13.ª Entrega (diciembre de 2022)
Versión del 31/12/2022
Equipo Real Academia Española
Familia Ver familia de palabras
martillada s. (1433-)
martillada
Etim. Derivado de martillo y -ada.

Se documenta por primera vez en la acepción 'golpe dado con un martillo', en 1400, en Proverbios de Salamón. Se consigna por vez primera en The Spanish Schoole-Master. Containing seven Dialogues [...] and a Vocabularie, with diuers other things necessarie to be knowne in the said tongue (1591), de Stepney.

  1. s. f. Golpe dado con un martillo.
    docs. (1433-2014) 53 ejemplos:
    • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba I [1920-1922] Esp (CDH )

      El deleytable arbol.(140)

      Dizen ser vno destos violentes asy por nonbre llamado. E cuenta que mato ochoçientos omnes en vna vez, e era grand cosa que avn vn omne ferrero non dara ochoçientas martilladas, e que non canse.

    • 2014 RAE DLE 23.ª ed. (NTLLE)
      Martillada. f. Golpe que se da con el martillo.
    • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba I [1920-1922] Esp (CDH )

      El deleytable arbol.(140)

      Dizen ser vno destos violentes asy por nonbre llamado. E cuenta que mato ochoçientos omnes en vna vez, e era grand cosa que avn vn omne ferrero non dara ochoçientas martilladas, e que non canse.

    • 1490 Fdz Palencia, A. Vocab latín romance [1992] Esp (CDH )

      Regulare.dizen al metal que otros llaman ductile. como dizen al de chipre. dize se ductile lo que se aluenga con martilladas. assi como se dize fusile lo que sola mente se funde. Todo metal ya despues de recozido enel fuego & ya limpiadas las orruras es regular.

    • 1514 Fernández, L. Auto Passión [1976] Esp (CDH )
      / Y en oýr las martilladas / fueron, del hincar los clauos / nuestras entrañas rasgadas, / y arrancadas / como de leones brauos.
    • c1470-a1540 Anónimo Cancionero musical Barbieri 146 Poesía erótica Esp (CDH )
      Y pondrás en la clavera / un gros y gentil ponsón, / qu'en lo país d'aviñón / non la haya tal fuslera. / ... ... ... ... ... ... / [e] porque vai ben solsada, / que aunque dé gran martillada / que non se pose doblar. / Caldero y llave, madona, / jura Di, per vos amar, / je voléu vos adobar.
    • c1550 Pinedo, L. Libro de chistes [1964] Esp (CDH )
      — No lo tengo en mucho, porque yo ví en un lugar de Vizcaya que hacían una caldera, en la cual martillaban docientos hombres, y había tanta distancia del uno al otro, que las martilladas del uno no oía el otro—. Maravillándose mucho el indiano, dijo: — Señor, ¿y para qué era esa caldera?— Respondió el otro: — Señor, para cocer esa berza que acabáis de decir.
    • 1589 Pineda, J. Diálogos Agricultura cristiana [1963-1964] Esp (CDH )

      Filótimo .—Lo que a otros turba de haber de hablar delante de sabios, me da esfuerzo para mejor decir mi parecer en lo que tengo bien sabido, como me acontece en estas materias, por ser el auditorio capaz de mi doctrinar; y si por alguna desgracia dijere cosas no muy reguladas, es de los sabios presentes enmendar la falta de la doctrina y excusar al errador de las martilladas de los herradores.

    • a1605 Anónimo LIngeniosTurriano [2003] fol. 336v Esp (CDH )
      La primera es B, donde se empieçan de limpiar. Y después de ésa, van a la rueda C, que es algo más dulce. Después que ha esa rueda no se ve más ningunas rajas de la primera rueda, entonces se va a la 3ª, que es D, la qual está guarnescida de cuero a la redonda. Y con esa rueda le dan el lustre a las armas, poniendo calcina en polvo por encima de las pieças, a causa que tomen mayor limpieça. Y la muela E, la qual se quita y pone para que ande, y por esta causa ay aquella abertura, para poder poner el exe de la muela. Y esta muela sirve para allanar y quitar las señales de las martilladas en las armas.
    • 1635-1645 Quevedo Villegas, F. Fortuna seso Hora de todos [2003] Esp (CDH )
      Vulcano, dios de bigornia y músico de martilladas, dijo:

      — Hambre hace. Con la prisa de obedecer, dejé en la fragua tostando dos ristras de ajos para desayunarme con los Cíclopes.

      Júpiter, prepotente, mandó luego traer de comer y instantáneamente aparecieron allí Iris, mensajera de la diosa Juno y Hebe con néctar y Ganimedes, con un velicomen de ambrosía.

    • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] 90 Esp (CDH )

      Es verdad: pero no tan de gloria, que en medio della no se agan escuchar los ecos de las martilladas de la Cruz, en que murió en el Calvario: dicebant excessum ejus, quem completurus erat in Jerusalem. Luc. 9. 31.Ni tan de dicha para los que suben; pue si Jesús resplandece, Pedro se duerme: y Juan que en la ribera del mar le reconoce, y cerca de la Cruz le assiste en el Calvario, en estando en el monte Tabor, o en el monte de gloria, se duerme. Petrus autem, et qui cum illo erant, gravati erant somno. n. 32.

    • 1779 Rodríguez, P. Trad HCielo, II p. 236 Esp (BD)
      Después que la aguja de una brujula fue atrhida ácia la extremidad de una barra de hierro, que se la presenta; si damos á la extremidad de esta barra un golpe de martillo, todo se muda, y altera: la aguja huye, y sucede una repulsión, en lugar de una atracción. Esta martillada puede desordenar el monton de partículas que revoloteaban el rededor del hierro.
    • 1795 Yague, F. HImagen Castañar p. 70 Esp (BD)
      Romped con un golpe de la gracia de vuestro Hijo mi corazon: alcanzadle una martillada de contricion, que borre y aniquile mis pecados: si lloro ahora, vuestro Hijo no los castigará otro día; pero ay de mí! que tantos arrepentimientos inútiles de esto mismo, tantos arrebatos y prontitudes, tantos malos exemplos originados de mis ahullidos, tantas agitaciones y furores, el fuego voraz de esta cólera maldita, necesita un mar de lágrimas para apagarse.
    • 1815 Nadal, F. VBeato J. Oriol II p. 86 Esp (BD)
      Porque haciendose un milagro en confirmacion de la doctrina que se predica; es visto ser Dios el que la atestigua; pues nadie sino él tiene poder y autoridad para dispensar en las leyes, que ha puesto el mismo á la naturaleza, y para mandar por exemplo al fuego, que no queme; ó al agua que no corra hácia baxo: en lo qual consiste el hacer milagros. Asi que al modo que quando queremos hincar un clavo en un madero, con cada martillada que le damos, se hinca mas y mas: asi cada milagro es como una martillada, con que el Espíritu Santo confirma y arraiga mas el habito de la fé en nuestras almas.
    • 1838 Anónimo Trad Memorias diablo p. 10 Esp (BD)
      Tinó entónces el rostro de Arman una palidez súbita y profunda, quedó inmóvil por un instante, y cerró los ojos. En aquel punto sonó en el silencio la primera martillada de las dos. Pareció que este ruido arrancaba á Arman de su estupor; y antes que hubiese sonado el segundo golpe, ya habia asido una campanilla de plata que estaba encima de la mesa, y ajitandola violentamente, diciendo esta sola palabra: Ven!
    • 1881 Fdz Duro, C. Disquisiciones Náuticas, VI p. 453 Esp (BD)
      R.- Tomaré un tornillo de acero que sea seguido, templado, muy fuerte, y este tornillo dará algunas vueltas metido en el fogon, y cuando haya fecho presa, tiraré dél hácia un lado, y quebrará por la rosca más trasera, por ser más delgada, y desta manera clavaré una pieza sin dar martillada.
    • 1991 Luján, N. Espejos [1991] Esp (CDH )
      — El oficio de herrero no es como para enterarse de grandes noticias, a causa del ruido de la fragua y las martilladas y la prisa que tienen siempre las gentes que llevan su caballo a herrar. Muy a menudo, los forjadores quedan más sordos que un corcho, y es difícil entenderse con ellos. Pero lo que os puedo decir, señora, es que han partido ya no pocas acémilas, que irán por delante de la comitiva. Las gentes que emprenden el viaje van mal contentas, pues no entienden que con la enorme estrechez con que vivimos en España, se tire el bodegón por la ventana con tan gran gasto.
    • 2002 Bardrán Padauí, P. "Magia Joe Domínguez" Cuentos caníbales Co (CORPES)
      El Mágico la había embrujado y ahora exhibía el trofeo por las calles del barrio y las discotecas de Bocagrande. Le metía unas martilladas bien públicas y ya en toda la ciudad se decía que se la estaba comiendo en una residencia de Barranquilla. Para las damas cartageneras, había sido un error de los padres enviar sola a la muchacha a un país tan degenerado como los Estados Unidos.
    • 2014 Lauberge, C. Trece p. 132 Ar (BD)
      Se detiene sobre una roca, apoya cansinamente su espalda en ella e inspecciona el monte en forma visual para adivinar por dónde le conviene bajar, un ruido lo asusta inesperadamente, el golpe de una martillada sobre metal semeja una detonación, tal vez alguien se encuentre cazando y una perdigonada termine con su vida, pero si eso no ocurriese quizás el cazador lo oriente para volver a las cabañas.
    • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba I [1920-1922] Esp (CDH )

