5.ª Entrega (enero de 2018)
Versión del 31/01/2018
Equipo Real Academia Española
Familia Ver familia de palabras
mórbido, a adj. (1450-)
mórbido, mórvido
Etim. Voz tomada del italiano mòrbido, atestiguada en esta lengua desde antes de 1292 con el significado de 'blando', y ya en el siglo XIV, con los de 'suave, liso y delicado al tacto' (1313) y 'flexible' (1348-1353); y esta, a su vez, del latín morbidus, a, um (véase M. Cortelazzo y P. Zolli, DELI, s. v. mòrbido).

Este adjetivo se documenta por primera vez en 1450, en la Traducción de la Teseida de Boccaccio, en un pasaje en el que parece que el traductor no vierte fielmente el texto italiano ("Ciascuno aveva i ferri sanguinosi / E'l viso rotto e l'armi dispezzate; / E' piú morbidi aspetti rugginosi / Eran di vero, e le veste squarciate"), sino que reinterpreta el significado del adjetivo "morbidi", quizá debido a la influencia del latín "morbidus". Por ese motivo, hemos incluido este testimonio bajo la acepción 'que tiene una enfermedad', poco frecuente y ajena a la voz italiana. Con el valor 'que causa una enfermedad o es propicio para la enfermedad' se registra desde 1602, en el Tratado de peste de J. Jiménez Savariego, si bien se emplea solo esporádicamente. En el ámbito de la pintura y la escultura, el vocablo se emplea habitualmente (en particular, a partir del siglo XVIII) con la acepción 'que parece suave, terso, de líneas armoniosas y bien proporcionado', atestiguada al menos desde 1585, en Varia Conmensuración para la Escultura y Arquitectura, de J. de Arfe y Villafañe; su procedencia italiana se confirma en 1633, cuando se recoge como préstamo en los Diálogos de la pintura de V. Carducho, en una enumeración de voces de origen italiano propias de la pintura. No obstante, el vocablo muestra mucha mayor frecuencia de uso con la acepción 'que resulta agradable o placentero por su belleza, su suavidad o su sensualidad', particularmente cuando se emplea como modificador de sustantivos que designan partes del cuerpo humano (y, en concreto, femenino); con este significado se registra en dos obras de L. de Góngora y Argote: en 1617, en el Panegírico al Duque de Lerma (en un pasaje que parece referirse, según R. James, a la tez blanca de las mujeres: "Morbide cristal désigne la blancheur du teint des dames qui, à Valladolid, assistent à une fête en 1605, dans le cadre des réjouissances organisées à l'occasion de la naissance et du baptême du futur Philippe IV"; "Retrogongorisme", Criticón, 1978, I, p. 19) y, en 1618, en la Fábula de Píramo y Tisbe, si bien estos testimonios ocasionales no pueden ocultar el hecho de que el adjetivo comienza a ser utilizado habitualmente con este valor en el siglo XIX: en 1814 se documenta en las Poesías de J. Meléndez Valdés). Como sinónimo de blando ('que se deforma fácilmente o cede a la presión') se atestigua desde 1642, en las Empresas políticas de D. de Saavedra Fajardo. Con la acepción 'que es elegante y satisface un gusto refinado' (es decir, como sinónimo de delicado) se registra en 1680, en Glorias de Querétaro, de C. de Sigüenza y Góngora, aunque parece utilizarse con mayor frecuencia a partir del siglo XIX. Por su parte, como sinónimo de suave ('que es agradable a los sentidos por su intensidad moderada') se documenta en 1916, en El segundo libro del Trópico de A. Ambrogi. Como 'perteneciente o relativo a la enfermedad', mórbido se atestigua a partir de 1808, en una traducción de un artículo francés publicado en Minerva o El Revisor general (Madrid). A partir de 1881 (La campaña de Lima, de B. Vicuña Mackenna), adquiere, como morboso, el significado de 'que se aleja de lo que se considera normal, razonable o moral o psíquicamente saludable'. En 1970, en la Reivindicación del conde don Julián de J. Goytisolo, se documenta con la acepción de 'que provoca morbo'. Únicamente en un caso (en Háblame de Laura, de E. Wolff) se ha atestiguado con el valor de '[persona] propensa a tener morbo'.

  1. adj. Que tiene una enfermedad.
    docs. (1450-2014) 12 ejemplos:
    • c1450 Anónimo Trad Teseida Boccaccio [1991] fol. 57r Esp (CDH )
      Arçita hazía a la sazón marauillas e con grande boz su escuadra conbida a bien obrar e cada vno que bien obre les amonesta, e de la otra parte non menos fazía el ardid Palamón quando, así aquel orrible torneo tan ençendido por los grandes poluos y gritos y alaridos que los caualleros dauan non se podía de los mirantes disçerner quien lo mejor de la batalla leuaua e casy en poca ora la sangre de los caualleros e cauallos vertida el poluo roçió e apenas cauallero caýa que a cauallo tornar pudiese, tanta hera la priesa cada vno tenía: el fierro sangriento, el viso rroto, e las armas despedaçadas, e los aspetos mórbidos o enflaqueçidos, e las sobrevistas rotas, e los cauallos non asý rixosos como solían.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      mórbido, da [...] adj. Que padece enfermedad o la ocasiona.
    • c1450 Anónimo Trad Teseida Boccaccio [1991] fol. 57r Esp (CDH )
      Arçita hazía a la sazón marauillas e con grande boz su escuadra conbida a bien obrar e cada vno que bien obre les amonesta, e de la otra parte non menos fazía el ardid Palamón quando, así aquel orrible torneo tan ençendido por los grandes poluos y gritos y alaridos que los caualleros dauan non se podía de los mirantes disçerner quien lo mejor de la batalla leuaua e casy en poca ora la sangre de los caualleros e cauallos vertida el poluo roçió e apenas cauallero caýa que a cauallo tornar pudiese, tanta hera la priesa cada vno tenía: el fierro sangriento, el viso rroto, e las armas despedaçadas, e los aspetos mórbidos o enflaqueçidos, e las sobrevistas rotas, e los cauallos non asý rixosos como solían.
    • 1604 Bravo, N. Benedictina [1604] p. 374 Esp (BD)
      Como el inchado y morbido doliente, / De sed y de insaciable hydropesia, / Que mientras beue mas, mas la sed siente, / Y por nueuas corrientes siempre pia: / Assi este Godo hydropico insolente, / Nunca el hipo y la sed satisfazia, / Nada llena sus huecos, nada basta, / Que mientras mas engulle mas desgasta.
    • 1632 Vega Carpio, F. L. Dorotea [1998] Esp (CDH )

      BELAMadre, quiérote decir un secreto para confirmar las facultades nativas, que en cualquiera parte afecta y mórbida pone vigor y fuerza, aunque tú no la habrás menester para los desmayos de Venus.

    • a1659 Dgz Camargo, H. Ignacio Loyola [1986] Co (CDH )
      Aspid, dice, español, que te ocultaste / de tu sangre en la mórbida amapola; / si te pisó la bala, amagar baste; / que el tósigo conozco de Loyola. / Antídoto al diamante, en su contraste, / no el diente exime de tu espada sola; / que atosigado, o penetrado, siente, / que es pestaña de lince, o de áspid diente.
    • 1734 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      mórbido, da. adj. Lo que padece enfermedad ú la ocasiona.
    • 1787 Terreros Pando, E. DiccCastVocesCienciasArtes (NTLLE)
      Mórbido, enfermo, ó enfermizo.
    • 1948 Gmz Serna, R. Automoribundia [1948] Esp (CDH )

      Los labios nos reconcentran viva y pertinazmente y nos muestran, cómo es en lo oculto y en lo quieto nuestra realidad... Tienen algo corrosivo y sardónico y se ensañan dulcemente en sus extremos, que es donde más fuerza hace la persuasión y el estoicismo frente a todas las manifestaciones vanas de los hombres, donde todo se inutiliza y se hace permisible gracias a ese trazo que se remata en sus vértices y que emplea su lógica superior, rasgada y mórbida...

    • 1983 Otero, L. Temporada ángeles [1986] 90 Cu (CDH )

      Allí se propagaban enfermedades, ya que a estas reuniones acudían muchos dolientes, entecos y mórbidos, intentando olvidar sus padecimientos. Se congregaban, además, vagos, ladrones, cuatreros, prostitutas, embaucadores, fulleros, jugadores, sediciosos y otras personas de torcido vivir; acudía gente de poca conciencia y menos principios y también iban algunos caballeros roídos de vicios que los desmerecían de su alcurnia.

    • 2012 Rdz Lemoine, V. La viruela en Venezuela Ve (CORPES)
      En la sección del Instituto dedicada a microscopía clínica realizaron pruebas de diagnóstico de las enfermedades infecciosas más frecuentes, así como el estudio histológico de organismos sanos y mórbidos. Practicaron de rutina exámenes de esputo, orina, sangre, pus, falsas membranas, etc. Estas actividades se ofrecían como un servicio auxiliar para el diagnóstico clínico en la práctica privada de la medicina y en las salas del Hospital Vargas, adelantándose a los servicios que más tarde vendría a prestar el Laboratorio del mencionado Hospital.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      mórbido, da [...] adj. Que padece enfermedad o la ocasiona.
    • c1450 Anónimo Trad Teseida Boccaccio [1991] fol. 57r Esp (CDH )
      Arçita hazía a la sazón marauillas e con grande boz su escuadra conbida a bien obrar e cada vno que bien obre les amonesta, e de la otra parte non menos fazía el ardid Palamón quando, así aquel orrible torneo tan ençendido por los grandes poluos y gritos y alaridos que los caualleros dauan non se podía de los mirantes disçerner quien lo mejor de la batalla leuaua e casy en poca ora la sangre de los caualleros e cauallos vertida el poluo roçió e apenas cauallero caýa que a cauallo tornar pudiese, tanta hera la priesa cada vno tenía: el fierro sangriento, el viso rroto, e las armas despedaçadas, e los aspetos mórbidos o enflaqueçidos, e las sobrevistas rotas, e los cauallos non asý rixosos como solían.
    • 1604 Bravo, N. Benedictina [1604] p. 374 Esp (BD)
      Como el inchado y morbido doliente, / De sed y de insaciable hydropesia, / Que mientras beue mas, mas la sed siente, / Y por nueuas corrientes siempre pia: / Assi este Godo hydropico insolente, / Nunca el hipo y la sed satisfazia, / Nada llena sus huecos, nada basta, / Que mientras mas engulle mas desgasta.
    • 1632 Vega Carpio, F. L. Dorotea [1998] Esp (CDH )

      BELAMadre, quiérote decir un secreto para confirmar las facultades nativas, que en cualquiera parte afecta y mórbida pone vigor y fuerza, aunque tú no la habrás menester para los desmayos de Venus.

    • 1632 Vega Carpio, F. L. Dorotea [1998] Esp (CDH )

      GERARDA¿Y qué es el secreto? Que sois demonios los indianos.

      BELAToma un pedazo de oro y métele ardiendo en vino, que es poción milagrosa.

      GERARDAYa se te ha pegado lo crespo de la lengua: poción, nativa, afecta y mórbida.

      BELA¿No ves que son los propios términos? Haz lo que te digo del oro, y bébete el vino.

    • a1659 Dgz Camargo, H. Ignacio Loyola [1986] Co (CDH )
      Aspid, dice, español, que te ocultaste / de tu sangre en la mórbida amapola; / si te pisó la bala, amagar baste; / que el tósigo conozco de Loyola. / Antídoto al diamante, en su contraste, / no el diente exime de tu espada sola; / que atosigado, o penetrado, siente, / que es pestaña de lince, o de áspid diente.
    • 1734 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      mórbido, da. adj. Lo que padece enfermedad ú la ocasiona.
    • 1787 Terreros Pando, E. DiccCastVocesCienciasArtes (NTLLE)
      Mórbido, enfermo, ó enfermizo.
    • 1948 Gmz Serna, R. Automoribundia [1948] Esp (CDH )

      Los labios nos reconcentran viva y pertinazmente y nos muestran, cómo es en lo oculto y en lo quieto nuestra realidad... Tienen algo corrosivo y sardónico y se ensañan dulcemente en sus extremos, que es donde más fuerza hace la persuasión y el estoicismo frente a todas las manifestaciones vanas de los hombres, donde todo se inutiliza y se hace permisible gracias a ese trazo que se remata en sus vértices y que emplea su lógica superior, rasgada y mórbida...

    • 1983 Otero, L. Temporada ángeles [1986] 90 Cu (CDH )

      Allí se propagaban enfermedades, ya que a estas reuniones acudían muchos dolientes, entecos y mórbidos, intentando olvidar sus padecimientos. Se congregaban, además, vagos, ladrones, cuatreros, prostitutas, embaucadores, fulleros, jugadores, sediciosos y otras personas de torcido vivir; acudía gente de poca conciencia y menos principios y también iban algunos caballeros roídos de vicios que los desmerecían de su alcurnia.

    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      mórbido, da. [...] adj. Que padece enfermedad o la ocasiona.
    • 2012 Rdz Lemoine, V. La viruela en Venezuela Ve (CORPES)
      En la sección del Instituto dedicada a microscopía clínica realizaron pruebas de diagnóstico de las enfermedades infecciosas más frecuentes, así como el estudio histológico de organismos sanos y mórbidos. Practicaron de rutina exámenes de esputo, orina, sangre, pus, falsas membranas, etc. Estas actividades se ofrecían como un servicio auxiliar para el diagnóstico clínico en la práctica privada de la medicina y en las salas del Hospital Vargas, adelantándose a los servicios que más tarde vendría a prestar el Laboratorio del mencionado Hospital.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      mórbido, da [...] adj. Que padece enfermedad o la ocasiona.
  2. adj. Pint. Escult. Que parece terso, suave, de líneas armoniosas y bien proporcionado.
    docs. (1585-2008) 23 ejemplos:
    • 1621 Góngora Argote, L. Poesías 1621 [2000] 562 Poesías Esp (CDH )
      Su fin, ya que no acerbo, no maduro, / dulcemente llorando, / acusa la clemencia en mármol duro, / de sus vertidas bien lágrimas blando, / al tronco de Minerva suspendida / la invicta espada que ciñó en su vida. / La Liberalidad, si el jaspe llora, / ver, caminante, puedes, / tan copiosa de lágrimas ahora / cuanto fue cuatro lustros de mercedes; / desatada la América sus venas, / suplió munificencia tanta apenas. / Aquel mórbido bronce mira, y luego, / oh huésped, solemniza, / no del buril mentida la que el fuego / en el palor bebió de la ceniza, / sino aquella que fue por excelencia / o pureza fecunda o continencia. /
    • 2008 Valdano, J. "Fracasos Orfeo" Juegos Proteo Ec (CORPES)
      Ya van tres semanas que no se escucha en esa casa el habitual y medido golpe de martillo del escultor sobre la piedra. Allí, en la penumbra, permanecen olvidadas de su creador varias estatuas de mármol que, inconclusas, en medio de informes bloques de Carrara, persisten en sus formas aún imprecisas, esperando el retorno del artífice. Una pietá con un Nicodemo encapuchado cuyo rostro "esbozado apenas" trasunta los inconfundibles rasgos del propio artista; un efebo cuyas mórbidas formas se insinúan, como surgiendo de la dura piedra.
    • 1621 Góngora Argote, L. Poesías 1621 [2000] 562 Poesías Esp (CDH )
      Su fin, ya que no acerbo, no maduro, / dulcemente llorando, / acusa la clemencia en mármol duro, / de sus vertidas bien lágrimas blando, / al tronco de Minerva suspendida / la invicta espada que ciñó en su vida. / La Liberalidad, si el jaspe llora, / ver, caminante, puedes, / tan copiosa de lágrimas ahora / cuanto fue cuatro lustros de mercedes; / desatada la América sus venas, / suplió munificencia tanta apenas. / Aquel mórbido bronce mira, y luego, / oh huésped, solemniza, / no del buril mentida la que el fuego / en el palor bebió de la ceniza, / sino aquella que fue por excelencia / o pureza fecunda o continencia. /
    • 1633 Carducho, V. Diálogos Pintura [1633] fol. 134v Esp (BD)
      Algunas vozes ai Italianas, como es esfumar, toza, gofa, esuelto, actitud, morbido, esbatimento, grafio; mas son platicadas ya en España, que vienen a ser propias. Tambien trappo es nombre Italiano, aunque corrompido, y notado que se vse en la Pintura; porque suena, y dize cosa vil, y de desprecio [...].
    • 1636 Salazar Mardones, C. Ilustración Fábula Góngora [1636] fol. 37r Esp (BD)
      Morbido es vocablo Toscano, con que los Pintores dan a entender miembros tersos, lisos, suaues, y bien proporcionados.
    • 1734 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      Mórbido. Se dice en la Pintura de las carnes, que están blandas y suaves, de suerte que parece que si se tientan se ha de undir el dedo, como en las naturales.
    • 1847 Domínguez, R. J. DiccNacional (2.ª ed.) Esp (BD)
      Mórbido, da. adj. [...] Pint. y escult. Que ofrece un aspecto de blandura ó morbidez; que presenta una redondeada undulacion en los contornos de sus carnes.
    • 1881 López, L. V. Recuerdos viaje [2003] Ar (CDH )
      Él ha atacado con esos elementos y con su estilo eximio, la explicación y la interpretación del politeísmo helénico, y por eso es que, cuando le vemos descifrar los orígenes naturales de Baca, al par de la erudición, encontramos al artista, al cultor de lo bello que sale de la vieja galería, saboreando la majestad sublime de la Venus de Milo y los contornos mórbidos de las otras deidades de mármol, de aquel panteón de fragmentos que la Grecia nos ha legado para confundir la platitud de nuestro siglo.
    • 1899 Rodó, J. E. Rubén Darío [1956] Ur (CDH )
      También sobre la expresión del sentimiento personal triunfa la preocupación suprema del arte, que subyuga a ese sentimiento y lo limita; y se prefiere, —antes que los arrebatados ímpetus de la pasión, antes que las actitudes trágicas, antes que los movimientos que desordenan en la línea la esbelta y pura limpidez—, los mórbidos e indolentes escorzos, las serenidades ideales, las languideces pensativas, todo lo que hace que la túnica del actor pueda caer constantemente, sobre su cuerpo flexible, en pliegues llenos de gracia.
    • a1914 Agustini, D. Prosa [1993] Poesías Ur (CDH )
      La regia, torrencial cabellera rubia cayendo en desmayos de oro sobre la espalda olímpica el menudo hemisferio alabastrino de la barbita mórbida estrujando la onda de marfil del pecho palpitante, las largas manos principescas unidas en el blando encadenamiento de los dedos delgados y pálidos como minúsculos cirios amarillentos, bella ultrahumanamente bella en la efervescencia de encajes de su veste blanca, Dilia, la suave rubia de los ojos hondos parece meditar.
    • 1923 Ors, E. Tres horas en el Prado [1989] Esp (CDH )

      Aquí está el Noli me tangere, una de las pinturas más tiernas, más dulcemente conmovedoras del mundo. ¡Esta mórbidamujer, esta pecadora, rendida en el suelo, anonadada, extasiada! ¡Y tan cerca, el blanco cuerpo desnudo del Señor!

    • 1955 Cortázar, J. Trad Memorias Adriano [1982] 112 Ar (CDH )
      Cuántas discusiones para mantener la espesa línea de una ceja, la redondez un tanto mórbida de un labio... Contaba desesperadamente con la eternidad de la piedra y la fidelidad del bronce para perpetuar un cuerpo perecedero o ya destruido, pero también insistía en que el mármol, ungido diariamente con una mezcla de aceite y de ácidos, tomara el brillo y casi la blandura de una carne joven.
    • 1986 Cabrera Infante, G. Habana [1993] Cu (CDH )
      Y, con la condenación de Fausto, me bajé de su carro del todo que ya cruzaba ignorante los costurones que quedaban de las líneas del tranvía en la calle Colón, vestigios de una civilización desaparecida que nunca conoció, y casi corría Paseo del Prado arriba para dar de lado al poeta fusilado con su musa mórbida, eternizados en su momento, su monumento, bronce que penetra al mármol y dejar detrás al parque de los mártires del amor, perdiéndose en el Malecón del mar y del recuerdo.
    • 1989 Prensa ABC, 08/06/1989 [1989] Esp (CDH )

      Esto es lo que presenta ahora en cuarenta y dos pinturas de exquisito dibujo, increíbles filigranas, texturas suntuosas, ropajes barrocos. También hay bodegones con frutos que recuerdan las mórbidas curvas de la carne.

    • 2005 Darias, M. "Novedades tebeos" [31-12-2005] Diario de avisos (Santa Cruz de la Palma) Esp (HD)
      La obra de Loustal está hecha de luz y de atmósfera. De arena y de mar, de fragancias húmedas, de lentos crepúsculos. Y de mujeres lánguidas y sedosas, mórbidas, todo mirada y piel, todo presencia y aliento.
    • 2008 Valdano, J. "Fracasos Orfeo" Juegos Proteo Ec (CORPES)
      Ya van tres semanas que no se escucha en esa casa el habitual y medido golpe de martillo del escultor sobre la piedra. Allí, en la penumbra, permanecen olvidadas de su creador varias estatuas de mármol que, inconclusas, en medio de informes bloques de Carrara, persisten en sus formas aún imprecisas, esperando el retorno del artífice. Una pietá con un Nicodemo encapuchado cuyo rostro "esbozado apenas" trasunta los inconfundibles rasgos del propio artista; un efebo cuyas mórbidas formas se insinúan, como surgiendo de la dura piedra.
    • 1621 Góngora Argote, L. Poesías 1621 [2000] 562 Poesías Esp (CDH )
      Su fin, ya que no acerbo, no maduro, / dulcemente llorando, / acusa la clemencia en mármol duro, / de sus vertidas bien lágrimas blando, / al tronco de Minerva suspendida / la invicta espada que ciñó en su vida. / La Liberalidad, si el jaspe llora, / ver, caminante, puedes, / tan copiosa de lágrimas ahora / cuanto fue cuatro lustros de mercedes; / desatada la América sus venas, / suplió munificencia tanta apenas. / Aquel mórbido bronce mira, y luego, / oh huésped, solemniza, / no del buril mentida la que el fuego / en el palor bebió de la ceniza, / sino aquella que fue por excelencia / o pureza fecunda o continencia. /
    • 1580-a1627 Góngora Argote, L. Romances [1998] 371 Esp (CDH )
      / El etcétera es de mármol, / cuyos relieves ocultos / ultraje mórbido hicieran / a los divinos desnudos / la vez que se vistió Paris / la garnacha de Licurgo, / cuando Palas, por vellosa, / y por zamba perdió Juno.
    • 1633 Carducho, V. Diálogos Pintura [1633] fol. 134v Esp (BD)
      Algunas vozes ai Italianas, como es esfumar, toza, gofa, esuelto, actitud, morbido, esbatimento, grafio; mas son platicadas ya en España, que vienen a ser propias. Tambien trappo es nombre Italiano, aunque corrompido, y notado que se vse en la Pintura; porque suena, y dize cosa vil, y de desprecio [...].
    • 1636 Salazar Mardones, C. Ilustración Fábula Góngora [1636] fol. 37r Esp (BD)
      Morbido es vocablo Toscano, con que los Pintores dan a entender miembros tersos, lisos, suaues, y bien proporcionados.
    • 1734 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      Mórbido. Se dice en la Pintura de las carnes, que están blandas y suaves, de suerte que parece que si se tientan se ha de undir el dedo, como en las naturales.
    • 1847 Domínguez, R. J. DiccNacional (2.ª ed.) Esp (BD)
      Mórbido, da. adj. [...] Pint. y escult. Que ofrece un aspecto de blandura ó morbidez; que presenta una redondeada undulacion en los contornos de sus carnes.
    • 1881 López, L. V. Recuerdos viaje [2003] Ar (CDH )
      Él ha atacado con esos elementos y con su estilo eximio, la explicación y la interpretación del politeísmo helénico, y por eso es que, cuando le vemos descifrar los orígenes naturales de Baca, al par de la erudición, encontramos al artista, al cultor de lo bello que sale de la vieja galería, saboreando la majestad sublime de la Venus de Milo y los contornos mórbidos de las otras deidades de mármol, de aquel panteón de fragmentos que la Grecia nos ha legado para confundir la platitud de nuestro siglo.
    • 1899 Rodó, J. E. Rubén Darío [1956] Ur (CDH )
      También sobre la expresión del sentimiento personal triunfa la preocupación suprema del arte, que subyuga a ese sentimiento y lo limita; y se prefiere, —antes que los arrebatados ímpetus de la pasión, antes que las actitudes trágicas, antes que los movimientos que desordenan en la línea la esbelta y pura limpidez—, los mórbidos e indolentes escorzos, las serenidades ideales, las languideces pensativas, todo lo que hace que la túnica del actor pueda caer constantemente, sobre su cuerpo flexible, en pliegues llenos de gracia.
    • a1914 Agustini, D. Prosa [1993] Poesías Ur (CDH )
      La regia, torrencial cabellera rubia cayendo en desmayos de oro sobre la espalda olímpica el menudo hemisferio alabastrino de la barbita mórbida estrujando la onda de marfil del pecho palpitante, las largas manos principescas unidas en el blando encadenamiento de los dedos delgados y pálidos como minúsculos cirios amarillentos, bella ultrahumanamente bella en la efervescencia de encajes de su veste blanca, Dilia, la suave rubia de los ojos hondos parece meditar.
    • 1923 Ors, E. Tres horas en el Prado [1989] Esp (CDH )

      Aquí está el Noli me tangere, una de las pinturas más tiernas, más dulcemente conmovedoras del mundo. ¡Esta mórbidamujer, esta pecadora, rendida en el suelo, anonadada, extasiada! ¡Y tan cerca, el blanco cuerpo desnudo del Señor!

