13.ª Entrega (diciembre de 2022)
Versión del 31/12/2022
Equipo Real Academia Española
Familia Ver familia de palabras
alcohólico, a adj., s. (1795-)
alcohólico, alcoólico, alcólico
También en esta página: alcohólico (1820-1915)
Etim. Calco del francés alcoolique, voz atestiguada en esta lengua al menos desde 1789 como 'que contiene alcohol', y esta, a su vez, de alcool e -ique (véase TLF, s. v. alcoolique).

Se documenta por primera vez, en la acepción 'que contiene alcohol', en 1795, en la traducción de Elementos del arte de teñir de Berthollet, por D. García Fernández, y se consigna por vez primera en 1846, en el Diccionario nacional de Domínguez. Como 'perteneciente o relativo al alcohol', se atestigua en 1801, en la traducción de las "Observaciones sobre el sistema de los conocimientos químicos hechas por Don Luis Proust, Catedrático de Química en el Real Laboratorio de esta Corte", localizada en el Memorial Literario o Biblioteca Periódica de Ciencias, Literatura y Artes (Madrid). Se consigna en 1853 en el Diccionario enciclopédico de la lengua española de Gaspar y Roig. Desde 1821 es común el uso de esta voz para referirse a aquello 'que es producido o influido por el alcohol o por un estado de alcoholismo', especialmente sentimientos o exaltaciones del ánimo. Se localiza con este significado en la traducción del tomo cuarto del Diccionario de Ciencias Médicas, por una sociedad de los mas célebres profesores de Europa [...], y antes de 1894 en el Vocabulario de mexicanismos de García Icazbalceta. En la acepción 'perteneciente o relativo al alcohol o al alcoholismo' el primer ejemplo data de 1841 y se encuentra en la traducción de "Regicidio, de Darmes", publicada en la Gaceta de los Tribunales o Causas y Hechos Célebres del Reino y Extranjeros (Madrid). Al menos desde 1846, la voz alcohólico se utiliza con relación a personas, a las que caracteriza en función de su grado de dependencia de la bebida alcohólica o su estado de alcoholismo. Primeramente se localiza como 'persona que bebe alcohol en exceso', en los Apuntes para la historia de la fiebre petequial ó tabardillo, que se observa en Mexico, de M. F. Jiménez. Más adelante, en 1866, se documenta como '[persona] que tiene alcoholismo' en "El alcoholismo [...] (Continuacion)", artículo de L. A. de Macedo publicado en La España Médica, Iberia Médica y Crónica de los Hospitales (Madrid). En uso sustantivo, 'persona que tiene alcoholismo', se utiliza al menos desde 1872, en el artículo de M. Cicero titulado "Estudio anatomo-patologico del higado de los enfermos alcoholicos" y localizado en El Observador Médico (Ciudad de México). Como '[persona] que bebe alcohol en exceso', se atestigua en 1879, en la Estadística de la mortalidad en México, de D. Mejía. Se encuentran casos, asimismo, con el sentido '[persona] que tiene una alteración en sus capacidades físicas o mentales por la ingestión excesiva de bebidas alcohólicas'; la primera vez en El águila y la serpiente (1926-1928), de M. L. Guzmán, así como en el DRAE (1936).

En el Glosario enológico (1975) de Chiappara, se consigna la voz alcohólico con la siguiente definición: 'De alto grado o sea que el alcohol predomina sobre los otros componentes, vivo y estimulante'.

Por otra parte, alcohólico se integra en la forma compleja alcohólico anónimo, que se emplea desde 1950 para referirse a la 'persona que pertenece a un grupo de Alcohólicos Anónimos'. Este primer uso se da en el artículo científico "El disulfuro de tetraetilthiuramina (Antabus) en el tratamiento del alcoholismo crónico", publicado por H. Delgado y A. Carrillo-Broatch en la Revista de Neuro-Psiquiatría (Lima).

Vid. también alcohólico, ca (DH 1933-1936 y DHLE 1960-1996).

  1. ac. etim.
    adj. Que contiene alcohol.
    docs. (1795-2021) 21 ejemplos:
    • 1833-1834 Olavarría, J. Memoria condición física [1988] Esp (CDH )
      [...] contemplando atentamente la influencia que egerce un sol ardiente, un suelo tostado por falta de sombra y de riego, un trabajo rudo y permanente, una ignorancia supina, y unos alimentos alcohólicos é irritantes sobre la condicion física y moral de los pueblos, la fisiología y la filosofía no aciertan á discurrir cómo no son mas comunes en España las fiebres pútridas y los delitos capitales.
    • 2021 Remartínez, D. "Coctelería" El País (Madrid) Esp (CORPES)
      El sol y sombra es el monolito de nuestra coctelería nacional, el Atapuerca de nuestros camareros, el primer combinado que, con una sencillez más aplastante todavía que la del dry martini —misma cantidad de cada licor, y ya, ni remover ni leches—, inauguró una ristra de fórmulas alcohólicas que durante décadas propiciaron el canto, las fiestas, la alcahuetería, las peleas, los desafíos a la autoridad y las blasfemias delante del cura. España estuvo empapada durante siglos en cócteles que no se denominaban así para no ponerse señoritos, para diferenciar al obrero del patrón, al cazador furtivo del marqués con coto privado y al desdentado del catedrático que usaba anteojos.
    • 1833-1834 Olavarría, J. Memoria condición física [1988] Esp (CDH )
      [...] contemplando atentamente la influencia que egerce un sol ardiente, un suelo tostado por falta de sombra y de riego, un trabajo rudo y permanente, una ignorancia supina, y unos alimentos alcohólicos é irritantes sobre la condicion física y moral de los pueblos, la fisiología y la filosofía no aciertan á discurrir cómo no son mas comunes en España las fiebres pútridas y los delitos capitales.
    • 1853 Fdz Henestrosa, I. Trad Arte soplete Plattner [1853] 92 Esp (CDH )
      El líquido se evapora hasta dejarlo muy concentrado, y se le añaden unas gotas de una disolucion alcohólica de cloruro sódico platínico. Si la potasa está presente, la doble sal de cloruro de platino y de potasio que se forma, siendo insoluble en el alcohol, se precipitará como un polvo amarillo de limon; si la cantidad de álcali fuese muy reducida, no se veria precipitado hasta pasar unos minutos.
    • 1870 Mansilla, L. V. Indios Ranqueles [1957] Argentina (CDH )

      Ambos venían con los instrumentos del placer en la mano —con una botella de aguardiente.

      Les ofrecí asiento, y haciendo grandísimos esfuerzos para disimular su estado, lo aceptaron, invitándome a saborear con ellos el alcohólico brebaje, usando, por supuesto, de la fórmula consagrada.
    • 1884-1885 Clarín Regenta [1990] Esp (CDH )

      Don Santos levantó un poco la cabeza y conoció al cura de la parroquia.

      — Don Antero... usted también... por aquí... Me alegro... así... podrá usted dar fe pública... como escribano... espiritual... digámoslo así... de esto que digo... y es todo mi testamento: que muero, yo, Santos Barinaga... por falta de líquidos suficientemente... alcohólicos... que muero... de... eso... que llama el señor médico... Colasa... o Colás... segundo...

    • 1897 Ganivet, Á. Conquista reino Maya por conquistador Pío Cid p. 276 Esp (BD)
      Aceptada la idea, preocupóme largamente la elección del líquido alcohólico que había de emplear, pues en el privilegiado clima de Maya se encuentran primeras materias para fabricarlos de todas clases. Lo más inofensivo hubiera sido introducir algunas modificaciones en las bebidas nacionales, entre las que la más usada era el vino de banano, obtenido, como todas las demás, por medio de la maceración de frutas; tanto el vino de banano, como el de spondio, el de fenezi ó el tinto de amomé, eran licores ligeramente acidulados con cierto saborcillo á cosa podrida, al que no sin esfuerzo llegué a habituarme.
    • 1911 Baroja, P. Árbol ciencia [1996] Esp (CDH )

      La comida le sorprendió a Andrés, porque no había más que caza y carne. Esto, unido al vino muy alcohólico, tenía que producir una verdadera incandescencia interior.

    • 1924 Rivera, J. E. Vorágine [1995] Colombia (CDH )

      En el fondo de mi ánimo acontece lo que en las bahías: las mareas suben y bajan con intermitencia.

      Mi organismo repudia los excitantes alcohólicos, aunque saben llevar el marasmo a las penas. Las pocas veces que me embriagué lo hice por ociosidad o por curiosidad: para matar el tedio o para conocer la sensación tiránica que bestializa a los bebedores.

    • 1962 Fuentes, C. Muerte Artemio Cruz [1962] México (CDH )
      Pero escucho los llantos de Teresa y siento la mano de Catalina sobre mi espalda y el paso rápido y rechinante de ese hombre que me palpa el estómago, me toma el pulso, me abre violentamente los párpados e inunda mis ojos de una luz falsa que se prende y apaga, se prende y apaga y vuelve a palparme el estómago, me introduce un dedo por el ano, me introduce el termómetro caliente y alcohólico en la boca y las demás voces se suspenden y el recién llegado dice algo a lo lejos, en el fondo de un túnel: / —

      No es posible saber. Puede ser una hernia estrangulada.

    • 1972 Torrente Ballester, G. Saga/Fuga [1995] 611 Esp (CDH )
      No todos los miembros de un cuerpo son necesariamente instrumentos, pero sí los de esta naturaleza, puesto que sirven a fines primarios y secundarios del objeto superior, del cuerpo mencionado. Es indudable que éste al perder su condición de miembro, ha perdido también toda capacidad instrumental, y si alguno de los jueces lo dudare, no tiene más que echar una mirada, todo lo púdica que quieran, a lo que flota dulcemente en el líquido alcohólico de que está llena la frasca. ¿Cuento con la conformidad de mi auditorio?» Su mano —se entiende su prolongación ideal— y su mirada recorrieron con pausa los rostros interesados de los jueces.
    • 1988 Rojo, J. A. Hotel Madrid [1988] Bolivia (CDH )

      No me gustaríaentrar en la peregrina discusión sobre la originalidad de Alaska y los Pegamoides. He leído que copiaron sin escrúpulo a los foráneos para agenciarse un éxito a la rápida, sin tramitación burocrática de patentes y monsergas similares. El triunfo posterior de Alaska como personaje público tampoco es cosa de mi incumbencia. Llegó a la televisión como presentadora de un programa infantil y a las páginas de publicidad para invitarnos a digerir un brebaje alcohólico. Debo decir que desconozco el número exacto de sus pulseras y sortijas y que los artículos que ha firmado contándonos detalles de su periplo vital son artículos que me han servido para apuntar algunos nombres de célebres cantantes mexicanas, nada más.

    • 2003 Skármeta, A. Baile Victoria [2003] Chile (CDH )
      La mujer optaba por abrir una cuenta bancaria a nombre del diminuto, pero cuando el muchacho le informó de que Lirita fustigaba quince años y un día, Elsa se inclinó por guardar el botín en un par de colchones y en contratarle una novia del ambiente que lo visitara agasajándolo con vituallas alimenticias, fumables, alcohólicas y, en los días autorizados por los penalistas progresistas, sexuales.
    • 2017 Ruiz Grau, B. Siete días [2017] Esp (CORPES)
      Algo no encajaba. Además, los legionarios no se caracterizaban por ser gente cauta, pero estos parecía que tenían la intención de ser escuchados. No estaban tan borrachos como para armar tanto escándalo, todo parecía demasiado fingido. Decidió no prestar una excesiva atención a los cuatro mientras estuvieran sentados, si conseguía que uno sucumbiera ante sus encantos y aceptara acompañarla a una de las habitaciones, quizá consiguiera averiguar si sus sospechas eran reales o infundadas. Decidió poner en juego todas sus armas de seducción. Se acercó a la mesa donde los cuatro reían y vociferaban como auténticos animales y dejó la botella del líquido alcohólico en el centro. Con pasos sutiles, comenzó a andar para colocarse justo detrás del que parecía tener la cara de más simpleza entre los cuatro.
    • 2021 Remartínez, D. "Coctelería" El País (Madrid) Esp (CORPES)
      El sol y sombra es el monolito de nuestra coctelería nacional, el Atapuerca de nuestros camareros, el primer combinado que, con una sencillez más aplastante todavía que la del dry martini —misma cantidad de cada licor, y ya, ni remover ni leches—, inauguró una ristra de fórmulas alcohólicas que durante décadas propiciaron el canto, las fiestas, la alcahuetería, las peleas, los desafíos a la autoridad y las blasfemias delante del cura. España estuvo empapada durante siglos en cócteles que no se denominaban así para no ponerse señoritos, para diferenciar al obrero del patrón, al cazador furtivo del marqués con coto privado y al desdentado del catedrático que usaba anteojos.
    • 1833-1834 Olavarría, J. Memoria condición física [1988] Esp (CDH )
      [...] contemplando atentamente la influencia que egerce un sol ardiente, un suelo tostado por falta de sombra y de riego, un trabajo rudo y permanente, una ignorancia supina, y unos alimentos alcohólicos é irritantes sobre la condicion física y moral de los pueblos, la fisiología y la filosofía no aciertan á discurrir cómo no son mas comunes en España las fiebres pútridas y los delitos capitales.
    • 1846 Domínguez, R. J. DiccNacional, I Esp (BD)
      Alcoólico, ca. adj. Quím. Que es de alcool ó lo contiene, etc.= Tintura alcoólica: compuesto alcoólico, cambiado por maceracion, digestion, infusion ó decoccion de una ó muchas sustancias, que tambien se denomina alcoolado.
    • 1853 Fdz Henestrosa, I. Trad Arte soplete Plattner [1853] 92 Esp (CDH )
      El líquido se evapora hasta dejarlo muy concentrado, y se le añaden unas gotas de una disolucion alcohólica de cloruro sódico platínico. Si la potasa está presente, la doble sal de cloruro de platino y de potasio que se forma, siendo insoluble en el alcohol, se precipitará como un polvo amarillo de limon; si la cantidad de álcali fuese muy reducida, no se veria precipitado hasta pasar unos minutos.
    • 1853 [Gaspar y Roig] DiccEnciclLengEsp, I (NTLLE)
      ALCOHOLICO: adj. Farm. y Quím.: lo que contiene alcohol, o se refiere a el.
    • 1869 RAE DRAE 11.ª ed. (NTLLE)
      ALCOHÓLICO. adj. Lo que contiene alcohol.
    • 1870 Mansilla, L. V. Indios Ranqueles [1957] Argentina (CDH )

      Ambos venían con los instrumentos del placer en la mano —con una botella de aguardiente.

      Les ofrecí asiento, y haciendo grandísimos esfuerzos para disimular su estado, lo aceptaron, invitándome a saborear con ellos el alcohólico brebaje, usando, por supuesto, de la fórmula consagrada.
    • 1884-1885 Clarín Regenta [1990] Esp (CDH )

      Don Santos levantó un poco la cabeza y conoció al cura de la parroquia.

      — Don Antero... usted también... por aquí... Me alegro... así... podrá usted dar fe pública... como escribano... espiritual... digámoslo así... de esto que digo... y es todo mi testamento: que muero, yo, Santos Barinaga... por falta de líquidos suficientemente... alcohólicos... que muero... de... eso... que llama el señor médico... Colasa... o Colás... segundo...

    • 1888 Acevedo Díaz, E. Ismael [1991] Uruguay (CDH )

      Aldama se inclinó en seguida, desprendiendo la calabaza de la cintura de la muerta. Echóse luego en la palma de la mano un poco del líquido alcohólico, y humedeció con él el vendaje por encima.

      Tosió un poco, se empinó el pico de la calabaza y saboreó el trago con alguna carraspera, murmurando:

      — ¡Pobre Sinfora, era güenamujer!

    • 1897 Ganivet, Á. Conquista reino Maya por conquistador Pío Cid p. 276 Esp (BD)
      Aceptada la idea, preocupóme largamente la elección del líquido alcohólico que había de emplear, pues en el privilegiado clima de Maya se encuentran primeras materias para fabricarlos de todas clases. Lo más inofensivo hubiera sido introducir algunas modificaciones en las bebidas nacionales, entre las que la más usada era el vino de banano, obtenido, como todas las demás, por medio de la maceración de frutas; tanto el vino de banano, como el de spondio, el de fenezi ó el tinto de amomé, eran licores ligeramente acidulados con cierto saborcillo á cosa podrida, al que no sin esfuerzo llegué a habituarme.
    • 1911 Baroja, P. Árbol ciencia [1996] Esp (CDH )

      La comida le sorprendió a Andrés, porque no había más que caza y carne. Esto, unido al vino muy alcohólico, tenía que producir una verdadera incandescencia interior.

    • 1914 Trigo, F. Jarrapellejos [1991] Esp (CDH )

      ¡Puesto en la pista, todos y cada uno de los gestos de los dos seguíanselo confirmando de que de tiempo atrás vinieran entendiéndose. Incapaz de sufrirlo. El atroz descubrimiento le volvía veneno el arroz de la paella... ¡A él, que anduvo sombría y calladamente loco por la tita, disculpado con Ivonne, y ni pudo desquitarse con Ivonne!... Lomo, el segundo plato, picante a la extremeña, hizo beber y hablar a la gente; pero más que cuatro juntos trincaba Saturnino, ávido del alcohólico sedante para domar su ímpetu de hacer supiese Dios qué atrocidad, aquí, en pleno regocijo del almuerzo, tirando del mismísimo puñal que hubo de aterrar una noche a la francesa...

    • 1924 Rivera, J. E. Vorágine [1995] Colombia (CDH )

      En el fondo de mi ánimo acontece lo que en las bahías: las mareas suben y bajan con intermitencia.

      Mi organismo repudia los excitantes alcohólicos, aunque saben llevar el marasmo a las penas. Las pocas veces que me embriagué lo hice por ociosidad o por curiosidad: para matar el tedio o para conocer la sensación tiránica que bestializa a los bebedores.

    • 1962 Fuentes, C. Muerte Artemio Cruz [1962] México (CDH )
      Pero escucho los llantos de Teresa y siento la mano de Catalina sobre mi espalda y el paso rápido y rechinante de ese hombre que me palpa el estómago, me toma el pulso, me abre violentamente los párpados e inunda mis ojos de una luz falsa que se prende y apaga, se prende y apaga y vuelve a palparme el estómago, me introduce un dedo por el ano, me introduce el termómetro caliente y alcohólico en la boca y las demás voces se suspenden y el recién llegado dice algo a lo lejos, en el fondo de un túnel: / —

      No es posible saber. Puede ser una hernia estrangulada.

    • 1972 Torrente Ballester, G. Saga/Fuga [1995] 611 Esp (CDH )
      No todos los miembros de un cuerpo son necesariamente instrumentos, pero sí los de esta naturaleza, puesto que sirven a fines primarios y secundarios del objeto superior, del cuerpo mencionado. Es indudable que éste al perder su condición de miembro, ha perdido también toda capacidad instrumental, y si alguno de los jueces lo dudare, no tiene más que echar una mirada, todo lo púdica que quieran, a lo que flota dulcemente en el líquido alcohólico de que está llena la frasca. ¿Cuento con la conformidad de mi auditorio?» Su mano —se entiende su prolongación ideal— y su mirada recorrieron con pausa los rostros interesados de los jueces.
    • 1980 Piglia, R. Respiración artificial [1980] 202 Argentina (CDH )
      Tenía un vaso en la mano, un vaso de vidrio, con gin o ginebra o whisky, con algún liquido alcohólico que yo estaba tomando con hielo, al toser el vaso me temblaba y el hielo hacía un ruido que yo no dejaba de escuchar mientras pensaba: es el ruido que hace el hielo al golpear contra las paredes de un vaso de vidrio.
    • 1988 Rojo, J. A. Hotel Madrid [1988] Bolivia (CDH )

      No me gustaríaentrar en la peregrina discusión sobre la originalidad de Alaska y los Pegamoides. He leído que copiaron sin escrúpulo a los foráneos para agenciarse un éxito a la rápida, sin tramitación burocrática de patentes y monsergas similares. El triunfo posterior de Alaska como personaje público tampoco es cosa de mi incumbencia. Llegó a la televisión como presentadora de un programa infantil y a las páginas de publicidad para invitarnos a digerir un brebaje alcohólico. Debo decir que desconozco el número exacto de sus pulseras y sortijas y que los artículos que ha firmado contándonos detalles de su periplo vital son artículos que me han servido para apuntar algunos nombres de célebres cantantes mexicanas, nada más.

    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      alcohólico, ca. [...] adj. Que contiene alcohol.
    • 2003 Skármeta, A. Baile Victoria [2003] Chile (CDH )
      La mujer optaba por abrir una cuenta bancaria a nombre del diminuto, pero cuando el muchacho le informó de que Lirita fustigaba quince años y un día, Elsa se inclinó por guardar el botín en un par de colchones y en contratarle una novia del ambiente que lo visitara agasajándolo con vituallas alimenticias, fumables, alcohólicas y, en los días autorizados por los penalistas progresistas, sexuales.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      alcohólico, ca [...]. adj. Que contiene alcohol.
    • 2017 Ruiz Grau, B. Siete días [2017] Esp (CORPES)
      Algo no encajaba. Además, los legionarios no se caracterizaban por ser gente cauta, pero estos parecía que tenían la intención de ser escuchados. No estaban tan borrachos como para armar tanto escándalo, todo parecía demasiado fingido. Decidió no prestar una excesiva atención a los cuatro mientras estuvieran sentados, si conseguía que uno sucumbiera ante sus encantos y aceptara acompañarla a una de las habitaciones, quizá consiguiera averiguar si sus sospechas eran reales o infundadas. Decidió poner en juego todas sus armas de seducción. Se acercó a la mesa donde los cuatro reían y vociferaban como auténticos animales y dejó la botella del líquido alcohólico en el centro. Con pasos sutiles, comenzó a andar para colocarse justo detrás del que parecía tener la cara de más simpleza entre los cuatro.
    • 2021 Remartínez, D. "Coctelería" El País (Madrid) Esp (CORPES)
      El sol y sombra es el monolito de nuestra coctelería nacional, el Atapuerca de nuestros camareros, el primer combinado que, con una sencillez más aplastante todavía que la del dry martini —misma cantidad de cada licor, y ya, ni remover ni leches—, inauguró una ristra de fórmulas alcohólicas que durante décadas propiciaron el canto, las fiestas, la alcahuetería, las peleas, los desafíos a la autoridad y las blasfemias delante del cura. España estuvo empapada durante siglos en cócteles que no se denominaban así para no ponerse señoritos, para diferenciar al obrero del patrón, al cazador furtivo del marqués con coto privado y al desdentado del catedrático que usaba anteojos.
    1. adj. En ocasiones, como modificador de tintura.
      docs. (1795-1962) 5 ejemplos:
      • 1795 García Fdz, D. Trad Arte teñir, Berthollet, I p. 272 Esp (BD)
        La decoccion de agallas se enturbia al enfriarse, y no se aclara sino con dificultad á causa del galatáte de alúmina disuelto por la decoccion y poco soluble en el agua fria; y tambien creo que impide que se consiga de la decoccion de la agalla un ácido puro. Puede adquirirse este ácido de un modo mas corto, quando la agalla se pone en el alcohol; pues la tintura alcohólica evaporándola da un residuo que tiene el color y friabilidad de una resina, y no atrae la humedad de la atmosféra.
      • 1846 Domínguez, R. J. DiccNacional, I Esp (BD)
        Alcoólico, ca. adj. Quím. Que es de alcool ó lo contiene, etc.= Tintura alcoólica: compuesto alcoólico, cambiado por maceracion, digestion, infusion ó decoccion de una ó muchas sustancias, que tambien se denomina alcoolado.
      • 1876 Martín Pedro, E. Manual patología [1876] Esp (CDH )

        Gran paso se daría si se encontrara un medio con el que se pudiera disminuir los inmensos peligros que la viruela presenta en uno de sus períodos más graves, cual es el de supuracion. Con el mismo objeto propinó la tintura alcohólica de yodo creyendo conseguir dos fines: 1.º, hacer ménos marcadas las cicatrices con la accion del yodo; y 2.º, que teniendo el alcohol la propiedad de coagular la albúmina segregada por los granos, se formase una capa que se opusiera á la absorcion.

      • 1879 Salvá, V. NDiccLengCast (S) (NTLLE)
        ALCOHÓLICO, CA. adj. Quím. [...] Tintura alcohólica; compuesto alcohólico, cambiado por maceracion, digestion, infusion ó decoccion de una ó muchas sustancias, que tambien se denomina alcoholado.
      • 1962 Font Quer, P. Plantas medicinales [1962] Esp (CDH )
        Con los tallos y hojas frescos de coclearia se prepara una tintura alcohólica empleando la misma cantidad en peso de la hierba y alcohol de 90º. Se corta a trocitos la cloclearia y se va machacando en el mortero, añadiéndole poco a poco el alcohol y echándolo todo en una botella de boca ancha. Con la última parte de alcohol se lava bien el mortero y se echa también al frasco, en el que debe permanecer durante una semana. Luego se cuela o se filtra. Esta tintura se emplea para combatir las úlceras de la boca y la inflamación de las encías, enjuagándola con el agua de un vaso a la que se ha añadido 1 cucharada sopera de la tintura de coclearia. Las encías pueden frotarse después, suavemente, con la tintura sin diluir.
    2. adj. Frecuentemente, como modificador de bebida.
      docs. (1849-2000) 24 ejemplos:
      • 1849 Fernán Caballero Gaviota [1997] Esp (CDH )

        Apoyaba su cuerpo en la barandilla y tenía clavadas en ella las uñas, porque María amaba a aquel hombre joven y hermoso, a quien veía tan sereno delante de la muerte. Gozando en un amor que la subyugaba, que la hacía temblar, que le arrancaba lágrimas, porque ese amor brutal y tiránico era, en cambio, profundo, apasionado y exclusivo, y era el amor que ella necesitaba, como ciertos hombres de tosca organización, en lugar de licores dulces y vinos delicados, necesitan de las bebidas alcohólicas para embriagarse.

      • 2000 Quesada, R. Big Banana [2000] Honduras (CDH )

        Mairena se retiró del grupo y se reincorporó a los dolientes. Javier sugirió que caminaran hacia la arboleda a orilla del Van Cortlandt Park, pues podían verlos. Así hicieron, se internaron entre los arbustos. Javier sacó el papel de aluminio y con la navaja de un cortaúñas aspiró. Lo siguieron Casagrande y Eduardo. Leo no quiso, argumentó ser cervecero; hombre, en todo caso, de bebidas alcohólicas.

      • 1849 Fernán Caballero Gaviota [1997] Esp (CDH )

        Apoyaba su cuerpo en la barandilla y tenía clavadas en ella las uñas, porque María amaba a aquel hombre joven y hermoso, a quien veía tan sereno delante de la muerte. Gozando en un amor que la subyugaba, que la hacía temblar, que le arrancaba lágrimas, porque ese amor brutal y tiránico era, en cambio, profundo, apasionado y exclusivo, y era el amor que ella necesitaba, como ciertos hombres de tosca organización, en lugar de licores dulces y vinos delicados, necesitan de las bebidas alcohólicas para embriagarse.

      • 1860 Arenal, C. Visitador [1993] Esp (CDH )
        Las bebidas alcohólicas reaniman el cuerpo abatido por la miseria, dan vigor a toda la economía, embotan la sensación del hambre, producen un bienestar físico y a veces moral, que el miserable no puede conseguir de otro modo. Este vigor artificialmente adquirido pasa luego, la reacción viene después, y el desdichado busca nueva fuerza en un nuevo estímulo. Este medio violento es fatal para la salud, que no tarda en resentirse: del uso se pasa al abuso; el hábito adquirido en la miseria se conserva, aun cuando se haya mejorado de posición, y la enfermedad y el vicio degradan el cuerpo y pierden el alma del que se abandona a la embriaguez.
      • 1883 Campoamor, R. Ideísmo p. 146 Esp (BD)
        El islamismo halló afortunadamente límite en las montañas de Asturias, porque en el Norte no se podía implantar una religión esencialmente climatológica. ¿Cómo una inglesa, deseosa de huir de la humedad y tomando el sol con las piernas cruzadas como un sastre, podría comprender el paraíso de Mahoma, en el cual sólo se ofrece á los creyentes, no bebidas alcohólicas calientes y carne de cerdo, sino sombra de árboles y agua fresca?
      • 1921 Pz Ayala, R. Belarmino [1996] Esp (CDH )
        Todo el clero y las órdenes regulares padecen de pirosis, a causa del abuso de las comidas suculentas y de las bebidas alcohólicas.
      • 1956 Schz Ferlosio, R. Jarama [1994] Esp (CDH )

        Ahí tienes propiamente lo que se llama ponerse uno vacilón, vacilar con el kifi. Una cosa tranquila, ya me entiendes, vamos, como una juerga, pero en pacífico, en buen plan; es decir, lo contrario de lo que es la curda, la pura juerga a base de vino. Porque es que allí a los moros les tienen mandadas retirar toda clase de bebidas alcohólicas, por causa la religión de ellos, ¿no me comprendes?

      • 1967 García Márquez, G. Cien años [2007] 117 Colombia (CDH )
        La víspera de las elecciones el propio don Apolinar Moscote leyó un bando que prohibía desde la medianoche del sábado, y por cuarenta y ocho horas, la venta de bebidas alcohólicas y la reunión de más de tres personas que no fueran de la misma familia. Las elecciones transcurrieron sin incidentes.
      • 1985 Cardoza Aragón, L. Guatemala [1985] Guatemala (CDH )
        La pequeña burguesía que acaudilló el Reformador en muy pocos años se enriqueció, se corrompió y se entregó al imperialismo y al poder feudal terrateniente del que pasó a formar parte. Barrios y sus validos también hicieron dinero con la fabricación de "guaro". El consumo de bebidas alcohólicas aumentó en forma considerable. Los pueblos indígenas que se resistieron a permitir ventas de aguardiente pagaron fuertes multas por ello.
      • 2000 Quesada, R. Big Banana [2000] 187 Honduras (CDH )
        Estaba seguro de que Nueva York le estaba ganando la partida: lo estaba convirtiendo en un obrero de la construcción: trabajar con Charlie reparando interiores, pintando paredes, bajando cielos rasos, regresar a su apartamento y hacer llamadas telefónicas o esperar que se las hicieran, beber por lo menos seis cervezas para conciliar el sueño, ir a fiestas los fines de semana y no encontrar en ellas más que la rutina de escuchar los triunfos o fracasos de otros. ¿Y su triunfo o fracaso cuándo llegaría? Al fumarse el cigarrillo se levantó y buscó bebida en la cocina. Por fortuna, Casagrande siempre tendría bebidas alcohólicas y muy escondido algún pitillo de marihuana, era parte del esoterismo, una manera de mantenerse comunicado en otros vuelos, en otras alturas. Regresó a su habitación con media botella de whisky que Casagrande guardaba celosamente para algún invitado especial.
      • 1849 Fernán Caballero Gaviota [1997] Esp (CDH )

        Apoyaba su cuerpo en la barandilla y tenía clavadas en ella las uñas, porque María amaba a aquel hombre joven y hermoso, a quien veía tan sereno delante de la muerte. Gozando en un amor que la subyugaba, que la hacía temblar, que le arrancaba lágrimas, porque ese amor brutal y tiránico era, en cambio, profundo, apasionado y exclusivo, y era el amor que ella necesitaba, como ciertos hombres de tosca organización, en lugar de licores dulces y vinos delicados, necesitan de las bebidas alcohólicas para embriagarse.

      • 1860 Arenal, C. Visitador [1993] Esp (CDH )
        Las bebidas alcohólicas reaniman el cuerpo abatido por la miseria, dan vigor a toda la economía, embotan la sensación del hambre, producen un bienestar físico y a veces moral, que el miserable no puede conseguir de otro modo. Este vigor artificialmente adquirido pasa luego, la reacción viene después, y el desdichado busca nueva fuerza en un nuevo estímulo. Este medio violento es fatal para la salud, que no tarda en resentirse: del uso se pasa al abuso; el hábito adquirido en la miseria se conserva, aun cuando se haya mejorado de posición, y la enfermedad y el vicio degradan el cuerpo y pierden el alma del que se abandona a la embriaguez.
      • 1883 Campoamor, R. Ideísmo p. 146 Esp (BD)
        El islamismo halló afortunadamente límite en las montañas de Asturias, porque en el Norte no se podía implantar una religión esencialmente climatológica. ¿Cómo una inglesa, deseosa de huir de la humedad y tomando el sol con las piernas cruzadas como un sastre, podría comprender el paraíso de Mahoma, en el cual sólo se ofrece á los creyentes, no bebidas alcohólicas calientes y carne de cerdo, sino sombra de árboles y agua fresca?
      • 1921 Pz Ayala, R. Belarmino [1996] Esp (CDH )
        Todo el clero y las órdenes regulares padecen de pirosis, a causa del abuso de las comidas suculentas y de las bebidas alcohólicas.
      • 1926 Maeztu, R. Quijote [1981] Esp (CDH )

        El propio Calisto, a pesar de su misticismo fundamental y de que no parece haber nacido sino para amar a Melibea, no deja de decir cosa equivalente, y si es mucha verdad que no puede parangonarse el dicho que surge de la turbulencia de la pasión con el que deliberadamente profiere la codicia, y que no es cierto que lo mismo peque el que por el pecado paga que el que por la paga peca, y que lo malo de Celestina es precisamente que no se deja arrastrar por la corriente del amor, sino que la mira desde tierra firme para pescar a río revuelto; tampoco es tan radical la diferencia entre el público y su cliente que podamos separar del género humano al expendedor de bebidas alcohólicas para afiliarlo al regimiento de Satanás, Luzbel y Belcebú. Sólo un supuesto pudiera interponerse como barrera que separase definitivamente al tabernero del borracho: el de que el tabernero fuese abstemio y estuviese sinceramente convencido de que el alcohol es un veneno.

      • 1956 Schz Ferlosio, R. Jarama [1994] Esp (CDH )

        Ahí tienes propiamente lo que se llama ponerse uno vacilón, vacilar con el kifi. Una cosa tranquila, ya me entiendes, vamos, como una juerga, pero en pacífico, en buen plan; es decir, lo contrario de lo que es la curda, la pura juerga a base de vino. Porque es que allí a los moros les tienen mandadas retirar toda clase de bebidas alcohólicas, por causa la religión de ellos, ¿no me comprendes?

      • 1950-1959 Paz, O. Laberinto soledad [1993] México (CDH )

        En la Anarquía del lenguaje en la América Española, Darío Rubio examina el origen de esta palabra y enumera las significaciones que le prestan casi todos los pueblos hispanoamericanos. Es probable su procedencia azteca: chingaste es xinachtli(semilla de hortaliza) o xinaxtl(aguamiel fermentado). La voz y sus derivados se usan en casi toda América y en algunas regiones de España, asociados a las bebidas, alcohólicas o no: chingaste son los residuos o heces que quedan en el vaso, en Guatemala y El Salvador; en Oaxaca llaman chingaditos a los restos del café; en todo México se llama chínguere —o, significativamente, piquete— al alcohol; en Chile, Perú y Ecuador la chingana es la taberna; en España chinga equivale a beber mucho, a embriagarse; y en Cuba, un chinguirito es un trago de alcohol.

      • 1961 Caro Baroja, J. Brujas [1966] Esp (CDH )
        El arte dionisíaco se produce en estados de embriaguez y frenesí, causados por las bebidas alcohólicas y excitantes: es multitudinario y violento. Los estados que podríamos llamar dionisíacos se caracterizan porque se producen con la embriaguez, se acompañan de la música y producen pasiones de ánimo contradictorias: primero una alegría desenfrenada, luego una tristeza sin límites. El espíritu apolíneo se halla dominado preferentemente por nociones espaciales, mientras que en el dionisíaco imperan nociones de tiempo. El apolíneo ama lo estático, lo ordenado, lo sometido a reglas. El dionisíaco lo dinámico, irregular y cambiante.
      • 1963 Ros Sáez, A. Tabaco [1963] Esp (FG)
        ¿Tiene, acaso, la tensión arterial alguna relación con la ingestión de bebidas alcohólicas?
      • 1967 García Márquez, G. Cien años [2007] 117 Colombia (CDH )
        La víspera de las elecciones el propio don Apolinar Moscote leyó un bando que prohibía desde la medianoche del sábado, y por cuarenta y ocho horas, la venta de bebidas alcohólicas y la reunión de más de tres personas que no fueran de la misma familia. Las elecciones transcurrieron sin incidentes.
      • 1970 Goytisolo, J. Reivindicación [1973] Esp (CDH )

        [...] abandonando al carpeto en la plena y solemne posesión de su hambre, galoparás de nuevo por el próspero y floreciente reino de la Paz, el Desarrollo y el Orden y provocarás catástrofes financieras y desastres bursátiles mediante la brusca supresión de aranceles y tarifas, la abrogación inesperada y radical de todas las barreras de aduana

        a los comerciantes que miden y pesan los dejarás sin fanegas, quintales, arrobas, azumbres, quilates

        privarás de álgebra a las escuelas y a las contabilidades de cifras

        y galoparás y galoparás e incorporarás a tus huestes alguaciles y alféreces, almirantes y alcaldes

        requisarás las bebidas alcohólicas

        despoblarás las construcciones de albañiles

        derribarás tabiques, secarás acequias, motivarás infecciones y epidemias al desbaratar el arduo, laborioso sistema de alcantarillas [...].

      • 1972 Puig, M. Boquitas [1994] Argentina (CDH )

        [En cambio una curiosa observación del Cabo Lonati arroja dudas sobre la no premeditación del hecho sangriento: recuerda haber visto al ex-suboficial Páez saltar el tapial en dirección al solar propiedad del Sr. Sáenz otra noche, pocos días atrás, así como recuerda ciertas bromas o chistes del ex-suboficial sobre unas presuntas diversiones secretas en horas de guardia, bromas que nunca terminaba de aclarar y nadie dilucidaba. De ello se deduce que el occiso podría haber ya visitado a la imputada otras veces, lo cual destruiría la coartada de la misma, aunque también se puede inferir que el occiso saltó el tapial pero se encontró siempre cerrada la puerta de acceso a los cuartos, hasta que, para su brutal castigo, la encontrara abierta en la madrugada de ayer.

        Tampoco fue posible hallar en las dependencias de la comisaría el recipiente de la bebida alcohólica ingerida por el occiso, al cual...]

        [Con estos datos consideramos completa la información recogida referente al caso que nos ocupa. La imputada se halla actualmente bajo cuidado médico en la Celda nº 8 de esta Comisaría, con carácter de incomunicada a no ser por las necesarias entradas y salidas del médico forense.

      • 1985 Cardoza Aragón, L. Guatemala [1985] Guatemala (CDH )
        La pequeña burguesía que acaudilló el Reformador en muy pocos años se enriqueció, se corrompió y se entregó al imperialismo y al poder feudal terrateniente del que pasó a formar parte. Barrios y sus validos también hicieron dinero con la fabricación de "guaro". El consumo de bebidas alcohólicas aumentó en forma considerable. Los pueblos indígenas que se resistieron a permitir ventas de aguardiente pagaron fuertes multas por ello.
      • 1985 Cardoza Aragón, L. Guatemala [1985] Guatemala (CDH )
        Las estadísticas últimas comprueban que si calculamos, con bastante exactitud, en medio millón quiénes consumen bebidas alcohólicas, corresponde más de 16 litros anuales por cabeza, casi litro y medio mensual. Para denigrarlo, se ha pretendido que el indígena se embriaga mucho: de ninguna manera lo hace más que el señorito.
      • 1985 Merino, J. M. Orilla oscura [1995] 82 Esp (CDH )

        El timbre de la voz tenía una opaca resonancia familiar.

