12.ª Entrega (julio de 2022)
Versión del 15/07/2022
Equipo Real Academia Española
Familia Ver familia de palabras
flecha s., interj. (1350-)
flecha, frecha, phrecha, flechilla, flechita, flechón
Etim. Voz tomada del francés flèche, atestiguada en esta lengua hacia 1090-1100 como 'arma que se lanza con un arco o ballesta' (TLF, s. v. flèche1); según el DECH (s. v.), este vocablo de origen incierto quizá está "emparentado con el neerl. med. vlieke , b. alem. ant. fliuca [...], procedente de la forma fráncica correspondiente *fleu(k)ka".

Se documenta por primera vez, con la variante frecha y la acepción 'arma blanca arrojadiza consistente en una vara delgada y ligera acabada en una punta afilada en un extremo y con un emplumado en el otro, que se lanza generalmente con un arco, una ballesta o una cerbatana', en 1350, en Sumas de la historia troyana de Leomarte y se consigna por vez primera en 1492, en el Lexicon hoc est dictionarium ex sermone latino in hispaniensem, de Nebrija. Su presencia es constante durante los siglos posteriores hasta llegar a nuestros días con absoluta vigencia. Según el DECH (s. v.), "la variante con -r- se explica por el carácter impopular de la inicial fl- en castellano antiguo"; en efecto, desde el siglo XV se registran las variantes gráfico-fonéticas frecha phrechas (esta última figura en la Traducción y glosas de la Biblia de Alba, II de Mose Arragel de Guadalfajara, c1422), si bien flecha es la variante más usual y extendida; esta forma se documenta por primera vez hacia 1370 en el Tratado de la Comunidad. En gallego perduró, sin embargo, frecha, voz preferida también en portugués, así como en italiano, freccia. En las Sergas de Esplandián, de Rodríguez de Montalvo (a1504) conviven las dos variantes, flecha frecha.  Es habitual encontrar esta palabra formando parte de enumeraciones junto a otras armas, también generalmente con arco y con su sinónimo saeta, a pesar de que en El Victorial, de G. Díez de Games (1431-1449), se puede observar que parece que se refiere, en ocasiones, a dos instrumentos de guerra diferentes: "Los castellanos resçibiéronlos muy bien, con muchas piedras, e dardos, e lanças, e saetas, e frechas" y así se puede contemplar hasta 1535-1557, fecha de la Historia general de las Indias, de G. Fernández de Oviedo ("e comenzaron a poner saetas e flechas en los arcos"). En el siglo XV se atestiguan también distintas subacepciones que dan cuenta del uso de esta voz para referirse, en particular, a la 'flecha que, según la mitología griega, despierta, de manera inmediata y repentina, el sentimiento de amor en aquellos a los que alcanza', en las Poesías (a1409) de F. Imperial, y con frecuencia, con los modificadores amorosa dorada, o los complementos de amor, de Cupido, de Eros, de oro o de Venus; o, con el complemento de plomo, en referencia a la 'flecha que, según la mitología griega, despierta, de manera inmediata, la indiferencia, el odio o el olvido en aquellos a los que alcanza', en el Tratado de amor, de J. de Mena (c1444). Del mismo modo, en la Dança General de la Muerte (1430-1440), se localiza un empleo también frecuente: 'en la tradición medieval, flecha con la que hiere la muerte'. Como 'representación convencional de la flecha', se documenta en 1491, en las Cuentas de Gonzalo de Baeza, tesorero de Isabel la Católica. A partir de este valor y tras un proceso de metonimia, se registra como 'miembro de las organizaciones juveniles de Falange Española', en 1936, en "Niños de ayer y de hoy", publicado en La Unión. Diario gráfico independiente (Sevilla).Con el valor 'joya en forma de flecha', se registra desde 1496, en Relación de la dote de don Juan y la princesa Margarita. La actuación de la metáfora explica el surgimiento de nuevos significados de la voz; así, como 'persona o cosa que causa un sufrimiento intenso' se registra, en 1598, en La Arcadia, de F. L. de Vega y Carpio. Como 'mirada intensa o penetrante' se atestigua en 1605, en El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, de M. de Cervantes. Con la acepción 'expresión de crítica, reprobación o burla mordaz contra alguien o algo' se documenta en 1613, en La ilustre fregona, de M. de Cervantes. Esporádicamente, se registra con el valor 'calor intenso o excesivo producido por el sol', como se puede comprobar en Versos de la ensalada Filis, Angélica y Jacinta (a1627), de A. Balvás Barona. A su vez, como 'línea de luz que irradia el sol u otra fuente luminosa', se documenta en 1863, en "Reseña histórica. Congreso de Malines", de E. M. Vilarrasa, publicada en Revista Católica (Barcelona). Con el valor 'persona, animal o cosa que se desplaza con rapidez', se atestigua en 1645, en La Fortuna con seso y la Hora de todos, de F. de Quevedo. Tras un proceso de metonimia se registra como 'remolino de pelo que se forma junto a las patas de un caballo, en las partes laterales e inferiores del pecho ', en 1705, en Doctrina del cavallo, y arte de enfrenar, de G. de Zúñiga y Arista; en 1787 Terreros y Pando lo recoge en su Diccionario castellano con las voces de ciencias y artes. Como 'altura de un arco o de una bóveda desde la línea de arranque hasta la clave' se atestigua en 1736, en Maquinas hydraulicas de molinos y herrerias, y govierno de los arboles, y montes de Vizcaya, de P. B. Villarreal de Berriz. Esta acepción está relacionada con la de 'recta que se extiende desde el centro del arco de una circunferencia al centro de su cuerda', documentada por primera vez en 1835, en Agrimensura aplicada al sistema de medidas de la Isla de Cuba, de D. Herrera. Con este valor, adscrito al ámbito de la geometría, se consigna en 1884 en el DRAE, con la definición sinonímica 'sagita'; en 2001, la RAE diferencia en su diccionario estas dos acepciones: por una parte la que se refiere al ámbito de la arquitectura ('altura de un arco o de una bóveda') y, por otra, la que hace referencia al ámbito de la geometría ('sagita, 'porción de recta comprendida entre el punto medio de un arco y el de su cuerda'). Sin embargo, en 2014, el DLE reúne estas dos acepciones con marca Geom.: 'distancia máxima de los puntos de una curva a la recta que une sus extremos' y añade el siguiente ejemplo: "El arco del puente tiene una flecha de 10 metros". También se relaciona esta acepción del dominio de la geometría con la de 'distancia entre el punto más bajo situado en el centro de una catenaria y el centro de la recta que une los dos puntos de los apoyos', registrada, en 1825, en "Extracto de la memoria sobre puentes colgados de Mr. Navier", artículo publicado en Mercurio de España (Madrid). Igualmente vinculadas a esta acepción de la geometría encontramos las de 'deformación que experimenta una viga o cualquier otro elemento constructivo horizontal afectado por una fuerza vertical en su punto central' (atestiguada en 1837, en Teoría mecánica de las construcciones para los estudios de la Academia Especial de Ingenieros, de C. del Piélago) y 'distancia entre el centro de la línea recta que pasa por los dos puntos de sujeción de un conductor en dos apoyos consecutivos y el punto más bajo de este mismo conductor' (registrada en 1871, en "Trasmisiones telodinámicas", artículo de F. Balaguer publicado en La Gaceta Industrial), así como la de 'medida del grado de curvatura de la columna vertebral', documentada en 1904, en "Higiene de los huesos y de las articulaciones del niño", artículo de A. Martínez Ángel publicado en la Revista Ibero-Americana de Ciencias Médicas (Madrid).Del mismo modo, tras la actuación de la metáfora (y por semejanza por la forma de la flecha), se registran otras acepciones: como 'vástago de una planta' se registra, en 1753, en la Traducción de Espectáculo de la naturaleza, de E. Terreros y Pando. Como 'aguja que señala una medida o posición en algunos instrumentos y, en particular, en el reloj y la brújula', se documenta en 1759, en el segundo tomo del Arte de reloxes de ruedas para torre, sala, i faltriquera, de M. del Río. La acepción 'obra de defensa compuesta por dos caras que se sitúa al pie de una explanada delante de un asentamiento militar para retardar el acercamiento del enemigo', se atestigua en 1772, en Principios de Fortificación que contienen las definiciones de los términos principales de las obras de Plaza, de P. de Lucuze y se consigna en 1822 en el DRAE. Como 'parte de la ballestilla que consiste en una vara de madera graduada sobre la que se desliza de forma transversal otra más pequeña', se documenta en 1772, en el artículo "Historia general de los viages. Bontekoa", publicado en el Diario Noticioso, Curioso, Erudito y Comercial. Público y Económico (Madrid). Posteriormente la parte pasa a designar el todo y se denomina flecha al 'instrumento que sirve para medir la altura de los astros', como muestra, en 1831, el Diccionario marítimo español, de O'Scanlan; frecuentemente se documenta con el modificador astronómica. La acepción 'viga gruesa suspendida en la parte superior de la puerta de una plaza o fortificación desde la que penden por ambos extremos las cadenas de un puente levadizo', se registra en 1772, en Principios de Fortificación que contienen las definiciones de los términos principales de las obras de Plaza, de P. de Lucuze y se consigna en 1828 en el Diccionario militar español-francés de Moretti. Como 'remate puntiagudo de una torre, una cúpula o un campanario', se atestigua en 1832, en el séptimo tomo del Diccionario geográfico universal; frecuentemente se combina con el modificador gótica. En referencia a la 'barra cilíndrica que sirve para transmitir fuerza motriz por rotación', se documenta, en 1808, en el artículo "Sobre las argamasas o cementos. Extracto", de S. de Roxas Clemente, publicado en el Semanario de Agricultura y Artes dirigido a los Párrocos (Madrid), y en 2001 lo recoge Gómez Silva en su Diccionario breve de mexicanismos. Como 'pieza de la proa que sirve para hender o dividir el agua al navegar el barco' se atestigua en 1853, en la Traducción del Curso completo y tratado práctico de arquitectura naval, de J. Barrera y Ariño, y ya en 1831 aparece recogido este valor en el Diccionario marítimo español de O'Scanlan; se denomina flecha también al tajamar y a otras partes de la proa de un barco, tal y como advierten diferentes repertorios lexicográficos. Con el valor 'icono en forma de flecha que sirve para indicar una dirección o señalar algo', se documenta en 1833, en el Tratado sobre el movimiento y aplicaciones de las aguas, de J. M. Vallejo; se consigna con este valor en el DMILE de 1983 y tiene un notable uso en la actualidad.

Menor uso han presentado las siguientes acepciones: como 'casilla en el juego del chaquete u otro juego de mesa parecido, como el backgammon', se atestigua en 1839, en Juego de las damas. Como 'parte del arado que entra en la tierra' se registra, en 1850, en "Instrumentos de agricultura", artículo de C. de Ramsault publicado en La Ilustración (Madrid). Con el valor 'depósito de sedimentos que se acumulan en los litorales al frente de la desembocadura de los ríos', se atestigua en 1855, en "Últimas noticias", pieza aparecida en La Esperanza (Madrid); se documenta frecuentemente con los modificadores arenosa, litora  o con el complemento de arena. La acepción 'sustancia química a la que se le da forma de flecha y que sirve para cauterizar tumores', se registra en 1858, en "Revista general de la prensa científica [...]. Cauterización en flecha", artículo publicado en La España Médica (Madrid). Como 'timón del arado' se documenta en 1862, en Historia fisica y politica de Chile. Agricultura, I, de C. Gay. La acepción 'parte del brazo horizontal y giratorio de una grúa que sirve para proporcionar el radio de alcance necesario' se registra desde 1866, en "Grúas de vapor de acción directa. Sistema Chretien", artículo de J. Alcóver publicado en La Gaceta Industrial (Madrid). Con el valor 'varilla en forma de flecha de una veleta que sirve para indicar la dirección del viento' se emplea ya en 1868, en la pieza titulada "La España", aparecida en La España (Madrid). Como 'instrumento en forma de y en cuyos extremos se sujeta una tira elástica que sirve para lanzar objetos de tamaño pequeño con precisión', se registra en 1884, en Juvenilia, de M. Cané; en varios países de América, flecha hace referencia tanto al tirachinas como a la honda que, a pesar de corresponder a diferentes objetos (y estar elaborados con distintos materiales), tienen una misma finalidad. La acepción 'barra unida perpendicularmente al eje delantero de un carro con la cual se le da dirección y a la que se sujetan los animales que tiran de él', se documenta en 1890 en el "Informe sobre máquinas agrícolas" de A. Peyret, recogido en el libro La República Argentina en la Exposición Universal de París de 1889, y consignada en 1942, en el Diccionario general de americanismos de Santamaría. Como 'ángulo que forma el borde del ataque del ala de una aeronave con respecto a su eje transversal' se documenta en 1910, en ABC de la Aeroplaneación. Estudio teórico práctico al alcance de todos, de F. de Paula Gómez. Como 'órgano punzante que tienen en el abdomen algunos insectos', se documenta en 1911, en Palabras y modismos usuales en Catamarca, de F. F. Avellaneda; Santamaría lo recoge en 1942 en Diccionario general de americanismos. Como 'animal celomado marino de hasta 12 centímetros, con el cuerpo alargado, transparente y púas en la cabeza; forma parte del plancton', se atestigua en 1928, en el artículo "Habitantes del mar que disputan la pesca al hombre", publicado en Alrededor del Mundo (Madrid); frecuentemente se documenta en aposición a gusano. Como 'planta herbácea silvestre con inflorescencia en espiga' se documenta en 1947, en Vocabulario del oriente peruano, de Tovar y Ramírez. Para referirse a la 'luz lateral que se enciende y apaga con periodicidad constante y frecuente para señalar un cambio de dirección de un automóvil', se usa desde 1956, como muestra el Manual de automóviles, de M. Arias-Paz; se recoge en 1993 en el Nuevo diccionario de uruguayismos, de Haensch y Werner. La acepción 'objeto en forma de flecha' se atestigua en 1978, en ¡Viva la revolución! y otros textos banales, de A. Durán.

En diversos repertorios lexicográficos se consignan las siguientes acepciones: como 'muchacha muy nerviosa e inquieta' se documenta por primera vez en 1917, en el Diccionario de la lengua española de Alemany Bolufer. En 1918, el Diccionario general y técnico hispano-americano, de Rodríguez Navas y Carrasco recoge las siguientes acepciones: 'cada pedacito de jabón, cucurucho de papel u otro objeto poco molesto que se introduce en el ano de los recién nacidos para provocar exoneración de vientre', 'calamar o gibión', 'nombre vulgar del delfín común', 'pez de las islas Molucas' y 'pájaro faetón'. El Diccionario de filipinismos, de Retana, en 1921, registra 'carromata'. En la subárea andaluza, Alcalá Venceslada consigna, en 1951, 'muestra amatoria que, con los ojos o el gesto, hace un enamorado' en el Vocabulario andaluz. En la Argentina se registra como 'arbusto', en 1961, en el Diccionario de regionalismos de la Provincia de La Rioja, de Cáceres Freyre y como 'dolencia aguda recibida por impacto del sol o del viento', en 2006, en el Diccionario de regionalismos de San Juan, de Quiroga Salcedo y García de Ruckschloss. En Colombia se atestigua, en 1962, la acepción 'pareja solitaria de enamorados', en Colombianismos y otras voces de uso general (3.ª ed.), de Tobón Betancourt y 'serpiente venenosa de hábitos arborícolas', consignada en 1993 en Nuevo diccionario de colombianismos, de Haensch y Werner. En Venezuela, relacionadas con el tráfico, se recogen las siguientes acepciones: 'voz que se usa para indicarle a un conductor de un vehículo automotor que está circulando en una vía en dirección contraria a la reglamentada', registrada en 1988, en el Glosario del transporte de Venezuela, de Núñez y Pérez; y 'en una calle, dirección contraria a la circulación establecida para los vehículos', documentada en 1993, en el Diccionario de venezolanismos, de Tejera. En La lengua castellana de Chile, de 1966, Oroz consigna la acepción 'arpón'. Moliner recoge, en 1966, la acepción 'bordado que se hace al final de una costura o de una abertura de una prenda, para que no se descosa o abra más', en su Diccionario del uso del español. Como 'embalado p'al amor o caliente como una fragua, pronto al engarce' la registra Chiappara, en 1978, en su Glosario lunfardo. Como 'varilla delgada del telar, con la cual se sujeta el tejido' se consigna, en 1975, en el Diccionario de americanismos, de Neves. Como 'aguja que echa el trigo cuando nace' se documenta en el ALEANR, I-II, dirigido por Alvar, en 1979.

Por otra parte, flecha se integra en diferentes unidades pluriverbales. Así, comerse (o tragarse) [un vehículo] una flecha se documenta en 1956 como 'desplazarse [un vehículo] en contra de la dirección señalada', en Buenas y malas palabras en el castellano de Venezuela, de A. Rosenblat; como (una) flecha, con el valor 'con gran rapidez', se atestigua en 1609, en Jerusalén conquistada, de F. L. de Vega y Carpio. Correr la flecha, como 'convocarse [distintas etnias indígenas] para hacer la guerra', se atestigua en 1729, en "Noticia sobre las costumbres de los Araucanos", documento de G. Pietas recogido en Historia física política Chile. Documentos, I. Por su parte, la locución adjetiva en flecha, como '[yeso] que cristaliza en forma de flecha', se registra en 1850, en la traducción del francés de G. Verdú del segundo tomo del Curso elemental de química para el uso de las universidades, colegios y escuelas especiales, de V. Regnault; en cambio, con el valor 'que se dispone o coloca en forma de punta de flecha' se documenta, en 1873, en el artículo anónimo "Proceso de Bazaine", publicado en La Igualdad (Madrid); como '[ala] que se caracteriza por tener los extremos dirigidos hacia atrás o hacia delante sin formar un ángulo recto con el fuselaje' se atestigua en 1917, en "La aeronáutica en el frente occidental", de E. Herrera, pieza publicada en La Guerra y su Preparación (Madrid); con la acepción 'que se desplaza en línea recta', se documenta en 1926 en "Encantos del caminito", artículo de A. Porras publicado en La Esfera (Madrid); y con el valor 'que se produce de forma pronunciada, acentuada o intensa' en 1987, en un artículo de ABC, del 10 de abril. Como locución adverbial, en flecha se emplea con el valor 'en fila' desde 1858, en "Revista de Madrid", de V. Cuenca de Lucherini, artículo publicado en El Mundo Pintoresco (Madrid); y, en 1916, con la acepción 'en línea recta', en "Clasificación, terapéutica y profilaxia de las tripanosomiasis, de M. L. Cazalbou", artículo publicado en la Revista de Veterinaria Militar (Toledo); en 1999 se recoge en el DEA. Se documenta también en flecha con la acepción 'de forma pronunciada, acentuada o intensa', atestiguada desde 1967, en Sociología y Teología de la técnica, de M. Brugarola. La locución verbal entrar de flecha, con la acepción 'entrar [una embarcación] sin tropiezo en un puerto' se atestigua en 1643, en "Declaración que prestó en la ciudad de Concepción, en 23 de Noviembre de 1643, un holandés que fué apresado en Chiloé", documento recogido en Colección historiadores documentos Chile, XLV. Flecha de agua, con la acepción 'planta acuática herbácea de la familia de las alismatáceas de hasta 1 metro de altura, de tallo derecho y triangular, hojas en forma de flecha y flores de pétalos blancos o amarillentos con centro púrpura', se atestigua en 1795 en Diccionario nuevo portatil, y manual francés-español, de Godoy. Por su parte, flecha de amor, como 'variedad de hidróxido de hierro', se atestigua en 1853, en el Diccionario enciclopédico de la editorial Gaspar y Roig. Flecha del tiempo, como 'dirección única e irreversible del tiempo que discurre del pasado hacia el futuro', se registra, en 1931, en "La flecha del tiempo", artículo publicado en El Bien Público (Mahón). A su vez, flecha de mar hace referencia a diferentes animales, posiblemente debido a un proceso metafórico que se refiere o bien a su forma, o a la velocidad que alcanzan; así, como 'cetáceo de la superfamilia de los odontocetos de hasta 10 metros de longitud, con el cuerpo fusiforme, el hocico corto o pronunciado y un único espiráculo en la parte superior de la cabeza; vive en aguas cálidas o templadas y, en menor medida, en mares fríos', se documenta desde 1803, en la traducción de M. Ascargorta y Ramírez de Conversaciones de un padre con sus hijos sobre la historia natural, III, de J. F. Dubroca, acepción de poco recorrido histórico, pues no supera el siglo XIX; como 'molusco cefalópodo marino de hasta 26 centímetros de longitud, cuerpo alargado y estrecho con aletas en forma de flecha' se atestigua desde 1896, en el artículo "Moluscos de la República Oriental del Uruguay. Breves noticias geográficas y geológicas", publicado en Anales del Museo Nacional de Montevideo; y como 'animal celomado marino de hasta 12 centímetros con el cuerpo alargado, transparente y púas en la cabeza; forma parte del plancton' se documenta desde 2003, en El litoral marino de Bizkaia, de A. Rallo y E. Orive. El compuesto flecha incendiaria se registra, con la acepción 'proyectil de forma cilíndrica con una hélice en uno de sus extremos, provisto de una carga explosiva y destinado para destruir principalmente dirigibles', en1914, en "Invención contra los dirigibles", artículo publicado en El Imparcial (Madrid). Flecha luminosa, como 'linterna que sirve para proyectar indicadores luminosos sobre una pantalla,' se atestigua, en 1961, en "El planetario", texto incluido en la Enciclopedia estudiantil (Buenos Aires). 

Además, se atestiguan una serie de unidades pluriverbales con documentación exclusivamente lexicográfica en Venezuela: así, cambiar la flecha se recoge en 1988 como 'modificar la dirección del tránsito de una vía', en el Glosario del transporte terrestre de Venezuela, de Núñez y Pérez; ir flecha, con la acepción 'ir de contramano, en sentido prohibido', se registra, en 2006, en el Diccionario de regionalismos de la lengua española, de Grosschmid, y poner flecha, como 'reglamentar la orientación del tránsito en una vía', se documenta, en 1988, en el Glosario de términos de transporte terrestre usados en Venezuela, de Núñez y Pérez.

Tiro de flecha (véase tiro), como 'medida de longitud equivalente a una distancia aproximada de 50 metros', se registra ya en el Cancionero de J. del Encina (1481-1486); esta distancia es que la que podía haber entre dos torres en una fortificación para poder defenderse con flechas en el caso de un ataque, según indica J. Á. Paz Peralta, en 2015, en  Los cubos de las murallas de Zaragoza y del palacio de la Aljafería. Más tarde se atestiguan los primeros ejemplos de la locución adverbial a tiro de flecha (véase tiro), con el valor de 'a media distancia'; así figura en 1760, en la Oración fúnebre en las exequias del obispo Juan Nieto Polo del Aguila, de J. B. Aguirre.


Notas filológicas

En 1278 en el documento "Cumplimiento de mandato real" (Documentos de la catedral de León) se lee frecha, forma que corresponde a la palabra fecha, que ha sufrido una epéntesis de -r-. 

  1. s. f. Arma blanca arrojadiza consistente en una vara delgada y ligera acabada en una punta afilada en un extremo y con un emplumado en el otro, que se lanza generalmente con un arco, una ballesta o una cerbatana.
    Sinónimos: garrote; saeta
    Holónimo: flechería
    docs. (1350-2021) 192 ejemplos:
    • c1350 Anónimo Sumas historia troyana Leomarte [1995] fol. 60v Esp (CDH )
      E avn dizen que tomara / vn arco & posiera enel vna frecha / & dizen que lo enteso tanto que le fizo / enbeuer toda la frecha / entonçe / entendio vlixes que aquel seria archiles / & partiolo & dixole amjgo / non conbyene que vos encubrades [...]. /
    • 2021 Anónimo "Ataque mortal" [14-10-2021] Noticia al Día (Maracaibo) Ve (HD)
      La Policía noruega recibió a las 18.13 hora local (16.13 GMT) un aviso de que un hombre armado con un arco y flechas se movía por el centro de Kongsberg, y cinco minutos después varios agentes tuvieron contacto con él, pero logró escapar después de dispararles flechas.
    • c1350 Anónimo Sumas historia troyana Leomarte [1995] fol. 60v Esp (CDH )
      E avn dizen que tomara / vn arco & posiera enel vna frecha / & dizen que lo enteso tanto que le fizo / enbeuer toda la frecha / entonçe / entendio vlixes que aquel seria archiles / & partiolo & dixole amjgo / non conbyene que vos encubrades [...]. /
    • c1370 Anónimo Trat Comunidad (Esc. &-II-8) [1988] Esp (CDH )
      E luego que ovo mucho bevido, mandó traer su arco e flechas, e mandó traer el fijo de aquél que le avía reprehendido delante de sý, e puso una flecha en el arco, e desparóla contra él, e dióle por medio del coraçón.
    • 1406-1411 Anónimo Crón Juan II [1982] Esp (CDH )
      E estava entre los moros e los cristianos vn arroyo como quebrada, que no podían pasar los vnos a los otros; e los moros yban tirando flechas con arcos.
    • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba II [1920-1922] Esp (CDH )
      Dize que todos estos lloros que aqui pone el testo serian de miedo de las phrechas e arcos que sobre Jerusalem traherian los de Helam; e Helam era la çibdat inperial do los reyes de Siria coronauan, e dize que los valles estauan llenos de charros e chaualleros fasta llegar a dar batalla a la puerta de Jerusalem.
    • 1431-1449 Díaz Games, G. Victorial [1994] Esp (CDH )
      Los castellanos resçibiéronlos muy bien, con muchas piedras, e dardos, e lanças, e saetas, e frechas; ansí que de aquella primera llegada cayeron de los yngleses muchos feridos e muertos.
    • a1504 Rdz Montalvo, G. Sergas Esplandián [2004] fol. 109r Esp (CDH )
      Los elefantes y los castillos llegaron al borde de la cava, y como los castillos eran muy altos y en ellos ivan muchos ballesteros y arqueros, començaron a tirar a los de la cerca, que en igual altura dellos estavan; y los de la cerca a ellos, con tanto número de saetas y frechas que la claridad del sol ocupavan; de manera que entre ellos hovo muchos muertos y heridos.
    • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] II, 176 Esp (CDH )
      Los indios tiraron innumerables saetas, o flechas, mejor diciendo; pero como esta grand canoa llegó a tierra, huyeron e no se hirieron sino tres o cuatro cristianos.
    • 1587 Mena, F. Trad HEtiópica [1954] 356 Esp (CDH )
      Mayormente, cuando los etiopes, puniendo por blanco los ojos de los enemigos, como si no batallaran, sino que tiraran a porfía de quien lo hacía mejor, de tal manera enderezaban la mira, que los que enclavaban con las saetas, eran confusa y desordenadamente llevados por en medio de toda la muchedumbre con las plumas de las flechas por defuera de los ojos, como si fueran dos flautas que allí llevaran metidas.
    • 1612 Ufano, D. Tratado artilleria p. 381 Esp (BD)
      Si se quiere dar fuego a vna barraca o faxinada, hazer vn balleston grande que su berga sea flexible y se dexe vencer en tiempo de su operacion, deforma que dulce y facilmente se arme con vn ynstrumento o gaffon y pueda tirar vna pequeña bomba encaxada en vn flechon de la suerte y manera que en la presente figura se representa con aquel harpon a la punta que es el que haze presa y se hinca en la faxina o techo de la barraca casa o baxel donde acierta a dar segun y para el effeto que se tira [...].
    • 1624 Vega Carpio, F. L. Circe [2003] Esp (CDH )
      En esta, pues, ocasión (como dicen que ha de decir nuestra lengua), hizo con una espada y rodela tan notables cosas don Felis, que allí se le confirmó el nombre de Bravo; y rindiendo una galera sacó veintidós heridas de flechas y cuchilladas, que a quien le vía ponía espanto, porque en las flechas parecía erizo y en las cuchilladas toro; y no de otra suerte que del coso le suelen sacar rendido, aunque no muerto, le llevaron a curar y milagrosamente tuvo vida.
    • 1723 Oviedo Baños, J. HConquista Venezuela [2002] 128 Venezuela (CDH )

      [...] todos los instrumentos de su guerra eran vnas cerbatanas con que disparaban a soplos vnas flechillas pequeñas, tocadas de cierta yerva, de virtud tan singular que al que llegaban a herir con ellas dexaban al instante como muerto, privado de sentido por dos o tres horas, que era el tiempo de que ellos necessitaban para ponerse en salvo sin peligro, y passado aquel término, bolvían los heridos a su acuerdo, quedando sin otra lesión, ni daño [...].

    • 1702-1736 Arzans Orsúa Vela, B. HPotosí [1945] 48 Pe (CDH )
      Después que por señas los unos y los otros quedaron satisfechos, recibieron los españoles, en retorno de juguetes, riquísimos granos de oro; volviendo a España a dar la noticia, quedando en la Isla el Capitán Rodrigo Arana con treinta compañeros, a mantener la amistad con los naturales; pero cuando segunda vez volvieron de España, los hallaron a todos muertos al rigor de las flechas de aquellos bárbaros.
    • 1742 Feijoo, B. J. Cartas eruditas, I [2004] Esp (CDH )
      Con esta gente resolvió hacerse fuerte dentro de el palacio, a quien embistieron luego los turcos; y para obligar al rey a rendirse, con flechas envueltas en materias encendidas, pusieron fuego al edificio.
    • 1747 Juan, J. / Ulloa, A. Noticias América [1985] Pe (CDH )

      Ya queda expresado que casi todas las armas que manejan las milicias de La Concepción se reducen a lanzas, para las cuales hay dentro del pequeño fuerte que tiene aquella ciudad una armería muy bien dispuesta. Pero no se encuentran en ella si no es tal o cual arma de fuego, y aunque aquéllas son suficientes para los reencuentros que se ofrecen contra los indios, porque éstos no usan tampoco otras si no es lanzas y flechas, no son bastantes para hacer oposición a las naciones que acostumbran las de fuego [...].

    • c1786 Chantre Herrera, J. HMisiones Marañón [1901] Ec (CDH )

      Los hombres hacen cerbatanas muy pulidas y apreciadas entre las demás naciones, así por su belleza como por la ventaja grande del instrumento para la caza. Porque como hiere la flecha ó saeta sin ruido alguno y con solo el soplo del que la despide, derriba fácilmente el indio con la cerbatana toda una bandada de pavas asentada en un árbol, apuntando primero á una y después á otra hasta acabar con todas.

    • 1810 Bello, A. Resumen HVenezuela [2003] 214 Ve (CDH )
      Entre los prisioneros que llevaba González en su retirada, se hallaba Sorocaima a quien mandó González hiciese saber a sus compañeros desistiesen de incomodar con sus flechas a los españoles, so pena de empalarlo a él y a otros cuatro [...].
    • 1834 Espronceda, J. Sancho Saldaña [2002] Esp (CDH )
      Dicho esto callaron todos, y él dio orden para que les quitaran la vida a los que traían prisioneros, lo que se ejecutó al momento, atándolos dos con dos por los brazos a los dos frentes de cada árbol que por allí había y disparándoles tantas flechas, que su muerte fue obra de un solo punto.
    • 1850 Coronado, C. Jarilla [2001] Esp (CDH )
      Una flecha, silbando con fuerza, vino a clavarse en su frente, y Regío cayó brotando un manantial de sangre.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      Entonces más maliciosos son los goajiros, que no han permitido, haciendo uso de sus flechas y su veneno, que sus tierras sean repartidas.
    • 1845-1874 Sarmiento, D. F. Facundo [1993] 77 Ar (CDH )

      Los accidentes de la naturaleza producen costumbres y usos peculiares a estos accidentes, haciendo que donde estos accidentes se repiten, vuelvan a encontrarse los mismos medios de parar a ellos, inventados por pueblos distintos. Esto no explica por qué la flecha y el arco se encuentran en todos los pueblos salvajes, cualesquiera que sean su raza, su origen y su colocación geográfica.

    • 1945 Cela, C. J. Nubes [1945] 21 Esp (CDH )

      Don Knut tiró: cinco tiros, cinco blancos. «Tira don Anselmo», volvía a repetir el Dominicano al volver a desclavar las cinco flechas negras esta vez y de don Knut.

    • 1948 Marechal, L. Adán Buenosayres [1999] Ar (CDH )
      ¿Y qué descubren? Cuchillos de sílex, puntas de flechas, arpones de hueso de pescado, vestigios de una humanidad primitiva que no gozaba, por cierto, de una existencia muy cómoda.
    • 1969 Asturias, M. Á. Malandrón [1969] 26 Gu (CDH )

      Los mam de las varas endurecidas al fuego se lanzan al ataque para dar tiempo a sus flecheros a rehacer sus filas y cerrar el paso a la caballería. No hay instante que perder. Flechas, saetas, llueven sobre los teules.

    • 1997 Alsius, S. Dudas periodismo [1997] 186 Esp (CDH )

      Como mucha gente tiene en su memoria, en aquella ceremonia uno de los momentos culminantes había sido aquel en el que un arquero, después de prender una flecha con el fuego de la antorcha olímpica, la había lanzado hasta el pebetero del estadio para encender así la llama que había de alumbrar durante los siguientes días el esfuerzo atlético y el espíritu de los Juegos. [...]. Pues bien, una agencia distribuyó al cabo de unos días unas imágenes tomadas desde otro ángulo con las cuales era posible demostrar que la flecha no se "encestaba"en el pebetero sino que pasaba de largo.

    • 1999 Volpi, J. Busca Klingsor [1999] 172 Mx (CDH )

      — Wagner es menos generoso y lo llama «inocente», un término que casi se refiere al típico tonto del pueblo. Aquí acaba el relato de Gurnemanz. Justo en ese momento, un cisne cae a sus pies: la blancura de su pecho ha sido mancillada por una flecha que le atraviesa el corazón. No tarda en aparecer un joven cazador reclamando su presa...

    • 2004 Nájera Coronado, M. I. "Mito ritual" Revista Digital Universitaria Mx (CORPES)
      La muerte ritual por flechas o saetas también tenía como finalidad primordial la búsqueda de la fertilidad. Se ataba a un joven a una columna de piedra en medio de la plaza y alrededor de él bailaban guerreros; la víctima se pintaba de azul, el color sagrado, y se adornaba con flores del árbol balché, asociadas con la sexualidad.
    • 2018 Montenegro Fortique, Á. "Campamentos verano" El Universal Ve (CORPES)
      En Estados Unidos hay muchísima oferta de campos vacacionales para niños, y uno que a mí me encanta es el "Camp Marist", de los hermanos maristas. Queda en el estado de New Hampshire, dentro de un bosque precioso, con un lago enorme de aguas heladas, que tiene unas cabañas bien buenas y ofrece todas las actividades que pueden gustar a sus hijos: arco y flecha, canoas, montar a caballo, jugar tenis, natación, excursiones y muchas otras que harán que los hijos no se olviden nunca de esta experiencia.
    • 2021 Anónimo "Ataque mortal" [14-10-2021] Noticia al Día (Maracaibo) Ve (HD)
      La Policía noruega recibió a las 18.13 hora local (16.13 GMT) un aviso de que un hombre armado con un arco y flechas se movía por el centro de Kongsberg, y cinco minutos después varios agentes tuvieron contacto con él, pero logró escapar después de dispararles flechas.
    • c1350 Anónimo Sumas historia troyana Leomarte [1995] fol. 60v Esp (CDH )
      E avn dizen que tomara / vn arco & posiera enel vna frecha / & dizen que lo enteso tanto que le fizo / enbeuer toda la frecha / entonçe / entendio vlixes que aquel seria archiles / & partiolo & dixole amjgo / non conbyene que vos encubrades [...]. /
    • c1370 Anónimo Trat Comunidad (Esc. &-II-8) [1988] Esp (CDH )
      E luego que ovo mucho bevido, mandó traer su arco e flechas, e mandó traer el fijo de aquél que le avía reprehendido delante de sý, e puso una flecha en el arco, e desparóla contra él, e dióle por medio del coraçón.
    • 1377-1393 Fdz Heredia, J. Crónica Morea [2003] Esp (CDH )
      De que los alanos et comanos fazian lur poder de matar al senyor de Quarantaua o su cauallo, et si lo firieron de muchos colpes de flechas, mas como ell era mucho bien armado nol podieron nozer.
    • 1396 Fdz Heredia, J. LMarco Polo [2003] Esp (CDH )
      Et començaron la batalla muyt dura et aspra, et tantas eran las flechas que yuan d'ellos a los otros que no vidien el çielo, la qual batalla duro muyt luengament.
    • a1409 Imperial, F. Poesías [1993] 262 Canc Baena Esp (CDH )
      Goz e / * simientes e todas las flores, / pezes e aves e todo ganado / sean perfet os * en todos sabores, / el su tiempo sea d'aquesto abastado; / e aun por que biva en más gasajado * / de todas las aves sea caçador, / e* muy grant montero e grant venador, / e dóle mis flechas e arco en donado. /
    • a1409 Imperial, F. Poesías [1993] 285 Canc Baena Esp (CDH )
      / ¡Non creo qu'en la frontera / otro tan propio se falle! / 10 Vuestra nariz afilada / sea flecha muy polida, / con las pestañas, mi vida, / ricamente emplumada; / vuestro çejo muy fermoso / sea el arco amoroso / con que lance al entrada.
    • a1409 Imperial, F. Poesías [1993] Canc Baena Esp (CDH )
      Los pechos alvos, * la garganta alçada, / la vide venir escontra * el río / con buen continente e graçioso brío. / arco en la mano, frecha maestrada, * / e dixo: "Escudero, de aquesta vegada / del barco en tierra non desçendades, * / e si non, creo que vos repintades."
    • 1406-1411 Anónimo Crón Juan II [1982] Esp (CDH )
      E estava entre los moros e los cristianos vn arroyo como quebrada, que no podían pasar los vnos a los otros; e los moros yban tirando flechas con arcos.
    • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba II [1920-1922] Esp (CDH )
      Dize que todos estos lloros que aqui pone el testo serian de miedo de las phrechas e arcos que sobre Jerusalem traherian los de Helam; e Helam era la çibdat inperial do los reyes de Siria coronauan, e dize que los valles estauan llenos de charros e chaualleros fasta llegar a dar batalla a la puerta de Jerusalem.
    • 1406-a1435 Baena, J. A. Poesías [1993] Canc Baena Esp (CDH )
      Peroque * protesto con muy bivo grito / si es el muy noble, de alto valor, / señor de Alcabdete * / e* Montemayor, / pongo en él dubda, señor, por escri to, * / e de la reqüesta afuera me quito / por quanto tengo en él tal sospecha / que, si me tira con su rica flecha, / nunca por miedo errara del fito.
    • 1442 Mena, J. Homero [1989] Esp (CDH )
      ¿Por aventura si yo, inorante, cometí crimen alguno en que te ofendiese? ¿Por qué çesa la tu diestra de pasar contra mí por pena? ¿ Por qué no demandas los tus arcos sagrados, ni endereças contra mí las tus flechas, y así serás autor de la mi muerte?
    • 1431-1449 Díaz Games, G. Victorial [1994] Esp (CDH )
      Los castellanos resçibiéronlos muy bien, con muchas piedras, e dardos, e lanças, e saetas, e frechas; ansí que de aquella primera llegada cayeron de los yngleses muchos feridos e muertos.
    • c1457 Tafur, P. Andanças [1874] 100 Esp (CDH )
      [...] é al un canto está un monesterio muy notable, donde acostumbran los que tienen grado de Preste enbiar por eleçion doze varones antiguos, nobles de linaje é de virtud, para que elijan Preste Juan, quando vacare, en esta guisa: los fijos mayores é las fijas embíanlas allí á criar, é casan unos con otros é fazen generaçion é allí les dan las cosas nesçessarias para la vida, é allí les dan cavallos é armas é arcos é frechas, é les muestran todos juegos batallosos, é les muestran el arte de governar gente [...].
    • c1407-1463 Mena, J. Poesía [1987] 411 Canc Estúñiga Esp (CDH )
      / / Vestían de asetunín / cotas bastardas bien fechas, / et de un fino clemesín / raso, las mangas estrechas; / las medias partes derechas / de biuos fuegos brosladas, / et las siniestras sembradas / de goldres llenos de flechas.
    • c1407-1463 Tapia, J. Poesía [1987] 400 Canc Estúñiga Esp (CDH )
      / / Lvcrecia de Turpiana / que es el mayo con sus flores, / Blanquina meresce honores / e reuerencia la Fana; / honor, la Çeciliana; / dios de amores ni contr'esa / la Corteslasco reuesa / con la flecha Melitana.
    • 1471-1476 García Salazar, L. Bienandanzas [2000] Esp (CDH )
      E fuendo tras d'él, tiróle de una frecha e diole por las espaldas.
    • 1477-1485 Mejía, F. LNobiliario vero [1992] Esp (CDH )
      Cada vno dellos lançando a cada vna delas dichas tablas & despues añadiendo çiertas puas. Las quales son grandes autoridades contra el escudo o conclusiones & allende desto fingen se como algunos o muchos sabios & altos varones. Poetas oradores profetas & santos profirieron & lançaron çiertas flechas & saetas contra el dicho escudo o sus tablas & conclusiones las quales flechas son autoridades de grandes & exçelentes sabios como es dicho.
    • 1477-1485 Mejía, F. LNobiliario vero [1992] Esp (CDH )
      PUes para que tardamos en venir a conclusion claro es muy manifiesta mente pareçe como el dicho escudo delas tres tablas o conclusiones del bartulo. El qual a pedaços lleuado es fecho çeniza & poluo con sus tablas por los fuertes golpes delos tres dardos prometydos & conlas puas anadidos delos gloriosos santos sabios caualleros & prinçipes & con las flechas & saetas muy fuertes delos mismos segund es visto enel proçeso por virtud delo qual & con ayuda & fauor de sus autoridades.
    • 1492 Nebrija, A. LexDicLatHispan [1979] Esp (NTLLE)
      sagitta, sagittae, por la saeta o frecha.
    • 1482-1492 Rdz Montalvo, G. Amadís I y II [1991] Esp (CDH )

      Y tomando un arco turquí, les *començó a tirar con flechas.

    • 1492-1493 Anónimo Diario primer viaje Colón Docs Colón Esp (CDH )
      Holgáronse mucho con los cristianos los indios, y truxéronles ciertas flechas de los de Caniba o de los caníbales, y son de las espigas de cañas, y enxiérenles unos palillos tostados y agudos, y son muy largos.
    • 1494 Burgos, V. Trad Proprietatibus Rerum Anglicus [1999] fol. 122v Esp (CDH )
      Este signo es llamado Sagittario, ca assi como el sagitario tira las saetas, assi el Sol quando es en esta parte del Zodiaco nos tira piedras & lluvias & nieves assi como saetas o flechas.
    • c1474-1500 Villalpando, A. Razonamiento Armas RR. CC. [2000] fol. 173v Esp (CDH )

      Sant Gregorio dize que el arco en la Sacra Escriptura tres significaçiones tiene: una, las asechanças de los malos y la segunda, el Dia del Juizio y la terçera significa las palabras divinales. Y por las saetas o frechas que del salen son dos cosas entendidas: la primera significaçion del arco mostro David, en el Libro de sus Salmos, quando dixo: "pusieron el arco suyo cosa amarga". E la segunda mostro el mesmo quando dezia hablando con el Sennor: "mostraste a tu pueblo cosas duras, distenos a bever del vino de conpunçion e diste a los temerosos de ti significaçion para que huyan de la cara del arco. E como acontesçe en el, que quanto mas hazia el que tira se trae la cuerda, tanto va mas rezia la saeta que el enbia, e asi el Dia del Juizio es, que quanto mas se tarda en el venir, tanto mas sera la sentençia de aquel fuerte".

    • c1474-1500 Villalpando, A. Razonamiento Armas RR. CC. [2000] fol. 173v Esp (CDH )
      E acuerdanse vuestras serenidades de seguir a la blancura del cavallero y del cavallo sobre que estava asentado, de quien dize el glorioso apostol en su Apocalipsi que tenia un arco & que le dieron una corona & que salio vençedor para vençer, e porque con este arco han vençido vuestras exçelençias, como ya dixe arriba, echando del aquellas sus frechas singulares o saetas.
    • c1499-1502 Rojas, F. Celestina [2000] Esp (CDH )

      CALISTO.Dime, por Dios, señora, ¿qué hacía? ¿Cómo entraste? ¿Qué tenía vestido? ¿A qué parte de casa estaba? ¿Qué cara te mostró al principio?

      CELESTINA.Aquella cara, señor, que suelen los bravos toros mostrar contra los que lanzan las agudas frechas en el coso, la que los monteses puercos contra los sabuesos que mucho los aquejan.

    • a1504 Rdz Montalvo, G. Sergas Esplandián [2004] Esp (CDH )
      E veyendo ser impossible que su propósito oviesse algún effeto, començaron de tirar con los arcos y ballestas en tanto número como la lluvia quando más espessa cae, y las flechas y saetas levavan unas pellas pequeñas confacionadas de fuego grecisco atadas cabe los fierros; assí que, aunque las naves eran recogidas debaxo de las alas de la Serpiente, no se pudo escusar que el fuego en ellas no travasse; e como se fueron aprendiendo, las llamas eran tan crecidas que a los del castillo convino cerrar la finiestra, con recelo qu' el poder del fuego por allí no entrasse, assí que toda la flota de Frandalo fue quemada.
    • a1504 Rdz Montalvo, G. Sergas Esplandián [2004] fol. 109r Esp (CDH )
      Los elefantes y los castillos llegaron al borde de la cava, y como los castillos eran muy altos y en ellos ivan muchos ballesteros y arqueros, començaron a tirar a los de la cerca, que en igual altura dellos estavan; y los de la cerca a ellos, con tanto número de saetas y frechas que la claridad del sol ocupavan; de manera que entre ellos hovo muchos muertos y heridos.
    • 1517 Torres Naharro, B. Ymenea [1994] Propaladia Esp (CDH )
      MARQUÉSBien me plaze el festejar, / mas no en mi casa, par Dios, / la verdad ora hablando, / porque tras deste cantar / yo sé bien que más de dos / se quedan después llorando.TURPEDIO Bien siento dó van tus flechas. / No temas, aunque eso sea, / que la señora Phebea / no es désas que tú sospechas. / ¡Qué donzella / para burlarse con ella!
    • 1519 Fdz Enciso, M. Suma Geogr [2003] Esp (CDH )
      Aquí usan los indios flechas tan largas como una braçada, fechas de cañas de juncos que ay en aquella tierra, e al cabo inxerto un palo fuerte en que ponen huessos de pescados por fierros, e son los huessos más fuertes que diamantes; e tiene cada uno tres o quatro dedos en luengo, e cada pescado tiene tres d'ellos, uno encima del lomo e dos debaxo de las alas, y el del lomo es el más fuerte e más gruesso.
    • a1424-1520 Anónimo Canc Fdz Íxar [1956] 821 Esp (CDH )
      / Es hombre de gran crueldad, / avnque la tiene secreta, / pues roba la libertad, / quan presto a la voluntad / puede llegar su saeta; / de flechas tiene cargado / todo su yzquierdo costado, / que son sus armas y escudo, / lo mas del cuerpo desnudo / como mi seso a quedado.
    • c1525 Schz Badajoz, D. Farsa teologal [1985] 115 Farsas Esp (CDH )
      ¡O, Dios!, ¿qué es esto?, ¿qué es esto? * / ¡Boto a Diez, que fue celada! / ¡O, que no os he hecho nada, / no, señor, no me matéis! / Toma, ¿mi capa queréis? / Toma el broquel y el espada. * / ¡O, que no hizo porqué! / ¿No esperaréis la respuesta? / No se suelte la ballesta, / tené la frecha, tené. / Triste de mí, ¿qué haré? / ¿Por qué me queréis matar? /
    • 1526 Fdz Oviedo, G. Sumario historia Indias [2000] Esp (CDH )
      De aquesta fruta y de las hormigas grandes que causan los encordios de que atrás se dixo, y de bívoras e otras cosas ponçoñosas hazen los indios Caribes frecheros la yerva con que matan con sus saetas o frechas.
    • 1526 Fdz Oviedo, G. Sumario historia Indias [2000] Esp (CDH )
      De qué se haze la yerva con que tiran sus frechas los indios de que aquestos indios usan la hazen, según algunos indios me han dicho, de unas mançanillas olorosas e de ciertas hormigas grandes —de que adelante se hará mención—, e de bívoras, e alacranes, e otras ponçoñas que ellos mezclan, e la hazen negra que paresce cerapez muy negra.
    • 1528 Ramírez, L. Carta (18-10-1528) 454 Documentos relativos a Sebastián Caboto Esp (CDH )
      [...] y luego de ahí á dos ó tres días vimos venir el dicho bergantín que á los Agaes el señor Capitán General había enviado, el cual, aunque al presente, en viéndolo tuvimos mucho placer, después que llegó á la galera tuvimos mucho pesar, porque en él venía el contador Montoya, que había ido en el dicho bergantín, y venía mal herido de frechas de los indios, é ansimesmo toda la gente que en él venía [...].
    • 1528 Ramírez, L. Carta (18-10-1528) Documentos relativos a Sebastián Caboto Esp (CDH )
      El bergantín ido amaneció sobre sus casas é luego saltamos en tierra y los cercamos dentro en las casas y les entramos dentro y sin ninguna resistión que ellos hiciesen, que como vieron que éramos cristianos, no tuvieron ánimo para levantarse ni para tomar arco ni frecha.
    • 1530 Sámano, J. Relac Conquista Docs HMéxico Mx (CDH )

      [...] y el gobernador mandó al maestre de campo y a Hernando Sarmiento y a otros tres fuesen a requerir viniesen a dar obediencia a S. M. y a él en su real nombre; e idos estos mensajeros, los indios estovieron tirando flechas y dando grita y haciendo muchos ademanes, aunque un barrio de naguatatos se estaban en sus casas y daban a los amigos alguna fruta e agua [...].

    • 1521-1543 Guevara, A. Epístolas [1950-1952] I, 55 Esp (CDH )

      Leónidas, hijo que fué de Anaxándridas y hermano de Cleoménidas, estando peleando en una batalla, como los suyos le dijesen que eran tantas las saetas que los enemigos tiraban que cubrían el sol, respondió él: "Si las flechas y saetas que tiran los enemigos cubren el sol, pelearemos nosotros a la sombra."

    • 1527-1550 Casas, B. Apologética historia [1992] Esp (CDH )

      Estaban tres vigas grandes hincadas en el suelo y otras tres que las atravesaban y munchas flechas o saetas rociadas con sangre allí echadas.

    • 1540-c1550 Mejía, P. Silva [1989-1990] I, 232 Esp (CDH )

      Y Herodoto, en el libro quarto, da la invención del capacete y escudo a los de Egypto. La cota y loriga, uno llamado Midas Miseno la ymaginó. Y otro etolio inventó los dardos arronjados con amientos. Pantasilea, reyna de las amazonas, affirman que halló el pelear con hacha o martillo. La flecha y saetas, uno llamado Saytes, hijo de Júpiter; y, según otros, Perseo, hijo de Perseo; y aun Diodoro dize que Apolo las inventó.

    • 1552 Hnz Villaumbrales, P. Peregrinación [2003] Esp (CDH )

      En sus desosadas manos tenía una cruel flecha con una ponçoñosa saeta, y por tal arte la meneaba, que a cualquiera parte que el Caballero del Sol iba, volvía contra él.

    • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] Esp (CDH )
      E se pudieron acaudillar e juntarse los españoles e recoger los que estaban en el campo cogiendo el maíz; pero quedaron heridos todos los caballos, y el capitán murió desde a tres días rabiando, porque así acaesce a los que de tal hierba son heridos, la cual allí y en todo aquella costa de Paria usan los indios en sus flechas.
    • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] Esp (CDH )
      E yendo hacia donde quedó aquel Joan Florín muerto, estaban en el río hasta diez e ocho canoas de indios armados de arcos y flechas y muchos plumajes.
    • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] Esp (CDH )

      [...] y subimos el monte arriba, e estando ya cuasi en la mitad del altura dél, donde ya nos podían alcanzar los indios con sus flechas, no a más tirar, sino a tiro cierto, nos tiraron muchas, e dejaron de tirar las piedras, porque les faltaban ya [...].

    • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] Esp (CDH )

      Y en el instante los indios comenzaron a gastar innumerables flechas contra los nuestros; mas al cabo, viendo la constancia e atrevimiento con que los cristianos iban, desampararon la isleta los indios e fuéronse a nado, que no quedó en ella sino niños pequeños; mas como en ambas costas del río había gente del ejército cristiano, tomáronse muchos; prisioneros, que cuasi no escapó ninguno de los contrarios; e fueron tantos, que pasaban de diez mill ánimas los que fueron captivos.

    • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] Esp (CDH )

      Mas yo tengo cuasi por naturales armas, o por las más antiguas, las flechas. Aunque dice Plinio *que el arco y las saetas halló primero Scithe, hijo de Júpiter, otros dicen que las saetas las halló Perseo, hijo de Perseo. Pero yo tengo que es muy más antiguo que lo que dice Plinio el arco y las flechas; pues que Lamech, el cual fué padre del patriarcha Noé, en la primera edad mató a Caim con una flecha o saeta que le tiró.

    • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] I, 64 Esp (CDH )
      Por las cuales auctoridades digo que las flechas o saetas son las más antiguas armas de todas, o cuasi naturales, y, como tales, naturalmente pudieron estas gentes salvajes venir en conocimiento dellas.
    • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] II, 128 Esp (CDH )
      E decían que iban a llamar al calachuni para que hablase al general, pero nunca vino; antes, seyendo ya tarde, después de mediodía, comenzaron amenazar de nuevo a los cristianos y embrazaban sus rodelas e mostraban que querían pelear contra los nuestros, e comenzaron a poner saetas e flechas en los arcos, e daban silbos, e hacían fieros sin les haber dado causa alguna, y parescía que querían comenzar a pelear muchas veces con denuedo, e el general con la lengua procuraba de los aplacar, e requeríales que no comenzasen la batalla otra fuerza tentasen contar él: que otro día a mediodía se irían los cristianos.
    • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] Esp (CDH )
      Está poblado de indios caribes flecheros, que allí y por toda aquella costa tiran con una hierba muy enconada y mortal que ellos hacen y componen de diversas cosas ponzoñosas, y con algunos zumos de hierbas que los indios conoscen, que quema más que un cáustico, y todo mezclado, hacen una pasta que paresce cera pez, con que untan sus saetas o flechas; y cuando es fresca hasta nueve días, es irremediable la herida, por poca sangre que saque [...].
    • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] Esp (CDH )
      También se dirá su desastrado fin de una flecha o saeta, de la cual fructa en aquella tierra hallaron este capitán e su gente más que no del oro que buscaban los que le siguieron, que él no lo había menester, porque tenía asaz bienes temporales en que pudiera vivir [...].
    • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] Esp (CDH )
      De allí fueron tres leguas adelante, e hallaron tres buhíos o casas, e muchos maizales e yucas, e hallaron gente, e tomaron indios sin resistencia, como quien toma cosa boba o muy doméstica e inocente; los cuales estuvieron quedos, puesto que tenían arcos de los anchos que se dijo de e las flechas tenían arpones de hueso e recios.
    • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] II, 176 Esp (CDH )
      Los indios tiraron innumerables saetas, o flechas, mejor diciendo; pero como esta grand canoa llegó a tierra, huyeron e no se hirieron sino tres o cuatro cristianos.
    • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] Esp (CDH )
      Fué cosa de mucha lástima verle; porque se le paró el pie en que fué herido muy negro, e fué subiendo la ponzoña por la pierna arriba, como cosa viva, sin se poder atajar, aunque le dieron muchos cauterios de fuego, en lo cual se vido claramente que la flecha traía hierba ponzoñosísima; e como subió al corazón, murió, estando en mucha pena hasta el tercero día, que dió el ánima a Dios que la crió.
    • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] Esp (CDH )
      Estos timbús y carcaraes son de mayor estatura que los quirandís y que todos los ya dichos, y es gente sofrible y amorosa y amiga de los cristianos, aunque son flecheros, cuyas flechas son pequeñas y emplumadas de tres plumas y muy polidas.
    • c1527-1561 Casas, B. HIndias [1994] Esp (CDH )
      Partido del río de la Hozama (y por otro nombre ya nuestro Sancto [ sic ] Domingo) don Bartolomé Colón con su compañía, y andadas treinta leguas, llegó a un río muy poderoso que se llamaba y hoy llamamos, como los indios, Nelva, donde halló * un exército de infinitos indios con sus arcos y flechas armados, en son de guerra, puesto que desnudos en cueros (y notad qué guerra pueden hacer con las barrigas desnudas por broqueles).
    • 1570 Casas, C. VocToscCast Esp (NTLLE)
      Flecha. Freccia, frezza,
    • c1573-1581 Aguado, P. HSta Marta [1916-1917] I,57 Co (CDH )
      [...] y salieron apelear con Samariegos, * los quales en la primera refriega se hirieron veynte y çinco hombres con flechas de hierua muy ponzoñosa y mortal [...].
    • 1585-1586 Glz Mendoza, J. HCosas Reino China [1944] 304 Esp (CDH )

      Tiene esta isla Deseada, que se le puso este nombre porque como aquel golfo es tan grande y de tantos días de navegación, cuando la ven después de haberlas mucho deseado, otras muchas cerca de sí, una de las cuales es la que llaman la Dominica, que está poblada y habitada de unos indios a quien los que navegan aquel viaje llaman Caribes, que es una gente que come carne humana, muy diestros de arco y flecha y cruelísimos; usan untar las flechas con hierba mortífera y tan ponzoñosa, que por maravilla la herida que con ellas hacen se pueden guarecer ni curar con ningún remedio humano.

    • 1587 Mena, F. Trad HEtiópica [1954] 356 Esp (CDH )
      Mayormente, cuando los etiopes, puniendo por blanco los ojos de los enemigos, como si no batallaran, sino que tiraran a porfía de quien lo hacía mejor, de tal manera enderezaban la mira, que los que enclavaban con las saetas, eran confusa y desordenadamente llevados por en medio de toda la muchedumbre con las plumas de las flechas por defuera de los ojos, como si fueran dos flautas que allí llevaran metidas.
    • 1589 Castellanos, J. Elegías varones [1847] 272 Co (CDH )
      / Pues se supo de cierto ser saeta / O flecha, no con yerba, sino pura, / Y en ocasion a ella tan subyeta / A pocos ha cabido tal ventura; / Gran número de dias tuvo dieta, / Sin que hallase diligente cura, / Y por ser flecha limpia de veneno / A los cuarenta dias quedó bueno.
    • 1591 Anónimo Romances Flor I-III Romancero general Esp (CDH )
      Como era niño y rapaz, / Aficionóse de nieblas. / Hizo un cestillo de palma / Quien cesto de palma lleva, / Con el juego de ventura / Encima de la tableta. / El arco puso por hasta, / Y una flecha por saeta, / Gritando suplicaciones / Quien á suplicar sujeta. /
    • a1600 Arjona, J. Tebaida Publio Papinio, I [1996] Esp (CDH )
      / El mancebo tebano, que oprimido / se ve en tanto peligro, ya suspira / con no usado temor; cada ruido / flechas de miedo al corazón le tira; / ya escucha de los vientos el bramido, / ya desgarrarse un medio monte mira, / y atónito y confuso queda, oyendo / de fugitivas peñas el estruendo.
    • c1600 Anónimo Inventarios Reales Felipe II [1956-1959] Esp (CDH )

      3.468. Un arco turco. Tasado en tres ducados. Nº 37.

      3.469. Un mazo de flechas del dicho arco con setenta y cinco flechas. Nº 38. Tasada a real cada una.

    • 1604 Valdivielso, J. Vida patriarca [1854] 181 Esp (CDH )
      / »Y bien me acuerdo ¡oh soberana Esposa! / Que ví de vuestro rostro la mudanza, / Pues miré atento de esa luz hermosa / Rayos de gloria y bienaventuranza; / Temió el alma entre alegre y temerosa, / Y la vista, que en veros gloria alcanza, / Se deslumbró, como el que atento mira / Al rubio sol que flechas de oro tira.
    • 1605 Cervantes Saavedra, M. Quijote I [2004] Esp (CDH )

      [...] aquí están los que bebían las dulces aguas del famoso Janto; los montuosos que pisan los masílicos campos; los que criban el finísimo y menudo oro en la felice Arabia; los que gozan las famosas y frescas riberas del claro Termodonte; los que sangran por muchas y diversas vías al dorado Pactolo; los numidas, dudosos en sus promesas; los persas, arcos y flechas famosos [...].

    • 1605 Inca Garcilaso Florida Inca [1988] Pe (CDH )
      Un indio de los que ivan tras él le tiró una flecha con un harpón de pedernal y le dio por las espaldas y le passó a los pechos una cuarta de flecha, de que cayó en el suelo sin poderse levantar.
    • 1605 Inca Garcilaso Florida Inca [1988] Pe (CDH )
      Mas, por priessa que se dieron, hallaron muertos los cinco alavarderos, cada uno dellos con diez o doze flechas atravessadas por el cuerpo, y Andrés Moreno vino, empero, con una flecha de harpón de pedernal, que, sin otras que por el cuerpo tenía, le atravessava de los pechos a las espaldas, y, luego que se la quitaron para le curar, murió.
    • 1605 Inca Garcilaso Florida Inca [1988] Pe (CDH )
      Desta manera llegaron al árbol y el indio que venía delante, cuando vio que los españoles lo avían ganado por averse hallado más çerca dél, les tiró en un abrir y cerrar de ojos tres flechas, las cuales Gonçalo Silvestre recibió en el escudo que llevava que, por ir mojado, pudo resistir la furia dellas.
    • 1605 Inca Garcilaso Florida Inca [1988] Pe (CDH )
      En la batalla fallecieron cuarenta y siete, de los cuales fueron muertos los diez y ocho de heridas de flechas por los ojos o por la boca, que los indios, sintiéndolos armados los cuerpos, les tiravan al rostro.
    • c1550-a1606 Alcázar, B. Obra poética [2001] Esp (CDH )
      Rasga la venda y mira lo que haces, / rapaz; que en esta edad no es hecho honroso / romperme el sueño y las antiguas paces; / desarma el arco, déjame en reposo, / porque la helada sangre no aprovecha, / ni es dispuesto sujeto / donde haga su efeto / la venenosa yerba de tu flecha.
    • 1609 Vega Carpio, F. L. Jerusalén conquistada [1951] II, 254 Esp (CDH )
      Ismenia jura no boluer à Tyro, / Ni en su vida al exercito Christiano, / Firmando su desden con vn suspiro / El juramento, aunque jurado en vano: / Mientras se esconde, y mie[n]tras llora el tiro / De la flecha de plomo el Castellano / Por quien Ismenia ser laurel quisiera, / Y coronarse Garzeràn espera. /
    • 1611 Covarrubias, S. Tesoro Cast Esp (NTLLE)
      FLECHA es la saeta larga y delgada que se tira con el arco, flechándole: y assí se dixo á flectendo; porque quando se ha de desembraçar se tuerce y encoge el arco.
    • 1611 Rosal, F. Etimología vocablos lengua castellana Esp (NTLLE)
      Flecha de Flechar la Ballesta o Arco; y este de flectere Lat. que significa torcer o enarcar que decímos armar. Y assí Flecha según origen y principio era el Arco, aunque el nuevo usso le toma por Saeta.
    • 1612 Díaz Guzmán, R. HRío Plata [2001] 62 Py (CDH )

      [...] tenían encerrada una monstruosa culebra o género de serpiente tan disforme que ponía gran terror y espanto a todos los que la veían [...]. Los soldados la comenzaron a arcabucear, y a herir con saetas y flechas los amigos, y como se sintió herida comenzó a revolverse echando gran suma de sangre; dio feroces silbos con tanta ferocidad, que hizo temblar todo aquello; que causó grande espanto a todos.

    • 1612 Ufano, D. Tratado artilleria p. 381 Esp (BD)
      Si se quiere dar fuego a vna barraca o faxinada, hazer vn balleston grande que su berga sea flexible y se dexe vencer en tiempo de su operacion, deforma que dulce y facilmente se arme con vn ynstrumento o gaffon y pueda tirar vna pequeña bomba encaxada en vn flechon de la suerte y manera que en la presente figura se representa con aquel harpon a la punta que es el que haze presa y se hinca en la faxina o techo de la barraca casa o baxel donde acierta a dar segun y para el effeto que se tira [...].
    • 1612 Vega Carpio, F. L. Pastores Belén [1991] 373 Esp (CDH )
      / Como pintan al amor desnudo, / a un pesebre viene, / flechas en los ojos tiene, / y es fuego y pide calor; / yo le miro con temor / de que me quiere tirar; / él me viene a enamorar / y con las flechas me mira, / "pues a fe que si me las tira / que le tengo de hacer llorar".
    • 1614 Vega Carpio, F. L. Rimas sacras [2003] 457 Esp (CDH )
      / Toma en tu protección estos que aparte del / vulgo se retiran al asilo, / templo de la virtud, para que tengan / ejemplo, genio, luz, preceptos, arte, / elocución, facilidad y estilo, / con que a la cumbre más difícil vengan, / y que no los detengan / los cortesanos sátiros y Apolos / preciados de saber para sí solos, / Zoilos y Aristarcos, / cuyas lenguas son flechas de sus arcos: / que la virtud que al premio se retira / mejor vence la envidia que la mira.
    • 1616 Cervantes Saavedra, M. Persiles [1994] Esp (CDH )

      Saltaron luego en los maderos, y pusieron en medio dellos sentado al prisionero, y luego uno de los bárbaros asió de un grandísimo arco que en la balsa estaba; y, poniendo en él una desmesurada flecha, cuya punta era de pedernal, con mucha presteza le flechó, y, encarando al mancebo, le señaló por su blanco, dando señales y muestras de que ya le quería pasar el pecho. Los bárbaros que quedaban asieron de tres palos gruesos, cortados a manera de remos, y el uno se puso a ser timonero, y los dos a encaminar la balsa a la otra isla.

      El hermoso mozo, que por instantes esperaba y temía el golpe de la flecha amenazadora, encogía los hombros, apretaba los labios, enarcaba las cejas, y, con silencio profundo, dentro en su corazón pedía al cielo, no que le librase de aquel tan cercano como cruel peligro, sino que le diese ánimo para sufrillo.

    • 1619 Salas Barbadillo, Alonso Jerónimo de Los prodigios del amor 386 El caballero puntual, segunda parte Esp (CDH )
      Que á tu carro por trofeos / llevas con desprecio atados / los espíritus osados / y los constantes deseos. / ¿Quién, mártir de tus sospechas, / tributo no te ha rendido? / ¿Qué ingenio ilustre y lucido / no fué blanco de tus flechas? /
    • 1622 Valdivielso, J. Serrana de Plasencia Actos sacramentales comedias Esp (CDH )
      Transformóse en varias formas [113 r] / el engañador Protheo, / mas a pesar de su astucia / en vn palo le pusieron. / Escupe al cielo blasfemias, / mas es escupir al cielo, / siendo con sus mesmas armas / homicida de sí mesmo. / Temiendo no se les vaya, / aunque cargado de hierros, / que no ay engaño seguro / pienso que aú[n] después de muerto. / De las certeras ballestas / disparan flechas de fuego, / a quemarle el coraçón / atrauesándole el pecho. /
    • 1624 Tirso de Molina Cigarrales [1996] 413 Esp (CDH )
      ¡La hidrópica avaricia, / y en traje de verdad la vil mentira / que al alma flechas tira, / huyendo voy; que no hay quien la codicia, / si no es huyendo, dome, / pues mata de hambre más, cuanto más come! /
    • 1624 Vega Carpio, F. L. Circe [2003] Esp (CDH )
      En esta, pues, ocasión (como dicen que ha de decir nuestra lengua), hizo con una espada y rodela tan notables cosas don Felis, que allí se le confirmó el nombre de Bravo; y rindiendo una galera sacó veintidós heridas de flechas y cuchilladas, que a quien le vía ponía espanto, porque en las flechas parecía erizo y en las cuchilladas toro; y no de otra suerte que del coso le suelen sacar rendido, aunque no muerto, le llevaron a curar y milagrosamente tuvo vida.
    • 1580-a1627 Góngora Argote, L. Romances [1998] Esp (CDH )
      / Con los arcos de sus ojos / vna flechilla me tira, / y fuy, con ser duque de Arcos, / también marqués de Flechilla.
    • a1643 Quevedo Villegas, F. Entremés marido Pantasma [1981] 78 Esp (CDH )
      Él dice cada instante: *«Pude casar mi hija / con un hombre que ha estado / para un juego de cañas convidado, *y en el tiempo de calzas atacadas *entró en encamisadas.»Atravesada tengo en las entrañas *esta dueña que miras: / las barandillas son flechas y viras, / y por tormento sumo, / me dan dueña a narices, como humo.
    • a1645 Quiñones de Benavente, Luis Las calles de Madrid [1991] Esp (CDH )
      Músicos ¡Oh, qué cuatro niñas!: / luces son del sol, / flechas penetrantes / de aquel Niño Dios, / cuyo campo hermoso / nunca Mayo vio / flores que se atrevan / a su perfección.
    • 1642-1648 Gracián, B. Agudeza [1993] 518 Esp (CDH )

      Aunque no murió en el primer tormento, sino en el segundo, la Iglesia le pinta, no muerto a palos, sino cubierto de flechas.

    • 1653 Cobo, B. HNuevo Mundo [1890-1893] III, 197 Esp (CDH )
      Habían acudido á su llamada gentes de todas las provincias de los tres suyos que estaban en su devoción, del Collao, Condesuyo y Antisuyo; y también de las provincias cias de los Chunchos y mojos, que le eran sujetas, habían venido algunas compañías de flecheros con cantidad de yerbas ponzoñosas para untar las flechas.
    • 1653 Cobo, B. HNuevo Mundo [1890-1893] Esp (CDH )
      Déstas echan también los indios en la hierba ponzoñosa para las flechas.
    • 1656 Serna, J. Tratado supersticiones México [2003] México (CDH )

      [...] y en vno de los dias solemnes de la fiesta hazia cada vno vn manojito de flechillas, el qual offrecia con dos tamales, y ponianlo todo sobre la sepultura, que mas gusto les dava, y estavan vn dia sobre ella, y á el cabo del dia lo quemavan todo, flechas y tamales, y hazianlo ceniza, la espolvoreavan sobre la sepultura, donde auian estado.

    • 1684 Rodríguez, M. Marañón y Amazonas [1990] 598 Ec (CDH )
      [...] pero los indios de el Marañón, teniendo armas iguales, primero perderán las vidas que sus rancherías; son proprias las armas de fuego para encender la cólera necessaria para la fiereza en las batallas y el saber alcançan tanto las unas como las otras valas aviva la diligencia en dispararlas al enemigo antes que ganen por la mano las de su orgullo; y contra el peso de el plomo no pueden ser defensa unas ligeras flechas o saetas, que alcançan poco y a la vista tienen escape [...].
    • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] Esp (CDH )

      Descifróle el misterio Daniel, y ni se turba, ni llora; porque despuntada una vez la flecha del miedo, puede mas el alago del vicio presente, que el temor del futuro, aunque presto.

    • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] Esp (CDH )
      Verdad es esta tan clara, que ni toda la ceguedad Farisaica, aunque para su mal, la dejó de conocer, pues para erir con mas fuerza en la autoridad del Maestro, tiró su malicia las flechas directamente contra la puntualidad de los Discipulos.
    • 1723 Oviedo Baños, J. HConquista Venezuela [2002] 166 Ve (CDH )
      Y como para castigar su atrevimiento mandasse Juan Ramírez a dos indios amigos, vassallos de Guaymaquare, que llegassen a matarlo, anduvo el bárbaro tan prompto que, atezando bien el arco y disparando dos flechas, le atravesó entrambos muslos y al otro se la metió por vn lado, partiéndole el corazón [...].
    • 1723 Oviedo Baños, J. HConquista Venezuela [2002] 128 Venezuela (CDH )

      [...] todos los instrumentos de su guerra eran vnas cerbatanas con que disparaban a soplos vnas flechillas pequeñas, tocadas de cierta yerva, de virtud tan singular que al que llegaban a herir con ellas dexaban al instante como muerto, privado de sentido por dos o tres horas, que era el tiempo de que ellos necessitaban para ponerse en salvo sin peligro, y passado aquel término, bolvían los heridos a su acuerdo, quedando sin otra lesión, ni daño [...].

    • 1732 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      FLECHA. s. f. La saéta larga y delgada que se tira con el arco flechándole. Lt. sagitta. Spiculum,i.
    • 1702-1736 Arzans Orsúa Vela, B. HPotosí [1945] 48 Pe (CDH )
      Después que por señas los unos y los otros quedaron satisfechos, recibieron los españoles, en retorno de juguetes, riquísimos granos de oro; volviendo a España a dar la noticia, quedando en la Isla el Capitán Rodrigo Arana con treinta compañeros, a mantener la amistad con los naturales; pero cuando segunda vez volvieron de España, los hallaron a todos muertos al rigor de las flechas de aquellos bárbaros.
    • 1739 Feijoo, B. J. Theatro crítico universal, VIII [2003] 68 Esp (CDH )

      Llego a aquella parte de el discurso en que especial y directamente es interessado mi honor. En los exemplos que hasta ahora alegamos, solo se ha visto que la malicia de los herexes toma por objetos de sus imposturas a sugetos acreedores por alguno o algunos capítulos a la pública veneración. Ahora veremos que tal vez baxan la puntería de sus flechas a personas de cortíssima representación, pues no desdeñaron tomar la mía por blanco de ellas. Es verdad que al mismo tiempo se envuelven indirectamente en la calumnia ministros altos y muchos eclesiásticos de España, aunque sin nombrarlos.

    • 1742 Feijoo, B. J. Cartas eruditas, I [2004] Esp (CDH )
      Con esta gente resolvió hacerse fuerte dentro de el palacio, a quien embistieron luego los turcos; y para obligar al rey a rendirse, con flechas envueltas en materias encendidas, pusieron fuego al edificio.
    • a1745 Lozano, P. HConquista Paraguay [1873] Py (CDH )
      Por esta razon, cuando van á la guerra, lleva cada chiquito seis ú ocho flechas de estas, ungidas sus puntas con la ponzoña y envueltas en un puño para que, no inficionen, y de ellas se valen en el último aprieto, disparándolas solamente cuando sea infalible el acierto, por haber llegado como dicen á las dagas.
    • 1747 Juan, J. / Ulloa, A. Noticias América [1985] Pe (CDH )

      Ya queda expresado que casi todas las armas que manejan las milicias de La Concepción se reducen a lanzas, para las cuales hay dentro del pequeño fuerte que tiene aquella ciudad una armería muy bien dispuesta. Pero no se encuentran en ella si no es tal o cual arma de fuego, y aunque aquéllas son suficientes para los reencuentros que se ofrecen contra los indios, porque éstos no usan tampoco otras si no es lanzas y flechas, no son bastantes para hacer oposición a las naciones que acostumbran las de fuego [...].

    • 1748 Ulloa, A. Viaje Perú [1990] Perú (CDH )
      Otra nacion de indios hay entre aquellas que obstante la bizarria en llenarse los labios, tanto inferior como surperior, las ternillas laterales de las narices, la barba y las mexillas de agugeros, y en ellos meten despues plumas de pajaros ó flechillas de 8 á 10 pulgadas de largo, con lo qual hacen la mas horrible figura que se puede imaginar porque todo el rostro parece puerco espin con semejantes adornos.
    • 1737-a1754 Luzán, I. Poética [1977] Esp (CDH )
      ¡Triste de mí, que puedo yo así verte, / Euríalo mío! ¡Oh riguroso Cielo! / ¿Tú eres quien decía mi dura suerte, / que a mi sola vejez daría consuelo? / ¿Cómo, cruel, pudiste no dolerte / de me dejar tan sola en tanto duelo? / ¿Partiéndote a la muerte, no quisiste / dejarte hablar de aquesta madre triste?... / Rútulos, si hay piedad en vos, yo os ruego / queráis aquí gustosa muerte darme: / clavadme con mil flechas luego, luego; / quered antes que a nadie aquí acabarme.
    • 1760 Aguirre, J. B. Exequias Juan Nieto Polo del Águila Letras Audiencia Quito (Período Jesuítico) Ec (CDH )
      Envióles un heraldo o mensajero que les previniese los ánimos con embajada de paz, y les convidase con su propia dicha; mas ellos irritándose contra la luz que les amanecía, pusieron en prisiones al enviado y armándose de ferocidad, de dardos, de flechas y veneno, salieron a quitar la vida al que sólo suspiraba por librarlos de una eterna e infelicísima muerte.
    • 1762 Anónimo Circular Anda Gobernadorcillos II, 153 Documentos historia Filipinas Fi (CDH )
      [...] á todas horas están resueltos á derramar su sangre y defender á su Rey y Señor (que Dios guarde) hasta donde llegaren sus fuerzas, mas en una circunstancia de ver tan desconsolados, porque carecen de armas de su uso, como son machetes y flechas de fierro y lanzas [...].
    • 1764 Viana, F. L. Apéndice Diario Docs HFilipinas Fi (CDH )
      Por la mañana entraron más de 30 heridos en la Plaza, y por la tarde un oficial muerto y tres heridos, uno de ellos trahía un flechazo en el pecho, habiendo penetrado la flecha la gola de plata, la ropa y el hueso; en la embarcación que vinieron estos oficiales había también soldados heridos; por la noche se aseguró, que los Ingleses habían ya entrado en Malolos, donde hicieron su desembarco.
    • 1765 García Huerta, V. Canción 223 Poesías Esp (CDH )
      Yo, el Tajo decantado / por el oro, que envuelvo en mis arenas, / y más famoso desde aquí adelante, / pues ha privilegiado / mis florecientes márgenes amenas / amor para el teatro más brillante, / donde se represente / la acción más relevante, / el mayor triunfo de su flecha ardiente, / vuestras deidades llamo y solicito, / y mis votos y súplicas repito. /
    • a1765 Jesús Herrera, C. Secretos Letras Audiencia Quito (Período Jesuítico) Ec (CDH )

      Y todos traían en las manos instrumentos de martirios. Y los más, arpones y flechas.

    • 1755-1779 Caulín, A. HNueva Andalucía I [1966] Ve (CDH )
      Son generalmente diestrísimos cazadores, y no menos habilidosos, y aficionados á la pesca, que exercen con flechas, redes, anzuelos, y otros instrumentos, que tienen, y varias yerbas, con que entorpecen el pescado, y traen con abundancia para su sustento, y regalo.
    • 1755-1779 Caulín, A. HNueva Andalucía I [1966] Ve (CDH )
      Rara vez salen de poblado, sin llevar consigo su arco, y flechas para defenderse de las fieras, y hacer caceria para alimento de sus familias.
    • 1755-1779 Caulín, A. HNueva Andalucía I [1966] Ve (CDH )
      Desde niños se hacen muy diestros en el uso de las flechas, con que matan los Animales, Aves, y Peces en el agua.
    • 1755-1779 Caulín, A. HNueva Andalucía I [1966] Ve (CDH )
      Si la caceria es de muchos, y son de Nacion Palenques, además de lo dicho, hacen beber á uno de los cazadores, que de ordinario es un viejo, una, ó dos múcuras, ó cantaras de la bebida mas fuerte, y aceda que llevan, hasta que repleto, y fastidiado arroja en vómito quanto tiene en el estómago; despues salen á pasear el campo, para que su alma (que piensan vá en el aliento) avise á los animales, que alli hay bebida para ellos; para que asi no se alejen, y dén lugar a que lleguen los que sin remedio les quitarán la vida al rigor de una flecha.
    • 1755-1779 Caulín, A. HNueva Andalucía I [1966] Ve (CDH )
      Visto por los Españoles el atrevido arresto de los Indios, dieron sobre ellos á carga cerrada, haciendo lo mismo los Indios con sus agudas flechas, manteniendose unos y otros en el puesto desde las quatro de la tarde hasta la media noche, en que gastados yá los carcaces de flechas, se dieron los Indios á la fuga por la espesura del Cardonal, dexando ochenta y tres de sus compañeros muertos en la Campaña, y para mejor ocasion el tomar á su satisfaccion la venganza.
    • 1780 Clavijero, F. J. HAntigua México [1991] Mx (CDH )
      Concluidos estos sacrificios subían los sacerdotes seis cautivos a lo más alto de los maderos en donde ya tenía sacrificadas el pueblo aquellas infelices víctimas con un número increíble de flechas que les disparaba.
    • 1781-1784 Samaniego, F. M. Fábulas [1988] Esp (CDH )
      Mas ¡ay! que de esta suerte, / Quitando ella las hojas de delante, / Abrió puerta a la flecha penetrante, / Y el listo Cazador la dio la muerte. /
    • c1786 Chantre Herrera, J. HMisiones Marañón [1901] 19 Ec (CDH )
      Ponderaba mucho que en la boca de otro grandísimo que desaguaba en el que venía siguiendo, no ya indios, sino unas mujeres varoniles con arcos, flechas y otras armas, le habían hecho cruda guerra y querido atajar el paso.
    • c1786 Chantre Herrera, J. HMisiones Marañón [1901] 615 Ec (CDH )
      [...] pero eran tan tercos los gentiles en rendirse cuando descubrían á los cristianos, que hubo ocasión en que cercados ya por todas partes de los nuestros y teniendo á la vista un cuerpo de tropa más que mediano de indios armados de arco y flecha y estolica, que disparaban desde lejos para dar á entender la superioridad de sus armas; con todo eso bien lejos de rendirse los gentiles, hicieron repetidas salidas vigorosísimas para hacer levantar el sitio [...].
    • c1786 Chantre Herrera, J. HMisiones Marañón [1901] Ec (CDH )

      Los hombres hacen cerbatanas muy pulidas y apreciadas entre las demás naciones, así por su belleza como por la ventaja grande del instrumento para la caza. Porque como hiere la flecha ó saeta sin ruido alguno y con solo el soplo del que la despide, derriba fácilmente el indio con la cerbatana toda una bandada de pavas asentada en un árbol, apuntando primero á una y después á otra hasta acabar con todas.

    • c1786 Chantre Herrera, J. HMisiones Marañón [1901] Ec (CDH )
      Su cuerpo, forma y aire es como de una mula; es, ligerísima en zabullirse en el agua, y como es anfibia corre por el monte, pero con tanta ligereza, que penetra por lo más enmarañado de él como una saeta, sin que se la pueda, no digo dar alcance, pero ni aun apuntar con arpón ó flecha.
    • c1786 Chantre Herrera, J. HMisiones Marañón [1901] 391 Ec (CDH )
      Servían para esto como de maestros unos mozos de los más hábiles y diestros en manejar los instrumentos que por sí mismos á la presencia del padre dirigían á los niños, les decían la postura de cuerpo, el modo de arrojar las flechas, disponer y tirar el anzuelo y todas aquellas menudencias que, bien observadas, suelen hacer felices ó afortunadas las cazas y pescas.
    • 1787 Terreros Pando, E. DiccCastVocesCienciasArtes (NTLLE)
      FLECHA, saeta, vara pequeña, armada con un hierro agudo, que se lanza con un arco, ú otra máquina semejante. Fr. Fleche. Lat. sagitta. It. Saeta, freccia.
    • 1788 Viedma Narváez, F. Descripción StaCruz Sierra [2002] Bo (CDH )

      Tiene varios ríos caudalosos, que llevan su corriente por el N; y son el Paracti, con el que confina por este rumbo, el cual se forma de los de Choquecamata, Catacajes, San Vicente, Colomi, San Mateo, Chilliguar, Millumayo, Putintirú, Trestetillas, San Cristóbal y Santa Rosa; todos ellos abundan de excelente pescado; como son, dorados, sábalos, motoro, pati, zurubís y otros, los que pescan a flecha los indios, a excepción del de Millumayo, por ser su agua salada, en términos, que de ella hacen sal los indios para su gasto, y es muy parecida a la de Inglaterra.

    • 1791 Anónimo Mágica blanca [1792] Esp (CDH )
      La acción del muelle que despide la flecha, se detiene por una clavija, que el compañero aparta quando quiere, moviendo las cigüeñas ocultas en la mesa; quando se empuja esta clavija, la flecha va rápidamente hácia el cartón, como el gatillo de una pistola se va hacia el rastrillo, quando con el dedo índice se aprieta el fiador.
    • 1792 Bolaños, J. Portentosa vida [1992] 34 Mx (CDH )
      Porque yo soy aquel rápido caudaloso río que atropello con lo primero que encuentro, sin atención ni respeto a la salud, ni a los años, de que os darán auténtico testimonio las repetidas experiencias que os he puesto a los ojos, y podrá acaso sucederos que, en este mismo instante, esté yo preparando el arco que ha de disparar la flecha para romper el hilo frágil de vuestra vida y cortar el curso de vuestras más floridas esperanzas.
    • 1798 Quintana, M. J. A Fileno [1969] 225 Poesías Esp (CDH )
      Duerme agitado, empero, y despertando, / siente la hiel que le atosiga, y llora / de viva afrenta y de vergüenza. En vano / mueve la planta a huir; ¿podrá el mezquino / de sí mismo escapar? Honda en el seno / la enarbolada flecha trae consigo, / y mientras huye más, más se la clava; / que si el olvido al parecer despliega / su suspirado velo, y un momento / cesa el afán, ¡ay, si los ojos miran / la tirana beldad que antes ansiaron! /
    • 1803-1806 Mtz Zúñiga, J. Estadismo Filipinas [1893] I, 71 Esp (CDH )
      Pasada la barranca encontramos la gente del pueblo, que nos salía á recibir: estaban por delante los niños de la escuela en una larga fila, con sus arcos y flechas en las manos; para que la flecha no pudiese salir al dispararla, tenía el arco un agujero en el medio por donde entraba la flecha, y ésta un nudo á la extremidad que tocaba á la cuerda, el cual no la dejaba salir afuera: por este medio hacían una infinidad de descargas sin ser necesaria más que una flecha.
    • 1810 Bello, A. Resumen HVenezuela [2003] 214 Ve (CDH )
      Entre los prisioneros que llevaba González en su retirada, se hallaba Sorocaima a quien mandó González hiciese saber a sus compañeros desistiesen de incomodar con sus flechas a los españoles, so pena de empalarlo a él y a otros cuatro [...].
    • 1818 Naharro, V. Descripción juegos [1818] Esp (CDH )

      Vereis correr á un muchacho al monte á coger una rama de cerezo silvestre, del cual forma un arco, y tiene la paciencia de secarlo al sol, despues va acercando las dos puntas con una cuerda, y se ve impaciente por probar su fuerza elástica. Si ve que ha acertado, se le verá disponer una flecha de media pulgada de diámetro, y de dos cuartas de largo: pone en una de sus puntas, ó una aguja, ó un poco de plomo, y acomoda á la otra punta algunas plumas.

    • 1824 Heredia, J. M. Carta de Filadelfia [1947] 44 Escritos literarios Cu (CDH )
      "Ha como diez mil lunas", dicen ellos, "que cubría la tierra una raza de seres invencibles y maléficos: eran grandes como las montañas: impetuosos como el águila que se arroja a su presa desde las nubes; y veloces como el relámpago del cielo... los lagos se secaban cuando apagaban en ellos su sed... Las flechas caían, inútiles de sus impenetrables cuerpos... Los hombres pálidos preveían su total aniquilación... El grito de aflicción se alzó de los cuatro vientos y llegó a los oídos del Gran Espíritu, que lanzó sus rayos contra los opresores de la tierra... Todos cayeron; y uno solo, desafiando la cólera celeste, alzaba con horrendos bramidos su altanera frente, y se despeñó en fin en las ondas del Océano".
    • 1830 Lpz Soler, R. Bandos Castilla [2003] Esp (CDH )
      Salía del cinto de terciopelo carmesí, que sujetaba el gabán en derredor de su airoso talle, un puñal con rica empuñadura de oro, y el paje llevaba el arco y las flechas de que se servía el intrépido barón contra los jabalíes y otras fieras de aquellas hórridas montañas.
    • 1834 Espronceda, J. Sancho Saldaña [2002] Esp (CDH )
      Dicho esto callaron todos, y él dio orden para que les quitaran la vida a los que traían prisioneros, lo que se ejecutó al momento, atándolos dos con dos por los brazos a los dos frentes de cada árbol que por allí había y disparándoles tantas flechas, que su muerte fue obra de un solo punto.
    • 1836 Larra, M. J. Palabras traductor [2000] Fígaro Esp (CDH )
      Después de esta declaración de principios, por los cuales abogó constantemente en sus pobres escritos, el traductor cree que puede dormir tranquilo sin temor de la calumnia, si es que ésta alguna vez pudiera atribuirle importancia bastante para asestar contra el sus flechas emponzoñadas.
    • 1837 Fdz Navarrete, M. Viajes Maluco Loaísa [1837] Esp (CDH )
      Que los indios de las otras canoas empezaron á tirar muchas flechas enhervoladas, piedras y otras armas que traian; dieron á Juan de Benavides con una flecha por los pechos, de lo que murió aquella noche, y mataron otros dos hombres enfermos que estaban sobre la chimenea; que los de la nao no sabian que hacer; que acordándose un lombardero de un tiro que tenia cebado, le dió fuego sin apuntar, y los indios se apartaron un poco, y que cebó luego otro tiro y lo disparó, y los indios se fueron en vuelta de tierra.
    • 1841-1842 Bello, A. Juicio crítico Gmz Hermosilla [1985] Crítica literaria Ve (CDH )

      No se puede negar que hay mucha suavidad y elegancia en esta composición de Moratín. Diremos con todo que la corva aljabanos parece algo impropio: ¿cómo pudieran guardarse las flechas en una aljaba corva?

    • 1847 Estébanez Calderón, S. Escenas andaluzas [1985] Esp (CDH )
      El pensamiento mío se lanza como una flecha, alto, muy alto, más alto todavía, hasta llegar al abismo de los cielos.
    • 1849 Navarro Villoslada, F. Doña Urraca [2003] Esp (CDH )

      — Las murmuraciones del justo —dijo el prelado— salen de su boca convertidas en consejos; las murmuraciones del malvado son flechas que hieren a los que se entretienen en pararlas. Pero ¿es posible, Gerardo, que tenga yo tantos enemigos?

    • 1850 Coronado, C. Jarilla [2001] Esp (CDH )
      Una flecha, silbando con fuerza, vino a clavarse en su frente, y Regío cayó brotando un manantial de sangre.
    • c1858 Díaz Castro, E. Manuela [2003] Co (CDH )
      Entonces más maliciosos son los goajiros, que no han permitido, haciendo uso de sus flechas y su veneno, que sus tierras sean repartidas.
    • 1858 Serra, N. Don Tomás [1859] p. 11 Esp (BD)
      TOMASA. Pues bien, en vez de querer / con incansable deseo / lucir el talle en paseo, / como hace toda mujer; / en lugar de querer que / disparen mis ojos flechas, / y usar el pelo con mechas, / como si fuera un quinqué; / en vez de poner en crítica / posición á mi marido, / y ser mujer de partido / sin figurar en política [...]; / he puesto un cuidado eterno / en probar que la mujer, / ante todo debe ser / buena mujer de gobierno.
    • 1859 Castelar, E. Civilización [1861] 152 Discursos Esp (CDH )
      El fuego, que arroja en ardientes flechas el sol; el fuego que alimenta en sus entrañas la tierra; el fuego en que se bañan los mundos; el fuego que hace fecunda la tierra, el fuego que es el espíritu y el amor de la naturaleza, para Heráclito, es el principio de la vida [...].
    • 1872 Vilanova Piera, J. Compendio Geología [1872] 546 Esp (CDH )

      Los instrumentos de piedra que caracterizan estos primeros períodos de la actividad humana, son cascos y astillas de pedernal, hachas de la misma ó diferente sustancia, cuchillos, flechas y otra clase de armas y utensilios, correspondientes á la primera edad, cuyo carácter distintivo lo forma el estado tosco y sin pulimeno de las armas ó útiles que contrasta con los del segundo período [...].

    • 1845-1874 Sarmiento, D. F. Facundo [1993] 77 Ar (CDH )

      Los accidentes de la naturaleza producen costumbres y usos peculiares a estos accidentes, haciendo que donde estos accidentes se repiten, vuelvan a encontrarse los mismos medios de parar a ellos, inventados por pueblos distintos. Esto no explica por qué la flecha y el arco se encuentran en todos los pueblos salvajes, cualesquiera que sean su raza, su origen y su colocación geográfica.

    • 1879 León Mera, J. Cumandá [1998] Ec (CDH )
      Después se trató de hacerle beber licor emponzoñado; y por último, mira este paño rasgado por la flecha que se disparó contra el extranjero; el arma debe estar todavía clavada en el tronco.
    • 1882 Montalvo, J. Siete tratados, II [1882] 259 Ec (CDH )

      Un cuadrito elegíaco interpuesto entre recuerdos sangrientos de la guerra, hacia figura deliciosa en ese concurso de obras maestras. Era la cervatilla de Cipariso muriendo de la flecha que Silvano acaba de arrojarle al costado.

    • 1890 Acevedo Díaz, E. Nativa [2002] Ur (CDH )

      En la edad de piedra de esta raza valiente, hace más de tres siglos, cuando el hierro les era desconocido, usaban los charrúas flechas de pedernal en forma de hoja de laurel, rodeada de dientes agudos en dirección opuesta al arpón.

    • 1897 Valera, J. Doble sacrificio Cuentos Esp (CDH )
      Se pone carmín en las mejillas, se echa en la frente y en el cuello polvos de arroz, y se pinta de negro los párpados para que resplandezcan más sus negros ojos. Los esgrime de continuo, como si desde ellos estuviesen los amores lanzando enherboladas flechas.
    • 1905 Urbano, R. A. Castañera p. 24 Esp (BD)
      [...] desde cuyo mostrador divisábase a la castañera y detrás dél lanzaba a Carolina toda clase de flechas (léase miradas, suspiros y gestos) un joven hortera rubio y pecoso [...].
    • 1914 Cestero, T. M. Sangre [2003] RD (CDH )

      Portocarrero siéntese satisfecho. Es el blanco de todas las flechas; admirado, odiado, aplaudido o denostado; su fuerza se enfrenta al poder, que al fin capitulará. Los que entretienen sus ansias, haciendo combinaciones ministeriales, incluyen su nombre en primera línea. Cada error gubernativo es una piedra más en su pedestal.

    • c1916 Blasco Ibáñez, V. Trad Mil noches [2003] Esp (CDH )

      ¡Es derecha como la letra aleph; la letra mim es su boca; sus cejas son dos nuns al revés y sus miradas son flechas que dispara el arco formidable de sus cejas!

    • c1920 Graupera, Á. Rebeldes p. 5 Esp (BD)
      Levantó la cabeza y clavando las duras y aceradas flechas de sus ojos en el indisciplinado, censuró con aspereza: —¿Aun no eres bastante bruto, Pedro?
    • 1926 Andrenio (Eduardo Gómez de Barquero) De Gallardo a Unamuno [1926] 61 Esp (CDH )

      Ya antes de la disidencia era personalidad muy saliente entre las políticas la de Silvela; pero lo que se destacaba más de su fama era la parte del ingenio y las aceradas armas del polemista. Silvela era tenido por un gran arquero de la política, cuyas flechas daban siempre en el blanco.

    • 1930 Chacel, R. Estación [1996] Esp (CDH )

      El cine es el alma en pena de un arte plástico. Es un arte plástico sin plasmar. Plásticos sus valores, sus elementos. Con ellos puede conseguir la infiltración subjetiva, suave y velozmente, disparando a un tiempo cien flechas de sutiles sugerencias.

    • 1924-1932 Pablo Neruda Veinte poemas [1995] Ch (CDH )
      Viento que lleva en rápido robo la hojarasca / y desvía las flechas latientes de los pájaros. / Viento que la derriba en ola sin espuma * / y sustancia sin peso, y fuegos inclinados *. /
    • 1935 Loynaz, D. M. Jardín [1992] Cu (CDH )
      Luego, unos pinzones ligeros han atravesado el aire como flechas obscuras.
    • 1945 Cela, C. J. Nubes [1945] 21 Esp (CDH )

      Don Knut tiró: cinco tiros, cinco blancos. «Tira don Anselmo», volvía a repetir el Dominicano al volver a desclavar las cinco flechas negras esta vez y de don Knut.

    • 1948 Marechal, L. Adán Buenosayres [1999] Ar (CDH )
      ¿Y qué descubren? Cuchillos de sílex, puntas de flechas, arpones de hueso de pescado, vestigios de una humanidad primitiva que no gozaba, por cierto, de una existencia muy cómoda.
    • 1953 Carpentier, A. Pasos [1985] Cu (CDH )
      De las paredes de hojas de moriche colgaban arcos y flechas de pesca y de caza, cerbatanas, carcajes de dardos envenenados, taparas de curare, y unas paletas en forma de espejo de mano que servían —lo sabría después— para la maceración de una semilla dispensadora de embriaguez, cuyos polvos se aspiraban por canutos hechos con esternones de pájaros.
    • 1960 Rosales, L. Cervantes [1960] 155 Esp (CDH )
      Su ley vital es el despliegue de nuestras facultades; la adolescencia es una flecha que, en tanto que se mueve, está dando en el blanco.
    • 1961 Anónimo "Volovelismo" [01-03-1961] Flaps Revista Juvenil de Aeronáutica (Valladolid) Esp (HD)
      [...] en 1953, Fauvel cambia la estructura del ala, que resulta simplificada, a la par que mejora la visibilidad. Tras de una serie de modificaciones realiza su primer vuelo el 5 de abril de 1956, pilotado por su diseñador. El ala presenta una doble flecha invertida de 6° en su parte interior y 1° en los extremos. Los alerones clásicos se hallan enclavados en los extremos del ala construida en madera y tela.
    • 1961 Gironella, J. M. Muertos [1989] Esp (CDH )
      Seis ojos como seis flechas lo miraban.
    • 1962 Font Quer, P. Plantas medicinales [1962] Esp (CDH )

      Como se ve, las propiedades tóxicas del vedegambre son conocidas desde remotos tiempos. De ahí que se utilizase para emponzoñar las flechas (hierba de ballesteros).

    • 1965 Lopetegui, L. HIglesia América [1965] Esp (CDH )
      Mientras, al amanecer, desapercibidos, se dedican a los trabajos de aprovisionamiento de agua, muchos indios guerreros, en escuadrón —llevan banderas tendidas, penachos y tambores—, atacan con flechas, varas y piedras lanzadas con hondas.
    • 1969 Asturias, M. Á. Malandrón [1969] Gu (CDH )

      La guerra sirve para abonar la tierra con seres humanos. Piedras rodadas, piedras de honda, saetas y flechas habrían rematado a los sobrevivientes.

    • 1969 Asturias, M. Á. Malandrón [1969] 26 Gu (CDH )

      Los mam de las varas endurecidas al fuego se lanzan al ataque para dar tiempo a sus flecheros a rehacer sus filas y cerrar el paso a la caballería. No hay instante que perder. Flechas, saetas, llueven sobre los teules.

    • 1969 Asturias, M. Á. Malandrón [1969] Gu (CDH )
      — ¡Agua reptil de Caibilbalán, Mam de los Mam —saludan los sabios y nahuales—, agua celeste, agua de los doce cielos, agua que cansada de correr se junta con los grandes ríos y ciega a los peces incógnitos para facilitar su pesca con flechas de punta de piedra!
    • 1972 García Hortelano, J. Mary Tribune [1999] Esp (CDH )

      — ¿A qué hora empiezas a beber, bonito? Por si te desagrias.

      Ocho puntos a su favor, lo que obligó a Pablo a entrenarse rudamente, mediante un trago. La flechita y sus plumas multicolores partieron hacia el blanco.

      — ¡Se clavó! Juro que lo he hecho sin querer.

      — En la puerta y eso te vale cero puntos.

    • 1972 Zamora Vicente, A. Traque barraque [1972] 88 Esp (CDH )
      Buenos están los tiempos para despilfarrar las cuatro beatas del cine, ¿eh?, buenos, y, además, que esta película de hoy es tolerada, a ver, para eso le he traído, aparte de que el chico no estás aún en edad de entender de lo otro, digo yo, vaya pelmas, ya se callará. Así que los que se pueden marchar son esos tíos de ahí atrás, que a mi chico ya le calmaré yo, pues estaría bueno. Mira, Panchito, hijo, mira este papel, guapo mío, es el papel de las pipas, fíjate cómo cruje, oye, oye, mira, ya lo van a coger por las bravas de los pantalones, fíjate cómo lo van a desnudar y le van a atar al poste para tirar al blanco con flechas, eso que tanto te gusta a ti, hijito, mira, mira, ¡pum!, ya le han arreado, anda, hombre, mira...
    • 1977 Lezama Lima, J. Oppiano Licario [1989] Cuba (CDH )

      Ello explicó su trabajo: Ya frente al empresario se horizontalizó, se levantó la falda y empezó a orinar. Sus orines se verticalizaban como un surtidor. En el extremo colocó una flechita y en su extremo una avellana. El surtidor ascendía y descendía como en los juegos de agua de un parque romano. La fuerza de tan curioso surtidor expulsó a la flecha, la que a su vez puso en vuelo a la avellana. La flecha revolaba como un aeroplano de juguete. Y el surtidor de orines proseguía en sus juegos.

    • 1983 Paz, O. Sombras obras [1996] Mx (CDH )

      Chillida produce una serie de esculturas en las que el hierro, a veces en conjunción con guijarros y piedras de río, se afila y aguza en chorros esbeltos que se curvan o se lanzan al asalto del espacio. Estas obras colindan en uno de sus extremos con una sexualidad cruel y, en el otro, con una elegancia alada. Lo agudo, lo punzante, lo penetrante y perforante, lo que ensarta, clava, atraviesa y simultáneamente, lo que vuela, ondea, revolea, serpea, flamea, culebrea: el pico y el ala, las garras y las plumas. Pájaros pero también saetas, flechas, jabalinas, el zig-zag de la corriente eléctrica.

    • 1983 Portal, M. Pago traición [1983] 67 Esp (CDH )

      El día ha amanecido límpido, con una atmósfera transparente, de cara recién lavada, en donde perfilan sus copas espigadas los árboles. Rauda atraviesa la flecha de algún pájaro.

    • 1983 Portal, M. Pago traición [1983] Esp (CDH )
      Sus ojos taladraban como flechas cuando le molestaba algún comentario, o parecían querer rasgar la oscuridad cuando, pensativa, cavilaba insondablemente. El pelo era rubio oscuro, casi dando a rojizo, la piel transparente, queriendo insinuar unas leves pecas en la nariz y las mejillas. Unas cejas arqueadas y unos ojos claros, cambiantes, del mismo tono del pelo, pero con un brillo acerado que no se puede describir, ni seguramente recogerán las fotografías. Era una persona muy seria, no hablaba mucho, pero sabía contar las cosas. Cualquier anécdota insignificante, ella la hacía tomar carácter de suceso. Cuando tu madre hablaba, todos escuchaban.
    • 1986 Cabrera Infante, G. Habana [1993] 329 Cu (CDH )
      [...] de noche una negrura misteriosa donde brillaban los faroles de los pescadores del alto, de día un hábitat fascinante por los peces que emergían de ella: las flechas rápidas de los peces voladores, el vuelo entre dos aguas como a cámara lenta de las mantas, las aletas temerosas de los tiburones.
    • 1990 Campos Reina, J. Desierto seda [1990] p. 32 Esp (CDH )
      Su postura venía a ser siempre la misma: en el correspondiente brazo del sillón apoyaba el codo izquierdo, en tanto la mano se desplegaba en triple cometido: el pulgar, de asiento bajo el mantón; el corazón y el índice, de respaldo, siguiendo la flecha de la patilla; y el anular y el meñique, libres de ocupación, echados al merodeo.
    • 1990 Torres Nava, R. Conquista Éverest [1990] Mx (CDH )
      Creo además que tengo mi blanco bien puesto y mi flecha bien dirigida, porque en vez de ocuparme de buscar una gran publicidad o de encontrar un gran número de patrocinadores (ni tiempo tuve de hacerlo para el proyecto del Éverest) he dedicado mi empeño y mis energías a prepararme a fondo, durante muchos meses y muchos años.
    • 1990 Torres Nava, R. Conquista Éverest [1990] Mx (CDH )

      Pues si no he recibido remuneraciones económicas por haber conquistado la cumbre más alta del planeta, he alcanzado en cambio premios más importantes que la simple recompensa pecuniaria. Tuve frente a mí un blanco muy definido, y no tenía por qué desviar mi flecha hacia algún objetivo del orden material. Mi meta fue muy concreta: escalar el pico más alto del mundo.

    • 1992 Bojorge, R. Aventura submarina [1992] Ar (CDH )

      En una circunstancia así, debemos contar con una dosis de sangre fría y algún arma contundente; para el caso, un fusil neumático de gran potencia nos permitiría ahuyentar al animal, aunque la flecha debe ir sujeta a una boya, nunca al fusil, puesto que si arponeamos al tiburón, éste se alejará como rayo, llevando flecha, cordel y... buceador.

    • 1992 Jodorowsky, A. Canta pájaro [1994] Ch (CDH )
      Flechas de moscas verdes abrían surcos en esa atmósfera densa y gris zumbando con angurria asesina... El bailarín gigante, ocultando las orejas en el pecho de su pequeña mujer, cayó de rodillas.
    • 1992 Martín Gaite, C. Nubosidad [1994] Esp (CDH )
      Sigo acariciándole el pelo y le digo que no se lo tome tan a pecho, pero no se me ocurre argumentar mi consejo con explicoteos, take it easy —le digo simplemente—, y sé que la flecha ha dado en la diana, porque en tiempos, cuando ella y Amelia empezaban a hacer progresos en el inglés, esa frase nos encantaba pronunciarla a tres voces y era como un conjuro, ya sólo con repetirla («teiquitisi-teiquitisi-teiquitisi») despacito pero rotundamente nos hacía tanta gracia que por muy mal humor que tuviéramos se nos iban los demonios, nos desendemoniábamos, según expresión de Amelia.
    • 1993 Rovinski, S. Herencia sombras [1993] CR (CDH )
      Sagaz, Manuel se dio cuenta de que Juan flaqueaba y dio en el blanco con su flecha:

      — Dígalo, hombre. No tenga pena. A usted le está pasando algo serio. Para mí que no es mi plata lo que le preocupa. Es el miedo, ¿no es cierto?

    • 1996 Bayly, J. "La Prensa" [1996] Pe (CDH )

      Acababa de llegar al periódico. Al oír el griterío, se había acercado para ver qué diablos pasaba. Estaba vestido con un saquito blanco, corbata guinda, pantalón crema y mocasines marrones. Y el pelo bien peinado, tirado para atrás con secadora. Y la nariz, puntiaguda como una flecha.

    • 1997 Alsius, S. Dudas periodismo [1997] 186 Esp (CDH )

      Como mucha gente tiene en su memoria, en aquella ceremonia uno de los momentos culminantes había sido aquel en el que un arquero, después de prender una flecha con el fuego de la antorcha olímpica, la había lanzado hasta el pebetero del estadio para encender así la llama que había de alumbrar durante los siguientes días el esfuerzo atlético y el espíritu de los Juegos. [...]. Pues bien, una agencia distribuyó al cabo de unos días unas imágenes tomadas desde otro ángulo con las cuales era posible demostrar que la flecha no se "encestaba"en el pebetero sino que pasaba de largo.

    • 1999 Volpi, J. Busca Klingsor [1999] 172 Mx (CDH )

      — Wagner es menos generoso y lo llama «inocente», un término que casi se refiere al típico tonto del pueblo. Aquí acaba el relato de Gurnemanz. Justo en ese momento, un cisne cae a sus pies: la blancura de su pecho ha sido mancillada por una flecha que le atraviesa el corazón. No tarda en aparecer un joven cazador reclamando su presa...