      El deleytable arbol.(140)

      Dizen ser vno destos violentes asy por nonbre llamado. E cuenta que mato ochoçientos omnes en vna vez, e era grand cosa que avn vn omne ferrero non dara ochoçientas martilladas, e que non canse.

    • 1490 Fdz Palencia, A. Vocab latín romance [1992] Esp (CDH )

      Regulare.dizen al metal que otros llaman ductile. como dizen al de chipre. dize se ductile lo que se aluenga con martilladas. assi como se dize fusile lo que sola mente se funde. Todo metal ya despues de recozido enel fuego & ya limpiadas las orruras es regular.

    • 1514 Fernández, L. Auto Passión [1976] Esp (CDH )
      / Y en oýr las martilladas / fueron, del hincar los clauos / nuestras entrañas rasgadas, / y arrancadas / como de leones brauos.
    • a1540 Osuna, F. Abecedario espiritual VI [2002] Esp (CDH )
      D'esta manera son las llagas de Jesuchristo, que mientras más sotilmente contemplas quán majadas y martilladas fueron en la cruz, tanto más fruto sacarás d'ellas y mayor salud para tu ánima.
    • c1470-a1540 Anónimo Cancionero musical Barbieri 146 Poesía erótica Esp (CDH )
      Y pondrás en la clavera / un gros y gentil ponsón, / qu'en lo país d'aviñón / non la haya tal fuslera. / ... ... ... ... ... ... / [e] porque vai ben solsada, / que aunque dé gran martillada / que non se pose doblar. / Caldero y llave, madona, / jura Di, per vos amar, / je voléu vos adobar.
    • 1543-1548 Montemayor, J. Diálogo espiritual [1998] 167 Esp (CDH )
      La quinta son martilladas gravísimas con que los demonios martillan las tristes ánimas, así como el herrero martilla el duro hierro. La sesta las tienieblas y escuridad grandísima adonde no hay orden ninguna, sino pavor y tribulación eterna. La séptima es la confusión de sus pecados, porque cada uno ve los pecados del otro y no se le pueden esconder en ninguna manera. La octava es que siempre vienen los demonios tan terribles y espantables —que parece cosa imposible— a echar fuego y atormentar las ánimas continuamente, y los gritos y alaridos de aquellos que padecen.
    • 1543-1548 Montemayor, J. Diálogo espiritual [1998] Esp (CDH )
      Y estarán en aquella suziedad aborrecible los que en este mundo ensuziaron sus ánimas con carnalidades y pecados y los que no quisieron ser discípulos de Cristo, ni con las martilladas que en sus coraçones dieron los sacerdotes con santa doctrina quisieron ablandarse, serán martillados en el infierno sin remisión.
    • c1550 Arce Otárola, J. Coloquios Palatino y Pinciano [1995] Esp (CDH )
      Por eso mejor, que ternéis cerca vuestros negocios y consistorio y un herrador pared y medio que os despertará a martilladas a la misa del gallo si fuere menester. Verdad es que tiene una mujer hermosa para herradora, con quien podríades errar, sino que he miedo que os enclave.
    • c1550 Pinedo, L. Libro de chistes [1964] Esp (CDH )
      — No lo tengo en mucho, porque yo ví en un lugar de Vizcaya que hacían una caldera, en la cual martillaban docientos hombres, y había tanta distancia del uno al otro, que las martilladas del uno no oía el otro—. Maravillándose mucho el indiano, dijo: — Señor, ¿y para qué era esa caldera?— Respondió el otro: — Señor, para cocer esa berza que acabáis de decir.
    • 1555 Meneses, F. Alma cristiana [2003] Esp (CDH )
      Grano pesado que haga sentimiento en el corazón del hombre, y de substancia y mantenimiento para su alma. Si las tomares tú en tus manos, no serán sueños e imaginaciones vanas, sino como tú dices en aquel mesmo lugar un fuego encendido que abrase y encienda los corazones en el amor de Dios, y consumina a lo malo, y purifique y afine lo bueno, y lo haga resplandescer. No serán sonido solo de palabras sino martilladas de martillo, y de martillo de acero, cuyos golpes no puede resistir corazón de piedra ni de diamante. Bien veo, Señor, que el fuego que yo pude pegar a éstas es poco, pues es flaco el que está en mi alma.
    • 1555 Ortúñez Calahorra, D. Espejo príncipes [1975] Caballero Febo Esp (CDH )
      Mas como las armas le aseguravan las heridas, no hazía más sentimiento por los golpes que si fuera yunque que recibe las grandes martilladas del herrero. Y esto le causava a él tan gran ardimiento y osadía que sin pavor alguno se metía por medio dellos.
    • c1560 Pedro de Alcántara (Juan de Garavito y Vilela de Sanabria) Trat Oración [1999] 95 Esp (CDH )
      Y mira también lo que la Virgen sentiría cuando viese con sus ojos y oyese con sus oídos los crueles y duros golpes que sobre aquellos miembros divinales tan a menudo caían, porque verdaderamente aquellas martilladas y clavos al Hijo pasaban las manos, mas a la madre herían el corazón.
    • 1561 Granada, L. Vita Christi [1906] Esp (CDH )
      Los oídos de la Virgen oyeron estas martilladas, y recibieron estos golpes en medio del corazón, y sus ojos pudieron ver tal espectáculo como éste sin morir. Verdaderamente aquí fué su corazón traspasado con esta mano, y aquí fueron rasgadas con este clavo sus entrañas y su pecho virginal. Con la fuerza del dolor de la herida todas las cuerdas y nervios del cuerpo se encogieron hacia la parte de la mano clavada, y llevaron en pos de sí todo lo demás.
