6.ª Entrega (febrero de 2019)
Versión del 15/02/2019
Equipo Real Academia Española
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enagua s. (1512-)
enagua, enahua, enagüeta, enagüilla, enagüota
Etim. De nagua; según el DECH (s. v.), "Partiendo de frases como estaba en naguas, salió en naguas, esta forma se convirtió en enaguas, evitando así el que se entendiera estaba en aguas".

Se documenta por primera vez, en la acepción 'prenda de vestir para mujer que consiste en una tela que se ajusta a la cintura y cubre las piernas o parte de ellas', en un documento de 1512 editado por Tanodi en la obra  Documentos de la Real Hacienda de Puerto Rico  (1971). Desconocemos si el autor ha regularizado las vacilaciones que se constatan en esta época entre  nagua  y  enagua  o si, efectivamente, esta forma no etimológica ya aparece en una época tan reciente. En la acepción 'prenda interior para mujer que consiste en una tela que se ajusta a la cintura y cubre las piernas o parte de ellas', se atestigua por primera vez en 1622, en el  Entremés del niño y Peralvillo de Madrid  de F. de Quevedo. Los pasajes poéticos dedicados a la crítica sobre el uso de las enaguas son numerosos y responden a un debate que centró una parte de la poesía humorística española en los siglos XVI y XVII. Y es que la definitiva consolidación de esta voz en España coincide con una polémica muy virulenta relacionada con lo que se consideró un exceso en la manera de vestir de las mujeres, debido a la desproporción en la parte inferior de su vestimenta, que llegó a estar formada por  sucesivas capas de tela superpuesta. El conjunto se componía así de varias piezas de ropa que constaban, de dentro a fuera, de varios pares de enaguas, el guardainfante, la pollera y, finalmente, la saya o basquiña. El papel de la enagua, la prenda más interior, era facilitar el ahuecado o engrosamiento del conjunto, que terminaba de completarse con el guardainfante. Como indica C. Bernis en su trabajo "Velázquez y el guardainfante", el material de que estaba hecho, así como sus características más destacadas, era muy diverso: "Había enaguas de lienzo, almidonadas o engomadas, de otras telas finas y ligeras como el cambray y la beatilla (que se usaba también en tocas y camisas), guarnecidas con randas y "puntas" de encaje, pero se usaron también enaguas de tela como el raso, la bayeta, la jerquilla y algunas otras, de los más diversos colores. Las enaguas eran faldas abiertas que montaban sobre sí mismas" (en  Velázquez y el arte de su tiempo. V Jornadas de Arte , Madrid, CSIC, 1991, p. 54). A partir de entonces, la enagua queda fijada en la tradición española como una prenda interior, a pesar de que también pervive en algunos lugares la noción de prenda exterior.  Esta convivencia de estas dos acepciones tan similares provoca situaciones dispares; en algunas zonas donde predomina una de ellas se sustituye la otra por otro vocablo que no provoque ambigüedad; por el contrario, en otras zonas donde perviven ambas, se produce la necesidad de introducir especificadores; así, en Andalucía se habla de "enaguas blancas" o "enaguas bajeras" para aludir a la ropa interior, tal como puede verse en el  Atlas lingüístico y etnográfico de Andalucía  (mapa 1380); por el contrario, en la obra  El Periquillo Sarniento  de J. J. Fernández de Lizardi (1816-1827) se introduce la especificación "enaguas exteriores". Más allá de lo expuesto, cabe destacar el hecho de que de esta acepción se derivan otras dos. Como 'prenda interior para mujer que cubre desde los hombros hasta las piernas' se documenta por primera vez en la obra  Manuela  (c1858) de E. Díaz Castro; para evitar la confusión, este autor introduce en ocasiones la especificación "enagua de cadera", para referirse a la acepción de la que depende esta. Curiosamente, a pesar de que no se registra con profusión, esta acepción parece haberse vigorizado en los últimos tiempos en catálogos de moda. Por su parte, de la acepción relativa a la prenda exterior parece derivarse, por metáfora, la correspondiente a la 'tela que cubre la mesa camilla y que suele llegar hasta el suelo', que se atestigua por primera vez en 1879, en  Los Apostólicos  de B. Pérez Galdós, aunque su uso pervive especialmente en Andalucía. La acepción 'protección excesiva que ejerce una autoridad' ofrece escasos testimonios: se documenta por primera vez en  Cuentos de mi Tía Panchita  (1920) de Carmen Lyra.

La voz presenta, además, otras acepciones que solo se consignan en repertorios lexicográficos o en obras de tipo metalingüístico. Como 'camisa de mujer' se documenta por primera vez en el Atlas lingüístico y etnográfico de las Islas Canarias (1976). Como 'vestidura de bayeta negra, a modo de saya, que usaban los hombres en los lutos mayores y los trompeteros de las procesiones de Semana Santa' se documenta en el Diccionario de Autoridades (1732) y sigue estando presente en la vigesimotercera edición del diccionario académico. Como 'papel para liar cigarrillos' se consigna únicamente en el Diccionario del español de México (2010) de Lara.

Amarrarse las enaguas, con el valor de 'imponer [una mujer] su autoridad', que se documenta por vez primera en el Diccionario de americanismos (2010) de la ASALE.

En otras obras lexicográficas o metalingüísticas se registran otras unidades pluriverbales: así, enaguas meadas, circunscrita al área costarricense, se consigna en el Habla popular en la literatura costarricense (1969) de Arroyo Soto con el valor de 'hombre cobarde, pusilánime'. Enaguas blancas se utiliza en México para referirse a 'la caballería que tiene pelo blanco de los corvejones abajo', tal como se registra en el Vocabulario agrícola nacional (1935) y en el Diccionario ecuestre (1945) del Duque de Regla. Pegado a las enaguas, como sinónimo de pegado a las faldas, se consigna en el DRAE de 2001, donde se considera una locución adjetiva propia de México.

  1. s. f. Prenda de vestir de mujer que consiste en una tela que se ajusta a la cintura y cubre las piernas o parte de ellas. Generalmente en plural.
    Sinónimos: campana; nagua
    docs. (1512-2017) 124 ejemplos:
    • 1512 Sedeño, A. Cargo a Francisco de Cardona [1971] p. 5 Docs Real Hacienda PRico Esp (BD)
      Cárgansele más las mercaderías, ropa de cacona, jarcia, enderezos de navíos y clavazón, lo cual recibió del maestre Juan de Illumbe, el cual lo trajo en su nao: 200 azadas; 100 azadones; 50 podones; 50 hachas vizcaínas; 5.800 clavos entrecaravíes; 1000 clavos de ligazón; [...] 18 pares de enaguas de colores crepadas de seda; 20 sayos de colores; 50 pares de zapatos; 36 sombreros negros guarnecidos con terciopelo; 3 docenas de cintos; [...].
    • 2017 Jiménez, D. "Niños ingleses fueron a clases en enaguas" [26-06-2017] La Teja (San José) CR (HD)
      La fuerte ola de calor que afecta a Inglaterra motivó a un grupo de 30 estudiantes a asistir en enaguas al centro Isca, en Gran Bretaña. El curioso y radical cambio de vestuario ocurrió el pasado miércoles. Ellos también aprovecharon el momento para protestar contra las reglas del cole, ya que a ellos se les prohíbe llevar pantalones cortos, pero a las mujeres sí las dejan usar enaguas.
    • 1512 Sedeño, A. Cargo a Francisco de Cardona [1971] p. 5 Docs Real Hacienda PRico Esp (BD)
      Cárgansele más las mercaderías, ropa de cacona, jarcia, enderezos de navíos y clavazón, lo cual recibió del maestre Juan de Illumbe, el cual lo trajo en su nao: 200 azadas; 100 azadones; 50 podones; 50 hachas vizcaínas; 5.800 clavos entrecaravíes; 1000 clavos de ligazón; [...] 18 pares de enaguas de colores crepadas de seda; 20 sayos de colores; 50 pares de zapatos; 36 sombreros negros guarnecidos con terciopelo; 3 docenas de cintos; [...].
    • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] Esp (CDH )
      Los indios andan vestidos con camisas, e las indias con sus enaguas e camisas e mantas echadas debajo del brazo, a manera de moras o canarias.
    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 310 Esp (CDH )
      Y también dijo a Cortés otro soldado muy claramente que no bastó repartir el oro que se había habido en México de la manera que lo repartió, y que cuando estaba repartiendo las partes decía que eran trescientos mil pesos los que se habían allegado, y que cuando salimos huyendo de México mandó tomar por testimonio que quedaban más de setecientos mil, y que ahora el pobre soldado que había echado los bofes y estaba lleno de heridas por haber una buena india, y les habían dado enaguas y camisas, habían tomado y escondido las tales indias, y que cuando dieron el pregón para que se llevasen a herrar, que creyeron que a cada soldado volverían sus piezas y que apreciarían qué tantos pesos valían, y que como las apreciasen pagasen el quinto a su majestad, y que no habría más quinto para Cortés; y decían otras murmuraciones peores que estas.
    • 1626 Almansa Mendoza, A. Relaciones 1626 [2001] Cartas y relaciones Esp (CDH )
      Detrás, otros cuatro salvajes de hiedra natural, y seis figuras de graciosidad, y una en el traje del Cid acompañaban a la Velasco y la Guiriguirigay, que llevaban manteos de damasco largueados de pasamanos de plata, y sobre ellos enaguas de volante, cueras de ámbar con enrocados de colores, sombreros blancos con penachos, y el viejo y ellas daban estas letras: Aunque vengo de Castilla, / no tengo por patria extraña / ciudad que es puerta de España / y del mundo maravilla. [...]. /
    • a1640 Alva Ixtlilxochitl, F. HChichimeca [1985] 245 Mx (CDH )
      Cortés les dio las gracias y las repartió entre los suyos, porque no pareciese bien que menospreciaba la dádiva y el emparentar nuestros españoles con ellos; y por usar de magnanimidad y en recompensa de la dádiva, pidió ciertos mensajeros que fuesen a Cempoalan para traer cantidad de mantas, enahuas, huipiles, pañetes, cacao, sal, camarones y pescado, que todo ello traído que fue, lo repartió entre las cuatro cabezas y los demás señores tlaxcaltecas y fue para ellos de muy gran merced y regalo, porque carecían de todo ello; fueron al efecto ciento veinte personas nobles y doscientos hombres para cargar y les ayudó un español que tenía su puesto en Cempoalan y el señor de allí llamado Chicomácatl.
    • 1785 Doblas, G. Memoria histórica [2003] Ur (CDH )
      Para que al aseo de sus casas correspondiese el de sus personas, les procuré persuadir cuán grato me sería el ver que en lugar de tipoy, de que usaban sus mujeres, vistiesen camisas, polleras o enaguas, aunque fueran de lienzo de algodón, y corpiños o ajustadores que ciñeran su cuerpo y ocultaran los pechos; y que las que se presentasen con más aseo serían tratadas por mí, y haría lo fuesen por todos con más distinción.
    • 1788 Viedma Narváez, F. Descripción StaCruz Sierra [2002] Bo (CDH )
      306. El traje que usan las mujeres es de unas enaguas blancas, que llaman fustan, largas hasta los pies, bordadas de colores o listas de encajes, la camisa con unas mangas, puños y vueltas disformes de largo y ancho, cerradas por el cuello, y bordados los pechos con sobrepuestos de oro, plata o seda de colores, muy guarnecidas de encajes; los puños de brocato o cinta de tisú, de holán o clarín muy fino; de modo que algunas son tan costosas que pasarán de 80 ó 100 pesos.
    • 1791 RAE DRAE 3.ª ed. (NTLLE)
      ENAGUAS. [...] Vestidura que usan las mugeres y cubre desde la cintura, donde se ata, hasta los pies. En algunas provincias solo dan este nombre de ENAGUAS á las que se hacen de lienzo blanco, y sirven interiormente debaxo de los guardapieses; pero en otras partes llaman á estas enaguas blancas, y entienden por enaguas toda especia de guardapies como no sea negro, que entónces se llama saya, ó basquiña.
    • 1789-1794 Viana, F. X. Diario viaje I [1958] Ur (CDH )
      Las mujeres son trabajadoras en las haciendas domésticas, corte de leña, costura, etc., visten una camiseta y enaguas blancas muy cortas, adornadas con flecos y sumamente limpias; los hombres usan solamente taparrabos hasta la noche que los mosquitos les obligan a ponerse camisa.
    • 1816-1827 Fdz Lizardi, J. J. Periquillo Sarniento [1997] Mx (CDH )

      Pasamos a registrar y ver el estado de la demás ropa, y observé que el compañero no se equivocó en haberla creído buena, porque la camisa era muy fina, las enaguas blancas lo mismo; tenía unas enaguas exteriores casi nuevas de fino cabo de China, *un ceñidor de seda, un pañuelo de cambray, un rosario con su medalla que me quedé sin saber de qué era, y sus buenas medias de seda.

    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      Levantó los ojos y vio dos devotas de San Juan graciosamente [93] vestidas con camisas bordadas y enaguas de cintura, se refregó los ojos y conoció a Marta y a Manuela, que habían invadido los dominios de su catre.
    • 1867 Isaacs, J. María [1995] Co (CDH )
      Las muchachas, Lucía y Tránsito, llevaban enaguas de zaraza morada y camisas muy blancas con golas * de encaje ribeteadas de trencilla negra, bajo las cuales escondían parte de sus rosarios, y gargantillas de bombillas de vidrio color de ópalo.
    • 1839-1882 Villaverde, C. Cecilia Valdés [1992] Cu (CDH )
      Vestía camisa fina bordada, de manga corta, y enaguas de sarga sin pliegues ni adorno ninguno.
    • 1899 Picón-Febres, G. Sargento Felipe [2003] Ve (CDH )
      Por supuesto que Encarnación andaba hecha un primor, con sus finos alpargates de cotonía y suela, por cuyos bordes sonreía la limpísima blancura de los pies; con su enagua de muselina a florecillas encarnadas, que le caía graciosamente en apretado farfalá; con su camisa bordada, por cuyas cortas mangas florecían los gordos brazos, llenos de sangre virgen; con su pañuelo azul de seda, prendido con alfiler de oro para velar el casto seno; con la ancha y negra trenza de su cabello rizo, que le caía hasta la cintura, ardiendo en el arranque de la nuca con las rosadas llamas de dos espléndidos capullos de claveles.
    • 1903-1905 Echeverría, A. J. Romances [1953] Concherías CR (CDH )
      / Cuando sale por la calle / con su rebocito nuevo, / con su camisa de encajes, / y sus enaguas de vuelos, / de tentaciones la niña / va sembrando un semillero, / y llevándose los ojos / de todos con su gracejo.
    • 1931 Uslar Pietri, A. Lanzas [1993] Ve (CDH )
      Iba vestida de ancha enagua estampada de flores azules y rojas.
    • 1947 Yáñez, A. Filo Agua [1992] 10 Mx (CDH )

      Pueblo de templadas voces.Pueblo sin estridencias.Excepto los domingos en la mañana, sólo hasta medio día.Un río de sangre, río de voces y colores inunda los caminos, las calles, y refluye su hervor en el atrio de la parroquia y en la plaza, tiñe las fondas, los mesones y los comercios;río colorado cuyas aguas no se confunden o impregnan el estanque gris;pasada lamisa mayor y comprados los avíos de la semana, los hombres de fuertes andares y gritos, las enaguas de colores chillantes —anaranjadas, color de rosa, solferinas, moradas—, crujientes de almidón, los zapatos rechinadores, los muchachitos llorones, las cabalgaduras trepidantes, toman el rumbo de sus ranchos y dejan al pueblo con su tarde silenciosa, con sus mujeres enlutadas, con sus monótonos campaneos, y lleno de basuras, que los diligentes vecinos barrerán, presurosos.

    • c1940-a1966 Amaya Amador, R. Cuentos [1997] 158 Ho (CDH )
      Allí están los fieles devotos; grandes y chicos con sus catrines domingueros; las mujeres con sus enaguas y blusas almidonadas, cabelleras bien peinadas y lustrosas de manteca de res o de brillantina, enfloradas, cubiertas con sus chales o sus sombreros; y los varones, bañados, descalzos pero con sus cotones que hacía mucho tiempo no salían del baúl de cuero y muestran los dobleces y arrugas.
    • 1995 Britton, R. M. No pertenezco [1995] 113 Pa (CDH )
      Allí, en el hospedaje que nos ofreció el Gobernador de Bolívar, amigo de la familia, nos esperaba la esclava de Helena, una tal Enericia, mujer que la había atendido con ella desde la infancia. Sus modales refinados, casi parodia de una dama de alcurnia, me impresionaron en forma desagradable. De alta estatura para ser mujer, su mirada altanera urgaba en lo más profundo del que se atreviera a enfrentarse con ella. El pelo enroscado sobre la cabeza en un moño que le daba un aspecto distinguido, las facciones finas que únicamente delataban su raza negroide por el grosor de los labios y la blancura de sus dientes. Vestía siempre enaguas de muselina almidonada y blusa de cuello alto adornada con encajes de Valencia.
    • 2017 Jiménez, D. "Niños ingleses fueron a clases en enaguas" [26-06-2017] La Teja (San José) CR (HD)
      La fuerte ola de calor que afecta a Inglaterra motivó a un grupo de 30 estudiantes a asistir en enaguas al centro Isca, en Gran Bretaña. El curioso y radical cambio de vestuario ocurrió el pasado miércoles. Ellos también aprovecharon el momento para protestar contra las reglas del cole, ya que a ellos se les prohíbe llevar pantalones cortos, pero a las mujeres sí las dejan usar enaguas.
    • 1512 Sedeño, A. Cargo a Francisco de Cardona [1971] p. 5 Docs Real Hacienda PRico Esp (BD)
      Cárgansele más las mercaderías, ropa de cacona, jarcia, enderezos de navíos y clavazón, lo cual recibió del maestre Juan de Illumbe, el cual lo trajo en su nao: 200 azadas; 100 azadones; 50 podones; 50 hachas vizcaínas; 5.800 clavos entrecaravíes; 1000 clavos de ligazón; [...] 18 pares de enaguas de colores crepadas de seda; 20 sayos de colores; 50 pares de zapatos; 36 sombreros negros guarnecidos con terciopelo; 3 docenas de cintos; [...].
    • 1516 Anónimo Carabela Santa María de la Concepción en San Germán el 8 de octubre de 1516 p. 369 Documentos de la Real Hacienda de Puerto Rico Esp (BD)
      Relación de la ropa que descargó en San Germán la carabela Santa María de la Concepción, maestre Juan del Castillo, la cual vino de Castilla y surgió a 8-X-1516. [...] Fernando de Isla por Gonzalo de Jerez: 1 caja de madera en 1 po.; 121 camisas de lienzo de ruán a 5 ts. 6 gs.=14 ps. 3 ts. 6 gs.; 90 pares de alpargatas a 44 (maravedíes) = [...] 13 ps. 1 tn.; 4 enaguas de lienzo teñido = 1 po.
    • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] Esp (CDH )
      Los indios andan vestidos con camisas, e las indias con sus enaguas e camisas e mantas echadas debajo del brazo, a manera de moras o canarias.
    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 310 Esp (CDH )
      Y también dijo a Cortés otro soldado muy claramente que no bastó repartir el oro que se había habido en México de la manera que lo repartió, y que cuando estaba repartiendo las partes decía que eran trescientos mil pesos los que se habían allegado, y que cuando salimos huyendo de México mandó tomar por testimonio que quedaban más de setecientos mil, y que ahora el pobre soldado que había echado los bofes y estaba lleno de heridas por haber una buena india, y les habían dado enaguas y camisas, habían tomado y escondido las tales indias, y que cuando dieron el pregón para que se llevasen a herrar, que creyeron que a cada soldado volverían sus piezas y que apreciarían qué tantos pesos valían, y que como las apreciasen pagasen el quinto a su majestad, y que no habría más quinto para Cortés; y decían otras murmuraciones peores que estas.
    • 1601 Herrera Tordesillas, A. HHechos castellanos [1934-1935] Esp (CDH )

      Hechas estas diligencias, armados de sus espadas, lanzas y rodelas, arremetieron a los indios, y los indios a ellos, pero en poco espacio fueron los indios deshechos y muertos muchos y huídos los que quedaron vivos; entraron en el pueblo y halláronle, como deseaban, lleno de comida; otro día entraron por la tierra y los montes que por ella había, y hallando algunos barrios o casas vacías de gente, por haber todos huído, estaban llenas de vasos y otras alhajas de casa y de cosas de algodón, como enaguas para las mujeres, que son como medias faldillas; [...].

    • 1626 Almansa Mendoza, A. Relaciones 1626 [2001] Cartas y relaciones Esp (CDH )
      Detrás, otros cuatro salvajes de hiedra natural, y seis figuras de graciosidad, y una en el traje del Cid acompañaban a la Velasco y la Guiriguirigay, que llevaban manteos de damasco largueados de pasamanos de plata, y sobre ellos enaguas de volante, cueras de ámbar con enrocados de colores, sombreros blancos con penachos, y el viejo y ellas daban estas letras: Aunque vengo de Castilla, / no tengo por patria extraña / ciudad que es puerta de España / y del mundo maravilla. [...]. /
    • 1637 Castillo Solórzano, A. Aventuras Bachiller [1986] Esp (CDH )
      El traje que doña Brianda traía en el jardín eran unas enaguas de tela de riza nácar, con muchos pasamanos de costosas labores, cotilla de lo mismo, para ensanchar y escusar menos ropas; debajo traía un guardainfante, * uso que se derivó del reino de Francia y está ya tan valido y acostumbrado en toda España que sólo falta hablar la lengua francesa y llamar a las mujeres madamas para ser del todo francesas.
    • 1639 Moreto, A. Entremés de la perendeca [2004] Esp (CDH )
      TODOS. No, no, por amor de Dios. / No hay dinero en todo un dote / para comprar almidón / para enaguas de beatilla.
    • a1640 Alva Ixtlilxochitl, F. HChichimeca [1985] 245 Mx (CDH )
      Cortés les dio las gracias y las repartió entre los suyos, porque no pareciese bien que menospreciaba la dádiva y el emparentar nuestros españoles con ellos; y por usar de magnanimidad y en recompensa de la dádiva, pidió ciertos mensajeros que fuesen a Cempoalan para traer cantidad de mantas, enahuas, huipiles, pañetes, cacao, sal, camarones y pescado, que todo ello traído que fue, lo repartió entre las cuatro cabezas y los demás señores tlaxcaltecas y fue para ellos de muy gran merced y regalo, porque carecían de todo ello; fueron al efecto ciento veinte personas nobles y doscientos hombres para cargar y les ayudó un español que tenía su puesto en Cempoalan y el señor de allí llamado Chicomácatl.
    • 1647-1649 Zayas Sotomayor, M. Desengaños amorosos [1950] 15 Esp (CDH )
      Traía sobre una camisa de transparente cambray, con grandes puntas y encajes, las mangas muy anchas de la parte de la mano; unas enaguas de lama a flores azul y plata, con tres o cuatro relumbrones que quitaban la vista, tan corta, que apenas llegaba a las gargantas de los pies, y en ellos unas andalias de muchos lazos y listones de seda muy vistosos; sobre esto un baquerillo o aljuba de otra telilla azul y plata muy vistosa, y asida al hombro una almalafa de la misma tela.
    • 1660 Zabaleta, J. Día fiesta tarde [1983] Esp (CDH )
      Sube de Villaverde una labradora muchacha, de rostro bien figurado, de cuerpo seguido, de garbo amedrentado y de vista sosegada, revuelta al rostro una toca de seda con mucho aliño, sobre ella un sombrerillo negro con muy buen aire, el jubón de terciopelo rizo hecho en la corte, unas enaguas de sempiterna encarnada con siete vueltas de puntas negras de telarejo.
    • 1665 Santos, F. Tarascas Madrid [1976] 297 Esp (CDH )
      Pasa por ella un penitente que se va azotando, con unas enaguas con más pliegues que un redaño de puerco, hechos de beatilla, de que podía hacer un babador, según va de niño en las acciones: un capirote alto que se pierde de vista, y en el azote una pieza de colonia negra, hecha una rosa, y el jubón con una abertura que parece ochavo segoviano, llevando detrás cincuenta pulidos que le acompañan y crece la ostentación con que va mirando a todas partes más tieso de cabeza que un empalado.
    • 1748 Ulloa, A. Viaje Perú [1990] Pe (CDH )
      657 Dos suertes de vestuarios usan las indias, ambos no menos abreviados que los de los hombres de su especie porque las mugeres de los que gozan algun mas descanso y las chinas, que assi llaman á las indias mozas solteras criadas de las casas y conventos de monjas, se visten con una especie de enaguas muy cortas y un rebozo, todo de bayeta de la tierra.
    • 1780 Clavijero, F. J. HAntigua México [1991] Mx (CDH )
      Maxtlaton lo recibió con muestras de agradecimiento; pero habiéndose retirado para conferir con sus privados sobre el regalo con que correspondería al mexicano, por ser costumbre en aquellas naciones el corresponder los soberanos con alguna cosa a los presentes que les hacían los señores feudatarios, se resolvió enviarle un cueitl, que era cierta especie de enaguas, y un huepilli, que era camisa mujeril; lo que era tanto como tratarlo de afeminado y cobarde.
    • 1785 Doblas, G. Memoria histórica [2003] Ur (CDH )
      Para que al aseo de sus casas correspondiese el de sus personas, les procuré persuadir cuán grato me sería el ver que en lugar de tipoy, de que usaban sus mujeres, vistiesen camisas, polleras o enaguas, aunque fueran de lienzo de algodón, y corpiños o ajustadores que ciñeran su cuerpo y ocultaran los pechos; y que las que se presentasen con más aseo serían tratadas por mí, y haría lo fuesen por todos con más distinción.
    • 1788 Viedma Narváez, F. Descripción StaCruz Sierra [2002] Bo (CDH )
      306. El traje que usan las mujeres es de unas enaguas blancas, que llaman fustan, largas hasta los pies, bordadas de colores o listas de encajes, la camisa con unas mangas, puños y vueltas disformes de largo y ancho, cerradas por el cuello, y bordados los pechos con sobrepuestos de oro, plata o seda de colores, muy guarnecidas de encajes; los puños de brocato o cinta de tisú, de holán o clarín muy fino; de modo que algunas son tan costosas que pasarán de 80 ó 100 pesos.
    • 1791 RAE DRAE 3.ª ed. (NTLLE)
      ENAGUAS. [...] Vestidura que usan las mugeres y cubre desde la cintura, donde se ata, hasta los pies. En algunas provincias solo dan este nombre de ENAGUAS á las que se hacen de lienzo blanco, y sirven interiormente debaxo de los guardapieses; pero en otras partes llaman á estas enaguas blancas, y entienden por enaguas toda especia de guardapies como no sea negro, que entónces se llama saya, ó basquiña.
    • 1789-1794 Viana, F. X. Diario viaje I [1958] Ur (CDH )
      Las mujeres son trabajadoras en las haciendas domésticas, corte de leña, costura, etc., visten una camiseta y enaguas blancas muy cortas, adornadas con flecos y sumamente limpias; los hombres usan solamente taparrabos hasta la noche que los mosquitos les obligan a ponerse camisa.
    • c1793-p1801 Ruiz, H. Rel viaje Perú y Chile [1952] Esp (CDH )
      Andan descalzas, no usan camisa, ni fustan ó enaguas.
    • 1816-1827 Fdz Lizardi, J. J. Periquillo Sarniento [1997] Mx (CDH )

      Pasamos a registrar y ver el estado de la demás ropa, y observé que el compañero no se equivocó en haberla creído buena, porque la camisa era muy fina, las enaguas blancas lo mismo; tenía unas enaguas exteriores casi nuevas de fino cabo de China, *un ceñidor de seda, un pañuelo de cambray, un rosario con su medalla que me quedé sin saber de qué era, y sus buenas medias de seda.