    • 1923 Ors, E. Tres horas en el Prado [1989] Esp (CDH )

      El Cristo en la Cruz, que está en el Museo, aparece italianizado aún. Es una de las primeras obras conocidas del pintor. Suave y mórbido, el lindo cuerpo deja enteramente a la cara la función expresiva de tragedia.

    • 1925 Ortega Gasset, J. Deshumanización arte Deshumanización arte y otros ensayos Esp (CDH )
      Pincel y cincel se deleitan voluptuosamente en seguir la pauta que el modelo animal o vegetal presenta en sus carnes mórbidas donde la vitalidad palpita.
    • 1925 Ortega Gasset, J. Deshumanización arte Deshumanización arte y otros ensayos Esp (CDH )
      ¿Por qué el artista actual siente horror a seguir la línea mórbida del cuerpo vivo y la suplanta por el esquema geométrico? Todos los errores y aun estafas del cubismo no oscurecen el hecho de que durante algún tiempo nos hayamos complacido en un lenguaje de puras formas euclidianas.
    • 1941 Gmz Moreno, M. Águilas Renacimiento [1983] Esp (CDH )
      A pesar de esto la escena de Judas recibiendo el precio de su traición, con bello fondo de arquitectura; lo de la cisterna, emocionante, y la degollación del cabrito resultan muy bien agrupados y con viveza expresiva; el modelado es más mórbido que en lo de Ordóñez, pero las figuras son machuchas y su atavío desmañado.
    • 1951 Soriano, E. Caza [1992] Esp (CDH )

      Abandonada hasta en la postura física al dulce brizar de su fantasía, había suspendido inconscientemente el rítmico picoteo de la aguja sobre la tela del bastidor. Y miraba, con los ojos entornados, para contornearlo mejor, a un ser inefable que, más allá de los cristales, en el frío aire externo, flotaba impávidamente desnudo, en su pura forma prístina, y que se parecía, más que a nada, a esos muñequillos articulados, de caucho color rosa, fabricados con cierto prurito de exactitud anatómica: los miembros proporcionados y mórbidos, las facciones modeladas con primor, marcados los hoyuelos de las mejillas y el botoncito del mentón; el pelo, figurado con esmero por surquitos menudos y paralelos, como pegado al cráneo por un baño reciente y peinado en onditas simétricas

    • 1955 Cortázar, J. Trad Memorias Adriano [1982] 112 Ar (CDH )
      Cuántas discusiones para mantener la espesa línea de una ceja, la redondez un tanto mórbida de un labio... Contaba desesperadamente con la eternidad de la piedra y la fidelidad del bronce para perpetuar un cuerpo perecedero o ya destruido, pero también insistía en que el mármol, ungido diariamente con una mezcla de aceite y de ácidos, tomara el brillo y casi la blandura de una carne joven.
    • 1965 Chueca Goitia, F. HArquitectura española [1965] Esp (CDH )
      Las novedades burgalesas, las formas más flexibles y mórbidas, se compaginan también con disposiciones tradicionales, como son las cabeceras planas con capillas rectangulares; típicas de muchas estructuras cistercienses de época anterior.
    • 1982 Morales Marín, J. L. Dicc Términos artísticos [1982] Esp (FG)
      mórbido, a. adj. Pint. Se aplica a las carnes, que parecen a la vista blandas y suaves como las naturales.
    • 1986 Cabrera Infante, G. Habana [1993] Cu (CDH )
      Y, con la condenación de Fausto, me bajé de su carro del todo que ya cruzaba ignorante los costurones que quedaban de las líneas del tranvía en la calle Colón, vestigios de una civilización desaparecida que nunca conoció, y casi corría Paseo del Prado arriba para dar de lado al poeta fusilado con su musa mórbida, eternizados en su momento, su monumento, bronce que penetra al mármol y dejar detrás al parque de los mártires del amor, perdiéndose en el Malecón del mar y del recuerdo.
    • 1987 Bartra, E. Frida Kahlo [1994] Mx (CDH )
      «Todo arte es propaganda, hasta los buenos paisajes, naturalezas muertas y "vistas" de los canales de Venecia a la luz de la luna. Los paisajes de Velasco o de los grandes impresionistas son propaganda para el gozo pleno de la tierra, la luz y el espacio universal por el hombre libre y dueño de sí mismo; son subversivamente revolucionarios. Las buenas naturalezas muertas son propaganda en pro de los frutos, el pan y las carnes que se comen, el vino que se bebe y las flores que encantan al verlas y dan placer al olerlas, y los canales de Venecia en claro de luna, con gondoleros que transportan amantes en sus góndolas, como las vírgenes mártires, las "Purísimas" mórbidas, los ángeles de bellas piernas, son excelente propaganda para que no se detenga la función de la reproducción, ni falte clientela a las casas non sanctas.»
    • 1989 Prensa ABC, 08/06/1989 [1989] Esp (CDH )

      Esto es lo que presenta ahora en cuarenta y dos pinturas de exquisito dibujo, increíbles filigranas, texturas suntuosas, ropajes barrocos. También hay bodegones con frutos que recuerdan las mórbidas curvas de la carne.

    • 2005 Darias, M. "Novedades tebeos" [31-12-2005] Diario de avisos (Santa Cruz de la Palma) Esp (HD)
      La obra de Loustal está hecha de luz y de atmósfera. De arena y de mar, de fragancias húmedas, de lentos crepúsculos. Y de mujeres lánguidas y sedosas, mórbidas, todo mirada y piel, todo presencia y aliento.
    • 2008 Valdano, J. "Fracasos Orfeo" Juegos Proteo Ec (CORPES)
      Ya van tres semanas que no se escucha en esa casa el habitual y medido golpe de martillo del escultor sobre la piedra. Allí, en la penumbra, permanecen olvidadas de su creador varias estatuas de mármol que, inconclusas, en medio de informes bloques de Carrara, persisten en sus formas aún imprecisas, esperando el retorno del artífice. Una pietá con un Nicodemo encapuchado cuyo rostro "esbozado apenas" trasunta los inconfundibles rasgos del propio artista; un efebo cuyas mórbidas formas se insinúan, como surgiendo de la dura piedra.
    1. adj. Frecuentemente como modificador de carne.
      docs. (1585-1941) 7 ejemplos:
      • 1585 Arfe Villafañe, J. Escultura Arquitectura [2003] Esp (CDH )
        Sean diez rostros de su cuerpo el cuento, / Y muestre carnes mórvidas, y tiernas; / Tenga suave, y blando el movimiento, / Y con caderas anchas, gordas piernas; / Sea redondo el braço al nacimiento, / Cuello liso, sin hoyos, ni cavernas, / Pies, y manos pequeños y carnosos, / Que tales cuerpos son los muy hermosos.
      • 1941 Gmz Moreno, M. Águilas Renacimiento [1983] Esp (CDH )

        En la otra tabla todo son redondeces: María y José cogen dátiles de la abatida palmera; el Niño se escapa; sólo el asno encaja bien, husmeando el suelo; hierbas primorosamente estudiadas; entre ellas, una sierra y una azuela denuncian el oficio de José. Las carnes, muy mórbidas, son amoratadas; el pelo, rubio claro; ropas carmesíes, amarillas y azules, entre los grises típicos; algo de paisaje y choza sin preciosismos; cielo oscuro con nubes. Inútil buscar encaje a estas pinturas entre lo italiano; imposible elogiarlas.

      • 1585 Arfe Villafañe, J. Escultura Arquitectura [2003] Esp (CDH )
        Sean diez rostros de su cuerpo el cuento, / Y muestre carnes mórvidas, y tiernas; / Tenga suave, y blando el movimiento, / Y con caderas anchas, gordas piernas; / Sea redondo el braço al nacimiento, / Cuello liso, sin hoyos, ni cavernas, / Pies, y manos pequeños y carnosos, / Que tales cuerpos son los muy hermosos.
      • 1782 Durán Bastero, L. Trad Pintor christiano Interián I [1782] p. 38 Esp (BD)
        Porque vemos al mismo tiempo, que los pintan con los miembros firmes, y robustos, la carne blanca, lampiña, y (como suelen explicarse los Pintores) mórbida; siendo así que es constante, que los hombres, que usaron algun tiempo de vestido, si despues andan desnudos, y á toda inclemencia, expuestos al Sol, y al ayre, no solo se vuelven muy morenos, y casi negros, y su pellejo áspero, y hórrido, sí que tambien de tal manera les crecen los pelos, que casi llegan estos á cubrirles todo el cuerpo.
      • 1786 Arce Cacho, C. N. Escultura [1786] pp. 344-345 Esp (BD)
        La muger consta de las mismas medidas á distincion que por los hombros son mas recogidas como medio tercio, y por la cintura otro medio, y de caderas mas anchas á proporcion de lo que se suprime en la cintura. Se ha de llevar el cuidado de no ponerla tan anatomizada ni musculosa como al varon: sus carnes deben ser morbidas, lisas y redondas con sus hoyuelos en las manos estando estendidas, y lo mismo en los codos y rodillas, como en los niños para indicar su suavidad y blandura.
      • 1827 Ceán Bermúdez, J. A. Trad Arte Milizia [1827] 32 Esp (CDH )
        Conservar en cada figura una exâcta apariencia de proporciones en toda la diversidad de movimientos, de distancias y de escorzos: variar las proporciones segun el caracter de los sugetos: mantener el equilibrio en toda suerte de actitudes y movimientos: fijar la superioridad donde es necesario; parar el movimiento en los cuerpos inanimados: variar las actitudes, sin dexar de ser naturales: poner en contraste y en oposicion los movimientos, el aire de la cabeza, el porte del cuerpo sin ningun trabajo: contornear con brio y ligereza: expresar mucho con poco sin sequedad ni dureza, y sí con gracia y elegancia, de modo que resulten carnes mórbidas y jugosas, siguiendo los grados que hay desde la amable delicadeza de la juventud hasta la venerable y horrenda vejez, desde la gentil pastosidad de las Venus, hasta la nerviosa musculatura de los Hércules y hasta la divinidad de los Apolos: todo esto es lo que se llama Diseño, y todo esto no es mas que un medio para llegar al fin.
      • 1863 Bécquer, G. A. El beso Leyendas Esp (CDH )
        ¿No veis esos cambiantes rojos de sus carnes mórbidas y trasparentes?...
      • 1941 Gmz Moreno, M. Águilas Renacimiento [1983] Esp (CDH )

        En la otra tabla todo son redondeces: María y José cogen dátiles de la abatida palmera; el Niño se escapa; sólo el asno encaja bien, husmeando el suelo; hierbas primorosamente estudiadas; entre ellas, una sierra y una azuela denuncian el oficio de José. Las carnes, muy mórbidas, son amoratadas; el pelo, rubio claro; ropas carmesíes, amarillas y azules, entre los grises típicos; algo de paisaje y choza sin preciosismos; cielo oscuro con nubes. Inútil buscar encaje a estas pinturas entre lo italiano; imposible elogiarlas.

      • 1585 Arfe Villafañe, J. Escultura Arquitectura [2003] Esp (CDH )
        Sean diez rostros de su cuerpo el cuento, / Y muestre carnes mórvidas, y tiernas; / Tenga suave, y blando el movimiento, / Y con caderas anchas, gordas piernas; / Sea redondo el braço al nacimiento, / Cuello liso, sin hoyos, ni cavernas, / Pies, y manos pequeños y carnosos, / Que tales cuerpos son los muy hermosos.
      • 1782 Durán Bastero, L. Trad Pintor christiano Interián I [1782] p. 38 Esp (BD)
        Porque vemos al mismo tiempo, que los pintan con los miembros firmes, y robustos, la carne blanca, lampiña, y (como suelen explicarse los Pintores) mórbida; siendo así que es constante, que los hombres, que usaron algun tiempo de vestido, si despues andan desnudos, y á toda inclemencia, expuestos al Sol, y al ayre, no solo se vuelven muy morenos, y casi negros, y su pellejo áspero, y hórrido, sí que tambien de tal manera les crecen los pelos, que casi llegan estos á cubrirles todo el cuerpo.
      • 1786 Arce Cacho, C. N. Escultura [1786] pp. 344-345 Esp (BD)
        La muger consta de las mismas medidas á distincion que por los hombros son mas recogidas como medio tercio, y por la cintura otro medio, y de caderas mas anchas á proporcion de lo que se suprime en la cintura. Se ha de llevar el cuidado de no ponerla tan anatomizada ni musculosa como al varon: sus carnes deben ser morbidas, lisas y redondas con sus hoyuelos en las manos estando estendidas, y lo mismo en los codos y rodillas, como en los niños para indicar su suavidad y blandura.
      • 1786 Arce Cacho, C. N. Escultura [1786] p. 246 Esp (BD)
        Supuesta ya la buena composicion entre lo expresivo del músculo y lo agradable de la carne, si buscas un buen medio en una suave forma, no solo hallarás la belleza, sino el buen gusto igualmente. Si esres con suavidad significante en los músculos, y las carnes las haces morbidas (que es lo mismo que suaves ó blandas), con este método no hay duda encontrarás las dos esencias que te he dicho.
      • 1827 Ceán Bermúdez, J. A. Trad Arte Milizia [1827] 32 Esp (CDH )
        Conservar en cada figura una exâcta apariencia de proporciones en toda la diversidad de movimientos, de distancias y de escorzos: variar las proporciones segun el caracter de los sugetos: mantener el equilibrio en toda suerte de actitudes y movimientos: fijar la superioridad donde es necesario; parar el movimiento en los cuerpos inanimados: variar las actitudes, sin dexar de ser naturales: poner en contraste y en oposicion los movimientos, el aire de la cabeza, el porte del cuerpo sin ningun trabajo: contornear con brio y ligereza: expresar mucho con poco sin sequedad ni dureza, y sí con gracia y elegancia, de modo que resulten carnes mórbidas y jugosas, siguiendo los grados que hay desde la amable delicadeza de la juventud hasta la venerable y horrenda vejez, desde la gentil pastosidad de las Venus, hasta la nerviosa musculatura de los Hércules y hasta la divinidad de los Apolos: todo esto es lo que se llama Diseño, y todo esto no es mas que un medio para llegar al fin.
      • 1863 Bécquer, G. A. El beso Leyendas Esp (CDH )
        ¿No veis esos cambiantes rojos de sus carnes mórbidas y trasparentes?...
      • 1941 Gmz Moreno, M. Águilas Renacimiento [1983] Esp (CDH )

        En la otra tabla todo son redondeces: María y José cogen dátiles de la abatida palmera; el Niño se escapa; sólo el asno encaja bien, husmeando el suelo; hierbas primorosamente estudiadas; entre ellas, una sierra y una azuela denuncian el oficio de José. Las carnes, muy mórbidas, son amoratadas; el pelo, rubio claro; ropas carmesíes, amarillas y azules, entre los grises típicos; algo de paisaje y choza sin preciosismos; cielo oscuro con nubes. Inútil buscar encaje a estas pinturas entre lo italiano; imposible elogiarlas.

  3. adj. Que causa una enfermedad o es propicio para la enfermedad.
    Sinónimo: morboso, a
    docs. (1602-2008) 8 ejemplos:
    • 1602 Jiménez Savariego, J. Peste fols. 13v-14r Esp (BD)
      [...] y puede podrecerse tambien por dos maneras, o podreciendose en si y su substancia, o por permistion, y enxerimiento en si de morbidas exhalaciones, y vapores leuantados, y causados de otras causas, y pueden venir en el ayre, por razon de los cuerpos celestes, y por razon de los elementados, y elementos, y de ambas maneras puede causar morbos comunes, y pestes [...].
    • 2008 Becerra, M. / Collet, M. "ADN" El Ciudadano (Santiago de Chile) Ch (CORPES)
      Gozaba en la época de un amplio prestigio las concepciones del jurista español Jiménez de Asúa, sobre el estado peligroso de determinados sujetos. Esta tesis, que se apoyaba en las ideas de Lombroso, acusaban la predisposición mórbida de las personas que lo hacían delinquir, drogarse, ser anarquista o cometer algún desorden social.
    • 1602 Jiménez Savariego, J. Peste fols. 13v-14r Esp (BD)
      [...] y puede podrecerse tambien por dos maneras, o podreciendose en si y su substancia, o por permistion, y enxerimiento en si de morbidas exhalaciones, y vapores leuantados, y causados de otras causas, y pueden venir en el ayre, por razon de los cuerpos celestes, y por razon de los elementados, y elementos, y de ambas maneras puede causar morbos comunes, y pestes [...].
    • 1865 Anónimo "Tifus ganado bovino" [04-11-1865] La Época (Madrid) Esp (HD)
      Hé aquí ahora una circular dirigida á los prefectos por el ministro de Agricultura [de Francia], que dá sobre este asunto las mas minuciosas y completas instrucciones: [...] Los gérmenes mórbidos pueden ser llevados á distancia por las corrientes atmosféricas, é inficionar los rebaños en los prados, cuando animales enfermos llegan á pasar por los caminos colindantes.
    • 1884 Anónimo "Noticias diversas" [23-07-1884] El Globo (Madrid) Esp (HD)
      De un periódico de Barcelona tomamos las siguientes noticias: "Dicen algunos médicos, que uno de los preservativos más eficaces, ó mejor dicho, el preservativo por excelencia, es sin duda alguna la Estufa. Princialmpente porque ningun gérmen mórbido resiste á una temperatura elevada. Despues de media hora de exposicion en el aire seco calentado, mueren todos los microbios [...]".
    • 1899 García Sancho, V. "Carta alcalde" [12-10-1899] El Liberal (Madrid) Esp (HD)
      Prolijos estudios bacteriológicos se están practicando en los laboratorios de Madrid, y he aprovechado las ocasiones que la prensa ha tenido la bondad de brindarme para demostrar de diversas maneras que no moria forzosamente todo aquél que bebiera ó se lavara con agua del Lozoya, de loa antiguos viajes ó de pozos; pero que es indudable que Madrid tiene que imponerse costosos sacrificios para que desaparezcan los gérmenes mórbidos que encierran todas estas aguas en proporciones distintas […].
    • 1913 Glz Llana, F. Trad Ideas niños Binet [2002] Esp (CDH )

      Para el estado de salud, proponemos que se entienda la síntesis de cuatro cualidades principales:

      1.ª La ausencia de predisposiciones mórbidas, tales como la predisposición al cáncer, a la tuberculosis, para no hablar más que de las peligrosas.
    • 1923 Anónimo "Billetes banco" [03-02-1923] Alrededor del Mundo (Madrid) Esp (HD)
      No hace falta ser un consumado biólogo ni un químico experimentado para darse cuenta de "visu" de la legión de corpúsculos mortales que encierran estos billetes que acumulan en su superficie los gérmenes patógenos más terribles. […] La microfotografía de estos gérmenes mórbidos, de estas colonias heteróclitas reserva, por otra parte, no pocas sorpresas a los herborizadores de gabinete.
    • 1995 Villena, L. A. Burdel Byron [1995] Esp (CDH )
      Los ricos venecianos pasaban el verano lejos del clima mórbido de la laguna.
    • 2008 Becerra, M. / Collet, M. "ADN" El Ciudadano (Santiago de Chile) Ch (CORPES)
      Gozaba en la época de un amplio prestigio las concepciones del jurista español Jiménez de Asúa, sobre el estado peligroso de determinados sujetos. Esta tesis, que se apoyaba en las ideas de Lombroso, acusaban la predisposición mórbida de las personas que lo hacían delinquir, drogarse, ser anarquista o cometer algún desorden social.
  4. ac. etim.
    adj. Que resulta agradable o placentero por su belleza, su suavidad o su sensualidad.
    docs. (1617-2008) 58 ejemplos:
    • 1617 Góngora Argote, L. Duque de Lerma [2000] 493 Esp (CDH )
      / Pisó el cenit, y absorto se embaraza, / rayos dorando, el Sol, en los doseles, / que visten, si no un fénix, una plaza, / cuyo plumaje piedras son noveles, / de Dafnes coronada mil, que abraza / en mórbidos cristales, no en laureles; / turbado las dejó, porque celoso / a Júpiter bramar oyó en el coso.
    • 1996 Prensa ABC Cultural, 01/11/1996 [1996] Esp (CDH )
      Se trata de una muchacha proletaria, de facciones mórbidas e iris claro.
    • 1617 Góngora Argote, L. Duque de Lerma [2000] 493 Esp (CDH )
      / Pisó el cenit, y absorto se embaraza, / rayos dorando, el Sol, en los doseles, / que visten, si no un fénix, una plaza, / cuyo plumaje piedras son noveles, / de Dafnes coronada mil, que abraza / en mórbidos cristales, no en laureles; / turbado las dejó, porque celoso / a Júpiter bramar oyó en el coso.
    • 1618 Góngora Argote, L. Fábula Píramo Tisbe [1921] 288 Esp (CDH )
      / El etcoetera es de marmol, / Cuios relieues occultos / Vltraje morbido hicieran / A los diuinos desnudos, / La vez que se vistiò Paris / La garnacha de Licurgo, / Quando Palas por vellosa / I por zamba perdiò Iuno.
    • 1799-1815 Conde de Noroña Poesías [1871] 467 Esp (CDH )
      No menos atrevido se presenta / El muchacho Florindo, / Como las Gracias, como Adónis lindo, / Que apenas veinte primaveras cuenta, / El luciente cabello ensortijado / Ondea por la frente deliciosa, / La leche pura y la encendida rosa / Se mezclan en su rostro con agrado, / Sus ojos fuego arojan, y su boca / A la virgen más tímida provoca. / Como naturaleza / A manos llenas le otorgó belleza, / No cuida del ornato y compostura, / Y así encanta su mórbida figura / Como aquellas estatuas griegas, donde / Ninguna gracia natural se esconde. /
    • c1790-1823 Arriaza, J. B. Poesías [1822-1826] I, 1ª, 161 Esp (CDH )
      Que muger siempre, en amoroso juego, / Huye el halago á que se rinde luego. / ¡Qué de elegancia en las gentiles formas, / Qué de dulzura en los contornos bellos, / Embelesa la vista! ¿á dó las normas / Halló el pincel para tan lindos cuellos, / Blancas espaldas, torneados brazos, / Flexibles talles, mórbidos regazos? /
    • 1840-1841 Espronceda, J. Diablo Mundo [1993] 205 Esp (CDH )
      [...] la alegre danza en movimiento blando, / que orna voluptuosa liviandad, / al goce, al apetito convidando / con sus mórbidas formas la beldad [...]. /
    • 1847 Estébanez Calderón, S. Escenas andaluzas [1985] Esp (CDH )

      Mas, ¡oh, qué talle delgadísimo, tomado con tal aire y gentileza, y que descendiendo con perfiles de agradable y voluptuoso incremento hasta llegar a su asiento gracioso y lleno de donaire, conmueve al arrobamiento y a la adoración! ¡Y qué pies tan imposibles por breves, y tan breves por su donosa figura y planta para sostener templo tan arrogante de hermosura, y, sin embargo, lo sostienen con señorío tal, que no parece sino que cuando huellan el suelo son emperadores de la tierra! Y no quiero relatar con mi lengua lo que esos nexos de mórbida encarnación me revelan de inefable belleza y de angelical estructura, hasta enlazar miembros tan perfectos con el sagrario divino, y con el ser todo de tanta belleza; porque si su visión matara de placer a la mitad del mundo, la relación de tantos misterios matara de envidia a la otra mitad!

    • 1861 Castro, R. Flavio [1993] 254 Esp (CDH )

      No había hallado en aquella mujer la blancura mate ni la belleza angelical de las otras mujeres. No comprendiendo todavía más que la belleza mórbida y fresca de las campesinas, la belleza que habla directamente a los sentidos, su joven compañera no valía para él ni el más leve pensamiento ni la más pequeña atención.

    • 1866 Salomé Jil (José Millá y Vidaurre) La hija del adelantado [2003] Gu (CDH )
      Agustina cambiaba colores, mordíase los labios hasta hacer saltar la sangre y enterraba las uñas afiladas de su mano derecha en las mórbidas carnes de su brazo izquierdo.
    • 1871 Facundo HChucho [1890] Mx (CDH )

      Perez nunca olvidó á Elena; su amor resistió á la prueba del tiempo, de la ausencia y de la distancia, y siempre estuvo al tanto de la vida de Elena; de manera que Perez fué el primero que en México supo el regreso de ella y el único que se adelantó á recibirla en la garita.

