5.ª Entrega (enero de 2018)
Versión del 31/01/2018
Equipo Real Academia Española
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Etim. Del diminutivo de celeste (formado con el sufijo -ino, a).

Se documenta por primera vez, en la acepción 'perteneciente o relativo al cielo', en las Coplas de vicios y virtudes de F. Pérez de Guzmán (c1430-1460) incluidas en el Cancionero castellano de París (PN9) —que, por error, figuran en el CORDE y en el CDH como anónimas—, y posteriormente se registra en unos versos de J. Tallante, "Todo es vano y peregrino", recogidos en el Cancionero general de Hernando de Castillo, recopilación poética publicada por primera vez en Valencia en 1511. Debe señalarse que la documentación de la voz es escasa, muy puntual y repartida en el tiempo: tras los primeros testimonios, el adjetivo se registra esporádicamente en los siglos XIX y XX, probablemente a causa de la competencia con su sinónimo celestial, más frecuente y menos marcada que celestino, a, que parece haberse mantenido restringida al ámbito literario, y especialmente al poético. Hurtado de Mendoza, por su parte, parece haber empleado el adjetivo en un juego verbal, en que se interpreta tanto como un derivado de cielo como con un vocablo relacionado con el personaje de Celestina. Como 'de color azul claro' se documenta en 1493, en la anónima Traducción del Tratado de cirugía de Guido de Cauliaco; también se encuentra en la descripción que del pájaro "que en lengua castellana se llama carabo" (que forma parte del escudo nobiliario que ilustra el declarante del documento recogido) descrito en las Relaciones histórico-geográficas de España en 1576; del mismo modo, la utiliza sor Juana Inés de la Cruz en uno de sus villancicos datados hacia 1692 para describir el color azulado de los peces. Posteriormente, hay que esperar hasta la segunda mitad del siglo XIX para hallar nuevos testimonios de esta voz: así, se documenta en varias ocasiones a lo largo de la novela de P. Mármol Amalia, publicada entre 1851 y 1855. En la mayor parte de estos testimonios modernos la voz celestino, a se emplea como elemento caracterizador, casi como epíteto, de cielo, luna, dotando a estas imágenes de una indudable poeticidad.

Notas filológicas

En el Cancionero de Baena (ms. Esp. 37 de la Bibliothèque Nationale de France) se recoge el Dezir de las siete virtudes de la Virgen de Francisco Imperial. Entre las estrofas que describen y nombran las siete serpientes que se oponen a las siete virtudes marianas, la estrofa 43 menciona una "syerpe calestina". Esta voz calestina oculta, para algunos estudiosos de la obra de F. Imperial, la voz celestina, la palabra correcta que se encontraría tras la deturpada lectura del manuscrito: "La quinta puslanima e menguada / a nombre fijo syerpe calestina del infierno Del çielo Deschada, / de todos bienes e onrras indigna". La crítica ha esgrimido argumentos en defensa de ambas lecturas. R. Lapesa ("Notas sobre Micer Francisco Imperial", Nueva Revista de Filología Hispánica, 1953, pp. 337-351) afirma no encontrar fundamento para la propuesta de A. Woodford ("More about identity of Micer Francisco Imperial", Modern Language Notes, LXVIII, 1953, pp. 386-388) que interpreta calestina en alusión a Calixtus, nombre con el que se denominó al califa de Bagdad, ya que, aduce Lapesa, Calixtus, en esta significación, es una referencia que solo consta en la Historia orientalis de Jacques de Vitry, y por tanto lo considera prueba de poco peso probatorio. Por otro lado, para A. Crespo ("¿Calestina o Celestina? (Nota sobre una sierpe de micer Francisco Imperial)", Revista de Letras, 20, 1973, pp. 374-380), la lectura calestina es, sin duda, un error del copista, siendo la lección subyacente Celestina; asimismo, considera que es esta una clara referencia al papa Celestino V, que renunció al pontificado, por lo que Dante lo habría colocado junto con los pusilánimes. No obstante, cabe la duda de que la lectura pusilánima sea correcta, ya que, en el manuscrito, sea error de copia o no, se lee pūs lanjma, por lo que el argumento del influjo directo de Dante en la relación de Celestino V y los pusilánimes no es del todo evidente. Las ediciones varían en el criterio adoptado para transcribir este pasaje. La edición de Rivadeneira (1851, p. 253) trae las lecturas "La quinta, pues, l'anima é menguada / A nombre, fijo, syerpe calestina". En la edición de F. Michel (1860, p. 247) se lee "La quinta pues, lanima é menguada, / a (n)onbre, fijo, syerpe Calestina". Finalmente, en la edición preparada por B. Dutton (1993, p. 314) se propone la siguiente lectura: "La quinta, pusilánima e menguada, / ha nombre, fijo, sierpe Celestina", interpretando pusilánima y enmendando en Celestina.

  1. adj. Perteneciente o relativo al cielo.
    docs. (1460-1989) 11 ejemplos:
    • c1430-1460 Anónimo Canc París PN9 [1995] fol. 51v Esp (CDH )
      Acostumbrando el hombre a bien beuir / e Suplicando / a dios se vencen los peccados naturalesSi la costumbre es tornada en natura / e el justo ruego es de dios aceptado / que scusacion terna criatura / quando es vencida de natural peccado / que mucho vale / e non puede ser negad / la jnfluencia del cuerpo celestino / pero en stremo vale el fauor diuino / Por ruego humjl del justo jmpetrado / Vencer se puede aquella jnclinacion / natural mente a cupido subjeta / quando se esfuerca con voluntat / perfecta la criatura contraria ageccion / la (la) costumbre da de mal perfeccion /
    • 1989 Schz-Ostiz, M. Gran ilusión [1989] 97 Esp (CDH )
      Los pasajes, las estaciones, los cafetines árabes, los limpiabotas a mitad de camino entre el informador de un mundo aparte y el celestino... una ciudad por completo desconocida para mí y que además cambia con las horas.
    • c1430-1460 Anónimo Canc París PN9 [1995] fol. 51v Esp (CDH )
      Acostumbrando el hombre a bien beuir / e Suplicando / a dios se vencen los peccados naturalesSi la costumbre es tornada en natura / e el justo ruego es de dios aceptado / que scusacion terna criatura / quando es vencida de natural peccado / que mucho vale / e non puede ser negad / la jnfluencia del cuerpo celestino / pero en stremo vale el fauor diuino / Por ruego humjl del justo jmpetrado / Vencer se puede aquella jnclinacion / natural mente a cupido subjeta / quando se esfuerca con voluntat / perfecta la criatura contraria ageccion / la (la) costumbre da de mal perfeccion /
    • a1511 Tallante, J. Todo es vano y peregrino [1511] f. VII v Cancionero general Esp (BD)
      El muy mas seguro sino / quen el cristiano reluze / es si en quanto se traduze / de peruerso en lo condino / aura lugar celestino / dino de gran preeminencia / sin que le / cueste punto dalquile / desto ten firme creencia
    • 1851-1855 Mármol, J. Amalia [2000] 333 Ar (CDH )

      — Sí, Daniel, yo la amo. Tú conoces mi vida, sabes esa existencia árida en que ha vegetado mi corazón; este corazón tan rebelde a las vulgaridades de la vida; este corazón que parecía guardar toda su savia, toda la virginidad de sus afectos, para alguna mujer privilegiada que yo creía que existía solamente en los sueños de mi imaginación; este corazón la ha hallado y la ama, Daniel, con el entusiasmo que se ama la gloria, con la sensibilidad que se ama a una hermana, con la adoración que se ama a Dios. Mi naturaleza abatida, amortiguada por el desencanto de mi época, ha revivido en todo el esplendor de mi juventud, y mi vida parece extenderse en el espacio celestino de la felicidad.

    • 1978 Nieva, F. Delirio amor [1991] Esp (CDH )

      COCONITO.—¡Huy! ¿Nuevo dices? Pues ¡nada de eso, Maderillo! Para mí que tú no sabes, por años pocos que aún tienes, lo que en un tiempo se llamaba hotelito particular y casa barata cuando Don Alfonso XIII iba vestido de blanca momia a jugar al tenis. Era el andurrial más digno. Y, de dos casas, en una había piano y en otra loro. Allí entré yo de niñera a los quince de mi edad y me lo recorrí entero dando vaivén a las criaturas. Mil veces me hubiera preñado yo de no ser estéril como una mujer divina. Por presunción no lo digo, pero yo he visto cada apolonio salir de sus calzoncillos largos que ya se me hacen barullo en la memoria y me parecen gusanera... (El Jasón y la Coconito van gastando camino mientras departen.)Luego vino la hecatombe y, de dos casas, en una se mataba al señorito y en otra al amo. No quedó tabique en pie y, para sobrevivir, me hice la puta furtiva en aquel amasijo de escombros. ¡Y ya ves cómo los tiempos hacen rollo sobre sí mismos! Ahora, aquello es Babilonia prosperosa. Allí viven los mañosos, tanto que nunca se sabe de qué sustancia se mantienen. Hay quien hasta tiene un coche aparcado en la azotea y tan sólo lo pone en marcha para que lo escuchen los vecinos. ¡Es una gloria celestina!

    • 1984 Coronado, J. Fabuladores [1984] Mx (CDH )

      Celestina suena a murmullo femenino de los cielos. Es un astro que se contempla en la ausencia de Febo. Es una voz de lo eterno. Voz prístina. Voz de agua. Voz de fuego. Voz celestina. Celestina voz que suena disfrazada. Es un reflejo terrestre del orden infinito. Una luz. Un signo. Una profecía: la mirada de Eros que refleja la silueta de la joven Parca.

    • 1989 Schz-Ostiz, M. Gran ilusión [1989] 97 Esp (CDH )
      Los pasajes, las estaciones, los cafetines árabes, los limpiabotas a mitad de camino entre el informador de un mundo aparte y el celestino... una ciudad por completo desconocida para mí y que además cambia con las horas.
    • c1430-1460 Anónimo Canc París PN9 [1995] fol. 51v Esp (CDH )
      Acostumbrando el hombre a bien beuir / e Suplicando / a dios se vencen los peccados naturalesSi la costumbre es tornada en natura / e el justo ruego es de dios aceptado / que scusacion terna criatura / quando es vencida de natural peccado / que mucho vale / e non puede ser negad / la jnfluencia del cuerpo celestino / pero en stremo vale el fauor diuino / Por ruego humjl del justo jmpetrado / Vencer se puede aquella jnclinacion / natural mente a cupido subjeta / quando se esfuerca con voluntat / perfecta la criatura contraria ageccion / la (la) costumbre da de mal perfeccion /
    • a1511 Tallante, J. Todo es vano y peregrino [1511] f. VII v Cancionero general Esp (BD)
      El muy mas seguro sino / quen el cristiano reluze / es si en quanto se traduze / de peruerso en lo condino / aura lugar celestino / dino de gran preeminencia / sin que le / cueste punto dalquile / desto ten firme creencia
    • c1615-1644 Hurtado Mendoza, A. Poesías [1947] Esp (CDH )
      Era tan linda esta boca, / que la octava maravilla / es cosa poca, y tan poca, / que en queriendo competilla, / toda boca punto en boca. / A esta, pues, boca divina, / que para oílla, y miralla / es celeste, y celestina, / y que hiciera con miralla / milagros Don Juan de Espina. /
    • c1615-1644 Hurtado Mendoza, A. Poesías [1947] I, 200 Esp (CDH )
      / El ingenio, el gusto, el garbo, / la travesura, el sainete, / el celeste, y celestino / demonio de lindo temple.
    • 1851-1855 Mármol, J. Amalia [2000] 333 Ar (CDH )

      — Sí, Daniel, yo la amo. Tú conoces mi vida, sabes esa existencia árida en que ha vegetado mi corazón; este corazón tan rebelde a las vulgaridades de la vida; este corazón que parecía guardar toda su savia, toda la virginidad de sus afectos, para alguna mujer privilegiada que yo creía que existía solamente en los sueños de mi imaginación; este corazón la ha hallado y la ama, Daniel, con el entusiasmo que se ama la gloria, con la sensibilidad que se ama a una hermana, con la adoración que se ama a Dios. Mi naturaleza abatida, amortiguada por el desencanto de mi época, ha revivido en todo el esplendor de mi juventud, y mi vida parece extenderse en el espacio celestino de la felicidad.

    • 1851-1855 Mármol, J. Amalia [2000] 622 Ar (CDH )
      Y el alma sensible y delicada de la joven, sufriendo uno de esos delirios deleitables que a menudo absorbían en ella y abstraían su pensamiento, sólo oía y veía con su espíritu, lejos del mundo material de la vida, sumergida en ese otro sin forma ni color donde campean los espíritus poetizados en los vuelos de su enajenación celestina.
    • 1851-1855 Mármol, J. Amalia [2000] Ar (CDH )
      La flor, el campo, el agua, las nubes y los astros que tachonan el manto celestino de Dios, todos recibían una mirada vivificadora, al abrirse el reinado de la opulenta primavera en las regiones del Plata... menos el hombre.
    • 1851-1855 Mármol, J. Amalia [2000] Ar (CDH )
      Y los astros que tachonan el manto celestino de Dios iban a quebrar su tenue rayo sobre charcas de sangre.
    • 1978 Nieva, F. Delirio amor [1991] Esp (CDH )

      COCONITO.—¡Huy! ¿Nuevo dices? Pues ¡nada de eso, Maderillo! Para mí que tú no sabes, por años pocos que aún tienes, lo que en un tiempo se llamaba hotelito particular y casa barata cuando Don Alfonso XIII iba vestido de blanca momia a jugar al tenis. Era el andurrial más digno. Y, de dos casas, en una había piano y en otra loro. Allí entré yo de niñera a los quince de mi edad y me lo recorrí entero dando vaivén a las criaturas. Mil veces me hubiera preñado yo de no ser estéril como una mujer divina. Por presunción no lo digo, pero yo he visto cada apolonio salir de sus calzoncillos largos que ya se me hacen barullo en la memoria y me parecen gusanera... (El Jasón y la Coconito van gastando camino mientras departen.)Luego vino la hecatombe y, de dos casas, en una se mataba al señorito y en otra al amo. No quedó tabique en pie y, para sobrevivir, me hice la puta furtiva en aquel amasijo de escombros. ¡Y ya ves cómo los tiempos hacen rollo sobre sí mismos! Ahora, aquello es Babilonia prosperosa. Allí viven los mañosos, tanto que nunca se sabe de qué sustancia se mantienen. Hay quien hasta tiene un coche aparcado en la azotea y tan sólo lo pone en marcha para que lo escuchen los vecinos. ¡Es una gloria celestina!

    • 1984 Coronado, J. Fabuladores [1984] Mx (CDH )

      Celestina suena a murmullo femenino de los cielos. Es un astro que se contempla en la ausencia de Febo. Es una voz de lo eterno. Voz prístina. Voz de agua. Voz de fuego. Voz celestina. Celestina voz que suena disfrazada. Es un reflejo terrestre del orden infinito. Una luz. Un signo. Una profecía: la mirada de Eros que refleja la silueta de la joven Parca.

    • 1989 Schz-Ostiz, M. Gran ilusión [1989] 97 Esp (CDH )
      Los pasajes, las estaciones, los cafetines árabes, los limpiabotas a mitad de camino entre el informador de un mundo aparte y el celestino... una ciudad por completo desconocida para mí y que además cambia con las horas.
  2. adj. De color azul claro.
    docs. (1493-1939) 6 ejemplos:
    • 1493 Anónimo Trad Cirugía Cauliaco (BNP Inc 177) fol. 139v Esp (BD)
      Es juzgado que la catarata que no es de buena color de ayre: o celestino con alguna blancura & es reduzida a la su forma quando es dilatada & vee alguna claridad: o trasluzimiento es mediana & asaz confirmada. por que es obediente & subicible a ser obrada.
    • 1576 Anónimo Relaciones hist-geogr-estadíst España: Toledo [07-04-1576] t. II, f. 490-511 Esp (CDH )
      el que la tal ave truxere por armas debe de amar la limpieza y es un ave castisima y evita la gula, no come sino pan y agua e muestra contradecir la gula y otros vicios, muy poco y raro canta, demostrando tristeza a los mortales e tiene proporcion como proballo por que a ciertas horas despierta velando sobre los inconvenientes que pueden ser, tiene todo el cuerpo celestino porque son aves de mucha lealtad en la concepcion, dando a extender que tales deben ser los que tales armas truxeren en la operacion, tiene la cresta, pico e piernas sanguineas que significan justicia por respecto del color e de la justicia de que procede la victoria
    • 1692 Juana Inés de la Cruz Villancicos [01-01-1692] Mx (CDH )
      Fué en sus Papales hechuras / Pedro el primer Bonifacio, / y en su inculpable gobierno / el Inocencio, el Urbano. / Al temple del Pescador / bien en su red han pintado, / como Celestinospejes, / Benedictos Nicolaos. / Omito los otros nombres / peregrinos de Romanos; / que fué cada uno un San Pedro, / o no fueron Padres Santos.
    • 1851-1855 Mármol, J. Amalia [2000] Ar (CDH )
      Al oriente, sobre el horizonte tranquilo del gran río, el manto celestino de los cielos se tachonaba de nácares y de oro a medida que la aurora se remontaba sobre su carro de ópalo, y las últimas sombras de la noche amontonaban en el occidente los postrimeros restos de su deshecho imperio.
    • 1939 Restrepo Jaramillo, J. Cuentos p. 190 Co (BD)
      Aquel sol corría hacia el ocaso, dejando el camino libre a la noche celestina.
    • 1493 Anónimo Trad Cirugía Cauliaco (BNP Inc 177) fol. 139v Esp (BD)
      Es juzgado que la catarata que no es de buena color de ayre: o celestino con alguna blancura & es reduzida a la su forma quando es dilatada & vee alguna claridad: o trasluzimiento es mediana & asaz confirmada. por que es obediente & subicible a ser obrada.
    • 1576 Anónimo Relaciones hist-geogr-estadíst España: Toledo [07-04-1576] t. II, f. 490-511 Esp (CDH )
      el que la tal ave truxere por armas debe de amar la limpieza y es un ave castisima y evita la gula, no come sino pan y agua e muestra contradecir la gula y otros vicios, muy poco y raro canta, demostrando tristeza a los mortales e tiene proporcion como proballo por que a ciertas horas despierta velando sobre los inconvenientes que pueden ser, tiene todo el cuerpo celestino porque son aves de mucha lealtad en la concepcion, dando a extender que tales deben ser los que tales armas truxeren en la operacion, tiene la cresta, pico e piernas sanguineas que significan justicia por respecto del color e de la justicia de que procede la victoria
    • 1692 Juana Inés de la Cruz Villancicos [01-01-1692] Mx (CDH )
      Fué en sus Papales hechuras / Pedro el primer Bonifacio, / y en su inculpable gobierno / el Inocencio, el Urbano. / Al temple del Pescador / bien en su red han pintado, / como Celestinospejes, / Benedictos Nicolaos. / Omito los otros nombres / peregrinos de Romanos; / que fué cada uno un San Pedro, / o no fueron Padres Santos.
    • 1851-1855 Mármol, J. Amalia [2000] Ar (CDH )
      Al oriente, sobre el horizonte tranquilo del gran río, el manto celestino de los cielos se tachonaba de nácares y de oro a medida que la aurora se remontaba sobre su carro de ópalo, y las últimas sombras de la noche amontonaban en el occidente los postrimeros restos de su deshecho imperio.
    • 1851-1855 Mármol, J. Amalia [2000] Ar (CDH )

      En ese momento no era el sueño quien cerraba los párpados de Amalia, entrelazando sus largas y pobladas pestañas; no era el sueño, era un éxtasis delicioso que embriagaba de amor aquella naturaleza armoniosa e impresionable, bajo la tibia temperatura que la acariciaba, y en medio a los perfumes, a la música y a los rayos blancos y celestinos de luz que la inundaban blandamente.

