Se documenta por primera vez, como 'capacidad de absorber el agua o la humedad atmosférica', en 1845, en el primer tomo de la I ntroducción al estudio de las plantas de A. Blanco y Fernández, quien remite a un pasaje la Flore française de A. P. de Candolle, en que, no obstante, no parece haberse empleado la voz hygroscopicité (no, al menos, en la p. 166 del primer tomo de la tercera edición, 1805, Paris, H. Agasse: "Le premier de ces phénomènes doit être rapporté, comme l'observe M. Senebier, à una classe de faits géneéraux, sovoir à la propriété fortement hygrométrique dont le tissu des végétaux est doué, soit pendant leur vie, soit après leur mort"), aunque el vocablo figura en otras obras suyas. Se consigna en el Diccionario nacional de Domínguez en 1847. Desde entonces se atestigua en textos, generalmente especializados, tanto del ámbito de la agricultura, como de la botánica o la química.
- ac. etim.s. f. Fís. Quím. Capacidad de absorber el agua y la humedad atmosférica.
Diccionario histórico de la lengua española
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