    • 1846 Domínguez, R. J. DiccNacional, I Esp (BD)
      Enaguas, s. f. pl. Vestidura interior de las mujeres que, atada á la cintura, les llega hasta los piés y llévan encima de la camisa. En algunas partes solo dan el nombre de enaguas á las que son de lienzo blanco, denominándose las demás guardapiés, menos los negros que se lláman basquiñas.
    • 1849 Fernán Caballero Gaviota [1997] Esp (CDH )
      De repente se abrió de par en par la puerta que estaba en el fondo de la tienda y se vio salir por ella a una mujer con un niño en brazos y otro que la seguía llorando, agarrándose a sus enaguas.
    • 1849 Fernán Caballero (Cecilia Böhl de Faber) Familia Alvareda [1979] Esp (CDH )
      María, cómodamente sentada sobre las almohadas en sus jamugas, * llevaba unas anchas enaguas de indiana, * plegadas alrededor de su cintura, y un jubón de lana negro, cuyas mangas ajustadas se cerraban en la muñeca con una hilera de botones de plata.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      Levantó los ojos y vio dos devotas de San Juan graciosamente [93] vestidas con camisas bordadas y enaguas de cintura, se refregó los ojos y conoció a Marta y a Manuela, que habían invadido los dominios de su catre.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      Pero lo que don Demóstenes admiró más de su linda caserita, fue la prisa con que se vistió al lado de una piedra, pues cuando menos acordó, ya estaba atándose las enaguas; bien es que todo su vestido constaba de unas enaguas de cintura hechas de bogotana, y de otras azules de fula igualmente de cintura; de una camisa de percal fino, de un pañolón encarnado que ella se puso por debajo de su negro y rizado pelo, con los hombros a medio cubrir.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      El traje de Rosa no tenía las ventajas de la riqueza, sino todas las apariencias de la naturaleza selvática, porque sus enaguas eran muy altas de los tobillos y su camisa era de mangas sumamente cortas y de tira muy escotada.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      Llevaba sus enaguas arregazadas y saltaba las piedras y los pequeños barriales del camino del Retiro con mucha más agilidad que el bogotano, y como era conocedora de los sitios, se aprovechaba de las sendas de a pie que se apartaban de los fangales y palizadas.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      Su traje era el mismo de su prima Manuela: camisa bordada, enaguas de cintura y pie descalzo.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )

      Pía llevaba un pequeño sombrero de trenza de palma, hecho por su madre; y lo estimaba tanto, que lo usaba a pesar de faltarle un retazo del ala, que se le había [213] quemado por soplar la candela con él; sus enaguas de fula le quedaban muy cortas por lo viejas y maltratadas; su camisa de bogotona no se hallaba en mejor estado; pero la cubría el gran pañuelo que le bajaba desde los hombros.

    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      Manuela había tomado en la choza un sombrero nuevo de palma y estaba de enaguas de pancho fino y de camisa bordada; pero su semblante a pesar de sus últimos desvelos y sus últimas lágrimas no estaba marchito, porque no presentaba las señales de las enfermedades ni de los vicios.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      ¡Qué día tan espantoso! Yo tenía las enaguas por cerca de la rodilla porque los caminos eran charcos de barro, los sabañones me tenían los dedos casi trozados, y el sol picaba como candela.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      Salió Pía corriendo con una piedra en la mano, sin tener tiempo de comunicar sus planes a su comadre, la cual siguió cosiendo como antes, hasta que llegó aquella con las enaguas llenas de amor seco, pegapega y otras hojitas que se prenden en la ropa cuando se anda por entre las sementeras.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      Yo salí de la semana, hecha pedazos de camisa y enaguas, y con las mechas sueltas, y untada del mugre de las cañas desde los pies hasta la corona, y no era posible amañarme si mi tumbo no estaba junto.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      Pía lo regaló una botella de aguardiente para que la echase en el cojinete, y después de un estrecho abrazo, montó Manuela en la silla de Dámaso, con los estribos largos y las enaguas convertidas en calzones; llevando puesta una ruana pequeña de algodón y el sombrero de los días de fiesta.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      Manuela se fijó en el traje de Matea, la cual tenía enaguas de crespón blanco con fondo del mismo color, camisa bordada de seda negra, y un pañuelo de punto sobre los hombros.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      Las paredes no estaban adornadas con grabados ni con retratos fotografiados como las viviendas de las mujeres descalzas o semidescalzas de Bogotá, sino con un buen partido de zapatos y de enaguas, que colgaban de una multitud de clavos y estacas.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      Luego que Matea vio que el remedio estaba ejecutado llevó a su paisana al pie de la pared donde tenía su ropero, le puso una famosa camisa de tira bordada, le echó encima tres enaguas más tiesas que el pergamino, y por último unas de crespón blanco; y bajando un par de babuchas se las puso, aunque Manuela no se las dejó enchancletadas; porque es necesario haber practicado esto por mucho tiempo para poder caminar con desembarazo.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      Apagó la vela y se acostó en su hamaca, no volviéndose a despertar hasta que sonó una campana, que despertó a todas las compañeras de Matea, las cuales [18] se vistieron de prisa, con enaguas de fula, pañolón lacre de hilo y sombrero de murrapo, para irse al gran canei de los aliños a tomar el trabajo desde las cinco y media, con los primeros destellos del día.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      Cuando pasaron las dos amigas con enaguas azules de fula, por toda la calle, desde el río hasta el cuarto, llevando el pelo suelto sobre sus pañolones colorados de algodón, fueron seguidas de infinitas miradas.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      Ambas estaban con trajes nuevos, que realzaban su hermosura, a pesar de su sencillez, pues consistían en pañolones colorados de algodón, enaguas de cintura y camisas bordadas.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      Tenían pañolones de color de lacre, camisas bordadas de seda negra y enaguas de muselina [229] blanca.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      Salió de la cocina una mujer con enaguas azules y camisa blanca, en cuyo rostro brillaban sus ojos bajo unas pobladas cejas, como lámparas bajo los arcos de un templo obscuro;
    • 1867 Isaacs, J. María [1995] Co (CDH )
      Las muchachas, Lucía y Tránsito, llevaban enaguas de zaraza morada y camisas muy blancas con golas * de encaje ribeteadas de trencilla negra, bajo las cuales escondían parte de sus rosarios, y gargantillas de bombillas de vidrio color de ópalo.
    • 1871 Facundo HChucho [1890] Mx (CDH )
      Las muchachas preparan, confeccionan ó desempeñan sus enaguas y rebozos de lujo, y ya en los días más próximos al día grande, quiere decir, al 24, las hijas de Matiana son verdaderos tipos de limpieza y donaire con sus enaguas de cástor ó de mascadas y sus zapatitos de raso de color, que no hay más que pedir.
    • 1839-1882 Villaverde, C. Cecilia Valdés [1992] Cu (CDH )
      Vestía camisa fina bordada, de manga corta, y enaguas de sarga sin pliegues ni adorno ninguno.
    • c1886-1888 Altamirano, I. M. Zarco [2003] Mx (CDH )
      Cuando ella conoció que era aproximadamente la hora señalada, se levantó de puntillas, con los pies desnudos, bien cubierta la cabeza y espaldas con un abrigo de lana, y así, alzando su enagua de muselina hasta la rodilla, abrió la puerta de su cuarto, quedito y se lanzó al patio, alumbrándose con su linterna sorda, que cubría cuidadosamente.
    • 1896 Carrasquilla, T. Frutos tierra [1952] Co (CDH )
      «¿Pues no ve? Agusto que fué a comprar esas monicongas tan indecentes!», y a Filomena le dió tantísima vergüenza, que vino en ponerles enaguas de percalina rosada y amarillas gorgueras de linón.
    • 1896 Gamboa, F. Suprema Ley [1965] Mx (CDH )

      — ¡Vean al tonto éste! ¿No se te antoja pellizcar a los bastidores?... A ver si me has arrugado la enagua. Y se dio en la falda dos o tres palmaditas, yendo en seguida a incorporarse a sus compañeras, que se cambiaban confidencias y un solo cigarrillo.

    • 1896 Magón Comer [1947] Cuentos CR (CDH )
      Ña Chepa, con las enaguas domingueras y un larguísimo delantal de muestras, hacía veces de sirviente y dió principio a su tarea con la humeante sopa de fideos de cuerda.
    • 1896 Magón Misericordia [1947] Cuentos CR (CDH )
      Usaba una enagua negra llena de chorreones de esperma; un pañolón chinilla, hediondo a cataplasma, le cubría desde la cabeza hasta el cuello, en donde se arrollaba en apretado abrazo y un pañuelo de dudosa limpieza le ceñía las sienes comprimiendo un par de rodajas de papa a los lados de la frente.
    • 1896 Magón Vela [1947] Cuentos CR (CDH )
      Ña Regina, de cotona rosada con caballito negro, enaguas de merino color café, pañuelo de seda verde con ojitos tintos y su bien hecho "atao" con jazmín del Cabo.
    • 1896 Magón Vela [1947] Cuentos CR (CDH )
      Pirinola se acurrucó debajo de la mesa del Santo, haciendo una cuchara la bocina del trombón, y ñor Meneses, en defensa personal, le arrimó un guitarrazo en media jícara a ñor Trenidá, quien se colgaba de las enaguas de ña Regina hecha una tintorera.
    • 1896 Magón Almuerzo [1947] Cuentos CR (CDH )

      Volví al retinto y le puse proa al río Torres; el viaje hasta la cruzada del camino de Santo Domingo se hizo sin novedad, siempre a trote de perro con ribetes de masaculillo que me llegaba al alma; allí alcancé a ver, como a doscientas varas, la carreta en donde iba ella con su corpiño de zaraza azul rayada, sus enaguas verde botella y su sombrerito de palma con vivo de guinga y flores de verolís de caña.

    • a1896 Silva, J. A. Sobremesa [1996] Co (CDH )
      ¿Pero de dónde diablos había sacado aquella aristocracia de los nervios, más rara quizás que las de la sangre y la inteligencia, ella la hija de un zapatero mugriento?... Enigma insoluble... El té que bebía en frágiles tazas chinas, dignas de una vitrina de museo, era té de caravana comprado a precio absurdo y sostenía ingenuamente que era el menos malo que había encontrado en París; tomaba el único café libre de toda sofisticación que he bebido en Europa; vivía quejándose de la mesa y al proponerle que fuéramos a comer en algunos de los restaurantes afamados, hacía una mueca de asco, como si en todos ellos juntos no se pudiera encontrar un beefsteak devorable; cultivaba con pasión la manía de los encajes antiguos y los amontonaba sin usarlos en el enorme armario de maderas olorosas, perfumado por Guerlain con aromáticas yerbas, en donde amontonadas en pilas simétricas y enormes, deslumbraban el ojo las blancas batistas de sus ropas íntimas, y lo acariciaban los pálidos matices de las camisas de dormir, frágiles como telarañas, de las enaguas bordadas como pañuelos de baile y de los calzones de seda olorosos a iris de Florencia y franjiponia.
    • 1898 Arniches, C. Santo Isidra p. 16 Esp (BD)
      Y tú, si tienes miedo te quedas en casa; te quitas el bigote, te pones unas enaguas, y para cuando volvamos a ver si me lo tienes todo fregadito.
    • 1899 Picón-Febres, G. Sargento Felipe [2003] Ve (CDH )
      Por supuesto que Encarnación andaba hecha un primor, con sus finos alpargates de cotonía y suela, por cuyos bordes sonreía la limpísima blancura de los pies; con su enagua de muselina a florecillas encarnadas, que le caía graciosamente en apretado farfalá; con su camisa bordada, por cuyas cortas mangas florecían los gordos brazos, llenos de sangre virgen; con su pañuelo azul de seda, prendido con alfiler de oro para velar el casto seno; con la ancha y negra trenza de su cabello rizo, que le caía hasta la cintura, ardiendo en el arranque de la nuca con las rosadas llamas de dos espléndidos capullos de claveles.
    • 1899 Picón-Febres, G. Sargento Felipe [2003] Ve (CDH )
      Las enaguas, deslumbrantes de matices que servían a encandilar; la camisa, dejando ver garganta y brazos, con la tira de bordado primoroso en contorno del busto encantador; el pañuelo de seda, a horcajadas en la nuca y prendido sobre la unión del seno con alfiler de oro que se reía de brillante; los menudos alpargates, blanquísimos como copos de algodón; el jipijapa, chiquirritín, con cinta roja en torno de la copa; el pañolón de largos fluecos y paisajes de pájaros y flores, cargado con donaire; y en la ancha y larga trenza que lustrosa se le iba por la espalda, el clavel reventón hecho una aurora.
    • 1899 Picón-Febres, G. Sargento Felipe [2003] Ve (CDH )
      Ondulándole la trenza por la espalda como una sierpe negra, brillándole los dilatados ojos, cayéndole la enagua un poco más abajo de la redonda pantorrilla, medio desnudo el seno erguido y con los pies tan limpios como la espuma del arroyo, semejaba una figura de Mistral, el candoroso poeta de Provenza.
    • 1899 Picón-Febres, G. Sargento Felipe [2003] Ve (CDH )
      Con la cabeza gacha, rayando con la uña del pulgar los pliegues de la enagua, y sin poder deshacerse del temor que en la sangre le picaba como un millón de agujas, Encarnación le escuchaba silenciosa.
    • 1899 Picón-Febres, G. Sargento Felipe [2003] Ve (CDH )
      Desazonada Encarnación con el pesado discurso de su primo, que salió de un tirón sin más ni menos, después de haber estado en gestación noches enteras, seguía rayando con la uña del pulgar los numerosos pliegues de la enagua, sin levantar del pecho la cabeza.
    • 1903-1905 Echeverría, A. J. Romances [1953] Concherías CR (CDH )
      / La vi ayer en el mercado / disfrazada de lorito, / con la falda verde claro / y rojo vivo el corpiño, / las zapatillas champán, / las medias azul marino, / la enagua lila rabioso / y el sombrero gris subido, / con dos plumas colosales / más negras que mi destino.
    • 1903-1905 Echeverría, A. J. Romances [1953] Concherías CR (CDH )
      / Cuando sale por la calle / con su rebocito nuevo, / con su camisa de encajes, / y sus enaguas de vuelos, / de tentaciones la niña / va sembrando un semillero, / y llevándose los ojos / de todos con su gracejo.
    • 1910 Magón Propia [1947] Cuentos CR (CDH )
      Y fiestas van y fiestas vienen y allá ruedan las cuartas de India tras las enaguas de todos géneros y colores y las camisas lentejueladas y las cintas como franjas de arco iris; y a cambio de rebozos salvadoreños y chales tornasolados y aretes y gargantillas de oro, sortijas de carey encasquilladas y peinetas y pañuelos chinos y hasta un caballo fino pasitrotero aperado con montura de ante.
    • 1916 Ambrogi, A. LTrópico II [1916] 25 ES (CDH )
      De la Botica sale una muchacha grácil, pizpireta, con sus pulcras enaguas de paño azul y su graciosa chalina celeste.
    • 1916 Azuela, M. Abajo [1991] Mx (CDH )
      Y en el fondo de guijas lavadas se reprodujo con su blusa amarilla de cintas verdes, sus enaguas blancas sin almidonar, lamida la cabeza y estiradas las cejas y la frente; tal como se había ataviado para gustar a Luis.
    • 1919 Lpz Velarde, R. Zozobra [1992] 164 Mx (CDH )
      / ¡Oh remoto payaso: en el umbral / de mi infancia derecha / y de mis virtudes recién nacidas / yo no puedo tener una sospecha / de amazonas y almendras prohibidas! / Estas almendras raudas / hechas de terciopelos y de trinos / que no nos dejan ni tocar sus caudas... / Los adioses baldíos / a las augustas Evas redivivas / que niegan la migaja, pero inculcan / en nuestra sangre briosa una patética / mendicidad de almendras fugitivas... / Había una menuda cuadrumana / de enagüilla de céfiro / que, cabalgando por el redondel / con azoros de humana, / vencía los obstáculos de inquina / y los aviesos aros de papel.
    • 1919 Lpz Velarde, R. Zozobra [1992] 164 Mx (CDH )
      / Y cuando a la erudita / cavilación de Darwin / se le montaba la enagüilla obscena, / la avisada monita / se quedaba serena, / como ante un espejismo, / despreocupada lastimosamente / de su desmantelado transformismo.
    • 1924 Asturias, M. Á. Lunes Santo París 1924-1933. Periodismo y creación literaria Gu (CDH )
      La abuela afondó su voz leyendo la lección del Profeta Isaías en la página de un misal abierto sobre sus enaguas de lana merina.
    • 1924 Rivera, J. E. Vorágine [1995] Co (CDH )
      Por fin, una mulata decrépita asomó a la puerta de la cocina, enjugándose las manos con el ruedo de las enaguas.
    • 1927 Asturias, M. Á. Ciudad mil y una misas París 1924-1933 Gu (CDH )
      De rodillas con su ancha enagua blanca y su abullonada blusa celeste, parecía una rosa marchita, caída de hermoso rosal en flor, de rosal que seguía siendo el preferido de las mariposas y los jardineros.
    • 1928 Carrasquilla, T. Marquesa Yolombó [1984] Co (CDH )
      Ni las súplicas de Sacramento, ni la vergüenza del paciente, ni los gruñidos del padre son poderosos a impedir las obras de este Pedro Claver con enaguas. *
    • 1931 Uslar Pietri, A. Lanzas [1993] Ve (CDH )
      Iba vestida de ancha enagua estampada de flores azules y rojas.
    • 1935 Loynaz, D. M. Jardín [1992] Cu (CDH )

      Los dedos de Bárbara rozan apenas las rígidas enaguas, recargadas de volantes aprestados; los justillos de lino amarillento, vagamente ahuecados... Las flotantes hopalandas, donde el moho hace coágulos de oro...

    • 1933-1946 Asturias, M. Á. Señor Presidente [2000] 138 Gu (CDH )
      En aquel forcejeo inútil se le soltó el cabello, se le salió la blusa de la faja y se le desprendieron las enaguas.
    • 1933-1946 Asturias, M. Á. Señor Presidente [2000] Gu (CDH )
      Parecía un paraguas la pobre, con su cabeza pequeña y sus enaguas largas y descoloridas.
    • 1933-1946 Asturias, M. Á. Señor Presidente [2000] Gu (CDH )
      Las jóvenes vestían cretonas de vivísimos colores, medias rojas, zapatos amarillos de tacón exageradamente alto, las enaguas arriba de las rodillas, dejando ver el calzón de encajes largos y sucios, y la blusa descotada hasta el ombligo; el peinado, que llamaban colochera Luis XV, consistente en una gran cantidad de rizos mantecosos, que de un lado a otro recogía un listón verde o amarillo; y el color de las mejillas, que recordaba los focos eléctricos rojos de las puertas de los prostíbulos.
    • 1933-1946 Asturias, M. Á. Señor Presidente [2000] Gu (CDH )
      El ruido se adelantaba, el ruido de las ruedas en los empedrados, el ruido de los cascos de los caballos... Pero no llegaban, pero no llegaban... Entre los que volvían en carruaje, burócratas cesantes y militares de baja —gordura bien vestida—, a regresaban a pie los finqueros llamados por el Presidente meses y meses hacía con urgencia, los poblanos con zapatos como bolsas de cuero, las maestras de escuela que a cada poco se paraban a tomar aliento —los ojos ciegos de polvo, rotos los zapatos de polvillo, arremangadas las enaguas— y las comitivas de indios que, aunque municipales, tenían la felicidad de no entender nada de todo aquello.
    • 1947 Yáñez, A. Filo Agua [1992] 10 Mx (CDH )

      Pueblo de templadas voces.Pueblo sin estridencias.Excepto los domingos en la mañana, sólo hasta medio día.Un río de sangre, río de voces y colores inunda los caminos, las calles, y refluye su hervor en el atrio de la parroquia y en la plaza, tiñe las fondas, los mesones y los comercios;río colorado cuyas aguas no se confunden o impregnan el estanque gris;pasada lamisa mayor y comprados los avíos de la semana, los hombres de fuertes andares y gritos, las enaguas de colores chillantes —anaranjadas, color de rosa, solferinas, moradas—, crujientes de almidón, los zapatos rechinadores, los muchachitos llorones, las cabalgaduras trepidantes, toman el rumbo de sus ranchos y dejan al pueblo con su tarde silenciosa, con sus mujeres enlutadas, con sus monótonos campaneos, y lleno de basuras, que los diligentes vecinos barrerán, presurosos.

    • 1947 Yáñez, A. Filo Agua [1992] Mx (CDH )
      Luto de las mangas hasta las manos, del cuello invisible, de las enaguas que cubren las opresoras botas altas, negras; las medias de popotillo, rudas, negras.
    • 1948 Valle, A. DiccNicaragüense Ni (NTLLE)
      Enagua. Vocablo antillano, nagua. Falda que usaban la indias antillanas desde antes del descubrimiento de América.
    • 1952 Cáceres Lara, V. Humus [1995] Cuentos Ho (CDH )
      Doña Juana estaba en su cuarto poniéndose los fustanes y las enaguas almidonadas para irse a la misa.
    • 1952 Cáceres Lara, V. Humus [1995] Cuentos Ho (CDH )
      Se sonó con los dedos haciendo un ruido nada discreto, se los limpió después en la enagua y sacó a continuación de debajo del tapesco más próximo una media botella de cususa, le quitó el tapón de olote y sirvió dos tragos en dos cumbas que estaban en el tablero de fregar cacharros:
    • 1952 Cáceres Lara, V. Humus [1995] Cuentos Ho (CDH )
      Levantarse al primer canto del gallo retinto que anunciaba la venida del día a la aldea somnolienta; desayunarse de prisa; cargar aquel canasto sobre su cabeza, y, cuesta abajo, cuesta arriba, rasgándose muchas veces la enagua en los zarzales, hacer otra vez aquel monótono trayecto, el mismo que había recorrido siempre, con la congoja más prieta borbotándole del alma.
    • 1952 Cáceres Lara, V. Humus [1995] 118 Cuentos Ho (CDH )
      Ella había atisbado un nuevo cielo a través de los ojos cargados de malicia de uno de los sargentos de la ciudad, un mocetón que parecía tener dormido al diablo en las yemas de sus dedos, cuando se los deslizaba —¡el muy pícaro!— por debajo de la enagua.
    • 1952 Rubín, R. Canto grilla [1984] Mx (CDH )
      Los jerarcas de la tribu huichol, muchos de ellos procedentes de pueblos alejados, traían por delante a Iyali Quehuizarauta, con el pelo constelado de frescas amapolas rojas, el cuello cargado de aderezos de conchilla y vidrio, grueso revoque de tierra bermellón en los cachetes y vestida con un huipil y unas enaguas de manta tachonados de grecas bordadas con hilos azules, verdes y rojos.
    • 1954 Asturias, M. Á. Papa Verde [1982] Gu (CDH )
      De la casa que en «Semírames» construyó con sus manos el propio Adelaido Lucero, pintando las paredes de rosado y el zócalo de amarillo, como iba vestida la Rosalía de León el día que la conoció —blusa rosada, enagua amarilla—, no quedaba sino el lugar.
    • 1958 Fuentes, C. Región [1968] Mx (CDH )

      Santa Rosa Guaymas Orendain ahora sí borracho Huerta ya te late el corazón Zacatecas Lucio Blanco Felipe Ángeles Herrera el sordo al saber que en Zacatecas derrotarron a Barrón Diéguez Iturbe y Buelna

      andaban los federales / que ya no hallaban qué hacer / pidiendo enaguas prestadas / pa vestirse de mujer
    • 1959 Santamaría, F. J. DiccMejicanismos Mx (NTLLE)
      Enagua. [...] Esta es la forma castellanizada más común para llamar la prenda de vestir femenil, que no es, por cierto, la que va debajo de la falda, verdadera saya, sino la que va encima, porque cuando se trata de la otra, se dice enagua o nagua de abajo, o de adentro. Lo de las enaguas es puro academismo. El término popular legístimo y auténtico americano es nagua.
    • c1940-a1966 Amaya Amador, R. Cuentos [1997] Ho (CDH )
      De sus pies descalzos asoman los dedos apartando el borde de las enaguas negras, enlutadas.
    • c1940-a1966 Amaya Amador, R. Cuentos [1997] 158 Ho (CDH )
      Allí están los fieles devotos; grandes y chicos con sus catrines domingueros; las mujeres con sus enaguas y blusas almidonadas, cabelleras bien peinadas y lustrosas de manteca de res o de brillantina, enfloradas, cubiertas con sus chales o sus sombreros; y los varones, bañados, descalzos pero con sus cotones que hacía mucho tiempo no salían del baúl de cuero y muestran los dobleces y arrugas.
    • c1940-a1966 Amaya Amador, R. Cuentos [1997] Ho (CDH )
      El olor del pachulí se confundía con el de las piñuelas colgadas en el cielo raso y las enaguas de las niñas con los almidonados pantalones de los chicos.
    • 1967 Viñas, D. Hombres [1967] Ar (CDH )

      Las empleadas se cruzaban de piernas cuando él les hablaba. Las empleadas se ponían el guardapolvo encima de la enagua. Las empleadas leían unas revistas idiotas que disimulaban en el cajón de sus escritorios. Y gritaban para hablar con la boca llena y usaban ropa de nailon transparente.

