11.ª Entrega (octubre de 2021)
Versión del 29/10/2021
Equipo Real Academia Española
Familia Ver familia de palabras
fimia s. (1845-1933)
fimia
También en esta página: fimia2 (1866-)
Etim. Voz de origen desconocido.

Se documenta por primera vez, con la acepción 'trigo duro, de espinas largas y arqueadas con raspa blanca, que abunda en Andalucía', en 1845, en la sexta parte del  Tratado de agricultura española teorico-practica  de N. Casas de Mendoza. Desde entonces se localiza, a lo largo del siglo XIX, en diferentes obras sobre agricultura y botánica en las que suele aparecer en plural y relacionada con los cultivos producidos en las zona oriental de Andalucía. 

En 1933, el Vocabulario Andaluz de Alcalá Venceslada registra esta voz con la acepción 'filadiz, pequeñez'. 

    Acepción en desuso
  1. s. m. Trigo duro, de espinas largas y arqueadas con raspa blanca, que abunda en Andalucía.
    docs. (1845-1899) 6 ejemplos:
    • 1845 Casas Mendoza, N. Trat Agricultura: Parte VI p. 190 Esp (BD)
      Trigon fanfarron velloso ó propiamente dicho. Difiere del fanfarrón lampiño por el vello, que casi siempre es muy abundante. Requiere buen temple atmosférico, mejor tierra, labores cuidadosas, humedad e influjo meteórico, en cuyo caso da espigas largas hasta de seis carreras de granos gruesos, que suele arrojar en el bancal por no poderlos sostener y aun descabezarse si no se siega algo verde. Se dividen en: 1º en fanfarrones blancones ó arisblancos, con espigas y aristas blancas; 2º arisnegros, arisprietos ó raspinegros, de espiga blanca y arista negra […] A los segundos pertenecen los castros granadinos; un morisco de Valencia; los raspinegros; salmerones; alonsos; fiñanas ó fiñanos negros; fimias y cascalbos de Jaén, Córdoba y Granada.
    • 1846 Colmeiro, M. Catálogo plantas Cataluña p. 22 Esp (BD)
      Trigo fanfarron (velloso). Triticum fastuosum Lag. Arisnegros, arisprietos ó raspinegros. Castros (Granada), Morisco (uno de Val.), Raspinegros, Salmerones, Alonsos, Fiñanas ó Fiñanos negros, Fimias, Cascalbos (And.), Dorado (Lucainena), Claro (Málag.), Claro de raspa negra (Mancha).
    • 1859-1861 Junta Directiva Agricultura Productos Agric esp p. 603 Esp (BD)
      También tienen trigo alonso; y aún suelen coger tres cosechas: alcacer de cebada, melones y alcacer de maíz, mas no habillas que son fruto precioso de los pueblos Altos de las Alpujarras. En Huéjar cultivan mucho candeal que resiste bien al hielo y bastante fimia que resiste también, alonso, fanfarrón y otro que llaman cañivano.
    • 1871 Texidor Cos, J. Flora farmacéutica p. 375 Esp (BD)
      […] aun se ha extendido para el cultivo el Tr. fastuosum Lag., vulg. trigo fanfarron velloso, con las variedades de trigos arisblancos ó blancones, arisnegros, arisprietos ó raspinegros […] y parecen razas suyas o variedades el Tr. Gartnerianum, Tr. polystachyum et Tr. cochleare Lag. cultivados en Andalucía y conocidos por trigos fanfarrones lampiños, azulejos, blanquillos, rojales, cuchareta ó chapado velloso, patiancho, patianchuelo, castro, fiñanas, fimias, cascalbos, etc.
    • 1899 Rojas Clemente, S. "Viaje Sierra Nevada" [15-04-1899] La Alhambra (Granada) Esp (HD)
      Cultivan en Lugros mucho blanquillo, variedad comun en España y bien caracterizada por lo blanco de su espiga y grano que es larguito. también raspinegro que parece ser el annegro de Titaquas y Fimia cuyo grano no se distingue del raspinegro pero sí su espiga que es más rubia. Veo que prefieren los trigos de grano colorado ó rubio y pelucido, calidades en que dicen escede uno traído de Tabernas para sembrar en Granada parecido al Alonso y que llaman Gandul.
    • 1845 Casas Mendoza, N. Trat Agricultura: Parte VI p. 190 Esp (BD)
      Trigon fanfarron velloso ó propiamente dicho. Difiere del fanfarrón lampiño por el vello, que casi siempre es muy abundante. Requiere buen temple atmosférico, mejor tierra, labores cuidadosas, humedad e influjo meteórico, en cuyo caso da espigas largas hasta de seis carreras de granos gruesos, que suele arrojar en el bancal por no poderlos sostener y aun descabezarse si no se siega algo verde. Se dividen en: 1º en fanfarrones blancones ó arisblancos, con espigas y aristas blancas; 2º arisnegros, arisprietos ó raspinegros, de espiga blanca y arista negra […] A los segundos pertenecen los castros granadinos; un morisco de Valencia; los raspinegros; salmerones; alonsos; fiñanas ó fiñanos negros; fimias y cascalbos de Jaén, Córdoba y Granada.
    • 1846 Colmeiro, M. Catálogo plantas Cataluña p. 22 Esp (BD)
      Trigo fanfarron (velloso). Triticum fastuosum Lag. Arisnegros, arisprietos ó raspinegros. Castros (Granada), Morisco (uno de Val.), Raspinegros, Salmerones, Alonsos, Fiñanas ó Fiñanos negros, Fimias, Cascalbos (And.), Dorado (Lucainena), Claro (Málag.), Claro de raspa negra (Mancha).
    • 1857 Colmeiro, M. Curso Botánica 2.ª parte, II p. 771 Esp (BD)
      [...] el T. fastuosum Lag. (Trigo fanfarron velloso: Trigo blanco de Albacete; castros de Granada; morisco, uno de Valencia, raspinegros, salmerones, alonsos, fiñanas o fiñanos negros, fimias y cascalbos de Andalucía, dorado de Lucainena, claro de Málaga, claro de raspanegra de la Mancha.
    • 1859-1861 Junta Directiva Agricultura Productos Agric esp p. 603 Esp (BD)
      También tienen trigo alonso; y aún suelen coger tres cosechas: alcacer de cebada, melones y alcacer de maíz, mas no habillas que son fruto precioso de los pueblos Altos de las Alpujarras. En Huéjar cultivan mucho candeal que resiste bien al hielo y bastante fimia que resiste también, alonso, fanfarrón y otro que llaman cañivano.
    • 1871 Texidor Cos, J. Flora farmacéutica p. 375 Esp (BD)
      […] aun se ha extendido para el cultivo el Tr. fastuosum Lag., vulg. trigo fanfarron velloso, con las variedades de trigos arisblancos ó blancones, arisnegros, arisprietos ó raspinegros […] y parecen razas suyas o variedades el Tr. Gartnerianum, Tr. polystachyum et Tr. cochleare Lag. cultivados en Andalucía y conocidos por trigos fanfarrones lampiños, azulejos, blanquillos, rojales, cuchareta ó chapado velloso, patiancho, patianchuelo, castro, fiñanas, fimias, cascalbos, etc.
    • 1899 Rojas Clemente, S. "Viaje Sierra Nevada" [15-04-1899] La Alhambra (Granada) Esp (HD)
      Cultivan en Lugros mucho blanquillo, variedad comun en España y bien caracterizada por lo blanco de su espiga y grano que es larguito. también raspinegro que parece ser el annegro de Titaquas y Fimia cuyo grano no se distingue del raspinegro pero sí su espiga que es más rubia. Veo que prefieren los trigos de grano colorado ó rubio y pelucido, calidades en que dicen escede uno traído de Tabernas para sembrar en Granada parecido al Alonso y que llaman Gandul.
  2. Acepción lexicográfica
  3. s. Esp: Merid (And) "Filadiz, pequeñez" (Alcalá Venceslada, VocAndaluz-1933).
    docs. (1933) Ejemplo:
    • 1933 Alcalá Venceslada, A. VocabAndaluz p. 185 Esp (BD)
      Fimia. ~ Filadiz, pequeñez. "No me dió ni una fimia después de lo que trabajé en su casa".