    • 1939 Restrepo Jaramillo, J. Cuentos p. 190 Co (BD)
      Aquel sol corría hacia el ocaso, dejando el camino libre a la noche celestina.
5.ª Entrega (enero de 2018)
Versión del 31/01/2018
Equipo Real Academia Española
Familia Ver familia de palabras
Etim. Voz tomada probablemente del francés celestino, atestiguada al menos desde 1839, en La Musique mise à la portée de tout le monde, de J. Fétis (Bruxelles, Société Belge de Librairie, p. 310: "Sorte de clavecin à archet qui fut inventé en Allemagne, par un mécanicien nommé Walker, vers 1784. Un cordon de soie, placé sous les cordes, était mis en mouvement au moyen d'une roue de pédale; et de petites poulies, mises au bout de chaque touche, approchaient ce cordon des cordes, et les faisaient résonner avec expression, crescendo et decrescendo"); y esta, a su vez, del inglés celestina, documentada por lo menos desde 1821, en el volumen 16 de The Monthly Repository of Theology and General Literature, en el Obituario de Adam Walker (p. 124: "11, at Richmond, aged 90, Mr. Adam Walker, the late celebrated lecturer in experimental philosophy. His ingenious mind was ever active in the pursuit of science, and his original invention of that beautiful machine the Eidouranion or Transparent Orrery, and the Celestina, the great revolving lights on the Isle of Sicily and Cromer, by which, under Providence, thousand of lives and property have been saved [...]"). La patente de la "celestina stop" se remonta al 29 de julio de 1772.

Con la acepción de 'instrumento inventado en Alemania en 1784, por Walker. Este instrumento tenía un teclado, por medio del cual se ponían en movimiento unas pequeñas poleas, por las que pasaba un cordón, que hiriendo las cuerdas producía el sonido' se registra por primera vez en el Diccionario de música de Fargas y Soler, en 1852. A partir de ese momento, se consigna en varios diccionarios durante el siglo XIX. Es probable que las definiciones recogidas en los diccionarios españoles provengan de fuentes (posiblemente enciclopedias y diccionarios franceses) que ya transmiten una información errónea (p. e., Pontécoulant, Organographie, 1861, p. 287: "sorte de clavecin à archet inventé en Allemagne par le mécanicien Walker, en 1784. Un cordon de soie placé sous les cordes était mis en mouvement au moyen d'une roue de pédales, et de petites poulies mises au bout de chaque touche approchaient ce cordon des cordes et les faisaient vibrer avec une expression plus ou moins forte"). Sin embargo, el instrumento fue inventado por el inglés Adam Walker, cuya primera patente la obtuvo el 29 de julio de 1772 en Londres (patente n.º 1020, donde se puede leer una breve descripción del sistema mecánico de la "celestina stop"), y concedió la licencia para su fabricación a la casa de pianos Shudi and Broadwood de Londres, en 1783 y 1784. Estas últimas fechas son las que posiblemente hayan inducido a error, confundiendo fechas de patente y de concesión de la licencia; menos explicable es la atribución de la nacionalidad alemana al inventor inglés.

    Acepción lexicográfica
  1. s. m. Mús. "Instrumento inventado en Alemania en 1784, por Walker. Este instrumento tenía un teclado, por medio del cual se ponían en movimiento unas pequeñas poleas, por las que pasaba un cordon, que hiriendo las cuerdas producia el sonido" (Parada y Barreto, DiccTécnicoHistórico-1868).
    docs. (1852-1900) 6 ejemplos:
    • 1852 Fargas Soler, A. Dicc Música [1852] p. 40 Esp (BD)
      CELESTINO. Especie de clave de arco que inventó en Alemania un maquinista llamado Walker, por los años de 1784. Debajo de las cuerdas de este instrumento habia un cordon de seda que se ponia en movimiento por medio de una rueda de pedal; y unas pequeñas poleas puestas al estremo de cada tecla, aproximaban el cordon á las cuerdas y las hacían resonar con las modificaciones de crescendo y decrescendo.
    • 1900 Lacal Bracho, L. DiccMúsica (3º ed.) p.112 Esp (BD)
      Celestino. —Especie de piano que en Alemania ideó el mecánico Walker, 1784, intentando que un cordón de seda movido por pedal, produjera en las cuerdas el crescendo.
    • 1852 Fargas Soler, A. Dicc Música [1852] p. 40 Esp (BD)
      CELESTINO. Especie de clave de arco que inventó en Alemania un maquinista llamado Walker, por los años de 1784. Debajo de las cuerdas de este instrumento habia un cordon de seda que se ponia en movimiento por medio de una rueda de pedal; y unas pequeñas poleas puestas al estremo de cada tecla, aproximaban el cordon á las cuerdas y las hacían resonar con las modificaciones de crescendo y decrescendo.
    • 1853 [Gaspar y Roig] DiccEnciclLengEsp, I (NTLLE)
      CELESTINO [...] Mús.: especie de clave de arco, que inventó en Alemania un maquinista llamado Walker, por los años de 1784. Debajo de las cuerdas de este instrumento habia un cordon de seda que se ponia en movimiento por medio de una rueda; y unas pequeñas poleas puestas al estremo de cada tecla, aproximaban el cordon a las cuerdas y las hacían resonar con las modificaciones de crescendo y decrescendo.
    • 1859 Melcior, C. J. DiccEnciclopédicoMúsica p. 86 Esp (BD)
      CELESTINO: Nombre dado a una especie de clave da arco que inventó en Alemania un maquinista llamado Walker por los años de 1784. Debajo de las cuerdas de este instrumento pasaba un cordon de seda, que se ponia en movimiento por medio de una rueda de pedal. Unas pequeñas poleas, puestas al estremo de cada tecla aproximaban el cordon á las cuerdas, y las hacían resonar con las modificaciones de crescendo y decrescendo.
    • 1868 Parada Barreto, J. Dicc música p. 93 Esp (BD)
      Celestino. = Instrumento inventado en Alemania en 1784, por Walker. Este instrumento tenia un teclado, por medio del cual se ponian en movimiento unas pequeñas poleas, por las que pasaba un cordon, que hiriendo las cuerdas producia el sonido.
    • 1894 Pedrell, F. DiccTécnicoMúsica p. 75 Esp (BD)
      Celestino. Instrumento construido en 1784 por el mecánico Walker. Un cordón de seda colocado sobre las cuerdas, puesto en movimiento con ayuda de una rueda de pedal, y de pequeñas poleas colocadas á la extremidad de cada tecla acercaba el cordón á las cuerdas y las hacia vibrar con una expresión más ó menos enérgica. Fué otro de los instrumentos que precedieron al Piano-Quatuor de Mr. Baudet.
    • 1900 Lacal Bracho, L. DiccMúsica (3º ed.) p.112 Esp (BD)
      Celestino. —Especie de piano que en Alemania ideó el mecánico Walker, 1784, intentando que un cordón de seda movido por pedal, produjera en las cuerdas el crescendo.
5.ª Entrega (enero de 2018)
Versión del 31/01/2018
Equipo Real Academia Española
Familia Ver familia de palabras
Etim. Conversión del antropónimo Celestina, en alusión al personaje literario creado por Fernando de Rojas en 1499.

Con la acepción de 'persona que acuerda, facilita o encubre relaciones amorosas o sexuales entre otras personas' se documenta por primera vez en 1528, en la traducción del De institutione foeminae christianae (1524) de J. L. Vives efectuada por J. Justiniano y que lleva el título de Instrucción de la mujer cristiana. La voz sigue documentándose hasta la actualidad con el mismo valor, eclipsando otras sinónimas, como tercera o alcahueta. El hecho de que los primeros testimonios presenten la voz con mayúscula y que se atestigüe generalmente como sustantivo femenino muestra que esta palabra mantiene un estrecho vínculo con el personaje literario que la origina, al igual que otros sustantivos de este tipo, como lazarillo, quijote o donjuán, que han alcanzado valor antonomástico; de todas formas, una gran parte de los ejemplos modernos mantiene la mayúscula, la cursiva o las comillas, lo que muestra que la voz conserva de algún modo el recuerdo del personaje literario del que procede. Debe subrayarse, además, que ha mantenido generalmente el carácter peyorativo e irónico consustancial al personaje del que surgió. Aunque la palabra ya figura en el Tesoro de Covarrubias, en 1611, no puede considerarse el primer testimonio de este vocablo, ya que únicamente hace referencia al personaje literario ("Nombre de una mala vieja que le dio a la tragicomedia Española tan celebrada. Dixose assi, quasi Scelestina à scelere, por ser malvada alcahueta embustidora").  Posteriormente, en 1852 se recoge en el Gran diccionario de la lengua española de Castro y Rossi y se incorpora al DRAE en 1899. Con la acepción de 'persona que induce u obliga a otra a prostituirse para obtener un beneficio económico' se atestigua al menos desde 1883, en Las islas Filipinas en 1882, de F. Moya Jiménez. Como 'persona que facilita contactos con fines políticos, comerciales o de otro tipo' se atestigua al menos desde 1993, en un artículo de M. Benítez publicado en ABC (Sevilla); con este valor se incluye en el DLE de 2014, con la marca irónico. Como adjetivo y con la acepción 'típico o característico de un celestino', se registra desde 1931, en Nido real de gavilanes, de S. González Anaya, novela incluida en la edición de 1948 de sus Obras completas.

  1. ac. etim.
    s. m. y f. desp. Persona que acuerda, facilita o encubre relaciones amorosas o sexuales entre otras personas.
    Sinónimo: enflautador, a
    docs. (1528-2016) 92 ejemplos:
    • 1528 Justiniano, J. Trad Instrucción mujer cristiana, Vives [1995] Esp (CDH )

      Ahora ¿qué diremos de aquéllas que vienen con cartas de amores y embajadas, sino que son una cosa diabólica? Yo me espanto de ver cómo el mundo sufre a las tales Celestinas que son muy peores sin comparación que basiliscos, que sólo con la vista matan.

    • 2016 Conty, G. "Primer asalto del curso" [12-09-2016] p. 75 ABC (Madrid) Esp (HD)
      Arranca de nuevo el programa de citas más alocado de Cuatro (22.35) en el que seis granjeros: un aristócrata vallisoletano, un exitoso vaquero, un cabrero enamoradizo, una granjera rociera, un bróker de las reses y un ganadero futbolero intentarán encontrar el amor. En esta ocasión no será Luján Argüelles la que haga de celestina, sino Carlos Lozano. Para ellos es duro, viven en granjas de pueblos muy pequeños donde solo hay cuatro mujeres.
    • 1528 Justiniano, J. Trad Instrucción mujer cristiana, Vives [1995] Esp (CDH )

      Ahora ¿qué diremos de aquéllas que vienen con cartas de amores y embajadas, sino que son una cosa diabólica? Yo me espanto de ver cómo el mundo sufre a las tales Celestinas que son muy peores sin comparación que basiliscos, que sólo con la vista matan.

    • 1614 Fdz Avellaneda, A. Don Quijote [1972] Esp (CDH )

      [...] No me murmure nadie de que se permitan impressiones de semejantes libros, pues éste no enseña a ser deshonesto, sino a no ser loco; y permitiéndose tantas Celestinas, *que ya andan madre y hija por las plaças, bien se puede permitir por los campos un don Quixote y un Sancho Pança a quienes jamás se les conoció vicio, antes bien buenos desseos de dessagraviar huérfanas y deshazer tuertos, etc.

    • 1615 Tirso de Molina Marta [1997] 306 Esp (CDH )
      Y yo soy ya / Celestino de Calisto. * Doña MartaNo es pequeño galardón, / si miras en interés.
    • a1630 Mogrovejo Cerda, J. Endiablada [1999] Pe (CDH )
      Y así entre otros que se confesaron de cumplimiento por la nueva de enemigos, fue una devota beata, destas celestinas a lo divino, más que un coche a lo humano, más Judas de las inociencias virginales y que más ventas han hecho dellas que de una sobrina hermosa una tía interesable.
    • 1641 Sanz Castillo, A. Mojiganga gusto [1908] 151 Esp (CDH )
      Y hallándose tan indeciso y confuso, le pareció que era más conveniente el dejarlo, desistiendo del cansancio de tan insufribles cautelas, aguardando á que de la parte de las dos encontradas Celestinas saliese alguna claridad para su final determinación, y así, se encerró en su casa, con ánimo de no salir della en quince días, á hora que nadie le viese, como lo hacía, avisando á su criado y ama, que si le venia á buscar alguna persona, le respondiesen estaba ausente de la ciudad, sin decir donde, mas de que en compañía de otros amigos suyos, metidos en un coche, habían hecho su viaje pues con esto aseguró, lo que si no lo previniera, no pudiera.
    • 1844 Foz, B. Vida P. Saputo [1986] 315 Esp (CDH )
      Pero en cambio, porque en este mundo no hay cosa que no le tenga * (si no, había de morirse de rabia) contra las dueñas, las rejas, y el retiro, estaban las terceras, las Celestinas, los jardines y los galanteos admitidos; y tal vez las mismas dueñas servían en el oficio.
    • 1883 Moya Jiménez, F. J. Filipinas 1882 [1883] Fi (CDH )
      Creen que el uso de ciertos talismanes hechos de dientes de caiman los hace invulnerables, y consultando á sus hechiceros pretenden conocer el porvenir, como tambien conseguir sus deseos amorosos con el uso de filtros ó bebedizos, que aquellos les proporcionan á precios altísimos, y que ellos entregan á las Celestinas con la mejor buena fé del mundo.
    • 1883 Palma, R. Tradiciones peruanas V [2003] Pe (CDH )
      La hermana demandadera era una celestina forrada en beata; es decir, que pertenecía a lo más alquitarado del gremio de celestinas.
    • 1884-1885 Clarín Regenta [1990] Esp (CDH )
      Los abonados de esta otra bolsa eran Ronzal, Foja, Páez (que además tenía palco para su hija), Bedoya, un escribano famoso por su lujuria que le costaba mucho dinero, por su arte para descubrir vírgenes en las aldeas y por sus buenas relaciones con todas las Celestinas del pueblo; un escultor no comprendido, que no colocaba sus estatuas y se dedicaba a especulaciones de arqueólogo embustero; el juez de primera instancia que se dividía a sí mismo en dos entidades: 1.ª el juez, incorruptible, intratable, puercoespín sin pizca de educación, y 2.ª el hombre de sociedad, perseguidor de casadas de mala fama, consuelo de todas las que lloraban desengaños de amores desgraciados; y tres o cuatro vejetes verdes del partido conservador, concejales, que todo lo convertían en política.
    • 1896 Carrasquilla, T. Frutos tierra [1952] Co (CDH )
      Julia —celestina declarada de tan legítimos amores— aconsejó a Pepa, vuelto Martín a la vida, el mensajito aquel que conocemos.
    • 1895-1902 Unamuno, M. Casticismo [1991] 110 Esp (CDH )

      Siempre la firme fe en el libre albedrío lleva, tanto como el fatalismo, al sofoco de la libertad civil; que hay que imponer ley a quien apenas la lleva dentro y consuélese el sometido con que su voluntad es libre e inviolable el santuario de su conciencia. ¡Gran celestina la metafísica!

    • 1962 Fuentes, C. Muerte Artemio Cruz [1962] 260 Mx (CDH )
      Cuando los violines, en la sala, volvieron a tomar el aire de La pobre gente de París, ella, con un mohín conocido, lo tomó del brazo pero él negó con la cabeza blanca y caminó precedido de los perros al sillón que ocuparía el resto de la noche, frente a las parejas... se divertiría viendo los rostros, fingidos, dulces, pícaros, maliciosos, idiotas, inteligentes, pensando en la suerte, en la suerte que tuvieron todos, ellos y él... rostros, cuerpos, bailes de seres libres, como él... lo afianzan, lo aseguran al desplazarse ligeramente sobre el piso encerado, bajo la araña luminosa... liberar, opacándolos, sus recuerdos... lo obligan, perversamente, a disfrutar aún más de esta identidad... libertad y poder... no estaba solo... estos danzantes le acompañaban... eso le dijo el calor del vientre, la satisfacción de las entrañas... escolta negra, carnavalesca, de la vejez poderosa, de la presencia encanecida, artrítica, pesada... eco de la sonrisa persistente, ronca, reflejada en el movimiento de los ojillos verdes... blasones recientes, como el suyo... a veces aun más nuevos... giraban, giraban... los conoce... industriales... comerciantes... coyotes... niños bien... agiotistas... ministros... diputados... periodistas... esposas... novias... celestinas... amantes... giraban las palabras cortadas de los que pasaban bailando frente a él... / —
    • a1973 Neruda, P. Confieso [1993] Ch (CDH )

      Mientras el sacrificio al cielo estrellado y a Afrodita nocturna se consumaba en lo alto de la torre, Federico corrió alegremente a cumplir su misión de celestino y centinela, pero con tal apresuramiento y tan mala fortuna que rodó por los escalones oscuros de la torre. Tuvimos que auxiliarlo mi amiga y yo, con muchas dificultades.

    • 1976 Uslar Pietri, A. Oficio difuntos [1976] Ve (CDH )
      Era todo lo que necesitaba Lino para abrir inmediatamente operaciones, para localizar el lugar, la familia, la mujer, los antecedentes y despachar alguna celestina eficaz.
    • 1977 Vargas Llosa, M. Tía Julia [1996] Pe (CDH )

      Estuvo realmente simpático, hablando hasta por los codos y haciendo toda clase de bromas, y la tía Julia quedó encantada con él. Me alegré de que nos hubiera descubierto; no había planeado contarle mis amores, porque era reacio a confidencias sentimentales (y más todavía en este caso, tan enredado) pero ya que el azar lo había hecho partícipe del secreto, me dio gusto poder comentar con él las peripecias de esta aventura. Esa mañana se despidió besando a la tía Julia en la mejilla y haciendo una reverencia:

      — Soy un celestino de primera, cuenten conmigo para cualquier cosa.
    • 1982 Mujica Láinez, M. Escarabajo [1993] Ar (CDH )
      Cuando pasaba una meretriz conspicua, con un monito o un pequeño can en brazos, aislada en la grupa de una mula de tintinantes campanillas, entre adoradores, celestinas y servidoras, los aristócratas alzaban las frentes con alboroto, suspendían el juego y le prodigaban largos saludos y requiebros.
    • 2000 Vargas Llosa, M. Fiesta Chivo [2000] 346 Pe (CDH )

      — Te sorprenderá lo que voy a decirte, Cerebrito —exclama Manuel Alfonso, con dramatismo—. Cuando veo una belleza, una real hembra, una de esas que te viran la cabeza, yo no pienso en mí. Sino en el Jefe. Sí, en él. ¿Le gustaría apretarla en sus brazos, amarla? Esto no se lo he contado a nadie. Ni al Jefe. Pero, él lo sabe. Que, para mí, ha sido siempre el primero, incluso en eso. Y conste que a mí me gustan mucho las mujeres, Agustín. No creas que me he sacrificado cediéndole hembras bellísimas por adulación, para obtener favores, negocios. Eso creen los ruines, los puercos. ¿Sabes por qué? Por cariño, por compasión, por piedad. Tú lo puedes comprender, Cerebrito. Tú y yo sabemos lo que ha sido su vida. Trabajar desde el alba hasta la medianoche, siete días por semana, doce meses al año. Sin descansar jamás. Ocupándose de lo importante y de lo mínimo. Tomando cada momento decisiones de las que dependen la vida y la muerte de tres millones de dominicanos. Para meternos en el siglo XX. Teniendo que cuidarse de los resentidos, de los mediocres, de la ingratitud de tanto pobre diablo. ¿No merece, un hombre así, distraerse de cuando en cuando? ¿Gozar unos minutos con una hembra? Una de las pocas compensaciones en su vida, Agustín. Por eso, me siento orgulloso de ser lo que dicen tantas víboras: el celestino del Jefe. ¡A mucha honra, Cerebrito!

