13.ª Entrega (diciembre de 2022)
Versión del 31/12/2022
Equipo Real Academia Española
Familia Ver familia de palabras
petardista s., adj. (1630-)
petardista
También en esta página: petardista2 (2013-)
Etim. Probable calco del francés petardier, voz atestiguada en esta lengua al menos desde 1491 como 'soldado especializado en el manejo del petardo', en L'histoire de Philipe Emanuel de Lorraine Duc de Mercoeur. Seconde edition revenue & corrigée (La Haye, Abraham Acher, p. 398: "Ce fut par une machine de cette nature que Maximilien reduisit Javarin. Vaubecour qu'il avoit choisi pour son petardier, attacha ce petard à la porte de la ville, & il demeura bien prés delà avec ses fidelles & resolus Valons en attendant le succez"); y esta, a su vez, de pétard y -ier.

Se documenta por primera vez, en la acepción 'soldado especializado en el manejo del petardo', en 1630, en la Quinta Parte de la Historia pontifical, de M. de Guadalajara y Javier. Como 'persona que engaña o estafa para obtener algún beneficio, generalmente económico', se consigna en el Diccionario de autoridades (1726), en el que se da como sinónimo de bribón. En uso adjetivo, como '[persona] que engaña o estafa para obtener algún beneficio, generalmente económico', se registra en 1750, en Vida, ascendencia, nacimiento, crianza y aventuras, de D. de Torres Villarroel; tan solo se documenta un uso de 'perteneciente o relativo al petardismo', en 1844, en el folletín "Sigue la broma", de La Posdata (Madrid). Se atestigua el significado 'persona que detona petardos u otros explosivos' en 1822, en el artículo "Antes de anoche mientras se baylaba", de El Indicador de los Espectáculos y del Buen Gusto (Madrid). El uso adjetivo, '[persona] que detona petardos u otros explosivos', se documenta en 1886, en la gacetilla "Y vaya lo del petardo para fin de fiesta", de El Bien Público (Madrid), y como 'perteneciente o relativo a los petardos u otros explosivos', en 1904, en "Barcelonesas. Pues, señor, he aquí que sin pensarlo me he metido en un lío", de El Porvenir Obrero (Mahón). Se localizan varios usos con el sentido '[cosa] que genera una idea equivocada' desde 1908, en España sin Rey, de Galdós, y desde 1912, también como 'persona que utiliza su autoridad para lucrarse', en la traducción de "Napoleón el pequeño", original de Víctor Hugo y publicada en El Progreso de Canarias (Santa Cruz de Tenerife). Lo consigna así Malaret en el Diccionario de americanismos (1925). Con el significado '[vehículo] que produce un ruido fuerte e intermitente', se localizan ejemplos durante el siglo XX desde 1919, en "Los brezos en la montaña. (Expansión del hombre que vuelve a encontrar el campo)", de J. M.ª Salaverría para La Montaña: Revista Semanal de la Colonia Montañesa (La Habana). Como 'que habla o critica [algo o a alguien] de manera enérgica, reiterada o provocativa', tiene uso desde 1946, en "La verité... comunista", de ABC (Madrid), y como sustantivo, en el sentido 'persona que habla o critica [algo o a alguien] de manera enérgica, reiterada o provocativa', se registra en 1974, en "El consejo, al fin", de G. Cisneros para Blanco y Negro (Madrid). Respecto al mundo de la pirotecnia, se atestigua un único caso como 'perteneciente o relativo a los petardos u otros artefactos pirotécnicos' en 1950, en "Los uruguayos, campeones del mundo", firmado por Alfil en la Hoja Oficial del Lunes (Madrid), y desde 1973 se conoce asimismo como petardista a la 'persona que lanza petardos', en "Entrevistas en 4 capítulos. Ezequiel Puig Maestro-Amado", por F. Amores en ABC (Sevilla). El uso adjetivo, '[persona] que lanza petardos', se documenta desde 1990, en "El baratillo. Buenos propósitos", de M. Barrios en el mismo periódico. La voz petardista se emplea en 2007 como '[acto] que presenta una alternativa novedosa y atrevida en un ámbito', en La lengua en las nuevas tecnologías, de P. L. Barcia.

En diversos repertorios lexicográficos se consignan las siguientes acepciones, en referencia a distintos tipos de embaucadores: 'pedigüeño. Sin vergüenza', en el Vocabulario popular de mi tierra del Sol (1965), de Villalobos Villasmil; 'gorrón', en el Léxico del marginalismo del Siglo de Oro (1976), de Alonso Hernández; 'individuo que practica el petardismo' o defraudación de servicios en Argentina, en El habla de la provincia de Córdoba (1985), de Catinelli; y finalmente, 'persona que no paga sus deudas', en el ALEC (1986), de Montes Giraldo et alii.

En el Léxico del marginalismo del Siglo de Oro (1976), de Alonso Hernández, se consigna también la forma compleja petardista lascivo con el significado 'rufián; el que mantiene trato con una ramera y gratis, siendo incluso en muchas ocasiones, pagado o mantenido por la misma con la que tiene relaciones amorosas'.

    Acepción en desuso
  1. s. m. Soldado especializado en el manejo del petardo.
    docs. (1630) Ejemplo:
    • 1630 Guadalajara Javier, M. Quinta parte Historia pontifical p. 176 Esp (BD)
      Llegando la noche hizo Regis adelantar su tropa con el Petardo, y estando a 50. passos de la puerta cebó la artilleria contraria, y a la primera carga cayeron muertos los petardistas, y parte de la conserua con los Capitanes Iuncas, Belleuille, Dulue, Ruuiñan, y Rocorte.
  2. s. m. y f. Persona que engaña o estafa para obtener algún beneficio, generalmente económico.
    docs. (1726-2021) 56 ejemplos:
    • 1726 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      BRIBÓN. Por analogia es el que se précia de Caballero, Hijodalgo, y anda pidiendo de secréto, pegando petardos y estáfas, sin querer aplicarse á cosa alguna. Lo mismo que petardista, petardéro, emprestilladór, &c.
    • 2021 Barrios, F. "Flor trabajo" [22-12-2021] El Nacional (Caracas) Ve (HD)
      De esta manera, el pintoresco truhán transcurría todo un año de enero a diciembre de jolgorio en jolgorio, entre ferias, Carnavales, Semana Santa y visitas a compadres, quienes lo recibían a cuerpo entero, entre bailes y bebidas espirituosas para así no asumir su responsabilidad laboral, convirtiéndose en un aprovechado descarado del presupuesto familiar. En definitiva, una especie de pícaro o petardista de la Venezuela del siglo XIX.
    • 1726 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      BRIBÓN. Por analogia es el que se précia de Caballero, Hijodalgo, y anda pidiendo de secréto, pegando petardos y estáfas, sin querer aplicarse á cosa alguna. Lo mismo que petardista, petardéro, emprestilladór, &c.
    • 1727-1728 Torres Villarroel, D. Visiones [1991] Esp (CDH )

      Todos y cada uno era un molino de trapos, un almacén de grasa, un refectorio de piojos y un de profundisde laceria. Era, pues, un enjambre de la bribia, cortesanos monteses que andan a ojeo de boquirrubios y a montería de reales, petardistas graduados en la universidad de la perdición y términos medios entre trampa y limosna.

    • 1750 Torres Villarroel, D. Vida V [1972] Vida Esp (CDH )
      Cuantos ha enfaldado mi curiosa diligencia, todos han sido unos pordioseros, petardistas, tuertos de razón, despilfarrados, sin arrapo de doctrina ni de juicio, con mucho miedo y poca vergüenza. Vuelvo a decir que me alegraré mucho y encomendaré a Dios a cualquiera crítico que me cure esta maldita vanidad que me tiene cogido, como la de ver que nunca me ha castigado en público ni en secreto ningún catedrático [...].
    • a1772 Sarmiento, M. Porque sí y porque no [1988] Esp (CDH )
      119. Contra esta tan útil como precisa máxima, sólo los ladrones, los rateros y petardistas tendrán que oponer por lo que les incomoda. Y los entremedios, ociosos y estafadores por la precisión en que se les pone de que vayan a enfadar a otra parte. Si en Madrid se ejecutase lo que en los números 69 y 70 dije hacen los chinos y japoneses, no era la dicha máxima tan precisa.
    • 1793-1797 Fdz Moratín, L. Viaje Italia [1991] 567 Esp (CDH )

      Vuelvo a ver las romanazas, con sus jubones de estameña, verdes y colorados, y sus grandes cofias, mui gordas y mui habladoras; los hombres con su redecilla y sombrero gacho, chaleco, chupa suelta, *calzones anchos, su gran puñal y su capa larga [...].

      Los príncipes romanos, ocupados en cortar las colas a sus caballos para hazerlos ingleses, corriendo en birlochos, alborotando la ciudad a chasquidos, y atropellando viejas, emigrantes y jesuitas, con un cierto aire de aturdimiento e insulto, que no hay más que pedir, y una cara de tramposos y petardistas, que a legua se distingue.

    • 1778-1822 Fdz Moratín, L. Poesías [1995] 357 Esp (CDH )
      ¡No es completa desgracia / que por ser hoy mis días / he de verme sitiado / de incómodas visitas! / Cierra la puerta, mozo, / que sube la vecina, / su cuñada y sus yernos / por la escalera arriba. / Pero,¡qué!... No la cierres; / si es menester abrirla; / si ya vienen chillando / doña Tecla y sus hijas. / El coche que ha parado, / según lo que rechina, / es el de don Venancio, / ¡famoso petardista! * / ¡Oh! Ya está aquí don Lucas / haciendo cortesías, / y don Mauro, el abate / opositor a mitras.
    • 1834 Larra, M. J. Representación Tanto vales [2000] Fígaro Esp (CDH )

      Doña Rufina, viuda de un marqués, que sólo le dejó al morir una hija de ella de nupcias anteriores y su vanidad, vive en Sevilla míseramente. Tiene un hermano, cuya cualidad principal es un uniforme de comisario ordenador, y un primo militar, jugador y petardista. En Indias existe un hermano suyo, riquísimo, merced a cuyos envíos pecuniarios suele reponer de cuando en cuando el mal estado de sus intereses.

    • 1841 Mesonero Romanos, R. Escenas 1841 Escenas matritenses (segunda serie 1836-1842) Esp (CDH )

      Muchos y muchos más inconvenientes subalternos pudiera aquí añadir; pero me he dilatado más que de costumbre; y eso que no he hablado ni de los proyectistas, ni de los humanitarios;– ni de los tribunos, ni de los periodistas;– ni de los contratistas de víveres, ni de los especuladores en bolsa;– ni de los poetas barbudos, ni de los curas lampiños y galantes;– ni de los empleados cesantes, ni de los empleados para cesar;– ni de las víctimas, ni de los sacrificadores;– ni de las pulmonías, ni de los médicos;– ni de las simples coquetas, ni de las coquetas simples;– ni de los caseros que piden, ni de los inquilinos que no pagan;– ni de los pobres vergonzantes, ni de los petardistas sin vergüenza [...].

    • 1876-1880 Zugasti Sáenz, J. Bandolerismo [1983] Esp (CDH )

      Quiero decir, que los partidos tienen muy anchas tragaderas en achaque de moralidad personal, y que se apresuran a cubrir los defectos de sus afiliados con el manto de la más inagotable indulgencia y de la popularidad más inmerecida, sin más razón ni motivo que el ser de los suyos.

      Importa poco que sean tahúres, quebrados de mala fe, estafadores, petardistas y personas desacreditadas en el ejercicio de sus profesiones respectivas, y en las cuales concurran los más reprobados antecedentes morales, siempre que en cafés, casinos, tertulias, círculos y periódicos declamen, griten, disputen, alboroten y escriban, no tanto en favor de las doctrinas del partido, como en alabanza de sus pronombres.
    • a1895 Navarro Villoslada, F. El mundo nuevo Semanario Pintoresco Español Esp (CDH )

      Con mi aturdimiento ignoro si le di gracias; si admití o rehusé el convite. No estaba para pensar en mí mismo.

      ¡Almuerzo, carruaje, París, Londres, Bohemia, independencia, condesas, menosprecio de la Guía de forasteros!¡Todas estas palabras, en boca de un muchacho a quien cuatro o cinco años antes había conocido hambrón, pretendiente, petardista!

    • 1904 Pz Galdós, B. O'Donnell [1904] Esp (CDH )

      Guapísimas eran Manuela y Teresita, cada una según su tipo y edad; la madre, un Verano espléndido derivando hacia los tonos naranjados de Otoño; la hija, plena Primavera rosada y luminosa. A la vera de ambas iban a buscar sombra y frescura los amadores finos, o los timadores y petardistas de amor. Coqueteaba la mamá con arte exquisito, colocándose al fin en un reducto de honradez hipócrita que no engañaba a todos, y Teresilla jugaba al noviazgo con risueña desenvoltura, pasando los galanes de la mano de admitir a la mano de rechazar, como en el juego de Sopla, que vivo te lo doy.

    • 1921 Pz Ayala, R. Belarmino [1996] Esp (CDH )

      Después de separarme del señor de Fraile, recorrí algunos de estos heteróclitos albergues, hasta que posé definitivamente bajos los hospitalarios Penates de doña Trina, cobijo llevadero por la abundancia, ya que no por la delicadeza de bastimentos, y, sobre todo, lugar ameno, si los había, a causa de la afluencia de gentes de todo estado, edad y condición: sacerdotes, toreros, políticos, tahúres, comerciantes, covachuelistas, militares, estudiantes, labriegos, inventores, pretendientes, petardistas, ingredientes y rebabas del revoltiño social, que allí se mezclaban desde todos los rincones de Iberia.

    • 1934 Jardiel Poncela, E. Angelina [1995] Esp (CDH )
      don marcial / Las ideas extremistas / van dominando a ojos vistas / incluso a la gente seria. / Ayer leí yo en "La Iberia"* / que en Madrid hay petardistas. don justo¿Es posible?don elías¡Qué bochorno!don marcialLas conciencias son un horno / con tantos materialistas.don justo(Con el aire de quien tiene la clave del problema.)Todo ha cambiado a mi ver / desde que el mundo leyó / a ese Rousseau, o "Rusó", *y a ese Voltaire, o "Volter".*don marcialY aun existe otra razón: / la de que en la actualidad / hay demasiada invención, / demasiada novedad, / y ellas las culpables son / de lo que pasa.
    • 1985 Rellán, M. Á. Muerte cantor [1985] Esp (CDH )

      ANÍBAL.—Pronto acudes en busca del pago. ¿Tan vacías tienes las tripas?