    • 1975 Ortiz, F. Música afrocubana [1975] Cu (CDH )
      Según los cronistas, éstas a veces tomaban parte en los areítos "desnudas y sin pintura alguna si eran doncellas", pero si casadas usaban "sólo unas bragas", es decir las típicas naguas o enaguas, tejidas de algodón.
    • 1981 Mompradé, E. L. / Gutiérrez, R. Indumentaria tradicional I [1981] Mx (CDH )
      Las mujeres mazahuas del Estado de México usan varias enaguas fruncidas, una sobre la otra, dejando ver un pedazo de cada una por debajo de la de encima, para lucir los bordados en lana de los bordes.
    • 1981 Mompradé, E. L. / Gutiérrez, R. Indumentaria tradicional I [1981] Mx (CDH )
      La enagua de manta lleva una tira bordada en lana o en algodón, con colores contrastantes, en punto de cruz al que llaman «labrado», en la orilla inferior y visible bajo el «zagalejo».
    • 1981 Mompradé, E. L. / Gutiérrez, R. Indumentaria indígena II [1981] Mx (CDH )
      Una falda o enagua larga hasta los tobillos, morada, roja o azul de holán.
    • 1984 RAE DRAE 20.ª ed. (NTLLE)
      enagua. [...] En algunos pueblos, saya de cualquier tela que usan las mujeres encima de la ropa interior. Ú. m. en pl.
    • 1985 Alatriste, S. Por vivir [1985] Mx (CDH )

      Era una gitana bárbara; se vestía con enaguas rojas, todas llenas de olanes; blusas de manta; y llevaba diariamente, fíjense, una cintilla de monedas de oro colgándole en la frente. ¡Leticia era un imperio de mujer!

    • 1985 Sanchis Sinisterra, J. Retablo Eldorado [1992] Esp (CDH )

      RODRIGO.(A quien el tema no desagrada.)Diversas son las tierras, y diversas las gentes, y diversísimos los usos de aquellos naturales. Pero es cierto que, en algunos lugares, ellas sólo cobijan su natura con unas mantillas de algodón, que llaman enaguas, y todo lo demás en cueros, como nacieron.

    • 1975-1988 Istarú, A. Estación Fiebre [1991] CR (CDH )
      [...] para la noche canto / un negro perfume que te toca / quiero danzar sobre tu lomo / como una clavelina / volarte la pena la camisa / mi lengua bermellón entre tu aliento / un húmedo trayecto que se extravía en la enagua / erguirte en este pulso de la yesca / un dedo de marfil / vine a vestirte con mi cuerpo constelado / a tañer con urgencia / lo blanco que respiras [...]. /
    • 1989 Esquivel, L. Como Agua [1995] Mx (CDH )
      Bajo las enaguas escondía su escopeta; a su lado estaban Rosalío y Guadalupe.
    • 1991 Rubín, R. Rezagados [1991] Mx (CDH )
      Y en tanto que los pequeñuelos se refugiaban tras de las enaguas de pluma de pelícano de sus madres para eludir la embestida, los hombres les daban protección resignándose a soportar en primera línea el impacto de la acometida, estoicos ante la adversidad aunque sin propósito alguno de desafío.
    • 1993 Gallegos, D. El pasado [1993] CR (CDH )
      La veo, con su enagua negra y blusón de manga larga muy engomado, moviéndose, siempre ocupada, de un lado al otro.
    • 1993 Vega, A. H. Marcelina [1993] Mx (CDH )
      Se puso una sobre la otra las tres enaguas, una sobre la otra las cuatro blusas, se dio vuelta a la cintura con un rebozo cargado de tlacoyos de frijol robados, uno hoy, otro mañana, pasado otro y así tlacoyo por tlacoyo.
    • 1994 Boullosa, C. Duerme [1994] Mx (CDH )

      Extiendo lo que contiene el bulto sobre mi cama. ¿Enaguas? ¿Una mantilla de india?

    • 1994 Boullosa, C. Duerme [1994] Mx (CDH )
      Empiece a vestirse el huipil y las enaguas, y escuche.
    • 1994 Boullosa, C. Duerme [1994] 41 Mx (CDH )
      Cuando lo llevemos a enterrar, escuchamos los rezos, y apenas se retire el cura yo digo, cuando convenga, «es la hora», entonces se brinca afuera del ataúd, lo más rápido que pueda, se quita la ropa del Conde y salta en huipil y enaguas de la fosa hacia afuera.
    • 1994 Boullosa, C. Duerme [1994] Mx (CDH )
      Ya vestido así, llego a ellos, les cuento mi aventura (omitiendo mi paso por las enaguas) y esto se acabó.
    • 1994 Boullosa, C. Duerme [1994] 45 Mx (CDH )
      No sé qué emoción siento, tan extraña, o serán las enaguas que porto y el susto que acabo de pasar, yo qué sé, pero aquí estoy llorando; unos gruesos lagrimones me escurren por la cara, pintándomela, lo sé porque paso mi mano para quitármelos, he de tener la apariencia de los salvajes que vi cuando vadeábamos la isla de Sacrificios.
    • 1994 Boullosa, C. Duerme [1994] 47 Mx (CDH )

      Poco quiero ver. Debo irme donde nada me reconozca con estas enaguas. Donde otra vez nadie sepa que bajo las ropas tengo cuerpo de mujer, que he vuelto a él por suplantar a un muerto, que revestida con él lo he perdido todo.

    • 1994 Boullosa, C. Duerme [1994] Mx (CDH )
      ¡Que la herida estuviera abierta, y lo mordiera, y me vengara! Abre sus calzas, me levanta las enaguas, y me posee, sujeta de los pies por sus criados, sobre mi caballo, doblando hacia atrás mi torso, sin importarle que la silla me lastima.
    • 1994 Boullosa, C. Duerme [1994] Mx (CDH )
      Me sujeta de las enaguas y me va llevando, de espaldas, por un callejón que no conozco.
    • 1994 Boullosa, C. Duerme [1994] Mx (CDH )

      Yo ya me arremangué mis enaguas de algodón y presento la espada. Los soldados me hacen ronda.

      — ¿No lo van a dejar pelear? —les digo alzando mucho la voz—, ¿son ustedes sus nanas o qué son? ¿Nodrizas? ¡Mal les queda el traje de soldados!

    • 1995 Britton, R. M. No pertenezco [1995] 113 Pa (CDH )
      Allí, en el hospedaje que nos ofreció el Gobernador de Bolívar, amigo de la familia, nos esperaba la esclava de Helena, una tal Enericia, mujer que la había atendido con ella desde la infancia. Sus modales refinados, casi parodia de una dama de alcurnia, me impresionaron en forma desagradable. De alta estatura para ser mujer, su mirada altanera urgaba en lo más profundo del que se atreviera a enfrentarse con ella. El pelo enroscado sobre la cabeza en un moño que le daba un aspecto distinguido, las facciones finas que únicamente delataban su raza negroide por el grosor de los labios y la blancura de sus dientes. Vestía siempre enaguas de muselina almidonada y blusa de cuello alto adornada con encajes de Valencia.
    • 1996 Prensa La Nación, 10/10/1996 [1996] CR (CDH )
      "Aquí estoy, limpia, con mis chiquitos. Ando solo con esto", comentó doña Bertilia, señalando la blusa y enagua que llevaba puestas anoche, cuando fue consultada por un equipo de La Nación.
    • 2001 Perales Lavin, C. Bigote prieto. Una historia de mujeres en la Revolución mexicana Mx (CORPES)
      Armaste a todos, hombres y mujeres. Para ti todos eran iguales, con enaguas o con pantalones, no había diferencia. Las actividades las escogía tu gente: si una mujer quería hacer guardias nocturnas y dar de comer a los animales, pues era esa su actividad; si un hombre quería cocinar, moler el maíz y lavar las ropas, nadie se lo iba a impedir.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      enagua [...] 4. f. pl. Méx. Prenda exterior femenina que cuelga desde la cintura.
    • 2002 Rodríguez, H. Liviana Cosas que nunca te dije CR (CORPES)
      Se sentó en el borde de la cama -muy suave para su gusto- estiró los brazos con violencia, como queriendo dar de puñetazos al cielo raso blanco de pequeñas bolitas de cemento. Era su última noche antes de regresar a San José y quería salir a pasear por la ciudad. Con la punta de su zapato izquierdo empujó hacia abajo el talón del zapato derecho; pronto estaba ya descalza. Con la mano derecha torcida en forma de ele alcanzó en un sitio un poco más abajo de su cintura el broche y la cremallera de la enagua del traje sastre gris, que en instantes quedó desperdigada sin cuidado sobre la silla de madera. Abrir los botones de su blusa blanca de manga larga suponía siempre un importante desafío a las destrezas motoras finas, particularmente para las de los hombres.
    • 2003 Barrera Mezarina, C. Vestuario alusivo a los bailes y danzas Nuestra música y danzas tradicionales Gu (CORPES)
      Corresponde a este traje un jubón, una peluca y una capa igual a la del Viejo, además la conforman una falda o enagua con pliegues en la cintura, compuesta de dos bandas o dos "tiempos" de color rojo y azul.
    • 2005 Muñoz Yegros, G. "Juliana" Cenizas desolladas y otras piezas Py (CORPES)
      Un lugar oscuro, interior de un rancho de adobe que sirve de prisión. Juliana es una mujer de 24 años, muy desmejorada, desgreñada, sucia, con la ropa hecha jirones y desarreglada. Tiene las manos maniatadas con tiras de cuero. La Guardiana es una adolescente de 13 años, delgada y seria. Apenas vestida con una enagua corta y una chaqueta militar sin mangas, vieja y sin botones. Lleva una lanza hecha de un palo como arma. Intenta impresionar con sus aires de carcelera.
    • 2010 ASALE DiccAmericanismos (NTLLE)
      enaguas. f. pl. Mx, Gu, Ec; RD, obsol. Prenda exterior femenina que cuelga desde la cintura.
    • 2013 Ortiz Dgz, E. Johann Moritz Rugendas Mx (CORPES)
      Lo que hace de este un cuadro americano y no una estampa suiza es, en el panel izquierdo, los mexicanos típicos de la actualidad: la china, enfundada en unas amplias enaguas y envuelta con un chal en actitud que veremos repetir una y otra vez, desde los cuadros de Edouard Pingret hasta las estampas costumbristas de Agustín Arrieta (1803-1879); el jarocho, desaprensivamente tirado en la hamaca, en actitud que bien puede anticipar la clásica estampa del mexicano dormitando al pie de los magueyes; un arriero dispuesto a la monta y el lépero, sentencioso y dicharachero.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      enagua [...] 4. f. pl. Méx. Prenda exterior femenina que cuelga desde la cintura.
    • 2017 Jiménez, D. "Niños ingleses fueron a clases en enaguas" [26-06-2017] La Teja (San José) CR (HD)
      La fuerte ola de calor que afecta a Inglaterra motivó a un grupo de 30 estudiantes a asistir en enaguas al centro Isca, en Gran Bretaña. El curioso y radical cambio de vestuario ocurrió el pasado miércoles. Ellos también aprovecharon el momento para protestar contra las reglas del cole, ya que a ellos se les prohíbe llevar pantalones cortos, pero a las mujeres sí las dejan usar enaguas.
  2. s. f. Prenda interior para mujer que consiste en una tela que se ajusta a la cintura y cubre las piernas o parte de ellas. Generalmente en plural.
    Sinónimo: nagua
    docs. (1622-2017) 274 ejemplos:
    • 1622 Quevedo Villegas, F. Entremés niño [1981] Esp (CDH )
      Alonso : De un pujamiento de enaguas, / de un flujo de saya entera, / yo Alonso-Alvillo he quedado / en Peralvillo de cuenta.
    • 2017 Hervás, J. C. "Pinochada Vinuesa" [16-08-2017] El Diario (Madrid): eldiario.es Esp (HD)
      La jornada ha sido intensa en Vinuesa desde primera hora de la mañana, en la que las mujeres se visten con el tradicional traje de piñorra, compuesto de enaguas, medias blancas, corpiño y delantal negro, falda roja con bandas negras y un mantón bordado. La mujeres conducen después sus pasos hasta la Ermita de la Soledad, punto desde donde desfilan, cerrando la comitiva, con su particular pinocho en la mano, hasta la plaza Mayor, donde se escenificarán las hostilidades entre los dos pueblos.
    • 1622 Quevedo Villegas, F. Entremés niño [1981] Esp (CDH )
      Alonso : De un pujamiento de enaguas, / de un flujo de saya entera, / yo Alonso-Alvillo he quedado / en Peralvillo de cuenta.
    • 1679 Abarca Bolea, A. F. Vigilia y octavario SJuan Baptista [1994] 102 Esp (CDH )
      Resistióse la honesta doncella a esta petición, sobre la cual hubo grandes controversias entre los dos, hasta que, muy colérico, Lisardo dijo se saldría sin hacella ningún remedio; y, viéndole con tanta resolución, la afligida señora se desnudó, hasta quedar en cuerpo de camisa y unas enaguas, con lo cual se contentó Lisardo y, atando a Casandra fuertemente en la escalera con los cordeles comenzó a dalla cruelísimos azotes con unas correas muy anchas.
    • 1717 Dote Salvadora Pastor Carta de dote de Salvadora Pastor (Orihuela, Alicante) Esp (CorLexIn)
      Ytten, vna sábana delgada, en vna libra. Ytten, tres pares de manteles de cordonico, vna libra y siete sueldos. Ytten, unos manteles de masa, vna libra y quatro sueldos. Ytten, vn pieza de seruilletas de lino y estopa, dos libras y ocho sueldos. Ytten, otra pieza de servilletas de lino con lino, quatro libras diez y seis sueldos. Ytten, vna camisa delgada y unas enaguas delgadas, tres libras y diez sueldos.
    • 1748 Ulloa, A. Viaje Perú [1990] Pe (CDH )
      130 La moda del trage, bien diferente del de Europa y que le hace tolerable el uso de aquel país por mas que á los españoles parezca al principio poco decoroso, se reduce al calzado, la ropa interior de camisa y fustán, que en España se dice enaguas blancas, un faldellin abierto y un jubon blanco en el verano ó de tela en el ibierno; algunas, aunque pocas, agregan á esto un ajustadorcillo al cuerpo porque aquel queda suelto.
    • 1772-1773 García Huerta, V. Loa Comedia 559 Loas Esp (CDH )
      ROSAURA / No hay más caso, / que el que uno de ustedes puesto / de enaguas y bisoñé, / cotilla, tontillo y vuelos / supla mi papel.
    • 1784 Arroyal, L. Epigramas [1784] Esp (CDH )
      Al ir á saltar las aguas / del Zurguen la bella Ines, / quiso mostrarnos los pies, / y echó á volar las enaguas.
    • 1816-1817 Schz Barbero, F. Diáls satíricos Poesías Esp (CDH )
      paidófilo . / ¡Demonios! ¿Fueron hembras ó varones? / ¿Súcubos, ó debajo, con enaguas; / Incubos, ó bien sobre, con calzones? / ¿Hiciéronlos tal vez en el invierno, / Atizando las fraguas?...
    • 1816-1827 Fdz Lizardi, J. J. Periquillo Sarniento [1997] Mx (CDH )
      Pasamos a registrar y ver el estado de la demás ropa, y observé que el compañero no se equivocó en haberla creído buena, porque la camisa era muy fina, las enaguas blancas lo mismo; tenía unas enaguas exteriores casi nuevas de fino cabo de China, * un ceñidor de seda, un pañuelo de cambray, un rosario con su medalla que me quedé sin saber de qué era, y sus buenas medias de seda.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      La ilustre novia de la montaña había echado un empréstito demasiado fuerte en las haciendas y en la parroquia, por medio del cual había recogido seis camisones de zaraza, seis enaguas interiores, seis pañolones, algunos pañuelos y medias, sortijas y zarcillos; pero no halló ni un solo par de zapatos a la medida de su pie, porque los de las señoritas Juanita y Clotilde eran pequeños, que no le sirvieron ni para calzarse el dedo gordo del pie derecho, muy abultado a consecuencia de los uñeros que había padecido en el trapiche.
    • 1871 Pereda, J. M. Tipos y paisajes [1989] Esp (CDH )
      Doña Escolástica, recogida la falda de su vestido sobre la atadura del delantal, descubiertos hasta el codo sus brazos, luciendo unas enaguas de muletón bajo las cuales asomaban un par de rollizas pantorrillas envueltas en unas medias caseras de mezclilla de algodón; abierta, a guisa de pantalla, delante de la cara, la mano izquierda, y con una cuchara de palo en la derecha, se hallaba en la cocina delante del fogón.
    • 1862-1875 Blest Gana, A. Martín Rivas [1983] Ch (CDH )
      Ella vestía una bata blanca con el cinturón suelto como el de las elegantes romanas, sobre un delantal bordado, en cuya parte baja, llena de calados primorosos, se veía la franja de valenciennes de una riquísima enagua.
    • 1903 Pz Galdós, B. Duendes Camarilla [2002] 262 Esp (CDH )
      Mi padre se escondió en casa de unos boteros amigos suyos de la calle de Segovia; yo, no sabiendo qué hacerme, pues a Palacio no había de volver ni atada, pensé que no hallaría refugio mejor que el Convento, y allí me metí... Ya te contaré otro día mi vida en Jesús, donde la mayor desdicha fue hacer mi primer conocimiento con esa perra boticaria... Hoy, por completar esta historia mía palaciega, bien triste, te diré que en el Convento, andando días, supe que la noche del tocino del cielo... así marco yo aquella fecha condenada... hubo en Palacio rebullicio y mucho miedo, del cual nada me tocó, gracias a Dios, por estar yo en Getafe... Por orden del señor Mayordomo Mayor se registraron muchas viviendas del piso segundo... Porteros y azafatas, y hasta damas fueron registradas, obligándolas a enseñar el pecho y a levantarse las enaguas, mismamente como registran a las cigarreras al salir de la fábrica, por si se llevan tabaco escondido...
    • 1916 Lynch, B. Caranchos [1984] 105 Ar (CDH )
      Y se acerca al patrón con la diestra tendida y crujiéndole las enaguas almidonadas bajo aquella pollera nueva de percal clarito, que se esponja sobre sus caderas ensanchándolas más todavía.
    • 1961 Onetti, J. C. Astillero [1995] Ur (CDH )
      Cruzó toda la ruina, sin verla, como no la había mirado al llegar. Siempre la disfrazaban de chiquilina, la madre, la tía, la costumbre; esa tarde estaba disfrazada de mujer, con un largo vestido negro que transparentaba la ropa interior, enagua o lo que fuera, con zapatos de tacos altísimos que tal vez le prestaron o acababa de estrenar y que es seguro terminaron de torcerse en el camino de vuelta
    • 1972 Puig, M. Boquitas [1994] 39 Ar (CDH )
      Tercera fotografía grande de la derecha: un jardín de pequeños canteros redondos bordeados por un cerquillo de alambre tejido contra el que se apoyan nardos y jacintos florecidos con una palmera enana en el centro de cada cantero, semicubiertos por la figura de un niño con saco de bordes redondeados, corbata de moño bohemio, pantalón que ciñe la rodilla seguido de polainas claras, y la figura de una niña con bucles y gran moño blanco trasparente alto en la cabeza, vestido blanco de pollera corta abultada por enaguas.
    • 1998-2002 Fresán, R. Velocidad Cosas [2002] Ar (CDH )
      Yo corría hasta la ventana y miraba hacia abajo, hacia los jardines o hacia la piscina, y no me daba vuelta para así no enfrentar la incómoda visión de mi madre quitándose la ropa hasta quedar cubierta tan sólo por una enagua color marfil.
    • 2010 Lojo, M. R. Árbol familia Ar (CORPES)
      La madre se dejó vestir, no sin protestas, con enaguas infladas de almidón, saya nueva de tanto estar sin uso, blusa y pañoleta bordadas con lujo por ella misma cuando aún era muchacha.
    • 2017 Hervás, J. C. "Pinochada Vinuesa" [16-08-2017] El Diario (Madrid): eldiario.es Esp (HD)
      La jornada ha sido intensa en Vinuesa desde primera hora de la mañana, en la que las mujeres se visten con el tradicional traje de piñorra, compuesto de enaguas, medias blancas, corpiño y delantal negro, falda roja con bandas negras y un mantón bordado. La mujeres conducen después sus pasos hasta la Ermita de la Soledad, punto desde donde desfilan, cerrando la comitiva, con su particular pinocho en la mano, hasta la plaza Mayor, donde se escenificarán las hostilidades entre los dos pueblos.
    • 1622 Quevedo Villegas, F. Entremés niño [1981] Esp (CDH )
      Alonso : De un pujamiento de enaguas, / de un flujo de saya entera, / yo Alonso-Alvillo he quedado / en Peralvillo de cuenta.
    • 1580-a1627 Góngora Argote, L. Romances [1998] 536 Esp (CDH )
      / Al guardainfante perdono / y me meto en las enaguas, / por açercarme a la fuente / que al mediodía se halla; / y aunq ue dicen que el estrecho / con peligro le amenaça, / la aguja de marear / pienso q ue bien me sacara.
    • 1629 Calderón Barca, P. Casa con dos puertas [2003] Esp (CDH )
      / Señor Maestro, todo el día / me ha tenido uze en casa, / no he podido más, que he estado / acabando unas enaguas, / que como mil paños llevan / no fue possible acaballas.
    • 1631 Castillo Solórzano, A. Harpías Madrid [1985] Esp (CDH )

      Al acabar el concierto salieron de una cuadra *dos damas de la edad misma que las recién venidas y poco menos hermosas; salieron medio vestidas, con solas enaguas y pretinillas de la[n]a verde con mucha guarnición de oro, *los cabellos sueltos y la mayor parte dellos esparcidos por las espaldas.

    • c1631-1632 Calderón Barca, P. Burlas amor [1995] Esp (CDH )
      ALONSO ¿Yo, de un Ovidio con sayas? / ¿Yo, de un Virgilio con ropa, / y un Cicerón con enaguas?
    • p1632 Corral, G. Dos flechas [1982] Esp (CDH )
      Carambola . Primeramente ocho baras / de Olanda para camisa, / yten de Cambray sin sisa, / quarenta baras no abaras / para enaguas blancas, yten / para un manteo frances; / varas tambien veinte y tres / sin que un dozabo le quiten, / Yten mas varas zinquenta / para enaguas de color, / yten mas alrededor / de puntas onzas nobenta, / yten para el guarda ynfante / seis baras de cabritilla, / yten sin faltar hebilla / para basquiña elegante / veinte baras, yten mas / para la ropa y jubon / quince y para la armazon / de la almilla sacaras / mas seis baras, yten para / forros de todo el vestido / ciento y quince reducido / aquesta bara por bara, / yten zinco de doblete / para ligas esta
    • p1632 Corral, G. Dos flechas [1982] Esp (CDH )
      Que esta noche te quites / enaguas y guardaynfante / que mas te quiero zenzeña, / sin cascara y sin estofa, / que ojarasca o alcachofa.
    • 1634-1635 Quiñones Benavente, L. Dueñas [2001] Jocoseria Esp (CDH )
      Músicos¡Oh, qué linda moza / la tramoya está! / Los ojos se lleva / de todo galán, / para el baile alegre / que ha de sustentar. / Sin tener enaguas, / en aguas está. / De lo bien prendida / se puede alabar, / pues con tanta cola, / tan redonda va. / Mas ¿qué mucho, si para vestirse / se mira al espejo de un limpio cristal?
    • 1637 Castillo Solórzano, A. Aventuras Bachiller [1986] Esp (CDH )
      No se descubrió esto hasta un día que, habiendo don Lorenzo sacado una pieza entera de tabí * de aguas azul a su dama, para que se hiciese un vestido, y de lo que sobrase unas enaguas guarnecidas con finos pasamanos de Milán, parecióle a Trapaza hacer una sangría a este presente, dejando de la pieza lo necesario para un vestido, y todo lo demás que quedaba aplicarlo para dádiva de la señora Estefanía.
    • 1635-1638 Jiménez Patón, B. Reforma trajes [2004] Reforma trajes Esp (CDH )
      Estos alcançamos todos porque casi no se avían dexado del todo, eran muy anchos, campanudos de abaxo (como también lo es esta ventosa invención), pero recogidos de cintura; lo que no tenían los primeros y que este religioso varón reprehende que también eran anchos por la cinta como se colige de darles el nombre de caderas, que es lo mismo que estos embaraços que oy llaman guarda infantes, polleras o enaguas.
    • 1635-1638 Jiménez Patón, B. Reforma trajes [2004] fol. 50v Reforma trajes Esp (CDH )
      Aquí no habla derechamente el autor contra los verdugos, ni caderas, que son las que aora guarda infantes, enaguas y polleras, sino sinifica su vileza y desestimación diziendo sirven de faldetas, cuyo umilde oficio era el dicho.
    • 1635-1638 Jiménez Patón, B. Reforma trajes [2004] fol. 42r Reforma trajes Esp (CDH )
      En esto dizen que hallaron algún embaraço y les sucedieron desgracias, quebrándoles algunos aros; assí mejoraron la invención con las que llaman enaguas.
    • 1635-1638 Jiménez Patón, B. Reforma trajes [2004] fol. 42r Reforma trajes Esp (CDH )
      Mas no perdonan las enaguas, que sobre ellas se les ponen; házense muy costosas, porque dizen ay algunas de ducientos y aun más ducados las polleras solas, porque llevan muchas guarniciones, hasta de aljófar.
    • 1635-1638 Jiménez Patón, B. Reforma trajes [2004] fol. 56r Reforma trajes Esp (CDH )
      Porque de ningún provecho es que el pobre esté afanando y trabajando en hazer sogas, si al mesmo passo se las come la vestia; y de poco sirven las haziendas heredadas ni las diligencias del marido, si por otra parte no ay seguir fuero ni razón en los trages, y no solo a la hazienda, pero a la onrra le amenaza gran peligro, y mas con esta invención indecente destos guardainfantes o polleras o enaguas, plega a Dios no sean las del dilubio.
    • 1635-1638 Jiménez Patón, B. Reforma trajes [2004] Reforma trajes Esp (CDH )
      Esto dize nuestro zeloso fraile, y como avían de serlo y dezirlo todos, y en aquello de partidas y hendidas quiere dezir acuchillados, abuso en los hombres tan dino de reprehensión, como los otros en las mugeres, porque no es onesto y es muy costoso, es liviano y gasto pródigo, y oy se platica mucho, y a Dios pluguiera que nunca se usara, porque, aunque no tiene la desonestidad que estos guarda infantes, polleras y enaguas, es del todo inútil, onesta liviandad y de grande costa cada vestido de la tela que fuere, porque lleva un enforro más y está más costoso que lo que va por principal en lo esterior que si esto es de paño, el enforro de seda; y si el esterior de seda, el enforro de tela preciosa dura poco, porque dende luego va rompido, y después no puede servir de otra cosa, ni aun para darlo a los pobres.
    • 1639 Jiménez Patón, B. Discurso de los tufos, copetes y calvas f. 21 vº Esp (BD)
      A Dios pluguiera, que los arbitrios que en estos tiempos salen, pararan en esto, y que se les cargaran a los que traen estas guedejas, y copetes, y cogoteras; y a las damas de moños formados de cabellos comprados, agenos, y aun en este nuevo y endiablado abuso, que dizen Enaguas, Polleras, ó Guardainfantes, (en quien dandonos Dios vida, algun dia trocaremos justa y cristiana colera) y a los demasiados, y ociosos dones, que ninguno de los cuerdos le pesara, y el bien empleado castigo de tal vanidad pudiera ser de provecho para el desempeño del real patrimonio, si se tratase del como conviene.
    • 1639 Jiménez Patón, B. Discursos tvfos [2003] Esp (CDH )
      A Dios pluguiera que los arbitrios que en estos tiempos salen pararan en esto y que se les cargaran a los que traen estas guedejas y copetes y cogoteras y a las damas de moños formados de cabellos comprados agenos y aún en este nuevo y endiablado abuso que dizen enaguas, polleras o guardainfantes, en quien dándonos Dios vida algún día trocaremos justa y cristiana cólera y a los demasiados y ociosos dones, que ninguno de los cuerdos le pesará y el bien empleado castigo de tal vanidad pudiera ser de provecho para el desempeño del real patrimonio si se tratase del cómo conviene.
    • 1641 Vélez Guevara, L. Diablo [1999] 19 Esp (CDH )
      [...] habiendo una priesa notable a quitarse zapatos y medias, calzones y jubones, basquiñas, verdugados, guardainfantes, polleras, enaguas y guardapiés, para acostarse hombres y mujeres, quedando las humanidades menos mesuradas y volviéndose a los primeros originales, que comenzaron el mundo horros de todas estas baratijas.
    • 1641 Vélez Guevara, L. Diablo [1999] 30 Esp (CDH )
      Allí doña Tomasa, tu dama, en enaguas, está abriendo la puerta a otro que a estas horas le oye de amor.
    • 1641 Vélez Guevara, L. Diablo [1999] 63 Esp (CDH )
      Esotra le dijo que no sabría mirar lo que ella con su zapato representaba, respondiéndole esotra que de cuándo acá tenía tanta soberbia, sabiendo que en Sevilla le prestó hasta las enaguas para hacer el papel de Dido en la gran comedia de don Guillén de Castro, echando a perder la comedia y haciendo que silbasen la compañía.
    • 1641 Vélez Guevara, L. Diablo [1999] Esp (CDH )
      Iba en jubón de holanda blanca acuchillado, con unas enaguas blancas de cotonía, zapato de ponleví con escarpín sin media, como es usanza en esta tierra entre la gente tapetada, que a estas horas se subía a su azotea a tocar de la tarántula con un peine y un espejo que podía ser de armar [...].
    • 1644 Enríquez Gmz, A. Siglo pitagórico [1991] Esp (CDH )
      Súpole mal a la dama esta respuesta, y levantándose en unas enaguas de cristal que se podían beber en ayunas, * le dijo:

      — ¿Qué busca el señor juez a mis cuadros, mirándolos por detrás?