    • 2007 Veloz Maggiolo, M. Ritos Cabaret RD (CORPES)
      La entrega de Emencia, quizás la última en la lista de mi padre, selló la derrota. No quiere decir que mi padre pudiese completar su listado. No. Dio muchos saltos, anotó algunas reconquistas en sus papeles, y otras quedaron en su recuerdo. Pero Emencia era algo así como la culminación, el acto final. Ella misma había también de vengarse, se lo habría sugerido a mi padre aquel día. Y la noche del 16 de junio, mientras Paco Santamaría hacía los aprestos para colgar a Barzizón por celestino y a Fantina por ineficaz, Emencia Vargas llegaba al burdel con vestido transparente y gasa de colores, como una virgen vestal. Papo Torres la esperaba. Pasó lo inexplicable.
    • 2011 Anónimo "Muerte condesa" [01-02-2011] JetSet.com.co (Santafé de Bogotá) Co (CORPES)
      A Irasema la vio durante una fiesta de carnaval, en un ambiente muy ajeno a él. Los 'celestinos' de aquel romance afirmaron que el aplomado hombre se sintió extrañamente cursi al revelar que se había enamorado a primera vista. Pero no se lo dijo a ella de inmediato. Las primeras expresiones de afecto se las envió por fax desde Francia, en unas cuantas cartas que demostraban su estilo compuesto y poco eufórico de la nobleza. Pero Irasema, quien había hablado de sus deseos de armar una familia, quedó rendida ante aquel enigmático 'príncipe'.
    • 2016 Conty, G. "Primer asalto del curso" [12-09-2016] p. 75 ABC (Madrid) Esp (HD)
      Arranca de nuevo el programa de citas más alocado de Cuatro (22.35) en el que seis granjeros: un aristócrata vallisoletano, un exitoso vaquero, un cabrero enamoradizo, una granjera rociera, un bróker de las reses y un ganadero futbolero intentarán encontrar el amor. En esta ocasión no será Luján Argüelles la que haga de celestina, sino Carlos Lozano. Para ellos es duro, viven en granjas de pueblos muy pequeños donde solo hay cuatro mujeres.
    • 1528 Justiniano, J. Trad Instrucción mujer cristiana, Vives [1995] Esp (CDH )

      Ahora ¿qué diremos de aquéllas que vienen con cartas de amores y embajadas, sino que son una cosa diabólica? Yo me espanto de ver cómo el mundo sufre a las tales Celestinas que son muy peores sin comparación que basiliscos, que sólo con la vista matan.

    • 1591 Anónimo Romances Flor I-III Romancero general Esp (CDH )
      pita / Pasó de milagro á España, / Venciendo el color que tiene / Preciosa púrpura y grana: / Vosotros, los que comeis / Con delantera en las barbas, / Y en hormas de pan de azúcar / Haceis sombreros de Francia; / Mártires de vida estrecha, / Tudescos de calzas largas, / Verdugos por una media / De vuestras calzas mal sanas; / Oidme tambien vosotras, / Oidme, señoras viudas, / Solo en apariencia santas, / Tocas blancas que se tocan / A manera de casadas, / Y al ruido de unas cuentas / Quereis tapar las de casa; / Oid, viejas Celestinas, / Las que cubris como mantas, / Y en hombros, como las aves, / Sacais á volar muchachas, / Las que de naturaleza / Soleis enmendar las faltas, / Adobando cerraduras / Que ya perdieron las guardas; * / Oidme tambien, poetas, / Romancistas de Granada, / Los que vivis en el mundo / Porqu'entendeis el Petrarca / Canonizador del vulgo / Por ídolos de Abenamar.
    • 1593 Anónimo Romances [01-01-1593] II, 549 Romancero general Esp (CDH )
      / Ya son las damas de ahora / Medusas del tiempo viejo, / Y de catorce ó quince años / Son Celestinas del nuevo.
    • 1614 Fdz Avellaneda, A. Don Quijote [1972] Esp (CDH )

      [...] No me murmure nadie de que se permitan impressiones de semejantes libros, pues éste no enseña a ser deshonesto, sino a no ser loco; y permitiéndose tantas Celestinas, *que ya andan madre y hija por las plaças, bien se puede permitir por los campos un don Quixote y un Sancho Pança a quienes jamás se les conoció vicio, antes bien buenos desseos de dessagraviar huérfanas y deshazer tuertos, etc.

    • 1615 Tirso de Molina Marta [1997] 306 Esp (CDH )
      Y yo soy ya / Celestino de Calisto. * Doña MartaNo es pequeño galardón, / si miras en interés.
    • a1630 Mogrovejo Cerda, J. Endiablada [1999] Pe (CDH )
      Y así entre otros que se confesaron de cumplimiento por la nueva de enemigos, fue una devota beata, destas celestinas a lo divino, más que un coche a lo humano, más Judas de las inociencias virginales y que más ventas han hecho dellas que de una sobrina hermosa una tía interesable.
    • 1641 Sanz Castillo, A. Mojiganga gusto [1908] 151 Esp (CDH )
      Y hallándose tan indeciso y confuso, le pareció que era más conveniente el dejarlo, desistiendo del cansancio de tan insufribles cautelas, aguardando á que de la parte de las dos encontradas Celestinas saliese alguna claridad para su final determinación, y así, se encerró en su casa, con ánimo de no salir della en quince días, á hora que nadie le viese, como lo hacía, avisando á su criado y ama, que si le venia á buscar alguna persona, le respondiesen estaba ausente de la ciudad, sin decir donde, mas de que en compañía de otros amigos suyos, metidos en un coche, habían hecho su viaje pues con esto aseguró, lo que si no lo previniera, no pudiera.
    • 1844 Foz, B. Vida P. Saputo [1986] 315 Esp (CDH )
      Pero en cambio, porque en este mundo no hay cosa que no le tenga * (si no, había de morirse de rabia) contra las dueñas, las rejas, y el retiro, estaban las terceras, las Celestinas, los jardines y los galanteos admitidos; y tal vez las mismas dueñas servían en el oficio.
    • 1852 Castro Rossi, A. GDiccLengEsp (NTLLE)
      CELESTINA, s. f. (Met.) Lo mismo que alcahueta. Tuvo su origen en la trajicomedia famosa de Calixto y Melibea, donde introdujo el autor á una zurcidora de torpes voluntades con un semejante nombre.
    • 1880-1881 Menéndez Pelayo, M. HHeterodoxos [1946-1948] Esp (CDH )
      Y es cierto, asimismo, que el carácter de brujas y hechiceras aparece en nuestros novelistas como inseparable del de zurcidoras de voluntades o celestinas.
    • 1883 Moya Jiménez, F. J. Filipinas 1882 [1883] Fi (CDH )
      Creen que el uso de ciertos talismanes hechos de dientes de caiman los hace invulnerables, y consultando á sus hechiceros pretenden conocer el porvenir, como tambien conseguir sus deseos amorosos con el uso de filtros ó bebedizos, que aquellos les proporcionan á precios altísimos, y que ellos entregan á las Celestinas con la mejor buena fé del mundo.
    • 1883 Palma, R. Tradiciones peruanas V [2003] Pe (CDH )
      La hermana demandadera era una celestina forrada en beata; es decir, que pertenecía a lo más alquitarado del gremio de celestinas.
    • 1884-1885 Clarín Regenta [1990] Esp (CDH )
      Los abonados de esta otra bolsa eran Ronzal, Foja, Páez (que además tenía palco para su hija), Bedoya, un escribano famoso por su lujuria que le costaba mucho dinero, por su arte para descubrir vírgenes en las aldeas y por sus buenas relaciones con todas las Celestinas del pueblo; un escultor no comprendido, que no colocaba sus estatuas y se dedicaba a especulaciones de arqueólogo embustero; el juez de primera instancia que se dividía a sí mismo en dos entidades: 1.ª el juez, incorruptible, intratable, puercoespín sin pizca de educación, y 2.ª el hombre de sociedad, perseguidor de casadas de mala fama, consuelo de todas las que lloraban desengaños de amores desgraciados; y tres o cuatro vejetes verdes del partido conservador, concejales, que todo lo convertían en política.
    • 1884-1885 Clarín Regenta [1990] Esp (CDH )
      "— ¡Se la quieren echar en los brazos! ¡Esa Marquesa es una Celestina de afición!"
    • 1880-1895 Silva, J. A. Poesías [1996] Co (CDH )
      Ríe y no te arrepientas, que mañana / nuestras dos almas solas irán juntas / a explorar los misterios del nirvana... / mientras que Magdalena, la divina, / entre el coro de vírgenes difuntas / hace un triste papel de celestina.
    • 1896 Carrasquilla, T. Frutos tierra [1952] Co (CDH )
      Julia —celestina declarada de tan legítimos amores— aconsejó a Pepa, vuelto Martín a la vida, el mensajito aquel que conocemos.
    • 1899 RAE DRAE 13.ª ed. (NTLLE)
      CELESTINA.[...] f. fig. Alcahueta.
    • 1895-1902 Unamuno, M. Casticismo [1991] 110 Esp (CDH )

      Siempre la firme fe en el libre albedrío lleva, tanto como el fatalismo, al sofoco de la libertad civil; que hay que imponer ley a quien apenas la lleva dentro y consuélese el sometido con que su voluntad es libre e inviolable el santuario de su conciencia. ¡Gran celestina la metafísica!

    • 1902 Valera, J. Labor literaria Ortega y Munilla Discursos académicos Esp (CDH )
      En la novela, por otro lado interesantísima, cuyo título es Cleopatra Pérez, la vida, costumbres y carácter de las cortesanas de ahora están magistralmente retratados y cifrados en la protagonista Cleopatra y en su amiga Virginia, y hay otros personajes con no menos verdad y tino tomados del natural, como, verbigracia, Leticia, la tía avarienta, celestina flamante y amplificación hábil de aquella otra tía que no le muestra en cifra Quevedo, llamándola [...].
    • 1917 Alemany Bolufer, J. DiccLengEsp (NTLLE)
      CELESTINA. [...] f. fig. Alchahueta.
    • 1923 Giménez Caballero, E. Notas marruecas soldado [1923] Esp (CDH )
      Gatos de mechinal, sucios, gordos, como celestinas o rameras viejas.
    • 1923 Giménez Caballero, E. Notas marruecas soldado [1923] Esp (CDH )

      ¡Cosa singular! ¿Cómo se ha decidido a hablar con un soldado esta mora de porte distinguido?

      ¿Será una celestina berebere? ¿Qué fantasía morisca puedo presumir a consecuencia de esta llamada?

    • 1926 Maeztu, R. Quijote [1981] Esp (CDH )

      Es verdad que el mundo nos muestra frecuentemente el espectáculo de la maldad triunfante. La muerte violenta de Celestina es un mero accidente. La vida nos ofrece a menudo el ejemplo de Celestinas que mueren en sus camas cargadas de años y riquezas.

    • 1926 Maeztu, R. Quijote [1981] 97 Esp (CDH )
      Éste es el hombre de quien se enamora Doña Inés, que es una novicia, una colegiala, que toma al pie de la letra lo que le escribe y le dice Don Juan y lo que corrobora y exagera la celestina que su galán emplea.
    • 1927 Noel, E. Siete cucas [1992] 121 Esp (CDH )

      Su mano izquierda olvidaba lo que hacía la derecha. Su familia era irreprochable, y de vivir cuando esos tales eran posibles, hasta santos o santas hubiera en ella. La saludaban grandes y pelagatos. Vestía bien; no le ladraba nadie; no era buscona de mala hilaza, ni mercachifle de niñas del honor averiado; ni aquella cosa rara, entre bruja y celestina, que describió Quevedo; de negro alicuervo, ni mancha; ni de aquellas mujeres que públicamente son malas y ganan por ello, como decían las Pragmáticas reguladoras del lujo; ni echadora de naipes, aunque el Padre Higuea, que en mucho la tenía, la llamara La Sibila de Endor...

    • 1927 Noel, E. Siete cucas [1992] Esp (CDH )
      Corría joyas; prestaba dineros; destripaba barrigas, almas y sucesos; proporcionaba, en fin, todo eso que no se cree necesario hasta que se necesita y que juzgan al margen de la vida quienes tienen poco margen en la suya; comadrona sin título, prestamista sin tarifa, curandera sin permiso, celestina sin malicia, urdenredos sin cartilla...
    • 1919-1929 Marañón, G. Ensayos vida sexual [1990] 343 Esp (CDH )
      La imperfección social de hoy hace que, todavía, muchos hombres nazcan también con su vida material resuelta; y esta injusticia es la gran celestina que protege la mayoría de los errores sexuales.
    • 1929 Otero Silva, M. En las huellas de la pezuña [2007] p. 39 Ve (BD)
      En su compañía subí de nuevo la escalera. Atravesé un recibo. Fraíno Mirabal, un estudiante que hace el Judas en nuestra generación, bajó los ojos, sin saludarme. Carlos Siso, Secretario de Gobierno, dirigió a mí, entre cínico e irónico, sus espejuelos de carey, descolgados sobre la nariz, como han sido usados por las celestinas de todos los tiempos, desde la Trotaconventos del Arcipreste de Hita hasta las modernas Juana Lugo.
    • 1938 Nobruzán (Manuel Zambruno) Cuento 268 Romances CNT Esp (CDH )
      / Las dos celestinas, / mostrando vergüenza, / se tapan la cara, / en tanto que la bestia / arranca a la niña / su casta pureza.
    • 1945 Salinas, P. Don Quijote Ensayos literatura hispánica Esp (CDH )
      Pero celestino, al fin y al cabo, continuo trajinero que no se da punto de reposo, yendo de las manos de los viejos verdes a las de las doncellitas, del deseo a lo deseado, del hombre a la cosa.
    • 1950 Fdz-Flórez, D. Lola [1950] Esp (CDH )
      Ella, una celestina consumida y renegra, se las daba de gran dama y se las apañaba para aparentarlo, siempre vestida de oscuro, hablando con mucha dignidad y aplomo de lo mal que iba el mundo y criticando sus pompas y vanidades.
    • 1951 Barea, A. Forja rebelde [1958] Esp (CDH )
      La mayoría de los clientes eran aún soldados del Tercio y prostitutas de la Barría, pero los viejos presidiarios y las viejas celestinas con sus caras taraceadas de sífilis o de sarna había desaparecido.
    • 1932-1952 Amorim, E. Carreta [1988] Ur (CDH )

      La mujer, ante la desconfianza de Correntino, irguiéndose, juntó el cuero al marco de la ventana. La celestina, escondida abajo de la carreta seguía los movimientos de la pareja. Al hacerse el silencio, escurrió su menguado cuerpo entre los arreos y enseres, para colocarse estratégicamente. Cuando creyó que la pareja estaba entregada al acto vivo y bestial, asomó su cabeza encanecida.

    • 1932-1952 Amorim, E. Carreta [1988] Ur (CDH )
      La celestina, con un envoltorio en las manos, escuchaba el diálogo con tristeza.
    • 1932-1952 Amorim, E. Carreta [1988] Ur (CDH )
      Al poco rato el comisario hablaba a solas con la menor, mientras la celestina y las otras mujeres espiaban los movimientos por una rendija de la carpa que instalaban.
    • 1932-1952 Amorim, E. Carreta [1988] Ur (CDH )
      La vieja celestina, lo miraba largamente forcejeando en la memoria.
    • 1932-1952 Amorim, E. Carreta [1988] Ur (CDH )
      La celestina pasaba de una mano a la otra piedritas blancas.
    • 1932-1952 Amorim, E. Carreta [1988] Ur (CDH )
      De pronto, la celestina llamó a una de las mujeres que estaba sin compañero.
    • 1932-1952 Amorim, E. Carreta [1988] Ur (CDH )
      —Y... pa no despreciar a la señora— contestó indicando a la celestina con un movimiento de cabeza.
    • 1883-1954 Rdz Demorizi, E. (ed.) Apuntes Informes folklore Sto Domingo (1975) RD (CDH )

      Claro que las primeras bebidas conocidas en la Isla fueron las traídas por los descubridores, particularmente el vino. En la Villa de Santo Domingo, en tiempos de Ovando, por el 1509, existía la famosa taberna de Pie de Palo. Y no faltó, por aquellos años, la afamada Casa de Mujeres Públicas, de alguna Celestina.

    • 1961 Martín-Santos, L. Tiempo silencio [1996] Esp (CDH )

      Los pliegues del corazón y del cerebro de una vieja. La trampa. La femineidad vuelta astucia cuando ya la carne ha dejado de ser carne y es sólo una materia indescriptible. La celestina que es celestina para no morir de hambre o para no tener que quitar los visillos de sus ventanas. Para no tener que fregar el suelo siendo viuda de. La caza.

    • 1962 Fuentes, C. Muerte Artemio Cruz [1962] 260 Mx (CDH )
      Cuando los violines, en la sala, volvieron a tomar el aire de La pobre gente de París, ella, con un mohín conocido, lo tomó del brazo pero él negó con la cabeza blanca y caminó precedido de los perros al sillón que ocuparía el resto de la noche, frente a las parejas... se divertiría viendo los rostros, fingidos, dulces, pícaros, maliciosos, idiotas, inteligentes, pensando en la suerte, en la suerte que tuvieron todos, ellos y él... rostros, cuerpos, bailes de seres libres, como él... lo afianzan, lo aseguran al desplazarse ligeramente sobre el piso encerado, bajo la araña luminosa... liberar, opacándolos, sus recuerdos... lo obligan, perversamente, a disfrutar aún más de esta identidad... libertad y poder... no estaba solo... estos danzantes le acompañaban... eso le dijo el calor del vientre, la satisfacción de las entrañas... escolta negra, carnavalesca, de la vejez poderosa, de la presencia encanecida, artrítica, pesada... eco de la sonrisa persistente, ronca, reflejada en el movimiento de los ojillos verdes... blasones recientes, como el suyo... a veces aun más nuevos... giraban, giraban... los conoce... industriales... comerciantes... coyotes... niños bien... agiotistas... ministros... diputados... periodistas... esposas... novias... celestinas... amantes... giraban las palabras cortadas de los que pasaban bailando frente a él... / —
    • 1965 García Pavón, F. Liberales [1965] Esp (CDH )

      Una de aquellas mañanas, muy temprano, llegó a la puerta de casa María la Foca. Era ésta una pobre de pedir —entonces acogida al Socorro Rojo—, celestina de carne baratísima, perita en chachas, en cuartillejeras y viejos rijosos. Venía a traer un secreto mensaje a la Pepa.