      Perez, que había conservado la imagen de Elena mórbida y graciosa y mostrando sus piesecitos azules en las boleras, estuvo á punto de desmayarse al encontrarse frente á la vieja mamá de los niños Aguados.
    • 1885 Pardo Bazán, E. Cisne Vilamorta [1885] Esp (CDH )
      En vez de la elástica y mórbida curva del seno y los acelerados latidos de la víscera, Segundo encontró la dureza de uno de esos largos corsés-corazas emballenados y provistos de resortes de acero, que hoy prescribe la moda: artificio que daba al talle de Nieves gran parte de su púdica esbeltez.
    • 1896 Gamboa, F. Suprema Ley [1965] 349 Mx (CDH )
      ¿Si se vengara?... ¿si pudiera hacerlo sentir tormentos parecidos? Pero ¿con quién, si nadie le hacía caso, si a lo sumo inspiraba en la calle, en la casa, en las raras amistades que la frecuentaban, una compasiva simpatía?... ¿quién la había de querer?... Y dándose mil mañas para que Julio no advirtiera sus manejos, en un periodo de desesperación, con el fin de cerciorarse de los elementos con que podía contar aún, se palpó muy suavemente, pasó una muda revista de sus encantos idos; detenía la mano en tal o cual sitio, donde antaño se acurrucaran apasionados besos conyugales; en la curva mórbida bautizada con diversos y afectuosos títulos, la curva que sólo se rendía después de positiva y encarnizada batalla, y no los encontraba, era inútil que su mano insistiera, no estaban ya, no había sino la rigidez ingrata de los huesos, el ángulo despiadado, las arrugas entrecruzadas e infinitas dando a la piel granulaciones y asperezas.
    • 1905 Pardo Bazán, E. Quimera [1991] Esp (CDH )
      Tomó la copa de Champagne, colmada, y en pleno la arrojó a la faz morena, al escote mórbido, a los ojos negros de la beldad.
    • 1932 Reyles, C. Gaucho Florido [1969] Ur (CDH )
      Llena de cándida voluptuosidad, se abandonaba ella en los brazos de él, y como no usaba ceñidor alguno y las telas de verano eran muy tenues, el mozo palpaba con la diestra, cual si estuviera desnuda, las mórbidas carnes del dorso, suavemente henchido de arriba a abajo, y sentía que los duros pechos de la morocha se achataban contra el ancho tórax suyo.
    • 1948 Gmz Serna, R. Automoribundia [1948] Esp (CDH )
      Después del almuerzo me iba hacia la catedral de nieve pétrea que es la catedral palentina, miraba un momento el antiguo colegio de mi internado suplicante y delicioso, una mirada de evocación a la Normal, en que la mórbida y rubia Fructuosa me hizo creer en la mujer, y después, encarando la hora en el reloj catedralicio, penetraba en sus naves.
    • 1961 Sábato, E. Héroes [1986] Ar (CDH )

      Era de mediana estatura, más bien menuda, pero en sus movimientos se revelaba una especie de gata en celo. Se dirigió sin ayuda hasta el camastro aquél y se desnudó. Su cuerpo era atrayente, mórbido, pero sobre todo eran sus movimientos felinos lo que atraía.

    • 1982 Mujica Láinez, M. Escarabajo [1993] Ar (CDH )

      Acunó en sus brazos al perrito maltés y avanzó, centelleando. Llevaba una túnica transparente, vaporosa, volandera, de un matiz lila desvaído, bordada con rubíes. Irisábanse las perlas, enroscadas en laureles, alrededor de su cabellera roja, que parecía incendiada. Nunca la vi tan mórbida, tan peregrina, tan codiciable. Tenues venas celestes exaltaban la palidez irreal de su piel, y sus ojos verdes eran como grandes piedras preciosas.

    • 1617 Góngora Argote, L. Duque de Lerma [2000] 493 Esp (CDH )
      / Pisó el cenit, y absorto se embaraza, / rayos dorando, el Sol, en los doseles, / que visten, si no un fénix, una plaza, / cuyo plumaje piedras son noveles, / de Dafnes coronada mil, que abraza / en mórbidos cristales, no en laureles; / turbado las dejó, porque celoso / a Júpiter bramar oyó en el coso.
    • 1618 Góngora Argote, L. Fábula Píramo Tisbe [1921] 288 Esp (CDH )
      / El etcoetera es de marmol, / Cuios relieues occultos / Vltraje morbido hicieran / A los diuinos desnudos, / La vez que se vistiò Paris / La garnacha de Licurgo, / Quando Palas por vellosa / I por zamba perdiò Iuno.
    • 1799-1815 Conde de Noroña Poesías [1871] 467 Esp (CDH )
      No menos atrevido se presenta / El muchacho Florindo, / Como las Gracias, como Adónis lindo, / Que apenas veinte primaveras cuenta, / El luciente cabello ensortijado / Ondea por la frente deliciosa, / La leche pura y la encendida rosa / Se mezclan en su rostro con agrado, / Sus ojos fuego arojan, y su boca / A la virgen más tímida provoca. / Como naturaleza / A manos llenas le otorgó belleza, / No cuida del ornato y compostura, / Y así encanta su mórbida figura / Como aquellas estatuas griegas, donde / Ninguna gracia natural se esconde. /
    • c1790-1823 Arriaza, J. B. Poesías [1822-1826] I, 1ª, 161 Esp (CDH )
      Que muger siempre, en amoroso juego, / Huye el halago á que se rinde luego. / ¡Qué de elegancia en las gentiles formas, / Qué de dulzura en los contornos bellos, / Embelesa la vista! ¿á dó las normas / Halló el pincel para tan lindos cuellos, / Blancas espaldas, torneados brazos, / Flexibles talles, mórbidos regazos? /
    • c1790-1823 Arriaza, J. B. Poesías [1822-1826] I, 1ª, 168 Esp (CDH )
      / Bellos seres, ¿quién sois? ¿acaso el fuego / De mi entusiasmo imágenes aborta, / Ó algun florido sueño me trasporta / Á la brillante edad del culto griego? / Y tú, portento amable de belleza, / ¿Es solo tu existencia en mi deseo? / Ó si á mis ojos creo / Que estan viendo latir tu pecho blando, / Déjame ver de qué naturaleza / Es esa encarnacion mórbida y vaga, / Que me parece estarse recreando / En la impresion del aire que le halaga; / ¡Ay! presta que el sentido satisfaga / Tanta curiosidad; ni te sonroses, / Esquiva de mi incienso á las primicias, / Por complacerte solo en las caricias / Y en las delicias de los altos dioses.
    • c1790-1823 Arriaza, J. B. Poesías [1822-1826] I, 1ª, 214 Esp (CDH )
      / Alargóle Terpsícore la mano / Al desprender de la nativa espuma: / Bajo su pie de pluma, / La yerba apenas se dobló del llano: / En los mórbidos miembros á Citéres, / En los tímidos ojos á Diana, / En el rubor semeja á la mañana: / Su accion con magestad voluptuosa / Anuncia, mas no brinda, los placeres: / Cúbrela un manto de azucena y rosa; / Y asi dulce, sencilla, delicada / (Copia en fin del objeto que idolatro) / De gracias coronada / Se ofreció de la Iberia al gran teatro.
    • 1827 Bello, A. Juicio poesías J. M. Heredia [1985] Crítica literaria Ve (CDH )

      Otra cosa en que el estilo de la poesía moderna nos parece desviarse algo de las leyes de un gusto severo, es el caracterizar los objetos sensibles con epítetos sacados de la metafísica de las artes. En poesía no se debe decir que un talle es elegante, que una carne es mórbida, que una perspectiva es pintoresca, que un volcán o una catarata es sublime. Estas expresiones, verdaderos barbarismos en el idioma de las musas, pertenecen al filósofo que analiza y clasifica las impresiones producidas por la contemplación de los objetivos, no al poeta, cuyo oficio es pintarlos.

    • 1840-1841 Espronceda, J. Diablo Mundo [1993] 205 Esp (CDH )
      [...] la alegre danza en movimiento blando, / que orna voluptuosa liviandad, / al goce, al apetito convidando / con sus mórbidas formas la beldad [...]. /
    • 1847 Estébanez Calderón, S. Escenas andaluzas [1985] Esp (CDH )

      Mas, ¡oh, qué talle delgadísimo, tomado con tal aire y gentileza, y que descendiendo con perfiles de agradable y voluptuoso incremento hasta llegar a su asiento gracioso y lleno de donaire, conmueve al arrobamiento y a la adoración! ¡Y qué pies tan imposibles por breves, y tan breves por su donosa figura y planta para sostener templo tan arrogante de hermosura, y, sin embargo, lo sostienen con señorío tal, que no parece sino que cuando huellan el suelo son emperadores de la tierra! Y no quiero relatar con mi lengua lo que esos nexos de mórbida encarnación me revelan de inefable belleza y de angelical estructura, hasta enlazar miembros tan perfectos con el sagrario divino, y con el ser todo de tanta belleza; porque si su visión matara de placer a la mitad del mundo, la relación de tantos misterios matara de envidia a la otra mitad!

    • 1847 Estébanez Calderón, S. Escenas andaluzas [1985] Esp (CDH )

      El donaire de los movimientos contrastaba con cierto pudor que autorizaba y daba señorío al rostro y este pudor era más picante resaltando con el fuego que derramaban dos ojos rasgados y envueltos en un rocío lánguido y voluptuoso. Mi vista corría desde el engarce del pie pequeñuelo hasta el enlace de la rodilla, muriéndose de placer pasando y repasando por aquellos mórbidos llenos y perfiles ágiles, que a fuer de nube caprichosa de abril ocultaban y tornaban a feriar*la seda de la saya, y los fluecos y caireles.

    • 1859 Castro, R. Hija mar [2003] Esp (CDH )
      Caminaba al azar por los jardines, nadie la guiaba en su vagabunda carrera, y con los pies desnudos, el seno descubierto y la respiración anhelante pudiera creérsela muy bien impúdica matrona que, descubriendo sus mórbidas formas, al tiempo que parecía querer ocultarlas excitaba con sus movimientos voluptuosos y desenvueltos a que la siguiesen aquellos cansados amantes que no anhelaban ya más que un estúpido descanso.
    • 1861 Castro, R. Flavio [1993] 254 Esp (CDH )

      No había hallado en aquella mujer la blancura mate ni la belleza angelical de las otras mujeres. No comprendiendo todavía más que la belleza mórbida y fresca de las campesinas, la belleza que habla directamente a los sentidos, su joven compañera no valía para él ni el más leve pensamiento ni la más pequeña atención.

    • 1861 Gmz de Avellaneda, G. Artista barquero [1990] Cu (CDH )

      Comprendíase por la casi infantil expresión de su fisonomía candorosa —llena, sin embargo, de gracia francesa y vivacidad española—, que apenas había gozado de la primera sonrisa del alba de la vida; mientras que sus formas mórbidas y perfectas; su tez delicada y un poco morena; sus magníficos ojos negros de largas pestañas y acariciadora mirada, y cierta voluptuosa dejadez en todos sus movimientos, caracterizaban la especial belleza de la criolla [...].

    • 1866 Salomé Jil (José Millá y Vidaurre) La hija del adelantado [2003] Gu (CDH )
      Agustina cambiaba colores, mordíase los labios hasta hacer saltar la sangre y enterraba las uñas afiladas de su mano derecha en las mórbidas carnes de su brazo izquierdo.
    • 1871 Facundo HChucho [1890] Mx (CDH )

      Perez nunca olvidó á Elena; su amor resistió á la prueba del tiempo, de la ausencia y de la distancia, y siempre estuvo al tanto de la vida de Elena; de manera que Perez fué el primero que en México supo el regreso de ella y el único que se adelantó á recibirla en la garita.

      Perez, que había conservado la imagen de Elena mórbida y graciosa y mostrando sus piesecitos azules en las boleras, estuvo á punto de desmayarse al encontrarse frente á la vieja mamá de los niños Aguados.
    • 1876-1880 Zugasti Sáenz, J. Bandolerismo [1983] Esp (CDH )
      Cubría sus hombros, dejando ver su garganta y los mórbidos contornos de su seno, un magnífico pañolón de Manila, de color de caña, vistosamente bordado de pájaros y flores, y anudado por detrás a su cintura con indecible gracia y desgaire.
    • 1885 Pardo Bazán, E. Cisne Vilamorta [1885] Esp (CDH )
      En vez de la elástica y mórbida curva del seno y los acelerados latidos de la víscera, Segundo encontró la dureza de uno de esos largos corsés-corazas emballenados y provistos de resortes de acero, que hoy prescribe la moda: artificio que daba al talle de Nieves gran parte de su púdica esbeltez.
    • 1886 Acevedo Díaz, E. Brenda [2002] Ur (CDH )

      Ya muy cerca de la glorieta recogió un poco el ruedo de su vestido, enseñando el pie breve y correcto; puso el extremo del abanico en la mejilla, y siguió mirando en silencio hacia un lado, ondulante el pecho, que en parte descubría cerca de la garganta el nacimiento de sus mórbidos y anacarados tesoros.

    • 1894 Zeno Gandía, M. Charca [2002] PR (CDH )
      Ceñido a la cintura, sin oprimirla, aquel traje contenía formas blandas como si el mórbido desarrollo, aún no completo, saliera triunfante en lucha con las torpezas de lascivia prematura.
    • 1894 Zeno Gandía, M. Charca [2002] PR (CDH )

      No era alma gozosa que vencía rindiéndose; era víctima del miedo, que se reportaba en el protector regazo, no era el ser mórbido lanzado a las expansiones de la felicidad, era pobrecita carne escondiéndose temblorosa en los brazos del valeroso defensor, mientras en el ámbito bullían las notas aladas del nocturno plasmo, con sus voces estridentes, con sus silbidos sutiles, con sus gritos lúgubres [...].

    • 1896 Gamboa, F. Suprema Ley [1965] 349 Mx (CDH )
      ¿Si se vengara?... ¿si pudiera hacerlo sentir tormentos parecidos? Pero ¿con quién, si nadie le hacía caso, si a lo sumo inspiraba en la calle, en la casa, en las raras amistades que la frecuentaban, una compasiva simpatía?... ¿quién la había de querer?... Y dándose mil mañas para que Julio no advirtiera sus manejos, en un periodo de desesperación, con el fin de cerciorarse de los elementos con que podía contar aún, se palpó muy suavemente, pasó una muda revista de sus encantos idos; detenía la mano en tal o cual sitio, donde antaño se acurrucaran apasionados besos conyugales; en la curva mórbida bautizada con diversos y afectuosos títulos, la curva que sólo se rendía después de positiva y encarnizada batalla, y no los encontraba, era inútil que su mano insistiera, no estaban ya, no había sino la rigidez ingrata de los huesos, el ángulo despiadado, las arrugas entrecruzadas e infinitas dando a la piel granulaciones y asperezas.
    • 1905 Pardo Bazán, E. Quimera [1991] Esp (CDH )
      Tomó la copa de Champagne, colmada, y en pleno la arrojó a la faz morena, al escote mórbido, a los ojos negros de la beldad.
    • 1919 Asín Palacios, M. Escatología musulmana Divina Comedia [1961] Esp (CDH )
      Los tópicos principales son éstos: jardines, praderas, mansiones, flores, nubes, estrellas, relámpagos, truenos, céfiros, colinas, bosques, sendas, amigos, doncellas de mórbidas formas, etc.
    • 1924 Pellicer, C. Cielo [2002] Antología Mx (CDH )
      El mar se baña entre mis brazos; / el Sol ve soles con mi fe. / Las olas beben en mi mano / mórbidas perlas de placer. / Y la ciudad maravillosa / que en un gran gesto de ajedrez / el Pao de Assucar adelanta / sobre el Atlántico, ha de ser / la curva eterna de mi gozo / que sobre el mundo he de tender.
    • 1929 Díaz Fdz, J. Venus mecánica [1983] Esp (CDH )
      Víctor pensó en lo lejos que se encontraba aquella mujer de la mujer académica, mórbida y maternal, capaz de promover el entusiasmo erótico del bosquímano.
    • 1932 Aleixandre, V. Espadas [1989] Esp (CDH )
      Remota sensación de tempestades / sedosa exploración la ternura / rompe telillas de arañas mientras el rayo / busca cabellos lúcidos por los que descargar de sí mismo / Pero aquí abajo la seda es reposo / suavidad entretiempo palabra entre dos labios / puede el rayo ser acaso esqueleto / pero la carne mórbida es una lancha amable / Abajo aquí adónde bogando entre dos ruidos * / sin reparar en el granillo de arena / en ese dolor de la vista que mira a poniente / escocido y presintiendo el mar que aspira / La luz fría / he dicho un reloj o majestad pausada / he dicho un ramo de violetas o de trenzas / he dicho lo que vengo diciendo he dicho un filo / sobre el que dormir con riesgo / Mantas con alas se van desnudo frío / se van y tiran de las flores / arriba ya nubes sin aroma desfilan ya cristal / flores de piso huídas pies desnudos
    • 1932 Reyles, C. Gaucho Florido [1969] Ur (CDH )
      Llena de cándida voluptuosidad, se abandonaba ella en los brazos de él, y como no usaba ceñidor alguno y las telas de verano eran muy tenues, el mozo palpaba con la diestra, cual si estuviera desnuda, las mórbidas carnes del dorso, suavemente henchido de arriba a abajo, y sentía que los duros pechos de la morocha se achataban contra el ancho tórax suyo.
    • 1935 Loynaz, D. M. Jardín [1992] Cu (CDH )

      No se cansaba de observar a la muchacha. Era pálida y de contornos mórbidos; trataba de hallar entre sus sensaciones físicas la semejanza de la piel que había tocado... Era una piel que no tenía propiamente la consistencia del molusco, porque carecía de elasticidad, ni era tampoco semejante al barro que trabajan los alfareros, ya que no se había aglutinado a la presión de sus dedos... Le pareció más bien su carne como una carne de hongos, húmeda y granosa...

    • 1935-1936 Carrasquilla, T. Hace tiempos [1951] Co (CDH )
      Tal gallardea aquella zona, en partes árida y escabrosa, en partes mórbida y ondulada, repleta de fieras, de monos irrisorios, de serpientes, de insectos y reptiles venenosos, de pajarracos pintos, de avecillas delicadas, de toda aquella fauna que zumba, que chilla, que brama, que se mata, en esta lucha sin tregua por la vida y el amor.
    • 1941 Azorín Madrid [1941] Esp (CDH )
      La sensación pristina, palpitante, mórbida —mórbida en el sentido suave, voluptuosa—, que es de todos los tiempos y es tan viva ahora como lo será dentro de siglos.
    • 1948 Gmz Serna, R. Automoribundia [1948] Esp (CDH )
      Después del almuerzo me iba hacia la catedral de nieve pétrea que es la catedral palentina, miraba un momento el antiguo colegio de mi internado suplicante y delicioso, una mirada de evocación a la Normal, en que la mórbida y rubia Fructuosa me hizo creer en la mujer, y después, encarando la hora en el reloj catedralicio, penetraba en sus naves.
    • 1953 Carpentier, A. Pasos [1985] 265 Cu (CDH )

      Ahora fray Pedro me lleva al otro extremo de los Signos y me muestra, de aquel lado de la montaña, una suerte de cráter, de ámbito cerrado, en cuyo fondo medran pavorosas yerbas. Son como gramíneas membranosas, cuyas ramas tienen una mórbida redondez de brazo y de tentáculo.

    • 1958 Schz Gmz, G. Novelas cortas [1958] Co (CDH )

      Como Pedro avanza, amenazador y terrible, Carlota hace ademán de levantarse y correr hacia él, para refugiarse en sus brazos; pero su madre la contiene, lanzándole una mirada fulminante y agarrándola por un brazo, en cuyas carnes mórbidas se hincan como férreas tenazas los dedos de la vieja.

    • 1958 Schz Gmz, G. Novelas cortas [1958] Co (CDH )
      Es bella y fresca como una mañana en el mar, hermosa y mórbida como las combas de las olas; sus ojos, de un oriente fugaz, ostentan el colorido cambiante y enigmático del agua en los atardeceres profundos.
    • 1958 Schz Gmz, G. Novelas cortas [1958] Co (CDH )
      Viéndola tan fresca y mórbida, con los ojos iluminados de picardía y los brazos desnudos, cubiertos de rocío matinal, sentía una satisfacción recóndita, un placer dulcísimo, como si dentro de sí mismo se ocultara un panal.
    • 1958 Schz Gmz, G. Novelas cortas [1958] 81 Co (CDH )
      Más que todo, en ella sorprendía y agradaba el tono de la piel, de un tinte mate e indefinible, semejante al color de la canela; y su apariencia mórbida, fresca y pulida, como si la hubieran amasado con la pulpa tierna del cacao.
    • 1958 Schz Gmz, G. Novelas cortas [1958] Co (CDH )
      Al resplandor agónico del crepúsculo brillaban como insignias de antiguos caciques las pulseras, los largos zarcillos, la gargantilla que parecía adherirse a la piel mórbida del cuello, todo de oro amarillo y brillante.
    • 1961 Sábato, E. Héroes [1986] Ar (CDH )

      Era de mediana estatura, más bien menuda, pero en sus movimientos se revelaba una especie de gata en celo. Se dirigió sin ayuda hasta el camastro aquél y se desnudó. Su cuerpo era atrayente, mórbido, pero sobre todo eran sus movimientos felinos lo que atraía.

    • 1966 Lezama Lima, J. Paradiso [1988] Cu (CDH )
      Aquella tarde él había aumentado las gotas de láudano; sobre su cama, rodeando el sueño su desnudez, como si se hubiese quedado dormido al lado de un río, mostraba un cuerpo mórbido por la timidez de su adolescencia, infinitamente posesivo por su rendimiento al mundo extenso del vegetal, los párpados como una cerradura fidelizada por el láudano, le daban su rechazo a toda cabalgadura de la flecha en la luz.
    • 1970 Goytisolo, J. Reivindicación [1973] 85 Esp (CDH )

      [...] la espalda apoyada en el mármol, las piernas horizontalmente extendidas: respirando aliviado: vivo, vivo!: no en el proteico reino de lo blando e informe, de la flora rastrera e inmunda, de la obscena ebullición de lo inorgánico: abarcando las tersas superficies pulidas, eludiendo la mórbida carnosidad innecesaria [...].

    • 1970 Goytisolo, J. Reivindicación [1973] Esp (CDH )

      [...] entonces

      se enrolla con avidez

      lo inmoviliza con sus jugos azucarados

      hunde sus pelos en la carne mórbida

      señoras y caballeros

      les rogamos por favor que no miren [...].

    • 1974 Sábato, E. Abaddón [1983] Ar (CDH )
      El túnel apenas permitía el paso de una sola persona, y ella marchaba delante con su lámpara, y a través de su túnica casi transparente, él podía ver su cuerpo moviéndose con mórbida majestad.
    • 1978 Donoso, J. Casa campo [1989] 26 Ch (CDH )
      Su mandíbula, ya libre del marco de bucles, se dibujaba siempre delicada, aunque ahora firme; y desvanecidos los mórbidos contornos de querubín se reveló su boca lúcida, sajada con un tajo audaz, que sonreía burlona al reconocerse.
    • 1980 Azancot, L. Amores prohibidos [1988] 24 Esp (CDH )

      [...] se volvía hacia él, le sonreía —cerrándose pudorosamente, con el antebrazo de la mano que sujetaba el gollete de la botella, la gorguera de la bata, por entre la que se escapara momentos antes un pecho breve y duro, sobrehumanamente cándido—, escanciaba la bebida, se arrellanaba en un pufde cuero —con uno de los vasos en la mano diestra— y, al cruzar las piernas, dejaba al desnudo, hasta medio muslo, una de ellas: de satinada piel resbaladiza y líneas mórbidas, de estrechos tobillos, de carne prieta en las pantorrillas enjutas y corvas suaves.

    • 1982 García Hortelano, J. Gramática parda [1992] Esp (CDH )
      Se sorprendió, ciertamente, del hechizo que expelía aquella mujer, alta y mórbida, dispuesta a adoptarla.
    • 1982 García Hortelano, J. Gramática parda [1992] Esp (CDH )
      Por el contrario no había encubierto, ni Georges se lo habría permitido, su aspecto de grácil y mórbida danzarina.
    • 1982 Mujica Láinez, M. Escarabajo [1993] Ar (CDH )

      Lo secundaban sus conocidos acompañantes, más el Sapo del sombrero jactancioso y una mórbida mujer que cabalgaba un camello. Modesto nos explicó después que ésa era Gomori, un demonio amanerado que adoptaba la femenina máscara, muy a su gusto, para vigorizar con sus atractivos la concupiscencia aguijoneada por Belial.

    • 1982 Mujica Láinez, M. Escarabajo [1993] Ar (CDH )

      Acunó en sus brazos al perrito maltés y avanzó, centelleando. Llevaba una túnica transparente, vaporosa, volandera, de un matiz lila desvaído, bordada con rubíes. Irisábanse las perlas, enroscadas en laureles, alrededor de su cabellera roja, que parecía incendiada. Nunca la vi tan mórbida, tan peregrina, tan codiciable. Tenues venas celestes exaltaban la palidez irreal de su piel, y sus ojos verdes eran como grandes piedras preciosas.