    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      flecha. [...] f. saeta (| arma arrojadiza).
    • 2002 Piscitelli, A. Ciberculturas Ar (CORPES)
      Desde el punto de vista de la estructura de las industrias, Internet es una flecha envenenada, o mas bien un efecto perverso, al poner en cuestión la rentabilidad sectorial, aplanar las prácticas de negocios y reducir la habilidad de cualquier compañía en cuanto a establecer una ventaja operativa sostenida en el tiempo.
    • 2004 Nájera Coronado, M. I. "Mito ritual" Revista Digital Universitaria Mx (CORPES)
      La muerte ritual por flechas o saetas también tenía como finalidad primordial la búsqueda de la fertilidad. Se ataba a un joven a una columna de piedra en medio de la plaza y alrededor de él bailaban guerreros; la víctima se pintaba de azul, el color sagrado, y se adornaba con flores del árbol balché, asociadas con la sexualidad.
    • 2008 Machado, W. Diario gentepájaro Ve (CORPES)
      Salíamos a pescar los grandes arapaimas con arpones de huesos que tallábamos en las noches de luna para que pudieran encontrar el camino al corazón del pez. Los machos elaboraban largos hilos de palma real que usábamos como cuerdas tejidas y delgadas flechas puntiagudas endurecidas por el fuego que eran capaces de atravesar el duro cuero de los pecaríes.
    • 2009 Matute, A. M. Paraíso inhabitado Esp (CORPES)
      Con insospechada habilidad y valor, sin ayuda de nadie, trepé hasta la ventana del cielo y me senté en el alféizar. Ahora sí, veloces bandadas de golondrinas, nubes de flechas (como habíamos leído en El Rey Cuervo), cruzaban el cielo gritando, huían hacia arriba, hasta perderse en la luz sin límites, sin principio ni fin.
    • 2011 Anónimo "Exploradores acción" Juventud Rebelde (La Habana) Cu (CORPES)
      La senda del explorador, observación de la Naturaleza, croquis, nudos, quema de la soga, orientación por medios naturales y por pistas y señales, tiro con arco y flecha rústicos, primeros auxilios y habilidades, son modalidades en que se competirá.
    • 2014 RAE DLE 23.ª ed. (NTLLE)
      flecha. [...] f. Arma arrojadiza compuesta de un asta delgada con una punta afilada en uno de sus extremos y en el opuesto algunas plumas cortas que sirven para que mantenga la dirección al ser disparada.
    • 2017 Marías, J. Berta Isla Esp (CORPES)
      Y así era, en efecto: cada vez que me distraía o ilusionaba con un proyecto, cada vez que surgía un amante prometedor, la flecha del olvido adquiría potencia y velocidad y parecía que fuera a clavarse en el blanco sin que nada pudiera apartarla de su trayectoria. Tomás se me desdibujaba y en mí crecía el resentimiento: ¿por qué había elegido aquella absurda existencia, por qué había optado por una doble vida que lo alejaba de mí, hasta convertirse en una hoja de otoño que se balancea y cae?
    • 2018 Montenegro Fortique, Á. "Campamentos verano" El Universal Ve (CORPES)
      En Estados Unidos hay muchísima oferta de campos vacacionales para niños, y uno que a mí me encanta es el "Camp Marist", de los hermanos maristas. Queda en el estado de New Hampshire, dentro de un bosque precioso, con un lago enorme de aguas heladas, que tiene unas cabañas bien buenas y ofrece todas las actividades que pueden gustar a sus hijos: arco y flecha, canoas, montar a caballo, jugar tenis, natación, excursiones y muchas otras que harán que los hijos no se olviden nunca de esta experiencia.
    • 2020 Zaid, G. "Cantos" Letras Libres (Coyoacán) Mx (CORPES)
      Combatieron a los frailes "encomenderos" que los retenían en las misiones y sus tierras. Hay quienes dicen que su rebeldía llegó hasta el nombre paipai, que quiere decir: no lavado (no bautizado). Antes, su nombre era akua'ala. Ahora son católicos a su manera. Se han vuelto sedentarios, pero no agricultores. Cazan conejos y liebres con arco y flecha, honda y piedras. Colectan piñones, bellotas, flores de biznaga, berros.
    • 2021 Mancera, D. "Alejandra Valencia" [30-07-2021] El País (Madrid) Mx (HD)
      El tercer set de Valencia fue perfecto con tres flechas al 10. En el cuarto set todo volvió a ser un empate, pero la mexicana tenía que ganar el siguiente para sentenciar todo. El viento y las flechas fueron caprichosas y volvió a ser un empate, es decir 5-5. En la flecha por desempate la estadounidense fue más precisa (6-5).
    • 2021 Anónimo "Ataque mortal" [14-10-2021] Noticia al Día (Maracaibo) Ve (HD)
      La Policía noruega recibió a las 18.13 hora local (16.13 GMT) un aviso de que un hombre armado con un arco y flechas se movía por el centro de Kongsberg, y cinco minutos después varios agentes tuvieron contacto con él, pero logró escapar después de dispararles flechas.
    1. s. En ocasiones, en un complemento con de de diluvio, granizada, lluvia, nubada, nube, nublado o rociada.
      docs. (1498-2018) 51 ejemplos:
      • 1498 Anónimo Rel tercer viaje 393 Docs Colón Esp (CDH )

        [...] mandó el Almirante subir en el castillo de popa un tamborino, y a los mançebos de la nao que bailasen, creyendo agradalles; pero no lo sintieron así, antes, como vieron tañer y bailar, tomáronlo por señal de guerra, y como si fuera desafiallos. Dexaron todos los remos, y echaron manos a los arcos y flechas; y embraçó cada uno su tablachina, y començaron a tiralles una buena nuvada de flechas.

      • 2018 Cervera, C. "Venganza Genghis Khan" ABC (Madrid) Esp (CORPES)
        Las defensas ancestrales de la civilización oriental se mostraron desfasadas ante un peligro novedoso. En el primer encuentro entre chinos y mongoles, fue aniquilado el mejor ejército del Emperador, cuyas apretadas filas de infantes recibieron una lluvia de flechas de los jinetes nómadas antes de que tuvieran tiempo de cargar.
      • 1498 Anónimo Rel tercer viaje 393 Docs Colón Esp (CDH )

        [...] mandó el Almirante subir en el castillo de popa un tamborino, y a los mançebos de la nao que bailasen, creyendo agradalles; pero no lo sintieron así, antes, como vieron tañer y bailar, tomáronlo por señal de guerra, y como si fuera desafiallos. Dexaron todos los remos, y echaron manos a los arcos y flechas; y embraçó cada uno su tablachina, y començaron a tiralles una buena nuvada de flechas.

      • 1519-1526 Cortés, H. Cartas relación [1988] Esp (CDH )

        Apercibí la gente lo más paso que yo pude; y como el trecho de allí al pueblo era poco, vinieron a dar sobre las escuchas y como las sintieron, soltaron una rociada de flechas, e hicieron mandado al pueblo [...].

      • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] Esp (CDH )
        Subidos, pues, los indios en aquellas sus casas, desde allí era mucha la lluvia de las flechas y pedradas que tiraban, en tanta manera que no se podían valer con ellos.
      • c1527-1561 Casas, B. HIndias [1994] Esp (CDH )

        Hicieron los requirimientos [ sic ]: que aquellas tierras supiesen ser de los reyes de Castilla y, por tanto, que le viniesen a *dar la obediencia y tornarse cristianos; si no, que las dexasen y se fuesen dellas. Respondiéronles con una gran nubada de flechas; pero creer que entendieron ellos *cosa del requirimiento [ sic ] es falsísimo, porque no sabían más de nuestra lengua que de la latina.

      • 1605 Inca Garcilaso Florida Inca [1988] Pe (CDH )
        Andando ellos traçando la puente, salieron más de quinientos indios flecheros de entre unas matas que avía de la otra parte del río, y diziendo a grandes vozes: «Puente queréis, ladrones, holgazanes, advenedizos, no la veréis hecha de nuestras manos», echaron una roçiada de flechas hazia do estavan el caçique y el governador, el cual le preguntó cómo permitía aquella desvergüença aviéndose dado por amigo.
      • 1690 Sigüenza Góngora, C. Infortunios Alonso Ramírez [1988] Mx (CDH )
        Eran catorce las personas (sin unos muchachos) que en la canoa iban y, habiendo hecho poderosa resistencia disparando sobre nosotros lluvias de flechas, los atemorizamos con* tiros de escopeta, que, aunque eran muy continuos y espantosos, iban sin balas, porque, siendo impiedad matar a aquellos pobres sin que nos hubiesen ofendido, ni aun levemente, di rigurosa orden a los míos de que fuese así.
      • 1723 Oviedo Baños, J. HConquista Venezuela [2002] 279 Ve (CDH )
        Alonso Quintano viéndose en aquel peligro, aconsejado de la necessidad en que se hallaba, hincó la rodilla en tierra y encogiendo el cuerpo quanto pudo se abroqueló de vna rodela que llevaba, ofreciéndola por blanco a aquel diluvio de flechas que disparaban sobre él, hasta que llegando los demás a socorrerlo, se retiraron los indios dexando libre el arroyo.
      • 1755-1779 Caulín, A. HNueva Andalucía I [1966] 271 Ve (CDH )
        Llegaron los Españoles al mismo Rio Unáre, y sitio que poseian los Palenques; y puestos en una pequeña Sabána, que habia en medio de la Montaña, se vieron cercados de Indios, que por todas partes les descargaban nuves de flechas, á que correspondian los nuestros con repetidas descargas de fusileria.
      • 1780 Clavijero, F. J. HAntigua México [1991] 400 Mx (CDH )
        El ímpetu que en este foso llevaba el agua, la multitud de enemigos que los esperaba, los descompasados clamores con que les amenazaban y la lluvia de flechas, dardos y piedras que les disparaban, suspendieron por un rato la resolución de los españoles, hasta que con una furiosa descarga de la artillería, las escopetas y las ballestas, retiraron de la trinchera a los que la defendían, dejando el paso libre al ejército, el cual avanzó ganando otros fosos y trincheras que obstinadamente defendían los mexicanos, hasta una de las plazas principales de la ciudad que estaba llena de pueblo.
      • c1830 Fernández Navarrete, M. Capitán Alonso Ojeda Marinos descubridores Esp (CDH )
        Viéndose Ojeda con poca gente a principio del año 1510, envió un navío a la Española con oro y cautivos para que en retorno y con este cebo viniesen nuevos pobladores y mayor surtido de armas y bastimentos. Entretanto, dejando guarnecida la fortaleza, fué a visitar y reconocer a un rey o señor llamado Tirufi, que, según noticias, tenía copia de gente y de riquezas. Recibiéronle con una lluvia de flechas de que murieron algunos; refugiáronse a la fortaleza; pero comenzando a faltarles la comida, hacían entradas y asaltos en el país para adquirirla.
      • 1844 Gil Carrasco, E. Señor Bembibre [1989] Esp (CDH )
        Los [sitiados] entonces parecieron reanimarse y se presentaron en la plataforma que dominaba la puerta, arrojando piedras y venablos; pero la granizada de flechas de los montañeses los hizo retirar al punto.
      • 1852 Cánovas Castillo, A. Campana Huesca [2003] Esp (CDH )

        Mas tuvo que pasar por delante de algunas de las tapias del pueblo; y los vecinos ya dispuestos, y aquí y allá apostados, dispararon contra él un diluvio de flechas y piedras.

      • 1866 Salomé Jil (José Millá y Vidaurre) La hija del adelantado [2003] 76 Gu (CDH )
        Reforzado el ejército español con más gente de Quezaltenango y con los soldados que había sido preciso dejar atrás y que se incorporaron luego, Portocarrero embistió con denuedo los atrincheramientos y formando al derredor del volcán una figura triangular, fue subiendo la montaña, bajo una lluvia de flechas, piedras y otros proyectiles que arrojaban los indios.
      • 1867 Salomé Jil (José Millá y Vidaurre) El visitador [1935] 89 Gu (CDH )
        Los sitiadores atacaban con ímpetu y los sitiados despedían nubes de flechas despuntadas, que cubrían la pequeña falange de los de Ciudad Vieja.
      • 1937 Mencos Franco, A. Lit Guatemalteca Colonial [1937] 88 Gu (CDH )

        Creyendo que la palabra evangélica era suficiente para apaciguar la rebelión, despidió a los soldados que lo acompañaban y entró solo a uno de los pueblos alzados. Los indígenas le dispararon entonces una lluvia de flechas y una de ellas le atravesó la garganta, dejándolo muerto en el acto.

      • 1930-1948 Asturias, M. Á. Leyendas Guatemala [1977] Gu (CDH )
        Una lluvia de flechas cae sobre la cortina roja. Disparan casi al mismo tiempo todos los guerreros. Cuculcán, unido a los combatientes, dispara. Bailan al compás de un estrépito ensordecedor de tambores, caracolas, tunes, piedras golpeadas. La lluvia de flechas rojas enciende, cerca de la cortina de la tarde, el fuego de la guerra. Llamea. Los guerreros siguen a Cuculcán, se acercan y se alejan del fuego. Más flechas, piedras de honda de pita y alaridos de gusto, de rabia, de guerra, de fiesta.
      • 1985 Sanchis Sinisterra, J. Retablo Eldorado [1992] 89 Esp (CDH )

        RODRIGO.¡Santiago y a ellos, que ya van retrayéndose hacia el pueblo! No deje de cubrirse, que son buenos guerreros y ni en huyendo cesa la rociada de flechas.

      • 1986 Tibón, G. Aventuras [1986] Mx (CDH )
        San Sebastián, asaetado por nubes de flechas, sigue gozando de la veneración popular; en México su culto se ha impuesto por la analogía de su martirio y la muerte ritual de Huémac, el rey tolteca, perseguido por los nonoalcas y muerto a flechazos, atado a un madero con brazos y piernas extendidas.
      • 1993 Fuentes, C. Naranjo [1993] 41 Mx (CDH )
        Las palabras de paz de Hernán Cortés, traducidas por mí al vocabulario de la guerra, provocaron una lluvia de flechas indias.
      • 2003 Hnz Lugo, E. "Indio triste" Juliana cacahuatera Mx (CORPES)
        Pero un desgraciado día, en que el viejo sacerdote se encaminaba a la recién fundada Villa de León, montado en su paciente acémila, en un paraje cubierto de encinos y robles, luego de agudo alarido cuyo eco se repitió en todas las cañadas hasta apagarse, "Cólotl" le cerró el paso y a una señal, una lluvia de flechas dejó tirados a los acompañantes del señor Cura; y el sanguinario jefe chichimeca, con la rapidez del rayo, dejó vibrar su arco que escupió media docena de flechas que encontraron acomodo en el venerable pecho del Párroco.
      • 2012 Maldonado, T. Teoría catástrofes Mx (CORPES)
        El ritual era algo así como una cacería escenificada para que el rey se luciera, controlada de principio a fin, y ventajosa. Por lo general la línea frontal de soldados era la que arponeaba primero a los leones, los que más se exponían, pero los que más merma le hacían a los animales con las lanzas afiladas de a pie. Si tenían problemas para domeñarlos, una lluvia de flechas en un segundo momento los apoyaba desde la retaguardia.
      • 2018 Cervera, C. "Venganza Genghis Khan" ABC (Madrid) Esp (CORPES)
        Las defensas ancestrales de la civilización oriental se mostraron desfasadas ante un peligro novedoso. En el primer encuentro entre chinos y mongoles, fue aniquilado el mejor ejército del Emperador, cuyas apretadas filas de infantes recibieron una lluvia de flechas de los jinetes nómadas antes de que tuvieran tiempo de cargar.
      • 1498 Anónimo Rel tercer viaje 393 Docs Colón Esp (CDH )

        [...] mandó el Almirante subir en el castillo de popa un tamborino, y a los mançebos de la nao que bailasen, creyendo agradalles; pero no lo sintieron así, antes, como vieron tañer y bailar, tomáronlo por señal de guerra, y como si fuera desafiallos. Dexaron todos los remos, y echaron manos a los arcos y flechas; y embraçó cada uno su tablachina, y començaron a tiralles una buena nuvada de flechas.

      • 1519-1526 Cortés, H. Cartas relación [1988] Esp (CDH )

        Apercibí la gente lo más paso que yo pude; y como el trecho de allí al pueblo era poco, vinieron a dar sobre las escuchas y como las sintieron, soltaron una rociada de flechas, e hicieron mandado al pueblo [...].

      • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] Esp (CDH )
        Subidos, pues, los indios en aquellas sus casas, desde allí era mucha la lluvia de las flechas y pedradas que tiraban, en tanta manera que no se podían valer con ellos.
      • c1527-1561 Casas, B. HIndias [1994] Esp (CDH )

        Hicieron los requirimientos [ sic ]: que aquellas tierras supiesen ser de los reyes de Castilla y, por tanto, que le viniesen a *dar la obediencia y tornarse cristianos; si no, que las dexasen y se fuesen dellas. Respondiéronles con una gran nubada de flechas; pero creer que entendieron ellos *cosa del requirimiento [ sic ] es falsísimo, porque no sabían más de nuestra lengua que de la latina.

      • c1527-1561 Casas, B. HIndias [1994] Esp (CDH )

        Escapóse dél Tubanamá lo mejor que pudo y fuese apellidando su tierra y también quizá [a] sus vecinos; y con la más gente que pudo allegar vino sobre Juan de Ayora y sobre los suyos por la otra parte del río donde él estaba, con gran furia, y echóles una nubada de flechas, peleando contra ellos como leones pero desnudos en cueros.

      • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 58 Esp (CDH )
        [...] y ciertamente que como buenos guerreros iban tirando grandes rociadas de flechas y varas tostadas, y nunca volvieron de hecho las espaldas hasta un gran patio donde estaban unos aposentos y salas grandes, y tenían tres casas de ídolos, e ya habían llevado todo cuanto hato había.
      • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] Esp (CDH )
        Y estando surtos todos tres navíos, y estando algo descuidados, vinieron por el río diez y seis canoas muy grandes llenas de indios de guerra, con arcos y flechas y lanzas, y vanse derechos al navío más pequeño, del cual era capitán Alonso de Avila, y estaba más llegado a tierra, y dándole una rociada de flechas, que hirieron a dos soldados, echaron mano al navío como que lo querían llevar, y aun cortaron una amarra [...].
      • c1573-1581 Aguado, P. HSta Marta [1916-1917] I,148 Co (CDH )
        [...] se les ponían delante en çerrados esquadrones, con sus muy cresçidos arcos hechos conforme a la estatura de cada vno, con los quales y con cierto artificio que para tender la cuerda * vsaban traher en la mano derecha, arrojaban vna innumerable lluuia de flechas, con que hazian harto daño en los españoles [...].
      • 1589 Castellanos, J. Elegías varones [1847] 340 Co (CDH )
        / Volver atrás no pueden ni conviene, / Por ser los indios número pujante, / Y el último remedio que se tiene / Es abreviar los pasos adelante; / Mas tal lluvia de flechas sobreviene / Sobre el atribulado caminante, / Que para se quitar la dura jara / Aquí gran salto dió, y allí se para.
      • 1589 Castellanos, J. Elegías varones [1847] 420 Colombia (CDH )
        / Cargó sobre la gente baptizada / La que por su defensa se desvela: / Es de piedras terrible la nubada, / Nube de flechas y de dardos vuela; / Los golpes atormentan la celada, / Descomponen la cóncava rodela: / La confusión, la grita y algazara / Los aires rompe, y el herir no para.
      • 1588-1594 Lobo Lasso Vega, G. Mexicana [1970] 86 Esp (CDH )
        / Trábase una batalla peligrosa, / vuelan nubes de flechas por el viento, / suena la artillería presurosa, / con cuya furia tiembla el fijo asiento: / la cólera, furor, ira rabiosa / del uno y otro bando va en aumento; / el vocear confuso rompe el cielo, / las aves abatiendo de su vuelo.
      • 1601 Herrera Tordesillas, A. HHechos castellanos [1934-1935] III, 437 Esp (CDH )

        Hicieron los requerimientos ordenados por el Rey para que fuesen cristianos y obedeciesen al Rey de Castilla; respondieron tirando una gran nubada de flechas.

      • 1601 Herrera Tordesillas, A. HHechos castellanos [1934-1935] Esp (CDH )

        Escapóse de él Tubanamá, viendo sus obras, lo mejor que pudo, y puesto en desesperación fuese apellidando su tierra y sus vecinos y con la más gente que recogió fué sobre Juan de Ayora, con gran furia, por la otra parte del río; y aunque desnudos, los indios echaron una nubada de flechas sobre los castellanos, porque si las armas les ayudaran mucho tuvieran que hacer con ellos, pues el ánimo y menosprecio de la muerte nunca les faltó, Juan de Ayora se vió bien apretado y con miedo, por lo cual hizo con mucha diligencia aquella noche un fuerte de rama y tierra, temiendo que al reír del alba le habían de hacer otra acometida [...].

      • 1605 Inca Garcilaso Florida Inca [1988] Pe (CDH )
        Desta manera passaron de una ribera a otra, cortando el río al sesgo, y echaron sobre las caravelas una lluvia de flechas, en tanta cantidad que los navíos de alto abaxo quedaron cubiertos dellas y heridos muchos españoles, que no les aprovechó la defensa de los paveses y rodelas que llevavan.
      • 1605 Inca Garcilaso Florida Inca [1988] Pe (CDH )
        Andando ellos traçando la puente, salieron más de quinientos indios flecheros de entre unas matas que avía de la otra parte del río, y diziendo a grandes vozes: «Puente queréis, ladrones, holgazanes, advenedizos, no la veréis hecha de nuestras manos», echaron una roçiada de flechas hazia do estavan el caçique y el governador, el cual le preguntó cómo permitía aquella desvergüença aviéndose dado por amigo.
      • 1690 Sigüenza Góngora, C. Infortunios Alonso Ramírez [1988] Mx (CDH )
        Eran catorce las personas (sin unos muchachos) que en la canoa iban y, habiendo hecho poderosa resistencia disparando sobre nosotros lluvias de flechas, los atemorizamos con* tiros de escopeta, que, aunque eran muy continuos y espantosos, iban sin balas, porque, siendo impiedad matar a aquellos pobres sin que nos hubiesen ofendido, ni aun levemente, di rigurosa orden a los míos de que fuese así.
      • 1723 Oviedo Baños, J. HConquista Venezuela [2002] 279 Ve (CDH )
        Alonso Quintano viéndose en aquel peligro, aconsejado de la necessidad en que se hallaba, hincó la rodilla en tierra y encogiendo el cuerpo quanto pudo se abroqueló de vna rodela que llevaba, ofreciéndola por blanco a aquel diluvio de flechas que disparaban sobre él, hasta que llegando los demás a socorrerlo, se retiraron los indios dexando libre el arroyo.
      • 1723 Oviedo Baños, J. HConquista Venezuela [2002] Ve (CDH )

        Recogidos con brevedad estos despojos y quatro indios prisioneros, que se hallaron escondidos en las casas, antes de amanecer bolvió Garci-Gonçález con su gente a subir a lo alto de la loma, donde avía dexado a Martín Fernández de Antequera con Agustín de Ancona; pero seguido de el cacique Conopoyma (que recogidas sus descompuestas esquadras pretendía tomar satisfacción de el desbarato que padeció aquella noche), antes de llegar a la cumbre de la loma se halló acometido por la retaguardia con densa nube de flechas, que disparaban los indios [...].

      • 1723 Oviedo Baños, J. HConquista Venezuela [2002] Ve (CDH )

        [...] pues al llegar a vn arcabuco, que estaba en la medianía, resonaron por las montañas vecinas los caracoles y fotutos con que los indios provocaban al rompimiento, a cuyo estruendo alborotado el ganado de cerda que traían los nuestros, con precipitada fuga echó a correr por el monte, causando algún desorden en la marcha las diligencias que hicieron para recogerlo; y valiéndose los indios de la ocasión de este accidente, con diluvio de flechas que embarazaban el ayre, rompieron la batalla, trabándose vn sangriento combate de ambas partes [...].

      • 1755-1779 Caulín, A. HNueva Andalucía I [1966] Ve (CDH )

        Acometieron sin ser sentidos á la media noche, y por haber caido poco antes una copiosa lluvia, no prendió el fuego en las casas, que por ser de paja habian quedado mojadas; pero habiendo vuelto á la madrugada en son de peléa, les dieron tal rociada de flechas y de balas, que imaginando los Ingleses ser mayor el numero de los combatientes, ya se disponian á desamparar aquel Sitio, y refugiarse al Orinóco, á no vér que cesó enteramente el combate, por haberse acabado á los Españoles las municiones.

      • 1755-1779 Caulín, A. HNueva Andalucía I [1966] 271 Ve (CDH )
        Llegaron los Españoles al mismo Rio Unáre, y sitio que poseian los Palenques; y puestos en una pequeña Sabána, que habia en medio de la Montaña, se vieron cercados de Indios, que por todas partes les descargaban nuves de flechas, á que correspondian los nuestros con repetidas descargas de fusileria.
      • 1755-1779 Caulín, A. HNueva Andalucía I [1966] 247 Ve (CDH )
        Llegó á éstos la noticia, de que sus mugeres è hijos estaban en poder de estrangeros; y tomando las armas salieron de tropel contra los Españoles, disparando una nube de flechas, y diciendo con destempladas voces, que desamparasen luego la tierra, sino querian dar todos á sus manos la vida.
      • 1780 Clavijero, F. J. HAntigua México [1991] 400 Mx (CDH )
        El ímpetu que en este foso llevaba el agua, la multitud de enemigos que los esperaba, los descompasados clamores con que les amenazaban y la lluvia de flechas, dardos y piedras que les disparaban, suspendieron por un rato la resolución de los españoles, hasta que con una furiosa descarga de la artillería, las escopetas y las ballestas, retiraron de la trinchera a los que la defendían, dejando el paso libre al ejército, el cual avanzó ganando otros fosos y trincheras que obstinadamente defendían los mexicanos, hasta una de las plazas principales de la ciudad que estaba llena de pueblo.
      • 1780 Clavijero, F. J. HAntigua México [1991] Mx (CDH )
        Esta victoria, que fue el principio de la felicidad de los españoles y en cuya memoria se fundó después en aquel mismo lugar una villa con el nombre de Nuestra Señora de la Victoria, por mucho tiempo la capital de aquella provincia, se procuró justificar de su parte con los repetidos requerimientos y protestas que antes de venir a las manos hicieron por el intérprete Aguilar a los tabascos, de que no llegaban a aquella tierra como enemigos a hacerles algún daño, sino como navegantes menesterosos a proveerse por vía de compra o de permuta de las cosas necesarias para continuar su viaje, a cuyas protestas respondieron siempre los indios con una lluvia de flechas y dardos.
      • 1780 Clavijero, F. J. HAntigua México [1991] México (CDH )

        Dado este primer paso con tanta felicidad, resolvieron los jefes entrar por la calzada de Tlacopan a ganarles algún foso a los mexicanos; pero fue tanta la muchedumbre que por agua y por tierra cargó sobre ellos, y tan denso el nublado de flechas, dardos y piedras que les dispararon, que les mataron ocho españoles y les hirieron más de 50 y apenas les dieron lugar para retirarse llenos de confusión a Tlacopan [...].

      • c1830 Fernández Navarrete, M. Capitán Alonso Ojeda Marinos descubridores Esp (CDH )
        Viéndose Ojeda con poca gente a principio del año 1510, envió un navío a la Española con oro y cautivos para que en retorno y con este cebo viniesen nuevos pobladores y mayor surtido de armas y bastimentos. Entretanto, dejando guarnecida la fortaleza, fué a visitar y reconocer a un rey o señor llamado Tirufi, que, según noticias, tenía copia de gente y de riquezas. Recibiéronle con una lluvia de flechas de que murieron algunos; refugiáronse a la fortaleza; pero comenzando a faltarles la comida, hacían entradas y asaltos en el país para adquirirla.
      • 1830 Lpz Soler, R. Bandos Castilla [2003] Esp (CDH )

        Con un valor fortificado por cierta súplica que dirigiera mentalmente al cielo durante aquel intervalo, volvióse a colocar Matilde en la peligrosa ventana, tomando las posibles precauciones para no ser vista desde fuera.

        — Y bien: ¿qué es lo que descubrís, Matilde?

        — Nubes de flechas que deslumbran mis ojos, y no me dejan distinguir siquiera los hombres que las disparan.

        — ¡Flechas!, ¡flechas!, interrumpió el caballero, ¿qué diablos de mal pueden hacer con ellas a esas murallas de piedra?

      • 1844 Gil Carrasco, E. Señor Bembibre [1989] Esp (CDH )
        Los [sitiados] entonces parecieron reanimarse y se presentaron en la plataforma que dominaba la puerta, arrojando piedras y venablos; pero la granizada de flechas de los montañeses los hizo retirar al punto.
      • 1852 Cánovas Castillo, A. Campana Huesca [2003] Esp (CDH )

        Mas tuvo que pasar por delante de algunas de las tapias del pueblo; y los vecinos ya dispuestos, y aquí y allá apostados, dispararon contra él un diluvio de flechas y piedras.

      • 1860 Argote, I. M. Conquista Córdoba [1860] 25 Esp (CDH )
        «Santiago ¡cierra España!»Baños grita: / y entre nubes de flechas y pedradas / el valiente escuadron se precipita / repartiendo mandobles y lanzadas: / Muñoz la espada sin cesar agita, / y á tajos y terribles cuchilladas / las cabezas y miembros cercenando / cadáveres sin cuento vá sembrando. /
      • 1865 Justiniano Arribas, J. Roger de Flor [1865] Esp (CDH )
        Su riesgo el turco contempló inminente; / Y su furia inflamando vengadora, / Nubes de flechas al ibero envía, / Que en noche tornan el fulgente día.
      • 1866 Salomé Jil (José Millá y Vidaurre) La hija del adelantado [2003] 76 Gu (CDH )
        Reforzado el ejército español con más gente de Quezaltenango y con los soldados que había sido preciso dejar atrás y que se incorporaron luego, Portocarrero embistió con denuedo los atrincheramientos y formando al derredor del volcán una figura triangular, fue subiendo la montaña, bajo una lluvia de flechas, piedras y otros proyectiles que arrojaban los indios.
      • 1867 Salomé Jil (José Millá y Vidaurre) El visitador [1935] 89 Gu (CDH )
        Los sitiadores atacaban con ímpetu y los sitiados despedían nubes de flechas despuntadas, que cubrían la pequeña falange de los de Ciudad Vieja.
      • 1879 León Mera, J. Cumandá [1998] Ec (CDH )
        Y los invasores comenzaban a flaquear y retroceder; pero su retaguardia, si tal puede llamarse en ese pelear sin orden un grueso pelotón de bárbaros que esperaba el momento oportuno para lanzarse al socorro de sus amigos, disparó una nube de flechas con colas de fuego que se clavaron en las cabañas.
      • 1884 Barros Arana, D. HGral Chile II [2003] Ch (CDH )
        Los indios despedían nubes de flechas y de piedras lanzadas con sus hondas, y aquellos maderos cortos o garrotes que, arrojados a la cabeza de los caballos, los hacían encabritarse y retroceder, sin que los jinetes pudieran dominarlos.
      • 1884 Barros Arana, D. HGral Chile II [2003] Ch (CDH )
        Inmediatamente cayó sobre los castellanos una lluvia de flechas, de maderos y de piedras que echando al suelo a muchos de ellos, introdujo entre todos la mayor confusión.
      • 1905-1907 Coloma, L. Jeromín [2003] Esp (CDH )

        [...] defendíanse los cristianos como fieras acorraladas en la popa, y Barbarigo mismo desde el castillo les dirigía y animaba. Tenía alzada la visera del casco, y recatábase con la rodela de la nube de flechas que cruzaban los aires. Descubriose un momento para dar una orden, y entrole una por el ojo derecho y se le clavó en el cráneo. Murió al día siguiente.

      • 1937 Mencos Franco, A. Lit Guatemalteca Colonial [1937] 88 Gu (CDH )

        Creyendo que la palabra evangélica era suficiente para apaciguar la rebelión, despidió a los soldados que lo acompañaban y entró solo a uno de los pueblos alzados. Los indígenas le dispararon entonces una lluvia de flechas y una de ellas le atravesó la garganta, dejándolo muerto en el acto.

      • 1937 Pellicer, C. Tilatongo [2002] 205 Antología Mx (CDH )
        Todo el día, todo el aire, / duró la limpia batalla. / Lluvia de tejas oblicua / se escalonan y desbandan / hacia el flechador las furias / que el Sol en sus furias raja. / Lluvia de flechas segura / que de abajo va a las altas / mejillas del Sol enorme / que en suelo de nubes sangra. /
      • 1930-1948 Asturias, M. Á. Leyendas Guatemala [1977] Gu (CDH )
        Una lluvia de flechas cae sobre la cortina roja. Disparan casi al mismo tiempo todos los guerreros. Cuculcán, unido a los combatientes, dispara. Bailan al compás de un estrépito ensordecedor de tambores, caracolas, tunes, piedras golpeadas. La lluvia de flechas rojas enciende, cerca de la cortina de la tarde, el fuego de la guerra. Llamea. Los guerreros siguen a Cuculcán, se acercan y se alejan del fuego. Más flechas, piedras de honda de pita y alaridos de gusto, de rabia, de guerra, de fiesta.
      • 1930-1948 Asturias, M. Á. Leyendas Guatemala [1977] Gu (CDH )
        Sigue la lluvia de flechas rojas sobre la cortina roja. Tambores, conchas de tortugas, tunes, caracolas, piedras entrechocadas aumentan el ruido desgarrador de la batalla de la tarde.
      • 1982 Mujica Láinez, M. Escarabajo [1993] 43 Ar (CDH )
        ¡Y yo con ella, yo con ella, lanzando rayos sobre el guante! ¡Yo estuve en la batalla de Kadesh, en que el ímpetu de Ramsés casi le costó la vida! Reveo, a infinita distancia, en el torbellino, el destrozo de los caídos carros, los arcos tensos, las lanzas, los puñales, los escudos cubiertos de pieles de guepardo, la lluvia de flechas, la reverberación...
      • 1985 Sanchis Sinisterra, J. Retablo Eldorado [1992] 89 Esp (CDH )

        RODRIGO.¡Santiago y a ellos, que ya van retrayéndose hacia el pueblo! No deje de cubrirse, que son buenos guerreros y ni en huyendo cesa la rociada de flechas.

      • 1986 Tibón, G. Aventuras [1986] Mx (CDH )
        San Sebastián, asaetado por nubes de flechas, sigue gozando de la veneración popular; en México su culto se ha impuesto por la analogía de su martirio y la muerte ritual de Huémac, el rey tolteca, perseguido por los nonoalcas y muerto a flechazos, atado a un madero con brazos y piernas extendidas.
      • 1990 Uslar Pietri, A. Visita tiempo [1993] 195 Ve (CDH )
        El humo de los incendios impedía distinguir con claridad. Arreciaban los disparos y la lluvia de flechas. De lado y lado los cañones abrían huecos en la madera y en la fila de hombres.
      • 1993 Fuentes, C. Naranjo [1993] 41 Mx (CDH )
        Las palabras de paz de Hernán Cortés, traducidas por mí al vocabulario de la guerra, provocaron una lluvia de flechas indias.
      • 1994 Solares, I. Nen [1994] Mx (CDH )
        Nombrando al apóstol Santiago y con el agua hasta la cintura, dejaron los batales Cortés y sus soldados entre una lluvia de flechas y de lanzas tostadas.
      • 1997 Prensa La Hora, 29/05/1997 [1997] Gu (CDH )
        La audacia de Cuauhtémoc se extendió por contagio. Una lluvia de flechas, una granizada de piedras, cayó sobre el emperador y sobre su vocero.
      • 2003 Hnz Lugo, E. "Indio triste" Juliana cacahuatera Mx (CORPES)
        Pero un desgraciado día, en que el viejo sacerdote se encaminaba a la recién fundada Villa de León, montado en su paciente acémila, en un paraje cubierto de encinos y robles, luego de agudo alarido cuyo eco se repitió en todas las cañadas hasta apagarse, "Cólotl" le cerró el paso y a una señal, una lluvia de flechas dejó tirados a los acompañantes del señor Cura; y el sanguinario jefe chichimeca, con la rapidez del rayo, dejó vibrar su arco que escupió media docena de flechas que encontraron acomodo en el venerable pecho del Párroco.
      • 2012 Maldonado, T. Teoría catástrofes Mx (CORPES)
        El ritual era algo así como una cacería escenificada para que el rey se luciera, controlada de principio a fin, y ventajosa. Por lo general la línea frontal de soldados era la que arponeaba primero a los leones, los que más se exponían, pero los que más merma le hacían a los animales con las lanzas afiladas de a pie. Si tenían problemas para domeñarlos, una lluvia de flechas en un segundo momento los apoyaba desde la retaguardia.
      • 2018 Cervera, C. "Venganza Genghis Khan" ABC (Madrid) Esp (CORPES)
        Las defensas ancestrales de la civilización oriental se mostraron desfasadas ante un peligro novedoso. En el primer encuentro entre chinos y mongoles, fue aniquilado el mejor ejército del Emperador, cuyas apretadas filas de infantes recibieron una lluvia de flechas de los jinetes nómadas antes de que tuvieran tiempo de cargar.
    2. s. En ocasiones, con el modificador aguda.
      docs. (1500-1931) 21 ejemplos:
      • c1482-c1500 Marcuello, P. Cancionero [1987] 68 Esp (CDH )
        / No ý fallo ninguna duda, / según aprietan tan fuerte, / esta seta tanto cruda / y el jubo y la flecha aguda / tirando tyros de muerte / concluyeron la inuención; / con ell arco de ffe / vuestras flechas del guión / desolarán el rincón, / la qual yo ansý la glosé.
      • 1931 Reparaz, G. Infierno verde p. 230 Esp (BD)
        [...] dispuesto estoy a castigar la afrenta a tus antepasados hiriendo yo mismo el corazón de tu hija. Dicho esto da un salto hacia Caicuchi, le arranca de la mano la aguda flecha que en ella tiene y, apoyándola en el suelo, se deja caer a plomo sobre la punta, clavándola exactamente en el corazón
      • c1482-c1500 Marcuello, P. Cancionero [1987] 68 Esp (CDH )
        / No ý fallo ninguna duda, / según aprietan tan fuerte, / esta seta tanto cruda / y el jubo y la flecha aguda / tirando tyros de muerte / concluyeron la inuención; / con ell arco de ffe / vuestras flechas del guión / desolarán el rincón, / la qual yo ansý la glosé.
      • 1569 Ercilla, A. Araucana I [1993] 417 Esp (CDH )
        / Tanto rigor la aguda flecha trujo / que al bárbaro tendió sobre la arena, / abriendo puerta a un abundante flujo / de negra sangre por copiosa vena; / del rostro la color se le retrujo, / los ojos tuerce y con rabiosa pena / la alma, del mortal cuerpo desatada, / bajó furiosa a la infernal morada.
      • 1584 Rufo, J. Austriada [1854] 45 Esp (CDH )
        / El buen don Juan de Cárdenas, herido / De aguda flecha, no pretende cura; / Antes como leon embravecido / Su generosa saña tanto apura, / Que no halla aquel pueblo descreído / Para guardarse dél parte segura; / Su espada parecia con fiereza / Rayo en el ofender y en la presteza.
      • 1624 Balbuena, B. El Bernardo [1851] 259 Esp (CDH )
        / »De la rodilla abajo descubierto, / Cual clavel sobre nieve deshojado, / El pecho de alabastro y grana abierto, / Y el un brazo y el otro arremangado: / El dorado cabello sin concierto, / Como al descuido con un nudo atado; / Un arco corvo y una aguda flecha, / Este en la izquierda, y esta en la derecha.
      • 1627 Carvajal Robles, R. Poema Antequera [1963] Esp (CDH )
        Viendo, pues, de los dos la flecha aguda / que las manos le[s] prende como esposa, / el diestro cirujano se demuda / diziendo: — Esta herida es peligrosa, / no porque sea mortal, pero sin duda / ella anuncia desdicha lastimosa; / quiera Dios que la suerte se mejore / porque vno no perezca, y otro llore.
      • 1642-1648 Gracián, B. Agudeza [1993] 381 Esp (CDH )
        / Mas, ¡ay!, que en este estado / El cruel cazador, de astucia armado, / Escondido le acecha, / Y al tierno corazón aguda flecha / Tira con mano esquiva, / Y envuelto entre su sangre, le derriba, / Simple avecilla errada, / Imagen de mi suerte desdichada.
      • 1787 Quintana, M. J. A Thirso [1969] 82 Poesías Esp (CDH )
        ¿Por qué, después de perdido / en tal laberinto, niega / a la reflexión divina / sus ofuscadas potencias? / ¡Mas, ah! Yo pierdo estas voces, / mientras que la aguda flecha, / en el corazón clavada, / de desventura me llena. /
      • 1787-1803 García Malo, I. Voz naturaleza [1995] Esp (CDH )

        Elisia queda suspensa, bañados sus ojos de copiosas lágrimas, y Anselmo turbado y confuso. Mírense recíprocamente; y como el amor [34] había herido insensiblemente los dos corazones con una aguda flecha, sus ojos y su llanto fueron intérpretes de su cruel y dolorosa despedida.

      • 1829 Martínez de la Rosa, F. "Edipo" [1884] p. 264 Obras dramáticas Esp (BD)
        EDIPO. Lo ignoro; y hasta ahora que en mí labran / Tan fatales sospechas, nunca, nunca / Esa duda cruel pesó en mi alma. HYPARCO. Desechadla, señor... EDIPO. Mas que imaginas / Del corazón procuro yo arrancarla; / Pero cual flecha aguda y ponzoñosa, / Mientras mas toco á ella, mas se clava.
      • 1848 Bretón de los Herreros, M. Enemigo oculto [1850] p. 61 Esp (BD)
        D. Andres. No puede quererte, no, /ese fatua chichisveo / como yo... Camila. ¡Mas! D. Andres. No lo creo. / Camila. Basta que lo crea yo. / D. Andrés. ¡Ah cruel! Con flecha aguda / me hieres... Camila. Ya lo contemplo; / pero usted me dio el ejemplo galanteando a la viuda.
      • 1931 Reparaz, G. Infierno verde p. 230 Esp (BD)
        [...] dispuesto estoy a castigar la afrenta a tus antepasados hiriendo yo mismo el corazón de tu hija. Dicho esto da un salto hacia Caicuchi, le arranca de la mano la aguda flecha que en ella tiene y, apoyándola en el suelo, se deja caer a plomo sobre la punta, clavándola exactamente en el corazón
      • c1482-c1500 Marcuello, P. Cancionero [1987] 68 Esp (CDH )
        / No ý fallo ninguna duda, / según aprietan tan fuerte, / esta seta tanto cruda / y el jubo y la flecha aguda / tirando tyros de muerte / concluyeron la inuención; / con ell arco de ffe / vuestras flechas del guión / desolarán el rincón, / la qual yo ansý la glosé.
      • 1569 Ercilla, A. Araucana I [1993] 417 Esp (CDH )
        / Tanto rigor la aguda flecha trujo / que al bárbaro tendió sobre la arena, / abriendo puerta a un abundante flujo / de negra sangre por copiosa vena; / del rostro la color se le retrujo, / los ojos tuerce y con rabiosa pena / la alma, del mortal cuerpo desatada, / bajó furiosa a la infernal morada.
      • 1580 Herrera, F. Comentarios Garcilaso [1972] Esp (CDH )
        / Con flecha aguda el brazo tiene armado, / y suena, amenazando cruel castigo, / la fiera aliaba al uno y otro lado.
      • 1584 Rufo, J. Austriada [1854] 45 Esp (CDH )
        / El buen don Juan de Cárdenas, herido / De aguda flecha, no pretende cura; / Antes como leon embravecido / Su generosa saña tanto apura, / Que no halla aquel pueblo descreído / Para guardarse dél parte segura; / Su espada parecia con fiereza / Rayo en el ofender y en la presteza.
      • 1589 Castellanos, J. Elegías varones [1847] 269 Colombia (CDH )
        / Y si para subir se daban priesa, / Para bajar no tienen menos ganas, / Porque sobrellos llueve muy espesa / Aguda flecha, golpe de macana, / Piedra de todas partes, que no cesa / De lastimar la gente castellana: / Unos saltaban dos, tres escalones, / Otros bajando van á trompicones.
      • 1604 Alemán, M. GuzmánAlfarache II [1987] 61 Esp (CDH )

        Estaba puesto al sol, arrimado a las paredes de la casa de Concejo, un mocetón de veinte y dos años al parecer, melenudo, un sayo largo pardo, con jirones, abierto por el hombro y cerrado por delante, calzón de frisa *blanca, plegado por abajo; camisa de cuello colchado, que no se lo pasara un arco turquesco *con una muy aguda flecha; caperuza de cuartos, *las abarcas de cuero de vaca y atadas por encima con tomizas, *la pierna desnuda [...].

      • 1605 Góngora y Argote, Luis de Tres veces de Aquilón el soplo airado Primera parte de las flores de poetas ilustres Esp (CDH )
        Tres vezes de Aquilón el soplo ayrado / De verde honor priuó las verdes plantas, / Y al animal de Colcos otras tantas / Ilustró Febo su bellón dorado, / Después que sigo (el pecho traspassado / De aguda flecha) con humildes plantas / (¡O bella Clori!) tus pisadas santas / Por las floridas señas que da el prado.
      • 1605 Anónimo Romancero general Madrigal II [1948] I, 183 Esp (CDH )
        Que en premio glorioso / de su amor merezca, / ya que no suspiros, / a lo menos letra. / Con la punta escrita / de su aguda flecha, / en el campo duro / de vna dura piedra. /
      • 1605 Anónimo Romancero general Madrigal II [1948] II, 190 Esp (CDH )
        Si los Grecianos a Troya / dieron fin a fuego y hierro, / siendo causa el pastorzillo / abrasado de su fuego. / Si abrasaste por las Ninfas / a los insaciables vientos, / vniendo su aguda flecha / los sagrados elementos. /
      • 1609 Suárez Figueroa, C. Constante Amarilis [2002] Esp (CDH )
        / De verme Amor se ríe y, mientras, temo / que aguda flecha en mis entrañas vibre.
      • 1616 Cervantes Saavedra, M. Persiles [1994] Esp (CDH )
        Apenas hubo dicho esto, cuando el bárbaro gobernador, indignado e impaciente sobremanera, puso una grande y aguda flecha en el arco, y, desviándole de sí cuanto pudo estenderse el brazo izquierdo, puso la empulguera con el derecho junto al diestro oído, y disparó la flecha con tan buen tino y con tanta furia que en un instante llegó a la boca de Bradamiro, y se la cerró, quitándole el movimiento de la lengua y sacándole el alma, con que dejó admirados, atónitos y suspensos a cuantos allí estaban.
      • c1600-1618 Belmonte Bermúdez, L. Hispálica [1974] 144 Esp (CDH )
        / Mas no por eso al fin nuestras banderas / ganaban el honor que Jaime alarga, / que de caballos dos escuadras fieras / de flecha esparcen temerosa carga; / entran y salen a ofender ligeras / sin lanza gruesa ni robusta adarga; / aguda flecha su cacaz encierra, / como el parto feroz suelto en la guerra.
      • 1624 Balbuena, B. El Bernardo [1851] 163 Esp (CDH )
        / »Al descubrir el dios quedé turbada, / Y á huir medrosa comencé desnuda, / Y él viéndome sin ropa, despojada / De mi arco de oro y de su flecha aguda, / Ardiendo sintió el alma ántes helada, / Y de su nueva pretensión no duda; / Que al gran señuelo que el amor le hacía, / Ningun estorbo en él serlo podia.
      • 1624 Balbuena, B. El Bernardo [1851] 259 Esp (CDH )
        / »De la rodilla abajo descubierto, / Cual clavel sobre nieve deshojado, / El pecho de alabastro y grana abierto, / Y el un brazo y el otro arremangado: / El dorado cabello sin concierto, / Como al descuido con un nudo atado; / Un arco corvo y una aguda flecha, / Este en la izquierda, y esta en la derecha.
      • 1627 Carvajal Robles, R. Poema Antequera [1963] Esp (CDH )
        Viendo, pues, de los dos la flecha aguda / que las manos le[s] prende como esposa, / el diestro cirujano se demuda / diziendo: — Esta herida es peligrosa, / no porque sea mortal, pero sin duda / ella anuncia desdicha lastimosa; / quiera Dios que la suerte se mejore / porque vno no perezca, y otro llore.
      • 1642-1648 Gracián, B. Agudeza [1993] 381 Esp (CDH )
        / Mas, ¡ay!, que en este estado / El cruel cazador, de astucia armado, / Escondido le acecha, / Y al tierno corazón aguda flecha / Tira con mano esquiva, / Y envuelto entre su sangre, le derriba, / Simple avecilla errada, / Imagen de mi suerte desdichada.
      • 1787 Quintana, M. J. A Thirso [1969] 82 Poesías Esp (CDH )
        ¿Por qué, después de perdido / en tal laberinto, niega / a la reflexión divina / sus ofuscadas potencias? / ¡Mas, ah! Yo pierdo estas voces, / mientras que la aguda flecha, / en el corazón clavada, / de desventura me llena. /
      • 1787-1803 García Malo, I. Voz naturaleza [1995] Esp (CDH )

        Elisia queda suspensa, bañados sus ojos de copiosas lágrimas, y Anselmo turbado y confuso. Mírense recíprocamente; y como el amor [34] había herido insensiblemente los dos corazones con una aguda flecha, sus ojos y su llanto fueron intérpretes de su cruel y dolorosa despedida.

      • 1829 Martínez de la Rosa, F. "Edipo" [1884] p. 264 Obras dramáticas Esp (BD)
        EDIPO. Lo ignoro; y hasta ahora que en mí labran / Tan fatales sospechas, nunca, nunca / Esa duda cruel pesó en mi alma. HYPARCO. Desechadla, señor... EDIPO. Mas que imaginas / Del corazón procuro yo arrancarla; / Pero cual flecha aguda y ponzoñosa, / Mientras mas toco á ella, mas se clava.
      • 1848 Bretón de los Herreros, M. Enemigo oculto [1850] p. 61 Esp (BD)
        D. Andres. No puede quererte, no, /ese fatua chichisveo / como yo... Camila. ¡Mas! D. Andres. No lo creo. / Camila. Basta que lo crea yo. / D. Andrés. ¡Ah cruel! Con flecha aguda / me hieres... Camila. Ya lo contemplo; / pero usted me dio el ejemplo galanteando a la viuda.
      • 1931 Reparaz, G. Infierno verde p. 230 Esp (BD)
        [...] dispuesto estoy a castigar la afrenta a tus antepasados hiriendo yo mismo el corazón de tu hija. Dicho esto da un salto hacia Caicuchi, le arranca de la mano la aguda flecha que en ella tiene y, apoyándola en el suelo, se deja caer a plomo sobre la punta, clavándola exactamente en el corazón
    3. s. Se usa en construcciones comparativas para ponderar la velocidad con la que se desplaza algo o alguien
      docs. (1617-2004) 9 ejemplos:
      • 1617 Suárez Figueroa, C. Pasajero [1988] Esp (CDH )
        Escombraron los compañeros el círculo, veloces como flechas disparadas, midiendo yo con gentil talante lo que había desde allí a San Quirce.
      • 2004 Castillo, P. "Homenaje lumpenfutbolista" [14-03-2004] Desde abajo (Bogotá) Esp (CORPES)
        Se retiró del fútbol. "El Flaco Mayorga", puntero izquierdo, rápido como una flecha, no tenía vicios; ni fumaba ni tomaba; lo único censurable, que era raponero. Eran los tiempos en que todavía las transnacionales de los relojes baratos no habían hecho presencia en nuestro país y el riesgo de "llevarse un reloj", valía la pena.
      • 1617 Suárez Figueroa, C. Pasajero [1988] Esp (CDH )
        Escombraron los compañeros el círculo, veloces como flechas disparadas, midiendo yo con gentil talante lo que había desde allí a San Quirce.
      • 1792 Quintana, M. J. Diversión [1969] 124 Poesías Esp (CDH )
        / Más rápido que una flecha / que vuela hendiendo los aires, / el tiempo vuela y se muere, / muere el tiempo, y no renace.
      • 1871 Pz Galdós, B. Audaz [2003] Esp (CDH )
        — Venga usted —dijo Alifonso, dirigiéndose más rápido que una flecha a lo interior de la casa.
      • 1876-1880 Zugasti Sáenz, J. Bandolerismo [1983] Esp (CDH )
        Carrascoso hizo una señal de asentimiento, y alejose veloz como una flecha para incorporarse cuanto antes con sus compañeros, mientras que el Tío Martín regresó a la casa y sentóse muy tranquilo junto al hogar, al lado de su hijo, que le aguardaba.
      • 1890 Acevedo Díaz, E. Nativa [2002] Uruguay (CDH )

        Sin mirar para atrás, al grito de los que habían caído bajo las balas, vio al caudillo con el gesto ceñudo y los labios apretados cruzarse veloz por el flanco y enderezar al núcleo enemigo firme, la rienda en su mano izquierda y en la derecha tieso el rejón con ademán iracundo; después, como, al ir a estrellarse pechos con pechos, las filas se abrieron y se diseminaron los hombres, buscando los claros para hacerse camino —el sable en cuarta o el trabuco en alto— tan hábiles para el manejo de los caballos de pelea cuanto lo eran para vencer con el arranque impetuoso; por último, vio producirse el entrevero, y pasar junto a él, en lucha con su overo alborotado, al clarín rápido como una flecha que arrancaba a medias de su instrumento sones roncos y lúgubres

      • 1922 Insúa, A. Negro alma blanca [1998] Esp (CDH )
        Veloz como una flecha, su mirada fue a clavarse en la cifra total del inventario. La cifra, puesta a máquina y en guarismos rojos, era fabulosa, increíble, inadmisible... El estupor, la duda y el respeto se reflejaron en su faz, que la emoción enrojecía como una llama. La voz, al través de la laringe seca y contraída, tardó unos segundos en salir.
      • 1946 Gomá Orduña, J. HAeronáutica [1946] Esp (CDH )

        Los poetas no han comprendido la gran pasión y los contrastes de vida varonil y muerte que lleva en sí el vuelo; en el atractivo que representa como Arte; en la maravillosa grandeza del avión lanzado al aire en la noche volando entre nubes que resplandecen en su interior iluminadas por las llamas de sus motores, haciendo eco con sus incansables bramidos a los rumores de los mares sobre los que vuela; no han conocido la belleza de despegar de la tierra entre amenazadores nubarrones, para tomar altura cada vez percibiendo mayor intensidad de luz, como en un amanecer, y en pocos minutos cruzar las nubes y volar, veloz como una flecha de ilusión, entre barrancos y montañas de nubes blancas plateadas por un sol espléndido.