11.ª Entrega (octubre de 2021)
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fimia2 s. (1866-)
fimia, phimia
También en esta página: fimia (1845-1933)
Etim. Voz tomada del francés phymie, atestiguada en esta lengua al menos desde 1841 como 'tuberculosis pulmonar' en la obra de P. A. Piorry titulada Traité de pathologie iatrique ou médicale et de médecine pratique (Paris, J. B. Baillière, p. 70: "Dans les premiers temps de la nomenclature, le mot strumosie, d’origine latine, avait été employé pour désigner l’état tuberculeux. Cette désinence avait l’avantage de la clarté, mais non pas celui de la pureté d’origine. Pour éviter qu’un mot seul ne fût pas en harmonie avec l’ensemble de la nomenclature, le mot phymie ou phymosie […] employé par Hippocrate et Galien, pour désigner les tubercules, les vomiques, qu’ils confondaient du reste avec les abcès, a paru le plus convenable").

Se documenta por primera vez, con la acepción 'enfermedad infectocontagiosa de los humanos y de otras especies de animales y, en particular, la causada por bacterias del complejo Mycobacterium tuberculosis, caracterizada por la formación de lesiones o tubérculos en los pulmones o en otros órganos', en 1866, en un artículo publicado en La España Médica (Madrid)Como muestran los testimonios recopilados, la voz fimia se acompaña de distintos modificadores que indican el órgano o la parte afectada del cuerpo en la que se desarrolla la enfermedad. Con frecuencia, se localiza en textos de especialidad médica en los que compite, sobre todo a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, con sus sinónimos tisis y tuberculosis.

Notas filológicas

En 1865, en la lección impartida, en la quinta sesión del Congreso Médico Español, por el doctor R. F. Capdevilla sobre la "Etiología y la profilaxia de la tisis pulmonal" y publicada en las Actas de las Sesiones del Congreso Médico Español, se registra la voz fimia ("Mucho se ha cuestionado en la práctica, acerca de si a esta clase de tumores y a las producciones morbosas en ellos comprendidas, debe ó no dárseles el nombre de tubérculos. Los partidarios de la doctrina de la especificidad se le niegan, aunque no sin confesar que existe una estremada analogía entre los tubérculos, y estas nuevas producciones á las que llaman producciones fimatoideas. Ahora bien si se considera que la palabra phymia es sinónima de tubérculo se comprenderá fácilmente que la palabra fimia phimatoides, quiere decir parecido a tubérculo"). Este testimonio, en el que el vocablo no parece equivaler a la enfermedad conocida también como tuberculosis o tisis, pone de manifiesto la falta de unanimidad por parte de los investigadores decimonónicos en la nomenclatura no solo de la tuberculosis, sino también de las producciones morbosas asociadas a esta enfermedad. Parte de este problema ya se observa en la obra de P. A. Piorry de 1841, Traité de pathologie iatrique ou médicale et de médecine pratique, en la que, además de atestiguarse el étimo galo del que procede la voz fimia, se deja constancia de las dificultades denominativas y del uso del término phymie con el significado de 'tubérculo', tal y como lo emplearon los médicos de la Antigua Grecia Hipócrates y Galeno. 

  1. ac. etim.
    s. f. Med. Enfermedad infectocontagiosa de los humanos y de otras especies de animales y, en particular, la causada por bacterias del complejo Mycobacterium tuberculosis, caracterizada por la formación de lesiones o tubérculos en los pulmones o en otros órganos.
    docs. (1866-2015) 19 ejemplos:
    • 1866 Anónimo (R. T.) "Debilidades médicas" [16-08-1866] La España Médica (Madrid) Esp (HD)
      […] este es el espiro-gasómetro del Sr. Bonnet, instrumento admirable e indispensable para la diagnosis de la fimía; se usa tapando con cuidado los diferentes orificios del enfermo y haciéndole soplar en este tubo; entonces la respiración pone en movimiento las cosas que yo no creo tener necesidad de espirar, y las agujas del cuadrante indican, claro como el día, que el sugeto está tísico.
    • 2013 Cartes Parra, J. C. "Breve historia tuberculosis" [01-01-2013] t. LXX, p. 146 Revista Médica de Costa Rica y Centroamérica (San José) CR (HD)
      Antiguos textos egipcios, griegos y romanos han descrito la afectación por tuberculosis en remotas civilizaciones [...]. En la antigua Grecia, la tuberculosis era conocida como ptisis, término que también incluía al empiema y a la fimia o absceso de pulmón [...]. Fue el padre de la medicina, el médico griego Hipócrates (460- 377 a.C.), quien realizaría las primeras investigaciones de la pthisis describiéndola como una enfermedad crónica caracterizada por tos frecuente y persistente, expectoraciones productivas, sudoración y fiebre constante.
    • 1866 Anónimo (R. T.) "Debilidades médicas" [16-08-1866] La España Médica (Madrid) Esp (HD)
      […] este es el espiro-gasómetro del Sr. Bonnet, instrumento admirable e indispensable para la diagnosis de la fimía; se usa tapando con cuidado los diferentes orificios del enfermo y haciéndole soplar en este tubo; entonces la respiración pone en movimiento las cosas que yo no creo tener necesidad de espirar, y las agujas del cuadrante indican, claro como el día, que el sugeto está tísico.
    • 1869 Schz Ocaña, E. "Tuberculosis: inoculacion" p. 281 Anuario de Medicina y Cirugía Prácticas (Madrid) Esp (BD)
      Seremos muy breves al analizar el discurso de M. Piorry, cuya primera parte ha sido consagrada exclusivamente á la cuestión de nomenclatura, muy accesoria en este momento, puesto que para el fondo del debate importa bien poco que la palabra phimia sea ó no preferible á la tuberculosis.
    • 1874 García Solá, E. Patología y Anatomía p. 40 Esp (BD)
      […] los nombres que se han dado á muchas dolencias son tan impropios como los que se trataban de sustituir; tal sucede con los tubérculos pulmonales, que antes se denominaban tisis, y hoy se tiene por más doctos el designarlos con la palabra neumofima, como si la terminación fima o phima, ideada por Fuchs, pudiera aplicarse más que á lo que crece, y como si en el pulmón no hubiera otros padecimientos que presentan como el tubérculo un desarrollo creciente.
    • 1890 Mariani, J. M. "Dispepsias pretuberculosas" [01-01-1890] Revista de Medicina y Cirugía Prácticas (Madrid) Esp (HD)
      Un corolario puede desprenderse de estos hechos: que en las dispepsias de los sujetos jóvenes no dependientes de causas determinadas, pero tenaces en su marcha, debemos atender tanto como al estómago, al estado general de los enfermos en lo que se refiere al tratamiento, y debemos explorar con frecuencia la cavidad torácica en todos los casos, y particularmente en aquellos en que existan antecedentes de fimia en sus ascendientes ó colaterales.
    • 1897 Fairén, H. Discurso leído en la sesión inaugural Real Academia Medicina y Cirugía Zaragoza p. 42 Esp (BD)
      Y así va recorriendo su vía crucis el tuberculoso que no sana y en quien á pesar de todo la fimia se retarda indefinidamente y hasta pudiera acontecer que sin dejar su guarida los bacilos, la tisis no se llegue á presentar.
    • 1902 Botey, R. Tratado oto-rino-laringología p. 801 Esp (BD)
      La tuberculosis vegetante polipoidea se desarrolla con frecuencia en personas jóvenes, como manifestación primitiva de la fimia. Se trata, sin embargo, de individuos débiles, linfáticos, con antecedentes familiares tuberculosos. Las vegetaciones son aquí en ciertos casos rojas, voluminosas, únicas, más ó menos pediculadas; pero de ordinario se las observa de un color gris rosado, amarillentas, poco consistentes, friables, fáciles de desprender y reunidas en masa como pequeñas coliflores.
    • 1905 Castañer Viñeta, M. "Lucha social tuberculosis" [22-01-1905] Revista Balear de Ciencias Médicas (Palma de Mallorca) Esp (HD)
      La edad media, con el obscurecimiento de toda ciencia y el abandono de toda cultura general, deja traslucir como un vestigio que los enfermos afectos de la fimia eran separados de los demás, dato éste irrefutable de la existencia de reglas de elemental higiene y por ende de indubitable profilaxia. Y así prosiguiendo la ruta histórica, hacemos nueva parada en los conocimientos legados por Fracastor, que insistió en la transmisibilidad del mal, por el coito, el uso de los vestidos de los tísicos y la permanencia en las habitaciones de éstos, y aún se puede citar á Morgagni que evitaba hacer la autopsia de los cadáveres de tísicos por temor al contagio.