      MALAÑO.—Los chochos son de Malaño, ¿eh? ¡Todos son de Malaño!

      EL LEPROSO.—No se trata de eso, señor... (El sastre cojo intenta aprovechar el descuido para escabullirse sin ser visto, pero la furcia jamona lo descubre en pleno escape).

      PERNILES.—¡Eh, mirad qué fantasma se escurre por ahí!

      ANÍBAL.—¡Ventura! ¡El sastre bocazas, el guerrillero épico! ¡El mismísimo purgante en persona!

      VENTURA.—Sí. ¿Qué pasa?

      ANÍBAL.—¿De dónde sales, petardista?

      VENTURA.—¡De ver cómo desperdiciáis las ocasiones que os sirvo en bandeja. ¡En vez de facilitar el concierto del poeta, lo abrís en canal..., ¡mayúsculo!

    • 1993 Borchart Moreno, C. Mujeres quiteñas 331 Mujer latinoamericana Ecuador (CDH )

      La agresión no se reducía al insulto como lo pudo comprobar una mujer que reclamó el dinero prestado al contador interino de la Renta de Tabacos, quien después de tratarla como «puta, bruja chulquera»le dio unos bofetones en el rostro. Hay que anotar, sin embargo, que la acreedora, como muchas otras mujeres en situaciones parecidas, no se quedó atrás, sino que contestó llamándole «petardista, pícaro, ladrón».

    • 2007 Capellán Miguel, G. Encic pauper II p. 59 Esp (BD)
      El ratero, el petardista, el rufián, el ladrón y el asesino se abstendrían probablemente de sus malas artes, si por medios legítimos pudiesen cubrir satisfactoriamente sus necesidades regulares. Culpa suya es tal vez y no de la sociedad, el que no puedan o no sepan, o no quieran trabajar: pero siempre es innegable que la estafa, el robo, etc.; se presentan al filósofo como otros de los remedios que alguna vez aplican los pobres a su estado de indigencia.
    • a2020 Catalán Glz, M. Mentira nociva p. 128 Esp (BD)
      El pufismo o petardismo constituye un género de vida. La mala fama que crea una estafa o un mero impago persigue al defraudador, de forma que con frecuencia el pufista tiene que abandonar su territorio en busca de pastos más frescos. Esta búsqueda de un anonimato que borre las huellas de la deuda impagada puede llevar, cuando ya no hay más remedio, al cambio de domicilio, de suerte que la itinerancia se convierte en un estilo de vida estratégico para el petardista.
    • 2021 Barrios, F. "Flor trabajo" [22-12-2021] El Nacional (Caracas) Ve (HD)
      De esta manera, el pintoresco truhán transcurría todo un año de enero a diciembre de jolgorio en jolgorio, entre ferias, Carnavales, Semana Santa y visitas a compadres, quienes lo recibían a cuerpo entero, entre bailes y bebidas espirituosas para así no asumir su responsabilidad laboral, convirtiéndose en un aprovechado descarado del presupuesto familiar. En definitiva, una especie de pícaro o petardista de la Venezuela del siglo XIX.
    • 1726 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      BRIBÓN. Por analogia es el que se précia de Caballero, Hijodalgo, y anda pidiendo de secréto, pegando petardos y estáfas, sin querer aplicarse á cosa alguna. Lo mismo que petardista, petardéro, emprestilladór, &c.
    • 1727-1728 Torres Villarroel, D. Visiones [1991] Esp (CDH )

      Todos y cada uno era un molino de trapos, un almacén de grasa, un refectorio de piojos y un de profundisde laceria. Era, pues, un enjambre de la bribia, cortesanos monteses que andan a ojeo de boquirrubios y a montería de reales, petardistas graduados en la universidad de la perdición y términos medios entre trampa y limosna.

    • 1727-1728 Torres Villarroel, D. Visiones [1991] Esp (CDH )

      En tu tiempo se acostaban con los embajadores, los grandes y los ministros. Hoy no pasan de sus caballerizas, y la más entoldada es entretenimiento de un paje o de un rodrigón; porque ha crecido tanto el número de esta mercaduría, que la soberbia de los deseos encuentra proporcionados los apetitos; y lo demás corre tan barato, que valen a huevo los pecados mortales, y ya los más son pecadores de gorra, lascivos petardistas y lujuriosos de contrabando.

    • 1727-1728 Torres Villarroel, D. Visiones [1991] 126 Esp (CDH )

      Morir es preciso, y esta memoria y conformidad han podido quitarme el horror a este fantasma; y si amaneciese en el Sepulcro, me libraba de médicos, zupias, el candilón *y campanillorro, *que son los prólogos del morir y alabarderos del agonizar, y daba un gran chasco a los sacristanes. Aunque de esta burla no se escaparán, porque justamente me voy despabilando para ser difunto de gorra y muerto petardista; y la parroquia donde cayere, habrá de honrarme de mogollón o faltar a la misericordia de enterrar los muertos.

    • 1743 Torres Villarroel, D. Vida I-IV [1972] 102 Vida Esp (CDH )
      Mi dinero, mis súplicas, mi representación, tal cual es, mi casa y mis ajuares, los he franqueado a todos, sin exceptuar a mis desafectos. Lo más de mi vida, ya en los pasajes de mis aventuras, y ya en las avenidas de mis abatimientos, la he pasado comiendo a costa ajena, huésped honrado y querido en las primeras casas del reino; y, pudiendo ser rico con estos ahorros y las producciones de mis tareas, siempre andan iguales los gastos y las ganancias. He derramado entre mis amigos, parientes, enemigos y petardistas, más de cuarenta mil ducados que me han puesto en casa mis afortunados disparates. En veinte años de escritor he percibido a más de dos mil ducados cada año, y todo lo he repartido, gracias a Dios, sin tener a la hora que esto escribo más repuestos que algunos veinte doblones que guardará mi madre, que ha sido siempre la tesorera y repartidora de mis trabajos y caudales.
    • 1725-1744 Torres Villarroel, D. Pronósticos Piscator [2006] Esp (CDH )
      Érase un borrachón Tunante, con sus amenazas de Petardista, rubio, tuerto, tiñoso, malas barbas, rodeado de paperas, engullido en sarna, atiborrado de bubas, y esclavo perdurable de la universal lacería con que paga la señora luxuria las malas inclinaciones de los apetitos prontos, rateros y baratos. Era su merced, el dicho Señor Don Desdicha, un vivo y asqueroso retrato de la podre, una copia andante de la desvergüenza, un mapa de la embriaguez, y un Anton Martín en abreviatura.
    • 1725-1744 Torres Villarroel, D. Pronósticos Piscator [2006] 356 Esp (CDH )
      Enmendareme, de manera, que ante todo sobresalga mi arrepentimiento, cercenaré mis desvaríos, y procuraré que mis disparates parezcan hijos de la necesidad y no del genio, y de este modo serán Vms. mejor tratados, y yo más bien quisto, y aguardaré a la señora muerte sin las zozobras que la buscan los interesados en las menudencias del Mundo. Ya no les pediré a Vms. el real de plata, como otros años, sino es perdón de haber hecho petardistas, y disolutos a los Escritores de este siglo; pues los más ponderados y reverendos se han metido a pegotes, de manera, que más parecen Demandas que Autores de libros.
    • 1725-1744 Torres Villarroel, D. Pronósticos Piscator [2006] 404 Esp (CDH )
      Pretensión, empleo ni motivo, para aparecerme allá, por ahora tampoco lo tengo, gracias a Dios; con que suplico a Vms. no me hagan la burla de llevarme a representar el papel de ocioso, fantasma, entrometido, charlatán, bufón y petardista, que a todos estos oficios y tropezones va expuesto el hombre que se entromete en los laberintos y honduras de Palaciego, no tocándole por parte alguna vivir, ni enquadernarse en la compañía de los que con justas causas siguen las aventuras de la Corte.
    • 1750 Torres Villarroel, D. Vida V [1972] Vida Esp (CDH )
      Cuantos ha enfaldado mi curiosa diligencia, todos han sido unos pordioseros, petardistas, tuertos de razón, despilfarrados, sin arrapo de doctrina ni de juicio, con mucho miedo y poca vergüenza. Vuelvo a decir que me alegraré mucho y encomendaré a Dios a cualquiera crítico que me cure esta maldita vanidad que me tiene cogido, como la de ver que nunca me ha castigado en público ni en secreto ningún catedrático [...].
    • 1750 Torres Villarroel, D. Vida V [1972] Vida Esp (CDH )

      Ténganme lástima, que soy más digno de ella que de la crítica insolente, pues a esta casta de escrituras me ha obligado la necesidad y el bobo deleite del vulgo; y como nunca he tenido más sueldos ni más situados que mis continuas tareas, me ha sido oportuno poner a mis papeles las gaiterías del más pronto y breve despacho; y por no pedir, por no petardear y por no pretender, he querido antes pasar por los sonrojos de bufón envergonzante, que por las frecuencias de petardista desvergonzado, pretendiente importuno o pedigüeño entrometido.

    • 1750 Torres Villarroel, D. Vida V [1972] 236 Vida Esp (CDH )
      Hame concedido la bizarra pobreza y la extremada piedad de los Reverendos Padres Definidores Capuchinos de las dos Castillas una celda en el convento de Salamanca, donde me meto a temporadas a divertirme y a guardarme de los ociosos, de los porfiados, los zalameros, los petardistas, y otros moscones que andan con un zumbido descomunal plagando de aturdimientos, enojos y majaderías las ciudades y sus ocupados habitadores.
    • a1772 Sarmiento, M. Porque sí y porque no [1988] Esp (CDH )
      119. Contra esta tan útil como precisa máxima, sólo los ladrones, los rateros y petardistas tendrán que oponer por lo que les incomoda. Y los entremedios, ociosos y estafadores por la precisión en que se les pone de que vayan a enfadar a otra parte. Si en Madrid se ejecutase lo que en los números 69 y 70 dije hacen los chinos y japoneses, no era la dicha máxima tan precisa.
    • a1772 Sarmiento, M. Porque sí y porque no [1988] Esp (CDH )
      125. Los petardistas de Madrid tienen sus emisarios en varios lugares para que les avisen qué letras vienen a Madrid y a quiénes vienen dirigidas. Así que los petardistas tienen aviso, se anticipan a ir al correo, sacan las cartas respectivas, toman la letra y la cobran, si el cambista no es advertido y si no usa de la dicha cautela. Cada día se pegan estos petardos. A mí ninguno me han pegado hasta ahora en esta materia.
    • c1779 Isla, J. F. Trad Aventuras Gil Blas Le Sage, I [1787] p. 96 Esp (BD)
      A Vmd., señor Caballero, á Vmd. venia yo buscando. Al oir esto se me vino á la memoria el parásito de Peñaflor, y ya iba á sospechar que aquella dama era una solemne embustera ó una descarada petardista; pero lo que añadió me obligó á hacer un juicio mas benigno. Yo soy, me dixo, prima hermana de Doña Mencía Mosquera, que debe á Vmd. tantas obligaciones. Hé recibido hoy mismo una carta suya, en que me participa el viage de Vmd. á la Corte, y me encarga le trate bien, y le obsequie si transitare por esta Ciudad.
    • 1780 Anónimo Majota [1932] Tonadillas teatrales Esp (CDH )
      Ella. / Yo soy una majota / en todo diestra, / pues no hay cencia nenguna / que yo no sepa. / Yo sé la gramática / de las verduleras, / Yo sé la retórica / de las naranjeras. / Yo sé la botánica / de las petardistas. / Y también la química / que hacen las usías. /
    • c1780 Anónimo Verdades [1932] 134 Tonadillas teatrales Esp (CDH )
      Hay de peluqueros / franceses millares, / que siempre corriendo / por las calles van; / que como se peinan / hasta las tiñosas, / en todo el día / les dejan parar. / De usías babosos / hay también bastantes, / que tras las muchachas / van de aquí y de allí. / Pero si son pobres, / aunque cacareen, / no entiende ninguna / su quiquiriquí. / Hay enredadoras; / también petardistas. / Hay muchos gorriones / que están con tiricia. / Y es cosa fija / que esta gran villa / se compone de bienes / y de desdichas. /
    • 1788 Terreros Pando, E. DiccCastVocesCienciasArtes (NTLLE)
      PETARDISTA, lo mismo que pegatista, ó estafador. V.
    • 1793-1797 Fdz Moratín, L. Viaje Italia [1991] 567 Esp (CDH )

      Vuelvo a ver las romanazas, con sus jubones de estameña, verdes y colorados, y sus grandes cofias, mui gordas y mui habladoras; los hombres con su redecilla y sombrero gacho, chaleco, chupa suelta, *calzones anchos, su gran puñal y su capa larga [...].

      Los príncipes romanos, ocupados en cortar las colas a sus caballos para hazerlos ingleses, corriendo en birlochos, alborotando la ciudad a chasquidos, y atropellando viejas, emigrantes y jesuitas, con un cierto aire de aturdimiento e insulto, que no hay más que pedir, y una cara de tramposos y petardistas, que a legua se distingue.

    • 1803 RAE DRAE 4.ª ed. (NTLLE)
      PETARDISTA. s. com. El estafador, ó que pega petardos.
    • 1778-1822 Fdz Moratín, L. Poesías [1995] 357 Esp (CDH )
      ¡No es completa desgracia / que por ser hoy mis días / he de verme sitiado / de incómodas visitas! / Cierra la puerta, mozo, / que sube la vecina, / su cuñada y sus yernos / por la escalera arriba. / Pero,¡qué!... No la cierres; / si es menester abrirla; / si ya vienen chillando / doña Tecla y sus hijas. / El coche que ha parado, / según lo que rechina, / es el de don Venancio, / ¡famoso petardista! * / ¡Oh! Ya está aquí don Lucas / haciendo cortesías, / y don Mauro, el abate / opositor a mitras.
    • 1820-1823 Miñano, S. Sátiras [1994] Esp (CDH )
      No he podido menos de reírme con las preguntas que me hace usted de si, a pesar de la Constitución, continúan en Madrid los petardistas en tan gran número como abundaban antes, si se reúnen todavía los parásitos en la Puerta del Sol al acercarse la hora de comer, y si se encuentran todavía aquellos enjambres de gente vestida de negro que, con sus legajos debajo del brazo y sus humeantes cigarros en la boca, inundaban la calle mayor y todas las bocacalles inmediatas a los Consejos.
    • 1820-1823 Miñano, S. Sátiras [1994] Esp (CDH )

      Tiempos hubo en que los petardistas se pudieron contar en Madrid, no sólo por clases sino también por individuos; pero en el día sería tan inútil intentar conocerlos como querer clasificarlos. No había entonces una sola persona que ignorase el nombre, la clase, la morada y aun la fórmula de que se valía aquel don Anacleto, de quien tantas veces hicimos conversación, y aquella doña Facunda, que por tantos años fue el hazmerreír y el verbigracia de todos los corrillos y tertulias de la corte . Ninguno dejaba de señalar con el dedo al célebre don Deogracias, el de la letra aceptada y no vencida, que siempre necesitaba dos duros para concluir la semana y que, puesta la mano en el pecho, aseguraba por su honor que no pasarían diez días sin venir él mismo a traerlos y a dar las gracias por la fineza. Pues, ¿y la viuda de aquel gobernador de América, la del pleito perdurable, cuya última providencia estaba siempre pendiente de diez duros que necesitaba se la prestasen en el momento, y de cuya suma ofrecía pagar los intereses más crecidos. No hablemos de las piadosas madres que pasaban toda su vida juntando la dote necesaria para cumplir la divina vocación de la más fea de sus hijas, porque todas éstas eran más conocidas en Madrid que el agujero del correo. Pero en el día ¡válgame Dios qué diluvio de tramposos y petardistas se ha colgado de todas partes!