      • 1950 Alonso, D. Poesía española [1993] Esp (CDH )
        [...] y nos encontraríamos con la más copiosa condensación de materia, en cinco versos, en una ordenación afilada y veloz, como una flecha, que va desde las alimañas del viento y del bosque a toda la amplitud del pensativo campo, y que luego asciende silbando a lo delgado, a lo sutil e inaprensible, para clavarse trémula en la pavorosa alerta de la noche profunda.
      • 2004 Castillo, P. "Homenaje lumpenfutbolista" [14-03-2004] Desde abajo (Bogotá) Esp (CORPES)
        Se retiró del fútbol. "El Flaco Mayorga", puntero izquierdo, rápido como una flecha, no tenía vicios; ni fumaba ni tomaba; lo único censurable, que era raponero. Eran los tiempos en que todavía las transnacionales de los relojes baratos no habían hecho presencia en nuestro país y el riesgo de "llevarse un reloj", valía la pena.
    1. s. f. En particular, flecha que, según la mitología griega, despierta, de manera inmediata y repentina, el sentimiento de amor en aquellos a los que alcanza.
      docs. (1409-2014) 48 ejemplos:
      • a1409 Imperial, F. Poesías [1993] Canc Baena Esp (CDH )
        Ella me dixo: "Pues que es assí / que non me fezistes tan grande yerro, / sacad la flecha e sacad el fierro, / que con yervas de amor, * sabet, que vos di; / ... ... ... ... ... -í* / siempre vos fui leal enamorada, / e porque me dexastes tan menospreçiada, / atán cruelmente, señor, vos ferí."
      • 2012 García Mateos, R. Baza copas Esp (CORPES)
        Lo que ella no sabía, mientras se lastimaba de amores bajo el rielar de la luna en la ventana, es que él ya no volvería a rondar aquella calle. Una flecha amarga atravesó su corazón contra la tarde. Sin aviso. Sin despedida. Ella no lo sabía. No lo supo nunca. Y allí sigue, esperándole.
      • a1409 Imperial, F. Poesías [1993] Canc Baena Esp (CDH )
        Ella me dixo: "Pues que es assí / que non me fezistes tan grande yerro, / sacad la flecha e sacad el fierro, / que con yervas de amor, * sabet, que vos di; / ... ... ... ... ... -í* / siempre vos fui leal enamorada, / e porque me dexastes tan menospreçiada, / atán cruelmente, señor, vos ferí."
      • 1394-a1435 Pz Guzmán, F. Poesías [1993] Canc Baena Esp (CDH )
        Como ferido e llagado, / mi coraçón sin sospecha / mas triste, dixo: "¿Qué endecha * / quieres * cantar, desdonado? * / Di, gayo, de mi cuidado / ¿quál injuria te fue fecha? / ¿por qué tu muy cruel flecha / ha mi gozo assí turbado? /
      • c1407-1463 Castillo, D. Poesía [1987] 255 Canc Estúñiga Esp (CDH )
        Si pocas uezes se falla / contesçer una batalla / qual en mi caso presente, / la pluina non asý leente / lo que mi dolor non calla, / ya que razón defensora / non resiste a uos, sennora, / ser la causa de mi fuego, / lo que público non niego, / sed uos d'ello sabidora. / El cansançio de sofrir / vestro duro combatir, / que non da fyn a mi quexa, / non me suelta nin me dexa; / passe mi mal por dezir / que uuestra fe tan estrecha / m'á ferido con la flecha / de llegada percussyón, / e matado con uisyón / de una muerte tan estrecha. /
      • c1458-c1475 Manrique, G. Replicatio [2003] 273 Canc Gmz Manrique Esp (CDH )
        / Yo no sé sy del calor / del fuego que os chamuscase / o sy de su resplandor / o del fumo y su negror / que vuestra vista çegase; / o del golpe de la frecha / qu'el amor vos dio burlando; / de las altas tenéys vando / y seguís lo que aprouecha.
      • 1508 Montesino, A. Romance 104 Silva de romances I Esp (CDH )
        Mi coraçon vagamundo / por los vicios derramado / sabed que me fue compuesto / corregido y reformado / dios curo mi letargia / y el dormir de mi pecado / en mirarme de sus ojos / con semblante mesurado / y de la primera vista / me puso nueuo cuydado / & con sus luzes secretas / hizo claro mi nublado / con flechas de nueuo amor / mis entrañas ha calado [...]. /
      • c1550-1580 Luis de León Trad clásicas [1990] 437 Poesías Esp (CDH )
        La música y belleza contra el fiero / Amor no le valió, ni saludable / yerva de quantas él halló primero. / Toda su medicina al incurable / golpe quedó rendida, y traspassada / su alma fue con flecha penetrable. /
      • 1578-1584 Juan de la Cruz Cántico [1998] 18 Esp (CDH )
        Y todos quantos vagan / de ti me uan mil gracias refiriendo, / y todos más me llagan, / y déjame muriendo / vn no sé qué que quedan balbuciendo. / 8Mas ¿cómo perseueras, / ¡o vida!, no viuiendo donde viues, / y haciendo porque mueras / las flechas que recibes / de lo que del Amado en ti concibes? / 9¿Por qué, pues as llagado / aqueste coraçón, no le sanaste? / Y, pues me le as robado, / ¿por qué así le dejaste, / y no tomas el robo que robaste? /
      • 1615 Cervantes Saavedra, M. Pedro Urdemalas [1995] 776 Comedias y entremeses Esp (CDH )
        / Cuando pensé que ya estaba / algo crédula al cuidado / que en mis ansias le mostraba, / yo no sé quién la ha trocado / de cordera en tigre brava, / ni sé yo por qué mentiras / sus mansedumbres en iras / ha vuelto, ni sé, ¡oh Amor!, / por qué con tanto rigor / contra mí tus flechas tiras.
      • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] I, 516 Esp (CDH )
        Básteme, Amor, haberte agradecido / penas, de que me puedo haber quejado. / ¿Qué sangre de mis venas no te he dado? / ¿Qué flecha de tu aljaba no he sentido? / Mira que la paciencia del sufrido / suele vencer las armas del airado. /
      • 1772-1778 García Huerta, V. Raquel [1982] Esp (CDH )
        / Refuerza, amor, tus vencedoras flechas / a favor de Raquel, porque en Toledo / se tremole hoy triunfante tu bandera.
      • 1784 Meléndez Valdés, J. Bodas Camacho [2004] Esp (CDH )
        ¿Y sufriré, si en mi valor esperan, / que el poder los oprima, / y acuitada a mis pies Quiteria gima? / ¡Oh!, tú de Amor non sabes; yo ferido / de sus flechas estoy, y ayudar debo / a los amantes fieles.
      • 1784 Meléndez Valdés, J. Bodas Camacho [2004] Esp (CDH )
        / Entonces el amante, / ledo y feliz, el sazonado fruto / de su fe recogiendo, / goza en paz las ternuras de su amada, / de mis flechas dulcísimas llagada.
      • 1785 Trigueros, C. M. Teatro burlesco [2001] 106 Esp (CDH )
        ¿No ve V. ese encono con que trata a las inmortales obras de nuestro teatro, que hasta se atreve a decir que ni una tenemos que no tenga algunos defectos? Asegúrole a V., a fe de Crispín, que tiene esa carta muchas y muy muchas proposiciones que, no embargante su mucha cortesanía, han atravesado este corazón como si fueran otras tantas lanzas o flechas emponzoñadas.
      • 1787 Quintana, M. J. Carta Matilde [1969] 59 Poesías Esp (CDH )
        Por ti perdí la castidad jurada / a mi primer esposo, entonces muerto; / por ti los Boloñeses murmuraron / de mi poco recato y mis amores; / por ti dispuesta a abandonarlo todo / estuve siempre, infiel; la vida y honra, / al presentarte tú, nada valían; / y, lo que es más, yo misma loca y ciega / en las manos te puse el arco duro / que disparó las venenosas flechas / con que mi corazón emponzoñaste. /
      • c1798-1809 Álvz Cienfuegos, N. Poesías [1980] 65 Esp (CDH )
        / Mil atractivos ocultos / exhala su faz modesta / sin cesar; y allá en sus ojos / está Amor lanzando flechas.
      • 1829 Bretón Herreros, M. Sátira hombres [1829] 25 Esp (CDH )
        / Mas ¡ay que en vano sin piedad la hiere / del caprichoso amor la flecha aguda; / que ha de arrancarla ó despechada muere! / Su mal recata ruborosa y muda / si movido por rara simpatía / amoroso el doncel no la saluda.
      • 1889-1909 Echeverría, A. J. Poesías [1953] Concherías CR (CDH )
        Como entreabierto botón, / cual rojo clavel partido, / que dulce sueño provoca, / es tu boca / rojo nido / donde duerme la ilusión. / En el rizo de tu trenza / Cupido sus flechas dora, / y en la intensa / lumbre ardiente de tus ojos / prende el sol sus rayos rojos, / soñadora. /
      • 1907-1917 Machado, A. Campos Castilla [1988] 492 Esp (CDH )
        / Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido / —ya conocéis mi torpe aliño indumentario—, / mas recibí la flecha que me asignó Cupido, / y amé cuanto ellas pueden tener de hospitalario.
      • 1930-1948 Asturias, M. Á. Leyendas Guatemala [1977] Gu (CDH )

        ¿De qué subterráneo se arrancan las chispas de la destrucción? ¡El humo, la ahogazón, salta del pecho de la tierra herida! ¡No te bastó olerme por encima y enterrar tu flecha en mi corazón! ¿A qué huele mi corazón? ¡Dilo, por el turpial que lo calla, di a qué huele mi corazón!

      • 1954 Lapesa Melgar, R. Decires narrativos Marqués Santillana [1954] Esp (CDH )
        Preceden al dios varones célebres de la historia y fábulas antiguas, de la Biblia y de la cristiandad; siguen a la diosa sus "ancillas sofraganas", heroínas mitológicas todas, menos una dama que, por mandato de Venus, hiere al poeta con flecha envenenada.
      • 1986 Mendoza, E. Ciudad prodigios [1993] Esp (CDH )
        Luchaba por arrancarse del corazón aquella flecha con que la suerte parecía haberle herido; se defendía contra aquella marea que le invadía, en vano, como quien levanta diques en la arena para detener el mar.
      • 1998 Souza, P. Mentira fauno [1998] Pe (CDH )
        Había sentido esa flecha fatal mordiéndole el corazón esa tarde en que pasea en bicicleta y había creído comprender el secreto, el tesoro de todos. Creía conocer una escala de valores que consistía en contar con tácticas de olvido y el dominio de la soledad. Unos años después, describía esa experiencia en una pequeña historia. Ahora escribe para oponerse al tiempo y destruir la soledad.
      • 2007 Díaz Zelaya, A. El Fuereño: novela ES (CORPES)
        Con su corazón atravesado por la misma flecha, Toñita y Benjamín disfrutaban de la feria. Benjamín: —Desde que te conocí, te llevo en mi pensamiento, pero ya no quiero ser sólo tu amigo.
      • 2012 García Mateos, R. Baza copas Esp (CORPES)
        Lo que ella no sabía, mientras se lastimaba de amores bajo el rielar de la luna en la ventana, es que él ya no volvería a rondar aquella calle. Una flecha amarga atravesó su corazón contra la tarde. Sin aviso. Sin despedida. Ella no lo sabía. No lo supo nunca. Y allí sigue, esperándole.
      • a1409 Imperial, F. Poesías [1993] Canc Baena Esp (CDH )
        Ella me dixo: "Pues que es assí / que non me fezistes tan grande yerro, / sacad la flecha e sacad el fierro, / que con yervas de amor, * sabet, que vos di; / ... ... ... ... ... -í* / siempre vos fui leal enamorada, / e porque me dexastes tan menospreçiada, / atán cruelmente, señor, vos ferí."
      • a1409 Imperial, F. Poesías [1993] 803 Supl Canc Baena Esp (CDH )
        En su mano tenía un arco d'amores, * / la cuerda era varios pensamientos, / la flecha era posada en leves movimientos / el fierro tormento con dulçes olores, / la pluma deleite e vanos sabores; / eran entre amas * las empulgueras * / maginaçiones d'estrañas maneras; / los tendales * eran sin porqué rencores. /
      • a1409 Imperial, F. Poesías [1993] 803 Supl Canc Baena Esp (CDH )
        Embraçó el arco muy maestrada * / e tendió la flecha fasta el fierro, / e, sin fazer nengún otro yerro, / firióme sin duelo * la despiadada; / e la flecha era tan enfecçionada * / con yerva d'amor * que luego * mortal / caí en el prado, e la desleal / sacó la sayeta en sangre mojada. /
      • a1409 Imperial, F. Poesías [1993] 287 Canc Baena Esp (CDH )
        De vuestra polida flecha / yo non he pavor nin curo, * / pues de otra mejor fecha / Venus me fizo seguro; / e me dixo, yo te juro, / que aquésta poco aduxo * / de lo lindo que debuxo / en las que yo más apuro.
      • 1394-a1435 Pz Guzmán, F. Poesías [1993] Canc Baena Esp (CDH )
        Como ferido e llagado, / mi coraçón sin sospecha / mas triste, dixo: "¿Qué endecha * / quieres * cantar, desdonado? * / Di, gayo, de mi cuidado / ¿quál injuria te fue fecha? / ¿por qué tu muy cruel flecha / ha mi gozo assí turbado? /
      • c1407-1463 Castillo, D. Poesía [1987] 255 Canc Estúñiga Esp (CDH )
        Si pocas uezes se falla / contesçer una batalla / qual en mi caso presente, / la pluina non asý leente / lo que mi dolor non calla, / ya que razón defensora / non resiste a uos, sennora, / ser la causa de mi fuego, / lo que público non niego, / sed uos d'ello sabidora. / El cansançio de sofrir / vestro duro combatir, / que non da fyn a mi quexa, / non me suelta nin me dexa; / passe mi mal por dezir / que uuestra fe tan estrecha / m'á ferido con la flecha / de llegada percussyón, / e matado con uisyón / de una muerte tan estrecha. /
      • c1407-1463 Marqués de Santillana Poesía [1987] 114 Canc Estúñiga Esp (CDH )
        / / Desperté como espantado / e miré dónde sonaua / quien de amores se quexaua, / bien como da nnificado; / ui hombre ser llagado / de un golpe mortal de flecha, / cantando atal endecha / con semblante atribulado: / "De lodo que era, triste, / ¡ay, amor!, tú me tomaste, / la hora que aquitaste / la sennora que me diste".
      • c1458-c1475 Manrique, G. Replicatio [2003] 273 Canc Gmz Manrique Esp (CDH )
        / Yo no sé sy del calor / del fuego que os chamuscase / o sy de su resplandor / o del fumo y su negror / que vuestra vista çegase; / o del golpe de la frecha / qu'el amor vos dio burlando; / de las altas tenéys vando / y seguís lo que aprouecha.
      • 1508 Montesino, A. Romance 104 Silva de romances I Esp (CDH )
        Mi coraçon vagamundo / por los vicios derramado / sabed que me fue compuesto / corregido y reformado / dios curo mi letargia / y el dormir de mi pecado / en mirarme de sus ojos / con semblante mesurado / y de la primera vista / me puso nueuo cuydado / & con sus luzes secretas / hizo claro mi nublado / con flechas de nueuo amor / mis entrañas ha calado [...]. /
      • a1500-1520 Schz Badajoz, G. Poemas 318 Cancionero Esp (CDH )
        Vide ajuan de hinestrosa / llora ndo con gran passion / de vna flecha po nçoñosa / herido enel coraçon / de mortal llaga rauiosa / Nunca tan perdido vi / ninguno despues de mi / dizie ndo pues biuo yo / con mal q ue nadie biuio / no se para q ue nasci / pues quen tal estremo esto /
      • a1500-1520 Schz Badajoz, G. Poemas 301 Cancionero Esp (CDH )
        En vna nuue venia / con que mis ojos cegaua / quando mas claro lo via / hedad de niño traya / de viejas armas se armaua / delas que mas le ofendia / de passion / de passion y de aficion / muy secretas / y vn manojo de saetas / cuya aljaua el coraçon / E de alli le vi sacar / las flechas de fuego ardidas / assi como a ballestero / y con vn arco tirar / las saetas y las vidas / alos mas suyos primero / y aquien daua / luego a tirar le mostraua / por tal yerro / que se boluiesse de hierro / los tiros al que tiraua /
      • 1545 Rueda, L. Medora [1973] Las cuatro comedias Esp (CDH )

        Angélica¡Ay, Dios me lo conceda! Agora yo me maravillo si algunas dueñas de las antiguas se buscaron la muerte, agora con fuego, agora con hierro, agora con otro cualquier instrumento, si las tales a caso amaban. ¡Oh, Amor, cuánto os debo reverenciar por haberme echado en suerte un tal hombre! Plegáos encendelle en la misma flecha que a mí.

      • 1549 Urrea, J. Trad Orlando Ariosto [1988] Esp (CDH )
        / Por cualquier otra cosa que apartado / contra el deseo de ella hubiese sido, / aunque hubiese más oro conquistado / que Craso o Creso nunca hayan tenido, / creería con vos que no le ha penetrado / la flecha el corazón que lo ha herido; / porque un gozo tan grande, un tal contento, / no hay bien porque se deje ni un momento.
      • c1550-1580 Luis de León Trad clásicas [1990] 437 Poesías Esp (CDH )
        La música y belleza contra el fiero / Amor no le valió, ni saludable / yerva de quantas él halló primero. / Toda su medicina al incurable / golpe quedó rendida, y traspassada / su alma fue con flecha penetrable. /
      • 1580 Sierra, P. Espejo príncipes II [2003] Esp (CDH )
        Y el cruel Cupido, o por usar de sus mañas o por estar embidioso de su hermosura, me hirió de su enervolada flecha, de suerte que me rindió a querer este cavallero infeliz de tal suerte que, olvidada mi real y alta descendencia, en otra cosa no me empleava sino en amarle, dándoselo a entender lo mejor y más secreto que podía, hasta que, ciega del todo, creyendo que no me acabava de entender, claramente se lo mostré, lo que a él no le pesó, antes dio a entender haver recebido gran contento.
      • 1582 Herrera, F. Obras [1985] Poesía Esp (CDH )
        Yo vi unos bellos ojos que hirieron / con dulce flecha un coraçón cuitado, / i que, para encender nuevo cuidado, / su fuerça toda contra mí pusieron.
      • 1578-1584 Juan de la Cruz Cántico [1998] 18 Esp (CDH )
        Y todos quantos vagan / de ti me uan mil gracias refiriendo, / y todos más me llagan, / y déjame muriendo / vn no sé qué que quedan balbuciendo. / 8Mas ¿cómo perseueras, / ¡o vida!, no viuiendo donde viues, / y haciendo porque mueras / las flechas que recibes / de lo que del Amado en ti concibes? / 9¿Por qué, pues as llagado / aqueste coraçón, no le sanaste? / Y, pues me le as robado, / ¿por qué así le dejaste, / y no tomas el robo que robaste? /
      • 1605 Lpz Úbeda, F. Pícara Justina [1977] Esp (CDH )
        / ¿Quién pensara / Que el rey de la afición / Intentara / Tirar a un bobarrón / Flecha, saeta y dardo al corazón? / Mas sin pensar / Le hizo tal herida, / Que a perseverar / Justina dormida, / Hubiera de caer de recudida.
      • c1550-a1606 Alcázar, B. Obra poética [2001] Esp (CDH )
        Hiere la hermosa Elvira / de amores a cuantos mira, / porque sus ojos son flechas / que al corazón van derechas / como a blanco donde tira.
      • 1606 Ledesma, A. Conceptos espirituales II [1969] Esp (CDH )
        / Herida viene de muerte, / que sus palabras diuinas / son flechas enerboladas / que matan para dar vida.
      • 1612 Vega Carpio, F. L. Pastores Belén [1991] 372 Esp (CDH )
        [...] flechas me quiere tirar, / cuando se queja y suspira, / "pues a fe que si me las tira / que le tengo de hacer llorar". / Como pintan al amor desnudo, / a un pesebre viene, / flechas en los ojos tiene, / y es fuego y pide calor; / yo le miro con temor / de que me quiere tirar; / él me viene a enamorar / y con las flechas me mira, / "pues a fe que si me las tira / que le tengo de hacer llorar". /
      • 1615 Cervantes Saavedra, M. Laberinto amor [1995] Comedias y entremeses Esp (CDH )
        Julia ¡Ay triste, con cuántas flechas / me hiere Amor inclemente!
      • 1615 Cervantes Saavedra, M. Pedro Urdemalas [1995] 776 Comedias y entremeses Esp (CDH )
        / Cuando pensé que ya estaba / algo crédula al cuidado / que en mis ansias le mostraba, / yo no sé quién la ha trocado / de cordera en tigre brava, / ni sé yo por qué mentiras / sus mansedumbres en iras / ha vuelto, ni sé, ¡oh Amor!, / por qué con tanto rigor / contra mí tus flechas tiras.
      • 1625 Castillo Solórzano, A. Tardes entretenidas [1908] 54 Esp (CDH )

        [...] y entre la gente que ordinariamente suele llegarse á ver estos señores cuando se apean, se metieron Eduardo y Lucindo, donde pudieron ver muy á su gusto la bizarra dama, con cuya vista, no obstante que se vió imposibilitado de remedio, quedó Eduardo mucho más aficionado y perdido, y no quisiera apartarse un punto de sus hermosos ojos; tanto que por cumplir en esto con su gusto, procuró tener lugar de verla cenar esa noche, y cada acción suya era una penetrante flecha para el corazón del tierno amante [...].

      • 1632 Vega Carpio, F. L. Dorotea [1998] Esp (CDH )
        Y si quieres alegorizarle estas figuras, di que el Cupido es ella y yo el dios marino, pues vine por la mar a que me tirase las flechas de sus ojos.
      • 1635 Quiñones Benavente, L. Loa Antonio Prado [2001] 239 Jocoseria Esp (CDH )
        Lorenzo Deja que corra veloz, / que de dar honra y provecho, / juramento llevan hecho, / todos juntos a una voz, / porque si esta prevención / ha hecho mi padre en vano, / ¿para qué es, amor tirano, / tanta flecha y tanto arpón?
      • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] I, 516 Esp (CDH )
        Básteme, Amor, haberte agradecido / penas, de que me puedo haber quejado. / ¿Qué sangre de mis venas no te he dado? / ¿Qué flecha de tu aljaba no he sentido? / Mira que la paciencia del sufrido / suele vencer las armas del airado. /
      • 1654 Moreto, A. Desdén [1978] Esp (CDH )
        Eso es fuerza que me aturda; / no tiene Amor mejor flecha / que vuestra mano derecha, / si no es que sacáis la zurda.
      • 1663 Carvajal Saavedra, M. Navidades [1993] Esp (CDH )
        De los ojos de Lisarda / llevaba flechas Cupido, / recogidas en su aljaba, / para tirarle a Leonido.
      • 1663 Carvajal Saavedra, M. Navidades [1993] Esp (CDH )
        ¿Por qué llegáis a culpar / en Cupido los despojos, / cuando le dan vuestros ojos / las flechas para tirar? / Vos sóis quien sale a matar, / no culpéis al ciego dios; / y aquí para entre los dos, / bella y tirana homicida, / pues ya me quitáis la vida, / la bandolera sóis vos.
      • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] 361 Esp (CDH )
        A! corazón covarde! que temes de tan dulces eridas? que huies de tan amables flechas? Deja que vengan, que si ellas te traspassan, seguros tendrás en la mano, todos los favores de Dios.
      • c1730 Pita, S. Príncipe [1951] Cu (CDH )
        POLIDORO.Impío amor, que me has hecho / de tus iras triste blanco.MELEANDRO.Amor, que me has constituído / término de tus agravios.POLIDORO. ¿Cuándo de tu airada flecha / veré los filos cansados? MELEANDRO.¿Cuándo de tu arpón severo aso / veré el impulso más blando?
      • c1730 Pita, S. Príncipe [1951] Cu (CDH )
        Deja ya tristes endechas, / que ya es necio frenesí, / pues para rendirme a mí / te sobran, mi bien, las flechas.
      • 1772-1778 García Huerta, V. Raquel [1982] Esp (CDH )
        / Refuerza, amor, tus vencedoras flechas / a favor de Raquel, porque en Toledo / se tremole hoy triunfante tu bandera.
      • 1784 Meléndez Valdés, J. Bodas Camacho [2004] Esp (CDH )
        ¿Y sufriré, si en mi valor esperan, / que el poder los oprima, / y acuitada a mis pies Quiteria gima? / ¡Oh!, tú de Amor non sabes; yo ferido / de sus flechas estoy, y ayudar debo / a los amantes fieles.
      • 1784 Meléndez Valdés, J. Bodas Camacho [2004] Esp (CDH )
        / Entonces el amante, / ledo y feliz, el sazonado fruto / de su fe recogiendo, / goza en paz las ternuras de su amada, / de mis flechas dulcísimas llagada.
      • 1785 Trigueros, C. M. Teatro burlesco [2001] 106 Esp (CDH )
        ¿No ve V. ese encono con que trata a las inmortales obras de nuestro teatro, que hasta se atreve a decir que ni una tenemos que no tenga algunos defectos? Asegúrole a V., a fe de Crispín, que tiene esa carta muchas y muy muchas proposiciones que, no embargante su mucha cortesanía, han atravesado este corazón como si fueran otras tantas lanzas o flechas emponzoñadas.
      • 1787 Quintana, M. J. Carta Matilde [1969] 59 Poesías Esp (CDH )
        Por ti perdí la castidad jurada / a mi primer esposo, entonces muerto; / por ti los Boloñeses murmuraron / de mi poco recato y mis amores; / por ti dispuesta a abandonarlo todo / estuve siempre, infiel; la vida y honra, / al presentarte tú, nada valían; / y, lo que es más, yo misma loca y ciega / en las manos te puse el arco duro / que disparó las venenosas flechas / con que mi corazón emponzoñaste. /
      • c1798-1809 Álvz Cienfuegos, N. Poesías [1980] 65 Esp (CDH )
        / Mil atractivos ocultos / exhala su faz modesta / sin cesar; y allá en sus ojos / está Amor lanzando flechas.
      • 1829 Bretón Herreros, M. Sátira hombres [1829] 25 Esp (CDH )
        / Mas ¡ay que en vano sin piedad la hiere / del caprichoso amor la flecha aguda; / que ha de arrancarla ó despechada muere! / Su mal recata ruborosa y muda / si movido por rara simpatía / amoroso el doncel no la saluda.
      • 1889-1909 Echeverría, A. J. Poesías [1953] Concherías CR (CDH )
        Como entreabierto botón, / cual rojo clavel partido, / que dulce sueño provoca, / es tu boca / rojo nido / donde duerme la ilusión. / En el rizo de tu trenza / Cupido sus flechas dora, / y en la intensa / lumbre ardiente de tus ojos / prende el sol sus rayos rojos, / soñadora. /
      • 1907-1917 Machado, A. Campos Castilla [1988] 492 Esp (CDH )
        / Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido / —ya conocéis mi torpe aliño indumentario—, / mas recibí la flecha que me asignó Cupido, / y amé cuanto ellas pueden tener de hospitalario.
      • 1930-1948 Asturias, M. Á. Leyendas Guatemala [1977] Gu (CDH )

        ¿De qué subterráneo se arrancan las chispas de la destrucción? ¡El humo, la ahogazón, salta del pecho de la tierra herida! ¡No te bastó olerme por encima y enterrar tu flecha en mi corazón! ¿A qué huele mi corazón? ¡Dilo, por el turpial que lo calla, di a qué huele mi corazón!

      • 1954 Lapesa Melgar, R. Decires narrativos Marqués Santillana [1954] Esp (CDH )
        Preceden al dios varones célebres de la historia y fábulas antiguas, de la Biblia y de la cristiandad; siguen a la diosa sus "ancillas sofraganas", heroínas mitológicas todas, menos una dama que, por mandato de Venus, hiere al poeta con flecha envenenada.
      • 1986 Mendoza, E. Ciudad prodigios [1993] Esp (CDH )
        Luchaba por arrancarse del corazón aquella flecha con que la suerte parecía haberle herido; se defendía contra aquella marea que le invadía, en vano, como quien levanta diques en la arena para detener el mar.
      • 1998 Souza, P. Mentira fauno [1998] Pe (CDH )
        Había sentido esa flecha fatal mordiéndole el corazón esa tarde en que pasea en bicicleta y había creído comprender el secreto, el tesoro de todos. Creía conocer una escala de valores que consistía en contar con tácticas de olvido y el dominio de la soledad. Unos años después, describía esa experiencia en una pequeña historia. Ahora escribe para oponerse al tiempo y destruir la soledad.
      • 2007 Díaz Zelaya, A. El Fuereño: novela ES (CORPES)
        Con su corazón atravesado por la misma flecha, Toñita y Benjamín disfrutaban de la feria. Benjamín: —Desde que te conocí, te llevo en mi pensamiento, pero ya no quiero ser sólo tu amigo.
      • 2012 García Mateos, R. Baza copas Esp (CORPES)
        Lo que ella no sabía, mientras se lastimaba de amores bajo el rielar de la luna en la ventana, es que él ya no volvería a rondar aquella calle. Una flecha amarga atravesó su corazón contra la tarde. Sin aviso. Sin despedida. Ella no lo sabía. No lo supo nunca. Y allí sigue, esperándole.
      1. s. Frecuentemente, con el modificador amorosa y dorada o los complementos de amor, de Cupido, de Eros, de oro y de Venus.
        docs. (1444-2014) 64 ejemplos:
        • c1444 Mena, J. Trat Amor [1989] Esp (CDH )
          E dezían que al que este dios fería con la frecha dorada sienpre le cresçía el deseo de amar, e al que fería con la frecha de plomo más le cresçía aborresçer a quien le amase.
        • 2014 Villegas Saurí, S. Marketingdencias Esp (CORPES)
          En una época en la que los escaparates se llenan de corazones, las marcas intentan que su Cupido particular tenga suficiente puntería, te alcance con sus flechas del amor y te deje tocado para siempre. Y es que podemos estar de acuerdo en que el amor no se puede comprar, pero en San Valentín, si tienes amor, es muy probable que acabes comprando.
        • c1444 Mena, J. Trat Amor [1989] Esp (CDH )
          E dezían que al que este dios fería con la frecha dorada sienpre le cresçía el deseo de amar, e al que fería con la frecha de plomo más le cresçía aborresçer a quien le amase.
        • c1440-c1458 Manrique, G. Poesía amorosa [2003] Canc Gmz Manrique Esp (CDH )
          / El agua dar a la boca / y que no pueda beuer, / no se puede sostener / tal vida sy no se troca / Do la flecha de amor toca / tarde suele guaresçer; / nunca deuiera naçer / quien tiene libertad poca.
        • c1500 Anónimo Comedia Thebayda [1993] Esp (CDH )
          Digo, señor, que nadie puede pensar quánto la frecha del amor traspasa.
        • c1499-1502 Rojas, F. Celestina [2000] 90 Esp (CDH )
          Si tú sintieses mi dolor, con otra agua rociarías aquella ardiente llaga que la cruel frecha de Cupido me ha causado.
        • a1424-1520 Anónimo Canc Fdz Íxar [1956] 360 Esp (CDH )
          / Es abstinençia de vil llegamiento / la tal castidad, despues ya de quando / se va la notiçia del viçio dexando, / remoto por obras e mal pensamiento; / e non solamente por caso yo cuento / quien contra las frechas de Venus se escuda, / mas el que de viçio qualquier se desnuda, / e ha de virtud nouel vestimento.
        • 1549 Urrea, J. Trad Orlando Ariosto [1988] 155 Esp (CDH )
          / En la luz de sus ojos dulces enciende / la flecha de oro y en su agua amata: / que entre flor blanca y roja allí desciende, / y templada la arroja, hiere y mata.
        • 1598 Vega Carpio, F. L. Arcadia [1975] 296 Esp (CDH )
          Por las ondas del mar de unos cabellos / un barco de marfil pasaba un día / que, humillando sus olas, deshacía / los crespos lazos que formaban de ellos; / iba el amor en él cogiendo en ellos / las hebras que del peine deshacía / cuando el oro lustroso dividía, / que éste era el barco de los rizos bellos. / Hizo de ellos amor escota al barco, / grillos al albedrío, al alma esposas, / oro de tíbar *y del sol reflejos; / y puesta de un cabello cuerda al arco, / así tiró las flechas amorosas / que alcanzaban mejor cuanto más lejos.
        • 1621 Góngora Argote, L. Poesías 1621 [2000] Poesías Esp (CDH )
          / Mi sangre le dio color, / luego que mi pecho entrada / a vuestra flecha dorada, / porque mi sangre, después / que leonada supo que es / vuestra color, fue leonada.
        • 1796 Blanco White, J. M. Oda Apolo [1994] 103 Poesías Esp (CDH )
          / ¿Y mirarás acaso con semblante / Sereno tu ignominia? ¡Qué! ¿Tu nombre / Dejarás abatido? ¿Abandonada / Podrás ver la ribera que brillante / Iluminaste un tiempo? ¿Y do el renombre / Creció del sacro Pindo, ver pisada / Sufrirás la sonora / Cítara, en que canora / La voz de Herrera al cielo tus loores / Ensalzó, y sus amores? / Embraza, embraza el arco poderoso, / Y pon en él de las doradas flechas / Que la prole de Niobe traspasaron.
        • c1789-p1810 Marchena, J. Poesías [1892] 57 Esp (CDH )
          / Apolo: si otro tiempo penetrante / Flecha de amor te hirió, si la inhumana / Dafne adoraste en vano, si en pos de ella / Montes y valles recorriste amante, / En vano reprehendiéndote Diana, / Templa para cantar ninfa más bella / La cítara dorada: / Derrama en mis cantares tal dulzura, / Que la suprema gracia y la hermosura / Sea en ellos dignamente celebrada.
        • p1822 Anónimo Romances don Claudio II, 282 Romancero general Esp (CDH )
          / Por las tapias de un jardin / Hizo avance, y reparando / Era el alfombrado suelo / De aquel hechizo descanso / Con las flechas de Cupido, / Aunque no sin sobresalto, / Con tino amor atropella / Los términos del recato.
        • c1790-1823 Arriaza, J. B. Poesías [1822-1826] I, 1ª, 31 Esp (CDH )
          [...] Asi castigaré tus desacatos: / Hijo, da cumplimiento á mis mandatos."Dijo, y el niño amor, que en el regazo / De su divina madre reposaba, / Alcanzó con pueril desembarazo / Una dorada flecha de su aljaba, / El arco apoya en el siniestro brazo, / Y disparando con la diestra brava, / Tal herida, el cruel, hizo en mi pecho, / Que á él mismo le pesó de haberla hecho. /
        • 1832 Larra, M. J. El Rapto [1991] Esp (CDH )
          Elena / Si un numen poderoso / triunfó de mi albedrío, / jamás del pecho mío / tu imagen se borró. / Si las flechas doradas / vibrando nos asesta / sus tiros, amor suele / rendir con mágica fuerza / la virtud, el deber y el honor.
        • 1900 Pz Galdós, B. Bodas [1903] 189 Esp (CDH )
          »Lo peor del caso, amiga querida —prosiguió Cristeta, tomado aliento y limpiado el gaznate—, es que yo, con la mayor inocencia, fui la primera persona que supo en Palacio el devaneo de Cristina, y no sólo fui quien primero lo supo, sino algo más, Leandra, pues a mí me escogió la Providencia, ¡triste sino el mío!, para que abriese la puerta por donde entró la flecha de Cupido que había de traspasar el corazón de la Reina.
        • 1889-1909 Echeverría, A. J. Poesías [1953] Concherías CR (CDH )
          / Cálida fragua en que Cupido afila / la aguda punta de sus flechas de oro, / suave cáliz rosado en que destila / de sus filtros sabrosos el tesoro.
        • 1915 Barriga, Juan Agustín Discurso [1915] Ch (CDH )
          ¿Qué pluma de hombre, de mujer o de ángel, podría decirnos con aquel candor que es propio suyo los desmayos dichosos, las angustias dulcísimas y aquellos celestiales arrobamientos del alma enamorada que muere porque no muere, que desfallece a un mismo tiempo de dolor y de dicha, porque quisiera y no puede arrancarse del pecho adolorido la flecha de oro ardiente con que el divino mensajero llega hasta el fondo de sus entrañas desfallecidas?
        • 1918 Fuente, R. Reyes favoritas validos p. 149 Esp (BD)
          Como estudiante de medicina, curaba a todos los enfermos del hotel y su cuarto, lleno de botes, potingues, instrumentos y algodones, era una concurridísima clínica gratuita, donde Mikra, pacientemente, reparaba los estragos que la flecha de Cupido causaba en sus enamorados compañeros.
        • 1973 Castellanos, R. Mujer [1995] 30 Mx (CDH )
          Porque las estudiantes, o desertan a la mitad de la carrera, traspasadas por las flechas de Cupido, o no ejercen la profesión aunque hayan recibido el título que las faculta para ello, porque siguen prefiriendo el mucho más glorioso y todavía, en muchos sentidos, exclusivo, de esposa y madre.
        • 1997 Prensa Revista Hoy, 06-12/10/1997 [1997] Ch (CDH )

          — Es el día de San Valentín. Vuela la flecha de Cupido.

        • 2001 Bueno Álvz, J. A. Último viaje Eliseo Esp (CORPES)
          [...] en cualquier momento puedes conocer al hombre o a la mujer de tus sueños, aunque estés casado y hubieras pensado alguna vez que eso ya no te puede ocurrir a ti, que estás a salvo de las flechas de Cupido, eso me está pasando a mí, confesó mientras apoyaba suave, blandamente una mano en las rodillas de Beatriz [...].
        • 2010 Centeno, I. Bajo las hojas Ve (CORPES)
          Ella era fugaz y sin embargo llevaba en el puño los corazones de sus amantes, de toda la gente por la que pasaba; la gente no pasa, María Inmaculada, quiso aconsejarla Rubén Tenorio, pero no podía hacerlo, lo habíamos limitado a verla tensar una y otra vez su arco y disparar la flecha de oro, lo habíamos limitado a saber que aquellos disparos generaban tumultos, ruidos, mucho ruido en su cabeza.
        • 2014 Villegas Saurí, S. Marketingdencias Esp (CORPES)
          En una época en la que los escaparates se llenan de corazones, las marcas intentan que su Cupido particular tenga suficiente puntería, te alcance con sus flechas del amor y te deje tocado para siempre. Y es que podemos estar de acuerdo en que el amor no se puede comprar, pero en San Valentín, si tienes amor, es muy probable que acabes comprando.
        • c1444 Mena, J. Trat Amor [1989] Esp (CDH )
          E dezían que al que este dios fería con la frecha dorada sienpre le cresçía el deseo de amar, e al que fería con la frecha de plomo más le cresçía aborresçer a quien le amase.
        • c1440-c1458 Manrique, G. Poesía amorosa [2003] Canc Gmz Manrique Esp (CDH )
          / El agua dar a la boca / y que no pueda beuer, / no se puede sostener / tal vida sy no se troca / Do la flecha de amor toca / tarde suele guaresçer; / nunca deuiera naçer / quien tiene libertad poca.
        • c1500 Anónimo Comedia Thebayda [1993] Esp (CDH )
          Digo, señor, que nadie puede pensar quánto la frecha del amor traspasa.
        • c1499-1502 Rojas, F. Celestina [2000] Esp (CDH )
          Y empós desto, mil amortecimientos y desmayos, mil milagros y espantos, turbado el sentido, bullendo fuertemente los miembros todos a una parte y a otra, herida de aquella dorada frecha que del sonido de tu nombre le tocó, retorciendo el cuerpo, las manos enclavijadas como quien se despereza, que parecía que las despedazaba, mirando con los ojos a todas partes, coceando con los pies el suelo duro.
        • c1499-1502 Rojas, F. Celestina [2000] 90 Esp (CDH )
          Si tú sintieses mi dolor, con otra agua rociarías aquella ardiente llaga que la cruel frecha de Cupido me ha causado.
        • a1504 Rdz Montalvo, G. Sergas Esplandián [2004] Esp (CDH )
          De cómo la hermosa Leonorina, oyendo las altas excelencias de Esplandián, fue de las flechas de Cupido tan herida que, retraxéndose en poridad con dulces lágrimas, dio paz a Carmela en nombre de aquel para quien de su cabeça una rica empresa le dio, y la donzella con devisas de coronas vistió de muy ricos paños.
        • a1424-1520 Anónimo Canc Fdz Íxar [1956] 360 Esp (CDH )
          / Es abstinençia de vil llegamiento / la tal castidad, despues ya de quando / se va la notiçia del viçio dexando, / remoto por obras e mal pensamiento; / e non solamente por caso yo cuento / quien contra las frechas de Venus se escuda, / mas el que de viçio qualquier se desnuda, / e ha de virtud nouel vestimento.
        • 1526 Anónimo Polindo [2003] Esp (CDH )

          ¡O, amor! ¡O, niño Cupido ciego! ¡O, fermosa diosa Venus! ¡Cuán mal mirastes a quien vuestra dorada flecha tirastes! Pues con ella pensastes de me dar alegría e me dais la desastrada muerte e sin ventura fin.

        • 1536 Gmz Toledo, G. Tragicomedia Celestina 3.ª parte [1973] Esp (CDH )
          Lleuan ansimismo las mangas yzquierdas verdes con dos coraçones que vna saeta los traspassa y tiene ligados, dando a entender que el de mi señora Polandria y el mío ya están con la flecha de Cupido heridos de arte que no se conosce ventaja qual está más, sino que están tan juntos que parescen ser vno entrambos.
        • 1536 París, Juan de Égloga nuevamente compuesta [1913] Esp (CDH )
          Ha tanto llagado el amor y herido / con frecha dorada mis tristes entrañas, / que por estas seluas, & campo, & montañas, / me ha, con gran pena, perdida traydo; / ando buscando mi bien muy querido, / ques vn dispuesto loçano escudero, / ruuio, hermoso, galan por entero, / zarco, aguileño, de vn cuerpo cumplido.
        • c1514-1542 Boscán, J. Poesías [1991] 427 Esp (CDH )
          / Sintió Leandro en l' amorosa flecha / salida del mirar de 'sta donzella * / un gozo tal, con una tal blandura, / que si no aconteciera en los comienços, / que suelen ser alboroçados todos, / en lágrimas parara este acidente.
        • 1549 Urrea, J. Trad Orlando Ariosto [1988] 155 Esp (CDH )
          / En la luz de sus ojos dulces enciende / la flecha de oro y en su agua amata: / que entre flor blanca y roja allí desciende, / y templada la arroja, hiere y mata.
        • 1535-c1552 Fdz Oviedo, G. Batallas [1989] Esp (CDH )
          E en cumplimjento de su palabra le hirió con vna amorosa frecha de puro e fino oro e hizo enamorarse de Daphne. E a ella hirió contra [ sic ] frecha de plomo, contraria al amor de Phebo.
        • 1552 Hnz Villaumbrales, P. Peregrinación [2003] Esp (CDH )
          Algún tanto estuvo el Caballero del Sol como embobecido y embelesado, no se determinando en lo que había de decir ni responder, esperando a que hubiese fin una brava contienda y rigurosa batalla que las delicadas y enamoradas palabras de la muy apuesta dama, juntamente con una dorada frecha del dorado Cupido, habían urdido y ensayado contra el fuerte coraçón del Caballero del Sol, batallando la ciega sensualidad contra la discreta Razón, de tal manera que la enamorada pasión, sin ser sentida, escaló los cinco sentidos y entró y escaló el castillo fuerte del pecho del Caballero del Sol.
        • 1552 Hnz Villaumbrales, P. Peregrinación [2003] Esp (CDH )
          Los dos pequeños niños que salieron y venían en compañía de la hermosa señora, desnudos, el primero traía los ojos vendados y una dorada flecha con un carcaj de diversas saetas de oro y de plata y de plomo y otros diversos metales y una letra que así decía: Blandiendo dorada flecha, / los ojos vendados, tiro, / hiero herida que mecha / ni cirugía aprovecha / a sanarle su venino.
        • 1552 Hnz Villaumbrales, P. Peregrinación [2003] Esp (CDH )
          El pequeño niño de la dorada flecha se llama Cupido, señor del amor.
        • 1552 Hnz Villaumbrales, P. Peregrinación [2003] Esp (CDH )
          Blandiendo dorada flecha, / los ojos vendados, tiro, / hiero herida que mecha / ni cirugía aprovecha / a sanarle su venino.
        • 1552 Núñez Reinoso, A. Amores Clareo y Florisea [1991] Esp (CDH )
          — «¡Oh cruel fortuna, y cómo quieres ganar honra con una sin ventura y flaca mujer, vencida de la voluntad, sin poder obedecer a ninguna cosa sino al amor que con flecha dorada mis tiernas entrañas ha traspasado, * hiriendo a Clareo con flechas de plomo para mayor pena mía y olvido suyo!
        • 1554 Rdz Florián, J. Comedia Florinea [1996] Esp (CDH )
          Porque dado que yo huelgue en penar y morir y passar todo tormento por el vuestro amor, y aun teniéndome en ello por ganancioso en dichas y dichoso en suaves tormentos, no creo que querrá consentir el coraçón, que pues es vuestro y de la dorada flecha del vuetro amor está herido, sino que se diga y se publique y manifieste su pena, con [el] qual suffrir gana muy gran cumbre de gloria; ni aun tampoco querá dezir, ni sabrá hablar la lengua, sino en el idioma y plática que supo hablar quanto ha que yo supe amaros.
        • c1568 Herrera, F. Metros italianos 1568 [1985] Poesía Esp (CDH )
          Mientras, Mallara, a Alçides valeroso / hazes eterno con sagrada lira, / y el mesmo Febo en vos su aliento inspira / y diuino furor ingenioso, / Amor, a mis entrañas, temeroso, / las flechas de oro crudamente tira, / y pensando aplacar su cruel yra, / dexo el canto de Marte sonoroso.
        • 1578 Anónimo Flor romances [1954] 146 Esp (CDH )
          / Como el Basilisco matas / al que con tus ojos miras, / y amorosas flechas tiras, / y con tus cabellos lo atas: / Muero por llegar a vellos, / forçado de mi dolor, / temo luego, en ver que amor, / tienes enlaçado en ellos.
        • 1580 Sierra, P. Espejo príncipes II [2003] 41v Esp (CDH )
          Tefereo subió sobre el cavallo del gigante tullido, que de enojo de verse tal se dexó morir sin se consentir curar ni comer. Y se fue en busca del del Febo, donde los dexaremos, porque fui forçado de la amorosa flecha de Cupido refrescar los oyentes y contarles alguna de sus amorosas llagas, dexando holgar la furiosa espada de Marte por algún tiempo.
        • 1598 Vega Carpio, F. L. Arcadia [1975] Esp (CDH )

          Coridón combatió con Leriano; hiciéronlo entrambos bien, y dióse el precio a Coridón. Presentó a Diana un acerillo de alfileres de tela verde, guarnecido de oro escarchado.

          Con Belardo combatió Laureo; ganó Belardo un corazón de marfil con las flechas de oro, y diósele a Celia, porque si ganara más que tiene estrellas el cielo, sin duda se los diera todos.

        • 1598 Vega Carpio, F. L. Arcadia [1975] 296 Esp (CDH )
          Por las ondas del mar de unos cabellos / un barco de marfil pasaba un día / que, humillando sus olas, deshacía / los crespos lazos que formaban de ellos; / iba el amor en él cogiendo en ellos / las hebras que del peine deshacía / cuando el oro lustroso dividía, / que éste era el barco de los rizos bellos. / Hizo de ellos amor escota al barco, / grillos al albedrío, al alma esposas, / oro de tíbar *y del sol reflejos; / y puesta de un cabello cuerda al arco, / así tiró las flechas amorosas / que alcanzaban mejor cuanto más lejos.
        • 1600 Sigüenza, J. HOrden SJerónimo II [1907] Esp (CDH )
          Quando estuuo en Italia, auia deprendido vnas oraciones, que llaman los santos iaculatorias, porque son como vnas flechas amorosas, arrojadas del alma, para herir el pecho diuino, e inclinarle a que nos mire con rostro de clemencia: llamauanlas entre los hermitaños de Italia, las Laudes de Iacobo, por ser compuestas de un gran sieruo de Dios que se llamaua ansi.
        • c1550-a1606 Alcázar, B. Obra poética [2001] Esp (CDH )
          / Deja las alas, las doradas flechas, / arco y aljaba, y el ardiente fuego, / para que, en falta tuya, nos gobierne / hombre de seso.
        • c1550-a1606 Alcázar, B. Obra poética [2001] 284 Esp (CDH )
          / ¡Oh rojo Cintio!, si el rapaz airado / hirió tu corazón con flecha de oro, / trocando en Dafne este metal sagrado, / ciñe de hoy más con tu virgíneo coro / de Mosquera la frente ingenïosa / con las hojas que guardas por tesoro.
        • 1608 Balbuena, B. Siglo Oro selvas Erífile [1821] 127 Esp (CDH )
          Y si buscare al vivo su pintura, / Entre dentro en mi alma, / Donde gozas la palma, / Digna de tu beldad y mi ventura: / Que allí tomando su dorada flecha / Amor por pincel vivo / La dejó al vivo tu retrato hecha. /
        • 1609 Eslava, A. Noches invierno [1986] Esp (CDH )
          Mas como estaba ya herido de la dorada flecha de Cupido y arrojada de la hermosura de Berta, llamó a sus caballeros más privados y les dijo fuesen al conde de Melgaria y de su parte le pidiesen a su hija Berta por mujer suya y reina y emperatriz de Francia, porque ésta era su voluntad.
        • c1579-a1613 Argensola, L. Rimas [1950] Esp (CDH )
          Amor, tú que las almas ves desnudas, / cuéntanos el desdén i la osadía / con que la hermosa Filis resistía / a tus doradas flechas más agudas.
        • 1615 López, C. Declaración emblemas Alciato [2003] fol. 363r Esp (CDH )
          [...] el amor estuvo ciego (mors fuit caeca hoc tempore) la muerte estuvo ciega en este tiempo (alter enim sumpsit spicula malè prouida alterius) porque el uno tomó las armas del otro sin mirar lo que hazía (mors tenet tela aurata) tiene la muerte las flechas de oro, que eran las de Cupido (puer tenet tela ossea) el muchacho, que es Cupido tiene las armas de hueso, que son las de la muerte [...].
        • c1600-1618 Belmonte Bermúdez, L. Hispálica [1974] 86 Esp (CDH )
          Los ojos, donde amor siempre atesora / doradas flechas para hacer sus tiros, / al noble alcaide de la gente mora / también revuelve con humildes giros; / del caso penitente el yerro dora, / que valen más que el oro los suspiros; / Zaidan ya de Isabela tierno amante, / oculto por su adverso en el semblante. /
        • c1600-1618 Belmonte Bermúdez, L. Hispálica [1974] 124 Esp (CDH )
          / Y ya que huyen de mi bien tus ojos, / que con flechas de amor mi vida han muerto, / porque pueda ofrecerte más despojos, / dale blando remedio al pecho abierto; / templa ya tu rigor y mis enojos, / gozarás del amor imperio cierto; / amor me manda que tu intento siga, / tendrás a quien matar siendo enemiga.
        • c1619-1620 Ruiz Alarcón, J. Verdad sospechosa [1999] Mx (CDH )
          / Y aun fuera bueno, señor, / que conquistaras tu ingrata / con dádivas, pues que mata / con flechas de oro el amor.
        • 1621 Góngora Argote, L. Poesías 1621 [2000] Poesías Esp (CDH )
          / Mi sangre le dio color, / luego que mi pecho entrada / a vuestra flecha dorada, / porque mi sangre, después / que leonada supo que es / vuestra color, fue leonada.
        • 1627 Carvajal Robles, R. Poema Antequera [1963] Esp (CDH )
          Si acaso se mesura en su decoro, / y con vn graue ceño lo despide, / luego siente de amor la flecha de oro, / y que su mismo pecho se la pide; / después buelue a llamarlo con su lloro / desuaratando el ceño que lo impide, / mas el lloro que saca de su centro / antes que salga fuera, buelue adentro.
        • 1580-a1627 Góngora Argote, L. Romances [1998] 492 Esp (CDH )
          / Ella le responde: / «No podrá ser, no; / las causas son muchas, / los ojos son dos; / satisfagan, madre, / tanta sinrazón, / y lágrimas lloren / en esta ocasión / tantas como dellos, / un tiempo, tiró / flechas amorosas / el arquero dios.
        • 1636 Gmz Tejada, C. León prodigioso [2000] fol. 64v Esp (CDH )
          ¿Qué no podrá un músico? ¿Qué no un rico? ¿Qué no un Rey? Sola una doncella, primera entre las demás en hermosura discreción y nobleza, resistió a la amorosa flecha de oro y quedó herida de la odiosa de plomo, armas del Amor; si ya no se atribuye a secreto influjo de los astros.
        • 1639 Anónimo Relación de la fiesta y octavario a la translación del Santísimo Sacramento Actos públicos en Madrid Esp (CDH )
          El niño Principe (verdad de las fabulas de Cupido) yua disparando flechas amorosas a los coraçones de quantos le mirauan.
        • 1642-1648 Gracián, B. Agudeza [1993] Esp (CDH )
          De este modo Alciato, que no perdonaba su gran ingenio a género alguno de sutileza, para ponderar la gran fuerza del amor, finge que cayendo un rayo, y encaminándose a herir una gran belleza, flechó el amor su arco y lo atravesó de una amorosa flecha, con que lo rindió, y ya más amante que vengativo, sin hacer daño, lamió o besó el pie a su hermoso objeto, no ya de sus rigores, sino de sus ternezas, quedando muy ufano el amor y blasonando que su fuego vence aun a los mismos rayos:
        • a1678 Sánchez, V. Lira poética Lira poética VS Esp (CDH )
          Cupido . La flecha de oro apunto, / que de amor en empeños / no hay fuerza como el oro / para inclinar un pecho.
        • a1678 Sánchez, V. Lira poética Lira poética VS Esp (CDH )
          ¿Adónde fugitiva / corres, bella Atalanta, / que aun no basta en blasones, / dorado un orbe a suspender tus plantas? / Plumas te dan sin duda / de la divina aljaba / las amorosas flechas, / que parecen prisiones y son alas.
        • a1700 Anónimo Romances, en Varias poesías, códice del siglo XVII Romancero general Esp (CDH )
          Que si de los justos cielos / Algo puede la clemencia, / Yo espero ver de tu cuerpo / Cebadas aves y fieras; / Y el corazon que me diste, / Y agora, traidor, me llevas, / Pasado de tantas lanzas, / Como de amorosas flechas. /
        • 1796 Blanco White, J. M. Oda Apolo [1994] 103 Poesías Esp (CDH )
          / ¿Y mirarás acaso con semblante / Sereno tu ignominia? ¡Qué! ¿Tu nombre / Dejarás abatido? ¿Abandonada / Podrás ver la ribera que brillante / Iluminaste un tiempo? ¿Y do el renombre / Creció del sacro Pindo, ver pisada / Sufrirás la sonora / Cítara, en que canora / La voz de Herrera al cielo tus loores / Ensalzó, y sus amores? / Embraza, embraza el arco poderoso, / Y pon en él de las doradas flechas / Que la prole de Niobe traspasaron.
        • c1789-p1810 Marchena, J. Poesías [1892] Esp (CDH )
          / Canta del dios vendado los loores, / De Cupido certero las doradas / Flechas, su blanda risa, y sus favores.
        • c1789-p1810 Marchena, J. Poesías [1892] 57 Esp (CDH )
          / Apolo: si otro tiempo penetrante / Flecha de amor te hirió, si la inhumana / Dafne adoraste en vano, si en pos de ella / Montes y valles recorriste amante, / En vano reprehendiéndote Diana, / Templa para cantar ninfa más bella / La cítara dorada: / Derrama en mis cantares tal dulzura, / Que la suprema gracia y la hermosura / Sea en ellos dignamente celebrada.
        • p1822 Anónimo Romances don Claudio II, 282 Romancero general Esp (CDH )
          / Por las tapias de un jardin / Hizo avance, y reparando / Era el alfombrado suelo / De aquel hechizo descanso / Con las flechas de Cupido, / Aunque no sin sobresalto, / Con tino amor atropella / Los términos del recato.
        • p1822 Anónimo Romances, Carlos Lucinda. Romancero general Esp (CDH )
          En la ciudad de Valencia, / Corte y empíreo del reino / Valenciano, donde habitan / Tantas envidias de Vénus, / Pues las damas que produce / Son de aquel Cupido ciego / Flechas doradas y aljaba / Con que logra sus trofeos [...]. /
        • p1822 Anónimo Romances, en Belardo y Lucinda. Pliego suelto II, 306 Romancero general Esp (CDH )
          / Herida está del amor; / Que con amorosa flecha / Le traspasó el corazon / Cupido, con sus saetas; / Por lo cual para penar / Ardia en ardientes quejas; / Y fué la causa un cautivo, / De la ciudad de Valencia, / Que en los jardines del turco / Las plantas cultiva y riega: / Mozo, galan y alentado, / Y de grande gentileza.
        • c1790-1823 Arriaza, J. B. Poesías [1822-1826] I, 1ª, 31 Esp (CDH )
          [...] Asi castigaré tus desacatos: / Hijo, da cumplimiento á mis mandatos."Dijo, y el niño amor, que en el regazo / De su divina madre reposaba, / Alcanzó con pueril desembarazo / Una dorada flecha de su aljaba, / El arco apoya en el siniestro brazo, / Y disparando con la diestra brava, / Tal herida, el cruel, hizo en mi pecho, / Que á él mismo le pesó de haberla hecho. /
        • 1832 Larra, M. J. El Rapto [1991] Esp (CDH )
          Elena / Si un numen poderoso / triunfó de mi albedrío, / jamás del pecho mío / tu imagen se borró. / Si las flechas doradas / vibrando nos asesta / sus tiros, amor suele / rendir con mágica fuerza / la virtud, el deber y el honor.
        • 1869 Domínguez, R. J. DiccNacional (Nuevo S) (NTLLE)
          FLECHA. s. f. Poét. Dardo amoroso, saeta de Cupido que no bien hiere, da vida al corazón, poniendo en simpatía los sexos.
        • 1900 Pz Galdós, B. Bodas [1903] 189 Esp (CDH )
          »Lo peor del caso, amiga querida —prosiguió Cristeta, tomado aliento y limpiado el gaznate—, es que yo, con la mayor inocencia, fui la primera persona que supo en Palacio el devaneo de Cristina, y no sólo fui quien primero lo supo, sino algo más, Leandra, pues a mí me escogió la Providencia, ¡triste sino el mío!, para que abriese la puerta por donde entró la flecha de Cupido que había de traspasar el corazón de la Reina.
        • 1896-1901 Rubén Darío Prosas profanas [1993] 90 Nicaragua (CDH )
          La orquesta perlaba sus mágicas notas, / un coro de sones alados se oía; / galantes pavanas, fugaces gavotas / cantaban los dulces violines de Hungría. / Al oír las quejas de sus caballeros / ríe, ríe, ríe la divina Eulalia, / pues son su tesoro las flechas de Eros, / el cinto de Cipria, la rueca de Onfalia. /
        • 1889-1909 Echeverría, A. J. Poesías [1953] Concherías CR (CDH )
          / Cálida fragua en que Cupido afila / la aguda punta de sus flechas de oro, / suave cáliz rosado en que destila / de sus filtros sabrosos el tesoro.
        • 1915 Barriga, Juan Agustín Discurso [1915] Ch (CDH )
          ¿Qué pluma de hombre, de mujer o de ángel, podría decirnos con aquel candor que es propio suyo los desmayos dichosos, las angustias dulcísimas y aquellos celestiales arrobamientos del alma enamorada que muere porque no muere, que desfallece a un mismo tiempo de dolor y de dicha, porque quisiera y no puede arrancarse del pecho adolorido la flecha de oro ardiente con que el divino mensajero llega hasta el fondo de sus entrañas desfallecidas?
        • 1918 Fuente, R. Reyes favoritas validos p. 149 Esp (BD)
          Como estudiante de medicina, curaba a todos los enfermos del hotel y su cuarto, lleno de botes, potingues, instrumentos y algodones, era una concurridísima clínica gratuita, donde Mikra, pacientemente, reparaba los estragos que la flecha de Cupido causaba en sus enamorados compañeros.
        • 1973 Castellanos, R. Mujer [1995] 30 Mx (CDH )
          Porque las estudiantes, o desertan a la mitad de la carrera, traspasadas por las flechas de Cupido, o no ejercen la profesión aunque hayan recibido el título que las faculta para ello, porque siguen prefiriendo el mucho más glorioso y todavía, en muchos sentidos, exclusivo, de esposa y madre.
        • 1985 Cardoza Aragón, L. Guatemala [1985] Guatemala (CDH )

          Rafael Landívar avanza hacia nosotros con un haz de maíz en los brazos. América irrumpe tal de una arteria abierta. Cuando México o Guatemala lo conduce de la mano y él apresta el arco y dispara la flecha amorosa, ama lo suyo con sus cataratas y cultivos: el hombre y sus trabajos, la selva y el colibrí; el indio en el juego de pelota, tras la mítica goma prodigiosa.