    • 1910 Villegas, R. "Tuberculosis hacinamiento" [16-06-1910] El País: Diario Republicano-Progresista (Madrid) Esp (HD)
      Ya he indicado en otro trabajo, del cual este es un complemento, el interés que aportan las condiciones del medio en que se desenvuelven los tuberculosos, imprimiendo un aspecto especial á su enfermedad hasta el punto de que la fimia viene á resultar una peste de los pobres, siquier ésta no respete en ocasiones á la opulencia, ni aun á las majestades. Trátase en estos casos de una especial infección ó asiento en organismos debilitados por el desorden y la crápula.
    • 1926 Valdés Lambea, J. "Estados hipertiroidismo y resistencia tuberculosis" [01-12-1926] Revista Ibero-Americana de Ciencias Médicas (Madrid) Esp (HD)
      Como argumento en favor de la relativa resistencia de la glándula y de que los jugos tiroideos en exceso parecen actuar estimulando las defensas contra la fimia, se invoca un hecho cierto en general, y es el siguiente: que el síndrome hipertiroideo suele perder violencia, atenuarse o desaparecer, cuando el proceso fímico avanza y el enfermo entra en la tisis.
    • 1941 Glz Calvo, V./ Sagarra M., J. M. "Complejo síndrome colibacilar proyección cutánea" [01-01-1941] Revista Española de Medicina y Cirugía de Guerra (Madrid) Esp (HD)
      […] es más, no excepcionalmente en tuberculosos nefrectomizados y a plazo variable del momento de la intervención y a plazo variable del momento de la intervención existen efectos colibacilares, que los antecedentes del enfermo orientan adecuadamente; nosotros asistimos al desenvolvimiento episódico de fiebres y molestias locales en testículo y cordón, en un enfermo nefrectomizado por fimia en 1930.
    • 2003 Ledermann, W. "Tuberculosis descubrimiento Koch" [01-01-2003] p. 46 Revista Chilena de Infectología (Santiago de Chile) (HD)
      La memoria de la tuberculosis es tan remota y tan larga, que la más somera referencia a sus hitos mayores llenaría todo este artículo […] Hipócrates, en el siglo V a.C., la define como la enfermedad “más grave de todas, la de curación más difícil y la más fatal”. Fue el primero en designar como ptisis a la forma pulmonar, aunque bajo este concepto incluía también al empiema y a la fimia o absceso del pulmón.
    • 2013 Cartes Parra, J. C. "Breve historia tuberculosis" [01-01-2013] t. LXX, p. 146 Revista Médica de Costa Rica y Centroamérica (San José) CR (HD)
      Antiguos textos egipcios, griegos y romanos han descrito la afectación por tuberculosis en remotas civilizaciones [...]. En la antigua Grecia, la tuberculosis era conocida como ptisis, término que también incluía al empiema y a la fimia o absceso de pulmón [...]. Fue el padre de la medicina, el médico griego Hipócrates (460- 377 a.C.), quien realizaría las primeras investigaciones de la pthisis describiéndola como una enfermedad crónica caracterizada por tos frecuente y persistente, expectoraciones productivas, sudoración y fiebre constante.
    • 1866 Anónimo (R. T.) "Debilidades médicas" [16-08-1866] La España Médica (Madrid) Esp (HD)
      […] este es el espiro-gasómetro del Sr. Bonnet, instrumento admirable e indispensable para la diagnosis de la fimía; se usa tapando con cuidado los diferentes orificios del enfermo y haciéndole soplar en este tubo; entonces la respiración pone en movimiento las cosas que yo no creo tener necesidad de espirar, y las agujas del cuadrante indican, claro como el día, que el sugeto está tísico.
    • 1869 Schz Ocaña, E. "Tuberculosis: inoculacion" p. 281 Anuario de Medicina y Cirugía Prácticas (Madrid) Esp (BD)
      Seremos muy breves al analizar el discurso de M. Piorry, cuya primera parte ha sido consagrada exclusivamente á la cuestión de nomenclatura, muy accesoria en este momento, puesto que para el fondo del debate importa bien poco que la palabra phimia sea ó no preferible á la tuberculosis.
    • 1874 García Solá, E. Patología y Anatomía p. 40 Esp (BD)
      […] los nombres que se han dado á muchas dolencias son tan impropios como los que se trataban de sustituir; tal sucede con los tubérculos pulmonales, que antes se denominaban tisis, y hoy se tiene por más doctos el designarlos con la palabra neumofima, como si la terminación fima o phima, ideada por Fuchs, pudiera aplicarse más que á lo que crece, y como si en el pulmón no hubiera otros padecimientos que presentan como el tubérculo un desarrollo creciente.
    • 1890 Mariani, J. M. "Dispepsias pretuberculosas" [01-01-1890] Revista de Medicina y Cirugía Prácticas (Madrid) Esp (HD)
      Un corolario puede desprenderse de estos hechos: que en las dispepsias de los sujetos jóvenes no dependientes de causas determinadas, pero tenaces en su marcha, debemos atender tanto como al estómago, al estado general de los enfermos en lo que se refiere al tratamiento, y debemos explorar con frecuencia la cavidad torácica en todos los casos, y particularmente en aquellos en que existan antecedentes de fimia en sus ascendientes ó colaterales.
    • 1893 Hnz Silva, J. Urberuaga de Ubilla estudio aguas p. 111 Esp (BD)
      Se hallan indicadas en todas las formas clínicas de la tisis pulmonar, en los períodos primero y segundo de la transformación y desarrollo de la granulación tuberculosa, y cuando los organismos afectados de fimia se encuentran influidos por la excitabilidad del aparato cardio-pulmonar, y por las condiciones y gestiones y fluxiones colaterales que indican la invasión de las colonias bacterianas.
    • 1897 Fairén, H. Discurso leído en la sesión inaugural Real Academia Medicina y Cirugía Zaragoza p. 42 Esp (BD)
      Y así va recorriendo su vía crucis el tuberculoso que no sana y en quien á pesar de todo la fimia se retarda indefinidamente y hasta pudiera acontecer que sin dejar su guarida los bacilos, la tisis no se llegue á presentar.
    • 1902 Botey, R. Tratado oto-rino-laringología p. 801 Esp (BD)
      La tuberculosis vegetante polipoidea se desarrolla con frecuencia en personas jóvenes, como manifestación primitiva de la fimia. Se trata, sin embargo, de individuos débiles, linfáticos, con antecedentes familiares tuberculosos. Las vegetaciones son aquí en ciertos casos rojas, voluminosas, únicas, más ó menos pediculadas; pero de ordinario se las observa de un color gris rosado, amarillentas, poco consistentes, friables, fáciles de desprender y reunidas en masa como pequeñas coliflores.
    • 1903 Malo Poveda, B. "Vacuna antituberculosa" [05-01-1903] Revista de Especialidades Médicas (Madrid) Esp (HD)
      Behring, apoyado en considerable número de estos hechos, deduce que la leche antituberculosa vacuna las terneras contra la fimia de Koch, volviéndolas refractarias á la terrible dolencia.
    • 1903 Malo Poveda, B. "Dirección higiénica catarrosos" [05-01-1903] Revista de Especialidades Médicas (Madrid) Esp (HD)
      La laringe es un órgano delicado ó muy vulnerable, y por el cual pasan los esputos cargados de microbios diversos, bien de la supuración, bien de la fimia, etc., que á su paso irritan ó inflaman la mucosa laríngea, especialmente predispuesta á ser inoculada.
    • 1904 Masó Bru, A. "Lecciones clínica médica, tomo I, Vallejo Lobón (Reseña)" [01-01-1904] t. XXVII, p. 734 Gaceta Médica Catalana (Barcelona) Esp (HD)
      Si estas alteraciones de tejido, especialmente del linfático y ganglionar, se acentúan (y ello reconoce casi siempre un origen post-fetal ó adquirido), tendremos constituida la escrofulosis, que aunque de fórmula microbiana compleja y no igual á la de la tuberculosis, puede clínicamente considerarse, no cual pretende la moderna escuela francesa, como una simple disposición á la fimia, sino como una variedad evolutiva de la misma.