    • 1983 Ribeyro, J. R. Geniecillos [1983] 35 Pe (CDH )
      Algunas tenían grandes ojos, oscuros, maquillados, brillando entre tupidas pestañas, entre mórbidas ojeras, especie de pequeños sexos vivientes, inteligentes, que a cada momento, al girar la cabeza, encontraba vueltos hacia él, a la espera.
    • 1986 Faner, P. Flor sal [1986] Esp (CDH )
      Qué tersura la de su cuerpo esbelto, sus formas mórbidas.
    • 1986 Faner, P. Flor sal [1986] Esp (CDH )

      Con un resplandor delicado en sus ojos azules, Leonor buscó el centro de aquel vástago inútil, mientras apremiaba a Diodor a que escapara. Pero el amo, fascinado por la curiosidad, estaba como clavado en el suelo. Leonor tenía boca de labios delgados, medianamente grande, con los dientecillos alineados como perlas en ristra, y la lengua rosácea, temblorosa. Su calamorra depilada doraba la noche con el mórbido balanceo.

    • 1988 Pz-Reverte, A. Maestro esgrima [1995] Esp (CDH )
      Al hacerlo levantó levemente el busto, y el maestro de esgrima acercó los labios, muy despacio, hasta sentir la calidez mórbida de aquellos hermosos senos desnudos.
    • 1988 Vázquez-Figueroa, A. Caribes [1990] Esp (CDH )
      A la altiva indígena le resultaba inconcebible que un hombre joven y sano pudiera sentirse más interesado por un brillante metal, bueno tan sólo para confeccionar estúpidos adornos, que por la suavidad de su piel o la mórbida firmeza de sus pechos, pero aún así decidió aceptar la extraña sugerencia, por lo que ordenó a sus más veloces guerreros que corrieran hasta los dominios de su hermano, el cacique de Jaraguá, rogándole que le enviase de inmediato todo el oro que pudiese conseguir.
    • 1991 Peri Rossi, C. Babel Bárbara [2005] Ur (CDH )
      Altiva como la A (anaconda) / Balbuceante como la B (Babel bárbara) / Colérica como la C (carismática) / Dorada como la D (ditirámbica) / Elemental como la E (elegíaca) / Furibunda como la F (fáustica) / Gutural como la G (gárgola) / Hipnótica como la H (hendida) / Íntima como la I (imantada) / Jupiteriana como la J (jónica) / Lúbrica como la L (loba) / Mórbida como la M (marmórea) / Nocturna noctiluca (nacarada noche) / Opulenta como la O (ombligo y ópalo) / Quejumbrosa como la Q (quimera y quejido) / Rúnica como la R (rondadora) / Sardónica como la S (soez, soñadora) / Turbadora como la T (tañido y tambor) / Ungida como la U (umbría, ungulada) / Visceral como la V (vientre, voluta) / Yuxtapuesta como la Y (yoica) / te maldigo y te bendigo / te nombro y te fundo.
    • 1995 Hernández, R. Secreter rey [1995] Esp (CDH )
      En el Baile de Buckingham Palace estreché la cintura de Ena, percibí su mórbido cuerpo, aspiré su olor a rosa y a lila.
    • 1995 Hernández, R. Secreter rey [1995] Esp (CDH )
      Ena las superaba a las dos con su sutileza de diosa olímpica, su hermosura de amazona de los bosques, las formas perfectas y mórbidas que yo abrazaba como un náufrago.
    • 1996 Prensa El Mundo, 15/06/1996 [1996] Esp (CDH )
      «Te abandono, ya no te amo», le dice la mórbida Jeanne a su desconcertado marido Louis.
    • 1996 Prensa ABC Cultural, 01/11/1996 [1996] Esp (CDH )
      Se trata de una muchacha proletaria, de facciones mórbidas e iris claro.
    1. adj. Frecuentemente, como modificador de sustantivos que designan partes del cuerpo femenino, como boca, brazo, busto, cadera, cintura, cuello, espalda, garganta, hombro, labio, mano, muslo, nalga, pecho, pierna, seno y talle.
      docs. (1814-2008) 70 ejemplos:
      • 1814 Meléndez Valdés, J. Poesías 1814 Poesías Esp (CDH )
        ¡Con qué indecible gracia, / tan varia como fácil, / el voluble abanico, / Dorila, llevar sabes! / ¡Con qué de movimientos / has logrado apropiarle / a los juegos que enseña / de embelesar el arte! / Esta invención sencilla / para agitar el aire / da, abriéndose, a tu mano / bellísima el realce / de que sus largos dedos, / plegándose süaves, / con el mórbido brazo / felizmente contrasten.
      • 2008 Vicent, M. "Marcel Proust" [18-10-2008] El País (Madrid) Esp (HD)
        Marcel Proust es un joven macilento, con ojos febriles de hindú, pelo negro partido por una raya en medio, bigote dibujado sobre unos labios mórbidos, que acude a la universidad con botines charolados, guantes blancos, levita entallada, corbata de plafón y un lirio salvaje en el ojal.
      • 1814 Meléndez Valdés, J. Poesías 1814 Poesías Esp (CDH )
        ¡Con qué indecible gracia, / tan varia como fácil, / el voluble abanico, / Dorila, llevar sabes! / ¡Con qué de movimientos / has logrado apropiarle / a los juegos que enseña / de embelesar el arte! / Esta invención sencilla / para agitar el aire / da, abriéndose, a tu mano / bellísima el realce / de que sus largos dedos, / plegándose süaves, / con el mórbido brazo / felizmente contrasten.
      • 1844 Gmz Avellaneda, G. Espatolino [1981] Novelas Cu (CDH )

        Era una habitación pequeña, pero bonita, con dos grandes ventanas exteriores, en una de las cuales estaba de pie —apoyada lánguidamente en el respaldo de un sillón— una mujer triste y pálida, en la que apenas podrían reconocer los lectores a la preciosaAnunziata. Su frescura juvenil aparecía marchita, su talle mórbido y elegante se doblaba como una caña tronchada por el viento, y sus miradas pensativas vagaban con poco interés por la magnífica perspectiva que ofrecían a lo lejos las románticas selvas [...].

      • 1867 Isaacs, J. María [1995] Co (CDH )
        Al ir y venir de los desnudos y mórbidos brazos sobre la piedra en que apoyaba la cintura, mostraba ésta toda su flexibilidad, le temblaba la suelta cabellera sobre los hombros, y se estiraban los pliegues de su camisa blanca y bordada.
      • 1839-1882 Villaverde, C. Cecilia Valdés [1992] Cu (CDH )
        [...] en el modo de llevar el pañuelo de seda con que se velaba a medias los mórbidos hombros y el de Bayajá con que se cubría las pasas; en el color negro lustroso de la cara y brazos desnudos y torneados, anunciando salud y robustez; en su aspecto general de forastera; en la tristeza o timidez que su semblante y actitud revelaban; había algo, decimos, en todo esto, que no podía menos de llamar la atención, aun de las personas indiferentes y muy ocupadas de sus propios quehaceres.
      • 1894 Zeno Gandía, M. Charca [2002] PR (CDH )
        En su cuerpo había hecho desastres el pasar, desde la esbeltez, ya encorvada, hasta los antes mórbidos senos, ya enflaquecidos y marchitos.
      • 1903-1905 Echeverría, A. J. Romances [1953] Concherías CR (CDH )
        Mi musa es joven y ardiente, / morena, de erguido seno, / boca sensual y más roja / que las bayas del cafeto; / blanca y firme dentadura, / que es albo nido de besos; / ojos grandes y expresivos, / dulces, brillantes, serenos. / Una espalda tentadora, / mórbida como su cuello, / unos brazos que, si abrazan, / es difícil salir de ellos. / Corre por su cuerpo criollo / la roja sangre del pueblo, / fresas fingiendo, en su boca, / rosas, en su cutis terso, / y en la gloria de sus ojos / cálido fulgor de incendio. /
      • 1918 Quiroga, H. Cuentos Amor [1993] Ur (CDH )
        Su olfato * masculino sintió en su cuello mórbido, en la mansa tranquilidad de su mirada, y en todo lo indefinible que denuncia al hombre el amor ya gozado, que debía guardar velado para siempre el recuerdo de la Lidia que conoció.
      • 1932 Reyles, C. Gaucho Florido [1969] 88 Ur (CDH )
        Tenía las piernas finas, impecablemente torneadas, las caderas ceñidas, pero mórbidas, el talle de avispa, los pechos pequeños y firmes, los movimientos rítmicos y gráciles como los de un gurí.
      • 1970 Goytisolo, J. Reivindicación [1973] Esp (CDH )

        [...] vírgenes fecundadas por lentos siglos de pudor y recato esperan impacientes vuestra cornada

        sus muslos suaves, sus pechos mórbidos, reclaman a gritos la embestida, el mordisco [...].
      • 1996 Díaz, Jesús Piel máscara [1996] 100 Cu (CDH )
        Al fondo del amplio aposento, en medio de un altar poblado de comida, un Changó, dios de la guerra, el fuego y la lujuria, giraba lentamente sobre sí mismo como un carrusel; por un lado era un macho portentoso, vestido de rojo sangre, que enarbolaba su hacha bifronte como un miembro viril en un grito de reto y de victoria; pero al dar la vuelta mostraba su cara de hembra hambrienta de cama, de Santa Bárbara, diosa de la pólvora y la pendencia, con los muslos mórbidos, entreabiertos bajo la translúcida bata de vuelos.
      • 2002 Chavarría, D. Rojo Ur (CORPES)
        Pero, claro, si es un bombón... Bombón de chocolate, labios blandos, culo mórbido...
      • 2008 Vicent, M. "Marcel Proust" [18-10-2008] El País (Madrid) Esp (HD)
        Marcel Proust es un joven macilento, con ojos febriles de hindú, pelo negro partido por una raya en medio, bigote dibujado sobre unos labios mórbidos, que acude a la universidad con botines charolados, guantes blancos, levita entallada, corbata de plafón y un lirio salvaje en el ojal.
      • 1814 Meléndez Valdés, J. Poesías 1814 Poesías Esp (CDH )
        ¡Con qué indecible gracia, / tan varia como fácil, / el voluble abanico, / Dorila, llevar sabes! / ¡Con qué de movimientos / has logrado apropiarle / a los juegos que enseña / de embelesar el arte! / Esta invención sencilla / para agitar el aire / da, abriéndose, a tu mano / bellísima el realce / de que sus largos dedos, / plegándose süaves, / con el mórbido brazo / felizmente contrasten.
      • 1837-1840 Zorrilla, J. Poesías [1943] 308 Esp (CDH )
        / Cáenla de la mórbida cintura / en grupos que sujeta el cinturón, / los pliegues de la blanca vestidura / que agita ligerísima en redor; / como las aguas de elevada fuente / caen en hebras de líquido cristal / y el aura con mansísima corriente / las mece confundidas al bajar.
      • 1843-1844 Bretón Herreros, M. Opúsculos prosa [1884] 512 Esp (CDH )
        Dirán, empero, las que en este caso se hallen, que hartos afanes lleva consigo el embarazo, sin hacerlo más penoso sujetándose á molestas privaciones, y que por estar encinta una dama no se ha de incomunicar como una lechuza, ni ha de consentir que su mórbido talle rebose indisciplinado, y que los orbes depositarios del jugo lácteo (no cabe nombrarlos con más pulcritud) por falta de sujecion se desordenen y traslimiten.
      • 1844 Gmz Avellaneda, G. Espatolino [1981] Novelas Cu (CDH )

        Era una habitación pequeña, pero bonita, con dos grandes ventanas exteriores, en una de las cuales estaba de pie —apoyada lánguidamente en el respaldo de un sillón— una mujer triste y pálida, en la que apenas podrían reconocer los lectores a la preciosaAnunziata. Su frescura juvenil aparecía marchita, su talle mórbido y elegante se doblaba como una caña tronchada por el viento, y sus miradas pensativas vagaban con poco interés por la magnífica perspectiva que ofrecían a lo lejos las románticas selvas [...].

      • 1847 Estébanez Calderón, S. Escenas andaluzas [1985] Esp (CDH )
        Los brazos mórbidos y de linda proporción, ora se columpiaban, ora los alzaba como en éxtasis, ora los abandonaba como en desmayo; ya los agitaba como en frenesí y delirio, ya los sublimaba o derribaba alternativamente como quien recoge flores o rosas que se le caen.
      • 1852 García Quevedo, J. H. Ira Dios, IV-VII Ira de Dios. Poema bíblico Ve (CDH )
        / La que á diestra mano viene / Es la mayor; á esta, Sara / La llamó al nacer su padre / Y es nombre que á su arrogancia / Conviene: del lindo rostro / Es la tez algo atezada, / Y de azabache pulido / La cabellera que esmalta / Su semblante, y que en dos trenzas / Con esmero entrelazadas / Cae meciéndose en el cuello / Sobre la mórbida espalda.
      • 1843-1858 Baralt, R. M. Poesías [1964] 303 Ve (CDH )
        / Luego, del tallo paternal tronchada, / pobre huérfana errante, / ¿qué fue de ti, lanzada / de la vida del hombre al torbellino? / ¿Fue acaso tu destino / brillar un solo instante / en el mórbido pecho de la dama, / o en su cabello undoso; / irritar del amor la viva llama / en el amante, de tu honor celoso / y, el labio audaz en tu corola impreso, / mustia tornarte al encendido beso? / ¿O en las pompas del templo sacrosanto / desfallecer en medio de esplendores / al grato son de religioso canto, / mezclando tus olores / a la de incienso y mirra blanca nube / que vagorosa del altar se eleva, / con lenta majestad se extiende, y sube, / y a Dios el llanto y la
      • 1851-1860 Gmz Avellaneda, G. Dolores [1981] Novelas Cu (CDH )
        [...] habíase oscurecido en aquel momento, con la nube de una cavilación triste, el resplandor sereno de su frente, y era más agitado el movimiento —habitualmente tranquilo— de su mórbido seno.
      • 1861 Alarcón, P. A. De Madrid a Nápoles [1861] Esp (CDH )
        El romano contempla con voluptuosa codicia aquel mórbido seno que casi le roza la cara.
      • 1861 Gmz de Avellaneda, G. Artista barquero [1990] 192 Cu (CDH )
        Su talle mórbido y elástico parecía vaciado por el molde de la Venus de Praxíteles; su redonda y fresca espalda, así como sus brazos —inimitablemente contorneados— presentaban una perfección que la misma idealidad del arte no podría reproducir sin trabajo; su rostro armónico, lleno a la vez de ingenua dulzura y de vivacidad inteligente, se iluminaba a intervalos por tropicales fulgores de unos ojos magníficos; que tan pronto lanzaban rayos irresistibles desde lo profundo de sus negras pupilas, como se velaban tímidos bajo la sombra de sus largos párpados y pestañas, dejando entrever apenas amortiguados reflejos de misteriosa llama.
      • 1840-a1862 El Cucalambé Poesías [1974] Cu (CDH )
        ¡Válgame Dios, idolatrada Mónica! / ¿Por qué razón desconsolada y pálida, / Cayendo están, sobre tu seno mórbido, / Tus dulces lágrimas? / Si de los celos la ponzoña pérfida / Hirió tu corazón y tu alma cándida, / No lances más, sobre mi frente lívida, / Miradas lánguidas.
      • 1867 Isaacs, J. María [1995] Co (CDH )
        Al ir y venir de los desnudos y mórbidos brazos sobre la piedra en que apoyaba la cintura, mostraba ésta toda su flexibilidad, le temblaba la suelta cabellera sobre los hombros, y se estiraban los pliegues de su camisa blanca y bordada.
      • 1828-1870 Bretón Herreros, M. Poesías [1884] 61 Esp (CDH )
        En vano Damon busca á Glicera, / Y en tanto un licencioso mancebillo / De su mórbido talle se apodera.
      • 1828-1870 Bretón Herreros, M. Poesías [1884] Esp (CDH )
        Suelta el arcabuz horrible, / No al lanzar su ronco trueno / Hiera ese mórbido seno / Grata mansion del amor.
      • 1828-1870 Bretón Herreros, M. Poesías [1884] 215 Esp (CDH )
        / Ya barriendo polvo y cáscaras / Por esas calles, / Miden cuatro kilómetros / Desde los talles / Las faldas de rica tela; / Y la linda damisela / Gallardamente se enloda... / Porque es Moda! / Cómo! ¿ya no tienen mérito / Para Cupido / Ni la cadera mórbida, / Ni el pié pulido? / Pase el abultar la nalga; / Pero ¡suprimir la galga!... / Yo creo que está beoda / Doña Moda.
      • 1828-1870 Bretón Herreros, M. Poesías [1884] 229 Esp (CDH )
        / Su mórbida mano hermosa / Me abandonó generosa; / Yo en las mías la estreché, / Y áun en mi fiebre amorosa / Jurara que la besé.
      • 1828-1870 Bretón Herreros, M. Poesías [1884] 266 Esp (CDH )
        / Si con inocente júbilo / En sencilla anacreóntica / Cantas el vino y los céfiros / Y el arrullo de la tórtola, / Adormecen tus versículos / Como bebida narcótica, / O desaparecen rápidos / Cual las ilusiones ópticas; / Que ya sólo gusta á Flérida, / La de la cintura mórbida, / Alguna charada insípida / Ó alguna novela exótica.
      • 1828-1870 Bretón Herreros, M. Poesías [1884] Esp (CDH )
        ¿Qué sociedad de crédito asegura / Tu nacarada tez, tu esbelto talle? / Ay! mañana insolente calentura / Tal vez tu rostro descolore y ralle; / Tal vez gibe tu mórbida cintura / Cierzo maligno al pasear la calle; / Rijas nublen tal vez ó cataratas / Los bellos ojos con que á tantos matas.
      • 1872 Palma, R. Tradiciones peruanas I [2003] Pe (CDH )
        Imagínese el lector un rostro ligeramente ovalado entre un marco de negros y sedosos cabellos; una frente tersa y arqueadas cejas sobre magníficos y relucientes ojos garzos, capaces de incendiar un corazón de caucho; unos labios purpúreos, pequeños e incitantes, hombros mórbidos y seno voluptuoso.
      • 1878 Gabriel de los Arcos (Teresa Arróniz y Bosch) Gabriela El Campo, 1 de septiembre de 1878 Esp (CDH )
        Ya no se vestia de córte como en los tiempos de la entónces proscrita dinastía, ni se veian en sus palcos algunos de los astros esplendentes que tanto brillaban en torno de aquélla; los tradicionales escotes se habian sustituido por el cuerpo alto, y las golas Médicis, Estuard, ó Tudor; ni tampoco los brazos de alabastrina blancura, como los mórbidos hombros, iban desnudos; pero el lujo era mayor, pues se ostentaba con exuberancia, cual sucede á cuanto se encuentra á toda la altura de su período de desarrollo.
      • 1878 Pereda, J. M. El buey suelto [1990] Esp (CDH )
        Y héte aquí que, por otra casualidad bien rara, al día siguiente aparece la cabeza de Regla sobre un tronco vigorosamente delineado por valientes curvas, adornado con un leve y jacarandoso pañuelo de espumilla gris, prendido apenas sobre el robusto seno, y dejando ver hasta los arranques de un cuello blanco y mórbido.
      • 1839-1882 Villaverde, C. Cecilia Valdés [1992] Cu (CDH )
        [...] en el modo de llevar el pañuelo de seda con que se velaba a medias los mórbidos hombros y el de Bayajá con que se cubría las pasas; en el color negro lustroso de la cara y brazos desnudos y torneados, anunciando salud y robustez; en su aspecto general de forastera; en la tristeza o timidez que su semblante y actitud revelaban; había algo, decimos, en todo esto, que no podía menos de llamar la atención, aun de las personas indiferentes y muy ocupadas de sus propios quehaceres.
      • 1883 Obligado, R. Poesías 79 Ar (CDH )
        / Ya las mangas caídas, los desnudos / Mórbidos brazos levantó de nuevo, / Y, balanceada entonces la canoa, / La derribó en su asiento.
      • 1883 Pardo Bazán, E. Tribuna [1995] Esp (CDH )
        Amparo, con su garganta mórbida gallardamente puesta sobre los redondos hombros, con los tonos de ámbar de su satinada, morena y suave tez, parecíale a Baltasar un puro aromático y exquisito, elaborado con singular esmero, que estaba diciendo: «Fumadme.» Era imposible que desechase esta idea al contemplar de cerca el rostro lozano, los brillantes ojos, los mil encantos que acrecentaban el mérito de tan preciosa regalía .
      • 1884 Picón, J. O. Hijastra amor [2003] Esp (CDH )
        Su tez blanca estaba surcada de finísimas venas, que parecían raíces azules perdidas entre nieve, y la garganta, mórbida, preciosamente modelada por líneas suaves, iba abultándose en su parte inferior, hasta quedar partida por las curvas voluptuosas y firmes de los pechos.
      • 1884 Picón, J. O. Hijastra amor [2003] Esp (CDH )
        ¡Qué hermosura la suya tan fresca y lozana! ¡Cómo contrastaban su aspecto de salud y su apacible tranquilidad con el tipo enfermizo y débil de Luisa! «Algo más vale que la otra», pensó, complaciéndose en recordar el talle de la muchacha, el pecho bien formado, el cuello blanco y mórbido, los labios rojos, húmedos como una flor recién regada.
      • 1884-1885 Clarín Regenta [1990] Esp (CDH )

        Teresina sonrió. Se pasó una mano mórbida y fina por los ojos, abrió un poco la boca, y añadió:

        — Apostaría... haber oído...

        — No, yo no. ¿Qué hora es?

      • 1884-1885 Clarín Regenta [1990] Esp (CDH )
        Ella le dejaba ver el cuello vigoroso y mórbido, blanco y tentador con su vello negro algo rizado y el nacimiento provocador del moño que subía por la nuca arriba con graciosa tensión y convergencia del cabello.
      • 1886 Acevedo Díaz, E. Brenda [2002] Ur (CDH )
        La cintura delgada, la espalda algo estrecha y el seno saliente y mórbido, completaban las formas de esta ondina, arrancada a su elemento amargo por el prestigio de la ilusión.
      • 1886 Acevedo Díaz, E. Brenda [2002] Ur (CDH )
        Aquellos ojos saltados y vidriosos, que otrora trasmitiesen a los suyos el dulce fluido del amor, aquella boca que quemó la de él con fuego inextinguible, aquellas manos que jugaron con sus cabellos temblantes de ternura, aquel cuerpo esbelto y flexible que ella dio en canje de su cariño y aquella cabellera de ondina, negra y profusa en que se envolviera su busto mórbido en las noches de deliquio, ¡qué aspecto lúgubre presentaban!
      • 1889 Podestá, M. T. Irresponsable [2003] Ar (CDH )
        La mano crispada, amarilla, surcada por venas azules, hinchadas, sinuosas y como estirada por los tendones duros, tiesos, que hacen relieve debajo de la piel gastada, no puede ya impunemente acariciar la mejilla fresca, sonrosada, o el seno mórbido, turgente, sin experimentar el temblor senil que le hace tantear la carne como si hubiese perdido la sensibilidad.
      • c1887-1889 Rubén Darío Canto épico Chile [1927] Ni (CDH )
        En taza ebúrnea que recama aljófar / de licor bien rellena, que en su fondo / con dulce néctar sabrosura lleva, / va la ponzoña que envenena el alma; / y en el mórbido seno que lascivia / toca con sus tizones infernales, / anida áspid funesto que hinca el duro / diente y mortal herida abre y encona.
      • 1894 Zeno Gandía, M. Charca [2002] PR (CDH )
        En su cuerpo había hecho desastres el pasar, desde la esbeltez, ya encorvada, hasta los antes mórbidos senos, ya enflaquecidos y marchitos.
      • 1896 Gamboa, F. Suprema Ley [1965] Mx (CDH )
        Y le rodeaba el cuello con sus brazos desnudos, mórbidos, adheríase a él, murmurando: "Mira si soy tuya, mira si tengo ganas de dejarte!", y él se sentía dios; una felicidad inconmensurable, extrahumana, lo enmudecía; ni se movía ni hablaba, para que ella se durmiera de nuevo, para regalarse el oído con su suavísimo respirar, para no desperdiciar aquel absoluto y soberano abandono... Pues eso era lo que estaba sucediéndole ahora, ni más ni menos; la pesadilla que lo inmovilizaba, que le hacía ver las cosas como despiertos las vemos; pero ya iba a pasar, con un ligero esfuerzo ¡qué horrible soñar así! Como si en realidad la desgracia nos matara.
      • 1900 Blasco Ibáñez, V. Entre naranjos [1997] 204 Esp (CDH )
        El manto colgaba del cuello redondo, carnoso y fuerte; la coraza de escamas de acero hinchábase con la presión del pecho mórbido, de arrogante dureza, y los brazos desnudos, revelando el vigor del músculo bajo la suave curva de la grasa femenil, se apoyaban, uno en la lanza y otro en el escudo brillante y luminoso como una lámina de cristal.
      • 1900 Blasco Ibáñez, V. Entre naranjos [1997] Esp (CDH )
        Era el aliento embriagador que venía de allá abajo, después de haber pasado tal vez por los pulmones de ella agitando su mórbido pecho.
      • 1900 Blasco Ibáñez, V. Entre naranjos [1997] Esp (CDH )
        Cuando volvió a abrirlos vio la habitación en la oscuridad, sintió en sus espaldas la blandura del lecho y bajo su nuca un brazo mórbido que le sostenía cariñosamente.
      • 1903-1905 Echeverría, A. J. Romances [1953] Concherías CR (CDH )
        Mi musa es joven y ardiente, / morena, de erguido seno, / boca sensual y más roja / que las bayas del cafeto; / blanca y firme dentadura, / que es albo nido de besos; / ojos grandes y expresivos, / dulces, brillantes, serenos. / Una espalda tentadora, / mórbida como su cuello, / unos brazos que, si abrazan, / es difícil salir de ellos. / Corre por su cuerpo criollo / la roja sangre del pueblo, / fresas fingiendo, en su boca, / rosas, en su cutis terso, / y en la gloria de sus ojos / cálido fulgor de incendio. /
      • 1906-1910 Barrett, R. Dolor paraguayo [1987] Py (CDH )

        Observarán también que se han vuelto más hermosos desde que firmaron su tesis. Se verán lánguidamente contemplados por ojos femeninos. Les llegarán declaraciones veladas. Sentirán una mano mórbida temblar entre las suyas con más frecuencia que un año antes. Y es el amor verdadero y no el fingido, el que encontrarán a su paso, porque las mujeres son románticas y se enamoran de los diplomas lo mismo que la casta Desdémona se enamoró de las aventuras de Otelo.

