Julio Caro Baroja

Julio Caro Baroja

letra P

Toma de Posesión

15 de Junio de 1986

Fallecimiento

18 de Agosto de 1995

Julio Caro Baroja

Académico de número

Madrid, 1914-Vera de Bidasoa (Navarra), 1995

El historiador, antropólogo y lingüista, sobrino de Pío Baroja, leyó su discurso de ingreso, Género biográfico y conocimiento antropológico, el 15 de junio de 1986. Su amigo Manuel Alvar López le dio la bienvenida a la institución.

El humanista Julio Caro Baroja, autor de más de setecientos textos (entre libros y artículos), rebasa los límites de cualquier clasificación; fue, entre otras cosas, etnólogo y etnógrafo, investigador de la literatura y lingüista e historiador de las ideas y de las conductas humanas.

Conocido como el vasco del Renacimiento, Caro Baroja desdeñaba la clasificación estanca y genérica de las cosas y su mirada, siempre poliédrica, sostenía multitud de puntos de vista; observaba al hombre en su realidad concreta y evitaba fijar, como recriminaba al género biográfico, modelos de hombres: «ejemplares los unos y execrables los otros. Ilustres por sus acciones o abominables, según las tornas» (Género biográfico y conocimiento antropológico, p. 23).

Sus escritos —dice su sucesor en la silla, el poeta Ángel González— «no registran las grandes gestas de los hombres excepcionales, tan ajenos a nosotros, sino el humilde acontecer del ser humano más frecuente: la peripecia gozosa y dolorosa del hombre que ríe, y trabaja, y canta, y teme, y sueña mitos y funda ritos para conjurar sus temores y perpetuar sus esperanzas» (discurso de ingreso de Ángel González en la RAE, 1997, p. 14).

El poliédrico Caro Baroja nació el 13 de noviembre de 1914 en un ambiente de diversidad cultural que le permitió combinar distintas disciplinas y conceptos. El propio autor, que en su discurso de ingreso en la RAE dijo que «en la vida de cualquiera de nosotros confluyen una cantidad de elementos complejos desde los puntos de vista cultural y social», dibujó, para ilustrarlo, su vida en círculos; el primero y de mayor tamaño era España; el segundo, Madrid, y el tercero, su pueblo de Vera de Bidasoa.

La vida en círculos de Julio Caro Baroja (página 21 de su discruso de ingreso en la RAE, 1986)

Caro Baroja —que tenía la convicción de que todos los saberes estaban relacionados— podría haber sido, como él mismo decía, pintor, no­velista, poeta u hombre de teatro; pero se inclinó hacia la historia y la etnografía. De memoria prodigiosa para recordar lo leído y apasionado por las ciencias naturales, el joven Julio leía novelas y relatos de viajeros mientras descubría, entre otros placeres, su pasión por la música y asistía a tertulias literarias.

En 1942 se doctoró en Historia Antigua con una tesis sobre las religiones antiguas en España. Trabajó como docente en contadas ocasiones: de 1943 a 1945 como ayudante de las cátedras de Historia Antigua y de Dialectología de la Universi­dad de Madrid; de 1957 a 1960 como profesor en la Universidad de Coímbra, y entre 1981 y 1983 como ca­tedrático de Antropología Filosófica en la Universi­dad del País Vasco. 

Tras la Guerra Civil trabajó como corrector y traductor para el director del Instituto Británico, lo que hizo que se corriera el rumor de que Caro Baroja estaba al servicio de la inteligencia británica. Trabajó en el Museo Antropológico de Madrid en 1942 y, desde 1941, en el Consejo Superior de Investigaciones Cien­tíficas. En 1944 fue nombrado director del Museo del Pue­blo Español, donde recogió e inventarió gran número de piezas.

En la década de los cincuenta, tal y como había leído en sus novelas juveniles, Caro Baroja exploró y viajó por toda España —y por otros países, como Estados Unidos y Reino Unido— de la mano del antropólogo estadounidense George M. Foster y del británico Ju­lian Pitt-Rivers. De 1952 a 1953 viajó al Sáhara para elaborar un informe etnográfico sobre el territorio y publicó, en 1955, el libro Estudios saharianos.

Trece años antes de ingresar en la RAE lo hizo en la Real Academia de la Historia y también perteneció a la Real Academia de la Lengua Vasca (1947), a la de Buenas Letras de Barce­lona y a la Hispanic Society of America.

Prueba de la insaciable curiosidad de Caro Baroja —que publicó más de setecientos textos donde aunaba el trabajo de campo con la documentación que obtenía en los archivos— son sus variados títulos: Los pueblos del norte de la península ibérica (1943), Los moriscos en el reino de Granada (1957), Las brujas y su mundo (1961), El Carnaval (1965), Estudios sobre la vida tradicional española (1968), Ensayo sobre la literatura de cordel (1969), La aurora del pensamiento antropológico (1983) o Tecnología popular española (1983).

El polifacético Caro Baroja centró sus investigaciones, principalmente, en la antropología social y cultural de los pueblos de España y de determinados grupos sociales y se preocupó, especialmente, por la historia y la cultura de la sociedad vasca. En su vida y en sus libros conviven, como en un armonioso aquelarre, las historias de brujería, magia y bandidos con otros temas sobre religión, antropología y cultura popular. Toda su producción y su afán son fruto del interés que siempre tuvo Caro Baroja por conocer a los hombres y que se tradujo, también, en el interés de conocerse a sí mismo y a su familia, como quedó recogido en la crónica familiar Los Baroja. Memorias familiares (1972).

Después de haber sido tantas cosas, Julio Caro Baroja —el vasco del Renacimiento— murió el 18 de agosto de 1995 en su casa de Vera de Bidasoa (Navarra).

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