        • 1985 Cardoza Aragón, L. Guatemala [1985] Guatemala (CDH )

          Disparado por el arco quiché, Tecún cruza un instante el cielo de Guatemala, el de una flecha amorosa. La sangre de Gumarcaah perdurará tanto como los relieves de las estelas de Copán y Quiriguá.

        • 1997 Prensa Revista Hoy, 06-12/10/1997 [1997] Ch (CDH )

          — Es el día de San Valentín. Vuela la flecha de Cupido.

        • 2001 Bueno Álvz, J. A. Último viaje Eliseo Esp (CORPES)
          [...] en cualquier momento puedes conocer al hombre o a la mujer de tus sueños, aunque estés casado y hubieras pensado alguna vez que eso ya no te puede ocurrir a ti, que estás a salvo de las flechas de Cupido, eso me está pasando a mí, confesó mientras apoyaba suave, blandamente una mano en las rodillas de Beatriz [...].
        • 2010 Centeno, I. Bajo las hojas Ve (CORPES)
          Ella era fugaz y sin embargo llevaba en el puño los corazones de sus amantes, de toda la gente por la que pasaba; la gente no pasa, María Inmaculada, quiso aconsejarla Rubén Tenorio, pero no podía hacerlo, lo habíamos limitado a verla tensar una y otra vez su arco y disparar la flecha de oro, lo habíamos limitado a saber que aquellos disparos generaban tumultos, ruidos, mucho ruido en su cabeza.
        • 2014 Villegas Saurí, S. Marketingdencias Esp (CORPES)
          En una época en la que los escaparates se llenan de corazones, las marcas intentan que su Cupido particular tenga suficiente puntería, te alcance con sus flechas del amor y te deje tocado para siempre. Y es que podemos estar de acuerdo en que el amor no se puede comprar, pero en San Valentín, si tienes amor, es muy probable que acabes comprando.
    2. s. f. En la tradición medieval, flecha con la que hiere la muerte.
      docs. (1440-2006) 19 ejemplos:
      • 1430-1440 Anónimo Dança Muerte [1991] Esp (CDH )
        Yo la muerte cierta a todas criaturas / que son y serán en el mundo durante, / demando e digo: — Oh omne que curas / de vida tan breve en punto passante, / pues non ay tan fuerte nin rezio gigante / que d'este mi arco se puede amparar, / conviene que mueras quando lo tirar / con esta mi frecha cruel traspassante: / ¿qué locura es ésta tan magnifiesta / que piensas tú, omne, que el otro morrá, / e tú fincarás, por ser bien compuesta / la tu complisión, e que durará? /
      • 2006 Mínguez, V. "Rey pacífico" p. 52 Insurgencia republicanismo Esp (BD)
        Un jeroglífico del zócalo mostraba al león que representaba a España abrazando al olivo-rey para protegerlo de las flechas de la muerte.
      • 1430-1440 Anónimo Dança Muerte [1991] Esp (CDH )
        Yo la muerte cierta a todas criaturas / que son y serán en el mundo durante, / demando e digo: — Oh omne que curas / de vida tan breve en punto passante, / pues non ay tan fuerte nin rezio gigante / que d'este mi arco se puede amparar, / conviene que mueras quando lo tirar / con esta mi frecha cruel traspassante: / ¿qué locura es ésta tan magnifiesta / que piensas tú, omne, que el otro morrá, / e tú fincarás, por ser bien compuesta / la tu complisión, e que durará? /
      • 1477 Manrique, J. Coplas padre [1993] 165 Esp (CDH )
        Tantos duques excelentes, / tantos marqueses y condes / y varones / como vimos tan potentes, / di, muerte, ¿dó los escondes / y traspones? / Y sus muy claras hazañas / que hizieron en las guerras / y en las pazes, / cuando tú, cruda, te ensañas, / con tu fuerça las atierras / y deshazes.

        [XXIV]

        Las huestes innumerables, / los pendones y estandartes / y vanderas, / los castillos impunables, / los muros y valuartes / y barreras, / la cava honda, chapada, / o cualquier otro reparo / ¿qué aprovecha? / Que si tú vienes airada, / todo lo pasas de claro / con tu frecha.
      • 1400-1500 Anónimo Canc Módena [1995] 207 Esp (CDH )
        / Mas si la muerte forçada, / que sientes ya como viene / e como contra ti tiene / la frecha endereçada, / si de suyo se movió / e la tu muerte causó, / ¿qué culpa, cuitado yo, / me puede ser demandada?
      • 1552 Hnz Villaumbrales, P. Peregrinación [2003] Esp (CDH )

        ¡Oh muy temida Muerte! [...] Tus saetas y flecha temen los malos y tus mortales heridas aman los buenos.

      • 1612 Ribera, L. Sagradas poesías [2009] p. 187 Esp (BD)
        Nunca temió las flechas de la muerte, / y en los más duros trances concertada, / señora fue del hado y de la suerte.
      • 1621 Vega Carpio, F. L. Filomena [2003] 250 Esp (CDH )
        ¡Ay Muerte fiera, / la flecha erraste al componer la aljaba! / ¡Cuánto fuera mejor que yo muriera / que no que en los principios de su Aurora / Carlos tan larga noche padeciera! / Lope quedó, que es el que vive agora.
      • a1644 Mira de Amescua, A. Próspera fortuna Bernardo Cabrera [2014] Esp (BD)
        DOROTEA. ¿Quién trueca por tiempo en plata / el oro de mi cabello, / arruga el marfil del cuello, / vuelve en gualda la escarlata / de mis mejillas y trata / de robarme su color? / Cuando esperaba el rigor / de las flechas de la muerte, / hase trocado la suerte / y me hiere[n] la[s] de amor
      • 1650-1660 Conde de Rebolledo Ocios [1997] Esp (CDH )
        Amigo Nemoroso, / la ciega vanidad del ser humano / singulares ejemplos nos ofrece / con ruina general desta ribera; / no despide la muerte flecha en vano / y más inexorable s'embravece / contra quien debe ser menos severa: / Arrebatado fue de su violencia / cuando más importaba Ligurino, / que mejorar mi suerte prometía [...]. /
      • 1720 Valdés, P. Oraciones panegyricas, I p. 139 Esp (BD)
        Su fineza, dize San Epiphanio, eligió el morir por imitar en este trance á Jesus; pues quien cortó el hilo de su vida? El amor? No. Que sus dorados harpones antes la prolongan: la inexecrable Parca? Menos, que no alcanzaron sus flechas; pues como muere Maria?
      • 1744 Oloriz, J. C. Quaresma Templo Metropolitano Salvador p. 382 Esp (BD)
        Pues oy muere Christo porque ama; y oy ama Christo, porque espira, que es tal la cumbre, que escala oy su Amor, que aun quando muere, muere por amar. Fingió la discrecion mytologica, que trocaron el Amor, y la muerte las flechas, que el Amor mataba enamorando, y que la muerte enamoraba hiriendo; porque disparando una flecha el Amor, como era de la Aljava de la muerte, era preciso que matasse; flechando un dardo la muerte, como era de la Aljava de el amor, era preciso que llegasse a enamorar, de suerte, que los dardos con que el amor hería, eran flechas con que el amor mataba.
      • 1911 Valdelomar, A. "Ciudad tísicos (continuación)" [08-07-1911] Variedades: Revista Semanal Ilustrada (Lima) Pe (HD)
        En los claustros agustinos está la escultura que simboliza á la muerte disparando su flecha.
      • 1930-1948 Asturias, M. Á. Leyendas Guatemala [1977] Guatemala (CDH )
        Sólo cuando uno está contento cae bien la flecha de la muerte. El que muere alegre, no muere. Yo, si tuviera que morir, le pediría a Ralabal de su guacal de festines.
      • 1976 Uslar Pietri, A. Oficio difuntos [1976] Ve (CDH )
        La pálida muerte de pisadas iguales, la flecha que todo lo pasa, la danza sin término, con papas, reyes y siervos, que da vueltas hacia la fosa guiada por un esqueleto de guadaña y lámpara, hasta aquel "placer de morir" que podía volver a dar la vida.
      • 2006 Mínguez, V. "Rey pacífico" p. 52 Insurgencia republicanismo Esp (BD)
        Un jeroglífico del zócalo mostraba al león que representaba a España abrazando al olivo-rey para protegerlo de las flechas de la muerte.
      • 1430-1440 Anónimo Dança Muerte [1991] Esp (CDH )
        Yo la muerte cierta a todas criaturas / que son y serán en el mundo durante, / demando e digo: — Oh omne que curas / de vida tan breve en punto passante, / pues non ay tan fuerte nin rezio gigante / que d'este mi arco se puede amparar, / conviene que mueras quando lo tirar / con esta mi frecha cruel traspassante: / ¿qué locura es ésta tan magnifiesta / que piensas tú, omne, que el otro morrá, / e tú fincarás, por ser bien compuesta / la tu complisión, e que durará? /
      • 1477 Manrique, J. Coplas padre [1993] 165 Esp (CDH )
        Tantos duques excelentes, / tantos marqueses y condes / y varones / como vimos tan potentes, / di, muerte, ¿dó los escondes / y traspones? / Y sus muy claras hazañas / que hizieron en las guerras / y en las pazes, / cuando tú, cruda, te ensañas, / con tu fuerça las atierras / y deshazes.

        [XXIV]

        Las huestes innumerables, / los pendones y estandartes / y vanderas, / los castillos impunables, / los muros y valuartes / y barreras, / la cava honda, chapada, / o cualquier otro reparo / ¿qué aprovecha? / Que si tú vienes airada, / todo lo pasas de claro / con tu frecha.
      • 1400-1500 Anónimo Canc Módena [1995] 207 Esp (CDH )
        / Mas si la muerte forçada, / que sientes ya como viene / e como contra ti tiene / la frecha endereçada, / si de suyo se movió / e la tu muerte causó, / ¿qué culpa, cuitado yo, / me puede ser demandada?
      • 1552 Hnz Villaumbrales, P. Peregrinación [2003] Esp (CDH )

        ¡Oh muy temida Muerte! [...] Tus saetas y flecha temen los malos y tus mortales heridas aman los buenos.

      • 1607 Manescal, Honofre Tratado oración mental p. 269 Esp (BD)
        Dizen, que en vn meson se encontraron la muerte, y el amor, dexaron sus arcos, y flechas. Al partirse del meson trocaron arco, y flechas. La muerte tomo el arco, y flechas del amor, y el amor las de la muerte. DE donde dixeron, que tirando la muerte, con arco, y flechas del amor, enamora, y tirando el amor con arco, y flechas de la muerte mata. Y tomando nosotros lo que con veras se puede dezir aduirtamos, que el amor tiro a Christo, y le mato [...].
      • 1612 Ribera, L. Sagradas poesías [2009] p. 187 Esp (BD)
        Nunca temió las flechas de la muerte, / y en los más duros trances concertada, / señora fue del hado y de la suerte.
      • c1600-1618 Belmonte Bermúdez, L. Hispálica [1974] 107 Esp (CDH )
        / Temiendo el presto fin, porque le apunta / con flecha universal la muerte avara, / y que imita en la suya que barrunta / Bastián a Sebastián con tanta vara; / el ya escaso valor recoge y junta / al alma que su cuerpo desampara, / y con la poca sangre que le queda / se arroja para hacer el mal que pueda.
      • 1619 Salas Barbadillo, Alonso Jerónimo de El caballero puntual, segunda parte 308 Esp (CDH )
        De la tórtola examina / las celebradas endechas, / á quien vencer, no imitar, / su fe manda, y ella intenta. / Liberal de cuanto pudo / (por más consuelo ó más pena), / por dilatarle la vida / no perdonó diligencia. / Tantas defensas previno / contra la muerte y sus flechas, / que si alguna ofensa tuvo / fué el sobrarle las defensas. / Desengaño conocido / de nuestra mortal miseria, / pues tal vez las prevenciones / dañan con lo que aprovechan. /
      • 1621 Vega Carpio, F. L. Filomena [2003] 250 Esp (CDH )
        ¡Ay Muerte fiera, / la flecha erraste al componer la aljaba! / ¡Cuánto fuera mejor que yo muriera / que no que en los principios de su Aurora / Carlos tan larga noche padeciera! / Lope quedó, que es el que vive agora.
      • a1644 Mira de Amescua, A. Próspera fortuna Bernardo Cabrera [2014] Esp (BD)
        DOROTEA. ¿Quién trueca por tiempo en plata / el oro de mi cabello, / arruga el marfil del cuello, / vuelve en gualda la escarlata / de mis mejillas y trata / de robarme su color? / Cuando esperaba el rigor / de las flechas de la muerte, / hase trocado la suerte / y me hiere[n] la[s] de amor
      • 1650-1660 Conde de Rebolledo Ocios [1997] Esp (CDH )
        Amigo Nemoroso, / la ciega vanidad del ser humano / singulares ejemplos nos ofrece / con ruina general desta ribera; / no despide la muerte flecha en vano / y más inexorable s'embravece / contra quien debe ser menos severa: / Arrebatado fue de su violencia / cuando más importaba Ligurino, / que mejorar mi suerte prometía [...]. /
      • 1720 Valdés, P. Oraciones panegyricas, I p. 139 Esp (BD)
        Su fineza, dize San Epiphanio, eligió el morir por imitar en este trance á Jesus; pues quien cortó el hilo de su vida? El amor? No. Que sus dorados harpones antes la prolongan: la inexecrable Parca? Menos, que no alcanzaron sus flechas; pues como muere Maria?
      • 1744 Oloriz, J. C. Quaresma Templo Metropolitano Salvador p. 382 Esp (BD)
        Pues oy muere Christo porque ama; y oy ama Christo, porque espira, que es tal la cumbre, que escala oy su Amor, que aun quando muere, muere por amar. Fingió la discrecion mytologica, que trocaron el Amor, y la muerte las flechas, que el Amor mataba enamorando, y que la muerte enamoraba hiriendo; porque disparando una flecha el Amor, como era de la Aljava de la muerte, era preciso que matasse; flechando un dardo la muerte, como era de la Aljava de el amor, era preciso que llegasse a enamorar, de suerte, que los dardos con que el amor hería, eran flechas con que el amor mataba.
      • 1911 Valdelomar, A. "Ciudad tísicos (continuación)" [08-07-1911] Variedades: Revista Semanal Ilustrada (Lima) Pe (HD)
        En los claustros agustinos está la escultura que simboliza á la muerte disparando su flecha.
      • 1911 Valdelomar, A. "Ciudad tísicos (continuación)" [08-07-1911] Variedades: Revista Semanal Ilustrada (Lima) Pe (HD)
        Pero esta muerte cristiana, descarada y cruel, angustiada y pavorosa, negra como la noche, callada como el misterio, esta muerte inmortal y burlona, es terrible. Tal vez la flecha que en sus dedos reemplaza á la guadaña ha sido inspirada en los amorcillos, paganos, pero la actitud, "la vida", la risa, los ojos famélicos, el aire todo misterioso y aparentemente apacible, ha sido inspirado en las tenebrosidades inquisitoriales.
      • 1930-1948 Asturias, M. Á. Leyendas Guatemala [1977] Guatemala (CDH )
        Sólo cuando uno está contento cae bien la flecha de la muerte. El que muere alegre, no muere. Yo, si tuviera que morir, le pediría a Ralabal de su guacal de festines.
      • 1976 Uslar Pietri, A. Oficio difuntos [1976] Ve (CDH )
        La pálida muerte de pisadas iguales, la flecha que todo lo pasa, la danza sin término, con papas, reyes y siervos, que da vueltas hacia la fosa guiada por un esqueleto de guadaña y lámpara, hasta aquel "placer de morir" que podía volver a dar la vida.
      • 2006 Mínguez, V. "Rey pacífico" p. 52 Insurgencia republicanismo Esp (BD)
        En cada pictura aparecen fundamentalmente tres personajes: la Paz, la Muerte y el Rey. La Paz está representada alegóricamente por medio de una ninfa; la muerte, por medio de un esqueleto; Fernando VI, por medio del árbol del olivo. Cada personaje asume una actitud: la Paz muestra su congoja por el fallecimeinto del monarca; la muerte hace su trabajo, utilizando como instrumentos flechas, hoces y guadañas [...]; el rey, por su parte, manifiesta metafóricamente su amor a la paz.
      • 2006 Mínguez, V. "Rey pacífico" p. 52 Insurgencia republicanismo Esp (BD)
        Un jeroglífico del zócalo mostraba al león que representaba a España abrazando al olivo-rey para protegerlo de las flechas de la muerte.
    3. s. f. Con el complemento de plomo, para referirse a la flecha que, según la mitología griega, despierta, de manera inmediata y repentina, la indiferencia, el odio o el olvido en aquellos a los que alcanza.
      docs. (1444-2012) 11 ejemplos:
      • c1444 Mena, J. Trat Amor [1989] Esp (CDH )

        E pintavan a este Cupido, más verdaderamente llamado ídolo que dios, con dos goldres llenos de frechas e con un arco dorado. E las frechas que traía en el un goldre eran doradas, las del otro plunbias, es a dezir de plomo. E dezían que al que este dios fería con la frecha dorada sienpre le cresçía el deseo de amar, e al que fería con la frecha de plomo más le cresçía aborresçer a quien le amase.

      • 2012 Despeyroux, D. Realidad Ur (CORPES)
        Luz: Dice Ovidio que Eros lanza dos flechas... Andrómeda: ¿Quién decís que dice? ¿Ovidio? Luz: Sí, dos flechas. Una de oro, al corazón de los que empiezan a amarse, y otra de plomo, al corazón de los que ya no sienten nada el uno por el otro. ¿Me seguís? Andrómeda: Te sigo. Andrómeda: ¿Podés entender que él tenga el corazón atravesado por una flecha de plomo? ¿Podés entender que él no sea dueño de su corazón, igual que vos no sos dueña del tuyo? ¿Eso podés entenderlo?
      • c1444 Mena, J. Trat Amor [1989] Esp (CDH )

        E pintavan a este Cupido, más verdaderamente llamado ídolo que dios, con dos goldres llenos de frechas e con un arco dorado. E las frechas que traía en el un goldre eran doradas, las del otro plunbias, es a dezir de plomo. E dezían que al que este dios fería con la frecha dorada sienpre le cresçía el deseo de amar, e al que fería con la frecha de plomo más le cresçía aborresçer a quien le amase.

      • 1535-c1552 Fdz Oviedo, G. Batallas [1989] Esp (CDH )

        E despreçiando después Phebo a Cupido, porque se atreuía de andar armado como él, de arco e frechas, passaron çiertas palabras entrellos, e Cupido le amenazó. Oujdio, Metamorphoseos, libro primero*E en cumplimjento de su palabra le hirió con vna amorosa frecha de puro e fino oro e hizo enamorarse de Daphne. E a ella hirió contra [ sic ] frecha de plomo, contraria al amor de Phebo. E así le despreçiaua Daphne, e él siguiéndola e ella huyendo por la selua, e llamándola con amorosas palabras en vano.

      • 1552 Núñez Reinoso, A. Amores Clareo y Florisea [1991] Esp (CDH )
        — «¡Oh cruel fortuna, y cómo quieres ganar honra con una sin ventura y flaca mujer, vencida de la voluntad, sin poder obedecer a ninguna cosa sino al amor que con flecha dorada mis tiernas entrañas ha traspasado, * hiriendo a Clareo con flechas de plomo para mayor pena mía y olvido suyo! [...].
      • 1602-1604 Vega Carpio, F. L. Hermosura Angélica [2002] 685 Esp (CDH )
        Divino flechador, tus duras flechas / de plomo y oro son, de amor y olvido, / en la espelunca y por las manos hechas / de aquel tu incierto padre perseguido; / verdaderas han sido mis sospechas: / ¿llamáronte a las fiestas atrevido, / para sembrar escándalo y zozobras? / Amor, en buenos días buenas obras. /
      • 1615 Cervantes Saavedra, M. Pedro Urdemalas [1995] Comedias y entremeses Esp (CDH )
        [...] si mostré tal, la fe en que yo pensaba, / por la ley amorosa, de salvarme, / cuando a la vida el término se acaba, / por ella entonces venga a condenarme; / si dije tal, jamás halle en su aljaba / flechas de plomo Amor con que tirarme, / si no es a ti, y a mí con las doradas, / a helarte y abrasarme encaminadas.
      • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] I, 411 Esp (CDH )
        En mi triste padecer / y en mi encendido querer, / Dafne bella, no sé cómo / con tantas flechas de plomo / puedes tan veloz correr. /
      • 1775-1796 Solano y Lobo, N. A. Premios venganzas amor p. 28 Esp (BD)
        Clim. Ahora lo veré al examen / de este arpon. Disparale la flecha de plomo. Apolo. Valedme, Cielos! / Que como si mortal fuera, / mortales ansias padezco. / Que veneno dispusiste / en este flecha que hiriendo / con ella mi corazon, / oprimir supo su aliento, / como si sobre él cayera / un monte de plomo á peso / manifestandolo el propio / metal que engasta su extremo / con cuyo golpe (qué rabia!) / mi amor en ódio se ha vuelto?
      • 1840 Anónimo "Mujeres Italia" [01-01-1840] p. 216 El Museo de Familias (Barcelona) Esp (HD)
        Las antiguas alegorías que representaban el Amor parecerían hoy ramplonas bajo sus rancias formas, aun en las composiciones de nuestros mas escelentes poetas modernos. Ahora tiene el aspecto grave y serio; no se le ve correr casi desnudo como en otro tiempo, sino vestido de pies á cabeza con el traje de un hombre del foro; su aljaba se ha convertido en una buena talega, y sus flechas en actas y contratos, armas poderosísimas con el corazon de los hombres y aun con el de las mujeres. Los Griegos ya lo consideraban de este modo; cuando el dios queria inspirar una pasión desgraciada, arrojaba una flecha de plomo, pero para triunfar disparaba un dardo de oro.
      • 1885 Pérez Nieva, A. Esperanza Caridad [1886] p. 159 Esp (BD)
        —Nunca me ha sucedido cosa igual—decíase el niño alado con un humor de todos los diablos.— Yo iba creyendo que este hombre era simple, pero me resulta bruto. Merecía por animal un par de calabazas de arroba. Si no fuese porque tengo empeñada en la empresa mi amor propio le ensartaba á Caridad entre costilla y costilla una flecha de plomo. Lo que es como merecerla se la merece semejante sandio.
      • 1908 Medina, M. "Primera ópera española" [18-11-1908] Alrededor del Mundo (Madrid) Esp (HD)
        La escena quinta es un razonamiento entre Silvio, Jacinto, Filis y Flora. Cuando Amor ve á los pastores los hiere con flechas de plomo, y de tan enamorados los vuelve indiferentes. Entonces las pastoras se les acercan insinuándoles amor, y ellos afectan no conocerlas. Amor se burla, y de todo esto resulta un quinteto deleitable.
      • 2012 Despeyroux, D. Realidad Ur (CORPES)
        Luz: Dice Ovidio que Eros lanza dos flechas... Andrómeda: ¿Quién decís que dice? ¿Ovidio? Luz: Sí, dos flechas. Una de oro, al corazón de los que empiezan a amarse, y otra de plomo, al corazón de los que ya no sienten nada el uno por el otro. ¿Me seguís? Andrómeda: Te sigo. Andrómeda: ¿Podés entender que él tenga el corazón atravesado por una flecha de plomo? ¿Podés entender que él no sea dueño de su corazón, igual que vos no sos dueña del tuyo? ¿Eso podés entenderlo?
    4. s. f. Con los modificadores ardiente, artificial o incendiaria o con el complemento de fuego, para referirse a la flecha en cuya punta se coloca material inflamable y fuego para provocar un incendio.
      docs. (1444-2014) 29 ejemplos:
      • 1444 Mena, J. Laberinto [1989] Esp (CDH )
        »Allí desparavan lonbardas * e truenos, / e los trebucos * tiravan ya luego / piedras e dardos con flechas de fuego, / con que fazían los nuestros ser menos.
      • 2014 Leal Arancibia, D. Arquero suerte Ch (BD)
        [...] el plan de los conspiradores parecía ser el de continuar su huida. Para evitarlo, Emilio tomó la última flecha incendiaria que le quedaba y corrió hasta que el agua le llegó a las rodillas para poder acortar la distancia que lo separaba de la embarcación. Si lograba darle a las velas, el navío quedaría a la deriva mientras el fuego la consumía.
      • 1444 Mena, J. Laberinto [1989] Esp (CDH )
        »Allí desparavan lonbardas * e truenos, / e los trebucos * tiravan ya luego / piedras e dardos con flechas de fuego, / con que fazían los nuestros ser menos.
      • 1587 García Palacio, D. Instrución náuthica [2000] fol.122v Esp (CDH )
        Y allí tendrán gorguces arrojadizos, alcancías, granadas, piñas y flechas de fuego y piedras para arrojar a los enemigos.
      • 1612 Ufano, D. Tratado artilleria p. 381 Esp (BD)
        EL BALLESTON I HARCO SIRBEN DE TIRAR FLECHAS ARTIFICIALES.
      • 1629 Vázquez Espinosa, A. Compendio Indias Occidentales [1948] Esp (CDH )

        [...] quando los indios cercaron en esta imperial ciudad los españoles, procurandolos quemar la quemaron toda, reseruando Los Galpones de Casana, Collcampata, y Amarucancha, y sobre el quarto Galpon, donde estaban los Españoles alojados que les seruia de fuerte, donde aora esta la Cathedral tiraron infinitas flechas de fuego, y aunque daba en la paja de que eran cubiertos los Galpones, y se ensendio por muchas partes, por la misericordia de Dios, por sus diuinos secretos y infinita misericordia se apagaron [...].

      • 1742 Flórez, E. Clave historial [1749] p. 353 Esp (BD)
        De nuestra parte solo se perdieron 200. hombres no obstante el continuo fuego de Artillería y 911. bombas, que arrojaron los Enemigos, fuera de muchas ollas, y flechas incendiarias.
      • 1859 Anónimo (J. L.) "Máquinas ofensivas antiguos" [01-01-1859] p. 303 El Correo de Ultramar (París) Esp (HD)
        La flecha incendiaria, flecha más o menos larga, ordinariamente de una vara, que junto al hierro llevaba en una cavidad elíptica materias incendiarias, a las que se daba fuego al disparar. Se las arrojaba con el arco o la catapulta según su tamaño.
      • 1864 Carrasco, J. B. Mitología universal [1864] p. 651 Esp (BD)
        Cuando Hércules marchó á esta espedicion, fue acompañado de Iolao: encontró á la hidra en una colina cerca de la fuente Amymona, la acometió en el instante con flechas ardientes, consiguiendo solo que el monstruo se enfureciera.
      • 1882 Anónimo "Variedades" [26-11-1882] La Ilustración (Barcelona) Esp (HD)
        Antes habían imaginado proteger los buques de guerra con escudos de hierro. En 1534, Pedro de Aragón ordenó acorazar sus buques, á fin de protegerlos contra los estragos de las flechas incendiarias, que entonces estaban muy en uso.
      • 1887 Arántegui Sanz, J. Apuntes artillería esp, I p. 357 Esp (BD)
        Se describen asimismo algunas flechas incendiarias, como la del Magreb, etc., especificando la manera de usarlas. Se trata de la maza ó hisopo para rociar, el cual estaba provisto de una mezcla formada de 2/3 de colofonia y 1/3 de azufre del Irac amasado. Para servirse de este hisopo, bastaba darle fuego y romperlo sobre el enemigo, que de este modo se cubría de la composición ardiendo.
      • 1898 Ollero Morente, D. Progresos armas fuego p. 14 Discursos leídos Real Academia Ciencias Exactas Físicas Naturales recepción Ollero (BD)
        Conocidos por los chinos y los árabes el salitre y los resultados que se obtenían mezclándolo con otros ingredientes en las composiciones incendiarias de que hacían uso en sus artefactos de guerra, como las flechas incendiarias, la experiencia les tuvo que hacer conocer el aumento que se obtenía en la velocidad de éstas á medida que aumentaba el escape de gases del tubo en sentido opuesto al movimiento, y de aquí era natural que surgiese la idea de utilizar la fuerza expansiva de estos gases en las máquinas de guerra.
      • 1912 Pons Fábregues, M. Conquistadores América p. 110 Esp (BD)
        Toda la colonia fué reducida á cenizas por las flechas incendiarias de los indigenas, á excepción de la casa de Mendoza, que era de ladrillo, quemándose á la vez cuatro de los buques.
      • 1924 Yárnoz Larrosa, J. / Yárnoz Larrosa, J. "Restauración Palacio Olite" [01-01-1924] p. 255 Arquitectura Esp (HD)
        En cuanto a los sistemas defensivos de que hablamos —y que a título de curiosidad reproducimos— habían sido desechados en absoluto en tiempo del noble monarca, tanto porque la aparición de las flechas de fuego (falaricas) a fines del siglo XIII hizo que se suprimieran los cadahalsos, sustituyéndolos por las barbacanas y matacanes de piedra, a fin de evitar que aquéllos se incendiaran, como porque en las postrimerías del XIV comenzaron a usarse en Navarra los cañones.
      • 1924 Anónimo "Guerra química" [01-01-1924] p. 431 La Guerra y su Preparación (Madrid) (HD)
        Posteriormente, se introdujo el uso de la flecha incendiaria, arrojada desde lejos contra las estructuras de madera de las defensas del adversario. De la flecha incendiaria se pasó a artificios de mayor importancia, lanzados con catapultas
      • 1931 Cebrián Saura, J. Glorias Marina Española p. 98 Esp (BD)
        El Almirante Vernón, que, poseído de orgullo, había hecho acuñar en Londres la medalla conmemorativa, abandonó el 17 de marzo las aguas de Cartagena de Indias, con pérdida de 9.000 hombres y con 17 navios tan mal tratados, que hubieron de quemarse seis y hacer en los demás grandes reparos. Los españoles, dice Hores, en su «Clave Historial», que sólo perdieron 200 hombres, a pesar de las 9.000 bombas, ollas de fuego y flechas incendiarias que arrojó el enemigo.
      • 1993 Escuela de Supervivencia de Madrid Supervivencia deportiva [1993] Esp (CDH )

        Tirar al aire, úsalo sólo en caso extremo y teniendo cuidado con el viento y los rebotes. El lanzar flechas incendiarias podría ocasionar una catástrofe, salvo que lo hagas al mar o a un lago y nadie te asegura contra un cambio de viento.

      • 2001 Morales Arnao, C. Cordilleras Perú Pe (CORPES)
        Manco había reunido un ejército de 100 mil indios, que sitiaron el Cusco dispuestos a destruir a los españoles. Pero sobrevino la resistencia española, que se agravó cuando Manco ordenó incendiar el galpón que era el fortín español. Según Garcilaso de la Vega, en 1536, cuando ya las flechas incendiarias prendían algunos cobertizos, se apareció rutilante, por sobre la casa, la imagen de la Virgen María, mientras Santiago, montado en su caballo blanco, espantaba a los atacantes con su espada.
      • 2006 Martí Lampérez, C. Tecnología defensa p. 48 Esp (BD)
        El uso del fuego en los asedios tiene un origen arcaico. El fuego se proyectaba, generalmente, arrojando flechas incendiarias por encima de los muros para alcanzar los edificios de la población asediada —otro método era incendiando carros y aproximándolos a los muros y puertas— mientras que el defensor usaba flechas incendiarias para arruinar los ingenios de asedio.
      • 2014 Leal Arancibia, D. Arquero suerte Ch (BD)
        [...] el plan de los conspiradores parecía ser el de continuar su huida. Para evitarlo, Emilio tomó la última flecha incendiaria que le quedaba y corrió hasta que el agua le llegó a las rodillas para poder acortar la distancia que lo separaba de la embarcación. Si lograba darle a las velas, el navío quedaría a la deriva mientras el fuego la consumía.
      • 1444 Mena, J. Laberinto [1989] Esp (CDH )
        »Allí desparavan lonbardas * e truenos, / e los trebucos * tiravan ya luego / piedras e dardos con flechas de fuego, / con que fazían los nuestros ser menos.
      • 1587 García Palacio, D. Instrución náuthica [2000] fol.122v Esp (CDH )
        Y allí tendrán gorguces arrojadizos, alcancías, granadas, piñas y flechas de fuego y piedras para arrojar a los enemigos.
      • 1612 Ufano, D. Tratado artilleria p. 381 Esp (BD)
        EL BALLESTON I HARCO SIRBEN DE TIRAR FLECHAS ARTIFICIALES.
      • a1600-c1627 Anónimo Poesías 20 Cancionero Casanatense Esp (CDH )
        / No temas los caçadores / de flechas artificiales / que unas vezes son mortales / y otras, amenaçadores; / mas, si entre flechas de amores / manso yrracional te vieres, / no corras, quando huyeres, / bolando, huyrás mejor.
      • 1629 Vázquez Espinosa, A. Compendio Indias Occidentales [1948] Esp (CDH )

        [...] quando los indios cercaron en esta imperial ciudad los españoles, procurandolos quemar la quemaron toda, reseruando Los Galpones de Casana, Collcampata, y Amarucancha, y sobre el quarto Galpon, donde estaban los Españoles alojados que les seruia de fuerte, donde aora esta la Cathedral tiraron infinitas flechas de fuego, y aunque daba en la paja de que eran cubiertos los Galpones, y se ensendio por muchas partes, por la misericordia de Dios, por sus diuinos secretos y infinita misericordia se apagaron [...].

      • 1741 Eslava, S. / Mur, P. "Diario Bocachica" [1894] p. 214 Tratados América siglo XVIII Co (BD)
        [...] en nuestra tropa ha derramado Dios tan abundantemente sus misericordias, que sólo hemos perdido 200 hombres en el dilatado espacio de más de dos meses de defensa, habiendo sufrido el estrago de infinitos cañonazos y más de 9.000 bombas, sin haberse libertado de balas rojas, hollas y flechas incendiarias, con que se hacían más continuas y menos tolerables las precisas fatigas, siendo también muy digno de consideración que hasta el viento ha sido favorable, porque la continuación de las brisas frescas han impedido que pudiese llegar á la ciudad el pestilente olor de los cadáveres.
      • 1742 Flórez, E. Clave historial [1749] p. 353 Esp (BD)
        De nuestra parte solo se perdieron 200. hombres no obstante el continuo fuego de Artillería y 911. bombas, que arrojaron los Enemigos, fuera de muchas ollas, y flechas incendiarias.
      • 1828 Moretti, F. DiccMilitarEspFr Esp (BD)
        FLECHA ARDIENTE. Art. ant. Fléche ardente, marteau. Arma arrojadiza a manera de dardo, embreada y cargada con mixtos: se usaba para dispararla contra una obra de fortificación pasagera, con el objeto de pegarle fuego con prontitud y por varios puntos.
      • 1849 Corsini, L. VocMilitar [1849] p. 294 Esp (BD)
        Flecha incendiaria. Art. Artificio de que se hacía uso antiguamente, y que consistía en un arma arrojadiza, en figura de dardo, embreada y guarnecida de mixtos incendiarios; la que se lanzaba contra ciertas obras de fortificación, para pegarles fuego.
      • 1853 [Gaspar y Roig] DiccEnciclLengEsp, I (NTLLE)
        FLECHA: [...] Mil. [...] FLECHA INCENDIARIA: artificio de que se hacía uso antiguamente para incendiar ciertas obras de fortificación; consistía en una arma arrojadiza en figura de dardo, embreada y guarnecida de mistos incendiarios.
      • 1859 Anónimo (J. L.) "Máquinas ofensivas antiguos" [01-01-1859] p. 303 El Correo de Ultramar (París) Esp (HD)
        La flecha incendiaria, flecha más o menos larga, ordinariamente de una vara, que junto al hierro llevaba en una cavidad elíptica materias incendiarias, a las que se daba fuego al disparar. Se las arrojaba con el arco o la catapulta según su tamaño.
      • 1863 Wartelet, J. DiccMilitar p. 352 Esp (BD)
        Muy semejante a la flecha ardiente. [...]. El cónsul Curio usó la flecha incendiaria contra los elefantes que llevaba Pirro en la batalla de Benevento, 276 años antes de la era vulgar, para animar á sus legiones, aterradas con el estrago que hacían aquellos disformes cuadrúpedos, con cuya estratagema no solo logró animar á los romanos, sino que irritados los elefantes con las heridas y las quemaduras, desordenaron completamente el ejército al que pertenecían.
      • 1864 Carrasco, J. B. Mitología universal [1864] p. 651 Esp (BD)
        Cuando Hércules marchó á esta espedicion, fue acompañado de Iolao: encontró á la hidra en una colina cerca de la fuente Amymona, la acometió en el instante con flechas ardientes, consiguiendo solo que el monstruo se enfureciera.
      • 1875 Assas, M. "Arcabuz escopeta rueda, I" [01-01-1875] p. 125 Museo Español de Antigüedades (Madrid) Esp (HD)
        La falarica de los romanos, usada también en la Edad-media, especie de flecha incendiaria que Gregorio de Tours cree de origen céltico, no era, probablemente, otra cosa que química preparación de materias semejantes á las empleadas en la fabricación de la pólvora.
      • 1882 Anónimo "Variedades" [26-11-1882] La Ilustración (Barcelona) Esp (HD)
        Antes habían imaginado proteger los buques de guerra con escudos de hierro. En 1534, Pedro de Aragón ordenó acorazar sus buques, á fin de protegerlos contra los estragos de las flechas incendiarias, que entonces estaban muy en uso.
      • 1887 Arántegui Sanz, J. Apuntes artillería esp, I p. 357 Esp (BD)
        Se describen asimismo algunas flechas incendiarias, como la del Magreb, etc., especificando la manera de usarlas. Se trata de la maza ó hisopo para rociar, el cual estaba provisto de una mezcla formada de 2/3 de colofonia y 1/3 de azufre del Irac amasado. Para servirse de este hisopo, bastaba darle fuego y romperlo sobre el enemigo, que de este modo se cubría de la composición ardiendo.
      • 1895 García Llansó, A. Armas y armaduras p. 265 Esp (BD)
        Unos y otros aplicaron á las flechas estas mezclas incendiarias, duplicando por tal medio su efecto, obteniendo de este procedimiento una enseñanza, que les condujo al perfeccionamiento de las mezclas hasta lograr la obtención de la pólvora. Los repetidos disparos de las flechas incendiarias dieron á conocer que acrecía en velocidad, á medida que aumentaba el escape de los gases desprendidos de la mezcla del tubo que los contenía.
      • 1898 Ollero Morente, D. Progresos armas fuego p. 14 Discursos leídos Real Academia Ciencias Exactas Físicas Naturales recepción Ollero (BD)
        Conocidos por los chinos y los árabes el salitre y los resultados que se obtenían mezclándolo con otros ingredientes en las composiciones incendiarias de que hacían uso en sus artefactos de guerra, como las flechas incendiarias, la experiencia les tuvo que hacer conocer el aumento que se obtenía en la velocidad de éstas á medida que aumentaba el escape de gases del tubo en sentido opuesto al movimiento, y de aquí era natural que surgiese la idea de utilizar la fuerza expansiva de estos gases en las máquinas de guerra.
      • 1912 Pons Fábregues, M. Conquistadores América p. 110 Esp (BD)
        Toda la colonia fué reducida á cenizas por las flechas incendiarias de los indigenas, á excepción de la casa de Mendoza, que era de ladrillo, quemándose á la vez cuatro de los buques.
      • 1912 Pons Fábregues, M. Conquistadores América p. 77 Esp (BD)
        [...] creyó Inca-Manco que debía aprovechar aquella ocasión para sacudir el yugo de los españoles, y al efecto huyó del palacio donde residía, convocó á los indígenas, instigándoles á levantarse contra los opresores, y logró tan buen éxito que consiguió apoderarse de la fortaleza de Sacsahuaman y emprender el sitio de la ciudad de Cuzco, que duró cinco meses, durante los cuales fueran abrasados casi todos los edificios por las flechas incendiarias que arrojaban los sitiadores, teniendo los españoles que refugiarse en la gran plaza del centro de la ciudad para no perecer en aquel horno ardiente, cuyo fuego sólo terminó cuando nada quedaba por quemar.
      • 1924 Yárnoz Larrosa, J. / Yárnoz Larrosa, J. "Restauración Palacio Olite" [01-01-1924] p. 255 Arquitectura Esp (HD)
        En cuanto a los sistemas defensivos de que hablamos —y que a título de curiosidad reproducimos— habían sido desechados en absoluto en tiempo del noble monarca, tanto porque la aparición de las flechas de fuego (falaricas) a fines del siglo XIII hizo que se suprimieran los cadahalsos, sustituyéndolos por las barbacanas y matacanes de piedra, a fin de evitar que aquéllos se incendiaran, como porque en las postrimerías del XIV comenzaron a usarse en Navarra los cañones.
      • 1924 Anónimo "Guerra química" [01-01-1924] p. 431 La Guerra y su Preparación (Madrid) (HD)
        Posteriormente, se introdujo el uso de la flecha incendiaria, arrojada desde lejos contra las estructuras de madera de las defensas del adversario. De la flecha incendiaria se pasó a artificios de mayor importancia, lanzados con catapultas
      • 1931 Cebrián Saura, J. Glorias Marina Española p. 98 Esp (BD)
        El Almirante Vernón, que, poseído de orgullo, había hecho acuñar en Londres la medalla conmemorativa, abandonó el 17 de marzo las aguas de Cartagena de Indias, con pérdida de 9.000 hombres y con 17 navios tan mal tratados, que hubieron de quemarse seis y hacer en los demás grandes reparos. Los españoles, dice Hores, en su «Clave Historial», que sólo perdieron 200 hombres, a pesar de las 9.000 bombas, ollas de fuego y flechas incendiarias que arrojó el enemigo.
      • 1985 Satué, F. J. Desierto ojos [1986] 194 Esp (CDH )
        Escuchaba que los bárbaros incendiaban la cantina lanzando por los huecos del tejado flechas de fuego y antorchas.
      • 1993 Escuela de Supervivencia de Madrid Supervivencia deportiva [1993] Esp (CDH )

        Tirar al aire, úsalo sólo en caso extremo y teniendo cuidado con el viento y los rebotes. El lanzar flechas incendiarias podría ocasionar una catástrofe, salvo que lo hagas al mar o a un lago y nadie te asegura contra un cambio de viento.

      • 2001 Morales Arnao, C. Cordilleras Perú Pe (CORPES)
        Manco había reunido un ejército de 100 mil indios, que sitiaron el Cusco dispuestos a destruir a los españoles. Pero sobrevino la resistencia española, que se agravó cuando Manco ordenó incendiar el galpón que era el fortín español. Según Garcilaso de la Vega, en 1536, cuando ya las flechas incendiarias prendían algunos cobertizos, se apareció rutilante, por sobre la casa, la imagen de la Virgen María, mientras Santiago, montado en su caballo blanco, espantaba a los atacantes con su espada.
      • 2006 Martí Lampérez, C. Tecnología defensa p. 48 Esp (BD)
        El uso del fuego en los asedios tiene un origen arcaico. El fuego se proyectaba, generalmente, arrojando flechas incendiarias por encima de los muros para alcanzar los edificios de la población asediada —otro método era incendiando carros y aproximándolos a los muros y puertas— mientras que el defensor usaba flechas incendiarias para arruinar los ingenios de asedio.
      • 2006 Martí Lampérez, C. Tecnología defensa p. 52 Esp (BD)
        Una táctica común era romper con la proa los remos de la otra galera para dejarla sin propulsión y proceder después a perforar su casco. Durante la aproximación, a veces se disparaban mediante ballestas flechas incendiarias o cazuelas con aceite ardiendo muy eficaces al ser los barcos de madera.
      • 2014 Leal Arancibia, D. Arquero suerte Ch (BD)
        [...] el plan de los conspiradores parecía ser el de continuar su huida. Para evitarlo, Emilio tomó la última flecha incendiaria que le quedaba y corrió hasta que el agua le llegó a las rodillas para poder acortar la distancia que lo separaba de la embarcación. Si lograba darle a las velas, el navío quedaría a la deriva mientras el fuego la consumía.
    5. s. f. Con los modificadores arbolada, emponzoñada, enherbolada, envenenada, erbolada, herbada, herbolada, ponzoñosa y venenosa y con los complementos de hierba o con hierba, para referirse a la flecha cuya punta está inficionada con veneno extraído de hierbas o plantas.
      docs. (1517-2012) 74 ejemplos:
      • 1517 Molina, J. Libro caballero Arderique [2000] Esp (CDH )
        Y por suerte el ciervo de muy cansado se echó en una fuente, y el duque que siempre le seguía le tiró una flecha enerbolada, y diole tal herida por medio del coraçón que nunca pudo salir del agua, antes allí murió.
      • 2012 Camacho, N. Corriente sagrada Co (CORPES)
        Estando cerca de "Rufián", Santiago le propinó un golpe pioyok-chigui, hacia arriba con la palma de la mano al centro de la cara, para aplastarle la nariz y enviarlo sin sentido al piso, mientras Ittossai daba un giro de trescientos sesenta grados sobre su espalda y, apoyándose en su pierna derecha, imprimió el impulso necesario para que el talón de su pie izquierdo tomara la suficiente velocidad, golpeando finalmente la nuca de uno de ellos, que caía sin sentido al lado de su tercer compañero, yacente con una flecha envenenada en su carótida.
      • 1517 Molina, J. Libro caballero Arderique [2000] Esp (CDH )
        Y por suerte el ciervo de muy cansado se echó en una fuente, y el duque que siempre le seguía le tiró una flecha enerbolada, y diole tal herida por medio del coraçón que nunca pudo salir del agua, antes allí murió.
      • a1526-a1536 Vega, G. Poesías [1995] Esp (CDH )
        / ¡Qué recio movimiento en la corrida / lleva, de tal herida lastimado! / En el siniestro lado soterrada, / la flecha enherbolada iba mostrando, / las plumas blanqueando solas fuera, / y háceme que muera con buscalle.
      • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] Esp (CDH )

        [...] y fué en seguimiento de los indios caribes, e los alcanzó y peleó con ellos, e los desbarató e quitó la cabalgada, e prendió cuatro dellos; y desde encima del caballo, los tomaba por los cabellos e los sacaba de entre los otros, e los daba y entregaba a sus negros, e volvía por otros. E uno que así había tomado, tenía en la mano una flecha herbolada, e aqueste le mató; porque como le llevaba así, a vuelapié, asido por los cabellos, dióle con la flecha a manteniente, e acertó a le herir a par de una ingre, y de aquella herida murió después.

      • c1573-1581 Aguado, P. HSta Marta [1916-1917] II,51 Co (CDH )
        Ay otras flechas que con la fuerça de la yerva hazen vnas muy menudas escamas en la punta y por donde la yerva esta pegada; y la mayor parte de flechas enerboladas se conocen en que llegandolas a la candela hiede el humo dellas y haze ruydo, como quando hechan sal en el fuego, y muchas vezes huye la llama de la flecha enarbolada.
      • 1667 Combés, F. HMindanao y Joló [1897] 259 Fi (CDH )
        Y ninguno de los que se dexaron curar peligró, siendo los mas de conocido riesgo, por ser las heridas de flechas enharboladas, y balas ponçoñosas, que huuo hombre que escupio por la boca las flechas, que tragó por la garganta; que fue el Alferez Amezquita, y su Capitan Maroto, denegrido ya, y agonizando de pongoñosas heridas, cobró entera salud.
      • 1774-1775 Requena, F. Descripción Guayaquil [1984] Ec (CDH )

        [...] mantiénense por los campos con el uso de las flechas envenenadas, cuya preparación ignoran, por esto la pagan bien a los que conducen este veneno de Mainas en unas ollitas tapadas con cuidado [...].