        — Dicen que, hace también muchos años, hubo un castillo que guardaba la entrada del valle. Pero allí no queda ya sino un montón de cantos desparramados.

        El otro apuró la bebida que había pedido y encargó otra. El pidió también una bebida alcohólica.

        — Lo de mi papá fue una ilusión que no pudo conseguir.

      • 1988 Aguilera Malta, D. Pelota [1988] Ecuador (CDH )
        El trascendental evento —según Rumba Eterna, uno de los más importantes de los tiempos actuales— se estaría trasmitiendo por radio y televisión bajo los auspicios habituales de una conocida marca de bebida alcohólica. Las trasmisiones llegarían a todo el país, y aun hasta afuera, más allá de las fronteras patrias. Esto, como era natural, en el espacio mínimo de las pantallas domésticas, entre apuestas apasionadas, discusiones violentas, cruce de palabrotas y, a veces, hasta de golpes. Todo ello sazonado, como era de esperarse, con sabrosos bocadillos y cálidos líquidos.
      • 1988 Aguilera Malta, D. Pelota [1988] Ecuador (CDH )
        Aquel amanecer que nunca olvidaría, después de vender su consabido cacomiztle, y de tomar sus no menos consabidas mezclas de bebida alcohólica y cigarro, enrumbaba hacia su barrio. De pronto, algo lo detuvo. En el puesto de periódicos sobresalía, de nuevo, el héroe de la tarde. Algunas instantáneas eran extraordinarias. Pata de Águila aparecía con la "pata" en alto, parecía volar tras una pelota que acababa de golpear. A Trago Amargo volvió a entrarle la convulsiva temblorina.
      • 1996 Meléndez, H. Identidad ausente [1996] Puerto Rico (CDH )
        En una ocasión las bebidas alcohólicas fueron prohibidas en Estados Unidos. La policía libró batallas como las de ahora. Una vez el alcohol se legalizó, desapareció el teatro de la guerra contra el crimen.
      • 1996 Meléndez, H. Identidad ausente [1996] 33 Puerto Rico (CDH )
        En realidad el narcotráfico es tan capitalista como lo eran los gángsters que traficaban clandestinamente bebidas alcohólicas en Estados Unidos en las primeras décadas del siglo 20, durante aquella otra prohibición. Eran, como los de ahora, otra cara del capital, ilegal en vez de legal. Pero a la vez indicaban un mundo popular desafiante del autoritarismo del gobierno.
      • 1996 Meléndez, H. Identidad ausente [1996] 84 Puerto Rico (CDH )

        Las damas cívicas con que a veces asociamos a señoras de alto copete en parte vienen de una tradición de intervención intelectual de la mujer, sobre todo de capas ilustradas y clases medias productivas; por ejemplo el movimiento de sufragistas que reclamaban el voto para la mujer o la campaña para prohibir las bebidas alcohólicas en Estados Unidos.

      • 1999 Volpi, J. Busca Klingsor [1999] México (CDH )
        — Cuando me dijeron que en Estados Unidos estaban prohibidas las bebidas alcohólicas —exclamó Von Neumann mientras sacaba dos vasos de uno de los armarios—, creí que era una broma. Fue horrible constatar que era cierto. ¡Vaya locura, la de los americanos! Por eso sólo accedí a trabajar como profesor visitante en la Universidad, para poder regresar a Europa cada verano y reponerme de la sequía —tomó una botella de bourbon y sirvió el líquido rubio en dos grandes vasos; era un barman experto—. Gracias a Dios se dieron cuenta de su error. ¿Agua? Yo lo prefiero solo. Vamos, beba... En fin.
      • 2000 Quesada, R. Big Banana [2000] 187 Honduras (CDH )
        Estaba seguro de que Nueva York le estaba ganando la partida: lo estaba convirtiendo en un obrero de la construcción: trabajar con Charlie reparando interiores, pintando paredes, bajando cielos rasos, regresar a su apartamento y hacer llamadas telefónicas o esperar que se las hicieran, beber por lo menos seis cervezas para conciliar el sueño, ir a fiestas los fines de semana y no encontrar en ellas más que la rutina de escuchar los triunfos o fracasos de otros. ¿Y su triunfo o fracaso cuándo llegaría? Al fumarse el cigarrillo se levantó y buscó bebida en la cocina. Por fortuna, Casagrande siempre tendría bebidas alcohólicas y muy escondido algún pitillo de marihuana, era parte del esoterismo, una manera de mantenerse comunicado en otros vuelos, en otras alturas. Regresó a su habitación con media botella de whisky que Casagrande guardaba celosamente para algún invitado especial.
      • 2000 Quesada, R. Big Banana [2000] 206 Honduras (CDH )
        Caminaron por Washington Avenue rumbo al Zoológico del Bronx. Mairena, diácono de una iglesia cercana a su apartamento, no ingería bebidas alcohólicas. Sin embargo, en esa oportunidad nació de él comprar cerveza y beberla mientras caminaban, cubiertas en bolsas de papel.
      • 2000 Quesada, R. Big Banana [2000] Honduras (CDH )

        Mairena se retiró del grupo y se reincorporó a los dolientes. Javier sugirió que caminaran hacia la arboleda a orilla del Van Cortlandt Park, pues podían verlos. Así hicieron, se internaron entre los arbustos. Javier sacó el papel de aluminio y con la navaja de un cortaúñas aspiró. Lo siguieron Casagrande y Eduardo. Leo no quiso, argumentó ser cervecero; hombre, en todo caso, de bebidas alcohólicas.

  2. adj. Perteneciente o relativo al alcohol.
    docs. (1801-2022) 17 ejemplos:
    • 1801 Anónimo "Trad Observaciones conocimientos químicos, Proust" [01-01-1801] n.º 8, p. 277 Memorial Literario o Biblioteca Periódica de Ciencias, Literatura y Artes (Madrid) (HD)
      Veinte onzas de este acetite diéron por medio de una destilacion muy suave doce dracmas y media de agua avinagrada, y continuando hasta un calor mas intenso, diez y seis dracmas y media de un licor amarillo, cuyo olor era alcoholico, penetrante y agradable, aunque sabia un poco á quemado.
    • 2022 Hospido, G. "Guía pedir cerveza" [30-07-2022] Glamour (Madrid) Esp (HD)
      Veronica Biondi, Beer Sommelier, profesora de La academia de la cerveza y embajadora habitual de Alhambra, será nuestra traductora [...]. Veronica ríe cuando le cuento aquello de creer que te estás tomando una cerveza ligerita y después descubres que era como Jägermeister, lo ha visto más de una vez. Nos da la primera de las claves: si es belga, ¡cuidado! "Las cervezas belgas generalmente siempre tienen más graduación alcohólica respecto a las cervezas que consumimos aquí, una Blonde Ale belga ya tiene 6,5 grados. Tú te estás bebiendo una rubia y te la puede pegar". En seguida, le pregunto por la cerveza negra, que en mi imaginario es puro alcohol, y me deja planchada: "Hay un gran mito sobre la cerveza negra que se cree que tiene más graduación y no es así". Hay que distinguir entre intensidad de sabor e intensidad alcohólica. La primera depende de con qué están elaboradas, si con maltas tostadas o no, pero este tipo de cervezas, seguramente, no tenga más alcohol.
    • 1801 Anónimo "Trad Observaciones conocimientos químicos, Proust" [01-01-1801] n.º 8, p. 277 Memorial Literario o Biblioteca Periódica de Ciencias, Literatura y Artes (Madrid) (HD)
      Veinte onzas de este acetite diéron por medio de una destilacion muy suave doce dracmas y media de agua avinagrada, y continuando hasta un calor mas intenso, diez y seis dracmas y media de un licor amarillo, cuyo olor era alcoholico, penetrante y agradable, aunque sabia un poco á quemado.
    • 1803 Hnz Gregorio, M. Dicc Farmacia, Botánica, Química, I p. 48 Esp (BD)
      El tufo que se desprende de la fermentacion alcohólica es una porcion de gas ácido carbónico, que se forma por la descomposicion de la materia sacarina y mucosa, y por la absorcion del oxígeno, como mas por extenso se dirá al tratar de la fermentacion espirituosa.
    • 1845 Lezana, G. / Chávarri, J. Trad Elementos Química Bouchardat p. 637 Esp (BD)
      En la mayor parte de las fábricas de destilacion, es necesario convertir rápidamente la materia azucara en alcohol, para que pueda trabajarse sin interrupcion y con una actividad constante. En este caso no hay en qué titubear; el fermento alcohólico mas enérgico, la levadura de cerveza, es el que debemos emplear, debiendo dirigir la temperatura de un modo tal que pueda verificarse la conversion del azúcar en alcohol en el mínimo tiempo posible.
    • 1853 [Gaspar y Roig] DiccEnciclLengEsp, I (NTLLE)
      ALCOHOLICO: adj. Farm. y Quím.: lo que contiene alcohol, o se refiere a el.
    • 1882 Puerta, G. Manual química orgánica [1882] Esp (CDH )
      El alcohol se encuentra en todos los líquidos que han experimentado la fermentacion alcohólica, como el vino, cerveza, sidra, etc., y se obtiene por destilacion de estos líquidos, prefiricndo el vino porque es el que contiene más alcohol. La destilacion se hace en grandes alambiques llamados alquitaras, y modernamente en aparatos especiales, en los que resulta el alcohol muy concentrado en la primera destilacion (véase mi Tratado de Química Orgánica general y aplicada).
    • 1892 Legislación "Ley gastos, ingresos" [01-01-1892] t. 92, n.º 2481, p. 165 Boletín de la Revista General de Legislación y Jurisprudencia (Madrid) Esp (HD)
      Los licores y demás bebidas alcohólicas de producción y procedencia ultramarinas pagarán una peseta por grado centesimal de alcohol que contengan. La graduación alcohólica se entenderá calculada á temperatura de 15 grados.
    • 1907 Pz Galdós, B. Tristes destinos [2002] Esp (CDH )
      La ginebra le repugnaba, transigía con el small whisky, aumentando la dosis de agua para atenuar considerablemente la graduación alcohólica. En los bar y cantinas, más que con la bebida, se embriagaba con la conversación, si encontraba españoles, franceses o catalanes. A la charla de los ingleses atendía para habituar su oído al idioma británico, cuya fonética era para él una música bárbara...
    • 1918 Blasco Ibáñez, V. Mare nostrum [1998] Esp (CDH )
      El cocinero le ofreció un vaso, y ella, anonadada, bebió y bebió, contrayendo su rostro por la intensidad alcohólica del líquido. Seguía llorando, al mismo tiempo que su boca paladeaba una espesa dulzura. Sus lágrimas fueron cayendo en el brebaje que se deslizaba entre sus labios.
    • 1961 Mtz Llopis, M. Alimentos [1961] Esp (CDH )

      Si una vez realizada la fermentación alcohólica el vino se airea en malas condiciones o se le añade agua, se produce una oxidación al ponerse en contacto con el oxígeno del aire o del agua y entonces el vino se avinagra. Este fenómeno es tanto más frecuente cuanto menor riqueza alcohólica tiene el vino, pues el alcohol, en cierto modo, puede neutralizar los efectos de la oxidación.

    • 1977 Paso, F. Palinuro [1982] 448 México (CDH )
      Le iba a contar, querido colega, que por razones cualitativas nos fue imposible crear la sala que pudo llamarse el Pabellón Olfativo y en el cual, como su nombre lo indica, hubiéramos agrupado a los enfermos que despiden olores peculiares incluidos, por supuesto, en la clasificación de Zwaardemaker, que irían desde el etéreo al nauseabundo, pasando por el empireumático y el ambrosíaco. A falta de esto, en su recorrido lo asaltarán algunos aromas que usted podrá identificar fácilmente. Y no me refiero a los que son tan comunes como la fragancia del papel de Armenia o los olores alcohólicos que inundan de sabiduría a todo hospital que se precie de serlo. No hablo tampoco del aroma de los papeles carbón que sale de nuestras oficinas, y que le recordará el olor del tren eléctrico de su infancia. Pero sí, con suerte, le llegará un olor a heno recién cortado y usted pensará, con razón, que proviene de los pacientes cuya orina tiene un alto contenido de acetona.
    • 1986 Gonzalo, L. M. et alii Tercera edad [1986] Esp (CDH )

      Por todo lo expuesto, me voy a limitar a dar unas indicaciones generales, que a ninguno le van a complicar su existencia y le pueden orientar para escoger, en su caso particular, la alimentación más apropiada [...].

      Quinta: los alimentos ricos en grasas animales (tocino, manteca, mantequilla, etc.) se deben tomar en escasa cantidad.

      Sexta: las bebidas con escaso contenido alcohólico (vino de mesa, cerveza, etc.) no son perjudiciales si se toman en cantidades discretas (de 100 a 150 cc en las principales comidas).

    • 2001 Rdz Navas, H. Utilidad plantas medicinales CR (CORPES)
      La mariguana puede ser utilizada en infusión, fumada, en tintura y frotaciones alcohólicas. La tintura de las raíces sirve para asmáticos, se recomiendan 3 gotas por vaso de agua, como hipnótica, sedativa, anodina y en caso de parto difícil.
    • 2011 Moreno-Arribas, M. V. Vino Esp (CORPES)
      La elaboración de estos vinos tiene dos estadios bien diferenciados. El primero es la obtención del vino del año, mediante la vinificación del mosto de uva en fermentación controlada. Por tanto, para su obtención se parte siempre de vinos nuevos, recién acabada su fermentación. A continuación, los vinos seleccionados se encabezan, si es necesario, con alcohol vínico de primera calidad hasta elevar su graduación alcohólica a 15-15°5.
    • 2022 Hospido, G. "Guía pedir cerveza" [30-07-2022] Glamour (Madrid) Esp (HD)
      Veronica Biondi, Beer Sommelier, profesora de La academia de la cerveza y embajadora habitual de Alhambra, será nuestra traductora [...]. Veronica ríe cuando le cuento aquello de creer que te estás tomando una cerveza ligerita y después descubres que era como Jägermeister, lo ha visto más de una vez. Nos da la primera de las claves: si es belga, ¡cuidado! "Las cervezas belgas generalmente siempre tienen más graduación alcohólica respecto a las cervezas que consumimos aquí, una Blonde Ale belga ya tiene 6,5 grados. Tú te estás bebiendo una rubia y te la puede pegar". En seguida, le pregunto por la cerveza negra, que en mi imaginario es puro alcohol, y me deja planchada: "Hay un gran mito sobre la cerveza negra que se cree que tiene más graduación y no es así". Hay que distinguir entre intensidad de sabor e intensidad alcohólica. La primera depende de con qué están elaboradas, si con maltas tostadas o no, pero este tipo de cervezas, seguramente, no tenga más alcohol.
    • 1801 Anónimo "Trad Observaciones conocimientos químicos, Proust" [01-01-1801] n.º 8, p. 277 Memorial Literario o Biblioteca Periódica de Ciencias, Literatura y Artes (Madrid) (HD)
      Veinte onzas de este acetite diéron por medio de una destilacion muy suave doce dracmas y media de agua avinagrada, y continuando hasta un calor mas intenso, diez y seis dracmas y media de un licor amarillo, cuyo olor era alcoholico, penetrante y agradable, aunque sabia un poco á quemado.
    • 1803 Hnz Gregorio, M. Dicc Farmacia, Botánica, Química, I p. 48 Esp (BD)
      El tufo que se desprende de la fermentacion alcohólica es una porcion de gas ácido carbónico, que se forma por la descomposicion de la materia sacarina y mucosa, y por la absorcion del oxígeno, como mas por extenso se dirá al tratar de la fermentacion espirituosa.
    • 1845 Lezana, G. / Chávarri, J. Trad Elementos Química Bouchardat p. 637 Esp (BD)
      En la mayor parte de las fábricas de destilacion, es necesario convertir rápidamente la materia azucara en alcohol, para que pueda trabajarse sin interrupcion y con una actividad constante. En este caso no hay en qué titubear; el fermento alcohólico mas enérgico, la levadura de cerveza, es el que debemos emplear, debiendo dirigir la temperatura de un modo tal que pueda verificarse la conversion del azúcar en alcohol en el mínimo tiempo posible.
    • 1853 [Gaspar y Roig] DiccEnciclLengEsp, I (NTLLE)
      ALCOHOLICO: adj. Farm. y Quím.: lo que contiene alcohol, o se refiere a el.
    • 1882 Puerta, G. Manual química orgánica [1882] Esp (CDH )
      El alcohol se encuentra en todos los líquidos que han experimentado la fermentacion alcohólica, como el vino, cerveza, sidra, etc., y se obtiene por destilacion de estos líquidos, prefiricndo el vino porque es el que contiene más alcohol. La destilacion se hace en grandes alambiques llamados alquitaras, y modernamente en aparatos especiales, en los que resulta el alcohol muy concentrado en la primera destilacion (véase mi Tratado de Química Orgánica general y aplicada).
    • 1892 Legislación "Ley gastos, ingresos" [01-01-1892] t. 92, n.º 2481, p. 165 Boletín de la Revista General de Legislación y Jurisprudencia (Madrid) Esp (HD)
      Los licores y demás bebidas alcohólicas de producción y procedencia ultramarinas pagarán una peseta por grado centesimal de alcohol que contengan. La graduación alcohólica se entenderá calculada á temperatura de 15 grados.
    • 1907 Pz Galdós, B. Tristes destinos [2002] Esp (CDH )
      La ginebra le repugnaba, transigía con el small whisky, aumentando la dosis de agua para atenuar considerablemente la graduación alcohólica. En los bar y cantinas, más que con la bebida, se embriagaba con la conversación, si encontraba españoles, franceses o catalanes. A la charla de los ingleses atendía para habituar su oído al idioma británico, cuya fonética era para él una música bárbara...
    • 1918 Blasco Ibáñez, V. Mare nostrum [1998] Esp (CDH )
      El cocinero le ofreció un vaso, y ella, anonadada, bebió y bebió, contrayendo su rostro por la intensidad alcohólica del líquido. Seguía llorando, al mismo tiempo que su boca paladeaba una espesa dulzura. Sus lágrimas fueron cayendo en el brebaje que se deslizaba entre sus labios.
    • 1925 RAE DRAE 15.ª ed. (NTLLE)
      ALCOHÓLICO, CA. adj. [...] Referente al alcohol o producido por él.
    • 1961 Mtz Llopis, M. Alimentos [1961] Esp (CDH )

      Si una vez realizada la fermentación alcohólica el vino se airea en malas condiciones o se le añade agua, se produce una oxidación al ponerse en contacto con el oxígeno del aire o del agua y entonces el vino se avinagra. Este fenómeno es tanto más frecuente cuanto menor riqueza alcohólica tiene el vino, pues el alcohol, en cierto modo, puede neutralizar los efectos de la oxidación.

    • 1977 Paso, F. Palinuro [1982] 448 México (CDH )
      Le iba a contar, querido colega, que por razones cualitativas nos fue imposible crear la sala que pudo llamarse el Pabellón Olfativo y en el cual, como su nombre lo indica, hubiéramos agrupado a los enfermos que despiden olores peculiares incluidos, por supuesto, en la clasificación de Zwaardemaker, que irían desde el etéreo al nauseabundo, pasando por el empireumático y el ambrosíaco. A falta de esto, en su recorrido lo asaltarán algunos aromas que usted podrá identificar fácilmente. Y no me refiero a los que son tan comunes como la fragancia del papel de Armenia o los olores alcohólicos que inundan de sabiduría a todo hospital que se precie de serlo. No hablo tampoco del aroma de los papeles carbón que sale de nuestras oficinas, y que le recordará el olor del tren eléctrico de su infancia. Pero sí, con suerte, le llegará un olor a heno recién cortado y usted pensará, con razón, que proviene de los pacientes cuya orina tiene un alto contenido de acetona.
    • 1986 Gonzalo, L. M. et alii Tercera edad [1986] Esp (CDH )

      Por todo lo expuesto, me voy a limitar a dar unas indicaciones generales, que a ninguno le van a complicar su existencia y le pueden orientar para escoger, en su caso particular, la alimentación más apropiada [...].

      Quinta: los alimentos ricos en grasas animales (tocino, manteca, mantequilla, etc.) se deben tomar en escasa cantidad.

      Sexta: las bebidas con escaso contenido alcohólico (vino de mesa, cerveza, etc.) no son perjudiciales si se toman en cantidades discretas (de 100 a 150 cc en las principales comidas).

    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      alcohólico, ca. [...] adj. Perteneciente o relativo al alcohol.
    • 2001 Rdz Navas, H. Utilidad plantas medicinales CR (CORPES)
      La mariguana puede ser utilizada en infusión, fumada, en tintura y frotaciones alcohólicas. La tintura de las raíces sirve para asmáticos, se recomiendan 3 gotas por vaso de agua, como hipnótica, sedativa, anodina y en caso de parto difícil.
    • 2011 Moreno-Arribas, M. V. Vino Esp (CORPES)
      La elaboración de estos vinos tiene dos estadios bien diferenciados. El primero es la obtención del vino del año, mediante la vinificación del mosto de uva en fermentación controlada. Por tanto, para su obtención se parte siempre de vinos nuevos, recién acabada su fermentación. A continuación, los vinos seleccionados se encabezan, si es necesario, con alcohol vínico de primera calidad hasta elevar su graduación alcohólica a 15-15°5.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      alcohólico, ca [...]. adj. Perteneciente o relativo al alcohol.
    • 2022 Hospido, G. "Guía pedir cerveza" [30-07-2022] Glamour (Madrid) Esp (HD)
      Veronica Biondi, Beer Sommelier, profesora de La academia de la cerveza y embajadora habitual de Alhambra, será nuestra traductora [...]. Veronica ríe cuando le cuento aquello de creer que te estás tomando una cerveza ligerita y después descubres que era como Jägermeister, lo ha visto más de una vez. Nos da la primera de las claves: si es belga, ¡cuidado! "Las cervezas belgas generalmente siempre tienen más graduación alcohólica respecto a las cervezas que consumimos aquí, una Blonde Ale belga ya tiene 6,5 grados. Tú te estás bebiendo una rubia y te la puede pegar". En seguida, le pregunto por la cerveza negra, que en mi imaginario es puro alcohol, y me deja planchada: "Hay un gran mito sobre la cerveza negra que se cree que tiene más graduación y no es así". Hay que distinguir entre intensidad de sabor e intensidad alcohólica. La primera depende de con qué están elaboradas, si con maltas tostadas o no, pero este tipo de cervezas, seguramente, no tenga más alcohol.
    1. adj. En ocasiones, como modificador de radical.
      docs. (1882-2001) 5 ejemplos:
      • 1882 Puerta, G. Manual química orgánica [1882] Esp (CDH )
        Wurtz en 1849 publicó un importante trabajo sobre los alcalóides artificiales, á los cuales dió el nombre de amoniacos compuestos, suponiéndolos derivados del tipo amoniaco , por sustitucion del hidrógeno con los radicales alcohólicos etilo, metilo, amilo, etc. Estos cuerpos los obtuvo Wurtz destilando los éteres ciánicos con potasa.
      • 1882 Puerta, G. Manual química orgánica [1882] Esp (CDH )
        En 1850 Hoffmann obtuvo los mismos amoniacos compuestos, poniendo una disolucion alcohólica de amoniaco en contacto con los bromuros ó ioduros de radicales alcohólicos (éteres bromhídricos ó iodhídricos), en tubos cerrados á la lámpara y colocados en un aparato especial á la temperatura de 100º. De esta manera resultan primero bromuros ó ioduros de los alcalóides, los cuales se separan destilando dichos compuestos con potasa.
      • 1882 Puerta, G. Manual química orgánica [1882] Esp (CDH )

        Los éteres se dividen en tantas clases como alcoholes se conocen, porque cada alcohol produce éteres propios; así se dice, éteres etílicos, metílicos, amílicos, etc. Cada clase se divide en dos grupos que son: éteres simples y éteres compuestos. Los éteres simples resultan de la accion de los hidrácidos sobre los alcoholes, y tienen una composicion parecida á las sales halóideas; entre estos, se incluyen tambien los óxidos de radicales alcohólicos, como el óxido de etilo, el óxido de metilo, etc.

      • 1975 Sintes Pros, J. Colesterol [1975] Esp (CDH )

        Por lo general, 100 gramos de sangre contienen, aproximadamente, 500 miligramosde grasas, divididas de la siguiente manera:

        Triglicéridos..........130 mgr.

        Fosfolípidos..........180 mgr.

        Colesterol y ésteres del colesterol.........170 mgr.

        A esto hay que añadir los escasos miligramos de ácidos grasos libres, es decir, no esterificados por radicales alcohólicos.
      • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
        alcohólico, ca. [...] V. radical alcohólico [| radical que, procedente de un hidrocarburo, puede combinarse con un hidroxilo para formar un alcohol].
  3. adj. Que es producido o influido por el alcohol o por un estado de alcoholismo.
    docs. (1821-2021) 71 ejemplos:
    • 1821 Anónimo Trad DiccCiencias Médicas, IV p. 101 Esp (BD)
      Cuando á los animales se les hace tragar alguna cantidad de alcool se exhala el olor alcoólico por entre las sajaduras que se hacen en la superficie de su cuerpo, é igual fenómeno se observa en los hombres que mueren de embriaguez alcoólica, lo cual no deja duda de que una parte del alcool pasa á los órganos circulatorios.
    • 2021 Sagot, J. "Poe espeleólogo alma" La Nación (Anselmo Llorente) CR (CORPES)
      En octubre de 1849 alguien encuentra en una sórdida taberna de Baltimore a un hombre en harapos, sucio, moribundo. En el hospital se determina, después de larga pesquisa, su identidad: Edgar Allan Poe. Agoniza, hundido en un coma alcohólico durante dos semanas. "Padre, Padre, ten piedad de este pobre miserable" —dice en un último intervalo de lucidez—. Presumiblemente, los "pescadores de votos" lo habrían embriagado para hacerlo votar por el candidato de su preferencia, práctica no infrecuente durante las elecciones locales de aquellos tiempos. Su tumba es visitada todos los años por un desconocido que deja sobre la lápida una botella de coñac y un ramo de rosas rojas. Su cuento postrero: su propia leyenda.
    • 1821 Anónimo Trad DiccCiencias Médicas, IV p. 101 Esp (BD)
      Cuando á los animales se les hace tragar alguna cantidad de alcool se exhala el olor alcoólico por entre las sajaduras que se hacen en la superficie de su cuerpo, é igual fenómeno se observa en los hombres que mueren de embriaguez alcoólica, lo cual no deja duda de que una parte del alcool pasa á los órganos circulatorios.
    • 1870 Mansilla, L. V. Indios Ranqueles [1957] Argentina (CDH )

      Y esto diciendo, un sinnúmero de curiosos se acercaban a mí, hasta estrecharme y no dejarme mover del sitio. Mirábanme de arriba abajo, la cara, el cuerpo, la ropa, el puñal de oro y plata que llevaba en el costal, mostrando su cabo cincelado, las botas granaderas, la cadena del reloj y los perendengues que pendían de ella; todo, todo cuanto llamaba por su hechura o color la atención. Y después de mirarme bien, me decían alargándome la mano:

      — Ese Coronel, dando la mano, amigo. — Y no sólo me daban la mano, sino me abrazaban y me besaban, con sus bocas sucias, babosas, alcohólicas, pintadas.

    • 1885-1887 Pz Galdós, B. Fortunata [1993] Esp (CDH )
      Lo que fulminó en mi cabeza como un resplandor siniestro del delirio, ahora clarea como luz cenital que ilumina todas las cosas. Vaya, hasta poeta me estoy volviendo. Pero dejémonos de poesías; la inspiración poética es un estado insano. Lógica, lógica, y nada más que lógica. ¿Cómo es que lo averiguado hoy por procedimientos lógicos, fundados en datos e indicios reales, existió antes en mi mente como los rastros que deja el sueño o como las ideas extravagantes de un delirio alcohólico? Porque esto no es nuevo para mí. Yo lo pensé, yo lo concebí envuelto en impresiones disparatadas y confundido con ideas enteramente absurdas.
    • 1894 Zeno Gandía, M. Charca [2002] 879 Puerto Rico (CDH )

      Le odiaba, le maldecía, lo hubiera desgarrado como a un harapo inmundo; mas cuando le veía frente a frente, cuando escuchaba la concisión acre de sus palabras, bajaba tímida los ojos, obedecía encogida y, a veces, temblaba como la ovejuela ante el ave de rapiña. Gaspar entró en el matrimonio como hubiera entrado en la taberna. Trabajando en la finca de Galante cuando quería, cuando podía, cuando la laxitud alcohólica le permitía alguna reacción de actividad, un día llamole Galante y le dijo:

      — ¿Qué opinas de Silvina, la chica de Leandra?

    • 1897 Pz Galdós, B. Misericordia [1993] Esp (CDH )

      «Gran púa, no haber más que un Dios... b'rracha, b'rrachona, no haber más que un Dios... un Dios, un Dios solo, solo.»

      Soltó la otra sonora carcajada, y llevándose la mano al pecho, quería arreglar el desorden que la mano inquieta de su compañero de vivienda había causado en aquella parte interesantísima de su persona. Tan torpe salía del sueño alcohólico, que no acertaba a poner cada cosa en su sitio, ni a cubrir las que la honestidad quiere y ha querido siempre que se cubran.

    • 1911 Baroja, P. Árbol ciencia [1996] Esp (CDH )
      La pobre mujer se emborrachaba y padecía un delirio alcohólico político, que consistía en vitorear a la República y en insultar a las autoridades, a los ministros y a los ricos.
    • 1924 Rivera, J. E. Vorágine [1995] Colombia (CDH )

      Acabo de ver al Váquiro, tendido en su hamaca del caney, donde lo consume una fiebre alcohólica. A su redor, denunciando el soborno de la turca, hay desocupada botillería, cuyos capachos despiden aún el olor a brea, peculiar de los barcos recién arribados. Ramiro Estévanez, quien debe a la condescendencia del capataz su actual descanso, sospechó las repentinas intimidades de la pareja, que a solas se encerraba en el depósito a cambiar palabras de miel: «¡Mi señora!», «¡mi general!»Por orden de éste vino a llamarme, advertido del disgusto con que todos ven la desaparición de mis compañeros. El Váquiro, baboso y amodorrado, parecía dormitar con hipo anhelante, sin admitir otro remedio que la cachaza.

      — No lo dejes beber —dije a Ramiro—, porque revienta.

    • 1943 Sinán, R. Plenilunio [1961] 83 Panamá (CDH )

      La polvareda atroz de los caminos se volvía barro, fango; lodazales por donde ya los autos no podían avanzar. Lo cual significaba que, durante el invierno, los pueblos apartados vivirían en el más lóbrego aislamiento. La humedad más tediosa caería sobre ellos. Y entonces comprendí por qué motivo los campesinos abandonaban sus montes. Era mejor ganar un buen salario en la Capital, aun a costa de apretujarse en cuartos malolientes o embrutecerse bajo el sopor alcohólico...

      Volví, pues, de mi jira, decepcionada, y apresuré mis bodas con Crispín.

    • 1973 Aguilera Malta, D. Secuestro [1973] Ecuador (CDH )
      Ya no necesitaba ingerir tanto aguardiente. Mirar a las botellas, olerlas desde lejos era lo bastante para estimularle "el sagrado fuego interno". Subía poco al campanario. Casi no movía los badajos. Cuando lo hacía, era contraproducente. Parecían contagiados con su niebla alcohólica. Emitían sonidos anárquicos, arbitrarios, desarmónicos. Como en el pueblo todos andaban al garete, no advertían —o no querían advertir, o les importaba un bledo— que los esquilones dejaran de sonar o que lo hicieran a la diabla. Por otra parte, el ebrio consuetudinario hablaba menos con Eneas. Y cuando lo hacía, ya no resultaba un diálogo sino dos monólogos dispares. Cada uno se perdía en el propio itinerario de sus frases.
    • 1998 Gamboa, S. Páginas vuelta [1998] Colombia (CDH )

      «La voy a hacer tomar una aspirina y salgo», se dijo, y fue al baño, pero no encontró nada y al verla tendida volvió a sentir que se le paraba; se sentó al lado y la miró dormir, comenzó a pasarle la mano por las piernas y, muerto de miedo, volvió a levantarle la falda. Poquito a poco le fue bajando las medias de nailon hasta los pies, oyendo los murmullos alcohólicos de Claudia entre sueños. Vio el sexo negro en medio de las piernas como una araña agazapada, las ingles atravesadas por diminutas venas azules.

    • 1998-2002 Fresán, R. Velocidad Cosas [2002] Argentina (CDH )

      En el pequeño aeropuerto —aeropuertos de pueblo chico que no son más que el equivalente de baños públicos donde los aviones se detienen, apenas, a cagar por unos minutos para descubrir que no hay papel higiénico— me esperaba uno de esos lugareños que parecía ensamblado por la más triste agencia de viajes. Servicial, voluntarioso hasta la estupidez y fascinado por mis temblores alcohólicos. Estaba claro que la nuestra era una relación que no tenía demasiado futuro.

      Me derrumbé en el asiento de atrás de un auto de alquiler, abrí una última botellita de vodka que había conseguido capturar mientras se iniciaban los preparativos para el aterrizaje y, con una risa rígida que le copié al actor Ray Liotta y que siempre me ha resultado muy útil en momentos como éste, le comuniqué al representante del Centro Argentino para la Preservación de la Ballena Franca Argentina que mi Abuelo —un gran tipo, es una lástima que esté muerto y que no haya podido venir— había sido un dedicado cazador de ballenas en la zona de Canciones Tristes y brindo en su memoria.

    • 2011 Plager, S. Cuarto violeta Ar (CORPES)
      Es la bebida, me digo, maldiciendo mi debilidad. Sola, jamás un trago, pero en compañía me ataca la sed. Antes de conocer a Amanda la controlaba, pero ahora he soltado las riendas; no las de otros impulsos, una pena. La versión raquítica de la Minnelli es perfecta en cuanto a la mímica y al baile. Pero cuesta encontrar sensualidad en ese manojo de huesos que parece ser el revés del modelo auténtico. Por entre el portaligas de encaje negro de la imitadora —¿se lo habrá comprado a las hermanas Ramos?—, se asoma el vello del pubis. Imagino la escuálida desnudez y me provoca náuseas. Recuerdo que en una novela de Malaparte los soldados pagan para ver a una adolescente de piernas abiertas que exhibe su himen intacto. El cartel frente a la carpa anuncia que a la virgen se la puede mirar y tocar con el dedo, nada más. Mis asociaciones alcohólicas me llevan a una amiga de juventud que, al volver de su luna de miel, me contó que, después de la primera relación, su marido la hizo colocar en posición ginecológica para admirar, con una lupa, la delicada forma del desgarro.
    • 2021 Sagot, J. "Poe espeleólogo alma" La Nación (Anselmo Llorente) CR (CORPES)
      En octubre de 1849 alguien encuentra en una sórdida taberna de Baltimore a un hombre en harapos, sucio, moribundo. En el hospital se determina, después de larga pesquisa, su identidad: Edgar Allan Poe. Agoniza, hundido en un coma alcohólico durante dos semanas. "Padre, Padre, ten piedad de este pobre miserable" —dice en un último intervalo de lucidez—. Presumiblemente, los "pescadores de votos" lo habrían embriagado para hacerlo votar por el candidato de su preferencia, práctica no infrecuente durante las elecciones locales de aquellos tiempos. Su tumba es visitada todos los años por un desconocido que deja sobre la lápida una botella de coñac y un ramo de rosas rojas. Su cuento postrero: su propia leyenda.
    • 1821 Anónimo Trad DiccCiencias Médicas, IV p. 101 Esp (BD)
      Cuando á los animales se les hace tragar alguna cantidad de alcool se exhala el olor alcoólico por entre las sajaduras que se hacen en la superficie de su cuerpo, é igual fenómeno se observa en los hombres que mueren de embriaguez alcoólica, lo cual no deja duda de que una parte del alcool pasa á los órganos circulatorios.
    • 1827 Hurtado Mendoza, M. "Trad Sangre asiento enfermedades, Segalas" [01-01-1827] t. 16, n.º 140, p. 25 Décadas de Medicina y Cirugía Prácticas (Madrid) Esp (HD)
      Estos hechos, conformes en un todo á lo que se observa en el hombre que usa de bebidas alcohólicas, ó que respira un aire muy cargado de alcohol, me parecen probar que la condicion suficiente, pero necesaria, de la embriaguez alcohólica, es la presencia de una cierta cantidad de alcohol en la sangre: en efecto, dichos hechos atestiguan: Que el alcohol concentrado ejerce una accion química sobre la sangre en el estado de vida (primer esperimento.)
    • 1870 Mansilla, L. V. Indios Ranqueles [1957] Argentina (CDH )

      Y esto diciendo, un sinnúmero de curiosos se acercaban a mí, hasta estrecharme y no dejarme mover del sitio. Mirábanme de arriba abajo, la cara, el cuerpo, la ropa, el puñal de oro y plata que llevaba en el costal, mostrando su cabo cincelado, las botas granaderas, la cadena del reloj y los perendengues que pendían de ella; todo, todo cuanto llamaba por su hechura o color la atención. Y después de mirarme bien, me decían alargándome la mano:

      — Ese Coronel, dando la mano, amigo. — Y no sólo me daban la mano, sino me abrazaban y me besaban, con sus bocas sucias, babosas, alcohólicas, pintadas.