    • 1644 Enríquez Gmz, A. Siglo pitagórico [1991] Esp (CDH )

      Empezaron los ladrones a limpiarnos la ropa, y por hacello con más comodidad, nos la quitaron del cuerpo y nos fueron atando uno a uno a su árbol, haciendo una alameda de penitentes en camisa. *Doña Beatriz quedó en enaguas y la vieja en manteo.

    • c1615-1644 Hurtado Mendoza, A. Poesías [1947] Esp (CDH )
      / Aun no era mentir todo / ni don Bueso el Castellano / lloró en lucientes enaguas / tantos franceses agravios.
    • 1607-1645 Duque Estrada, D. Comentarios desengañado [1982] Esp (CDH )
      Parecían nuestras galeras pomposos verdugados o enaguas de bizarras damas, moviéndose con tan hinchada gallardía que antes daba solaz y ánimo que melancólica cobardía.
    • c1610-a1645 Quevedo Villegas, F. Jácaras [1971] 282 Esp (CDH )
      / Luquillas es aguador / con repostero de andrajos; / con enaguas tiene el cuero, / muy adamado de tragos.
    • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] III, 17 Esp (CDH )
      / Este traidor vende el río; / la que nada, mucho cuesta: / ellas en agua se bañan / y enaguas también nos pescan.
    • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] III, 29 Esp (CDH )
      Mas la Berza, su consorte, / que de Lampazos presume, / y hortaliza es con enaguas, / mucho ruido y poco fuste; / y el Hongo, que con sombrero * / de verdulera se encubre, * / más preciado de capelo / que el monseñor más ilustre, / con una jeta de un palmo, / hecho apodo de las ubres, / y más pliegues y más asco * / que zaragüelles monsiures, * / y el Rábano, ganapán / de fuerzas indisolubles, / pues lleva la Corte en peso, / contera de pan y azumbre, / apellidando tabernas, / no hay turbión que no conjuren, * / y la sopa en los conventos / por parienta los acude. *
    • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] III, 32 Esp (CDH )
      A todos los guardainfantes / se la jura de mortaja; / de calavera a los moños, / de ataúd a las enaguas. / Engúllese potentados / como si engullera pasas; / y, como si fueran nabos, / planta en la tierra monarcas. /
    • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] III, 80 Esp (CDH )
      * / Una vieja con enaguas / va salpicando de hechizos, / con dos pocilgas por ojos, / por espinazo un rastillo, / por piernas un tenedor, / y por copete un erizo, / por tetas unas bizazas / y por cara el Antecristo.
    • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] III, 85 Esp (CDH )
      / Bien en puros cueros / va, pues, a esta dama, / que los apetece / más que las enaguas.
    • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] Esp (CDH )
      Con enaguas, la tusona / me parece una campana, / y como de fiesta va, / todos van a repicalla.
    • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] Esp (CDH )
      / Enaguas no han de llamarse, / que es contradición muy clara; / llámense en vino, pues vemos / que al apetito emborrachan.
    • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] Esp (CDH )
      Mujer puntiaguda con enaguas * Si eres campana, ¿dónde está el badajo?; / si pirámide andante, vete a Egito; *si peonza al revés, trae sobrescrito; *si pan de azúcar, en Motril te encajo. /
    • c1646 Calderón Barca, P. Carnestolendas [1982] Carnestolendas Esp (CDH )
      / ¡Por San Dimas! Que no falta / sino andar de hombres las hembras / y los hombres con enaguas.
    • 1647-1649 Zayas Sotomayor, M. Desengaños amorosos [1950] 104 Esp (CDH )
      Pues crean que aunque las mujeres no son Homeros con basquiñas y enaguas y Virgilios con moños, por lo menos, tienen el alma y las potencias y los sentidos como los hombres.
    • 1647-1649 Zayas Sotomayor, M. Desengaños amorosos [1950] 219 Esp (CDH )
      [...] Cuando no traían / fregonas ni damas / guardainfantes, moños, / guardapiés y enaguas; / Cuando los galanes / calzaban abarcas, / no medias de pelo, / que estén abrasadas... [...]. /
    • c1650 Solís Valenzuela, P. Desierto prodigioso [1977-1985] I, 235 Co (CDH )
      / Assí también el botón, / prissión verde o calabozo / de nácares y carmines, / con magestad y decoro, / vn día pon poca herida / da de rosicler asomos; / otro desañuda lazos, / otro se esparrama, y otro / rojas desdoblando enaguas / de púrpura el talle ayroso / ostenta, y acaba en rosa / lo que enpezó por cogollo.
    • 1650 Anónimo Inventario bienes Antonio Verdugo (Bercial de Zapardiel, Ávila) Esp (CorLexIn)
      Unas enaguas de damasco carmesí y blanco, con dos guarniçiones de oro fino aforradas en tafetán açul. Una ropa de terçiopelo negro de labor menuda a lo antiguo.
    • 1630-1655 Polo Medina, S. J. Poesía [1987] 125 Esp (CDH )
      / Esta excepción de la muerte, / esta vida diptongada, / éste, que con las valonas / aun porfía en calzas altas; / éste, pues, por sus pecados, / quiere a una niña de plata, / de éstas de cotilla de oro / y de tabí las enaguas.
    • 1655 Anónimo Carta dote J. Pz Soto y E. Bocángel Docs casa Bocangelina (1562-1710) Esp (CDH )
      Vnas enaguas de bayeta en veinte y quatro reales.
    • 1656 Quirós, F. B. Aventuras Fruela [1984] Esp (CDH )
      Vino don Julio, hizo la seña; ella, viendo que su esposo daba tributo a Morfeo, fuese a levantar y no pudo y como reconoció que la había cosido la camisa a la dél, dijo: «Entre bobos anda el juego», y se fue saliendo de la camisa por los pies, y, en carnes, fue a buscar las enaguas para cubrirse.
    • 1656 Quirós, F. B. Aventuras Fruela [1984] 106 Esp (CDH )
      Ella salió a la ventana y conoció en la voz a su marido; se puso aprisa unas enaguas de cotonía blanca, plegadas por encima de los hombros, y un pañuelo blanco en la cabeza, por el sereno, atado debajo de la barba, y bajó así a abrir la puerta.
    • 1660 Zabaleta, J. Día fiesta tarde [1983] 404 Esp (CDH )
      Sale en enaguas y justillo, vase al sitio determinado para la reformación, siéntase en una almohada pequeña, arrímale la criada un espejo hendido a un taburete bajo, abre ella una arquilla que tiene a la mano derecha, y saca de ella más aderezos de engañar los ojos que un jugador de manos de la bolsa ceñida.
    • 1660 Zabaleta, J. Día fiesta tarde [1983] Esp (CDH )
      Las enaguas de jerguilla verde, con tres guarniciones anchas matizadas y baratas.
    • 1661 Comenius, J. A. Janua linguarum Esp (NTLLE)
      camisa || El [vestido] más vsual y común de nuestros tiempos es la camisa, la almilla o camisuela, vn rodapiés, manteo o enaguas, vna cofia, vna toquilla de dormir, vn peinador de lienço, vn bonete que remata en punta, vn tocado como trunfa [sic] o turbante, si ya no son los periquitos que en otra edad se vsaron, las vasquiñas y ropa, guantes, calcetas, bueltas de manos o puños cenogíes, çapatos con suelas, rostros y cintas, zuecos, chinelas, abarcas o galochas de madera, chapines, pantuflos y alcorques, como también las botinas que hazen y se ajustan a vno y otro pie.
    • 1663 Calderón de la Barca, Pedro Entremés de la Pedidora [1984] Esp (CDH )
      Inés "Al hijo de vecino, / cuyo amor es tan fino, / que excede a todos, que es amante sumo, / cuatro piezas para el de puntas de humo / item, en cinco al portugués finchado, / un justillo a su gusto sazonado; / dicho día al Doctor unas enaguas; / al Capitán en seis, se hizo demanda / de una pieza de holanda; / y al Tratante, que se entra a caballero, / se le notificó diese un vaquero.
    • 1663 Carvajal Saavedra, M. Navidades [1993] 180 Esp (CDH )
      / No usaba el Erimanto / que tapasen las caras con el manto: / enaguas no llevaban, / guardainfantes tampoco los usaban; / cartones ni guedejas / con que se remozan tantas viejas; / galones no traían, / ni ponleví al zapato le añadían: / todo era carne pura, / que todo lo demás es gran locura.
    • 1663 Carvajal Saavedra, M. Navidades [1993] 219 Esp (CDH )
      / Era el folio primero / un airoso vaquero, / sayuelo guarnecido / de oro entre sedas, bien entretejido, / y pollera de lama / más vistosa que pintan a la Fama; / sin guardainfante estaba, / que entonces no se usaba; / enaguas tres traía / de delgado cambray de cotonía / y ormesí otros dos pares, / con airones, con lazos y alamares, / estas a un lado, y el cambray tendido, / voy al último velo que perdido.
    • 1663 Carvajal Saavedra, M. Navidades [1993] 220 Esp (CDH )
      / ¡Jesús, y qué ignorancia / el pintar los paisajes no de Francia! / Aunque países bajos, / estos son arrendajos / de lo que otros refieren, / mi modestia disculpen si quisieren, / o si no a troche moche / haré el pintar la noche, / y la miel en los labios, / enmendaré, si quiero, estos resabios; / mas importa muy poco / que me tengan por loco, / profano e impúdico, / y no quiero poner el punto en pico; / entre puntas y encajes, / de enaguas los embajes / percibí noguerado, / pequeña proporción y bien formado, / un botón de mosqueta / que adornaba curiosa una roseta / blanca, que parecía, / que el pico del botón la desprendía.
    • 1667 Combés, F. HMindanao y Joló [1897] Fi (CDH )
      Por cobijas ó mantos echan telas de preciosas sedas, y tal vez de oro, que llaman Patolas, genero muy vistoso, y rico; y para lo ordinario en las salidas de casa vsan todas de cobijas negras bien largas; con que en parte templan la fealdad, y suma indecencia del trage, que de si es, no se si mas feo, que deshonesto en el saco referido, que les sirue de sayas, y enaguas, sin que en esto haga variedad, ni el estado, ni la calidad, ni la ostentacion.
    • 1668 Calle, Francisco de la Entremés de los valientes encamisados [1984] Esp (CDH )
      Paredes Digo, señores valientes: / yo he menester las espadas / dagas, ropillas, calzones, / los sombreros y las capas, / y de sus daifas también / los vestidos, las enaguas / porque quiero ver si tienen / todos buena ropa blanca.
    • 1676 Anónimo Testamento L. Urbina Pimentel Documentos Bocangelina (1562-1710) Esp (CDH )
      Es mi voluntad se den a Doña Maria de la Concepcion mi criada todos mis vestidos y rropa blanca del adorno de mi persona como son camisas enaguas justillos y un bistido nuebo que tengo de rassilla excepto vn manto nuebo que tengo que reseruo para ayuda al funeral de mi entierro.
    • 1679 Abarca Bolea, A. F. Vigilia y octavario SJuan Baptista [1994] 102 Esp (CDH )
      Resistióse la honesta doncella a esta petición, sobre la cual hubo grandes controversias entre los dos, hasta que, muy colérico, Lisardo dijo se saldría sin hacella ningún remedio; y, viéndole con tanta resolución, la afligida señora se desnudó, hasta quedar en cuerpo de camisa y unas enaguas, con lo cual se contentó Lisardo y, atando a Casandra fuertemente en la escalera con los cordeles comenzó a dalla cruelísimos azotes con unas correas muy anchas.
    • 1708 Sobrino, F. Diáls nuevos EspFranc Esp (NTLLE)
      las enaguas, une jupe blanche de fine toile garnie de dentelles, que les femmes portent dessus la chemise.
    • 1717 Dote Salvadora Pastor Carta de dote de Salvadora Pastor (Orihuela, Alicante) Esp (CorLexIn)
      Ytten, vna sábana delgada, en vna libra. Ytten, tres pares de manteles de cordonico, vna libra y siete sueldos. Ytten, unos manteles de masa, vna libra y quatro sueldos. Ytten, vn pieza de seruilletas de lino y estopa, dos libras y ocho sueldos. Ytten, otra pieza de servilletas de lino con lino, quatro libras diez y seis sueldos. Ytten, vna camisa delgada y unas enaguas delgadas, tres libras y diez sueldos.
    • 1727-1728 Torres Villarroel, D. Visiones [1991] Esp (CDH )
      Con su maleta de tafetán a las ancas del pescuezo, venía por este camino un mozo puta, amolado en hembra, lamido de gambas, muy bruñidas las enaguas de las manos; más soplado que orejas de juez, más limpio que bolsa de poeta, más almidonado que roquete de sacristán de monjas y más enharinado que rata de molino; hambriento de bigotes, estofado de barbas, echados en almíbar los mofletes; tan ahorcado del corbatín, que se le asomaba el bazo a la vista, imprimiendo un costurón tan bermejo en los párpados, que los ojos parecían siesos. *
    • 1727-1728 Torres Villarroel, D. Visiones [1991] Esp (CDH )
      Por no mancharse en el bufete los encajes de la vuelta, que son enaguas de las manos, dejan de firmar un despacho en cuya expedición pronta consiste la quietud de una ciudad o la felicidad de una armada.
    • 1732 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      ENAGUAS. s. f. Género de vestido hecho de lienzo blanco, á manéra de guardapiés, que baxa en redondo hasta los tovillos, y se ata por la cintúra, de que usan las mugéres, y le trahen ordinariamente debaxo de los demas vestidos.
    • 1740 Cañizares, J. Anillo Giges [1983] Esp (CDH )
      PaletillaSi le ahorcas, / despáchale pronto.SumesfuitPor / las enaguas de la luna / y por el pañal del sol, / que habléis por mí. Filocles y ArsidasNo podemos.TamborVejete, no hay remisión.SumesfuitPues, suéltame por un rato, / manazas de amolador.
    • 1748 Ulloa, A. Viaje Perú [1990] Pe (CDH )
      130 La moda del trage, bien diferente del de Europa y que le hace tolerable el uso de aquel país por mas que á los españoles parezca al principio poco decoroso, se reduce al calzado, la ropa interior de camisa y fustán, que en España se dice enaguas blancas, un faldellin abierto y un jubon blanco en el verano ó de tela en el ibierno; algunas, aunque pocas, agregan á esto un ajustadorcillo al cuerpo porque aquel queda suelto.
    • 1758 Isla, J. F. Fray Gerundio [1992] 201 Esp (CDH )
      Y, a la verdad, mirada la cosa con ojos serenos y sin pasión, un disciplinante con su cucurucho de a cinco cuartas, derecho, almidonado y piramidal, su capillo a moco de pavo con caída en punta hasta la mitad del pecho (pues, ¿qué si tiene ojeras a perspunte, rasgadas con mucha gracia?), con su almilla blanca de lienzo casero, pero aplanchada, ajustada y atacada hasta poner en prensa el pecho y el talle; dos grandes trozos de carne momia, maciza y elevada que se asomaban por las dos troneras rasgadas en las espaldas, divididas entre sí por una tira de lienzo que corre de alto a bajo entre una y otra, que, como están cortadas en figura oval a manera de cuartos traseros de calzón, no parece sino que las nalgas se han subido a las costillas, especialmente en los que son rechonchos y carnosos; sus enaguas o su faldón campanudo, pomposo y entreplegado.
    • 1758 Isla, J. F. Fray Gerundio [1992] 202 Esp (CDH )
      Contémplese finalmente cómo empieza a brotar la sangre, que en algunos, si no es en los más, parecen las dos espaldas dos manantiales de pez, que brotan leche de empegar botas; cómo va salpicando las enaguas, cómo se distribuye en canales por el faldón, cómo le humedece, cómo le empapa hasta entraparse en los pernejones del pobre disciplinante.
    • 1758 Isla, J. F. Fray Gerundio [1992] 538 Esp (CDH )
      Era esta fiesta de penitentes dedicada al dios Tlaloc «dios de las lluvias»... Y más abajo: Los que tenían el oficio de hacer xuchiles o ramilletes entre año, llamados xochimanque, festejaban en la tercera edad a la diosa Cibualticue, que es lo mismo que decir «enaguas de mujer» o, por otro nombre, Coatiatona «diosa de los mellizos».
    • 1758 Isla, J. F. Fray Gerundio [1992] Esp (CDH )

      »Estas dos especies tengo apuntadas en mi cuaderno y encomendadas a mi memoria, y ¿me andaba yo aporreando los cascos por encontrar otras que se adaptasen a las circunstancias principales del asunto? ¿Dónde las había de hallar más exquisitas? ¿Dónde más nuevas? ¿Dónde más cortadas al talle del intento?: Aquí tengo esterilidad de la tierra por falta de agua; aquí tengo a Tlaloc, dios de las lluvias; aquí tengo una procesión de penitentes de sangre y no menos que en el mes de hueytozoztli, que es el mismísimo mes de abril en que nos hallamos y en que se ha de celebrar nuestra procesión; aquí tengo xuchilesy xochimanques, esto es, los que hacían ramilletes o ramales, que allá se va todo y es bien corta la diferencia; aquí tengo Coatlatonao enaguas de mujer, cosa tan precisa para que se vistan los penitentes; y, en fin, aquí tengo una India, y ya no me trueco ni por cuarenta fray Blases ni por cuantos autores de Florilogiospuedan producir las dos Extremaduras.

    • 1758 Isla, J. F. Fray Gerundio [1992] Esp (CDH )

      Allí veréis que el irritado Tlaloccontinúa las señas de su enojo en el mes de hueytozotli, que corresponde al de abril en que nos hallamos; y, negando en él la agua, por los pecados de aquellos infelices, arrepentidos éstos, aumentan las penitencias y se sacan sangre hasta correr por el suelo al rigor de los xuchiles(esto es, a la violencia de los ramales), empapando en ella a la diosa Cibualticue, que es tanto como la diosa de las enaguas; [...].