    • 1820-1823 Miñano, S. Sátiras [1994] Esp (CDH )

      El segundo es una especie de chuchumeco, más vivo que una centella, más perfilado que un regidor en día de Corpus, y más despierto que un petardista. Su estatura no pasa de siete palmos, pero su movilidad excede a cuanto puedes imaginarte. En menos de tres minutos te espetará setecientas cortesías, doscientas inclinaciones y ciento y cincuenta frases, a cual más estudiaditas y recortadas. Pregunta y contesta él solo, aprieta mucho la mano a los que vienen de Londres, emboca su par de besos a los que hablan de París y, sin omitir el palmoteo en las espaldas a sus amigos de provincia, atraviesa como un rayo las filas y corrillos de la Puerta del Sol.

    • c1825-1828 Fdz Moratín, L. Advertencia Comedia nueva [1867] 123 Esp (CDH )

      No basta, para que un retrato sea perfecto, que en él se imite una ú otra faccion; necesario es que todas las copie, y en verdad que el pedante incapaz de probar inteligencia en las lenguas cultas, antiguas y modernas, que no sea jurisconsulto, ni académico, ni opositor á cátedras; que no haya tenido actos literarios, ni escrito disertaciones grecolatinas, ni publicado obras periódicas, ni manifestado jamas la erudicion profana de D. Hermógenes; en vano aspira á que se le confunda con él, por más que sea entremetido, audaz, ridículo, maldiciente, calumniador, envidioso, hablador insensato, embustero, estafador y petardista.

    • 1834 Larra, M. J. Representación Tanto vales [2000] Fígaro Esp (CDH )

      Doña Rufina, viuda de un marqués, que sólo le dejó al morir una hija de ella de nupcias anteriores y su vanidad, vive en Sevilla míseramente. Tiene un hermano, cuya cualidad principal es un uniforme de comisario ordenador, y un primo militar, jugador y petardista. En Indias existe un hermano suyo, riquísimo, merced a cuyos envíos pecuniarios suele reponer de cuando en cuando el mal estado de sus intereses.

    • 1841 Mesonero Romanos, R. Escenas 1841 Escenas matritenses (segunda serie 1836-1842) Esp (CDH )

      Muchos y muchos más inconvenientes subalternos pudiera aquí añadir; pero me he dilatado más que de costumbre; y eso que no he hablado ni de los proyectistas, ni de los humanitarios;– ni de los tribunos, ni de los periodistas;– ni de los contratistas de víveres, ni de los especuladores en bolsa;– ni de los poetas barbudos, ni de los curas lampiños y galantes;– ni de los empleados cesantes, ni de los empleados para cesar;– ni de las víctimas, ni de los sacrificadores;– ni de las pulmonías, ni de los médicos;– ni de las simples coquetas, ni de las coquetas simples;– ni de los caseros que piden, ni de los inquilinos que no pagan;– ni de los pobres vergonzantes, ni de los petardistas sin vergüenza [...].

    • 1847 Estébanez Calderón, S. Escenas andaluzas [1985] 130 Esp (CDH )
      Y ya cuento ver más limpios / (Aunque aquello no hace falta) / Los zaguanes y escaleras / De la villa coronada. / Los agentes usureros, / Que es tribu de hollín en alma, / Fullerillos, petardistas, / Busconas de rica saya, / Los caninos copleristas / Que se compran como habas, / Todos, en fin, los que tienen / Tal lepra, arestín y sarna, / Cuentan tener en tus ondas / Un Jordán para sus manchas, / Como si a tanta inmundicia / El mismo Jordán bastara. /
    • 1865 Salomé Gil (José Milla y Vidaurre) Costumbres guatemaltecas I p. 76 Gu (BD)
      Generalmente se llama petardista, no solo al que pide prestado con ánimo de no devolver, sino á aquel que de algunas otras maneras, con tal de que no sea con un robo declarado, se queda con lo ageno. Los que andan tomando al fiado en las tiendas y no satisfacen el precio de lo que llevan; los que, viviendo en casa de hospedage, acostumbran no pagar las pensiones; los que se distraen y no cubren jamas los salarios á los criados que les sirven, ni el valor de su trabajo á los artesanos que emplean, constituyen otras tantas variedades del petardista, aun cuando rigurosamente no sea esta la calificacion que mejor pudiera convenirles.
    • 1876-1880 Zugasti Sáenz, J. Bandolerismo [1983] Esp (CDH )

      Quiero decir, que los partidos tienen muy anchas tragaderas en achaque de moralidad personal, y que se apresuran a cubrir los defectos de sus afiliados con el manto de la más inagotable indulgencia y de la popularidad más inmerecida, sin más razón ni motivo que el ser de los suyos.

      Importa poco que sean tahúres, quebrados de mala fe, estafadores, petardistas y personas desacreditadas en el ejercicio de sus profesiones respectivas, y en las cuales concurran los más reprobados antecedentes morales, siempre que en cafés, casinos, tertulias, círculos y periódicos declamen, griten, disputen, alboroten y escriban, no tanto en favor de las doctrinas del partido, como en alabanza de sus pronombres.
    • 1852-1882 Alarcón, P. A. Relatos [1994] Esp (CDH )

      —. ¿Está usted descontento del gabinete? ¿No es buena la cama? ¿Cree usted encontrar por quince reales que pensaba llevarle, una casa de huéspedes como ésta? Pero, ¡ah!, todo lo comprendo. Usted es un petardista que viene a Madrid sin un cuarto. ¡Dichosamente lo he sabido a tiempo! ¿Conque no puede usted pagarme?... ¿Conque tenía pensado estafar a esta infeliz pupilera?... ¡Oh!... Pues lo que es yo, vuelvo a llevarme el chocolate... ¡Tome usted rejalgar!

    • 1882 Montalvo, J. Siete tratados, II [1882] Ecuador (CDH )
      La cólera es negra petardista: se queda con cuanto se le da fiado: es ingrata; nunca vuelve los servicios que se le hacen, como dijo uno que acaso la servia con frecuencia. Cada arrebato es un burujon en el pecho; cada arranque de furia un golpe mortal para el que lo padece: no avenirse á nada, no tener jamas por solventados para con nosotros á los que nos acompañan y rodean, es vida de Júdas llena de sinsabores y quebrantos.
    • 1888 Pz Galdós, B. Miau [2003] Esp (CDH )
      Luego dice que doy sablazos..., calumnia infame, porque si en las horribles trinquetadas que paso, la necesidad me impulsa a pedir el auxilio de un amigo, eso no quiere decir que sea yo un petardista. Pero estas injurias hay que llevarlas con muchísima paciencia, y no dar al infame denostador ni siquiera el gusto de nuestras quejas, porque se engreiría del mal que hace.
    • 1888-1889 Pz Galdós, B. Incógnita [2003] Esp (CDH )

      He de añadir que Orozco, sea por tradiciones de amistad, sea por otra causa que no se me alcanza, tiene para ese tuno de Viera padre, increíbles deferencias; y, no sólo se ha dejado herir más de una vez por el tremendo chafarote del gran petardista, sino que en cierta ocasión le libró de un bochornoso proceso. Federico se muestra muy agradecido a Orozco, y le tiene en tanta estimación como el más entusiasta, como tú, por ejemplo. Y en reciprocidad de estos sentimientos Augusta y su marido le consideran y agasajan, aunque no pierden ripio (ella sobre todo) para censurar con benevolencia su incorrecta manera de vivir.

    • 1891 Coloma, L. Pequeñeces [1987] Esp (CDH )

      La inscripción se multiplicaba, unas veces en letras rechonchas y apretadas; otras, en perfiles largos y finitos; algunas, en caracteres diminutos, cual patitas de moscas entrelazadas que se prolongasen en forma de cadeneta. En esta tarea empleó Currita media hora larga, con el esfuerzo y la atención de un chiquillo aplicado que copia una plana, o de un petardista prudente que ensaya el modo de falsificar o desfigurar una letra.

    • a1895 Navarro Villoslada, F. El mundo nuevo Semanario Pintoresco Español Esp (CDH )

      Con mi aturdimiento ignoro si le di gracias; si admití o rehusé el convite. No estaba para pensar en mí mismo.

      ¡Almuerzo, carruaje, París, Londres, Bohemia, independencia, condesas, menosprecio de la Guía de forasteros!¡Todas estas palabras, en boca de un muchacho a quien cuatro o cinco años antes había conocido hambrón, pretendiente, petardista!

    • a1895 Navarro Villoslada, F. El mundo nuevo Semanario Pintoresco Español Esp (CDH )
      Llamé un día a mi mujer, y la pinté mi situación. ¿Piensas que me compadeció, que me agradeció siquiera mi demora en darle este mal rato? Se puso como una furia; me insultó, me llamó petardista, estafador, intruso, sin olvidar lo de parvenu, y lo de Hinca-el-diente. Con la cólera tomáronla un par de desmayos, y echó a perder algunos trajes, con cuyo importe hubiéramos podido comer un mes todavía.
    • 1904 Pz Galdós, B. O'Donnell [1904] Esp (CDH )

      Guapísimas eran Manuela y Teresita, cada una según su tipo y edad; la madre, un Verano espléndido derivando hacia los tonos naranjados de Otoño; la hija, plena Primavera rosada y luminosa. A la vera de ambas iban a buscar sombra y frescura los amadores finos, o los timadores y petardistas de amor. Coqueteaba la mamá con arte exquisito, colocándose al fin en un reducto de honradez hipócrita que no engañaba a todos, y Teresilla jugaba al noviazgo con risueña desenvoltura, pasando los galanes de la mano de admitir a la mano de rechazar, como en el juego de Sopla, que vivo te lo doy.

    • 1921 Pz Ayala, R. Belarmino [1996] Esp (CDH )

      Después de separarme del señor de Fraile, recorrí algunos de estos heteróclitos albergues, hasta que posé definitivamente bajos los hospitalarios Penates de doña Trina, cobijo llevadero por la abundancia, ya que no por la delicadeza de bastimentos, y, sobre todo, lugar ameno, si los había, a causa de la afluencia de gentes de todo estado, edad y condición: sacerdotes, toreros, políticos, tahúres, comerciantes, covachuelistas, militares, estudiantes, labriegos, inventores, pretendientes, petardistas, ingredientes y rebabas del revoltiño social, que allí se mezclaban desde todos los rincones de Iberia.

    • 1922 Insúa, A. Negro alma blanca [1998] Esp (CDH )

      — ¡Un pillo de siete suelas! —exclamó virilmente el catalán.

      — Hombre —dijo Chacón—, no creo que tenga necesidad de oírnos. Siempre son desagradables las explicaciones con un hombre así...

      — Pues —preguntó Peter, sintiendo un dolor incomprensible y simulando una curiosidad superficial—, ¿qué le pasa a ese Virama? ¿Es algún souteneur, algún escroc?

      Graciano respondió, traduciendo:

      — De chulo y petardista, como decimos aquí, tiene bastante, pero es más bien ese tipo del jugador fullero y matón que nos viene de Montecarlo...
    • 1934 Jardiel Poncela, E. Angelina [1995] Esp (CDH )
      don marcial / Las ideas extremistas / van dominando a ojos vistas / incluso a la gente seria. / Ayer leí yo en "La Iberia"* / que en Madrid hay petardistas. don justo¿Es posible?don elías¡Qué bochorno!don marcialLas conciencias son un horno / con tantos materialistas.don justo(Con el aire de quien tiene la clave del problema.)Todo ha cambiado a mi ver / desde que el mundo leyó / a ese Rousseau, o "Rusó", *y a ese Voltaire, o "Volter".*don marcialY aun existe otra razón: / la de que en la actualidad / hay demasiada invención, / demasiada novedad, / y ellas las culpables son / de lo que pasa.
    • a1936 Nogales Méndez, R. Memorias [1991] Ve (CDH )
      Luego supe, por Mister Evans, que la señora Matos no era tal señora Matos, ni el señor Dubois el esposo de la señora Dubois, ni aquellas cartas eran de amor sino muy valiosos documentos políticos que dicha banda de petardistas habían robado. Me habían embaucado con engaños.
    • a1936 Nogales Méndez, R. Memorias [1991] Ve (CDH )

      Armé mi tienda en un lote vacante y comencé a darme a conocer de los principales vagabundos de la ciudad. Empecé a escudriñar denuncias de minas. Intentaba poner en marcha una o arrendar una compañía que fuese de mi propiedad. Diferente a Alaska, donde se excava el oro en las entrañas de la tierra, en Nevada la mayoría de los exploradores lo encontraban vendiendo al ejército de petardistas, a precios escandalosos, sus inservibles bienes raíces y bienhechurías de minas recién exploradas.

      Un mediodía, cuando retornaba de la colina donde había ido con un inspector a investigar algunas denuncias, observé que el último ayudante estaba lejos de nosotros, a distancia de una milla. Cuando le pregunté al inspector qué le pasaba a aquel tipo contestó bruscamente: Jimmy probablemente olió un buen trozo de filete.

