8.ª Entrega (marzo de 2020)
Versión del 31 de marzo de 2020
Equipo Real Academia Española
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helépole s. (1754-)
helépole, elépole, helepole
Etim. Voz tomada del francés hélépole, atestiguada en esta lengua al menos desde 1555, en Les douze livres de Robert Valturin touchant la discipline militaire, translatez de langue latin en françoyse, de L. Meigret (Paris, C. Perier, p. 187: "Callimache architecteur fuytif de l'Helepole, l´apprint premier aux romains: duquel aussi veritablement les Chefz se sont aydé contre les ennemyz"); y esta, a su vez, del latín helepolis, is. Cf. TLF, s. v.

Se documenta por primera vez, con la acepción 'máquina bélica de asedio consistente en una estructura de madera en forma de torre, generalmente con ruedas y, en ocasiones, con un ariete, que lleva ocultos en su interior una gran cantidad de soldados preparados para el asalto', en 1754, en la Traducción de Vida de San Juan Baptista: poema epico sacro que en 1120 octavas rithmas, contenidas en diez cantos, de M. Pereyra. Posteriormente se espiga en algunas obras de carácter histórico, fundamentalmente del siglo XIX. 

  1. ac. etim.
    s. m. o f. Máquina bélica de asedio consistente en una estructura de madera en forma de torre, generalmente con ruedas y, en ocasiones, con un ariete, que lleva ocultos en su interior una gran cantidad de soldados preparados para el asalto.
    docs. (1754-1995) 7 ejemplos:
    • 1754 Pereyra, M. Trad Vida San Juan Baptista p. 59 Esp (BD)
      La contussion de golpe tan violento, / de aquel de carne Helépole fornido / precipita velóz la mole basta, / y en sangriento coral la piedra engasta.
    • 1831 Anónimo Dicc Hist Biografía universal, III Esp (BD)
      CALIAS [...]. Pero habiendo sido impotente esta máquina contra el helépole que Demetrio hizo fijar para derribar los muros de Rodas, los habitantes recurrieron á su primer ingeniero Diognetes á quien habian despreciado injustamente para dar su empelo y su renta á Calias.
    • 1843 Anónimo "Trad curso militar Rocquancourt" [21-03-1843] La España Militar (Madrid) Esp (HD)
      Esta galeria terminada, desfilaba de nuevo hacia las torres, se cegaba el foso con una mezcla de tierra y de cascajo, y pisaban el terreno para facilitar el ataque de las torres ó de las tortugas guerreras, con la ayuda de las cuales se batia una brecha; estas torres ó helepoles debian ser bastante elevadas para dominar á las de la ciudad y sumerjir en los terraplenes; se colocaba para este efecto flecheros y máquinas de mediana magnitud en los pisos superiores.
    • 1864 Ameller, N. Monge gris, IV p. 98 Esp (BD)
      Las tortugas avanzan hácia el foso, Menas de soldados con diferentes útiles, y tapizadas con pieles de buey frescas para garantirlas de fuego. La gigantesca helépole, que cuenta tres pisos y otros tantos puentes levadizos, las imita, y al mismo tiempo las catapultas y balistas de sitio desde una pequeña eminencia arrojan sin interrupción largas flechas, inmensos bloques, antorchas encendidas y otras materias inflamadas.
    • 1995 Romero Marugán, F. / Garay Toboso, J. I. "Asedio toma Sagunto" [01-01-1995] Gerión. Revista de Historia Antigua (Madrid) Esp (HD)
      No creemos que se pueda considerar la tone mencionada por Livio como una helépole, ingenio consistente en una torre móvil de asalto que reunía entre sus atributos arietes en un primer nivel, puentes volantes para facilitar el acceso de los asaltantes al camino de ronda de la muralla y todo tipo de artillería de diverso calibre.
    • 1754 Pereyra, M. Trad Vida San Juan Baptista p. 59 Esp (BD)