    • 1972 García Hortelano, J. Mary Tribune [1999] 203 Esp (CDH )

      Le propuse que bailásemos y accedió, siempre que yo la dejase visitar de nuevo los aseos. Yo la dejé ir y me enjuagué la boca con un resto de cubalibre. Al cuarto de hora, llamé al camarero, que diez minutos antes me había servido otra copa, y le pregunté sobre el destino de la señorita. El camarero, de conformidad con mis intuiciones, me informó que la señorita hacía una eternidad que había abandonado el local. Pedí la cuenta y, a efectos de la propina, el celestino se apiadó, que, a su entender, yo debía quedarme y, superada la temprana hora que transcurría, él estaba seguro de encontrarse en condiciones de hacer mi presentación a alguna señorita de las que, a veces, asistían en el sótano al diálogo con la soledad.

    • 1973 Gorodischer, A. Jubeas [1973] Ar (CDH )
      Entonces la Salamandra terminó su historia porque la llanura había sido su nodriza y su celestina, y yo siento mucho no recordar exactamente cada una de las palabras que dijo, entonaciones de voz, silencios no porque largó todo de un tirón y no hubo silencios ya que ni parecía escucharnos si hablábamos y era como si fuera ella la que siempre seguía hablando, pero dicho sencillamente y desde afuera, nos explicó o intentó explicarnos que se había enamorado de Páez Loyola porque un mundo como el de la llanura amarilla y el viento y el miedo y la soledad lo puede empujar a uno a errores que son verdaderas traiciones, cosa que pienso que ella tampoco creía del todo.
    • a1973 Neruda, P. Confieso [1993] Ch (CDH )

      Mientras el sacrificio al cielo estrellado y a Afrodita nocturna se consumaba en lo alto de la torre, Federico corrió alegremente a cumplir su misión de celestino y centinela, pero con tal apresuramiento y tan mala fortuna que rodó por los escalones oscuros de la torre. Tuvimos que auxiliarlo mi amiga y yo, con muchas dificultades.

    • 1973 Tauro Pino, A. Perú: época republicana [1973] 156 Pe (CDH )
      Por eso supo animar los escenarios con la presentación de costumbres y dichos, tipos sociales y caracteres, a cuyo espíritu se debió la reputación dada a Manuel Ascencio Segura El Sargento Canuto (12-IX-1839), comedia en la cual se opone la fanfarronería de un militar a la bonhomía de un galán que se ampara en su buena fe; luego en La Saya y el Manto (6-XII-1842), dedicada a zaherir la indolencia de la burocracia y la empleomanía; principalmente, en Ña Catita (30-VIII-1816), que describe las artes de una celestina criolla, el carácter de mayor relieve en el teatro peruano; en Percances de un remitido (1861), que censura los excesos cometidos por los difamantes, a la sombra de la libertad de imprenta; y los testimonios tan plenos de picardía y afecto como La moza mala (6-XII-1842), Lances de Amancaes (VII-1862) y El cachapari.
    • 1976 Uslar Pietri, A. Oficio difuntos [1976] Ve (CDH )
      Era todo lo que necesitaba Lino para abrir inmediatamente operaciones, para localizar el lugar, la familia, la mujer, los antecedentes y despachar alguna celestina eficaz.
    • 1977 Vargas Llosa, M. Tía Julia [1996] Pe (CDH )

      Estuvo realmente simpático, hablando hasta por los codos y haciendo toda clase de bromas, y la tía Julia quedó encantada con él. Me alegré de que nos hubiera descubierto; no había planeado contarle mis amores, porque era reacio a confidencias sentimentales (y más todavía en este caso, tan enredado) pero ya que el azar lo había hecho partícipe del secreto, me dio gusto poder comentar con él las peripecias de esta aventura. Esa mañana se despidió besando a la tía Julia en la mejilla y haciendo una reverencia:

      — Soy un celestino de primera, cuenten conmigo para cualquier cosa.
    • 1977 Vargas Llosa, M. Tía Julia [1996] Pe (CDH )
      Ese preromance duraba desde que estábamos en el colegio y yo, como confidente, amigo íntimo y celestino de Javier, había seguido todos sus pormenores.
    • 1977 Vargas Llosa, M. Tía Julia [1996] 237 Pe (CDH )
      Haberle confesado a mi prima mis amores con la tía Julia le había sido utilísimo porque, con el pretexto de servirnos de celestinos y facilitarnos las salidas, se las arreglaba para ver a Nancy varias veces por semana.
    • 1978 García Vega, L. Orígenes [1978] 121 Cu (CDH )

      Para ejemplificar esto, podemos señalar hacia el folletín de la dama respetableque había dado un mal paso,y con este mal pasose había convertido en la querida de un hombre público. Esta dama respetablepodía ser consideradaen su vecindario pequeño burgués, siempre que, como las hermanas Abril, en el pueblo de campo, supiera darse su lugar.Esta dama podía tener un hijo, y este hijo, como los demás niños del vecindario pequeño burgués, podía estar en uno de los mejores colegios de curas de la ciudad. Pero la dama vivía en la casa donde pasaba algo raro.Pues era la casa con cortinajes, con macetas, con alfombras; pues era la casa para no ver desde afuera. Casa que parecía adornada por una celestina que hubiera sido discípula de Gaudí, pues el adorno servía para disfrazar el pecadode la dama respetable.

    • 1978 García Vega, L. Orígenes [1978] Cu (CDH )
      Y la dama respetable que había dado un mal paso, estaba asistida por la celestina discípula de Gaudí, por la celestina que ocultaba lo que había venido a menos.
    • 1978 García Vega, L. Orígenes [1978] Cu (CDH )
      Y la celestina inventaba las imágenes posibles. Y la celestina creaba una era imaginaria, una era imaginaria donde los ceremoniales órficos servían de preámbulo a la entrada del hombre público en la alcoba de la dama respetable.
    • 1979 Longares, M. Novela corsé [1988] Esp (CDH )
      Perseveren los novios en la fe de la simulación pues sólo los educados en la insinceridad alcanzarán la cópula, bienaventurados los que vivan fingiendo, que el paraíso prometido no les defraudará, que no decaiga la fiesta del galanteo para que Guzmán continúe soñando despierto, que nadie obligue a la farsa a comparecer desnuda en el salón de baile, que si persiste la coquetería embadurnando de magnífica finura el clandestino afán febril, aguantaremos hasta la caída de la noche en que el libro nos trae la incorrupta mano de la lujuria que sólo para el pícaro asoma entre las cuerdas del celestino piano; y en esta brisa aparentemente casta que aroma el salón, nadie respire el viento de tormenta que las nubes renacentistas aportan, que Guzmán, mecido en la irreal atmósfera apacible, nunca sepa que Calixto y Melibea pagaron con la muerte la consumación de su amor, porque de percatarse Guzmán del sombrío entintado de esta pintura, de olfatear siquiera que la pasión lúbrica progresivamente corroe la urbana compostura de los bailarines, suspendería previsor la danza renegando del tóxico embustero que se inoculó en su arteriosclerosis, con lo que los enamorados, huérfanos de coartadas, habrían de dejar para mejor ocasión el anhelado abrazo; mantengan por ello el tipo y muestren al inspector la faceta amable de su ambigua figura.
    • 1979 Onetti, J. C. Dejemos hablar [1991] Ur (CDH )

      Y ahora recuerdo que no sabemos si la pariente es soltera, viuda, casada o celestina.

    • 1980 Benet Goitia, J. Saúl [1994] 263 Esp (CDH )
      En tu casa todo cambió el día de tu nacimiento, de manera bastante incomprensible; me temo que al comprender tu madre que había dado cuanto la reproducción esperaba de ella —e incluso había rebasado el repertorio de las más desmedidas expectativas— decidió morirse (no invadida del orgullo común a toda madre, segura de haber echado al mundo una joya, sino poseedora de una convicción (una comunicación que circula entre el vientre y el más allá, una espontánea disciplina merced a la cual músculos, nervios, células, alimentos, cordones y placentas se subordinan a un proyecto que goza de toda prioridad, elaborado en un centro ultrasecreto que nunca lo dará a conocer hasta que vea la luz, encomendando aquí y allá sus diferentes elementos que sólo él sabrá ensamblar) anterior al parto y que al quedar confirmado por él trasciende la filosofía materna para despojarla de su fruto) a conciencia de que ya no era necesaria; más aún, que podía llegar a ser un estorbo en el desarrollo de un niño que con su primera mirada, antes de llevar su mano a la teta, revelaría el crisol de todas las incógnitas del deseo, la diáfana y sencilla resolución del más negro y viciado enigma de la generación; sin duda, un poder errante y nocturno había recurrido a la trapacería y el disfraz para ocupar el lugar del esposo legítimo y descargar en su vientre la semilla que a sí mismo se había prohibido hacer germinar pero que era incapaz de retener, ciertas noches de furor; y bien, para las personas razonables no hay mayor pecado que la imprevisión y no hay duda de que debe ser la mayor tentación de los dioses; un bastardo; tu padre, por consiguiente, quedó fuera del asunto, tu padre y todos los suyos, tu hermano también; pero no así tu abuela que lo supo muy pronto y que tal vez lo urdió, a juzgar por su familiaridad con el señor de los vaticinios y a quien ve a saber si sirvió de celestina a cambio de los muchos servicios recibidos; no vivió, de cualquier manera sino para corroborarlo, horrorizada de su papel de Lea , la madre de la criatura que salió de sus entrañas pero no de su espíritu, o peor aún, de la sierva que juntó a ella sus rodillas para atribuirse el falsario Dan y aceptar la falsedad antes que la participación en el odio; qué poco tenía que hacer sino confesarse a sí misma la degradación en que había caído y de la que ni siquiera tú la podrías librar con la engañosa y frágil soldadura con que quisiste reparar su corroído matrimonio.
    • 1980 Vergés, P. Cenizas [1981] 349 RD (CDH )
      Venganza apache denominaban ellos, pegajosos de saliva y sudor, a aquella retahíla de mentiras perfectamente coordinadas en que, siempre por medio de Carmelo, Sotero aparecía como el maipiolo, celestino o alcahuete del coronel Santiago, Wilson como un maricón de ratos libres, con direcciones exactas de quienes lo atendían en sus necesidades, y la misma Conchita como una abortadora de primera que hasta le había sacado a Esther un muchacho de Wilson —bisexual, por lo tanto—.
    • 1982 Mujica Láinez, M. Escarabajo [1993] Ar (CDH )
      Cuando pasaba una meretriz conspicua, con un monito o un pequeño can en brazos, aislada en la grupa de una mula de tintinantes campanillas, entre adoradores, celestinas y servidoras, los aristócratas alzaban las frentes con alboroto, suspendían el juego y le prodigaban largos saludos y requiebros.
    • 1982 Mujica Láinez, M. Escarabajo [1993] 249 Ar (CDH )
      Las palabras musitadas por la celestina cerraron la teatralización, y la hetaira adoptó un tono afectado pero profesional, golpeó las manos y exclamó.
    • 1985 Romero, E. Tragicomedia España [1986] Esp (CDH )
      He sugerido que lleven a un teatro musical La hija de la Celestina, porque una historia de pícaros con música, coros, celestinas, hampones, gentes de la Corte, rufianes y monsergas medievales es todo un espectáculo.
    • 1986 Buero Vallejo, A. Lázaro [1994] Esp (CDH )
      ¡Eres... una celestina!... ¿Me quieres echar en sus brazos? ¿Es eso lo que quieres? No te importaría, ¿eh?... Me das asco.
    • 1986 Cabrera Infante, G. Habana [1993] Cu (CDH )
      Fue en una exposición de cuadros cubanos donde fijé en mi retina romántica a una muchacha delgada (después sabría que era flaca), de senos sobresalientes (luego vería que era toda tetas) y rubia (más tarde descubriría que era una seudorrubia), y una celestina se encargó del resto.
    • 1986 Cabrera Infante, G. Habana [1993] Cu (CDH )
      Tuvo parte propicia Olga Andreu, celestina después del alba, y más que ella su colección de música clásica —en este caso impresionista, escuela en que ella matriculaba también a Ravel, mientras yo, con mi pedantería purista, le señalaba que Ravel era algo más que un impresionista, era un imitador, un parodista, pasmoso poeta del pastiche y apuntaba: «Ése compuso Bolero», sin siquiera aludir a La valse.
    • 1986 Murillo Gmz, M. Custodia [1986] Esp (CDH )

      EVELIA¡Semejante infusión de hombre! (Bebe). ¿Y se atreve a venir a mí, que tengo este talle y estas caderas? ¿No le dará vergüenza? Y todo es por esa bruja de Custodia. ¡Claro! A ella se le apagó ya la vida y anda con sus humores secretos, premonición de la muerte. ¿Y para esto me he puesto mi mejor vestido? (Bebe). ¿De qué sacristía lo habrás sacado, celestinorra? Si por lo menos fuera fuerte, si sus carnes se pudieran sentir tan sólo por su peso. ¡Pero si es un adefesio, hermana coñona! Toda la ilusión que he desbordado...

    • 1986 Skármeta, A. Cartero Neruda [1996] Ch (CDH )
      «Los extraña y los abraza vuestro vecino y celestino, Pablo Neruda.»
    • 1986 Skármeta, A. Cartero Neruda [1996] Ch (CDH )

      — Ayúdame a llegar hasta la ventana.

      — No puedo. Doña Matilde me dejó entrar, porque...

      — Soy tu celestino, tu cabrón y el padrino de tu hijo. Gracias a estos títulos ganados con el sudor de mi pluma, te exijo que me lleves hasta la ventana.

    • 1988 Montero, R. Amado amo [1988] Esp (CDH )
      Porque se decía que Quesada había sido el celestino del señor Zarraluque; que fue así, a fuerza de abrir mujeres para que fueran fácilmente poseídas por el sátrapa, como había ido escalando Rumbo arriba; al margen de su capacitación profesional, que la tenía, pero a la que el señor Zarraluque no debió de prestar gran atención.
    • 1988 Vargas Llosa, M. Madrastra [1988] 105 Pe (CDH )
      Es, asegura, mejor afrodisíaco que todos los elixires de inmundas mezclas que andan vendiendo a los amantes los brujos y las celestinas de esta ciudad.
    • 1989 Landero, L. Juegos [1993] Esp (CDH )
      Pues bien, Marilín, continuó Gregorio en tono cabizbajo, iba al café acompañada de un tipo ya mayor, melenudo y cano, que según todos los indicios hacía de celestina del adulterio, y que se llamaba, o fingía llamarse, Santos Merlín o algo parecido.
    • 1990 Freire, T. Tevedécada [1990] Ch (CDH )
      La obra, que ya tiene una exitosa versión fílmica, muestra al vate como "celestino" de los amores entre su cartero Mario Jiménez y Beatriz, hija de Rosa vda. de González, dueña de la hostería de Isla Negra.
    • 1990 Sandner, O. Sida [1990] 189 Ve (CDH )
      La meretriz de prostíbulos más o menos discretos que dependen de una celestina que dirige y cobra los "honorarios", buscando mantener una clientela más o menos selecta y "decente" y al mismo tiempo cuida de la salud de sus "muchachas" y del buen aspecto de su local.
    • 1990 Uslar Pietri, A. Visita tiempo [1993] 94 Ve (CDH )

      Farnesio visualizaba aquel enlace, aquella escena de lecho inaudita, el desmedrado príncipe en los brazos robustos de su tía, que le doblaba en años. Había también otras, pero de hablar de ellas se desviaban a las picardías oídas de mujeres de la Corte y de la Ciudad. De las mujeres y las hijas de criados, de las entrevistas en calles y ceremonias. No faltaba el celestino. Había también las casas de putas de Alcalá que frecuentaban los estudiantes, pero sería un escándalo que alguno de ellos se atreviera a entrar en ellas.

    • 1993 Sarduy, S. Cantantes [1967] Cu (CDH )
      Mendigan avisos por garitos y colmenas —los burdeles malagueños—; en esas celdas, pordioseras apócrifas, cartománticas, celestinas, sobornan princesas negras, huríes de harenes magrebíes, eunucos mal castrados que les responden con sus voces de contralto:
    • 1994 Prensa El Mundo, 07/06/1994 [1994] Esp (CDH )
      De esa cama redonda en la que se ve el morenete de Roldán, las nalgas de Rubio, la tibia del GAL, los pedos de Filesa, el orgasmo de Aida, el priapismo de Flick, el clítoris de acero del BOE, el gonococo de Corcuera, el támpax de Ibercorp y Pujol como las celestinas con el pañito, la toalla en la mano, de esa cama redonda salen ahora todos abrochándose los pantalones y subiéndose las bragas para reclamarse de izquierdas.
    • 1995 Hernández, R. Secreter rey [1995] Esp (CDH )
      Compañeros de estudios, algún profesor joven, un célebre marqués Caballerizo Mayor, que, andando el tiempo, sería blanco de la animadversión de mi esposa Ena, algún personaje anónimo de la Corte, cierta Dama de Palacio, muchos y muchas dicen que fueron mis celestinas y correveidiles en estos menesteres.
    • 1995 Pozo, R. Noche tahúres [1995] Esp (CDH )
      Le expliqué que no sólo da buena suerte a los jugadores, sino que cura el reuma y la hipertensión y es el antídoto contra la camalimdsad y el conjuro que utilizaban las hechiceras y celestinas para contrarrestar el mal de ojo.
    • 1995 Pozo, R. Novia [1995] Esp (CDH )
      Lo presentía, lo adivinaba, había leído en sus ojos, era su cómplice desde el día de la boda, o tal vez desde mucho antes, desde el día de la raqueta, se habían atraído desde siempre, y había acertado al elaborar una teoría sobre mínimos indicios, una adivinación, los deseos tienen el don de la adivinación; ahora la recién casada enviaba al abogado como las antiguas damas mandaban a los criados o a las celestinas.
    • 1995 Pozo, R. Noche tahúres [1995] Esp (CDH )

      Tendrían que haber visto aquella cafetería en los viejos tiempos, cuando llegó el moro. Los limpias, los vendedores de lotería, hasta las señoras de la limpieza, casi todos habían frecuentado el maco. La mujer que atendía a los lavabos se lo había montado de celestina.

    • 1995 Prensa La Vanguardia, 02/07/1995 [1995] Esp (CDH )

      Los guacamayos de Spix, que se cotizan a siete millones de pesetas en el mercado negro, son la especie de ave que se encuentra más amenazada del mundo. A principios del presente año, sólo quedaba un ejemplar en libertad y 31 en cautividad. Ahora, un equipo de científicos que todavía confían en salvar la especie han liberado uno de los ejemplares cautivos para que pueda fundar un nido y tener guacamayitos junto al último ejemplar libre que queda. Este trabajo de celestinas es en realidad fruto de una investigación detectivesca que ha requerido modernas técnicas de biología molecular.