    • 1905 Castañer Viñeta, M. "Lucha social tuberculosis" [22-01-1905] Revista Balear de Ciencias Médicas (Palma de Mallorca) Esp (HD)
      La edad media, con el obscurecimiento de toda ciencia y el abandono de toda cultura general, deja traslucir como un vestigio que los enfermos afectos de la fimia eran separados de los demás, dato éste irrefutable de la existencia de reglas de elemental higiene y por ende de indubitable profilaxia. Y así prosiguiendo la ruta histórica, hacemos nueva parada en los conocimientos legados por Fracastor, que insistió en la transmisibilidad del mal, por el coito, el uso de los vestidos de los tísicos y la permanencia en las habitaciones de éstos, y aún se puede citar á Morgagni que evitaba hacer la autopsia de los cadáveres de tísicos por temor al contagio.
    • 1910 Villegas, R. "Tuberculosis hacinamiento" [16-06-1910] El País: Diario Republicano-Progresista (Madrid) Esp (HD)
      Ya he indicado en otro trabajo, del cual este es un complemento, el interés que aportan las condiciones del medio en que se desenvuelven los tuberculosos, imprimiendo un aspecto especial á su enfermedad hasta el punto de que la fimia viene á resultar una peste de los pobres, siquier ésta no respete en ocasiones á la opulencia, ni aun á las majestades. Trátase en estos casos de una especial infección ó asiento en organismos debilitados por el desorden y la crápula.
    • 1911 Berrojo Obregón, J. Pulmonía p. 75 Esp (BD)
      […] y si algún medio ó alguna substancia fuera capaz de neutralizar la tuberculosis, la revulsioterapia rápida, daría pronta y buena cuenta de la flogosis pulmonar por la fimia provocada, que tan necesaria la es para sus comienzos prolíficos y sin previa la cual su vida bacilar sería efímera.
    • 1924 Úbeda Sarachaga, M. "Tratamiento etiológico enfermedades corazón" [01-09-1924] Revista Ibero-Americana de Ciencias Médicas (Madrid) Esp (HD)
      De corea tenemos un caso interesante, y de cuya interpretación clara no respondemos, dado que es síndrome de etiología discutible, bien que muchos se curen con el salicilato de sosa. Se trata de un niño, hijo de padre nervioso; padeció corea, y en su curso presenta un brote de fímia pleuropulmonar. Se hace tratamiento oportuno de la tuberculosis, y cura simultánea y progresivamente de ambas afecciones.
    • 1926 Valdés Lambea, J. "Estados hipertiroidismo y resistencia tuberculosis" [01-12-1926] Revista Ibero-Americana de Ciencias Médicas (Madrid) Esp (HD)
      Como argumento en favor de la relativa resistencia de la glándula y de que los jugos tiroideos en exceso parecen actuar estimulando las defensas contra la fimia, se invoca un hecho cierto en general, y es el siguiente: que el síndrome hipertiroideo suele perder violencia, atenuarse o desaparecer, cuando el proceso fímico avanza y el enfermo entra en la tisis.
    • 1928 Valdés Lambea, J. "Tuberculosis ganglionar niños (Conclusión)" [01-12-1928] España Médica (Madrid) Esp (HD)
      En 58 niños pude seguir la evolución de la tuberculosis, en una u otra forma, y entre los restantes, que de estudiar con más o menos detenimiento, no vi un sólo niño floreciente, seguía, pues, la fimia pesando sobre todos ellos.
    • 1941 Glz Calvo, V./ Sagarra M., J. M. "Complejo síndrome colibacilar proyección cutánea" [01-01-1941] Revista Española de Medicina y Cirugía de Guerra (Madrid) Esp (HD)
      […] es más, no excepcionalmente en tuberculosos nefrectomizados y a plazo variable del momento de la intervención y a plazo variable del momento de la intervención existen efectos colibacilares, que los antecedentes del enfermo orientan adecuadamente; nosotros asistimos al desenvolvimiento episódico de fiebres y molestias locales en testículo y cordón, en un enfermo nefrectomizado por fimia en 1930.
    • 2003 Ledermann, W. "Tuberculosis descubrimiento Koch" [01-01-2003] p. 46 Revista Chilena de Infectología (Santiago de Chile) (HD)
      La memoria de la tuberculosis es tan remota y tan larga, que la más somera referencia a sus hitos mayores llenaría todo este artículo […] Hipócrates, en el siglo V a.C., la define como la enfermedad “más grave de todas, la de curación más difícil y la más fatal”. Fue el primero en designar como ptisis a la forma pulmonar, aunque bajo este concepto incluía también al empiema y a la fimia o absceso del pulmón.
    • 2013 Cartes Parra, J. C. "Breve historia tuberculosis" [01-01-2013] t. LXX, p. 146 Revista Médica de Costa Rica y Centroamérica (San José) CR (HD)
      Antiguos textos egipcios, griegos y romanos han descrito la afectación por tuberculosis en remotas civilizaciones [...]. En la antigua Grecia, la tuberculosis era conocida como ptisis, término que también incluía al empiema y a la fimia o absceso de pulmón [...]. Fue el padre de la medicina, el médico griego Hipócrates (460- 377 a.C.), quien realizaría las primeras investigaciones de la pthisis describiéndola como una enfermedad crónica caracterizada por tos frecuente y persistente, expectoraciones productivas, sudoración y fiebre constante.
    1. s. Con el modificador laríngea, para referirse a la fimia que afecta a la laringe.
      docs. (1878-1935) 8 ejemplos:
      • 1878 Ariza, R. "Pólipo superglótico" [15-06-1878] El Anfiteatro Anatómico (Madrid) Esp (HD)
        Para calificar de fimicas las larigintis hipertróficas ó vegetantes, que es el tipo presentado por estas personas al parecer sanas de pecho, no tenía hasta entonces otro guía que mi propia experiencia, y ésta fue la que me sirvió en la presente ocasión para establecer el diagnóstico de la fimia laríngea.
      • 1935 Vidal Torres, J. "Etiopatogénesis tuberculosis laríngea" [01-06-1935] Revista Médica de Canarias (Santa Cruz de Tenerife) Esp (HD)
        Sin embargo, creemos de justicia consignar sin caer en nacionalismos científicos, y en honor a la verdad, que antes que Ariza, Mandl, en el año 1872, en su «Tratado de enfermedades de la laringe», hacía ya referencia a aquella variedad de lesión, en el capítulo consagrado a la tuberculosis de la laringe. En efecto, vemos que este autor describía dos formas de fimia laríngea de comienzo y evolución diferentes.
      • 1878 Ariza, R. "Pólipo superglótico" [15-06-1878] El Anfiteatro Anatómico (Madrid) Esp (HD)
        Para calificar de fimicas las larigintis hipertróficas ó vegetantes, que es el tipo presentado por estas personas al parecer sanas de pecho, no tenía hasta entonces otro guía que mi propia experiencia, y ésta fue la que me sirvió en la presente ocasión para establecer el diagnóstico de la fimia laríngea.
      • 1899 Botey, R. Oto-rino-laringología p. 202 Esp (BD)
        Este caso demuestra bien á las claras la existencia de la tuberculosis primitiva del órgano de la fonación. Enseña que existe una forma de fimia laríngea, sin las infiltraciones aritenoideas típicas, sin ulceraciones; muy crónica desde sus comienzos, localizada en la glotis y regiones vecinas y caracterizada por el predominio de la hiperplasia de las cuerdas, á veces de las bandas y del espacio inter-aritenoideo, pero de una manera limitada, casi aflegmásica, muy lenta en su evolución y hasta susceptible de retroceder en gran parte con un tratamiento apropiado.
      • 1901 Aris García, J. "Tuberculosis laríngea" [05-01-1901] Revista de Especialidades Médicas (Madrid) Esp (HD)
        No olvidar nunca corregir la diátesis del enfermo con medicación apropiada, ni dejar sin tratamiento la tuberculosis pulmonar que acompañe á la fimia laríngea. La tuberculosis laríngea, para curarse no lo hace por la acción determinante de tal medicamento, mas bien por la sobrealimentación y la cura del aire.
