El 8 de junio de 1879 ocupaba el asiento M de la RAE el médico de la Casa Real Tomás de Corral y Oña, marqués de San Gregorio, con el discurso La concordancia lógica del pensamiento con su expresión:«Caminamos á ciegas cuando ignoramos la genesis de la palabra, las partes que la componen y las alteraciones que ha sufrido por la influencia del tiempo, de las costumbres, de la convención, ó de las exigencias de la eufonía […]» (p. 39). El dramaturgo Tomás Rodríguez Rubí fue el encargado de abrirle el telón de la RAE: «El veterano humanista se presenta en el estrado lleno de timidez y desconfianza y hasta casi pesaroso de la elección que ha merecido, porque le obliga á exhibir algo del abundante caudal de sus variados conocimientos» (p. 77).

Por primera vez en la historia académica, tras ciento sesenta y seis años de existencia, la recepción estuvo presidida por el rey Alfonso XII, cuyo nacimiento había sido asistido por el propio Tomás Corral –comadrón de la reina Isabel II–, quien fue el primero en sostener en sus brazos al pequeño Alfonso.

Nacido en Leiva (La Rioja) el 18 de septiembre de 1807, Tomás de Corral se trasladó de niño a Madrid, donde inició, años después, los estudios de Medicina-Cirugía en Real Colegio de Medicina y Cirugía de San Carlos, en 1824. Graduado como doctor médico cirujano en 1832, obtuvo una plaza de ayudante de profesor en el Real Colegio de Medicina de San Carlos, y en 1836 obtuvo la de catedrático; dirigió, también, la biblioteca del colegio desde finales de 1838 hasta 1843. En 1843 se convirtió en el primer catedrático de la nueva asignatura Clínica de Obstetricia y Enfermedades de las mujeres y niños, que desempeñó hasta que fue nombrado rector de la Universidad Central de Madrid y consejero de Instrucción Pública y de Sanidad, en 1855.

En paralelo a su actividad como catedrático y rector, Corral y Oña disfrutó de una posición privilegiada como médico, aunque su timidez lo llevó a vivir siempre apartado de las pompas sociales. En 1851 fue nombrado médico de cámara de Isabel II, tras asistirla en el parto de su hija, la infanta Isabel Francisca de Asís. A partir de entonces, su actividad estuvo marcada por la dedicación en exclusiva a la salud de la Familia Real; fue nombrado presidente de la Facultad de la Real Cámara y asistió  al parto de las infantas Eulalia y Paz y al del Príncipe de Asturias, el futuro rey Alfonso XII, que premiaría su fidelidad años después presidiendo su ceremonia de ingreso en la RAE. Además, en 1857 le fue otorgado el título de marqués de San Gregorio. La dedicación a la corona le obligó a dimitir como rector de la Universidad Central en 1862, siete años después de haber sido admitido. Sin embargo, tras aquel cese fue nombrado jefe superior de Archivos y de Administración y siguió ejerciendo, como hacía desde 1855, como consejero de Instrucción pública y de Sanidad.

Tras la Revolución de 1868, Tomás de Corral se exilió en Francia con la reina destronada durante el Sexenio Revolucionario (1868-1874); trabajó en París y perfeccionó sus conocimientos de obstetricia. En 1874, con la Restauración alfonsina, regresó a España; volvió a desempeñar el cargo de presidente de la Facultad de la Real Cámara, así como los de consejero de Instrucción pública y de Sanidad, y fue elegido senador de la Universidad Central durante tres legislaturas (1877, 1879 y 1881-1882).

En 1879 fue nombrado académico de la RAE, a la que obsequió, para celebrar su ingreso, con el autógrafo de Lope de Vega, El bastardo Mudarra, que se conserva hoy en la biblioteca académica. Fue también miembro de la Real Academia Nacional de Medicina, que presidió en seis ocasiones, en 1861, 1863, 1874, 1878, 1880 y en 1882, diez días antes de su muerte. Presidió también la Comisión del Diccionario Tecnológico, la Sociedad Ginecológica Española y fue miembro del Ateneo de Madrid desde 1840.

Corral escribió numerosas obras sobre obstetricia y enfermedades infantiles. En 1845, con el fin de impartir la asignatura Clínica de Obstetricia y Enfermedades de las mujeres y niños, publicó los títulos Año clínico de obstetricia y enfermedades de mujeres y de niños [...] y De la obliteración del orificio uterino en el acto del parto, y de la histeretomía vaginal, que contribuyeron al desarrollo de la tocoginecología y de la pediatría en España. Contrario a la práctica de la homeopatía, la combatió mediante lecciones desde su cátedra, que se publicaron en 1850 bajo el título La homeopatía ó farmacología análogoinfinitesimal ante el criterio y el sentido común: lecciones de refutación de la doctrina de Hahnemann. Dos de sus obras más manejadas fueron Filosofía práctica del siglo XIX (1851) e Historia de la filosofía médica (1869).

Tomás de Corral, el tímido y discreto partero de Isabel II por cuyas manos pasaron por primera vez las infantas y el futuro rey, murió en Madrid el 17 de diciembre de 1882, tres años después de haber ocupado su asiento en la RAE.

• La Real Academia Española, 1999, Alonso Zamora Vicente (p. 173-174).
•  La concordancia lógica del pensamiento con su expresión, 1879. Discurso de ingreso de Tomás de Corral y Oña en la RAE.
• Documentación digitalizada de Tomás de Corral y Oña en el archivo de la RAE.
• Tomás de Corral y Oña en el Diccionario biográfico de la Real Academia de la Historia.