    • 1996 Prensa ABC Cultural, 29/03/1996 [1996] Esp (CDH )
      Inmediatamente debajo, una gran balaustrada circular a la que se asoma una multitud de figuras como para contemplar el interior de la iglesia o perderse en sí mismas debajo de su máscara: majas, mendigos, viejos, celestinas, niños que juegan, individuos patibularios, damas, labriegos.
    • 1997 Lux, G. Chile [1997] Ch (CDH )
      Y en un principio todo estaba quieto. El viento susurraba a las aguas azules y profundas, los requiebros del cielo. La mar callaba, y el invisible celestino persistía en su incesante afán de despertar el frenesí, por el que clamaba su etéreo consentido. Y entonces surgió la pasión. El océano se abrió por tres veces inflamando las alturas con su incandescente magma. Primero fue el Poike, luego el Rano Kau y, finalmente el Maunga Terevaka. Cuando los ígneos cíclopes cesaron de emerger de las profundidades, entre ellos estaba Te Pito O Te Henúa mirando el firmamento.
    • 1997 Prensa El Siglo, 29/04/1997 [1997] Pa (CDH )

      En cuanto a la vida política, el Serruchador, para tumbar cabezas se distingue por su insistencia en centrar sus actividades en torno a lo que cree su propio provecho. Utiliza la calumnia y el servilismo. Organiza fiestas, orgías, y se empeña por presentarle jovencitas de cuerpos esculturales, para "ganar punto"con el jefe.

      Al "Serruchador" lo observamos sirviendo de "Celestino" en caso de que ocurra una desaveniencia en el hogar de su jefe.
    • 2000 Vargas Llosa, M. Fiesta Chivo [2000] 346 Pe (CDH )

      — Te sorprenderá lo que voy a decirte, Cerebrito —exclama Manuel Alfonso, con dramatismo—. Cuando veo una belleza, una real hembra, una de esas que te viran la cabeza, yo no pienso en mí. Sino en el Jefe. Sí, en él. ¿Le gustaría apretarla en sus brazos, amarla? Esto no se lo he contado a nadie. Ni al Jefe. Pero, él lo sabe. Que, para mí, ha sido siempre el primero, incluso en eso. Y conste que a mí me gustan mucho las mujeres, Agustín. No creas que me he sacrificado cediéndole hembras bellísimas por adulación, para obtener favores, negocios. Eso creen los ruines, los puercos. ¿Sabes por qué? Por cariño, por compasión, por piedad. Tú lo puedes comprender, Cerebrito. Tú y yo sabemos lo que ha sido su vida. Trabajar desde el alba hasta la medianoche, siete días por semana, doce meses al año. Sin descansar jamás. Ocupándose de lo importante y de lo mínimo. Tomando cada momento decisiones de las que dependen la vida y la muerte de tres millones de dominicanos. Para meternos en el siglo XX. Teniendo que cuidarse de los resentidos, de los mediocres, de la ingratitud de tanto pobre diablo. ¿No merece, un hombre así, distraerse de cuando en cuando? ¿Gozar unos minutos con una hembra? Una de las pocas compensaciones en su vida, Agustín. Por eso, me siento orgulloso de ser lo que dicen tantas víboras: el celestino del Jefe. ¡A mucha honra, Cerebrito!

    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      celestina. [...] 1. f. alcahueta (‖ mujer que concierta una relación amorosa).
    • 2002 Fuentes, C. Creo [2002] 39 Mx (CDH )
      Viridiana debe abandonar sus frustrados intentos de caridad para sumarse al trío español del tahúr, la celestina y la santa y, desde allí, renovar su humanidad cristiana.
    • 2007 Veloz Maggiolo, M. Ritos Cabaret RD (CORPES)
      La entrega de Emencia, quizás la última en la lista de mi padre, selló la derrota. No quiere decir que mi padre pudiese completar su listado. No. Dio muchos saltos, anotó algunas reconquistas en sus papeles, y otras quedaron en su recuerdo. Pero Emencia era algo así como la culminación, el acto final. Ella misma había también de vengarse, se lo habría sugerido a mi padre aquel día. Y la noche del 16 de junio, mientras Paco Santamaría hacía los aprestos para colgar a Barzizón por celestino y a Fantina por ineficaz, Emencia Vargas llegaba al burdel con vestido transparente y gasa de colores, como una virgen vestal. Papo Torres la esperaba. Pasó lo inexplicable.
    • 2011 Anónimo "Muerte condesa" [01-02-2011] JetSet.com.co (Santafé de Bogotá) Co (CORPES)
      A Irasema la vio durante una fiesta de carnaval, en un ambiente muy ajeno a él. Los 'celestinos' de aquel romance afirmaron que el aplomado hombre se sintió extrañamente cursi al revelar que se había enamorado a primera vista. Pero no se lo dijo a ella de inmediato. Las primeras expresiones de afecto se las envió por fax desde Francia, en unas cuantas cartas que demostraban su estilo compuesto y poco eufórico de la nobleza. Pero Irasema, quien había hablado de sus deseos de armar una familia, quedó rendida ante aquel enigmático 'príncipe'.
    • 2013 Anónimo "Oriana Sabatini" [07-08-2013] La Nación (Buenos Aires) Ar (HD)
      Así que a los jóvenes no les quedó otra que blanquear que estaban saliendo desde hace un mes. La celestina de esta relación no sería otra que Martina Stoessel.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      celestina. [...] 1. f. alcahueta (‖ mujer que concierta una relación amorosa).
    • 2015 Mellado, A. "Carmen Balcells" [26-09-2015] p. 64 ABC (Madrid) Esp (HD)
      Carmen Balcells. La gran Celestina de los escritores. Presentó a González- Sinde y López de Lamadrid; medió para que el matrimonio de Mario Vargas Llosa y Patricia Llosa no se rompiera; y bendijo la boda de Camilo José Cela y Marina Castaño.
    • 2016 Conty, G. "Primer asalto del curso" [12-09-2016] p. 75 ABC (Madrid) Esp (HD)
      Arranca de nuevo el programa de citas más alocado de Cuatro (22.35) en el que seis granjeros: un aristócrata vallisoletano, un exitoso vaquero, un cabrero enamoradizo, una granjera rociera, un bróker de las reses y un ganadero futbolero intentarán encontrar el amor. En esta ocasión no será Luján Argüelles la que haga de celestina, sino Carlos Lozano. Para ellos es duro, viven en granjas de pueblos muy pequeños donde solo hay cuatro mujeres.
  2. 1⟶restricción significado
    s. m. y f. Persona que induce u obliga a otra a prostituirse para obtener un beneficio económico.
    docs. (1883-1977) 10 ejemplos:
    • 1883 Moya Jiménez, F. J. Filipinas 1882 [1883] 64 Fi (CDH )

      La esclavitud es ciertamente el mayor castigo de las islas Filipinas; en la de Mindanao, en la provincia de la Caraga, se venden públicamente por los moros é idólatras todos los indivíduos que se deseen y en las condiciones que se pidan por un precio que no pasa nunca de veinticinco á treinta pesos; y para que no se nos culpe de exagerados, y refiriéndonos, no ya á esta isla, sino á la de Luzon, que por la circunstancia de tener en su recinto la capital del Archipiélago parece que debia ser la más adelantada, citaremos el pueblo de Dagupan, de la provincia de Pangasinan, donde, segun carta impresa en La Occeanía Españolade 15 de Julio de 1879, cuyo apunte conservamos, se dice que públicamente, con toda desvergüenza y descaro, se hace en pleno dia la venta de la honra de muchas jóvenes, áun impúberes, por unas Celestinas asquerosas que hacen há tiempo un capital con dicho comercio.

    • 1977 Prensa El País, 05/08/1977 [1977] Esp (CDH )
      Una casa de citas ha sido descubierta por la Policía en un céntrico edificio de nuestra ciudad, deteniendo a María Rubio Fernández, de 43 años, celestina, y a Nicolás Balbeto Ibáñez, de 44, domiciliado en Fuenlabrada, que enviaba los clientes y está acusado de abandono de familia, rufianismo y estafa; así como a dos súbditas argentinas acusadas de prostitución, junto a sus dos acompañantes.
    • 1883 Moya Jiménez, F. J. Filipinas 1882 [1883] 64 Fi (CDH )

      La esclavitud es ciertamente el mayor castigo de las islas Filipinas; en la de Mindanao, en la provincia de la Caraga, se venden públicamente por los moros é idólatras todos los indivíduos que se deseen y en las condiciones que se pidan por un precio que no pasa nunca de veinticinco á treinta pesos; y para que no se nos culpe de exagerados, y refiriéndonos, no ya á esta isla, sino á la de Luzon, que por la circunstancia de tener en su recinto la capital del Archipiélago parece que debia ser la más adelantada, citaremos el pueblo de Dagupan, de la provincia de Pangasinan, donde, segun carta impresa en La Occeanía Españolade 15 de Julio de 1879, cuyo apunte conservamos, se dice que públicamente, con toda desvergüenza y descaro, se hace en pleno dia la venta de la honra de muchas jóvenes, áun impúberes, por unas Celestinas asquerosas que hacen há tiempo un capital con dicho comercio.

    • 1886 Puiggarí Llobet, J. Iconografía traje [2002] Esp (CDH )

      Propio de cortesanas fue un tocado carmesí, que era como su distintivo; de celestinas, una banda de igual color, empleada a igual objeto; de esclavas, el manto de Crispín; de cómicos, la carátula, y de cantores, la mascarilla.

    • 1896 Gamboa, F. Suprema Ley [1965] 268 Mx (CDH )

      Le diré que la sociedad es una viciosa y, cual todas las que pecan, las celestinas por ejemplo que se retiran adineradas de su comercio, se entrega a la Iglesia para que le asee el alma y a nosotros, la gente de toga, para que le conservemos sus caudales...

    • 1911 Baroja, P. Árbol ciencia [1996] Esp (CDH )
      Hoy he visitado una casa de la calle de Barcelona, en donde el matón es un hombre afeminado a quien llaman el Cotorrita, que ayuda a la celestina al secuestro de las mujeres.
    • 1914 Unamuno, M. Niebla [1995] Esp (CDH )

      Bien sabía esto aquella cortesana ateniense Teodota, de que Jenofonte nos cuenta en sus Recuerdos*la conversación que con Sócrates tuvo, y que proponía al filósofo, encantada de su modo de investigar, o más de partear la verdad, que se convirtiera en celestino de ella y le ayudase a cazar amigos. (Synthérates, con-cazador, dice el texto, según don Miguel, el profesor de griego, que es a quien debo esta interesantísima y tan reveladora noticia). Y en toda aquella interesantísima conversación entre Teodota, la cortesana, y Sócrates, *el filósofo partero, se ve bien claro el íntimo parentesco que hay entre ambos oficios, y cómo la filosofía es en grande y buena parte lenocinio y el lenocinio es también filosofía.

    • 1977 Prensa El País, 05/08/1977 [1977] Esp (CDH )
      Una casa de citas ha sido descubierta por la Policía en un céntrico edificio de nuestra ciudad, deteniendo a María Rubio Fernández, de 43 años, celestina, y a Nicolás Balbeto Ibáñez, de 44, domiciliado en Fuenlabrada, que enviaba los clientes y está acusado de abandono de familia, rufianismo y estafa; así como a dos súbditas argentinas acusadas de prostitución, junto a sus dos acompañantes.
    • 1883 Moya Jiménez, F. J. Filipinas 1882 [1883] 64 Fi (CDH )

      La esclavitud es ciertamente el mayor castigo de las islas Filipinas; en la de Mindanao, en la provincia de la Caraga, se venden públicamente por los moros é idólatras todos los indivíduos que se deseen y en las condiciones que se pidan por un precio que no pasa nunca de veinticinco á treinta pesos; y para que no se nos culpe de exagerados, y refiriéndonos, no ya á esta isla, sino á la de Luzon, que por la circunstancia de tener en su recinto la capital del Archipiélago parece que debia ser la más adelantada, citaremos el pueblo de Dagupan, de la provincia de Pangasinan, donde, segun carta impresa en La Occeanía Españolade 15 de Julio de 1879, cuyo apunte conservamos, se dice que públicamente, con toda desvergüenza y descaro, se hace en pleno dia la venta de la honra de muchas jóvenes, áun impúberes, por unas Celestinas asquerosas que hacen há tiempo un capital con dicho comercio.

    • 1886 Puiggarí Llobet, J. Iconografía traje [2002] Esp (CDH )

      Propio de cortesanas fue un tocado carmesí, que era como su distintivo; de celestinas, una banda de igual color, empleada a igual objeto; de esclavas, el manto de Crispín; de cómicos, la carátula, y de cantores, la mascarilla.

    • 1896 Gamboa, F. Suprema Ley [1965] 268 Mx (CDH )

      Le diré que la sociedad es una viciosa y, cual todas las que pecan, las celestinas por ejemplo que se retiran adineradas de su comercio, se entrega a la Iglesia para que le asee el alma y a nosotros, la gente de toga, para que le conservemos sus caudales...

    • 1911 Baroja, P. Árbol ciencia [1996] Esp (CDH )
      Hoy he visitado una casa de la calle de Barcelona, en donde el matón es un hombre afeminado a quien llaman el Cotorrita, que ayuda a la celestina al secuestro de las mujeres.
    • 1911 Baroja, P. Árbol ciencia [1996] Esp (CDH )
      Las llaman como quieren; todas responden a nombres falsos: Blanca, Marina, Estrella, África... En cambio, las celestinas y los matones están protegidos por la Policía, formada por chulos y por criados de políticos.
    • 1911 Baroja, P. Árbol ciencia [1996] Esp (CDH )
      Mientras la celestina se conserva agarrada a la vida, todas esas carnes blancas, todos esos cerebros débiles y sin tensión van cayendo al pudridero.
    • 1911 Baroja, P. Árbol ciencia [1996] Esp (CDH )
      Luego estas celestinas tienen recursos.
    • 1914 Trigo, F. Jarrapellejos [1991] Esp (CDH )
      En la calle solitaria, a la sombra de un hastial, charlaban con aires de misterio una joven enlutada y la Sastra, la inmunda celestina.
    • 1914 Unamuno, M. Niebla [1995] Esp (CDH )

      Bien sabía esto aquella cortesana ateniense Teodota, de que Jenofonte nos cuenta en sus Recuerdos*la conversación que con Sócrates tuvo, y que proponía al filósofo, encantada de su modo de investigar, o más de partear la verdad, que se convirtiera en celestino de ella y le ayudase a cazar amigos. (Synthérates, con-cazador, dice el texto, según don Miguel, el profesor de griego, que es a quien debo esta interesantísima y tan reveladora noticia). Y en toda aquella interesantísima conversación entre Teodota, la cortesana, y Sócrates, *el filósofo partero, se ve bien claro el íntimo parentesco que hay entre ambos oficios, y cómo la filosofía es en grande y buena parte lenocinio y el lenocinio es también filosofía.

    • 1977 Prensa El País, 05/08/1977 [1977] Esp (CDH )
      Una casa de citas ha sido descubierta por la Policía en un céntrico edificio de nuestra ciudad, deteniendo a María Rubio Fernández, de 43 años, celestina, y a Nicolás Balbeto Ibáñez, de 44, domiciliado en Fuenlabrada, que enviaba los clientes y está acusado de abandono de familia, rufianismo y estafa; así como a dos súbditas argentinas acusadas de prostitución, junto a sus dos acompañantes.
  3. adj. Típico o característico de un celestino.
    docs. (1986-1995) 3 ejemplos:
    • 1986 Cabrera Infante, G. Habana [1993] Cu (CDH )

      Recordando aquella situación (en que seguramente la amante remisa no tardó en dejarse gozar y gozar ella al mismo tiempo), recordando más bien mi reacción a la brutalidad, a la falta de elegancia de aquel habanero halador, no quise imitarlo y hacer entrar a Dulce a la fuerza en lo que no era una puerta con marco a que aferrarse, sino la lisa abertura del muro, que me habría facilitado lo que los obreros del taller tipográfico de Mañana, Watson y Tagle, habían calificado, no sin admiración, como «¡Tremenda cañona!»

      — Está bien —le dije—. Vámonos. —Y eché a andar rumbo a la calle Zapata.

      Ella debió rescatarse a sí misma de las fauces de una suerte peor que la muerte, salir de entre las sombras celestinas de la arboleda alrededor de la posada para escurrirse a lo largo de la tapia (mejor el muro, por las connotaciones que la palabra tapia tiene con el cementerio y con la muerte [...].

    • 1987 Merino, J. M. Andrés Choz [1987] Esp (CDH )
      Como en los días de los amores púberes, iniciados casi obligadamente al resguardo de noches claras en que es posible la fiesta en campo abierto, los escondites vegetales, las exploraciones por sendas alejadas, esta noche es benigna y celestina.
    • 1995 Cabrera Infante, G. Delito bailar [1995] Cu (CDH )
      Busqué entre las ramas de aquel árbol del saber sexual una serpiente celestina que me presentara: me habría casado con esta Eva actual aun a riesgo de crear el pecado original del comunismo.
  4. s. m. y f. desp. Persona que facilita contactos con fines políticos, comerciales o de otro tipo.
    docs. (1993-2016) 7 ejemplos:
    • 1993 Benítez, M. "Alcaraz" [16-06-1993] ABC (Sevilla) Esp (HD)
      A juicio del comunista, lo que González quiere es un acuerdo político estable con CIU y que IU se conforme con unas migajas y "seamos los celestinos con los sindicatos".
    • 2016 Mtz Pineda, R. "Golpes de Estado (2)" [21-06-2016] Diario Co Latino (San Salvador) ES (HD)
      Ese es el hito injerencista de nuestra historia, ya que EE.UU. supone que hay un peligro creciente para su seguridad en el “auge” del comunismo en los países pobres (cosa totalmente absurda), ante lo cual lanza la estrategia de Seguridad Hemisférica que se resume en el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) ideado en función de la “seguridad del hemisferio”, una seguridad que se creía amenazada, aún más, porque en 1951 llega al poder en Guatemala Jacobo Arbenz e impulsa la reforma agraria, lo cual fue visto como una afrenta por la United Fruit Company (UFC), compañía que, posteriormente, jugaría el papel de Celestina regional, de rufiana por encargo.
    • 1993 Benítez, M. "Alcaraz" [16-06-1993] ABC (Sevilla) Esp (HD)
      A juicio del comunista, lo que González quiere es un acuerdo político estable con CIU y que IU se conforme con unas migajas y "seamos los celestinos con los sindicatos".
    • 1994 Schz Gordillo, J. M. "Corrupción" [22-10-1994] ABC (Sevilla) Esp (HD)
      Las coas están, después del Pacto de Madrid, como estaban, pero peor, porque si antes teníamos corrupción ahora tenemos corrupción con bendición y complicidad en estas momias sindicales convertidas en celestinas del Gobierno central.
    • 2002 Camacho, I. "Herida Suresnes" [16-01-2002] ABC (Madrid) Esp (HD)
      Otra zancadilla a Redondo. Hasta el momento se trataba de presentarlo como un bienintencionado ingenuo equivocado en la táctica; ahora pasa directamente a la antesala de la traición, poniéndole a Zapatero los cuernos con Aznar. De celestinos, Enrique Múgica y Nicolás Redondo padre, al que se emñieza a señalar sin tapujos como muñidor de un títere filial para romper la unidad del partido [...].
    • 2003 Lpz Guereño, M. "Castro acusa a Aznar" [02-11-2003] Diario de León (León) Esp (HD)
      El presidente Fidel Castro aprovechó su discurso de clausura en la 25 Asamblea del Consejo de Ciencias Sociales Latinoamericano para acusar al presidente José María Aznar de ser una «Celestina» por reclutar jóvenes latinoamericanos para enviarlos a la guerra de Irak.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      celestina. [...] 2. f. irón. Persona que facilita o promueve de manera encubierta contactos con fines políticos, comerciales o de otro tipo.
    • 2016 Mtz Pineda, R. "Golpes de Estado (2)" [21-06-2016] Diario Co Latino (San Salvador) ES (HD)
      Ese es el hito injerencista de nuestra historia, ya que EE.UU. supone que hay un peligro creciente para su seguridad en el “auge” del comunismo en los países pobres (cosa totalmente absurda), ante lo cual lanza la estrategia de Seguridad Hemisférica que se resume en el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) ideado en función de la “seguridad del hemisferio”, una seguridad que se creía amenazada, aún más, porque en 1951 llega al poder en Guatemala Jacobo Arbenz e impulsa la reforma agraria, lo cual fue visto como una afrenta por la United Fruit Company (UFC), compañía que, posteriormente, jugaría el papel de Celestina regional, de rufiana por encargo.
    • 1993 Benítez, M. "Alcaraz" [16-06-1993] ABC (Sevilla) Esp (HD)
      A juicio del comunista, lo que González quiere es un acuerdo político estable con CIU y que IU se conforme con unas migajas y "seamos los celestinos con los sindicatos".
    • 1994 Schz Gordillo, J. M. "Corrupción" [22-10-1994] ABC (Sevilla) Esp (HD)
      Las coas están, después del Pacto de Madrid, como estaban, pero peor, porque si antes teníamos corrupción ahora tenemos corrupción con bendición y complicidad en estas momias sindicales convertidas en celestinas del Gobierno central.
    • 1996 Prensa ABC Cultural, 26/04/1996 [1996] Esp (CDH )

      La figura de Ottavio Doria está ligada al símbolo emblemático de una ventana construida en la escuela del pueblo según el modelo de la "loggia"de San Vital, de Ravena, gracias a la generosidad económica de Madama Sui. Esta ventana será destruida y aparecerá como un símbolo ausente y, por ello, significante. El conjunto de los hechos relatados de la vida de la joven no acaba de resultar literariamente convincente. Flota en torno al personaje un exceso de ambigüedades e incógnitas. Le rodean demasiadas figuras encorsetadas en el tópico, como la nazi Frida Gräfenberg, alias Friné Steiner, de tan improbable biografía, que ha de convertirse no sólo en la celestina científica de la japonesita, sino también en su amante nada platónica.

