Foto de familia de los participantes en el acto.

Simposio «El español como lengua de creación y de integración»

Darío Villanueva: «La Constitución no está escrita en masculino ni en femenino, sino en español»

27 de Septiembre de 2018

• En el marco del 40.º aniversario de la Constitución

En el marco de las actividades conmemorativas del 40.º aniversario de la Constitución, el director de la RAE, Darío Villanueva, ha participado en el simposio «El español como lengua de creación y de integración», dirigido por el expresidente de la Cámara Alta Juan José Laborda.

Además, el acto, celebrado en el Senado, ha contado con la intervención de María Teresa Echenique, catedrática de Filología Española de la Universidad de Valencia. Asistieron los académicos Aurora Egido y Francisco Rico. Mañana el simposio continuará con la participación de la académica Carme Riera, la escritora Remei Sipi, el catedrático de Lingüística General de la Universidad de Valencia Ángel López y el periodista de El País Xavier Vidal Folch.
 

CARÁCTER PLURILINGÜÍSTICO

Bajo el título «Valores constitucionales y el español de todo el mundo», Darío Villanueva ha hecho un recorrido por las cinco constituciones de España (desde la Constitución Política de la Monarquía Española, publicada en Cádiz el 19 de marzo de 1812, conocida como la Pepa) y ha considerado que «una de las aportaciones más destacables de la Constitución española de 1978 es el reconocimiento de carácter plurilingüístico de nuestro país que en ella se produce de manera incontestable. En consecuencia, la disposición final anuncia que la carta magna se publicará no solo en castellano, sino también en las demás lenguas de España».

A juicio de Darío Villanueva, «el pacto constitucional de 1978 sentó las bases de un proceso que no se puede dar todavía por cerrado, pero que ha posibilitado sobremanera, a la hora de referirnos a las lenguas españolas, la neutralización entre dos conceptos específicos de la lingüística como son el de bilingüismo y el de diglosia».

El director de la RAE ha explicado que «el reconocimiento constitucional, los programas autonómicos de normalización lingüística, los sílabos educativos, los medios de comunicación audiovisuales y escritos, las industrias culturales basadas en la lengua y, en general, la revalorización de los idiomas españoles además del castellano han conseguido en muy alto grado la dignificación de todos ellos y la superación de las situaciones diglósicas en aras de un bilingüismo equiparable al de tantas y tantas regiones, nacionalidades y Estados del mundo».

EL CONSTITUCIONALISMO DE LOS PAÍSES HISPANOHABLANTES

Por otro lado, Darío Villanueva ha comparado la Constitución española de 1978 con la historia del constitucionalismo de los países hispanohablantes. «El siglo xix, en que se sucedieron los procesos de independencia conducentes al nacimiento de las correspondientes repúblicas, refleja la ausencia generalizada de estipulaciones referidas a la lengua o lenguas oficiales, al igual que lo que sucedía simultáneamente en España. Cuando en la siguiente centuria empezaron a recogerlas, aparece indistintamente la denominación de castellano (en siete textos) y español (en otros siete). La mayoría de estas constituciones tienen en cuenta, lógicamente, a las lenguas indígenas prehispánicas. Y se da también el caso de que en cinco cartas magnas (la argentina, la mexicana, la chilena, la uruguaya y la del Estado Libre Asociado de Puerto Rico) no se declare la oficialidad de ningún idioma, como ocurre, por caso, en la Constitución de los Estados Unidos aprobada por la Convención de Filadelfia el 17 de septiembre de 1787», ha afirmado Villanueva.

EL ESPAÑOL, LENGUA DE REFERENCIA

«La Constitución española de 1978 no está escrita en masculino ni en femenino, sino en español, una lengua hija del latín, decantada en su estructura gramatical y enriquecida en su léxico a lo largo de un recorrido milenario que ha hecho de ella, además, una lengua global, extendida por cuatro continentes y hablada por más de quinientos millones de personas, pero dotada asombrosamente de una rara unidad enriquecida por una gran diversidad de acentos», destacó Darío Villanueva.

El director de la Real Academia Española ha concluido su disertación considerando que «la Constitución de 1978 otorgó un decisivo espaldarazo de prestigio internacional a nuestro país, de lo que sin duda se benefició su papel como referencia de una lengua que no deja de crecer no solo por su fortaleza demográfica, sino por el reconocimiento de la cultura popular, de la literatura y el cine, de la ciencia y la comunicación, de la innovación y el emprendimiento que tiene en el castellano o español el fundamento de su expresión. Pero sigue siendo imprescindible que nuestros Gobiernos, las empresas, las instituciones y la sociedad civil tengan muy presente la impagable riqueza que la lengua española representa, hasta el extremo de proporcionar de suyo a nuestro país un lugar preeminente en el concierto internacional».

Asimismo, ha hecho hincapié en que «no somos dueños exclusivos de tamaño tesoro. Solo representamos un 8 % de los hablantes de una lengua multicéntrica, por la que velan, trabajando codo con codo, con un talante inequívocamente panhispánico, las academias que representan a veintitrés países de Europa, Asia, América y África. El que la Cátedra Monarquía Parlamentaria y las Cortes Generales hayan proporcionado al director de la RAE y presidente de ASALE esta tribuna en ocasión tan señalada como la de esta conmemoración constitucional promete el mejor augurio de que crecerá la toma de conciencia por parte de los españoles en cuanto a la regalía, y a la vez la responsabilidad que el legado de nuestro idioma común representa».

«Valores constitucionales y el español de todo el mundo». Conferencia de Darío Villanueva.

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Darío Villanueva diserta sobre los «Valores constitucionales y el español de todo el mundo».

Foto de familia de los participantes en el acto.

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