Francisco Asenjo Barbieri

Barbieri Asenjo

letra H

Toma de Posesión

13 de Marzo de 1892

Fallecimiento

19 de Febrero de 1894

Francisco Asenjo Barbieri

Académico de número

Madrid, 1823-1894

Tomó posesión el 13 de marzo de 1892 con el discurso titulado La música de la lengua castellana. Le respondió, en nombre de la corporación, Marcelino Menéndez y Pelayo.

Nacido el 3 de agosto de 1823, el musicólogo Francisco Asenjo Barbieri comienza en 1837 sus estudios en Medicina, los cuales nunca terminó. Finalmente realizó estudios de Ingeniería y Arquitectura. Al mismo tiempo se matriculó en el Conservatorio de Música y Declamación de María Cristina, estudiando clarinete con Ramón Broca, piano con Pedro Pérez de Albéniz y canto con Baltasar Saldoni. Más tarde, empezó a estudiar Composición con Carnicer.

«Del año 1842 son las primeras composiciones musicales [de] que se tiene constancia, canciones, romanzas, una barcarola para orquesta y una tanda de valses. Al mismo tiempo trabaja como corista, director de coros e incluso formó parte de una compañía de ópera. […] Realizó una gira por España como director de una compañía de ópera italiana y fue contratado en 1845 como maestro de Música de la Escuela de Nobles y Bellas Artes de San Eloy y maestro del Liceo de Salamanca», explica Leticia Martín en el Diccionario biográfico español.

En 1869 se le nombró miembro de la comisión para el arrendamiento del Teatro Real de Madrid, asumiendo el cargo de director de la orquesta. Colaboró, además, como cronista musical en La Ilustración.

La actividad más importante fueron sus conciertos sacros, los conciertos de cuaresma, en el Teatro de la Zarzuela, con obras de maestros europeos como Mozart, Beethoven o Rossini, y autores españoles como Cristóbal de Morales. El éxito de estos conciertos alentó a la creación de una sociedad de música instrumental, la Sociedad Española de Conciertos, bajo la dirección del compositor Gaztambide.

Fue miembro fundador, junto con Eslava, Vélez de Medrano, Arrieta, B. Basili, Saldoni, Salas y Peña, Gaztambide y Goñi de la sociedad La España Musical, nacida con el deseo de crear la ópera española. Fue secretario y archivero del Liceo Artístico y Literario de Madrid, del que era miembro, hasta su cierre en 1850.  Funda en 1851 la Sociedad de Artistas, junto con el poeta Olona, el cantante Salas y los compositores Gaztambide, Oudrid, Hernando e Inzenga. Creó el teatro de los Campos Elíseos, del que Barbieri fue director general artístico.

Recibió el 25 de octubre de 1864 el nombramiento de comendador ordinario de la Real y Distinguida Orden de Carlos III. En 1866 fue nombrado por real decreto comendador ordinario —después lo sería de número— de la Real Orden de Isabel la Católica. En 1873 fue nombrado académico de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. En 1878 fue distinguido con la Gran Cruz de la Real Orden de Isabel la Católica. Es nombrado en 1879 miembro de la comisión para redactar los reglamentos de la ley de propiedad intelectual y de teatros junto con José Álvarez Mariño, López de Ayala, Balaguer, Rubí, Arrieta, García Gutiérrez, Madrazo y Núñez de Arce. En 1870 fue nombrado presidente honorario de la sección de música de la Sociedad Literaria y Artística Lo Rat Penat de Valencia.

Su texto musicológico más importante de 1878 es el Prólogo histórico a la Crónica de la ópera italiana en Madrid desde el año 1738 hasta nuestros días y su folleto Las castañuelas. Entre sus obras, destacan La música y la mujer (1869); Sinfonía para orquesta y banda militar compuesta sobre motivos de zarzuelas. Reseña histórica (1873); Cancionero musical de los siglos XV y XVI, transcrito y comentado por él (1890); Teatro completo de Juan de la Encina. Adiciones al proemio (escrito por don Manuel Cañete) y glosario (1893); Gloria y Peluca (1850); Tramoya (1850); La Picaresca (1851); La espada de Bernardo (1853); Entre dos aguas (1855); La Zarzuela (1856); Compromiso del no ver (1859); Entre mi mujer y el negro (1859); Revista de un muerto (1866); Robinson (1870); Los holgazanes (1871); El barberillo de Lavapiés (1847); Artistas para La Habana (1877); Los carboneros (1877); La filoxera (1882); Hoy, sale hoy (1884); Los fusileros (1884); Sinfonía (1848); Tarantela (1848); Tanda de rigodones con motivos de Jugar con fuego (1851); Carolina (1848-1852); Marcha triunfal (1866); Marcha fúnebre (1884); Versa est in luctum (1867); Libera me Domine (1873); Oh, Santísima (1877); Salve valenciana (1880); Tirana «Cinco sentidos tenemos» (1850); Tormento que del alma (1851); El pescado frito (1852); Seguidilla de don Eduardo G. Pedroso improvisada en música para el álbum de la señorita doña Cristina de Aguado (1855); Canción española «Cada vez que miro» (1856); El niño zolocho (1859); Himno del Pacífico (1866); Canción española (1871); Ovillejo de Miguel de Cervantes (1874); Para el Día de Moda (1880), y Seguidillas con eco (1881).

Barbieri en su testamento dejó constancia de su deseo de que su biblioteca fuera entregada a la Biblioteca Nacional de Madrid; esta colección, denominada Legado Barbieri, es la matriz de la colección musical de la biblioteca.

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