      • 1755-1779 Caulín, A. HNueva Andalucía I [1966] Ve (CDH )
        Para la execucion de este deprabado intento trataron de proveerse de armas, que eran arcos, y flechas herboladas con venenos mortiferos; renovaron sus Penachos ó turbantes de plumas de varios colores, y otros aderezos que estilan estas Naciones quando se disponen á hacer guerra á otras, como la que entonces intentaban contra los Españoles.
      • 1780 Clavijero, F. J. HAntigua México [1991] Mx (CDH )
        Leyó Paw en la historia de Gumilla el modo que tenían los indios del Orinoco de reparar el terrible veneno de sus flechas, y en la historia de Herrera o de otros autores, que los caníbales y otras naciones bárbaras usaban flechas envenenadas, y esto le bastó para afirmar que "el Nuevo Continente produce mayor número de yerbas venenosas que el resto del mundo".
      • c1786 Chantre Herrera, J. HMisiones Marañón [1901] Ec (CDH )
        Los Mainas cimarrones ó montañeses usan de flechillas envenenadas que arrojan por cerbatana, arma fatal y de estrago inevitable por el disimulo con que se juega.
      • 1788 Abbad Lasierra, Í HGeogr SJuan Bautista Puerto Rico p. 70 PR (BD)
        Sebastian Alonso Niebla, que vivía en su hacienda de la montaña de Loquillo, corrió á su defensa, encontrólos luego, desbaratólos, quitóles la presa y mató muchos; pero él quedó mal herido de una flecha envenenada de la que murió, dexando cuanto tenia á los pobres.
      • 1832 Quintana, M. J. Vidas Núñez Balboa Manuel José Esp (CDH )
        Aun uno de ellos no tardó en perecer, herido de una flecha emponzoñada de las que se usaban allí, cuyo veneno era tan activo, que le acabó la vida en cuatro horas.
      • 1841 Duque de Rivas Romances históricos [1987] 331 Esp (CDH )
        Dio el marqués atrás dos pasos, / y en un sillón de vaqueta / se desplomó, como herido / por envenenada flecha. /
      • 1853 Oriol Ronquillo, J. DiccMaterial Mercantil, II p. 272 Esp (BD)
        Crino de Asia (Crinum asiaticum, L.). Hermosa planta, que se cultiva en los invernaderos calientes [...] es expontánea en la India, en donde los naturales machacan sus hojas, y las mezclan con un poco de aceite de ricino, para aplicarlas á los sabañones y otras inflamaciones que sobrevienen á las extremidades, asi como á las heridas causadas por las flechas emponzoñadas; su zumo es empleado contra los dolores de orejas.
      • 1879 León Mera, J. Cumandá [1998] Ec (CDH )

        Aterrados los invasores al verse sin jefe, y al contemplar la sangrienta cabeza de éste, retrocedieron hasta la selva vecina, tras cuyos árboles y matas hallaron abrigo. Pudieron ser perseguidos; mas pudieron también defenderse disparando millares de flechas enherboladas desde los naturales parapetos que los ocultaban.

      • 1883 Palma, R. Tradiciones peruanas VI [2003] Pe (CDH )
        Muerto Diego de Rojas, que llevaba el título de gobernador, a consecuencia de una leve herida de flecha emponzoñada, vino la discordia a enseñorearse del campo español, y la mayoría resolvió deshacerse de Francisco Mendoza, valiente mancebo a quien Rojas dejara la herencia del mando, con agravio de Gutiérrez y de Heredia.
      • 1915 Bayo, C. Caballeros Dorado p. 132 Esp (BD)
        Por su parte, cada español, tenía bastante con su sayo de armas para defenderse de las flechas herboladas; con la rodela, que en las marchas se llevaba a la espalda, así como el yelmo en el brazo; y con el espadón y la daga al cinto.
      • a1936 Nogales Méndez, R. Memorias [1991] II, 31 Ve (CDH )
        Pocos días después fue publicada mi desaparición en la prensa de Caracas, incluyendo El Universal, entonces órgano oficial del gobierno, que lamentaba la trágica muerte del general de Nogales, el más bravo entre los bravos, etc., que había perecido a causa de una flecha envenenada, luchando con los indios goajibos, cuando intentaba fundar un imperio por su cuenta.
      • 1976 Chiozza, L. A. Psicoanálisis [1976] Ar (CDH )
        Ese dios es en la leyenda el centauro Quirón, el cual sufría de una herida incurable asestada involuntariamente por el mismo Heracles con una flecha emponzoñada en la hiel de la Hidra, y que accedió, renunciando a una inmortalidad que le pesaba, a descender al infierno.
      • 1991 Rubín, R. Rezagados [1991] 149 Mx (CDH )

        Entonces, a los patriarcas huicholes no les quedó otro remedio que pensar mal del hacendado. Dedujeron que la dinámica que imprimía tal movilidad a las susodichas mojoneras no podía ser otra que la que por la noche les prestaban las manos de los peones del hacendado blanco. Y luego de deliberar extensamente llegaron al convencimiento de que no era camino sensato el de espiarlos para meterles entre costilla y costilla una flecha envenenada con caechi, pues ello suscitaría inmediatas y crueles represalias.

      • 2002 Lorandi, A. M. Guerra y sociedad en el virreinato del Perú Pe (CORPES)
        Vaca de Castro también continuó con la exploración de nuevos territorios, enviando en 1543 a Diego de Rojas a la conquista del Tucumán. Esta expedición se prolongó hasta 1545. Diego de Rojas murió en un ataque indígena a causa de una flecha envenenada.
      • 2011 Capriles M., Á. Fantasías Juan Bimba Ve (CORPES)
        De los 1500 españoles traídos por Domingo de Vera de España, solo sobrevivieron 70, 50 en las riveras del Orinoco y 20 en Trinidad. Ambrosio Alfinger muere con una flecha envenenada atravesada en la garganta, Alonso de Herrera con seis en el río Meta, Antonio Sedeño a orillas de río Tiznados.
      • 2012 Camacho, N. Corriente sagrada Co (CORPES)
        Estando cerca de "Rufián", Santiago le propinó un golpe pioyok-chigui, hacia arriba con la palma de la mano al centro de la cara, para aplastarle la nariz y enviarlo sin sentido al piso, mientras Ittossai daba un giro de trescientos sesenta grados sobre su espalda y, apoyándose en su pierna derecha, imprimió el impulso necesario para que el talón de su pie izquierdo tomara la suficiente velocidad, golpeando finalmente la nuca de uno de ellos, que caía sin sentido al lado de su tercer compañero, yacente con una flecha envenenada en su carótida.
      • 1517 Molina, J. Libro caballero Arderique [2000] Esp (CDH )
        Y por suerte el ciervo de muy cansado se echó en una fuente, y el duque que siempre le seguía le tiró una flecha enerbolada, y diole tal herida por medio del coraçón que nunca pudo salir del agua, antes allí murió.
      • 1528 Torre, H. Derrotero viage armada Loaisa 305 Docs Loaísa y Saavedra Esp (CDH )

        [...] entonces los indios que estaban en las otras canoas comenzaron de tirar muchas flechas enherboladas, é piedras, é otras armas que traian, é dieron á Juan de Benavides con una flecha enherbolada por los pechos, é murió luego aquella noche [...].

      • a1526-a1536 Vega, G. Poesías [1995] Esp (CDH )
        / ¡Qué recio movimiento en la corrida / lleva, de tal herida lastimado! / En el siniestro lado soterrada, / la flecha enherbolada iba mostrando, / las plumas blanqueando solas fuera, / y háceme que muera con buscalle.
      • 1554 Lpz Gómara, F. HNatural Indias I [2000] fol. 111r Pe (CDH )
        Ellas labran la tierra y tienen cuydado de la casa; ellos caçan o pescan quando no ay guerra, aunque a la verdad son muy holgazanes, vanagloriosos, vengativos y traydores; su principal arma es flecha enarbolada.
      • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] Esp (CDH )

        [...] y fué en seguimiento de los indios caribes, e los alcanzó y peleó con ellos, e los desbarató e quitó la cabalgada, e prendió cuatro dellos; y desde encima del caballo, los tomaba por los cabellos e los sacaba de entre los otros, e los daba y entregaba a sus negros, e volvía por otros. E uno que así había tomado, tenía en la mano una flecha herbolada, e aqueste le mató; porque como le llevaba así, a vuelapié, asido por los cabellos, dióle con la flecha a manteniente, e acertó a le herir a par de una ingre, y de aquella herida murió después.

      • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] Esp (CDH )
        En la otra sierra de la parte inferior, hacia Ocidente, tampoco llegó este gobernador; pero decían los indios giriguanas, que vivían allá unos indios que se llaman araucanas, que tiran sus flechas con hierba muy mala y comen carne humana.
      • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] Esp (CDH )

        Antonio Pigafeta Vicentino, caballero de la orden de Rodas, el cual dice que se halló en este viaje, en una relación que él hizo al grand maestro de Rodas, Felipo de Villiers Ledisdán, cuenta de otra manera la muerte del capitán Magallanes; porque dice que le pasaron la pierna derecha con una flecha con hierba, y que él mandó a los españoles que se retirasen, e que quedaron con él hasta seis u ocho de los nuestros [...].

      • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] Esp (CDH )

        [...] y el capitán general, con la más gente que pudo seguirle, acudió allá, y aunque estaban fuertes los indios en el pueblo, lo desampararon. Pero mataron allí al capitán Monserrate e a su caballo, e a otros dos compañeros, con flechas de hierba. Y el capitán general se retrajo con los cristianos, por no rescibir más daño, y luego los indios se tornaron al pueblo.

      • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] III, 102 Esp (CDH )
        Son por allí los indios belicosos y flecheros, y tiran sus flechas con hierba inremediable, y el que más tarda en morir, no pasa del septeno día.
      • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] Esp (CDH )

        Pero tornando al Becerrico , al fin le mataron los caribes, llevándolo el capitán Sancho de Arango; el cual, por causa deste perro, escapó una vez de entre los indios herido e peleando todavía con ellos; y echóse el perro a nado tras un indio, e otro, desde fuera del agua le dió con una flecha herbolada, yendo el perro nadando tras el otro indio, e luego murió; pero fué causa que el dicho capitán Sancho de Arango y otros cristianos se salvasen; e con cierto despojo, los indios se fueron.

      • c1527-1561 Casas, B. HIndias [1994] Esp (CDH )

        De allí pasó adelante, todavía por el camino del leste o oriente; y parecía por allí una gran población hacia la cual envió las barcas por agua; y salieron los indios contra los cristianos con sus armas *de arcos y flechas herboladas con hierba ponzoñosa [...].

      • c1527-1561 Casas, B. HIndias [1994] Esp (CDH )
        Traían todos sus arcos y flechas con hierba muy a punto.
      • c1527-1561 Casas, B. HIndias [1994] Esp (CDH )

        De allí entró en el golfo de Urabá y *por él buscó el río del Darién, que entre los indios era muy celebrado de riqueza de oro y de gente belicosa; pero, no lo hallando, buscó por allí cierto lugar *y desembarcó la gente; y sobre unos cerros asentó un pueblo, al cual llamó la villa de Sant Sebastián, *tomándolo por abogado contra las flechas con hierba mortífera que por allí se tiraban y tiraron hartas.

      • c1527-1561 Casas, B. HIndias [1994] 2458 Esp (CDH )

        Y esto del vino era la más preciosa moneda que los indios amaban y por que daban y dieran todo cuanto les demandaran. Sucedía de aquí que, *como al vino no sabían echalle agua, emborrachábanse fácilmente; y más fácilmente, ya borrachos, reñían y tomaban las *armas, arcos y flechas enherbadas con hierba ponzoñosa, y así, o se herían y mataban e maltractaban [ sic ].

      • c1527-1561 Casas, B. HIndias [1994] Esp (CDH )
        Los indios * del pueblo y pueblos de por allí, como vieron la flota y estaban de tantas veces ya muy experimentados de lo que pretendían los españoles y de las obras que dellos siempre * rescebían [ sic ] * cada y cuando por allí aportaban, salieron como leones fieros de sus casas con sus arcos y flechas enherboladas, y tiran a las naos, metiéndose hasta la cinta en el agua.
      • c1558-1580 Luis de León Poesía original [1990] 233 Poesías Esp (CDH )
        / Testigo es la fragosa / Poqueira, cuando él solo, y traspassado / con flecha ponçoñosa, / sostuvo denodado, / y convirtió en huida / mil banderas de gente descreída; / mas sobre todo quando, / los dientes de la muerte agudos fiera / apenas declinando, / alçó nueva bandera, / mostró bien claramente / de valor no vencible lo excelente.
      • c1573-1581 Aguado, P. HSta Marta [1916-1917] II,51 Co (CDH )
        Ay otras flechas que con la fuerça de la yerva hazen vnas muy menudas escamas en la punta y por donde la yerva esta pegada; y la mayor parte de flechas enerboladas se conocen en que llegandolas a la candela hiede el humo dellas y haze ruydo, como quando hechan sal en el fuego, y muchas vezes huye la llama de la flecha enarbolada.
      • c1573-1581 Aguado, P. HSta Marta [1916-1917] I,407 Co (CDH )
        A estos yndios no los pone ni a puesto en rreputaçion de velicosos los brios que tienen, porque no son mas animosos ny de mayor vigor que los demas naturales del Nuevo Rreyno, que todos son moxcas; mas alos puesto en esta rreputaçion la fortaleza de los lugares en que hauitan y las armas de que husan, que son arcos y flechas enerboladas de muy ponçoñosa yerua, que pocos escapan con las vidas de los a quien hieren, y juntamente con esto dieron en poner por los caminos mucha cantidad de puyas vntadas con yerua las puntas, contra los que entran e van hazia sus pueblos.
      • c1573-1581 Aguado, P. HSta Marta [1916-1917] Co (CDH )
        Acabado Lanchero de quitarse el sayo de armas, llego vna flecha enerbolada, tirada de çiertos yndios que çerca estavan, y diole por çima de la teta izquierda, que le metio buen pedazo de flecha por entre las costillas, herida çierto peligrosa y de gran riesgo.
      • c1573-1581 Aguado, P. HSta Marta [1916-1917] I,142 Colombia (CDH )
        Porque como los indios supieron por sus espias que en aquel paso auia gente de guardia, baxaron con mucho silencio de lo alto de la sierra, y dexando el camino prinçipal se metieron por çierta senda que ellos sabian, y viniendo a tomar por vn lado los que en el palenque hazian la guardia, sin ser sentidos dellos, dispararon de repente vna multitud de flechas con ponzoñosa hierua vntadas, las quales arrojaron con tanta furia que de los que con ellas hirieron, quedaron alli muertos treynta hombres, sin otros muchos que despues dende a poco se iuan muriendo con cruel rabia que la ponzoña de la hierua les causaba.
      • c1573-1581 Aguado, P. HSta Marta [1916-1917] I,147 Colombia (CDH )
        Y aunque al tiempo que entro este Capitan con su gente en las poblaciones dichas, fue afablemente resçebido y hospedado de los moradores dellos, despues, al tiempo que tornaba a salirse, tomaron en algunos pueblos las armas contra el, y le hizieron salir mas de priesa que entro, con perdida de muchos soldados, que le hirieron con flechas de hierua, de que vinieron a morir todos los heridos, sin escapar ninguno.
      • c1573-1581 Aguado, P. HSta Marta [1916-1917] II,320 Colombia (CDH )

        [...] y avnque despues procuraron tornarlo a auer biuo a las manos, nunca pudieron, porque Machin se defendia tan valerosa y briosamente con la espuela que no consentia que ningun yndio llegase a el a prenderle; y visto por los barbaros que su deseo no se podia cumplir, començaron a flecharle desde afuera con tanto ahinco que en vreue tiempo lo pusieron destraña figura con la ynfinidad de flechas enherboladas que por todo el cuerpo le hincaron, y algunos procuravan açercarse con vnas largas macanas que tenian del grandor de montantes, *con las quales ansi mesmo le davan rezios golpes hasta que lo derribaron en el suelo y alli lo acabaron de matar viendo que no podia biuir para cumplir en el su deseo.

      • a1582 Anónimo Égloga y floresta 228 Romancero historiado de Lucas Rodríguez Esp (CDH )
        Mas no mirays quan descortes ha estado / este galan, queriendo assi afrentarme / publicando a esta dama su dolor / sabiendo que yo soy su seruidor. / Ningun hombre mortal la ha merecido, / a mi que soy su amor es reseruada, / Titon, ni el gran Tonante no han podido / librarse de su flecha enerbolada. /
      • 1584 Rufo, J. Austriada [1854] 5 Esp (CDH )
        / Vense en ella banderas arboladas, / Lanzas en cuja y flechas venenosas / De perfidas naciones rebeladas, / Que osaron emprender nefarias cosas; / Tambien se ven iglesias abrasadas / Con abominaciones monstrüosas, / Y un arrogante mozo que se halla / Rey desta dura y pertinaz canalla.
      • 1588 Malón Chaide, P. Conversión Magdalena [1930] Esp (CDH )
        Como la sierva en medio del estío, / de los crudos lebreles perseguida, / que lleva atravesada / la flecha enherbolada, * / desea de la fuente el licor frío, / por dar algún refresco a la herida, / y ardiendo con la fuerza del veneno, / no para en verde prado o en valle ameno; / Así mi alma enferma te desea, / eterno Dios, y de tu amor sedienta, / ardiendo en fuego puro, / por ti, su fuerte muro, / suspira, porque tu favor le sea / refresco, con el cual su sed no sienta: / ¿Cuándo me veré yo ante Dios presente, / bebiendo de la eterna y clara fuente?
      • 1594 Villegas, A. Fructus sanctorum [1988] Esp (CDH )
        Bolviendo por más, assió de uno que tenía en la mano una flecha con hierba, el cual, como se viesse llevar assido, diole con la flecha por la ingle. Y de aquella herida murió después, aunque cuando se vido herido mató al indio y a otros siete, y bolvió con el despojo, que restituyó a su dueño Martín Guiluz. Donde, aviendo ordenado su alma como católico cristiano, y repartido su hazienda, murió.
      • 1601 Herrera Tordesillas, A. HHechos castellanos [1934-1935] II, 197 Esp (CDH )
        Salieron los indios armados, y las flechas con yerba ponzoñosa: amenazaban, que habían de atar a los cristianos con cuerdas, que mostraban, y ésta era la provincia de Higuey, cuya gente era la más belicosa de la Española, y usaba la yerba con ponzoña; pero llegadas las barcas, los indios dejaron las armas, preguntaron por el Almirante, y llevaron comida.
      • c1605 Ocaña, D. Relación viaje América [1969] Pe (CDH )

        También suelen traer de los indios que ellos tienen para comer o para su servicio; y los dan a trueco de algunos vestidos y de platos de plata, los cuales los españoles compran para servirse de ellos en sus sementeras. Y esto es lícito, porque si no se los compran, se los comen. Y las armas ordinarias suyas son arcos y flechas con hierba, de manera que en hiriendo, luego mueren de la herida; y son tan diestros en el tirar, que a una boca de un cántaro no yerran a cincuenta pasos.

      • 1611 Covarrubias, S. Tesoro Cast Esp (NTLLE)
        ierva. [...] Yerua de vallestero, es cierto vnguento que se haze para vntar los casquillos de las flechas, y las saetas: este se haze de diferentes sugos. La ordinaria es de verdegambre, dicha veratrum y en Griego elleborou, heleborum. Díxose veratrum á vertenda mente, y verdegambre: está corrompido de veratrum. Y assí flecha enherbolada, es la que está vntada con çumo de yeruas venenosas.
      • 1612 Vega Carpio, F. L. Pastores Belén [1991] 206 Esp (CDH )
        DELIO / Puesta en las flechas ponzoñosa hierba, / saliera al monte yo, que no muy lejos / tiene su albergue una pintada cierva.
      • 1621 Vega Carpio, F. L. Filomena [2003] 239 Esp (CDH )
        / Tus divinos concetos / allí serán más dulces y perfetos, / que el mundo a quien le sigue / en vez de premio al bienhechor persigue, / y contra la virtud apresta el arco / con ponzoñosas flechas / de la maligna aljaba de Aristarco.
      • 1624 Vega Carpio, F. L. Circe [2003] Esp (CDH )
        / Como se descubrió, viola un montero, / y tirando una flecha venenosa / cayó diciendo: «Justamente muero; / »pues ingrata rompí la selva hermosa / que la vida me dio, que ya no espero: / así es la ingratitud al cielo odiosa».
      • 1633 Durán, A. Cercos Moçambique p. 35 Esp (BD)
        [...] la costumbre del buen tratamiento que los Cafres les auian hecho hasta entonces, los traía algo descuydados, y assi fueron muertos algunos y otros se embarcaron a nado, dexando las armas, para que mejor lo hiziessen y mas desocupados, quedando tan llenos de miedo de las açagayas, y flechas herbadas de los Cafres, que ninguno dellos se atreuio mas a salir en tierra [...].
      • 1641 Acuña, C. Descubrimiento Amazonas [1891] Ec (CDH )
        Mándales entregar todas las flechas herbadas de ponçoña, que tenían, que era de lo que Presos ellos, quitadas las armas, saqueadas más se podía rezelar, á que los miserables obedecieron luego al punto [...].
      • 1641 Acuña, C. Descubrimiento Amazonas [1891] Ec (CDH )
        Demás desto, los Indios deste Rio Negro, donde se pretende entrar, son á juizio de todos gente muy belicosa, y de arco y flecha heruada con que nos podrán hazer mucho daño, y más viendo la poca fuerça de los Indios amigos, que nos han quedado [...].
      • 1653 Cobo, B. HNuevo Mundo [1890-1893] Esp (CDH )
        Muchos usaban flechas enherboladas, untando sus puntas con fuerte ponzoña; mas, de las naciones deste reino, solos los Chunchos usaban esta yerba ponzoñosa en las flechas; la cual no era yerba simple, sino una confección hecha de varias yerbas y sabandijas ponzoñosas; y era tan eficaz y mortífera, que á cualquiera que con estas flechas enherboladas herían y sacaban sangre, aunque no fuese más que la que sacaran picando con un alfiler, morían rabiando y haciendo visajes espantosos.
      • 1667 Combés, F. HMindanao y Joló [1897] 259 Fi (CDH )
        Y ninguno de los que se dexaron curar peligró, siendo los mas de conocido riesgo, por ser las heridas de flechas enharboladas, y balas ponçoñosas, que huuo hombre que escupio por la boca las flechas, que tragó por la garganta; que fue el Alferez Amezquita, y su Capitan Maroto, denegrido ya, y agonizando de pongoñosas heridas, cobró entera salud.
      • 1681 Calderón Barca, P. Cordero Isaías [2003] Esp (CDH )
        [...] qué mayor fineza / que reñirnos el amago / antes que el golpe nos venga, / bien como el que amenazado, / ya de la arbolada flecha, / ya de la blandida asta, / se halla para la defensa / embrazado del escudo. /
      • 1684 Rodríguez, M. Marañón y Amazonas [1990] Ec (CDH )
        [...] la ciudad de Toro la quemaron y mataron muchos de ella, y al valeroso capitán Pereira, que entró a su castigo, también le dieron muerte, y a algunos de sus soldados, entre las espesuras de sus montes con sus dardos y flechas envenenadas [...].
      • 1772 Anónimo "Historia Perú" [06-11-1772] Diario Curioso, Erudito, Económico y Comercial (Madrid) (HD)
        [...] salieronles una gran Tropa de Indios Chriguanaes belicosos, y sagitarios, contra los quales iba aquella Compañía, llovieron sobre la Tropa flechas arboladas, que significa envenenadas, cuyo tosigo lo preparan los Indios de modo, que es tan activo que la herida mojada la saeta en él, mata irremediablemente en el breve espacio de dos horas [...].
      • 1774-1775 Requena, F. Descripción Guayaquil [1984] Ec (CDH )

        [...] mantiénense por los campos con el uso de las flechas envenenadas, cuya preparación ignoran, por esto la pagan bien a los que conducen este veneno de Mainas en unas ollitas tapadas con cuidado [...].

      • 1755-1779 Caulín, A. HNueva Andalucía I [1966] Ve (CDH )
        Para la execucion de este deprabado intento trataron de proveerse de armas, que eran arcos, y flechas herboladas con venenos mortiferos; renovaron sus Penachos ó turbantes de plumas de varios colores, y otros aderezos que estilan estas Naciones quando se disponen á hacer guerra á otras, como la que entonces intentaban contra los Españoles.
      • 1755-1779 Caulín, A. HNueva Andalucía I [1966] Ve (CDH )

        [...] porque éstos, que, aunque ocultos, andaban á vista de las Embarcaciones, luego que las vieron en las Playas, cayeron sobre los Españoles con una rociada de flechas envenenadas, y estrepito de tamboriles, flautas, y destempladas voces, con que pretendian atemorizar, y hacerles retroceder, á no haber sido todos los que habian quedado hombres de valor, y experimentados en las invasiones de Indios.

      • 1780 Clavijero, F. J. HAntigua México [1991] Mx (CDH )
        Leyó Paw en la historia de Gumilla el modo que tenían los indios del Orinoco de reparar el terrible veneno de sus flechas, y en la historia de Herrera o de otros autores, que los caníbales y otras naciones bárbaras usaban flechas envenenadas, y esto le bastó para afirmar que "el Nuevo Continente produce mayor número de yerbas venenosas que el resto del mundo".
      • c1786 Chantre Herrera, J. HMisiones Marañón [1901] Ec (CDH )
        Metida dentro la flecha, soplan con violencia y aliento por un extremo del cañón y sale por el otro la flecha envenenada, con fuerza bastante para hacer presa en el hombre ó animal á quien apuntan.
      • c1786 Chantre Herrera, J. HMisiones Marañón [1901] Ec (CDH )
        Y lo más es que tragado en poca cantidad, no hace daño si no encuentra algún intestino lisiado; pero en cantidad notable, es mortal si no se aplica luego el antídoto, que es una buena porción de azúcar y de sal deshecha en agua, y en falta de esto, la orina ó excremento, que libra también de la muerte, cuando está reciente la herida de la flecha envenenada.
      • c1786 Chantre Herrera, J. HMisiones Marañón [1901] Ec (CDH )
        Los Mainas cimarrones ó montañeses usan de flechillas envenenadas que arrojan por cerbatana, arma fatal y de estrago inevitable por el disimulo con que se juega.
      • 1788 Abbad Lasierra, Í HGeogr SJuan Bautista Puerto Rico p. 70 PR (BD)
        Sebastian Alonso Niebla, que vivía en su hacienda de la montaña de Loquillo, corrió á su defensa, encontrólos luego, desbaratólos, quitóles la presa y mató muchos; pero él quedó mal herido de una flecha envenenada de la que murió, dexando cuanto tenia á los pobres.
      • 1778-1822 Fdz Moratín, L. Poesías [1995] Esp (CDH )
        El que inocente / la vida pasa / no necesita / morisca lanza, / Fusco, ni corvos / arcos, ni aljaba / llena de flechas / envenenadas; / o a los regiones / que Hidaspe * baña, / o por las Sirtes * / muy abrasadas, / o por el yermo / Cáucaso vaya.
      • c1830 Fernández Navarrete, Martín Capitán Alonso de Ojeda Marinos y descubridores Esp (CDH )
        Ojeda, desatendiendo estos consejos, asaltó el pueblo antes de amanecer, acuchilló, mató y cautivó muchos indios; ocho de éstos, metidos en una casa, se defendieron valerosamente, y con sus flechas ponzoñosas mataron a un español, por lo que irritado Ojeda, mandó quemar la casa, adonde perecieron los que la defendían.
      • 1832 Quintana, M. J. Vidas Núñez Balboa Manuel José Esp (CDH )
        Aun uno de ellos no tardó en perecer, herido de una flecha emponzoñada de las que se usaban allí, cuyo veneno era tan activo, que le acabó la vida en cuatro horas.
      • 1832 Quintana, M. J. Vidas Núñez Balboa Manuel José Esp (CDH )
        Los demás, con Soto, ya herido de una flecha enervolada, se acogieron a la huerta de los frailes, y mientras los enemigos estaban entretenidos en la atarazana, se escaparon en una canoa por un estero del río, abierto para regar la huerta.
      • 1832 Quintana, M. J. Vidas Núñez Balboa Manuel José Esp (CDH )
        Peleaban aquéllos con flechas enhervoladas, no daban cuartel en la guerra, y se comían los enemigos que rendían: estos preferían pelear de cerca con mazas, macanas o dardos, no ponían yerba en las flechas de que usaban, y los cautivos que hacían, señalados en la frente, o con un diente menos, sufrían la servidumbre, y no la muerte.
      • 1832 Quintana, M. J. Vidas Núñez Balboa Manuel José Esp (CDH )

        Sin provisiones para subsistir mucho tiempo, sin paciencia y sin costumbre de cultivar, los españoles no podían mantenerse sino a fuerza de correrías. Recurso incierto, y más que incierto, peligroso, porque los indios del país, naturalmente feroces y guerreros, no sólo se defendían casi siempre con ventaja, sino que, terribles con sus flechas enhervoladas, los asaltaban a cada momento sin dejarlos reposar.

      • 1837 Fdz Navarrete, M. Viajes Maluco Loaísa [1837] Esp (CDH )

        Que los indios de las otras canoas empezaron á tirar muchas flechas enhervoladas, piedras y otras armas que traian; dieron á Juan de Benavides con una flecha por los pechos, de lo que murió aquella noche, y mataron otros dos hombres enfermos que estaban sobre la chimenea; que los de la nao no sabian que hacer; que acordándose un lombardero de un tiro que tenia cebado, le dió fuego sin apuntar, y los indios se apartaron un poco, y que cebó luego otro tiro y lo disparó, y los indios se fueron en vuelta de tierra.

      • 1841 Duque de Rivas Romances históricos [1987] 331 Esp (CDH )
        Dio el marqués atrás dos pasos, / y en un sillón de vaqueta / se desplomó, como herido / por envenenada flecha. /
      • 1853 Oriol Ronquillo, J. DiccMaterial Mercantil, II p. 272 Esp (BD)
        Crino de Asia (Crinum asiaticum, L.). Hermosa planta, que se cultiva en los invernaderos calientes [...] es expontánea en la India, en donde los naturales machacan sus hojas, y las mezclan con un poco de aceite de ricino, para aplicarlas á los sabañones y otras inflamaciones que sobrevienen á las extremidades, asi como á las heridas causadas por las flechas emponzoñadas; su zumo es empleado contra los dolores de orejas.
      • 1867 Fdz Duro, Cesáreo Naufragios Armada Española p. 25 Esp (BD)
        [...] la falta del agua nos fatigaba: no la hallamos en esta isla, y tornamos á tomar la tierra firme en un puerto en que estaba un pueblo de indios de guerra, y estábamos metidos en un ancon, donde estuvimos toda una noche; y otro día en amaneciendo salieron á nosotros 11 canoas de guerra con sus arcos y flechas enherbadas, y abordaron con el navio pidiéndonos hachas [...].
      • 1879 León Mera, J. Cumandá [1998] Ec (CDH )

        Aterrados los invasores al verse sin jefe, y al contemplar la sangrienta cabeza de éste, retrocedieron hasta la selva vecina, tras cuyos árboles y matas hallaron abrigo. Pudieron ser perseguidos; mas pudieron también defenderse disparando millares de flechas enherboladas desde los naturales parapetos que los ocultaban.

      • 1883 Palma, R. Tradiciones peruanas VI [2003] Pe (CDH )
        Muerto Diego de Rojas, que llevaba el título de gobernador, a consecuencia de una leve herida de flecha emponzoñada, vino la discordia a enseñorearse del campo español, y la mayoría resolvió deshacerse de Francisco Mendoza, valiente mancebo a quien Rojas dejara la herencia del mando, con agravio de Gutiérrez y de Heredia.
      • 1899 Beltrán Rózpide, R. Geografía 1898 [1899] Esp (CDH )

        Estos enanos son muy inteligentes. Van armados de arcos y flechas envenenadas y llevan, además, pequeñas lanzas.

      • 1905 Pardo Bazán, E. Quimera [1991] Esp (CDH )
        Experimentaba el ansia de acción que acompaña a ciertos trastornos espirituales, y era su inquietud como de cierva a quien atravesó la flecha enherbolada, a quien persiguen lebreles, y a quien aguija más que el susto el ansia de llegar a la fría fuente escondida entre peñascos.
      • 1906 Chocano, J. S. Alma América [1906] 305 Perú (CDH )
        / En la noche, la virgen temblorosa, / después de recordar la escena extraña / entre el cóndor, la flecha venenosa / y el indio cazador de la montaña, / siéntese dominada de terrores; / y en tanto que al redor todo reposa, / ella duerme soñando en los amores / de un vampiro con una mariposa... / Al primer resplandor del nuevo día, / vuelve á anudar el varonil salvaje, / tras las huellas del fraile que le guía, / su brevemente interrumpido viaje.
      • 1915 Bayo, C. Caballeros Dorado p. 132 Esp (BD)
        Por su parte, cada español, tenía bastante con su sayo de armas para defenderse de las flechas herboladas; con la rodela, que en las marchas se llevaba a la espalda, así como el yelmo en el brazo; y con el espadón y la daga al cinto.
      • a1936 Nogales Méndez, R. Memorias [1991] Ve (CDH )

        Habíamos caído en una emboscada. El más pequeño desatino hubiera significado que docenas de ponzoñosas flechas salieran disparadas en la obscuridad.

      • a1936 Nogales Méndez, R. Memorias [1991] II, 31 Ve (CDH )
        Pocos días después fue publicada mi desaparición en la prensa de Caracas, incluyendo El Universal, entonces órgano oficial del gobierno, que lamentaba la trágica muerte del general de Nogales, el más bravo entre los bravos, etc., que había perecido a causa de una flecha envenenada, luchando con los indios goajibos, cuando intentaba fundar un imperio por su cuenta.
      • 1946 Caro Baroja, J. Pueblos España [1981] Esp (CDH )

        Es de julio a septiembre, en el momento de la mayor sequía, cuando los bosquimanos demuestran máxima actividad y cuando la caza resulta más fácil. Pero, a pesar de ello, son horas y horas las que deben pasar los hombres (auxiliados por los niños desde que éstos pueden andar y correr) antes de coger la presa. Buscan los manantiales donde las bestias sedientas aplacan su sed y alrededor de ellos montan guardias larguísimas hasta conseguir lanzar la flecha envenenada, que a veces no surte efecto sino horas, y aun días, después de haberse clavado en las carnes del animal.

      • 1947 Guillén, N. Son entero [1984] 131 Cuba (CDH )
        Odio por donde quiera verá el ciego alemán: / la paloma, el avión, / el pico del tucán, / el zoológico río de vasta indignación, / las flechas venenosas que en pleno blanco dan, / y aun el viento, impulsando sus ruedas de ciclón... /
      • 1946-1952 Ballesteros Gaibrois, M. HAmérica [1952] Esp (CDH )

        El uso de veneno —curare— fué muy frecuente, y los exploradores, desde los tiempos de la conquista, temieron como a lo peor a las «flechas con hierba».

      • 1976 Chiozza, L. A. Psicoanálisis [1976] Ar (CDH )
        Ese dios es en la leyenda el centauro Quirón, el cual sufría de una herida incurable asestada involuntariamente por el mismo Heracles con una flecha emponzoñada en la hiel de la Hidra, y que accedió, renunciando a una inmortalidad que le pesaba, a descender al infierno.
      • 1991 Rubín, R. Rezagados [1991] 149 Mx (CDH )

        Entonces, a los patriarcas huicholes no les quedó otro remedio que pensar mal del hacendado. Dedujeron que la dinámica que imprimía tal movilidad a las susodichas mojoneras no podía ser otra que la que por la noche les prestaban las manos de los peones del hacendado blanco. Y luego de deliberar extensamente llegaron al convencimiento de que no era camino sensato el de espiarlos para meterles entre costilla y costilla una flecha envenenada con caechi, pues ello suscitaría inmediatas y crueles represalias.

      • 2002 Lorandi, A. M. Guerra y sociedad en el virreinato del Perú Pe (CORPES)
        Vaca de Castro también continuó con la exploración de nuevos territorios, enviando en 1543 a Diego de Rojas a la conquista del Tucumán. Esta expedición se prolongó hasta 1545. Diego de Rojas murió en un ataque indígena a causa de una flecha envenenada.
      • 2011 Capriles M., Á. Fantasías Juan Bimba Ve (CORPES)
        De los 1500 españoles traídos por Domingo de Vera de España, solo sobrevivieron 70, 50 en las riveras del Orinoco y 20 en Trinidad. Ambrosio Alfinger muere con una flecha envenenada atravesada en la garganta, Alonso de Herrera con seis en el río Meta, Antonio Sedeño a orillas de río Tiznados.
      • 2012 Camacho, N. Corriente sagrada Co (CORPES)
        Estando cerca de "Rufián", Santiago le propinó un golpe pioyok-chigui, hacia arriba con la palma de la mano al centro de la cara, para aplastarle la nariz y enviarlo sin sentido al piso, mientras Ittossai daba un giro de trescientos sesenta grados sobre su espalda y, apoyándose en su pierna derecha, imprimió el impulso necesario para que el talón de su pie izquierdo tomara la suficiente velocidad, golpeando finalmente la nuca de uno de ellos, que caía sin sentido al lado de su tercer compañero, yacente con una flecha envenenada en su carótida.
  2. 1⟶metáfora
    s. f. Representación convencional de la flecha.
    docs. (1491-2021) 21 ejemplos:
    • 1477-1491 Anónimo Cuentas GBaeza [1955] Esp (CDH )

      /94 A doña Ines de Acuña, por 100 fojas de filo de oro, para los dichos ornamentos, a 35 mrs. cada foja, 3.500.

      A Pedro, bordador, por seys deuisas de frechas de oro, para los dichos ornamentos, 1.800 mrs.
    • 2021 Fernández, R. "Leer aceras Madrid" [25-09-2021] La Razón (Madrid) Esp (HD)
      Y por aquello de cerrar en positivo el paseo por los hitos de Madrid (nunca mejor dicho), no podemos dejar de observar las dos flechas del suelo de la Gran Vía. Parece que la diosa falla al lanzar dos de sus dardos, que se quedan clavadas en la acera. El destinatario de esas flechas está bien cerca. En el número 32 de la Gran Vía. Allí está el Ave Fénix, que lleva en su lomo a Endimión, un joven pastor al que Diana visitaba todas las noches tras bajar de la Luna. El romance entre el pastor y su hija Diana no fue del agrado de Zeus que, enfurecido, envió al Ave Fénix para secuestrar a Endimión y ocultarlo de su hija durante toda la eternidad. Mucho tiempo. Demasiado incluso para una diosa. Pero Diana no renuncia a su amor, y lanza al Ave Fénix sus flechas. Es justo ese momento el que queda representado en ese suelo de la Gran Vía. La historia, como tantas de la mitología griega, tiene un giro inesperado. Pero eso bien pudiera ser otra marca en la acera. Otra piedra tallada.
    • 1477-1491 Anónimo Cuentas GBaeza [1955] Esp (CDH )

      /94 A doña Ines de Acuña, por 100 fojas de filo de oro, para los dichos ornamentos, a 35 mrs. cada foja, 3.500.

      A Pedro, bordador, por seys deuisas de frechas de oro, para los dichos ornamentos, 1.800 mrs.
    • 1499 Anónimo "Libro joyas oro" [1943] p. 44 Inventarios reales Esp (BD)
      [...] otros tres paños de vna cama de brocado rico verdes e pardillos que ay en cada paño quatro piernas e entre vna pieça e vnas tiras de carmesi pelo chapadas de argentería blanca con vnas debisas de las frechas e escudos de las armas Reales todas bordadas de oro e mas dos pieças de goteras de la misma obra e brocado diolo la Reyna nuestra señora de la cámara de beatriz cuello.
    • 1535-c1552 Fdz Oviedo, G. Batallas [1989] Esp (CDH )

      AlcaideSus armas en el fin desta rrelaçión se pornán, como se han puesto las de todos aquellos caualleros de qujen avemos tractado. Y en quanto a la inuençión (692) el Marqués trahía sobre su escudo vn yelmo baúl de torneo de çinco lumbres, e por çimera vn blanco e en él algunos passadores e saetas e frechas hincadas, e puesto sobre vn coraçón, ques el terçero o versallo, *e dize la letra desta manera:

      Es el blanco donde tiro / la blanca por qujen sospiro.
    • 1569 Jiménez de Quesada, G. Antijovio p. 44 Esp (BD)
      [...] y espeçialmente encareçe el autor vna casa mudable de madera que llebaba el ynglés, con grandes salas, aposentos y adereços y architetura, a la puerta de la qual dize qu'estaua un sagitario con arco y frecha (arma peculiar y particular de los yngleses que avn esto él no dize y tenía alguna neçesidad d'ello), con vna letra que dezía cuy adhereo prest, que quiere dezir: aquel a quien me llegare, lleuará lo mejor.
    • 1845 Anónimo "Estracción buques náufragos" [01-01-1845] t. 1, n.º 1, p. 72 Museo Mexicano (Ciudad de México) Mx (HD)
      En todas las balas se encontraba una flecha en relieve, que es la marca usada aun hoy en todos los proyectiles de la marina inglesa.
    • 1864 Anónimo "Variedades Revista salones" [02-02-1864] El Contemporáneo (Madrid) Esp (HD)
      La señorita de Serradilla vestia traje blanco, salpicado de flechas de plata.
    • 1884 Quadrado, J. M. España monumentos y artes [2003] Esp (CDH )
      Igual forma reproducen respectivamente, aunque en más reducido espacio, las galerías baja y alta del claustro procesional, adornada la primera con hermosa crucería en sus bóvedas, y la segunda con guirnalda en sus enjutas y con el nudo gordiano y los manojos de flechas en su antepecho.
    • 1919 Loveira, C. Los inmorales p. 19 Cu (BD)
      "La Otra" cambió de posición en el asiento, y, al estirar un tanto la pierna, quedóle ésta de perfil y descubierta hasta los más gruesos que había de rodillas abajo. Obsesionado, miraba Jacinto la flecha blanca, tejida en la media, que graciosamente se curvaba en la leve ondulación de la pantorrilla, y que, con la punta hacia arriba, invitaba a imaginar apetecibles blancuras y redondeces.
    • c1935 Yesares Blanco, R. Industrias para aficionado [1935] Esp (CDH )
      La fabricación de flechas de papel es el pasatiempo de numerosos escolares.
    • 1964-1967 Cabrera Infante, G. Tristes Tigres [1967] Cuba (CDH )

      Pero Buster Cué es casi un genio de la última palabra. Me señala la puerta, que por fin encontró sin ayuda. Hay un corazón de enamorados arañado en la madera. Con flechita, iniciales (G/M) y todo.

    • 1988 Cela, C. J. Cristo [1993] 275 Esp (CDH )
      [...] Violet se desabrochó la blusa y le enseñó a Rocky Kupk el tatuaje de las flechas cruzadas de la amistad que llevaba justo en el nacimiento de la canal de las tetas [...].
    • 1992 Martín Gaite, C. Nubosidad [1994] Esp (CDH )
      Todas las sensaciones dormidas de aquel verano, tan borroso como si nunca hubiera existido, fueron despertando de su anestesia mientras buscaba, cada vez más afanosamente, los dos sobres amarillos donde vi metidas por última vez esas fotografías, entre las que destaca, con la luz inconfundible de los tesoros, aquella sonrisa protectora de Encarna niña, cuando acababa de inventar, a modo de guarida para nuestro futuro, una casa de cuento que se llevó la marea, como se lleva implacable los nombres atravesados por una flecha que dibujan en la arena los enamorados.
    • 2002 Campanella, J. J. / Castets, F. Hijo novia Ar (CORPES)
      Se van sumando las voces, mientras la gente aparece de distintos lugares del restaurante: nacho, nino, otros empleados. nino, de la cocina, lleva una torta con forma de corazón con una flecha clavada.
    • 2013 Ambrós, I. "Flechas Shinzo Abe" [02-06-2013] La Vanguardia (Barcelona) Esp (HD)
      La prenda incluye también tres flechas bordadas, que apelan a los tres ejes de la estrategia de Abe: una política monetaria expansiva, medidas fiscales y reformas estructurales. Las tres flechas tienen un significado especial en Japón: según el proverbio, tres flechas juntas no se pueden romper.
    • 2021 Fernández, R. "Leer aceras Madrid" [25-09-2021] La Razón (Madrid) Esp (HD)
      Y por aquello de cerrar en positivo el paseo por los hitos de Madrid (nunca mejor dicho), no podemos dejar de observar las dos flechas del suelo de la Gran Vía. Parece que la diosa falla al lanzar dos de sus dardos, que se quedan clavadas en la acera. El destinatario de esas flechas está bien cerca. En el número 32 de la Gran Vía. Allí está el Ave Fénix, que lleva en su lomo a Endimión, un joven pastor al que Diana visitaba todas las noches tras bajar de la Luna. El romance entre el pastor y su hija Diana no fue del agrado de Zeus que, enfurecido, envió al Ave Fénix para secuestrar a Endimión y ocultarlo de su hija durante toda la eternidad. Mucho tiempo. Demasiado incluso para una diosa. Pero Diana no renuncia a su amor, y lanza al Ave Fénix sus flechas. Es justo ese momento el que queda representado en ese suelo de la Gran Vía. La historia, como tantas de la mitología griega, tiene un giro inesperado. Pero eso bien pudiera ser otra marca en la acera. Otra piedra tallada.
    • 1477-1491 Anónimo Cuentas GBaeza [1955] Esp (CDH )

      /94 A doña Ines de Acuña, por 100 fojas de filo de oro, para los dichos ornamentos, a 35 mrs. cada foja, 3.500.

      A Pedro, bordador, por seys deuisas de frechas de oro, para los dichos ornamentos, 1.800 mrs.
    • 1499 Anónimo "Libro joyas oro" [1943] p. 44 Inventarios reales Esp (BD)
      [...] otros tres paños de vna cama de brocado rico verdes e pardillos que ay en cada paño quatro piernas e entre vna pieça e vnas tiras de carmesi pelo chapadas de argentería blanca con vnas debisas de las frechas e escudos de las armas Reales todas bordadas de oro e mas dos pieças de goteras de la misma obra e brocado diolo la Reyna nuestra señora de la cámara de beatriz cuello.
    • 1500 Anónimo "Nomina joyas Reina Isabel" [1821] p. 343 Memorias RAH, VI Esp (BD)
      Mas le dad é entregad que vos entregó el dicho tesorero, un cordon de oro de hechura de unos flechones esmaltados de rosicler é blanco cargado de queremir, que son los flechones ciento é treinta é dos, trabados unos con otros con dos asitas de lo mismo: que pesó todo tres marcos é tres onzas é una ochava, é un tomin é seis granos, de lei de veinte é dos quilares, que tiene su caja de cuero forrada en grana.
    • 1535-c1552 Fdz Oviedo, G. Batallas [1989] Esp (CDH )

      AlcaideSus armas en el fin desta rrelaçión se pornán, como se han puesto las de todos aquellos caualleros de qujen avemos tractado. Y en quanto a la inuençión (692) el Marqués trahía sobre su escudo vn yelmo baúl de torneo de çinco lumbres, e por çimera vn blanco e en él algunos passadores e saetas e frechas hincadas, e puesto sobre vn coraçón, ques el terçero o versallo, *e dize la letra desta manera:

      Es el blanco donde tiro / la blanca por qujen sospiro.
    • 1569 Jiménez de Quesada, G. Antijovio p. 44 Esp (BD)
      [...] y espeçialmente encareçe el autor vna casa mudable de madera que llebaba el ynglés, con grandes salas, aposentos y adereços y architetura, a la puerta de la qual dize qu'estaua un sagitario con arco y frecha (arma peculiar y particular de los yngleses que avn esto él no dize y tenía alguna neçesidad d'ello), con vna letra que dezía cuy adhereo prest, que quiere dezir: aquel a quien me llegare, lleuará lo mejor.
    • 1845 Anónimo "Estracción buques náufragos" [01-01-1845] t. 1, n.º 1, p. 72 Museo Mexicano (Ciudad de México) Mx (HD)
      En todas las balas se encontraba una flecha en relieve, que es la marca usada aun hoy en todos los proyectiles de la marina inglesa.
    • 1864 Anónimo "Variedades Revista salones" [02-02-1864] El Contemporáneo (Madrid) Esp (HD)
      La señorita de Serradilla vestia traje blanco, salpicado de flechas de plata.
    • 1884 Quadrado, J. M. España monumentos y artes [2003] Esp (CDH )
      Igual forma reproducen respectivamente, aunque en más reducido espacio, las galerías baja y alta del claustro procesional, adornada la primera con hermosa crucería en sus bóvedas, y la segunda con guirnalda en sus enjutas y con el nudo gordiano y los manojos de flechas en su antepecho.
    • 1919 Loveira, C. Los inmorales p. 19 Cu (BD)
      "La Otra" cambió de posición en el asiento, y, al estirar un tanto la pierna, quedóle ésta de perfil y descubierta hasta los más gruesos que había de rodillas abajo. Obsesionado, miraba Jacinto la flecha blanca, tejida en la media, que graciosamente se curvaba en la leve ondulación de la pantorrilla, y que, con la punta hacia arriba, invitaba a imaginar apetecibles blancuras y redondeces.
    • 1920 Baroja, P. Sensualidad pervertida [1954] p. 36 Esp (BD)
      Este señor tuvo que arreglar el tejado de su casa, y en una guardilla se le ocurrió poner una veleta. Como hombre caprichoso, mandó al herrero que le hiciera una veleta adornada con un león rampante en un extremo y una flecha con un corazón atravesado en la punta en el otro.
    • 1932 Jeannette "Cartas modas" [19-10-1932] Luz (Madrid) Esp (HD)
      También para los sombreros el negro es siempre la mejor solución, cuando se trata de elegir. Como adorno se emplean ahora pequeñas alas, flechas, hojas, flores, etc., de metal brillante.
    • c1935 Yesares Blanco, R. Industrias para aficionado [1935] Esp (CDH )
      La fabricación de flechas de papel es el pasatiempo de numerosos escolares.
    • 1962 Cortázar, J. Cronopios [2003] Argentina (CDH )
      Cuando los mirones y la policía invadieron el local, mi madre cerró el acto de la manera más hermosa, haciendo volar sobre el público una multitud de flechitas de colores fabricadas con los formularios de los telegramas, giros y cartas certificadas. Cantamos el himno nacional y nos retiramos en buen orden; vi llorar a una nena que había quedado tercera en la cola de franqueo y sabía que ya era tarde para que le dieran un globo.
    • 1964-1967 Cabrera Infante, G. Tristes Tigres [1967] Cuba (CDH )

      Pero Buster Cué es casi un genio de la última palabra. Me señala la puerta, que por fin encontró sin ayuda. Hay un corazón de enamorados arañado en la madera. Con flechita, iniciales (G/M) y todo.

