Diccionario histórico de la lengua española

5.ª Entrega (enero de 2018)
Versión del 31/01/2018
Equipo Real Academia Española
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celestinario, a adj. (1927-)

celestinario

Etim. Derivado de celestino, a² y -ario, a.

Este adjetivo, raro, se documenta por vez primera, con la acepción de 'perteneciente o relativo al celestino (‖ persona que induce u obliga a otra a prostituirse para obtener un beneficio económico)', en 1927, en Las siete cucas de E. Noel; posteriormente se consigna, en 1987, en el Diccionario de argot de Oliver. En la obra de Noel se emplea también con el valor de 'típico o característico de un celestino (‖ persona que acuerda, facilita o encubre relaciones amorosas o sexuales entre otras personas)'.

>celestino+–ario,a
adj. Perteneciente o relativo al celestino.
docs. (1927-1987) 2 ejemplos:
- 1927 Noel, E. Siete cucas [1992] Esp (CDH )
  Eso creían y eso creyeron durante mucho tiempo, todo el que necesitó la Cheira para sembrar en cada uno de los habitantes de la población el sentimiento de que, en el alma de las Cucas, la desesperación u otro género cualquiera de pasiones o estados del ánima había depositado el mal consejo de comerciar con esa honra misma que por defender con tal tesón les trajera a tanto desamparo y agravio.
  
  La maestría de esta labor celestinaria rebasó toda posibilidad e historia de enredo. Nadie pudo jamás declarar que la Cheira había dicho esta boca es mía al respecto de si las Cucas quisieron prostituirse o no.
- 1987 Oliver, J. M. DiccArgot (2.ª ed.) (FG)
  CELESTINARIO, A: relativo a la alcahuetería.
>celestino+–ario,a
adj. Típico o característico de un celestino.
docs. (1927) Ejemplo:
- 1927 Noel, E. Siete cucas [1992] Esp (CDH )
  Pero todo esto es frase y necia. ¿Qué es eso de genio castellano puesto a presiones espantosas?.. De sobra sabían ellas, y ya han dicho algo, lo que ocurría en las grandes casonas del pueblo, la sensualidad desbordada en las señoras con lumbraradas temerosas a cuyo lado el ardor burro de ellos era rodeo y corcovo. Ah, ya iría saliendo todo ello, como las herpes... El hogar, la familia, el brasero, el caldero, el fogón... muy bonitos temas de Juegos Florales. Pronto se iba a ver el pudridero que hay debajo de todo eso.
  
  A ninguna región se le ha guardado el secreto como a Castilla, y de las dos, a la Vieja. ¿No hay allí hombres y mujeres? No necesitaban ellas tener los libros y el libre genio loco del Padre Higuea para darse cuenta del hervidero celestinario y el alma yegüeriza de la inmensa región, tan mansa, tan en sosiego eterno, bajo el sambenito de una frialdad de fuera, que es precisamente la que tan rijosos les hace por dentro.