    • 1871 Facundo (José Tomás de Cuéllar) Jamonas p. 141 Mx (BD)
      El débil, al echar de menos la suma de poder, la suma de saber que necesitaria en la liza humana para representarse á sí mismo competentemente; desesperado de no hallar lo que le falta, lo busca en el fondo de un vaso, y al experimentar los primeros síntomas del envenenamiento alcohólico, cuando merced á la excitacion de ciertos ramos nerviosos y á la inflamacion de ciertos tegidos siente dislocarse una rueda de su preciosa máquina, los engendros de esa descomposicion se presentan bajo la forma de una expansion grotesca, y el ébrio con la mirada brilladora prorumple estrujando la prosodia de las palabras y perdiendo su encogimiento habitual; no se acuerda de que todo lo ignora, y cree saberlo todo y enseña al pensador, ya sin los velos de la modestia, sin las pausas del miedo, sin las vacilaciones del tímido, sin las reservas del buen juicio, toda su alma, todo su sér moral en toda la desnudez de su impotencia, de su ignorancia y de su nulidad.
    • 1885-1887 Pz Galdós, B. Fortunata [1993] Esp (CDH )
      Lo que fulminó en mi cabeza como un resplandor siniestro del delirio, ahora clarea como luz cenital que ilumina todas las cosas. Vaya, hasta poeta me estoy volviendo. Pero dejémonos de poesías; la inspiración poética es un estado insano. Lógica, lógica, y nada más que lógica. ¿Cómo es que lo averiguado hoy por procedimientos lógicos, fundados en datos e indicios reales, existió antes en mi mente como los rastros que deja el sueño o como las ideas extravagantes de un delirio alcohólico? Porque esto no es nuevo para mí. Yo lo pensé, yo lo concebí envuelto en impresiones disparatadas y confundido con ideas enteramente absurdas.
    • a1894 García Icazbalceta, J. VocMexicanismos [1899] Mx (BD)
      Alcohólico, ca. adj. Causado por el alcohol; como locura alcohólica.
    • 1894 Rubén Darío Pesadilla [1950] Cuentos Nicaragua (CDH )
      Así erigían enormes chisteras grises, cien congestionados johmbulles y atroces tíosamueles, tras los cuales Punch encendía la malicia de sus miradas sobre su curva nariz. Cerca de un mandarín amarillo de ojos circunflejos, y bigotes ojivales, un inflado fraile, cuya cara cucurbitácea tenía incrustadas dos judías negras por pupilas; largas narices francesas, potentes mandíbulas alemanas, bigotazos de Italia, ceños españoles; rostros exóticos: el del negro rey Baltasar, el del malayo de Quincey, el de un persa, el de un gaucho, el de un torero, el de un inquisidor... "Oh, Dios mío..." —suplicó Honorio—. Entonces oyó distintamente una voz que le decía: "¡Aún no, sigue hasta el fin!" Y apareció la muchedumbre hormigueante de la vida banal de las ciudades, las caras que representan todos los estados, apetitos, expresiones, instintos, del ser llamado Hombre; la ancha calva del sabio de los espejuelos, la nariz ornada de rabiosa pedrería alcohólica que luce en la faz del banquero obeso; las bocas torpes y gruesas; las quijadas salientes y los pómulos de la bestialidad; las faces lívidas, el aspecto del rentista cacoquimio; la mirada del tísico, la risa dignamente estúpida del imbécil de salón, la expresión suplicante del mendigo; estas tres especialidades: el tribuno, el martillero y el charlatán, en las distintas partes de sus distintas arengas; "¡Socorro!" exclamó Honorio.
    • 1894 Rubén Darío "Sor Filomena" p. 4 El Diluvio (Barcelona) Ni (BD)
      —¡Ya está hecho, por todos los diablos!— rugió el obeso empresario, dirigiéndose á la mesita de mármol en que el pobre tenorio ahogaba su amargura en la onda de ópalo un vaso de ajenjo. El empresario, ese famoso Krau —¿no conoceis la celebridad de su soberbia nariz, un verdadero dije de coral ornado de rubíes alcohólicos?—, el empresario pidió el suyo con poca agua. Luego secó el sudor de su frente y, dando un puñetazo que hizo temblar la bandeja y los vasos, soltó la lengua.
    • 1894 Zeno Gandía, M. Charca [2002] 879 Puerto Rico (CDH )

      Le odiaba, le maldecía, lo hubiera desgarrado como a un harapo inmundo; mas cuando le veía frente a frente, cuando escuchaba la concisión acre de sus palabras, bajaba tímida los ojos, obedecía encogida y, a veces, temblaba como la ovejuela ante el ave de rapiña. Gaspar entró en el matrimonio como hubiera entrado en la taberna. Trabajando en la finca de Galante cuando quería, cuando podía, cuando la laxitud alcohólica le permitía alguna reacción de actividad, un día llamole Galante y le dijo:

      — ¿Qué opinas de Silvina, la chica de Leandra?

    • 1897 Pz Galdós, B. Misericordia [1993] Esp (CDH )

      «Gran púa, no haber más que un Dios... b'rracha, b'rrachona, no haber más que un Dios... un Dios, un Dios solo, solo.»

      Soltó la otra sonora carcajada, y llevándose la mano al pecho, quería arreglar el desorden que la mano inquieta de su compañero de vivienda había causado en aquella parte interesantísima de su persona. Tan torpe salía del sueño alcohólico, que no acertaba a poner cada cosa en su sitio, ni a cubrir las que la honestidad quiere y ha querido siempre que se cubran.

    • 1904 Blest Gana, A. Transplantados [1904] Chile (CDH )

      Pero en su triste cerebro desconcertado, el huracán rugiente de la tentación, con su fuerza ciega de antojos insanos, le rasgó la voluntad en jirones flotantes, como un trapo roto á los embates del viento. La sed abrasadora de las ganancias, la alucinación alcohólica de los caprichos de la suerte, le habían ofuscado la razón. Pero cuando su riqueza quedó reducida á diez francos, Ignacio, á medio despertar de su sueño de ganancias fantásticas, creyó haber encontrado una combinación salvadora.

    • 1904 Blest Gana, A. Transplantados [1904] Chile (CDH )

      Doña Quiteria, al andar del brazo con el príncipe, pensaba en el efecto que debía producir su traje en la opinión de las Altamura, de las Terrazábal, de las Fuenteviva, todas inteligentes en materia de elegancia femenil, todas dominadas por la furiosa pasión de los atavíos femeniles, que se apodera de las hispano-americanas desde que ponen el pie sobre el asfalto de París.

      Juan Gregorio, más despejado ya de la nubecilla alcohólica con que había llegado, aprovechó de la marcha del cortejo para decir algunos requiebros á la princesa Thyra. Usando como lengua propia la arriesgada fraseología á que se acostumbran los mozos parisienses en su trato con las fáciles beldades del medio mundo, el joven Canalejas manifestó á su hermosa compañera de paseo la significativa admiración que le inspiraban sus encantos.

    • 1911 Baroja, P. Árbol ciencia [1996] Esp (CDH )
      La pobre mujer se emborrachaba y padecía un delirio alcohólico político, que consistía en vitorear a la República y en insultar a las autoridades, a los ministros y a los ricos.
    • 1911 Baroja, P. Árbol ciencia [1996] Esp (CDH )
      Con estos datos Hurtado aseguraba que la mujer, en un estado alcohólico, evidenciado por el aguardiente encontrado en su estómago, y presa de manía suicida, había comenzado a herirse ella misma con la badila en la cabeza, lo que explicaba la superficialidad de las heridas, que apenas interesaban el cuero cabelludo, y después, en vista del resultado negativo para producirse la muerte, había abierto la ventana y se había tirado de cabeza a la calle. Respecto a las palabras pronunciadas por ella, estaba claramente demostrado que al decirlas se encontraba en un estado afásico.
    • 1911 Baroja, P. Árbol ciencia [1996] Esp (CDH )

      — Ese estuvo de médico militar en Cuba, y se acostumbró a beber de una manera terrible. Alguna vez le he visto y me ha dicho: «Mi ideal es llegar a la cirrosis alcohólica y al generalato.»

      — De manera que nadie ha marchado bien de nuestros condiscípulos.

      — Nadie o casi nadie, quitando a Cañizo con su periódico de carnicería y con su mujer, que los domingos le da langosta.

    • 1914 Trigo, F. Jarrapellejos [1991] 313 Esp (CDH )

      Marzo y Saturnino bebían calladamente [...].

      Saturnino, singularmente, camaleón de todas las lascivias, ya lívido, o mejor dicho, verde en su lividez de negro, y con los párpados azules, había dejado en el borde de la mesa un cigarro que preparaba para encenderlo en la colilla de otro; y mirando a Marzo dábale vueltas a una idea en el alcohólico vaivén de su cerebro. Babeábale la boca. Los ojos le oscilaban. Los dedos trémulos tiraban, como para arrancárselos, de los míseros pelos del bigote.

    • 1918 Quiroga, H. Cuentos Amor [1993] Uruguay (CDH )

      Un instante después estaban borrachos, y con nueva contrata firmada. ¿En qué trabajo? ¿En dónde? No lo sabían, ni les importaba tampoco. Sabían, sí, que tenían cuarenta pesos en el bolsillo, y facultad para llegar a mucho más en gastos. Babeantes de descanso y dicha alcohólica, dóciles y torpes, siguieron ambos a las muchachas a vestirse.

    • 1924 Rivera, J. E. Vorágine [1995] Colombia (CDH )

      Acabo de ver al Váquiro, tendido en su hamaca del caney, donde lo consume una fiebre alcohólica. A su redor, denunciando el soborno de la turca, hay desocupada botillería, cuyos capachos despiden aún el olor a brea, peculiar de los barcos recién arribados. Ramiro Estévanez, quien debe a la condescendencia del capataz su actual descanso, sospechó las repentinas intimidades de la pareja, que a solas se encerraba en el depósito a cambiar palabras de miel: «¡Mi señora!», «¡mi general!»Por orden de éste vino a llamarme, advertido del disgusto con que todos ven la desaparición de mis compañeros. El Váquiro, baboso y amodorrado, parecía dormitar con hipo anhelante, sin admitir otro remedio que la cachaza.

      — No lo dejes beber —dije a Ramiro—, porque revienta.

    • 1925 RAE DRAE 15.ª ed. (NTLLE)
      ALCOHÓLICO, CA. adj. [...] Referente al alcohol o producido por él.
    • 1929 Gallegos, R. Doña Bárbara [1997] Venezuela (CDH )
      Un ronquido de estertores se escapaba de su garganta, una saliva viscosa le fluía de la boca entreabierta, y bajo el sueño profundo de la intoxicación alcohólica la miseria del rostro tenía una expresión agónica. Alarmado por aquel aspecto, Santos se acercó a tomarle el pulso en el brazo péndulo fuera del chinchorro y sintió bajo sus dedos el martillazo de la tensión arterial. Se quedó un rato contemplándolo, compasivamente.
    • c1908-1930 Corrales, J. A. Crónicas [1938] Perú (CDH )
      El coronel se enterneció, y después de un discurso en que me puso por las nubes, se echó en mis brazos sollozando de afecto, y dándome pellizquitos en las piernas, afirmaba que las tenía tan duras como Rosaura. Me calenté de nuevo y de nuevo le tapé un ojo de un quenque. Pero como también me vino la ternura alcohólica, en seguida lo abracé y le dí satisfacciones, declarándole que lo quería como si lo hubiera parido. Así transcurrió el tiempo hasta que, en vista de que la alegría nos conducía al entretenimiento de tirar botellas y platos contra los espejos y contra los mayordomos, fuimos embutidos en los autos y conducidos a nuestros respectivos domicilios.
    • 1932 Reyles, C. Gaucho Florido [1969] Uruguay (CDH )

      La luz se vino sobre Lucero, que peló la suya y de huida, tambaleando, le tiró una puñalada para sacársela de encima. Apagóse el globito. Otra mayor surgió bailando frente a Florido. Sin más, éste empezó a menearle punta y hacha.

      — ¡Abrite, abrite!...

      — Dale cancha...

      — ¡Cristiano bárbaro! ¿No ves que es un ánima en pena?... —le gritaban sus compañeros mientras la luz seguía bailando delante del rubio.

      — Si tuviera cuerpo, la pena se la sacaba yo. No juyan, no sean ladeaus. ¿No ven?, ya se apagó; si son jueguitos al cuete no má. Dise el patrón que no le hasen mal a naides. Vengan a enterrar el hueserío. Eso sí quieren los dijuntos.

      Sus compañeros se acercaron resoplando. De prisa empezaron a echar los despojos y los huesos a la cachimba.

      — Vamos a enterrarlos como la gente y quedamo bien con Dios y con los muertos —propuso Lucero con alcohólica gravedad.

      — Ansina me parece.

      Apenas empujaron un poco, el brocal se derrumbó y el pozo quedó tapado.

    • 1935 Gallegos, R. Canaima [1935] Venezuela (CDH )

      Era un zambo gigantesco, de rostro deformado por cicatrices. Las de los machetazos que le diera Enrique Vargas en la desesperación de su vida en peligro —que ni aun así pudo salvarla— la noche de la degollina del Vichada.

      — Vengo a pegarle un sablazo *—dijo— mandado por el general. *Pero no es tan de mañana como usté se imagina.

      — ¿De cuánto? —preguntó, haciendo esfuerzos por superar la atonía mental del estrago alcohólico.

      — De una esterlina no más fue el que quise darle a él, pa pagá unos piquitos *que debo por el camino; pero me salió con que no tenía dinero a mano y que me llegara hasta acá a pedísela *a usté. Por cuenta suya, supongo yo que será.

    • 1935 Gallegos, R. Canaima [1935] 154 Venezuela (CDH )
      Encumbrada con lo que junto a él se lucró de los descuidos de la cartera atestada de billetes durante la inconsciencia alcohólica, vivía ahora la mulata a la vera de su antiguo camino, como propietaria y hábil administradora de cierta casa discretamente situada en las afueras de Upata, con buenas bebidas, aceptable comida, que ella misma guisaba para sus clientes distinguidos y una pianola para el esparcimiento del baile.
    • 1935 Gallegos, R. Canaima [1935] Venezuela (CDH )
      Salió de Yagrumalito donde ya había recibido las cuentas, bastante menoscabadas, de su empresa balatera del Cuyubini y llegó a Tumeremo ya entrada la noche, cuando estaba en su apogeo el regocijo alcohólico del regreso de los purgüeros. Mandó descorchar champaña para él y sus acompañantes, y poco después ya se le había desatado la borrachera tempestuosa.
    • 1942 Santamaría, F. J. DiccGralAmericanismos (NTLLE)
      ALCOHÓLICO, CA. adj. Causado o producido por el alcohol: locura alcohólica.
    • 1943 Sinán, R. Plenilunio [1961] 83 Panamá (CDH )

      La polvareda atroz de los caminos se volvía barro, fango; lodazales por donde ya los autos no podían avanzar. Lo cual significaba que, durante el invierno, los pueblos apartados vivirían en el más lóbrego aislamiento. La humedad más tediosa caería sobre ellos. Y entonces comprendí por qué motivo los campesinos abandonaban sus montes. Era mejor ganar un buen salario en la Capital, aun a costa de apretujarse en cuartos malolientes o embrutecerse bajo el sopor alcohólico...

      Volví, pues, de mi jira, decepcionada, y apresuré mis bodas con Crispín.

    • 1948 Gmz Serna, R. Automoribundia [1948] Esp (CDH )

      Yo me empeñé que figurase en el cuadro porque le quería mucho y porque representaba muy dignamente al contertulio americano.

      Creí hacerle el merecido favor, pero un día se me presentó consternado y me contó que el figurar en el cuadro le había puesto en el brete de perder su carrera diplomática, pues algún menguado había enviado al presidente Gómez una reproducción del cuadro, para que viese a qué género de vida alcohólica se dedicaba su embajador. Don Pedro, cuando Gómez le presentó la prueba en su contra, le dijo: "Señor, en primer lugar esa no es una fotografía instantánea sino copia de un cuadro, y para esas botellas que hay sobre el mármol de la mesa hay más consumidores que yo."Trabajo y tiempo le costó llevar al ánimo del dictador la convicción de que aquel era un cuadro simbólico.

    • 1950 Pablo Neruda Canto general [1981] Chile (CDH )
      El jaguar tocaba las hojas / con su ausencia fosforescente, / el puma corre en el ramaje / como el fuego devorador / mientras arden en él los ojos / alcohólicos de la selva. / Los tejones rascan los pies / del río, husmean el nido / cuya delicia palpitante / atacarán con dientes rojos. / Y en el fondo del agua magna, / como el círculo de la tierra, / está la gigante anaconda / cubierta de barros rituales, / devoradora y religiosa.
    • 1952 Casaccia, G. Babosa [1991] Paraguay (CDH )
      — Vos, por ejemplo —dijo Espinoza acodado en la mesa, clavando en Ramón los ojillos con cabrilleos alcohólicos—, eres un suertudo. Estás casado con una mujer rica, tienes tu título y el estudio de abogado de tu suegro para llenarte de plata.
    • 1952 Casaccia, G. Babosa [1991] 368 Paraguay (CDH )
      Doña Clara tuvo tiempo de lanzar un grito que llenó de miedo a Espinoza. Pero a pesar de eso no la soltó. Doña Clara luchaba desesperadamente por zafarse de los brazos que la sujetaban a la vez que seguía gritando. Su voz sonaba débil y a través de la colcha. Sacada de su somnolencia alcohólica por el ruido de la lucha, Pilar se levantó. Sobrecogida de espanto ante lo que veía, se puso a llorar y a gemir.
    • 1929-1952 Cuadra, P. A. Tierra prometida [1952] 17 Nicaragua (CDH )
      Durante un trecho de saludos / Antes de llegar al campo abierto donde la luna rebota como en un plato de loza / Mis tres o cuatro preguntas no encontraron respuesta. / Ignoraba sus facciones / Por la sombra de las altas alamedas / Y hasta disculpé por un sueño alcohólico y tremendo / Aquella quietud de silencios infranqueables. /
    • 1929-1952 Cuadra, P. A. Tierra prometida [1952] 23 Nicaragua (CDH )
      / Tú que sabes del inexplicable terror / vertido por los astros en las pupilas alcohólicas / y la rabia insatisfecha de los coyotes / que mueren aullando cerca de las madrugadas / cuando mayo o junio mueren también cálidos y lentos.
    • 1952 Cáceres Lara, V. Humus [1995] Cuentos Honduras (CDH )

      La muerte había ocurrido esa misma tarde. Bonifacio se había emparrandadocon unos amigos de Río Abajo que se encontró en el Mercadito. El era adicto al alcohol, y su mayor gusto era sentirse con una media docena de tragos de guaroentre pecho y espalda. Entonces —decía él— todo lo veía color de rosa. Soñaba que las estrellas se resbalaban desde el cielo y le iban cayendo en la mano con sonido de monedas de oro. Se imaginaba hombre rico y hombre valiente; varón cabal como se sueñan todos los bolosen sus efímeros momentos de iluminación alcohólica.

    • 1961 Martín-Santos, L. Tiempo silencio [1996] 85 Esp (CDH )
      Del vértigo fundamental de la noche y de la primitiva fuerza germinal que pululaba por las vecinas calles estaban ahora alejados por un espacio de forma cúbica ocupado en parte por vecinos profundamente dormidos y desde dentro de la bruma alcohólica, estaban decididos a pedir cuentas al amigo iniciador. Éste como explicación total de la noche, del vértigo, de las cámaras de gas, de la náusea ante el desnudo y de sí mismo, mostró su obra predilecta de pintura aún fresca.
    • 1961 Martín-Santos, L. Tiempo silencio [1996] 91 Esp (CDH )
      El salto del atleta concluye en la comprobación de que a pesar de todo los músculos de su muslo deben oponerse al pliegue de la rodilla en la caída, el giro de la bailarina acaba en los brazos firmes aunque delicados de su compañero, el éxtasis místico por una cierta alegría concomitante del bajo vientre muestra su pobre naturaleza sublimatoria y la ebriedad alcohólica no se satisface en sí misma sino que lleva al vómito o al grito.
    • 1966 Goytisolo, J. Señas identidad [1996] Esp (CDH )

      Una hora después seguían todavía en la terraza de la Rhumerie Martiniquaise y Michèle bebía nuevos dobles de ron con hielo y les observaba con ojos llameantes. Luego, Enrique propuso un recorrido por los bares de la rue de la Huchette y la banda se disgregó poco a poco. Los amigos de Álvaro evolucionaban en torno a Michèle como zánganos pegajosos y sentimentales y terminaron entonando canciones típicas e invitándola, por turno, a sus hogares de Andalucía, Castilla, Cataluña o Extremadura.

      — Si vous venez avec moi à Almodóvar del Campo vous connaîtrez ce qu'il y a de plus beau au monde.

      En el taxi, de retorno a la rue de Belleville, Michèle hizo una bola de papel con sus direcciones y la arrojó por la ventanilla.

      — Ah, mon chéri—sollozó—. Tu te rends compte?

      Durante la fugaz iluminación de un escaparate, Álvaro entrevió sus bellos ojos arrasados por un flujo de lágrimas alcohólicas —brillantes e incontenibles.
    • 1964-1967 Cabrera Infante, G. Tristes Tigres [1967] Cuba (CDH )

      — ¿No quedamos en que no querías hablar de política?

      Se sonrió. Se rió. Se puso serio. One two three. Estuvo callado un rato. ¿Efectividad del silbar?

      — Mira, me acaban de dar una solución.

      Miré, pero no vi una solución. Vi un mojito y siete copas de daiquirí. Seis vacías y una llena.

      — Veo dos soluciones.

      — No, no —dijo Cué— es una sola.

      — Es que ya estás viendo simple. Anti-alcoholismo.

      — Es una sola solución. A mis problemas. La única.

      — ¿Cuál cuál entonces?

      Se acercó en ondas alcohólicas hacia mí y me dijo muy bajito en el oído:

      — Me voy al Sierra.

      — Es muy temprano para la noche y muy tarde para la madrugada. No va a estar abierto.

    • 1967 Zamora Vicente, A. Discurso recepción RAE, Luces Bohemia [1967] 101 Esp (CDH )

      El valor nuevo comienza a percibirse vagamente en algunos testimonios románticos (Larra, Espronceda), pero se agolpa ya a fines del siglo XIX. Aparece en Galdós, en Pereda, en Blasco Ibáñez, en Octavio Picón, en Alarcón. El valor 'ridículo'se va acentuando en escritores como Bretón de los Herreros y más tarde en Fernández Flórez o en Pérez de Ayala. (Bécquer lo empleó como 'algo que causa risa'contenido que también percibo en Pío Baroja.) Lo cierto es que, a principios de siglo, debía utilizarse mucho, y seguramente más en la conversación ordinaria, en las tertulias, críticos, escritores del montón, etc., que en la lengua escrita. Una prueba indirecta la tenemos en un escritor no allegable al "tropel de ruiseñores", Mariano de Cavia. El periodista famoso inventó la voz grotesqueces, que no pasó de sus artículos y en la que hemos de ver una solapada ironía contra la frecuencia usual de la voz. Grotescodebía de ser, en la conversación ordinaria, lo que el admirable rubeniano en la engolada y siempre un tanto alcohólica de su pontificado literario. ¿Qué había pasado para que en el ambiente modernista tal voz pudiera generalizarse?

    • 1969 Vargas Llosa, M. Conversación [1996] Perú (CDH )

      Bebía serio, ojeaba el comedor, parecía absorbido por meditaciones íntimas y graves, lejísimos de allí, y ella pensó es absurdo, pensó te odio. Cuando la mujer le alcanzó el vaso de whisky, se inclinó y le habló en voz baja: ¿podía decirle dónde estaba el? Sí, claro, ven, le enseñaría dónde [...].

      — Ahí, al fondo —dijo tras ella, sin hostilidad, la insegura voz alcohólica de la mujer—. Esa puerta.

      Entró al baño, cerró con llave, respiró con ansiedad. ¿Qué era esto, qué juego era éste, qué se creían éstos?

    • 1970 Goytisolo, J. Reivindicación [1973] 48 Esp (CDH )
      [...] en la euforia mezzo alcohólica, mezzo sentimental de la persona frescamente liberada de mezquinos e inhibidores complejos [...].
    • 1972 García Hortelano, J. Mary Tribune [1999] Esp (CDH )

      — Vamos —quiso arrastrarme vestíbulo adelante—. Son todos amigos.

      — Si no me encuentras presentable, no me engañes. Odio las mentiras caritativas. ¿Se podría hacer una visita previa al cuarto de baño?

      Además de servirme de explorador, Matilde no me regateó su compañía y, mientras me peinaba, dejaba bajo el chorro de agua fría mis muñecas, humedecía la costra alcohólica de mis encías, daba la impresión de que jamás había visto refrescarse a un hombre. Así lo manifesté.

    • 1972 García Hortelano, J. Mary Tribune [1999] Esp (CDH )

      Servían el coñac, cuando nos quedamos en la penumbra y, con tarima incluida, la orquesta había florecido a soportable distancia, en forma de ciudadanos de raso blanco, sin perdonar violín. De entrada, la batería impedía escuchar a los otros instrumentos.

      — Sí, ¿a qué hora? Si no es indiscreción.

      — Adela, mi vida alcohólica no tiene secretos. ¿Qué día es hoy? Me trasladé al asiento vacante, limitando al este, y a mis alcances, con Adela, a la espalda con la pista de baile y al norte con el más barullero grupo, en el que reinaba esplendorosamente Mary.

    • 1973 Aguilera Malta, D. Secuestro [1973] Ecuador (CDH )
      Ya no necesitaba ingerir tanto aguardiente. Mirar a las botellas, olerlas desde lejos era lo bastante para estimularle "el sagrado fuego interno". Subía poco al campanario. Casi no movía los badajos. Cuando lo hacía, era contraproducente. Parecían contagiados con su niebla alcohólica. Emitían sonidos anárquicos, arbitrarios, desarmónicos. Como en el pueblo todos andaban al garete, no advertían —o no querían advertir, o les importaba un bledo— que los esquilones dejaran de sonar o que lo hicieran a la diabla. Por otra parte, el ebrio consuetudinario hablaba menos con Eneas. Y cuando lo hacía, ya no resultaba un diálogo sino dos monólogos dispares. Cada uno se perdía en el propio itinerario de sus frases.
    • 1973 Edwards, J. Non grata [1973] Chile (CDH )
      El hecho es que Jobet, Huneeus y yo sólo comentábamos las bondades del whisky de Escocia y de la navegación a vela. Jobet, de todos modos, mantenía su apostura y su impasibilidad de capitán de barco de guerra. Yo, en cambio, con la soltura de cuerpo que adquieren algunos diplomáticos a las cuatro de la madrugada, cogí a la secretaria por la cintura y empecé a bailar con ella. Si se hacía el ánimo de oir un sesudo comentario político sobre Fidel, o de asistir a murmuraciones conspirativas y alcohólicas entre un jefe naval, un literato de paso y un encargado de negocios, debe de haberse quedado con los crespos hechos. Nunca, a través de la alegría de una fiesta, se había mantenido una compostura más consumada.
    • 1973 Edwards, J. Non grata [1973] Chile (CDH )
      En nuestras tertulias más borrascosas y alcohólicas guardaba silencio y más tarde, cuando estábamos solos, me devolvía una visión equilibrada de las cosas, sin demagogia de ninguna clase, pero también sin los excesos retóricos de la negación o del subjetivismo.
    • 1974 Sábato, E. Abaddón [1983] Argentina (CDH )

      Y así un día llegué hasta el extremo de manipular con descuido el actinium, del que durante varios años llevé luego el pequeño pero peligroso estigma en un dedo.

      Empecé a tomar, encontraba una triste voluptuosidad en el mareo alcohólico.

      Un día muy deprimente de invierno caminaba por la rue Saint-Jacques hacia la pensión cuando entré a un bistrot a tomar vino caliente.

    • 1977 Vargas Llosa, M. Tía Julia [1996] Perú (CDH )

      — Creo que ya se fregó —le dije, cuando oí que el alcalde, en el colmo de la dicha, hablaba de traer guitarristas, de cerrar El Sol de Chincha, de ponernos a bailar—. Y me parece que voy a ir preso por romperle la cara a ese huevón.

      Estaba furioso y decidido a rompérsela si se ponía insolente, cuando me levanté y le dije a la tía Julia que nos íbamos. Ella se paró de inmediato, aliviada, y el alcalde no intentó detenerla. Siguió cantando marineras, con buen oído, y al vernos salir nos hizo adiós con una sonrisita que me pareció sarcástica. Javier, que vino detrás, decía que era sólo alcohólica. Mientras caminábamos hacia el Hotel Sudamericano, yo hablaba pestes contra Pascual, a quien, no sé por qué, hacía responsable de ese almuerzo absurdo.

    • 1977 Vargas Llosa, M. Tía Julia [1996] Perú (CDH )
      Ellos, con sus voces alcohólicas, sus carcajadas, sus choques de vasos, sus chistes estúpidos y sus brindis groseros, y, más tarde, con sus eructos y arcadas, fueron la música de fondo de nuestra noche de bodas. Pese a la frustración municipal del día, fue una intensa y bella noche de bodas, en la que, en esa vieja cama que chirriaba como un gato con nuestros besos y que seguramente tenía muchas pulgas, hicimos varias veces el amor, con fuego que renacía cada vez, diciéndonos, mientras nuestras manos y labios aprendían a conocerse y a hacerse gozar, que nos queríamos y que nunca nos mentiríamos ni nos engañaríamos ni nos separaríamos. Cuando vinieron a tocarnos la puerta —habíamos pedido que nos despertaran a las siete—, los borrachos acababan de callarse y nosotros estábamos todavía con los ojos abiertos, desnudos y enredados sobre la colcha de rombos verdes, sumidos en una embriagadora modorra, mirándonos con gratitud.
    • 1980 Piglia, R. Respiración artificial [1980] 193 Argentina (CDH )
      En aquella época, mientras estudiaba en Cambridge, dijo, bebía muchísimo. Digamos, dijo, que bebía mucho más que ahora. Me emborrachaba por lo menos dos veces a la semana, y al regresar ebrio a casa, leía los Pensamientos de Pascal, el libro de cabecera de mis borracheras. Dijo que de un modo consciente y clandestino oponía sus lecturas alcohólicas de Pascal a la enseñanza luminosa de Wittgenstein. Veía en ese libro fragmentario, hecho de borradores y de ideas anotadas y a medio pensar, el mayor monumento que inteligencia alguna hubiera construido en honor del fracaso.
    • 1980 Piglia, R. Respiración artificial [1980] Argentina (CDH )
      En su caso personal, dijo que veía con claridad que esa fascinación por el fracaso era algo que se remontaba a su juventud, a sus años en Varsovia, anteriores, por supuesto, a sus lecturas alcohólicas de los Pensamientos de Pascal en Cambridge. Sentía inclinación por lo que uno llama tipos fracasados, dijo. Pero ¿qué es, dijo, un fracasado? Un hombre que no tiene quizás todos los dones, pero sí muchos, incluso bastante más que los comunes en ciertos hombres de éxito. Tiene esos dones, dijo, y no los explota. Los destruye. De modo, dijo, que en realidad destruye su vida.
    • 1983 Ribeyro, J. R. Geniecillos [1983] 161 Perú (CDH )

      Al poco se les juntó Jimmi, un hombre bajo, casi enano, mal afamado. Se decía que andaba siempre a la salida de las escuelas, observando a los niños. Pronto estuvieron envueltos en una de esas conversaciones alcohólicas, llenas de circunloquios y repeticiones.

      — Mi novia —decía Jimmi haciendo circular la fotografía de un colegial.

      — Mira quién está allí —dijo Pirulo.

    • 1985 Alatriste, S. Por vivir [1985] México (CDH )

      Se le iluminaron los ojos y de un trago se bebió el resto de su cuba. Se quedó aletargado en nieblas alcohólicas, mecido en un confuso y alterno marasmo de confianza y recelo. Del otro lado, mi madre se había dejado abrazar y papá le acariciaba el pelo.

    • 1986 Bryce Echenique, A. Magdalena [1986] 50 Perú (CDH )

      Vinieron a buscarlo al bar esa mujer, que ahora él llamaba esa mujer tan Nipsky y el chófer llamado Jeff, que él ahora llamaba el Holiday on Ice de esa mujer tan fea y tan mala. Pero no los dejó intervenir en ese asunto tan personal que era la manera en que se sentía. Sentirse de esa manera era problema suyo y no los dejó intervenir en el asunto y, pensando en Daughter, dijo Pureza y secó uno tras otro dos vasos de bourbon. Ellos se mantuvieron calculadamente respetuosos de sus pasos y de sus tragos. Mejor dicho, ella se mantuvo así y él se mantuvo así por culpa de ella [...].

      Era como de clase muy media y algo menos Nipsky que su hermana, por lo cual encontró plenamente justificado el que hubiera salido de Montevideo en segundo lugar. La segunda de Montevideo se le acercó completamente yanqui y como pasando por alto que él fuera de un país hermano, llamado Perú, que fuera escritor y, lo que es peor, pensó él, que hubiese establecido desde el primer momento una relación absolutamente alcohólica con ella. Él se despidió para siempre de Daughter, de Cornelius, de Tom, de Cecilia y de Esteban Pepe, y luego se dijo también adiós a sí mismo.

    • 1986 Díez Rdz, L. M. Fuente edad [1993] 271 Esp (CDH )
      Hay que emborracharse de modo y manera que todos sientan envidia de la locura alcohólica, la única salida para los sentenciados.
    • 1986 Díez Rdz, L. M. Fuente edad [1993] Esp (CDH )
      Todo lo que alcanzaba la mirada de Jacinto Sariegos era un desolado paisaje, en el que se confundían los despojos de la batalla y el desorden de la alcohólica imaginación, dispuesta a celebrar el desastre.

      Con dificultad distinguía Jacinto el resplandor de las lámparas de los interiores centelleos que alumbraban su exaltación, cuando después de un largo tiempo, poblado de protestas, indignaciones y requerimientos, volvieron a iluminarse los salones, que ya muchos habían abandonado, y se hicieron perceptibles las huellas del pillaje: búcaros rotos, cristalerías arrasadas, sillones volcados, telas de cuadros rasgadas, la sensación de una secreta tormenta que había descargado en la oscuridad.

    • 1986 Díez Rdz, L. M. Fuente edad [1993] Esp (CDH )
      El movimiento de las parejas conciliaba la falsa huida de las figuras con los desvanecidos arpegios que alargaban su fluidez de sombras chinescas, que flotaban sobre la encerada tarima como negros garabatos, estirados y encogidos en la mirada alcohólica.
    • 1988 Rojo, J. A. Hotel Madrid [1988] 114 Bolivia (CDH )
      A La Polla Records los escuché por primera vez en un tugurio al que se bajaba por unas escaleras, repleto de humo y hasta los topes de humanos cuyas cocorotas navegaban en olas alcohólicas de dudosa procedencia. Fiestas en uno de esos pueblos a la vera del Cantábrico y abundante expresión de contento que se manifestaba a modo de saltos y de gritería.
    • 1995 Donoso, J. Morir elefantes [1995] Chile (CDH )

      Inmóvil, desde un rincón del festejo, Gustavo se fijó en una figura que al comienzo no reconoció: la disfrazada dio un pasito hacia adelante, zambulléndose en el alboroto erotizado y alcohólico, aparentemente feliz aunque se tratara sólo de la hilaridad del momento. Era la Ruby.

    • 1995 Donoso, J. Morir elefantes [1995] 198 Chile (CDH )
      Pero nadie pensaba seriamente que volvieran a verse; pronto se estableció una corriente de melancolía que arrasó con esas mismas promesas en que nadie lograba creer. Sólo los hermanos Butler quedaron fuera de este círculo de afecto. Incluso la Ruby, recuperada, cubría de alcohólicos besos a Marcelo —se había dado por vencida: después de consumir de un trago su vaso de agua, pidió un Negroni que borró de una plumada la demarcación entre lo que se había propuesto y lo que tenía ganas de hacer—, abrazándolo con toda su caliente abundancia.
    • 1995 Donoso, J. Morir elefantes [1995] 275 Chile (CDH )
      La Ruby, que sospechaba una maniobra maligna, apartó su cara. «Tómatelo, mierda; obedece mira que si no...», y le puso la escudilla con la poción quemante junto a los labios apretados. «Si no te lo tomas, va a dolerte mucho más lo que te voy a hacer.» Su padre la amenazó desde más allá de su bruma alcohólica, mucho más allá del vértigo de la Ruby: «Voy a contar hasta tres, y si no te la tomas...». La Ruby, ante la amenaza, agotó de un sorbo, y de otro, esta vez más largo, el brebaje.
    • 1996 Pitol, S. Arte fuga [1997] México (CDH )

      Así, desde el principio, fluye de la boca del protagonista un chorro verbal irrefrenable y chocarrero. El discurso de Schveik recuerda esas confusas, demenciales, parrafadas alcohólicas escuchadas de madrugada en alguna taberna. La aclaración de que se trata del asesinato de un miembro de la familia imperial le hace comentar que un parroquiano había afirmado no hacía mucho en una cervecería que llegaría el día en que todos los emperadores del mundo rodarían uno tras otro por los suelos, y que el tabernero se había visto obligado a mandarlo arrestar, pero el tipo había respondido con una bofetada al tabernero y dos al guardia.

    • 1998 Gamboa, S. Páginas vuelta [1998] Colombia (CDH )

      La historia del doctor era confusa: alcohólico, depresivo, solitario. Pero había algo que no concordaba, como si Natalia sólo conociera los efectos, lo que estaba por fuera, en la superficie. Natalia debía entrar en él, indagar en el origen, piensa. Estaba seguro de que una cura médica no sería suficiente: ¿Por qué un hombre como él llega a una vejez alcohólica y solitaria? Pensó en la biografía que Douglas Day hizo de Malcolm Lowry y recordó lo que, según el autor, era el motor de su dependencia alcohólica: el deseo de anularse para la escritura, de autodestruirse por temor a no alcanzar de nuevo la calidad de Bajo el volcán; ese horror a la incapacidad que Hemingway también padeció.

    • 1998 Gamboa, S. Páginas vuelta [1998] Colombia (CDH )

      «La voy a hacer tomar una aspirina y salgo», se dijo, y fue al baño, pero no encontró nada y al verla tendida volvió a sentir que se le paraba; se sentó al lado y la miró dormir, comenzó a pasarle la mano por las piernas y, muerto de miedo, volvió a levantarle la falda. Poquito a poco le fue bajando las medias de nailon hasta los pies, oyendo los murmullos alcohólicos de Claudia entre sueños. Vio el sexo negro en medio de las piernas como una araña agazapada, las ingles atravesadas por diminutas venas azules.

    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      alcohólico, ca. [...] adj. Producido por él [| alcohol].
    • 2002 Bryce Echenique, A. Huerto Amada [2002] Perú (CDH )
      Y entonces sí que cachimbos e iniciantes quedaron en tres por bando, la idea de un largo y alcohólico recorrido inmundo y rapado por calles y bares de Lima quedó descartada, de mutuo acuerdo, y ahora lo que iba a armarse era una trompeadera más o menos de igual a igual, aunque no tanto, la verdad, porque Carlitos no había vuelto a asomarse debido a las dificultades respiratorias que lo tenían doblado en dos ahí detrás de los mellizos.
    • 1998-2002 Fresán, R. Velocidad Cosas [2002] Argentina (CDH )

      En el pequeño aeropuerto —aeropuertos de pueblo chico que no son más que el equivalente de baños públicos donde los aviones se detienen, apenas, a cagar por unos minutos para descubrir que no hay papel higiénico— me esperaba uno de esos lugareños que parecía ensamblado por la más triste agencia de viajes. Servicial, voluntarioso hasta la estupidez y fascinado por mis temblores alcohólicos. Estaba claro que la nuestra era una relación que no tenía demasiado futuro.

      Me derrumbé en el asiento de atrás de un auto de alquiler, abrí una última botellita de vodka que había conseguido capturar mientras se iniciaban los preparativos para el aterrizaje y, con una risa rígida que le copié al actor Ray Liotta y que siempre me ha resultado muy útil en momentos como éste, le comuniqué al representante del Centro Argentino para la Preservación de la Ballena Franca Argentina que mi Abuelo —un gran tipo, es una lástima que esté muerto y que no haya podido venir— había sido un dedicado cazador de ballenas en la zona de Canciones Tristes y brindo en su memoria.