    • 2002 Camacho, I. "Herida Suresnes" [16-01-2002] ABC (Madrid) Esp (HD)
      Otra zancadilla a Redondo. Hasta el momento se trataba de presentarlo como un bienintencionado ingenuo equivocado en la táctica; ahora pasa directamente a la antesala de la traición, poniéndole a Zapatero los cuernos con Aznar. De celestinos, Enrique Múgica y Nicolás Redondo padre, al que se emñieza a señalar sin tapujos como muñidor de un títere filial para romper la unidad del partido [...].
    • 2003 Lpz Guereño, M. "Castro acusa a Aznar" [02-11-2003] Diario de León (León) Esp (HD)
      El presidente Fidel Castro aprovechó su discurso de clausura en la 25 Asamblea del Consejo de Ciencias Sociales Latinoamericano para acusar al presidente José María Aznar de ser una «Celestina» por reclutar jóvenes latinoamericanos para enviarlos a la guerra de Irak.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      celestina. [...] 2. f. irón. Persona que facilita o promueve de manera encubierta contactos con fines políticos, comerciales o de otro tipo.
    • 2016 Mtz Pineda, R. "Golpes de Estado (2)" [21-06-2016] Diario Co Latino (San Salvador) ES (HD)
      Ese es el hito injerencista de nuestra historia, ya que EE.UU. supone que hay un peligro creciente para su seguridad en el “auge” del comunismo en los países pobres (cosa totalmente absurda), ante lo cual lanza la estrategia de Seguridad Hemisférica que se resume en el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) ideado en función de la “seguridad del hemisferio”, una seguridad que se creía amenazada, aún más, porque en 1951 llega al poder en Guatemala Jacobo Arbenz e impulsa la reforma agraria, lo cual fue visto como una afrenta por la United Fruit Company (UFC), compañía que, posteriormente, jugaría el papel de Celestina regional, de rufiana por encargo.
5.ª Entrega (enero de 2018)
Versión del 31/01/2018
Equipo Real Academia Española
Familia Ver familia de palabras
Etim. Derivado de celeste e -ino,a.

Se documenta por primera vez, con la acepción de 'pájaro de hasta 15 centímetros de longitud, con plumaje de color celeste en cabeza y cuello, y alas y cola de color gris verdoso en los machos; vive habitualmente en zonas arboladas de Sudamérica', en 1910, en el Diccionario argentino de Garzón, que ofrece un primer testimonio de 1904; posteriormente se consigna en el Diccionario de argentinismos de Segovia, en 1911. Con este mismo valor se atestigua celestina (véase celestina 4); como prueban los diferentes registros y testimonios documentados, existe cierta fluctuación a la hora de adscribir al género masculino o femeninoel sustantivo que designa esta ave, si bien la tendencia apunta claramente hacia el género masculino (s. v. celestina4 ). Un caso paradigmático de ello puede apreciarse al comparar el primer Diccionario histórico de la RAE y la 16.ª edición del DRAE, ambos del año 1936: el primer repertorio define al ave en el lema celestino, ya que, por su planteamiento historiográfico aporta datos documentales, y estos están tomados de fuentes americanas, en las que celestino es el vocablo habitual para denominar a esta ave; en tanto que en el diccionario usual se opta por celestina, la voz recogida tradicionalmente en los diccionarios académicos. 

  1. s. m. y f. Ar Pájaro de hasta 15 centímetros de longitud, con plumaje de color azulado en cabeza y cuello, y alas y cola de color gris verdoso en los machos; vive habitualmente en zonas arboladas de Sudamérica. Nombre científico: Thraupis sayaca
    Sinónimo: celestina
    docs. (1910-2017) 17 ejemplos:
    • 1910 Garzón, T. DiccArgentino [1910] Ar (BD)
      CELESTINO. s. m. Arg. (pr. Tuc.) Pájaro cantor, de tamaño un poco mayor que el canario, de color amarillo claro y las alas verde nilo y azul eléctrico. "El celestino que en los montes canta, / La calandria, la viuda y los turpiales / Llenaron de armonías su garganta, / Más dulces que el trinar de los zorzales" (Antolín R. Lassus; "María Sofía Terán"; en El Orden, de Tucumán, de 27 de dic. de 1904).
    • 2017 Toller, V. "Tráfico de animales" [22-05-2017] La Nación (Buenos Aires) Ar (HD)
      El operativo se suma a otro, realizado hace 13 días, cuando en dos allanamientos en el mismo barrio secuestraron 76 animales, entre los que había pájaros como el rey del bosque (especie amenazada de extinción), halcón plomizo, corbatitas comunes, jilgueros blancos, jilgueros amarillos, diucas o auroras, cardenales rojos, un celestino y cabecitas negras. También había lagartos. Toda fauna autóctona, cuya comercialización está prohibida.
    • 1910 Garzón, T. DiccArgentino [1910] Ar (BD)
      CELESTINO. s. m. Arg. (pr. Tuc.) Pájaro cantor, de tamaño un poco mayor que el canario, de color amarillo claro y las alas verde nilo y azul eléctrico. "El celestino que en los montes canta, / La calandria, la viuda y los turpiales / Llenaron de armonías su garganta, / Más dulces que el trinar de los zorzales" (Antolín R. Lassus; "María Sofía Terán"; en El Orden, de Tucumán, de 27 de dic. de 1904).
    • 1937 Dinelli, L. M. "Protección de aves" [01-07-1937] vol. 6, n.º 3, p. 486 El Hornero (Buenos Aires) Ar (HD)
      CUCÚLIDOS. - Sentado tranquilamente debajo de un frondoso naranjo contemplaba un nido de Thraupis sayaca (celestino), que contenía tres huevos frescos y que debían entrar en mi colección, cuando un Guira guira (urraca en B. Aires) se aproxima al nido y a pesar de los ataques furibundos del Tanagra, el Guira guira, conservando su calma, alza y traga los tres huevos de a uno y enteros.
    • 1942 Santamaría, F. J. DiccGralAmericanismos p. 344 (NTLLE)
      CELESTINO. m. En Argentina, pájaro cantor, más o menos como el canario, amarillo claro, de alas verdeazules.
    • 1960 Vúletin, A. Nomenclador zoológico [1960] p. 102 Ar (BD)
      Thraupis sayaca obscura (Nanmburg). Distr.: Bolivia y Perú. En nuestro país en Salta, Jujuy, Tucumán y Córdoba. Nv.: verdón, Celestino, testé, azulejo. N. aut. chochú (guar), yuyúni (qu); sijcha (qu) en Quijos y Napo. Cf. P. Cobo. s/Jiménez Espada (T. II/224).
    • 1993 Haensch, G. / Werner, R. (dirs.) NDiccColombianismos Co (NTLLE)
      celestino m NEArg, NOARg Ave de tamaño mediano, de unos 15 cm de largo. Tiene la cabeza y el cuello gris, tiñéndose gradualmente de un tono azulado hasta las coberteras caudales. La parte inferior, desde la garganta hasta las corbeteras caudales, es de color gris azulado suave aclarándose hacia la región cloacal. Visto desde lejos, su color es celeste verdoso uniforme. Habita en bosques húmedos y es más común en terrenos cultivados con cítricos y zonas urbanizadas con árboles frutales (Fam. Thraupidae, Thraupis sayaca) [Arg: choguí]
    • 2005 Chebez, J. C. Reservas naturales Argentina: Nordeste [2005] p. 29 Ar (BD)
      Al acercarnos a los bosques seguramente nos asombrará el colorido del celestino (Thraupis sayaca) y la monterita litoral (Poospiza lateralis).
    • 2009 Pagano, L. G. / Mérida, E. "Aves parque costero" [2009] p. 235 Parque Costero del Sur Ar (BD)
      Thraupis sayaca CELESTINO COMÚN, “CELESTINO” (Sayaca Tanager). Común; residente en arboledas y talares. Generalmente en pequeños grupos. Probable nidificante. No amenazada. Especie ocasionalmente utilizada como mascota.
    • 2010 ASALE DiccAmericanismos p. 455 (NTLLE)
      celestino. I. 1. Ar:N. chogüí. II. 1. m. Ch. Panqueque doblado sobre sí mismo y cubierto con alguna sustancia dulce. III. 1. m. pl. ES. Celos. fest.
    • 2013 Lucero, F. "Nuevas aves, primeras evidencias" n.º 3, p. 55. EcoRegistros (Buenos Aires) Ar (HD)
      El Celestino presenta una coloración predominante gris celeste, con alas y cola celestes con tonalidades verdosas (Narosky e Yzurieta, 2010). De la Peña (2012) menciona dos subespecies para Argentina. Thraupis sayaca sayaca se distribuye por el litoral (Misiones, Chaco, Corrientes y Entre Ríos) y norte de Buenos Aires y Thraupis sayaca obscura desde Formosa hasta Mendoza, Córdoba, Santa Fe y La Pampa.
    • 2017 Toller, V. "Tráfico de animales" [22-05-2017] La Nación (Buenos Aires) Ar (HD)
      El operativo se suma a otro, realizado hace 13 días, cuando en dos allanamientos en el mismo barrio secuestraron 76 animales, entre los que había pájaros como el rey del bosque (especie amenazada de extinción), halcón plomizo, corbatitas comunes, jilgueros blancos, jilgueros amarillos, diucas o auroras, cardenales rojos, un celestino y cabecitas negras. También había lagartos. Toda fauna autóctona, cuya comercialización está prohibida.
    • 1910 Garzón, T. DiccArgentino [1910] Ar (BD)
      CELESTINO. s. m. Arg. (pr. Tuc.) Pájaro cantor, de tamaño un poco mayor que el canario, de color amarillo claro y las alas verde nilo y azul eléctrico. "El celestino que en los montes canta, / La calandria, la viuda y los turpiales / Llenaron de armonías su garganta, / Más dulces que el trinar de los zorzales" (Antolín R. Lassus; "María Sofía Terán"; en El Orden, de Tucumán, de 27 de dic. de 1904).
    • 1911 Segovia, L. DiccArgentinismos Ar (BD)
      CELESTINO. m. Avecita canora, de Tucumán, de alas verdes y azuladas, y lo restante del cuerpo, de color amarillo claro.
    • 1936 RAE DHLE 1.ª ed (NTLLE)
      CELESTINO. m. Avecita canora, de Tucumán, de alas verdes y azuladas, y lo demás del cuerpo amarillo claro. Cfr. Garzón, Dicc. Argent., y Segovia, Dicc. Argent., s. v.
    • 1937 Dinelli, L. M. "Protección de aves" [01-07-1937] vol. 6, n.º 3, p. 486 El Hornero (Buenos Aires) Ar (HD)
      CUCÚLIDOS. - Sentado tranquilamente debajo de un frondoso naranjo contemplaba un nido de Thraupis sayaca (celestino), que contenía tres huevos frescos y que debían entrar en mi colección, cuando un Guira guira (urraca en B. Aires) se aproxima al nido y a pesar de los ataques furibundos del Tanagra, el Guira guira, conservando su calma, alza y traga los tres huevos de a uno y enteros.
    • 1942 Santamaría, F. J. DiccGralAmericanismos p. 344 (NTLLE)
      CELESTINO. m. En Argentina, pájaro cantor, más o menos como el canario, amarillo claro, de alas verdeazules.
    • 1947 Solá, J. V. DiccRegionalismosSalta [p. 81] Ar (FG)
      Celestino. Zoolog. Pajarito cantor. Su cuerpo es amarillo y sus alas verdes. v. c. e. n.
    • 1947 Anónimo Diccionario Américas [1947] p. 82 Ar (BD)
      AZULEJO (Thraupis sayaca). Pájaro de la familia de los tanágridos, también llamado Celestino, muy visto en las regiones argentinas de Corrientes y Misiones.
    • 1960 Vúletin, A. Nomenclador zoológico [1960] p. 102 Ar (BD)
      Thraupis sayaca obscura (Nanmburg). Distr.: Bolivia y Perú. En nuestro país en Salta, Jujuy, Tucumán y Córdoba. Nv.: verdón, Celestino, testé, azulejo. N. aut. chochú (guar), yuyúni (qu); sijcha (qu) en Quijos y Napo. Cf. P. Cobo. s/Jiménez Espada (T. II/224).
    • 1970 Malaret, A. Lexicón fauna flora p. 123 (NTLLE)
      CELESTINA. f. [...] Argent. Cierta avecilla canora. Ac. (No se llama así, sino celestino, de azul eléctrico en sus alas. SWB.).
    • 1993 Haensch, G. / Werner, R. (dirs.) NDiccColombianismos Co (NTLLE)
      celestino m NEArg, NOARg Ave de tamaño mediano, de unos 15 cm de largo. Tiene la cabeza y el cuello gris, tiñéndose gradualmente de un tono azulado hasta las coberteras caudales. La parte inferior, desde la garganta hasta las corbeteras caudales, es de color gris azulado suave aclarándose hacia la región cloacal. Visto desde lejos, su color es celeste verdoso uniforme. Habita en bosques húmedos y es más común en terrenos cultivados con cítricos y zonas urbanizadas con árboles frutales (Fam. Thraupidae, Thraupis sayaca) [Arg: choguí]
    • 2000 Chuchuy, C. (coord.) DiccEspArgentina p. 154 Ar (BD)
      celestino m # NEArg, NOArg Ave de tamaño mediano, de unos 15 cm de largo. Tiene la cabeza y el cuello gris, tiñéndose gradualmente de un tono azulado hasta las coberteras caudales. Visto desde lejos, su color es celeste verdoso uniforme. Habita en bosques húmedos y es muy común en terrenos cultivados con cítricos y zonas urbanizadas con árboles frutales (Fam. Thraupidae, Thraupis sayaca) [Arg: chogüí].
    • 2005 Chebez, J. C. Reservas naturales Argentina: Nordeste [2005] p. 29 Ar (BD)
      Al acercarnos a los bosques seguramente nos asombrará el colorido del celestino (Thraupis sayaca) y la monterita litoral (Poospiza lateralis).
    • 2005 Peña, M. R. Aves de Santa Fe [2005] p. 37 Ar (BD)
      143. CELESTINO COMÚN. Thraupis sayaca Visitante estival. Escaso. Anda solitario o en pareja. Se desplaza ágilmente. El canto es una tenue voz. Se alimenta de semillas, frutos. Desde 5 a 7 m. [sic]
    • 2009 Pagano, L. G. / Mérida, E. "Aves parque costero" [2009] p. 235 Parque Costero del Sur Ar (BD)
      Thraupis sayaca CELESTINO COMÚN, “CELESTINO” (Sayaca Tanager). Común; residente en arboledas y talares. Generalmente en pequeños grupos. Probable nidificante. No amenazada. Especie ocasionalmente utilizada como mascota.
    • 2010 ASALE DiccAmericanismos p. 455 (NTLLE)
      celestino. I. 1. Ar:N. chogüí. II. 1. m. Ch. Panqueque doblado sobre sí mismo y cubierto con alguna sustancia dulce. III. 1. m. pl. ES. Celos. fest.
    • 2013 Lucero, F. "Nuevas aves, primeras evidencias" n.º 3, p. 55. EcoRegistros (Buenos Aires) Ar (HD)
      El Celestino presenta una coloración predominante gris celeste, con alas y cola celestes con tonalidades verdosas (Narosky e Yzurieta, 2010). De la Peña (2012) menciona dos subespecies para Argentina. Thraupis sayaca sayaca se distribuye por el litoral (Misiones, Chaco, Corrientes y Entre Ríos) y norte de Buenos Aires y Thraupis sayaca obscura desde Formosa hasta Mendoza, Córdoba, Santa Fe y La Pampa.
    • 2017 Toller, V. "Tráfico de animales" [22-05-2017] La Nación (Buenos Aires) Ar (HD)
      El operativo se suma a otro, realizado hace 13 días, cuando en dos allanamientos en el mismo barrio secuestraron 76 animales, entre los que había pájaros como el rey del bosque (especie amenazada de extinción), halcón plomizo, corbatitas comunes, jilgueros blancos, jilgueros amarillos, diucas o auroras, cardenales rojos, un celestino y cabecitas negras. También había lagartos. Toda fauna autóctona, cuya comercialización está prohibida.
5.ª Entrega (enero de 2018)
Versión del 31/01/2018
Equipo Real Academia Española
Familia Ver familia de palabras
Etim. Voz tomada probablemente del francés célestin, -ine y esta, a su vez, del latín eclesiástico caelestinus, atestiguada en esta lengua desde antes de 1434 con el valor de 'religioso de la orden de los celestinos' (procedente, a su vez, del antropónico Caelestinus). En el ámbito gastronómico se atestigua ya en el siglo XIX; así, "omelettes à la célestine" figura en 1847 en el Dicionnaire de cuisine et d'économie ménagère (Paris, Librairie Usuelle, 1836), construcción que se recoge en la obra Nuevo cocinero mejicano, en forma de diccionario (Paris, Librería de Rosa y Bouret, 1858: "Huevos (tortilla de) a la celestina").

Se documenta por primera vez, con la acepción de 'torta delgada y blanda, elaborada con masa de harina, huevos y leche, enrollada o doblada en cuartos y generalmente rellena de dulce de leche o mermelada', en 1975, en La alimentación colectiva y recetario de cocina institucional de A. Larraín, texto que también atestigua el uso del adjetivo (véase celestino, a 4). La documentación de esta voz, circunscrita a Chile, es particularmente frecuente en recetarios y otros textos de carácter gastronómico. Se consigna por vez primera en el Diccionario ejemplificado de chilenismos de Morales Pettorino, Quiroz y Peña en 1985.