      • 1902 Botey, R. "Adrenalina oto-rino-laringología" [01-09-1902] Revista Ibero-Americana de Ciencias Médicas (Madrid) Esp (HD)
        Excuso decir que en los casos de fimia laríngea bien localizada, y en los cuales esperamos alcanzar provecho del raspado de las vegetaciones y tejidos proliferados de la epiglotidectomia y de la aritenoidectomia, los tejidos infiltrados e inflamados no se dejan anestesiar fácilmente con las soluciones de cocaína.
      • 1910 Anónimo "Notas útiles. Registro Civil" [05-07-1910] El Noroeste (La Coruña) Esp (HD)
        Defunciones. Ofelia Casaurrán Fernández, 37 años (fimia laríngea); Josefa Díaz, 74 años (debilidad senil).
      • 1930 Anónimo (Dr. Samperio) "Servicios Otorrinolaringología Instituto Rubio" [01-12-1930] n.º 60, p. 536 Revista Ibero-Americana de Ciencias Médicas (Madrid) Esp (HD)
        Siendo la tuberculosis laríngea casi siempre secundaria a la tuberculosis pulmonar, parecía lógico que así como el laringólogo no debe prescindir nunca de la cooperación del especialista de pecho en el tratamiento de la fimia laríngea, todos los tuberculosos pulmonares fueran explorados y tratados preventivamente por el especialista de garganta.
      • 1935 Vidal Torres, J. "Etiopatogénesis tuberculosis laríngea" [01-06-1935] Revista Médica de Canarias (Santa Cruz de Tenerife) Esp (HD)
        Sin embargo, creemos de justicia consignar sin caer en nacionalismos científicos, y en honor a la verdad, que antes que Ariza, Mandl, en el año 1872, en su «Tratado de enfermedades de la laringe», hacía ya referencia a aquella variedad de lesión, en el capítulo consagrado a la tuberculosis de la laringe. En efecto, vemos que este autor describía dos formas de fimia laríngea de comienzo y evolución diferentes.
      • 1878 Ariza, R. "Pólipo superglótico" [15-06-1878] El Anfiteatro Anatómico (Madrid) Esp (HD)
        Para calificar de fimicas las larigintis hipertróficas ó vegetantes, que es el tipo presentado por estas personas al parecer sanas de pecho, no tenía hasta entonces otro guía que mi propia experiencia, y ésta fue la que me sirvió en la presente ocasión para establecer el diagnóstico de la fimia laríngea.
      • 1899 Botey, R. Oto-rino-laringología p. 202 Esp (BD)
        Este caso demuestra bien á las claras la existencia de la tuberculosis primitiva del órgano de la fonación. Enseña que existe una forma de fimia laríngea, sin las infiltraciones aritenoideas típicas, sin ulceraciones; muy crónica desde sus comienzos, localizada en la glotis y regiones vecinas y caracterizada por el predominio de la hiperplasia de las cuerdas, á veces de las bandas y del espacio inter-aritenoideo, pero de una manera limitada, casi aflegmásica, muy lenta en su evolución y hasta susceptible de retroceder en gran parte con un tratamiento apropiado.
      • 1901 Aris García, J. "Tuberculosis laríngea" [05-01-1901] Revista de Especialidades Médicas (Madrid) Esp (HD)
        No olvidar nunca corregir la diátesis del enfermo con medicación apropiada, ni dejar sin tratamiento la tuberculosis pulmonar que acompañe á la fimia laríngea. La tuberculosis laríngea, para curarse no lo hace por la acción determinante de tal medicamento, mas bien por la sobrealimentación y la cura del aire.
      • 1902 Botey, R. "Adrenalina oto-rino-laringología" [01-09-1902] Revista Ibero-Americana de Ciencias Médicas (Madrid) Esp (HD)
        Excuso decir que en los casos de fimia laríngea bien localizada, y en los cuales esperamos alcanzar provecho del raspado de las vegetaciones y tejidos proliferados de la epiglotidectomia y de la aritenoidectomia, los tejidos infiltrados e inflamados no se dejan anestesiar fácilmente con las soluciones de cocaína.
      • 1910 Anónimo "Notas útiles. Registro Civil" [05-07-1910] El Noroeste (La Coruña) Esp (HD)
        Defunciones. Ofelia Casaurrán Fernández, 37 años (fimia laríngea); Josefa Díaz, 74 años (debilidad senil).
      • 1927 Anónimo "Registro Civil 13 agosto 1927" [13-08-1927] Nuevo Día: Diario de la Provincia de Cáceres (Cáceres) Esp (HD)
        Durante las últimas veinticuatro horas se han hecho las siguientes inscripciones […] Defunciones. Manuel Mateos Pérez, de 14 años; fimia laríngea, Sandes, 12.
      • 1930 Anónimo (Dr. Samperio) "Servicios Otorrinolaringología Instituto Rubio" [01-12-1930] n.º 60, p. 536 Revista Ibero-Americana de Ciencias Médicas (Madrid) Esp (HD)
        Siendo la tuberculosis laríngea casi siempre secundaria a la tuberculosis pulmonar, parecía lógico que así como el laringólogo no debe prescindir nunca de la cooperación del especialista de pecho en el tratamiento de la fimia laríngea, todos los tuberculosos pulmonares fueran explorados y tratados preventivamente por el especialista de garganta.
      • 1935 Vidal Torres, J. "Etiopatogénesis tuberculosis laríngea" [01-06-1935] Revista Médica de Canarias (Santa Cruz de Tenerife) Esp (HD)
        Sin embargo, creemos de justicia consignar sin caer en nacionalismos científicos, y en honor a la verdad, que antes que Ariza, Mandl, en el año 1872, en su «Tratado de enfermedades de la laringe», hacía ya referencia a aquella variedad de lesión, en el capítulo consagrado a la tuberculosis de la laringe. En efecto, vemos que este autor describía dos formas de fimia laríngea de comienzo y evolución diferentes.
    2. s. Con los modificadores pulmonar o neumónica, para referirse a la fimia que afecta a los pulmones.
      docs. (1889-2015) 18 ejemplos:
      • 1889 Moreno, E. "Tratamiento tuberculosis pulmonar aguas sulfurosas" [06-01-1889] El Siglo Médico (Madrid) Esp (HD)
        Mientras algunos consideraban la tuberculosis pulmonar como proceso morboso en que no sólo estaban indicadas las aguas sulfurosas, sino como uno de los mayores triunfos de la Terapéutica hidrológica, para otros no podían aquéllas constituir más que un paliativo más ó menos enérgico, según los casos, y para muchos la fimia pulmonar era una formal contraindicación de toda intervención por dichas aguas, cualquiera que fuese la forma y modo de administración que se empleara.
      • 2015 Zavala, J. M. Franco. Anecdotario p. 267 Esp (BD)
        Clemente jamás olvidaría la madrugada del 28 de marzo de 1942, cuando su amigo el poeta falleció, tras una terrible agonía, a causa de una fimia pulmonar. La noticia corrió como un reguero de pólvora por todo el recinto carcelario.
      • 1889 Moreno, E. "Tratamiento tuberculosis pulmonar aguas sulfurosas" [06-01-1889] El Siglo Médico (Madrid) Esp (HD)
        Mientras algunos consideraban la tuberculosis pulmonar como proceso morboso en que no sólo estaban indicadas las aguas sulfurosas, sino como uno de los mayores triunfos de la Terapéutica hidrológica, para otros no podían aquéllas constituir más que un paliativo más ó menos enérgico, según los casos, y para muchos la fimia pulmonar era una formal contraindicación de toda intervención por dichas aguas, cualquiera que fuese la forma y modo de administración que se empleara.
      • 1890 Mariani, J. M. "Dispepsias pretuberculosas" [01-01-1890] Revista de Medicina y Cirugía Prácticas (Madrid) Esp (HD)
        Lentamente, estos síntomas se van pronunciando y la sospecha de una tuberculosis, nacida de la última exploración, va ganando terreno y se convierte en realidad; los escalofríos por las tardes, tos más pronunciada y los signos físicos en los vértices de los pulmones, confirman la sospecha de la fimia pulmonar.