    • 1758 Isla, J. F. Fray Gerundio [1992] Esp (CDH )
      La de Saturno vale un millón, la de Baco se debe engastar en oro, lo de Júpiter Amón y Pascual Carnero con aquel retorquecillo del Cordero Pascual no hay preciosidades con que compararlo; y, en fin, todo aquel pasaje de los penitentes americanos con enaguas, ramales y pelotillas, los dioses en cuyo obsequio hacían las penitencias, con sus pelos y señales, el motivo de ellas y hasta la oportunidad de los meses en que las hacían todo es un conjunto de divinidades.
    • 1768 Cruz, R. Fandango candil [1990] 165 Esp (CDH )
      Mariana / Dila, * tú que digan palabra; / verás qué presto me limpio / los mocos con sus enaguas.
    • 1772-1773 García Huerta, V. Loa Comedia 559 Loas Esp (CDH )
      ROSAURA / No hay más caso, / que el que uno de ustedes puesto / de enaguas y bisoñé, / cotilla, tontillo y vuelos / supla mi papel.
    • 1784 Arroyal, L. Epigramas [1784] Esp (CDH )
      Al ir á saltar las aguas / del Zurguen la bella Ines, / quiso mostrarnos los pies, / y echó á volar las enaguas.
    • 1787 Terreros Pando, E. DiccCastVocesCienciasArtes (NTLLE)
      ENAGUAS, especie de abrigo de lienzo, que usan las mujeres sobre la camisa, y debajo del zagalejo.
    • 1791 RAE DRAE 3.ª ed. (NTLLE)
      ENAGUAS. [...] Vestidura que usan las mugeres y cubre desde la cintura, donde se ata, hasta los pies. En algunas provincias solo dan este nombre de ENAGUAS á las que se hacen de lienzo blanco, y sirven interiormente debaxo de los guardapieses; pero en otras partes llaman á estas enaguas blancas, y entienden por enaguas toda especia de guardapies como no sea negro, que entónces se llama saya, ó basquiña.
    • 1816-1817 Schz Barbero, F. Diáls satíricos Poesías Esp (CDH )
      paidófilo . / ¡Demonios! ¿Fueron hembras ó varones? / ¿Súcubos, ó debajo, con enaguas; / Incubos, ó bien sobre, con calzones? / ¿Hiciéronlos tal vez en el invierno, / Atizando las fraguas?...
    • 1820-1823 Miñano, S. Sátiras [1994] 188 Esp (CDH )
      Llena la cabeza de estas ideas, volvía luego a salir muy de prisa a ayudar a coser unas enaguas a la marquesita de tal.
    • 1816-1827 Fdz Lizardi, J. J. Periquillo Sarniento [1997] Mx (CDH )
      Pasamos a registrar y ver el estado de la demás ropa, y observé que el compañero no se equivocó en haberla creído buena, porque la camisa era muy fina, las enaguas blancas lo mismo; tenía unas enaguas exteriores casi nuevas de fino cabo de China, * un ceñidor de seda, un pañuelo de cambray, un rosario con su medalla que me quedé sin saber de qué era, y sus buenas medias de seda.
    • 1849 Fernán Caballero Gaviota [1997] Esp (CDH )
      Un enorme y lanudo perro blanco, llamado Palomo, de la hermosa casta del perro pastor de Extremadura, dormía tendido cuan largo era, ocupando un gran espacio con sus membrudas patas y bien poblada cola, mientras que Morrongo, corpulento gato amarillo, privado desde su juventud de orejas y de rabo, dormía en el suelo, sobre un pedazo de la enagua de la tía María. *
    • 1849 Fernán Caballero Gaviota [1997] Esp (CDH )
      — ¡Dios nos asista! —exclamó Rosa Mística, poniéndose las terceras enaguas—.
    • 1853 Domínguez, R. J. DiccNacional (S) (NTLLE)
      ENAGUOTAS. Las enaguas disformes.
    • 1851-1855 Mármol, J. Amalia [2000] Ar (CDH )
      Un momento después un ruido como el que hace el papel de una pandorga cuando acaba de secarse al sol, y el niño lo sacude para ver si está en estado de pegarse al armazón, anunció a Daniel que las enaguas de doña Marcelina venían caminando a par de ella por el gabinete contiguo.
    • 1847-1857 Valera, J. Correspondencia [1913] Esp (CDH )
      Todos tienen aquí por cierto que durante el invierno están tan desabrigadas y poco confortables las habitaciones de Madrid, que hasta las señoras más aristocráticas se ven obligadas á colocarse una olla con carbón encendido debajo de las enaguas.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      La ilustre novia de la montaña había echado un empréstito demasiado fuerte en las haciendas y en la parroquia, por medio del cual había recogido seis camisones de zaraza, seis enaguas interiores, seis pañolones, algunos pañuelos y medias, sortijas y zarcillos; pero no halló ni un solo par de zapatos a la medida de su pie, porque los de las señoritas Juanita y Clotilde eran pequeños, que no le sirvieron ni para calzarse el dedo gordo del pie derecho, muy abultado a consecuencia de los uñeros que había padecido en el trapiche.
    • 1860 Cisneros, L. B. Julia [2003] 133 Pe (CDH )
      Llevaba un traje de seda azul oscuro, guarnecido por tres bobos bordados de terciopelo negro que, suspendidos, dejaban ver tras de sí el ancho y rico encaje de la enagua.
    • 1864 Anónimo Saber vivir El Cascabel, agosto de 1864 Esp (CDH )
      Es don Zutano un hombre muy arregladito, que no gasta ni un ochavo mas de lo estrictamente preciso, que no presta á un amigo un duro, porque dice que perderia el amigo y el duro, y este es lo que sentiria perder, que no se ha casado porque no le coma la mujer un lado, y temiendo la ingratitud de los hijos, que cuando vá el café ó al teatro procura, siempre que sea á costa del prójimo, y si no es así no vá, que busca, inquiere, averigua y brujulea dónde hay ropa hecha mejor y mas barata, y no se espone á coger una pulmonía por nada de este mundo, y por nadie es capaz de salir cuando hace calor, y tiene un amigo médico que le cure de balde si cae enfermo, que hace, si á mano viene, el amor á la patrona, y hasta le dá esperanzas, que es lo único de que se desprende, con el solo fin de que le ponga algún que otro principio estraordinario, y le eche algun que otro choricillo en el cocido, y lo reserve el gabinetito empapelado que dá á la calle, y procure sacar del bolsillo de los otro s huéspedes los intereses que pierde con tenerle á él en el susodicho gabinete que dá á la calle por menos de lo que pagan los otros huéspedes, que están en gabinetes que dan á un patio estrecho, por donde no pasan más que las criadas que bajan por agua al pozo, es decir, del pozo, y las que salen á las ventanas á tender las camisas de once varas, de mujer, y los pañales de los infantes, y los calzoncillos remendados de los señores y los señoritos, y las enaguas huecas y almidonadas de las señoras y las señoritas.
    • 1870 Pereda, José María de La mujer del ciego Esbozos y rasguños Esp (CDH )
      – Con el barro, se luce una bota hecha ad hoc en Francia; sobre el polvo, se arrastran unas enaguas que harian la fortuna de un pobre; con el frio, se ostentan las ricas pieles y el pesado terciopelo; con el calor, las gasas leves; de noche, el abrigo fantástico; en el duelo, la mantilla de encajes, el rosario de gruesos corales, ó las doradas cifras del devocionario relié en oloroso cuero; en el baile, en los salones... ¡Oh, aquí todos los recursos de la fortuna, de la naturaleza y de la coquetería! – Esta mujer no existe solamente en los grandes centros de la elegancia; existe tambien en la más humilde capital de provincia.
    • 1871 Pereda, J. M. Tipos y paisajes [1989] Esp (CDH )
      En cuanto al planchado de las enaguas, ocurre una vez cada semana y le hacen las chicas, que no quieren privarse ni de sus paseos ni de sus otros placeres cotidianos, a las altas horas de la noche del sábado.
    • 1871 Pereda, J. M. Tipos y paisajes [1989] Esp (CDH )
      A lo mejor se presenta descalzo, o en camisa, en medio de la sala, pidiendo, por ejemplo, el cordel de su trompa, empeñándose en que alguna de sus hermanas se le ha cogido para amarrarse las enaguas; trata a sus tertulianos a la baqueta; les dice que se larguen a la calle porque quiere cenar; les cuenta que la cena no tiene arte ni sustancia, y que sus hermanas no piensan más que en emperejilarse, y que no tienen más camisa que la puesta y otra, y que a veces andan a la greña porque se disputan el único refajo decente que hay en casa, y que rabian por casarse, y que por algo su papá no quiere parar en casa... ¡qué sé yo! porque aquel bárbaro, en cuanto se enfada, no tiene atadero y cuenta lo que sabe y hasta lo que presume.
    • 1871 Pereda, J. M. Tipos y paisajes [1989] Esp (CDH )
      Doña Escolástica, recogida la falda de su vestido sobre la atadura del delantal, descubiertos hasta el codo sus brazos, luciendo unas enaguas de muletón bajo las cuales asomaban un par de rollizas pantorrillas envueltas en unas medias caseras de mezclilla de algodón; abierta, a guisa de pantalla, delante de la cara, la mano izquierda, y con una cuchara de palo en la derecha, se hallaba en la cocina delante del fogón.
    • 1871 Pz Galdós, B. Audaz [2003] Esp (CDH )
      — ¿Qué armas? —preguntaron algunos, creyendo que la Pintosilla iba a sacar un par de pistolas de debajo de sus enaguas.
    • 1845-1874 Sarmiento, D. F. Facundo [1993] Ar (CDH )
      Hay más todavía: Facundo en persona vende camisas, enaguas de mujeres, vestidos de niños, los despliega, los enseña y agita ante la muchedumbre: un medio, un real, todo es bueno; la mercadería se despacha, el negocio está brillante; faltan brazos, la multitud se agolpa, se ahoga en la apretura.
    • 1862-1875 Blest Gana, A. Martín Rivas [1983] Ch (CDH )
      Ella vestía una bata blanca con el cinturón suelto como el de las elegantes romanas, sobre un delantal bordado, en cuya parte baja, llena de calados primorosos, se veía la franja de valenciennes de una riquísima enagua.
    • 1862-1875 Blest Gana, A. Martín Rivas [1983] Ch (CDH )
      — Mira, hijo, te llevas mis enaguas —le gritaba doña Engracia, que, habiendo prendido una luz, se hallaba al pie de la cama replegando su pudor en la poquísima ropa que la cubría.
    • 1862-1875 Blest Gana, A. Martín Rivas [1983] Ch (CDH )
      Con el auxilio de la luz vio don Dámaso en efecto, que, sin saber cómo, se había echado sobre los hombros las enaguas de su consorte, y queriendo deshacerse de ellas con gran prisa, las arrojó desatentado a la cabeza de doña Engracia, que, por pescarlas al vuelo con una mano, mientras que con la otra sostenía sobre el seno los pliegues de la camisa, dio un manotón a la vela, que cayó apagándose en la alfombra.
    • 1862-1875 Blest Gana, A. Martín Rivas [1983] Ch (CDH )
      Por fin, encendióse nuevamente la vela, halló don Dámaso sus botas, se puso doña Engracia las enaguas y se calmó Diamela, acostándose en la cama que habían dejado sus amos.
    • 1875 Palma, R. Tradiciones peruanas III [1967] Pe (CDH )
      Y semejante a las brujas de Macbeth, asomó por el ventanillo un escuerzo en enaguas, con un rostro adornado por un par de colmillos de jabalí que servían de muleta a las quijadas, como dijo Quevedo.
    • 1878 Pereda, J. M. El buey suelto [1990] 464 Esp (CDH )
      Y cuando los que van detrás se disponen a seguirle, una mujer en enaguas lanza un grito, y abalanzándose a la puerta, ciérrala con ira, mientras la voz de un hombre suelta una blasfemia en francés desde el fondo de aquel misterio inexplorado.
    • 1878 Pz Galdós, B. Familia León Roch [2002] I, 114 Esp (CDH )
      y también vio unas manos metidas en bolsillos, y unos pies de mujer cuyas puntas apenas asomaban bajo las enaguas que en forma de pantalones, cubrían sus delgadas piernas; un cuerpo sin curvas, sin formas, sin donaires, como armadura hecha para la ropa; un traje de mañana rayado de arriba abajo; una corbata graciosamente anudada; un bastón que salía vertical de uno de los bolsillos, y una pomposa flor clavada sobre el pecho como el mango de un puñal cuando se acaba de consumar el asesinato.
    • 1876-1880 Zugasti Sáenz, J. Bandolerismo [1983] Esp (CDH )
      No es posible pintar el maravilloso y seductor efecto, que produjo aquella mujer aérea como una sílfide, con una mano en la cintura, mientras que con la otra llevaba graciosamente recogidas las faldas de su vestido, dejando ver las randas y bordados de sus blanquísimas enaguas, y pomponeándose gallardamente con galana ufanía en rapidísimo y fantástico giro al rededor de los atónitos circunstantes.
    • 1881 Pardo Bazán, E. Viaje novios [2002] 72 Esp (CDH )
      Cada vez que el cuerpo de Lucía entraba en la zona luminosa, despedían áureo destello los botones de cincelado metal, encendiéndose sobre el paño marrón del levitín, y se entreveía, a trechos de la revuelta falda, orlada de menudo volante a pliegues, algo del encaje de las enaguas, y el primoroso zapato de bronceada piel, con curvo tacón.
    • 1881 Pardo Bazán, E. Viaje novios [2002] Esp (CDH )
      Arrugada la blanca enagua, se insubordinaba bajo el vestido de paño; un lazo de un zapato se había desatado, flotando y cubriendo el empeine del pie.
    • a1883 Alarcón, P. A. La granadina Viajes por España Esp (CDH )
      De todos modos, la elegancia rural consiste en colgarse cuantos refajos y enaguas se poseen, aunque sean cincuenta.
    • 1883 Palma, R. Tradiciones peruanas V [2003] Pe (CDH )

      La noticia de la rebelión de las monjitas contra su obispo voló en el acto de boca en boca, y la mitad del vecindario tomó partido por ellas, acusando de arbitrarios al diocesano y al corregidor; pues alma viviente, calzas o enaguas, no podía quebrantar la clausura sin consentimiento del provincial de San Francisco.

    • 1883 Pardo Bazán, E. Tribuna [1995] Esp (CDH )
      Al punto salió rápidamente del dormitorio o cuchitril contiguo una mozuela de hasta trece años, desgreñada, con el incierto andar de quien acaba de despertarse bruscamente, sin más atavíos que una enagua de lienzo y un justillo de dril, que adhería a su busto, anguloso aún, la camisa de estopa.
    • 1883 Pardo Bazán, E. Tribuna [1995] Esp (CDH )
      En el páramo de Solares, que separa el barrio de Arriba del de Abajo, * pasaban lances cómicos: capas que se enrollaban en las piernas y no dejaban andar a sus dueños, enaguas almidonadas que se volvían hacia arriba con fieros estallidos, aguadores que no podían con la cuba, curiales a quienes una ráfaga arrebataba y dispersaba el protocolo, señoritos que corrían diez minutos tras de una chistera fugitiva, que, al fin, franqueando de un brinco el parapeto del muelle, desaparecía entre las agitadas olas... Hasta los edificios tomaban parte en la batalla; aullaban los canalones, las fallebas de las ventanas temblequeaban, retemblaban los cristales de las galerías, coreando el dúo de bajos, profundo, amenazador y temeroso, entonado por los dos mares: el de la bahía y el del Varadero.
    • 1884 Picón, J. O. Hijastra amor [2003] Esp (CDH )
      Tenía las medias no muy limpias y caídas sobre zapatitos de cabra despellejados por el roce, uno sin cintas y otro con ellas colgando desatadas; las enagüillas eran antes grises que blancas, y las manchas andaban repartidas por igual en todo el traje, alternando con corcusidos y sietes.
    • 1884 Picón, J. O. Hijastra amor [2003] Esp (CDH )
      Le pusieron unas enagüillas bordadas, llenas de encajes menudos, que a cada movimiento parecían entreabrirse como una ola de espuma; un vestido de raso azul claro, guarnecido de lacitos blancos estrechos, que se rizaban al menor soplo del aire, y un sombrerito, blanco también, con cintas de raso azul; botitas blancas de cabritilla, guantecitos de seda y un manguito proporcionado a su estatura completaban el traje.
    • 1884 Picón, J. O. Hijastra amor [2003] Esp (CDH )
      las ropas cayeron de golpe, produciendo un ruido sordo de cosa húmeda y pesada, y al quedarse en enaguas mostró la chambra empapada en agua y pegada sobre la piel del cuello y de los hombros.
    • 1884 Pz Galdós, B. Bringas [1994] 276 Esp (CDH )
      Un libro de cuenta de lavandera estaba abierto sobre el velador, mostrando apuntes de letra de mujer: Chambras, 6; enaguas, 14, etc. El velador era de hierro con barniz negro y flores pintadas.
    • 1884-1885 Clarín Regenta [1990] I, 135 Esp (CDH )
      El taconeo irrespetuoso de las botas imperiales, color bronce, que enseñaba Obdulia debajo de la falda corta y ajustada; el estrépito de la seda frotando las enaguas; el crujir del almidón de aquellos bajos de nieve y espuma que tal se le antojaban a don Saturno, quien los había visto otras veces; hubieran sido parte a despertar de su sueño de siglos a los reyes allí sepultados, a ser cierto lo que el arqueólogo dijo respecto del descanso eterno de tan respetables señores.
    • 1884-1885 Clarín Regenta [1990] Esp (CDH )
      Aseguraba que tenía un pie bonito y una pantorrilla mucho mejor de lo que podría esperarse; pero calzaba mal... y enaguas y medias dejaban mucho que desear... ya se le entendía.
    • 1884-1885 Clarín Regenta [1990] I, 330 Esp (CDH )
      Y como ella no hace lo que esa otra —apuntaba con el dedo pulgar hacia atrás, donde se oía el cuchicheo de Paco y Obdulia—, como Ana jamás se aprieta con cintas y poleas las enaguas y la falda... ni se embute... ¡Si la vieras!
    • 1884-1885 Clarín Regenta [1990] Esp (CDH )
      Ella azotaba la lana con vigor y la falda subía y bajaba a cada golpe con violenta sacudida, dejando descubiertos los bajos de las enaguas bordadas y muy limpias, y algo de la pantorrilla.
    • 1884-1885 Clarín Regenta [1990] Esp (CDH )
      Si entraban raudales de luz y aire fresco, salían corrientes de alegría, carcajadas que iban a perder sus resonancias por las calles solitarias de la Encimada, ruido de faldas, de enaguas almidonadas, de manteos crujientes, de sillas traídas y llevadas, de abanicos que aletean... Lo mejor de Vetusta llenaba el salón y el gabinete.
    • 1884-1885 Clarín Regenta [1990] Esp (CDH )
      Se equivocó el hombre de mundo; creyó que la emoción acusada por aquel respirar violento la causaba su gallarda y próxima presencia, creyó en un influjo puramente fisiológico y por poco se pierde... Buscó a tientas el pie de Ana... en el mismo instante en que ella, de una en otra, había llegado a pensar en Dios, en el amor ideal, puro, universal que abarcaba al Creador y a la criatura... Por fortuna para él, Mesía no encontró, entre la hojarasca de las enaguas, ningún pie de Anita, que acababa de apoyar los dos en la silla de Edelmira.
    • 1884-1885 Clarín Regenta [1990] Esp (CDH )
      La del Banco, como pajarita de las nieves, saltaba de piedra en piedra, esquivaba los charcos, y de paso, dejaba ver el pie no mal calzado, las enaguas no muy limpias, y a veces algo de una pantorrilla digna de mejor media.
    • 1884-1885 Clarín Regenta [1990] Esp (CDH )
      La escoba almidonada de enaguas y percal engomado dejó su rastro de rayas sinuosas y paralelas grabado en la arena.
    • 1885 Pardo Bazán, E. Cisne Vilamorta [1885] Esp (CDH )
      — Almidonando unas enaguas.
    • 1885 Pardo Bazán, E. Cisne Vilamorta [1885] Esp (CDH )

      — ¡Vaya! Sí, señora: ahí vendrá todo, todito: el miriñaque ó como se llame eso que abulta detrás, los zapatos, las enaguas y hasta el colorete...

    • 1885 Pardo Bazán, E. Cisne Vilamorta [1885] Esp (CDH )
      A los dos minutos se separaron de golpe, y con algunos complicados ejercicios de tobillo y algunas vueltas rápidas que arremolinaron las enaguas de Teresa, acabó la riveirana y estalló en la sala un motín de aplausos.
    • 1886 Clarín Pipá [1995] Esp (CDH )
      Llevaba la comadre en una cesta muy ancha varias enaguas, muy limpias y almidonadas, con puntilla fina para el guardapiés: con la indignación vino de la cabeza a la tierra la cesta, que se deshizo de la carga, rodando todo sobre la nieve.
    • 1886 Clarín Pipá [1995] 214 Esp (CDH )
      Desde la alcoba donde se está mudando las enaguas y toda la ropa interior, habla con su padre, que se pasea muy satisfecho por la salita única de la casa.
    • 1886 Pardo Bazán, E. Pazos [1987] Esp (CDH )
      Una mañana entró Sabel a la hora de costumbre con las jarras de agua para las abluciones del presbítero, que, al recibirlas, no pudo menos de reparar, en una rápida ojeada, cómo la moza venía en justillo y enaguas, con la camisa entreabierta, el pelo destrenzado y descalzos un pie y pierna blanquísimos, pues Sabel que se calzaba siempre y no hacía más que la labor de cocina y ésa con mucha ayuda de criadas de campo y comadres, no tenía la piel curtida, ni deformados los miembros.
    • 1886 Pardo Bazán, E. Pazos [1987] 262 Esp (CDH )
      Al cabo se oyó en el corredor crujido de enaguas almidonadas: la señora jueza entró, sofocada y compuesta de fresco, según claramente se veía en todos los pormenores de su tocado: acababa de embutir su respetable humanidad en el corsé, y sin embargo no había logrado abrochar los últimos botones del corpiño de seda: el moño postizo, colocado a escape, se torcía inclinándose hacia la oreja izquierda: traía un pendiente desabrochado, y no habiéndole llegado el tiempo para calzarse, escondía con mil trabajos, entre los volantes pomposos de la falda de seda, las babuchas de orillo.
    • 1886 Puiggarí Llobet, J. Iconografía traje [2002] 219 Esp (CDH )
      Las mozas en particular, bajo su liviano traje de enagüillas, corpiño y camisa bien mangueada, y sus trenzas colgantes, llenas de vistosos lazos, ofrecían un atractivo especial, realzado por su misma sencillez.
    • 1886 Puiggarí Llobet, J. Iconografía traje [2002] Esp (CDH )
      Luis XV con las Dubarry y Pompadour, y después María Antonieta, bajo el doble título de reina legítima, y reina de la hermosura y del lujo, aceleraron el movimiento revolucionario, con las últimas demasías en vestiduras y peinados, hinchazones y abultamientos, hasta que, no pudiendo dar más tono al traje de lujo, se lo dieron al de negligé, vistiendo de aldeanas y lecheras fantásticas, cubriéndose con enagüillas volanteadas y delantal, sin pollera, y unos casaquines cruzados, de manga entera y prolijas haldetas.
    • 1886 Puiggarí Llobet, J. Iconografía traje [2002] Esp (CDH )
      Pertrechadas interiormente de corsé o cotilla, brial, zagalejo o enaguas, sacaban las señoras vestido entero, ya de bata, deshabillé, polonesa, etc., ya de cuerpo y falda exentos, siendo los cuerpos más estilados, jubón, baquero (jubón de faldetas), sayo (cuerpo muy escotado), y las faldas, basquiñas y guardapiés de terciopelo, griseta, seda, muer, tisú, marlí, etc., ornadas de vuelos y volantes, flecos dobles, cabos y otros aliños; con acompañamiento de golas o marquesas de cinta y blondina, formando caídos; pulseras de una vuelta, bufandas, cintas y rosetas de cabeza, lazos de pecho y pelendengues; consistiendo sus abrigos en cabriolés, manteletas y capotones.
    • 1886 Puiggarí Llobet, J. Iconografía traje [2002] 218 Esp (CDH )
      Las enaguas asomaban en 1639, cuando fueron cercenadas polleras y faldas al ruedo máximo de cuatro varas.
    • 1885-1887 Pz Galdós, B. Fortunata [1993] Esp (CDH )
      En el mismo instante salió una mujeraza de la puerta más próxima, y agarrando a una de las niñas embadurnadas, le levantó las enaguas y empezó a darle tal solfa en salva la parte, que los castañetazos se oían desde el primer patio.
    • 1888 Acevedo Díaz, E. Ismael [1991] Ur (CDH )
      De una parte, polleras y enaguas un tanto morenas, sacudidas, dejando ver pantorrillas bien torneadas, cuando no tiesas cachilas enfundadas en medias de algodón crudo, o gruesas gambas desnudas a la vez que arqueadas en vaivén sostenido y airoso; de la otra parte chiripáes flotantes, pieles de potro rascando el suelo, zancajos al descubierto con espuelas de grandes rodajas que sembraban rayuelas en la tierra, cuerpos flexibles adornados de cintos cuyas monedas de plata o botones de bronce difundían ruidos de cascabeles, y largas melenas azotando los rostros trasudantes.
    • 1892 Pz Galdós, B. Tristana [1892] Esp (CDH )
      La maldita enagua estorba para eso, como para montar á caballo.
    • 1893 Clarín Señor [1997] Esp (CDH )
      Enseñaba el pie, las enaguas blanquísimas que resaltaban bajo la falda negra.
    • 1893 Pz Galdós, B. Torquemada [2002] 158 Esp (CDH )
      Dormía con enaguas, medias y una chambra, liado en la cabeza un pañuelo al modo de venda.
    • 1895 Dicenta, J. Juan José [1992] Esp (CDH )
      La lana del colchón, a puñaos hemos ido vendiéndola; miá dos pares de enaguas, las sábanas, la colcha y media docena de camisas que teníamos entre los dos, están en la casa de préstamos; su capa no la ha llevao porque no la toman; de manta nos sirve.
    • 1895 Valera, J. Juanita la Larga [1985] Esp (CDH )
      Sólo llevaba, entre el ligero vestido de percal y sobre la camisa y enaguas blancas, un justillo o corpiño, sin hierros ni ballenas; zona que bastaba a ceñir la estrecha y virginal cintura, dejando libre lo demás, que derecho y firme no había menester de sostén ni apoyo.
    • 1897 Pz Galdós, B. Misericordia [1993] Esp (CDH )

      — ¿Hiciste todo lo que te mandé? —preguntó la señora, en marcha las dos hacia la cocina. ¿Empeñaste mis dos enaguas?

    • 1897 Pz Galdós, B. Misericordia [1993] 245 Esp (CDH )
      ¿Conoce la señora ese establecimiento? / —De nombre —dijo Benina medianamente interesada en la historia. / —Pues ese sinvergüenza, tras apalear a mi hermana, nos empeñó los mantones y las enaguas. Debe usted de conocerle, porque otro más granuja no lo hay en Madrid. Le llaman por mal nombre Si Toséis Toméis... y por abreviar le decimos Toméis. / —No le conozco... Yo no me trato con gente de esa.»
    • 1901 Fdz Guardia, R. Cuentos ticos [1901] CR (CDH )
      Las mujeres muy ataviadas con sus rebozos * de seda de gayos colores, sonándoles mucho las enaguas debajo de la falda de alpaca ó de zaraza, planchadita con mucho primor.
    • 1903 Bobadilla, E. Fuego [2003] Cu (CDH )
      Las señoras no usaban corsé ni falda, a no ser que repicasen gordo, sino la camisa interior, unas enaguas de olán y un saquito de muselina, al través del cual se transparentaba el seno, por lo común exuberante y fofo.
    • 1903 Bobadilla, E. Fuego [2003] Cu (CDH )
      Apenas vio a los hombres se levantó las enaguas mostrando unas piernas cartilaginosas y un vientre de sapo.
    • 1903 Bobadilla, E. Fuego [2003] Cu (CDH )
      ¡Malditos baúles! ¡No cabe nada! ¡Nada! ¿Dónde meto estas enaguas? ¿Y estos corpiños? Y arrodillada ante el baúl, perpleja, casi llorosa, sudaba a chorros.
    • 1903 Pz Galdós, B. Duendes Camarilla [2002] 262 Esp (CDH )
      Mi padre se escondió en casa de unos boteros amigos suyos de la calle de Segovia; yo, no sabiendo qué hacerme, pues a Palacio no había de volver ni atada, pensé que no hallaría refugio mejor que el Convento, y allí me metí... Ya te contaré otro día mi vida en Jesús, donde la mayor desdicha fue hacer mi primer conocimiento con esa perra boticaria... Hoy, por completar esta historia mía palaciega, bien triste, te diré que en el Convento, andando días, supe que la noche del tocino del cielo... así marco yo aquella fecha condenada... hubo en Palacio rebullicio y mucho miedo, del cual nada me tocó, gracias a Dios, por estar yo en Getafe... Por orden del señor Mayordomo Mayor se registraron muchas viviendas del piso segundo... Porteros y azafatas, y hasta damas fueron registradas, obligándolas a enseñar el pecho y a levantarse las enaguas, mismamente como registran a las cigarreras al salir de la fábrica, por si se llevan tabaco escondido...
    • 1904 Blest Gana, A. Transplantados [1904] I, 17 Ch (CDH )
      Sentían un tardío escrúpulo de pudor al ver á la hermana soltera codeándose en el recinto de patinar con algunas cocotas que la rozaban intencionalmente al pasar, con maligno contento, haciendo flotar ondulosos los encajes de sus enaguas y dejando tras ellas perfumado el espacio, como una estela vaporosa.
    • 1904 Blest Gana, A. Transplantados [1904] I, 35 Ch (CDH )
      Algunas, deseosas de hacer admirar su lujo, se mostraban los encajes de las enaguas, el calado de las medias de seda, la nueva forma de calzado.
    • 1904 Blest Gana, A. Transplantados [1904] Ch (CDH )
      Doña Quiteria, más preocupada de sus trajes, de sus sombreros y de sus enaguas, había confesado su incompetencia ante las dos soberanas de la familia.
    • 1904 Blest Gana, A. Transplantados [1904] Ch (CDH )
      El sombrero volaba en todas direcciones al empuje de los pequeñitos pies, lanzados como proyectiles fuera del torbellino de las enaguas.
    • 1904 Blest Gana, A. Transplantados [1904] II, 93 Ch (CDH )
      Bien fuera que la condesa hubiese sentido un misterioso y apenas perceptible movimiento bajo de sus enaguas, bien que quisiese variar la postura en que se hallaba, el hecho fué que en ese instante cambió violentamente el cruzado de sus piernas, echando á rodar el banquillo en que apoyaba uno de los pies.
    • 1904 Blest Gana, A. Transplantados [1904] II, 218 Ch (CDH )
      Así se iban acumulando los vestidos de mañana, de visita, de recibo, de paseo, de pequeñas y de grandes comidas; los trajes de baile á precios locos, las capas de todas clases y modelos, los encajes, la ropa blanca en sus variadas y complicadas acepciones, las enaguas casi tan caras como los vestidos, los corsés de curvas ignoradas por la geometría, las medias de seda bordadas, caladas ó relucientes como el raso, la ropa de mesa y la de cama; las montañas de servilletas, de peinadores, de cuanto ha menester el dispendioso servicio moderno de una casa de lujo.
    • 1904 Blest Gana, A. Transplantados [1904] Ch (CDH )
      — Alteza, no mire eso, dijo Juan Gregorio al encontrarse con su compañera delante de las cajas en que se veían, plegados con arte sumo, los pantalones de finísima tela, las camisas diáfanas, subidas y de escote, las enaguas vaporosas de colores tenues, todo con profusos adornos de finos encajes.
    • 1909 Baroja, P. Zalacaín [1997] Esp (CDH )
      La patrona apareció en enaguas, y dijo, entregando a Martín una lamparilla:

      — Alumbre usted.