    • a1936 Nogales Méndez, R. Memorias [1991] I, 133 Ve (CDH )
      Era demasiado estable como para satisfacer el gusto de los improvisados especuladores ricos, que empezaban a regar por la ciudad el descubrimiento de nuevos filones e independientes prosperidades, como la de Manhattan, lo que facilitaba la labor de vender a los petardistas insignificantes existencias por precios exorbitantes. Nadie era adverso a propiciar una estafa, tan pronto supiera que había alguna oportunidad de endosársela a alguien con algún provecho.
    • a1936 Nogales Méndez, R. Memorias [1991] Ve (CDH )

      Muchos años habían pasado desde que llevé a cabo esa cacería de osos, sin registrar nunca un hueso roto. Heme aquí de nuevo a caballo por estos pantanos alcalinos y colinas rojo púrpura en busca de algo más tangible que la piel de una osa. Infortunadamente la mayoría de las viejas minas habían sido rescatadas por petardistas profesionales. No valían la pena. Tuve que dirigirme al oeste. Tras cruzar el desierto Amargosa llegué al condado de Inyo, en California, en busca de cierta mina de plata abandonada para arrendarla o tomar posesión de ella. Por aquellos días era suficiente otorgar o emitir un millón de acciones para poner luego a los explotadores a sudar, cuando intentaran echar el primer vistazo al precioso lote.

    • 1942 Santamaría, F. J. DiccGralAmericanismos (NTLLE)
      PETARDISTA. com. [...] En Guatemala, estafador, tramposo de oficio.
    • a1964 Anónimo Cancionero infantil Esp (CDH )
      Don Pedro Pío Pita Pizarro, / procurador de pintas pobres, / parientes y petardistas, / por la provincia de Pontevedra, / pinta países por poco precio, / con pinceles de pelo de punta de pinta / de perro pachón o perdiguero.
    • 1966 Morínigo, M. A. DiccAmericanismos (NTLLE)
      PETARDISTA. m. [...] Guat. Estafador, tramposo.
    • 1985 Rellán, M. Á. Muerte cantor [1985] Esp (CDH )

      ANÍBAL.—Pronto acudes en busca del pago. ¿Tan vacías tienes las tripas?

      MALAÑO.—Los chochos son de Malaño, ¿eh? ¡Todos son de Malaño!

      EL LEPROSO.—No se trata de eso, señor... (El sastre cojo intenta aprovechar el descuido para escabullirse sin ser visto, pero la furcia jamona lo descubre en pleno escape).

      PERNILES.—¡Eh, mirad qué fantasma se escurre por ahí!

      ANÍBAL.—¡Ventura! ¡El sastre bocazas, el guerrillero épico! ¡El mismísimo purgante en persona!

      VENTURA.—Sí. ¿Qué pasa?

      ANÍBAL.—¿De dónde sales, petardista?

      VENTURA.—¡De ver cómo desperdiciáis las ocasiones que os sirvo en bandeja. ¡En vez de facilitar el concierto del poeta, lo abrís en canal..., ¡mayúsculo!

    • 1989 Martínez, T. E. Perón [1989] Argentina (CDH )

      Aspiraba a que los militares volviesen a confiar en él: que respetaran su experiencia de conductor. Y por lo tanto, empezaría imponiendo sólo mansas reformas, cambios por cuentagotas. «Míreme bien, Antezana: ¿le parezco un petardista? No, señor. Voy a enseñarles a los argentinos que las instituciones son más importantes que las revoluciones. Más de una vez lo he dicho: soy una fiera sin dientes, un viejo león hervíboro. Yo a nadie engaño, pero hay mucha gente interesada en engañarse conmigo.»

    • 1992 Delgado Senior, I. Sub-América [1992] Venezuela (CDH )

      Por esas razones de peso completo, abandoné la Universidad sin siquiera gozar su campus, y me dediqué a la vagancia de acolchonadas ideas para discernir cuál sería el negocio más afín a mis fines lucrativos. La solución llegó, sola e insólita, cuando encontré en casa un candado y una nota paterno-maternal: «Nos marchamos sin boleto de regreso, considéranos inexistentes; tu torta está en el horno, ¡felizcumpleaños!». Aquel vigesimoséptimo aniversario, por la forza dell destino, comenzó mi carrera de actor, simulador, artista, petardista.

      Acudí a los amigos, con lloviznas de llanto en las palabras, para requerirles colaboración, «soy un loro estepario, un Robinson sin Viernes ni week end, una orfandad inmadura, un miembro de la degeneración perdida»; y ellos, que sabían de mis tumbos sin rumbo, prestáronme las monedas esenciales con el interés por ciento de que partiera en el próximo autobús de la Umea A.R.C. (Atención, Respeto y Cultura) y dejase de importunarlos.

    • 1993 Borchart Moreno, C. Mujeres quiteñas 331 Mujer latinoamericana Ecuador (CDH )

      La agresión no se reducía al insulto como lo pudo comprobar una mujer que reclamó el dinero prestado al contador interino de la Renta de Tabacos, quien después de tratarla como «puta, bruja chulquera»le dio unos bofetones en el rostro. Hay que anotar, sin embargo, que la acreedora, como muchas otras mujeres en situaciones parecidas, no se quedó atrás, sino que contestó llamándole «petardista, pícaro, ladrón».

    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      petardista. [...] com. Persona que petardea (|| estafa).
    • 2007 Capellán Miguel, G. Encic pauper II p. 59 Esp (BD)
      El ratero, el petardista, el rufián, el ladrón y el asesino se abstendrían probablemente de sus malas artes, si por medios legítimos pudiesen cubrir satisfactoriamente sus necesidades regulares. Culpa suya es tal vez y no de la sociedad, el que no puedan o no sepan, o no quieran trabajar: pero siempre es innegable que la estafa, el robo, etc.; se presentan al filósofo como otros de los remedios que alguna vez aplican los pobres a su estado de indigencia.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      petardista [...]. m. y f. Persona que petardea (|| estafa).
    • a2020 Catalán Glz, M. Mentira nociva p. 128 Esp (BD)
      El pufismo o petardismo constituye un género de vida. La mala fama que crea una estafa o un mero impago persigue al defraudador, de forma que con frecuencia el pufista tiene que abandonar su territorio en busca de pastos más frescos. Esta búsqueda de un anonimato que borre las huellas de la deuda impagada puede llevar, cuando ya no hay más remedio, al cambio de domicilio, de suerte que la itinerancia se convierte en un estilo de vida estratégico para el petardista.
    • 2021 Barrios, F. "Flor trabajo" [22-12-2021] El Nacional (Caracas) Ve (HD)
      De esta manera, el pintoresco truhán transcurría todo un año de enero a diciembre de jolgorio en jolgorio, entre ferias, Carnavales, Semana Santa y visitas a compadres, quienes lo recibían a cuerpo entero, entre bailes y bebidas espirituosas para así no asumir su responsabilidad laboral, convirtiéndose en un aprovechado descarado del presupuesto familiar. En definitiva, una especie de pícaro o petardista de la Venezuela del siglo XIX.
  3. adj. [Persona] Que engaña o estafa para obtener algún beneficio, generalmente económico.
    docs. (1750-2008) 17 ejemplos:
    • 1750 Torres Villarroel, D. Vida V [1972] Vida Esp (CDH )
      Con esta mi fiel confesión, y la confianza de no haber sido jamás licenciado petardista ni pretendiente majadero, supliqué a su Alteza me absolviese de las idas y venidas, vueltas y revueltas a los patios y generales de la Universidad, concediéndome en la jubilación de mi cátedra la quietud y el reposo a que me instaban mis años y fatigas. Mandó su Alteza remitir todo el contenido de mi petición a la Universidad, y que, después de bien visto, informase cuanto sobre el asunto de jubilaciones contenían los estatutos, las costumbres y los ejemplares, y cuanto fuese digno de notar en la malicia o en la inocencia de mi ruego.
    • 2008 Cora, J. Historia último inquisidor p. 70 Esp (BD)
      Ya en la calle, el ajetreo del cercano mercadillo se ralentiza al paso de los tres alguaciles armados. No son de la ciudad y eso apacigua el susto de los tablajeros petardistas, de los clientes suspicaces y de los comendadores de Bola con cuentas pendientes. Sus andares bizarros no denotan interés por lo que se cotorrea o trafica a los pies del pazo de los condes de Altamira, pues cruzan los puestos de venta a vuela capa, con la vista fija en el frente.
    • 1750 Torres Villarroel, D. Vida V [1972] Vida Esp (CDH )
      Con esta mi fiel confesión, y la confianza de no haber sido jamás licenciado petardista ni pretendiente majadero, supliqué a su Alteza me absolviese de las idas y venidas, vueltas y revueltas a los patios y generales de la Universidad, concediéndome en la jubilación de mi cátedra la quietud y el reposo a que me instaban mis años y fatigas. Mandó su Alteza remitir todo el contenido de mi petición a la Universidad, y que, después de bien visto, informase cuanto sobre el asunto de jubilaciones contenían los estatutos, las costumbres y los ejemplares, y cuanto fuese digno de notar en la malicia o en la inocencia de mi ruego.
    • 1763 Romea Tapia, J. C. Escritor sin titulo p. 233 Esp (BD)
      Con qué gustazo, si he muerto en Gracia de Dios, tendré la gloria accidental de verme libre de musicos, y danzantes, que á titulo de mal hablados, charlatanes de alquilér, y criticos por infusion, no le dejan á uno criar pelo. Que venga entonces esta chusma gritona, petardista, y faraute, rascandoles el mugre á sus chillones, y dulzaynas, soplando por oficio, y moliendo por necessidad, solo porque á titulo de mejorarlos de sesso, se les permite manosear Cartapacios.
    • c1786 María Delgado, J. Adiciones Quixote, Benengeli Esp (BD)
      Era el tal Don Aniceto hombre de corta edad, despejado, de genio agudo y alegre, de eco afrancesado, su trage peinado, y ademánes de última moda, y al fin, de estos que llaman de aspecto recomendable; pero, segun despues se manifestó, era realmente un caballero franco, petardista, de profesion embustero, que vivia de la industria y socarronería [...].
    • 1820-1823 Miñano, S. Sátiras [1994] 390 Esp (CDH )

      Ya me parece que la estoy oyendo: apenas habría uno que no se dijera dueño de un mayorazgo de 10 000 ducados; y si la conversación duraba siquiera diez minutos, acabaría por pedir un par de duros prestados, ínterin llegaba la letra prometida por su administrador. Entretanto, pasaría una señora decente sin meterse con nadie, y el petimetre petardista se la acercaría con gran descaro a decirla veinte sandeces y ofrecerla montes de oro, haciendo sonar los dos duros y los anillos dorados del reloj.

    • 1816-1827 Fdz Lizardi, J. J. Periquillo Sarniento [1997] México (CDH )

      A un empleado en una oficina, a un militar o cosa semejante, le harán mejor tratamiento que a un sastre o a cualquier otro oficial mecánico, y muy bien hecho: razón es que las gentes se distingan; pero al sastre y aun al zapatero lo estimarán más en todas partes, que no al hidalgo tuno, ocioso, trapiento y petardista, que es lo que quiero que no sea mi hijo.

    • 1832 Alemán, L. Lucas, Martín p. 30 Esp (BD)
      Don Martín. Pues como iba diciendo.... Lee. Personas actrices y actores, comparsas y ejecutores de la pieza [...]. Un Abogado embrollista. Un Escribano petardista. Una Criada cuentista.
    • 1844 Redecilla, J. M.ª Trad Gran ciudad, Kock p. 112 Esp (BD)
      Hay petardistas en todas las clases y gerarquías de la sociedad, por lo cual se hace preciso que vivais siempre con cuidado. Se ha querido decir que habia tambien mujeres petardistas, pero esta palabra no está admitida todavía respecto á ellas, y de consiguiente nosotros no podemos creerlo.
    • 1876-1880 Zugasti Sáenz, J. Bandolerismo [1983] Esp (CDH )

      Confinante o vecino a la región del tuneo estaba el no menos famosoreino de Germanía.

      Sin duda entre ambas regiones había perpetua comunicación y recíproco influjo, si bien era inmensa la distancia que mediaba desde el estudiante travieso y petardista hasta el tuno ya preso y en camino de ser sentenciado a galeras.

      La línea divisoria entre el hurto y el robo, entre el gandul y el rufián, entre el tuno y el ladrón estaba trazada por la prisión y sentencia del pícaro a público azotamiento por el verdugo.

