En 1839 ocupaba su plaza en la RAE el periodista y crítico literario José de la Revilla, que llevaba tres en la Academia; primero como académico honorario desde 1836 y después como supernumerario, desde 1837.

Nacido en Burgos el 19 de marzo de 1796, Revilla fue, además de periodista liberal y crítico literario, poeta, funcionario, pintor y catedrático de Literatura. Cursó los estudios de Filosofía en los Estudios de San Isidro de Madrid y en 1815 obtuvo una plaza de escribiente en la Contaduría del Priorato de San Juan, hasta 1822. Desde 1823 hasta 1838 vivió de algunas colaboraciones periodísticas y de la pintura, que había aprendido de la mano del pintor José Madrazo. Comenzó entonces su formación literaria; tradujo al castellano la obra Fedra (1677) de Racine, escribió la comedia La madrastra de su hija —que nunca llegó a representarse— y, en 1832, la Real Academia Sevillana de Buenas Letras lo premió por el ensayo Juicio crítico de Moratín, concediéndole, también, una plaza de número en la corporación. Revilla colaboró con varios periódicos a lo largo de su vida, sobre todo con el Semanario Pintoresco Español, de Mesonero Romanos, discípulo de Moratín y director de la Biblioteca Nacional.

En 1837 impartió literatura en el Ateneo de Madrid, y en 1838 fue nombrado secretario contador y conservador de máquinas del Real Conservatorio de Artes. En 1840 obtuvo la cátedra de Literatura española en el Conservatorio de Música y Declamación y fue nombrado alto funcionario de la Secretaría de la Dirección General de Estudios. En 1844 desempeñó el cargo de alto funcionario en la Secretaría del Ministerio de la Gobernación y en 1847 en el Ministerio de Comercio, Instrucción y Obras públicas. Fue también jefe de Sección del Ministerio de Gracia y Justicia en 1851 y vocal del Real Consejo de Instrucción pública desde 1854. En 1859, pocos meses antes de su muerte, fue nombrado Inspector de Enseñanza, pero murió antes de desempeñar su nuevo cargo.

Además de sus colaboraciones en la prensa y de sus traducciones, Revilla fue autor de la biografía del actor Isidoro Máiquez, Vida artística de Isidoro Máiquez, primer actor de los teatros de Madrid (1846), y del prólogo a la edición parisina de la Historia de la conquista de Méjico, de Antonio de Solís (1858), donde alaba la figura de su admirado y recto Hernán Cortés. Asimismo, en su Breve reseña de la instrucción pública en España (1854), Revilla rememora su participación en el Plan de estudios de 1845 y en el nuevo enfoque que dio a los estudios filosóficos en España, hasta entonces anclados en el escolasticismo.

En la RAE, Revilla fue un «gran trabajador, muy necesario para la marcha de la institución» (La Real Academia Española, p. 142). El académico y escritor Mesonero Romanos, con el que compartió tertulias en la madrileña Fontana de Oro, lo recuerda con estas palabras en su obra Memorias de un setentón (1880): «José de la Revilla, joven igualmente muy ilustrado y laborioso, que, andando el tiempo, desempeñó altos cargos en Instrucción Pública y lució su mucho saber y excelente crítica en Academias y Ateneos» (p. 326).

El polifacético José de la Revilla, «que lució su mucho saber» en la RAE, murió en Madrid el 29 de diciembre de 1859. Su necrológica apareció en el periódico La Época meses después, el 13 de mayo de 1860.

• La Real Academia Española, 1999, Alonso Zamora Vicente (p. 142).
• Documentación digitalizada de José de la Revilla en el archivo de la RAE.
• José de la Revilla en el Diccionario biográfico de la Real Academia de la Historia.