      • 1893 Santa María Bustamante, M. "Enfermedad diagnóstico difícil" [13-08-1893] El Siglo Médico (Madrid) Esp (HD)
        No me detengo en señalar datos para dejar de pensar en la tuberculosis pulmonar, que podía sospecharse por los síntomas generales, eretismo cardio-vascular y dispnea, porque durante veinticuatro y más meses había tiempo suficiente para que el bacilo de Koch fraguara en todo el aparato respiratorio: síntomas en foco, signos de destrucción que no existían, á pesar del examen repetido y detenido. Es más: si en la actualidad se desarrollara la fimia pulmonar por las condiciones apropiadas del terreno individual, y que son las buscadas con avidez por el bacilo tuberculoso, creo que nada tendría de particular, y si significaría un desconocimiento de lógica el atribuir á esta infección todo el cuadro sindrómico; es decir, tomar como causa lo que no es más que efecto.
      • 1895 Mateo Barcones, E. Nosología filipina p. 83 Esp (BD)
        […] pero, no obstante, sí se nos permitirá poder adelantar la idea de que se ha de hacer esperar aún mucho tiempo el feliz día que podamos dejar sentado, como verdad inconcusa, que tal medicación o agente farmacológico es el verdadero mesías que ha salvado á nuestro desgraciado organismo del invulnerable enemigo llamado hoy bacilo de Koch y causa reconocida de la fimia pulmonar.
      • 1899 Masó Bru, A. "Sueroterapia tuberculosis pulmonar" [01-01-1899] t. XXII, p. 417 Gaceta Médica Catalana (Barcelona) Esp (HD)
        Por último, formo un grupo aparte y especial (se comprende que sólo desde el punto de vista de la práctica sueroterápica), con los tuberculosos, que presentan, además de su fimia pulmonar, otras afecciones que se han complicado con ella, ó presentado gracias á ella, como por ejemplo la anemia grave, un aneurisma de grande ó pequeño vaso, etc., entre las primeras; ó una laringitis tuberculosa, una pleuresía serosa ó purulenta, catarros intestinales, bien lientéricos ó ulcerosos, etc., entre las segundas.
      • 1910 Bartolomé Relimpio, J. "Significación diagnóstica taquicardia tuberculosa" [01-10-1910] Revista de Sanidad Militar y la Medicina Militar Española (Madrid) Esp (HD)
        Se deduce de aquí que el valor comparativo de los signos físicos para el diagnóstico de la fimia neumónica no puede ser el mismo en los dos períodos; un signo que, en momentos de duda y de vacilaciones, no sea recurso infiel de que echar mano, que además sea único, ó por lo menos el más constante en su aparición, tendrá un valor excepcional, extraordinario.
      • 1922 García Triviño, F. "Errores frecuentes tratamiento higiénico-dietético tuberculosis pulmonar" p. 144 Anales de la Academia Médico-Quirúrgica Española Esp (BD)
        Resulta, pues, que en el estado actual de nuestros conocimientos acerca de esta cuestión, los climas de altura son francamente perjudiciales en los enfermos débiles que se aclimatan y adaptan mal al frío, los de constitución erética, los que tienen participación laríngea, los que padecen a más de su fimia pulmonar, albuminuria, diabetes, enfisema, lesiones cardíacas, arteriosclerosis, alcoholismo […] fijémonos en todos estos casos, y deduciremos la exigua minoría de enfermos tributarios verdaderamente de los climas de altura, cosa que aquí se hace al revés, pues raro es el enfermo tuberculoso al que no se le aconseja la cura de altura.
      • 1931 Anónimo "Curso fimatología doctor Valdés Lambea" [13-03-1931] El Liberal (Madrid) Esp (HD)
        Expuso los puntos interesantes y prácticos del metabolismo. Habló de él en infectología, y en especial en la tuberculosis pulmonar. Explicó la técnica de los diversos aparatos, enseñando las ventajas e inconvenientes. Después hizo un estudio del metabolismo basal en los diferentes tipos de fimia pulmonar, los de metabolismo variable e invariable en los muy o poco intoxicados; la intervención de los factores tos, disnea, etcétera, y de los factores extrafímicos, suprarrenales, tiroides, etc.
      • 1945 Menárguez Carretero, L. "Orientaciones lucha antituberculosa ejército" [01-10-1945] Revista Española de Medicina y Cirugía de Guerra (Madrid) Esp (HD)
        La tuberculosis terrible endemia, o mejor dicho, pandemia, llamada también “peste blanca”, requiere fundamentalmente para su exterminio dos medidas: primera, el diagnóstico precoz, y segunda el aislamiento. Con ambas medidas, a la par que se realiza una verdadera y eficaz profilaxis, se benefician los propios enfermos. Muchos casos de fimia pulmonar no se curan porque su descubrimiento se hacía tardíamente, cuando ya tal vez las lesiones están muy avanzadas.
      • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
        Aún cuando pueden deberse a otras causas, como por ejemplo, a un estado carencial concomitante con su fimia pulmonar o a intolerancia a algunos de nuestros preparados antituberculosos actuales, la orientación correcta es pensar siempre en tales casos en la muy probable lesión tuberculosa digestiva, prescindiendo de interpretaciones ligeras, como el atribuirlas a sobrealimentación o a alteraciones funcionales en conexión con su tuberculosis pulmonar.
      • 2011 Mayor, A. "Estudio autor y obra (contexto)" p. 14 Miguel Hernández. "Antología poética" Esp (BD)
        Un consejo de guerra le condena a muerte el 18 de enero de 1940, pero se le conmuta la pena por la de 30 años de prisión. Se le traslada a las prisiones de Palencia y luego Ocaña. Por último recala en el Reformatorio de Adultos de Alicante en 1941. Allí se casa por la Iglesia con Josefina antes de morir de una fimia pulmonar (tuberculosis) el 28 de marzo de 1942 y es enterrado en el cementerio de Alicante.
      • 2015 Zavala, J. M. Franco. Anecdotario p. 267 Esp (BD)
        Clemente jamás olvidaría la madrugada del 28 de marzo de 1942, cuando su amigo el poeta falleció, tras una terrible agonía, a causa de una fimia pulmonar. La noticia corrió como un reguero de pólvora por todo el recinto carcelario.
      • 1889 Moreno, E. "Tratamiento tuberculosis pulmonar aguas sulfurosas" [06-01-1889] El Siglo Médico (Madrid) Esp (HD)
        Mientras algunos consideraban la tuberculosis pulmonar como proceso morboso en que no sólo estaban indicadas las aguas sulfurosas, sino como uno de los mayores triunfos de la Terapéutica hidrológica, para otros no podían aquéllas constituir más que un paliativo más ó menos enérgico, según los casos, y para muchos la fimia pulmonar era una formal contraindicación de toda intervención por dichas aguas, cualquiera que fuese la forma y modo de administración que se empleara.
      • 1890 Mariani, J. M. "Dispepsias pretuberculosas" [01-01-1890] Revista de Medicina y Cirugía Prácticas (Madrid) Esp (HD)
        Lentamente, estos síntomas se van pronunciando y la sospecha de una tuberculosis, nacida de la última exploración, va ganando terreno y se convierte en realidad; los escalofríos por las tardes, tos más pronunciada y los signos físicos en los vértices de los pulmones, confirman la sospecha de la fimia pulmonar.
      • 1893 Santa María Bustamante, M. "Enfermedad diagnóstico difícil" [13-08-1893] El Siglo Médico (Madrid) Esp (HD)
        No me detengo en señalar datos para dejar de pensar en la tuberculosis pulmonar, que podía sospecharse por los síntomas generales, eretismo cardio-vascular y dispnea, porque durante veinticuatro y más meses había tiempo suficiente para que el bacilo de Koch fraguara en todo el aparato respiratorio: síntomas en foco, signos de destrucción que no existían, á pesar del examen repetido y detenido. Es más: si en la actualidad se desarrollara la fimia pulmonar por las condiciones apropiadas del terreno individual, y que son las buscadas con avidez por el bacilo tuberculoso, creo que nada tendría de particular, y si significaría un desconocimiento de lógica el atribuir á esta infección todo el cuadro sindrómico; es decir, tomar como causa lo que no es más que efecto.
      • 1895 Mateo Barcones, E. Nosología filipina p. 83 Esp (BD)
        […] pero, no obstante, sí se nos permitirá poder adelantar la idea de que se ha de hacer esperar aún mucho tiempo el feliz día que podamos dejar sentado, como verdad inconcusa, que tal medicación o agente farmacológico es el verdadero mesías que ha salvado á nuestro desgraciado organismo del invulnerable enemigo llamado hoy bacilo de Koch y causa reconocida de la fimia pulmonar.