    • 1985 Romero, E. Tragicomedia España [1986] 69 Esp (CDH )
      El presidente estuvo haciendo figuras de papel durante mucho tiempo. Me pareció advertir, desde la tribuna, que lo primero que hizo fue una flecha de esas planeadoras. Después le salió algo parecido a un barco, o a un gorro de Pulgarcito. Últimamente me pareció ver un bonete.
    • 1988 Cela, C. J. Cristo [1993] 275 Esp (CDH )
      [...] Violet se desabrochó la blusa y le enseñó a Rocky Kupk el tatuaje de las flechas cruzadas de la amistad que llevaba justo en el nacimiento de la canal de las tetas [...].
    • 1989 Grandes, A. Edades Lulú [1995] Esp (CDH )
      Una mujer rubia, pequeña, de expresión graciosa y totalmente desnuda, sentada en una silla, completaba la composición por la derecha. Más o menos encima de su cabeza aparecía un símbolo que no había visto nunca, tres circulitos, los dos primeros con una flechita, el tercero con una crucecita también ascendente, entrelazados entre sí.
    • 1992 Martín Gaite, C. Nubosidad [1994] Esp (CDH )
      Todas las sensaciones dormidas de aquel verano, tan borroso como si nunca hubiera existido, fueron despertando de su anestesia mientras buscaba, cada vez más afanosamente, los dos sobres amarillos donde vi metidas por última vez esas fotografías, entre las que destaca, con la luz inconfundible de los tesoros, aquella sonrisa protectora de Encarna niña, cuando acababa de inventar, a modo de guarida para nuestro futuro, una casa de cuento que se llevó la marea, como se lleva implacable los nombres atravesados por una flecha que dibujan en la arena los enamorados.
    • 2002 Campanella, J. J. / Castets, F. Hijo novia Ar (CORPES)
      Se van sumando las voces, mientras la gente aparece de distintos lugares del restaurante: nacho, nino, otros empleados. nino, de la cocina, lleva una torta con forma de corazón con una flecha clavada.
    • 2013 Ambrós, I. "Flechas Shinzo Abe" [02-06-2013] La Vanguardia (Barcelona) Esp (HD)
      La prenda incluye también tres flechas bordadas, que apelan a los tres ejes de la estrategia de Abe: una política monetaria expansiva, medidas fiscales y reformas estructurales. Las tres flechas tienen un significado especial en Japón: según el proverbio, tres flechas juntas no se pueden romper.
    • 2021 Fernández, R. "Leer aceras Madrid" [25-09-2021] La Razón (Madrid) Esp (HD)
      Y por aquello de cerrar en positivo el paseo por los hitos de Madrid (nunca mejor dicho), no podemos dejar de observar las dos flechas del suelo de la Gran Vía. Parece que la diosa falla al lanzar dos de sus dardos, que se quedan clavadas en la acera. El destinatario de esas flechas está bien cerca. En el número 32 de la Gran Vía. Allí está el Ave Fénix, que lleva en su lomo a Endimión, un joven pastor al que Diana visitaba todas las noches tras bajar de la Luna. El romance entre el pastor y su hija Diana no fue del agrado de Zeus que, enfurecido, envió al Ave Fénix para secuestrar a Endimión y ocultarlo de su hija durante toda la eternidad. Mucho tiempo. Demasiado incluso para una diosa. Pero Diana no renuncia a su amor, y lanza al Ave Fénix sus flechas. Es justo ese momento el que queda representado en ese suelo de la Gran Vía. La historia, como tantas de la mitología griega, tiene un giro inesperado. Pero eso bien pudiera ser otra marca en la acera. Otra piedra tallada.
    1. s. f. Esp Heráld. En particular, flechas que forman parte del emblema de los Reyes Católicos
      docs. (1601-2009) 12 ejemplos:
      • 1601 Herrera Tordesillas, A. HHechos castellanos [1934-1935] Esp (CDH )
        Mandóse que se enviasen nóminas de los pueblos para que se hiciese nombramiento de jurados y regidores y proveyéronse otras cosas muy convenientes para el Gobierno político, y a suplicación de Pedro Moreno, procurador de la isla de San Juan, dio por armas a la isla un escudo verde y dentro de él un cordero plateado encima de un libro colorado, y atravesada una banda con una cruz, y su veleta como la trae la divisa de San Juan, y por orla castillos, leones y banderas y detrás de las armas y por divisa una F y una Y con sus coronas encima y el yugo y flechas del Rey Católico.
      • 2009 García Simón, A. "Ecos memoria. Peseta" Cuando leas esta carta Esp (CORPES)
        Paco Fuentes Menudo echó un vistazo a aquella peseta y supo al punto que sería difícil endosársela a nadie. Estaba pegada en su mitad por un esparadrapo grasiento, entre pardo y negruzco. Le faltaban dos de sus vértices, y en el escudo aquilino del nuevo Régimen, que figuraba en el haz del billete, se extendía una gran mancha de tinta que apenas dejaba ver en su pie las armas de los Reyes Católicos, yugo y flechas enlazados por el nudo gordiano.
      • 1601 Herrera Tordesillas, A. HHechos castellanos [1934-1935] Esp (CDH )
        Mandóse que se enviasen nóminas de los pueblos para que se hiciese nombramiento de jurados y regidores y proveyéronse otras cosas muy convenientes para el Gobierno político, y a suplicación de Pedro Moreno, procurador de la isla de San Juan, dio por armas a la isla un escudo verde y dentro de él un cordero plateado encima de un libro colorado, y atravesada una banda con una cruz, y su veleta como la trae la divisa de San Juan, y por orla castillos, leones y banderas y detrás de las armas y por divisa una F y una Y con sus coronas encima y el yugo y flechas del Rey Católico.
      • 1640 Requejo Salcedo, J. Relac hist y geogr Panamá [1908] 79 Panamá (CDH )
        Por ennoblezer a esta ziudad de Panamá, los Reyes Catolicos Don Fernando y Doña Isauel, el año de 1521 le despachó preuilegio y dió por armas vn escudo con el campo dorado, y en la mitad del, a la mano derecha, vn yugo y vn manojo de flechas, pardillo, con los casquillos azules y las plumas plateadas, que era la diuissa de los Católicos Reyes, y en la otra mitad del escudo dos carabelas, en señal que se esperaua en Nuestro Señor que por alli se hauia de hacer el descubrimiento de la Especeria; y encima dellas una estrella en señal del polo Artico, y por orla del dicho escudo castillos y leones.
      • 1857 Bécquer, G. A. HTemplos España [1995] Esp (CDH )
        En el tímpano de estos arcos dos ángeles de alto relieve y vestidos de largas túnicas tienen en sus manos los yugos y flechas, distintivo de los Reyes Católicos. Con éstos hacen juego otros dos que, sosteniendo los mismos emblemas, existen en las enjutas o ángulos que trazan en el muro los arcos al incluirse entre los pilares y la franja.
      • 1878 Alarcón, P. A. Días Salamanca Viajes Esp Esp (CDH )

        [...] hay que ver, en fin, aquellas otras grandes conchas de hierro que cubren a su vez, por vía de clavos, la gran puerta de entrada, y el precioso herraje de aquellas melodramáticasrejas (perdonadme el adjetivo), y aquel gran Escudo Real que presidela fachada, y todos aquellos perfiles aristocráticos y piadosos que ennoblecen el exterior de tan poético palacio... —Ya he dicho que data del siglo XV. Así lo revela su arquitectura, cuyo conjunto es gótico decadente con detalles platerescos; y así lo indican también el yugo y el haz de flechas, blasón especial de los Reyes Católicos, que se ven en el mencionado Escudo Real.

      • 1908 Larreta, E. Gloria Ramiro [1908] Argentina (CDH )
        Aquellos hombres de guerra, que traían en sus botas lodo reseco de los más diversos países, eran, según el blasón de Isabel y Fernando, el haz de flechas y el yugo del orbe. Uno que otro meditaba los presagios de decadencia; pero los más curábanse mayormente del color de una pluma ó del rumor de las propias espuelas.
      • 1931 Anónimo Manifiesto político J. O. N. S. Partidos programas políticos Esp (CDH )
        Nuestro emblema, un manojo de flechas cruzado por un yugo, recoge del escudo de los Reyes Católicos la emoción sagrada de unidad que presidió el genio histórico de estos monarcas.
      • 1938 Pemartín, José Propósito, ideal y filosofía del nuevo Bachillerato [1998] Esp (CDH )
        Reinado del yugo y las flechas de Fernando e Isabel y que, por haber optado violentamente a favor del
      • 1956 Cela, C. J. Judíos moros cristianos [1989] Esp (CDH )
        A izquierda del camino, y siempre adelante, se presenta el convento de Santa Cruz la Real, hoy dedicado a la beneficencia, con su aire gótico, su tanto monta, monta tanto, sus yugos y sus flechas. Torquemada, el primer inquisidor general, fué prior de este convento. En la iglesia se guarda el sepulcro de San Corbalán.
      • 1987 Vizcaíno Casas, F. Isabel [1992] Esp (CDH )
        Conquistado por fin el reino de Granada, la península queda ya prácticamente bajo una misma corona, haciendo realidad el simbolismo heráldico del yugo y las flechas. La unidad territorial se asentaría en seguida en un nuevo orden civil que se manifestó en la profunda reorganización del Estado, orientada en principios de clara centralización del Ejecutivo y definitiva hegemonía del poder real sobre la oligarquía nobiliaria, hasta entonces tan importante.
      • 2001 Cercas, J. Soldados Salamina [2002] 83 Esp (CDH )
        [...] Sánchez Mazas propuso, como símbolo del partido, el yugo y las flechas, que había sido el símbolo de los Reyes Católicos, acuñó el grito ritual de «¡Arriba España!», compuso la celebérrima Oración por los muertos de Falange, y a lo largo de varias noches de diciembre de 1935 participó, junto con José Antonio y con otros escritores de su círculo —Jacinto Miquelarena, Agustín de Foxá, Pedro Mourlane Michelena, José María Alfaro y Dionisio Ridruejo—, en la escritura de la letra del Cara al sol, en los bajos del Or Kompon, un bar vasco situado en la calle Miguel Moya de Madrid.
      • 2004 Menéndez Pidal, F. Escudo España p. 214 Esp (BD)
        En el ya citado misal de la capilla real de Granada, tan notable por sus decoraciones emblemáticas, hay en una página dos escudos sostenidos por ángeles, jironados de ocho piezas; uno de blanco y negro, con el yugo de oro; otro, de azul y verde, con el haz de flechas.
      • 2009 García Simón, A. "Ecos memoria. Peseta" Cuando leas esta carta Esp (CORPES)
        Paco Fuentes Menudo echó un vistazo a aquella peseta y supo al punto que sería difícil endosársela a nadie. Estaba pegada en su mitad por un esparadrapo grasiento, entre pardo y negruzco. Le faltaban dos de sus vértices, y en el escudo aquilino del nuevo Régimen, que figuraba en el haz del billete, se extendía una gran mancha de tinta que apenas dejaba ver en su pie las armas de los Reyes Católicos, yugo y flechas enlazados por el nudo gordiano.
    2. s. f. Esp En particular, las flechas que forman parte del emblema de la Falange española.
      docs. (1933-2020) 22 ejemplos:
      • 1933 Anónimo "JONS Órdenes comunicados" [20-03-1933] Igualdad (Valladolid) Esp (HD)
        El Triunvirato de las JONS hace saber a sus afiliados que ha tomado el acuerdo de exigir inexorablemente el uso y ostentación del emblema de la organización (el yugo y las flechas —disciplina y unidad— símbolos de nuestros principios regeneradores).
      • 2020 Vicent, M. Ava noche Esp (CORPES)
        El padre de David era un franquista, jefe de Falange del pueblo, cojo de un pie que había perdido en la batalla de Teruel. David sentía un terror indefinido cuando, en los momentos de cólera, temía que lo aplastara como a una cucaracha. Una noche, aquel progenitor omnipotente, después de la visita del gobernador, cenó con el uniforme puesto, la camisa azul, el yugo y las flechas, la boina roja, los correajes, el pantalón caqui y con una sola bota con clavos, puesto que la otra no la necesitaba.
      • 1933 Anónimo "JONS Órdenes comunicados" [20-03-1933] Igualdad (Valladolid) Esp (HD)
        El Triunvirato de las JONS hace saber a sus afiliados que ha tomado el acuerdo de exigir inexorablemente el uso y ostentación del emblema de la organización (el yugo y las flechas —disciplina y unidad— símbolos de nuestros principios regeneradores).
      • 1938 Leal Insúa, F. "Interpretación cuadro España" [25-06-1938] El pueblo gallego (Vigo) Esp (HD)
        El Movimiento ya tiene su símbolo pictórico. "Bordadoras de flechas" sintetiza magistralmente la grandeza de este momento solemne español [...]. Dos muchachas ocupan la parte central. Una de ellas, rubia y gentil, borda las flechas de la bandera.
      • 1961 Gironella, J. M. Muertos [1989] Esp (CDH )
        El cabo Ayuso, que llevaba en la camisa unas flechas monumentales, les preguntó si tenían algo que alegar.
      • 1978 Marsé, J. Muchacha bragas [1993] 60 Esp (CDH )

        Para un soñador vencido (un soñador ni fuerte ni despiadado, lo contrario de lo que yo quería ser entonces) la idea de ver a Sole enfrentada a este tipo de infidelidad era insoportable. Llevaba la insignia del yugo y las flechas bordada incluso, es un decir, en los camisones.

      • 1996 García Candau, J. Madrid-Barça [1996] Esp (CDH )
        Esta selección llevó camisa blanca, en la que estaban bordados el yugo y las flechas. El pantalón era azul oscuro. Zamora no jugó el segundo tiempo porque se lesionó una mano.
      • 2011 Tristante, J. Valle sombras Esp (CORPES)
        —Necesitamos la cama. —Sí, para uno de los nuestros —dijo Alemán mirando el yugo y las flechas que lucía el médico en la pechera de su bata. —En efecto, así debe ser. No querrá que sigamos perdiendo el tiempo con este... este rojo.
      • 2018 Cervera, C. "Ni fascista ni franquista" [04-12-2018] ABC (Madrid) Esp (CORPES)
        En enero de 1977, se realizó una modificación del escudo franquista mediante la cual el Águila de San Juan se representó en disposición de emprender el vuelo, cobijando bajo sus alas las columnas de Hércules, además se desplazó la cinta con el lema «una, grande y libre» del cuello del ave hasta encima de su cabeza. Paradójicamente, se suele calificar este escudo del águila como "preconstitucional" o "anticonstitucional", a pesar de que aparece impreso en el ejemplar solemne de la Constitución firmada por el Rey Juan Carlos en 1978. No fue realmente hasta 1981 cuando se sustituyó dicho escudo por el actual a través de una ley, de modo que desapareció el águila con el yugo y las flechas en sus garras. El emblema y la corona imperial fueron reemplazadas por símbolos reales, además de incorporar la flor de lis borbónica.
      • 2020 Vicent, M. Ava noche Esp (CORPES)
        El padre de David era un franquista, jefe de Falange del pueblo, cojo de un pie que había perdido en la batalla de Teruel. David sentía un terror indefinido cuando, en los momentos de cólera, temía que lo aplastara como a una cucaracha. Una noche, aquel progenitor omnipotente, después de la visita del gobernador, cenó con el uniforme puesto, la camisa azul, el yugo y las flechas, la boina roja, los correajes, el pantalón caqui y con una sola bota con clavos, puesto que la otra no la necesitaba.
      • 1933 Anónimo "JONS Órdenes comunicados" [20-03-1933] Igualdad (Valladolid) Esp (HD)
        El Triunvirato de las JONS hace saber a sus afiliados que ha tomado el acuerdo de exigir inexorablemente el uso y ostentación del emblema de la organización (el yugo y las flechas —disciplina y unidad— símbolos de nuestros principios regeneradores).
      • 1937 Agraz, Antonio Jotica Romances publicados en la CNT Esp (CDH )
        Por los montes de Aragón / salta, vibrante la jota: / «La Virgen del Pilar dice / que no quiere ser facciosa; / que está de yugos y flechas / hasta la misma corona.»Por los montes de Aragón / avanza la gente moza / de las huestes de Durruti, / que no conocen derrotas: / de los que «a todo renuncian, / pero nunca a la victoria». /
      • 1938 Leal Insúa, F. "Interpretación cuadro España" [25-06-1938] El pueblo gallego (Vigo) Esp (HD)
        El Movimiento ya tiene su símbolo pictórico. "Bordadoras de flechas" sintetiza magistralmente la grandeza de este momento solemne español [...]. Dos muchachas ocupan la parte central. Una de ellas, rubia y gentil, borda las flechas de la bandera.
      • 1939 Loma-Osorio, Antonio La magnífica jornada en Madrid Nueva Rioja, 20 de mayo de 1939 Esp (CDH )

        Delante de la tribuna del Generalísimo se colocaron las banderas, pendones y estandartes históricos, de los que eran portadores oficiales del Ejército. También ondeaban numerosas banderas nacionales y de los países amigos con las banderas del Movimiento, Flechas, Yugo y casa de Bergoña.

      • 1946 Anónimo Enciclopedia escolar. Primer año. Grado preparatorio [1946] Esp (CDH )
        Es base del Estado Español la Falange Española Tradicionalista y de las J. O. N. S, cuyo emblema de cinco flechas y el yugo ha sido incorporado a nuestro escudo nacional con la leyenda: una, grande y libre.
      • 1961 Gironella, J. M. Muertos [1989] Esp (CDH )
        El cabo Ayuso, que llevaba en la camisa unas flechas monumentales, les preguntó si tenían algo que alegar.
      • 1961 Gironella, J. M. Muertos [1989] Esp (CDH )
        Temió que Marta en la España «nacional» lo olvidara todo, que olvidara incluso amar y se alimentara exclusivamente de yugos y flechas.
      • 1961 Gironella, J. M. Muertos [1989] Esp (CDH )
        Los rodeaban retratos de Franco y de José Antonio, yugos y flechas y un mapa de operaciones.
      • 1966 Goytisolo, J. Señas identidad [1996] Esp (CDH )
        De allí habían enviado a los Mendiola boinas carlistas, gorros de Falange y hasta una camisa azul con el yugo y las flechas bordados en rojo que el tío César había acaparado para él y usaba a menudo en público, en la misa de los domingos o la terraza florida del café de la Poste.
      • 1970 Baeza Flores, A. Frontera adiós [1970] Ch (CDH )

        Eran hombres, mujeres, niños, que hablaban, que esperaban, en unas mal hilvanadas hileras. No importaba el sol. Imaginó que no importaría la lluvia. Entonces, de pronto, se le paralizó el corazón. Los oyó hablar. Eran sus compatriotas. Esperaban, esperaban, sin ira, sin impaciencia, habituados ya, ordenados, entre la desesperación y la disciplina, que el turno anterior terminara.

        Leyó las letras grandes. Decían Auxilio Social. Sobre el muro —con pintura negra y roja— vio el haz y las flechas. En letras bronceadas y en relieve leyó: Comedor Especial número 1.

      • 1978 Marsé, J. Muchacha bragas [1993] 60 Esp (CDH )

        Para un soñador vencido (un soñador ni fuerte ni despiadado, lo contrario de lo que yo quería ser entonces) la idea de ver a Sole enfrentada a este tipo de infidelidad era insoportable. Llevaba la insignia del yugo y las flechas bordada incluso, es un decir, en los camisones.

      • 1980 Prensa El País, 01/05/1980 [1980] Esp (CDH )
        Ayer pasé por la Cruz de los Caídos, en Pueblo Nuevo, y observé que en el citado monumento siguen el yugo y las flechas y la inscripción «Muertos por Dios, por España y la revolución nacionalsindicalista». Creo que así no se ayuda a olvidar los odios y que, en este momento, deben quitarse tanto el yugo y las flechas como la inscripción y cambiarla por un monumento en recuerdo homenaje a las víctimas de la guerra civil.
      • 1983 Fisas, C. Historias [1993] Esp (CDH )
        ¿Qué origen tienen el yugo y las flechas que usaba la Falange? Parece mentira que, a estas alturas, se me haga una pregunta semejante. Durante cerca de cuarenta años se nos ha enseñado y repetido que eran el emblema de los Reyes Católicos. La Falange no inventó nada, sino que lo adoptó como significación de su intento de volver a España al momento culminante de su gloria.
      • 1985 Romero, E. Tragicomedia España [1986] Esp (CDH )
        Realmente, todavía existió un ministro más, a quien cabe la asignación histórica de haber cerrado el Movimiento, las puertas de aquella sede de la Falange en Alcalá 44, y de haber descolgado las gigantescas flechas ornamentales de aquella pared, frente a la iglesia de San José.
      • 1985 Romero, E. Tragicomedia España [1986] 143 Esp (CDH )
        Y entre la euforia del poder adquirido de la noche a la mañana, y los que venían de otras partes y con diferentes rumbos, poco después nadie supo dónde estaban los verdaderos cánones y la intención política a largo plazo de la Falange. Por eso, uno de sus dirigentes del aluvión, Juan José Pradera, podía tener al mismo tiempo toda la propaganda y la prensa falangista en sus manos, y las acciones de La Codorniz, en donde el yugo y las flechas, señal del heroísmo y de la intrepidez falangista, fue cambiado por la cuchara y el tenedor, instrumentos utilitarios en los países de alto nivel de vida.
      • 1986 Prensa El País, 02/02/1986 [1986] Esp (CDH )
        Garaikoetxea salió precipitadamente porque tenía que coger el tren para Pamplona, olvidando quitarse de la solapa de la chaqueta la tarjeta de identificación para acceder al ministerio y en la que había dibujado un yugo y las flechas de grandes proporciones. Cuando iba en el tren notaba que muchas personas se le quedaban mirando, hasta que al llegar a Pamplona se dio cuenta a qué se debía esto.
      • 1988 Molina Foix, V. Quincena soviética [1988] Esp (CDH )
        Había allí Regulares de Marruecos (llamativos la chilaba bordada del oficial y el fez rojo de los suboficiales), Tiradores de Ifni con sus paños de cara para el viento siroco sujetos al turbante, Nómadas del Sahara de manto azulón apolillado, músicos militares con la oxidada corneta pegada a una boca sin labios, cabos de infantería en traje de campaña, una dama enfermera con su capita abierta por el forro, el soldado esquiador de mono blanco y patines astillados, un enlace motorizado recubierto de cuero y con la chichonera abollada, oficiales de la Guardia Civil con la capota rasgada por la espalda, Milicias de Falange, con el apuesto jerarca de uniforme negro y estrellas de plata rozadas en las puntas, el jefe de centuria vestido de parada, el soldado de choque con el gabán caqui y las vendas de pierna derrumbadas sobre la bota, el abanderado de camisa azul arremangada, con la herrumbrosa hebilla del yugo y las flechas clavada en la banda que le cruzaba el pecho, y una airosa señorita de la Sección Femenina con delantal blanco manchado de humores y la coqueta boina ladeada.
      • 1995 Ramírez Codina, P. J. David Goliat [1995] Esp (CDH )
        Y, cambiando de polo de atención y de etapa histórica, pregunten a cualquier amigo de Barcelona si no es verdad que en una viñeta humorística del diario estandarte de la catalanidad, la moderación y el seny se representaba la semana pasada a José María Aznar a modo de embigotada águila del escudo preconstitucional, rubricado por el yugo y las flechas, poniendo sitio a la fortaleza de la democracia defendida por González.
      • 1996 García Candau, J. Madrid-Barça [1996] Esp (CDH )
        Esta selección llevó camisa blanca, en la que estaban bordados el yugo y las flechas. El pantalón era azul oscuro. Zamora no jugó el segundo tiempo porque se lesionó una mano.
      • 2011 Tristante, J. Valle sombras Esp (CORPES)
        —Necesitamos la cama. —Sí, para uno de los nuestros —dijo Alemán mirando el yugo y las flechas que lucía el médico en la pechera de su bata. —En efecto, así debe ser. No querrá que sigamos perdiendo el tiempo con este... este rojo.
      • 2018 Cervera, C. "Ni fascista ni franquista" [04-12-2018] ABC (Madrid) Esp (CORPES)
        En enero de 1977, se realizó una modificación del escudo franquista mediante la cual el Águila de San Juan se representó en disposición de emprender el vuelo, cobijando bajo sus alas las columnas de Hércules, además se desplazó la cinta con el lema «una, grande y libre» del cuello del ave hasta encima de su cabeza. Paradójicamente, se suele calificar este escudo del águila como "preconstitucional" o "anticonstitucional", a pesar de que aparece impreso en el ejemplar solemne de la Constitución firmada por el Rey Juan Carlos en 1978. No fue realmente hasta 1981 cuando se sustituyó dicho escudo por el actual a través de una ley, de modo que desapareció el águila con el yugo y las flechas en sus garras. El emblema y la corona imperial fueron reemplazadas por símbolos reales, además de incorporar la flor de lis borbónica.
      • 2020 Vicent, M. Ava noche Esp (CORPES)
        El padre de David era un franquista, jefe de Falange del pueblo, cojo de un pie que había perdido en la batalla de Teruel. David sentía un terror indefinido cuando, en los momentos de cólera, temía que lo aplastara como a una cucaracha. Una noche, aquel progenitor omnipotente, después de la visita del gobernador, cenó con el uniforme puesto, la camisa azul, el yugo y las flechas, la boina roja, los correajes, el pantalón caqui y con una sola bota con clavos, puesto que la otra no la necesitaba.
  3. 1⟶metáfora
    s. f. Joya en forma de flecha.
    docs. (1496-1927) 5 ejemplos:
    • 1496 Anónimo Dote Documentos Príncipe don Juan Esp (CDH )
      Un joyel de unas flechas: tiene un diamante muy grande e un rubi, ambos en mucho precio, con tres perlas muy gruesas redondas en sus molinetes entre las piedras, e lleua mas por pujantes otras cinco perlas muy mayores, de harco de perrillas pendientes de las puntas de las flechas.
    • 1878 Sinués, M. P. Querer es poder p. 169 Esp (BD)
      Una cruz de oro, sujeta con una cinta de terciopelo negro, completaba el atavio de Rosario. Su bella cabeza, peinada con esquisito gusto, lucia las apretadas trenzas de su cabello, enlazadas con una flecha de oro.
    • 1878 Sinués, M. P. Querer es poder p. 217 Esp (BD)
      Flor de Oro llevaba un traje de lana muy sencillo, pero hecho por su mano con mucha gracia; sus cabellos rubios estaban peinados en gruesas trenzas, y recogidos por medio de una flecha de plata.
    • 1881 Pardo Bazán, E. Viaje novios [2002] Esp (CDH )
      Al divisarlas a lo lejos, se componía instintivamente el pelo, sacaba el pie calzado con zapatito Luis XV de tafilete, y paseaba su mano nerviosa por los morenos encajes de su pañoleta, haciendo destacar la flechilla de turquesas que la prendía.
    • 1927 Anónimo (Ventura) "Canastilla boda" [16-02-1927] La Época (Madrid) Esp (HD)
      Asimismo ha hecho don Antonio Urquijo los siguientes, presentes: a la marquesa de Jura Real, flecha de brillantes y zafiros; al marqués, reloj de platino y oro, y a sus futuros hermanos Javier, José, Andrés, Francisco, Santiago y Rafael Castillo, reloj de oro, petaca de plata, botones para la pechera, una cartera y alfileres de corbata.
  4. 1⟶metáfora
    s. f. Persona o cosa que causa un sufrimiento intenso.
    docs. (1598-2020) 21 ejemplos:
    • 1598 Vega Carpio, F. L. Arcadia [1975] 315 Esp (CDH )
      Poder olvidar / mejor es que todo; / mas ¿quién ha de hallar / de olvidar el modo? / Si no es medicable / con hierbas amor, / por mal incurable / templar el dolor; / matar con disgustos / a la causa de ellos, / y fingiendo gustos / lastimar con ellos. / Dar celos es flecha / que, si viene a errar, / al fin aprovecha / para dar pesar. / Para tu venganza / no han hecho los cielos / bien como mudanza / ni mal como celos; / que si miras bien / este desengaño, / en tu mismo bien / hallarás su daño.
    • 2020 García Lao, F. Nación Vacuna Ar (CORPES)
      Llego tarde. Voy directo a la máquina de café. Hay barullo en todos lados. El sonido es una flecha. No me la puedo sacar de la cabeza.
    • 1598 Vega Carpio, F. L. Arcadia [1975] 315 Esp (CDH )
      Poder olvidar / mejor es que todo; / mas ¿quién ha de hallar / de olvidar el modo? / Si no es medicable / con hierbas amor, / por mal incurable / templar el dolor; / matar con disgustos / a la causa de ellos, / y fingiendo gustos / lastimar con ellos. / Dar celos es flecha / que, si viene a errar, / al fin aprovecha / para dar pesar. / Para tu venganza / no han hecho los cielos / bien como mudanza / ni mal como celos; / que si miras bien / este desengaño, / en tu mismo bien / hallarás su daño.
    • 1612 Vega Carpio, F. L. Pastores Belén [1991] 167 Esp (CDH )
      Añade a tu enfermedad melancolía fingidos sentimientos y dolorosas quejas; échate en tu cama y suspira; vendrá infaliblemente tu padre a verte, mueve su paternal compasión con lágrimas, que de los hijos son flechas en los corazones de los padres, y dile finalmente que comerías si tu hermana Tamar viniese a curar de tu mal y hacerte de sus manos algún regalo.
    • 1615 Cervantes Saavedra, M. Quijote II Esp (CDH )

      — Sancho, ¿qué te parece cuán mal quisto soy de encantadores? Y mira hasta dónde se estiende su malicia y la ojeriza que me tienen, pues me han querido privar del contento que pudiera darme ver en su ser a mi señora. En efecto, yo nací para ejemplo de desdichados y para ser blanco y terrero donde tomen la mira y asiesten las flechas de la mala fortuna.

    • 1616 Cervantes Saavedra, M. Persiles [1994] Esp (CDH )
      Los mismos acidentes y sobresaltos recibió en el suyo Auristela, como aquella que por larga esperiencia sabía la voluntad que Arnaldo le tenía, y no podía acomodar su corazón a pensar cómo podría ser que las voluntades de Arnaldo y Periandro se aviniesen bien, sin que la rigurosa y desesperada flecha de los celos no les atrevesase las almas.
    • 1616 Paravicino, H. Presentación [1994] 88 Esp (CDH )
      Lógrese esta espiritual filiación, pero real y verdadera, que fundada en carne y sangre de Jesucristo, hoy he predicado. Y esta natural afectación de mi estilo, o desaseadla vos de propósito, o disculpadla. No sea halago del oído lo que había de ser flecha en el corazón.
    • 1726 Feijoo, B. J. Theatro crítico universal, I [1998] Esp (CDH )

      Considérense los tormentos de vn Caín, fugitivo de todos, y aun si pudiesse, de si mismo, errante por montes, y selvas, sin poder jamás arrancar la flecha, que le atravesaba el pecho; esto es, la memoria de su delito: como la otra herida Cierva, en quien figuró el gran Poeta la mortal inquietud de aquella Reyna enamorada.

    • 1732 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      FLECHA. Por metáfora se llama qualquiera cosa que molesta y causa dessabrimiento y pena. Dícese mui regularmente del dicho picante, y del amor. Lat. Spiculum. i.
    • 1818 Quintana, M. Memorial proceso prisión [1872] Esp (CDH )

      Vime, pues, al cabo de un año de trabajo incesante y de un celo ejemplar por la independencia de la nacion, en un estado precario, sin recursos ningunos, y atenido á lo que quisiese hacer de mí la nueva autoridad. Por fortuna, la malignidad y ojeriza que despues ha agotado todas sus flechas envenenadas conmigo, no se habia empezado á desplegar todavía; yo conservaba mi reputacion intacta, y el aprecio distinguido hacia mi talento se sostenia.

    • 1894 Zeno Gandía, M. Charca [2002] PR (CDH )
      De pronto sintió una viva inquietud, un recuerdo en forma de flecha se le clavó en la carne.
    • 1895 Zerolo, E. DiccEnciclLengCastellana (NTLLE)
      FLECHA. [...] Cosa que molesta o mortifica.
    • 1900 Pz Galdós, B. Ayacuchos [2002] 242 Esp (CDH )
      Así fue, y ya en pie, despidiéndonos, le dije: «Santiago, sabrás que Gracia no se ha consolado del desprecio que le hiciste, y ha tenido bastante grandeza de alma para perdonártelo. Aún espera de tu caballerosidad que...». No pude seguir porque vi venir sobre mí a los cuatro clérigos con una melosa amonestación para que me callara. Santiago cerró los ojos al oírme, y se volvió hacia sus guardianes como para pedirles auxilio contra mi atrevimiento. Pero yo vi la flecha penetrando en sus carnes, y el efecto estaba conseguido.
    • c1916 Blasco Ibáñez, V. Trad Mil noches [2003] Esp (CDH )
      ¡Oh dolor, oh dolor! iPreferiría no haber nacido, a caer herido por las flechas —¡sus miradas mortales!— y sacadas de la herida!
    • 1928 Carrasquilla, T. Marquesa Yolombó [1984] Co (CDH )

      El Bronco y Sarangoche siguen con el arrendamiento de la mina, tal y como lo ha tenido su afortunada hermana. *

      Sécanse los caminos y viene el madrugón. Las mismas Layos se vienen a dar cuenta, cuando Rosalita les manda la razón. ¡Qué flecha en las entrañas de esas viejas! A casa de Don Pedro acude el vecindario; pero también están prohibidas las patéticas manifestaciones. Lo que es la negrería libertada, llora donde Don Pedro no los oiga. Sacramento encabeza y echa los discursos.

    • 1935 Aleixandre, V. Destrucción [1989] 192 Esp (CDH )
      / Nadie puede ignorar la presencia del que vive, / del que en pie en medio de las flechas gritadas, / muestra su pecho transparente que no impide mirar, / que nunca será cristal a pesar de su claridad, / porque si acercáis vuestras manos, podréis sentir la sangre.
    • 1957 Laín Entralgo, P. Espera [1984] 264 Esp (CDH )

      El artista es un hombre inexorablemente traspasado por la acerada flecha del Infinito. Pero ¿qué es, a todo esto, ese Infinito que anhela el artista Baudelaire? Para Sartre, no "una inmensidad dada y sin límites", sino "lo que no está nunca concluso, lo que nunca puede acabar", como la serie de los números es infinita por la constante posibilidad de añadir una unidad al más elevado de ellos.

    • 1991 Tavira, L. Pentesilea [1991] Mx (CDH )

      PENTESILEA¡Huye! / ¡Huye niño! / Corre adonde estés a salvo, / ciervo hermoso; / vuela / adonde no te alcance / la flecha de mi mirada. / ¡Vete!

    • 2020 García Lao, F. Nación Vacuna Ar (CORPES)
      Llego tarde. Voy directo a la máquina de café. Hay barullo en todos lados. El sonido es una flecha. No me la puedo sacar de la cabeza.
    • 1598 Vega Carpio, F. L. Arcadia [1975] 315 Esp (CDH )
      Poder olvidar / mejor es que todo; / mas ¿quién ha de hallar / de olvidar el modo? / Si no es medicable / con hierbas amor, / por mal incurable / templar el dolor; / matar con disgustos / a la causa de ellos, / y fingiendo gustos / lastimar con ellos. / Dar celos es flecha / que, si viene a errar, / al fin aprovecha / para dar pesar. / Para tu venganza / no han hecho los cielos / bien como mudanza / ni mal como celos; / que si miras bien / este desengaño, / en tu mismo bien / hallarás su daño.
    • 1612 Vega Carpio, F. L. Pastores Belén [1991] 167 Esp (CDH )
      Añade a tu enfermedad melancolía fingidos sentimientos y dolorosas quejas; échate en tu cama y suspira; vendrá infaliblemente tu padre a verte, mueve su paternal compasión con lágrimas, que de los hijos son flechas en los corazones de los padres, y dile finalmente que comerías si tu hermana Tamar viniese a curar de tu mal y hacerte de sus manos algún regalo.
    • 1615 Cervantes Saavedra, M. Quijote II Esp (CDH )

      — Sancho, ¿qué te parece cuán mal quisto soy de encantadores? Y mira hasta dónde se estiende su malicia y la ojeriza que me tienen, pues me han querido privar del contento que pudiera darme ver en su ser a mi señora. En efecto, yo nací para ejemplo de desdichados y para ser blanco y terrero donde tomen la mira y asiesten las flechas de la mala fortuna.

    • 1616 Cervantes Saavedra, M. Persiles [1994] Esp (CDH )
      Los mismos acidentes y sobresaltos recibió en el suyo Auristela, como aquella que por larga esperiencia sabía la voluntad que Arnaldo le tenía, y no podía acomodar su corazón a pensar cómo podría ser que las voluntades de Arnaldo y Periandro se aviniesen bien, sin que la rigurosa y desesperada flecha de los celos no les atrevesase las almas.
    • 1616 Paravicino, H. Presentación [1994] 88 Esp (CDH )
      Lógrese esta espiritual filiación, pero real y verdadera, que fundada en carne y sangre de Jesucristo, hoy he predicado. Y esta natural afectación de mi estilo, o desaseadla vos de propósito, o disculpadla. No sea halago del oído lo que había de ser flecha en el corazón.
    • 1617 Suárez Figueroa, C. Pasajero [1988] Esp (CDH )
      ¡Oh tú que a la tierra, madre / De tantos partos diversos, / Te robas ingratamente, / Por ser su rostro tu centro; / Tú que dejas de los campos / Los saludables recreos, / Tanto músico volante, / Tanto arroyo lisonjero! / Sé que apenas entrarás / En quien es del mar correo, / Cuando mortales angustias / Serán flechas de tu pecho. /
    • 1684 Rodríguez, M. Marañón y Amazonas [1990] 124 Ec (CDH )
      A exemplo de san Francisco Xabier cuando entró en la India oriental, començó su predicación apostólica por los españoles, trabajando con todas sus fuerzas para reformar sus costumbres, porque su mal exemplo no impidiesse la conversión de los indios; y con este designio predicaba en los templos, en las plaças y en las calles, adonde se juntaba el concurso de la gente, con tal viveza y fuego de espíritu, que sus palabras eran flechas agudas que passaban los corazones y llamas que los encendían en el fuego de la contrición y dolor de sus culpas y deseos vivos de penitencia y desprecio del mundo.
    • 1726 Feijoo, B. J. Theatro crítico universal, I [1998] Esp (CDH )

      Considérense los tormentos de vn Caín, fugitivo de todos, y aun si pudiesse, de si mismo, errante por montes, y selvas, sin poder jamás arrancar la flecha, que le atravesaba el pecho; esto es, la memoria de su delito: como la otra herida Cierva, en quien figuró el gran Poeta la mortal inquietud de aquella Reyna enamorada.

    • 1732 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      FLECHA. Por metáfora se llama qualquiera cosa que molesta y causa dessabrimiento y pena. Dícese mui regularmente del dicho picante, y del amor. Lat. Spiculum. i.
    • 1818 Quintana, M. Memorial proceso prisión [1872] Esp (CDH )

      Vime, pues, al cabo de un año de trabajo incesante y de un celo ejemplar por la independencia de la nacion, en un estado precario, sin recursos ningunos, y atenido á lo que quisiese hacer de mí la nueva autoridad. Por fortuna, la malignidad y ojeriza que despues ha agotado todas sus flechas envenenadas conmigo, no se habia empezado á desplegar todavía; yo conservaba mi reputacion intacta, y el aprecio distinguido hacia mi talento se sostenia.

    • 1871 Sansón, J. P. Flores alma p. 37 Esp (BD)
      No entiendo lo que dices: / La niña es bella, / Delgada es su cintura, / Sus ojos flechas. / —Me estás matando: / ¿No ves cómo me ahoga / La voz el llanto?
    • 1894 Zeno Gandía, M. Charca [2002] PR (CDH )
      De pronto sintió una viva inquietud, un recuerdo en forma de flecha se le clavó en la carne.
    • 1895 Zerolo, E. DiccEnciclLengCastellana (NTLLE)
      FLECHA. [...] Cosa que molesta o mortifica.
    • 1900 Pz Galdós, B. Ayacuchos [2002] 242 Esp (CDH )
      Así fue, y ya en pie, despidiéndonos, le dije: «Santiago, sabrás que Gracia no se ha consolado del desprecio que le hiciste, y ha tenido bastante grandeza de alma para perdonártelo. Aún espera de tu caballerosidad que...». No pude seguir porque vi venir sobre mí a los cuatro clérigos con una melosa amonestación para que me callara. Santiago cerró los ojos al oírme, y se volvió hacia sus guardianes como para pedirles auxilio contra mi atrevimiento. Pero yo vi la flecha penetrando en sus carnes, y el efecto estaba conseguido.
    • c1916 Blasco Ibáñez, V. Trad Mil noches [2003] Esp (CDH )
      ¡Oh dolor, oh dolor! iPreferiría no haber nacido, a caer herido por las flechas —¡sus miradas mortales!— y sacadas de la herida!
    • 1928 Carrasquilla, T. Marquesa Yolombó [1984] Co (CDH )

      El Bronco y Sarangoche siguen con el arrendamiento de la mina, tal y como lo ha tenido su afortunada hermana. *

      Sécanse los caminos y viene el madrugón. Las mismas Layos se vienen a dar cuenta, cuando Rosalita les manda la razón. ¡Qué flecha en las entrañas de esas viejas! A casa de Don Pedro acude el vecindario; pero también están prohibidas las patéticas manifestaciones. Lo que es la negrería libertada, llora donde Don Pedro no los oiga. Sacramento encabeza y echa los discursos.

    • 1935 Aleixandre, V. Destrucción [1989] 192 Esp (CDH )
      / Nadie puede ignorar la presencia del que vive, / del que en pie en medio de las flechas gritadas, / muestra su pecho transparente que no impide mirar, / que nunca será cristal a pesar de su claridad, / porque si acercáis vuestras manos, podréis sentir la sangre.
    • 1957 Laín Entralgo, P. Espera [1984] 264 Esp (CDH )

      El artista es un hombre inexorablemente traspasado por la acerada flecha del Infinito. Pero ¿qué es, a todo esto, ese Infinito que anhela el artista Baudelaire? Para Sartre, no "una inmensidad dada y sin límites", sino "lo que no está nunca concluso, lo que nunca puede acabar", como la serie de los números es infinita por la constante posibilidad de añadir una unidad al más elevado de ellos.

    • 1986 Gironella, J. M. Hombres lloran [1987] Esp (CDH )

      Matías estaba sobre ascuas, entre otras razones porque el nuevo gobernador, en ausencia de Mateo, se había apoderado de la Jefatura Provincial de Falange. «Ya sé que es un decreto, y que en todas las provincias será así. Pero hubieran podido esperar a que mi yerno estuviera de vuelta.»Cuando Matías decía «mi yerno», es que lo defendía. Cuando decía «Mateo»a secas, postura neutral. Cuando decía «Mateo Santos», eran dos flechas que sonaban como escupitajos.

    • 1991 Tavira, L. Pentesilea [1991] Mx (CDH )

      PENTESILEA¡Huye! / ¡Huye niño! / Corre adonde estés a salvo, / ciervo hermoso; / vuela / adonde no te alcance / la flecha de mi mirada. / ¡Vete!

    • 2020 García Lao, F. Nación Vacuna Ar (CORPES)
      Llego tarde. Voy directo a la máquina de café. Hay barullo en todos lados. El sonido es una flecha. No me la puedo sacar de la cabeza.
  5. 1⟶metáfora
    s. f. Expresión de crítica, reprobación o burla mordaz contra alguien o algo.
    docs. (1613-2018) 22 ejemplos:
    • 1613 Cervantes Saavedra, M. Ilustre fregona Novelas ejemplares Esp (CDH )

      — No soy poeta —respondió la mujer—, pero ya sabéis vos que tengo buen entendimiento y que sé rezar en latín las cuatro oraciones.

      — Mejor haríades de rezallas en romance: que ya os dijo vuestro tío el clérigo que decíades mil gazafatones cuando rezábades en latín y que no rezábades nada.

      — Esa flecha, de la ahijada de su sobrina ha salido, que está envidiosa de verme tomar las Horas de latín en la mano y irme por ellas como por viña vendimiada.
    • 2018 Nación "Papa Francisco Argentina" [15-01-2018] La Nación (Santiago de Chile) Ch (HD)
      El primer papa latinoamericano de la historia en casi cinco años de pontificado ha visitado buena parte de los países que rodean su natal Argentina, comenzando por Brasil, Paraguay, Bolivia y pasando por Ecuador y Colombia [...]. Sin embargo, muchos observadores, tanto en el Vaticano como en Argentina, consideran que sus mensajes tienen un peso distinto en su país, donde suelen ser interpretados como intervenciones políticas y verdaderas flechas contra las medidas neoliberales del presidente Mauricio Macri, como la controvertida reciente ley de pensiones.
    • 1613 Cervantes Saavedra, M. Ilustre fregona Novelas ejemplares Esp (CDH )

      — No soy poeta —respondió la mujer—, pero ya sabéis vos que tengo buen entendimiento y que sé rezar en latín las cuatro oraciones.

      — Mejor haríades de rezallas en romance: que ya os dijo vuestro tío el clérigo que decíades mil gazafatones cuando rezábades en latín y que no rezábades nada.

      — Esa flecha, de la ahijada de su sobrina ha salido, que está envidiosa de verme tomar las Horas de latín en la mano y irme por ellas como por viña vendimiada.
    • 1647-p1649 Palafox Mendoza, J. Memoriales [1968] Mx (CDH )
      Ni la censura de los hombres; al honor, ni los tiros a la vida, ni los ultrajes a la dignidad, ni las flechas a la fama, ni las incomodidades al cuerpo, ni los agravios a la alma, ni las murmuraciones, ni las afrentas a la persona, ni el andar pobre, desconocido y fatigado, buscando ajenas regiones y confianzas; ni los temores, ni las fatigas que siguen una vida atribulada; ni todo junto, Señor, llega al dolor y desconsuelo que causa a un Pastor ausente de su ganado.
    • 1847 Estébanez Calderón, S. Escenas andaluzas [1985] Esp (CDH )

      La desconsolada moza, que entre tal oleaje de palabras y malas razones, y por en medio de tanta burla y crueldad, no acierta ni a dar significado a las frases, ni a descubrir en dónde está el sarcasmo o la verdad, la flecha envenenada de la burla o el bálsamo consolador de la esperanza; incierta en lo que ha de decir, conociendo su humillación, pero dudando de hallar tanta infamia en mujer, se deja caer sobre el asiento más inmediato, y prorrumpiendo en frenético llanto, exclama:

      — ¡He perdido mi honra! ¡Me han engañado vilmente!...

    • 1861 Castelar, E. Carta segunda [1861] Discursos Esp (CDH )

      Decíale yo á V. que los tiempos habian progresado tanto, que el ideal cristiano de caridad y de amor se había encarnado de tal suerte en las costumbres, que yo, español y católico, podía contender con un alemán y protestante, respetando su idea religiosa, y hasta defendiendo la ciencia de los grandes pensadores de Alemania, porque la ciencia se levanta sobre las razas y sobre las limitaciones geográficas. Y V., al huir, aunque alemán y protestante, me arroja una flecha envenenada, como los antiguos parthos, estrañando mucho esa tolerancia en un católico.

    • 1885 Carulla, J. M. Trad Charlatanismo social Félix p. 256 Esp (BD)
      Ante las miserias y los egoismos que no conocemos, no obstante todas nuestras miserias y todo nuestro egoísmo, su corazón se levantaba, se enardecía y se indignaba, convirtiendo la indignación sus palabras, en flechas ardientes; arrastrábales alguna vez á ciertas afirmaciones más ó menos hiperbólicas, que no hubieran ellos mismos ratificado en toda la calma de su corazón tranquilo; esta palabra, en fin, era una reacción; reacción enérgica y animosa que obraba por el arrastramiento del amor contra los excesos del egoísmo.
    • 1886 Acevedo Díaz, E. Brenda [2002] Uruguay (CDH )

      —. Mas, ante todo, dime: ¿es de tus amores que se trata? y esto pregunto, porque en casa de Areba, donde hallé reunido selecto número de damas, nada pude sorprender que tuviese atingencia contigo o se refiera a Brenda. Aunque... aguarda... ¡ahora infiero! Julieta hablaba a media voz, a priesa y casi febril con algunas de esas damas, mientras yo lo hacía con Areba; sus flechillas bañadas en curaro atravesaban la sala diestramente dirigidas.

    • 1898 Márquez Sterling, M. Mesa revuelta p. 97 Cu (BD)
      Yo creo que al crítico debe exigírsele el temperamento de artista, para que sepa sentir, no las ansias de borrajear cuartillas disfrazando con más ó menos habilidad la falta de poder creador, con la facultad crítica. No he adivinado jamás en los críticos españoles más serios, la imposición del crítico sobre el artista productor; necesitan apelar á la flecha satírica que disimula la falta de análisis y erudición.
    • 1922 Hnz Catá, A. Muerte nueva p. 247 Esp (BD)
      —Lee. Una infamia... Yo quiero esperar que tú no tengas en esto intervención; que sea una casualidad, una fatalidad; ¡pero que no hayas sido tú! Ramiro leyó el suelto insidioso. El periodista había cumplido su promesa: la flecha, certeramente lanzada, no podía errar el blanco.
    • 1945 Guillén, J. Carta de Guillén Cartas (1923-1951) Esp (CDH )
      ¡En mala hora le conocí! Ese hombre es la desgracia de mi vida —de mi pobre y tranquila vida literaria. En una de tus cartas del año pasado te referiste con la natural indignación a la «Carta a sí mismo» (¡vergonzoso Narciso Onán!) publicada en Letras de México. * Entonces pensé, como contestación, recordar algunas de sus recientes alusiones, de la más varia índole; pero siempre emponzoñada. Ya no sé dónde ni cuándo se han publicado todas esas bajezas. Sin exageración —y ten en cuenta que yo padezco de manía antipersecutoria—, han sido muy numerosos esos ataques. Puedo ostentar —y con qué asco— ese título: principal blanco de las flechas de J.R.J. Tú decías: «habrá que desenmascararle en público».
    • 1950 Alonso, D. Poesía española [1993] Esp (CDH )

      Los comentarios a Os Lusiadasse publicaron en Madrid, en 1639. Por de pronto, nadie contestó ni esta ni otras flechas dirigidas contra Góngora por don Manuel de Faria y Sousa.

    • 1966 Lezama Lima, J. Paradiso [1988] Cu (CDH )
      Sólo Cemí estiraba su cuello, queriendo perseguir las palabras en el aire, miraba después a sus otros primos, asombrado de que no escuchasen la flechita que su abuela les había lanzado.
    • 1993 Luna, J. "Parlamento chino creación gobierno sombra Hong Kong" [01-04-1993] Vanguardia (Barcelona) Esp (HD)
      La reunión anual del Congreso Nacional Popular terminó ayer en Pekín con otra flecha envenenada dirigida al gobernador de Hong Kong, la colonia británica que revierte a China en 1997. La Asamblea aprobó la creación de un "gobierno en la sombra" para Hong Kong, un órgano cuyo claro objetivo será erosionar la autoridad colonial en los últimos cuatro años de soberanía.
    • 2004 Etxebarría, L. Milagro equilibrio p. 28 Esp (BD)
      Podría quizá hacer ediciones especiales y limitadas para mis amigos o, como el Sebastián Venable de De repente, el último verano, dejar constancia expresa de que mis escritos sólo podrían publicarse tras mi muerte (por cierto, que lo mismo hizo Katherine Hepburn —Violet Venable en la película— con sus memorias), cuando a mí ya no pudieran herirme los aguijones y las flechas de la maledicencia ajena.
    • 2015 Becerra, J. J. Espectáculo tiempo (CORPES)
      La tira de asado estaba un poco dura, lo que indignó a Felipe Pérez que no se quedó sentado en su lugar, lanzando flechas de sarcasmo desde el rostro de piedra que le había esculpido la cocaína; se levantó a increpar al parrillero, un hombre delgado pero con una panza que le vencía la columna: "Escuchame, hermano, ese cascote que me diste, ¿de dónde lo sacaste?, ¿de una demolición?".
    • 2018 Nación "Papa Francisco Argentina" [15-01-2018] La Nación (Santiago de Chile) Ch (HD)
      El primer papa latinoamericano de la historia en casi cinco años de pontificado ha visitado buena parte de los países que rodean su natal Argentina, comenzando por Brasil, Paraguay, Bolivia y pasando por Ecuador y Colombia [...]. Sin embargo, muchos observadores, tanto en el Vaticano como en Argentina, consideran que sus mensajes tienen un peso distinto en su país, donde suelen ser interpretados como intervenciones políticas y verdaderas flechas contra las medidas neoliberales del presidente Mauricio Macri, como la controvertida reciente ley de pensiones.
    • 1613 Cervantes Saavedra, M. Ilustre fregona Novelas ejemplares Esp (CDH )

      — No soy poeta —respondió la mujer—, pero ya sabéis vos que tengo buen entendimiento y que sé rezar en latín las cuatro oraciones.

      — Mejor haríades de rezallas en romance: que ya os dijo vuestro tío el clérigo que decíades mil gazafatones cuando rezábades en latín y que no rezábades nada.

      — Esa flecha, de la ahijada de su sobrina ha salido, que está envidiosa de verme tomar las Horas de latín en la mano y irme por ellas como por viña vendimiada.
    • 1647-p1649 Palafox Mendoza, J. Memoriales [1968] Mx (CDH )
      Ni la censura de los hombres; al honor, ni los tiros a la vida, ni los ultrajes a la dignidad, ni las flechas a la fama, ni las incomodidades al cuerpo, ni los agravios a la alma, ni las murmuraciones, ni las afrentas a la persona, ni el andar pobre, desconocido y fatigado, buscando ajenas regiones y confianzas; ni los temores, ni las fatigas que siguen una vida atribulada; ni todo junto, Señor, llega al dolor y desconsuelo que causa a un Pastor ausente de su ganado.
    • 1847 Estébanez Calderón, S. Escenas andaluzas [1985] Esp (CDH )

      La desconsolada moza, que entre tal oleaje de palabras y malas razones, y por en medio de tanta burla y crueldad, no acierta ni a dar significado a las frases, ni a descubrir en dónde está el sarcasmo o la verdad, la flecha envenenada de la burla o el bálsamo consolador de la esperanza; incierta en lo que ha de decir, conociendo su humillación, pero dudando de hallar tanta infamia en mujer, se deja caer sobre el asiento más inmediato, y prorrumpiendo en frenético llanto, exclama:

      — ¡He perdido mi honra! ¡Me han engañado vilmente!...

    • 1861 Castelar, E. Carta segunda [1861] Discursos Esp (CDH )

      Decíale yo á V. que los tiempos habian progresado tanto, que el ideal cristiano de caridad y de amor se había encarnado de tal suerte en las costumbres, que yo, español y católico, podía contender con un alemán y protestante, respetando su idea religiosa, y hasta defendiendo la ciencia de los grandes pensadores de Alemania, porque la ciencia se levanta sobre las razas y sobre las limitaciones geográficas. Y V., al huir, aunque alemán y protestante, me arroja una flecha envenenada, como los antiguos parthos, estrañando mucho esa tolerancia en un católico.

    • 1885 Carulla, J. M. Trad Charlatanismo social Félix p. 256 Esp (BD)
      Ante las miserias y los egoismos que no conocemos, no obstante todas nuestras miserias y todo nuestro egoísmo, su corazón se levantaba, se enardecía y se indignaba, convirtiendo la indignación sus palabras, en flechas ardientes; arrastrábales alguna vez á ciertas afirmaciones más ó menos hiperbólicas, que no hubieran ellos mismos ratificado en toda la calma de su corazón tranquilo; esta palabra, en fin, era una reacción; reacción enérgica y animosa que obraba por el arrastramiento del amor contra los excesos del egoísmo.
    • 1886 Acevedo Díaz, E. Brenda [2002] Uruguay (CDH )

      —. Mas, ante todo, dime: ¿es de tus amores que se trata? y esto pregunto, porque en casa de Areba, donde hallé reunido selecto número de damas, nada pude sorprender que tuviese atingencia contigo o se refiera a Brenda. Aunque... aguarda... ¡ahora infiero! Julieta hablaba a media voz, a priesa y casi febril con algunas de esas damas, mientras yo lo hacía con Areba; sus flechillas bañadas en curaro atravesaban la sala diestramente dirigidas.

    • 1898 Márquez Sterling, M. Mesa revuelta p. 97 Cu (BD)
      Yo creo que al crítico debe exigírsele el temperamento de artista, para que sepa sentir, no las ansias de borrajear cuartillas disfrazando con más ó menos habilidad la falta de poder creador, con la facultad crítica. No he adivinado jamás en los críticos españoles más serios, la imposición del crítico sobre el artista productor; necesitan apelar á la flecha satírica que disimula la falta de análisis y erudición.
    • 1900 Pardo Bazán, E. "Literatura moderna Francia" [01-01-1900] p. 65 La España Moderna (Madrid) Esp (HD)
      Béranger es un poeta que chorrea el jugo de su raza; galo hasta la médula, hasta cuando parece respirar el ambiente de Horacio ó de Tíbulo, ó cuando produce la ilusión fugaz de un moderno Anacreonte; artista, porque sabe encerrar un asunto en corto espacio, y disparar la flecha satírica emplumada en la riente copla; pero jamás pudo Béranger salvar la misteriosa valla que separa al genio del ingenio; y el que quiera notar la diferencia de estatura que hay entre dos satíricos de los cuales sólo uno es poeta excelso, compare la Bandera vieja de Béranger con la sublime invocación á las banderas contenida en Los castigos de Víctor Hugo.
    • 1904 Blest Gana, A. Transplantados [1904] Ch (CDH )

      Las dueñas de casa, sus hijas y sus visitas, afectaban ignorar completamente el acontecimiento de la noche, mientras que la de Palomares y la de Cuadrilla, ardiendo en deseos de hablar del baile, y no hallando medio de hacerlo, llegaban á tener la actitud distraída del que, en medio de las conversaciones de un banquete, aisla su pensamiento para repasar de memoria el brindis preparado. Las demás, como una tropa que se ha formado en cuadro á fin de resistir á las embestidas del enemigo, sostenía un fuego nutrido de conversaciones incesantes, que llegaba á derrotar á las jóvenes. Cansadas éstas de esperar el momento propicio, se daban, por medio de algún ligero movimiento de cabeza, la señal de la retirada. Pero al hallarse de pie en el instante de la despedida, y mientras procuraban hacer lucir la elegancia de sus trajes, Milagritos, con estudiada naturalidad, lanzaba la flecha.

