El director de la RAE inaugura el XXIX Congreso Internacional de ASELE

El director de la Real Academia Española (RAE) y presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), Darío Villanueva, ha pronunciado hoy la conferencia inaugural del XXIX Congreso Internacional de ASELE (Asociación para la Enseñanza del Español como Lengua Extranjera), que se celebra del 5 al 8 de septiembre en la Universidad de Santiago de Compostela. Su disertación se ha centrado en «Lengua española y sociedad global».

HISTORIA DE NUESTRA LENGUA

Darío Villanueva ha comenzado diciendo que «es obligado considerar tres momentos trascendentales en la historia de nuestra lengua común: el primero es, obviamente, el fundacional, la constitución del romance castellano y su expansión por la Península ocupada por los árabes. El segundo comienza en 1492, el año de la Gramática de Nebrija, con la llegada de Colón a América. Y el tercero es el que hace del español una lengua ecuménica, la segunda por el número de hablantes nativos en todo el mundo: con este tercer momento me refiero al proceso de la independencia y constitución de las Repúblicas americanas a partir de finales del segundo decenio del siglo xix».
 

INSTRUMENTO DE COHESIÓN

Tal y como ha explicado, «las nuevas Repúblicas soberanas, al tiempo que consolidaban el Estado, la nacionalidad, fijaban sus respectivos territorios y fronteras, organizaban la administración y abordaban el reto de la enseñanza de su ciudadanía creyeron útil el castellano o español como instrumento de cohesión, de integración nacional. De unidad».

En esta unidad de nuestra lengua universal, ha señalado Villanueva, «tuvo mucho que ver, en este trascendental siglo XIX, la labor académica».

ACADEMIAS AMERICANAS

Darío Villanueva ha recordado cómo la RAE aprobó en 1870 un reglamento para la fundación de academias americanas correspondientes y cómo se creo en 1871 la Academia Colombiana de la Lengua, la decana, detrás de la RAE, de las hoy existentes y, a continuación, fueron naciendo, tanto en el siglo XIX como en el XX, todas las de los países americanos, incluidas la de Puerto Rico y la Academia Norteamericana de la Lengua Española. De 1924 data la Academia filipina, y la última establecida hasta el momento, ya en pleno siglo XXI, ha sido la del único país de África que tiene el español como lengua oficial: la Academia Ecuatoguineana, ha señalado. Todas ellas forman la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), creada en 1951 a propuesta del presidente de México Miguel Alemán.

El director de la RAE ha anunciado que en 2019 tendrán lugar dos importantes eventos para la comunidad de academias de la lengua: «el VII Congreso Internacional de la Lengua Española que estamos organizando para marzo en Córdoba, República Argentina, bajo el rubro de “América y el futuro del español: Cultura y Educación, tecnología y emprendimiento”, y el XVI Congreso de las Academias de la Asociación de Academias de la Lengua en octubre y en Sevilla».

LENGUA UNIVERSAL

El español, ha indicado Villanueva, es, según las estadísticas oficiales, «la segunda lengua del mundo por número de hablantes nativos, 477 millones, solo por detrás del chino mandarín, lo que representa un 7,8 % de la población mundial. Ocupa el mismo lugar en cuanto al número de sus estudiantes no nativos, más de veinte millones Es la tercera lengua en internet, la segunda en Facebook y Twiter. Y según las previsiones de la Insead Business Scholl, en 2030 se convertirá en la segunda lengua de intercambio comercial tras el chino. En cifras totales, somos 572 millones las personas que hoy utilizamos nuestro idioma común, y las previsiones para 2050 se sitúan en los 750 millones».

Con tales datos, Villanueva ha terminado su conferencia señalando que «el español está afianzando su posición como un idioma en modo alguno subalterno, sino que está en condiciones de servir sin limitación alguna a la sociedad norteamericana en convivencia bilingüe con el inglés. Y ello no es mérito de ninguna Academia, sino de los millones de mujeres y de hombres, niños, jóvenes y mayores, que hacen de una lengua universal como es la nuestra la herramienta de sus trabajos y de sus días, pero también el emblema de pertenencia a una comunidad extendida por cuatro continentes, acrisolada por una Historia compleja y fructífera, y abierta a un futuro prometedor».