    • 1889-1909 Echeverría, A. J. Poesías [1953] Concherías CR (CDH )
      / Cuando a la escena / veloz te lanzas / en giros raudos, ágiles saltos / y vueltas rápidas, / entre la gasa fina y vibrante / de tus enaguas / quedan prendidas / todas las almas.
    • 1914 Arniches, C. Melquiades [1997] Esp (CDH )
      Ellos Pues vamos juntos / bajo el paraguas, / pa que te diga / con ilusión / que en los encajes / de tus enaguas / llevas prendido / mi corazón.
    • 1914 Cestero, T. M. Sangre [2003] RD (CDH )

      En el interior se oyen murmullos de voces y de ropas. Al fin se abre la puerta. Un candil aclara la habitación. La comadre, en enaguas, los recibe, y luego de un rato de conversación exploradora, concluye:

      – El hombre Juan, va a vení ahoritica.

    • 1914 Espina, C. Esfinge [1914] Esp (CDH )

      Casi todo el lujo del pequeño equipaje consiste en ropa interior: camisas y pantalones con lazos, sin estrenar, con papeles de colores que crujen, sedosos, bajo los encajes, como en los equipos de las novias burguesas; medias caladas, pañolitos bordados y menudos, enaguas finas, dos peinadores de manga corta, dos blusas áureas, elegantes y un solo vestido de luto, modesto, falda y cuerpo ajustado, sin adornos.

    • 1914 Trigo, F. Jarrapellejos [1991] Esp (CDH )
      Alzó la falda, la enagua después, y la camisa, buscando al fin entre los cendales de batistas perfumadas.
    • 1914 Trigo, F. Jarrapellejos [1991] 57 Esp (CDH )
      Si las monjas del colegio, por sistema y garantía futura de virtud enseñándola a prescindir de las limpiezas, teníanla ahora condenada a no reír, a esconder las manos con vergüenza, a no mover mucho el pescuezo en la gorguera de rizados, para no lucir con los blanquetes de la cara lo sucio del cogote y de las uñas y de los dientes amarillos..., la madre, la alcaldesa, la más que experimentada doña María del Carmen, querida del párroco don Roque, por mayor y aún más eficaz garantía de castidad, sin duda, obligándola a llevar viejas las medias y enaguas y camisas remendadas, impedíala bailar en los bailes, a la pobre, y correr con las amigas en el campo, y hasta sentarse a plena despreocupación de las cortas faldas de moda en las visitas, para no lucir las piernas y los bajos... [...].
    • 1916 Lynch, B. Caranchos [1984] 105 Ar (CDH )
      Y se acerca al patrón con la diestra tendida y crujiéndole las enaguas almidonadas bajo aquella pollera nueva de percal clarito, que se esponja sobre sus caderas ensanchándolas más todavía.
    • 1916 Lynch, B. Caranchos [1984] Ar (CDH )
      Las enaguas almidonadas crujen al removerse bajo el percal de la falda, y la cabellera negra se derrama sobre los hombros como un gran manto sombrío.
    • 1916 Lynch, B. Caranchos [1984] Ar (CDH )
      Y la puestera, cuyas enaguas almidonadas crujen al andar, entrega el mate a su visita y luego se sienta frente a ella.
    • 1918 Blasco Ibáñez, V. Mare nostrum [1998] Esp (CDH )
      Si Ferragut necesitaba buscar un objeto de su pertenencia, se perdía en el oleaje de faldas, enaguas de seda, ropa blanca, perfumes y retratos tendido sobre los muebles o encrespado en los rincones.
    • c1920 Anónimo Cuentos populares [1946] Esp (CDH )

      Y fué la hormiguita y se compró todo lo que decía con sus cinco ochavitos: las cintitas, la camisita, las enagüitas, el vestidito y las botitas.

    • 1921 Miró, G. SDaniel [1988] Esp (CDH )
      Crujían los agramanes * y azabaches, los rasos, las sayas, las enaguas, entre un ruido de hinojos y un leve temblor de dijes, de abanicos y rosarios.
    • 1927 Valle-Inclán, R. M: Rosa Papel Retablo Avaricia Esp (CDH )
      ¡Y qué prendas! Pañoleta de galería, su buena falda, enagua de piquillos, botinas nuevas, medias listadas.
    • 1933 Blanco Fombona, R. Camino Imperfección [1991] Ve (CDH )
      Peor aún que Loti, es Paul Morand, ese rastacuero de la petulancia, fabricante de artículos de exportación, «commis voyageur» de sus libros, que lleva en los labios la sonrisa venal y lacayuna de adulación a los ingleses y a los yanquis. Pasa por donde quiera sin ver nada, sin enterarse de veras de nada, arreglándolo todo con cuatro imágenes bonitas. Se parece a esas tiendas donde han entrado a realizar sus compras, cinco o seis señoras: todo yace sobre el mostrador en desorden pintoresco: las enaguas de seda rósea tapan la cara a los muñecos de «liberty», los sostenes se arrugan deshinchados, y los metros de madera del vendedor se introducen por la apertura de las pantaletas despernancadas. /
    • 1936 García Lorca, F. Bernarda Alba [1991] 56 Esp (CDH )
      ¡Fastídiate! ¡Ya no volverás a levantarme las enaguas detrás de la puerta de tu corral! (Por el fondo, de dos en dos, empiezan a entrar Mujeres de luto, con pañuelos grandes, faldas y abanicos negros. Entran lentamente hasta llenar la escena.)
    • 1936 García Lorca, F. Bernarda Alba [1991] Esp (CDH )
      Debe haber pasado alguien por el portón. / (Sale Adela en enaguas blancas y corpiño) *
    • 1936 García Lorca, F. Bernarda Alba [1991] Esp (CDH )
      (Entra Adela. Mira a un lado y otro con sigilo y desaparece por la puerta del corral. Sale Martirio por otra puerta y queda en angustioso acecho en el centro de la escena. También va en enaguas. Se cubre con pequeño mantón negro de talle. Sale por enfrente de ella María Josefa.)
    • 1936 García Lorca, F. Bernarda Alba [1991] Esp (CDH )
      ¡Déjame! / (Aparece Bernarda. Sale en enaguas, con un mantón negro.)
    • 1936 García Lorca, F. Bernarda Alba [1991] Esp (CDH )
      ¡Mira esas enaguas llenas de paja de trigo! *
    • 1944 Curiel Merchán, M. Cuentos extremeños [1987] Esp (CDH )
      — Espérate, que me estoy quitando las enaguas de seda que me dió mi madre cuando me casé contigo.
    • 1948 Gmz Serna, R. Automoribundia [1948] Esp (CDH )

      Yo recuerdo que andaba por mi alma como por una calera blanca, ingrediente de construcciones junto a la cantera abierta, cortada a pico y refulgente. Algo así. El monte en enaguas.

    • 1948 Marechal, L. Adán Buenosayres [1999] Ar (CDH )
      Juntando a los canes en torno suyo, doña Tecla se arremangó polleras y enaguas, y soltó el pedo más retumbante que yo he oído en este mundo:

      — ¡Busca, busca! —le gritó a la jauría—. ¡Busca, Pastor! ¡Busca, Diente!

    • 1950 RAE DMILE 2.ª ed. (NTLLE)
      ENAGUA. f. Prenda de vestir de la mujer, especie de saya, por lo general de tela blanca, que se usa debajo de la falda exterior. Ú. m. en pl.
    • 1951 Aguilera Patiño, L. DiccPanameñismos Pa (NTLLE)
      ENAGUA. f. Falda muy ancha, adornada con encajes, trencillas y calados, que se usa debajo de la pollera.
    • 1951 Barea, A. Forja rebelde [1958] Esp (CDH )
      Las chicas llevan vestidos de colores chillones, todos muy almidonados, dejando ver debajo las enaguas muy blancas y también muy tiesas de almidón y las puntillas de las bragas que les llegan a las rodillas; en la cabeza un lazo de seda también de color vivo y en los pies medias hechas a punto de aguja, muy gordas, y zapatones de puntera metálica.
    • 1951 Barea, A. Forja rebelde [1958] III, 134 Esp (CDH )
      Inmediato a mí había un montón revuelto de faldas y enaguas, entre las que sobresalía una pierna doblada en un ángulo absurdo sobre el vientre hinchado.
    • 1932-1952 Amorim, E. Carreta [1988] Ur (CDH )
      De la oscuridad salió la muchacha con los cabellos en desorden, el corpiño entreabierto y en enaguas.
    • 1952 Casaccia, G. Babosa [1991] Py (CDH )
      Doña Ángela quedó en enaguas, sus canillas flacas de muerta, emergieron de unos calzones largos, que le llegaban hasta las rodillas.
    • 1952 Casaccia, G. Babosa [1991] Py (CDH )
      Andaba por el patio en enaguas, descalza y con el pelo suelto sobre las espaldas.
    • 1952 Casaccia, G. Babosa [1991] Py (CDH )
      Cuando lo consiguió soñó que se paseaba por Buenos Aires del brazo de su querida; él, vestido con delicada elegancia y ella en enaguas y descalza.
    • 1952 Casaccia, G. Babosa [1991] Py (CDH )
      Ambas se habían acostado en enaguas por el calor, y se habían puesto a charlar.
    • 1952 Casaccia, G. Babosa [1991] Py (CDH )
      — ¿Ves? —le decía alzándose las enaguas hasta más allá de las rodillas—.
    • 1952 Casaccia, G. Babosa [1991] Py (CDH )
      Tocalos —la invitó, bajándose la parte superior de la enagua.
    • 1952 Casaccia, G. Babosa [1991] Py (CDH )
      Vestía uno de sus amplios y transparentes peinadores, a través del cual se veía la seda de la enagua.
    • a1953 Domínguez, Franklin Último instante [1993] 149 RD (CDH )
      Por eso tengo que caminar, caminar, caminar... / (Diferente, casi otra mujer.) Hace calor esta noche. / Se quita el vestido para quedar en enaguas. Pasa las manos por su frente y por su cuello para secar el sudor. Descubre el vaso que tirara antes al suelo, lo recoge, va hacia la mesa y se sirve otro trago de la botella. Repara en su tocadiscos, se acerca a él, lo observa y ríe burlona cual si le trajese algún recuerdo.
    • 1953 Draghi Lucero, J. Noches argentinas [1953] Ar (CDH )
      Y las arenas tibias tendieron sus blandores, y el viento caluroso y retozón, por tantear el nido de las cosquillas, arremolinó las polleras y enaguas y ya se entrechocaron palabreos ahogados de porfías sin freno.
    • 1953 Sender, R. J. Réquiem campesino [1995] 21 Esp (CDH )
      ¿No habían visto cómo se entraba por las casas de rondón, y sin llamar, y se iba derecho a la alcoba, aunque la hembra de la familia estuviera allí vistiéndose? Más de una había sido sorprendida en cubrecorsé o en enaguas.
    • 1955 Quiroga, E. Careta [1955] Esp (CDH )
      El cuerpo haría «crac» o «zuum-bum», y explotaría sobre el mantel blanco y fino como enaguas de mujer, salpicando los platos de porcelana con filete de oro.
    • 1957 Plá, J. Pachi-achi [2003] Espejo y canasto Py (CDH )
      Melina le da de vez en cuando unos pesos que ella guarda hasta juntar lo suficiente para comprarse un batón, unas sandalias, una enagua de nylon barato.
    • 1960 Roa Bastos, A. Hijo hombre [1977] 295 Py (CDH )
      De tanto en tanto, ella salía a ventilarse semidesnuda, el cabello en desorden, pequeña pero inmensa ante los hombres excitados, el vientre y los senos henchidos de luna bajo la enagua rotosa, pegoteada de sudor.
    • 1960 Roa Bastos, A. Hijo hombre [1977] Py (CDH )
      De un alambre atado a un palo roto, colgaban los ennegrecidos pingajos de una enagua de mujer.
    • 1961 Onetti, J. C. Astillero [1995] Ur (CDH )
      Cruzó toda la ruina, sin verla, como no la había mirado al llegar. Siempre la disfrazaban de chiquilina, la madre, la tía, la costumbre; esa tarde estaba disfrazada de mujer, con un largo vestido negro que transparentaba la ropa interior, enagua o lo que fuera, con zapatos de tacos altísimos que tal vez le prestaron o acababa de estrenar y que es seguro terminaron de torcerse en el camino de vuelta
    • 1966 Donoso, J. Domingo [1968] Ch (CDH )
      Comenzó a arreglar sus cajones, a coser un botón, el encaje roto de una enagua, a parear sus guantes, estuvo eligiendo los papeles que se iban acumulando en los cajones de su ropero, de su cómoda, separando lo que era necesario de lo que iba a tirar al basurero para así sentirse despejada.
    • 1970 Donoso, J. Obsceno pájaro [1990] Ch (CDH )
      Abren las puertas y encienden más velas: las viejas se lanzan sobre montones de objetos cochambrosos que perdieron jugando al maldito Canódromo, no gritan, no pelean por las cosas sino que las reconocen y las reparten, este delantal de percala floreada de medioluto es igualito al tuyo pero éste es el mío y aquel otro del otro montón es el tuyo, las formas blandas de las viejas iguales e intercambiables han ido marcando lo que les pertenece, zapatos aportillados, medias huachas, chales, mira Rita, aquí encontré tu chal a cuadros que el otro día no más estabas diciendo que te hacía tanta falta, frazadas, colchas, enaguas de lana, cada cosa vuelve a las manos de su dueña después de esa breve permanencia en otras manos que no dejaron su sello: este es el escapulario de la Auristela, el pelo de Rafaelito para la Clemencia que no podía conformarse con perderlo, el rosario de la Lucy que dice que el Papa lo bendijo pero nadie le cree, estas medias de quién son, son de lana plomiza, si tienen agujeros para los juanetes son las mías, toda la ropa de la pobre Iris, hasta su abrigo café.
    • 1970 Donoso, J. Obsceno pájaro [1990] 111 Ch (CDH )
      Ellas conservan los instrumentos de la venganza porque van acumulando en sus manos ásperas y verrugosas esa otra mitad de sus patronos, la mitad inútil, descartada, lo sucio y lo feo que ellos, confiados y sentimentales, les han ido entregando con el insulto de cada enagua gastada que les regalan, cada camisa chamuscada por la plancha que les permiten que se lleven.
    • 1970 Donoso, J. Obsceno pájaro [1990] 130 Ch (CDH )
      Y como compadeciéndome en mi empresa inútil, mi madre levantaba la vista por un segundo para mirarme, y luego la volvía a concentrar en la enagua de alguna ricachona de barrio que estaba remendando.
    • 1970 Donoso, J. Obsceno pájaro [1990] Ch (CDH )
      La mamá le sube la pollera harapienta y la enagua olisca, le baja las medias de lana y los calzones mojados, agua tibia necesito, no, caliente no, no se me vaya a quemar la niña, pero de dónde sabrá tanto de guaguas esta chiquilla si parece que no hubiera hecho otra cosa en su vida que cuidar niños, mírenla, ya se le pasó la pena porque era pena lo que tenía, ahora la Iris se está riendo, feliz, mírenla cómo se ríe con el espectáculo de ese sexo inútil, inerte, negro, más arrugado que un higo seco.
    • 1970 Donoso, J. Obsceno pájaro [1990] 202 Ch (CDH )
      Mientras tanto que cosan, que borden, que tejan, después tiraremos ese harapo a la basura, no les digas nada, Humberto, contigo puedo hablar de estas cosas y de todas las cosas, este miedo que siento de hacer el amor con Inés ahora que lleva a mi hijo adentro me deja insatisfecho, Humberto, soy un hombre ardiente, no puedo seguir absteniéndome, acompáñame, ven conmigo, como no puedo tocar a Inés porque ella tampoco quiere ser tocada necesito usar mi potencia con otras mujeres, búscame mujeres, vamos a una casa de putas porque no quiero liarme con ninguna mujer individual, sólo con mujeres sin rostro, búscame un prostíbulo discreto tú que conoces los vericuetos de esta ciudad, paga lo que quiera la cabrona para que me tenga mujeres jóvenes, que clausure la casa para el público, que sólo nos deje entrar a ti y a mí, arréglamelo tú que siempre me has arreglado tan bien las cosas, ven, acompáñame donde doña Flora que me tiene cuerpos jóvenes, mira cómo desnudo a esta mujer que se llama Rosa, le quito la enagua desollándola para sensibilizarla a mis caricias, ésta se llama Hortensia, tiene grandes pechos con que juego, no, no salgas de la habitación, Humberto, mira cómo me desnudo yo también como si me desollara, quédate aquí para que veas cómo soy capaz de hacer el amor, quiero que te extasíes ante la fuerza de mi virilidad que tú no tienes, mi sabiduría en estas artes que tú ignoras y compruebas con tu mirada envidiosa, mi capacidad para demoler la simulada resistencia de la Violeta, préstame tu envidia para ser potente, mira nuestros cuerpos entrelazados, descifra nuestras palabras embarradas por los besos, el olor de nuestra intimidad, tócanos con tu mano para que tu piel sufra porque soy perfecto aunque cuando estoy solo con Inés no soy perfecto, eso tú lo sabes, Humberto, sé que el temor de estropear el hijo que ella lleva en sus entrañas no es más que un cuento de viejas, pero es la excusa de que me valgo para no revelar mi impotencia desde esa noche en que engendré a Boy, tú eres dueño de mi potencia, Humberto, te quedaste con ella como yo me quedé con tu herida en el brazo, no puedes abandonarme jamás, necesito tu mirada envidiosa a mi lado para seguir siendo hombre, si no, me quedará esto lacio entre las piernas, apenas tibio, mírame, y yo lo miraba Madre Benita, incansable y dolorosamente lo miraba con envidia pero también con otra cosa: con desprecio, Madre Benita.
    • 1970 Donoso, J. Obsceno pájaro [1990] Ch (CDH )
      Una vieja le besa la mano, otra se arrodilla para besarla el borde del visón, se van organizando grupos alrededor de los tableros y las barajas, Inés se pasea entre las mesas observando el garito, afuera picotean las palomas en el sol débil del patio pero adentro, en la humareda, las figuras se giban sobre los tableros y las manos barajan naipes en la penumbra, una partida de brisca con naipes flamantes no es como una partida de brisca con mis naipes que voy a guardar porque le falta la sota de bastos, tú das, Zunilda, a ti toca robar, yo no quiero jugar con la Ema porque es una tramposa, ven a esta mesa, Iris, si quieres jugar dominó yo te enseño, no, que la Iris juegue aquí con nosotras a las carreritas de caballos que es un juego más para chicas, la Eliana que juegue con ustedes si quieren o la Mirella, se olvidan del café que humea y del pan y de los ojos abiertos de las brasas y de la misa que iban a oír en la radio de la Brígida que preside en el aparador, el Padre Azócar dice que nos vale porque somos ancianas, somos enfermas, nos cuesta mucho caminar, pero hoy no oímos misa porque nuestra bienhechora nos trajo juegos y nos vigila paseándose entre nosotras mientras jugamos, sonriente con la alegría que ve en nuestros ojos que lagrimean, escuchando el ruido de los dados agitándose en el cubilete, manos casi tullidas que organizan pilas de fichas verdes, de fichas negras para un juego que desconocen, caen bolitas de cristal rodando por el suelo, una vieja se encuclilla, otra gatea debajo de la mesa para buscar la bolita de cristal lechoso entre las patas calzadas con zapatillas que revientan, pies hinchados, várices cubiertas con medias sucias, pero las viejas a quienes pertenecen las enaguas manchadas y los juanetes ni se dan cuenta de que hay una vieja gateando porque me falta una bolita, era como leche mi bolita, quita para allá tu pata pues Clemencia, qué importa que falte una bolita no más, ya, empecemos a jugar, brisca sí, burro sí, chiflota sí, pero póker no, ni monte... no, no por Dios, no vayan a jugar al monte que es el juego del demonio y está penado por la ley, yo no sé qué juego será este con fichas de tantísimos colores y el tablero tan bonito mejor guardarlo para que la Rita me lea las instrucciones que vienen aquí en la tapa que yo no leo no vaya a creer que no leo porque no sé leer sino porque la letra es tan chiquitita y tengo tan mala vista, ésa no es regla del dominó María, usted está inventando reglas que le convienen, que hablai tú que soi una vieja ignorante no más, pasó la hora de la misa pero no importa porque misas trasmiten a toda hora y más tarde hay una misa cantada de lo más linda pero tampoco nos acordamos de oír esa misa porque nuestras manos agrietadas agitan los cubiletes, nuestros dedos arcillosos roban un as de oro y adelantan seis espacios el caballito azul y revuelven las fichas del tablero porque la Rosa Pérez hizo trampa, yo no juego más con la Rosa Pérez, que se vaya a otra mesa alegan nuestras bocas sumidas que resoplan indignación mientras humea el fuego y se enfría el café y misiá Inés se pasea, se pasea, coloca su mano un segundo sobre el hombro de la Zunilda que le sonríe, se pasea y no dice nada, mira, escucha, se pasea envuelta en su visón color caramelo, arrastrando su bata lacre entre las mesas donde ruedan los dados, corren los caballos, luchan los reyes y los alfiles, se acumulan las fichas negras y se terminan las blancas, diga usted si no es trampa pues misiá Inés, usted sí que debe entender de estas carreras de autos, no, no entiendo nada de carreras de autos, pero de carreras de perros, sí.
    • 1970 Donoso, J. Obsceno pájaro [1990] 334 Ch (CDH )
      No puedo dejarlo entrar, ni permitir que su guante gris-perla o gris-paloma me roce el codo, podría aparecer desde el pasado vestido con un chaqué gris para ir a las carreras, o con el brazo en cabestrillo y las vendas heridas con mi sangre como en ese recorte que Inés guarda y que apareció en un Mercurio de hace cuarenta años, no puedes traer tu arrogancia de hombre completo a esta Casa desvalida, de ser a quien nada le falta y por eso, porque me han extirpado todo menos el veinte por ciento que siempre va en disminución, sentiré la voz nostálgica que me urge desde dentro: ahí lo tienes Humbertito, humíllate, solicítale un favor o cualquier cosa que seguramente te concederá porque nada le costará concedértela ya que tu pedido será insignificante, ruégale, que te otorgue facilidades para comprar una casa, que nos bajen el arriendo de la casa que habitamos, que te busque un puesto, que te dé una tarjeta de recomendación, pídele, admíralo, envídialo porque él lo tiene todo y es todo y tú no tienes nada y no eres nadie, y yo rabioso me lanzaría sobre él como una bestia hambrienta para atosigarme de sus cosas, devorarlo hasta hartarme, sí, sí, sé que haría algo espantoso que nos aniquilarla a todos si don Jerónimo apareciera en la Casa, no podría contenerme si tuviera que abrirle la puerta para que entre a descubrir lo que queda de Inés, tendría que esconderme para que él no viera mis ojos que desde guagua, en esa población donde dicen que una vieja me encontró, me han venido salvando la vida, también ahora aquí en la Casa porque soy una guagua con una mirada tan triste y tan espiritual que tengo que ser santo dicen las viejas, usted la necesita, don Jerónimo, no me lo niegue, no rechace mi mirada pero no venga a la Casa, si intenta venir voy a tener que lanzarme otra vez a las calles a buscarlo para hacerlo desaparecer, cómo encontrar aliados, quién me ayudará a no dejarlo pisar ni siquiera la portería, miércoles, jueves, los días se sustituyen iguales a los anteriores, en las pocas ventanas que quedan sin tapiar la noche cae brusca como una carta que de pronto alguien dio vuelta mostrando sólo su espalda igual a las espaldas de todas las cartas de la baraja mientras otras viejas juegan al canódromo en la noche en la capilla, entre los cirios, a mis pies, alrededor del trono de oro del presbiterio, se han declarado enemigas esas dos, Inés y la Iris arrodilladas en el suelo una a cada lado del tablero, las viejas hechizadas por la partida, inmovilizadas por la excitación que delegan en otras, la Iris casi desnuda porque misiá Inés le ha ido ganando todo, tiene frío, tiene sangre en el ojo, sólo su ira la calienta porque ya no tiene abrigo ni vestido ni zapatos ni enagua, toda su ropa está en un montón junto a misiá Inesita que es tan buena y tan buenaza para los juegos, la Iris tiembla, sacude el dado en el cubilete, entran chiflones por los orificios que antes ocupaban los vitrales, castañetean sus dientes, la cara fija en una mueca de furia y lanza los dados sobre el tablero, pierde el sostén, se lo saca, Inés lo coloca en su montón porque la sombra inmensa de la perra ganó y ella tiene derecho al sostén de la Iris dejándola con las tetas bamboleando y las viejas gritan no juguís más, Iris, está endemoniada por el juego, no seai lesa, de tal palo tal astilla, si dicen que tu padre que fusilaron perdió hasta la vida jugando al monte y por eso tuvo que matar, yo no había oído nunca ese cuento, no sé si será cierto pero dicen... dicen tantas cosas, estás enviciada, Iris, no juguís más chiquilla por Dios, hasta peso estai perdiendo, ayer le jugaste a misiá Inés tu ración de garbanzos, hoy tu ración de lentejas y tu pan además de toda tu ropa y todas tus revistas y un rouge gastado, no podís seguir así chiquilla por Dios, anda a cuidar tu guagua que está moquillando en el damasco colorado del trono, que otras jueguen al canódromo, que otras se ofrezcan de víctimas a la perra amarilla que todas las noches nos va desnudando, pero tú, ya está bueno, mira cómo estai, ya no te puedo prestar mi chal aunque me gustaría porque me da pena verte encuclillada y desnuda, tiritando al lado del tablero, pero no te lo presto porque me tengo que cuidar, no ves que estoy convaleciendo de angina, y yo del reuma, y yo de tortícolis, además jugai de puro viciosa, porque odiai a misiá Inesita desde que comenzaste a jugar al canódromo con ella, encomiéndate a un santo siquiera, arrodíllate delante de esta figura que se llama Santa Brígida aunque no se parece nada a la que se llevaron en la carroza negra y que nosotras vamos a tener que trasladar a la carroza blanca, rézale, pero la Iris no reza.
    • 1972 Alvar, M. (dir.) ALEA, V Esp (FG)
      ENAGUA 'especie de falda interior de tela fina' / SENAGUA [...] / ENTRENAGUA [...] (lám. 1274, mapa 1380).
    • 1972 Alvar, M. (dir.) ALEA, V Esp (FG)
      ENAGUA 'especie de falda interior de tela fina' [...] / NAGÜA [...] / NAGÜA DE ABAJO [...] / NAGÜETA [...] / NAGUILLA [...]
    • 1972 García Hortelano, J. Mary Tribune [1999] 202 Esp (CDH )

      Me condolí, al alcanzar este vértice dramático el relato y ella lo interrumpió brevemente, a fin de recomendarme no le rasgase la enagua. Prometí ser cuidadoso, textilmente hablando. Pues bien, ella ignoraba qué filtro o bebedizo el Raimundo le daba a su novio de ella, pero la cuestión estribaba en que, purgada la pena, su novio de ella no le había partido la boca, como hubiese sido de ley, a su amigo de él, sino que, encima, habían reanudado la amistad y la comandita.

