Fue elegido académico honorario y supernumerario de la Real Academia Española en 1804. Ingresó como miembro numerario diez años después, en la borrascosa sesión del 14 de noviembre de 1814, en la que el duque de San Carlos dio cuerpo a la exoneración de los afrancesados y emigrados. Entre ellos, José Antonio Conde, quien abrió camino a Juan Pérez Villamil en la silla G.

Juan Pérez Villamil estudió Filosofía y Jurisprudencia en la Universidad de Oviedo. El 30 de junio de 1770, ya graduado en Leyes, realizó los cuatro años de pasantía en Oviedo y Madrid y, el 6 de mayo de 1775, fue nombrado abogado de los Reales Consejos.

Ya residente en la capital española, el 13 de diciembre de 1780, contrajo matrimonio con María Teresa de la Vega Ordóñez. Tres años después, comenzó a formar parte de la Junta Particular de Ley Agraria, con Jovellanos como presidente.

A lo largo de su trayectoria profesional desempeñó cargos de suma importancia: académico de honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando; miembro honorario y de mérito de la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País, de la que formó parte desde 1781 como socio de la clase de Agricultura, bajo la dirección de Pedro Rodríguez Campomanes; fiscal de la Audiencia de Palma de Mallorca, elegido el 12 de noviembre de 1786 y, también, miembro de la Sociedad Económica mallorquina; alcalde de casa y corte en Madrid, nombrado el 14 de julio de 1794, y regente de la Audiencia de Oviedo (Asturias), electo el 23 de mayo de 1798, aunque no llegó a tomar posesión porque ese mismo año fue designado miembro del Consejo Supremo de Guerra. También fue auditor general y secretario del Almirantazgo, cargo en el cual le sorprendió la invasión francesa.

El 1 de abril de 1803 fue designado académico honorario de la Real Academia de la Historia (RAH) y, el 22 del mismo mes, fue nombrado supernumerario, ascendiendo a numerario el 9 de noviembre de 1805. Finalmente, estuvo a cargo de la corporación durante los años de guerra con Napoleón (del 27 de noviembre de 1807 al 27 de noviembre de 1810).

«Su nombre viene unido al del famoso alcalde de Móstoles, Andrés Torrejón, al que ayudó en la redacción de la proclama contra los franceses», según cuenta Alonso Zamora Vicente en La Real Academia Española.

Al principio de la contienda fue internado en Francia, de donde se fugó y, en 1812, le encontramos en Cádiz. En septiembre del mismo año, fue nombrado miembro de la tercera regencia, llamada «del quintillo», y desempeñó interinamente la Secretaría de Estado y el Despacho de Hacienda entre noviembre de 1812 y marzo de 1813. Sobre su estancia en Cádiz, Zamora Vicente relata: «Allí se comienza a destacar su espíritu conservador, reaccionario más bien, hasta llegar a ser el alma (y quizá el redactor) del decreto de 1814 (4 de mayo) que tantas desventuras iba a desatar. (Parece que fue el redactor del Manifiesto de los Persas, dirigido a Fernando VII, y en el que se exponía la convicción absolutista de algunos diputados en 1814. También se ha atribuido a otros políticos el citado Manifiesto)».

El 23 de septiembre de 1814 fue nombrado por Fernando VII ministro de Hacienda, cargo que desempeñó hasta el 2 de febrero de 1815 y, entre 1817 y 1820, fue director de la Sociedad Económica de Oviedo.

Durante el gobierno liberal, volvió confinado a Plasencia, pero, tras la caída de los liberales, fue rehabilitado en sus cargos y, en 1823, ya en pleno absolutismo, Fernando VII le llevó al Consejo de Estado. Estuvo poco tiempo en este cargo, pues falleció el 20 de abril de 1824. «Lo que Villamil no pudo prever es esta sensación oscura de fatalismo, castigo celeste (abundaron las interpretaciones múltiples), que produce ver su sucesión en la Academia Española: le sucede uno de los que él mismo expulsó, embutido en el decreto de 1814: Vicente González Arnao», explica Zamora Vicente .

Fecundo autor, Villamil empleó con frecuencia el seudónimo de Juan de Paredes y, entre sus publicaciones, de materia histórica preferentemente, destacan Historia civil de la isla de Mallorca (1790); Los reyes de Asturias (1786); Disertación sobre la abogacía, dedicado a Campomanes (1782), y Las leyes de Toro (1776). Además, se conservan varios de sus manuscritos-informes sobre inscripciones, problemas arqueológicos, etnias asturianas, etc.

Fue nombrado caballero pensionista de la Real y Distinguida Orden de Carlos III el 26 de abril de 1800.

• Alonso Zamora Vicente, La Real Academia Española. Madrid: Real Academia Española-Fundación María Cristina Masaveu Peterson, 2015 (p. 147).
• Documentación digitalizada de Juan Pérez Villamil en el archivo de la RAE.
• Juan Pérez Villamil en el Diccionario biográfico de la Real Academia de la Historia (RAH).
• Juan Pérez Villamil en la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).