    • 1902 Siles, J. "Última aventura" [01-01-1902] n.º 109, p. 570 Pluma y Lápiz (Barcelona) Esp (HD)
      Nadie ha contado la última aventura de don Juan, de aquel don Juan famoso, seductor de mujeres, apaleador de rivales, terror de padres y maridos. En su vida, consagrada al amor, jamás había sufrido una derrota. Apuesto, valeroso, gallardo, algo petardista, elegante y dicharachero, no había mujer libre de sus redes, ni había lugar vedado á sus audacias.
    • 1906 Anónimo (Dr. Fausto) "Divorcio moral" [04-03-1906] ABC (Madrid) (HD)
      El hijo mayor perteneció al Ejercito, fue muy pundonoroso, de espiritu recto y caballeresco. Su hermano, en cambio, esceptico, holgazan, mujeriego y petardista, no hizo jamas cosa de provecho, buscando conflictos y aventuras donjuanescas.
    • 1921 Muñoz Pabón, J. F. "Javier Miranda" [01-05-1921] Las Provincias: Diario de Valencia (Valencia) Esp (HD)
      La Millona no ama, ni amará nunca. Ese, que es su pecado, será su castigo. ¿Ni cómo amar a ese hombre, vano, enmedio de su aparente modestia; memo, enmedio de su aparente ilustración; insustancial, enmedio de los pormenores de su charla de recortes de periódico; embustero, enmedio de sus protestas de veracidad y de honradez; farsante, en fin, y petardista y trapisondista y tramoyista y qué sé yo, porque lo que ese hombre está haciendo, es una truhanería y una memez al mismo tiempo, el descoco mayor de todos los descocos, y la brutalidad más bruta de las brutalidades.
    • 1923 Anónimo "Exterminio Circulo Mercantil" [22-04-1923] Diario de Almería (Almería) (HD)
      Esta actitud nuestra, desató contra nosotros las iras de los elementos perturbadores que se han adueñado del Círculo Mercantil y todos esos elementos perturbadores sin excepción, desde el politiquillo fracasado, al abogado sin pleitos; desde el comerciante petardista hasta el vulgar matutero, se aprestaron a destruirnos, empleando para ello los procedimientos mas en armonía con sus perversas intenciones y las armas de que suelen valerse —porque no saben esgrimir otras— los rufianes y los cobardes.
    • 1985 Anónimo (Felichi) "Contrabando oro" [11-08-1985] ABC (Madrid) (HD)
      Pero las oscuras intenciones que a veces le rondaban se debían más a las malas compañías que frecuentaba que a su propio fuero interno. Así, cuando un guillado, subrepticio, petardista y contubernio personaje no alcanzaba por sí mismo a su maldiciente plan, acudía a Cebollo y le decía: "¿A que no te atreves?" Y Cebollo, sin adivinar sus perversas intenciones, inmerso en su guerra particular, caía en la trampa y, trayendo consigo un cargamento de palomitas de maíz, contestaba: ¿Ves como sí?
    • 2008 Cora, J. Historia último inquisidor p. 70 Esp (BD)
      Ya en la calle, el ajetreo del cercano mercadillo se ralentiza al paso de los tres alguaciles armados. No son de la ciudad y eso apacigua el susto de los tablajeros petardistas, de los clientes suspicaces y de los comendadores de Bola con cuentas pendientes. Sus andares bizarros no denotan interés por lo que se cotorrea o trafica a los pies del pazo de los condes de Altamira, pues cruzan los puestos de venta a vuela capa, con la vista fija en el frente.
    • 1750 Torres Villarroel, D. Vida V [1972] Vida Esp (CDH )
      Con esta mi fiel confesión, y la confianza de no haber sido jamás licenciado petardista ni pretendiente majadero, supliqué a su Alteza me absolviese de las idas y venidas, vueltas y revueltas a los patios y generales de la Universidad, concediéndome en la jubilación de mi cátedra la quietud y el reposo a que me instaban mis años y fatigas. Mandó su Alteza remitir todo el contenido de mi petición a la Universidad, y que, después de bien visto, informase cuanto sobre el asunto de jubilaciones contenían los estatutos, las costumbres y los ejemplares, y cuanto fuese digno de notar en la malicia o en la inocencia de mi ruego.
    • 1763 Romea Tapia, J. C. Escritor sin titulo p. 233 Esp (BD)
      Con qué gustazo, si he muerto en Gracia de Dios, tendré la gloria accidental de verme libre de musicos, y danzantes, que á titulo de mal hablados, charlatanes de alquilér, y criticos por infusion, no le dejan á uno criar pelo. Que venga entonces esta chusma gritona, petardista, y faraute, rascandoles el mugre á sus chillones, y dulzaynas, soplando por oficio, y moliendo por necessidad, solo porque á titulo de mejorarlos de sesso, se les permite manosear Cartapacios.
    • c1786 María Delgado, J. Adiciones Quixote, Benengeli Esp (BD)
      Era el tal Don Aniceto hombre de corta edad, despejado, de genio agudo y alegre, de eco afrancesado, su trage peinado, y ademánes de última moda, y al fin, de estos que llaman de aspecto recomendable; pero, segun despues se manifestó, era realmente un caballero franco, petardista, de profesion embustero, que vivia de la industria y socarronería [...].
    • 1820-1823 Miñano, S. Sátiras [1994] 390 Esp (CDH )

      Ya me parece que la estoy oyendo: apenas habría uno que no se dijera dueño de un mayorazgo de 10 000 ducados; y si la conversación duraba siquiera diez minutos, acabaría por pedir un par de duros prestados, ínterin llegaba la letra prometida por su administrador. Entretanto, pasaría una señora decente sin meterse con nadie, y el petimetre petardista se la acercaría con gran descaro a decirla veinte sandeces y ofrecerla montes de oro, haciendo sonar los dos duros y los anillos dorados del reloj.

    • 1816-1827 Fdz Lizardi, J. J. Periquillo Sarniento [1997] México (CDH )

      A un empleado en una oficina, a un militar o cosa semejante, le harán mejor tratamiento que a un sastre o a cualquier otro oficial mecánico, y muy bien hecho: razón es que las gentes se distingan; pero al sastre y aun al zapatero lo estimarán más en todas partes, que no al hidalgo tuno, ocioso, trapiento y petardista, que es lo que quiero que no sea mi hijo.

    • 1816-1827 Fdz Lizardi, J. J. Periquillo Sarniento [1997] México (CDH )

      Eso sabía yo bien: deber, destruir, aniquilar, endrogar y no pagar a nadie de esta vida, y éstas son las cuentas que saben los perdidos de pe a pa. Sumar no saben porque nunca tienen qué; multiplicar, tampoco, porque todo lo disipan; pero restar a quien se descuida, y partir lo poco que adquieren con otros haraganes petardistas que llaman sus amigos, eso sí saben como el mejor sin necesitar las reglas de la aritmética para nada. Así lo hice yo.

    • 1832 Alemán, L. Lucas, Martín p. 30 Esp (BD)
      Don Martín. Pues como iba diciendo.... Lee. Personas actrices y actores, comparsas y ejecutores de la pieza [...]. Un Abogado embrollista. Un Escribano petardista. Una Criada cuentista.
    • 1844 Redecilla, J. M.ª Trad Gran ciudad, Kock p. 112 Esp (BD)
      Hay petardistas en todas las clases y gerarquías de la sociedad, por lo cual se hace preciso que vivais siempre con cuidado. Se ha querido decir que habia tambien mujeres petardistas, pero esta palabra no está admitida todavía respecto á ellas, y de consiguiente nosotros no podemos creerlo.
    • 1876-1880 Zugasti Sáenz, J. Bandolerismo [1983] Esp (CDH )

      Confinante o vecino a la región del tuneo estaba el no menos famosoreino de Germanía.

      Sin duda entre ambas regiones había perpetua comunicación y recíproco influjo, si bien era inmensa la distancia que mediaba desde el estudiante travieso y petardista hasta el tuno ya preso y en camino de ser sentenciado a galeras.

      La línea divisoria entre el hurto y el robo, entre el gandul y el rufián, entre el tuno y el ladrón estaba trazada por la prisión y sentencia del pícaro a público azotamiento por el verdugo.