    • 1972 García Hortelano, J. Mary Tribune [1999] Esp (CDH )
      — Está fatigadísima —se dignó susurrar Sagrario, su enagua roja a dos centímetros vista.
    • 1972 García Hortelano, J. Mary Tribune [1999] 424 Esp (CDH )
      Por si mi olfato auditivo estaba ciego, dada la reciente experiencia de Charlie Vivaldi, paseé las dudas por el living, que albergaba la enagua roja, a José Luis de batería, a José María de terrazista y a Mary de don Tancredo.
    • 1972 García Hortelano, J. Mary Tribune [1999] Esp (CDH )
      Me volví al office y daba gloria beber por encima del bien, del mal, de las enaguas y de Tub.
    • 1972 García Hortelano, J. Mary Tribune [1999] Esp (CDH )
      Y era ella, ella, la de la enagua roja.
    • 1972 Puig, M. Boquitas [1994] 39 Ar (CDH )
      Tercera fotografía grande de la derecha: un jardín de pequeños canteros redondos bordeados por un cerquillo de alambre tejido contra el que se apoyan nardos y jacintos florecidos con una palmera enana en el centro de cada cantero, semicubiertos por la figura de un niño con saco de bordes redondeados, corbata de moño bohemio, pantalón que ciñe la rodilla seguido de polainas claras, y la figura de una niña con bucles y gran moño blanco trasparente alto en la cabeza, vestido blanco de pollera corta abultada por enaguas.
    • 1972 Puig, M. Boquitas [1994] Ar (CDH )
      Una enagua negra hacía las veces de camisón.
    • 1972 Puig, M. Boquitas [1994] Ar (CDH )
      Los breteles del corpiño y la enagua, humedecidos también, se hundían en la piel, los corrió hasta debajo del hombro.
    • 1972 Puig, M. Boquitas [1994] Ar (CDH )
      Las sábanas blancas, no tengo ninguna, la enagua blanca, cuidado que es de seda: se hace pedazos si la meto en lavandina.
    • 1972 Puig, M. Boquitas [1994] 169 Ar (CDH )
      Con este broche una punta de la enagua la tiendo con la otra punta, otro broche con la camisa blanca de seda que no me toque las servilletas a cuadritos y mañana ya están secas ¿hará frío en la esquina con el vestido nuevo? pero la ropa tendida adentro del lavadero no se va a poner negra de tierra.
    • 1972 Puig, M. Boquitas [1994] 173 Ar (CDH )
      El uniforme, las botas y la gorra, pero es gordo ¡el comisario! ¿ya serán las siete? ¿vendrá a meterme presa? que tuve un hijo sin casarme, y al corte de género me lo regalaron ¿se creerá que lo robé? ¡el comisario se mete en la confitería! y si un día me arresta yo le cuento en todas las casas que trabajé y que hable con mi patrona y la niña Mabel, ¿por qué tarda tanto en salir el Pancho? "...desde el día que de paseo vi en un banco a una cieguita, y a su lado a una viejita que era su guía y su amor..." ¿se me pasa la enagua?
    • 1972 Puig, M. Boquitas [1994] 176 Ar (CDH )
      Pancho, mirame lo de arriba nada más, el escote cuadrado y las mangas cortas, no me mires el ruedo que está chingado y se me pasa la enagua ¿por qué se cruza a la otra vereda? ¿no me vio? sí que me vio, ¡Pancho! ¡se metió en la confitería! ¿es amigo del comisario?
    • 1972 Puig, M. Boquitas [1994] Ar (CDH )
      La imputada estaba vestida solamente con una enagua y su ropa interior, la enagua presentaba restos de manchas de sangre lavadas con agua pero según explicó la señorita Sáenz cuando oyeron los gritos la encontraron a la imputada junto al occiso, de pie, blandiendo el arma y balbuceando.
    • 1972 Torrente Ballester, G. Saga/Fuga [1995] 173 Esp (CDH )
      Cuando la gente, aterrada, llegó a la barandilla del pretil, el cuerpo de la delatora se hundía en las aguas oscuras con las piernas al aire, mientras la gran falda, las enaguas, la saya bajera, como una flor de policromo encaje, se cerraban sobre ellas.
    • 1972 Torrente Ballester, G. Saga/Fuga [1995] 641 Esp (CDH )
      «Bien. No discutamos ahora eso. Lo que me gustaría hacerte comprender es que esta muerte es fea, y las has rodeado de circunstancias que la hacen más horrorosa. Por ejemplo, esas enaguas a la vista, esas faldas remangadas...»
    • 1975 Mendoza, E. Caso Savolta [1994] Esp (CDH )
      Nemesio derribó la silla en la que se apilaban promiscuamente pantalones y enaguas, brincó, salió al pasillo y bajó en un vuelo las escaleras.
    • 1976 Vázquez, Á. Juanita Narboni [1990] 239 Esp (CDH )
      De tus amigas, reconocí a la de Menora, como siempre, con las enaguas asomándoles por debajo del vestido.
    • 1978 Donoso, J. Casa campo [1989] 358 Ch (CDH )
      Entonces, cuando nuestros padres regresen —regresarán: el oro se produce en estas tierras—, saldremos a la superficie y los lacayos, entonces, no podrán hacer nada contra nosotros y nosotros podremos hacer lo que queramos contra ellos: yo seré omnipotente otra vez disfrazándome de poupée diabolique, rizos, faldas, enaguas almidonadas; y convenceré a mi madre que exija los servicios de Agapito como lacayo particular, para que así esté a salvo junto a nosotros: destruiremos todo para que nada caiga, excepto lo podrido, y de este modo todo sea otra cosa, algo que aún no conozco: lo peor es haber tenido certezas y saber que ahora, de reconstruirse algo, será reconstruir cualquier cosa menos certezas, por saberlas peligrosas.
    • 1979 Longares, M. Novela corsé [1988] Esp (CDH )
      Se quita la bata y la tira sobre un sofá. Las ropas interiores son finísimas, están adornadas de estrechas cintas de tonos pálidos y trascienden suavemente a verbena. Las medias son negras, como exige la impúdica perversión de la moda; las ligas, de color rosa. Ya se calza los bien formados pies. Ahora se pone el corsé, lleno de vistosos pespuntes, y encima el cuerpo de suave batista para no ensuciarlo. Enseguida el vestido, que arrugando el canesú de la camisa oculta el nacimiento del pecho y los hermosos brazos. La falda cae resbalando a lo largo de la enagua; se abrocha deprisa; busca entre varias horquillas un alfiler largo para sujetar el sombrero y se lo prende, dejando que el velo caiga.
    • 1979 Longares, M. Novela corsé [1988] 34 Esp (CDH )
      Despojada la modelo de su chaquetita de color rojo oscuro, quitada la corbata y el camisolín de alto cuello y después de la falda y las enaguas, quien hasta aquí deploraba la roma capacidad y el nulo ingenio de los modistos —si no maldecía la sublime mala leche de esos impíos seguramente refocilados en su obcecación de arrancar, sin éxito, el corsé—, cuando con el feliz entusiasmo presumible en el dinamitero que derrumbase los aguerridos picachos del Himalaya volaba a sus pies el impermeable reducto y se disponía a disfrutar de los elementales goces que proporciona la verdad en su prístina salsa, ingresaba en un territorio de escollos no menos insalvables aunque radicalmente diferentes en su trazo ofensivo: a la solidísima muralla sustituía un laberinto de intrincados jeroglíficos tan enigmáticos como incitantes que, sin haber renegado de su condición de detente, se presentaban a la vez melifluos y turbadores.
    • 1981 Alonso Santos, J. L. Estanquera [1990] Esp (CDH )
      (Mete mano por aquí y por allá el chico a la vieja, en el buen sentido, apartando enaguas en busca de la faldriquera donde estén los verdes.)
    • 1981 Mompradé, E. L. / Gutiérrez, R. Indumentaria indígena II [1981] 273 Mx (CDH )
      El antiguo enredo, tejido a mano en algodón blanco y enteramente cubierto de bordados azules y rojos en punto de cruz, cuyo motivo decorativo principal era el «árbol de la vida», rodeado de pájaros y animales fantásticos, desapareció para ser sustituido por una falda blanca de organdí bordada en artisela, que deja transparentarse a la enagua de seda brillante de vivos colores o la tradicional de manta que recuerda al antiguo enredo, porque va totalmente bordada en punto de cruz.
    • 1981 Veloz Maggiolo, M. Sombra Castañeda [2005] RD (CDH )

      Cierto; ahí está, con sus enaguas bajas, con su magnífico ombligo forjado en bronce y malagueta. Recordándome los siglos pasados; diciéndome, por fin, he decidido entregarme. La miro, sus ojos cansinos se posan en mi rostro como leves luciérnagas, dejando rastros de luz en mi mejilla, miel amarilla en mis labios.

    • 1982 Allende, I. Casa espíritus [1995] 94 Ch (CDH )
      La vestía, le abría la cama, le llevaba el desayuno en bandeja, la obligaba a tomar infusión de tilo para los nervios, de manzanilla para el estómago, de limón para la transparencia de la piel, de ruda para la mala bilis y de menta para la frescura del aliento, hasta que la niña se convirtió en un ser angélico y hermoso que deambulaba por los patios y los corredores envuelta en un aroma de flores, un rumor de enaguas almidonadas y un halo de rizos y cintas.
    • 1982 Allende, I. Casa espíritus [1995] Ch (CDH )
      Terminé de quitarle las enaguas y comprobé que no quedaba casi nada de la muchacha delgada, con los codos y las rodillas salientes, que trabajaba en el Farolito Rojo, excepto su incansable disposición para la sensualidad y su voz de pájaro ronco.
    • 1982 Allende, I. Casa espíritus [1995] 138 Ch (CDH )
      La Nana también vigilaba con el pretexto de ofrecer tacitas de café, espantando a las ánimas con sus enaguas almidonadas y su cloqueo de oraciones murmuradas y de dientes sueltos, pero no lo hacía para cuidar a Clara de sus propios excesos, sino para verificar que nadie robara los ceniceros.
    • 1982 Allende, I. Casa espíritus [1995] 164 Ch (CDH )
      De unos clavos en los muros colgaban trajes anticuados, boas de plumas, escuálidos pedazos de piel, collares de piedras falsas, sombreros que habían dejado de usarse hacía medio siglo, enaguas desteñidas con sus encajes raídos, vestidos que fueron ostentosos y cuyo brillo ya no existía, inexplicables chaquetas de almirantes y casullas de obispos, todo revuelto en una hermandad grotesca, donde anidaba el polvo de años.
    • 1982 Allende, I. Casa espíritus [1995] Ch (CDH )
      Engalanada como reina austríaca, vestía un traje de terciopelo apolillado, enaguas de tafetán amarillo y sobre su cabeza, firmemente encasquetada, brillaba una increíble peluca rizada de cantante de ópera.
    • 1982 Allende, I. Casa espíritus [1995] 302 Ch (CDH )
      Con la otra mano incursionó debajo del vestido almidonado, recorrió las piernas infantiles, encontró el encaje de las enaguas de batista y las bombachas de lana con elástico.
    • 1982 Allende, I. Casa espíritus [1995] Ch (CDH )
      En los salones, poco a poco las cortinas se desprendieron de sus ganchos y colgaron como enaguas de anciana, polvorientas y desteñidas.
    • 1982 Allende, I. Casa espíritus [1995] 328 Ch (CDH )
      Así se le pasó la juventud y entró en la madurez, resignada a que los únicos momentos de placer eran cuando salía disimuladamente con su mejor ropa, su perfume y las enaguas de mujerzuela que a Pedro Tercero cautivaban y que ella escondía, arrebolada de vergüenza, en lo más secreto de su ropero, pensando en las explicaciones que tendría que dar si alguien las descubría.
    • 1982 Allende, I. Casa espíritus [1995] Ch (CDH )
      En eso estaban cuando llegó la Nana arrastrando sus alpargatas, con su frufrú de enaguas almidonadas, a anunciar que en el patio había unos hombres descargando a un muerto.
    • 1982 Alvar, M. (dir.) ALEANR, VII-IX Esp (FG)
      ENAGUA SENAGUAS [...] / TINAGUA [...] / INAGUA [...] / SINAGUAS [...] / ANAGUAS [...] (lám. 1243, mapa 1049).
    • 1983 Cortázar, J. Reunión [1983] 227 Ar (CDH )

      Otro duro episodio de sus vidas es la ropa. Se desgastan los pantalones, las faldas, las enaguas. Poco estropean las chaquetas y las blusas, pero después de un tiempo tienen que cambiarse, incluso por razones de seguridad.

    • 1984 Ayerra, R. Lucha inútil [1984] Esp (CDH )

      — Ha sido horrible. Se apagaron aún más los colores —y sacó de la carpetilla de cintas aquel pedazo de tela que, en tantos corazones, representaba la Nación misma, la patria resumida en unas cuartas de tejido. El baño le había caído mal y recordaba las enagüillas maltrechas de alguna virgen de aldea—. Fíjese qué papelón.

    • 1984 Leyva, D. Piñata [1984] 154 Mx (CDH )
      Imposible saber si llevaba sostén con tirantes o sin tirantes, chupetín o portaligas, braga o pantaleta, corsé o enagua, fondo o combinación de encaje, síguemepollo o sobaquera, medias de seda o de nylon.
    • 1985 Rossi, A. C. María noche [1985] CR (CDH )
      Echa la cabeza para atrás, cierra los ojos mientras subo la enagua a la cintura exponiendo sus bellísimas piernas de cariátide, bronceada aún a finales de invierno.
    • 1985 Rossi, A. C. María noche [1985] CR (CDH )
      Un david me sube la enagua despacito, riega polvo lunar en mis rodillas y me deja temblando, Octavia se desboca hacia mi nombre, torre de mar cerrado stella maris, en eso la mano de david, del segundo, mi dulce predilecto, el único que nunca me regaña y el que tiene el pulso más exacto, me rasga el sueño entero desde la garganta tiernita hasta el olvido.
    • 1985 Vilalta, M. Horror [1989] 431 Mx (CDH )
      (Tía Emily-hombre va hacia Williams, apuntándole con la pistola. Está impresionante: un verdadero matón. Williams retrocede. Pero Tía Emily tropieza con las enaguas y se cae, dejando escapar el arma.)Uuuaaaaaaaaaa... Tía Emily, ahí te voy... (Se lanza hacia ella, pero también tropieza y cae dejando escapar el puñal. Otra vez en pie, los dos giran, acechándose. Se lanzan el uno contra la otra. Algunas llaves de lucha libre. Descubrimos que Tía Emily trae bajo las enaguas coquetos calzones largos, de mujer, con moñitos. En una de éstas, Tía Emily logra tomar la pistola y apunta a Williams. Pero él también atrapó el puñal y amenaza a Tía Emily, macabro, puñal en alto.)
    • 1986 Mendoza, E. Ciudad prodigios [1993] 106 Esp (CDH )
      Echó a perder la falda y las enagüillas y dejó encharcado el suelo de la comisaría.
    • 1986 Mendoza, E. Ciudad prodigios [1993] Esp (CDH )
      Antes del reencuentro con Delfina, antes de que ella se quedara en enaguas y así se arrojara en sus brazos y le mirara con aquellos ojos de azufre que habían de cambiar el curso de sus pensamientos, ya le había acudido a las mientes varías veces la idea de que el cinematógrafo podía haber sido ese entretenimiento nuevo que andaba buscando la Humanidad.
    • 1987 Agromayor, L. Fiestas [1987] 356 Esp (CDH )
      Provistos ya de los zancos, convertidos en seres gigantescos de otra dimensión, los muchachos se colocan una enagua blanca, sujetada a la cintura por faja azul oscuro, y sobre esta, una vistosísima saya adornada en dos tonos de amarillo.
    • 1988 Ocampo, S. Cornelia [1988] 184 Ar (CDH )
      — Niña, gracias —dijo y sin otro comentario / eligió un damasco verde / con galoncitos dorados. / Subrepticiamente levantó la enorme falda / que ocultaba / sucesivas enaguas. / Abrió las piernas e introdujo el retazo. /
    • 1988 Pz-Reverte, A. Maestro esgrima [1995] Esp (CDH )
      Escuchó crujir de enaguas, y durante un segundo cruzó por su mente la imagen de una piel morena en la cálida penumbra.
    • 1988 Pz-Reverte, A. Maestro esgrima [1995] Esp (CDH )
      Recordó una puerta entreabierta y un rumor de enaguas, una piel bajo la que parecía estremecerse una cálida languidez.
    • 1989 Landero, L. Juegos [1993] 32 Esp (CDH )
      Su cabeza descubierta, acostumbrada al sombrero, blanqueaba con obscena desnudez de matrona recién salida de la enagua.
    • 1989 Landero, L. Juegos [1993] Esp (CDH )
      Apenas se dejaban alumbrar por una lámpara de pergamino con madroños que, en un rincón, era marchita matrona sorprendida en enaguas.
    • 1990 Campos Reina, J. Desierto seda [1990] Esp (CDH )
      El frufrú de las enaguas de Lola bajo el vestido llegó hasta mis oídos y me oculté detrás de la puerta entreabierta de la sala, con la pretensión de espiar por la ranura.
    • 1991 Alonso, E. Flor Jacarandá [1991] Esp (CDH )
      «La clerigalla no se resigna a perder sus privilegios, pues todas las sotanas llevan bragueta, del cuello a los pies.» Y eso que no había corrido todavía por Madrid la noticia de que en París algunas damas usaban, debajo del miriñaque y las enaguas, en vez del calzón, una prenda cortita, desde la cintura al nacimiento de los muslos, de lencería fina, a veces con encajes y puntillitas.
    • 1991 Najenson, J. L. Memorias erotómano [1991] Ar (CDH )
      Vestida con la prenda interior, una especie de enagua larga, rústica, con los orificios bordados —que remedaba una mortaja abierta o las camisolas de boda de nuestras bisabuelas— ya le habían colocado el anillo de compromiso y rapado el cabello.
    • 1992 Maqua, J. Invierno [1992] Esp (CDH )
      tres bragas una sobre la otra, y luego las enaguas, las dos de hilo, y luego la blusa estampada y la camisera, y faldas hasta cuatro, las dos de lana que abrigan mucho y los dos pingos de Remedios que ya no me los pongo, que son tan antiguos pero tan bonitos, y encima los jerséis, muchos jerséis, todos los jerséis, nada de ropa de verano, voy a sudar como una cochina, y no hay que olvidar el abrigo, parezco una matutera, no me puedo ni mover, madre del amor hermoso, qué verbena, ¿has acabado ya de clavar los tablones en las ventanas, Eusebio?, tú también cárgate de ropa, deja las manos libres, tienes que hacer sitio al colchón, el colchón sí que no lo puedo dejar, el colchón de plumas de ganso hay que llevárselo, Eusebio, corre, date prisa, ¿has echado el cierre a la claraboya del guardillón?, no te olvides el gabán, en la derecha yo cargo la cesta con los chorizos y la achicoria y he matado dos conejos y las galletas que nos quedan y unos platos y los cubiertos y las servilletas y tu tartera para el ferrocarril, y en la izquierda bolsas, bolsones, atadijos con cachivaches, no me cabe más, Eusebio, se me olvida el termo, tienes que ir por los huevos que haya en el gallinero, corre, no nos da tiempo a pensar, menos mal, mamá ya está lista, la pobre, sobre la sillita de ruedas y encima un montón de cosas, casi no se la ve, parece una tienda, la he hecho un hueco entre los bultos para que no se asfixie, date prisa, ¿dónde está Caronte?
    • 1992 Marsillach, A. Aniversario [1992] Esp (CDH )
      De mujer a mujer, ¿no? ¡Nadie te va a dejar fácilmente en la cuneta, Lidia Constanza, nadie! De manera que me fui a una tienda de lencería y me compré una enagua negrísima.
    • 1992 Posse, A. Atardecer caminante [1992] 146 Ar (CDH )
      Todo se disgrega en la materia sin bordes ni definiciones: resolana, calígine, ruidos, y la permanente danza de los negros con las mulatas y mestizas que levantan sus enaguas y muestran muslos morenos, escurridizos de sudor, como delfines juguetones que se sumergiesen en el Caribe demorando nuestra ansia de verlos reaparecer.
    • 1992 Posse, A. Atardecer caminante [1992] Ar (CDH )
      La solemnidad de la Corte, el mal humor del Emperador, el ir y venir de los cartapacios y, en el mesón de la Plaza Mayor donde me alojaba, la maravillosa prima Esther, vestida con sus enaguas venecianas, esperándome.
    • 1994 Fdz Cubas, C. Ágata [1994] 29 Esp (CDH )

      Pero ahora no era así y todas, por orden, por turno o porque la abadesa así lo disponía, nos encontrábamos regentando el huerto, la cocina, el torno (que ya casi nunca giraba) o bordando. Manteles, sábanas, camisones de seda. Almidonando enaguas, trajes de cristianar, ajuares para recién casadas. O simplemente aprendiendo, practicando para no perder mano porque los tiempos (desde la aparición del nylon) estaban experimentando un giro vertiginoso y las madres de familia ya no pensaban en encargamos ajuares para sus hijas, sino tan sólo en escaparse a Andorra y adquirir unas prendas que ni se planchaban ni se arrugaban ni necesitaban de nuestros cuidados. Pero no tenía que cundir la desesperanza. Deberíamos bordar como si nada ocurriera. O cocinar, o atender el torno, o cuidar del huerto.