    • 2006 Lara Ramos, L. F. Diccionario español en México Mx (BD)
      alcohólico adj [...]. Que se relaciona con el alcohol o es provocado por él, en especial tratándose de los efectos que tiene en el organismo: intoxicación alcohólica, aliento alcohólico [...].
    • 2011 Plager, S. Cuarto violeta Ar (CORPES)
      Es la bebida, me digo, maldiciendo mi debilidad. Sola, jamás un trago, pero en compañía me ataca la sed. Antes de conocer a Amanda la controlaba, pero ahora he soltado las riendas; no las de otros impulsos, una pena. La versión raquítica de la Minnelli es perfecta en cuanto a la mímica y al baile. Pero cuesta encontrar sensualidad en ese manojo de huesos que parece ser el revés del modelo auténtico. Por entre el portaligas de encaje negro de la imitadora —¿se lo habrá comprado a las hermanas Ramos?—, se asoma el vello del pubis. Imagino la escuálida desnudez y me provoca náuseas. Recuerdo que en una novela de Malaparte los soldados pagan para ver a una adolescente de piernas abiertas que exhibe su himen intacto. El cartel frente a la carpa anuncia que a la virgen se la puede mirar y tocar con el dedo, nada más. Mis asociaciones alcohólicas me llevan a una amiga de juventud que, al volver de su luna de miel, me contó que, después de la primera relación, su marido la hizo colocar en posición ginecológica para admirar, con una lupa, la delicada forma del desgarro.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      alcohólico, ca [...]. adj. Producido por el alcohol.
    • 2021 Sagot, J. "Poe espeleólogo alma" La Nación (Anselmo Llorente) CR (CORPES)
      En octubre de 1849 alguien encuentra en una sórdida taberna de Baltimore a un hombre en harapos, sucio, moribundo. En el hospital se determina, después de larga pesquisa, su identidad: Edgar Allan Poe. Agoniza, hundido en un coma alcohólico durante dos semanas. "Padre, Padre, ten piedad de este pobre miserable" —dice en un último intervalo de lucidez—. Presumiblemente, los "pescadores de votos" lo habrían embriagado para hacerlo votar por el candidato de su preferencia, práctica no infrecuente durante las elecciones locales de aquellos tiempos. Su tumba es visitada todos los años por un desconocido que deja sobre la lápida una botella de coñac y un ramo de rosas rojas. Su cuento postrero: su propia leyenda.
  4. adj. Perteneciente o relativo al alcohol o al alcoholismo.
    Sinónimo: alcoholista
    docs. (1841-2022) 46 ejemplos:
    • 1841 Anónimo "Trad Regicidio, Darmes" [30-05-1841] Gaceta de los Tribunales o Causas y Hechos Célebres del Reino y Extranjeros (Madrid) (HD)
      Feliza, vendedora de bebidas, declara tambien que el dia 15 de octubre, en el sitio y hora indicada por el anterior testigo, encontró á dos sugetos, de los cuales uno le compró aguardiente; Darmés ha convenido en que efectivamente lo bebió y ademas se recordará que el sergent de ville, Lemaire, dice que Darmés cuando se le arrestó despedia un olor alcohólico.
    • 2022 Anónimo (R. C.) "ARCHI conciencia chiclaneros" [21-11-2022] Diario de Cádiz (Cádiz) (HD)
      Esta asociación atiende desde hace tres décadas a hombres y mujeres que han desarrollado la dependencia alcohólica, así como los problemas que arrastra. Desde hace años lleva a cabo el programa subvencionado por el Ayuntamiento 'Cuida tu Libertad', desarrollado en la ciudad.
    • 1841 Anónimo "Trad Regicidio, Darmes" [30-05-1841] Gaceta de los Tribunales o Causas y Hechos Célebres del Reino y Extranjeros (Madrid) (HD)
      Feliza, vendedora de bebidas, declara tambien que el dia 15 de octubre, en el sitio y hora indicada por el anterior testigo, encontró á dos sugetos, de los cuales uno le compró aguardiente; Darmés ha convenido en que efectivamente lo bebió y ademas se recordará que el sergent de ville, Lemaire, dice que Darmés cuando se le arrestó despedia un olor alcohólico.
    • 1870 Mansilla, L. V. Indios Ranqueles [1957] Argentina (CDH )

      Sus ojos me seguían, los míos no le dejaban.

      En uno de los esfuerzos que hizo sacó el facón.

      Era una daga acerada de dos filos, con cruz y cabo de plata; y en un vaivén llegó a ponerse casi sobre mí.

      — Cuidado, mi Coronel —me dijo Miguelito interponiéndose, y hablándole al salvaje en su lengua con acento dulcísimo.

      — ¡Cuidado! —gritaron varios.

      Yo, afectando una tranquilidad que dejase bien puesto el honor de mi sangre y de mi raza:

      — No hay cuidado —contesté.

      El esfuerzo convulsivo supremo, hecho por el indio, agotó el resto de sus fuerzas hercúleas enervadas por los humos alcohólicos.

      Los que le sujetaban, sintiéndole desfallecer, abandonaron el cuerpo a su propia gravedad; cumplióse la inmutable ley:

      E caddi, come corpo morto cade!

    • 1875 Pz Galdós, B. Batalla Arapiles [2002] Esp (CDH )
      En poco tiempo, Tourlourou, Molichard y Jean-Jean, regalaron sus venerandos cuerpos con lo mejor que había en la bodega, y helos aquí que por grados perdían la serenidad, si bien el cabo de dragones parecía tener más resistencia alcohólica que sus ilustres compañeros de armas y de vino.
    • 1892 Rubén Darío Rojo [1950] 162 Cuentos Nicaragua (CDH )

      Y además, es un hecho que el talento y la locura están íntimamente ligados; pues aunque, a propósito de la pérdida intelectual de nuestro querido Maupassant, ha habido quienes nieguen la exactitud de esta afirmación, la experiencia manifiesta lo contrario. Nacen los infelices mártires, según la frase medical, progenerados. Luego el medio, las circunstancias, las contrariedades, los abusos genéricos o alcohólicos; las fuertes impresiones... ¡Llega un momento en que el arpa de los nervios siente en sus cuerdas una mano infernal que comienza una sinfonía macabra!

    • 1894 Zeno Gandía, M. Charca [2002] Puerto Rico (CDH )

      Marcelo saltó del mulo, y antes que nadie se apercibiese de sus actos bebió con aire risueño una buena dosis de aguardiente puro. Al tratarse de pagar escurrió el bulto, y lanzando groseras risotadas hizo que otro de los viajeros pagara el gasto.

      Desde aquel momento, el joven se lanzó desatinado a las mayores extravagancias. El veneno alcohólico, obrando en él lentamente, produjo con disimulo el desastre: fuese elaborando poco a poco la perturbación hasta dispararle con fiereza en el ímpetu.

    • 1902 Díaz Rdz, M. Sangre Patricia [1925] Venezuela (CDH )

      Ocampo resolvió alejar á Tulio de París, de la ciudad malsana henchida de locos y degenerados de todos los pueblos, como su compatriota el músico. Reservándose aconsejarle después el regreso á América, si era preciso, le aconsejó un viaje largo por la misma Europa. Le dijo cómo un viaje en plena primavera debía de ser una delicia, y le prometió acompañarle durante algunos días por lo menos. Lo exhortó á no probar ninguna suerte de venenos alcohólicos, y á no usar, por ningun caso, de éter ni morfina.

    • 1928 Carrasquilla, T. Marquesa Yolombó [1984] Colombia (CDH )

      — ¡Josú, hija! ¿De dónde sacas tú esos cuentos tan feos?

      — ¡Ave María, su Merced! Quien la ve tan viejorra y tan vivaracha, y la engañan y la embotellan que ni a una inocente. Como si no supiera yo lo indecentes que son los hombres.

      Y aquí, desde su pabellón de manta que cae a su silla monumental, en donde ella cultiva su exuberante corpulencia y sus gestaciones casi perpetuas, sigue concretándose en el hidepú de Fulano y el hidetal del Zutano, porque Doña María de la Luz no larga de su boca infanzona su palabreja favorita. Su padre, su marido, su suegro, sus hijos, el cura, el sacristán y sursum corda son, para ella, otros tantos hijos de perra, si no de alguna cerda revolcada. *

      A estas y las otras comparece en el amplio aposento Taita Moreno en cuerpo y alma.

      Acaba de salir de una de sus encerronas alcohólicas, y, como le acontece después de estas emergencias, viene muy acicalado y peripuesto. El negro Benedicto, su sastre y camarero mayor, industriado para tales casos, le ha velado la mona, noche y día, para ver qué necesitaba. La solitaria bebecinia ha sido, en esta vez, de treinta y tantas horas; y, en cuanto ha golpeado, ha acudido el guardián, con los barreños y las jofainas, las aguas frías y las calientes; ha avisado en seguida a la cocina para que frieran lo más suculento e irritante que en la despensa topasen; y ha volado, luego, por Don Pablitos Layos para que lo afeitara, arreglase el cabello y le trenzara la coleta.

    • 1961 Martín-Santos, L. Tiempo silencio [1996] Esp (CDH )
      Alegres, pues, transcurrían los días del caballero, gozoso de su status confortable, calentado en la cama por varios cuerpos, consolado por ingestiones alcohólicas, reconfortado por la certidumbre de haber conseguido todo aquello gracias a un ingenio que le permitiera perfeccionar los métodos de captura y cría y aprovechamiento de pastos y piensos, como inteligente que era aunque no letrado, aureolado además por relaciones selectas, protecciones de otro mundo, que hasta su misma casa descendían a veces como las del cuasipariente Amador e incluso la del señor doctor que le había hablado de igual a igual, sin aparentar y sin hacer mención de las sensibles diferencias y hondos abismos que escinden las existencias de los situados a uno y otro lado de la barrera del color.
    • 1972 García Hortelano, J. Mary Tribune [1999] Esp (CDH )

      — Que duerman. Me voy.

      — Y ¿cuándo limpio?

      La abandoné a su problemática, para aplicarme a la tortura del afeitado y la ducha. El agua fría me ensució con la memoria de la noche, en su conjunto y en detalle. Sin tiempo, acelerado por las sobras alcohólicas, me vestí a ciegas, besé la frente de Mary y acudí a la Merceditas para que me ilustrase en qué día vivíamos, asaeteado por el temor de haber dormido, no una y media, sino cuarenta y ocho horas.

    • 2000 Quesada, R. Big Banana [2000] Honduras (CDH )

      A las diez de la noche tres ecuatorianos yacían en la lona. Otros dos enfrentaban el juicio de los excesos, es decir, vómitos y mareos. A esa hora el teléfono sonó, y el corazón de los sobrevivientes a la inundación alcohólica se congestionó de latidos. El afortunado fue Eduardo. Antes de llegar al teléfono imaginó el gusanito de seda tocándole la oreja... y anidándose en su cueva favorita, pero todo fue un fallo de cálculos, de presentimientos.

    • 2002 Bryce Echenique, A. Huerto Amada [2002] Perú (CDH )
      Aquél iba a ser un día de esclavitud, de órdenes absurdas y matonescas, de empellones, coscorrones, escupitajos, y quién sabe cuántas salvajadas más, a medida que el consumo alcohólico fuera en aumento y el afán de venganza por los maltratos sufridos en carne propia, cuando a ellos les tocó ingresar a la universidad y verse convertidos en cachimbos, los fuera convirtiendo en verdaderas hienas entregadas con grosero deleite e inmundo furor al cumplimiento de aquel rito iniciático universitario.
    • 2011 Rosencof, M. Sala 8 Ur (CORPES)
      Éramos dos derrumbes que no caían por apoyarse el uno contra el otro, calladitos y sin el vaso alcohólico, que con los nervios el Chongo olvidó. Cuando cruzamos los telones de la separación y entramos en territorio de mujeres, el desganado entró a mirar con más soltura, para un lado y para el otro, porque las sábanas colgadas impedían un control estricto del carabinero.
    • 2022 Anónimo (R. C.) "ARCHI conciencia chiclaneros" [21-11-2022] Diario de Cádiz (Cádiz) (HD)
      Esta asociación atiende desde hace tres décadas a hombres y mujeres que han desarrollado la dependencia alcohólica, así como los problemas que arrastra. Desde hace años lleva a cabo el programa subvencionado por el Ayuntamiento 'Cuida tu Libertad', desarrollado en la ciudad.
    • 1841 Anónimo "Trad Regicidio, Darmes" [30-05-1841] Gaceta de los Tribunales o Causas y Hechos Célebres del Reino y Extranjeros (Madrid) (HD)
      Feliza, vendedora de bebidas, declara tambien que el dia 15 de octubre, en el sitio y hora indicada por el anterior testigo, encontró á dos sugetos, de los cuales uno le compró aguardiente; Darmés ha convenido en que efectivamente lo bebió y ademas se recordará que el sergent de ville, Lemaire, dice que Darmés cuando se le arrestó despedia un olor alcohólico.
    • 1870 Mansilla, L. V. Indios Ranqueles [1957] Argentina (CDH )

      Sus ojos me seguían, los míos no le dejaban.

      En uno de los esfuerzos que hizo sacó el facón.

      Era una daga acerada de dos filos, con cruz y cabo de plata; y en un vaivén llegó a ponerse casi sobre mí.

      — Cuidado, mi Coronel —me dijo Miguelito interponiéndose, y hablándole al salvaje en su lengua con acento dulcísimo.

      — ¡Cuidado! —gritaron varios.

      Yo, afectando una tranquilidad que dejase bien puesto el honor de mi sangre y de mi raza:

      — No hay cuidado —contesté.

      El esfuerzo convulsivo supremo, hecho por el indio, agotó el resto de sus fuerzas hercúleas enervadas por los humos alcohólicos.

      Los que le sujetaban, sintiéndole desfallecer, abandonaron el cuerpo a su propia gravedad; cumplióse la inmutable ley:

      E caddi, come corpo morto cade!

    • 1870 Mansilla, L. V. Indios Ranqueles [1957] 274 Argentina (CDH )

      Me puse de pie, como Don Quijote en la escena con Maritornes, y vi un cuerpo revolcándose a mi lado. Volví a llamar a Camargo, con todos mis pulmones, se levantó rápido, se acercó a mi cama y oyendo que le decía: ¿qué es eso? señalándole el bulto, se agachó, miró, echóse a reír y exclamó:

      — Es el indio borracho.

      Comprendí lo que había pasado; su interlocutor de un rato antes, al cruzar por mi enramada había tropezado, se había caído y con la tranca no había podido levantarse; había posado su cara sobre la mía y me había bañado con sus babas y sus erupciones alcohólicas.

      Tuve que llamar a Carmen, que lavarme y mudar de ropa.

    • 1875 Pz Galdós, B. Batalla Arapiles [2002] Esp (CDH )
      En poco tiempo, Tourlourou, Molichard y Jean-Jean, regalaron sus venerandos cuerpos con lo mejor que había en la bodega, y helos aquí que por grados perdían la serenidad, si bien el cabo de dragones parecía tener más resistencia alcohólica que sus ilustres compañeros de armas y de vino.
    • 1892 Facundo (José Tomás de Cuéllar) "Dos millones pesos" p. 83 Articulos ligeros Esp (BD)
      Desde luego resulta un hecho palpable en el modo de ser de la capital que, sin recurrir al pormenor de la estadística, presenta al hacendista ancho campo para sus cálculos. I. Populacho miserable que demanda socorro y protección. II. Comercio de licores embriagantes en todo el auge de su preponderancia, y tomando creces cada día. III. Los precios ínfimos, de plaza y mostrador, poniendo la embriaguez al alcance de los pobres y de los hijos de familia. IV. El vicio de la embriaguez arrebatando á las familias y á las carreras profesionales á jóvenes imberbes, aumentando las afecciones del hígado, la estadística alcohólica y propagando el raquitismo de la prole, y llenando las cárceles y los hospitales con los criminales y heridos en riña de borrachos.
    • 1892 Rubén Darío Rojo [1950] 162 Cuentos Nicaragua (CDH )

      Y además, es un hecho que el talento y la locura están íntimamente ligados; pues aunque, a propósito de la pérdida intelectual de nuestro querido Maupassant, ha habido quienes nieguen la exactitud de esta afirmación, la experiencia manifiesta lo contrario. Nacen los infelices mártires, según la frase medical, progenerados. Luego el medio, las circunstancias, las contrariedades, los abusos genéricos o alcohólicos; las fuertes impresiones... ¡Llega un momento en que el arpa de los nervios siente en sus cuerdas una mano infernal que comienza una sinfonía macabra!

    • a1894 García Icazbalceta, J. VocMexicanismos [1899] Mx (BD)
      Alcohólico, ca. adj. [...] Concerniente al alcohol.
    • 1894 Zeno Gandía, M. Charca [2002] Puerto Rico (CDH )

      Marcelo saltó del mulo, y antes que nadie se apercibiese de sus actos bebió con aire risueño una buena dosis de aguardiente puro. Al tratarse de pagar escurrió el bulto, y lanzando groseras risotadas hizo que otro de los viajeros pagara el gasto.

      Desde aquel momento, el joven se lanzó desatinado a las mayores extravagancias. El veneno alcohólico, obrando en él lentamente, produjo con disimulo el desastre: fuese elaborando poco a poco la perturbación hasta dispararle con fiereza en el ímpetu.

    • 1902 Díaz Rdz, M. Sangre Patricia [1925] Venezuela (CDH )

      Ocampo resolvió alejar á Tulio de París, de la ciudad malsana henchida de locos y degenerados de todos los pueblos, como su compatriota el músico. Reservándose aconsejarle después el regreso á América, si era preciso, le aconsejó un viaje largo por la misma Europa. Le dijo cómo un viaje en plena primavera debía de ser una delicia, y le prometió acompañarle durante algunos días por lo menos. Lo exhortó á no probar ninguna suerte de venenos alcohólicos, y á no usar, por ningun caso, de éter ni morfina.

    • 1904 Blest Gana, A. Transplantados [1904] Chile (CDH )

      Hacía poco que acababa de volver, con la abuelita, del Jardín de Plantas, una excursión sin atractivo para ella, en la que doña Regis iba á alimentar su nostalgia con la vista de algunas muestras, más ó menos raquíticas, de la flora y de la fauna hispano-americana.

      Al ver á la señora, rígida en su poltrona, mirando vagamente en el espacio, mientras Mercedes le leía la vida de algún santo, Juan Gregorio, á pesar de los vapores alcohólicos que hacían agitarse sus ideas en una especie de neblina, la comparó al «condor macilento»de que había hablado hacía poco en su conversación con Campaña y Fuentealba. Pero el semblante de la señora se iluminó con un pálido rayo de alegría cuando vió entrar á Juan Gregorio. El mozo subía muy raras veces al tercer piso.

    • 1904 Blest Gana, A. Transplantados [1904] Chile (CDH )

      — Sí, sí, corta y buena, abuelita, corta y buena, esa es la regla de la vida. ¡Ah! por ejemplo, usted no puede hablar de corta, ¿eh? Y lo de buena, usted lo entiende á su modo. ¡Apuesto á que ha ido usted hoy al Jardín de Plantas, á ver al cóndor macilento! ¡Esta buena abuelita! Usted sabe que yo la quiero, ¿no es así? Sabe que yo la quiero mucho.

      Se hallaba de pie y golpeando familiarmente el hombro á la señora, tratando de pronunciar con claridad y figurándose que nada revelaba en él los vapores alcohólicos acumulados en su cerebro.

      Doña Regis y Mercedes cambiaron una mirada de inteligencia. La anciana dirigió después sus ojos al cielo, con la expresión pesarosa del que implora el favor de lo alto en alguna desgracia. Sin notarlo, el mozo tomó una silla.

    • 1916 Azuela, M. Abajo [1991] México (CDH )

      — Yo creo —opinó con mucha gravedad Venancio— que si Camila amaneció en la cama de Demetrio, sólo fue por una equivocación. Bebimos mucho... ¡Acuérdense!... Se nos subieron los espíritus alcohólicos a la cabeza y todos perdimos el sentido.

      — ¡Qué espíritus alcohólicos ni qué!... Fue cosa convenida entre el curro y el general.

    • 1916 Azuela, M. Abajo [1991] México (CDH )

      Humo decigarro, olor penetrante de ropas sudadas, emanaciones alcohólicas y el respirar de una multitud; hacinamiento peor que el de un carro de cerdos. Predominaban los de sombrero tejano, toquilla de galón y vestidos de kaki.

      — Caballeros, un señor decente me ha robado mi petaca en la estación de Silao... Los ahorros de toda mi vida de trabajo. No tengo para darle de comer a mi niño.

    • 1928 Carrasquilla, T. Marquesa Yolombó [1984] Colombia (CDH )

      — ¡Josú, hija! ¿De dónde sacas tú esos cuentos tan feos?

      — ¡Ave María, su Merced! Quien la ve tan viejorra y tan vivaracha, y la engañan y la embotellan que ni a una inocente. Como si no supiera yo lo indecentes que son los hombres.

      Y aquí, desde su pabellón de manta que cae a su silla monumental, en donde ella cultiva su exuberante corpulencia y sus gestaciones casi perpetuas, sigue concretándose en el hidepú de Fulano y el hidetal del Zutano, porque Doña María de la Luz no larga de su boca infanzona su palabreja favorita. Su padre, su marido, su suegro, sus hijos, el cura, el sacristán y sursum corda son, para ella, otros tantos hijos de perra, si no de alguna cerda revolcada. *

      A estas y las otras comparece en el amplio aposento Taita Moreno en cuerpo y alma.

      Acaba de salir de una de sus encerronas alcohólicas, y, como le acontece después de estas emergencias, viene muy acicalado y peripuesto. El negro Benedicto, su sastre y camarero mayor, industriado para tales casos, le ha velado la mona, noche y día, para ver qué necesitaba. La solitaria bebecinia ha sido, en esta vez, de treinta y tantas horas; y, en cuanto ha golpeado, ha acudido el guardián, con los barreños y las jofainas, las aguas frías y las calientes; ha avisado en seguida a la cocina para que frieran lo más suculento e irritante que en la despensa topasen; y ha volado, luego, por Don Pablitos Layos para que lo afeitara, arreglase el cabello y le trenzara la coleta.

    • 1948 Marechal, L. Adán Buenosayres [1999] 171 Argentina (CDH )
      Pero Adán temblaba, reflexionando ahora en el temible juicio de la criatura puesta delante de su Creador; y a través de los humos alcohólicos que aún velaban su conciencia, oía nuevamente dentro de sí cómo empezaban a redoblar los tambores admonitorios, las habladoras cajas de su noche penitencial. "¡No todavía! —gritó en su ánimo—. ¡Resistir!" Y como, sin quererlo, hubiera levantado sus ojos hasta el Crucifijo de bronce, los apartó bruscamente (sí, un pez que se revolvía en el anzuelo: un pez que ya no estaba en el agua ni todavía en la mano del pescador).
    • 1948 Marechal, L. Adán Buenosayres [1999] Argentina (CDH )

      Con la tormenta gruñendo ya en el horizonte, hora es de que nos asomemos al círculo heterodoxo de la cocina, siquiera para lograr una débil noción de lo que se traían entre manos aquellos intelectuales ebrios, y no sólo de gloria. ¿Cuál era el motivo de sus risas? ¿Olvidaban, acaso, las normas del intelectual decoro, víctimas inocentes de la botella ilustre? ¡No, aquellos no eran hombres de ahorcar sus virtudes en el sarmentoso árbol de Dionisos! Por el contrario, había en aquel sector algunos varones cuya inteligencia sólo alcanzaba su ápice tras haber logrado un coeficiente alcohólico no pequeño: tal un Franky Amundsen, descendiente de aquellos vikingsfamosos que antaño se mamaban con absoluta dignidad frente a las auroras boreales; tal un Samuel Tesler, vástago directo del vitivinícola Noé; tal un Adán Buenosayres, cuyo árbol genealógico bien podía ser una parra, si ha de considerarse la grey de bebedores nunca saciados que, así en la rama paterna como en la materna, le habían precedido en el arte sublime de levantar la copa.

    • c1928-a1952 Fernández, M. Museo Eterna [1993] Argentina (CDH )

      ¿Cómo ocurrió? ¡Por milagro de novela! Y por diversos recursos sutiles y amenos de desesperación o encantamiento de la población de Buenos Aires, hasta tornarla dócil a la hueste presidencial. Así: pasear en las salas de los bares, entre los olores alcohólicos y tabáquicos, una hirviente olla de un gran puchero múltiple y sabroso que desparrama el perfume hogareño, enternecedor, de sus vapores, operando el desmontamiento del humor de orgía; el riego imperfecto de los árboles de plazas y veredas, dejando algunos sin regar lo que desespera a quienes miran regar; la mujer que anda preguntando a todo el mundo si tiene la cara más ancha que larga [...].

    • 1961 Martín-Santos, L. Tiempo silencio [1996] Esp (CDH )
      Alegres, pues, transcurrían los días del caballero, gozoso de su status confortable, calentado en la cama por varios cuerpos, consolado por ingestiones alcohólicas, reconfortado por la certidumbre de haber conseguido todo aquello gracias a un ingenio que le permitiera perfeccionar los métodos de captura y cría y aprovechamiento de pastos y piensos, como inteligente que era aunque no letrado, aureolado además por relaciones selectas, protecciones de otro mundo, que hasta su misma casa descendían a veces como las del cuasipariente Amador e incluso la del señor doctor que le había hablado de igual a igual, sin aparentar y sin hacer mención de las sensibles diferencias y hondos abismos que escinden las existencias de los situados a uno y otro lado de la barrera del color.
    • 1961 Martín-Santos, L. Tiempo silencio [1996] Esp (CDH )

      — Ahora esta silla está aquí abajo —cogiendo aquella en la que estaba sentado—. Y ahora está aquí arriba —colocándola encima del mármol negro de la mesa.

      — Pero tu corpo no está donde era —protestó el alemán que provenía de una raza más dotada para la estricta metafísica.

      — Lo está —dijo Matías encaramándose y sentándose triunfalmente ante el gesto de disgusto, no exento de admiración, de la muchedumbre letrada de nivel alcohólico moderado o nulo.

      Tres camareros avanzaban enérgicamente hacia la silla curul y Matías hubo de limitar el alcance temporal de su experimento que, por el contrario, en el aspecto espacial no le pareció dejar nada por desear.

    • 1961 Martín-Santos, L. Tiempo silencio [1996] 138 Esp (CDH )
      En entrando, un aroma desagradable y ácido mezclado con vapores alcohólicos, les hizo adivinar lo que iban a ver, que fue las sábanas manchadas de vómito vinoso y al arcángel yacente envuelto en ronquidos y mancillado por sus mismas deyecciones, lamentable imagen de la condición humana y no divina que nuestros primeros padres nos legaron.
    • 1972 García Hortelano, J. Mary Tribune [1999] Esp (CDH )

      — Que duerman. Me voy.

      — Y ¿cuándo limpio?

      La abandoné a su problemática, para aplicarme a la tortura del afeitado y la ducha. El agua fría me ensució con la memoria de la noche, en su conjunto y en detalle. Sin tiempo, acelerado por las sobras alcohólicas, me vestí a ciegas, besé la frente de Mary y acudí a la Merceditas para que me ilustrase en qué día vivíamos, asaeteado por el temor de haber dormido, no una y media, sino cuarenta y ocho horas.

    • 1972 García Hortelano, J. Mary Tribune [1999] Esp (CDH )
      Apuntalé algunas injurias con Bert en el tiempo que bailamos y que Mary utilizó en beberse dos whiskys, tan eficaces que la alzaron al nivel alcohólico de Pablo. Como no tenía noche para sobrellevar borracheras ajenas, me escapé a pasar revista al mujerío rozagante que, en la barra, estaba dispuesto para la felicidad del cliente, me abrí paso entre los compactos compatriotas de Mary y, cuando una enana de labios de mulata Y caderas lisas me daba el beleño de su sonrisa, Ramón —que se encontraba en epígono de lo que suponía ser mis hábitos— me abrazó, como si hubiese oído aquella noche por la radio el decreto de mi nombramiento.
    • 1972 García Hortelano, J. Mary Tribune [1999] Esp (CDH )
      Bert aseguró al rato, o a la hora, que no se preocupase Mary de las manchas, que eran todas de procedencia alcohólica, que se preocupase por el agujero de quemadura en la pernera derecha. Aquello debía de ser la risa de Sagrario. El otro rumor, la mano de Mary en mi nuca.
    • 1972 García Hortelano, J. Mary Tribune [1999] Esp (CDH )

      Posé un brazo en su espalda. Como un estetoscopio, su aliento alterado caldeaba el mango de mi esternón. Aprovechándome de la diferencia de estaturas, pude beber una dosis de ginebra sobre su cabeza, antes de equilibrar el vaso en lo que conjeturé la mesilla de noche y resultó el televisor. Desocupado el brazo alcohólico, despegué su salivosa facies de mi tórax.

    • 1972 García Hortelano, J. Mary Tribune [1999] Esp (CDH )

      — Que yo ahora bebo menos, porque me gusta el sabor. Será que estoy solo.

      — ¡¿Sólo?! —chilló Sagrario—. ¿Cómo te atreves a decir eso?

      — Sin compañía alcohólica —aclaré—. En todo caso, beber es una estupidez.

    • 1972 García Hortelano, J. Mary Tribune [1999] Esp (CDH )

      — Bueno, Lorenzo, me lo pensaré.

      — Piénseselo a fondo. ¿Acepta usted una copita en la casa? Mi esposa estaría encantada, porque así dejaba esta galera que, como ella dice, me tiene sorbido el seso.

      Mis entrañas alcohólicas argumentaron, rugientes, la afirmativa.

      Será mejor en otra ocasión, Lorenzo. Quizá vuelva a nevar.

    • 1974 Saiz, G. Princesa [1974] México (CDH )
      Entonces Tito ¡pues yo no venía manejando! Entonces ¿quién venía manejando? Un cuate que me dijo en Las Dos Tortugas que él manejaba y yo le dije que sí... Fíjate nada más qué estúpido... Y mientras florecían las margaritas ahí tienes que la prueba de la borrachera. Del aliento alcohólico. Entonces yo que tenía la conciencia limpia, ya ves que no tomo ni un trago de nada, agarro, bueno, fui muy tranquila pensando haré lo que a mí me nazca hacer porque no he tomado ni gota... Así, muy decidida, haré lo que hacen los que no han tomado ¿no? Entonces que me paran con las manos extendidas, con la cabeza para atrás y con los ojos cerrados, y lógico, claro que sientes que te mareas y con el mareo y el vestido entubado olvídate si me dejé ir como rehilete.
    • 1975 Mendoza, E. Caso Savolta [1994] Esp (CDH )
      Y comencé a beber en demasía, tan pronto salía del despacho, con la ilusa esperanza de que los vahos alcohólicos embrutecieran mis sentidos y me hicieran más llevaderas mis horas. El efecto fue totalmente contraproducente, pues mi sensibilidad se agudizó, el tiempo parecía no transcurrir y me asaltaban ensoñaciones tortuosas. Despertaba crispado y flotaba en las ondas del delirio.
    • 1977 Paso, F. Palinuro [1982] México (CDH )

      «To beer or not to beer!», replicó Palinuro, levantando un tarro de cerveza en actitud de la Estatua de la Libertad.

      ¡Qué borrachera aquélla, Estefanía, la de esa tarde en que caminé por los hervideros mitológicos al calor de una liturgia alcohólica compartida por Palinuro, el general que tenía un ojo de vidrio, don Próspero y tantos amigos más! Tenía razón Palinuro: la cantina de Pepes era como un templo donde las copas, arrojadas al vacío, podían darle la vuelta al mundo un milímetro arriba de la sal del mar, y volver de frente, rebosantes de tintineos solares y lenguas que se asomaban por los bordes del cristal, rojas de presentimientos.

    • 1977 Paso, F. Palinuro [1982] México (CDH )
      Cada vez se me hace más larga esta escalera. ¿Por qué no nos mudamos al segundo piso, junto al cartero? Claro, siempre he dicho que el médico es el cartero que nos da las buenas y las malas noticias, que nos dice, hip, que vamos a tener un bebé, ¡cuidado, shhh! ¡te dije que no hagas ruido! O que nos dice: señor Palinuro, tiene usted muy poca sangre en el torrente alcohólico. Ven, no te sientes en la escalera, dame la mano. Pero nunca me cambiaré al tercer piso, porque allí vive un policía y parece que yo no le caigo muy bien que digamos.
    • 1977 Paso, F. Palinuro [1982] 113 México (CDH )
      Pero quizás esta confusión se debe más que nada a mi manía de ir a la Hemeroteca a leer periódicos viejos. Periódicos de cuando nací, imagínate. Un día te voy a llevar conmigo a la Hemeroteca, ¿okey?... ¡Ay, estoy más crudo de lo necesario! Si no vas a comprar unos bebestibles nos moriremos de insuficiencia alcohólica. También hace falta algo sólido, ¿no crees? En la alacena no hay sino dos bollos duros que se dieron por generación espontánea...
    • 1977 Paso, F. Palinuro [1982] 361 México (CDH )
      Esperó a que las colegialas de la Benito Juárez y la Secundaria 18 salieran de clases, y les silbó piropos que las hacían enrojecer de las pantorrillas para arriba. Visitó los barrios bajos, codeándose con borrachos que agonizaban de insuficiencia alcohólica, peluqueros decididos a oxigenar a sus víctimas y ciegos que lo importunaban con sombreros y zíperes voladores.
    • 1986 Bryce Echenique, A. Magdalena [1986] 53 Perú (CDH )
      Lo que sí le agradecería, profesor Harrison, es que antes de improvisar mi conferencia, gracias a la amable invitación de la señorita Nipsky, que sin duda ha actuado bajo la supervisión del profesor Next Husband, es que usted me invitara una copa o dos o tres, porque la señorita Nipsky no tiene ninguna reserva alcohólica en su casa. Es más, se me ha declarado miembro de alguna secta religiosa que no bebe, cuando la religión en Uruguay es que uno bebe, sobre todo cuando festeja una llegada tan accidentada como la mía.
    • 1986 Díez Rdz, L. M. Fuente edad [1993] Esp (CDH )

      Don Florín alzó la jarra antes de proceder a llenar los vasos, que aguardaban codiciosos.

      — Permitirme una invocación a Nuestro Padre Gerónides, que desde su alcohólica gloria por nosotros vela.

      Se puso de pie y todos siguieron su ejemplo. Por un instante el silencio atemperó las nieblas del Capudre.

      — Padre del trago divino —declamó don Florín— infunde en esta hermandad, con el orujo y el vino, tu embriagada santidad.

    • 1986 Díez Rdz, L. M. Fuente edad [1993] Esp (CDH )
      Pacho Robla y Pascual Llombera llamaban al doctor Cifuentes, y una voz, que no podía disimular un cierto tufo alcohólico, contestaba desde el fondo del salón que había sido requerido para operar una fimosis.
    • 1987 Muñoz Molina, A. Invierno Lisboa [1995] Esp (CDH )
      Ahora, mientras lo veía venir hacia mí entre los bebedores del Metropolitano, pensé que se había vuelto más lento o más sagaz, como si ocupara un lugar duradero en el espacio. Nos saludamos sin efusión: así había sucedido siempre. La nuestra había sido una amistad discontinua y nocturna, fundada más en la similitud de preferencias alcohólicas —la cerveza, el vino blanco, la ginebra inglesa, el bourbon— que en cualquier clase de impudor confidencial, en el que nunca o casi nunca incurrimos.
    • 1988 Aguilera Malta, D. Pelota [1988] 86 Ecuador (CDH )
      Bajo tales circunstancias, ¿cómo podía Ruco prestar la menor atención a nadie? Estaba fuera de la realidad ajena. Se había sumergido en su propia realidad. De allí, ¿quién lo sacaba? Juan Ángel, que lo veía así casi todas las noches, no podía extrañarse. Sabía, por otra parte, que en esos momentos estaba borracho. ¿Borracho? Sí. Sabía muy bien que los televisores le daban la puntilla a las alcohólicas mamilas. En tal caso, ¿para qué perder el tiempo tratando de sacarlo de sí mismo? Lo razonable era regresar a su proyector, su pantalla y su película. Así lo hizo. Una vez más, pasó la película cuadro por cuadro. Esto lo convenció definitivamente. Sí.
    • 1988 Mutis, Á. Ilona [1988] Colombia (CDH )
      Era un panameño delgado, de ojos saltones, que pertenecía a esa clase de cantineros que no hacen preguntas pero que tienen una memoria infalible respecto a las preferencias y caprichos alcohólicos de los parroquianos. El barman ideal. Resolví enviar a mis amigos esa dirección para que allí me fuera guardada la correspondencia.
    • 1988 Mutis, Á. Ilona [1988] 73 Colombia (CDH )
      Para conseguir las primeras candidatas, dispongo de una lista de clientas de la boutique que teníamos con Erzsébet Pásztory. Había algunas que estaban ya en la vida galante, como decía mi padre, y otras con una marcada vocación para ello. Para atraer a los clientes contamos con dos grupos de colaboradores, listos a participar mediante una suma de dinero que periódicamente les daremos: los barman de los hoteles a quienes hemos sometido a la heterodoxia alcohólica y los capitanes de botones de los mismos hoteles, muchos de los cuales ya prestan ese servicio de información a los huéspedes.
    • 1995 Britton, R. M. No pertenezco [1995] Panamá (CDH )
      ¡Cómo le temía a su aliento alcohólico y sus manazas dispuestas a pegar o acariciar! Madame me salvó de la cárcel. Es famosa en la isla; en cuanto llega, comienza a buscar pupilas y no tenéis idea de los alborotos que forman las candidatos frente al albergue. Yo me estacioné tres días con sus noches en la puerta hasta que Madame se dio cuenta de mi presencia y me contrató. Aquí soy muy feliz, Monsieur; tengo ropa bonita, me sobran monedas para ayudar a los míos, aprendo cosas nuevas todos los días y cuento con vuestra protección.
    • 1998 Gamboa, S. Páginas vuelta [1998] Colombia (CDH )
      Pensó en la biografía que Douglas Day hizo de Malcolm Lowry y recordó lo que, según el autor, era el motor de su dependencia alcohólica: el deseo de anularse para la escritura, de autodestruirse por temor a no alcanzar de nuevo la calidad de Bajo el volcán; ese horror a la incapacidad que Hemingway también padeció.
    • 1998 Gamboa, S. Páginas vuelta [1998] Colombia (CDH )

      — Hermano, hermano... —le tocó el hombro y él se dio vuelta abriendo un ojo—. Hermano, venga. El Superior lo llama.

      — ¿Qué? —al abrir su boca la hermana sintió un olor agrio y penetrante que llenó sus fosas nasales.

      — El Superior te llama, ven, levántate.

      — Jaque mate... —balbuceó el hermano entre vaharadas de aliento alcohólico, y se dio vuelta para seguir durmiendo.
    • 2000 Quesada, R. Big Banana [2000] Honduras (CDH )

      A las diez de la noche tres ecuatorianos yacían en la lona. Otros dos enfrentaban el juicio de los excesos, es decir, vómitos y mareos. A esa hora el teléfono sonó, y el corazón de los sobrevivientes a la inundación alcohólica se congestionó de latidos. El afortunado fue Eduardo. Antes de llegar al teléfono imaginó el gusanito de seda tocándole la oreja... y anidándose en su cueva favorita, pero todo fue un fallo de cálculos, de presentimientos.

