Salvador González Anaya

Imagen Salvador González Anaya

letra l

Toma de Posesión

28 de Noviembre de 1948

Fallecimiento

30 de Enero de 1955

Salvador González Anaya

Académico de número

Málaga, 1879-1955

El 28 de noviembre de 1948 ocupaba su asiento en la RAE el novelista andaluz González Anaya con un discurso en el que enaltecía la figura de los escritores de su tierra, Los costumbristas malagueños: «En Málaga florecieron y florecen —unos, vecinos de la perla mediterránea y otros en Madrid— escritores dignos de mención y de loa. Algunos alcanzaron la justa y magna celebridad que merecieran, y los más no pasaron de sus confines […]» (p. 17).

El académico Agustín González de Amezúa fue el encargado de darle la bienvenida al viejo solar de las letras castellanas: «Ábranse hoy de par en par las puertas de esta casa, viejo solar de las letras castellanas, para que pueda ingresar en ella con los honores máximos el insigne novelista malagueño Don Salvador González Anaya» (p. 65).

González Anaya nació en Málaga un caluroso 20 de agosto de 1879. Hijo de librero, pronto amaneció  en él la vocación literaria; a los veinte años, en 1899, publicó su primer poemario, Cantos sin eco, al que siguió Medallones, en 1900; ambos de tono modernista. En 1904 fundó en Málaga la tertulia literaria La Decuria, donde se reunían los jóvenes escritores, periodistas y artistas de la época. En 1905, dio el salto definitivo a la novela —a la que se dedicaría desde entonces dejando de lado la poesía— y publicó Rebelión, de carácter costumbrista, que fue alabada por escritores de la talla de Unamuno, Blasco Ibáñez, Galdós, Pardo Bazán, Benavente y Ortega Munilla.

Tras aquel éxito, González Anaya se alejó de la escritura durante diez años y se dedicó a regentar la librería familiar en Málaga. En 1915 vio la luz su siguiente novela, La sangre de Abel, y desde 1921 hasta 1952 comenzó a publicar con mayor frecuencia; fruto de aquella época fueron las novelas El castillo de irás y no volverás (1921), Nido de cigüeñas (1927), Las vestiduras recamadas (1932), Los naranjos de la Mezquita (1935) —una de las más logradas y exitosas—, La jarra de azucenas (1948) y Tierra de señorío, su última novela,  publicada en 1952. En 1945 se publicaron sus hasta entonces Obras completas con un prólogo del médico y académico Gregorio Marañón.

El novelista trabajó también como periodista y colaboró en la fundación del Montepío de Periodistas de Málaga y en la de la Asociación de la Prensa de Málaga, de la que fue presidente de honor. Escribió artículos sobre política en la prensa española y participó activamente en la vida política como miembro del Partido Liberal de Santiago Alba; fue alcalde de Málaga en dos ocasiones (1916-1917 y 1935-1936). Sin embargo, durante aquella época no dejó de lado su faceta literaria, sino que compuso panfletos satíricos dirigidos a sus adversarios políticos que circularon de mano en mano.

Además de a la Española, González Anaya perteneció a la malagueña Academia de Bellas Artes de San Telmo desde 1914 —que presidió desde 1930— y fue correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 1926. Amante y cronista de su ciudad, Málaga, fue también fundador y patrono del malagueño Museo de Bellas Artes.

Salvador González Anaya, el novelista que había retratado la vida de los pueblos andaluces con una visión amable y optimista, murió en su querida Málaga el 30 de enero de 1955. De su tierra venía y de ella hablaba con fervor el mismísimo día que tomó asiento en la RAE:

«Me han traído aquí […] varios amigos y maestros más que las obras de mi pluma […], desde las márgenes del azul y sereno Mediterráneo, desde el vergel ubérrimo que florece con rosas de abril y otras flores cuando el resto de la península se cubre con las nieves de la invernada; desde la tierra en cuyos pagos se dan las uvas moscateles y el vino para consagrar, hasta el solemne estrado de la Academia» (Los costumbristas malagueños, 1948, p. 7).

Leer biografía completa Ocultar biografía
cerrar

Buscador general de la RAE