    • 1876-1880 Zugasti Sáenz, J. Bandolerismo [1983] Esp (CDH )
      En cuanto a los hidalgos, debo decir que más adelante, merced al conjunto de condiciones sociales que concurrían, sobre todo respecto a la viciosa organización de la propiedad, produjeron también un tipo especial de aventureros petardistas, que fue clasificado con la significativa denominación de Caballero de Industria, y de los cuales me ocuparé en su lugar oportuno.
    • 1876-1880 Zugasti Sáenz, J. Bandolerismo [1983] Esp (CDH )
      En tales ocasiones, lo que más indignaba a los sopívoros era que estos hidalgos no se preciaban de ser sopones descarados mondos y lirondos, como sus adversarios los estudiantes de la capacha, que a voz en grito decían que había sopistas capaces de ser arzobispos y algo más, y no se afrentaban del bodrio como aquellos hidalgüelos petardistas, aventureros y vanidosos, que sin din alardeaban del don, siendo a la postre caballeros hebenes, hueros, chanflones, chirles, traspillados, caninos y trapaceros [...].
    • 1902 Siles, J. "Última aventura" [01-01-1902] n.º 109, p. 570 Pluma y Lápiz (Barcelona) Esp (HD)
      Nadie ha contado la última aventura de don Juan, de aquel don Juan famoso, seductor de mujeres, apaleador de rivales, terror de padres y maridos. En su vida, consagrada al amor, jamás había sufrido una derrota. Apuesto, valeroso, gallardo, algo petardista, elegante y dicharachero, no había mujer libre de sus redes, ni había lugar vedado á sus audacias.
    • 1906 Anónimo (Dr. Fausto) "Divorcio moral" [04-03-1906] ABC (Madrid) (HD)
      El hijo mayor perteneció al Ejercito, fue muy pundonoroso, de espiritu recto y caballeresco. Su hermano, en cambio, esceptico, holgazan, mujeriego y petardista, no hizo jamas cosa de provecho, buscando conflictos y aventuras donjuanescas.
    • 1921 Muñoz Pabón, J. F. "Javier Miranda" [01-05-1921] Las Provincias: Diario de Valencia (Valencia) Esp (HD)
      La Millona no ama, ni amará nunca. Ese, que es su pecado, será su castigo. ¿Ni cómo amar a ese hombre, vano, enmedio de su aparente modestia; memo, enmedio de su aparente ilustración; insustancial, enmedio de los pormenores de su charla de recortes de periódico; embustero, enmedio de sus protestas de veracidad y de honradez; farsante, en fin, y petardista y trapisondista y tramoyista y qué sé yo, porque lo que ese hombre está haciendo, es una truhanería y una memez al mismo tiempo, el descoco mayor de todos los descocos, y la brutalidad más bruta de las brutalidades.
    • 1923 Anónimo "Exterminio Circulo Mercantil" [22-04-1923] Diario de Almería (Almería) (HD)
      Esta actitud nuestra, desató contra nosotros las iras de los elementos perturbadores que se han adueñado del Círculo Mercantil y todos esos elementos perturbadores sin excepción, desde el politiquillo fracasado, al abogado sin pleitos; desde el comerciante petardista hasta el vulgar matutero, se aprestaron a destruirnos, empleando para ello los procedimientos mas en armonía con sus perversas intenciones y las armas de que suelen valerse —porque no saben esgrimir otras— los rufianes y los cobardes.
    • 1985 Anónimo (Felichi) "Contrabando oro" [11-08-1985] ABC (Madrid) (HD)
      Pero las oscuras intenciones que a veces le rondaban se debían más a las malas compañías que frecuentaba que a su propio fuero interno. Así, cuando un guillado, subrepticio, petardista y contubernio personaje no alcanzaba por sí mismo a su maldiciente plan, acudía a Cebollo y le decía: "¿A que no te atreves?" Y Cebollo, sin adivinar sus perversas intenciones, inmerso en su guerra particular, caía en la trampa y, trayendo consigo un cargamento de palomitas de maíz, contestaba: ¿Ves como sí?
    • 2008 Cora, J. Historia último inquisidor p. 70 Esp (BD)
      Ya en la calle, el ajetreo del cercano mercadillo se ralentiza al paso de los tres alguaciles armados. No son de la ciudad y eso apacigua el susto de los tablajeros petardistas, de los clientes suspicaces y de los comendadores de Bola con cuentas pendientes. Sus andares bizarros no denotan interés por lo que se cotorrea o trafica a los pies del pazo de los condes de Altamira, pues cruzan los puestos de venta a vuela capa, con la vista fija en el frente.
  4. s. m. y f. Persona que detona petardos u otros explosivos.
    docs. (1822-2021) 13 ejemplos:
    • 1822 Anónimo "Anoche baylaba" [27-09-1822] El Indicador de los Espectáculos y del Buen Gusto (Madrid) (HD)
      Antes de anoche mientras se baylaba en la plaza de la Constitucion rebentó un petardo colocado en una reja de la calle de la amargura. El miserable petardista no ha parecido; pero este incidente no causó el menor susto, ni produjo ninguno de los efectos que se habria propuesto su autor.
    • 2021 Ortiz Gondra, B. Verdadero Gondra p. 120 Esp (BD)
      Y esa palabra que ahora usaban todos, "victimario", yo no la había oído jamás. "Terrorista", "asesino", "abertzale", "borroka"... esas sí, esas formaban parte de nuestro vocabulario de entonces; incluso "petardista", como decía con una sorna pasmosa la abuela Angelita de quienes colocaban bombas, y que hoy recuerdo casi con nostalgia.
    • 1822 Anónimo "Anoche baylaba" [27-09-1822] El Indicador de los Espectáculos y del Buen Gusto (Madrid) (HD)
      Antes de anoche mientras se baylaba en la plaza de la Constitucion rebentó un petardo colocado en una reja de la calle de la amargura. El miserable petardista no ha parecido; pero este incidente no causó el menor susto, ni produjo ninguno de los efectos que se habria propuesto su autor.
    • 1862 Anónimo "Otro petardo" [02-09-1862] La Discusión (Madrid) (HD)
      El domingo por la noche, á eso de las nueve, cuando la calle de Alcalá estaba cuajada de gente que contemplaba el voraz incendio ocurrido en la calle de Peligros, estalló una verdadera bomba que algun malvado puso en el dintel de una puerta contigua al parador de San Bruno [...]. Nosotros no podemos creer que esto de los petardos sea obra de ningun partido, no; tenemos á todos ellos demasiado respeto para sospecharlo siquiera; debe de ser cosa de cuatro desalmados que en una perturbacion momentánea del órden público crean hallar el fin á que tan indignamente aspiran. Parece que por un hecho de esta clase ha sido puesto á disposicion de la autoridad un dependiente de una tienda de la plazuela de Santo Domingo; pero segun se dice la edad del petardista y su manera de proceder indican que su accion fué una muchachada.
    • 1878 Anónimo "Policia sorprendió" [20-03-1878] La Lucha (Gerona) (HD)
      —Lo policia sorprendió anoche á un petardista en el momento de aplicar fuego á la mecha de un petardo de laton cargado de dinamita puesto á la puerta de la habitacion del capitan general.
    • 1889 Anónimo "Petardo anoche" [06-01-1889] El Imparcial (Madrid) (HD)
      En el momento de ocurrir la explosión iba por la calle de la Paz un sereno, otro por el callejón de San Ricardo, y á la puerta de la Central de Telégrafos habia un guardia civil. Ninguno de ellos vió á la persona que dejara el petardo. Uno de los serenos fué esta madrugada conducido al gobierno civil. En el lugar de la ocurrencia presentáronse el Sr. Aguilera y otros varios agentes de la autoridad. En la reja hallaron los restos del zapato en que había estado encerrado el petardo. Este debió ser encendido y preparado por el petardista en el recipiente que hay próximo á la calle de la Paz, pues en otro caso le hubieran visto los tres agentes que estaban cerca de aquel lugar.
    • 1892 Anónimo "Dolorosas enseñanzas" [11-02-1892] La Dinastía (Barcelona) (HD)
      El petardo ó bomba de dinamita que estalló en la plaza Real, convida á reflexionar. Lo colocó alli una mano criminal, es indudable; pero ¿por qué motivo? Las plantas del parterre á que el explosivo fué arrojado, nada habían hecho al autor del delito; tampoco el banco de mármol; ni los vidrios y faroles rotos, ni el infeliz que resultó cadáver, ni la agraciada joven que recibió una herida. La acción del petardista iba rectamente contra el sosiego público; ó, en otros términos, contra la sociedad. La explosión de la dinamita correspondió á la explosión del odio en rojas proclamas contra los burgueses.
    • 1909 Baroja, P. Ciudad niebla [1960] p. 181 Esp (BD)
      El señor Jonás Pinhas, a quien Baltasar había recomendado a las dos amigas, era el dueño de una tienda de Old Compton Street, antigua calle del popular barrio del Soho, barrio de artistas, de anarquistas y de petardistas. Se hallaba la tienda del señor Jonás en una casa pequeña y negra, entre una peluquería y una librería de viejo que era al mismo tiempo almacén de antigüedades.
    • 1910 Méndez, F. "Último reformador" [09-06-1910] Nuevo Mundo (Madrid) Esp (HD)
      El terrible cestero, cuya deformación física se debía sin duda al peso constante del maletín que contenía la bomba, en cuyo acarreo de un lado para otro se deleitaba, confundió las especies, mejor dicho, los oficios, y creyó de buena fe, (porque, después de todo, se ve que era un hombre de buena fe), que daba lo mismo ejercer el oficio de cestero, que según el dicho vulgar, quien hace un cesto hace ciento, que el de polvorista, dinamitero, sociólogo de acción, petardista ó pirotécnico. Y puesto á fabricar explosivos, bombas, petardos y demás máquinas infernales, se lió la manta á la cabeza y fabricó una, y luego otra, y otra luego, y otra, y ¡que sé yo! [...].
    • 1920 Anónimo "Detenido" [15-12-1920] La Correspondencia de España (Madrid) (HD)
      —El gobernador ha felicitado y gratificado al guardia Saturnino García, que detuvo al petardista que colocó la bomba en la casa de Bergua.
    • 1932 Anónimo "Terrorista obediente" [30-09-1932] Ahora (Madrid) (HD)
      En la Secretaria del ministro de Agricultura se recibió ayer un anónimo anunciando que a las doce del día haría explosión una bomba en el despacho del ministro. El secretario, Víctor Vila, gran virtuoso del teléfono, ante tan aterrador aviso, se agarró al automático y comunicó al anónimo petardista: —Suspenda la colocación del explosivo, pues don Marcelino está ausente de Madrid. Y el anónimo le ha hecho caso.
    • 1995 Prensa El Mundo, 03/12/1995 [1995] Esp (CDH )
      Poco después, en los preparativos de la marcha sobre Aqaba, apareció un segundo español, Javier Roca, anarquista que había salido por piernas de Barcelona para plantarse en el desierto como consumado petardista. Es indudable que hay épocas en que una bomba española recorre el mundo.
    • 2003 Espinosa Villarreal, G. Verdad dicha [2011] p. 201 Co (BD)
      Uno de los presentes, un petardista de Medellín, propuso como acción inicial colocar bombas en los autobuses urbanos. Tal invitación descabellada hundió la reunión en la hilaridad. Aquel petardista, que en su apartamento medellinense guardaba enorme provisión de explosivos, voló con él por los aires una noche, cinco o seis años después.
    • 2019 Cal, L. "Lugarteniente Guevara" [30-06-2019] El Mundo (Madrid) Esp (HD)
      Parte del documento de los norteamericanos y de otros escritos redactados por la Policía española se incluyen en el informe amparado por el Ministerio del Interior, en el que se sitúa al dibujante madrileño Reyes Marín Novoa como "petardista del DRIL en San Sebastián", es decir, la persona que presuntamente puso la bomba en la consigna de la estación de Amara y acabó con la vida de la pequeña Begoña.
    • 2021 Ortiz Gondra, B. Verdadero Gondra p. 120 Esp (BD)
      Y esa palabra que ahora usaban todos, "victimario", yo no la había oído jamás. "Terrorista", "asesino", "abertzale", "borroka"... esas sí, esas formaban parte de nuestro vocabulario de entonces; incluso "petardista", como decía con una sorna pasmosa la abuela Angelita de quienes colocaban bombas, y que hoy recuerdo casi con nostalgia.
  5. Acepción en desuso
  6. adj. Perteneciente o relativo al petardismo.
    docs. (1844) Ejemplo:
    • 1844 Anónimo "Sigue broma" [27-06-1844] La Posdata (Madrid) (HD)
      Asi juguetes de capricho loco / salen cardados al coger los cardos / y en el garlito caen poco á poco; / que á pesar de su oficio petardista / los que vuelan siguiéndoles la pista / les pegan solemnísimos petardos.
  7. adj. [Persona] Que detona petardos u otros explosivos.
    docs. (1886-1999) 3 ejemplos:
    • 1886 Anónimo "Gacetilla. Petardo fin de fiesta" [10-04-1886] El Bien Público (Mahón) (HD)
      Demasiado sabe El Zorrillista, que el oficio de disparar petardos es propio de socialistas y sus congeveres; y que al oirse tales disparos, los conservadores se arman hasta los dientes para rechazar cualquier agresion de la plebe petardista. Lástima que el de anteanoche no tuviera tanto valor como mala intencion, y se hubiera dejado coger, mártir de su idea. De seguro que al ser registrado, no se le hubiera encontrado ni un perro chico.
    • 1992 Anónimo (Adriano) "Perdón, culpa" [11-07-1992] ABC (Sevilla) (HD)
      ETA no ha cantado la palinodia. No le ha pedido perdón a España por la sangre por la sangre vertida y los duelos causados. Al contrario: sus portavoces legitimados, los diputados de HB, se reafirman en sus teorías radicales y en sus métodos violentos y sus raleadas huestes petardistas preparan —¡qué duda cabe!— nuevos zarpazos, otros tiros en la nuca.
    • 1999 Contreras, L. "Verde valle" [06-04-1999] ABC (Madrid) Esp (HD)
      Reforzados por los nacionalistas del antiguo valle, los etarras de toda laya han engrosado sus efectivos en lo alto del monte. Ya se lamentarán los herederos de Sabino Arana cuando, afianzados en el valle con sus nuevas compañías petardistas y dinamiteras, tengan que llorar con nostalgia por el valle destruido.
  8. adj. Perteneciente o relativo a los petardos u otros explosivos.
    docs. (1904-2005) 5 ejemplos:
    • 1904 Anónimo "Barcelonesas. Lío" [04-11-1904] El Porvenir del Obrero (Mahón) (HD)
      Pero, en fin, ya que no puedo hablar del movimiento obrero, hablaré del movimiento dinamitero ó petardista, ya que otra vez vuelve a estar de moda eso de las bombas... mansas. Como ya sabeis, á raiz de la explosión de una... llamémosla bomba, en el Palacio de Justicia, fueron detenidos varios compañeros, siendo más tarde ó más temprano puestos en libertad por no resultar cargo alguno contra ellos.
    • 1937 Anónimo "España bajo República" [19-09-1937] ABC (Sevilla) (HD)
      En la indígena Puerta de Jerez, unos individuos, que tal vez fueran extremistas, destruyeron, por vía petardista, un camión de la casa Fernández-Palacios. Por los explosivos fueron alcanzados un obrero de la limpieza y un botones del Gran Hotel.
    • 1964 Anónimo "Llamamiento Oposición Sindical Obrera" [01-04-1964] n.º 47, p. 1 Lucha Obrera (Madrid) (HD)
      Cuando la huelga de los obreros asturianos irradia su poder de atracción a otras zonas del país; cuando en la conciencia de los trabajadores va enraizando la convicción de que sus reivindicaciones político-sociales sólo podrán ser conquistadas por medio de la lucha de masas y se lanzan decididamente a ella, el estallido de petardos en diversos lugares de Madrid, aparece como demasiado sincronizado para no hacerse sospechoso de factura policíaca, de ser obra de la provocación [...]. La Oposición Sindical Obrera condena la práctica petardista por ser ajena a la acción de los obreros.
    • 2003 Melgar Bao, R. Exilio América Latina p. 41 Pe (BD)
      En esos años la APRA en el Perú abogaba abiertamente por la violencia política, la cual había ejercido bajo todas sus formas: rebelión, atentados petardistas, aniquilación física, terrorismo. En la retórica violentista de los líderes apristas, la vía mexicana de la Revolución aparecía como legitimadora de los muchos sentidos de su accionar conspirativo.
    • 2005 Lpz Mato, O. 1874. Revolución Olvidada p. 15 Ar (BD)
      Había violencia en sus calles, ahora en manos de los inmigrantes que no habían dejado sus ánimos petardistas en Europa. Francisco y Pedro Guerri lanzaron una bomba contra el carruaje del presidente Sarmiento. Sordo como una tapia, ni escuchó el estruendo.
  9. adj. [Cosa] Que genera una idea equivocada.
    docs. (1908-1929) 2 ejemplos:
    • 1908 Pz Galdós, B. España sin Rey [1908] 36 Esp (CDH )
      Diríase que sus brazos, honestamente recogidos, se iban a convertir en alas, y que todo lo que su modestia callaba lo diría remontando el vuelo por encima de las cabezas de la tía y el visitante. Una vez que la ilustre viuda explanó sus derechos, se metió en el campo político, declarándose ferviente partidaria de la Causa que el caballero defendía. No había otro Rey para España que el gallardo Príncipe, hijo de don Juan y nieto de don Carlos María Isidro. A estas manifestaciones añadió el relato patético de sucesos presenciados por ella en los años 34 y 35; páginas palpitantes de la vida y desengaños del asendereado Carlos V, la verdadera Historia de España, según don Wifredo. Aunque se la sabía de memoria, oíala siempre con desmedido gusto. La otra Historia, la de la rama segunda, que a Isabel enaltecía llamándola Reina y a su tío denigraba con el depresivo mote de Pretendiente, le atacaba los nervios: era una Historia suplantada, apócrifa y petardista.
    • 1929 Melitón González (Pablo Parellada y Molas) "Cada vez más" [19-06-1929] La Nación (Madrid) Esp (HD)
      Cada vez con más frecuencia el cine es petardista aun para las personas que sólo asisten al espectáculo tenebroso cuando se anuncian películas de título atrayente. Fausto atrajo gran concurrencia, ávida de contrastar el de la pantalla con el del imponderable poema de Goethe, y sufrieron gran desencanto al ver que el protagonista, rejuvenecido por el demonio, era una mujer vestida de hombre, y el poema nos lo presentaban desfigurado, en forma que no lo conociera el autor del poema si renaciera tan sólo para verlo.
  10. s. m. y f. Persona que utiliza su autoridad para lucrarse.
    docs. (1912-2022) 8 ejemplos:
    • 1912 Anónimo "Trad Napoleón pequeño" [02-02-1912] El Progreso de Canarias (Santa Cruz de Tenerife) (HD)
      ¿Quienes son esos hombres que mandan los regimientos y los gobiernan? Al jefe ya lo conocemos. Este de acá, que llegó á ministro, iba á ser "cazado" el 3 de diciembro, y por lo mismo es por lo que coadyuvó al golpe de Estado del 2. Aquél es el "petardista" de los veinticinco millones pedidos á la Banca. Ese otro es al que antes de ser ministro le decía "un amigo": —¡Ea, hombre! ¡Con tus acciones del negocio en cuestión nos hunde y me revientas! ¡Si hay estafas, que participe yo de ellas!
    • 2022 Damas, E. "Henry atrapado" [25-09-2022] Aporrea (Caracas): aporrea.org Ve (HD)
      Los gobernantes adecos y todos los adecos bien acomodados, "enchufados", como se dice en la jerga de ahora, que eran tantos como dirigentes y empresarios había de distintos niveles ligados al partido y hasta la infinita cantidad de "petardistas", buscadores de contratos para venderlos a quienes de verdad ejecutarían las obras, tenían a sus hijos, aquellos más allá de la adolescencia, estudiando en el exterior.
    • 1912 Anónimo "Trad Napoleón pequeño" [02-02-1912] El Progreso de Canarias (Santa Cruz de Tenerife) (HD)
      ¿Quienes son esos hombres que mandan los regimientos y los gobiernan? Al jefe ya lo conocemos. Este de acá, que llegó á ministro, iba á ser "cazado" el 3 de diciembro, y por lo mismo es por lo que coadyuvó al golpe de Estado del 2. Aquél es el "petardista" de los veinticinco millones pedidos á la Banca. Ese otro es al que antes de ser ministro le decía "un amigo": —¡Ea, hombre! ¡Con tus acciones del negocio en cuestión nos hunde y me revientas! ¡Si hay estafas, que participe yo de ellas!
    • 1925 Malaret, A. Diccionario americanismos (BD)
      PETARDISTA. —m.— Amér. Merid. Chanchullero político.
    • 1942 Santamaría, F. J. DiccGralAmericanismos (NTLLE)
      PETARDISTA. com. En Sur América, chanchullero político.
    • 1966 Morínigo, M. A. DiccAmericanismos (NTLLE)
      PETARDISTA. m. Méx. Político chanchullero.
    • 1977 García-Juez, M. Á. "Bernabéu, león blanco" [10-04-1977] Mediterráneo: Prensa y Radio del Movimiento (Castellón de la Plana) Esp (HD)
      —Se ha dicho que está escribiendo sus memorias, ¿qué contará en ellas, los trapos sucios del fútbol? —En primer lugar, no tratarán de fútbol porque sobre eso está todo escrito. Además no hay trapos sucios. Lo que pasa es que si un directivo o un jugador hacen una cosa incorrecta, enseguida la prensa dice que el futbol es así. Porque haya un caso deshonroso no puede hacerse extensivo a todo el deporte. Precisamente, los que están diciendo eso y deshonrando al fútbol son los que están ganando millones. El que es un sinvergüenza, un petardista, se está forrando.
    • 2019 Anónimo (El Diablo Cojuelo) "Comentarios políticamente incorrectos" [10-10-2019] El Correo Extremadura (Badajoz) (HD)
      Hoy aparece en los medios de comunicación otra granujada de los hijos putativos de D. Pablo el de las barbas. En Huévar de Aljarafe pueblo sevillano, han aparecido unos documentos que demuestran lo que ya todo el mundo intuía, la compra de votos del PSOE andaluz a cambio de empleo público y la amenaza de despido a los empleados no afines. Esto, en un país serio, España no lo es, debería ser motivo de que los ciudadanos no volvieran a votar a esa pandilla de fulleros, tahúres, petardistas y embaucadores. De raza le viene al galgo, la historia del socialismo patrio está llena de felonías, mentiras, fraudes, robos y violencia.
    • 2022 Ospina, C. A. "Esclavos mendaz" [11-06-2022] Eje21 (Bogotá): eje21.com.co Co (HD)
      De sí, este congresista es ordinario en razón a que no conoce límites en su configuración mental del mal. Para eso bien se puede indicar que cada uno habla como quien es. A fin de cuentas, al petardista no le da para más. Lambón de siete suelas untadas con el estiércol de la corrupción, vendedor de la peor bazofia política, farolero con el único mérito de entregarse al mejor postor, decidido conspirador de bajezas y solapado peletero de costumbres taimadas.
    • 2022 Damas, E. "Henry atrapado" [25-09-2022] Aporrea (Caracas): aporrea.org Ve (HD)
      Los gobernantes adecos y todos los adecos bien acomodados, "enchufados", como se dice en la jerga de ahora, que eran tantos como dirigentes y empresarios había de distintos niveles ligados al partido y hasta la infinita cantidad de "petardistas", buscadores de contratos para venderlos a quienes de verdad ejecutarían las obras, tenían a sus hijos, aquellos más allá de la adolescencia, estudiando en el exterior.
  11. adj. [Vehículo] Que produce un ruido fuerte e intermitente.
    Sinónimos: pedorro, a; petardeante
    docs. (1919-1979) 4 ejemplos:
    • 1919 Salaverría, J. M.ª "Brezos montaña" [13-09-1919] La Montaña: Revista Semanal de la Colonia Montañesa (La Habana) Esp (HD)
      Tranvías reclinantes y petardistas motocicletas; rumor de ola humana; trajín entre dramático y estúpido de las calles polvorientas; vaho intranquilo y dudoso de la gran ciudad: todo eso ha terminado casi bruscamente. Ahora el viajero se mece en cunas de silencio, como en ampos de algodón en rama. Paz. Ni una estridencia en el aire, ni una impaciencia en los nervios. Sobre la montaña cruzan las nubes de femeninos contornos. Y para hacer más sedante todavía la hora y el sitio, el mar azulea allá abajo infinitamente.
    • 1929 Anónimo (W.) "Ruido París" [10-01-1929] Las Provincias: Diario de Valencia (Valencia) (HD)
      Estos agentes levantarán proceso verbal a los "virtuosos" del escape libre, a los chófers que parecen conducir autos-ametralladora, y a los jóvenes "sportmen" que con su motocicleta petardista les recuerdan a los antiguos combatientes toda clase de días gloriosos, pero terribles.
    • 1955 Alaiz, F. "Dice, oculta prensa" [24-04-1955] CNT (Toulouse) Esp (HD)
      A pesar de todo, no tardé en poner en claro que la algarabía y el cambio de humor del ajustador se debían a que éste acababa de comprar una moto. Fuí a verla. Estaba en la calle. Era imponente. Una de esas grandes motos petardistas poco anteriores a la boga de marcas de tipo ligero. Verdadero y suntuoso alarde mecánico.
    • 1979 Anónimo "Cuento. Gorriones" [21-02-1979] Diario de Burgos (Burgos) (HD)
      Un bólido aparatoso y petardista se detiene cerca de un campesino [...]. —¿Por qué razón le has indicado la ruta más larga? Y el otro se ríe y le explica: —Hazte cargo que en ese camino tengo heredades y en el otro no. Así, con ese armatoste, causarán miedo a los gorriones.
  12. adj. Que habla o critica [algo o a alguien] de manera enérgica, reiterada o provocativa.
    docs. (1946-2022) 13 ejemplos:
    • 1946 Anónimo "Verité comunista" [17-08-1946] ABC (Madrid) (HD)
      Esos periódicos carecen de autoridad y de responsabilidad. Son vertederos del odio y de las malas pasiones; no pueden ocultar su rencor ni su encono y sobradamente conocidos son, aunque no firmen los autores e inspiradores de informaciones falsas y calumniosas, de artículos petardistas, de ensayos demagógicos, donde la injuria descarada y la excitación a la violencia constituyen su estridente estribillo.
    • 2022 Anónimo "Masas inflamables" [17-08-2022] Perú 21 (Lima) (HD)
      Si Torres no da este jueves explicaciones satisfactorias sobre lo que hay detrás de estas eventuales maniobras de agitación y violencia social, deberá ser interpelado y hasta censurado por su reiterada actitud petardista y confrontacional con los poderes del Estado. En una democracia representativa, como la que rige en el Perú, movilizaciones beligerantes como las que están convocando y organizando en Palacio no tienen espacio ni cabida.
    • 1946 Anónimo "Verité comunista" [17-08-1946] ABC (Madrid) (HD)
      Esos periódicos carecen de autoridad y de responsabilidad. Son vertederos del odio y de las malas pasiones; no pueden ocultar su rencor ni su encono y sobradamente conocidos son, aunque no firmen los autores e inspiradores de informaciones falsas y calumniosas, de artículos petardistas, de ensayos demagógicos, donde la injuria descarada y la excitación a la violencia constituyen su estridente estribillo.
    • 1979 Campmany, J. "Salutación optimista" [18-03-1979] ABC (Madrid) Esp (HD)
      Todos hemos abusado un poco de su paciencia. A nadie hizo callar su campanilla. Letamendía lanzaba desde la tribuna sus recitados petardistas. Alfonso Guerra descargaba sobre las cabezas de los ministros su diccionario político secreto. Heribert Barrera, sus proclamas republicanas. Los socialistas golpeaban los pupitres como alumnos maleducados. Todo ante la resignación cristiana de don Fernando.
    • 1987 Azúa, F. Hombre humillado [1991] 125 Esp (CDH )