      • 1914 Espina, C. Esfinge [1914] Esp (CDH )

        De todas suertes, aquella mujer no es, de seguro, una campesina auténtica viajando con el vestido regional de Galicia. Cierto perfume señoril que de la ropa trasciende, la finura del semblante, el pie lindo y curvado, la garganta mórbida y dócil, sugieren la idea de una más noble calidad.

      • 1914 Espina, C. Esfinge [1914] 75 Esp (CDH )

        En pos de las palomas, los deslumbrados ojos de Florinda tropiezan con la figura intrépida de Olalla, exaltada allí en la cumbre del palomar, en el foco de la cruda luz, con el sereno perfil de realce sobre el índigo raso de las nubes: despide la muchacha al bando con mimosa delicia; le riñe y le aconseja con familiares voces; su acento casi infantil, truncado y leve en aquel íntimo soliloquio, se aduna con los arrullos de las fugitivas y se pierde en el aire manso, que al roce de las alas se hace sonoro; el pañizuelo de la cabeza, caído á la espalda, descubre un rodete rubio, apretado y firme, rutilante sobre la nuca morena, como una corona de sol encima del trigo segal; mírase el cielo en los claros ojos, de un azul más profundo en esta hora.; las rosas aldeanas de las mejillas, arden con calor juvenil; la melada tez, luce su fino vello de sabrosa fruta, y muestran los labios, mórbidos, y abiertos, unos dientes duros, iguales, blanquísimos.

      • 1918 Blasco Ibáñez, V. Mare nostrum [1998] Esp (CDH )
        Tropezó con unos brazos desnudos y mórbidos, luego con la frescura suave de una carne envuelta en velos.
      • 1918 Quiroga, H. Cuentos Amor [1993] Ur (CDH )
        Su olfato * masculino sintió en su cuello mórbido, en la mansa tranquilidad de su mirada, y en todo lo indefinible que denuncia al hombre el amor ya gozado, que debía guardar velado para siempre el recuerdo de la Lidia que conoció.
      • 1919 Arguedas, A. Raza [1988] Bo (CDH )
        Luce trenzada con cintas de color su abundante y negrísima cabellera, que le cae en lluvia de menudos bucles sobre las espaldas, y ha arrollado en torno de su cuello mórbido y moreno un collar con cuentas de vidrio multicolor.
      • 1919 Lpz Velarde, R. Zozobra [1992] 187 Mx (CDH )
        / Voluptuosa Melancolía: / en tu talle mórbido enrosca / el Placer su caligrafía / y la Muerte su garabato, / y en un clima de ala de mosca / la Lujuria toca a rebato.
      • 1926 Pz Ayala, R. Curandero su honra [1991] Esp (CDH )
        Vespasiano enlazó a Herminia por la cintura, alargando hacia la boca de ella la suya, mórbida y ávida.
      • 1929 Asturias, M. Á. Española París 1924-1933 Gu (CDH )
        Persiste en ella el recuerdo de los ojos que mordían su carne con más dientes que los de su peine altísimo, de donde le bajaba la mantilla hasta los hombros mórbidos y olorosos a benjuí, a cosa santa y el recuerdo de la envidia de las otras mujeres, que pensaban «yo me cambio por ésa, aunque después me maten»; y el recuerdo de las botellas de champaña servidas quedamente.
      • 1929 Asturias, M. Á. ¿Desnudos? 335 París 1924-1933 Gu (CDH )
        Lo propio acontecerá cuando de fajas y cintos, broches y abotonaduras que hoy lo oprimen, salga triunfadora la belleza de la mujer futura, toda como Venus, toda como Eva, larga la cabellera, y los senos mórbidos.
      • 1929 Asturias, M. Á. Cleopatra París 1924-1933 Gu (CDH )
        Si por un solo momento, mientras acariciaba su cuerpo deleitoso, Marco Antonio hubiera podido leer en el futuro la suerte que le esperaba a sus senos de reina, a sus mórbidos brazos y bien hechas caderas, sin duda habría reído, como un loco.
      • 1930 Ortega Gasset, J. Rebelión masas [2003] Esp (CDH )
        Quien no haya sentido en la mano palpitar el peligro del tiempo, no ha llegado a la entraña del destino, no ha hecho más que acariciar su mórbida mejilla.
      • 1931 Jardiel Poncela, E. Once mil vírgenes [1996] Esp (CDH )
        Tras de la mano apareció un brazo blanco y mórbido; luego un busto agresivo, con sus correspondientes dos senos colocados a derecha e izquierda, y, por fin, un rostro ovalado, muy pálido y bellísimo.
      • 1932 Reyles, C. Gaucho Florido [1969] 88 Ur (CDH )
        Tenía las piernas finas, impecablemente torneadas, las caderas ceñidas, pero mórbidas, el talle de avispa, los pechos pequeños y firmes, los movimientos rítmicos y gráciles como los de un gurí.
      • 1929-1933 Jardiel Poncela, E. Amor [1996] Esp (CDH )
        — Respecto a las mujeres —habló Arencibia— me encanta verlas pasar por la calle, con sus rostros pintados tan hábilmente, sus senos en punta y sus piernas mórbidas.
      • 1929-1933 Jardiel Poncela, E. Amor [1996] Esp (CDH )
        verles pasar por la calle con sus rostros pintados tan hábilmente, sus senos en punta y sus piernas mórbidas.
      • 1929-1933 Jardiel Poncela, E. Amor [1996] Esp (CDH )
        Su brazo diestro, que accionaba en la noche, era mórbido y tierno, como un brazo de mujer hermosa.
      • 1938 Núñez, E. B. Galera Tiberio [1981] Ve (CDH )

        Dos muchachas de mórbidas espaldas, una de negro, otra de rojo, se dirigen a un piano colocado en el centro. Cantan aires de Cuba y de Hawai, de las islas que se ofrecen al viajero deseosas de ser gratas como en los ritos de antiguas prostituciones.

      • 1970 Goytisolo, J. Reivindicación [1973] Esp (CDH )

        [...] vírgenes fecundadas por lentos siglos de pudor y recato esperan impacientes vuestra cornada

        sus muslos suaves, sus pechos mórbidos, reclaman a gritos la embestida, el mordisco [...].
      • 1972 García Hortelano, J. Mary Tribune [1999] 167 Esp (CDH )
        Se despidieron de nuevo, creyéndose su propia prisa hasta tal punto que a mí ni me dieron la mano, olvido que reparó Sagrario izando uno de sus mórbidos brazos, a cinco metros de distancia y en mi honor.
      • 1973 Azuela, A. Tamaño infierno [1985] Mx (CDH )
        Penurias, insatisfacciones, desilusiones, escepticismo o una maraña de dificultades, no han alejado al escritor de su primera misión: meter sus cinco sentidos, su verdad sin concesiones, su propio yo, el más recóndito o el más desconocido para él mismo, en cada capítulo, en cada novela, en cada cuento... Y así pasan los minutos y el ritmo de las palabras recrea las figuras y los símbolos, los previstos y los inesperados, los que se quedaron en la juventud y que ahora, en los últimos días de su vida, vuelven a salir, se vuelven a quebrar, se ensanchan y salen como monedas recién acuñadas, trozos de metal que se plasman de pronto en una cadera mórbida o en las miradas de lascivia de un pepenador que camina con desparpajo por el Mercado de Jamaica.
      • 1973 Azuela, A. Tamaño infierno [1985] Mx (CDH )
        Se le agota la violencia y duerme como un pedazo de plomo, entre caderas mórbidas y tierra recién arada, surcos polvorientos y escarabajos en las manos, alacranes en la espalda y brechas que no tienen fin y candelabros que iluminan sus entrañas, sus cicatrices y el pelo blanco y áspero.
      • 1986 Cabrera Infante, G. Habana [1993] 68 Cu (CDH )
        La primera vez que visité este alto templo de la religión del cine (con estrellas luminosas en el cielo raso) oficiaba felizmente, vestal vestida, Ingrid Bergman, que había sido mi amor perverso desde que vi su espalda marcada mórbida en El hombre y la bestia, amada simiescamente por Mr. Hyde, contra quien concebí unos celos solamente desplazados por la envidia que sentí por Humphrey Bogart en Casablanca.
      • 1986 Cohen, M. Insomnio [1986] 17 Ar (CDH )
        Todavía le tintineaba la risa de la nena en los oídos cuando la pantalla se dejó invadir de punta a punta por una boca de labios mórbidos que en una comisura sujetaban algo como la cabeza púrpura de un alfiler.
      • 1987 Allende, I. Eva Luna [1987] 141 Ch (CDH )
        Cuando pude leer de corrido, me trajo novelas románticas, todas del mismo estilo: secretaria de labios túrgidos, senos mórbidos y ojos cándidos conoce a ejecutivo de músculos de bronce, sienes de plata y ojos de acero, ella es siempre virgen, aun en el caso infrecuente de ser viuda, él es autoritario y superior a ella en todo sentido, hay un malentendido por celos o por herencia, pero todo se arregla y él la toma en sus metálicos brazos y ella suspira esdrújulamente, ambos arrebatados por la pasión, pero nada grosero o carnal.
      • 1988 Vargas Llosa, M. Madrastra [1988] Pe (CDH )
        Jabonándose, se acarició los pechos fuertes y grandes, de pezones erectos, y la cintura todavía grácil de la que salían, como las dos mitades de una fruta, las amplias curvas de las caderas, y los muslos, las nalgas y las axilas depiladas y el cuello alto y mórbido adornado con un solitario lunar.
      • 1992 Roa Bastos, A. Vigilia Almirante [1992] Py (CDH )
        La irritable y hermosa Casiopea de ojos verdosos y rubia cabellera me vuelve la espalda de dibujo perfecto, la comba de sus mórbidas nalgas, su perfil de medalla.
      • 1993 Andrade, J. Un dios [1993] Ar (CDH )
        Tenía unos brazos mórbidos, y así tostados como los llevaba siempre parecían hechos de un bronce denso y elástico.
      • 1995 Hernández, R. Secreter rey [1995] 179 Esp (CDH )
        Su piel era la mía, sus labios de coral, su talle de amazona, sus mórbidos senos estaban siempre presentes en mi imaginación.
      • 1996 Díaz, Jesús Piel máscara [1996] 100 Cu (CDH )
        Al fondo del amplio aposento, en medio de un altar poblado de comida, un Changó, dios de la guerra, el fuego y la lujuria, giraba lentamente sobre sí mismo como un carrusel; por un lado era un macho portentoso, vestido de rojo sangre, que enarbolaba su hacha bifronte como un miembro viril en un grito de reto y de victoria; pero al dar la vuelta mostraba su cara de hembra hambrienta de cama, de Santa Bárbara, diosa de la pólvora y la pendencia, con los muslos mórbidos, entreabiertos bajo la translúcida bata de vuelos.
      • 2002 Chavarría, D. Rojo Ur (CORPES)
        Pero, claro, si es un bombón... Bombón de chocolate, labios blandos, culo mórbido...
      • 2008 Vicent, M. "Marcel Proust" [18-10-2008] El País (Madrid) Esp (HD)
        Marcel Proust es un joven macilento, con ojos febriles de hindú, pelo negro partido por una raya en medio, bigote dibujado sobre unos labios mórbidos, que acude a la universidad con botines charolados, guantes blancos, levita entallada, corbata de plafón y un lirio salvaje en el ojal.
  5. ac. etim.
    adj. Que se deforma fácilmente o cede a la presión.
    Sinónimo: bofo, a
    docs. (1642-2014) 18 ejemplos:
    • 1640-1642 Saavedra Fajardo, D. Empresas [1999] 213 Esp (CDH )

      No sucede así al coral, nacido entre los trabajos, que tales son las aguas, y combatido de las olas y tempestades, porque en ellas hace más robusta su hermosura, la cual, endurecida después con el viento, queda a prueba de los elementos para ilustres y preciosos usos del hombre. Tales efectos, contrarios entre sí, nacen del nacimiento y crecimiento deste árbol y de aquella flor, por lo mórbido o duro en que se criaron.

    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      mórbido, da [...] adj. Blando, delicado, suave.
    • 1640-1642 Saavedra Fajardo, D. Empresas [1999] 213 Esp (CDH )

      No sucede así al coral, nacido entre los trabajos, que tales son las aguas, y combatido de las olas y tempestades, porque en ellas hace más robusta su hermosura, la cual, endurecida después con el viento, queda a prueba de los elementos para ilustres y preciosos usos del hombre. Tales efectos, contrarios entre sí, nacen del nacimiento y crecimiento deste árbol y de aquella flor, por lo mórbido o duro en que se criaron.

    • a1659 Dgz Camargo, H. Ignacio Loyola [1986] Co (CDH )
      Balas los siglos, pólvora los días, / su munición gastaron inclemente / en batir en las mórbidas encías / el muro ebúrneo del menudo diente: / que en las reliquias que conserva, frías, / su rüina acordando mudamente, / cárdena pira erige labio y labio / que mal del tiempo redimió el agravio.
    • 1786 Montengón, P. Eusebio [1998] Esp (CDH )
      Este, al verla, se esfuerza a levantarse del mórbido y bajo asiento en que estaba, para saludarla, al tiempo que, advirtiendo el lord su ademán, le dice: Qué hacéis, don Eusebio, afuera ceremonias, no hay que moverse.
    • 1799-1815 Conde de Noroña Poesías [1871] 444 Esp (CDH )
      / Sobre un mórbido lecho recostado, / En la holanda sumido, / Derramados los brazos, extendido / El cuerpo, con sopor, desmadejado, / Por nada se contrista / El héroe que una vez en él se alista.
    • c1790-1823 Arriaza, J. B. Poesías [1822-1826] I, 1ª, 179 Esp (CDH )
      / Esa mórbida almohada, del risueño / Color del cielo al despuntar del dia, / Robo de un Silfo en Estambúl sería: / Que si entre muros, por tirano dueño / Á la hermosura esclava consagrada, / Aun de los gustos al amor ahuyenta; / Ya en ella, á mejor duelo dedicada, / Sin suspirar de amor nadie se sienta.
    • 1811-1842 Somoza, J. Poesías [1904] 221 Esp (CDH )
      / »Deja, Ramona, el mórbido / lecho que te empereza; / disfruta la belleza / y gozo universal.
    • 1847 Domínguez, R. J. DiccNacional (2.ª ed.) Esp (BD)
      Mórbido, da. adj. Blando, suave al tacto; que comprimido con dulzura por los dedos, estos se hundirían levemente.
    • 1884 RAE DRAE 12.ª ed. (NTLLE)
      Mórbido, da. [...] adj. Blando, muelle, delicado, suave.
    • 1986 Faner, P. Flor sal [1986] Esp (CDH )
      Y el vestido de albo tegumento, mórbido al tacto, como un pétalo.
    • 1991 Valenzuela, L. Novela negra [2004] Ar (CDH )
      A mí me gusta la vida suave, las manos suaves, los terciopelos, las cosas mórbidas, el cariño.
    • 2010 Ardá, R. "Masa pizza" Velocidad Cuchara Esp (CORPES)
      Panna y speck especial (es la receta secreta de Elisabetta): pon un poquito de aceite sobre la masa ya estirada, pon nata, mozarela y un poco de queso Certosino (queso italiano mórbido, que se come con cuchara, en Madrid lo encontrarás fresco en la Accademia del Gusto los lunes por la mañana). Introduce al horno durante 15 minutos a 220º y cuando la saques añade el speck encima.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      mórbido, da [...] adj. Blando, delicado, suave.
    • 1640-1642 Saavedra Fajardo, D. Empresas [1999] 213 Esp (CDH )

      No sucede así al coral, nacido entre los trabajos, que tales son las aguas, y combatido de las olas y tempestades, porque en ellas hace más robusta su hermosura, la cual, endurecida después con el viento, queda a prueba de los elementos para ilustres y preciosos usos del hombre. Tales efectos, contrarios entre sí, nacen del nacimiento y crecimiento deste árbol y de aquella flor, por lo mórbido o duro en que se criaron.

    • a1659 Dgz Camargo, H. Ignacio Loyola [1986] Co (CDH )
      Balas los siglos, pólvora los días, / su munición gastaron inclemente / en batir en las mórbidas encías / el muro ebúrneo del menudo diente: / que en las reliquias que conserva, frías, / su rüina acordando mudamente, / cárdena pira erige labio y labio / que mal del tiempo redimió el agravio.
    • 1705 Sobrino, F. DiccNEspFranc Esp (NTLLE)
      Mórbido, Dur.
    • 1786 Montengón, P. Eusebio [1998] Esp (CDH )
      Este, al verla, se esfuerza a levantarse del mórbido y bajo asiento en que estaba, para saludarla, al tiempo que, advirtiendo el lord su ademán, le dice: Qué hacéis, don Eusebio, afuera ceremonias, no hay que moverse.
    • 1799-1815 Conde de Noroña Poesías [1871] 444 Esp (CDH )
      / Sobre un mórbido lecho recostado, / En la holanda sumido, / Derramados los brazos, extendido / El cuerpo, con sopor, desmadejado, / Por nada se contrista / El héroe que una vez en él se alista.
    • 1799-1815 Conde de Noroña Poesías [1871] 453 Esp (CDH )
      En un deliquio blando y halagüeño / Hombres, aves y fieras se encontraban; / Huían de la mente los cuidados / Y estaban los trabajos olvidados, / Cuando los tres valientes campeones, / En fe de su promesa y juramento, / Olvidando los mórbidos colchones, / Salieron presurosos á su intento; / Asaltando de Tiras los balcones, / Las rosas y renuevos al momento / Con manos atrevidas arrancaron, / Complacieron á Quica, la vengaron. /
    • 1799-1815 Conde de Noroña Poesías [1871] Esp (CDH )
      Ya Febo en su carrera, fatigado, / Hablase parado, / En dos partes el día dividiendo, / Ya con extraño estruendo / Las calles y plazuelas resonaban / Con los coches entrantes y vinientes, / Y con la bulla de infinitas gentes / Y aun cerrados estaban / Los dorados balcones / De Tirsa, que entre mórbidos colchones / Yacía en blando sueño sepultada.
    • 1799-1815 Conde de Noroña Poesías [1871] 469 Esp (CDH )
      Se acerca la Venganza, y ve á Lucinda / En un mórbido asiento desmayada; / Ve sus ojos de fuego, su tez linda, / Los unos sin su luz, la otra manchada / De un cárdeno color como el de muerte, / Y exclama, al contemplarla de esta suerte: / «¡Oh vil ociosidad, oh indigno estado / De un pecho belicoso y esforzado, / Que se deja arrastrar de la congoja!»
    • c1790-1823 Arriaza, J. B. Poesías [1822-1826] I, 1ª, 157 Esp (CDH )
      / Que si el pincel del mar la gran llanura / Á confundir con la del cielo lleva, / Nublando al fondo las salobres salas, / Donde ostentan su imperio en crueldades / Los aquilones que en sus raudas alas / Suspenden las sonoras tempestades; / Tambien grato el pincel luego declina / Á bosquejar la plácida marina / Do las olas serenas / Parece que en las mórbidas arenas / Se abandonan con dulce movimiento / Á descansar del ímpetu del viento.
    • c1790-1823 Arriaza, J. B. Poesías [1822-1826] I, 1ª, 179 Esp (CDH )
      / Esa mórbida almohada, del risueño / Color del cielo al despuntar del dia, / Robo de un Silfo en Estambúl sería: / Que si entre muros, por tirano dueño / Á la hermosura esclava consagrada, / Aun de los gustos al amor ahuyenta; / Ya en ella, á mejor duelo dedicada, / Sin suspirar de amor nadie se sienta.
    • 1811-1842 Somoza, J. Poesías [1904] 221 Esp (CDH )
      / »Deja, Ramona, el mórbido / lecho que te empereza; / disfruta la belleza / y gozo universal.
    • 1847 Domínguez, R. J. DiccNacional (2.ª ed.) Esp (BD)
      Mórbido, da. adj. Blando, suave al tacto; que comprimido con dulzura por los dedos, estos se hundirían levemente.
    • 1884 RAE DRAE 12.ª ed. (NTLLE)
      Mórbido, da. [...] adj. Blando, muelle, delicado, suave.
    • 1986 Faner, P. Flor sal [1986] Esp (CDH )
      Y el vestido de albo tegumento, mórbido al tacto, como un pétalo.
    • 1991 Valenzuela, L. Novela negra [2004] Ar (CDH )
      A mí me gusta la vida suave, las manos suaves, los terciopelos, las cosas mórbidas, el cariño.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      mórbido, da. [...] adj. Blando, delicado, suave.
    • 2010 Ardá, R. "Masa pizza" Velocidad Cuchara Esp (CORPES)
      Panna y speck especial (es la receta secreta de Elisabetta): pon un poquito de aceite sobre la masa ya estirada, pon nata, mozarela y un poco de queso Certosino (queso italiano mórbido, que se come con cuchara, en Madrid lo encontrarás fresco en la Accademia del Gusto los lunes por la mañana). Introduce al horno durante 15 minutos a 220º y cuando la saques añade el speck encima.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      mórbido, da [...] adj. Blando, delicado, suave.
  6. adj. Que es elegante y satisface un gusto refinado.
    docs. (1680-2002) 7 ejemplos:
    • 1680 Sigüenza Góngora, C. Glorias Querétaro 78 Poesías Mx (CDH )
      De Querétaro nobles, suspensiones, / Sin mendigar a Europa perfecciones, / Ni rezelar del tiempo algun desayre / Yace vn galante Templo, / Donde ayrosa contemplo / La perfeccion, en termino succinto / Del bolado Arquitrave al bajo Plinto. / II / Su estructura excelente / Informada con morbida blandura / Es bella emulacion de la luz pura, / Augusta embidia del ardor fulgente / De esse ardiente Topacio, / Que en el azul Palacio / Es Monarca de luzes, cuya gala / Barbaro adula el oriental Bengala. /
    • 2002 Jaramillo Levi, E. Luminoso tiempo [2002] 70 Pa (CDH )

      Pude mecerla mucho tiempo tras penetrar hondo en ella, caminar con su deliciosa anatomía prendida a mí como una ventosa, amarrar después nuestros cuerpos hasta formar un nudo compacto que nos permitió rodar hacia adelante y hacia atrás sobre el amplio lecho como una replegable y compacta pelota. Y todo el tiempo sus gemidos y jadeos se tornaron aullidos mutuos porque el recíproco placer era una felicidad interminable que se mantuvo hasta bien entrada la noche.

      No quiso ya despegarse ni a mí me molestó, ni siquiera a la hora en que debíamos partir cada quien a cumplir con sus obligaciones. Aunque laxos ya y obviamente exhaustos, era como si al rudo tronco de un gran árbol le hubiera nacido para siempre el más exquisito y mórbido parásito.

