lenguaje hacia el paisaje decididamente humano: el amor, los sufrimientos ajenos, etc. A esta situación, característica plena de la autora, corresponden Pasión del verbo (1944); Mujer sin Edén (1947) y Derribado arcángel (1960)».

Trabajó para la editorial Alhambra y colaboró en la sección bibliográfica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y en la sección de publicaciones de la Universidad de Madrid. Bajo los seudónimos de Magdalena Noguera o Florentina del Mar publicó diferentes obras de poesía y otras en prosa, como Vidas contra su espejo (novela, 1944), Soplo que va y no vuelve (relatos, 1944) y Mi libro de El Escorial (meditaciones, 1949).

Carmen Conde continuó escribiendo: Mi fin en el viento (1947), en el que dedicó un poema a Vicente Aleixandre; En un mundo de fugitivos, Derribado arcángel y En la tierra de nadie (1960); Su voz le doy a la noche y Los poemas de Mar Menor (1962), y Jaguar puro inmarchito (1963). Todas estas obras en poesía las recopiló la editorial Biblioteca Nueva en Obra poética (1967).

Además de la poesía, Conde cultivó, entre otros géneros, la novela —La rambla (1977); Creció espesa la yerba (1979), Soy la madre (1980)—; la literatura infantil —Doña Centenito, gata salvaje: libro de su vida (1943), Los enredos de Chismecita (1943); el teatro —Aladino: teatro para niños, en dos actos (1944), A la estrella por la cometa (1961)—; y el ensayo —Juan Ramón Jiménez: ensayo crítico (1946)—.

Conde también fue profesora de Poesía y Novela Española Contemporánea en el Instituto de Estudios Europeos de Madrid, en la cátedra Mediterránea de la Universidad de Valencia en Alicante.

Premio Elisenda de Montcada por Las oscuras raíces (1953), al año siguiente recibió el Premio Nacional Simón Bolívar de Siena por Vivientes de los siglos. En 1961, el matrimonio Oliver Conde fue distinguido con el Premio Doncel de Teatro Juvenil por A la estrella por la cometa. En 1967, Conde recibió el Premio Nacional de Poesía. El mismo año de su ingreso en la RAE, 1979 —acto que estuvo presidido por los reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía—, obtuvo el Premio Benito Pérez Galdós de Periodismo, el Premio Adelaide Ristori del Centro Culturale Italiano y el título de almirante del estado de Nebraska; además, fue nombrada académica correspondiente de la Academia de Artes y Ciencias de Puerto Rico. En 1980 se le concedió el Premio Ateneo de Sevilla por Soy la madre, y, en 1987, el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil.

Hija predilecta de la ciudad de Cartagena, hija adoptiva de La Unión, poseedora de las llaves de la ciudad de Miami, así como de varias adopciones por entidades culturales de Miami y de Nueva York, Carmen Conde formalizó la donación del legado cultural de Antonio Oliver y del suyo propio a su ciudad natal, Cartagena, en 1995 (el matrimonio se había encargado de gestionar, en 1956, la cesión al Ministerio de Educación Nacional del archivo de Rubén Darío, en manos de Francisca Sánchez (1882-1963), compañera del poeta nicaragüense a partir de 1899).

Carmen Conde, quien «no dejó de escribir hasta casi el final de sus días», murió en Madrid el 8 de enero de 1996.

 

  • Ingreso en la RAE [vídeo]. NO-DO, número 1882A, 19 de febrero de 1979 [Del minuto 2:29 al 6:05].
  • Patronato Carmen Conde-Antonio Oliver.
  • Necrológica de Carmen Conde, por Rafael Alvarado. Boletín de la Real Academia Española, 1996.
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