    • 2002 Bryce Echenique, A. Huerto Amada [2002] Perú (CDH )
      Aquél iba a ser un día de esclavitud, de órdenes absurdas y matonescas, de empellones, coscorrones, escupitajos, y quién sabe cuántas salvajadas más, a medida que el consumo alcohólico fuera en aumento y el afán de venganza por los maltratos sufridos en carne propia, cuando a ellos les tocó ingresar a la universidad y verse convertidos en cachimbos, los fuera convirtiendo en verdaderas hienas entregadas con grosero deleite e inmundo furor al cumplimiento de aquel rito iniciático universitario.
    • 2011 Rosencof, M. Sala 8 Ur (CORPES)
      Éramos dos derrumbes que no caían por apoyarse el uno contra el otro, calladitos y sin el vaso alcohólico, que con los nervios el Chongo olvidó. Cuando cruzamos los telones de la separación y entramos en territorio de mujeres, el desganado entró a mirar con más soltura, para un lado y para el otro, porque las sábanas colgadas impedían un control estricto del carabinero.
    • 2022 Anónimo (R. C.) "ARCHI conciencia chiclaneros" [21-11-2022] Diario de Cádiz (Cádiz) (HD)
      Esta asociación atiende desde hace tres décadas a hombres y mujeres que han desarrollado la dependencia alcohólica, así como los problemas que arrastra. Desde hace años lleva a cabo el programa subvencionado por el Ayuntamiento 'Cuida tu Libertad', desarrollado en la ciudad.
  5. s. m. y f. Persona que bebe alcohol en exceso.
    Sinónimo: alcoholista
    docs. (1846-2022) 42 ejemplos:
    • 1846 Jiménez, M. F. Apuntes HFiebre petequial p. 15 Mx (BD)
      Nótese aquí de paso, un síntoma que corresponde al grupo anterior, la anafrodisia, que se observa desde muy temprano, y que es uno de los resultados mas desastrosos del alcoholismo, especialmente en la raza indígena, en cuya degradacion toma ese vicio una parte muy eficaz [...]. Como en el hecho que analizamos, la mucosa gástrica de los alcohólicos suele encontrarse espesada y endurecida; es frecuente hallarla muy pálida y sus rugas fuertemente teñidas de la sustancia moreno-negruzca que les es propia; á veces está desgastada ó reblandecida, y es muy raro el descubrir alguna ulceracion en su superficie.
    • 2022 Guerra, A. "Historia vino" [07-11-2022] El Faro de Ceuta (Ceuta): elfarodeceuta.es Esp (HD)
      Pero, ojo, que también tiene el vino algunas contraindicaciones: los excesos abusivos por ingestión etílica cuando se bebe sin control; porque, entonces, puede producir numerosas enfermedades que acarrean patologías de riesgo hepático, renal y efectos colaterales inducidos que en los alcohólicos producen insomnio, trastorno de la personalidad, caer en descrédito ante la sociedad, perder el juicio y la razón los borrachos, si hacen mal vino.
    • 1846 Jiménez, M. F. Apuntes HFiebre petequial p. 15 Mx (BD)
      Nótese aquí de paso, un síntoma que corresponde al grupo anterior, la anafrodisia, que se observa desde muy temprano, y que es uno de los resultados mas desastrosos del alcoholismo, especialmente en la raza indígena, en cuya degradacion toma ese vicio una parte muy eficaz [...]. Como en el hecho que analizamos, la mucosa gástrica de los alcohólicos suele encontrarse espesada y endurecida; es frecuente hallarla muy pálida y sus rugas fuertemente teñidas de la sustancia moreno-negruzca que les es propia; á veces está desgastada ó reblandecida, y es muy raro el descubrir alguna ulceracion en su superficie.
    • 1871 Anónimo "Delirio social" [20-08-1871] El Siglo Médico (Madrid) (HD)
      El alcoholismo tiene sin duda parte muy principal en lo que está pasando en el mundo. Prueba al canto. Segun la estadística publicada por el Dr. Everest, en el espacio de 8 años han muerto de embriaguez 300.000 personas en los Estados Unidos; en Inglaterra hacen los alcohólicos la friolera de 50.000 víctimas anualmente; en Alemania mueren cada año 40.000; en Rusia 15.000; en Bélgica 4.000; en España 3 000, en Italia 1.800, y en Francia 1.500. Tememos que el Dr. Everest se hallaba mal informado al presentar á España con doble número de muertos de borrachera que Francia, cuando tan grandes proporciones ha alcanzado en esta nacion, ó habrá que convenir en otro caso en que estaba contaminado á su vez de la enfermedad; más de todas suertes resulta que la embriaguez ha llegado por do quiera á grande altura y se ha generalizado en extremo. Para morir por su causa tan crecido número de personas ¿cuántos tendrán el hábito de embriagarse?
    • 1889 Benavente, D. "Libertad individual" [01-01-1889] t. 3, p. 462 Revista del Progreso (Santiago de Chile) Ch (HD)
      No pretendo deducir una regla jeneral del párrafo que acabo de trascribir; quiero sólo mostrar el modo cómo el alcoholismo se apodera del individuo i cómo todo parece conjurarse para hacerlo su víctima. De la misma manera, circunstancias parecidas i consecuentes con su estado material e intelectual, concurren para llevarlo a toda especie de vicios. Así, conocidos los hechos i vistas las causas que presiden en su desarrollo, se comprenderá que las medidas severas propuestas para reprimirlas, son mal concebidas i aplicadas con el peor criterio. Imponer, pues al alcohólico, al morfiómano, al etérico, a la prostituta, al vago, al traficante de malas costumbres, dejando subsistir las consecuencias que hacen nacer i mantienen florecientes estos vicios, será, en mi opinion, sensiblemente inútil.
    • 1896 Gamboa, F. Suprema Ley [1965] 242 México (CDH )

      Los expulsados de por la mañana volvían a aventurar las narices, a poner rabioso a Cartera y risueño al Comendador, quien se relamía los labios, no tanto por la prisionera cuanto por los tequilas que principiaban a cosquillearle su cerebro indulgente de alcohólico manso. El escribiente del ministerio público, que la tarde anterior había recibido la consignación, autor de la noticia acerca de la belleza de la mujer, hacíase interesante en medio de un grupo estacionado en la calle, en la acera misma de la prisión, sin sombrero todos, la pluma tras la oreja, huidos de sus oficinas.

    • 1897 Schz Santos, T. Alcoholismo República Mexicana [01-01-1897] t. 3, n.º 11, p. 636 Boletín de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística (Ciudad de México) Mx (HD)
      Magnan, el insigne investigador del envenenamiento alcohólico, ha escrito esta gran frase que equivale á un descubrimiento: "El verdadero alcohólico es el que no se embriaga." El alcohol es sustancia que no se elimina del organismo; antes bien, se almacena en él. En tal virtud, por moderadas que sean las dosis habituales, van depositando íntegramente sus principios intoxicantes, hasta determinar los desórdenes morbosos que en seguida expondremos. Basta lo dicho, asegurado ya definitiva y sólidamente por la ciencia, para comprender el apotegma de Magnan, y formarse cabal idea de la verdadera noción científica del alcoholismo, conforme á la cual, no sólo es alcohólico el ebrio, ni es quizá el más funesto para su generación, sino toda persona que tiene el hábito de ingerir más ó menos cantidad de sustancia embriagante, aunque no llegue ni al primer período de la ebriedad. Salta á la vista que pertenecen á esta categoría de alcohólicos inconscientes, toda esa multitud de individuos que acostumbran tomar varias copas de alcoholes distribuidas en el día, particularmente antes de los alimentos, en los entreactos de las representaciones teatrales, en los intermedios de las fiestas, etc., etc.
    • 1902 Blasco Ibáñez, V. Cañas [1902] 57 Esp (CDH )

      El rompimiento con su abuelo fué la vuelta á la antigua holganza. Ya no saldría del Palmar antes del alba para permanecer en el lago hasta la noche. Todo el día era suyo en aquel pueblo, donde no quedaban más hombres que el cura en el presbiterio, el maestro en la escuela y el cabo de los carabineros de mar paseando sus fieros bigotes y su nariz roja de alcohólico por la orilla del canal, mientras las mujeres hacían red á la puerta de las barracas, quedando la calle á merced de la gente menuda.

    • 1920-1924 Valle-Inclán, R. M. Luces Bohemia [1995] Esp (CDH )

      Secretaría Particular de Su Excelencia. Olor de brevas habanas, malos cuadros, lujo aparente y provinciano. La estancia tiene un recuerdo partido por medio, de oficina y sala de círculo con timba. De repente el grillo del teléfono se orina en el gran regazo burocrático. Y Dieguito García—don Diego del Corral, en la «Revista de Tribunales y Estrados»— pega tres brincos y se planta la trompetilla en la oreja.

      DIEGUITO¿Con quién hablo? / ......................................................... / Ya he transmitido la orden para que se le ponga en libertad. / ......................................................... / ¡De nada! ¡De nada! / ......................................................... / ¡Un alcohólico! / ......................................................... / Sí... Conozco su obra. / ......................................................... / ¡Una desgracia! / ......................................................... / No podrá ser. ¡Aquí estamos sin un cuarto! / ......................................................... / Se lo diré. Tomo nota. / ......................................................... / ¡De nada! ¡De nada!

      Max Estrellaaparece en la puerta, pálido, arañado, la corbata torcida, la expresión altanera y alocada. Detrás, abotonándose los calzones, aparece el ujier.

    • 1972 García Hortelano, J. Mary Tribune [1999] 165 Esp (CDH )
      Con la amabilidad nacional, que consiste en precipitarse en evidenciar la estulticia de la cónyuge, el Duque explicó que la Duquesa deseaba conocer cómo a los americanos aguantaban las americanas, en lo de las borracheras. Mary, que solía comprender mejor a los hombres, sonrió, llamó querida a Sagrario y manifestó que un alcohólico de su país consumía menos que un novicio castellano. A juzgar por Pablo y por mí. En todo caso, entablado debate sobre las lacras de nuestro tiempo quedaron establecidas mi expulsión del y círculo y la efímera capacidad de aguante en que me tenía la Duquesa, sin que por ello, para mi desgracia, hubiese variado la angustiosa excitación en que su cuerpo me tenía a mí.
    • 1982 Allende, I. Casa espíritus [1995] 32 Chile (CDH )
      Me había acostumbrado a escribirle a máquina, con una copia que guardaba para mí y que ordenaba por fechas junto a las pocas cartas que recibí de ella. Comía el mismo rancho que se cocinaba para los mineros y tenía prohibido que circulara licor en la mina. Tampoco lo tenía en mi casa, porque siempre he pensado que la soledad y el aburrimiento terminan por convertir al hombre en alcohólico. Tal vez el recuerdo de mi padre, con el cuello desabotonado, la corbata floja y manchada, los ojos turbios y el aliento pesado, con un vaso en la mano, hicieron de mí un abstemio. No tengo buena cabeza para el trago, me emborracho con facilidad. Descubrí eso a los dieciséis años y nunca lo he olvidado.
    • 2000 Vargas Llosa, M. Fiesta Chivo [2000] 151 Perú (CDH )

      Por todos esos atributos, el perpetuo parlamentario Henry Chirinos fue todo lo que se podía ser en los treinta años de la Era: diputado, senador, ministro de justicia, miembro del Tribunal Constitucional, embajador plenipotenciario y encargado de negocios, gobernador del Banco Central, presidente del Instituto Trujilloniano, miembro de la Junta Central del Partido Dominicano, y, desde hacia un par de años, el cargo de mayor confianza, veedor de la marcha de las empresas del Benefactor. Como tal, estaban subordinados a él Agricultura, Comercio y Finanzas. ¿Por qué encargar tamaña responsabilidad a un alcohólico consuetudinario? Porque, además de leguleyo, sabía de economía. Lo hizo bien al frente del Banco Central, y en Finanzas, por unos meses. Y porque, en estos últimos años, debido a las múltiples asechanzas, necesitaba en ese puesto a alguien de absoluta confianza, al que pudiera enterar de los enredos y querellas familiares. En eso, esta bola de grasa y alcohol era insustituible.

    • 1998-2002 Fresán, R. Velocidad Cosas [2002] Argentina (CDH )

      Así que aquí va, la cosa es más o menos así: todos aquellos de mentalidad impresionable cuentan desde ya con mi autorización y mi completo entendimiento y están plenamente autorizados a saltearse lo que sigue, la parte alcoholizada de mi vida como hijo de puta.

      ¿Dije ya en alguna parte que yo era alcohólico? ¿El tipo de alcohólico al que el residuo etílico en la base de los remedios homeopáticos bastaba para convertir en otra persona? Creo que no. Pero me apresuro a aclarar: no el tipo de alcohólico que era mi padre. Mi padre era un alcohólico sediento y sedentario, un hombre que bebía para no moverse más que la distancia que separa a un bar de otro. Un alcohólico egocéntrico, uno de esos tipos que cerca del fondo de la botella empieza a hacer llamados telefónicos al azar para comunicarle al mundo sus súbitas iluminaciones con la misma voz de Neil Armstrong transmitiendo su pequeño paso para un hombre desde la luna y, hey, no se olviden: mi padre era el tipo que a la altura del segundo trago les va a contar on the rockscómo fue que se acostó con el cadáver de Evita.

      Yo, en cambio, era un alcohólico humilde y nómade y silencioso y del tipo cinético.

    • 2011 Loret Mola, R. Nuestro inframundo Mx (CORPES)
      Muy conveniente para promocionar la bebida con amplio mercado internacional, a la manera del gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, quien con fama de alcohólico se justifica diciendo, a los cuatro vientos y en cuanta entrevista se toca el tema, que sólo promociona el agave como elemento sustantivo de la riqueza regional; y ya le llaman Etilio o Ebrilio entre los suyos.
    • 2022 Guerra, A. "Historia vino" [07-11-2022] El Faro de Ceuta (Ceuta): elfarodeceuta.es Esp (HD)
      Pero, ojo, que también tiene el vino algunas contraindicaciones: los excesos abusivos por ingestión etílica cuando se bebe sin control; porque, entonces, puede producir numerosas enfermedades que acarrean patologías de riesgo hepático, renal y efectos colaterales inducidos que en los alcohólicos producen insomnio, trastorno de la personalidad, caer en descrédito ante la sociedad, perder el juicio y la razón los borrachos, si hacen mal vino.
    • 1846 Jiménez, M. F. Apuntes HFiebre petequial p. 15 Mx (BD)
      Nótese aquí de paso, un síntoma que corresponde al grupo anterior, la anafrodisia, que se observa desde muy temprano, y que es uno de los resultados mas desastrosos del alcoholismo, especialmente en la raza indígena, en cuya degradacion toma ese vicio una parte muy eficaz [...]. Como en el hecho que analizamos, la mucosa gástrica de los alcohólicos suele encontrarse espesada y endurecida; es frecuente hallarla muy pálida y sus rugas fuertemente teñidas de la sustancia moreno-negruzca que les es propia; á veces está desgastada ó reblandecida, y es muy raro el descubrir alguna ulceracion en su superficie.
    • 1871 Anónimo "Delirio social" [20-08-1871] El Siglo Médico (Madrid) (HD)
      El alcoholismo tiene sin duda parte muy principal en lo que está pasando en el mundo. Prueba al canto. Segun la estadística publicada por el Dr. Everest, en el espacio de 8 años han muerto de embriaguez 300.000 personas en los Estados Unidos; en Inglaterra hacen los alcohólicos la friolera de 50.000 víctimas anualmente; en Alemania mueren cada año 40.000; en Rusia 15.000; en Bélgica 4.000; en España 3 000, en Italia 1.800, y en Francia 1.500. Tememos que el Dr. Everest se hallaba mal informado al presentar á España con doble número de muertos de borrachera que Francia, cuando tan grandes proporciones ha alcanzado en esta nacion, ó habrá que convenir en otro caso en que estaba contaminado á su vez de la enfermedad; más de todas suertes resulta que la embriaguez ha llegado por do quiera á grande altura y se ha generalizado en extremo. Para morir por su causa tan crecido número de personas ¿cuántos tendrán el hábito de embriagarse?
    • 1889 Benavente, D. "Libertad individual" [01-01-1889] t. 3, p. 462 Revista del Progreso (Santiago de Chile) Ch (HD)
      No pretendo deducir una regla jeneral del párrafo que acabo de trascribir; quiero sólo mostrar el modo cómo el alcoholismo se apodera del individuo i cómo todo parece conjurarse para hacerlo su víctima. De la misma manera, circunstancias parecidas i consecuentes con su estado material e intelectual, concurren para llevarlo a toda especie de vicios. Así, conocidos los hechos i vistas las causas que presiden en su desarrollo, se comprenderá que las medidas severas propuestas para reprimirlas, son mal concebidas i aplicadas con el peor criterio. Imponer, pues al alcohólico, al morfiómano, al etérico, a la prostituta, al vago, al traficante de malas costumbres, dejando subsistir las consecuencias que hacen nacer i mantienen florecientes estos vicios, será, en mi opinion, sensiblemente inútil.
    • 1896 Gamboa, F. Suprema Ley [1965] 242 México (CDH )

      Los expulsados de por la mañana volvían a aventurar las narices, a poner rabioso a Cartera y risueño al Comendador, quien se relamía los labios, no tanto por la prisionera cuanto por los tequilas que principiaban a cosquillearle su cerebro indulgente de alcohólico manso. El escribiente del ministerio público, que la tarde anterior había recibido la consignación, autor de la noticia acerca de la belleza de la mujer, hacíase interesante en medio de un grupo estacionado en la calle, en la acera misma de la prisión, sin sombrero todos, la pluma tras la oreja, huidos de sus oficinas.

    • 1897 Schz Santos, T. Alcoholismo República Mexicana [01-01-1897] t. 3, n.º 11, p. 636 Boletín de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística (Ciudad de México) Mx (HD)
      Magnan, el insigne investigador del envenenamiento alcohólico, ha escrito esta gran frase que equivale á un descubrimiento: "El verdadero alcohólico es el que no se embriaga." El alcohol es sustancia que no se elimina del organismo; antes bien, se almacena en él. En tal virtud, por moderadas que sean las dosis habituales, van depositando íntegramente sus principios intoxicantes, hasta determinar los desórdenes morbosos que en seguida expondremos. Basta lo dicho, asegurado ya definitiva y sólidamente por la ciencia, para comprender el apotegma de Magnan, y formarse cabal idea de la verdadera noción científica del alcoholismo, conforme á la cual, no sólo es alcohólico el ebrio, ni es quizá el más funesto para su generación, sino toda persona que tiene el hábito de ingerir más ó menos cantidad de sustancia embriagante, aunque no llegue ni al primer período de la ebriedad. Salta á la vista que pertenecen á esta categoría de alcohólicos inconscientes, toda esa multitud de individuos que acostumbran tomar varias copas de alcoholes distribuidas en el día, particularmente antes de los alimentos, en los entreactos de las representaciones teatrales, en los intermedios de las fiestas, etc., etc.
    • 1902 Blasco Ibáñez, V. Cañas [1902] 57 Esp (CDH )

      El rompimiento con su abuelo fué la vuelta á la antigua holganza. Ya no saldría del Palmar antes del alba para permanecer en el lago hasta la noche. Todo el día era suyo en aquel pueblo, donde no quedaban más hombres que el cura en el presbiterio, el maestro en la escuela y el cabo de los carabineros de mar paseando sus fieros bigotes y su nariz roja de alcohólico por la orilla del canal, mientras las mujeres hacían red á la puerta de las barracas, quedando la calle á merced de la gente menuda.

    • 1920-1924 Valle-Inclán, R. M. Luces Bohemia [1995] Esp (CDH )

      Secretaría Particular de Su Excelencia. Olor de brevas habanas, malos cuadros, lujo aparente y provinciano. La estancia tiene un recuerdo partido por medio, de oficina y sala de círculo con timba. De repente el grillo del teléfono se orina en el gran regazo burocrático. Y Dieguito García—don Diego del Corral, en la «Revista de Tribunales y Estrados»— pega tres brincos y se planta la trompetilla en la oreja.

      DIEGUITO¿Con quién hablo? / ......................................................... / Ya he transmitido la orden para que se le ponga en libertad. / ......................................................... / ¡De nada! ¡De nada! / ......................................................... / ¡Un alcohólico! / ......................................................... / Sí... Conozco su obra. / ......................................................... / ¡Una desgracia! / ......................................................... / No podrá ser. ¡Aquí estamos sin un cuarto! / ......................................................... / Se lo diré. Tomo nota. / ......................................................... / ¡De nada! ¡De nada!

      Max Estrellaaparece en la puerta, pálido, arañado, la corbata torcida, la expresión altanera y alocada. Detrás, abotonándose los calzones, aparece el ujier.

    • 1926 Maeztu, R. Quijote [1981] 135 Esp (CDH )
      Los hombres serán tan excelentes como Stuart Mill, con su entusiasmo liberal, los pinta; pero si los gobiernos de Inglaterra no impusieran tributos tan enormes a las bebidas intoxicantes, mandarían sobre un pueblo de alcohólicos; si no persiguieran tan rigurosamente la explotación del tráfico sexual, la verían propagarse, y, en cambio, si no subvencionasen y protegiesen de mil modos los escuelas, universidades y centros de cultura, presenciarían su extinción.
    • 1936 RAE DRAE 16.ª ed. (NTLLE)
      Alcohólico, ca. adj. [...] Alcoholizado [| dícese del que por el abuso de las bebidas alcohólicas padece los efectos de la saturación del organismo por el alcohol]. Ú. t. c. s.
    • 1942 García Velloso, E. Memorias hombre teatro [1994] 166 Argentina (CDH )
      No tuvo más vicio que el del cigarrillo de tabaco egipcio, que tanto daño rehiciera en los meses que precedieron a su muerte prematura. En esos últimos meses se sintió completamente "abruti" por culpa de esos cigarrillos, de los que llegaba a fumarse más de cien diariamente. En un período de su vida fue alcohólico, pero por propia voluntad suprimió hasta el vino en las comidas. Iba a cumplir 38 años cuando le sorprendió la muerte, el 2 de agosto de 1889.
    • 1942 Santamaría, F. J. DiccGralAmericanismos (NTLLE)
      ALCOHÓLICO, CA. [...] m. y f. Ebrio, borracho, en términos absolutos.
    • 1933-1946 Asturias, M. Á. Señor Presidente [2000] Guatemala (CDH )

      Carvajal volvió a mirara los miembros del tribunal, buscando saber si estaban cuerdos. Con el primero que tropezaron sus pupilas no podía estar más borracho. Sobre la bandera se dibujaban sus manos morenas, como las manos de los campesinos que juegan a los pronunciados en una feria aldeana. Le seguía un oficial retinto que también estaba ebrio. Y el Presidente, que daba la más acabada impresión del alcohólico, casi se caía de la juma.

      No pudo defenderse. Ensayó a decir unas cuantas palabras, pero inmediatamente tuvo la impresión dolorosa de que nadie le oía, y en efecto, nadie le oía. La palabra se le deshizo en la boca como pan mojado.

    • 1954 Asturias, M. Á. Papa Verde [1982] Guatemala (CDH )

      — ¡Vivan los hombres libres! El que haya esclavos no quiere decir que no quede lugar para que vivan los hombres libres. Pero se les verá como a viciosos, como se ve hoy a los alcohólicos, y se dirá de un hombre así: vean, señalándolo, ese que va allí es libre consuetudinario.

    • a1966 Cáceres Lara, V. Tierra [1995] Cuentos Honduras (CDH )
      Las cosechas empezaron a resultar malas y Gerardo descargó su cólera sobre los humildes mozos que en ninguna manera eran responsables del fracaso. Luego, las tierras fueron vendidas parcela tras parcela. Toda aquella tierra sobre la cual había jugado y bailado su infancia retozona, fue a parar a manos extrañas. Cuanto dinero adquiría su marido era para emborracharse y para entregarse al amor mercenario en brazos de las mujeres de mala vida. Ella sólo tuvo malos tratos, golpes y preñeces periódicas. Lanzó doce hijos al mundo... doce hijos degenerados —hijos de alcohólico al fin—, de quienes ninguno logró pasar del tercer año.
    • 1972 García Hortelano, J. Mary Tribune [1999] 165 Esp (CDH )
      Con la amabilidad nacional, que consiste en precipitarse en evidenciar la estulticia de la cónyuge, el Duque explicó que la Duquesa deseaba conocer cómo a los americanos aguantaban las americanas, en lo de las borracheras. Mary, que solía comprender mejor a los hombres, sonrió, llamó querida a Sagrario y manifestó que un alcohólico de su país consumía menos que un novicio castellano. A juzgar por Pablo y por mí. En todo caso, entablado debate sobre las lacras de nuestro tiempo quedaron establecidas mi expulsión del y círculo y la efímera capacidad de aguante en que me tenía la Duquesa, sin que por ello, para mi desgracia, hubiese variado la angustiosa excitación en que su cuerpo me tenía a mí.
    • 1977 Paso, F. Palinuro [1982] 601 México (CDH )
      Me paré, me sacudí el polvo de las nalgas del pantalón y las migajas del chaleco, guardé en la caja un pedazo de pastel que me había sobrado, y tuve por un momento la intención de dejar en el parque el libro Guinness de los Récords, pero no quise quedar mal con la London Library, así que cargué otra vez con el edificio más alto del mundo, con el tipo que estuvo treinta años en un pulmón de acero, con el noruego que tenía seis metros de barba y con el alcohólico más alcohólico del mundo que desde luego fue un inglés que se tomó más de treinta y seis mil botellas de Oporto. A propósito de bebidas y del libro de los récords, la cerveza Guinness es excelente, aunque desde luego no es inglesa, porque el mejor whisky de Inglaterra es de Escocia, la mejor lana de Inglaterra es de Australia, el mejor té de Inglaterra es de Ceylán y los mejores escritores de Inglaterra son, como la Guinness, de Irlanda.
    • 1977 Paso, F. Palinuro [1982] 608 México (CDH )

      ¡El ingenuo, tirano y solitario cerebro que trabaja y se desvela haciendo equilibrios sobre la locura, lanzándose al pozo de los sueños, dando saltos inmortales de un pensamiento a otro, y todo por amor a sí mismo y por amor a una vejiga, una glándula lagrimal y un páncreas que no le pertenecen, y que sin embargo orinan, lloran o transforman el azúcar por él o por ellos mismos, pero ciegos, mudos, sordos, sin saber qué hacen o por qué hacen lo que hacen, o dónde, cuándo, cómo lo hacen y sin que tú, Palinuro, sin que usted —le dije a un hijo de la luna, le dije a un italiano, le dije a un ángel del infierno, le dije a un alcohólico anónimo, le dije a un lord y le dije a un teósofo— sin que usted ni nadie pueda conocerlos y sin que ellos puedan conocerse entre sí para agradecerse sus favores y servicios mutuos y celebrar su asociación delirante, irracional y fantástica: el corazón que reparte la sangre, la sangre que alimenta al cerebelo, el cerebelo que equilibra al esqueleto, el esqueleto que sostiene a los nervios, los nervios que le duelen al cerebro, el cerebro que mueve a los dedos, los dedos que alimentan a la boca, la boca que mastica para el estómago, el estómago que digiere para los músculos, los músculos que mueven a los pulmones, los pulmones que oxigenan a la sangre, la sangre que vaal corazón y el corazón que reparte la sangre a través de arterias y capilares finos como cabellos para completar, así, la red donde ha caído presa el alma; para cerrar, así, el círculo de la vida, el círculo mágico, insano, oscuro, magnífico y vicioso de la vida!

    • 1981 Bryce Echenique, A. Martín Romaña [1995] Perú (CDH )
      Era un hotelito de la calle Dupuytren, en pleno Barrio Latino, y lo administraba un avaro con cara de alcohólico, cuya esposa era cojita, joven, y hasta bonita, y vivía con un ojo permanentemente negro. No sé por qué le pegaban tanto a la pobre. Yo lo único que la vi hacer siempre fue pasar la aspiradora y matar unas cucarachitas que se paseaban por todas partes. En fin, su esposo debía pensar distinto a mí. Me odiaba el tipo. Odiaba a toda la humanidad, pero yo creo que sobre todo me odiaba a mí.
    • 1982 Allende, I. Casa espíritus [1995] 32 Chile (CDH )
      Me había acostumbrado a escribirle a máquina, con una copia que guardaba para mí y que ordenaba por fechas junto a las pocas cartas que recibí de ella. Comía el mismo rancho que se cocinaba para los mineros y tenía prohibido que circulara licor en la mina. Tampoco lo tenía en mi casa, porque siempre he pensado que la soledad y el aburrimiento terminan por convertir al hombre en alcohólico. Tal vez el recuerdo de mi padre, con el cuello desabotonado, la corbata floja y manchada, los ojos turbios y el aliento pesado, con un vaso en la mano, hicieron de mí un abstemio. No tengo buena cabeza para el trago, me emborracho con facilidad. Descubrí eso a los dieciséis años y nunca lo he olvidado.
    • 1982 Allende, I. Casa espíritus [1995] Chile (CDH )
      Amanda le contó de su pasado, de su familia, de un padre alcohólico que era profesor en una provincia del Norte, de una madre agobiada y triste que trabajaba para mantener a seis hijos y de cómo ella, apenas pudo valerse por sí misma, se fue de la casa.
    • 1987 Muñoz Molina, A. Invierno Lisboa [1995] Esp (CDH )
      Por aquella época yo casi nunca lo veía. Oí que había dejado la música, que iba a marcharse de San Sebastián, que se había vuelto abstemio, que ya era alcohólico, que Billy Swann lo había llamado para que tocara con él en varios clubs de Copenhague. Alguna vez me lo crucé cuando iba a su trabajo: el pelo húmedo y peinado muy apresuradamente, un aire de docilidad o de ausencia, perceptible en su modo de llevar la corbata o la sobria cartera donde guardaba los exámenes que tal vez no corregía.
    • 1987 Muñoz Molina, A. Invierno Lisboa [1995] 93 Esp (CDH )
      Salieron muy tarde, la comida ya estaba fría, y no hablaron nada, estaban muy serios los tres, Toussaints miraba de vez en cuando a Daphne, de soslayo, y le sonreía, le hacía señas, miraba a Malcolm sin decir nada, y el Portugués mientras tanto comía haciendo mucho ruido y no hablaba con nadie, iba en camiseta, a pesar del frío, tenía aspecto de haber sido atleta o algo parecido antes de volverse alcohólico, entonces le vi aquellos tatuajes en los brazos y pensé que habría sido legionario en Indochina o en África, porque tenía la piel muy quemada por el sol.
    • 1987 Muñoz Molina, A. Invierno Lisboa [1995] 116 Esp (CDH )

      Le temblaban ligeramente las manos, más descarnadas que nunca, modeladas por la pura forma de los huesos, igual que sus pómulos y sus sienes y sus tensas quijadas de cadáver, de osamenta transfigurada en parodia del hombre vivo a quien sostuvo. Sólo nervaduras y piel cruzada por venas de alcohólico: parecía que la armadura negra de las gafas formara parte de sus huesos, de lo que quedaría de él cuando llevara muerto mucho tiempo.

    • 1988 Millás, J. J. Desorden [1994] Esp (CDH )

      La tarde no había comenzado a declinar, pero la luz del salón se había anticipado a la caída y presentaba ya diferentes grumos de sombra en la zona más alejada de la ventana, donde Julio tenía su mesa de trabajo. Sobre ella se apilaban algunos libros, pero había también un mazo de cuartillas y una colección de bolígrafos distribuidos a lo largo del tablero con la precisión con la que un alcohólico habría colocado sus reservas etílicas en un breve espacio rectangular.

      Por lo demás, el ambiente tenía la frialdad característica del interior de las casas en los primeros días del mes de mayo.

    • 1988 Mutis, Á. Ilona [1988] 69 Colombia (CDH )
      Nuestras incursiones en ese mundo se fueron espaciando y preferíamos quedarnos en algún tranquilo bar del Hilton o del Continental tomando, sin prisa y sin pausa, cócteles que sometíamos a una ligera modificación de su fórmula original. El heterodoxo resultado era sometido a una meticulosa escala de valores. Allí nació el vodka martini bautizado como «Panamá Trail» al que, en vez de Noilly Prat, le agregábamos kirsh. Producía una lenta euforia que nos llevó a consagrarlo como uno de los más logrados hallazgos en nuestra larga carrera de alcohólicos confesos, fieles a una ya más que probada doctrina de gustos y reglas laboriosamente conquistados.
    • 1988 Rojo, J. A. Hotel Madrid [1988] 162 Bolivia (CDH )

      Claro que Gordillo no ha pintado únicamente cinco por cinco rectángulos adosados y puestos en escena en un escenario único. Pero sí encuentro en su obra ese afán por pintar esto y aquello desde su Norte y desde su Sur, desde su Oeste y desde su Este. Y tiene un cuadro que son cuatro cabezas rosas que no se sabe sin son cuatro cabezas rosas o una sola, cuatro veces. Y Los Galindos, quién sabe si son dos o si es uno solo, espejo del otro, reflejado por el tiempo en dos espacios remotos y que equidistan en el cuadro como cara y cruz de una moneda desplegada. Ese mismo Alcohólico, díganme Uds., ¿es un alcohólico o todos los alcohólicos hechos uno sólo, dos ruedas en una pierna, el pedaleo y la botella?

    • 1989 Suárez Blanco, G. Léxico Borrachera Esp (BD)
      ALCOHÓLICO: adj. [...] Alcoholizado, que padece saturación alcohólica. Ú.t.c.s.
    • 1996 Bayly, J. "La Prensa" [1996] 73 Perú (CDH )

      — ¿Estás loco? —dijo Patty—. Yo tomo un vino más y me quedo privada, hijo.

      — Es que tengo que escribir un articulito para el suplemento, y cuando estoy medio chispeado se me hace más fácil escribir —dijo Francisco.

      — No hables así, oye, que vas a terminar como el alcohólico de Botto —dijo Patty—. Mozo, la cuenta, por favor —gritó, dirigiéndose a la caja.

      Francisco cogió un palito de dientes y se lo metió a la boca.

    • 1996 Santiago, E. Sueño América [1996] Puerto Rico (CDH )

      «Es distinto cuando te pasa a ti», piensa, así que ha guardado los detalles de su vida. Le ha dicho a las empleadas que es divorciada, sin mencionar que Correa la abusaba. Ni tampoco ha revelado que su madre es alcohólica. Les ha dicho que Rosalinda estudia en una escuela católica, la cual América paga de su salario como sirvienta. Las mujeres saben lo que es sacrificarse pidiéndole sus hijos y, respetuosas frente a ella, no la importunan por más detalles. América se pregunta lo que dicen cuando ella no está. Todas hablan de las otras cuando no están presentes.

    • 1996 Santiago, E. Sueño América [1996] 321 Puerto Rico (CDH )
      «¿Qué diría él si yo le dijera cómo van las cosas de verdad? Mi mamá es alcohólica —jadea silenciosamente—, y mi hija de catorce años se acuesta con cualquiera y quiere ser una corista cuando sea mujer. Pero eso no es todo, señor Leverett. Mi marido, que no es mi esposo, es un celoso y posesivo abusador de mujeres de quien yo me escapé cuando vine a trabajar para ustedes.
    • 1996 Santiago, E. Sueño América [1996] Puerto Rico (CDH )

      América se ruboriza. Paulina ha sido tan buena con ella, ha tratado de ayudarla.

      — Lo siento, tía —ella repite.

      — ¿Está todo bien con tu mamá? ¿La llamaste?

      — Sí, todo está bien.

      — Entonces es una alcohólica. —Paulina dice esto como si fuese una desilusión personal.

      — Ella ha estado bebiendo más y más estos últimos años.

      Paulina suspira.

      — ¿Qué se va a hacer? —pregunta.

      América cree que le está pidiendo un plan, pero entonces se da cuenta de que es sólo una expresión.

      — Así son las cosas —ella corrobora.

    • 2000 Vargas Llosa, M. Fiesta Chivo [2000] Perú (CDH )

      Al verlo entrar al despacho hacía un momento, balanceando su elefantiásica figura y avanzando despacito, tentando el suelo antes de asentar la planta, pensó que estaba beodo. No; debía de haber somatizado las borracheras, pues, aun sobrio, se conducía con la inseguridad y los temblores del alcohólico.

      — Estás macerado en alcohol, aunque no bebas pareces borracho —dijo, examinándolo de arriba abajo.

    • 2000 Vargas Llosa, M. Fiesta Chivo [2000] 151 Perú (CDH )

      Por todos esos atributos, el perpetuo parlamentario Henry Chirinos fue todo lo que se podía ser en los treinta años de la Era: diputado, senador, ministro de justicia, miembro del Tribunal Constitucional, embajador plenipotenciario y encargado de negocios, gobernador del Banco Central, presidente del Instituto Trujilloniano, miembro de la Junta Central del Partido Dominicano, y, desde hacia un par de años, el cargo de mayor confianza, veedor de la marcha de las empresas del Benefactor. Como tal, estaban subordinados a él Agricultura, Comercio y Finanzas. ¿Por qué encargar tamaña responsabilidad a un alcohólico consuetudinario? Porque, además de leguleyo, sabía de economía. Lo hizo bien al frente del Banco Central, y en Finanzas, por unos meses. Y porque, en estos últimos años, debido a las múltiples asechanzas, necesitaba en ese puesto a alguien de absoluta confianza, al que pudiera enterar de los enredos y querellas familiares. En eso, esta bola de grasa y alcohol era insustituible.

    • 2001 Gmz Silva, G. Dicc breve mexicanismos Mx (BD)
      alcohólico, alcohólica. m. y f. Quien toma bebidas alcohólicas frecuentemente y excesivamente.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      alcohólico, ca. [...] adj. alcoholizado [| que por el abuso de las bebidas alcohólicas, padece los efectos de la saturación del organismo por el alcohol]. U. t. c. s.
    • 2002 Aira, C. Varamo [2002] 106 Argentina (CDH )
      La finalización de los trabajos del Canal había dejado en el país una abundante «mano de obra desocupada» anglo y francoparlante que, adaptada al clima tropical, se resistió a volver, y en la alternativa de hacerse traductores o alcohólicos callejeros prefirió (en parte) lo primero.
    • 1998-2002 Fresán, R. Velocidad Cosas [2002] Argentina (CDH )

      Así que aquí va, la cosa es más o menos así: todos aquellos de mentalidad impresionable cuentan desde ya con mi autorización y mi completo entendimiento y están plenamente autorizados a saltearse lo que sigue, la parte alcoholizada de mi vida como hijo de puta.

      ¿Dije ya en alguna parte que yo era alcohólico? ¿El tipo de alcohólico al que el residuo etílico en la base de los remedios homeopáticos bastaba para convertir en otra persona? Creo que no. Pero me apresuro a aclarar: no el tipo de alcohólico que era mi padre. Mi padre era un alcohólico sediento y sedentario, un hombre que bebía para no moverse más que la distancia que separa a un bar de otro. Un alcohólico egocéntrico, uno de esos tipos que cerca del fondo de la botella empieza a hacer llamados telefónicos al azar para comunicarle al mundo sus súbitas iluminaciones con la misma voz de Neil Armstrong transmitiendo su pequeño paso para un hombre desde la luna y, hey, no se olviden: mi padre era el tipo que a la altura del segundo trago les va a contar on the rockscómo fue que se acostó con el cadáver de Evita.

      Yo, en cambio, era un alcohólico humilde y nómade y silencioso y del tipo cinético.

    • 2002 Mtz Moreno, A. Con toga [2002] El Salvador (CDH )

      Es un límpido soneto en el que se refleja una vez más, como en muchos de sus versos, el drama de su vida, lo cristalino de su fe y el momento de encarar, en la muerte, a un Dios misericordioso. Y es impresionante comprobar la similitud de sentimientos, aunque con expresiones distintas, con un aedo mexicano, Alfredo R. Palencia, de corte modernista, un sacerdote quien sufrió en vida las consecuencias de su condición de alcohólico en permanente conflicto con la jerarquía clerical, y que fue artífice de un sentido poema "Mi Cristo de cobre", del que no consideramos ocioso mencionar la última estrofa: / "¿Para qué más fortuna / que mi lecho de pobre, / y mi rayo de luna, / y mi alondra y mi alero, / y mi Cristo de cobre, / que ha de ser lo primero? / Con toda esa fortuna / y con mi atroz inmensidad de olvido, / contento moriré; nada más pido".