    • 1680 Sigüenza Góngora, C. Glorias Querétaro 78 Poesías Mx (CDH )
      De Querétaro nobles, suspensiones, / Sin mendigar a Europa perfecciones, / Ni rezelar del tiempo algun desayre / Yace vn galante Templo, / Donde ayrosa contemplo / La perfeccion, en termino succinto / Del bolado Arquitrave al bajo Plinto. / II / Su estructura excelente / Informada con morbida blandura / Es bella emulacion de la luz pura, / Augusta embidia del ardor fulgente / De esse ardiente Topacio, / Que en el azul Palacio / Es Monarca de luzes, cuya gala / Barbaro adula el oriental Bengala. /
    • 1880-1881 Menéndez Pelayo, M. HHeterodoxos [1946-1948] Esp (CDH )
      Hasta treinta y tres odas, entre impresas e inéditas, dedicó Meléndez a la paloma de Filis, y a sus caricias y recreos, sin que, a pesar de la mórbida elegancia del estilo del poeta, resultasen otra cosa que treinta y tres lúbricas simplezas, cuya lectura seguida nadie aguanta ¡Todo para decir mal y prolijamente lo que un gran poeta de la antigüedad dijo en poco más de dos versos:
    • 1905 Menéndez Pelayo, M. Orígenes novela [1905] Esp (CDH )
      En cambio, sus versos ligeros, amorosos y epicúreos, son de una gracia mórbida que recuerda, con menos pureza de gusto, la manera de Catulo.
    • 1906-1919 Blasco Ibáñez, V. Maja [1998] Esp (CDH )
      Podía cerrarla, aislándose del mundo; podía abrirla, haciendo entrar por ella, en ruidoso chorro de escándalo, todo cuanto se le antojase; batallones de bellezas desnudas, para pintarlas en revuelta bacanal; extrañas bayaderas de ojos negros y vientre descubierto que danzasen con mórbido abandono sobre los tapices del estudio; todas las ilusiones desordenadas de su deseo, las monstruosas fiestas de imaginación con que había soñado en sus tiempos de servidumbre.
    • 1935 Loynaz, D. M. Jardín [1992] Cu (CDH )

      En esta parte de la casa, en este corredor olvidado, los cristales de la ventana no están bastante empolvados para impedir la entrada del sol que a cierta hora del día se vuelca llameante y dorado como un vino sobre los desflecados hilos de la alfombra. Y es una cosa extraordinariamente mórbida ver tanto sol en la soledad del corredor estrecho y largo: sol en polvo, sol en molde...

    • 1941 Pellicer, C. Exágono [2002] 117 Antología Mx (CDH )
      / La mórbida penumbra / enlaza nuestros cuerpos y saquea / mi ternura tesoro, / la fuerza de mis brazos que te agobian / tan dulcemente, el gran beso insaciable / que se bebe a sí mismo / y en su espacio redime / lo pequeño de dimites distancias... / Dichosa puerta que nos acompañas, / cerrada, en nuestra dicha.
    • 2002 Jaramillo Levi, E. Luminoso tiempo [2002] 70 Pa (CDH )

      Pude mecerla mucho tiempo tras penetrar hondo en ella, caminar con su deliciosa anatomía prendida a mí como una ventosa, amarrar después nuestros cuerpos hasta formar un nudo compacto que nos permitió rodar hacia adelante y hacia atrás sobre el amplio lecho como una replegable y compacta pelota. Y todo el tiempo sus gemidos y jadeos se tornaron aullidos mutuos porque el recíproco placer era una felicidad interminable que se mantuvo hasta bien entrada la noche.

      No quiso ya despegarse ni a mí me molestó, ni siquiera a la hora en que debíamos partir cada quien a cumplir con sus obligaciones. Aunque laxos ya y obviamente exhaustos, era como si al rudo tronco de un gran árbol le hubiera nacido para siempre el más exquisito y mórbido parásito.

  7. adj. Perteneciente o relativo a la enfermedad.
    Sinónimos: morbal; morboso, a
    docs. (1808-2012) 57 ejemplos:
    • 1808 Anónimo "Trad Combustiones espontáneas" [01-01-1808] Minerva o El Revisor general (Madrid) Esp (HD)
      Es preciso distinguir en toda enfermedad su disposicion misma de las potencias mórbidas que la ponen en accion; no deberá confundirse aquí la combustibilidad con la chispa que ocasionalmente inflama; la combustibilidad en este caso es indispensable, porque el cuerpo humano en estado de salud, no pertenece á las substancias facilmente combustibles.
    • 2012 Moviola, J. "Medicina y cine" Médicos Ar (CORPES)
      En algunos casos, existe la presencia puntual de la enfermedad, tanto en aspectos visuales como en comentarios, utilizaciones metafóricas o incluso como insultos. Un paso más es cuando un proceso mórbido, o varios juegan un "papel importante" en el guión, como sucede en Mejor... imposible/ As Good as It Gets (1997) de James L. Brooks, en la cual Melvin (Jack Nicholson) es un obsesivo compulsivo, su vecino debe ser internado a causa de una paliza y su camarera tiene un hijo asmático cuya enfermedad le impide, en algún momento, que asista a su trabajo y lo sirva a él.
    • 1808 Anónimo "Trad Combustiones espontáneas" [01-01-1808] Minerva o El Revisor general (Madrid) Esp (HD)
      Es preciso distinguir en toda enfermedad su disposicion misma de las potencias mórbidas que la ponen en accion; no deberá confundirse aquí la combustibilidad con la chispa que ocasionalmente inflama; la combustibilidad en este caso es indispensable, porque el cuerpo humano en estado de salud, no pertenece á las substancias facilmente combustibles.
    • 1832 Aguayo Trillo, J. M. Trad Anatomía Béclard [1832] p. 76 Esp (BD)
      El cuerpo alterado asi en su conformacion, en su testura ó en su composicion, es el asunto de la anatomia mórbida. Esta anatomina es para el médico el complemento necesario de la anatomia del hombre sano: ella es respecto a la patologia lo que la anatomia ordinaria respecto de la fisiología; pues que no hay patologia sin anatomia mórbida, ni fisiologia sin anatomia; tampoco hay fenómenos mórbidos ó síntomas sin órgamos alterados [...]. La anatomia mórbida es el fundamento de la patologia.
    • 1859 Anónimo "Ahora que se habla" [16-08-1859] La Época (Madrid) Esp (HD)
      Ahora que se habla con razon ó sin ella, de la existencia del cólera en Murcia, creemos que seran leidos con interes los siguientes resultados obtenidos por el doctor Pozsanski durante la invasion que en 1848 hizo el cólera en Wilnas (Polonia) y en San Petersburgo durante la de 1853. […] 2.º A este descenso [del pulso] no acompaña ningun síntoma mórbido.
    • 1863 Anónimo "Sensibilidad Hígado Beau" [22-05-1863] El Genio Quirúrgico (Madrid) Esp (HD)
      Mas si la bilis adquiere asi propiedades nocivas, es en un estado mórbido del hígado, cuyo origen debe buscarse, como el vicio de secrecion , por el importante papel del hígado en la dotienenteritis [sic], segun el Sr. Beau.
    • 1878 Glz Valledor, B. / Bueno Larrosa, C. "Sección varia: Dosimetría" [07-01-1878] El Genio Médico-Quirúrgico (Madrid) Esp (HD)
      El primero, ó sea el similia similibus, consiste en aplicar á las enfermedades que producen ciertos síntomas, los remedios ó medicamentos que en el estado fisiológico producen fenómenos mórbidos semejantes á aquellos que caracterizan la afección que se quiere curar.
    • 1881 Orduña Rdz, T. Manual higiene [1881] Esp (CDH )

      Cuando existe un temperamento marcado, los efectos mórbidos de las pasiones varían segun el diverso predominio orgánico. Supongamos que tres jóvenes, el uno sanguíneo, el otro nervioso y el otro bilioso, se entregan, en condiciones iguales á un violento acceso de cólera: el primero tendrá probablemente una congestion ó una hemorragia; el segundo un espasmo, acompañado de movimientos convulsivos; y el tercero una ictericia, ó un flujo bilioso, precedido de cólicos más ó ménos agudos.

    • 1894 Zeno Gandía, M. Charca [2002] PR (CDH )

      Sigue, sigue explanando la doctrina que tus observaciones te han permitido formar... ¿Qué gran estómago enfermo es ese de que me hablas?... ¿Qué depresión mórbida es ésa que por herencia pasa de una a otra generación, produciendo capas sociales contaminadas y enfermas? En el religioso amor que por mi tierra siento, quiero que seas tú el Moisés: muéstrame las tablas de esa ley...»

      Juan gozaba releyendo todo aquello, mientras una sonrisa benévola le alegraba el semblante.

    • 1910 Vaz Ferreira, C. Lógica viva [1979] Ur (CDH )
      3º, Patología del sentimiento (adquirido en la evolución individual como representación psicológica de ambas experiencias) que llamaremos "sentimentalidad mórbida".
    • 1935 Miranda Hnz, R. Síntesis compuestos acíclicos Ciencia, 04-05/1935 CR (CDH )
      La posibilidad de lograr un éxito definitivo al fabricar este medicamento, y de resolver en consecuencia, el intrincado e importantísimo problema farmacopatológico de entonces, sirvió de acicate a los laboratorios del Orbe científico, impulsándolos a trabajar intensamente, y la esperanza de una segura y feliz realización, que sería coronada con el éxito magnífico, extendió esta química sintética a otros dominios de la Materia Médica y de la Farmacología, bajo la inteligencia de que por métodos similares, se descubrían medicamentos quimioterápicos, capaces de extirpar específicamente causas mórbidas, engendradoras de enfermedades fatales y que de una manera tan cruel y semejante, atacaban al organismo humano.
    • 1976 Chiozza, L. A. Psicoanálisis [1976] Ar (CDH )
      A partir del concepto de psicogénesis y su posterior evolución se deshace el pensamiento causal en medicina, reemplazado en primer término por la idea de la pluricausalidad del síntoma, y luego por la noción de que los diversos métodos de investigación surgidos de diferentes campos del conocimiento, permiten descubrir condiciones necesarias pero no suficientes para el desarrollo de la enfermedad, condiciones que no pueden ser consideradas como la causa, o una causa, del proceso mórbido.
    • 1988 Alonso-Fdz, F. Depresión [1988] Esp (CDH )
      El modelo semiológico tetradimensional de la depresión recoge un trastorno mórbido extendido a la afectividad humoral o anémica, a la energética impulsivoemocional, a la capacidad de comunicación y a la regulación de los ritmos biopsíquicos.
    • 1999 Torresani, M.ª E. / Somoza, M.ª I. Cuidado nutricional [1999] 156 Esp (CDH )
      Aparece una imagen distorsionada del cuerpo , con un " temor mórbido a engordar " .
    • 2002 Suazo, M. Bioética RD (CORPES)
      Se pasa de la imagen de autoridad del padre con el hijo en la búsqueda de lo bueno a la participación activa de los pacientes en la comprensión de su proceso mórbido, su pronóstico y sus decisiones a asumir las sugerencias terapéuticas.
    • 2012 Moviola, J. "Medicina y cine" Médicos Ar (CORPES)
      En algunos casos, existe la presencia puntual de la enfermedad, tanto en aspectos visuales como en comentarios, utilizaciones metafóricas o incluso como insultos. Un paso más es cuando un proceso mórbido, o varios juegan un "papel importante" en el guión, como sucede en Mejor... imposible/ As Good as It Gets (1997) de James L. Brooks, en la cual Melvin (Jack Nicholson) es un obsesivo compulsivo, su vecino debe ser internado a causa de una paliza y su camarera tiene un hijo asmático cuya enfermedad le impide, en algún momento, que asista a su trabajo y lo sirva a él.
    • 1808 Anónimo "Trad Combustiones espontáneas" [01-01-1808] Minerva o El Revisor general (Madrid) Esp (HD)
      Es preciso distinguir en toda enfermedad su disposicion misma de las potencias mórbidas que la ponen en accion; no deberá confundirse aquí la combustibilidad con la chispa que ocasionalmente inflama; la combustibilidad en este caso es indispensable, porque el cuerpo humano en estado de salud, no pertenece á las substancias facilmente combustibles.
    • 1832 Aguayo Trillo, J. M. Trad Anatomía Béclard [1832] p. 76 Esp (BD)
      El cuerpo alterado asi en su conformacion, en su testura ó en su composicion, es el asunto de la anatomia mórbida. Esta anatomina es para el médico el complemento necesario de la anatomia del hombre sano: ella es respecto a la patologia lo que la anatomia ordinaria respecto de la fisiología; pues que no hay patologia sin anatomia mórbida, ni fisiologia sin anatomia; tampoco hay fenómenos mórbidos ó síntomas sin órgamos alterados [...]. La anatomia mórbida es el fundamento de la patologia.
    • 1832 Aguayo Trillo, J. M. Trad Anatomía Béclard [1832] p. 253 Esp (BD)
      Las producciones accidentales, ya sanas, ya mórbidas, son muy comunes en las glándulas.
    • 1834 Anónimo "Estadística" [01-07-1834] El Instructor o Repertorio de Historia, Bellas Letras y Artes (Londres) Esp (HD)
      La comunidad tambien derivará un beneficio singular de este conocimiento, porque si el pueblo llega á informarse oficialmente, por las relaciones públicas presentdas á la asamblea nacional, la grande, la eccesiva, la horrible prevalencia de un género de crimen, abrirá los ojos al conocer el estado mórbido de la sociedad en que se mueve, procurará individualmente evitar su contagio, y se esforzará colectivamente á aplicar los remedios que la junta suprema de sanidad moral y prosperidad pública adoptare para la supresion, si no la estirpacion, de una fatal pestilencia.
    • 1846 Anónimo "Trad Memoria agentes imperceptibles" [10-05-1846] La Homeopatía (Madrid) Esp (HD)
      Transportemos esto á la patología, y hagamos la aplicación á la generación de las afecciones mórbidas. Una persona está infectada hoy dia de un germen cualquiera; no es sino al cabo de cuatro, seis, ocho días, frecuentemente quince, aun alguna vez un mes, como he tenido ocasión de observarlo, cuando los productos de la infección aparecen en las partes esternas
    • 1859 Anónimo "Ahora que se habla" [16-08-1859] La Época (Madrid) Esp (HD)
      Ahora que se habla con razon ó sin ella, de la existencia del cólera en Murcia, creemos que seran leidos con interes los siguientes resultados obtenidos por el doctor Pozsanski durante la invasion que en 1848 hizo el cólera en Wilnas (Polonia) y en San Petersburgo durante la de 1853. […] 2.º A este descenso [del pulso] no acompaña ningun síntoma mórbido.
    • 1863 Anónimo "Sensibilidad Hígado Beau" [22-05-1863] El Genio Quirúrgico (Madrid) Esp (HD)
      Mas si la bilis adquiere asi propiedades nocivas, es en un estado mórbido del hígado, cuyo origen debe buscarse, como el vicio de secrecion , por el importante papel del hígado en la dotienenteritis [sic], segun el Sr. Beau.
    • 1878 Glz Valledor, B. / Bueno Larrosa, C. "Sección varia: Dosimetría" [07-01-1878] El Genio Médico-Quirúrgico (Madrid) Esp (HD)
      El primero, ó sea el similia similibus, consiste en aplicar á las enfermedades que producen ciertos síntomas, los remedios ó medicamentos que en el estado fisiológico producen fenómenos mórbidos semejantes á aquellos que caracterizan la afección que se quiere curar.
    • 1881 Orduña Rdz, T. Manual higiene [1881] Esp (CDH )

      Cuando existe un temperamento marcado, los efectos mórbidos de las pasiones varían segun el diverso predominio orgánico. Supongamos que tres jóvenes, el uno sanguíneo, el otro nervioso y el otro bilioso, se entregan, en condiciones iguales á un violento acceso de cólera: el primero tendrá probablemente una congestion ó una hemorragia; el segundo un espasmo, acompañado de movimientos convulsivos; y el tercero una ictericia, ó un flujo bilioso, precedido de cólicos más ó ménos agudos.

    • 1894 Zeno Gandía, M. Charca [2002] PR (CDH )

      Sigue, sigue explanando la doctrina que tus observaciones te han permitido formar... ¿Qué gran estómago enfermo es ese de que me hablas?... ¿Qué depresión mórbida es ésa que por herencia pasa de una a otra generación, produciendo capas sociales contaminadas y enfermas? En el religioso amor que por mi tierra siento, quiero que seas tú el Moisés: muéstrame las tablas de esa ley...»

      Juan gozaba releyendo todo aquello, mientras una sonrisa benévola le alegraba el semblante.

    • 1894 Zeno Gandía, M. Charca [2002] PR (CDH )

      Para aquellas gentes, el primer esfuerzo redentor debía ser físico. Constituían un gran estómago que parecía exhausto por falta de nutrición. Formaban un conjunto social débil ante las causas mórbidas. Y ese conjunto, predispuesto al crimen por la depauperación orgánica, por la influencia venenosa del alcohol, proyectada a través de las generaciones; por la precocidad gestativa, deprimiendo la prole; por la insuficiencia de la alimentación; por la desproporción entre ésta y el trabajo físico exigido; por la intemperie; por la desnudez; por la acción atmosférica y la telúrica; por el abandono en que se consume.

    • 1894 Zeno Gandía, M. Charca [2002] PR (CDH )
      El niño hubiera entregado en manos de adulto la abrumadora herencia, la extenuación hereditaria, el sello mórbido, la dolencia física, el estómago atónito.
    • 1894 Zeno Gandía, M. Charca [2002] 883 PR (CDH )
      Era para él un ideal: rehacer aquel conjunto de seres; prepararlos para risueño porvenir; hacer hombres para que se defendieran del látigo; dar ciudadanía a la plebe; hacer hombres fuertes, capaces de resistir en lo físico y en lo moral, en el individuo y en la especie, la acción deprimente de las causas mórbidas.
    • 1910 Vaz Ferreira, C. Lógica viva [1979] Ur (CDH )
      1º, Patología del instinto sexual (adquirido en la experiencia de la especie), cuyas manifestaciones pueden reunirse con el nombre de "sexualidad mórbida"; 2º, Patología de la emotividad sexual (adquirida en la experiencia individual) que llamamos "sensualidad mórbida"; 3º, Patología del sentimiento (adquirido en la evolución individual como representación psicológica de ambas experiencias) que llamaremos "sentimentalidad mórbida".
    • 1910 Vaz Ferreira, C. Lógica viva [1979] Ur (CDH )
      2º, Patología de la emotividad sexual (adquirida en la experiencia individual) que llamamos "sensualidad mórbida"; 3º, Patología del sentimiento (adquirido en la evolución individual como representación psicológica de ambas experiencias) que llamaremos "sentimentalidad mórbida".
    • 1910 Vaz Ferreira, C. Lógica viva [1979] Ur (CDH )
      3º, Patología del sentimiento (adquirido en la evolución individual como representación psicológica de ambas experiencias) que llamaremos "sentimentalidad mórbida".
    • 1927 Mariátegui, J. C. H. G. Wells Artículos (1923-1930) Pe (CDH )

      Evolucionista convencido, Wells no puede concebir el fascismo, como un fenómeno posible dentro de la lógica de la historia. Tiene que entenderlo como un fenómeno de excepción. Para Wells, el fascismo es un movimiento monstruoso, teratológico, dable en un pueblo de educación defectuosa, propenso a todas las exuberancias de la acción y de la palabra. Mussolini, dice Wells, "es un producto de Italia, un producto mórbido".

    • 1928 Azorín Félix Vargas [2001] Esp (CDH )

      Exasperación en el trabajo; sobre la mesa un solo libro: los comentarios del padre Alonso de Andrade a los Avisos espirituales, de Santa Teresa; libro de tan apacible y fluida prosa. Fatiga vencida todos los días. Aprovechamiento de las primeras horas de la mañana; las horas diáfanas, translúcidas, como de cristal. Sensibilidad mórbida, extraordinariamente irritable.

    • 1930 Asturias, M. Á. Partido Democrático Popular París 1924-1933 Gu (CDH )
      El fascismo y el comunismo son estados mórbidos en los que la nación debe ver un grave peligro. Las dictaduras mandan, no gobiernan. Así, el Partido Democrático Popular trabaja por una Francia libre, fuerte y próspera, que permita a los trabajadores y a sus familias una existencia digna con un cierto grado de confort material, porque precisa que todos los hijos de Francia, todos sin distinción, puedan enriquecerse moral e intelectualmente y vivir una vida materialmente buena.
    • 1935 Miranda Hnz, R. Síntesis compuestos acíclicos Ciencia, 04-05/1935 CR (CDH )
      La posibilidad de lograr un éxito definitivo al fabricar este medicamento, y de resolver en consecuencia, el intrincado e importantísimo problema farmacopatológico de entonces, sirvió de acicate a los laboratorios del Orbe científico, impulsándolos a trabajar intensamente, y la esperanza de una segura y feliz realización, que sería coronada con el éxito magnífico, extendió esta química sintética a otros dominios de la Materia Médica y de la Farmacología, bajo la inteligencia de que por métodos similares, se descubrían medicamentos quimioterápicos, capaces de extirpar específicamente causas mórbidas, engendradoras de enfermedades fatales y que de una manera tan cruel y semejante, atacaban al organismo humano.
    • a1974 Avendaño Hübner, J. Perfiles medicina peruana [1983] 109 Pe (CDH )
      Al conocimiento de la Patología mórbida contribuyeron, mediante las disecciones cadavéricas, hombres conocidos por la posteridad como Fallopio, Eustaquio, Ingress, Vesalio, Benevieni y sobre todo el gran Morgani (1682-1771) quién publicó en 1762 a la avanzada edad de 78 años, la obra titulada: "De debitus et causis morborum per anatomie indagatis" y por primera vez, dedujo de la observación de los cadáveres las causas de las enfermedades.
    • a1974 Avendaño Hübner, J. Perfiles medicina peruana [1983] Pe (CDH )
      Fue Unanue, tal vez sin saberlo, el auténtico precursor de la Patología mórbida, como disciplina independiente, aunque no llegó a cristalizar su afán de renovación, pues en el Cuadro sinóptico de las ciencias que deberían enseñarse en el Real Colegio de San Fernando, en 1808, no figuró dicha ciencia, lo que no fue inconveniente para que diera a conocer lo que denominó: Un cólico extraordinario, al referirse a un caso de hernia diafragmática, el año de 1786, tal vez congénita, que motivó una detallada explicación clínica y el relato de los hallazgos de autopsia, probablemente el primero en nuestra literatura científica.
    • 1975 Sintes Pros, J. Colesterol [1975] 6 Esp (CDH )
      Y no debe sorprendernos que esta acción se extienda al conjunto del organismo por lo que concierne a su sensibilidad mórbida respecto a ciertas sustancias extrañas.
    • 1975 Sintes Pros, J. Colesterol [1975] 6 Esp (CDH )
      Esta sensibilidad mórbida se llama técnicamente anafilaxia, del griego «ana», contrario y «phulasis», protección.
    • 1975 Sintes Pros, J. Colesterol [1975] Esp (CDH )
      Un buen estado general asociado a un espíritu liberado de todo tabú y de todos los temores mórbidos hace el hombre capaz de participar en una vida heterosexual máxima.
    • 1976 Chiozza, L. A. Psicoanálisis [1976] Ar (CDH )
      A partir del concepto de psicogénesis y su posterior evolución se deshace el pensamiento causal en medicina, reemplazado en primer término por la idea de la pluricausalidad del síntoma, y luego por la noción de que los diversos métodos de investigación surgidos de diferentes campos del conocimiento, permiten descubrir condiciones necesarias pero no suficientes para el desarrollo de la enfermedad, condiciones que no pueden ser consideradas como la causa, o una causa, del proceso mórbido.
    • 1978 Tisminetzky, M., ed. Salud [1978] Ar (CDH )
      Se explicita claramente la existencia de un proceso mórbido, la necesidad de la consulta profesional y de que éste instrumente su accionar a través de medicamentos.
    • 1981 Aisenson Kogan, A. Cuerpo [1981] Mx (CDH )
      Según Hécaen, "los procesos mórbidos asumen un carácter más o menos personal según el nivel en que se dan".
    • 1983 Portal, M. Pago traición [1983] Esp (CDH )
      Pues, en aquel mórbido vivir suyo sin memoria, arrojada por la enfermedad a la verificación única de lo inmediato, también era capaz de representarse el miedo, la amenaza.
    • 1986 Prensa ABC, 01/11/1986 [1986] Esp (CDH )
      Hoy, la física y la ciencia están tan enfermas como pueda estado una persona mayor: inseguridad mórbida, personalidad disociada, etcétera.
    • 1988 Alonso-Fdz, F. Depresión [1988] Esp (CDH )
      Para la llamada obesidad mórbida, con más de un ciento por ciento de sobrepeso, se dispone hoy de dos técnicas de cirugía gástrica muy efectivas: el bypass gastroyeyunal, que disminuye la absorción, y la gastroplastia, que reduce la capacidad gástrica (Dubovsky y Liechty, 1985; Stunkard et al., 1986).
    • 1988 Alonso-Fdz, F. Depresión [1988] Esp (CDH )
      Pero cuando la obesidad mórbida se asocia con un estado depresivo es preferible casi siempre dedicarse al tratamiento de la depresión antes de realizar la intervención quirúrgica, ya que la afirmación emitida por estos autores en 1985 de que «esta cirugía se ha mostrado tan útil para la depresión como para la obesidad» no pasa de ser una mitificación de la cirugía.
    • 1988 Alonso-Fdz, F. Depresión [1988] Esp (CDH )
      Frente a la depresión como estado mórbido o patológico que anuncia mediante el dolor moral la entrega anticipada a la muerte, se alinea la angustia como una especie de sentimiento (positivo o negativo) que encierra el sentido de aferrarse a la vida y resistirse a la «muerte total e irreversible».
    • 1988 Alonso-Fdz, F. Depresión [1988] Esp (CDH )
      El modelo semiológico tetradimensional de la depresión recoge un trastorno mórbido extendido a la afectividad humoral o anémica, a la energética impulsivoemocional, a la capacidad de comunicación y a la regulación de los ritmos biopsíquicos.
    • 1988 Alonso-Fdz, F. Depresión [1988] Esp (CDH )
      A través de esta entrevista, ampliada con los informes transmitidos por los familiares, se podrá comprobar o no la existencia de un estado depresivo mórbido.
    • 1988 Alonso-Fdz, F. Depresión [1988] 121 Esp (CDH )
      Así tenemos que la enfermedad maniacodepresiva aparece en varias generaciones sucesivas y que el riesgo mórbido es análogo para los padres, los hermanos y los hijos.
    • 1988 Alonso-Fdz, F. Depresión [1988] Esp (CDH )
      Todo dato material anómalo que se asocia con un proceso mórbido a lo largo de su evolución constituye un indicador biológico.
    • 1988 Alonso-Fdz, F. Depresión [1988] Esp (CDH )
      La alta tasa mórbida, particularmente en forma de depresiones y alcoholismo en las familias de los adolescentes depresivos, toma distintas características, igual que ocurre entre los adultos, en consonancia con el tipo nosográfico de depresión.
    • 1988 Salinas, R. Alimentos [1988] Ar (CDH )
      Al excretarse en la orina, que de esa forma regula la normalidad sanguínea, esta última a su vez puede acidificarse o alcalinizarse, según el predominio de ácidos o bases, hecho que en medicina se tiene en cuenta en algunos cuadros mórbidos, como las infecciones del tracto urinario y las litiasis.
    • 1988 Vijnovsky, B. Dudas [1988] 25 Ar (CDH )
      "La regla es que debe dejarse actuar el remedio homeopático cuidadosamente elegido, hasta que haya completado su efecto." "Una apresurada repetición del remedio... producirá un acrecentamiento de los síntomas mórbidos e interrumpirá el proceso de curación."
    • 1988 Vijnovsky, B. Dudas [1988] Ar (CDH )
      Pero esto no siempre es suficiente y, aunque con frecuencia el medicamento constitucional logra la modificación suficiente del terreno mórbido como para hacer desaparecer esa sensibilidad anormal, en algunos casos aquélla persiste, con los consiguientes trastornos.
    • 1988 Vijnovsky, B. Dudas [1988] Ar (CDH )
      Y agrega Hahnemann en un apartado al pie palabras de total censura a los médicos alópatas y, en alguna medida, a los especuladores de su pensamiento real, como sí presintiera que iban a surgir; dice así: "No comprendo cómo, al lado del lecho del enfermo, ha sido posible para los médicos imaginar que deban buscar y puedan encontrar lo que hay que curar en el enfermo, solamente en el interior escondido y desconocido del organismo humano; cómo pueden descuidar la observación, con la mayor atención, de los síntomas, y no guiarse escrupulosamente por ellos para la curación. No concibo que se pueda tener la presuntuosa y ridícula pretensión de poder reconocer, sin un estudio particularmente atento de los síntomas, lo que ha cambiado en el interior invisible del organismo..." Y sigue en el Parágrafo 7: "Como en una enfermedad no podemos percibir más que, exclusivamente, su sintomatología..., está claro que únicamente los síntomas deben servir de guía en la elección del remedio apropiado para la curación. Convendrá prestar atención a la posible presencia de un miasma o de circunstancias accesorias. Es, entonces, el conjunto de síntomas, cuya imagen exterior es la expresión de la esencia interior de la enfermedad, es decir, de la energía vital perturbada (o desequilibrada), es esta integralidad de síntomas la que debe ser el principal, o incluso la única vía (o el único medio) por la cual la enfermedad puede permitirnos encontrar el remedio necesario, la única cosa que puede determinar la elección del remedio más apropiado. En una palabra, en todo caso mórbido individual, la totalidad de los síntomas debe ser para el médico la preocupación principal, el objeto único de toda su atención, la única cosa que debe ser eliminada por su intervención, en procura de la curación, a fin de transformar la enfermedad en el estado de salud".
    • 1990 Puiggrós, E. Homeopatía [1990] 61 Ar (CDH )