    • 1564 Reina, F. LAlbeitería [1999] fol.LXv Esp (CDH )
      Pues, tornando al propósito, digo que esta mano, assí puesta en perfición, la herradura ha de ser gruessa de dentro y delgada de fuera, horadada y traspuntada al propósito que las claveras vengan en su lugar, porque si estuvieren adentro se traspunten afuera, y si estuvieren afuera, se traspunten adentro, en buen compás y en regla, dando la orden del huello: adobadas, bien avenidas, y con pocas martilladas y que la herradura siga la forma del casco y no el casco la forma de la herradura, excepto en el casquiderramado, como en su lugar se dirá; los clavos bien adobados, anchos y no quadrados, echados que abarquen el casco; la herradura, assentada en su lugar sobre las paredes, guardando que no haga assiento sobre la palma, porque sería causa de dar dolor; los callos, assentados sobre el talón, tendidos llanos, sobre tiesto assentados y no sobre lo tierno de los pulpejos.
    • 1564 Reina, F. LAlbeitería [1999] Esp (CDH )
      — Digo que lo primero es que vayan bien traspuntadas y con pocas martilladas y bien avenidas, dando buena forma de pie o de mano, y bien canteadas, haziendo el relexez abultado y no derrostrado, y la postura de los callos derechos cada uno en su lugar y bien encallados, y en el cantear no vayan averdugados ni puntiagudos. Y con esto digo que yrán bien adobados.
    • 1572 Arfe Villafañe, J. Quilatador plata [1999] fol. 11r Esp (CDH )
      Y como esté frío, se saca el grano con unas tenazuelas delgadas, y se pone sobre un tas limpio, y dánsele en un lado dos martilladas, para que despida la tierra de la copella, y limpio, pésase por el peso y pesa de los 12 dineros que tenía antes que entrasse en el hornillo y, si algo faltare de los 12 dineros, hase de descontar y contar lo que queda y aquello terná la plata de ley; si faltan 4 granos, queda la plata de ley de 11 dineros y 20 granos; si faltan 15 granos, queda la plata de ley de 11 dineros y 9 granos; si faltaren 20 granos, es la plata de ley de la marca de España de 11 dineros y 4 granos, que es la mesma de los reales castellanos y la que se labra entre plateros; si faltan 24 granos, que es un dinero, es de ley de 11 dineros; si faltan 9 dineros y 10 granos, es de ley de 2 dineros y 14 granos, que es la mesma de los quartillos que aora se labran, que son de 62 granos de ley por marco; y si faltaren 11 dineros y 17 granos, es la ley de vellón de 7 granos, que es la de los quartos viejos, y las blancas de aora.
    • 1574 Luis de Granada Adics Memorial Vida Cristiana [1907] Esp (CDH )
      XXVI. Otra fué no menos dolorosa que todas las pasadas, que fué ver él á su inocentísima madre presente, la cual sabía él que su ánima estaba consigo crucificada y traspasada con sus clavos y espinas, mayormente oyendo con sus oídos las martilladas con que le hincaban los clavos en pies y manos, y viendo con sus ojos los arroyos de sangre que dellas corrían. Porque si no es de corazón de madre ver un hijo morir con su honra y en su cama, ¿cuál sería el corazón desta inocente madre, ver morir al hijo, y tal hijo, en una cruz con tan grande grita é ignominia? Esto, que con palabras no se puede explicar, quede para la devota consideración del que este misterio contempla.
    • 1574 Sta Cruz Dueñas, M. Floresta [1997] Esp (CDH )
      —Dormís a las martilladas y despertáis a las dentelladas, como el perro del herrero: no seréis más mi compañero.
    • 1583 Granada, L. Símbolo fe II [1908] Esp (CDH )
      De modo que así como cuando queremos hincar un clavo en un madero, con cada martillada se hinca más y mas, así cada milagro es como una martillada con que el Espíritu Sancto confirma y arraiga más el hábito de la fe en las ánimas. Y cuanto son más los milagros, y más evidentes, tanto este nobilísimo hábito se fortifica, hasta venir á hacerse una fe robustísima, la cual nos hace cuasi ver con los ojos y palpar con las manos los misterios que ella predica, que es cosa de inestimable fruto, como adelante veremos.
    • 1583 Granada, L. Símbolo fe II [1908] Esp (CDH )
      De modo que así como cuando queremos hincar un clavo en un madero, con cada martillada se hinca más y mas, así cada milagro es como una martillada con que el Espíritu Sancto confirma y arraiga más el hábito de la fe en las ánimas. Y cuanto son más los milagros, y más evidentes, tanto este nobilísimo hábito se fortifica, hasta venir á hacerse una fe robustísima, la cual nos hace cuasi ver con los ojos y palpar con las manos los misterios que ella predica, que es cosa de inestimable fruto, como adelante veremos.
    • 1583 Padilla, P. Romancero [1880] Esp (CDH )
      GALAN.. Si os digo que por vos muero / estays por no socorrerme, / como el perro del herrero / que á las martilladas duerme. DAMA...No piense desuanecerme / con extremos engañosos.GALAN..Ojuelos graciosos / que os estays riyendo / del que está muriendo.
    • 1589 Pineda, J. Diálogos Agricultura cristiana [1963-1964] Esp (CDH )

