Tomó posesión el 2 de febrero de 1894 con el discurso titulado Florecimiento del estilo epistolar en España. Le respondió, en nombre de la corporación, Francisco Silvela.

Santiago de Liniers, conde de Liniers, era descendiente de una familia de la antigua aristocracia francesa. «Su abuelo, Santiago de Liniers y Brémond, hijo del señor feudal de Cran-Chaban, de la Poussardière, de Grand-Brueil y de la Vallée, fue ayudante de campo del príncipe de Rohan hasta que, con veintidós años de edad, como consecuencia de la firma del llamado Pacto de Familia entre Luis XV de Francia y Carlos III de España, pasó a formar parte de la compañía de Guardias Marinas. Fue destinado al Río de la Plata, donde defendió Buenos Aires ante las invasiones inglesas y fue nombrado virrey del Río de la Plata. El padre del aquí biografiado, Mariano Tomás de Liniers y Sarratea, fue también militar y ostentaba al final de su carrera el grado de comandante de Escuadrón de Granaderos de la Guardia Real; contrajo matrimonio con Caritina Gallo-Alcántara y Thomé del Castillo», tal y como se señala en el Diccionario biográfico español.

Santiago de Liniers y Gallo-Alcántara fue un escritor incansable que trabajó todos los géneros literarios: la novela, la poesía, la crítica literaria y los artículos periodísticos. Tuvo incursión en la política, inclinado por el carlismo. Así se puede ver en sus artículos, publicados en La Gorda, semanario satírico-burlesco que fundó con Juan José Herranz y José María Bremón; en La Margarita, y en La Esperanza. Más tarde fue fundador, con otros políticos de la época, del partido Unión Católica. Fue diputado por la provincia de Burgos en varias legislaturas. Entre 1899 y 1901 estuvo al frente del Gobierno Civil de Madrid.

Entre sus publicaciones, cabe destacar Novelas madrileñas (1866); Filocalia (Arte de distinguir a los cursis de los que no lo son), junto con Francisco Silvela (1868); Todo el mundo: breves apuntes acerca de lo más importante que debe saber y lo más preciso que debe ignorar el hombre moderno (1876); Líneas y manchas: apuntes, rasgos y contornos tomados del natural (1882); Novísimo espejo y doctrinal de caballeros en doce romances, por el bachiller Diego de Bringas (1887), y Alza y baja (1893).

El 30 de agosto de 1900 la reina regente María Cristina le concedió la merced nobiliaria de conde de Liniers, en memoria de los méritos y servicios de su abuelo Santiago de Liniers y Brémond.

• Documentación académica en el archivo de la Real Academia Española.
• Diccionario biográfico español de la Real Academia de la Historia.