Julio Guillén Tato

Imagen Julio Guillén Tato

letra e

Toma de Posesión

23 de Junio de 1963

Fallecimiento

27 de Noviembre de 1972

Julio Guillén Tato

Académico de número

Alicante, 1897-Madrid, 1972

El 23 de junio de 1963 ocupaba el sillón e de la RAE el almirante Julio Guillén con el discurso titulado El lenguaje marinero, donde repasó el léxico marino del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) y leyó citas sobre el mar de autores clásicos. Francisco Javier Sánchez-Cantón fue el encargado de darle la bienvenida a la Academia: «Al mar ha consagrado y dedica el nuevo Académico todos sus empeños de investigador y casi todos los trazos de su pluma, así como los de su lápiz, e incluso los de su pincel, que los tres medios gráficos maneja con destreza» (p. 53).

Nacido en Alicante el 5 de agosto de 1897 e hijo del pintor alicantino Heliodoro Guillén Pedemonti —de quien heredó sus dotes artísticas—, Guillén ingresó como aspirante de Marina a los dieciséis años, en 1914, y obtuvo su despacho de alférez de fragata cuatro años después, en 1918. A partir de entonces sería destinado, entre otros, a los buques acorazados Alfonso XIII y España; a los cruceros Carlos V, Príncipe de Asturias y Río de la Plata; al cazatorpedero Audaz y, finalmente, al portaaeronaves Dédalo. Embarcado en el Audaz en 1919 como alférez de navío, Guillén salvó a la tripulación de uno de los botes del Alfonso XIII, fondeado en Barcelona, lo que le valió una de las muchas menciones honoríficas que recibiría a lo largo de su carrera.

Guillén fue uno de los pioneros de la aeronáutica naval; el 1 de julio de 1922, al mando del dirigible Vicentico, sobrevoló por vez primera Alicante y, días después, participó en el primer bombardeo desde hidroavión en Marruecos —al mando del portaaeronaves Dédalo, por el cual recibió, un año después, la Medalla de Marruecos y la Cruz Roja del Mérito Naval. En 1930 fue nombrado subdirector del Museo Naval, del que finalmente fue director en 1933.

Perseguido durante los primeros meses de la Guerra Civil, fue encarcelado en la cárcel Modelo de Madrid hasta noviembre de 1936; se refugió entonces en Polonia con su familia hasta mayo de 1937, que logró regresar a España. En 1941, reintegrado en la Armada, fue nombrado capitán de navío y retomó su cargo de director del Museo Naval. Dirigió también la Revista General de Marina desde 1941 y en 1942 fue elegido académico de la Real Academia de la Historia, de la que fue secretario perpetuo desde 1958 hasta su muerte, en 1972. Dirigió, también, el Archivo General de Marina (1949) y el Museo Álvaro de Bazán (1949), y fue elegido vicepresidente del Instituto de España en 1967. Como miembro de la RAE desde 1963, Guillén tuvo un papel importantísimo en la renovación del léxico marinero del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE).

El almirante fue miembro de otras instituciones extranjeras, como la Real Academia Iberoamericana de Geografía, el Comité Internacional de Ciencias Históricas de París, la Academia de Marina francesa y la Hispanic Society of America de Nueva York. A lo largo de su carrera recibió, además de las condecoraciones ya citadas, la Cruz de la Orden de Isabel la Católica (1962), la Cruz del Mérito Naval, con distintivo blanco (1963), y la Cruz del Mérito Civil (1972).

Más allá de su actividad militar, Guillén escribió algunos libros sobre historia naval, como Catálogo-guía del Museo Naval de Madrid (1934), Monumenta Cartographica Indiana (1942), El primer viaje de Colón (1943) e Historia de las condecoraciones marineras. Cruces, Medallas y Escudos de distinción (1958).

Julio Guillén Tato murió en Madrid el 27 de noviembre de 1972, en la sede de la Real Academia de la Historia, donde residía como secretario perpetuo. Nueve años antes de su muerte leía, entre otros, estos versos populares el día de su discurso de ingreso en la RAE:

«Ojos verdes son la mar;

ojos azules, el cielo;

ojos castaños, la muerte,

y ojos negros, el infierno»

(El lenguaje marinero1963, p. 13).

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