  1. s. m. Ch Torta delgada y blanda, elaborada con masa de harina, huevos y leche, enrollada o doblada en cuartos y generalmente rellena de dulce de leche o mermelada.
    docs. (1975-2010) 3 ejemplos:
    • 1975 Larraín, A. Alimentación colectiva y recetario [1975] p. 352 Ch (BD)
      Se usa este relleno especialmente para los panqueques envueltos (Celestinos) y para diversos kuchenes y pasteles.
    • 1985 Morales Pettorino, F. / Quiroz Mejías, Ó. / Peña Álvz, J. J. DiccChilenismos, II Ch (NTLLE)
      celestino / [*C] m. cul. Panqueque /, 1ª acep.: "Me encantan los celestinos rellenos de jamón".
    • 2010 ASALE DiccAmericanismos p. 455 (NTLLE)
      celestino. [...] II. 1. m. Ch. Panqueque doblado sobre sí mismo y cubierto con alguna sustancia dulce. [...]
5.ª Entrega (enero de 2018)
Versión del 31/01/2018
Equipo Real Academia Española
Familia Ver familia de palabras
Etim. Voz tomada probablemente del francés célestin y esta, a su vez, del latín caelestinus, procedente del nombre propio Caelestinus en alusión al papa Celestino V, consolidador de la Ordo Caelestinorum, 'orden de los celestinos', así denominada en su honor.

Con la acepción de 'miembro de la orden fundada por el papa Celestino V' se documenta (normalmente en plural) por primera vez en los Coloquios de Palatino y Pinciano de J. Arce Otárola en torno a 1550, en una relación de órdenes religiosas que siguen la regla de san Benito; en un contexto similar se documenta de nuevo en Repúblicas de mundo dividida en tres partes de J. Román en 1595. Se encuentran testimonios de esta voz a lo largo del siglo XVII, especialmente en textos que tratan sobre la historia de la Iglesia o de las órdenes religiosas, así como en textos historiográficos generales, como la Historia de la vida y hechos del Emperador Carlos V (1604-1618) de fray P. de Sandoval o la Historia de Felipe II (c1619) de L. de Córdoba. Se consigna por vez primera en el Diccionario castellano de Terreros y Pando de 1786 y no se registra en otro diccionario monolingüe hasta 1825, en el Diccionario de la lengua castellana de Núñez de Taboada, en el que, a diferencia de las definiciones más o menos extensas incluidas en otros diccionarios, se utiliza únicamente el sinónimo "religioso". Como adjetivo, con el significado de '[religioso] perteneciente a la orden fundada por el papa Celestino V' se atestigua al menos desde 1608, en el segundo tomo de la Historia general de España de J. de Mariana. En el siglo XX la documentación es menos frecuente, pues el vocablo queda prácticamente restringido a los diccionarios.

  1. s. m. y f. Rel. Miembro de la orden fundada por el papa Celestino V.
    docs. (1550-2013) 25 ejemplos:
    • c1550 Arce Otárola, J. Coloquios Palatino y Pinciano [1995] Esp (CDH )
      Desta orden de sanct Benito se derivaron los cluniacenses y los Monjes Negros de sancta Justina, y los camalduenses y los de Valdelumbroso y los de Cístel y los Celestinos y grandemonteses y del monte Olibet y del Monte Jano y los silvestrinos y otros mil que cuenta particularmente el arzobispo de Florencia y Casaneo.
    • 2013 Juliana, E. "Roma" [12-02-2013] p. 10 La Vanguardia (Barcelona) Esp (HD)
      Susucesor, el papa intelectual, un hombre del todo ajeno a las artes teatrales ya las astucias mediáticas,se va con un mutis clamoroso que deja estupefactos al colegio cardenalicio y a la platea mundial. Se va. Lo deja. Renuncia. El papa de la tradición rompe el precinto de la historia y llama a la puerta del eremita Pietro Angeleri di Morrone, coetáneo de Dante, que renunció unos meses después de su elección como Celestino V . Vivía en una cueva, donde fundó la orden de los celestinos.
    • c1550 Arce Otárola, J. Coloquios Palatino y Pinciano [1995] Esp (CDH )
      Desta orden de sanct Benito se derivaron los cluniacenses y los Monjes Negros de sancta Justina, y los camalduenses y los de Valdelumbroso y los de Cístel y los Celestinos y grandemonteses y del monte Olibet y del Monte Jano y los silvestrinos y otros mil que cuenta particularmente el arzobispo de Florencia y Casaneo.
    • 1595 Román Zamora, J. Repúblicas del mundo, I [1595] f. 343 v Esp (BD)
      Han salido desta religion muchos varones claros que han fundado nuevas congregaciones que oy ya son ordenes distinctas, y por tales las porne por sus años, tal fue la Cluniacense, tal la Camuldacense, Valumbrosa, Cisterciense, Oliuetana, y de los Celestinos. Professan la regla del padre sant Benito muchas ordenes, assi Monachales, como militares de las quales hare memoria muy particular, como es razon.
    • 1616 Paravicino, H. Presentación [1994] 55 Esp (CDH )
      Y llámola así, aunque tercera, porque si bien de su mucha antigüedad se hallan algunos rastros en dos sermones de San Germán Arzobispo de Costantinopla y de Jorge Nicomediense, que de los Santos todos de la Iglesia no se halla otro, aunque en Francia se celebraba por el año de 1375, cuando el Cancelario del Reino de Chipre erigió en honra suya un Monasterio a los Padres Celestinos, y Paulo II la renovó, confirmando las indulgencias que su predecesor Pío, también II, había concedido.
    • c1619 Cabrera Córdoba, L. HFelipe II [1998] 190 Esp (CDH )
      El cuerpo de Enrique, balsamado ya, el coraçón en una caza de plomo llevó el Príncipe de Condé a la iglesia del monasterio de los Celestinos a la capilla de los duques de Orliens, de donde decendía; y el cuerpo, acabadas las exequias en la iglesia mayor, fue puesto en San Dionis.
    • 1645 San Vitores, A. Sol del Occidente [1645] t. I, p. 404 Esp (BD)
      Nuestro Padre san Pedro Moron, (Sumo Pontifice, que fue, y se llamó Celestino Quinto, porque fue dado del cielo,) se partió de su Monasterio á Leon de Francia, donde la Santidad de Gregorio X, juntó vn Concilio para deshazer vnas Religiones falsas, que auian nacido en la Iglesia. Partió de su Conuento,digo, para que su Congregacion, (que oy llaman de los Celestinos,) no padeciesse naufragio. Vióle el Sumo Pontifice, y admiróle como Angel.
    • 1739 San Nicolás, P. Siglos geronymianos [1739] t. XIV, p. 435 Esp (BD)
      de modo que mirando el progresso de el Monachato desde Christo, los Apostóles, y Varones Apostólicos, todos los Discipulados de los Santos Padres, que de ellos descendieron, las Congregaciones que de ellos se formaron, se fueron resumiendo en la Orden Cluniacense, y en otras que fe fundaron después de ella, como demostraremos; de modo, que podemos assegurar, que las Religiones que oy florecen en la Iglesia de Dios, derivadas de las antiguas, como la de San Basilio, San Geronymo, San Augustin, de el Carmen, de San Benito, la Cluniacense, la Camaldulense, la de Valumbrosa, la Cisterciense, la de los Celestinos, y otras que se originaron de las antiguas, pueden deducir su descendencia por sus Santos Patriarchas hasta Christo, nuestro Patriarcha, y Principe.
    • 1742 Flórez, E. Clave historial [1749] p. 238 Esp (BD)
      1270 Los Celestinos, instituidos por San Pedro Morón, que fue elevado al Pontificado, y tomando el nombre de Celestino, fue causa de que por esto se llamasen Celestinos. Confirmó este instituto Gregorio X y el mismo San Pedro Celestino. Siguen la Regla de San Agustín.
    • 1786 Terreros Pando, E. DiccCastVocesCienciasArtes p. 393 (NTLLE)
      CELESTINO, Relijioso de cierta Reforma instituida por San Pedro Celestino, ó Murón Papa, año de 1244. Fr. Celestin. Lat. Coelestinus. It. Celestino. El Papa Urbano IV la aprobó año de 1264 y de alli á diez años la confirmó Greg. X. CELESTINOS, se llamaron tambien los Relijiosos de una Reforma de la Relijion de San Francisco, á causa de haber sido favorecida de San Pedro Celestino, V. el Dicc. de Trev.
    • 1792 Castro Barbeito, B. F. Diccionario histórico-portátil [1792] p. 214 Esp (BD)
      Los Celestinos se llamaban Ermitaños de San Damián, antes que el Fundador fuese Papa, y su primer Monasterio fue edificado en el Monte Majella en la Pulla con el título de Priorato.
    • 1815 Anónimo "Módena 30 Enero" [24-03-1815] p. 3 Diario Balear (Palma de Mallorca) Esp (HD)
      Han entrado ya en sus antiguos conventos y han abierto sus estudios los clérigos regulares de San Felipe Neri y los misioneros, doctrineros, pasionistas, canónigos regulares, barnabitas, jómaseos, teatinos, agonizantes, clérigos de la madre de Dios, esculapios, Benedictinos del monte Casino, cistercieases, celestinos, dominicos, franciscanos, recoletos, capuchinos, carmelitas, agustinos, trinitarios, victorios &c.
    • 1825 Núñez Taboada, M. DiccLengCastellana (NTLLE)
      CELESTINO, s. m. Religioso.
    • 1842 Valle, G. Historia Instituciones Monásticas, II [1842] t. II, p. 30 Esp (BD)
      Los relijiosos de que vamos á hablar, una de las Congregaciones mas ilustres de San Benito, se nombraron al principio hermitaños de San Damián ó segun otros de Muron, y no se llamaron Celestinos hasta que su fundador San Pedro de Muron subió á la silla apostólica con el nombre de Celestino V.
    • 1877 Rodrigo, F. J. G. Historia Inquisición, III [1877] 203 Historia Inquisición, III Esp (CDH )
      Justificó en debida forma, con prueba testifical, que su padre había fallecido cristianamente, y la vida religiosa de sus últimos dias en París, cumpliendo en la parroquia de S. Pablo los deberes católicos, y presentaron el testamento que hizo en 29 de Octubre de 1611, consignando su protestacion de fe, y eligiendo para sepultura el convento de los Celestinos, con la disposicion ordinaria de funeral y misas.
    • 1882 Pardo Bazán, E. Francisco Asís [1903] II, 139 Esp (CDH )
      Era Pedro de Morón un santo viejo, y su existencia larga serie de austeridades y mortificaciones: no sólo accedió a lo que le pedían, sino que desligó a los suplicantes de todo vínculo de obediencia a la Orden Franciscana, y les constituyó en comunidad aparte bajo el nombre de Celestinos, autorizándoles para recibir a aquellos compañeros suyos que pensasen de igual modo y quisiesen dejar sus conventos.
    • 1913 Rubén Darío Muerte [1950] Cuentos Ni (CDH )
      ¡Fray Pedro de la Pasión no comprendía tu celeste virtud, que ha hecho a los ciertos Celestinos! Huysmans se ha extendido sobre todo ello.
    • 1993 Mateu Ibars, J. (dir.) Documenta et Scripta [1993] p. 90 Esp (BD)
      El culto facilitado a la Real Capilla por los llamados Celestinos, procede del fundador de la una Congregación, según la Orden benedictina, cual fue Pietro de Muron, nombrado para el Pontificado en 1294, quién escogió el apelativo de Celestino V. Gobernó la Iglesia sólo cinco meses y en este tiempo concedió varias prerrogativas a esa Comunidad de vida eremítica y austera que é creara en el Reino de Nápoles, cuando gobernaba la Casa de Anjou. Fue Carlos II de Anjou (1285-1309) el monarca que favoreció esa primitiva comunidad de Eremitas llamados de San Damiano (que era el nombre originario), hasta la difusión de Celestinos ya en Francia, París y Aviñón como en muchos lugares de Italia, cuya historia se relata en el Dictionnaire des Ordes Religieux ou histoire de Ordes monastiques, religieux et militaires.
    • c1550 Arce Otárola, J. Coloquios Palatino y Pinciano [1995] Esp (CDH )
      Desta orden de sanct Benito se derivaron los cluniacenses y los Monjes Negros de sancta Justina, y los camalduenses y los de Valdelumbroso y los de Cístel y los Celestinos y grandemonteses y del monte Olibet y del Monte Jano y los silvestrinos y otros mil que cuenta particularmente el arzobispo de Florencia y Casaneo.
    • 1595 Román Zamora, J. Repúblicas del mundo, I [1595] f. 343 v Esp (BD)
      Han salido desta religion muchos varones claros que han fundado nuevas congregaciones que oy ya son ordenes distinctas, y por tales las porne por sus años, tal fue la Cluniacense, tal la Camuldacense, Valumbrosa, Cisterciense, Oliuetana, y de los Celestinos. Professan la regla del padre sant Benito muchas ordenes, assi Monachales, como militares de las quales hare memoria muy particular, como es razon.
    • 1595 Román Zamora, J. Repúblicas del mundo, I [1595] f. 375 v Esp (BD)
      El no auer podido hallar las de mas cosas que esta orden tiene hara que no se hallen las otras que fe dessean, y fuera bien saber. Su titulo es de la orden de los Celestinos, no porque Pedro de Muren fuesse ya summo Pontifice quando la fundo, mas porque como despues fue Papa y la fauorecio, y otros las ayudaron por respecto de su mucha sanctidad se quedo con este titulo.
    • 1616 Paravicino, H. Presentación [1994] 55 Esp (CDH )
      Y llámola así, aunque tercera, porque si bien de su mucha antigüedad se hallan algunos rastros en dos sermones de San Germán Arzobispo de Costantinopla y de Jorge Nicomediense, que de los Santos todos de la Iglesia no se halla otro, aunque en Francia se celebraba por el año de 1375, cuando el Cancelario del Reino de Chipre erigió en honra suya un Monasterio a los Padres Celestinos, y Paulo II la renovó, confirmando las indulgencias que su predecesor Pío, también II, había concedido.
    • 1604-1618 Sandoval, P. HEmperador Carlos V [2003] Esp (CDH )
      Fundó el monasterio de los celestinos en Heverles, de la Orden de San Benito, y el de la Anunciada, dentro de la villa de Lovaina.
    • 1604-1618 Sandoval, P. HEmperador Carlos V [2003] Esp (CDH )
      Edificó el castillo de Heverles; sepultóse con su mujer en la capilla mayor del monasterio de los celestinos de Heverles.
    • c1619 Cabrera Córdoba, L. HFelipe II [1998] 190 Esp (CDH )
      El cuerpo de Enrique, balsamado ya, el coraçón en una caza de plomo llevó el Príncipe de Condé a la iglesia del monasterio de los Celestinos a la capilla de los duques de Orliens, de donde decendía; y el cuerpo, acabadas las exequias en la iglesia mayor, fue puesto en San Dionis.
    • 1645 San Vitores, A. Sol del Occidente [1645] t. I, p. 404 Esp (BD)
      Nuestro Padre san Pedro Moron, (Sumo Pontifice, que fue, y se llamó Celestino Quinto, porque fue dado del cielo,) se partió de su Monasterio á Leon de Francia, donde la Santidad de Gregorio X, juntó vn Concilio para deshazer vnas Religiones falsas, que auian nacido en la Iglesia. Partió de su Conuento,digo, para que su Congregacion, (que oy llaman de los Celestinos,) no padeciesse naufragio. Vióle el Sumo Pontifice, y admiróle como Angel.
    • 1739 San Nicolás, P. Siglos geronymianos [1739] t. XIV, p. 435 Esp (BD)
      de modo que mirando el progresso de el Monachato desde Christo, los Apostóles, y Varones Apostólicos, todos los Discipulados de los Santos Padres, que de ellos descendieron, las Congregaciones que de ellos se formaron, se fueron resumiendo en la Orden Cluniacense, y en otras que fe fundaron después de ella, como demostraremos; de modo, que podemos assegurar, que las Religiones que oy florecen en la Iglesia de Dios, derivadas de las antiguas, como la de San Basilio, San Geronymo, San Augustin, de el Carmen, de San Benito, la Cluniacense, la Camaldulense, la de Valumbrosa, la Cisterciense, la de los Celestinos, y otras que se originaron de las antiguas, pueden deducir su descendencia por sus Santos Patriarchas hasta Christo, nuestro Patriarcha, y Principe.
    • 1742 Flórez, E. Clave historial [1749] p. 238 Esp (BD)
      1270 Los Celestinos, instituidos por San Pedro Morón, que fue elevado al Pontificado, y tomando el nombre de Celestino, fue causa de que por esto se llamasen Celestinos. Confirmó este instituto Gregorio X y el mismo San Pedro Celestino. Siguen la Regla de San Agustín.
    • 1786 Terreros Pando, E. DiccCastVocesCienciasArtes p. 393 (NTLLE)
      CELESTINO, Relijioso de cierta Reforma instituida por San Pedro Celestino, ó Murón Papa, año de 1244. Fr. Celestin. Lat. Coelestinus. It. Celestino. El Papa Urbano IV la aprobó año de 1264 y de alli á diez años la confirmó Greg. X. CELESTINOS, se llamaron tambien los Relijiosos de una Reforma de la Relijion de San Francisco, á causa de haber sido favorecida de San Pedro Celestino, V. el Dicc. de Trev.
    • 1792 Castro Barbeito, B. F. Diccionario histórico-portátil [1792] p. 214 Esp (BD)
      Los Celestinos se llamaban Ermitaños de San Damián, antes que el Fundador fuese Papa, y su primer Monasterio fue edificado en el Monte Majella en la Pulla con el título de Priorato.
    • 1815 Anónimo "Módena 30 Enero" [24-03-1815] p. 3 Diario Balear (Palma de Mallorca) Esp (HD)
      Han entrado ya en sus antiguos conventos y han abierto sus estudios los clérigos regulares de San Felipe Neri y los misioneros, doctrineros, pasionistas, canónigos regulares, barnabitas, jómaseos, teatinos, agonizantes, clérigos de la madre de Dios, esculapios, Benedictinos del monte Casino, cistercieases, celestinos, dominicos, franciscanos, recoletos, capuchinos, carmelitas, agustinos, trinitarios, victorios &c.
    • 1825 Núñez Taboada, M. DiccLengCastellana (NTLLE)
      CELESTINO, s. m. Religioso.
    • 1842 Valle, G. Historia Instituciones Monásticas, II [1842] t. II, p. 30 Esp (BD)
      Los relijiosos de que vamos á hablar, una de las Congregaciones mas ilustres de San Benito, se nombraron al principio hermitaños de San Damián ó segun otros de Muron, y no se llamaron Celestinos hasta que su fundador San Pedro de Muron subió á la silla apostólica con el nombre de Celestino V.
    • 1842 Valle, G. Historia Instituciones Monásticas, I [1842] t. I, p. 290 Esp (BD)
      Los que gobernaban el Orden no llevaron á bien esta separacion; pero no se atrevieron á inquietar á los Hermitaños, hasta que Celestino (habiendo abdicado el Pontificado en 1294, empezaron á buscar medios para hacer entrar en su obediencia á los Celestinos, quienes temiendo los efectos de las persecuciones de sus enemigos, huyeron á la Grecia y habitaron en una isla de la Acaya.
    • 1846 Domínguez, R. J. DiccNacional, I p. 368 Esp (BD)
      Celestinos (religiosos), Hist. ecles. Orden de regulares, fundada en 1224 por Pedro de Moron (después Celestino V), y sometida con corta diferencia á la regla ú observancia benedictina. Esta orden fué suprimida en 1778, por la escandalosa corrupción de costumbres á que se entregaran sus degenerados individuos.
    • 1846 Salvá, V. NDiccLengCast (NTLLE)
      CELESTINO, NA. m. y f. El religioso y religiosa de la órden fundada por S. Pedro Celestino.
    • 1877 Rodrigo, F. J. G. Historia Inquisición, III [1877] 203 Historia Inquisición, III Esp (CDH )
      Justificó en debida forma, con prueba testifical, que su padre había fallecido cristianamente, y la vida religiosa de sus últimos dias en París, cumpliendo en la parroquia de S. Pablo los deberes católicos, y presentaron el testamento que hizo en 29 de Octubre de 1611, consignando su protestacion de fe, y eligiendo para sepultura el convento de los Celestinos, con la disposicion ordinaria de funeral y misas.
    • 1882 Pardo Bazán, E. Francisco Asís [1903] II, 139 Esp (CDH )
      Era Pedro de Morón un santo viejo, y su existencia larga serie de austeridades y mortificaciones: no sólo accedió a lo que le pedían, sino que desligó a los suplicantes de todo vínculo de obediencia a la Orden Franciscana, y les constituyó en comunidad aparte bajo el nombre de Celestinos, autorizándoles para recibir a aquellos compañeros suyos que pensasen de igual modo y quisiesen dejar sus conventos.
    • 1882 Pardo Bazán, E. Francisco Asís [1903] Esp (CDH )

      Celestino V renunció al papado, y le sucedió Bonifacio VIII, que al pronto no les molestó, y aun es fama que dijo a los enemigos de los zelantes: — "Dejadles en paz, que obran mejor que vosotros"; — pero le sugirieron que los Celestinos dudaban de la validez de su elección y creían arrancada violentamente la renuncia del antecesor, y Bonifacio dió en perseguirles: disolvió sus comunidades, las incorporó al resto de la Orden y depuso a Gaufredo, el ministro general adicto al zelantismo [...].