      • 1899 Masó Bru, A. "Sueroterapia tuberculosis pulmonar" [01-01-1899] t. XXII, p. 417 Gaceta Médica Catalana (Barcelona) Esp (HD)
        Por último, formo un grupo aparte y especial (se comprende que sólo desde el punto de vista de la práctica sueroterápica), con los tuberculosos, que presentan, además de su fimia pulmonar, otras afecciones que se han complicado con ella, ó presentado gracias á ella, como por ejemplo la anemia grave, un aneurisma de grande ó pequeño vaso, etc., entre las primeras; ó una laringitis tuberculosa, una pleuresía serosa ó purulenta, catarros intestinales, bien lientéricos ó ulcerosos, etc., entre las segundas.
      • 1900 Bustos Miguel, J. Etiología tisis pulmonar p. 158 Esp (BD)
        [...] estudiando los diferentes modos de transmisión, ya por ingestión de sustancias alimenticias, ya por una especie de inoculación por los genitales, ya yendo al pulmón desde un foco caseoso antiguo en que los hubiera, ó ya (y esto es lo que casi siempre sucede para la fimia pulmonar) penetrando con el aire que se respira, adherido á partículas secas ó húmedas de esputos de tísicos.
      • 1907 Aris, J. "Epitelioma región mastoidea" [30-04-1907] Revista Balear de Ciencias Médicas (Palma de Mallorca) Esp (HD)
        Se trata de un hombre de 49 años de edad cuya madre murió de carcinoma uterino y un hermano de fimia pulmonar según datos que da la familia. Sus antecedentes personales nos dicen que padeció de escrofulosis en la infancia.
      • 1910 Bartolomé Relimpio, J. "Significación diagnóstica taquicardia tuberculosa" [01-10-1910] Revista de Sanidad Militar y la Medicina Militar Española (Madrid) Esp (HD)
        Se deduce de aquí que el valor comparativo de los signos físicos para el diagnóstico de la fimia neumónica no puede ser el mismo en los dos períodos; un signo que, en momentos de duda y de vacilaciones, no sea recurso infiel de que echar mano, que además sea único, ó por lo menos el más constante en su aparición, tendrá un valor excepcional, extraordinario.
      • 1912 Úbeda Sarrachaga, M. "Traumatismos torácicos y tuberculosis pulmonar" [15-12-1912] El Eco de la Construcción (Madrid) Esp (HD)
        […] y no es nada excepcional el que si transcurre el principio de la fimia pulmonar sin hemoptisis, pase como un simple catarro para el paciente, ó no se aperciba de su padecimiento hasta que una causa, que igual puede ser gripe, bronquitis, tifus, sífilis, que un traumatismo, hace que, aprovechando la astenia orgánica la menor resistencia, aparezca como ligada á ella, bien por la hemoptisis á la neumonía ó pleuresía intermediaria.
      • 1919 Anónimo "Profilaxia antituberculosa ejército italiano" [01-02-1919] La Guerra y su Preparación (Madrid) Esp (HD)
        Insistiendo el Ministerio de la Guerra en dictar disposiciones para llevar a cabo, del modo más eficiente posible, la profilaxia antituberculosa, apareció en 6 de julio de 1917 una disposición ordenando que estuviesen constantemente bajo vigilancia médica, como sospechosos de tuberculosos, aquellos individuos con antecedentes familiares de fimia pulmonar, así como aquellos otros que su hábito externo y su perímetro torácico les denuncie como sujetos poco saludables.
      • 1922 García Triviño, F. "Errores frecuentes tratamiento higiénico-dietético tuberculosis pulmonar" p. 144 Anales de la Academia Médico-Quirúrgica Española Esp (BD)
        Resulta, pues, que en el estado actual de nuestros conocimientos acerca de esta cuestión, los climas de altura son francamente perjudiciales en los enfermos débiles que se aclimatan y adaptan mal al frío, los de constitución erética, los que tienen participación laríngea, los que padecen a más de su fimia pulmonar, albuminuria, diabetes, enfisema, lesiones cardíacas, arteriosclerosis, alcoholismo […] fijémonos en todos estos casos, y deduciremos la exigua minoría de enfermos tributarios verdaderamente de los climas de altura, cosa que aquí se hace al revés, pues raro es el enfermo tuberculoso al que no se le aconseja la cura de altura.
      • 1931 Anónimo "Curso fimatología doctor Valdés Lambea" [13-03-1931] El Liberal (Madrid) Esp (HD)
        Expuso los puntos interesantes y prácticos del metabolismo. Habló de él en infectología, y en especial en la tuberculosis pulmonar. Explicó la técnica de los diversos aparatos, enseñando las ventajas e inconvenientes. Después hizo un estudio del metabolismo basal en los diferentes tipos de fimia pulmonar, los de metabolismo variable e invariable en los muy o poco intoxicados; la intervención de los factores tos, disnea, etcétera, y de los factores extrafímicos, suprarrenales, tiroides, etc.
      • 1945 Menárguez Carretero, L. "Orientaciones lucha antituberculosa ejército" [01-10-1945] Revista Española de Medicina y Cirugía de Guerra (Madrid) Esp (HD)
        La tuberculosis terrible endemia, o mejor dicho, pandemia, llamada también “peste blanca”, requiere fundamentalmente para su exterminio dos medidas: primera, el diagnóstico precoz, y segunda el aislamiento. Con ambas medidas, a la par que se realiza una verdadera y eficaz profilaxis, se benefician los propios enfermos. Muchos casos de fimia pulmonar no se curan porque su descubrimiento se hacía tardíamente, cuando ya tal vez las lesiones están muy avanzadas.
      • 1945 Zurita Glz, C. "Empiema pleural" [15-11-1945] Revista Clínica Española (Madrid) Esp (HD)
        Tras las oportunas exploraciones clínicoradiológicas, hacemos el diagnóstico de fimia pulmonar. en campo izquierdo, que comprobamos analíticamente con el hallazgo de bacilos de Koch en esputos, y una V. S. acelerada, según análisis de Navarro Martín, en Cabra, y Joaquín Iglesias Sánchez, en Córdoba. Inmediatamente proponemos un tratamiento neumoterápico, que la familia acepta, y efectuamos seguidamente, consiguiéndose el colapso pulmonar completo a la cuarta insuflación, el día 16 de septiembre.
      • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
        Aún cuando pueden deberse a otras causas, como por ejemplo, a un estado carencial concomitante con su fimia pulmonar o a intolerancia a algunos de nuestros preparados antituberculosos actuales, la orientación correcta es pensar siempre en tales casos en la muy probable lesión tuberculosa digestiva, prescindiendo de interpretaciones ligeras, como el atribuirlas a sobrealimentación o a alteraciones funcionales en conexión con su tuberculosis pulmonar.
      • 1984 Anónimo "Trece cárceles poeta" [28-03-1984] Canfali Vega Baja (Orihuela) Esp (HD)
        Testimonio médico: D. José María Pérez Miralles, doctor en Medicina y Cirugía médico entonces (y hoy en 1972) del Reformatorio de Adultos de Alicante, certifico que: M. H. G. nacido en Orihuela y vecino de Cox ha fallecido en la enfermería a las 5’30 de hoy de “fimia pulmonar”. En Alicante a 28-3-42. Firmado: Rúbrica, Pérez Miralles.
      • 2011 Mayor, A. "Estudio autor y obra (contexto)" p. 14 Miguel Hernández. "Antología poética" Esp (BD)
        Un consejo de guerra le condena a muerte el 18 de enero de 1940, pero se le conmuta la pena por la de 30 años de prisión. Se le traslada a las prisiones de Palencia y luego Ocaña. Por último recala en el Reformatorio de Adultos de Alicante en 1941. Allí se casa por la Iglesia con Josefina antes de morir de una fimia pulmonar (tuberculosis) el 28 de marzo de 1942 y es enterrado en el cementerio de Alicante.
      • 2015 Zavala, J. M. Franco. Anecdotario p. 267 Esp (BD)
        Clemente jamás olvidaría la madrugada del 28 de marzo de 1942, cuando su amigo el poeta falleció, tras una terrible agonía, a causa de una fimia pulmonar. La noticia corrió como un reguero de pólvora por todo el recinto carcelario.