    • 2006 Bufano, S. / Perednik, J. S. DiccInjuria (BD)
      Alcohólico, a. adj. y sust. Se aplica al que bebe demasiado alcohol.
    • 2006 Lara Ramos, L. F. Diccionario español en México Mx (BD)
      alcohólico [...]. adj y s Que es adicto al alcohol o padece de alcoholismo: "Es muy difícil vivir con un alcohólico".
    • 2011 Loret Mola, R. Nuestro inframundo Mx (CORPES)
      Muy conveniente para promocionar la bebida con amplio mercado internacional, a la manera del gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, quien con fama de alcohólico se justifica diciendo, a los cuatro vientos y en cuanta entrevista se toca el tema, que sólo promociona el agave como elemento sustantivo de la riqueza regional; y ya le llaman Etilio o Ebrilio entre los suyos.
    • 2022 Guerra, A. "Historia vino" [07-11-2022] El Faro de Ceuta (Ceuta): elfarodeceuta.es Esp (HD)
      Pero, ojo, que también tiene el vino algunas contraindicaciones: los excesos abusivos por ingestión etílica cuando se bebe sin control; porque, entonces, puede producir numerosas enfermedades que acarrean patologías de riesgo hepático, renal y efectos colaterales inducidos que en los alcohólicos producen insomnio, trastorno de la personalidad, caer en descrédito ante la sociedad, perder el juicio y la razón los borrachos, si hacen mal vino.
  6. adj. [Persona] Que tiene alcoholismo.
    Sinónimo: alcoholista
    docs. (1866-2022) 17 ejemplos:
    • 1866 Macedo, L. A. "Alcoholismo" [30-08-1866] La España Médica, Iberia Médica y Crónica de los Hospitales (Madrid) Esp (HD)
      En la lipemanía alcohólica son las alucinaciones las que diferencian la enfermedad de la razon. En muchos lipemaniacos alcohólicos que hemos observado en nuestra práctica de algunos años, hemos visto las verdaderas alucinaciones. Se refieren por los autores muchos casos, en que hay alucinaciones de naturaleza triste, amenazadora, delirio lipemaniaco, propension al suicidio [...]. Los enfermos todavía recobran su salud, cuando no toman bebidas alcohólicas; pero este estado lipemaniaco dura algun tiempo todavía, y muchas veces esperimentan recidivas.
    • 2022 Corral, B. "Me levantaba, bebía" [18-11-2022] Gasteiz Hoy (Vitoria): gasteizhoy.com Esp (HD)
      Es consciente de que, aunque no vuelva a beber, "seré una enferma alcohólica siempre. Pero sé lo que me pasa y lo atajo". Porque un trago, una copa, les lleva de nuevo a la perdición. "Nosotros no podemos beber solo una copa porque se desata la tormenta. Una vez que empiezas no puedes parar. Es la diferencia entre un alcohólico y el que no lo es, incluso entre el alcohólico y alguien que bebe mucho", indican.
    • 1866 Macedo, L. A. "Alcoholismo" [30-08-1866] La España Médica, Iberia Médica y Crónica de los Hospitales (Madrid) Esp (HD)
      En la lipemanía alcohólica son las alucinaciones las que diferencian la enfermedad de la razon. En muchos lipemaniacos alcohólicos que hemos observado en nuestra práctica de algunos años, hemos visto las verdaderas alucinaciones. Se refieren por los autores muchos casos, en que hay alucinaciones de naturaleza triste, amenazadora, delirio lipemaniaco, propension al suicidio [...]. Los enfermos todavía recobran su salud, cuando no toman bebidas alcohólicas; pero este estado lipemaniaco dura algun tiempo todavía, y muchas veces esperimentan recidivas.
    • 1872 Cicero, M. "Higado enfermos alcoholicos" [01-12-1872] El Observador Médico (Ciudad de México) Mx (HD)
      Las alteraciones anatomo patológicas que presentan los hígados de los enfermos alcohólicos: Tal ha sido el punto en que me he fijado para redactar la presente Tésis. Sin práctica ninguna sobre el particular, y no encontrando en los autores de Medicina las luces que necesitaba para el caso, tuve la feliz idea de apelar á los conocimientos de los Sres. D. Lauro Jimenez y D. M. Dominguez que, Médicos de la Sala de alcohólicos del Hospital de San Andrés, podian darme lecciones clínicas ad hoc y sumamente importantes. Al mismo tiempo, el Sr. Pasalagua, tuvo la bondad de prestarse gustoso á acompañarme al estudio micrográfico de las piezas patológicas que recogia de los cadáveres de los enfermos alcohólicos; y de este conjunto de conocimientos, he deducido cuanto voy á decir [...].
    • 1883 Anónimo "Revista extranjera. Sesion XII, Rouen" [01-01-1883] t. 13, p. 374 Revista de Medicina y Cirugía Prácticas (Madrid) (HD)
      Con efecto, no debe morirse un enfermo de erisipela facial ligera, ni de fractura de los meléolos cuando no obra en la escena morbosa alguna enfermedad general; pero cuando sucede lo contrario, y existe alcoholismo, tuberculosis, diabetes, etc., los factores del problema han cambiado notablemente. Aun el traumatismo ligero suele desviarse de su marcha curativa; complícase de accidentes que ocasionan á menudo la muerte del paciente. Influjo del alcoholismo en las fracturas.— El Sr. Dumenil (de Rouen) refirió que ha observado hace algun tiempo un individuo alcohólico con una fractura de la costilla. Supuró el foco de fractura y murió el enfermo.
    • 1884 Espina Capo, A. "Legislacion enajenados" [01-01-1884] t. 14, p. 565 Revista de Medicina y Cirugía Prácticas (Madrid) Esp (HD)
      Respecto de la creacion de departamentos de observacion hay un inconveniente práctico de alta importancia; la ley de 1838 establece fundadamente que los enajenados deben instalarse en tres departamentos separados para cada sexo, los cuales tendrán medios especiales aplicables á la categoría de los enfermos. Si se quiere adoptar esta disposicion con el sistema nuevo en el departamento de observacion, habrá que construir un nuevo asilo ademas del ya existente. De este modo no extrañará que en los asilos se encuentren mezclados y en tropel, por espacio lo menos de un mes, una jóven con excitaciones delirantes, una vieja demente, pero tranquila, una señora lipemaniaca, que no puede tolerar el menor ruido, un hombre alcohólico, un paralitico, un lipemaniaco con conatos de suicidio, y á pesar de que como primera condicion de buen tratamiento debe plantearse su separacion y aislamiento, la nueva ley, por el contrario, reune, aglomera en un solo departamento á individuos tan opuestos que, en vez de aliviarse, entrarán en un grado mayor de su enfermedad.
    • 1897 Schz Santos, T. Alcoholismo República Mexicana [01-01-1897] t. 3, n.º 11, p. 641 Boletín de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística (Ciudad de México) Mx (HD)
      Mas independientemente del delirio sobre-agudo y sub-agudo, el alcoholismo crónico progresivamente conduce, mediante la decadencia intelectual, á la demencia absoluta, á ese sótano de la tiniebla sin término [...]. M. Garnier ha revelado que en París, y durante el período de 1874 á 1876, el medio anual de los delirantes alcohólicos fué de 367,33, y en el trienio de 1886 á 1888, el promedio subió á 729,64. De 8,139 casos de enajenación mental, había 2,189 de locos alcohólicos, los más numerosos de todos.
    • 1912 Maturana, J. "Flor negra" [03-01-1912] El Hogar (Buenos Aires) Ar (HD)
      Era cierto. Saldaña lo perdonaba todo, menos la "perra" costumbre de "chupar". En su establecimiento se perdía el recuerdo de la caña. El peón que alguna vez tuviese la mala suerte de embriagarse, ya podía ir preparando su retirada, porque aquel hombre sin igual, que para todo pecado ó desacierto tenía una disculpa, le arreglaba la cuenta, le hacía cualquier regalo, y, llenándolo de cariñosos consejos, lo despedía en la puerta de la estancia, célebre tranquera del contorno, que, según el decir del viejo médico rural, era como la entrada de un gran sanatorio para enfermos alcohólicos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )

      El acné rosáceoaparece como un enrojecimiento permanente de la cara, y especialmente de los pómulos y nariz, en forma de mariposa; sobre este fondo rojizo, producido por una vasodilatación, aparecen los nódulos de acné, debidos, pues, a la hiperproducción y retención sebácea. Se observa también, frecuentemente, telangectasias. Aparece el acné rosáceo alrededor de los cuarenta años, sobre todo en personas alcohólicas, dispépticasy cirróticas. Pero sin esta causa puede presentarse en mujeres por el solo hecho del climaterio.

    • 1980 Navarroe, A. N. "Cuidados internos convalescientes" p. 13 Conferencia Alcoholismo (BD)
      Reconociendo el hecho de que el alcoholismo es una enfermedad permanente tratable, pero incurable, no es razonable creer que la desintoxicación y/o la atención intermedia/residencial aporte una solución duradera a un problema de toda la vida. El paciente alcohólico, que como promedio pasa menos de 60 días en un centro de tratamiento interno, ha experimentado un período relativamente corto de su vida libre de drogas si consideramos los muchos años de abuso del alcohol que pueden haber precedido a su período de tratamiento.
    • 1995 Contreras, G. Nadador [1995] 106 Chile (CDH )

      Hasta la década del setenta López fue un pintor de cierto renombre, pero abandonó repentina e inexplicablemente la pintura, al parecer sin muchos remordimientos. Había enviudado de una millonaria excéntrica, veinte años mayor que él, con la que se casó ya viejo. Estaba totalmente alcohólico y se había refugiado en la costa para no dar el espectáculo a sus enemigos. Contaba que había sido amigo de Cocteau, pero no existía más que una foto autografiada —y una distante dedicatoria— como prueba. Se decía que por esa misma época, en París, estuvo encerrado en un manicomio, pero tampoco nadie podía asegurarlo. Lo cierto es que sus amigos sospechaban que en su soledad pasaba por los más fantásticos delirios, pese a que sus escasos visitantes encontraban siempre a un anciano de finos modales y vivaz como un pequeño lagarto.

    • 1998 Gamboa, S. Páginas vuelta [1998] Colombia (CDH )

      Arturo da vueltas en la cama y se pregunta: ¿por qué lo buscó a él? Ve a Natalia en el apartamento de Carlos, esa tarde, con su inquietante sonrisa. La vuelve a ver entrando a su casa y luego ahí, junto a él en el jeep, en medio de la oscuridad.

      Enciende un cigarrillo, fuma.

      La historia del doctor era confusa: alcohólico, depresivo, solitario. Pero había algo que no concordaba, como si Natalia sólo conociera los efectos, lo que estaba por fuera, en la superficie. Natalia debía entrar en él, indagar en el origen, piensa. Estaba seguro de que una cura médica no sería suficiente: ¿Por qué un hombre como él llega a una vejez alcohólica y solitaria?

    • 2003 Anónimo "Alcohólicos tratados" El País (Madrid) (CORPES)
      La investigación pone también en entredicho el mito de que las mujeres alcohólicas ocultan su enfermedad y resulta más difícil someterlas a tratamiento que a los hombres. Los datos recabados a lo largo de estos 10 años han demostrado, contrariamente, que las mujeres responden bastante mejor que los hombres al tratamiento y su evolución es más positiva. El 65% de ellas ha dejado totalmente la bebida 10 años después de iniciar la terapia, frente al 39% de los hombres.
    • 2011 Anónimo "Despido alcoholismo" El Universal (Cartagena) (CORPES)
      "Los patronos deben conceder a los trabajadores alcohólicos la oportunidad de someterse a rehabilitación para superar su enfermedad, antes de aplicar sanciones disciplinarias", señala la sentencia dictada por la Sala Constitucional, o Sala Cuarta. Solo en caso de que el trabajador no dé una respuesta positiva a este ofrecimiento, el empleador estaría legítimamente posibilitado de proceder al despido, agrega la sentencia.
    • 2022 Corral, B. "Me levantaba, bebía" [18-11-2022] Gasteiz Hoy (Vitoria): gasteizhoy.com Esp (HD)
      Es consciente de que, aunque no vuelva a beber, "seré una enferma alcohólica siempre. Pero sé lo que me pasa y lo atajo". Porque un trago, una copa, les lleva de nuevo a la perdición. "Nosotros no podemos beber solo una copa porque se desata la tormenta. Una vez que empiezas no puedes parar. Es la diferencia entre un alcohólico y el que no lo es, incluso entre el alcohólico y alguien que bebe mucho", indican.
    • 1866 Macedo, L. A. "Alcoholismo" [30-08-1866] La España Médica, Iberia Médica y Crónica de los Hospitales (Madrid) Esp (HD)
      En la lipemanía alcohólica son las alucinaciones las que diferencian la enfermedad de la razon. En muchos lipemaniacos alcohólicos que hemos observado en nuestra práctica de algunos años, hemos visto las verdaderas alucinaciones. Se refieren por los autores muchos casos, en que hay alucinaciones de naturaleza triste, amenazadora, delirio lipemaniaco, propension al suicidio [...]. Los enfermos todavía recobran su salud, cuando no toman bebidas alcohólicas; pero este estado lipemaniaco dura algun tiempo todavía, y muchas veces esperimentan recidivas.
    • 1872 Cicero, M. "Higado enfermos alcoholicos" [01-12-1872] El Observador Médico (Ciudad de México) Mx (HD)
      Las alteraciones anatomo patológicas que presentan los hígados de los enfermos alcohólicos: Tal ha sido el punto en que me he fijado para redactar la presente Tésis. Sin práctica ninguna sobre el particular, y no encontrando en los autores de Medicina las luces que necesitaba para el caso, tuve la feliz idea de apelar á los conocimientos de los Sres. D. Lauro Jimenez y D. M. Dominguez que, Médicos de la Sala de alcohólicos del Hospital de San Andrés, podian darme lecciones clínicas ad hoc y sumamente importantes. Al mismo tiempo, el Sr. Pasalagua, tuvo la bondad de prestarse gustoso á acompañarme al estudio micrográfico de las piezas patológicas que recogia de los cadáveres de los enfermos alcohólicos; y de este conjunto de conocimientos, he deducido cuanto voy á decir [...].
    • 1883 Anónimo "Revista extranjera. Sesion XII, Rouen" [01-01-1883] t. 13, p. 374 Revista de Medicina y Cirugía Prácticas (Madrid) (HD)
      Con efecto, no debe morirse un enfermo de erisipela facial ligera, ni de fractura de los meléolos cuando no obra en la escena morbosa alguna enfermedad general; pero cuando sucede lo contrario, y existe alcoholismo, tuberculosis, diabetes, etc., los factores del problema han cambiado notablemente. Aun el traumatismo ligero suele desviarse de su marcha curativa; complícase de accidentes que ocasionan á menudo la muerte del paciente. Influjo del alcoholismo en las fracturas.— El Sr. Dumenil (de Rouen) refirió que ha observado hace algun tiempo un individuo alcohólico con una fractura de la costilla. Supuró el foco de fractura y murió el enfermo.
    • 1884 Espina Capo, A. "Legislacion enajenados" [01-01-1884] t. 14, p. 565 Revista de Medicina y Cirugía Prácticas (Madrid) Esp (HD)
      Respecto de la creacion de departamentos de observacion hay un inconveniente práctico de alta importancia; la ley de 1838 establece fundadamente que los enajenados deben instalarse en tres departamentos separados para cada sexo, los cuales tendrán medios especiales aplicables á la categoría de los enfermos. Si se quiere adoptar esta disposicion con el sistema nuevo en el departamento de observacion, habrá que construir un nuevo asilo ademas del ya existente. De este modo no extrañará que en los asilos se encuentren mezclados y en tropel, por espacio lo menos de un mes, una jóven con excitaciones delirantes, una vieja demente, pero tranquila, una señora lipemaniaca, que no puede tolerar el menor ruido, un hombre alcohólico, un paralitico, un lipemaniaco con conatos de suicidio, y á pesar de que como primera condicion de buen tratamiento debe plantearse su separacion y aislamiento, la nueva ley, por el contrario, reune, aglomera en un solo departamento á individuos tan opuestos que, en vez de aliviarse, entrarán en un grado mayor de su enfermedad.
    • 1897 Schz Santos, T. Alcoholismo República Mexicana [01-01-1897] t. 3, n.º 11, p. 641 Boletín de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística (Ciudad de México) Mx (HD)
      Mas independientemente del delirio sobre-agudo y sub-agudo, el alcoholismo crónico progresivamente conduce, mediante la decadencia intelectual, á la demencia absoluta, á ese sótano de la tiniebla sin término [...]. M. Garnier ha revelado que en París, y durante el período de 1874 á 1876, el medio anual de los delirantes alcohólicos fué de 367,33, y en el trienio de 1886 á 1888, el promedio subió á 729,64. De 8,139 casos de enajenación mental, había 2,189 de locos alcohólicos, los más numerosos de todos.
    • 1912 Maturana, J. "Flor negra" [03-01-1912] El Hogar (Buenos Aires) Ar (HD)
      Era cierto. Saldaña lo perdonaba todo, menos la "perra" costumbre de "chupar". En su establecimiento se perdía el recuerdo de la caña. El peón que alguna vez tuviese la mala suerte de embriagarse, ya podía ir preparando su retirada, porque aquel hombre sin igual, que para todo pecado ó desacierto tenía una disculpa, le arreglaba la cuenta, le hacía cualquier regalo, y, llenándolo de cariñosos consejos, lo despedía en la puerta de la estancia, célebre tranquera del contorno, que, según el decir del viejo médico rural, era como la entrada de un gran sanatorio para enfermos alcohólicos.
    • c1890-1924 Oca, E. "Cédula académica" Esp (FG)
      Alcólico: [...] adj. Se dice de la persona que padece alcoholismo, especialmente crónico. Ú. t. c. s.
    • 1930 Vizuete Picón, P. (dir.) DiccTecnológico Hispano-Americano, I Esp (BD)
      ALCOHÓLICO, LICA [...]: adj. [...] Patol. Atacado de alcoholismo. Ú. t. c. s.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )

      El acné rosáceoaparece como un enrojecimiento permanente de la cara, y especialmente de los pómulos y nariz, en forma de mariposa; sobre este fondo rojizo, producido por una vasodilatación, aparecen los nódulos de acné, debidos, pues, a la hiperproducción y retención sebácea. Se observa también, frecuentemente, telangectasias. Aparece el acné rosáceo alrededor de los cuarenta años, sobre todo en personas alcohólicas, dispépticasy cirróticas. Pero sin esta causa puede presentarse en mujeres por el solo hecho del climaterio.

    • 1980 Navarroe, A. N. "Cuidados internos convalescientes" p. 13 Conferencia Alcoholismo (BD)
      Reconociendo el hecho de que el alcoholismo es una enfermedad permanente tratable, pero incurable, no es razonable creer que la desintoxicación y/o la atención intermedia/residencial aporte una solución duradera a un problema de toda la vida. El paciente alcohólico, que como promedio pasa menos de 60 días en un centro de tratamiento interno, ha experimentado un período relativamente corto de su vida libre de drogas si consideramos los muchos años de abuso del alcohol que pueden haber precedido a su período de tratamiento.
    • 1995 Contreras, G. Nadador [1995] 106 Chile (CDH )

      Hasta la década del setenta López fue un pintor de cierto renombre, pero abandonó repentina e inexplicablemente la pintura, al parecer sin muchos remordimientos. Había enviudado de una millonaria excéntrica, veinte años mayor que él, con la que se casó ya viejo. Estaba totalmente alcohólico y se había refugiado en la costa para no dar el espectáculo a sus enemigos. Contaba que había sido amigo de Cocteau, pero no existía más que una foto autografiada —y una distante dedicatoria— como prueba. Se decía que por esa misma época, en París, estuvo encerrado en un manicomio, pero tampoco nadie podía asegurarlo. Lo cierto es que sus amigos sospechaban que en su soledad pasaba por los más fantásticos delirios, pese a que sus escasos visitantes encontraban siempre a un anciano de finos modales y vivaz como un pequeño lagarto.

    • 1998 Gamboa, S. Páginas vuelta [1998] Colombia (CDH )

      Arturo da vueltas en la cama y se pregunta: ¿por qué lo buscó a él? Ve a Natalia en el apartamento de Carlos, esa tarde, con su inquietante sonrisa. La vuelve a ver entrando a su casa y luego ahí, junto a él en el jeep, en medio de la oscuridad.

      Enciende un cigarrillo, fuma.

      La historia del doctor era confusa: alcohólico, depresivo, solitario. Pero había algo que no concordaba, como si Natalia sólo conociera los efectos, lo que estaba por fuera, en la superficie. Natalia debía entrar en él, indagar en el origen, piensa. Estaba seguro de que una cura médica no sería suficiente: ¿Por qué un hombre como él llega a una vejez alcohólica y solitaria?

    • 2003 Anónimo "Alcohólicos tratados" El País (Madrid) (CORPES)
      La investigación pone también en entredicho el mito de que las mujeres alcohólicas ocultan su enfermedad y resulta más difícil someterlas a tratamiento que a los hombres. Los datos recabados a lo largo de estos 10 años han demostrado, contrariamente, que las mujeres responden bastante mejor que los hombres al tratamiento y su evolución es más positiva. El 65% de ellas ha dejado totalmente la bebida 10 años después de iniciar la terapia, frente al 39% de los hombres.
    • 2006 Lara Ramos, L. F. Diccionario español en México Mx (BD)
      alcohólico [...]. adj y s Que es adicto al alcohol o padece de alcoholismo: "Es muy difícil vivir con un alcohólico".
    • 2011 Anónimo "Despido alcoholismo" El Universal (Cartagena) (CORPES)
      "Los patronos deben conceder a los trabajadores alcohólicos la oportunidad de someterse a rehabilitación para superar su enfermedad, antes de aplicar sanciones disciplinarias", señala la sentencia dictada por la Sala Constitucional, o Sala Cuarta. Solo en caso de que el trabajador no dé una respuesta positiva a este ofrecimiento, el empleador estaría legítimamente posibilitado de proceder al despido, agrega la sentencia.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      alcohólico, ca [...]. adj. Que padece alcoholismo. U. t. c. s.
    • 2022 Corral, B. "Me levantaba, bebía" [18-11-2022] Gasteiz Hoy (Vitoria): gasteizhoy.com Esp (HD)
      Es consciente de que, aunque no vuelva a beber, "seré una enferma alcohólica siempre. Pero sé lo que me pasa y lo atajo". Porque un trago, una copa, les lleva de nuevo a la perdición. "Nosotros no podemos beber solo una copa porque se desata la tormenta. Una vez que empiezas no puedes parar. Es la diferencia entre un alcohólico y el que no lo es, incluso entre el alcohólico y alguien que bebe mucho", indican.
  7. s. m. y f. Persona que tiene alcoholismo.
    Sinónimo: alcoholista
    docs. (1872-2022) 27 ejemplos:
    • 1872 Cicero, M. "Higado enfermos alcoholicos" [01-12-1872] El Observador Médico (Ciudad de México) Mx (HD)
      ¿Cómo se forma esta grasa en el parenquima hepático? Hé aquí nuestra ignorancia; hé aquí las teorías. Paso en seguida á exponer los hechos clínicos que he podido recoger durante el presente año en las salas de alcohólicos del hospital de San Andrés. Despues expondré las teorías que se han invocado para explicar el hecho; pero para no dejar ningun vacío sobre el particular, y puesto que la mayor parte de mis observaciones las he hecho al microscopio, haré un análisis rápido de lo que la necroscopia del hígado de los alcohólicos me ha enseñado.
    • 2022 Corral, B. "Me levantaba, bebía" [18-11-2022] Gasteiz Hoy (Vitoria): gasteizhoy.com Esp (HD)
      Es consciente de que, aunque no vuelva a beber, "seré una enferma alcohólica siempre. Pero sé lo que me pasa y lo atajo". Porque un trago, una copa, les lleva de nuevo a la perdición. "Nosotros no podemos beber solo una copa porque se desata la tormenta. Una vez que empiezas no puedes parar. Es la diferencia entre un alcohólico y el que no lo es, incluso entre el alcohólico y alguien que bebe mucho", indican.
    • 1872 Cicero, M. "Higado enfermos alcoholicos" [01-12-1872] El Observador Médico (Ciudad de México) Mx (HD)
      ¿Cómo se forma esta grasa en el parenquima hepático? Hé aquí nuestra ignorancia; hé aquí las teorías. Paso en seguida á exponer los hechos clínicos que he podido recoger durante el presente año en las salas de alcohólicos del hospital de San Andrés. Despues expondré las teorías que se han invocado para explicar el hecho; pero para no dejar ningun vacío sobre el particular, y puesto que la mayor parte de mis observaciones las he hecho al microscopio, haré un análisis rápido de lo que la necroscopia del hígado de los alcohólicos me ha enseñado.
    • 1874 Parville, E. "Alcoholismo" [05-07-1874] Revista Europea (Madrid) (HD)
      Puédese imaginar fácilmente, despues de estos detalles, cuántas angustias deben pasar los desgraciados alcohólicos; para ellos este estado indefinible es el infierno. Los auditores de la leccion de M. Magnan han podido creer que oian contar sus impresiones á los mismos alcohólicos. Se puede dudar que haya sufrimientos mayores que los que experimentan los bebedores de alcohol, agenjo, bitter, vermut, etc. Despues de los momentos de delirio, los trastornos intelectuales desaparecen; el individuo empieza á darse cuenta de su estado; durante el dia contesta fácilmente, habla y rie de buena gana de sí mismo, de sus visiones y de su terror; pero cuando llega la noche pierde su seguridad; empieza experimentando temores vagos, presentimientos de lo que va á sufrir durante la noche, y sobre todo en esos momentos intermedios en que no se está despierto ni dormido. La abstinencia y la calma producen la curacion en muchos de estos desgraciados; pero en otros el mal persiste durante mucho tiempo.
    • 1877 Reyes, A. W. "Efectos alcoholismo" [01-01-1877] t. 1, p. 131 Revista de Cuba (La Habana) Cu (HD)
      El doctor Magnan cita el caso del alcohólico Juan J...., que parecia contradecir la regla. Este enfermo hablaba, en efecto, de cascadas que oia, de chalets iluminados que apercibia, de cantos, de bailes á que asistia. Esas alucinaciones parece que debian producir en su espíritu pensamientos más bien risueños que desagradables. Y sin embargo, no obstante tan risueñas imágenes, á pesar de esos cantos y de esas fiestas halló modo de crearse el delirio más penoso, "las cascadas, decia, lo impulsaban á ahogarse.
    • 1887 Espina, A. Sesiones Marzo" [01-01-1887] t. 20, p. 380 Revista de Medicina y Cirugía Prácticas (Madrid) Esp (HD)
      Que la herencia transmite las enfermedades, no hay que decirlo; que trasmite el delito, está demostrado. Véanse la genealogía de la familia Buti, afectada de locura; la estadística prusiana de 1877, donde entre 10.676 locos se demostró la herencia morbosa en 6.369; la descendencia del borracho Max Jucke, que en setenta y cinco años produjo 200 ladrones y asesinos, 288 ciegos, idiotas y tísicos, 90 prostitutas y 300 niños muertos precozmente, que costaron al Estado por daños y gastos más de un millon de dollars; las estadísticas de Targuet, que encontró en los 15 descendientes de un alcohólico 2 borrachos, un delirante homicida, una adúltera, 1 lujuriosa, 1 disoluta, 1 imbécil, epiléptico y ebrio, 1 ladron y borracho, 1 hidrocéfalo y 6 sanos; y en los 6 descendientes de la hija de otro alcohólico, 1 idiota, 2 viciosos, 2 ciegos y 1 sano; las estadísticas de Morel, que en los descendientes de otro individuo viciado por el alcohol halló 1 loco, 1 idiota, 1 histérica, 2 muertos precozmente, y de los 2 sanos uno misántropo y otro neurósico; y, en fin, otras estadísticas tan elocuentes y tan formales.
    • 1893 Nuñez, T. Tratado terapeutica general y aplicada p. 156 Mx (BD)
      Ordinariamente el alcoholismo crónico produce enfermedades muy graves que necesitan un tratamiento especial, y con todo, se puede decir que cualquiera que sea su consecuencia el ioduro de potasio y la estricnina ocupan el fondo de la medicación, imponiéndose la leche como el mejor de los alimentos. Cuando el alcoholismo es puro, lo que más molesta á los pacientes es el insomnio; pues bien, para corregirlo, se dará el cloral hiociamina y bromuro de potasio, y raras veces el opio y los opiados. Inútil es decir que se hará lo mismo cuando hay lesiones tangibles. No olvidar que el alcohólico necesita tres medicaciones: la moral en primera línea, la higiene en segunda, y la farmacéutica en tercera.
    • 1909 Barrett, R. Lo que son yerbales [1909] Paraguay (CDH )

      Al hambre y a la fatiga se añade la enfermedad. Esta horda de alcohólicos y de sifilíticos tiembla continuamente de fiebre. Es el chuchode los trópicos. La tercera parte se vuelven tísicos bajo la carga de mulo que les echan encima.

    • 1935 Prensa Estricnina Ciencia, 04-05/1935 Costa Rica (CDH )

      El Dr. Chauffard, en los casos de «delirium tremens», preconizaba inyecciones subcutáneas de un miligramo, repetidas de cuatro a seis veces el día. Los Dres. Pagniezy Chatonhan vuelto a aplicar recientemente esta técnica, pero aumentado la dosis: todo alcohólico en estado de delirio recibe inyecciones de dos miligramos de sulfato de Estricnina repetidas cada tres horas, a veces cada dos horas, hasta concurrencia de 10 a 16 miligramos por 24 horas. Ninguna intoxicación estrícnica ha sido observada por los autores, quienes calman de este modo a los alcohólicos delirantes en 24 a 48 horas.

    • 1972 García Hortelano, J. Mary Tribune [1999] 226 Esp (CDH )
      — Cuando tenga cincuenta años, Bert me cogerá de una oreja y ¡hala! —por un par de milímetros el whisky no se derramó sobre Leticia— al sanatorio para alcohólicos incurables. Puestos con la verdad, ¿me permites una confidencia? Me gustas. Tampoco es que seas la belleza perfecta, pero se me quema la sangre de ganas de apretarme contra ti.
    • 1982 Benedetti, M. Primavera [1994] 38 Uruguay (CDH )
      Después de todo, más vale ser borracho conocido que alcohólico anónimo. ¿Quién habrá parido esa sapiencia? La verdad es que los alcohólicos anónimos siempre le dieron en las pelotas. Uno se encurda o no se encurda, de acuerdo a su propia exigencia o mufa o necesidad o morriña o despiporre y no de acuerdo a la rigidez de los inmaculados o a la coacción del puritanaje. Linda banana el puritanaje, piensa Rolando Asuero haciéndose una morisqueta. Y se detiene con fruición en el botón de muestra al norte del río Bravo. Linda banana.
    • 1995 Contreras, G. Nadador [1995] 148 Chile (CDH )

      Las vacaciones en España, con esa niña que se doraba al sol como un fruto, el pintoresco hostal y el bullicio nocturno del secreto pueblito catalán, las comidas en restaurantes al aire libre, los paseos junto al mar, eran los mejores recuerdos que Alejandra atesoraba. Max por entonces ya bebía en exceso, desde luego más que la gente que habitualmente los rodeaba. Si bien no podía calificárselo de alcohólico, por las noches, solo, leyendo alguna novela en francés, idioma con el que se había empecinado, llegaba a beber tres o cuatro whiskys dobles sin advertirse en él ningún efecto visible. Era con el alcohol que Alejandra experimentaba el alejamiento de su marido.

    • 1998-2002 Fresán, R. Velocidad Cosas [2002] Argentina (CDH )

      Claro que un hombre —un hijo de puta, incluso— puede ser curado. Esto no significa la desaparición del síntoma pero sí de sus consecuencias. En este sentido un hijo de puta se parece bastante a un adicto o a un alcohólico: un hijo de puta nunca deja de ser del todo un hijo de puta. Entiéndase entonces por curado—consolado, fortalecido, mejorado, enviado una vez más al campo de batalla— apenas a la posibilidad que tiene un hijo de puta de ordenar más o menos el desprolijo relato de su vida.

    • 2019 Lpz Luaces, M. Placer matar madre Esp (CORPES)
      Primero se formó un grupo, pero somos tantas que han tenido que organizar otros tres. El doctor Suárez me dijo que el grupo me ayudará, que me dará las fuerzas para resistir mi adicción. Me dijo que no soy una borracha, sino una alcohólica, y eso es una enfermedad y las enfermedades se curan. Quiero creerle, más por mi Rodrigo que por mí. Queremos casarnos. Tener hijos. Él quiere un niño y una niña. Y eso no es posible con una mujer que se pasa la vida borracha. Así que estoy tratando de curarme.
    • 2022 Corral, B. "Me levantaba, bebía" [18-11-2022] Gasteiz Hoy (Vitoria): gasteizhoy.com Esp (HD)
      Es consciente de que, aunque no vuelva a beber, "seré una enferma alcohólica siempre. Pero sé lo que me pasa y lo atajo". Porque un trago, una copa, les lleva de nuevo a la perdición. "Nosotros no podemos beber solo una copa porque se desata la tormenta. Una vez que empiezas no puedes parar. Es la diferencia entre un alcohólico y el que no lo es, incluso entre el alcohólico y alguien que bebe mucho", indican.
    • 1872 Cicero, M. "Higado enfermos alcoholicos" [01-12-1872] El Observador Médico (Ciudad de México) Mx (HD)
      ¿Cómo se forma esta grasa en el parenquima hepático? Hé aquí nuestra ignorancia; hé aquí las teorías. Paso en seguida á exponer los hechos clínicos que he podido recoger durante el presente año en las salas de alcohólicos del hospital de San Andrés. Despues expondré las teorías que se han invocado para explicar el hecho; pero para no dejar ningun vacío sobre el particular, y puesto que la mayor parte de mis observaciones las he hecho al microscopio, haré un análisis rápido de lo que la necroscopia del hígado de los alcohólicos me ha enseñado.
    • 1874 Parville, E. "Alcoholismo" [05-07-1874] Revista Europea (Madrid) (HD)
      Puédese imaginar fácilmente, despues de estos detalles, cuántas angustias deben pasar los desgraciados alcohólicos; para ellos este estado indefinible es el infierno. Los auditores de la leccion de M. Magnan han podido creer que oian contar sus impresiones á los mismos alcohólicos. Se puede dudar que haya sufrimientos mayores que los que experimentan los bebedores de alcohol, agenjo, bitter, vermut, etc. Despues de los momentos de delirio, los trastornos intelectuales desaparecen; el individuo empieza á darse cuenta de su estado; durante el dia contesta fácilmente, habla y rie de buena gana de sí mismo, de sus visiones y de su terror; pero cuando llega la noche pierde su seguridad; empieza experimentando temores vagos, presentimientos de lo que va á sufrir durante la noche, y sobre todo en esos momentos intermedios en que no se está despierto ni dormido. La abstinencia y la calma producen la curacion en muchos de estos desgraciados; pero en otros el mal persiste durante mucho tiempo.
    • 1875 Reyes, A. W. "Trad Estudio alcoholismo, Magnan" [01-01-1875] t. 12, p. 373 Anales de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana (La Habana) Cu (HD)
      Estos resultados, que deseaba haceros conocer, indican de un modo suficiente, por sí mismos, la existencia del peligro, sobre todo en el período agudo,es decir, en el momento en que la economía toda entera se encuentra aún bajo la accion de la impregnacion tóxica. Pero los alcohólicos agudos y los crónicos están indistintamente comprendidos entre los 1,000 enfermos. Es indispensable separarlos, sin embargo, pues los 21 casos de muerte de los 5 primeros dias, no se refieren evidentemente sino á casos de alcoholismo agudo.
    • 1877 Reyes, A. W. "Efectos alcoholismo" [01-01-1877] t. 1, p. 131 Revista de Cuba (La Habana) Cu (HD)
      El doctor Magnan cita el caso del alcohólico Juan J...., que parecia contradecir la regla. Este enfermo hablaba, en efecto, de cascadas que oia, de chalets iluminados que apercibia, de cantos, de bailes á que asistia. Esas alucinaciones parece que debian producir en su espíritu pensamientos más bien risueños que desagradables. Y sin embargo, no obstante tan risueñas imágenes, á pesar de esos cantos y de esas fiestas halló modo de crearse el delirio más penoso, "las cascadas, decia, lo impulsaban á ahogarse.
    • 1878 León Luque, P. Trad Lecciones clínica médica, Peter, II p. 90 Esp (BD)
      Pero no es esto todo: este enfermo nos sirve para probar tambien que la viruela puede causar la tísis; ¿pero cómo y por qué? Porque este hombre era alcohólico, y la viruela no ha sido sino la mecha que ha puesto fuego á la pólvora [...]. El caso de nuestro varioloso alcohólico me lleva naturalmente á tratar de esta cuestion: "¿el alcoholismo produce el tubérculo?" Sí y no, os responderé; esto sucede, segun los casos. Que el viñador de Bourgogne, por ejemplo, beba mucho, se achispe de buen grado con su vino bueno, no quiere decir que haya de volverse por ello tuberculoso, porque lo bebe al aire libre y llevando una existencia activa; pero en el obrero de las ciudades no sucede lo mismo, porque permanece encerrado todo el dia y se emborracha con detestables brevajes en infectas tabernas, donde se fuma mucho y malo: este se tuberculiza, no bajo la influencia del alcohol, sino del alcoholismo. Guardaos bien de confundir estas dos cosas, sobre las que ya he llamado vuestra atencion en otras ocasiones. El alcohol tiene una accion tópica que se ajerce especialmente sobre los órganos digestivos; el vomitus matutinus potatorum, la cirrosis, he aquí los efectos directos del alcohol en sí. El alcoholismo es la intoxicacion, la degradacion del organismo.
    • 1887 Espina, A. Sesiones Marzo" [01-01-1887] t. 20, p. 380 Revista de Medicina y Cirugía Prácticas (Madrid) Esp (HD)
      Que la herencia transmite las enfermedades, no hay que decirlo; que trasmite el delito, está demostrado. Véanse la genealogía de la familia Buti, afectada de locura; la estadística prusiana de 1877, donde entre 10.676 locos se demostró la herencia morbosa en 6.369; la descendencia del borracho Max Jucke, que en setenta y cinco años produjo 200 ladrones y asesinos, 288 ciegos, idiotas y tísicos, 90 prostitutas y 300 niños muertos precozmente, que costaron al Estado por daños y gastos más de un millon de dollars; las estadísticas de Targuet, que encontró en los 15 descendientes de un alcohólico 2 borrachos, un delirante homicida, una adúltera, 1 lujuriosa, 1 disoluta, 1 imbécil, epiléptico y ebrio, 1 ladron y borracho, 1 hidrocéfalo y 6 sanos; y en los 6 descendientes de la hija de otro alcohólico, 1 idiota, 2 viciosos, 2 ciegos y 1 sano; las estadísticas de Morel, que en los descendientes de otro individuo viciado por el alcohol halló 1 loco, 1 idiota, 1 histérica, 2 muertos precozmente, y de los 2 sanos uno misántropo y otro neurósico; y, en fin, otras estadísticas tan elocuentes y tan formales.
    • 1893 Nuñez, T. Tratado terapeutica general y aplicada p. 156 Mx (BD)
      Ordinariamente el alcoholismo crónico produce enfermedades muy graves que necesitan un tratamiento especial, y con todo, se puede decir que cualquiera que sea su consecuencia el ioduro de potasio y la estricnina ocupan el fondo de la medicación, imponiéndose la leche como el mejor de los alimentos. Cuando el alcoholismo es puro, lo que más molesta á los pacientes es el insomnio; pues bien, para corregirlo, se dará el cloral hiociamina y bromuro de potasio, y raras veces el opio y los opiados. Inútil es decir que se hará lo mismo cuando hay lesiones tangibles. No olvidar que el alcohólico necesita tres medicaciones: la moral en primera línea, la higiene en segunda, y la farmacéutica en tercera.
    • 1903 Federico Blume, J. C. "7a sesion febrero" p. 185 Congreso Anti-alcohólico Pe (BD)
      El señor doctor Aguayo— Yo creo que el artículo debe estar concebido en la forma que propone el doctor Manzanilla; sin perjuicio de esto, me parece que á estos asilos deben ser conducidos no sólo los alcohólicos crónicos, sino tambien los agudos. La razón que se ha expuesto de que esto presenta dificultades para la responsabilidad civil del alcohólico agudo, no es exacta, porque el procedimiento sería muy sencillo. Se encuentra al alcohólico agudo en estado lamentable vagando por las calles; entonces en lugar de ir á las comisarías, se le conduce al asilo; ahí se le asiste durante el tiempo indispensable para su curación, y verificada ésta, pasará á la comisaría ó intendencia de policía para ser juzgado. Yo creo que para esto no hay inconveniente ninguno.
    • 1909 Barrett, R. Lo que son yerbales [1909] Paraguay (CDH )

      Al hambre y a la fatiga se añade la enfermedad. Esta horda de alcohólicos y de sifilíticos tiembla continuamente de fiebre. Es el chuchode los trópicos. La tercera parte se vuelven tísicos bajo la carga de mulo que les echan encima.