      Filótimo .—Lo que a otros turba de haber de hablar delante de sabios, me da esfuerzo para mejor decir mi parecer en lo que tengo bien sabido, como me acontece en estas materias, por ser el auditorio capaz de mi doctrinar; y si por alguna desgracia dijere cosas no muy reguladas, es de los sabios presentes enmendar la falta de la doctrina y excusar al errador de las martilladas de los herradores.

    • 1591 Stepney, R. Spanish Schoole-Master Esp (NTLLE)
      martillada martilladas, blowes with a hammer, ictus malleoli.
    • 1592 Collado, L. Artillería [2000] Esp (CDH )
      Las pieças de artillería que de fuera se hallarán ser todas amartilladas, estas tales, se pueden tener por sospechosas, por quanto —como arriba diximos— si las pieças salen con magañas y cavernas de defuera, el fundidor hinche aquellas de metal derretido por encubrirlas y después las iguala con la lima y a martilladas, y esto haze él porque con las martilladas que se dan sobre aquel metal sobrepuesto no se vean y se descubran las magañas; y por eso procura de amartillar la pieça toda, dende la boca a la culata; [...].
    • a1598 Cabrera, A. Consideraciones Evangelios Cuaresma [1906] 68 Esp (CDH )
      Pero quédale domar las pasiones y bregar contra la sensualidad y mala costumbre; por eso llámanse coros y escuadrones que cantan y luchan. Yúbal y Túbal fueron hermanos; el primero inventor de la música y el otro de la herrería. ¡Cosa extraña que al sonido grosero de las martilladas de Túbal meditase su hermano los puntos y consonancias tan suaves de la música! Así al sonido de macerar la carne, golpeándola con ayunos y disciplinas, hace melodía la oración, la alabanza y hacimiento de gracia. Finalmente, para gente medrosa y flaca, y que tiene fuertes enemigos, muy alegre cosa es ver sus reales bien ordenados para su defensa.
    • 1602 Mateo Luján de Saavedra (Juan Martí) Guzmán de Alfarache 2.ª parte [2001] Esp (CDH )
      No niego que las martilladas quebrantan la piedra, y aun el diamante; los muchos golpes continuados abollan el ayunque, y el trabajo perpetuo es poderoso para vencer naturales muy revesados.
    • 1603 Luque Fajardo, F. Fiel desengaño [1955] Esp (CDH )