    • 1995 Donoso, J. Morir elefantes [1995] Ch (CDH )
      Cuchicheaban y se reían cada vez que Maud y las demás Rockettes levantaban al unísono una pierna, agitando sus traseros y enaguas en un frenético cancán.
    • 1995 Donoso, J. Morir elefantes [1995] Ch (CDH )
      Subió a su dormitorio a probarse el juego de calzoncito y enagua que no veía desde hacía quién sabe cuántos años.
    • 1995 Donoso, J. Morir elefantes [1995] 291 Ch (CDH )
      Mi madre podía ser tan bruta como él, pero de cuando en cuando se daba tiempo para comprarme una enagua o un suéter, o se sentaba en un rincón a coserme un parche multicolor en los jeans, porque las demás niñas los usaban así y era un placer que costaba poco dinero.
    • 1995 Donoso, J. Morir elefantes [1995] Ch (CDH )
      Miró a Nina en calzón, enagua y medias, parada frente a la ventana.
    • 1995 Donoso, J. Morir elefantes [1995] Ch (CDH )
      Las maletas se desmoronaron en el closet; una, mal cerrada, estalló en el suelo, regando toda la suite de calzones, corpiños, enaguas, piyamas que se enredaban en los pies.
    • 1995 Egido, L. G. Corazón inmóvil [1995] Esp (CDH )
      Llegué a pensar que quizá no llevaba corsé, ni siquiera enaguas, ni nada de nada, a no ser aquel vestido ajustado, que probablemente se había puesto deprisa sobre su carne pecadora para recibirme y para ocultar una vergüenza que con toda seguridad había perdido hacía tiempo, si es que alguna vez la había tenido.
    • 1995 Egido, L. G. Corazón inmóvil [1995] 230 Esp (CDH )
      Cuando se le levantaron las sayas y las enaguas, los refajos y las camisas, que preservaban su honestidad acorazada y que sólo con fuerza y con violencia se le pudieron quitar de encima, sorprendió a todos, además del olor a quesería rancia que dominaba a los otros múltiples, heterogéneos e inéditos olores y que ya se presumían desde mucho antes, sin llegar al desnudo, aquel pulular de animalitos que campaban sobre su piel abrumadoramente blanca y lechosa en laboriosos enjambres esparcidos por aquella santificada superficie, a la que enseñoreaban con tranquilidad de dominadores y probidad de clientes habituales.
    • 1995 Leguineche, M. Camino corto [1996] Esp (CDH )
      El Caballero Audaz describió así al de Kapurtala: «Su cuerpo, altísimo, es esbelto, vigoroso y recio. Con su tez cobriza contrasta la blancura de sus frescos y limpios dientes. Siempre sonríe con frialdad. Sus negros, grandes y brillantes ojos tienen una mirada ardiente y dominadora.» El primer paso que dio el marajá fue obvio: intentó comprar a la española por 5.000 pesetas después de verla enseñar las ligas y las enaguas y buscarse la pulga en el escenario.
    • 1995 Posse, A. Pasión según Eva [1995] Ar (CDH )
      Animado, vio a la moza del lado de los estantes del sector de mercería eligiendo cintas para los vuelos de sus proyectadas faldas y enaguas.
    • 1995 Posse, A. Pasión según Eva [1995] Ar (CDH )
      Mundo del fru-frú de la enagua corta de seda, de la bombacha roja con barroquismos de cintas rosadas y pubis bordados con flores de lis.
    • 1995 Posse, A. Pasión según Eva [1995] 180 Ar (CDH )
      En especial sus despiadados odiadores, los marinos y militares de la Revolución Libertadora que en 1955 quisieron presentarla como un monstruo, al punto de exhibir al público en la Residencia presidencial (que en seguida demolirían con topadoras, como en una suprema y desesperada desinfección, como en una extrema y desolada lucha contra un fantasma siempre vencedor), en cestos de mimbre, docenas y docenas de calzones, corpiños, enaguas, pantalones, polleras, blusas, de Eva.
    • 1999 González, E. Quién como Dios [1999] Mx (CDH )
      De modo que Sole se quedó con sus prendas antiguas y tuvo que ingeniárselas con alfileres para que no se le asomaran por debajo del vestido los calzones largos ni las enaguas del fondo.
    • 2001 Obando Bolaños, A. Violento paraíso [2001] CR (CDH )
      El muchacho en la enagua de noche, un poeta más o menos conocido, se puso unas tetas postizas y salió al frente del grupo a bailar lambada para las viejecitas, pero como no era muy bueno solo, sacó a otro del "Sissy Bed" a que bailara con él, agregando flagrante playada al ya impune travestismo.
    • 2001 Obando Bolaños, A. Violento paraíso [2001] 425 CR (CDH )
      Ellos, siguiendo una vieja costumbre acadia, estaban escondidos bajo sus propias narices, o más bien bajo las faldas, porque se habían refugiado en la amplia enagua de una célebre poetisa que también hacía de madre y actriz, y pese a sus débiles protestas de conciencia edípica, los gemelos le estaban causando una serie de orgasmos extraordinarios.
    • 2001 Obando Bolaños, A. Violento paraíso [2001] CR (CDH )
      Esta vez el rabel del Cantor no estaba con ella porque el Cantor estaba debajo de las enaguas de ella, saboreando el placer de la música antigua.
    • 1998-2002 Fresán, R. Velocidad Cosas [2002] Ar (CDH )
      Yo corría hasta la ventana y miraba hacia abajo, hacia los jardines o hacia la piscina, y no me daba vuelta para así no enfrentar la incómoda visión de mi madre quitándose la ropa hasta quedar cubierta tan sólo por una enagua color marfil.
    • 2010 ASALE DiccAmericanismos (NTLLE)
      enaguas. [...] f. Ec. Prenda interior de la mujer indígena, que va bajo la pollera, el anaco o la falda.
    • 2010 Lojo, M. R. Árbol familia Ar (CORPES)
      La madre se dejó vestir, no sin protestas, con enaguas infladas de almidón, saya nueva de tanto estar sin uso, blusa y pañoleta bordadas con lujo por ella misma cuando aún era muchacha.
    • 2017 Hervás, J. C. "Pinochada Vinuesa" [16-08-2017] El Diario (Madrid): eldiario.es Esp (HD)
      La jornada ha sido intensa en Vinuesa desde primera hora de la mañana, en la que las mujeres se visten con el tradicional traje de piñorra, compuesto de enaguas, medias blancas, corpiño y delantal negro, falda roja con bandas negras y un mantón bordado. La mujeres conducen después sus pasos hasta la Ermita de la Soledad, punto desde donde desfilan, cerrando la comitiva, con su particular pinocho en la mano, hasta la plaza Mayor, donde se escenificarán las hostilidades entre los dos pueblos.
  3. 2⟶extensión significado
    s. f. Prenda interior para mujer que cubre desde los hombros hasta las piernas.
    docs. (1858-2013) 8 ejemplos:
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      Los pies desnudos entre el agua, el pelo suelto, y cubierta con unas enaguas de fula azul que bajaban desde los hombros hasta las rodillas (traje que en los valles del Magdalena y en los del bajo Bogotá se llama chingado y el cuerpo doblado para sumergir la ropa entre el agua; tal era el espectáculo que divisó don Demóstenes desde su rústico observatorio.
    • 2013 Anónimo "En San Valentín...Lencería con corazón" [29-01-2013] ¡Hola! (Madrid): hola.com Esp (HD)
      2. Enagua de microfibra con aplicaciones de encaje y georgette (22,90 euros), de Intimissimi.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      Los pies desnudos entre el agua, el pelo suelto, y cubierta con unas enaguas de fula azul que bajaban desde los hombros hasta las rodillas (traje que en los valles del Magdalena y en los del bajo Bogotá se llama chingado y el cuerpo doblado para sumergir la ropa entre el agua; tal era el espectáculo que divisó don Demóstenes desde su rústico observatorio.
    • 1945 Cela, C. J. Esas nubes que pasan [1953] p. 169 Esp (FG)
      Como no hacía frío, le bastó con ponerse una blusa encima de la enagua.
    • 1981 Caballero Bonald, J. M. Toda la noche [1988] Esp (CDH )
      Esperó un angustioso tiempo de ciego hasta que apareció ella otra vez, no revestida de nada que pudiera tener relación con su estado, sino luciendo una enagua de seda malva medio descolgada de los hombros y un sostén de la misma tela y color, ribeteado de encajes negros.
    • 1982 Allende, I. Casa espíritus [1995] Ch (CDH )
      Ella se levantó de la cama a preparar una taza de té para los dos y Nicolás vio que usaba una enagua vieja a modo de camisa de dormir.
    • 1984 Wolff, E. Balsa Medusa [1990] Ch (CDH )
      (Interrumpe el baile, la entrada de Javier que, rengueando dificultosamente, trata de alejarse de Cintia que lo sigue. Se ha puesto dos rosas sobre las orejas y se ha bajado los tirantes de las enaguas. En cuanto ve como Teresa se acerca a Javier para ayudarle a caminar, se detiene y va a permanecer durante un rato, paseándose a izquierda y derecha, como una leona enjaulada, sin quitarles la vista)
    • 1992 RAE DRAE 21.ª ed. (NTLLE)
      enagua. [...] Por ext., prenda del mismo uso que cubre también el torso (|Prenda interior femenina que se usa debajo de la falda).
    • 2013 Anónimo "En San Valentín...Lencería con corazón" [29-01-2013] ¡Hola! (Madrid): hola.com Esp (HD)
      2. Enagua de microfibra con aplicaciones de encaje y georgette (22,90 euros), de Intimissimi.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      Los pies desnudos entre el agua, el pelo suelto, y cubierta con unas enaguas de fula azul que bajaban desde los hombros hasta las rodillas (traje que en los valles del Magdalena y en los del bajo Bogotá se llama chingado y el cuerpo doblado para sumergir la ropa entre el agua; tal era el espectáculo que divisó don Demóstenes desde su rústico observatorio.
    • 1945 Cela, C. J. Esas nubes que pasan [1953] p. 169 Esp (FG)
      Como no hacía frío, le bastó con ponerse una blusa encima de la enagua.
    • 1981 Caballero Bonald, J. M. Toda la noche [1988] Esp (CDH )
      Esperó un angustioso tiempo de ciego hasta que apareció ella otra vez, no revestida de nada que pudiera tener relación con su estado, sino luciendo una enagua de seda malva medio descolgada de los hombros y un sostén de la misma tela y color, ribeteado de encajes negros.
    • 1981 Caballero Bonald, J. M. Toda la noche [1988] 52 Esp (CDH )
      Felipe Anafre procedió entonces a desnudarla con cierta postiza delicadeza, una conspicua lentitud en la operación de desabrochar los botones, descolgar el vestido de los hombros, bajar los tirantes de la enagua, soltar los broches del sostén.
    • 1982 Allende, I. Casa espíritus [1995] Ch (CDH )
      Ella se levantó de la cama a preparar una taza de té para los dos y Nicolás vio que usaba una enagua vieja a modo de camisa de dormir.
    • 1984 Wolff, E. Balsa Medusa [1990] Ch (CDH )
      (Interrumpe el baile, la entrada de Javier que, rengueando dificultosamente, trata de alejarse de Cintia que lo sigue. Se ha puesto dos rosas sobre las orejas y se ha bajado los tirantes de las enaguas. En cuanto ve como Teresa se acerca a Javier para ayudarle a caminar, se detiene y va a permanecer durante un rato, paseándose a izquierda y derecha, como una leona enjaulada, sin quitarles la vista)
    • 1992 RAE DRAE 21.ª ed. (NTLLE)
      enagua. [...] Por ext., prenda del mismo uso que cubre también el torso (|Prenda interior femenina que se usa debajo de la falda).
    • 2013 Anónimo "En San Valentín...Lencería con corazón" [29-01-2013] ¡Hola! (Madrid): hola.com Esp (HD)
      2. Enagua de microfibra con aplicaciones de encaje y georgette (22,90 euros), de Intimissimi.
  4. 1⟶metáfora
    s. f. Esp: Merid Tela que cubre la mesa camilla y que suele llegar hasta el suelo.
    docs. (1879-2016) 10 ejemplos:
    • 1879 Pz Galdós, B. Apostólicos [2002] 168 Esp (CDH )
      Es mesa de camilla, y una faldamenta verde la tapa toda honestamente, la cual enagua no se mueve sino cuando el gato entra para enroscarse en la banqueta junto a los pies de D. Felicísimo.
    • 2016 Pz Azaústre, J. Corazones en la oscuridad Esp (BD)
      En aquellas contadas ocasiones, cuando llevaron una vida de joven matrimonio que aún espera hijos, Claudio la había visto no solamente más feliz, sino con una rara plenitud que le enternecía por un lado y por otro le hacía presentir una especie de ahogo bajo la mesa camilla que ella colocaba en el salón, con enagüillas y brasero, primero junto a la radio y, años después, en algún otro piso, frente a un aparato de televisión.
    • 1879 Pz Galdós, B. Apostólicos [2002] 168 Esp (CDH )
      Es mesa de camilla, y una faldamenta verde la tapa toda honestamente, la cual enagua no se mueve sino cuando el gato entra para enroscarse en la banqueta junto a los pies de D. Felicísimo.
    • 1892 Fernán Caballero (Cecilia Böhl de Faber) "Estar de más" [15-09-1892] La Ilustración Católica (Madrid) Esp (HD)
      Delante del sofá estaba colocada la estufa ó mesa de enagüillas con su brasero; á un lado estaba sentada Blanquita, ocupada en bordar una almilla para su madre, á la que no perdía de vista por si algo se le ofrecía.
    • 1958 Ballesteros, M. "Aquellos tiempos" [02-02-1958] ABC (Sevilla) Esp (HD)
      Esas cifras les hacen la boca agua a quienes se imaginan que con sus ganancias de hoy podrían comprar la vida de ayer; pero no se fijan en que el que se gastaba cuatro pesetas en un "poulet a la sasserole" tenía en el bolsillo 6,50 para almuerzo y cena, y que el inquilino de los veinte duros había fundado un hogar con quinientas pesetas de sueldo , como funcionario del Estado, más un plus de 17,50 como hijo de viuda. Un hogar en el que no había calefacción, ni refrigeración, ni teléfono, ni "radio", ni agua caliente. Podían oír los cuplés de la "Fornarina", pero, al volver a casa, si querían entrar en calor, tenían que buscar refugio bajo las enaguas de la camilla a riesgo de atufarse con las emanaciones del brasero, o, si era verano, solían refrescarse abanicándose con el A B C.
    • 1977 Anónimo "De tiendas. Telas para trajes de flamenca" [03-12-1977] ABC (Sevilla) Esp (HD)
      Es una tienda antigua, está en la calle Puente y Pellón; se llama Algarín Hermanos. Su gerente es Francisco Algarín Mallol. Se dedica mayormente a ropa confeccionada para señoras y caballeros. Pero como cosa especial tiene un enorme surtido de telas para trajes de flamenca. También tiene cosas para el hogar, tales como enagüetas de camillas, sábanas, colchas, etc.
    • 2003 Ramírez, M. "Eso le puede pasar a cualquiera" [14-01-2003] ABC (Sevilla) Esp (HD)
      ¿Y qué me dice usted cuando lleva diez minutos buscando el mando a distancia de la tele hasta por los huecos de los cojines del sillón, después de haber chapoteado con sus manos por la mesa de camilla a ver si se ha escondido el puñetero debajo de la enagüilla, desesperado de no dar con él y que, cuando con él da, si no se lo ha quitado la parienta, o el pariente, que para el caso es lo mismo, y tiene que alargar el brazo, hasta los topes del codo para ver las teclas del dichoso chisme y reafirmarse en la idea de que no tiene que ir al oculista porque sigue creyendo que tiene vista de lince, que si tendrán vista que nadie los ve?
    • 2011 García Mouton, P. / Grijelmo, Á. Palabras moribundas Esp (BD)
      También sobreviven las enaguas como nombre de las faldas de la mesa camilla. En Villamartín y los pueblos blancos de la sierra de Cádiz se sigue utilizando la palabra en el lenguaje coloquial para la falda de la mesacamilla que guarda el calor del brasero, antes de cisco o picón y actualmente eléctrico, pero, curiosamente, la unen a estufa, y todo junto suena como enaguaestufa. Y lo mismo sucede en Castilléjar (Granada). En toda Andalucía se utiliza la palabra enaguas, enagüillas, para referirse a la ropa que se le pone a la mesa camilla, con ellas las veladas de invierno son más calentitas y acogedoras. En muchas zonas estas enaguas o enagüillas se pronuncian naguas o nagüillas, que quizá conserven la forma original etimológica del nagua taíno. Y es que enagua, pero sobre todo nagua, conserva en Andalucía no sólo la forma más antigua, sino también el sentido primitivo de la voz americana, porque, en el medio rural, en los años cincuenta del siglo pasado todavía era el nombre normal de la falda y, para distinguirlas, se llamaba nagua o enaguas blancas a la 'enagua', a la ropa interior.
    • 2016 Pz Azaústre, J. Corazones en la oscuridad Esp (BD)
      En aquellas contadas ocasiones, cuando llevaron una vida de joven matrimonio que aún espera hijos, Claudio la había visto no solamente más feliz, sino con una rara plenitud que le enternecía por un lado y por otro le hacía presentir una especie de ahogo bajo la mesa camilla que ella colocaba en el salón, con enagüillas y brasero, primero junto a la radio y, años después, en algún otro piso, frente a un aparato de televisión.
    • 1879 Pz Galdós, B. Apostólicos [2002] 168 Esp (CDH )
      Es mesa de camilla, y una faldamenta verde la tapa toda honestamente, la cual enagua no se mueve sino cuando el gato entra para enroscarse en la banqueta junto a los pies de D. Felicísimo.
    • 1892 Fernán Caballero (Cecilia Böhl de Faber) "Estar de más" [15-09-1892] La Ilustración Católica (Madrid) Esp (HD)
      Delante del sofá estaba colocada la estufa ó mesa de enagüillas con su brasero; á un lado estaba sentada Blanquita, ocupada en bordar una almilla para su madre, á la que no perdía de vista por si algo se le ofrecía.
    • 1920-1924 Valle-Inclán, R. M. Luces Bohemia [1995] Esp (CDH )
      La Redacción de «El Popular»: Sala baja con piso de baldosas: En el centro, una mesa larga y negra, rodeada de sillas vacías, que marcan los puestos, ante roídas carpetas, y rimeros de cuartillas que destacan su blancura en el círculo luminoso y verdoso de una lámpara con enagüillas. Al extremo, fuma y escribe un hombre calvo, el eterno redactor del perfil triste, el gabán con flecos, los dedos de gancho y las uñas entintadas. El hombre lógico y mítico enciende el cigarro apagado. Se abre la mampara, y el grillo de un timbre rasga el silencio. Asoma el Conserje, vejete renegado, bigotudo, tripón, parejo de aquellos bizarros coroneles que en las procesiones se caen del caballo. Un enorme parecido que extravaga.
    • 1927 Valle-Inclán, R. M. Tirano [1993] Esp (CDH )
      Dentro, una lámpara con enagüillas verdes alumbraba el mostrador.
    • 1927-1931 Valle-Inclán, R. M. Corte milagros [1997] Esp (CDH )
      Examinó los rostros inclinados, luminosos en el ruedo de las lámparas de petróleo, con enagüillas verdes.
    • 1958 Ballesteros, M. "Aquellos tiempos" [02-02-1958] ABC (Sevilla) Esp (HD)
      Esas cifras les hacen la boca agua a quienes se imaginan que con sus ganancias de hoy podrían comprar la vida de ayer; pero no se fijan en que el que se gastaba cuatro pesetas en un "poulet a la sasserole" tenía en el bolsillo 6,50 para almuerzo y cena, y que el inquilino de los veinte duros había fundado un hogar con quinientas pesetas de sueldo , como funcionario del Estado, más un plus de 17,50 como hijo de viuda. Un hogar en el que no había calefacción, ni refrigeración, ni teléfono, ni "radio", ni agua caliente. Podían oír los cuplés de la "Fornarina", pero, al volver a casa, si querían entrar en calor, tenían que buscar refugio bajo las enaguas de la camilla a riesgo de atufarse con las emanaciones del brasero, o, si era verano, solían refrescarse abanicándose con el A B C.
    • 1977 Anónimo "De tiendas. Telas para trajes de flamenca" [03-12-1977] ABC (Sevilla) Esp (HD)
      Es una tienda antigua, está en la calle Puente y Pellón; se llama Algarín Hermanos. Su gerente es Francisco Algarín Mallol. Se dedica mayormente a ropa confeccionada para señoras y caballeros. Pero como cosa especial tiene un enorme surtido de telas para trajes de flamenca. También tiene cosas para el hogar, tales como enagüetas de camillas, sábanas, colchas, etc.
    • 2003 Ramírez, M. "Eso le puede pasar a cualquiera" [14-01-2003] ABC (Sevilla) Esp (HD)
      ¿Y qué me dice usted cuando lleva diez minutos buscando el mando a distancia de la tele hasta por los huecos de los cojines del sillón, después de haber chapoteado con sus manos por la mesa de camilla a ver si se ha escondido el puñetero debajo de la enagüilla, desesperado de no dar con él y que, cuando con él da, si no se lo ha quitado la parienta, o el pariente, que para el caso es lo mismo, y tiene que alargar el brazo, hasta los topes del codo para ver las teclas del dichoso chisme y reafirmarse en la idea de que no tiene que ir al oculista porque sigue creyendo que tiene vista de lince, que si tendrán vista que nadie los ve?
    • 2011 García Mouton, P. / Grijelmo, Á. Palabras moribundas Esp (BD)
      También sobreviven las enaguas como nombre de las faldas de la mesa camilla. En Villamartín y los pueblos blancos de la sierra de Cádiz se sigue utilizando la palabra en el lenguaje coloquial para la falda de la mesacamilla que guarda el calor del brasero, antes de cisco o picón y actualmente eléctrico, pero, curiosamente, la unen a estufa, y todo junto suena como enaguaestufa. Y lo mismo sucede en Castilléjar (Granada). En toda Andalucía se utiliza la palabra enaguas, enagüillas, para referirse a la ropa que se le pone a la mesa camilla, con ellas las veladas de invierno son más calentitas y acogedoras. En muchas zonas estas enaguas o enagüillas se pronuncian naguas o nagüillas, que quizá conserven la forma original etimológica del nagua taíno. Y es que enagua, pero sobre todo nagua, conserva en Andalucía no sólo la forma más antigua, sino también el sentido primitivo de la voz americana, porque, en el medio rural, en los años cincuenta del siglo pasado todavía era el nombre normal de la falda y, para distinguirlas, se llamaba nagua o enaguas blancas a la 'enagua', a la ropa interior.
    • 2016 Pz Azaústre, J. Corazones en la oscuridad Esp (BD)
      En aquellas contadas ocasiones, cuando llevaron una vida de joven matrimonio que aún espera hijos, Claudio la había visto no solamente más feliz, sino con una rara plenitud que le enternecía por un lado y por otro le hacía presentir una especie de ahogo bajo la mesa camilla que ella colocaba en el salón, con enagüillas y brasero, primero junto a la radio y, años después, en algún otro piso, frente a un aparato de televisión.
  5. s. f. Protección excesiva que ejerce una autoridad. En la construcción entre las enaguas de.
    docs. (1920-2017) 2 ejemplos:
    • 1920 Carmen Lyra Cuentos Tía Panchita [2003] CR (CDH )
      Se puso a idear cómo haría para sacarlos de entre las enaguas de la reina, quien los tenía consentidos como a criaturas recién nacidas y no deseaba ni que les diera el viento.
    • 2017 Palomo, G. "Libertad expresión Iglesia" [26-08-2017] elconfidencialdigital.com (Madrid) Esp (HD)
      Sinceramente, no me ha extrañado ninguno de los dos comportamientos. Conozco en primera persona la importancia que algunos jerarcas eclesiásticos concede a este derecho fundamental. Digo jerarcas porque aunque no salen a la calle 'ensonatados' (Barriocanal, Pérez del Puerto, Velasco) se han hecho ricos o han conseguido poder sumergidos entre las enaguas empresariales de la Iglesia universal. La libertad de expresión palidece cuando ella no coincide con sus intereses 'ad hominem' o sus grupitos de presión internos.
  6. Acepción lexicográfica
  7. s. f. "Vestidura de bayeta negra, a modo de saya, que usaban los hombres en los lutos mayores y los trompeteros de las procesiones de Semana Santa" (RAE, DLE 23.ª ed.-2014).
    docs. (1732-2014) 5 ejemplos:
    • 1732 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      ENAGUAS. Se llaman tambien las que trahían los hombres, hechas de bayeta negra, en tiempo de lutos mayóres, por Reyes, padres y otros parientes cercanos: las quales son en forma redonda, y cubren desde la cintúra, adonde se atan, hasta los piés. Llamabanse tambien Enaguillas.
    • 1787 Terreros Pando, E. DiccCastVocesCienciasArtes (NTLLE)
      ENAGUAS, llamaron tambien á la especie de sayas de bayeta, que usaban los hombres en los lutos mayores, cuales son los que se trahen por Reyes, padres, &c. y caian de la cintura abajo.
    • 1791 RAE DRAE 3.ª ed. (NTLLE)
      ENAGUAS. [...] Especie de saya de bayeta negra de que usaban los hombres en los lutos mayores como de Reyes, padres, &c. y cubrian desde la cintura hasta los pies. Tambien se llamaban ENAGÜILLAS. Las usan los trompeteros de las procesiones de Semana Santa. Pallium nigrum, tunica nigra.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      enagua [...] Vestidura de bayeta negra, a modo de saya, que usaban los hombres en los lutos mayores y los trompeteros de las procesiones de Semana Santa.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      enagua [...] Vestidura de bayeta negra, a modo de saya, que usaban los hombres en los lutos mayores y los trompeteros de las procesiones de Semana Santa.
  8. Acepción lexicográfica
  9. s. f. Esp: Merid (Can) "Camisa de mujer" (Corrales Zumbado / Corbella Díaz / Álvz Mtz, DiccDiferencial Canarias-1996).
    docs. (1976-1996) 2 ejemplos:
    • 1976 Alvar, M. (dir.) ALEICan, II Esp (FG)
      enagua 'camisa o prenda enteriza con hombreras' (lám. 539, mapa 535).
    • 1996 Corrales Zumbado, C. / Corbella Díaz, D. / Álvz Mtz, M. Á. DiccDiferencial Canarias Esp (NTLLE)
      enagua. f. Tf. p. us. Camisa de mujer. Var.: nagua.
  10. Acepción lexicográfica
  11. s. f. Mx "Papel para liar cigarrillos" (Lara, DiccEsp México-2010).
    docs. (2010) Ejemplo:
    • 2010 Lara, L. F. Dicc español México, I Mx (BD)
      enagua [...] (Caló) Papel para liar cigarrillos.
amarrarse las enaguas
  1. loc. verb. CR Imponer [una mujer] su autoridad.
    docs. (2010-2015) 2 ejemplos:
    • 2010 ASALE DiccAmericanismos (NTLLE)
      amarrarse las enaguas: loc. verb. CR. Imponer una mujer su autoridad, hacerse respetar.
    • 2015 Schz Corrales, V. M. "Amarrarse los pantalones" [07-06-2015] La Nación (San José) CR (HD)
      En la lexía compleja amarrarse las enaguas «hacer sentir su autoridad una mujer», al haber asumido la mujer un rol más protagónico y diferenciado no solo en el ámbito familiar sino en la sociedad en general, en la voz enaguas «prenda exterior femenina, de vestir, que cubre el cuerpo desde la cintura» hay una metonimia al seleccionar, del dominio mujer, la enagua como el perfil predominante. Ese nuevo escenario de la mujer, más protagónico en la sociedad, la lleva a asumir autoridad en las interrelaciones de esta cultura patriarcal, de modo que del dominio fuente mujer , en virtud de su nuevo rol en la sociedad, se proyecta el expediente autoridad al dominio destino enaguas , además de la proyección de la propiedad «firmeza» del verbo amarrar , cuyo resultado es el contenido metafórico de la unidad fraseológica en análisis. Al respecto, un ejemplo: “Esta presidenta debería amarrarse las enaguas y proteger al país y a los costarricenses y dejar la necedad de político-correcto”.
enaguas blancas
    Acepción lexicográfica
  1. loc. sust. Mx "Dícese de la caballería que tiene pelo blanco de los corvejones abajo" (Duque de Regla, DiccEcuestre-1945).
    docs. (1935-1945) 2 ejemplos:
    • 1935 Anónimo Voc Agrícola Investigaciones lingüísticas Mx (FG)
      Enaguas blancas. —Se dice del color del caballo que tiene los cuatro miembros blancos hasta arriba de la rodilla y de las corvas.
    • 1945 Duque de Regla (C. Rincón Gallardo) DiccEcuestre Mx (FG)
      ENAGUAS BLANCAS. Dícese de la caballería que tiene pelo blanco de los corvejones abajo.
enaguas meadas
    Acepción lexicográfica
  1. loc. sust. CR "Dícese del hombre cobarde, pusilánime" (Arroyo Soto, Habla popular lit costarricense-1969).
    docs. (1969) Ejemplo:
    • 1969 Arroyo Soto, V. M. Habla popular costarricense [1971] CR (FG)
      Enaguas curseadas o meadas. Dícese del hombre cobarde, pusilánime.
pegado a las enaguas
    Acepción lexicográfica
  1. loc. adj. Mx "Pegado a las faldas" (RAE, DRAE 22.ª ed.-2001).
    docs. (2001) Ejemplo:
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      pegado a las enaguas: [...] Mx. pegado a las faldas (|Dicho de un hombre: Que, respecto a las mujeres de su familia, se muestra menos independiente de lo que corresponde a su edad).

Diccionario histórico de la lengua española
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