Elegido honorario en 1830, supernumerario en 1832 y académico de número en 1833.

Ocupó el cargo de secretario de 1839 hasta su muerte en 1853.

Nacido en Zamora el 14 de diciembre de 1777, Juan Nicasio Gallego estudió Derecho en la Universidad de Salamanca y se doctoró en Filosofía y Derecho Civil y canónigo. Ocupó los cargos de capellán de honor del rey y director de los Caballeros Pajes del rey. Más tarde, fue nombrado arcipreste del Pilar, de Zaragoza. Fue diputado por Zamora en las Cortes de Cádiz, juez de La Rota y senador.

También trabajó como censor de periódicos y colaboró en las publicaciones Memorial Literario, El artista y Revista de Madrid. Ana María Freire López señala en el Diccionario biográfico español (2011) que «Gallego se movió en los círculos académicos e intelectuales del Madrid de la época, era miembro del Ateneo y del recién nacido Liceo Artístico y Literario, donde trabó amistad con la generación más joven, la romántica». Asimismo, formó parte de la Academia de Bellas Artes, de la que fue presidente.

«Juan Nicasio Gallego está considerado como uno de los tres poetas clave en el paso del siglo XVIII a XIX, junto a Manuel José Quintana y a Alberto Lista. Su corpus poético está formado por elegías, odas, epístolas y sonetos, modélicos en su factura, además de otras composiciones, muchas de ellas de circunstancias», según explica Ana María Freire López. Cuando murió, la Real Academia Española recopiló sus composiciones en el libro Obras poéticas de don Juan Nicasio Gallego, publicado en 1854.

Entre sus composiciones, destacan la epístola Al Excmo. Sr. Conde de Haro, animándole al ejercicio y buen uso de la poesía; las odas A la gloriosa defensa de Buenos Aires por los españoles en 5 de julio de 1807, A la buena influencia del entusiasmo público en las Artes; los sonetos A Zaragoza rendida por el hambre y la peste, más bien que por el valor francés y Canción patriótica dirigida los soldados españoles con ocasión de la batalla de Eslinga, ganada a Napoleón por los austríacos.