      Diego no parece muy convencido, sin embargo he descubierto rasgos desconcertantes en Diego. Aparenta ser la sumisión en persona, pero pertenece a un grupo de feroces nacionalistas, violentos y clandestinos. No habla una sola palabra de catalán, se limita a emplear algunos giros («guaita», «la mare que el va parir», «s'acabat el bròquil»y así sucesivamente) y a utilizar un llavero con la señera. Pero su argumentación es petardista. Si alguien menciona la aduana de Port Bou, pongamos por caso, lo que sucede con cierta frecuencia pues tienen allí un enlace, un número de la benemérita que a veces nos visita sin bajar del Volvo, sufre una transformación; se hincha hasta semejar un odre de color púrpura y en sus ojos destella la locura de los degüellos sicilianos. No le cabe ninguna duda de que los españoles han forzado un cambio en el clima de Cataluña, por el costoso medio de quemar bosques y desforestar, con el fin de invadir el principado de conejos. En mi barrio, asegura con rotunda convicción, ya han muerto tres catalanes de mixomatosis; a este ritmo no quedará un solo patriota al sur de Perpignan en menos de diez años.

    • 1996 Anónimo "Roca mantendrá entente" [14-11-1996] La Vanguardia (Barcelona) (HD)
      Roca, por tanto, se dispone a mantener el clima de entente con Pasqual Maragall, una oposición de perfil muy institucional, más partidaria del acuerdo que de la bronca, muy alejada del tono imperativo y de la agresividad política con que Artur Mas y Josep Maria Cullell fiscalizaron la gestión municipal de los socialistas entre 1987 y 1995 [...]. "Yo tengo un estilo y no lo voy a cambiar. No creo en una oposición 'petardista' que nunca sería positiva, ni para los intereses de la ciudad ni para los intereses de Convergència", dijo ayer.
    • 2006 Anónimo "Riquelme Real Madrid" [10-01-2006] Infobae (Buenos Aires): infobae.com (HD)
      A pesar de que Hugo Orlando Gatti, en sus clásicas afirmaciones petardistas, haya asegurado que Juan Román Riquelme es un jugador para equipos chicos, la dirigencia del Real Madrid piensa lo contrario. El argentino está en una lista que la dirigencia merengue tiene en sus manos para suceder al francés Zinedine Zidane.
    • 2016 Krapp, F. "Amis" Página 12 (Buenos Aires) Ar (CORPES)
      Sir Kingsley Amis hubiera estado contento por la reciente noticia del brexit. Durante los años ochenta hasta el día de su muerte en 1995, Amis se convirtió en sinónimo de thatcherismo, y no por ser necesariamente crítico. Con su figura de escritor irreverente y petardista ocurrió un fenómeno parecido al de Jorge Asís entre nosotros: inicios en partidos de izquierda (marxista, en el caso del inglés) y un viraje hacia el conservadurismo que en Amis le valió el mote de Sir. Y, como Asis, terminó por convertirse en una parodia de su propio personaje (no llegamos a verlo en algún programa estilo Fantino con tono inglés, pero seguramente hubiera sido un panelista fijo). Tan desdoblado estaba de sí mismo que durante el final de su vida vivió de prestado: convivía con su primera ex esposa y su tercer marido, padecía trastornos de identidad (a veces creía dominar su cuerpo) y su receta diaria consistía en desayunar scotch, almorzar unas cervezas, merendar brandy y cenar un par de bourbons; técnica alimenticia que hubiera admirado a John Lee Hooker.
    • 2022 Anónimo "Masas inflamables" [17-08-2022] Perú 21 (Lima) (HD)
      Si Torres no da este jueves explicaciones satisfactorias sobre lo que hay detrás de estas eventuales maniobras de agitación y violencia social, deberá ser interpelado y hasta censurado por su reiterada actitud petardista y confrontacional con los poderes del Estado. En una democracia representativa, como la que rige en el Perú, movilizaciones beligerantes como las que están convocando y organizando en Palacio no tienen espacio ni cabida.
    • 1946 Anónimo "Verité comunista" [17-08-1946] ABC (Madrid) (HD)
      Esos periódicos carecen de autoridad y de responsabilidad. Son vertederos del odio y de las malas pasiones; no pueden ocultar su rencor ni su encono y sobradamente conocidos son, aunque no firmen los autores e inspiradores de informaciones falsas y calumniosas, de artículos petardistas, de ensayos demagógicos, donde la injuria descarada y la excitación a la violencia constituyen su estridente estribillo.
    • 1979 Campmany, J. "Salutación optimista" [18-03-1979] ABC (Madrid) Esp (HD)
      Todos hemos abusado un poco de su paciencia. A nadie hizo callar su campanilla. Letamendía lanzaba desde la tribuna sus recitados petardistas. Alfonso Guerra descargaba sobre las cabezas de los ministros su diccionario político secreto. Heribert Barrera, sus proclamas republicanas. Los socialistas golpeaban los pupitres como alumnos maleducados. Todo ante la resignación cristiana de don Fernando.
    • 1987 Azúa, F. Hombre humillado [1991] 125 Esp (CDH )

      Diego no parece muy convencido, sin embargo he descubierto rasgos desconcertantes en Diego. Aparenta ser la sumisión en persona, pero pertenece a un grupo de feroces nacionalistas, violentos y clandestinos. No habla una sola palabra de catalán, se limita a emplear algunos giros («guaita», «la mare que el va parir», «s'acabat el bròquil»y así sucesivamente) y a utilizar un llavero con la señera. Pero su argumentación es petardista. Si alguien menciona la aduana de Port Bou, pongamos por caso, lo que sucede con cierta frecuencia pues tienen allí un enlace, un número de la benemérita que a veces nos visita sin bajar del Volvo, sufre una transformación; se hincha hasta semejar un odre de color púrpura y en sus ojos destella la locura de los degüellos sicilianos. No le cabe ninguna duda de que los españoles han forzado un cambio en el clima de Cataluña, por el costoso medio de quemar bosques y desforestar, con el fin de invadir el principado de conejos. En mi barrio, asegura con rotunda convicción, ya han muerto tres catalanes de mixomatosis; a este ritmo no quedará un solo patriota al sur de Perpignan en menos de diez años.