      La contussion de golpe tan violento, / de aquel de carne Helépole fornido / precipita velóz la mole basta, / y en sangriento coral la piedra engasta.
    • 1787 Anónimo "Madrid 6 de julio" [06-07-1787] Gazeta de Madrid (Madrid) Esp (HD)
      De las máquinas bélicas, v. g. catapultas, ballestas, escorpiones, tortugas, arietes, elépoles, torres movibles, concluyendo la obra con algunos ardides que usáron algunas ciudades para defenderse de sus sitiadores.
    • 1831 Anónimo Dicc Hist Biografía universal, III Esp (BD)
      CALIAS [...]. Pero habiendo sido impotente esta máquina contra el helépole que Demetrio hizo fijar para derribar los muros de Rodas, los habitantes recurrieron á su primer ingeniero Diognetes á quien habian despreciado injustamente para dar su empelo y su renta á Calias.
    • 1843 Anónimo "Trad curso militar Rocquancourt" [21-03-1843] La España Militar (Madrid) Esp (HD)
      Esta galeria terminada, desfilaba de nuevo hacia las torres, se cegaba el foso con una mezcla de tierra y de cascajo, y pisaban el terreno para facilitar el ataque de las torres ó de las tortugas guerreras, con la ayuda de las cuales se batia una brecha; estas torres ó helepoles debian ser bastante elevadas para dominar á las de la ciudad y sumerjir en los terraplenes; se colocaba para este efecto flecheros y máquinas de mediana magnitud en los pisos superiores.
    • 1864 Ameller, N. Monge gris, IV p. 98 Esp (BD)
      Las tortugas avanzan hácia el foso, Menas de soldados con diferentes útiles, y tapizadas con pieles de buey frescas para garantirlas de fuego. La gigantesca helépole, que cuenta tres pisos y otros tantos puentes levadizos, las imita, y al mismo tiempo las catapultas y balistas de sitio desde una pequeña eminencia arrojan sin interrupción largas flechas, inmensos bloques, antorchas encendidas y otras materias inflamadas.
    • 1995 Romero Marugán, F. / Garay Toboso, J. I. "Asedio toma Sagunto" [01-01-1995] Gerión. Revista de Historia Antigua (Madrid) Esp (HD)
      No creemos que se pueda considerar la tone mencionada por Livio como una helépole, ingenio consistente en una torre móvil de asalto que reunía entre sus atributos arietes en un primer nivel, puentes volantes para facilitar el acceso de los asaltantes al camino de ronda de la muralla y todo tipo de artillería de diverso calibre.
    • 1995 Romero Marugán, F. / Garay Toboso, J. I. "Asedio toma Sagunto" [01-01-1995] Gerión. Revista de Historia Antigua (Madrid) Esp (HD)
      Estas helépoles no son sino torres móviles armadas de todos los medios posibles. Parece ser que hacen su aparición por primera vez en el 340 en el marco del asedio de Rizancio (Y, Garlan. 1974, 228), Poseemos una descripción fiable de la helépole que construye Polyeidos, ingeniero de Alejandro (E.W. Manden, 1971, 7 1-73). Esta helépole poseería una sistema interior de ruedas y poleas para que se pudiese acercar a la muralla por sus propios medios, sin depender de ningún tipo de tracción exterior, que era lo más frecuente (E. Gille, 1985, 51-52). Una de las descripciones más completas de una helépole la tenemos en boca de Diodoro (D.5., XX, 91, 2-8), quien comenta ampliamente la máquina construida por Epimachos el Ateniense para Demetrio Poliorcetes en el transcurso del asedio de los muros de Rodas el 304 a.C., ingenio descrito por el mismo Vitrubio (Vitr.. X. 16. 4), quien nos habla de una máquina muy elaborada de ciento veinticinco pies de altura y sesenta de lado capaz de resistir el impacto de un proyectil de trescientas sesenta libras, algo más de 131 kilogramos. [Nota al pie].

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