    • 1895 Zerolo, E. DiccEnciclLengCastellana (NTLLE)
      CELESTINOS. Hist. Rel. Religiosos de una orden instituida por el papa Celestino V, en 1244.
    • 1913 Rubén Darío Muerte [1950] Cuentos Ni (CDH )
      ¡Fray Pedro de la Pasión no comprendía tu celeste virtud, que ha hecho a los ciertos Celestinos! Huysmans se ha extendido sobre todo ello.
    • 1993 Mateu Ibars, J. (dir.) Documenta et Scripta [1993] p. 90 Esp (BD)
      El culto facilitado a la Real Capilla por los llamados Celestinos, procede del fundador de la una Congregación, según la Orden benedictina, cual fue Pietro de Muron, nombrado para el Pontificado en 1294, quién escogió el apelativo de Celestino V. Gobernó la Iglesia sólo cinco meses y en este tiempo concedió varias prerrogativas a esa Comunidad de vida eremítica y austera que é creara en el Reino de Nápoles, cuando gobernaba la Casa de Anjou. Fue Carlos II de Anjou (1285-1309) el monarca que favoreció esa primitiva comunidad de Eremitas llamados de San Damiano (que era el nombre originario), hasta la difusión de Celestinos ya en Francia, París y Aviñón como en muchos lugares de Italia, cuya historia se relata en el Dictionnaire des Ordes Religieux ou histoire de Ordes monastiques, religieux et militaires.
    • 2013 Juliana, E. "Roma" [12-02-2013] p. 10 La Vanguardia (Barcelona) Esp (HD)
      Susucesor, el papa intelectual, un hombre del todo ajeno a las artes teatrales ya las astucias mediáticas,se va con un mutis clamoroso que deja estupefactos al colegio cardenalicio y a la platea mundial. Se va. Lo deja. Renuncia. El papa de la tradición rompe el precinto de la historia y llama a la puerta del eremita Pietro Angeleri di Morrone, coetáneo de Dante, que renunció unos meses después de su elección como Celestino V . Vivía en una cueva, donde fundó la orden de los celestinos.
  2. adj. Rel. [Religioso] Perteneciente a la orden fundada por el papa Celestino V.
    docs. (1608-2014) 12 ejemplos:
    • 1608 Mariana, J. Historia España II [1608] p. 126 Esp (BD)
      En esta demanda sin efectuar cosa alguna le tomo la muerte, y le atajo sus traças como suele. En la yglesia de los monges Celestinos de Paris, en la capilla mayor, se vee el dia de oy vn arco cauado en la pared con vn lucillo de marmol, de obra prima, con su letra que declara yaze en el Leon rey de Armenia.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      celestino, na 1. adj. Integrante de la orden religiosa fundada en Italia por el papa Celestino V en 1251 y unida después a los benedictinos. U. t. c. s. [...]
    • 1608 Mariana, J. Historia España II [1608] p. 126 Esp (BD)
      En esta demanda sin efectuar cosa alguna le tomo la muerte, y le atajo sus traças como suele. En la yglesia de los monges Celestinos de Paris, en la capilla mayor, se vee el dia de oy vn arco cauado en la pared con vn lucillo de marmol, de obra prima, con su letra que declara yaze en el Leon rey de Armenia.
    • 1729 Feijoo, B. J. Theatro crítico universal, III [2003] Esp (CDH )
      Si este autor es Pedro Crespeto, religioso celestino, que floreció en Francia al fin del siglo decimosexto, es más de estrañar en él tan extravagante noticia, porque fue mui sabio para creerla y mui virtuoso para fingirla.
    • 1792 Castro Barbeito, B. F. Diccionario histórico-portátil [1792] p. 213 Esp (BD)
      CELESTINOS. Los Religiosos Celestinos. Esta Orden Religiosa fue fundada ácia el año de 1254; por San Pedro de Moron, despues Papa baxo el nombre de Celestino V, y por esto se llamaron Celestinos. Urbano IV aprobó esta Orden por los años de 1264 y la incorporó á la de San Benito, cuya Regla siguen con las Constituciones del Fundador. Gregorio X la confirmó, y el mismo S. Pedro Celestino.
    • 1807 Amat Palou Font, F. Tratado de la Iglesia [1807] t. XIII, p. 354 Esp (BD)
      Celestino primero, S. papa: S. Cirilo le ruega que comunique al oriente su resolucion sobre Nestorio, [...] Segundo, X. 346: tercero, 360: quarto, XII. 6: quinto, S: renuncia el pontificado, 21: funda los monges celestinos, ibid.
    • 1814 Luengo, M. Diario 1814 [26-09-1814] [p. 407] Diario 1814 y 1815: Compañía de Jesús Esp (BD)
      El obispo de iglesia propia y la de Ferentino u otra allí cerca, es un padre Cipriani, de los monjes celestinos, que era párroco de una parroquia de su Orden, y por no haber hecho el juramento fue llevado a Córcega, y es el único de la dicha Orden que pudiera juntarse con su General o Vicario General que anda solo en Roma y piensa vestirse presto de su hábito y entrara en su monasterio, y anda buscando uno para lego que le sirva.
    • 1917 Alemany Bolufer, J. DiccLengEsp (NTLLE)
      CELESTINO, NA. adj. Dícese del religioso perteneciente a una orden fundada por el papa Celestino V en 1251 e incorporada más tarde por Urbano IV a la orden de San Benito. U. t. c. s.
    • 1925 RAE DRAE 15.ª ed. (NTLLE)
      CELESTINO, NA. adj. Dícese del religioso que profesa la orden de los eremitas fundada por el papa Celestino V en 1251 e incorporada más tarde por Urbano IV a la orden de San Benito. Ú. t. c. s.
    • 1943 Molina, V. Misal [1945] Esp (CDH )

      San Pedro Celestino, Papa y Confesor

      (19 mayo)

      Fué fundador de los monjes Celestinos. A los 72 años, ocupó la Cátedra de San Pedro, que estaba vacante hacía 27 meses. Su gran humildad le llevó a renunciar voluntariamente al Papado, volviendo a emprender la vida monástica. Después de pasar una vida santa, descansó en el Señor el 19 de mayo de 1296.

    • 1993 Mateu Ibars, J. (dir.) Documenta et Scripta [1993] p. 127 Esp (BD)
      Por eso, opinamos que Alesto, tenía al mencionado Jaume Sala, como intermediario entre los bienes del Palacio y la custodia de los mismos en manos de los frailes Celestinos durante ese tiempo que nos lleva de la muerte del rey Martín el Humano en 1410 al inventario presente (1414) que debió hacerse por disposición real.
    • 1993 Ospina, U. Vida François Villon [1993] p. 27 Co (BD)
      Los monjes celestinos han hecho su aparición en París a comienzos del siglo XIV. Allí se instalan en un convento que los Carmelitas han abandonado voluntariamente para acomodar sus hábitos y sandalias en el Barrio Latino.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      celestino, na 1. adj. Integrante de la orden religiosa fundada en Italia por el papa Celestino V en 1251 y unida después a los benedictinos. U. t. c. s. [...]
    • 1608 Mariana, J. Historia España II [1608] p. 126 Esp (BD)
      En esta demanda sin efectuar cosa alguna le tomo la muerte, y le atajo sus traças como suele. En la yglesia de los monges Celestinos de Paris, en la capilla mayor, se vee el dia de oy vn arco cauado en la pared con vn lucillo de marmol, de obra prima, con su letra que declara yaze en el Leon rey de Armenia.
    • 1729 Feijoo, B. J. Theatro crítico universal, III [2003] Esp (CDH )
      Si este autor es Pedro Crespeto, religioso celestino, que floreció en Francia al fin del siglo decimosexto, es más de estrañar en él tan extravagante noticia, porque fue mui sabio para creerla y mui virtuoso para fingirla.
    • 1792 Castro Barbeito, B. F. Diccionario histórico-portátil [1792] p. 213 Esp (BD)
      CELESTINOS. Los Religiosos Celestinos. Esta Orden Religiosa fue fundada ácia el año de 1254; por San Pedro de Moron, despues Papa baxo el nombre de Celestino V, y por esto se llamaron Celestinos. Urbano IV aprobó esta Orden por los años de 1264 y la incorporó á la de San Benito, cuya Regla siguen con las Constituciones del Fundador. Gregorio X la confirmó, y el mismo S. Pedro Celestino.
    • 1807 Amat Palou Font, F. Tratado de la Iglesia [1807] t. XIII, p. 354 Esp (BD)
      Celestino primero, S. papa: S. Cirilo le ruega que comunique al oriente su resolucion sobre Nestorio, [...] Segundo, X. 346: tercero, 360: quarto, XII. 6: quinto, S: renuncia el pontificado, 21: funda los monges celestinos, ibid.
    • 1814 Luengo, M. Diario 1814 [26-09-1814] [p. 407] Diario 1814 y 1815: Compañía de Jesús Esp (BD)
      El obispo de iglesia propia y la de Ferentino u otra allí cerca, es un padre Cipriani, de los monjes celestinos, que era párroco de una parroquia de su Orden, y por no haber hecho el juramento fue llevado a Córcega, y es el único de la dicha Orden que pudiera juntarse con su General o Vicario General que anda solo en Roma y piensa vestirse presto de su hábito y entrara en su monasterio, y anda buscando uno para lego que le sirva.
    • 1917 Alemany Bolufer, J. DiccLengEsp (NTLLE)
      CELESTINO, NA. adj. Dícese del religioso perteneciente a una orden fundada por el papa Celestino V en 1251 e incorporada más tarde por Urbano IV a la orden de San Benito. U. t. c. s.
    • 1925 RAE DRAE 15.ª ed. (NTLLE)
      CELESTINO, NA. adj. Dícese del religioso que profesa la orden de los eremitas fundada por el papa Celestino V en 1251 e incorporada más tarde por Urbano IV a la orden de San Benito. Ú. t. c. s.
    • 1943 Molina, V. Misal [1945] Esp (CDH )

      San Pedro Celestino, Papa y Confesor

      (19 mayo)

      Fué fundador de los monjes Celestinos. A los 72 años, ocupó la Cátedra de San Pedro, que estaba vacante hacía 27 meses. Su gran humildad le llevó a renunciar voluntariamente al Papado, volviendo a emprender la vida monástica. Después de pasar una vida santa, descansó en el Señor el 19 de mayo de 1296.

    • 1993 Mateu Ibars, J. (dir.) Documenta et Scripta [1993] p. 127 Esp (BD)
      Por eso, opinamos que Alesto, tenía al mencionado Jaume Sala, como intermediario entre los bienes del Palacio y la custodia de los mismos en manos de los frailes Celestinos durante ese tiempo que nos lleva de la muerte del rey Martín el Humano en 1410 al inventario presente (1414) que debió hacerse por disposición real.
    • 1993 Ospina, U. Vida François Villon [1993] p. 27 Co (BD)
      Los monjes celestinos han hecho su aparición en París a comienzos del siglo XIV. Allí se instalan en un convento que los Carmelitas han abandonado voluntariamente para acomodar sus hábitos y sandalias en el Barrio Latino.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      celestino, na. 1. adj. Se dice del religioso perteneciente a la Orden fundada por el Papa Celestino V en 1251.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      celestino, na 1. adj. Integrante de la orden religiosa fundada en Italia por el papa Celestino V en 1251 y unida después a los benedictinos. U. t. c. s. [...]
      Acepción en desuso
    1. adj. Perteneciente o relativo a los celestinos.
      docs. (1842-2014) 4 ejemplos:
      • 1842 Valle, G. Historia Instituciones Monásticas, II [1842] p. 32 Esp (BD)
        En Italia se cuentan cerca de noventa y seis monasterios Celestinos y veinte y uno habia en Francia, todos con el titulo de prioratos; pues solo hay una abadia, jefe de todo el Orden, y es la que hemos dicho de Sulmona. El monasterio de Paris era como el superior de los de este reino.
      • 1917 Alemany Bolufer, J. DiccLengEsp (NTLLE)
        CELESTINO, NA. adj. [...] Perteneciente o relativo a esta orden [fundada por el papa Celestino V en 1251 e incorporada más tarde por Urbano IV a la orden de San Benito].
      • 1925 RAE DRAE 15.ª ed. (NTLLE)
        CELESTINO, NA. adj. [...] 2. Perteneciente o relativo a esta orden [orden de los eremitas fundada por el papa Celestino V en 1251 e incorporada más tarde por Urbano IV a la orden de San Benito].
      • 2014 RAE DLE (NTLLE)
        celestino, na [...] 2. adj. Perteneciente o relativo a la orden de los celestinos o a sus miembros.
5.ª Entrega (enero de 2018)
Versión del 31/01/2018
Equipo Real Academia Española
Familia Ver familia de palabras
Etim. Voz de origen dudoso; podría tratarse de una creación festiva formada sobre celos, con influencia de celestino, a2 (véase también celestino, a5).

Con la acepción de 'celos' solo se registra en repertorios lexicográficos; consigna este vocablo por primera vez M. Romero, en un glosario de voces de El Salvador titulado "El castellano en El Salvador", publicado en las Memorias del Encuentro Internacional de académicos de la lengua española, en 1995. En el Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) de 2010, la voz se considera propia de El Salvador y se caracteriza como festiva.

    Acepción lexicográfica
  1. s. m. pl. ES humor. "Celos" (ASALE, DiccAmericanismos-2010).
    docs. (1995-2010) 3 ejemplos:
    • 1995 Romero Coto, M. "Castellano El Salvador" [1995] Encuentro académicos lengua española ES (BD)
      celestino, -a [...] Celestinos: celos.
    • 2003 Romero, M. DiccSalvadoreñismos p. 107 ES (BD)
      celestino, -a [...] Celestinos: celos.
    • 2010 ASALE DiccAmericanismos p. 455 (NTLLE)
      celestino. [...] III. 1. m. pl. ES. Celos. fest.
5.ª Entrega (enero de 2018)
Versión del 31/01/2018
Equipo Real Academia Española
Familia Ver familia de palabras
Etim. De celestino3.

Este adjetivo, con el valor de '[panqueque] enrollado o doblado en cuartos y generalmente relleno de dulce de leche o mermelada', se atestigua al menos desde 1975, en La alimentación colectiva y recetario de cocina institucional de A. Larraín. Con este valor, es un vocablo de uso circunscrito a Chile, así como el sustantivo celestino3 (véase). 

  1. adj. Ch [Panqueque] Enrollado o doblado en cuartos y generalmente relleno de dulce de leche o mermelada.
    docs. (1975-2010) 4 ejemplos:
    • 1975 Larraín, A. Alimentación colectiva y recetario [1975] p. 322 Ch (BD)
      También se suelen rellenar con merengue, turrón de vino, crema de vainilla o mermeladas diversas. Estas preparaciones reciben comúnmente el nombre de "panqueques celestinos"
    • 1993 Armas Marcelo, J. J. "Peregrinación" [30-12-1993] ABC (Madrid) Esp (HD)
      Y los postres excepcionales, literarios: panqueque "celestino", helado de vainilla con castañas en almíbar y chirimoya "alegre", antes de dejar la hostería de Santa Elena, que regenta todavía la viuda de don Jaime.
    • 2006 Rdz Elizondo, J. Su primer desnudo [2006] p. 15 Ch (BD)
      Dos años después planteé mi descubrimiento a Alberto y éste me miró con tristeza total. Estábamos terminando de almorzar en su departamento y abrió la boca sólo para comerse un gran trozo de panqueque celestino. Pero, tras el café fue levemente más explícito.
    • 2010 Anónimo "Restaurante Pacífico" [01-08-2010] Tell Magazine Ch (CORPES)
      Y par dar fin a una velada deliciosa, Pacífico cuenta con postres que van desde una torta de merengue con lúcuma, papayas al jugo, castañas en almíbar o unos panqueques celestinos. Este restaurant se encuentra ubicado en Avenida Borgoño 17120, Concón, fono: 283 2055.
5.ª Entrega (enero de 2018)
Versión del 31/01/2018
Equipo Real Academia Española
Familia Ver familia de palabras
Etim. Voz de origen dudoso; podría tratarse de una creación festiva formada sobre celos.

Como adjetivo, y con la acepción de de 'referido a una persona, celosa', solo se registra en repertorios lexicográficos; consigna este vocablo por primera vez M. Romero, en un glosario de voces de El Salvador titulado "El castellano en El Salvador", publicado en las Memorias del Encuentro Internacional de académicos de la lengua española, en 1995. En el Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) de 2010, la voz se considera propia de El Salvador y se caracteriza como festiva.

    Acepción lexicográfica
  1. adj. ES humor. "Referido a una persona, celosa" (ASALE, DiccAmericanismos-2010).
    docs. (1995-2010) 3 ejemplos:
    • 1995 Romero Coto, M. "Castellano El Salvador" [1995] Encuentro académicos lengua española ES (BD)
      celestino, -a adj. 1. Celoso [...].
    • 2003 Romero, M. DiccSalvadoreñismos p. 107 ES (BD)
      celestino, -a adj. 1. Celoso [...].
    • 2010 ASALE DiccAmericanismos p. 455 (NTLLE)
      celestino, -a. adj. I. 1. ES. Referido a una persona, celosa. fest.

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