      — Bien conocidos disparates —dijo Laureano— son los destos burladores; ríanse ahora y tomen placer, pues día ha de venir en que Dios haga mofa pesada de unos pecadores de tal cualidad Mirad, por vuestra vida, ¡qué modo de entretenerse, introducir supersticiosas agorerías!; no hay en ellos más sentimiento que si fuesen brutos; y aún algunos les hacen ventaja, pues, según Plinio, el ciervo demasiadamente acosado de cazadores, suele derramar lágrimas; y los buenos tahures, en profundo sueño a las martilladas y golpes infernales, que no hay perro de herrero tan amodorrido, mucho más obliga a llorar aquesta gran lástima; que sus patrañas mueven a risa.

    • 1603 Rojas Villandrando, A. Viaje Entretenido [1977] II, 41 Esp (CDH )
      / Digo que sería callado, / sufrido, honrado, paciente, / amigo de hacer su oficio / y en lo demás no meterse; / toda la cara tiznada, / narices, orejas, frente, / los brazos arremangados, / dando martilladas siempre, / con un devantal de cuero / y en la cabeza un birrete; / de buen cuerpo, corcovado, / chica boca, grandes dientes, / brazos, piernas, pecho, espaldas / tan blancos como la nieve, / pero el vello sería tanto / que pusiese espanto velle.
    • 1604 Palet, J. DiccLengEspFranc Esp (NTLLE)
      Martillada, coup de marteau
    • 1604 Valdivielso, J. Vida patriarca [1854] 155 Esp (CDH )
      / Mira en las oficinas de Vulcano / Que música le dan á martilladas; / Los clarines escucha en el mar cano / Alegrando sus olas plateadas; / Escucha el cuerno ronco del villano, / A quien siguen gruñendo sus mandas; / Mira que beben las hermosas flores / Las perlas de sus claros resplandores.
    • a1605 Anónimo LIngeniosTurriano [2003] fol. 336v Esp (CDH )
      La primera es B, donde se empieçan de limpiar. Y después de ésa, van a la rueda C, que es algo más dulce. Después que ha esa rueda no se ve más ningunas rajas de la primera rueda, entonces se va a la 3ª, que es D, la qual está guarnescida de cuero a la redonda. Y con esa rueda le dan el lustre a las armas, poniendo calcina en polvo por encima de las pieças, a causa que tomen mayor limpieça. Y la muela E, la qual se quita y pone para que ande, y por esta causa ay aquella abertura, para poder poner el exe de la muela. Y esta muela sirve para allanar y quitar las señales de las martilladas en las armas.
    • c1607 Juan Bautista Concepción (Juan García López) Orígenes Descalcez [1997] Esp (CDH )
      Que, por justo que uno sea, no le faltará un ángel de satanás, como a san Pablo, que, como herrero, a puras martilladas dadas en el ayunque de la carne, donde él hace su oficio, labra su herramienta, no procure inquietar y perturbar el silencio y sosiego interior del spíritu, de tal manera que, por adormido que esté en las haldas y pechos de Dios, no pueda decir con otro Pablo: Sentio aliam legem in membris meis.
    • c1610-c1612 Juan Bautista Concepción (Juan García López) Exhortaciones Perseverancia [2002] fol. 90r Esp (CDH )
      ¡Oh sancto Dios mío, y quién fuese tan prudente y discreto religioso que, cuando en la oración han resonado en mis orejas las afrentas que a Cristo dijeron, los golpes de sus azotes y martilladas de sus clavos, luego sin más dilación yo acometiese a mis enemigos, demonio, mundo y carne! ¡Oh qué brío se llevaría en esta ocasión! ¡Oh qué fortaleza y ánimo en las disciplinas y penitencias! ¡Oh qué osadía para vencer cuantas dificultades se ofreciesen! Oh mis hermanos, si cuando meditamos y escuchamos a Dios puesto en una cruz y le oímos decir que tiene sed, nos desembarazásemos de todo y pusiésemos por obra lo que profesamos, paréceme a mí ninguno oiría esta voz que luego al punto para matar esta sed no ofreciese su alma, aunque para el cumplimiento fuese necesario quitársela al demonio y mundo, a quien por la mala vida pasada le habíe entregado.
    • a1613 Juan Bautista Concepción (Juan García López) Conocimiento [1995] Esp (CDH )

      Así estos juicios, a quien no le competen de propio officio, no hay sino dejárselos a Dios, que es el que sabe y conoce los corazones de los hombres; y en caso de necesidad, a las personas a quien Dios dio sciencia, conocimiento y discreción de spíritus, o por lo menos a quien estudia de eso y sabe cuál es la piedra verdadera que llaman del toque, donde sin dar golpes ni martilladas se conoce el oro fino. No hay cosa en el mundo que no tenga su modo singular para se conocer su fineza: unas cosas se prueban en el fuego, otras en el aire, en la tierra o en el agua; y las que se prueban en el fuego, unas con un fuego y otras con otro; unas con [64v] una piedra y otras con otra, unas con un aire y otras con otro; y tantas diferencias como hay de aguas tantos crisoles hay para probar virtudes y propiedades de cosas, que seríe nunca acabar referirlas y traerlas en singular.

