10.ª Entrega (marzo de 2021)
Versión del 31/03/2021
Equipo Real Academia Española
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[macferlántico, a] adj. (1948)
makferlántico
Etim. De macferlán, probablemente con influencia de voces como romántico o nigromático.

Esta voz, rara, se documenta únicamente en 1948, en la obra Automoribundia de R. Gómez de la Serna. El sentido que le da a este término de su invención se ve en el pasaje donde figura el vocablo: "El niño se suele creer un hombre de categoría y se sueña barbudo, con "makferland" y sombrero de copa. La paradoja de la vida es ésa. Entonces nos matan los hombres para que después nos maten los niños. Vivimos la vida en contradicción de momentos, y somos hombres cuando somos niños y niños cuando somos hombres. Me creí un tío mío y aquel tío mío se creía yo me sonreía como si se sonriese a sí mismo, como si se viese niño, jugando a lo que a mí me tenía sin cuidado. Lo que a mí me importaba era ser aquel señor serio, admiración de las mujeres con pulseras de brillantes y con el pecho alto, porque acostumbran a guardar los billetes de a mil en ese dulce secretaire. Después de los seis años fuí disminuyendo en categoría y fuí dejando de creer en los seres makferlánticos".

  1. adj. [Persona] Que lleva macferlán.
    docs. (1948) Ejemplo:
    • 1948 Gmz Serna, R. Automoribundia [1948] Esp (CDH )

      Yo a los seis años era un caballero imponente, que he dejado de ser ahora.

      El niño se suele creer un hombre de categoría y se sueña barbudo, con "makferland"y sombrero de copa.

      La paradoja de la vida es ésa.

      Entonces nos matan los hombres para que después nos maten los niños. Vivimos la vida en contradicción de momentos, y somos hombres cuando somos niños y niños cuando somos hombres.

      Me creí un tío mío y aquel tío mío se creía yo me sonreía como si se sonriese a sí mismo, como si se viese niño, jugando a lo que a mí me tenía sin cuidado.

      Lo que a mí me importaba era ser aquel señor serio, admiración de las mujeres con pulseras de brillantes y con el pecho alto, porque acostumbran a guardar los billetes de a mil en ese dulce secretaire.

      Después de los seis años fuí disminuyendo en categoría y fuí dejando de creer en los seres makferlánticos.

      ¡Nadie hacía caso entonces de lo que yo hacía como caballero imponente!

Diccionario histórico de la lengua española
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