      Actualmente se admite, que no puede haber enfermedad sin causa que la provoque; agente noxal, sin organismo que la aporte: terreno orgánico y sin hecho mórbido que la componga (proceso patológico) de lo que se infiere que la enfermedad es un proceso patológico del organismo, provocado por un agente noxal o mórbido, que produce un desequilibrio dinámicoorgánico o dinámico físico-químico de iniciación dinámica o energética.

    • 1990 Puiggrós, E. Homeopatía [1990] Ar (CDH )
      La secuencia especial que suelen seguir estas enfermedades y su forma particular de evolucionar es la que da «unidad patológica» a la historia mórbida del sujeto, no debiendo confundirse la unidad patológica del sujeto con la pluralidad de las enfermedades, porque ambas cosas son bien diferentes entre sí.
    • 1991 Lasprilla, E. E. Medicina y homeopatía [1991] Ar (CDH )
      Según esta ley, los tejidos sobre los cuales se asienta una afección mórbida, o mejor, los tejidos afectados mórbidamente, son más susceptibles a la acción de la droga, que los sanos.
    • 1991 Lasprilla, E. E. Medicina y homeopatía [1991] Co (CDH )
      Recogió cuidadosamente el cuadro sintomático experimentado de cada sustancia y lo llamó patogénesis (patogenesia), en virtud del poder de tal o cual sustancia para generar un cuadro mórbido específico.
    • 1991 Lasprilla, E. E. Medicina y homeopatía [1991] 67 Co (CDH )
      Si bien es cierto que éstas tienen la tendencia a cobrar vida cada determinado tiempo, el remedio constitucional suministrado a intervalos prudentes, esto es, cada vez que la constitución así lo exija, hará regresivo el proceso mórbido, barriendo la diátesis respectiva.
    • 1992 Puyo, F. Bogotá [1992] Co (CDH )
      Nada pueden la medicina y la higiene en el sentido de elevar el número de nacimientos: esta grave cuestión es del resorte de los poderes públicos... La lucha contra los grandes factores mórbidos, como la tuberculosis, el alcoholismo, la insalubridad de las viviendas, empieza a organizarse en todos los grandes centros...
    • 1993 Crea, P. Propóleo [1993] Co (CDH )
      Durante la Apimondia de Bucarest, Cornelia Larión y C. Moldovanu presentaron un trabajo sobre el uso de propóleo en el tratamiento de estados mórbidos y distróficos vulvovaginocervicales y del cuello del útero electrocauterizado, por causa de displasias simples.
    • 1994 Moix, A. M. Vals [1994] 67 Co (CDH )
      Una alarma que la dama de la soberana traduce por un «¿otra vez?», referido a algo que sí hace ceder a Fanny Angerer: los mórbidos estados de ánimo —el «temple triste», dice ella— de la emperatriz.
    • 1997 Prensa La Época, 28/07/1997 [1997] Co (CDH )
      Berger venía de recuperarse de una época bastante mórbida, tras varias operaciones de sinusitis, por lo que el piloto, querido y admirado por todos, tanto dentro como fuera de las pistas, parecía merecer este regreso triunfante.
    • 1999 Rapado, A. Salud mujer [1999] Ar (CDH )
      Con este cálculo se define como sobrepeso cuando el IMC es mayor de 25 kg; obesidad cuando es mayor de 30 kg y obesidad patológica o mórbida, cuando el IMC es superior a 40 kg. Una obesidad en la mujer española sería un IMC que corresponde a más de 10 kilos de la talla en centímetros.
    • 1999 Torresani, M.ª E. / Somoza, M.ª I. Cuidado nutricional [1999] 157 Esp (CDH )
      Además de la relación directa y comprobada entre este tipo de obesidad y las enfermedades médicas ( hipertensión , colelitiasis , diabetes mellitus , formas incapacitantes de artritis , insuficiencia respiratoria , muerte súbita ) , los pacientes con obesidad mórbida sufren fuertes depresiones , son víctimas de la ridiculización , tienen limitado el acceso a los lugares públicos y se encuentran marginados para determinadas actividades , tanto sociales como laborales , aumentando considerablemente la tasa de suicidio .
    • 1999 Torresani, M.ª E. / Somoza, M.ª I. Cuidado nutricional [1999] Ch (CDH )

      Existen distintos tipos de cirugías reparadoras y modeladoras , debiendo ser el cirujano plástico el profesional indicado para el asesoramiento , la instrumentación y el control de las mismas . b ) Cirugía bariátrica : su objetivo es mejorar la calidad de vida del paciente y prevenir las complicaciones patológicas del paciente con obesidad mórbida .

    • 1999 Torresani, M.ª E. / Somoza, M.ª I. Cuidado nutricional [1999] 156 Esp (CDH )
      Aparece una imagen distorsionada del cuerpo , con un " temor mórbido a engordar " .
    • 2002 Suazo, M. Bioética RD (CORPES)
      Se pasa de la imagen de autoridad del padre con el hijo en la búsqueda de lo bueno a la participación activa de los pacientes en la comprensión de su proceso mórbido, su pronóstico y sus decisiones a asumir las sugerencias terapéuticas.
    • 2012 Moviola, J. "Medicina y cine" Médicos Ar (CORPES)
      En algunos casos, existe la presencia puntual de la enfermedad, tanto en aspectos visuales como en comentarios, utilizaciones metafóricas o incluso como insultos. Un paso más es cuando un proceso mórbido, o varios juegan un "papel importante" en el guión, como sucede en Mejor... imposible/ As Good as It Gets (1997) de James L. Brooks, en la cual Melvin (Jack Nicholson) es un obsesivo compulsivo, su vecino debe ser internado a causa de una paliza y su camarera tiene un hijo asmático cuya enfermedad le impide, en algún momento, que asista a su trabajo y lo sirva a él.
  8. ac. etim.
    adj. Que se aleja de lo que se considera normal, razonable o moral o psíquicamente saludable.
    Sinónimo: morboso, a
    docs. (1881-2012) 60 ejemplos:
    • 1881 Vicuña Mackenna, B. Campaña Lima [2003] Ch (CDH )
      En medio de estas incorregibles vanidades que traicionan una enfermedad mórbida del espíritu y cuya exageración febril habremos de compulsar más adelante, el dictador, reaccionando vigorosamente en el sentido de la sensatez, dictó el 25 de febrero de 1880 el siguiente acuerdo que asociaba al Perú a las clemencias de la guerra después de las feroces matanzas que habían deshonrado su bandera en Tarapacá [...].
    • 2012 Laguna-Correa, F "Tauromaquia" Finales felices Mx (CORPES)
      Llegó toda la comitiva que suele hacer acto de presencia en este tipo de situaciones. El forense delineó con una tiza el perímetro del cuerpo, luego hizo varias fotografías tan mórbidas como desenfocadas. Llegaron más periodistas y hubo flashes a caudales. Por último, y gracias a la ocurrencia de un camillero de ascendencia española, sacaron el cuerpo desangrado en hombros.
    • 1881 Vicuña Mackenna, B. Campaña Lima [2003] Ch (CDH )
      En medio de estas incorregibles vanidades que traicionan una enfermedad mórbida del espíritu y cuya exageración febril habremos de compulsar más adelante, el dictador, reaccionando vigorosamente en el sentido de la sensatez, dictó el 25 de febrero de 1880 el siguiente acuerdo que asociaba al Perú a las clemencias de la guerra después de las feroces matanzas que habían deshonrado su bandera en Tarapacá [...].
    • 1886 Acevedo Díaz, E. Brenda [2002] Ur (CDH )

      — En verdad —repuso Raúl entre sonriente y caviloso—, concibo claramente a una mujer imbécil, de físico admirable, realzado por galas soberbias, que interprete una frase galante por injuria y la gracia más espiritual por ironía, que viva encastillada en pueriles pensamientos y, en el más obcecado amor propio, sin perspicacia bastante para distinguir el mérito ni valorar los efectos de su amistad o simpatía; y la concibo como un nido de vulgar sensualismo, en que sólo se mueven los vibriones de una existencia mórbida, obscura e infeliz.

    • a1896 Silva, J. A. Sobremesa [1996] Co (CDH )
      ¡Feliz tú, muerta ideal que llevaste del Universo una visión intelectual y artística y a quien el amor por la belleza y el pudor femenino impidieron que el entusiasmo por la vida y las curiosidades insaciables se complicaran con sensuales fiebres de goce, con la mórbida curiosidad del mal y del pecado, con la villanía de los cálculos y de las combinaciones que harán venir a las manos y acumularán en el fondo de los cofres el oro, esa alma de la vida moderna!
    • 1901 Fdz Guardia, R. Cuentos ticos [1901] CR (CDH )

      Su anhelo del momento era que todos supiesen que Carlos la amaba y ella le correspondía, sin importarle nada lo que pudieran pensar y decir las gentes. Sólo le preocupaban ya los intereses de su pasión.

      En este estado mórbido del ánimo pasó Emilia la semana.

    • 1976 Revilla, B. Guatemala: Terremoto pobres [1976] Gu (CDH )
      Es cierto que, por lo general, no se aferra a la vida con la angustia mórbida del occidental instalado que se chequea cada mes en la clínica y escribe de los cigarrillos como un veneno que puede acortarle la vida en algunos días...
    • 1986 Cabrera Infante, G. Habana [1993] Cu (CDH )

      El laguito, como la lejana laguna del campo de mi pueblo, era un falso paisaje, una naturaleza muerta y por eso me atraía y lo visitaba a menudo, pero también había un interés mórbido. Aquí habían aparecido una mañana, «acribillados a balazos», decía la Prensa, Gustavo Massó y Juancito Regueira. Massó era mayor que yo, pero Juancito era menor, casi un muchachito, los dos versiones distinta de Billy the Kid.

    • 1990 García Morales, A. Lógica vampiro [1990] Esp (CDH )

      Apresuradamente salí, cené y regresé a la pensión. Hacer cualquier cosa con celeridad me sosegaba. No obstante me obstiné en dormir, porque a esa hora no podía entregarme a ninguna otra actividad. Me sabía incapaz de leer, pues en mi mente giraban, como en un tiovivo, pensamientos mórbidos, siniestros, absurdos, irreales.

    • 1999 González, E. Quién como Dios [1999] Mx (CDH )

      Luis le aventó una de sus botas para apaciguarlo. El animal pareció tranquilizarse. Había crecido mucho, ya no se le podía llamar osezno. Parado en dos patas alcanzaba la altura de un hombre, de un hombre chaparro pero al fin y al cabo un hombre. Sole no podía olvidar la historia de aquel oso que se había enamorado de su vecina de la Noria de Aldai. Varias veces había tenido sueños mórbidos a causa de ello.

    • 2001 Obando Bolaños, A. Violento paraíso [2001] CR (CDH )

      Para ellos tres, el jueguito mórbido pronto fue un ritual inviolable; una cosa que debían hacer pasara lo que pasara, como un culto, una comunión, un algo que se debían a sí mismos más que cualquier otra cosa en el mundo. Y para Narciso en particular, todo eso tenía el propósito fundamental de complacerse a sí mientras complacía a Melissa, mientras pavimentaba su camino de regreso a Sinus Iridum.

    • 1998-2002 Fresán, R. Velocidad Cosas [2002] 434 Ar (CDH )
      Y —por qué negarlo— estaba también ese contacto mórbido con las jóvenes viudas que más de una vez me llevó a entender aquello que detrás de la escritura de toda gran muerte existía para mí —bloc de notas en mi zarpa, sonrisa luctuosa— la posibilidad tangible y carnal de una petite mort.
    • 2002 Paz Soldán. E. Materia deseo [2002] Bo (CDH )
      Era un espectáculo mórbido: fuerzas de seguridad, militares, paramilitares, guerrilleros, terroristas, políticos de oposición, estudiantes, obreros y civiles se habían enfrentado en una guerra sin cuartel, en la que nadie cedía nada y las muertes eran respondidas con más muertes.
    • 2012 Laguna-Correa, F "Tauromaquia" Finales felices Mx (CORPES)
      Llegó toda la comitiva que suele hacer acto de presencia en este tipo de situaciones. El forense delineó con una tiza el perímetro del cuerpo, luego hizo varias fotografías tan mórbidas como desenfocadas. Llegaron más periodistas y hubo flashes a caudales. Por último, y gracias a la ocurrencia de un camillero de ascendencia española, sacaron el cuerpo desangrado en hombros.
    • 1881 Vicuña Mackenna, B. Campaña Lima [2003] Ch (CDH )
      En medio de estas incorregibles vanidades que traicionan una enfermedad mórbida del espíritu y cuya exageración febril habremos de compulsar más adelante, el dictador, reaccionando vigorosamente en el sentido de la sensatez, dictó el 25 de febrero de 1880 el siguiente acuerdo que asociaba al Perú a las clemencias de la guerra después de las feroces matanzas que habían deshonrado su bandera en Tarapacá [...].
    • 1886 Acevedo Díaz, E. Brenda [2002] Ur (CDH )

      — En verdad —repuso Raúl entre sonriente y caviloso—, concibo claramente a una mujer imbécil, de físico admirable, realzado por galas soberbias, que interprete una frase galante por injuria y la gracia más espiritual por ironía, que viva encastillada en pueriles pensamientos y, en el más obcecado amor propio, sin perspicacia bastante para distinguir el mérito ni valorar los efectos de su amistad o simpatía; y la concibo como un nido de vulgar sensualismo, en que sólo se mueven los vibriones de una existencia mórbida, obscura e infeliz.

    • 1886 Pardo Bazán, E. Pazos [1987] Esp (CDH )
      No era su carácter muy jovial, propendiendo a una especie de morosidad soñadora y mórbida, como la de las doncellas anémicas: pero en aquel punto respiraba con tal desahogo por haber encontrado una solución, que sus manos temblaban, deshaciendo con alegre presteza el embutido de calcetines y ropa blanca y dando amable libertad al canal y manteo.
    • a1896 Silva, J. A. Sobremesa [1996] Co (CDH )
      ¡Feliz tú, muerta ideal que llevaste del Universo una visión intelectual y artística y a quien el amor por la belleza y el pudor femenino impidieron que el entusiasmo por la vida y las curiosidades insaciables se complicaran con sensuales fiebres de goce, con la mórbida curiosidad del mal y del pecado, con la villanía de los cálculos y de las combinaciones que harán venir a las manos y acumularán en el fondo de los cofres el oro, esa alma de la vida moderna!
    • a1896 Silva, J. A. Sobremesa [1996] Co (CDH )
      La piedad católica que la animó subsiste en mí transformada en un misticismo ateo, como revive en ciertos degenerados, convertido en mórbidas duplicidades de conciencia, el mal sagrado de los átavos epilépticos.
    • a1896 Silva, J. A. Sobremesa [1996] Co (CDH )
      Me habló del vértigo mental y de la epilepsia, de la catalepsia y de la letargia, de la corea y de las parálisis agitantes, de las ataxias y de los tétanos, de las neuralgias de las neuritis y de los tics dolorosos, de las neurosis traumáticas y de las neurastenias, y con especial complacencia de las enfermedades recién inventadas, del railway frain y del railway spine, de todos los miedos mórbidos, el miedo de los espacios abiertos y de los espacios cerrados, de la mugre y de los animales, del miedo de los muertos, de las enfermedades y de los astros.
    • 1901 Fdz Guardia, R. Cuentos ticos [1901] CR (CDH )

      Su anhelo del momento era que todos supiesen que Carlos la amaba y ella le correspondía, sin importarle nada lo que pudieran pensar y decir las gentes. Sólo le preocupaban ya los intereses de su pasión.

      En este estado mórbido del ánimo pasó Emilia la semana.

    • 1895-1902 Unamuno, M. Casticismo [1991] Esp (CDH )

      El italiano, por su parte, degeneraba en sectas de pobres llenos de ensueños comunistas de restauración social.

      III

      De estos despeñaderos mórbidos salvó a uno y a otro el humanismo, la modesta ciencia de trabajo, la voz de los siglos humanos y de la sabiduría lenta de la tierra. El misticismo italiano, la religión del corazón, se humaniza en Dante, nutrido de sabiduría antigua, que intenta casar la antigüedad clásica con el porvenir cristiano.

    • 1903 Bobadilla, E. Fuego [2003] Cu (CDH )

      La idea de heredar al doctor, a quien suponía rico; la de poder disfrutar, una vez viuda, de una libertad completa, sin preocuparse del mañana, la roía sordamente. Su mórbida excitación nerviosa, por un lado, y por otro su falta de tacto y de diplomacia, no la permitían seguir en frío un plan encaminado a realizar sus aspiraciones.

    • 1904 Blest Gana, A. Transplantados [1904] Ch (CDH )
      Ya Guy de Morins le había pintado el snobismo de las pequeñas rastás, su adoración de la nobleza, su mórbida ambición de entrar en la gran sociedad de París, de sacudir toda atingencia con aquellos de la colonia de trasplantados que no tuviesen carta de ciudadanía en el mundo chic.
    • 1904 Blest Gana, A. Transplantados [1904] Ch (CDH )

      Le pareció una degradación aquello de ir á terminar, en los brazos de una cortesana, el inmaculado idilio de su juventud, del que aún las lágrimas debían parecerle sagradas. Era el despertar de un desfallecimiento pasajero, en el que el exceso del dolor había tornado en mórbida flaqueza la energía austera de su alma.

    • 1910 Vaz Ferreira, C. Lógica viva [1979] Ur (CDH )

      Estas tres manifestaciones de la actividad psicosexual pueden perturbarse conjuntamente o por separado; en general puede establecerse cuál de ellas está primitivamente perturbada, pudiendo considerarse mórbida toda emoción, tendencia o sentimiento que no responde al cumplimiento de su finalidad biológica: la reproducción de la especie.

    • 1911 Pz Galdós, B. Cartago [2002] Esp (CDH )
      Del mismo modo, los arrebatos de su irritable amor propio alternaban en el curso diario de la vida con su mórbida humildad de fémina caprichosa.
    • 1920 Sanín Cano, B. Jorge Isaacs Oficio lector Co (CDH )
      el fin de la niñez apacible y el principio de una adolescencia triste, llena de vagas aspiraciones y de un sentimentalismo caudaloso y mórbido, de que hay testimonio candoroso en la "Visión del Castillo": anhelaba "dejar un sol por faro" en los escollos donde había corrido parte de su juventud, y quería que su "voluntad fuera asombro de genios" en la lucha que estaba dispuesto a emprender.
    • 1923 Kessel, J. Rusia Roja Almanaque 1923 Esp (CDH )

      Erchof le había cogido cariño. Amaba la finura de sus rasgos, la languidez de su voz y, en sus miradas en vez del temor animal de los demás locos, leía un espanto más alto. Esto no bastaba, sin embargo, a explicar la satisfacción mórbida que experimentaba observándolo y hablándole. Entre él mismo y este monomaníaco sentía un vínculo cuya naturaleza no alcanzaba a comprender, pero que provenía del recuerdo, vivo en su memoria obscura, de los días en que la compañera siniestra del loco, la muerte, no había cesado de rondar entorno suyo.

    • 1929 Díaz Fdz, J. Venus mecánica [1983] Esp (CDH )
      Oficio vergonzoso, insinuante, casi mórbido, mixto de pederastia y de disimulo, que os aprieta en un cerco de sigilo y de sombra.
    • 1931 Uslar Pietri, A. Lanzas [1993] Ve (CDH )

      Así doña Josefa, nieta de Manuel, que prescindió de aquel mundo monótono y se hizo monja.

      Fueron una casta pintoresca, orgullosa, mórbida. En el fondo de sus espíritus se revolvían las herencias contrarias; los abuelos heroicos mezclados con malos hombres, los religiosos con los locos, los que acometían grandes empresas junto con los borrachos y ladrones.

    • 1935 Loynaz, D. M. Jardín [1992] Cu (CDH )
      ¡Y cómo debió de haberla dominado, absorbido, con esa sed, con esa hambre insaciable, que no tiene el pudor de disimular, que ostenta más bien, orgulloso de su esclavitud y al mismo tiempo como un habilidoso medio de atraerla por el instinto mórbido, por el vértigo de toda sima!...
    • 1935 Loynaz, D. M. Jardín [1992] Cu (CDH )

      Sentía que el viento se lo agolpaba a los ojos, a la nariz, cegándola, ahogándola con una lentitud de pesadilla. Era un vaho agrio, nauseabundo, de cosa muerta, que se le filtraba por las ropas, por la carne azul, por entre la red de venas y la sangre lenta, y por los huesos, hasta dónde, hasta dónde...

      Tuvo la mórbida sensación de estar formando ella también parte del jardín. Se sintió verde, blanda, soleada, atraída por la cabeza hacia arriba y con los pies leñosos, pegados a la tierra siempre.