    • 1615 Cervantes Saavedra, M. Cueva Salamanca [1995] Comedias y entremeses Esp (CDH )

      SacristánDigan lo que quisieren; que nosotros somos como los perros del herrero, que dormimos al son de las martilladas; ninguna cosa nos espanta ni turba.

      LeonardaLléguense a que yo coma de lo que viene de la canasta; no tomen menos.

    • 1627 Correas, G. VocRefranes [1967] Esp (CDH )

      «Suella» es: sopla kon la fuelle; i tanbien se dize « suena », de «sonar», por lo mesmo.

      El herrero de Arganda, ke a puras martilladas olvidó el ofizio.

      El hilván haze el ofizial.

      El hixo sabe, ke konoze a su padre.

    • 1635-1645 Quevedo Villegas, F. Fortuna seso Hora de todos [2003] Esp (CDH )
      Vulcano, dios de bigornia y músico de martilladas, dijo:

      — Hambre hace. Con la prisa de obedecer, dejé en la fragua tostando dos ristras de ajos para desayunarme con los Cíclopes.

      Júpiter, prepotente, mandó luego traer de comer y instantáneamente aparecieron allí Iris, mensajera de la diosa Juno y Hebe con néctar y Ganimedes, con un velicomen de ambrosía.

    • 1657 Torres, B. Crón Agustina [1974] Perú (CDH )
      Cierto Religioso nuestro de los que en la Religión suelen enriquecer la paciencia de los buenos, le trató una vez asperíssimamente con palabras duras, y desprecios notables de su persona, permitiéndolo el Señor assí para labrar con aquellas martilladas el oro fino de su humildad y paciencia. Por mucha menos causa huviera él en el siglo comídole a bocados el coraçón, pero con la gracia divina sufrió con valor sus injurias; y aunque estava mortificado, aún no era perfecto, y assí le hervía la ira en el pecho, y le tuvo casi ahogado el sufrimiento.
    • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] 90 Esp (CDH )

      Es verdad: pero no tan de gloria, que en medio della no se agan escuchar los ecos de las martilladas de la Cruz, en que murió en el Calvario: dicebant excessum ejus, quem completurus erat in Jerusalem. Luc. 9. 31.Ni tan de dicha para los que suben; pue si Jesús resplandece, Pedro se duerme: y Juan que en la ribera del mar le reconoce, y cerca de la Cruz le assiste en el Calvario, en estando en el monte Tabor, o en el monte de gloria, se duerme. Petrus autem, et qui cum illo erant, gravati erant somno. n. 32.

    • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] 247 Esp (CDH )

      E ahi como se desmenuzan, y mueven a contrición los corazones de piedra, no tanto con luzes de ingenio, como con vozes llamas: no a golpes de una lira suave; sino a martilladas de hierro. Y regunto yo aora; si las palabras de Dios mismo, son fuego, y martillo; las palabras floridas, y blandas de quien serán? Y si Dios a de razonar raios, y espadas de amenazas, y mazear con vozes de hierro, para labrar los corazones obstinados, y aun no siempre le sale, permitiéndolo assí, por sus secretos juizios: contra un corazón de guijarro, que an de obrar unas vozes de violetas, y unos discursos de sedas, y primaveras? Dejemos para corona de los Santos las flores; temamos nosotros las espinas.