      — ¿Y á qué hora piensan ir ustedes al baile esta noche? preguntaba á las muchachas de la casa.

    • 1922 Hnz Catá, A. Muerte nueva p. 247 Esp (BD)
      —Lee. Una infamia... Yo quiero esperar que tú no tengas en esto intervención; que sea una casualidad, una fatalidad; ¡pero que no hayas sido tú! Ramiro leyó el suelto insidioso. El periodista había cumplido su promesa: la flecha, certeramente lanzada, no podía errar el blanco.
    • 1945 Guillén, J. Carta de Guillén Cartas (1923-1951) Esp (CDH )
      ¡En mala hora le conocí! Ese hombre es la desgracia de mi vida —de mi pobre y tranquila vida literaria. En una de tus cartas del año pasado te referiste con la natural indignación a la «Carta a sí mismo» (¡vergonzoso Narciso Onán!) publicada en Letras de México. * Entonces pensé, como contestación, recordar algunas de sus recientes alusiones, de la más varia índole; pero siempre emponzoñada. Ya no sé dónde ni cuándo se han publicado todas esas bajezas. Sin exageración —y ten en cuenta que yo padezco de manía antipersecutoria—, han sido muy numerosos esos ataques. Puedo ostentar —y con qué asco— ese título: principal blanco de las flechas de J.R.J. Tú decías: «habrá que desenmascararle en público».
    • 1945 Mtz Kleiser, L. Discurso recepción RAE [1945] 58 Esp (CDH )

      La Palabra es un manantial de piedras preciosas que brota de los labios del hombre. Pero, además, en su poderosa eficacia, es la fiera que devora y el microbio que acecha; la llama que prende y el chaparrón que apaga; el humo que asfixia y el aroma que despierta; el arado que labra y la semilla que produce; el abono que fecunda y la nube que aniquila; el clarín que convoca y la rudeza que repele; el águila que se remonta y el reptil que se arrastra; el soplo. poderoso del genio y la lámpara votiva, que arde sin consumirse ante su Creador. Por eso, es humilde sierva que acude a todos los llamamientos afectivos del corazón y responde a todos los designios de la inteligencia. Por eso, es voz delicada de ternuras o ronco bramido de desafueros; flor alada de requiebros o flecha envenenada de diatribas [...].

    • 1947-1948 Briceño-Iragorry, M. Regente Heredia [1948] 241 Venezuela (CDH )
      ¡Y a ti, Heredia inmaculado, la república que se alzará en medio de estas ruinas espantosas habrá de agradecerte la vida de sus fundadores y aun el haber puesto bajo el solio del Tribunal, como ministro interino, a Francisco Espejo, víctima egregia de los desmanes de Monteverde! Por eso el viejo gobernador lo llama en sus informes "criminalísimo" y pondera la falta de quienes lo llevaron a ocupar puesto en los Tribunales del rey. No escapa, ¿quién puede escapar de las flechas enherboladas de Monteverde?
    • 1950 Alonso, D. Poesía española [1993] Esp (CDH )

      Los comentarios a Os Lusiadasse publicaron en Madrid, en 1639. Por de pronto, nadie contestó ni esta ni otras flechas dirigidas contra Góngora por don Manuel de Faria y Sousa.

    • 1966 Lezama Lima, J. Paradiso [1988] Cu (CDH )
      Sólo Cemí estiraba su cuello, queriendo perseguir las palabras en el aire, miraba después a sus otros primos, asombrado de que no escuchasen la flechita que su abuela les había lanzado.
    • 1990 Trías, C. Encuentro [1990] Esp (CDH )

      — La igualdad no excluye el bienestar —sentenció sin poderse contener e inmediatamente se llevó la copa a los labios como si quisiera borrar aquella frase: bebió a pequeños sorbos, mordiéndose la lengua para que no se le escapara otra verdad, siguiendo con angustia el lento declinar del líquido en la copa, evitando heroicamente que aquel sucedáneo de ambrosía se abriera paso hasta el cerebro y enturbiara sus ideas, padeciendo en suma el mismo suplicio que haría padecer meses después a Hermenegildo, y a medida que el fuego iba prendiendo en sus entrañas, se perfilaba en su mente la sospecha de que el otro había descubierto su talón y hacia él dirigía sus flechas envenenadas.

    • 1993 Luna, J. "Parlamento chino creación gobierno sombra Hong Kong" [01-04-1993] Vanguardia (Barcelona) Esp (HD)
      La reunión anual del Congreso Nacional Popular terminó ayer en Pekín con otra flecha envenenada dirigida al gobernador de Hong Kong, la colonia británica que revierte a China en 1997. La Asamblea aprobó la creación de un "gobierno en la sombra" para Hong Kong, un órgano cuyo claro objetivo será erosionar la autoridad colonial en los últimos cuatro años de soberanía.
    • 2001 Celis, L. M. Zafiros rubí Ve (CORPES)
      Antonella intentaba no darse por aludida, pero para Michael no era secreto que las dos mujeres preferían no encontrarse en la misma habitación. Y encontró agradable incomodar a Antonella con su querida Mariana. Así pues, entre flecha y flecha, transcurrió el almuerzo. Se despidieron tan rápido como pudieron y regresaron a la oficina como habían venido.
    • 1998-2002 Fresán, R. Velocidad Cosas [2002] Ar (CDH )

      A diferencia de los hombres, que suelen vivir en función de años, las mujeres son plena y totalmente conscientes del comportamiento de los segundos. Por eso son más locas... O más sabias, no estoy seguro...

      Natascha Bogdanovitch me sonríe como se sonríe a esa persona que no sabe lo que dice pero lo que dice suena bien o divertido, así que por qué desilusionarla con la flecha de una pregunta que derrumbará para siempre el cuerpo absurdamente liviano de la hipótesis en vuelo.
    • 2004 Etxebarría, L. Milagro equilibrio p. 28 Esp (BD)
      Podría quizá hacer ediciones especiales y limitadas para mis amigos o, como el Sebastián Venable de De repente, el último verano, dejar constancia expresa de que mis escritos sólo podrían publicarse tras mi muerte (por cierto, que lo mismo hizo Katherine Hepburn —Violet Venable en la película— con sus memorias), cuando a mí ya no pudieran herirme los aguijones y las flechas de la maledicencia ajena.
    • 2015 Becerra, J. J. Espectáculo tiempo (CORPES)
      La tira de asado estaba un poco dura, lo que indignó a Felipe Pérez que no se quedó sentado en su lugar, lanzando flechas de sarcasmo desde el rostro de piedra que le había esculpido la cocaína; se levantó a increpar al parrillero, un hombre delgado pero con una panza que le vencía la columna: "Escuchame, hermano, ese cascote que me diste, ¿de dónde lo sacaste?, ¿de una demolición?".
    • 2018 Nación "Papa Francisco Argentina" [15-01-2018] La Nación (Santiago de Chile) Ch (HD)
      El primer papa latinoamericano de la historia en casi cinco años de pontificado ha visitado buena parte de los países que rodean su natal Argentina, comenzando por Brasil, Paraguay, Bolivia y pasando por Ecuador y Colombia [...]. Sin embargo, muchos observadores, tanto en el Vaticano como en Argentina, consideran que sus mensajes tienen un peso distinto en su país, donde suelen ser interpretados como intervenciones políticas y verdaderas flechas contra las medidas neoliberales del presidente Mauricio Macri, como la controvertida reciente ley de pensiones.
  6. 1⟶metáfora
    s. f. Calor intenso o excesivo producido por el sol.
    docs. (1627-2011) 2 ejemplos:
    • a1627 Balvás Barona, Antonio Versos de la ensalada Filis, Angélica y Jacinta Corpus de la antigua lírica popular hispánica (siglos XV a XVII) Esp (CDH )
      Mucho pica el sol: / más pica el amor. / Mucho pica el sol / con flechas de fuego: / más pica el amor, / que hiere más rezio. /
    • 1862 Castelar, E. Hermana caridad [2002] Esp (CDH )

      El sol, el ardiente sol lanzaba flechas contra el ejército cristiano, al paso que con su fuego alimentaba el fuego del enemigo. Aquella tierra árida y abrasada, aquel cielo metálico, más duro que el acero; aquella Naturaleza muda, postrada; aquellas lejanas refracciones del sol, que parecían un mar que avanzaba contra los dos ejércitos; aquel calor sofocante, pavoroso, eran bastante a llevar el decaimiento a los ánimos, la incertidumbre al corazón, la duda a la inteligencia.

    1. s. En ocasiones, con el complemento del sol.
      docs. (1897-2011) 3 ejemplos:
      • 1897 Campión, A. Euskariana Fantasía realidad p. 235 Esp (BD)
        Repetida la pregunta con términos más llanos, pudo contestar Pedro Mari, que, lejos de huir, los españoles se disponían á invadir á Francia. —¿Y crees eso?—preguntó irónico el capitán Mendiri.—¡Necedad inconcebible! Apenas los viles satélites del Rey Católico pisen los límites de esta tierra republicana, se desharán, sin más, como los fétidos vapores de los pantanos bajo las flechas del sol.
      • 1906 Trigo, F. Sed amar p. 35 Esp (BD)
        El aire limitado los hacía sudar, en la calmosa siesta, caldeado aquello por algunas flechas de sol.
      • 2011 Beltrán, J. Trad Comunidad lee salmos p. 353 Co (BD)
        BAJO LAS ALAS DEL SEÑOR [...]. Con esta protección el justo afronta los terrores nocturnos (evocados también en Ct 3, 7-8), con alusiones a los espíritus malignos que, según la tradición oriental, pueblan la noche; no teme las epidemias y, en el calor del día, las flechas del sol, los dardos ardientes del calor; no lo impresionan ni siquiera los adversarios, a los cuales él destruirá.
  7. 1⟶metáfora
    s. f. Línea de luz que irradia el sol u otra fuente luminosa.
    Sinónimos: flechazo; saeta; saetazo
    docs. (1627-2004) 14 ejemplos:
    • 1863 Vilarrasa, E. M. "Reseña histórica Congreso Malines" [10-12-1863] Revista Católica (Barcelona) Esp (HD)
      En el Cristianismo está la fuerza; ¿por qué regatear á los enemigos un palmo de tierra para combatir? ¿ Qué hemos de temer de ellos? ¿No estamos revestidos con armas de luz? Las tinieblas ¿no caen siempre heridas á la primera flecha del sol?
    • 1995 Glz León, A. Viejo [1995] 166 Venezuela (CDH )
      [...] nadie está presente de nuestras peripecias pero hay que degustarlas lentamente como quien compra por primera vez un helado en la feria y por la feria se va distraído hasta el parque de diversiones donde una gran rueda de luces lanza flechas de color sobre los ojos y un equilibrista venido del fondo de los fondos marcha sobre un alambre con una vara en el costado al compás de un vals [...].
    • 1863 Vilarrasa, E. M. "Reseña histórica Congreso Malines" [10-12-1863] Revista Católica (Barcelona) Esp (HD)
      En el Cristianismo está la fuerza; ¿por qué regatear á los enemigos un palmo de tierra para combatir? ¿ Qué hemos de temer de ellos? ¿No estamos revestidos con armas de luz? Las tinieblas ¿no caen siempre heridas á la primera flecha del sol?
    • 1898 Blasco Ibáñez, V. Barraca [1997] Esp (CDH )

      El espacio vibraba de luz y de calor. Un sol africano lanzaba torrentes de oro sobre la tierra, resquebrajándola con sus ardorosas caricias. Sus flechas de oro deslizábanse entre el follaje, toldo de verdura bajo el cual cobijaba la vega sus rumorosas acequias y sus húmedos surcos, como temerosa del calor que hacía germinar la vida por todas partes.

    • 1899 Frías, H. "Solgluna" p. 48 Leyendas históricas mexicanas Mx (BD)
      Y por el cielo manchado con nubes de fuego y carmín, cobre, acero y azulamientos de pavón finísimo, pasaban las flechas radiosas de la aurora vespertina, formando la diadema fúlgida de los volcanes de Oriente...
    • 1903-1905 Echeverría, A. J. Romances [1953] 55 Concherías Costa Rica (CDH )
      / Por el toldo de las ramas / filtra el sol sus ígneas flechas, / que al besar su carne firme / como el mármol reverberan.
    • 1920 López Pinillos, J. Vidas pintorescas p. 68 Esp (BD)
      Tendría yo dos lustros, cuando vi en El Mundo Ilustrado la reproducción del cuadrito Una mañana en Capri, y se me llenó el alma de claridad. Un cielo dulcemente luminoso; bajo el cielo, una terraza de mármol como la nieve; en la terraza, una mujer que parecía vestida de espuma, junto a un pomposo pavo real, y en la lejanía, después del verdor intenso de los naranjos y los laureles, el azul del mar, lleno de flechas de sol.
    • 1982 Kociancich, V. Octava maravilla [1982] Ar (CDH )
      Sentada a mi lado, sobre la cama, con las manos apoyadas en las rodillas, el cuerpo calmo absorbiendo entera la poca luz que entra por la ventana abierta, una débil flecha amarilla que lanza el farol de la calle lateral, más que una mujer parece un ídolo.
    • 1992 Chamorro, E. Cruz Santiago [1992] 277 Esp (CDH )
      En un extremo de la costa brillaba la luz intermitente de un faro, una flecha brillante en busca del corazón del mar.
    • 1995 Glz León, A. Viejo [1995] 166 Venezuela (CDH )
      [...] nadie está presente de nuestras peripecias pero hay que degustarlas lentamente como quien compra por primera vez un helado en la feria y por la feria se va distraído hasta el parque de diversiones donde una gran rueda de luces lanza flechas de color sobre los ojos y un equilibrista venido del fondo de los fondos marcha sobre un alambre con una vara en el costado al compás de un vals [...].
    • 1863 Vilarrasa, E. M. "Reseña histórica Congreso Malines" [10-12-1863] Revista Católica (Barcelona) Esp (HD)
      En el Cristianismo está la fuerza; ¿por qué regatear á los enemigos un palmo de tierra para combatir? ¿ Qué hemos de temer de ellos? ¿No estamos revestidos con armas de luz? Las tinieblas ¿no caen siempre heridas á la primera flecha del sol?
    • 1898 Blasco Ibáñez, V. Barraca [1997] Esp (CDH )

      El espacio vibraba de luz y de calor. Un sol africano lanzaba torrentes de oro sobre la tierra, resquebrajándola con sus ardorosas caricias. Sus flechas de oro deslizábanse entre el follaje, toldo de verdura bajo el cual cobijaba la vega sus rumorosas acequias y sus húmedos surcos, como temerosa del calor que hacía germinar la vida por todas partes.

    • 1899 Frías, H. "Solgluna" p. 48 Leyendas históricas mexicanas Mx (BD)
      Y por el cielo manchado con nubes de fuego y carmín, cobre, acero y azulamientos de pavón finísimo, pasaban las flechas radiosas de la aurora vespertina, formando la diadema fúlgida de los volcanes de Oriente...
    • 1903-1905 Echeverría, A. J. Romances [1953] 55 Concherías Costa Rica (CDH )
      / Por el toldo de las ramas / filtra el sol sus ígneas flechas, / que al besar su carne firme / como el mármol reverberan.
    • 1920 López Pinillos, J. Vidas pintorescas p. 68 Esp (BD)
      Tendría yo dos lustros, cuando vi en El Mundo Ilustrado la reproducción del cuadrito Una mañana en Capri, y se me llenó el alma de claridad. Un cielo dulcemente luminoso; bajo el cielo, una terraza de mármol como la nieve; en la terraza, una mujer que parecía vestida de espuma, junto a un pomposo pavo real, y en la lejanía, después del verdor intenso de los naranjos y los laureles, el azul del mar, lleno de flechas de sol.
    • 1923 Licudi, H. "Gibraltar" [02-08-1923] La Libertad (Madrid) Esp (HD)
      Las flechas del sol invaden el café; una claridad jocunda, una vibración de alegría latina, suprema alegría de irse, de esponjar la retina en el encanto de una ruta nueva, se enseñorea del espíritu, y el local se alegra como una estación.
    • 1935 Loynaz, D. M. Jardín [1992] Cu (CDH )

      También se ve a lo lejos un promontorio de rocas, un castillo sobre el promontorio, una bandera sobre el castillo... ¡Y pájaros volando!...

      La sonrisa de Bárbara torna a encenderse... Vuela más alta que los pájaros... Flechas de oro atraviesan el aire, lo acribillan con destellos blancos, amarillo pálido, amarillo fuerte... Y el mar empieza poco a poco a moverse.

    • 1939 Castella Zavala, C. Cruz flores [1939] Esp (CDH )
      El sol de abril calaba con flechas de oro el espeso ramaje y venía a esmaltar de luces claras el suelo y los verdes macizos de arrayán.
    • 1943 Fdz Flórez, W. Bosque animado [1997] Esp (CDH )
      El milano hacía temblar sus alas, fijo en la altura, como si lo hubiese clavado allí una flecha del joven sol de abril, de un amarillo como el de la flor del tojo. Javier cerró sus párpados y vio la boca de su prima con el gesto de mimo que ponía en ella la presión de la almohada. Y cuando los volvió a cerrar otra vez, vio el hombro desnudo y, en seguida, la medallita que colgaba del cuello entre la carne olorosa. Después no pensó más. Quedóse en una pereza profunda y extraña, en la que su alma y su cuerpo parecían desleírse placenteramente.
    • 1961 Prados, E. Piedra escrita [1979] 148 Esp (CDH )
      ) / "¿Qué se puede añadir a esta blancura?"... / (Silencio, soledad: sobre la playa / —piel vertical sin límites de olvido—, / / presencia la total fuerza en que mana / —centro de un blanco el equilibrio en vida—, / una flecha amarilla, luz de un nácar, / ánimo es de la noche que ilumina.
    • 1982 Kociancich, V. Octava maravilla [1982] Ar (CDH )
      Sentada a mi lado, sobre la cama, con las manos apoyadas en las rodillas, el cuerpo calmo absorbiendo entera la poca luz que entra por la ventana abierta, una débil flecha amarilla que lanza el farol de la calle lateral, más que una mujer parece un ídolo.
    • 1988 Montero, R. Amado amo [1988] 186 Esp (CDH )
      Tan tarde que la luz se agolparía al otro lado de las persianas bajadas, empujándolas, se diría que hinchándolas, casi reventándolas con ese sol que se filtraría a presión por las rendijas, que se clavaría en él como una flecha luminosa, delatándole, señalándole, conminándole, gandul, inútil, zángano, para vivir así te daría lo mismo el estar muerto.
    • 1992 Chamorro, E. Cruz Santiago [1992] 277 Esp (CDH )
      En un extremo de la costa brillaba la luz intermitente de un faro, una flecha brillante en busca del corazón del mar.
    • 1995 Glz León, A. Viejo [1995] 166 Venezuela (CDH )
      [...] nadie está presente de nuestras peripecias pero hay que degustarlas lentamente como quien compra por primera vez un helado en la feria y por la feria se va distraído hasta el parque de diversiones donde una gran rueda de luces lanza flechas de color sobre los ojos y un equilibrista venido del fondo de los fondos marcha sobre un alambre con una vara en el costado al compás de un vals [...].
    1. s. Frecuentemente, con el complemento de luz.
      docs. (1627-2004) 11 ejemplos:
      • a1627 Balvás Barona, A. Versos ensalada Corpus de la antigua lírica popular hispánica (siglos XV a XVII) Esp (CORPES)
        Antes del alba, el toque de diana la sobresalta y subleva. Se acurruca bajo el poncho, asomando apenas la nariz y los ojos fuera del refugio temporal del lecho, y observa el movimiento de sus compañeras empezando la jornada en las penumbras; la luz grisácea del amanecer se hace más brillante en las ventanas, entra una flecha de luz que empujando las tinieblas toca su catre, cual si le dijera: Arriba, vamos, endereza el cuerpo y guarda el alma, ahora deberás vivir lo que te falta, después, después ya veremos lo que pasa.
      • 2004 Merino, O. Espuelas de papel [2004] Esp (CORPES)
        Díaz Criado abrió los cuarterones del único balcón de su despacho. Una flecha de luz perforó el escritorio de caoba encerada.
      • a1627 Balvás Barona, A. Versos ensalada Corpus de la antigua lírica popular hispánica (siglos XV a XVII) Esp (CORPES)
        Antes del alba, el toque de diana la sobresalta y subleva. Se acurruca bajo el poncho, asomando apenas la nariz y los ojos fuera del refugio temporal del lecho, y observa el movimiento de sus compañeras empezando la jornada en las penumbras; la luz grisácea del amanecer se hace más brillante en las ventanas, entra una flecha de luz que empujando las tinieblas toca su catre, cual si le dijera: Arriba, vamos, endereza el cuerpo y guarda el alma, ahora deberás vivir lo que te falta, después, después ya veremos lo que pasa.
      • 1855 Anónimo "Tres cartas Finlandia, II" [02-07-1855] La Ilustración (Madrid) Esp (HD)
        En lo mas elevado de este anfiteatro, un montecillo coronado de pinos que no tienen mas que la copa se destaca en relieve, y deja pasar flechas de luz por entre los troncos pelados, como por entre los pilares de un templo, y el arco iris, con un extremo en el bosque y el otro en el agua, sirve de marco á este magnífico paisaje.
      • 1856 Fernán Caballero Una en otra [1905] p. 180 Obras completas VI Esp (BD)
        En este entretanto, Pastora y su gente habían oído misa, rezado sus oraciones, habían almorzado sobre la yerba seca y perfumada, habían cantado y reído, y veían con pena los rayos del sol ya oblicuos, atravesar las delgadas hojas de los olivos, y herir los ojos con flechas de luz.
      • 1889 Pardo Bazán, E. Insolación [2002] Esp (CDH )

        Entró la doncella, pisando quedo, y entreabrió las maderas del cuarto-tocador. Una flecha de luz se coló en la alcoba, y Asís exclamó con voz ronca y debilitada:

        — Menos abierto... Muy poco... Así.

      • 1898 Leguizamón, M. "Quemazón" [17-12-1898] Caras y Caretas (Buenos Aires) Ar (HD)
        El sol, ya casi en ocaso, filtraba a través de los ramajes largas flechas de luz salpicando el oscuro matiz de las yerbas con lentejuelas de oro. Y en los claros de los remansos el agua cabrilleaba herida por el sol y hacía chispear el pavonado lomo de una bandada de bigúaes que bogaba lentamente.
      • 1899 Frías, H. "Vencedor sol" p. 188 Leyendas históricas mexicanas Mx (BD)
        Iba ya á descansar cuando vio que muy lejos un relámpago deslumbrador taladraba las nieblas..! y un gigantesco círculo de fuego blanco, le arrojó á las pupilas flechas de luz... ¿Quién era ese soberano que desde tan lejos, allá muy arriba, le hería con sus dardos?... ¡Era el rival! ¡Había que vencerlo!... Traía también él, que pensaba descansar, largas y agudas flechas... Las nubes rasgáronse, un azul vivísimo apareció, y en ese azul el gran disco radiante bajaba lentamente. ¡El sol era el enemigo!
      • 1958 Schz Gmz, G. Novelas cortas [1958] Colombia (CDH )
        De unos y otros arrancan, a manera de líneas rígidas, largas y agudas flechas de luz que van a reflejarse en el inmóvil espejo de las ondas y que proceden de los reflectores eléctricos o de los mortecinos faroles policromos.
      • 2001 Aridjis, H. Zona Silencio [2005] Mx (CORPES)
        En la hacienda del general Leonidas Harpago hay fuegos de artificio. Cuatro hombres metidos en armazones en forma de toro corren por el gran patio. Se embisten uno a otro, danzan, juegan con los espectadores. Flechas de luz salen de los lomos, estallando como granadas de colores en el cielo.
      • 2003 Labastida, J. Cinco soles Mx (CORPES)
        Durante el día, los astros se van a dormir. Durante la noche, el Sol atraviesa ríos y huracanes. Nosotros, los hombres, tenemos que ayudarlo a nacer por la mañana. El Sol, por fin, caminó hacia lo alto del cielo y allí se detuvo. El cielo es una pirámide: el Sol termina su ascenso a la mitad del día y luego cae hacia la noche. Y Quetzalcoatl, el astro de la tarde, también le lanza su flecha de luz y con ella lo hiere. Luego los astros, que duermen a lo largo del día, lo acaban de matar. . El Sol se mete por las noches en las fauces del Monstruo de la Tierra. Se lo come Cipactli, el Caimán, la Gran Serpiente de Agua.
      • 2004 Merino, O. Espuelas de papel [2004] Esp (CORPES)
        Díaz Criado abrió los cuarterones del único balcón de su despacho. Una flecha de luz perforó el escritorio de caoba encerada.
      • a1627 Balvás Barona, A. Versos ensalada Corpus de la antigua lírica popular hispánica (siglos XV a XVII) Esp (CORPES)
        Antes del alba, el toque de diana la sobresalta y subleva. Se acurruca bajo el poncho, asomando apenas la nariz y los ojos fuera del refugio temporal del lecho, y observa el movimiento de sus compañeras empezando la jornada en las penumbras; la luz grisácea del amanecer se hace más brillante en las ventanas, entra una flecha de luz que empujando las tinieblas toca su catre, cual si le dijera: Arriba, vamos, endereza el cuerpo y guarda el alma, ahora deberás vivir lo que te falta, después, después ya veremos lo que pasa.
      • 1855 Anónimo "Tres cartas Finlandia, II" [02-07-1855] La Ilustración (Madrid) Esp (HD)
        En lo mas elevado de este anfiteatro, un montecillo coronado de pinos que no tienen mas que la copa se destaca en relieve, y deja pasar flechas de luz por entre los troncos pelados, como por entre los pilares de un templo, y el arco iris, con un extremo en el bosque y el otro en el agua, sirve de marco á este magnífico paisaje.
      • 1856 Fernán Caballero Una en otra [1905] p. 180 Obras completas VI Esp (BD)
        En este entretanto, Pastora y su gente habían oído misa, rezado sus oraciones, habían almorzado sobre la yerba seca y perfumada, habían cantado y reído, y veían con pena los rayos del sol ya oblicuos, atravesar las delgadas hojas de los olivos, y herir los ojos con flechas de luz.
      • 1889 Pardo Bazán, E. Insolación [2002] Esp (CDH )

        Entró la doncella, pisando quedo, y entreabrió las maderas del cuarto-tocador. Una flecha de luz se coló en la alcoba, y Asís exclamó con voz ronca y debilitada:

        — Menos abierto... Muy poco... Así.

      • 1890 Anónimo (Don Andrés) "San Sebastián" [08-08-1890] La Unión Católica (Madrid) Esp (HD)
        La Reina paseó por mar á bordo del crucero "Isla de Luzon." El embarque fué en Pasajes, la mar estaba bellísima,— un dia de calma un jour bleau, que diría Daudet.— Al anochecer entró el barco en la Concha. El "Destructor" arrojó su flecha de luz eléctrica, sonaron los cañones mientras los marinos enredados en las cuerdas ensordecían con los gritos de —¡Viva el Rey!
      • 1898 Leguizamón, M. "Quemazón" [17-12-1898] Caras y Caretas (Buenos Aires) Ar (HD)
        El sol, ya casi en ocaso, filtraba a través de los ramajes largas flechas de luz salpicando el oscuro matiz de las yerbas con lentejuelas de oro. Y en los claros de los remansos el agua cabrilleaba herida por el sol y hacía chispear el pavonado lomo de una bandada de bigúaes que bogaba lentamente.
      • 1899 Frías, H. "Vencedor sol" p. 188 Leyendas históricas mexicanas Mx (BD)
        Iba ya á descansar cuando vio que muy lejos un relámpago deslumbrador taladraba las nieblas..! y un gigantesco círculo de fuego blanco, le arrojó á las pupilas flechas de luz... ¿Quién era ese soberano que desde tan lejos, allá muy arriba, le hería con sus dardos?... ¡Era el rival! ¡Había que vencerlo!... Traía también él, que pensaba descansar, largas y agudas flechas... Las nubes rasgáronse, un azul vivísimo apareció, y en ese azul el gran disco radiante bajaba lentamente. ¡El sol era el enemigo!
      • 1958 Schz Gmz, G. Novelas cortas [1958] Colombia (CDH )
        De unos y otros arrancan, a manera de líneas rígidas, largas y agudas flechas de luz que van a reflejarse en el inmóvil espejo de las ondas y que proceden de los reflectores eléctricos o de los mortecinos faroles policromos.
      • 2001 Aridjis, H. Zona Silencio [2005] Mx (CORPES)
        En la hacienda del general Leonidas Harpago hay fuegos de artificio. Cuatro hombres metidos en armazones en forma de toro corren por el gran patio. Se embisten uno a otro, danzan, juegan con los espectadores. Flechas de luz salen de los lomos, estallando como granadas de colores en el cielo.
      • 2003 Labastida, J. Cinco soles Mx (CORPES)
        Durante el día, los astros se van a dormir. Durante la noche, el Sol atraviesa ríos y huracanes. Nosotros, los hombres, tenemos que ayudarlo a nacer por la mañana. El Sol, por fin, caminó hacia lo alto del cielo y allí se detuvo. El cielo es una pirámide: el Sol termina su ascenso a la mitad del día y luego cae hacia la noche. Y Quetzalcoatl, el astro de la tarde, también le lanza su flecha de luz y con ella lo hiere. Luego los astros, que duermen a lo largo del día, lo acaban de matar. . El Sol se mete por las noches en las fauces del Monstruo de la Tierra. Se lo come Cipactli, el Caimán, la Gran Serpiente de Agua.
      • 2004 Merino, O. Espuelas de papel [2004] Esp (CORPES)
        Díaz Criado abrió los cuarterones del único balcón de su despacho. Una flecha de luz perforó el escritorio de caoba encerada.
  8. 1⟶metáfora
    s. f. Persona, animal o cosa que se desplaza con rapidez.
    Sinónimo: petardo
    docs. (1645-1989) 5 ejemplos:
    • 1635-1645 Quevedo Villegas, F. Fortuna seso Hora de todos [2003] Esp (CDH )

      Pasó el secretario con andadura de flecha. Aquí fue ella que, desapareciéndose de estatura y gandujando sus cuerpos en cincos de guarismo, le sitiaron de adoración en cuclillas. Él, con un «perdonen vuesas mercedes que voy de prisa», trotado en la pronunciación, se entró con miradura de novia.

    • 1910 Fanosa, A. / Glz Castillo, E. ¡Eche usted señoras! p. 27 Esp (BD)
      Mi caballo es una flecha, / pero si voy á tu rancho / como muero de impaciencia, / parece que va despacio.
    • 1918 Blasco Ibáñez, V. Mare nostrum [1998] Esp (CDH )
      En plena tormenta se mantenían a la vista de la costa, saltando de ola en ola, con su fragilidad de barcos construidos para ser flechas; y únicamente cuando otros compañeros venían a sustituirles regresaban al puerto viejo, para descansar unas horas a la entrada de la Cannebiére.
    • 1981 Anónimo "Carl Lewis" [20-05-1981] La Vanguardia (Barcelona) Esp (HD)
      Carl Lewis, una flecha humana. El atleta de la foto es Carl Lewis, un estudiante de la Universidad de Houston que cumplirá 20 años el día 1 de junio y lleva camino de emular las gestas del legendario Jesse Owens.
    • 1989 Prensa ABC, 03/06/1989 [1989] Esp (CDH )

      Pregunto por el «Samurai», que es una flecha en el Caribe:

      — Lleva tres motores, cada uno de ciento cincuenta caballos. Total: cuatrocientos cincuenta.

  9. 1⟶metáfora
    s. f. Vet. Remolino de pelo que se forma junto a las patas de un caballo, en las partes laterales e inferiores del pecho.
    docs. (1705-2017) 11 ejemplos:
    • 1705 Zúñiga Arista, G. Doctrina cavallo p. 28 Esp (BD)
      Nacen otros remolinos á los cavallos junto los codillos, que estan en correspondencia el uno del otro, los quales en España llaman la flecha, porque se dize que atraviesan el coraçon; en Portugal, llaman las Gaias.
    • 2017 Sañudo Astiz, C. Reseña Esp (BD)
      El pelo en los animales suele llevar una dirección determinada [...]. Sobre esta disposición general hay irregularidades [...]. Algunos de estos "accidentes" reciben denominaciones específicas como espada al situado en el borde ventral del cuello, o el de espada romana al situado en las tablas. Se llaman flechas o gallas, a los situados tras el codo.
    • 1705 Zúñiga Arista, G. Doctrina cavallo p. 28 Esp (BD)
      Nacen otros remolinos á los cavallos junto los codillos, que estan en correspondencia el uno del otro, los quales en España llaman la flecha, porque se dize que atraviesan el coraçon; en Portugal, llaman las Gaias.
    • 1787 Terreros Pando, E. DiccCastVocesCienciasArtes (NTLLE)
      Flecha, en los cavallos, ciertos remolinos de pelo junto al codillo en una, y otra pierna.
    • 1843 Casas Mendoza, N. Elementos caballo p. 186 Esp (BD)
      De los remolinos. [...] se denominan, espada romana el que se presenta en las partes laterales y superiores del cuello, cerca de la cerviz; espada romana con daga si se encuentran en ambos lados: espada el que suele encontrarse en la parte anterior y media del cuello: gallas, guallas ó flechas á los de las partes laterales é inferiores del pecho detrás del codo y al lado de la cinchera.
    • 1851 Briones, P. / Nieto, J. A. Manual veterinaria p. 72 Esp (BD)
      DE LOS REMOLINOS. Se entiende por remolinos una dirección irregular de una porción de pelos contraria á la de los que le rodean [...]. Cuando ocupan las partes laterales é inferiores de la cavidad del pecho detrás del codo, se nombran gallas ó flechas.
    • 1853 [Gaspar y Roig] DiccEnciclLengEsp, I (NTLLE)
      FLECHA: s. f. [...] En los caballos, ciertos remolinos de pelo junto al codillo en ambas piernas.
    • 1858 Hidalgo Terrón, J. Tratado equitacion p. 279 Esp (BD)
      La espada romana; que se presenta en una de las partes laterales del cuello cerca de la cervíz; si lo hace en las dos, se llama espada romana y daga: y los que ocupan las partes laterales é inferiores del pecho, detrás de los codillos y al lado de la cinchera, se nombran gallas ó flechas.
    • 1881 Villa Martín, S. Exterior animales domésticos [1881] 418 Esp (CDH )

      [...] los situados en las partes laterales ó inferiores del pecho, detrás del codo, dichos guallas, gallasó flechas; el colocado bajo la forma de una depresion en la parte antero-inferior del cuello, ó delante del brazo, ó bien en el muslo, denominado golpe de lanzaó lanzada, etc.

    • 1910 Anónimo (Ese) "Conocimientos veterinaria" [31-12-1910] Revista Técnica de la Guardia Civil (Madrid) Esp (HD)
      Espigas ó remolinos.— Desígnanse así á ciertas placas ó mechones de pelo con dirección distinta ó contraria á la que presenta el que hay alrededor [...]. Gallas, guallas ó flechas, á los situados en las partes laterales del pecho cerca del codo. Golpe de lanza ó lanzada, al que se presenta en el muslo, y también al que se halla delante del brazo.
    • 1945 Duque de Regla (C. Rincón Gallardo) DiccEcuestre Mx (FG)
      FLECHAS. pl. f. Remolinos en las partes laterales e inferiores del pecho, detrás de los codillos y al lado de la cochera de las caballerías.
    • 2017 Sañudo Astiz, C. Reseña Esp (BD)
      El pelo en los animales suele llevar una dirección determinada [...]. Sobre esta disposición general hay irregularidades [...]. Algunos de estos "accidentes" reciben denominaciones específicas como espada al situado en el borde ventral del cuello, o el de espada romana al situado en las tablas. Se llaman flechas o gallas, a los situados tras el codo.
    • 1705 Zúñiga Arista, G. Doctrina cavallo p. 28 Esp (BD)
      Nacen otros remolinos á los cavallos junto los codillos, que estan en correspondencia el uno del otro, los quales en España llaman la flecha, porque se dize que atraviesan el coraçon; en Portugal, llaman las Gaias.
    • 1787 Terreros Pando, E. DiccCastVocesCienciasArtes (NTLLE)
      Flecha, en los cavallos, ciertos remolinos de pelo junto al codillo en una, y otra pierna.
    • 1832 Risueño, C. DiccVeterinaria, III Esp (BD)
      FLECHAS. Algunos dan este nombre á los dos remolinos que, uno á cada lado de la cinchera, tienen algunos caballos cerca de los codillos; pero estos remolinos se llaman más comunmente guallas.
    • 1843 Casas Mendoza, N. Elementos caballo p. 186 Esp (BD)
      De los remolinos. [...] se denominan, espada romana el que se presenta en las partes laterales y superiores del cuello, cerca de la cerviz; espada romana con daga si se encuentran en ambos lados: espada el que suele encontrarse en la parte anterior y media del cuello: gallas, guallas ó flechas á los de las partes laterales é inferiores del pecho detrás del codo y al lado de la cinchera.
    • 1851 Briones, P. / Nieto, J. A. Manual veterinaria p. 72 Esp (BD)
      DE LOS REMOLINOS. Se entiende por remolinos una dirección irregular de una porción de pelos contraria á la de los que le rodean [...]. Cuando ocupan las partes laterales é inferiores de la cavidad del pecho detrás del codo, se nombran gallas ó flechas.
    • 1853 [Gaspar y Roig] DiccEnciclLengEsp, I (NTLLE)
      FLECHA: s. f. [...] En los caballos, ciertos remolinos de pelo junto al codillo en ambas piernas.
    • 1858 Hidalgo Terrón, J. Tratado equitacion p. 279 Esp (BD)
      La espada romana; que se presenta en una de las partes laterales del cuello cerca de la cervíz; si lo hace en las dos, se llama espada romana y daga: y los que ocupan las partes laterales é inferiores del pecho, detrás de los codillos y al lado de la cinchera, se nombran gallas ó flechas.
    • 1881 Villa Martín, S. Exterior animales domésticos [1881] 418 Esp (CDH )

      [...] los situados en las partes laterales ó inferiores del pecho, detrás del codo, dichos guallas, gallasó flechas; el colocado bajo la forma de una depresion en la parte antero-inferior del cuello, ó delante del brazo, ó bien en el muslo, denominado golpe de lanzaó lanzada, etc.

    • 1910 Anónimo (Ese) "Conocimientos veterinaria" [31-12-1910] Revista Técnica de la Guardia Civil (Madrid) Esp (HD)
      Espigas ó remolinos.— Desígnanse así á ciertas placas ó mechones de pelo con dirección distinta ó contraria á la que presenta el que hay alrededor [...]. Gallas, guallas ó flechas, á los situados en las partes laterales del pecho cerca del codo. Golpe de lanza ó lanzada, al que se presenta en el muslo, y también al que se halla delante del brazo.
    • 1945 Duque de Regla (C. Rincón Gallardo) DiccEcuestre Mx (FG)
      FLECHAS. pl. f. Remolinos en las partes laterales e inferiores del pecho, detrás de los codillos y al lado de la cochera de las caballerías.
    • 2017 Sañudo Astiz, C. Reseña Esp (BD)
      El pelo en los animales suele llevar una dirección determinada [...]. Sobre esta disposición general hay irregularidades [...]. Algunos de estos "accidentes" reciben denominaciones específicas como espada al situado en el borde ventral del cuello, o el de espada romana al situado en las tablas. Se llaman flechas o gallas, a los situados tras el codo.
  10. 1⟶metáfora
    s. f. Arq. Altura de un arco o de una bóveda desde la línea de arranque hasta la clave.
    Sinónimo: sagita
    docs. (1736-2017) 25 ejemplos:
    • 1736 Villarreal Berriz, P. B. Maquinas hydraulicas p. 9 Esp (BD)
      En aviendo mas de un arco, se hará estrivo, como A. de dicha lamina I. fig. 2. su gruesso será, á poca diferencia, la quarta parte de la cuerda de cada arco, y su fondo A. B. C. doblado, y mas, que la altura perpendicular de la Presa, en que, como se demuestra, tiene veinte y dos pies, siendo la altura de la Presa nueve, y medio, porque necessita de toda esta fuerza, y á lo menos de veinte pies, porque resiste al empujo de los dos arcos, los quales han de ser escarzanos, porque será menor su flecha, ó lo que buelen acia el escarpe.
    • 2017 León, J. "Proyecto construcción puentes fábrica" p. 108 Puentes piedra Esp (BD)
      Bajo la plataforma se ubica el relleno [FIG. 2], cuya misión no ha sido siempre comprendida ni estudiada. El relleno rígido es el más profundo y se encuentra sobre las sillas de las bóvedas en las pilas y en los estribos, con altura, desde la línea de arranques, equivalente a 2/3 o 4/5 de la flecha, según se trate de puentes de carretera o ferroviarios, con las lógicas variaciones.
    • 1736 Villarreal Berriz, P. B. Maquinas hydraulicas p. 9 Esp (BD)
      En aviendo mas de un arco, se hará estrivo, como A. de dicha lamina I. fig. 2. su gruesso será, á poca diferencia, la quarta parte de la cuerda de cada arco, y su fondo A. B. C. doblado, y mas, que la altura perpendicular de la Presa, en que, como se demuestra, tiene veinte y dos pies, siendo la altura de la Presa nueve, y medio, porque necessita de toda esta fuerza, y á lo menos de veinte pies, porque resiste al empujo de los dos arcos, los quales han de ser escarzanos, porque será menor su flecha, ó lo que buelen acia el escarpe.
    • 1851 Ezquerra Bayo, J. Elementos laboreo minas (2.ª ed.) p. 228 Esp (BD)
      El eje de la bóveda es el que mide su lonjitud; la anchura de la bóveda se mide por la horizontal que pasa por el centro ó punto simétrico de la generatriz y termina en esta por sus dos estremos; la altura de la bóveda es una recta levantada verticalmente desde el centro de la generatriz hasta ella, también suele llamarse flecha ó sagita, sobre todo cuando es de menor lonjitud que el radio de la curva
    • 1859 Espinosa, P. C. Manual construcciones p. 275 (BD)
      En general se dice que un arco es rebajado cuando la flecha ó distancia que hay desde la línea horizontal que pasa por el origen o arranques del arco hasta la parte más elevada, es menor que la mitad de la luz ó abertura de este; y levantado, peraltado ó remontado cuando es mayor la flecha.
    • 1864 Muñoz, A. Manual construcción puentes p. 295 Esp (BD)
      PUENTES METÁLICOS EN ARCO. Para puentes de un solo tramo el sistema de arcos metálicos es mas ventajoso, bajo el aspecto de la cantidad de metal empleado, que los puentes de viguetas rectas: es decir, que en las mismas condiciones de luz y desembocadura, un arco es mas ventajoso que una viga que tenga por altura la flecha de este arco.
    • 1877 Portuondo Barceló, B. Arquitectura I [1877] p. 203 Esp (BD)
      Se ha proyectado una bóveda escarzana, cuya luz es 12 metros, su montea ó flecha es 1m,20.
    • 1881 Glz Marti, M. Manual vidriero [1881] Esp (CDH )
      Cuando se halla formado por líneas rectas y terminado por un arco, hay que considerar en él la luz ó ancho de la ventana, y, la flecha ó altura del arco desde la parte más alta hasta la línea de arranques, entendiéndose por tal la que une los dos puntos en que el arco comienza y termina, que son los arranques del mismo.
    • 1903 Agapito Revilla, J. Real Monasterio Huelgas Burgos p. 76 Esp (BD)
      El arte románico emplea la bóveda de cañón seguido como manera general de cubrir las salas y usa también la cúpula sobre planta cuadrada y la semi-cúpula en los centros de los cruceros y en los torneados ábsides, respectivamente. Emplea el cañón seguido, como en el arte romano, huyendo siempre de las penetraciones, que hacen perder toda la flecha ó altura de la bóveda [...].
    • 1909 Arrillaga, M. M.ª Trad Puentes hormigón, Kersten p. 413 Esp (BD)
      En general, los espesores de las bóvedas Melan, son más considerables que las de Monier. Las bóvedas pueden ser empotradas ó provistas de articulación. Las flechas son comúnmente muy pequeñas; en el puente Melan, representado en la figura 818, es, por ejemplo, de la flecha relativa.
    • 1930 Mtz Ángel, M. / Gato Soldevila, C. Apuntes oficios construcción [1930] Esp (CDH )
      También es conveniente dar a la curva de intradós la mayor flecha posible, y aun la parte superior formar un pequeño ángulo en vez de curva, el cual, después, se rellena con el guarnecido.
    • 1984 Manterola Armisen, J. Puentes HObras públicas Esp (CDH )
      Todos / los / intentos / de / Perronet / a finales del / siglo / XVIII / de / hacer / arcos / cada vez / más / rebajados / tenían / como / finalidad / reducir / la / forma / de / los / puentes / para / evitar / las / sobreelevaciones / de / la / calzada / que / le / imponía / la / flecha / de / los / arcos / cuando / se / trataba / de / resolver / luces / significativas / .
    • 1992 Fdz Chiti, J. Hornos [1992] Ar (CDH )

      El arco catenario se construye planificando primero su medida, a tamaño natural. Para ello se clavará sobre una pared, papel de madera, placa de hardboard, etc., o sobre un cartón grueso los clavos que disten entre sí la misma medida que se desee para el ancho, base o luz del arco que constituirá el horno. Por ejemplo, si la base del horno que se va a hacer mide un metro, tomada siempre en su medida interna, se clavarán dos clavos distantes un metro entre sí, en línea recta exacta. Luego se colocará la cadena suspendida entre ambos clavos sobre el panel (por supuesto con la curvatura hacia abajo), dejando también un metro de flecha, es decir, de altura.

    • 2011 Arregui, U. "Plaza cubierta Pola Siero" p. 218 Ildefonso Sánchez del Río Pisón: el ingenio de un legado Esp (BD)
      La flecha de las bóvedas es de diez metros, por lo que resulta un rebajamiento del arco central de 1/5, poco peraltado y, por ello, de mejores condiciones ante la accion del viento.
    • 2016 Alegre Carvajal, E. "Arquitectura" p. 114 Materia arte Esp (BD)
      El arranque o salmeres son las dovelas en las líneas de arranque de la bóveda, línea de impostas, mientras que el asiento o apoyo son las partes de los muros o pilares sobre los que descansa la bóveda; la distancia entre los apoyos es la luz, mientras que la flecha es la altura de la bóveda desde la clave hasta la línea de arranque.
    • 2017 León, J. "Proyecto construcción puentes fábrica" p. 108 Puentes piedra Esp (BD)
      Bajo la plataforma se ubica el relleno [FIG. 2], cuya misión no ha sido siempre comprendida ni estudiada. El relleno rígido es el más profundo y se encuentra sobre las sillas de las bóvedas en las pilas y en los estribos, con altura, desde la línea de arranques, equivalente a 2/3 o 4/5 de la flecha, según se trate de puentes de carretera o ferroviarios, con las lógicas variaciones.
    • 1736 Villarreal Berriz, P. B. Maquinas hydraulicas p. 9 Esp (BD)
      En aviendo mas de un arco, se hará estrivo, como A. de dicha lamina I. fig. 2. su gruesso será, á poca diferencia, la quarta parte de la cuerda de cada arco, y su fondo A. B. C. doblado, y mas, que la altura perpendicular de la Presa, en que, como se demuestra, tiene veinte y dos pies, siendo la altura de la Presa nueve, y medio, porque necessita de toda esta fuerza, y á lo menos de veinte pies, porque resiste al empujo de los dos arcos, los quales han de ser escarzanos, porque será menor su flecha, ó lo que buelen acia el escarpe.
    • 1851 Ezquerra Bayo, J. Elementos laboreo minas (2.ª ed.) p. 228 Esp (BD)
      El eje de la bóveda es el que mide su lonjitud; la anchura de la bóveda se mide por la horizontal que pasa por el centro ó punto simétrico de la generatriz y termina en esta por sus dos estremos; la altura de la bóveda es una recta levantada verticalmente desde el centro de la generatriz hasta ella, también suele llamarse flecha ó sagita, sobre todo cuando es de menor lonjitud que el radio de la curva
    • 1859 Espinosa, P. C. Manual construcciones p. 275 (BD)
      En general se dice que un arco es rebajado cuando la flecha ó distancia que hay desde la línea horizontal que pasa por el origen o arranques del arco hasta la parte más elevada, es menor que la mitad de la luz ó abertura de este; y levantado, peraltado ó remontado cuando es mayor la flecha.
    • 1864 Muñoz, A. Manual construcción puentes p. 204 Esp (BD)
      La luz y montea de los arcos metálicos, y el número de estos últimos, depende de una porción de consideraciones que escluyen toda regla general, encontrándose puentes cuyos tramos tienen hasta 80 metros de abertura y 5 de flecha.
    • 1864 Muñoz, A. Manual construcción puentes p. 295 Esp (BD)
      PUENTES METÁLICOS EN ARCO. Para puentes de un solo tramo el sistema de arcos metálicos es mas ventajoso, bajo el aspecto de la cantidad de metal empleado, que los puentes de viguetas rectas: es decir, que en las mismas condiciones de luz y desembocadura, un arco es mas ventajoso que una viga que tenga por altura la flecha de este arco.
    • 1877 Portuondo Barceló, B. Arquitectura I [1877] p. 203 Esp (BD)
      Se ha proyectado una bóveda escarzana, cuya luz es 12 metros, su montea ó flecha es 1m,20.
    • 1881 Glz Marti, M. Manual vidriero [1881] Esp (CDH )

      Arcos ojivales. Se fija la luz y la flecha; se unen como ántes (fig. 57) los puntos acy bc, se trazan las normales dey fghasta encontrar á la línea de arranques: desde ecomo centro y con el radio ease traza el arco acy desde gcon el mismo radio el arco bc.

    • 1881 Glz Marti, M. Manual vidriero [1881] Esp (CDH )
      Trazada la luz y la flecha, se une el extremo superior de éstas con los arranques, se trazan las normales en sus puntos medios hasta su encuentro, desde cuyo punto como centro, y por radio una distancia igual á la que hay hasta el arranque, se traza el arco.
    • 1881 Glz Marti, M. Manual vidriero [1881] Esp (CDH )
      Cuando se halla formado por líneas rectas y terminado por un arco, hay que considerar en él la luz ó ancho de la ventana, y, la flecha ó altura del arco desde la parte más alta hasta la línea de arranques, entendiéndose por tal la que une los dos puntos en que el arco comienza y termina, que son los arranques del mismo.
    • 1903 Agapito Revilla, J. Real Monasterio Huelgas Burgos p. 76 Esp (BD)
      El arte románico emplea la bóveda de cañón seguido como manera general de cubrir las salas y usa también la cúpula sobre planta cuadrada y la semi-cúpula en los centros de los cruceros y en los torneados ábsides, respectivamente. Emplea el cañón seguido, como en el arte romano, huyendo siempre de las penetraciones, que hacen perder toda la flecha ó altura de la bóveda [...].
    • 1909 Arrillaga, M. M.ª Trad Puentes hormigón, Kersten p. 413 Esp (BD)
      En general, los espesores de las bóvedas Melan, son más considerables que las de Monier. Las bóvedas pueden ser empotradas ó provistas de articulación. Las flechas son comúnmente muy pequeñas; en el puente Melan, representado en la figura 818, es, por ejemplo, de la flecha relativa.
    • 1930 Mtz Ángel, M. / Gato Soldevila, C. Apuntes oficios construcción [1930] Esp (CDH )
      También es conveniente dar a la curva de intradós la mayor flecha posible, y aun la parte superior formar un pequeño ángulo en vez de curva, el cual, después, se rellena con el guarnecido.
    • 1979 VV. AA. VocConstrucción (FG)
      FLECHA. [...] Altura de la clave de una bóveda o arco sobre la línea de los arranques.
    • 1984 Manterola Armisen, J. Puentes HObras públicas Esp (CDH )
      Todos / los / intentos / de / Perronet / a finales del / siglo / XVIII / de / hacer / arcos / cada vez / más / rebajados / tenían / como / finalidad / reducir / la / forma / de / los / puentes / para / evitar / las / sobreelevaciones / de / la / calzada / que / le / imponía / la / flecha / de / los / arcos / cuando / se / trataba / de / resolver / luces / significativas / .
    • 1992 Fdz Chiti, J. Hornos [1992] Ar (CDH )
      Una es la luz del arco, que es su longitud o extensión, tomada en línea recta entre los dos apoyos de su base, y la otra la flecha del arco, que es su mayor altura tomada verticalmente desde el centro de la curva hacia abajo.
    • 1992 Fdz Chiti, J. Hornos [1992] Ar (CDH )
      Si debemos cubrir un techo de horno de un metro de longitud en sentido horizontal y en línea recta, la flecha del arco puede ser desde tan rebajada como de 12,5 cms (); hasta tan elevada como de 22,2 cms ().
    • 1992 Fdz Chiti, J. Hornos [1992] Ar (CDH )

      Norma: para obtener un techo en arco óptimo, la proporción entre la medida o longitud de la flechay la luz del arcodebe ser desde 1 a 4,5 como mínimo; hasta 1 a 8 como máximo. Como término medio de óptima proporción, en torno a la cual debe girar la relación (un poco en más o en menos en cualquiera de los dos sentidos), podemos tomar 1 a 6.

    • 1992 Fdz Chiti, J. Hornos [1992] Ar (CDH )

      Para construir cómodamente un arco de horno se dibujará la curva del mismo sobre una cartulina, tomando exactamente las dos medidas que determinan todo arco: su luz y su flecha.

    • 1992 Fdz Chiti, J. Hornos [1992] 156 Ar (