    • 1933-1944 García Gmz, E. Poetas musulmanes [1944] Esp (CDH )
      La peculiar actitud amorosa de la tribu árabe de los Banu Udra, consistente en poner el norte erótico en una mórbida perpetuación del deseo, fué elaborada más tarde, en la Bagdad del siglo x , en contacto con las ideas griegas, constituyendo, como dijo Massignon, "la primera sistematización poética del amor platónico".
    • 1933-1944 García Gmz, E. Poetas musulmanes [1944] 241 Esp (CDH )
      Confluyen en él dos temas corrientes en la poesía árabe: el del nocturno, donde el poeta solitario se consume en ansias de amor, y el de la descripción de una animal, una flor o un fruto mediante leves toques metafóricos que van transfigurando lo descrito, dotándolo de vagos contornos antropomorfos y cargándolo de mórbida sensualidad.
    • 1950 Salinas, Pedro Carta de Salinas Cartas. En 'Correspondencia (1923-1951)' Esp (CDH )
      Como tú no tienes esa mórbida curiosidad que yo, la enfermedad de Flaubert, por las estupideces, no te aconsejo que compres un libro, llamado Good Reading , en esas ediciones de 25 o 35 centavos, compilado nada menos que por un comité de profesores americanos de 15 o 20 universidades, para ¡guiar! al público en la selección de lecturas.
    • 1961 Caro Baroja, J. Brujas [1966] Esp (CDH )
      En las tentaciones de los santos vemos también al Diablo haciendo la presentación de la tentadora, más o menos atractiva, a varones como San Benito * o San Antonio, rodeados de toda clase de visiones estrambóticas, de animales inmundos: y siguiendo una tradición más o menos consciente, tanto el tentador, como el débil instrumento de la tentación, como el cortejo de los genios inferiores que participan en ella, tienen, a veces, caracteres burlescos, son objeto de una ridiculización que, en última instancia, llega a adquirir unos caracteres mórbidos e inquietantes en las obras de artistas como el Bosco y otros posteriores.
    • 1961 Martín-Santos, L. Tiempo silencio [1996] Esp (CDH )
      Mientras que Pedro recorre taconeando suave el espacio que conociera el cuerpo del caballero mutilado, su propio racionalismo mórbido le va envolviendo en sus espirales sucesivas.
    • 1961 Martín-Santos, L. Tiempo silencio [1996] 285 Esp (CDH )
      Racionalismo mórbido, qué me importan a mí los ritmos, las figuras y las gestalten si me están capando vivo.
    • 1966 Marsé, J. Teresa [1996] 14 Esp (CDH )
      Dotados de finísimo olfato, sensibles al más sutil desacuerdo material, no supieron ver en aquella hermosa frente la mórbida impasibilidad que precede a las decisiones extremas, ni en los ojos como estrellas furiosas esa vaga veladura indicadora de atormentadoras reflexiones, que podrían incluso llegar a la justificación moral del crimen.
    • 1966 Marsé, J. Teresa [1996] Esp (CDH )
      Él la miró acercando el rostro por encima de la mesa, con el ceño fruncido (dos arrugas suaves, imprecisas, apenas dibujadas, aparecieron de pronto en lo alto de su frente morena y le prestaron un mórbido vigor mental, una potestad que tal vez no tenía: ventajas de la belleza).
    • 1967 Benet, J. Región [1996] 261 Esp (CDH )
      La luz de los faros de un coche obligado a maniobrar en una encrucijada del pueblo iluminan furtivamente, a través de los resquicios y los agujeros de las tablas, ese mórbido escenario: todas las paredes padecen de humedad, ya no quedan sillas, techos vencidos vacilan y medran, por un pasillo enfilado hacia las sombras corre torpemente un bulto atacado por la fotofobia que apenas necesita empujar una puerta para buscar refugio en el sótano de los gemidos.
    • 1975 Gasulla, L. Culminación [1979] Ar (CDH )

      A Jorgelina no le importaba estar sola; su mundo se concentraba en sus secretos pensamientos, donde las aventuras más audaces se confundían como lianas impalpables con mórbidos deseos, alimentados por experiencias propias o ajenas, deformadas por su ambiguo criterio, no exento de malicia. Pero podía, quizá sin proponérselo realmente, mostrar una engañosa apariencia de pureza, acentuada por su pasiva conformidad.

    • 1975 Salisachs, M. Gangrena [1976] Esp (CDH )
      Me estaba cansando de tanto palabreo, de tanta acusación mórbida y oculta:

      — Yo no puedo aceptar un Dios que destroza pueblos, que mutila niños, que reparte miseria, hambre, plagas, sólo para reformar a un hombre.

    • 1975 Sintes Pros, J. Colesterol [1975] 151 Esp (CDH )

      La que está obsesionada por los efectos secundarios de la histerectomía experimenta algunas veces un stress intenso. Consecuentemente, desarrolla un apetito mórbido, sin control. Inconscientemente, tiene la impresión de que lo único que le queda en la vida son los placeres de la mesa.

    • 1976 Barrera Moncada, G. / Kerdel Vegas, O. Adolescente [1987] Ve (CDH )
      El suicidio es empleado como ayuda auxiliar ante una abrumadora tanatofobia o temor mórbido a la muerte.
    • 1976 Barrera Moncada, G. / Kerdel Vegas, O. Adolescente [1987] Ve (CDH )
      En este caso, el suicidio sirve como reacción reactiva a este temor mórbido.
    • 1976 Revilla, B. Guatemala: Terremoto pobres [1976] Gu (CDH )
      Es cierto que, por lo general, no se aferra a la vida con la angustia mórbida del occidental instalado que se chequea cada mes en la clínica y escribe de los cigarrillos como un veneno que puede acortarle la vida en algunos días...
    • 1977 Giménez-Arnau, J. Islas Transparentes [1977] Esp (CDH )
      Esto empieza a ser demasiado, cada vez vemos cosas más raras —comentó el francés mientras entre los escombros descubría huesos dispersos, calaveras rotas, tibias abiertas, húmeros tronchados, esqueletos de hombres enredados en esqueletos de mujeres protagonizando una sórdida cópula macabra en medio de una mórbida masa de gusanos y moscas.
    • 1978 Marsé, J. Muchacha bragas [1993] Esp (CDH )

      Aunque el mórbido conjunto estaba fraudulentamente manipulado, las partes que lo componían eran reales. Sin embargo, el atrevido visitador del pasado se paró en el umbral, conteniendo las ganas de entrar y una risita sardónica: habría dado cualquier cosa por alumbrar algún desenfreno sobre aquella cama [...].

    • 1980 Fasano Mertens, F. Después derrota [1980] 66 Ur (CDH )
      Enchalecar a la clase obrera, obligándola a descartar una ley tendencial del socialismo, nos parece una actitud oportunista o suicida, reveladora de un gusto mórbido por el fracaso o carente de real vocación de poder.
    • 1981 Ferrero, J. Bélver Yin [1993] Esp (CDH )
      En una época de su vida en que todo comenzaba a fatigarle, la cercanía de aquella mujer le había reconciliado con la vida, pero, al mismo tiempo, había acentuado en él un mórbido deseo: el de morir de forma violenta, dejando en torno suyo un halo de leyenda.
    • 1981 Padilla, H. Jardín [1981] Cu (CDH )
      Odiaba la pasión que ella había puesto en esas experiencias, la mórbida curiosidad que la había arrastrado a esos extraños que sólo habrían retenido de ella la sorpresa de un cuerpo inexplicablemente torpe en una muchacha que se acostaba directamente y sin rodeos.
    • 1984 Wolff, E. Balsa Medusa [1990] Ch (CDH )

      CINTIA—(A todos)Tiene una mente morbosa... En Ítalo, todo se resuelve finalmente en lo mismo: sexo y muerte mezclado en un amasijo mórbido... Te hace el amor, con una calavera en una mano!

    • 1986 Cabrera Infante, G. Habana [1993] Cu (CDH )

      El laguito, como la lejana laguna del campo de mi pueblo, era un falso paisaje, una naturaleza muerta y por eso me atraía y lo visitaba a menudo, pero también había un interés mórbido. Aquí habían aparecido una mañana, «acribillados a balazos», decía la Prensa, Gustavo Massó y Juancito Regueira. Massó era mayor que yo, pero Juancito era menor, casi un muchachito, los dos versiones distinta de Billy the Kid.

    • 1986 Prensa El País, 01/12/1986 [1986] Esp (CDH )
      Era el mismo Grant —y ése sigue siendo su misterio— el que con las mismas armas relajaba o crispaba, creaba paz o dejaba entrar en la pantalla algo inquietante, mórbido y lejano.
    • 1986 Wolff, E. Háblame [1990] 640 Ch (CDH )
      Odio esos cuentos mórbidos tuyos!
    • 1988 Pz-Reverte, A. Maestro esgrima [1995] Esp (CDH )
      Los ojos de color violeta lo miraron con fijeza, como si su propietaria experimentase cierta mórbida satisfacción sacando a la luz las nostalgias del viejo maestro de esgrima.
    • 1989 Prensa El Tiempo, 01/07/1989 [1989] Co (CDH )

      Sanson anotaba todo: las circunstancias de la ejecución, la alegría mórbida de las "fanáticas de la guillotina", el comportamiento de los condenados y sus últimas palabras. Así, dejó constancia de que muchos morían clamando sus convicciones, y que otros, ni en ese instante, perdían el sentido del humor.

    • 1990 Albamonte, A. Aerobismo [1990] Ar (CDH )
      La aptitud física en una persona de edad es el mejor antídoto contra la mórbida tendencia de las ancianas a sentirse relegadas, anula los sentimientos de autocompasión y ayuda a llevar una vida más constructiva y dinámica.
    • 1990 García Morales, A. Lógica vampiro [1990] Esp (CDH )

      Apresuradamente salí, cené y regresé a la pensión. Hacer cualquier cosa con celeridad me sosegaba. No obstante me obstiné en dormir, porque a esa hora no podía entregarme a ninguna otra actividad. Me sabía incapaz de leer, pues en mi mente giraban, como en un tiovivo, pensamientos mórbidos, siniestros, absurdos, irreales.

    • 1990 Rausch Herscovici, C. / Bay, L. Anorexia [1995] Ar (CDH )
      En ambos casos hay un temor mórbido a la gordura y búsqueda de la delgadez, como un recurso para lidiar con dificultades en el desarrollo o bien como una manera de enfrentar el malestar emocional.
    • 1991 Cano Gaviria, R. Lección abismo [1991] Co (CDH )
      Ah, y saber que casi lo intuí todo la primera vez que la vi pasarse por los labios la punta roja de la lengua, la primera vez que la vi hacer ese mórbido gesto.
    • 1994 Urroz, E. Plegarias cuerpo [1994] Mx (CDH )
      Después de muchos años descubro que no, que la ternura y el amor son sólo un goce mórbido, una suerte de enfermedad que debilita los sentidos y los vence.
    • 1995 Contreras, G. Nadador [1995] 19 Ch (CDH )
      Toda la ceremonia anterior, Bibi desvistiéndose para él, se la había repetido minuciosamente y sin la menor precaución consigo mismo; la horrible colisión de sus cuerpos como dos planetas estallando en un sordo y prolongado estrépito, la había reconstituido con la mórbida verosimilitud que le otorgaba su desapacible memoria.
    • 1995 Contreras, G. Nadador [1995] Ch (CDH )

      Virginia sabía que Max imaginaba a Alejandra situada en algún lugar ignoto, una apertura en el cielo, aferrada a unos desquiciados largavistas sobre una azotea estratégica; desde cualquier privilegiada y mórbida perspectiva Alejandra los vigilaba, anotaba sus desplazamientos, y habría registrado ya cuantas veces ella fue a tocar a la puerta de Max.

    • 1995 Prensa La Vanguardia, 16/07/1995 [1995] Esp (CDH )
      Por la noche, en el claustro del cementerio, las representaciones de una "Antígona" singular, dirigida por Thierry Roisin, siguen acaparando la atención de los espectadores entre los que se da, con toda evidencia, una cuota de mórbida curiosidad.
    • 1997 Prensa Proceso, 02/02/1997 [1997] Mx (CDH )
      "...le reitero mi resistencia a participar en ese mórbido juego de especulaciones, apuestas o simples creencias y corazonadas, en el que lamentablemente se han llegado a comprometer personas de quienes se hubiera esperado mayor responsabilidad por sus cargos de autoridad o representación".
    • 1999 González, E. Quién como Dios [1999] Mx (CDH )

      Luis le aventó una de sus botas para apaciguarlo. El animal pareció tranquilizarse. Había crecido mucho, ya no se le podía llamar osezno. Parado en dos patas alcanzaba la altura de un hombre, de un hombre chaparro pero al fin y al cabo un hombre. Sole no podía olvidar la historia de aquel oso que se había enamorado de su vecina de la Noria de Aldai. Varias veces había tenido sueños mórbidos a causa de ello.

    • 2001 Obando Bolaños, A. Violento paraíso [2001] CR (CDH )

      Para ellos tres, el jueguito mórbido pronto fue un ritual inviolable; una cosa que debían hacer pasara lo que pasara, como un culto, una comunión, un algo que se debían a sí mismos más que cualquier otra cosa en el mundo. Y para Narciso en particular, todo eso tenía el propósito fundamental de complacerse a sí mientras complacía a Melissa, mientras pavimentaba su camino de regreso a Sinus Iridum.

    • 2001 Obando Bolaños, A. Violento paraíso [2001] CR (CDH )

      La espada le había cortado la cabeza de un solo tajo y ésta había ido a parar a los pies de un chiquillo que la miraba con más fascinación que miedo. Nadie reparó en que el güila llevaba una clámide corta del mismo color de los ropajes del héroe. Éste le hizo un gesto al chiquillo y, en medio del asombro de todos, el mocoso cogió la cabeza cercenada y la levantó sobre su misma cabeza como si fuera un odre lleno de vino. Acto seguido, abrió la boca y empezó a tomar del espeso líquido que aún salía de los ductos.

      — "El arte siempre vale sangre".

      La mórbida aseveración salió de una boca infantil que nadie pudo ubicar.

    • 1998-2002 Fresán, R. Velocidad Cosas [2002] 434 Ar (CDH )
      Y —por qué negarlo— estaba también ese contacto mórbido con las jóvenes viudas que más de una vez me llevó a entender aquello que detrás de la escritura de toda gran muerte existía para mí —bloc de notas en mi zarpa, sonrisa luctuosa— la posibilidad tangible y carnal de una petite mort.
    • 2002 Paz Soldán. E. Materia deseo [2002] Bo (CDH )
      Era un espectáculo mórbido: fuerzas de seguridad, militares, paramilitares, guerrilleros, terroristas, políticos de oposición, estudiantes, obreros y civiles se habían enfrentado en una guerra sin cuartel, en la que nadie cedía nada y las muertes eran respondidas con más muertes.
    • 2012 Laguna-Correa, F "Tauromaquia" Finales felices Mx (CORPES)
      Llegó toda la comitiva que suele hacer acto de presencia en este tipo de situaciones. El forense delineó con una tiza el perímetro del cuerpo, luego hizo varias fotografías tan mórbidas como desenfocadas. Llegaron más periodistas y hubo flashes a caudales. Por último, y gracias a la ocurrencia de un camillero de ascendencia española, sacaron el cuerpo desangrado en hombros.
  9. ac. etim.
    adj. Que es agradable a los sentidos por su intensidad moderada.
    docs. (1916-1999) 15 ejemplos:
    • 1916 Ambrogi, A. LTrópico II [1916] ES (CDH )
      Bajo el tul cristalino y límpido, las manos pequeñuelas y atezadas, manos estropeadas por el trabajo, pierden sus tosquedades y cobran mórbidos relieves.
    • 1962 Caballero Bonald, J. M. Días septiembre [1962] 96 Esp (CDH )
      Se metió en el vestíbulo una mórbida racha de levante.
    • 1972 Chacel, R. Desde amanecer [1972] Esp (CDH )
      El papel Marquilla, mórbido, aterciopelado, fácilmente vulnerable; el carboncillo en su cajita de cartón, emitiendo un sonido, un ruidito de roce o entrechoque cristalino de cosa frágil, ingrave, polvorienta; el trapito blanco para borrar sus trazos levísimos, que no admitirían el contacto de la goma.
    • 1996 Prensa ABC Cultural, 02/08/1996 [1996] Esp (CDH )
      Una voz mórbida de tintes baritonales, en principio canónicamente emitida de acuerdo con la ortodoxia del ochocientos, dotada de sonidos aéreos y mixtos, no desconocedora de las técnicas falsetísticas y hábil para el juego de "smorzature" y el sereno despliegue de "sfumature", que aproximaban a su poseedor, en lo expresivo, al terreno de los tenores de gracia.
    • 1999 Volpi, J. Busca Klingsor [1999] Mx (CDH )
      La mañana era mórbida y calurosa, como si el sol no se decidiese aún a mostrarse en público.
    • 1916 Ambrogi, A. LTrópico II [1916] ES (CDH )
      Bajo el tul cristalino y límpido, las manos pequeñuelas y atezadas, manos estropeadas por el trabajo, pierden sus tosquedades y cobran mórbidos relieves.
    • c1918 Anónimo Trad Estudios Literaturas inglesa italiana [1918] 63 Esp (CDH )
      En el cuadro citado por el mismo Taine, la profundidad, la vivacidad, contenida de la emoción, producen una transfiguración de las humildes cosas en emblemas morales y una delicadeza de sentimiento que en vano buscaríamos en Coleridge; el cual, exquisitamente sensible á la fascinación del color, se aproxima á los tintes radiosos de Blake, si bien conservando una más mórbida y difusa luminosidad; pero está lejos, con su vaga melancolía, de esta austera contemplación, de esta severidad de pensamiento propias de Wordsworth.
    • 1962 Caballero Bonald, J. M. Días septiembre [1962] 96 Esp (CDH )
      Se metió en el vestíbulo una mórbida racha de levante.
    • 1962 Caballero Bonald, J. M. Días septiembre [1962] Esp (CDH )
      Arrastró la silla un poco más dentro de la sombra, que culebreaba sobre el piso de tierra, a compás del intermitente vaivén de la parra, como si le costara cada vez más trabajo engullir las mórbidas lumbraradas del recalmón.
    • 1962 Mujica Láinez, M. Bomarzo [1996] 463 Ar (CDH )
      Recuerdo que me aproximé a la estatua, que la llama lamía de vez en vez, dorándola con un tono de miel, cálido y mórbido, y que una fuerza recóndita me impulsó a ceñir con mis brazos el cuerpo hermoso, que se erguía como en un ara sobre su base, en el centro del castillo; que apoyé la mejilla contra su vientre de marcados músculos y que, ascendiendo con los labios por el alto pecho, besé la cara mutilada, destrozada, horrible.
    • 1970 Goytisolo, J. Reivindicación [1973] Esp (CDH )

      [...] su voz suena familiarmente en tus oídos y su aspecto distinguido te intriga: delgado y frágil: vastos ojos: piel blanca: el bozo no asombra aún, ni profana, la mórbida calidad de sus mejillas [...].

    • 1972 Benet, J. Viaje invierno [1989] Esp (CDH )
      Mientras su madre limpió los suelos y bancos de las aulas vecinas el niño esperó sentado en el banco del corredor, balanceando los pies en el aire a los compases del vals, bajo la mórbida, cruda y sesgada iluminación, al ritmo que ni había escuchado ni volvería a escuchar hasta pasados muchos años, en otras circunstancias muy distintas que le devolverían al momento de la primera sospecha vislumbrada entre las tinieblas, nunca despejada por el resplandor de una bombilla en una cocina humilde.
    • 1972 Chacel, R. Desde amanecer [1972] Esp (CDH )
      El papel Marquilla, mórbido, aterciopelado, fácilmente vulnerable; el carboncillo en su cajita de cartón, emitiendo un sonido, un ruidito de roce o entrechoque cristalino de cosa frágil, ingrave, polvorienta; el trapito blanco para borrar sus trazos levísimos, que no admitirían el contacto de la goma.
    • 1974 Sábato, E. Abaddón [1983] 375 Ar (CDH )
      Tenía un pelo muy renegrido y lacio, que le llegaba hasta los hombros, que se desplazaba a cada movimiento que hacía con mórbida amortiguación.
    • 1980 Benet Goitia, J. Saúl [1994] 458 Esp (CDH )
      Una lámpara de opalina, la misma de la esfera adivina, levitando en el centro del salón de madame cargado y lambrequinado de rancios terciopelos y guirnaldas de mórbidos caireles que destilaban las lágrimas secas de un Uranio que arrepentido y apercibido de su final, con sibarítica delectación dictaría las estipulaciones de un futuro sin castigo, sirvió a su dueña el cerúleo resplandor con que envolver su desnudez en el aura de la prohibición; mujer, lámpara y sombras unidas en la infantil hermandad del pecado, en un recinto propiedad del coloso, le llevarán —más allá de unas tapias levantadas en su niñez ¿las mismas dónde abatirán a un alcalde?— hacia el desconocido e insostenible espacio sin ribera posible donde por primera vez el deseo sucumbe, superado por inmediatos y crecientes estímulos, y calla abrumado por un apetito que sin reposo se desvanece, sacia y emerge de nuevo entre bucles y tintineos, en la transposición de la lámpara al éxtasis y de éste a la mirada y de la mirada a un plutónico orgasmo donde convergen las clandestinas y arqueadas fuerzas de la lujuria.
    • 1989 Prensa ABC, 08/06/1989 [1989] Esp (CDH )
      Un itinerario que transita desde la más mórbida cantilena decimonónica hasta las más accesibles variantes de la mejor música multitudinaria del pasado inmediato en una suerte de crescendo cuyo efecto no puede estar mejor estudiado.
    • 1991 Valenzuela, L. Novela negra [2004] Ar (CDH )
      Agustín se hundió en las carnes de Baby Jane, y mientras la exploraba y la besaba y trataba de desaparecer en ella, entre esos pechos enormes, esos muslos tan de seda, pensaba que habría que ponerlo en palabras más inspiradas, más como de pulpa y tibieza de sol, palabras mórbidas pero también eso resultaba banal; la delicia empezaba a ser otra, untuosa y calentita, un sambayón del alma, esos gustos cursis, de antes, gustos olvidados que retornan desde lo más hondo de la añoranza.
    • 1996 Prensa ABC Cultural, 07/06/1996 [1996] Esp (CDH )

      Finalizando el siglo aparecen los papeles mozartianos más enjundiosos: la agilidad se atenúa y la expresión se hace más mórbida. Belmonte, Ottavio y sobre todo Ferrando, Tito y Tamino son tenores de un cierto carácter, como lo había sido ya Idomeneo. Con Rossini las vías se diversifican. Su tipo tenoril, bufo o serio, oscuro o claro, alterna páginas de canto "spianato"con otras de alto virtuosismo vocal.

    • 1996 Prensa ABC Cultural, 02/08/1996 [1996] Esp (CDH )
      Una voz mórbida de tintes baritonales, en principio canónicamente emitida de acuerdo con la ortodoxia del ochocientos, dotada de sonidos aéreos y mixtos, no desconocedora de las técnicas falsetísticas y hábil para el juego de "smorzature" y el sereno despliegue de "sfumature", que aproximaban a su poseedor, en lo expresivo, al terreno de los tenores de gracia.
    • 1999 Volpi, J. Busca Klingsor [1999] Mx (CDH )
      La mañana era mórbida y calurosa, como si el sol no se decidiese aún a mostrarse en público.
  10. adj. Que provoca morbo.
    Sinónimo: morboso, a
    docs. (1970-1986) 2 ejemplos:
    • 1970 Goytisolo, J. Reivindicación [1973] Esp (CDH )

      [...] la muchacha vestida de monja, reza devotamente sus oraciones, besa el crucifijo colgado sobre la cabecera de su reclinatorio, desgrana las cuentas de un rosario: altavoces sigilosos difunden en sordina un hit-paradede los Rolling Stones: time is on my side, acaso it's all over now: la monjita se incorpora con un suspiro y, volviendo la espalda al respetable, descorre la mórbida cremallera de su hábito: al punto, un pijama de seda negro emerge, suave, sobre un fondo sonoro de gemidos, jadeos, pitidos de locomotora, burbujeo de champán: amarte, amarte, dueño y señor mío, es mi delirio constante!: estoy enferma de amor, pero no quiero curarme jamás!: femenina voz ardiente y pura, cristalina y exacta que dulcemente increpa a la imagen incómoda y en equilibrio precario, al parecer sin éxito alguno [...].

    • 1986 Cabrera Infante, G. Habana [1993] Cu (CDH )
      Finalmente conseguí vestirme cuando ella ya salía del baño, desnuda, dejando la puerta abierta, su cuerpo de carnes coritas (hasta aparecer Margarita en mi vida no entendí exactamente lo que querían decir las innumerables novelas eróticas con una palabra repetida: mórbido; ella era una mujer mórbida) visibles a contraluz, ahora sin temor a que yo la viese desnuda, que la conociese tan íntimamente como podía conocer un hombre a una mujer.
  11. adj. [Persona] Propensa a tener morbo.
    Sinónimo: morboso, a
    docs. (1986) Ejemplo:
    • 1986 Wolff, E. Háblame [1990] Ch (CDH )
      Ya vuelves a ponerte mórbido...Hay tantos sitios lindos donde ir.

Diccionario histórico de la lengua española
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