    • 1921 Santamaría, F. J. Provincialismo tabasqueño, I Mx (BD)
      ALCOHÓLICO, CA. [...] "m. Persona atacada de alcoholismo."
    • c1890-1924 Oca, E. "Cédula académica" Esp (FG)
      Alcólico: [...] adj. Se dice de la persona que padece alcoholismo, especialmente crónico. Ú. t. c. s.
    • 1935 Prensa Estricnina Ciencia, 04-05/1935 Costa Rica (CDH )

      El Dr. Chauffard, en los casos de «delirium tremens», preconizaba inyecciones subcutáneas de un miligramo, repetidas de cuatro a seis veces el día. Los Dres. Pagniezy Chatonhan vuelto a aplicar recientemente esta técnica, pero aumentado la dosis: todo alcohólico en estado de delirio recibe inyecciones de dos miligramos de sulfato de Estricnina repetidas cada tres horas, a veces cada dos horas, hasta concurrencia de 10 a 16 miligramos por 24 horas. Ninguna intoxicación estrícnica ha sido observada por los autores, quienes calman de este modo a los alcohólicos delirantes en 24 a 48 horas.

    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )

      C) Hemos descrito la neumonía lobar típica; pero hay muchas atípicas. En ciertas circunstancias, que ahora examinaremos, lo habitual es la atipicidad.

      1. En los alcohólicos, en los diabéticosmal tratados, al comienzo de la neumonía puede ser insidioso, sin punta de costado, con fiebre moderada (el escalofrío es más raro que falte); los signos físicos son, igualmente, poco marcados; la tos, escasa; la expectoración, casi nula; la evolución, lenta, sin la típica terminación súbita.

    • 1966 Marsé, J. Teresa [1996] Esp (CDH )

      Y en los negros cabellos peinados hacia atrás había algo, además del natural atractivo, que fijaba las miradas femeninas con un leve escalofrío: había un esfuerzo secreto e inútil, una esperanza mil veces frustrada pero todavía intacta: era uno de esos peinados laboriosos donde uno encuentra los elementos inconfundibles de la cotidiana lucha contra la miseria y el olvido, esa feroz coquetería de los grandes solitarios y de los ambiciosos superiores.

      Cuando, finalmente, se decidió a empujar la verja del jardín, su mano, como la de ciertos alcohólicos al empuñar el segundo vaso, dejó de temblar, su cuerpo se irguió, sus ojos sonrieron. Avanzó por el sendero cubierto de grava y, de pronto, le pareció ver una sombra que se movía entre los setos, a su derecha: en medio de una oscuridad casi completa, entre las ramas, dos ojos brillantes le miraban fijamente.

    • 1972 García Hortelano, J. Mary Tribune [1999] 226 Esp (CDH )
      — Cuando tenga cincuenta años, Bert me cogerá de una oreja y ¡hala! —por un par de milímetros el whisky no se derramó sobre Leticia— al sanatorio para alcohólicos incurables. Puestos con la verdad, ¿me permites una confidencia? Me gustas. Tampoco es que seas la belleza perfecta, pero se me quema la sangre de ganas de apretarme contra ti.
    • 1972 García Hortelano, J. Mary Tribune [1999] 54 Esp (CDH )

      Tras la segunda taza de té, encendí uno de los cigarrillos de Mary, a quien, quizá por las alternancias apreciativas que produce la falta de familiaridad, encontraba yo aquella mañana menos bella y muchísimo más atractiva. Fuera, el temible mundo tenía el aspecto de un día de esos, en que la primavera arrasa como un sol canicular. Una sacudida de falsa euforia, de las que coexistiendo con el más sombrío pesimismo componen el alba del alcohólico, me percató de la prolongada ausencia de Mary.

      — ¡Mary! —llamé, vuelto en la silla—. ¿Necesitas algo, Mary?

    • 1972 García Hortelano, J. Mary Tribune [1999] Esp (CDH )
      Los peligros del alcoholismo quizá sólo se eludiesen en un hospital para alcohólicos. Ella confiaba moderadamente en los tratamientos particulares.
    • 1977 Vargas Llosa, M. Tía Julia [1996] 345 Perú (CDH )

      La negativa de Sarita a ser su esposa e incluso a dejarse besar empujaron clásicamente a Joaquín a las cantinas. En poco tiempo, pasó de romántico que ahoga penas en whisky a alcohólico irredento que puede apagar su africana sed con kerosene.

      ¿Qué despertó en Joaquín esa pasión por Sarita Huanca Salaverría? Era joven y tenía un físico esbelto de gallita, una piel curtida por la intemperie, un cerquillo bailarín, y como jugadora de fútbol no estaba mal.

    • 1982 Benedetti, M. Primavera [1994] 38 Uruguay (CDH )
      Después de todo, más vale ser borracho conocido que alcohólico anónimo. ¿Quién habrá parido esa sapiencia? La verdad es que los alcohólicos anónimos siempre le dieron en las pelotas. Uno se encurda o no se encurda, de acuerdo a su propia exigencia o mufa o necesidad o morriña o despiporre y no de acuerdo a la rigidez de los inmaculados o a la coacción del puritanaje. Linda banana el puritanaje, piensa Rolando Asuero haciéndose una morisqueta. Y se detiene con fruición en el botón de muestra al norte del río Bravo. Linda banana.
    • 1994 Cuvi, P. Ecuador [1994] Ecuador (CDH )
      Se conocía a esta casa como La Temperancia, porque antaño se encerraba tras sus espesos muros a los alcohólicos consuetudinarios —especialmente gente del clero— con miras a curarlos. Está situada en el corazón de San Sebastián, barrio ligado a la historia y a la leyenda de la vieja Cuenca (Seniergues, uno de los académicos de la Misión Geodésica, perdió allí la vida por el amor de una criolla, Manuela Quezada. La viuda del farol, un espectro de otra época, iniciaba ahí su búsqueda a lo largo de las acequias de la criatura que había matado).
    • 1995 Contreras, G. Nadador [1995] 148 Chile (CDH )

      Las vacaciones en España, con esa niña que se doraba al sol como un fruto, el pintoresco hostal y el bullicio nocturno del secreto pueblito catalán, las comidas en restaurantes al aire libre, los paseos junto al mar, eran los mejores recuerdos que Alejandra atesoraba. Max por entonces ya bebía en exceso, desde luego más que la gente que habitualmente los rodeaba. Si bien no podía calificárselo de alcohólico, por las noches, solo, leyendo alguna novela en francés, idioma con el que se había empecinado, llegaba a beber tres o cuatro whiskys dobles sin advertirse en él ningún efecto visible. Era con el alcohol que Alejandra experimentaba el alejamiento de su marido.

    • 1998-2002 Fresán, R. Velocidad Cosas [2002] Argentina (CDH )

      Claro que un hombre —un hijo de puta, incluso— puede ser curado. Esto no significa la desaparición del síntoma pero sí de sus consecuencias. En este sentido un hijo de puta se parece bastante a un adicto o a un alcohólico: un hijo de puta nunca deja de ser del todo un hijo de puta. Entiéndase entonces por curado—consolado, fortalecido, mejorado, enviado una vez más al campo de batalla— apenas a la posibilidad que tiene un hijo de puta de ordenar más o menos el desprolijo relato de su vida.

    • 2002 Paz Soldán. E. Materia deseo [2002] Bolivia (CDH )

      Se me ocurrió que sería bueno volver a hablarle a Caro de mi tío. Quizás podría ayudarme a entender lo que ocurría. Le conté del incidente de anoche.

      — La respuesta es fácil —dijo; estábamos en el café Mediterráneo en XXI—. Tu tío es alcohólico. Me di cuenta desde el primer día. Toma solo, siempre tiene un vaso de whisky en la mano...

      Era un imbécil por no haberme dado cuenta. Estaba tan acostumbrado a verlo tomar desde la mañana que se me antojaba una práctica normal, como atarse los zapatos o lavarse la cara. Traté de disimular.

      — Puede ser. Pero no creo que todo se reduzca a un diagnóstico médico. Hay algo más, tiene que haberlo. ¿Por qué es alcohólico? ¿Qué lo llevó a eso?

      — La cosa es más compleja, por supuesto. La pregunta sería: con todos nuestros problemas a cuestas, ¿por qué no somos todos alcohólicos?

    • 2006 Lara Ramos, L. F. Diccionario español en México Mx (BD)
      alcohólico [...]. adj y s Que es adicto al alcohol o padece de alcoholismo: "Es muy difícil vivir con un alcohólico".
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      alcohólico, ca [...]. adj. Que padece alcoholismo. U. t. c. s.
    • 2019 Lpz Luaces, M. Placer matar madre Esp (CORPES)
      Primero se formó un grupo, pero somos tantas que han tenido que organizar otros tres. El doctor Suárez me dijo que el grupo me ayudará, que me dará las fuerzas para resistir mi adicción. Me dijo que no soy una borracha, sino una alcohólica, y eso es una enfermedad y las enfermedades se curan. Quiero creerle, más por mi Rodrigo que por mí. Queremos casarnos. Tener hijos. Él quiere un niño y una niña. Y eso no es posible con una mujer que se pasa la vida borracha. Así que estoy tratando de curarme.
    • 2022 Corral, B. "Me levantaba, bebía" [18-11-2022] Gasteiz Hoy (Vitoria): gasteizhoy.com Esp (HD)
      Es consciente de que, aunque no vuelva a beber, "seré una enferma alcohólica siempre. Pero sé lo que me pasa y lo atajo". Porque un trago, una copa, les lleva de nuevo a la perdición. "Nosotros no podemos beber solo una copa porque se desata la tormenta. Una vez que empiezas no puedes parar. Es la diferencia entre un alcohólico y el que no lo es, incluso entre el alcohólico y alguien que bebe mucho", indican.
  8. adj. [Persona] Que bebe alcohol en exceso.
    Sinónimo: alcoholista
    docs. (1879-2022) 22 ejemplos:
    • 1879 Mejía, D. Estadística mortalidad Mx p. 23 Mx (BD)
      ¿Qué importa el aumento real de la poblacion, si aumenta la inmoralidad y el vicio? Estas 633 defunciones de exceso las vemos explicadas en la multiplicacion de cantinas y pulquerías; en la libertad de ese comercio, y en el suave castigo impuesto á la embriaguez. ¡Qué diferencia entre estos datos y los que el Sr. Reyes obtuvo del año de 1866! Alli no se registra ninguna defuncion por el alcoholismo; y aunque no es del todo creible este resultado, pues probablemente algunas de las defunciones por diarrea que alli se señalan, deben ser de alcoholismo, no por eso deja de observarse una diferencia muy notable, y que tiene fácil explicacion en la solicitud con que el Sr. Trigueros mandó rebajar el grado del aguardiente, y puso limite á ese comercio, de cuyo abuso resulta tanto mal á la humanidad [...]. Para concluir con lo relativo al alcoholismo, harémos notar, que la enfermedad anotada en los libros del Registro Civil bajo el titulo de colitis, éntero-colitis, diarrea (aguda y crónica), pertenece su cifra en más de la mitad á defunciones de niños, y el resto, una parte á diarreas de origen desconocido, y la otra parte al alcoholismo. Esto no es una suposicion gratuita; lo hemos visto confirmado, y lo ve cualquier médico de hospital: enfermos alcohólicos, cuyo padecimiento principal es la diarrea, llevan este solo diagnóstico á la vuelta de su papeleta; asi queda registrado en la Comisaria respectiva á la muerte del enfermo, y así pasa á los libros del Juzgado Civil, sin el importante agregado de diarrea "alcohólica".
    • 2022 Balcázar Moreno, M. "Michel Houllebecq" [14-01-2022] Milenio (Ciudad de México) Mx (HD)
      Pese a los intentos de su entrevistador por ofrecer una nueva imagen de él, más positiva —Birnbaum elogia su "candor" e "ingenuidad" y lo compara incluso con un bebé que agita su sonaja cuando lo ve destapar su primera botella—, Houellebecq persiste en confirmar su mala reputación. "El vino blanco siempre es mejor. Soy un poco alcohólico, sabe", le dice tras la cortina de humo que cigarro tras cigarro crea en torno suyo.
    • 1879 Mejía, D. Estadística mortalidad Mx p. 23 Mx (BD)
      ¿Qué importa el aumento real de la poblacion, si aumenta la inmoralidad y el vicio? Estas 633 defunciones de exceso las vemos explicadas en la multiplicacion de cantinas y pulquerías; en la libertad de ese comercio, y en el suave castigo impuesto á la embriaguez. ¡Qué diferencia entre estos datos y los que el Sr. Reyes obtuvo del año de 1866! Alli no se registra ninguna defuncion por el alcoholismo; y aunque no es del todo creible este resultado, pues probablemente algunas de las defunciones por diarrea que alli se señalan, deben ser de alcoholismo, no por eso deja de observarse una diferencia muy notable, y que tiene fácil explicacion en la solicitud con que el Sr. Trigueros mandó rebajar el grado del aguardiente, y puso limite á ese comercio, de cuyo abuso resulta tanto mal á la humanidad [...]. Para concluir con lo relativo al alcoholismo, harémos notar, que la enfermedad anotada en los libros del Registro Civil bajo el titulo de colitis, éntero-colitis, diarrea (aguda y crónica), pertenece su cifra en más de la mitad á defunciones de niños, y el resto, una parte á diarreas de origen desconocido, y la otra parte al alcoholismo. Esto no es una suposicion gratuita; lo hemos visto confirmado, y lo ve cualquier médico de hospital: enfermos alcohólicos, cuyo padecimiento principal es la diarrea, llevan este solo diagnóstico á la vuelta de su papeleta; asi queda registrado en la Comisaria respectiva á la muerte del enfermo, y así pasa á los libros del Juzgado Civil, sin el importante agregado de diarrea "alcohólica".
    • 1887 Díaz, W. et alii "Santiago 1887" [01-10-1887] n.º 10, p. 464 Boletín de la Sociedad de Fomento Fabril (Santiago de Chile) Ch (HD)
      El enfermo principia por contarnos que despues de haber bebido el sábado, domingo i lunes se quedó dormido en el suelo i que al despertar sintió un fuerte dolor al pecho; tiene la costumbre de beber estos tres dias. Lo examinamos i encontramos una neumonia. ¿Cuál es la marcha que va a seguir esta afeccion? Resolverá con la misma facilidad que en un adulto no alcohólico? La respuesta es que la neumonía alcohólica tiene una marcha mucho más rápida en un principio, llevándose al enfermo, o bien eternizándose en el segundo período.
    • 1904 Blest Gana, A. Transplantados [1904] Chile (CDH )
      Pocos años después de la muerte de su marido, la joven viuda se había visto en la precisión de acoger en su pobre hogar á su padre, un inglés alcohólico, profesor de su idioma, despedido á causa de sus hábitos de intemperancia, por los pocos discípulos á quienes daba lecciones. Nadie creía al inglés, un míster William Smith cualquiera, cuando iluminado por sus excesivas libaciones, hablaba de parientes ricos, propietarios de campo en el fértil condado de Kent, el jardín de Inglaterra.
    • 1914 Cestero, T. M. Sangre [2003] República Dominicana (CDH )

      De los altos de San Antón, San Miguel y San Lázaro, baja a las vías nuevas de extramuros, por donde la capital se ensancha en casitas de madera y cinc, pintadas y limpias; entra por la Puerta del Rey a la calle de la Misericordia, cuyas primeras cuadras la forman ruinosos bohíos de tablas de palma; recorre la de San Pedro, en la que alternan el cinc, la yagua y la piedra, y moran pared por medio vírgenes y hetairas, y en donde, detrás del fuerte de San Fernando, ofrendan a Afrodita marinos y soldados, con prostitutas alcohólicas, de marchitas carnes enfermas, mulatas y negras que, en batas de colores crudos y en chancletas, se exhiben con un túbano en los belfos, y por quienes las riñas mortales son frecuentes.

    • 1972 Torrente Ballester, G. Saga/Fuga [1995] 368 Esp (CDH )
      Y se acercan a ella como la falange tebana, una en cabeza, después dos, después tres... Busca en la escarcela el tintineo de los luises, y la escarcela no responde. Entonces, se lleva la mano a las orejas. ¡Los pendientes de esmeraldas, los que le había dado aquel príncipe consorte, severo garañón de cierta Reina alcohólica, por sólo besarla! No se atrevió a más, a causa de sus principios morales: «¡Un beso y le doy esta esmeralda, señorita!». Y después había añadido: «Si quiere la pareja, déme otro beso», y ella se lo había dado para que, al menos dos veces en su vida, aquel monarca en precario originado en la Remonta besara una boca que no oliese a aguardiente.
    • 1986 García Ramis, M. Felices días [1995] Puerto Rico (CDH )

      Luego del ritual de merendar en la cafetería de la tienda González Padín me recosté de una vidriera frente a la Plaza de Armas en lo que ella iba a comprar lotería. Miré a través de la plaza al Palacio Municipal despintado y sucio. Todo está tan abandonado: las dos fuentes secas hace años, el polvo, la mugre, los viejitos alcohólicos debajo de los árboles, las estatuas carcomidas de las cuatro estaciones esperando a ver si llegan tiempos mejores.

    • 1996 Santiago, E. Sueño América [1996] Puerto Rico (CDH )

      El parloteo de Paulina es reconfortante como una radio prendida. Todo lo que dice es familiar, como si América lo hubiese oído ayer, pero es nuevo también. Medita sobre la diferencia entre su madre y su tía, dos hijas de una madre, una de ellas alcohólica y la otra sobria, con un matrimonio duradero e hijos que, a pesar de sus quejas, todavía quieren a sus padres y respetan sus expectativas. Ester nunca tuvo el ánimo de Paulina. Su vida, restringida a su jardín, sus telenovelas, sus uniones ocasionales con Don Irving, es todo lo que ella parece querer. «Quizás, si mami hubiese sido más como Paulina —América piensa—, mi vida sería distinta.»Se ruboriza entonces, avergonzada de los pensamientos tan pronto como es consciente de ellos.

    • 1998-2002 Fresán, R. Velocidad Cosas [2002] Argentina (CDH )
      Pasan algunos minutos que parecen años alrededor de la figura de su padre y ella era su favorita y un colegio con nombre ridículamente inglés y una madre alcohólica y un par de abortos y el novio de su hija una noche en una fiesta y una boutique en un shopping-center y un preparador fisico y un auto importado y un poco de cocaína y el miedo a las cirugías plásticas después de lo que le pasó a la modelo esa que le explotaron los pechos volando a Milán.
    • 2011 Castro, C. Astillas Esp (CORPES)
      [...] algunas veces íbamos a su casa, y su madre nos hacía la cena, una cena de verduras raras, y quemaba incienso, y acababa echándome las cartas, porque ella vivía de eso, de la cartomancia, y también de una pequeña pensión de los ferrocarriles, el padre de bruno era guardavía, y creo que un poco alcohólico, y lo había arrollado un tren, o dos que se cruzaban.
    • 2022 Balcázar Moreno, M. "Michel Houllebecq" [14-01-2022] Milenio (Ciudad de México) Mx (HD)
      Pese a los intentos de su entrevistador por ofrecer una nueva imagen de él, más positiva —Birnbaum elogia su "candor" e "ingenuidad" y lo compara incluso con un bebé que agita su sonaja cuando lo ve destapar su primera botella—, Houellebecq persiste en confirmar su mala reputación. "El vino blanco siempre es mejor. Soy un poco alcohólico, sabe", le dice tras la cortina de humo que cigarro tras cigarro crea en torno suyo.
    • 1879 Mejía, D. Estadística mortalidad Mx p. 23 Mx (BD)
      ¿Qué importa el aumento real de la poblacion, si aumenta la inmoralidad y el vicio? Estas 633 defunciones de exceso las vemos explicadas en la multiplicacion de cantinas y pulquerías; en la libertad de ese comercio, y en el suave castigo impuesto á la embriaguez. ¡Qué diferencia entre estos datos y los que el Sr. Reyes obtuvo del año de 1866! Alli no se registra ninguna defuncion por el alcoholismo; y aunque no es del todo creible este resultado, pues probablemente algunas de las defunciones por diarrea que alli se señalan, deben ser de alcoholismo, no por eso deja de observarse una diferencia muy notable, y que tiene fácil explicacion en la solicitud con que el Sr. Trigueros mandó rebajar el grado del aguardiente, y puso limite á ese comercio, de cuyo abuso resulta tanto mal á la humanidad [...]. Para concluir con lo relativo al alcoholismo, harémos notar, que la enfermedad anotada en los libros del Registro Civil bajo el titulo de colitis, éntero-colitis, diarrea (aguda y crónica), pertenece su cifra en más de la mitad á defunciones de niños, y el resto, una parte á diarreas de origen desconocido, y la otra parte al alcoholismo. Esto no es una suposicion gratuita; lo hemos visto confirmado, y lo ve cualquier médico de hospital: enfermos alcohólicos, cuyo padecimiento principal es la diarrea, llevan este solo diagnóstico á la vuelta de su papeleta; asi queda registrado en la Comisaria respectiva á la muerte del enfermo, y así pasa á los libros del Juzgado Civil, sin el importante agregado de diarrea "alcohólica".
    • 1887 Díaz, W. et alii "Santiago 1887" [01-10-1887] n.º 10, p. 464 Boletín de la Sociedad de Fomento Fabril (Santiago de Chile) Ch (HD)
      El enfermo principia por contarnos que despues de haber bebido el sábado, domingo i lunes se quedó dormido en el suelo i que al despertar sintió un fuerte dolor al pecho; tiene la costumbre de beber estos tres dias. Lo examinamos i encontramos una neumonia. ¿Cuál es la marcha que va a seguir esta afeccion? Resolverá con la misma facilidad que en un adulto no alcohólico? La respuesta es que la neumonía alcohólica tiene una marcha mucho más rápida en un principio, llevándose al enfermo, o bien eternizándose en el segundo período.
    • 1904 Blest Gana, A. Transplantados [1904] Chile (CDH )
      Pocos años después de la muerte de su marido, la joven viuda se había visto en la precisión de acoger en su pobre hogar á su padre, un inglés alcohólico, profesor de su idioma, despedido á causa de sus hábitos de intemperancia, por los pocos discípulos á quienes daba lecciones. Nadie creía al inglés, un míster William Smith cualquiera, cuando iluminado por sus excesivas libaciones, hablaba de parientes ricos, propietarios de campo en el fértil condado de Kent, el jardín de Inglaterra.
    • 1914 Cestero, T. M. Sangre [2003] República Dominicana (CDH )

      De los altos de San Antón, San Miguel y San Lázaro, baja a las vías nuevas de extramuros, por donde la capital se ensancha en casitas de madera y cinc, pintadas y limpias; entra por la Puerta del Rey a la calle de la Misericordia, cuyas primeras cuadras la forman ruinosos bohíos de tablas de palma; recorre la de San Pedro, en la que alternan el cinc, la yagua y la piedra, y moran pared por medio vírgenes y hetairas, y en donde, detrás del fuerte de San Fernando, ofrendan a Afrodita marinos y soldados, con prostitutas alcohólicas, de marchitas carnes enfermas, mulatas y negras que, en batas de colores crudos y en chancletas, se exhiben con un túbano en los belfos, y por quienes las riñas mortales son frecuentes.

    • 1929 Domenchina, J. J. "Crimen" [1934] Antología poesía Esp (FG)
      Mas ¿quién le juzga, si hace de su tesis / —el atavismo— plúmbeo parapeto, / y rezuma atrición —la diaforesis— / este hombre alcohólico y analfabeto?
    • 1972 Torrente Ballester, G. Saga/Fuga [1995] 368 Esp (CDH )
      Y se acercan a ella como la falange tebana, una en cabeza, después dos, después tres... Busca en la escarcela el tintineo de los luises, y la escarcela no responde. Entonces, se lleva la mano a las orejas. ¡Los pendientes de esmeraldas, los que le había dado aquel príncipe consorte, severo garañón de cierta Reina alcohólica, por sólo besarla! No se atrevió a más, a causa de sus principios morales: «¡Un beso y le doy esta esmeralda, señorita!». Y después había añadido: «Si quiere la pareja, déme otro beso», y ella se lo había dado para que, al menos dos veces en su vida, aquel monarca en precario originado en la Remonta besara una boca que no oliese a aguardiente.
    • 1974 Saiz, G. Princesa [1974] México (CDH )
      Pero siempre iba con su esposa, una maquillada excantante de ópera, exageradamente alcohólica, que pasó casi todos sus días internada en un sanatorio. Procuraba siempre fundirse con ella mirándola, imitando su modo de hablar con los bracitos ajados doblados hacia adelante como los de un canguro o un perrito entrenado.
    • 1977 Paso, F. Palinuro [1982] 601 México (CDH )
      Me paré, me sacudí el polvo de las nalgas del pantalón y las migajas del chaleco, guardé en la caja un pedazo de pastel que me había sobrado, y tuve por un momento la intención de dejar en el parque el libro Guinness de los Récords, pero no quise quedar mal con la London Library, así que cargué otra vez con el edificio más alto del mundo, con el tipo que estuvo treinta años en un pulmón de acero, con el noruego que tenía seis metros de barba y con el alcohólico más alcohólico del mundo que desde luego fue un inglés que se tomó más de treinta y seis mil botellas de Oporto. A propósito de bebidas y del libro de los récords, la cerveza Guinness es excelente, aunque desde luego no es inglesa, porque el mejor whisky de Inglaterra es de Escocia, la mejor lana de Inglaterra es de Australia, el mejor té de Inglaterra es de Ceylán y los mejores escritores de Inglaterra son, como la Guinness, de Irlanda.
    • 1982 Muñoz Reyes, J. / Muñoz Reyes Taborga, I. DiccBolivianismos Bo (NTLLE)
      ALCOHOLICO/A.— adj. Ebrio, borracho, aficionado al trago.
    • 1986 Díez Rdz, L. M. Fuente edad [1993] Esp (CDH )

      Vio a Julio con los ojos alumbrados por la fiebre, la rapada cabeza depositada en la almohada como la de un desplumado gorrión, y escuchó aquella voz que temblaba en la carta con el mismo susurro de dolorido pudor, enumerando la mala suerte que lamía su vida desde la infantil desgracia de su orfandad.

      — Todas las deudas las ha saldado sobradamente Nuestro Benéfico y Alcohólico Padre —afirmó Angel Benuza, descuartizando su tercer pichón— con el hallazgo postrero que hace más dichosa esta convocatoria, Aquilino. Y a tus amas hay que felicitarlas, porque jamás se vieron pichones con mejor punto. Hallaremos o no hallaremos el Mágico Venero, pero, como decía Decencio Libelático, ya gozamos bien gozadas las glorias del Palomar.

    • 1986 García Ramis, M. Felices días [1995] Puerto Rico (CDH )

      Luego del ritual de merendar en la cafetería de la tienda González Padín me recosté de una vidriera frente a la Plaza de Armas en lo que ella iba a comprar lotería. Miré a través de la plaza al Palacio Municipal despintado y sucio. Todo está tan abandonado: las dos fuentes secas hace años, el polvo, la mugre, los viejitos alcohólicos debajo de los árboles, las estatuas carcomidas de las cuatro estaciones esperando a ver si llegan tiempos mejores.

    • 1987 Muñoz Molina, A. Invierno Lisboa [1995] Esp (CDH )

      Cuando Biralbo le dijo que ya casi nunca tocaba, que ahora era profesor de música en un colegio de monjas, Billy Swann se indignó: ante una botella de whisky, firmes los codos en la barra del Lady Bird, renegó de él con esa ira sagrada que exalta a veces a los viejos alcohólicos y le hizo acordarse de los antiguos tiempos: cuando tenía veintitrés o veinticuatro años y él, Billy Swann, lo encontró tocando a cambio de bocadillos y cerveza en un club de Copenhague, cuando quería aprenderlo todo y juraba que nunca sería sino un músico y que no le importaban el hambre y la mala vida si eran el precio para conseguirlo.

    • 1989 Landero, L. Juegos [1993] Esp (CDH )

      El séptimo día se encontró con otro vagabundo y pasaron la tarde en comunidad. Hicieron lumbre y juntaron las haciendas. El vagabundo —narizotas, alcohólico y trascendente— contó que se dirigía a la recogida de aceitunas, para luego seguir hacia levante, donde pensaba hacerse barquero de agua dulce. Y explicó que su idea era instalarse en la orilla de un río caudaloso y recoger todo cuanto arrastrasen las aguas, que en épocas de crecida era mucho y de mucho valor: muebles, ropa, objetos artísticos, animales recién ahogados, electrodomésticos, relojes de pared y todo tipo de pertenencias privadas y públicas.

    • 1995 Contreras, G. Nadador [1995] 139 Chile (CDH )
      La Villa Mercedes —en honor a la esposa del precipitado suicida, una abuela alcohólica y mundana, según Bibi, aunque su retrato sobre la chimenea no hacía pensar en ello— era algo así como un último bastión de una fantasía nunca consumada. Max salió a la terraza por los ventanales del gran living.
    • 1995 Donoso, J. Morir elefantes [1995] Chile (CDH )

      — ¿Gemelos? ¿Qué tienen que ver los gemelos con la Teoría de Números? —preguntó Rolando, alarmado, entre bostezo y bostezo—. ¿Tienen facultades especiales los gemelos? ¿O se refiere usted a esa cita de Faulkner que Gustavo siempre repite: «A book is a writer's secret life, the dark twin of a man»? ¿O los gemelos de que usted habla no tienen nada que ver con nada?

      — No afirmaría tajantemente que no tienen nada que ver con ese viejo alcohólico y genial que fue Faulkner, con quien tuve el honor de emborracharme durante una gira de conferencias en Mississippi. A lo que me refiero es a los números gemelos, es decir, a dos primos impares contiguos.

    • 1996 Santiago, E. Sueño América [1996] Puerto Rico (CDH )

      El parloteo de Paulina es reconfortante como una radio prendida. Todo lo que dice es familiar, como si América lo hubiese oído ayer, pero es nuevo también. Medita sobre la diferencia entre su madre y su tía, dos hijas de una madre, una de ellas alcohólica y la otra sobria, con un matrimonio duradero e hijos que, a pesar de sus quejas, todavía quieren a sus padres y respetan sus expectativas. Ester nunca tuvo el ánimo de Paulina. Su vida, restringida a su jardín, sus telenovelas, sus uniones ocasionales con Don Irving, es todo lo que ella parece querer. «Quizás, si mami hubiese sido más como Paulina —América piensa—, mi vida sería distinta.»Se ruboriza entonces, avergonzada de los pensamientos tan pronto como es consciente de ellos.

    • 1998-2002 Fresán, R. Velocidad Cosas [2002] Argentina (CDH )
      Pasan algunos minutos que parecen años alrededor de la figura de su padre y ella era su favorita y un colegio con nombre ridículamente inglés y una madre alcohólica y un par de abortos y el novio de su hija una noche en una fiesta y una boutique en un shopping-center y un preparador fisico y un auto importado y un poco de cocaína y el miedo a las cirugías plásticas después de lo que le pasó a la modelo esa que le explotaron los pechos volando a Milán.
    • 2006 Bufano, S. / Perednik, J. S. DiccInjuria (BD)
      Alcohólico, a. adj. y sust. Se aplica al que bebe demasiado alcohol.
    • 2006 Lara Ramos, L. F. Diccionario español en México Mx (BD)
      alcohólico [...]. adj y s Que es adicto al alcohol o padece de alcoholismo: "Es muy difícil vivir con un alcohólico".
    • 2009 Planas, E. "Policía romántico" El Comercio (Lima) Pe (CORPES)
      Como el Lituma de Vargas Llosa, el inspector Morales, su protagonista, se vale de pobres recursos para investigar los crímenes. ¿Es una regla que la novela policial escrita en Latinoamérica esté marcada por la pobreza? Igual que el modelo clásico del policial, como las novelas de Dashiell Hammett, aquellos policías o detectives en oficinas destartaladas, alcohólicos a veces, llenos de pequeños vicios. La verdad es que en Nicaragua la verdad es esa: alguien denuncia un robo y debe ponerle la gasolina al vehículo de los agentes para poder perseguir al ladrón.
    • 2011 Castro, C. Astillas Esp (CORPES)
      [...] algunas veces íbamos a su casa, y su madre nos hacía la cena, una cena de verduras raras, y quemaba incienso, y acababa echándome las cartas, porque ella vivía de eso, de la cartomancia, y también de una pequeña pensión de los ferrocarriles, el padre de bruno era guardavía, y creo que un poco alcohólico, y lo había arrollado un tren, o dos que se cruzaban.
    • 2022 Balcázar Moreno, M. "Michel Houllebecq" [14-01-2022] Milenio (Ciudad de México) Mx (HD)
      Pese a los intentos de su entrevistador por ofrecer una nueva imagen de él, más positiva —Birnbaum elogia su "candor" e "ingenuidad" y lo compara incluso con un bebé que agita su sonaja cuando lo ve destapar su primera botella—, Houellebecq persiste en confirmar su mala reputación. "El vino blanco siempre es mejor. Soy un poco alcohólico, sabe", le dice tras la cortina de humo que cigarro tras cigarro crea en torno suyo.
  9. adj. [Persona] Que tiene una alteración en sus capacidades físicas o mentales por la ingestión excesiva de bebidas alcohólicas.
    docs. (1928-2005) 8 ejemplos:
    • 1926-1928 Guzmán, M. L. Águila y serpiente [1994] México (CDH )

      ¡Extraña embriaguez en masa, triste y silenciosa como las tinieblas que la escondían! ¡Embriaguez gregaria y lucífuga, como de termites felices en su hedor y en su contacto! Era, en pleno, la brutalidad del mezcal puesta al servicio de las más rudimentarias necesidades de liberarse, de inhibirse. Chapoteando en el lodo, perdidos en la sombra de la noche y de la conciencia todos aquellos hombres parecían haber renunciado a su humanidad al juntarse. Formaban algo así como el alma de un reptil monstruoso, con cientos de cabezas, con millares de pies, que se arrastrara, alcohólico y torpe, entre las paredes de una calle lóbrega en una ciudad sin habitantes...

    • 2005 Ueda, H. et alii (coord.) Variación léxica español (BD)
      alcohólico El que ha bebido mucho. DRUNKEN ES,
    • 1926-1928 Guzmán, M. L. Águila y serpiente [1994] México (CDH )

      ¡Extraña embriaguez en masa, triste y silenciosa como las tinieblas que la escondían! ¡Embriaguez gregaria y lucífuga, como de termites felices en su hedor y en su contacto! Era, en pleno, la brutalidad del mezcal puesta al servicio de las más rudimentarias necesidades de liberarse, de inhibirse. Chapoteando en el lodo, perdidos en la sombra de la noche y de la conciencia todos aquellos hombres parecían haber renunciado a su humanidad al juntarse. Formaban algo así como el alma de un reptil monstruoso, con cientos de cabezas, con millares de pies, que se arrastrara, alcohólico y torpe, entre las paredes de una calle lóbrega en una ciudad sin habitantes...

    • 1936 RAE DRAE 16.ª ed. (NTLLE)
      Alcohólico, ca. adj. [...] Alcoholizado [| dícese del que por el abuso de las bebidas alcohólicas padece los efectos de la saturación del organismo por el alcohol].
    • 1975 Ramírez, S. Infancia [1975] 41 México (CDH )

      Durante los días menstruales la paciente es particularmente coprolálica en el curso de sus sesiones, también en esos días sus fantasías y excitación sexuales son intensas: se ve en casas de prostitución con hombres y mujeres en plena orgía. Los síntomas presentes en la menstruación se estructuran en la identificación con un hermano mayor intensamente alcohólico con el que tuvo juegos sexuales en su infancia. En estos días se siente mareada y particularmente hinchada; tal y como veía al hermano a quien cuidaba cuando alcohólico llegaba a la casa.

      Este hermano, así como los restantes miembros de la familia, no se atrevían a rebelarse contra la madre sino cuando estaban borrachos.

    • 1985 Sampedro, J. L. Sonrisa etrusca [1995] Esp (CDH )

      Al fin el hombre yace a su lado, los crespos cabellos grises sobre su almohada. Al subirle ella el embozo hasta el mentón sus dedos sienten la aspereza de la barba y retroceden. El lo nota.

      — Desde que no uso navaja me queda peor. Pero me cortaba; el pulso, ya...

      «También Tomasso, al final, se cortaba (pero él ya estaba alcohólico) y también se entristecía. ¡Los hombres, queriendo ser siempre gallos!...», piensa ella. «Pero ¡qué bienestar nos da un hombre, qué seguridad sentir su olor al lado!»

      Hortensia se incorpora a medias y ladea el cuerpo apoyándose en el codo: necesita verle tendido; mirarle desde arriba.