    3. s. Con el modificador peritoneal, para referirse a la fimia que afecta al peritoneo.
      docs. (1899-1954) 4 ejemplos:
      • 1899 Anónimo "Cirugía abdominal" [01-03-1899] Revista Ibero-Americana de Ciencias Médicas (Madrid) Esp (HD)
        Refiere el interesado que desde hace un año está impedido para trabajar en su profesión de fotografo; sus principales molestias las refiere al lado izquierdo del vientre, hacia la región donde tiene aplicada la mano. Desconoce la causa y el origen de su enfermedad. Está inapetente, sus digestiones son irregulares. Experimenta angustias, cansancio y postración. […] Existe un tumor abdmoninal […] ¿Es intra o extrabdominal? ¿Es un hidro ó un pionefrosis? ¿Es una colección ascítica enquistada, de esas que suele producir la fimia peritoneal?
      • 1906 García Arias, R. "Estudio peritonitis tuberculosa" [01-12-1906] Revista Ibero-Americana de Ciencias Médicas (Madrid) Esp (HD)
        El padre, que tiene un elevado cargo en la Compañía de Ferrocarriles del Mediodía, pidió su traslado á Segovia, y desde entonces á la fecha viven en el magnifico pinar de San Rafael, donde ha recuperado la salud esta enfermita, desapareciendo las tuberosidades duras y dolorosas de su vientre, la diarrea, la fiebre; ha ganado en peso, etcétera, etc. Tanto á su médico, el Dr. Acero, que ha seguido con interés el caso y es quien me ha facilitado estos datos, como á mi, nos ha sorprendido agradablemente este éxito, porque, á la verdad, dudábamos se curase esta adolescente por la forma de la fimia peritoneal, por el sitio donde había tomado origen y evolucionado y, por último, por los estragos que en su economía había hecho la infección específica de su peritoneo, llevándola a un grado inconcebible de marasmo y enflaquecimiento.
      • 1906 García Arias, R. "Estudio peritonitis tuberculosa" [01-12-1906] Revista Ibero-Americana de Ciencias Médicas (Madrid) Esp (HD)
        Si evidente y beneficiosa resulta la incisión abdominal en la forma ascítica de esta enfermedad, más clara y directa, si cabe, es su influencia en la forma seca, fibrino plástica ó tuberosa, pues obra provocando el reblandecimiento y licuefacción de los exudados sólidos intra-abdominales y su salida al exterior por uno ó varios trayectos fistulosos consecutivos á la intervención. Además, en esta forma de fimia peritoneal no tenemos el recurso de la paracentesis, como en la ascítica; nos vemos obligados á elegir entre el tratamiento médico ó la laparotomía.
      • 1954 Barriola, I. Mª "Consideraciones clínicas adenitis mesentérica" [01-01-1954] t. LV, p. 315 Revista Clínica Española (Madrid) Esp (HD)
        El hallazgo operatorio constante es la presencia de discreta ascitis, de algunos ganglios en la región íleocecal que suben o no por la cadena mesentérica, o bien nodulitos clásicos de una fimia peritoneal. Son los casos incluídos de ordinario bajo la etiqueta de apendicitis crónica.
    4. s. Con el modificador renal, para referirse a la fimia que afecta a los riñones.
      docs. (1910-1980) 5 ejemplos:
      • 1910 Negrete, C. "Tuberculosis renal unilateral. Nefrectomía. Curación" [01-03-1910] Revista Ibero-Americana de Ciencias Médicas (Madrid) Esp (HD)
        El diagnóstico podría fluctuar entre cálculo renal infectado, neoplasia y bacilosis renal (término que usan con frecuencia los franceses, y que, ampliando el concepto, encubre y disimula la mayor ó menor precisión diagnóstica). La marcha del proceso detallado en su historia, el estudio de los síntomas y los análisis global y por separado de las orinas, inclinaban el ánimo en favor de una de fimia renal izquierda con lesiones de nefritis del derecho, pero funcionando bien, y que, lejos de ser contraindicación operatoria, animaban á hacer nefrectomía.
      • 1914 Anónimo "Jueves clínicos. Fimia renal unilateral" [01-04-1914] Revista Ibero-Americana de Ciencias Médicas (Madrid) Esp (HD)
        El que no se haya encontrado pus ni bacilos, no es negativo de fimia renal; la hematuria es muchas veces, y aun por bastante tiempo, el único síntoma de la bacilosis renal, tanto, que se ha comparado por Brissan a la hemoptisis prematura de la tuberculosis pulmonar.
      • 1917 Anónimo "Actas Sesiones Literarias 3 febrero 1917" p. 23 Anales de la Real Academia Nacional de Medicina Esp (BD)
        Permanecen dudosos y sin solución unánime no pocos puntos de la tuberculosis en general, y no es extraño, por lo tanto, suceda lo propio con la tuberculosis del riñón, la última, digámoslo así, que ha llegado á conocerse en el terreno de la Patología y de la Clínica. Son tantas las cuestiones de diagnóstico y de terapéutica de la fimia renal que no han podido recibir la sanción unánime de experimentadores y de clínicos, que está plenamente justificado el que algunos de estos problemas […] se expongan ante esta ilustre Corporación.
      • 1957 Gil-Vernet Vila, J. M. / Gosalbez, R. "Nuevo tratamiento de la tuberculosis renal" [01-01-1957] vol. XXXVII, p. 105 Anales de Medicina y Cirugía (Barcelona) (HD)
        Creemos interesante esta nueva aportación al tratamiento de la fimia renal, porque abre un nuevo campo de posibilidades en tema tan trascendental […]. De momento presentamos ejemplos radiográficos de dos casos, en los que la terapia general asociada […] ha conseguido curar completamente un caso (cicatrización de la caverna) y estabilizar en otro una tuberculosis ulcero-caseosa renal bilateral de rápido curso destructivo que amenazaba la vida del enfermo.
      • 1980 Rosales Alegría, S. Tuberculosis tracto urinario p. 8 Gu (BD)
        La TB [tuberculosis] renal también tiene sinonimia con: pionefrosis tuberculosa, papilitis ulcerotuberculosa, fimia renal, tuberculosis urinaria, tuberculosis urogenital, riñón mastique, y escrófula renal.
    5. s. Con el modificador ósea, para referirse a la fimia que afecta a los huesos.
      docs. (1916) Ejemplo:
      • 1916 Anónimo "Notas clínicas. Dispensario medicina general" [01-07-1916] Revista Ibero-Americana de Ciencias Médicas (Madrid) Esp (HD)
        De todos modos, este compuesto me parece más indicado para las tuberculosis externas ó quirúrgicas que para la pulmonar. Creo, pues, que se debiera persistir en el empleo de esta iodotuberculina en los enfermos de fimia ósea ó ganglionar.
    6. s. Con el modificador testicular, para referirse a la fimia que afecta a los testículos.
      docs. (1919) Ejemplo:
      • 1919 Anónimo "Noticias generales" [12-04-1919] La Correspondencia de España (Madrid) Esp (HD)
        Hoy sábado, á las seis y media de la tarde, tendrá lugar una sesión clínica pública. El Sr. Corrales presentará un caso de fractura maxilar por arma de fuego. El Sr. Foch otro de fimia testicular.
    7. s. Con el modificador intestinal, para referirse a la fimia que afecta al intestino.
      docs. (1921-1947) 2 ejemplos:
      • 1921 Anónimo "Movimiento población. Día 9" [11-06-1921] Las Provincias: Diario de Valencia (Valencia) Esp (HD)
        Defunciones: María Gómez Escamilla, de 35 años, camino del Grao (Casa de Salud) de miocarditis; Josefa Bañuls Peyró, de 30 años, camino de Algirós, de fimia intestinal.
      • 1947 Franco, R. "Diagnóstico tuberculosis ileo-cecal" [30-09-1947] Revista Clínica Española (Madrid) Esp (HD)
        Los estudios de Kolle, que se dedicó especialmente a demostrar la etiología y patogenia de la tuberculosis intestinal, parecen confirmar que, efectivamente, es el bacilo de la tuberculosis bovina el causante de las escasas formas primitivas de la fimia intestinal.

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