El 16 de abril de 1848, Donoso Cortés tomó posesión de su plaza de académico pronunciando un discurso sobre la Biblia: en ella —decía Donoso— «han ido a beber su divina inspiración los grandes poetas de las regiones occidentales». El entonces director, Francisco Martínez de la Rosa, le respondió en nombre de la corporación.

Nacido en Badajoz el 6 de mayo de 1809, el político y escritor estudió Artes en Salamanca; Lógica, Metafísica y Ética en Cáceres y Derecho en Sevilla. Tras acabar la carrera, llegó a Madrid en 1830 con la esperanza de abrirse un hueco en la vida cultural y política de la capital, arropado por los académicos y escritores José Quintana y Agustín Durán; sin embargo, volvió pronto a Badajoz para continuar con su formación y, dos años más tarde (1832), regresó a Madrid con su mujer con la intención de probar suerte de nuevo en el ámbito político. Envió entonces un amplio informe al rey, Fernando VII, sobre la Ley de Sucesión y la significación de lo ocurrido en La Granja que le valió el nombramiento de oficial de la Secretaría de Gracia y Justicia. Se iniciaba, en aquel momento, en el camino que un día le llevaría a ser una de las primeras figuras de la política nacional.

Aficionado a la poesía, Donoso se inclinaba cada vez más hacia los escritos de carácter político. Nombrado secretario de Decretos en el Ministerio de Estado (1834) fue también jefe de sección en la Secretaría de Gracia y Justicia y secretario del Gabinete de la Presidencia y del Consejo (1835). En 1840 fue secretario de María Cristina en París y redactó los manifiestos que la reina lanzaba a los españoles; Donoso regresó a España tras la caída de Espartero y se convirtió, en 1843, en secretario particular de la recién aclamada reina de España, Isabel II, hija de su venerada María Cristina. Su estrecha relación y fidelidad con la monarquía le valió el título de marqués de Valdegamas.

A partir de 1847, un año antes de ser nombrado académico, su vida y su obra se convierten en testimonio de su fe cristiana. Sus escritos, discursos y acciones se inspiran entonces en la ideología católica; buena fe de ello son el discurso de ingreso sobre la Biblia que leyó en la Real Academia Española (1848) —en el que animaba a los jóvenes a dedicarse «con ardor y respeto al estudio de los libros sagrados, dignos modelos y fecundas inspiraciones de la poesía más noble y elevada»— y el libro que más renombre le daría, Ensayo sobre el catolicismo, el liberalismo y el socialismo (1851), que publicó tras su estancia como embajador en Berlín y en París.

Tras numerosos vaivenes políticos, cada vez más alejado del liberalismo, Donoso volvió a París en 1851 a ocupar su puesto de embajador. Jamás volvería a pisar España: murió en París a los 43 años, el 3 de mayo de 1853.

Su obra, de carácter mayoritariamente político, fue recogida a su muerte por el académico Gabino Tejado (5 volúmenes, 1855).

• La Real Academia Española, 1999, Alonso Zamora Vicente (página 203).
• Documentación digitalizada de Juan Donoso Cortés en el archivo de la RAE.
• Donoso Cortés en el Diccionario biográfico de la Real Academia de la Historia (RAH).
• Obras digitalizadas de Donoso Cortés en la Biblioteca Digital Hispánica.