    • 1995 Adoum, J. E. Ciudad sin ángel [1995] 50 Ecuador (CDH )
      Bruno se aleja del cuadro, se sirve más whisky, ya sin hielo ni agua, mientras juzga la calidad del alambre y pintando crucecitas negras en la parte posterior de la rodilla, dentro del espacio cercado por las púas, "Así es ahora", dice, alcohólico. ("Ridículo", podrá decir mañana Karen, cuando vea Sudamérica, con esos cambios, en el caballete. Y yo tendré que estar de acuerdo.) ...las colillas de algunos recuerdos intransferibles que ha consumido, mirándola con fijeza, a ella que, sentada, le sonríe algo fatigada, como al regreso de un viaje.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      alcohólico, ca. [...] adj. alcoholizado [| que por el abuso de las bebidas alcohólicas, padece los efectos de la saturación del organismo por el alcohol]. U. t. c. s.
    • 2005 Ueda, H. et alii (coord.) Variación léxica español (BD)
      alcohólico El que ha bebido mucho. DRUNKEN ES,
    • 1926-1928 Guzmán, M. L. Águila y serpiente [1994] México (CDH )

      ¡Extraña embriaguez en masa, triste y silenciosa como las tinieblas que la escondían! ¡Embriaguez gregaria y lucífuga, como de termites felices en su hedor y en su contacto! Era, en pleno, la brutalidad del mezcal puesta al servicio de las más rudimentarias necesidades de liberarse, de inhibirse. Chapoteando en el lodo, perdidos en la sombra de la noche y de la conciencia todos aquellos hombres parecían haber renunciado a su humanidad al juntarse. Formaban algo así como el alma de un reptil monstruoso, con cientos de cabezas, con millares de pies, que se arrastrara, alcohólico y torpe, entre las paredes de una calle lóbrega en una ciudad sin habitantes...

    • 1936 RAE DRAE 16.ª ed. (NTLLE)
      Alcohólico, ca. adj. [...] Alcoholizado [| dícese del que por el abuso de las bebidas alcohólicas padece los efectos de la saturación del organismo por el alcohol].
    • 1975 Ramírez, S. Infancia [1975] 41 México (CDH )

      Durante los días menstruales la paciente es particularmente coprolálica en el curso de sus sesiones, también en esos días sus fantasías y excitación sexuales son intensas: se ve en casas de prostitución con hombres y mujeres en plena orgía. Los síntomas presentes en la menstruación se estructuran en la identificación con un hermano mayor intensamente alcohólico con el que tuvo juegos sexuales en su infancia. En estos días se siente mareada y particularmente hinchada; tal y como veía al hermano a quien cuidaba cuando alcohólico llegaba a la casa.

      Este hermano, así como los restantes miembros de la familia, no se atrevían a rebelarse contra la madre sino cuando estaban borrachos.

    • 1985 Sampedro, J. L. Sonrisa etrusca [1995] Esp (CDH )

      Al fin el hombre yace a su lado, los crespos cabellos grises sobre su almohada. Al subirle ella el embozo hasta el mentón sus dedos sienten la aspereza de la barba y retroceden. El lo nota.

      — Desde que no uso navaja me queda peor. Pero me cortaba; el pulso, ya...

      «También Tomasso, al final, se cortaba (pero él ya estaba alcohólico) y también se entristecía. ¡Los hombres, queriendo ser siempre gallos!...», piensa ella. «Pero ¡qué bienestar nos da un hombre, qué seguridad sentir su olor al lado!»

      Hortensia se incorpora a medias y ladea el cuerpo apoyándose en el codo: necesita verle tendido; mirarle desde arriba.

    • 1989 Suárez Blanco, G. Léxico Borrachera Esp (BD)
      ALCOHÓLICO: adj. [...] Alcoholizado, que padece saturación alcohólica. Ú.t.c.s.
    • 1995 Adoum, J. E. Ciudad sin ángel [1995] 50 Ecuador (CDH )
      Bruno se aleja del cuadro, se sirve más whisky, ya sin hielo ni agua, mientras juzga la calidad del alambre y pintando crucecitas negras en la parte posterior de la rodilla, dentro del espacio cercado por las púas, "Así es ahora", dice, alcohólico. ("Ridículo", podrá decir mañana Karen, cuando vea Sudamérica, con esos cambios, en el caballete. Y yo tendré que estar de acuerdo.) ...las colillas de algunos recuerdos intransferibles que ha consumido, mirándola con fijeza, a ella que, sentada, le sonríe algo fatigada, como al regreso de un viaje.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      alcohólico, ca. [...] adj. alcoholizado [| que por el abuso de las bebidas alcohólicas, padece los efectos de la saturación del organismo por el alcohol]. U. t. c. s.
    • 2005 Ueda, H. et alii (coord.) Variación léxica español (BD)
      alcohólico El que ha bebido mucho. DRUNKEN ES,
  10. Acepción lexicográfica
  11. adj. Cocina "De alto grado o sea que el alcohol predomina sobre los otros componentes, vivo y estimulante" (Chiappara, Glosario enológico-1975).
    docs. (1975) Ejemplo:
    • 1975 Chiappara, E. Glosario enológico Ur (FG)
      ALCOHÓLICO, de alto grado o sea que el alcohol predomina sobre los otros componentes, vivo y estimulante ("il casse la tête").
alcohólico anónimo
  1. s. m. y f. Persona que pertenece a un grupo de Alcohólicos Anónimos.
    docs. (1950-2022) 10 ejemplos:
    • 1950 Delgado, H. / Carrillo-Broatch, A. "Antabus alcoholismo crónico" [01-01-1950] t. 13, p. 499 Revista de Neuro-Psiquiatría (Lima) Pe (HD)
      Expone el método instituído por Jacobsen y por él y, aunque no llega a conclusiones definitivas, pese al gran número de alcohólicos por él atendidos, 99 casos de los que, 6 meses después, 52 son considerados en remisión social, se pronuncia con optimismo a favor del nuevo método con la esperanza de conseguir la readaptación de los alcohólicos rehabilitados con ayuda de las instituciones y los comités municipales como sucede en Suecia y Noruega, e invita a que se formen las organizaciones de alcohólicos reformados para que se presenten mutua ayuda a la manera de los Clubs de alcohólicos anónimos de la república de América del Norte.
    • 2022 Varela, F. "Regreso Ítaca" [07-08-2022] La Voz de Galicia (La Coruña) Esp (HD)
      A.A. entró en todo el país español en 1970. En Lugo se creó en torno 1990 en un local de Cáritas Diocesanas. La espiritualidad, tal como la entiende Alcohólicos Anónimos, son "as virtudes que se encuentran dentro de cada uno de nosotros y que el alcohólico trata de fomentar y exteriorizar: generosidad, voluntad de compartir, deseo de comunicarse con los demás y, sobre todo, humildad", expone el coordinador del grupo en Lugo. El alcohólico anónimo no se considera mejor que nadie y acepta las limitaciones y defectos que le han llevado a su situación actual.
    • 1950 Delgado, H. / Carrillo-Broatch, A. "Antabus alcoholismo crónico" [01-01-1950] t. 13, p. 499 Revista de Neuro-Psiquiatría (Lima) Pe (HD)
      Expone el método instituído por Jacobsen y por él y, aunque no llega a conclusiones definitivas, pese al gran número de alcohólicos por él atendidos, 99 casos de los que, 6 meses después, 52 son considerados en remisión social, se pronuncia con optimismo a favor del nuevo método con la esperanza de conseguir la readaptación de los alcohólicos rehabilitados con ayuda de las instituciones y los comités municipales como sucede en Suecia y Noruega, e invita a que se formen las organizaciones de alcohólicos reformados para que se presenten mutua ayuda a la manera de los Clubs de alcohólicos anónimos de la república de América del Norte.
    • 1975 Pinillos, J. L. Psicología [1995] 616 Esp (CDH )
      Mediante un tratamiento de escasísimas y brevísimas sesiones de terapia aversiva, Lemere y Voeglin (1950) lograron tasas de abstinencia de más del 50 % al cabo de los dos años, que resultan bastante impresionantes a la vista de las tasas de un 5 % de abstinencia y 20 % de mejora logrados por grupos como los alcohólicos anónimos en un período semejante de follow-up, tras un tratamiento de psicoterapia de grupo mucho más largo.
    • 1981 Fdz Mtz, J. M. Drogadicto [1981] Esp (CDH )
      Otra organización es la denominada "Synanon", cuyo nombre hace referencia en su origen y modelo a los alcohólicos anónimos. En ella se trata de hacer una apología del trabajo y de desarrollar iniciativas y responsabilidades propias. Alberga alrededor de trescientos drogadictos; cada uno de ellos aporta sus bienes materiales y se le asigna una función específica, guardando normas muy estrictas; se fortalece gracias a una vida comunitaria cargada de fuerte calor grupal que la asemeja "a un convento moderno". Está dirigida por personal mixto y religioso.
    • 1994 Prensa La Vanguardia (Barcelona), 25/01/1994 [1994] Esp (CDH )
      Según Attenborough, "hace tres años que Anthony Hopkins consiguió dejar el alcohol y, ahora, lo primero que hace cuando visita una ciudad es pasarse por la asociación de alcohólicos anónimos para darles ánimos".
    • 1997 Pimentel, J. R. Multimedia [1997] 36 Perú (CDH )
      Existen grupos de soporte que usan el mismo sistema Internet, parecidos a los grupos de alcohólicos anónimos, para personas que sufren de este mal. En cierto sentido, es una contradicción de ideas pues es como si unos miembros de alcohólicos anónimos se citen en un bar y traten de solucionar sus problemas alcohólicos con un trago previo.
    • 2002 Menjívar Ochoa, R. De vez en cuando ES (CORPES)
      —No sirve —dijo hojeando los papeles—. Hay miles de grupos. Te vas a tardar años en encontrarlo. —¿Y? Me acaban de correr del diario; tengo todo el tiempo del mundo. También puedo llamar por teléfono y preguntar. —No puedes llamar por teléfono y preguntar. —¿Por qué? —Porque los alcohólicos anónimos son anónimos. Mejor búscalo en esta dirección —dijo tendiéndome un papel. Era el acta en la cual se decía que Mauro C. había violado su libertad condicional, que vivía en tal calle, número tal, en el barrio de Santa Julia, que la Policía Judicial fuera por él para que explicara por qué no se había presentado a firmar.
    • 2019 Lpz Luaces, M. Placer matar madre Esp (CORPES)
      —Yo —dijo Juana—, me metí aquí por lo mismo que muchas. El vino que me gusta demasiado. Estoy muy bien mientras no tengo una botella cerca, pero una vez fuera vuelvo a caer. A mis padres y a mis hermanos les gusta beber un vasito o dos en las comidas. Y no van a parar esa costumbre por mi culpa. ¿Por qué van a pagar ellos los platos rotos porque yo no sepa controlarme? Los entiendo. Claro que no puedo resistirlo. Veo la botella y no puedo... es superior a mis fuerzas. Mi madre ha intentado esconderlas, pero como sé que están en la casa siempre termino encontrándolas. Así que ahora estoy aquí por mi propia voluntad. Ahora estoy yendo a las sesiones de alcohólicos anónimos. Aunque el nombre me parece un poco tonto. Aquí todas nos conocemos. —Y se echó a reír—.
    • 2022 Varela, F. "Regreso Ítaca" [07-08-2022] La Voz de Galicia (La Coruña) Esp (HD)
      A.A. entró en todo el país español en 1970. En Lugo se creó en torno 1990 en un local de Cáritas Diocesanas. La espiritualidad, tal como la entiende Alcohólicos Anónimos, son "as virtudes que se encuentran dentro de cada uno de nosotros y que el alcohólico trata de fomentar y exteriorizar: generosidad, voluntad de compartir, deseo de comunicarse con los demás y, sobre todo, humildad", expone el coordinador del grupo en Lugo. El alcohólico anónimo no se considera mejor que nadie y acepta las limitaciones y defectos que le han llevado a su situación actual.
    • 1950 Delgado, H. / Carrillo-Broatch, A. "Antabus alcoholismo crónico" [01-01-1950] t. 13, p. 499 Revista de Neuro-Psiquiatría (Lima) Pe (HD)
      Expone el método instituído por Jacobsen y por él y, aunque no llega a conclusiones definitivas, pese al gran número de alcohólicos por él atendidos, 99 casos de los que, 6 meses después, 52 son considerados en remisión social, se pronuncia con optimismo a favor del nuevo método con la esperanza de conseguir la readaptación de los alcohólicos rehabilitados con ayuda de las instituciones y los comités municipales como sucede en Suecia y Noruega, e invita a que se formen las organizaciones de alcohólicos reformados para que se presenten mutua ayuda a la manera de los Clubs de alcohólicos anónimos de la república de América del Norte.
    • 1975 Pinillos, J. L. Psicología [1995] 616 Esp (CDH )
      Mediante un tratamiento de escasísimas y brevísimas sesiones de terapia aversiva, Lemere y Voeglin (1950) lograron tasas de abstinencia de más del 50 % al cabo de los dos años, que resultan bastante impresionantes a la vista de las tasas de un 5 % de abstinencia y 20 % de mejora logrados por grupos como los alcohólicos anónimos en un período semejante de follow-up, tras un tratamiento de psicoterapia de grupo mucho más largo.
    • 1981 Fdz Mtz, J. M. Drogadicto [1981] Esp (CDH )
      Otra organización es la denominada "Synanon", cuyo nombre hace referencia en su origen y modelo a los alcohólicos anónimos. En ella se trata de hacer una apología del trabajo y de desarrollar iniciativas y responsabilidades propias. Alberga alrededor de trescientos drogadictos; cada uno de ellos aporta sus bienes materiales y se le asigna una función específica, guardando normas muy estrictas; se fortalece gracias a una vida comunitaria cargada de fuerte calor grupal que la asemeja "a un convento moderno". Está dirigida por personal mixto y religioso.
    • 1994 Prensa La Vanguardia (Barcelona), 25/01/1994 [1994] Esp (CDH )
      Según Attenborough, "hace tres años que Anthony Hopkins consiguió dejar el alcohol y, ahora, lo primero que hace cuando visita una ciudad es pasarse por la asociación de alcohólicos anónimos para darles ánimos".
    • 1996 Barriguete Castellón, A. Alcoholismo [1996] 56 México (CDH )
      Por estas razones y por otras muchas más, creo que lo más conveniente es que se ponga en contacto con usted un miembro de Alcohólicos Anónimos con algunos años de abstinencia, y que sea tan abusado como usted, porque ya ve, los especialistas, que tenemos mucha información sobre este problema, no sabemos lo que sabe un alcohólico anónimo.
    • 1997 Pimentel, J. R. Multimedia [1997] 36 Perú (CDH )
      Existen grupos de soporte que usan el mismo sistema Internet, parecidos a los grupos de alcohólicos anónimos, para personas que sufren de este mal. En cierto sentido, es una contradicción de ideas pues es como si unos miembros de alcohólicos anónimos se citen en un bar y traten de solucionar sus problemas alcohólicos con un trago previo.
    • 2002 Menjívar Ochoa, R. De vez en cuando ES (CORPES)
      —No sirve —dijo hojeando los papeles—. Hay miles de grupos. Te vas a tardar años en encontrarlo. —¿Y? Me acaban de correr del diario; tengo todo el tiempo del mundo. También puedo llamar por teléfono y preguntar. —No puedes llamar por teléfono y preguntar. —¿Por qué? —Porque los alcohólicos anónimos son anónimos. Mejor búscalo en esta dirección —dijo tendiéndome un papel. Era el acta en la cual se decía que Mauro C. había violado su libertad condicional, que vivía en tal calle, número tal, en el barrio de Santa Julia, que la Policía Judicial fuera por él para que explicara por qué no se había presentado a firmar.
    • 2019 Lpz Luaces, M. Placer matar madre Esp (CORPES)
      —Yo —dijo Juana—, me metí aquí por lo mismo que muchas. El vino que me gusta demasiado. Estoy muy bien mientras no tengo una botella cerca, pero una vez fuera vuelvo a caer. A mis padres y a mis hermanos les gusta beber un vasito o dos en las comidas. Y no van a parar esa costumbre por mi culpa. ¿Por qué van a pagar ellos los platos rotos porque yo no sepa controlarme? Los entiendo. Claro que no puedo resistirlo. Veo la botella y no puedo... es superior a mis fuerzas. Mi madre ha intentado esconderlas, pero como sé que están en la casa siempre termino encontrándolas. Así que ahora estoy aquí por mi propia voluntad. Ahora estoy yendo a las sesiones de alcohólicos anónimos. Aunque el nombre me parece un poco tonto. Aquí todas nos conocemos. —Y se echó a reír—.
    • 2021 Anónimo "Final Mom" [14-05-2021] Vertele (Madrid): vertele.eldiario.es (HD)
      Christy fue mencionada de pasada en esta entrega final, dedicada a despedirse del grupo de alcohólicas anónimas del que tanto su madre como ella formaron parte. "Estamos las dos sobrias, y nos queremos", se limitó a decir su progenitora durante la bienvenida a una nueva integrante, Shannon, interpretada por Melanie Lynskey (Castle Rock, Mrs. America, Criaturas celestiales).
    • 2022 Varela, F. "Regreso Ítaca" [07-08-2022] La Voz de Galicia (La Coruña) Esp (HD)
      A.A. entró en todo el país español en 1970. En Lugo se creó en torno 1990 en un local de Cáritas Diocesanas. La espiritualidad, tal como la entiende Alcohólicos Anónimos, son "as virtudes que se encuentran dentro de cada uno de nosotros y que el alcohólico trata de fomentar y exteriorizar: generosidad, voluntad de compartir, deseo de comunicarse con los demás y, sobre todo, humildad", expone el coordinador del grupo en Lugo. El alcohólico anónimo no se considera mejor que nadie y acepta las limitaciones y defectos que le han llevado a su situación actual.
13.ª Entrega (diciembre de 2022)
Versión del 31/12/2022
Equipo Real Academia Española
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alcohólico s. (1820-1915)
alcohólico, alcoólico
También en esta página: alcohólico, a (1795-)
Etim. Calco del francés alcoolique, voz atestiguada en esta lengua al menos desde 1800 como 'bebida alcohólica', en Exercices grammaticaux et lexicologiques basés sur les différentes branches de l'instruction. Complément pratique de la grammaire française a l'usage des écoles primaires et moyennes, de T. Olivier (Paris, Librairie de P. Lethielleux, p. 264: "Tout raisonnement peut être ramené à cette forme simple, qu'on appelle syllogisme, et qui comprend trois propositions [...]. Exemples.— Tous les gaz sont très-élastiques: or, l'air est un gaz; donc l'air est très-élastique.— Tous les alcooliques enivrent: or, la bière est un alcoolique; donc la bière enivre"), y como 'medicamento alcohólico', al menos desde 1806, en Essai sur la chlorose, précédé de quelques considérations sur la menstruation; Présenté et soutenu à l'Ecole de Médecine de Paris, le 23 avril 1806, de A. Tilorier (Paris, L'Imprimerie de Didot Jeune, p. 26: "Toniques ou fortifians. Sous cette dénomination, on comprend en général les amers, les aromatiques, les alcoholiques, les préparations martiales et les eaux minérales ferrugineuses"); y esta, a su vez, de alcool e -ique (véase TLF, s. v. alcoolique).

Se documenta por primera vez, con la variante alcohólico y la acepción 'medicamento compuesto por alcohol que se emplea como estimulante en el interior o exterior del cuerpo', en 1820, en la traducción del Manual médico-quirúrgico o Elementos de medicina y cirugía por F. Ramos y Luengo. Como 'bebida que contiene alcohol etílico', se atestigua al menos desde 1843, en "El clerigo de misa y olla", cuento de F. Caballero publicado en la recopilación Los españoles pintados por sí mismos, editada por I. Boix.

  1. ac. etim.
    s. m. Medicamento compuesto por alcohol que se emplea como estimulante en el interior o exterior del cuerpo.
    docs. (1820-1905) 8 ejemplos:
    • 1820 Ramos Luengo, F. Trad. Manual médico-quirúrgico, II p. 234 Esp (BD)
      Son muchas las causas de la amaurosis, á saber, las calenturas, yá continuas yá intermitentes; el histérico, la odontalgía, la otalgía misma; la succesion de enfermedades agudas; las oftalmías; apoplegías; hemicráneas; los hidrocéfalos, las enfermedades venereas, &c, y otras análogas; las metástasis, como las herpes retropulsas, &c; la supresion de reglas, detranspiracion insensible, sudores y otras evacuaciones habituales ó periódicas; la pletora sanguínea ó biliosa; la estenuacion; las pasiones, las pesadumbres; la cólera; los escesos de la gula; el abuso de los alcohólicos y narcóticos; diferentes venenos, en cuyo número pueden contarse los remedios internos ó locales administrados intempestivamente [...].
    • 1905 Pardo Bazán, E. Quimera [1991] Esp (CDH )

      Desde aquel punto el moribundo fue agonizante. Cada hora pesó sobre él con peso de losa sepulcral. Su cerebro, un instante iluminado, se ensombreció gradualmente, quedando sólo vigilante la sensibilidad afectiva, las efusiones en que, agradeciendo los cuidados de su enfermera con balbuciente gratitud de niño, la llamaba, la nombraba sin cesar. Algunas veces, en fugitivos lampos, la conciencia parecía despertarse, y hasta los ensueños fallidos, las ambiciones volvían a rozarle con sus alas; después recaía en el estado comatoso, que interrumpían accesos de insania, nerviosos ataques, ahogos y asfixias pasajeras.

      No se sabía cómo sostener aquella existencia sin raíces. La leche, los alcohólicos, las pociones, la cafeína... Y la lucecilla temblante chisporroteaba, para languidecer más y apagarse.

    • 1820 Ramos Luengo, F. Trad. Manual médico-quirúrgico, II p. 234 Esp (BD)
      Son muchas las causas de la amaurosis, á saber, las calenturas, yá continuas yá intermitentes; el histérico, la odontalgía, la otalgía misma; la succesion de enfermedades agudas; las oftalmías; apoplegías; hemicráneas; los hidrocéfalos, las enfermedades venereas, &c, y otras análogas; las metástasis, como las herpes retropulsas, &c; la supresion de reglas, detranspiracion insensible, sudores y otras evacuaciones habituales ó periódicas; la pletora sanguínea ó biliosa; la estenuacion; las pasiones, las pesadumbres; la cólera; los escesos de la gula; el abuso de los alcohólicos y narcóticos; diferentes venenos, en cuyo número pueden contarse los remedios internos ó locales administrados intempestivamente [...].
    • 1830 Jiménez, M. Trad Farmacopea razonada Henry II p. 218 Esp (BD)
      DE LOS MEDICAMENTOS QUE TIENEN EL ALCOHOL POR ESCIPIENTE, Ó DE LOS ALCOHÓLICOS. El alcohol puede saturarse como el agua de los principios medicinales de las drogas simples de dos modos diferentes, á saber; por solucion hecha por medio de la maceracion ó de la digestion, y por destilacion. En el primer caso disuelve gran número de sustancias resinosas, curtientes, colorantes, salinas, oleosas y aromáticas; y el producto de esta operacion, comunmente con color, llevaba antiguamente el nombre de tintura. Y en el segundo, en razon del volúmen de su vapor y de la temperatura, no puede disolver sino los cuerpos mas volátiles, tales como los aceites llamados esenciales; y el producto de la operacion, que carece de color, llevaba el nombre de espíritu ó de agua espirituosa. Unos y otros se llamaban tambien bálsamos, elixires, quintas esencias etc., segun el capricho ó el charlatanismo de los inventores. Deseando aproximar en lo posible la nomenclatura farmacéutica á la composicion de los medicamentos, y hacerla mas regular y significante, adoptamos para los medicamentos alcohólicos por destilacion el solo nombre genérico de alcoholatos, que ya hace tiempo se usa, y para los alcohólicos por maceracion ó digestion el de alcoholados, que posteriormente ha propuesto M. Chereau.
    • 1843 Federico, R. Trad Nuevo Compendio Médico, Bossu, II p. 247 Esp (BD)
      ESTIMULANTES O ESCITANTES. (Medicam.) Las sustancias medicamentosas estimulantes son aquellas que aumentan la energia de las funciones de un modo rápido, pero pasagero, en lo cual se diferencian de los tónicos. Esta clase numerosa de medicamentos se compone de los ácidos, de los alcohólicos, bálsamos, éteres, resinas, y en general de todas las sustancias de olor ó sabor penetrantes.
    • 1845 Jiménez, M. (dir.) Trad Diccionarios Medicina Fabre, VIII [1845] p. 134 Esp (BD)
      "Las hemorragias que se verifican por las diferentes vias naturales reclaman el uso de lociones ó inyecciones de agua de nieve, aciduladas y estípticas, y despues el taponamiento si continuan. En estas circunstancias es principalmente cuando debe procederse con el mayor cuidado, porque la sangre no ofrece esta tendencia á coagularse y formar las masas fibrinosas que se observan en los casos ordinarios. Las abluciones de agua fria en todo el cuerpo parece que han sido á veces muy útiles, y acaso no serian menos ventajosos los baños de rio frios. "Se podrán aplicar con ventaja sobre las manchas purpureas y los equimosis comprensas empapadas de oxicráto frio, de cloruro de cal, ó bien de un alcoólico. "Los dolores que existen en diferentes partes del cuerpo se combatirán con pociones opiadas, lociones emolientes, cataplasmas, baños y vejigas de leche caliente.
    • 1876 Martín Pedro, E. Manual patología [1876] Esp (CDH )

      Hay medicamentos que excitan este movimiento, si bien no de una manera tan segura y activa como las causas que le perturbaron. Usarémos con este objeto los excitadores difusivos y los excitantes de la actividad capilar, con las aplicaciones de calor, etc., etc.

      Al mismo resultado conduce el empleo de los alcohólicos en pulmonías adinámicas, expresadas con una fiebre pequeña y miserable.
    • 1905 Pardo Bazán, E. Quimera [1991] Esp (CDH )

      Desde aquel punto el moribundo fue agonizante. Cada hora pesó sobre él con peso de losa sepulcral. Su cerebro, un instante iluminado, se ensombreció gradualmente, quedando sólo vigilante la sensibilidad afectiva, las efusiones en que, agradeciendo los cuidados de su enfermera con balbuciente gratitud de niño, la llamaba, la nombraba sin cesar. Algunas veces, en fugitivos lampos, la conciencia parecía despertarse, y hasta los ensueños fallidos, las ambiciones volvían a rozarle con sus alas; después recaía en el estado comatoso, que interrumpían accesos de insania, nerviosos ataques, ahogos y asfixias pasajeras.

      No se sabía cómo sostener aquella existencia sin raíces. La leche, los alcohólicos, las pociones, la cafeína... Y la lucecilla temblante chisporroteaba, para languidecer más y apagarse.

    • 1820 Ramos Luengo, F. Trad. Manual médico-quirúrgico, II p. 234 Esp (BD)
      Son muchas las causas de la amaurosis, á saber, las calenturas, yá continuas yá intermitentes; el histérico, la odontalgía, la otalgía misma; la succesion de enfermedades agudas; las oftalmías; apoplegías; hemicráneas; los hidrocéfalos, las enfermedades venereas, &c, y otras análogas; las metástasis, como las herpes retropulsas, &c; la supresion de reglas, detranspiracion insensible, sudores y otras evacuaciones habituales ó periódicas; la pletora sanguínea ó biliosa; la estenuacion; las pasiones, las pesadumbres; la cólera; los escesos de la gula; el abuso de los alcohólicos y narcóticos; diferentes venenos, en cuyo número pueden contarse los remedios internos ó locales administrados intempestivamente [...].
    • 1830 Jiménez, M. Trad Farmacopea razonada Henry II p. 218 Esp (BD)
      DE LOS MEDICAMENTOS QUE TIENEN EL ALCOHOL POR ESCIPIENTE, Ó DE LOS ALCOHÓLICOS. El alcohol puede saturarse como el agua de los principios medicinales de las drogas simples de dos modos diferentes, á saber; por solucion hecha por medio de la maceracion ó de la digestion, y por destilacion. En el primer caso disuelve gran número de sustancias resinosas, curtientes, colorantes, salinas, oleosas y aromáticas; y el producto de esta operacion, comunmente con color, llevaba antiguamente el nombre de tintura. Y en el segundo, en razon del volúmen de su vapor y de la temperatura, no puede disolver sino los cuerpos mas volátiles, tales como los aceites llamados esenciales; y el producto de la operacion, que carece de color, llevaba el nombre de espíritu ó de agua espirituosa. Unos y otros se llamaban tambien bálsamos, elixires, quintas esencias etc., segun el capricho ó el charlatanismo de los inventores. Deseando aproximar en lo posible la nomenclatura farmacéutica á la composicion de los medicamentos, y hacerla mas regular y significante, adoptamos para los medicamentos alcohólicos por destilacion el solo nombre genérico de alcoholatos, que ya hace tiempo se usa, y para los alcohólicos por maceracion ó digestion el de alcoholados, que posteriormente ha propuesto M. Chereau.
    • 1843 Federico, R. Trad Nuevo Compendio Médico, Bossu, II p. 247 Esp (BD)
      ESTIMULANTES O ESCITANTES. (Medicam.) Las sustancias medicamentosas estimulantes son aquellas que aumentan la energia de las funciones de un modo rápido, pero pasagero, en lo cual se diferencian de los tónicos. Esta clase numerosa de medicamentos se compone de los ácidos, de los alcohólicos, bálsamos, éteres, resinas, y en general de todas las sustancias de olor ó sabor penetrantes.
    • 1845 Jiménez, M. (dir.) Trad Diccionarios Medicina Fabre, VIII [1845] p. 134 Esp (BD)
      "Las hemorragias que se verifican por las diferentes vias naturales reclaman el uso de lociones ó inyecciones de agua de nieve, aciduladas y estípticas, y despues el taponamiento si continuan. En estas circunstancias es principalmente cuando debe procederse con el mayor cuidado, porque la sangre no ofrece esta tendencia á coagularse y formar las masas fibrinosas que se observan en los casos ordinarios. Las abluciones de agua fria en todo el cuerpo parece que han sido á veces muy útiles, y acaso no serian menos ventajosos los baños de rio frios. "Se podrán aplicar con ventaja sobre las manchas purpureas y los equimosis comprensas empapadas de oxicráto frio, de cloruro de cal, ó bien de un alcoólico. "Los dolores que existen en diferentes partes del cuerpo se combatirán con pociones opiadas, lociones emolientes, cataplasmas, baños y vejigas de leche caliente.
    • 1875 Serrano, N. M. (dir.) Dicc Universal LengCast, I p. 370 Esp (BD)
      El alcohol era para los médicos antiguos, no sólo una panacea universal, sino tambien un preservativo contra todas las enfermedades; su nombre de agua de vida, que hoy parece un antífrasis, era entónces la expresion de la confianza universal que se tenia en su eficacia como medicamento. En el estado actual de la ciencia, los alcohólicos figuran en primera línea entre los medicamentos estimulantes, y se les administra al interior cuando se quiere excitar una reaccion general con el objeto de impedir la absorcion de miasmas deletéreos ó de favorecer una erupcion lánguida, y al exterior como excitante muy activo, cuando se quiere aumentar la accion de la piel ó de las partes subyacentes; por esta razon, en el parto las fricciones alcohólicas sobre el abdómen provocan las contracciones amortiguadas del útero.
    • 1876 Martín Pedro, E. Manual patología [1876] Esp (CDH )

      Hay medicamentos que excitan este movimiento, si bien no de una manera tan segura y activa como las causas que le perturbaron. Usarémos con este objeto los excitadores difusivos y los excitantes de la actividad capilar, con las aplicaciones de calor, etc., etc.

      Al mismo resultado conduce el empleo de los alcohólicos en pulmonías adinámicas, expresadas con una fiebre pequeña y miserable.
    • 1876 Martín Pedro, E. Manual patología [1876] Esp (CDH )
      Con este objeto, despues de un régimen dietético, convendrá usar de una alimentacion nutritiva, de los alcohólicos, aunque con moderacion, no abusar de la Vénus y trabajar de vez en cuando con objeto de que exista una trasudacion abundante, pues la experiencia ha probado que durante el sudor se está más inmune para adquirir la enfermedad.
    • 1905 Pardo Bazán, E. Quimera [1991] Esp (CDH )

      Desde aquel punto el moribundo fue agonizante. Cada hora pesó sobre él con peso de losa sepulcral. Su cerebro, un instante iluminado, se ensombreció gradualmente, quedando sólo vigilante la sensibilidad afectiva, las efusiones en que, agradeciendo los cuidados de su enfermera con balbuciente gratitud de niño, la llamaba, la nombraba sin cesar. Algunas veces, en fugitivos lampos, la conciencia parecía despertarse, y hasta los ensueños fallidos, las ambiciones volvían a rozarle con sus alas; después recaía en el estado comatoso, que interrumpían accesos de insania, nerviosos ataques, ahogos y asfixias pasajeras.

      No se sabía cómo sostener aquella existencia sin raíces. La leche, los alcohólicos, las pociones, la cafeína... Y la lucecilla temblante chisporroteaba, para languidecer más y apagarse.

  2. ac. etim.
    s. m. Bebida que contiene alcohol etílico.
    Sinónimo: alcohol
    docs. (1843-1915) 9 ejemplos:
    • 1843 Caballero, F. "Clerigo" p. 189 Españoles pintados Esp (BD)
      Del agua no prueba mas gota que la que destila con la cucharilla en el cáliz; pero todas las vinageras del vino le parecen chicas, y golosos todos los monaguillos que le ayudan. Para él está demas el sumidero, aunque le caiga en el sanguis un mosquito ó una abispa, que con los alcoólicos todo pasa por sus tragaderas espaciosas; y si en vez del pan ácimo le dieran un hornazo ó un ojaldre de á libra, se lo engulliria en un santi amen, sin que los fieles conociesen si consumia una hostia. En resúmen, come como un eleogábalo, bebe de lo tinto á boca de jarro, duerme como un liron, engorda como un tudesco, huelga placenteramente, y deja rodar la bola de este diablo mundo.
    • 1915 Núñez Grimaldos, J. Trad Vida sexual mujer Kisch p. 390 Esp (BD)
      Ha citado Duncan algunos casos que también parecen demostrar la nefasta influencia que ejerce el alcohol sobre la fertilidad. La ingestión de alcohólicos actúa directamente sobre los ovarios, originando ooforitis crónicas, y favorece además el desarrollo de grasa, lo que constituye otra de las circunstancias que más dificultan la concepción.
    • 1843 Caballero, F. "Clerigo" p. 189 Españoles pintados Esp (BD)
      Del agua no prueba mas gota que la que destila con la cucharilla en el cáliz; pero todas las vinageras del vino le parecen chicas, y golosos todos los monaguillos que le ayudan. Para él está demas el sumidero, aunque le caiga en el sanguis un mosquito ó una abispa, que con los alcoólicos todo pasa por sus tragaderas espaciosas; y si en vez del pan ácimo le dieran un hornazo ó un ojaldre de á libra, se lo engulliria en un santi amen, sin que los fieles conociesen si consumia una hostia. En resúmen, come como un eleogábalo, bebe de lo tinto á boca de jarro, duerme como un liron, engorda como un tudesco, huelga placenteramente, y deja rodar la bola de este diablo mundo.
    • 1870 Mansilla, L. V. Indios Ranqueles [1957] Argentina (CDH )

      Llegó el turno del mate de café; no teniendo otro postre, y habiéndome apercibido de que nos rondaban algunos indios, recién llegados, los llamé, los convidé a tomar asiento en nuestra rueda y les di unos buenos tragos del alcohólico anisado.

      Hice acuerdos en ese momento de que no me había informado del cabo conductor de las cargas de las novedades del camino; y que aquél, no habiendo sido interrogado, nada me había dicho al respecto.

    • 1881 Orduña Rdz, T. Manual higiene [1881] Esp (CDH )

      Los individuos de buena constitucion no deben beber más que agua; el abuso de los alcohólicos determina la pérdida del gusto y perversion de paladar, gastan la energía del estómago, se digiere mal y la absorcion se verifica malamente por la contraccion de las vellosidades del intestino; el escirro se acelera cuando hay una predisposicion á contraer dicho estado morboso; el alcohol coagula la albúmina, de consiguiente si se coagula en gran cantidad trae grandísimos inconvenientes para la salud. La prueba es que todos los bebedores tienen pobre la sangre, y muy poca cantidad de hematies rojos.

    • 1897 Pz Galdós, B. Abuelo [2003] Esp (CDH )

      EL CURA.–(Riendo.)Te emborrachas unas miajas, y a la camita.

      EL CONDE.–(Para sí, mirándola beber.)¡También eso!... ¡Qué ordinaria! ¡Buena diferencia de esta mía, que en todo revela su origen noble!... (Bebe de un trago, y al instante siente desvanecimiento en su cabeza.)

      EL MÉDICO.–(Observando que cierra los ojos, y articula palabras ininteligibles.)¿Qué... qué es eso?

      EL CONDE.–Nada... se me va un poco la cabeza... Ya te dije... los alcohólicos... (Se confunden sus ideas; aléjase la realidad; ve a los comensales y a sus nietas como sombras esfuminadas, y oye sus voces como un murmullo distante de hojas secas que arrastra el viento.)

      EL CURA.–Parece que se aletarga.

    • 1901 Larra Cereza, Á. "Disentería ejércitos campaña" [30-06-1901] Gaceta Médica Catalana (Barcelona) Esp (HD)
      Como profiláctico de la disentería en los ejércitos en campaña, nada mejor que la vigilancia exquisita en la alimentación, suprimiendo los excitantes capaces de irritar el intestino y limitando en todo lo posible el uso del alcohol, para evitar estímulos de la mucosa, entre los cuales éste ocupa uno de los primeros lugares por determinar ese estado de locus minoris resistentiae, tan gráficamente señalado por Weneser, Kartulis y otros clínicos, seguida de la inertie reelle de l'intestin, descripta por Maurogeny-Pachá (Constantinopla, 1888). Los abusos de aquél en los países tropicales, donde la mayor resistencia para los efectos superficiales y pasajeros de los alcohólicos sirve de cebo y permiten al europeo ingerir gran cantidad de bebidas de ese género, contribuyen mucho á la difusión de la disentería, á su paso al estado crónico y á las secuelas de la misma, causa á largo plazo de muerte en considerable número de soldados, regresados de esas campañas.
    • 1908 Malo Poveda, B. "Congreso tuberculosis Zaragoza" [17-10-1908] El Siglo Médico (Madrid) (HD)
      Y á eso se llega, cuando se llega, alimentándose bien, viviendo en casa higiénica, trabajando moderadamente y en un medio higiénico también (talleres, fábricas, oficinas, etc., con suficiente aire, luz y calor) y teniendo corrección de costumbres, que supone madrugar más que trasnochar, no beber alcohólicos, amar con higiene y prudencia y preservarse de los males evitables.
    • 1909 Anónimo "Tratamiento angina pecho" [28-01-1909] La Semana Médica (Buenos Aires) (HD)
      El Dr. J. Pawinski distingue en la angina de pecho tres períodos: En el primero, caracterizado principalmente por síntomas nerviosos, en tanto que es insignificante la afección del miocardio, se impone el reposo, la proscripción de los alcohólicos y del cigarro, y si es preciso la prescripción de los bromurados.
    • 1911 Arias-Carvajal, P. Plantas que curan p. 28 Esp (BD)
      El asmático debe prevenirse en todas ocasiones del aire cargado de polvos vegetales, de la niebla, del viento y del frío. Vestirá de franela, será sobrio en las comidas y abandonará por completo los alcohólicos. Además debe procurar siempre no padecer estreñimientos de vientre, para lo cual tomará de cuando en cuando un purgante cualquiera: citrato de magnesia, agua de Loeches, de Rubinat, etc.
    • 1915 Núñez Grimaldos, J. Trad Vida sexual mujer Kisch p. 390 Esp (BD)
      Ha citado Duncan algunos casos que también parecen demostrar la nefasta influencia que ejerce el alcohol sobre la fertilidad. La ingestión de alcohólicos actúa directamente sobre los ovarios, originando ooforitis crónicas, y favorece además el desarrollo de grasa, lo que constituye otra de las circunstancias que más dificultan la concepción.

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