Serafín Álvarez Quintero

Retrato de Serafín Álvarez Quintero por Ramón Casas, 1904. © © Museu Nacional d'Art de Catalunya

letra H

Toma de Posesión

21 de Noviembre de 1920

Fallecimiento

12 de Abril de 1938

Cargo

Censor

Serafín Álvarez Quintero

Académico de número

Utrera (Sevilla), 1871-Madrid, 1938

El 21 de noviembre de 1920 ocupaba su sillón en la RAE el mayor de los hermanos Quintero, el dramaturgo Serafín Álvarez Quintero, con un discurso dedicado al amor de su vida, El teatro: «Ha sido el teatro, en literatura, el amor de mi vida toda». Ricardo León y Román fue el encargado de darle la bienvenida a la institución.

Nacido en Utrera (Sevilla) el 26 de marzo de 1871, Serafín fue empleado de Hacienda en Sevilla y asiduo colaborador de El Diablo Cojuelo. Pronto se decantó por el teatro, de la mano de su hermano Joaquín y, aunque firmaron sus primeras obras por separado, los hermanos Quintero se unieron enseguida para hacerlo bajo la misma voz, como uña y carne. Tal y como dijo el pequeño de los hermanos en su discurso de ingreso en la RAE, «lo indudable es que nuestra colaboración, íntima, continua, nos ha fundido en un solo espíritu, por no decir en un solo ser» (Los mil y mil Tántalos de la gloria escénica, 1925, p. 6)

Su teatro es conocido por el humor, la ironía y el ingenio con que supieron caracterizar y estereotipar —mediante un forzado acento andaluz y un dialecto repleto de diminutivos, refranes, frases hechas, modismos, etc.— los personajes y las costumbres que tanto habían observado en su Sevilla natal. Andalucía, su tierra, es el escenario de la mayoría de sus obras, que fueron durante más de veinte años las preferidas del público burgués.

Su producción es realmente copiosa y destacan, entre otras, obras como El patio (1900), El genio alegre (1906), Las de Caín (1908), Malvaloca (1912), Puebla de las mujeres (1912), El mundo es un pañuelo (1920) o Mariquilla Terremoto (1930). La última obra escrita y estrenada bajo la misma autoría fue Los restos (1936).

Serafín murió en Madrid en plena Guerra Civil, el 12 de abril de 1938, seis años antes que su hermano Joaquín. Sus restos descansan, tan juntos como en vida, en el madrileño cementerio de san Justo.

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“Ha sido el teatro, en literatura, el amor de mi vida toda”

Serafín Álvarez Quintero

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