El CILE dedica un panel al futuro iberoamericano del español.

VIII Congreso Internacional de la Lengua Española

José María Merino reivindica la importancia de la unidad del español

28 de Marzo de 2019

El VIII Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) ha acogido esta tarde la mesa redonda «El futuro iberoamericano del español», presidida por el exdirector de la Academia Chilena de la Lengua, Alfredo Matus.

En la mesa redonda, moderada por el catedrático de Filología Española, Antonio Briz, han participado el académico y escritor José María Merino; el escritor colombiano Pablo Montoya; el profesor de literatura Germán Prosperi; y las escritoras argentinas Ana María Shua y Perla Suez.

Antonio Briz ha comenzado la mesa planteando el futuro del español en cuestiones de calidad. Hoy en día se calcula en cifras el futuro del español, pero a juicio del catedrático de Filología Española hay que medir «su vitalidad; su incidencia en las artes, las letras, los medios de comunicación; por su variedad de registros, de dialectos; por su difusión y carácter universal; por su incidencia en la investigación, o por su ejemplo como lengua de cultura, científica, económica y política».

LA UNIÓN DE LOS HISPANOHABLANTES

En su exposición titulada «Por una mayor consciencia del español», el académico José María Merino ha reivindicado la importancia de la unidad del español en su expansión: «Coordinarnos en todo el espacio panhispánico para llevar la mayor conciencia de lo que significa esta lengua, en sus dimensiones materiales y culturales, a los responsables políticos de la Educación y de la Cultura de nuestros diferentes países, es una labor que debería primar entre los grandes acuerdos de este congreso».

«Las previsiones de crecimiento de la lengua [?] obligan a la coordinación y unificación de esfuerzos de todos los países hispanohablantes para prevenir descomposiciones y mantener firme y bien protegida de deterioros la columna vertebral del idioma, sus estructuras gramaticales, sin perjuicio de la variedad léxica y de las músicas verbales de cada territorio, que añaden una singular riqueza y belleza el conjunto», ha añadido el académico.

José María Merino ha destacado que «el debate sobre la unidad o la pluralidad estuvo en los orígenes, a partir de la propia independencia de las naciones americanas, y gracias a la influencia de lingüistas como Andrés Bello o Rufino José Cuervo prevaleció el criterio unificador, consolidando la lengua como un elemento de integración social, cultural y territorial de enormes proporciones».

LA CONSCIENCIA DE LA IMPORTANCIA DEL ESPAÑOL

El académico ha subrayado que «los medios de comunicación tienen que ser conscientes de que hay que huir todo lo posible del exceso de localismos y de la aceptación sumisa de neologismos innecesarios y, sin traicionar los estilos nacionales, preferir las formas de expresión que nos unen a tantos hispanohablantes frente a las que puedan separarnos».

Asimismo, se ha referido al papel del sistema educativo: «No solo debe incluirse metódicamente en los programas la información acerca de las dimensiones universales de nuestra lengua, sino utilizar como material de apoyo a lo lingüístico textos literarios panhispánicos. Pues acaso nuestros países no jueguen el papel que corresponde a otros en los aspectos tecnológicos e industriales, pero sin duda en el orden de la creación literaria no tenemos nada que envidiar a ninguna otra cultura, sino que hemos sido y somos creadores de muchas obras importantes».

EL PRESTIGIO DE LA LENGUA

En la misma línea, Ana María Shua ha reiterado que «el gran reto del español es consolidarse como una lengua de diálogo y como una lengua alternativa la lengua dominante actual: el inglés». A juicio de la escritora, «América y España debemos aliarnos, hoy la gran batalla no es el número de hablantes sino el prestigio de la lengua, por ello necesita más presencia en los foros de investigación científica».

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