    • 1734 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      Martillada. s. f. El golpe que se da con el martillo, de cuyo nombre se forma. Lat. Mallei ictus. G. Grac. F. 246. No es nada conversable el oficio de Herrero, á causa del ruido de la fragua y martilládas.
    • 1779 Rodríguez, P. Trad HCielo, II p. 236 Esp (BD)
      Después que la aguja de una brujula fue atrhida ácia la extremidad de una barra de hierro, que se la presenta; si damos á la extremidad de esta barra un golpe de martillo, todo se muda, y altera: la aguja huye, y sucede una repulsión, en lugar de una atracción. Esta martillada puede desordenar el monton de partículas que revoloteaban el rededor del hierro.
    • 1780 RAE DRAE 1.ª ed. (NTLLE)
      Martillada. s. f. El golpe que se da con el martillo. Mallei ictus.
    • 1795 Yague, F. HImagen Castañar p. 70 Esp (BD)
      Romped con un golpe de la gracia de vuestro Hijo mi corazon: alcanzadle una martillada de contricion, que borre y aniquile mis pecados: si lloro ahora, vuestro Hijo no los castigará otro día; pero ay de mí! que tantos arrepentimientos inútiles de esto mismo, tantos arrebatos y prontitudes, tantos malos exemplos originados de mis ahullidos, tantas agitaciones y furores, el fuego voraz de esta cólera maldita, necesita un mar de lágrimas para apagarse.
    • 1815 Nadal, F. VBeato J. Oriol II p. 86 Esp (BD)
      Porque haciendose un milagro en confirmacion de la doctrina que se predica; es visto ser Dios el que la atestigua; pues nadie sino él tiene poder y autoridad para dispensar en las leyes, que ha puesto el mismo á la naturaleza, y para mandar por exemplo al fuego, que no queme; ó al agua que no corra hácia baxo: en lo qual consiste el hacer milagros. Asi que al modo que quando queremos hincar un clavo en un madero, con cada martillada que le damos, se hinca mas y mas: asi cada milagro es como una martillada, con que el Espíritu Santo confirma y arraiga mas el habito de la fé en nuestras almas.
    • 1832 RAE DRAE 7.ª ed. (NTLLE)
      Martillada. f. Cada golpe que se da con el martillo. Mallei ictus.
    • 1838 Anónimo Trad Memorias diablo p. 10 Esp (BD)
      Tinó entónces el rostro de Arman una palidez súbita y profunda, quedó inmóvil por un instante, y cerró los ojos. En aquel punto sonó en el silencio la primera martillada de las dos. Pareció que este ruido arrancaba á Arman de su estupor; y antes que hubiese sonado el segundo golpe, ya habia asido una campanilla de plata que estaba encima de la mesa, y ajitandola violentamente, diciendo esta sola palabra: Ven!
    • 1881 Fdz Duro, C. Disquisiciones Náuticas, VI p. 453 Esp (BD)
      R.- Tomaré un tornillo de acero que sea seguido, templado, muy fuerte, y este tornillo dará algunas vueltas metido en el fogon, y cuando haya fecho presa, tiraré dél hácia un lado, y quebrará por la rosca más trasera, por ser más delgada, y desta manera clavaré una pieza sin dar martillada.
    • 1991 Luján, N. Espejos [1991] Esp (CDH )
      — El oficio de herrero no es como para enterarse de grandes noticias, a causa del ruido de la fragua y las martilladas y la prisa que tienen siempre las gentes que llevan su caballo a herrar. Muy a menudo, los forjadores quedan más sordos que un corcho, y es difícil entenderse con ellos. Pero lo que os puedo decir, señora, es que han partido ya no pocas acémilas, que irán por delante de la comitiva. Las gentes que emprenden el viaje van mal contentas, pues no entienden que con la enorme estrechez con que vivimos en España, se tire el bodegón por la ventana con tan gran gasto.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      Martillada. f. Golpe que se da con el martillo.
    • 2002 Bardrán Padauí, P. "Magia Joe Domínguez" Cuentos caníbales Co (CORPES)
      El Mágico la había embrujado y ahora exhibía el trofeo por las calles del barrio y las discotecas de Bocagrande. Le metía unas martilladas bien públicas y ya en toda la ciudad se decía que se la estaba comiendo en una residencia de Barranquilla. Para las damas cartageneras, había sido un error de los padres enviar sola a la muchacha a un país tan degenerado como los Estados Unidos.
    • 2014 Lauberge, C. Trece p. 132 Ar (BD)
      Se detiene sobre una roca, apoya cansinamente su espalda en ella e inspecciona el monte en forma visual para adivinar por dónde le conviene bajar, un ruido lo asusta inesperadamente, el golpe de una martillada sobre metal semeja una detonación, tal vez alguien se encuentre cazando y una perdigonada termine con su vida, pero si eso no ocurriese quizás el cazador lo oriente para volver a las cabañas.
    • 2014 RAE DLE 23.ª ed. (NTLLE)
      Martillada. f. Golpe que se da con el martillo.

Diccionario histórico de la lengua española
Real Academia Española © Todos los derechos reservados

Con el apoyo de Inditex
cerrar

Buscador general de la RAE