    • 1996 Anónimo "Roca mantendrá entente" [14-11-1996] La Vanguardia (Barcelona) (HD)
      Roca, por tanto, se dispone a mantener el clima de entente con Pasqual Maragall, una oposición de perfil muy institucional, más partidaria del acuerdo que de la bronca, muy alejada del tono imperativo y de la agresividad política con que Artur Mas y Josep Maria Cullell fiscalizaron la gestión municipal de los socialistas entre 1987 y 1995 [...]. "Yo tengo un estilo y no lo voy a cambiar. No creo en una oposición 'petardista' que nunca sería positiva, ni para los intereses de la ciudad ni para los intereses de Convergència", dijo ayer.
    • 2006 Anónimo "Riquelme Real Madrid" [10-01-2006] Infobae (Buenos Aires): infobae.com (HD)
      A pesar de que Hugo Orlando Gatti, en sus clásicas afirmaciones petardistas, haya asegurado que Juan Román Riquelme es un jugador para equipos chicos, la dirigencia del Real Madrid piensa lo contrario. El argentino está en una lista que la dirigencia merengue tiene en sus manos para suceder al francés Zinedine Zidane.
    • 2008 Friera, S. "Autor márgenes" [01-12-2008] Página 12 (Buenos Aires) Ar (HD)
      Su leyenda de "loco literario" deambula por los desagües de la infrarrealidad. La oficialidad aún no lo redime ni tolera su conducta provocadora, petardista. Era demasiado intransigente, excesivamente radical para los estómagos de los "custodios" del canon, que siempre se reservan el derecho de admisión.
    • 2011 Anónimo "Desafio segunda vuelta" [11-04-2011] Diario Pro y Contra (Iquitos) (HD)
      Es posible que al escritor se le subió a la cabeza la nevada arequipeña, secreción que apareció porque su candidato favorito, el señor Alejandro Toledo, ese mastín obsecuente del modelo, caía en picada. Ni Humala ni Fujimori se oponen a ese modelo tan alabado por Mario Vargas Llosa. El primero de ellos no solo abandonó su camiseta roja en sus presentaciones públicas, sino que alteró su discurso petardista, ablandó sus cuestionamientos sobre la desigualdad nacional, se entibió aceleradamente.
    • 2013 Ferran, J. "Abominable Hombre" [27-09-2013] Catalunya Press (Barcelona) Esp (HD)
      Escuchamos: 'Mejor juntos que separados', 'O se va, o convoque elecciones', 'El problema es usted'? ¿Cuántas veces habremos oído eso antes? Esas frases resuenan en nuestra mente de forma repetitiva, machacona. Se han convertido en una especie de ruidoso martilleo neumático incapaz de agujerear el tedio para introducirnos en la realidad, incapaz de abrirnos el reino de las salidas factibles. Sí, esas que nada tienen que ver con la retórica tramposa, petardista y vacua.
    • 2016 Krapp, F. "Amis" Página 12 (Buenos Aires) Ar (CORPES)
      Sir Kingsley Amis hubiera estado contento por la reciente noticia del brexit. Durante los años ochenta hasta el día de su muerte en 1995, Amis se convirtió en sinónimo de thatcherismo, y no por ser necesariamente crítico. Con su figura de escritor irreverente y petardista ocurrió un fenómeno parecido al de Jorge Asís entre nosotros: inicios en partidos de izquierda (marxista, en el caso del inglés) y un viraje hacia el conservadurismo que en Amis le valió el mote de Sir. Y, como Asis, terminó por convertirse en una parodia de su propio personaje (no llegamos a verlo en algún programa estilo Fantino con tono inglés, pero seguramente hubiera sido un panelista fijo). Tan desdoblado estaba de sí mismo que durante el final de su vida vivió de prestado: convivía con su primera ex esposa y su tercer marido, padecía trastornos de identidad (a veces creía dominar su cuerpo) y su receta diaria consistía en desayunar scotch, almorzar unas cervezas, merendar brandy y cenar un par de bourbons; técnica alimenticia que hubiera admirado a John Lee Hooker.
    • 2018 Lüders, T. "Director obra Papa" [23-07-2018] Venado 24 (Venado Tuerto): venado24.com.ar Ar (HD)
      La obra Dios ya se había estrenado en el Centro Cultural Recoleta (Capital Federal) el año pasado, sin embargo, fue la circulación por las redes sociales de unas tomas de los desnudos durante el fin de semana de parte de usuarios anti-abortistas las que desataron la polémica —los actores utilizaban pañuelos verdes, al igual que lo hacía una estatua de la Virgen María—. No obstante, Rodríguez rechazó ser un autor "petardista" y afirmó que ya ha dirigido obras mucho más polémicas.
    • 2020 Gasulla, L. "Último día Kirchner" [13-10-2020] Infobae (Buenos Aires): infobae.com Ar (HD)
      El objetivo era hacerle entender al votante de Macri que se había equivocado. Para eso había que instalar la idea de caos social, crisis económica en un contexto de censura y persecución al opositor. Había que llenar los magazines televisivos de noticias petardistas, coparlos de panelistas que atacasen a Macri desde el minuto 1 pero alejados de la militancia kirchnerista.
    • 2022 Vázquez Muñoz, L. R. "Periodismo sesenta" [03-02-2022] Cuba Periodistas (La Habana): cubaperiodistas.cu Cu (HD)
      Porque Ambrosio Fornet no es solo el estudioso, sino uno de los protagonistas del acontecer cultural del país después de 1959 [...]. —¿Por qué Roa criticaba tan duro a Jorge Mañach? Tal vez por ser muy diferentes. Roa fue muy petardista, polemizó con medio mundo, era la irreverencia en dos piernas y siempre quería poner una distancia con su origen acomodado. No se resignaba a que lo trataran como un burgués. En la entrevista, gozó mucho con los cuentos de sus juegos de pelota y quimbumbia en La Víbora.
    • 2022 Anónimo "Masas inflamables" [17-08-2022] Perú 21 (Lima) (HD)
      Si Torres no da este jueves explicaciones satisfactorias sobre lo que hay detrás de estas eventuales maniobras de agitación y violencia social, deberá ser interpelado y hasta censurado por su reiterada actitud petardista y confrontacional con los poderes del Estado. En una democracia representativa, como la que rige en el Perú, movilizaciones beligerantes como las que están convocando y organizando en Palacio no tienen espacio ni cabida.
  13. adj. Perteneciente o relativo a los petardos u otros artefactos pirotécnicos.
    docs. (1950) Ejemplo:
    • 1950 Anónimo "Uruguayos campeones" [17-07-1950] Hoja Oficial del Lunes (Madrid) (HD)
      El jefe de Policia ha reiterado la orden prohibiendo la venta de naranjas y de botellas de refrescos con el fin de evitar que las naranjas y los casos vacíos sean empleados como "proyectiles". Otra orden dada hoy prohibe disparar bombas, cohetes y demás armamento petardista, y que en el último partido produjo heridas a varias personas o caen sobre el campo, con riesgo para los jugadores. El jueves pasado, el famoso jugador brasileño Chico fué alcanzado por uno de los petardos.
  14. s. m. y f. Persona que lanza petardos.
    docs. (1973-2015) 5 ejemplos:
    • 1973 Amores, F. "Entrevistas. Ezequiel Puig" [15-02-1973] ABC (Sevilla) Esp (HD)
      —Ya que he hablado de la Feria, diré que su fama, su manifestación, que tanto gusta a los forasteros y que tan entrañablemente celebramos la gran familia sevillana, proyecta una imagen desfigurada para muchos de lo que es Sevilla. —Sevilla; ¿qué es Sevilla, Ezequiel? —Verás: muchos creen que Sevilla es "copitas y cante"; lo malo es que algunos que se dicen sevillanos así lo creen también. Es como si dijéramos que los valencianos son "petardistas" por sus famosas Fallas. Sevilla no es eso.
    • 1987 Anónimo "Petardos" [06-01-1987] ABC (Madrid) (HD)
      La tranquilidad de los días navideños viene rompiéndose desde hace unos años con la creciente incorporación al folclore tradicional de un elemento bárbaro: los petardos [...]. Las explosiones, estallidos y detonaciones no son agradables en ninguna parte, pero menos en un país que, como el nuestro, sufre en propia carne la crueldad de atentados mortales. Y lo más triste es comprobar que la mayoría de los "petardistas" no pasan de los quince años...
    • 2000 Clemente, J. C. Educación Juan Carlos p. 88 Esp (BD)
      —¿Recuerda ahora alguna anécdota? —Sí, recuerdo que una vez oí que una limpiadora le preguntaba a otra: "¿Cómo es que le llaman Alteza a ese caballero?". Y le contestó su compañera: "Esta bien claro, maja, porque es muy alto". También recuerdo que en el segundo período, los que íbamos a ser artilleros organizamos el día de la patrona, Santa Bárbara, unas tracas monumentales. Y resultó que con los petardos rompimos una enorme cantidad de cristales, hasta tal punto que nos dijeron que teníamos que pagarlos. Pero resultó que entre los petardistas estaba don Juan Carlos, que fue uno de los más activos y ruidosos. Al final no pasó nada, pero recuerdo muy bien que el Príncipe pasó un día muy divertido.
    • 2001 Campmany, J. "Espías, arúspices" [02-06-2001] ABC (Sevilla) Esp (HD)
      Recuerdo una "Nit del' Albá" en Elche. Desde el balcón donde yo tiraba mis cohetes veía a un jocundo sujeto, metido en carne y en kilos, que en medio de la "tronaera" permanecía sentado en un sillón de brazos y patas de madera blanca y asiento de enea. De vez en cuando, colocaba un petardazo bajo el sillón, prendía fuego a la mecha y esperaba la explosión. Cuando estallaba el petardo, el sillón con su orondo ocupante se elevaba veinte o treinta centímetros sobre el suelo, y aquella ascensión producía un ruidoso placer al petardista.
    • 2015 Flores, M. "Chabacanería política" [10-04-2015] ABC (Córdoba) Esp (HD)
      Cada celebración convoca la chabacanería en sus diferentes vertientes. En Navidad tenemos a los asilvestrados petardistas que se han empeñado en reducir la nómina de pensionistas a golpe de decesos masivos por infartos, esos chabacanos ciudadanos que deciden que aquí nadie tiene derecho a tener la fiesta en paz (ni siquiera las pobres mascotas cuya única culpa es confiar en nosotros).
  15. s. m. y f. Persona que habla o critica [algo o a alguien] de manera enérgica, reiterada o provocativa.
    docs. (1974-2020) 5 ejemplos:
    • 1974 Cisneros, G. "Consejo, al fin" [13-07-1974] Blanco y Negro (Madrid) Esp (HD)
      La desafortunada coincidencia de la especial finura de piel que se gasta el país, con la concurrencia de algún petardista con carné que ocasionalmente merodea por las páginas de la prensa española, pueden confabularse, como ocurrió la semana pasada, para producir como triste resultado ese indeseable traumatismo que supone el cese imprevisto del director de un periódico [...]. Un artículo pretendidamente humoristico, muestra del más obsceno machismo ibérico, dudoso gusto y radical sentido de la inoportunidad, ha venido a frustrar aquel atractivo empeño editorial [...].
    • 1993 Guerra, A. "Calladitos mejor" [24-12-1993] Diario de Burgos (Burgos) Esp (HD)
      Lo suyo, doña Carmen, no es la oratoria. Pero no menos extrañas son las reclamaciones democráticas de don Gabriel Cisneros, delegado nacional de OJE (antiguo Frente de Juventudes) que, una y otra semana, pedía en sus crónicas políticas de "Blanco y Negro" que los periodistas críticos del franquismo sin carnet fueran condenados a las hordas de la legalidad. A mí, concretamente, después de haber logrado ese carnet mediante estudios, ya que no me lo había regalado Fraga como a él, me llamó en esa misma revista "petardista con carnet", por criticar un concurso de mises organizado por la Sección Femenina.
    • 1997 Prensa Rumbo, 04/08/1997 [1997] República Dominicana (CDH )

      Es una suerte admirable la de que Vincho Castillo no sepa escribir. El amenazador, el intimidante, el tronante, el encolerizado petardista de la televisión, señoras y señores, no es más que un atormentado y miserable redactor de prosa. Y, por supuesto, un lastimero y calamitoso versificador, en el que las figuras de retórica parecen ranas aplastadas a escobazos. Ya lo dijo el Conde de Buffon: "Los que escriben como hablan, por bien que hablen, escriben muy mal". Y Vincho no parece la excepción.

    • 2012 Pérez, M. "A Quino" [29-07-2012] Página 12 (Buenos Aires) Ar (HD)
      R: ¿Cuándo se conocen con Copi? Q: En Tía Vicenta, donde también publicaba otro distinto como Kalondi, que era un petardista del carajo. Una vez me preguntó qué me había parecido la exposición de Fulanito, y yo le dije que me había gustado mucho. "¿No le vas a encontrar ningún defecto?", se quejó. R: Era demasiado sincero. Q: Sí, y además vivía con la culpa de que su viejo tenía guita...
    • 2020 García Pz, F. "Casi, fuñigao" [17-04-2020] La Opinión de A Coruña (La Coruña) Esp (HD)
      Al conocer que las lúgubres predicciones paranoicas de la mujer las alimentaban programas radiofónicos de historias terroríficas paranormales, psicofonías fantasmagóricas, noticias tergiversadas en artero favor del alarmismo apocalíptico y manipuladas por canallas sin escrúpulos en pro del público aficionado al amarillismo azufre, aquel dulce doctor zanjó el asunto: "Pues se acabó. A partir de ahora mismo, le receto que escuche usted solamente Los 40 principales". Y digo yo: ¿por qué no acuden a tal galeno todos los sacamuelas, tarabillas, petardistas, bocudos y churrulleros que no orgasman si no dan malas noticias, obviando las buenas, las realistas y las neutrales? ¿Por qué no escuchan Los 40 ellos también, caramba?
  16. adj. [Persona] Que lanza petardos.
    docs. (1990-2000) 2 ejemplos:
    • 1990 Barrios, M. "Buenos propósitos" [08-01-1990] ABC (Sevilla) Esp (HD)
      Realmente es en esta semana cuando empieza el año. Antes de ella, aún alientan los ecos de las Navidades y de la noche de San Silvestre, con villancicos, aguardiente, zambombas, felicitaciones, cadenetas de plata, nostalgia y niños petardistas: esos niños incansables, tenaces, recalcitrantes, inasequibles al desaliento, aprendices de terroristas, dinamiteros precoces, que nos han hecho vivir a todos una permanente y atronadora Batalla de los Castillejos. Niños que, en aproximándose las Navidades, ya no comen, ni duermen, ni realizan las elementales funciones fisiológicas de todo ser humano: sólo lanzas [sic] petardos y cohetes durante dieciocho días (del 21 de diciembre al 7 de enero, ambos inclusives).
    • 2000 Vila-Matas, E. "Malagueño Barcelona" [07-09-2000] El País (Madrid) Esp (HD)
      Pensé que era malagueño su autor y seguí pensándolo cuando horas después le tuve cerca en una mesa redonda memorable porque los escritores malagueños no se cansaron de exhibir un espléndido buen humor ante los escritores forasteros: un humor que llevaron a un extremo salvaje cuando, en plena mesa redonda, pedí un cigarrillo y me dieron uno que contenía un petardo dentro, es decir que al encendérmelo estalló ante el público convirtiéndome en objeto de una simpática burla general [...]. Una hora más tarde, me explicaba él que había nacido en Barcelona aunque llevaba bastantes años en Málaga: una forma de desmarcarse del alegre bando petardista.
  17. adj. [Acto] Que presenta una alternativa novedosa y atrevida en un ámbito.
    docs. (2007) Ejemplo:
    • 2007 Barcia, P. L. Lengua nuevas tecnologías Ar (CORPES)
      — "Juegue con la gramática y la sintaxis". — "Juegue con los puntos, los guiones y las barras". Este tipo de incitaciones petardistas hacia la "experimentación" lingüística se avecinan a las postulaciones del futurismo, con la salvedad de que en esta corriente estética propuestas cono [sic] esas tenían basamento teórico explícito. No es el caso de Wired. Si esta propuesta avanzara, lo haría hacia la balcanización o atomización comunicativa, debido a que el estímulo se hace a cada individuo para que innove por sí, sin preocuparse de la codificación. De modo que es una forma actualísima de instalar una nueva Babel, en la que cada cual habla a su manera. Son propuestas abiertas, semejantes a: "Crea tu propio idioma", o "Abrevia, abrevia que algo queda". No parece posible, ni viable, que una revolución en la escritura electrónica se produzca por el hecho de motivar a minusválidos lingüísticos a lanzarse a ensayos individuales, sin ninguna intención de universalizar códigos. Es la convocatoria al anarquismo más puro e individualista.
  18. Acepción lexicográfica
  19. s. m. y f. "Pedigüeño. Sin vergüenza" (Villalobos Villasmil, VocZuliano II-1965).
    docs. (1965) Ejemplo:
    • 1965 Villalobos Villasmil, L. VocZuliano II [1965] Ve (FG)
      Petardista — Pedigüeño. Sin vergüenza.
  20. Acepción lexicográfica
  21. s. m. y f. "Gorrón" (Alonso Hernández, Léx marginalismo S. Oro-1976).
    docs. (1976) Ejemplo:
    • 1976 Alonso Hnz, J. L. Léx marginalismo S. Oro [1976] Esp (BD)
      PETARDISTA Gorrón [...].
  22. Acepción lexicográfica
  23. s. m. y f. Ar "Individuo que practica el petardismo" (Catinelli, Habla ProvCórdoba-1985).
    docs. (1985) Ejemplo:
    • 1985 Catinelli, A. Habla provincia Córdoba Ar (BD)
      Petardista (sust.). Individuo que practica el petardismo [| se conoce con este nombre, o con el de defraudación de servicios, la acción de quien luego de hacerse servir comida o bebida, o de utilizar los servicios de un transporte o de adquirir combustible, entre otras hipótesis, no paga, a sabiendas, antes de solicitar esos servicios, de que no podrá hacerlo].
  24. Acepción lexicográfica
  25. s. m. y f. "Persona que no paga sus deudas" (Montes Giraldo / Figueroa L. / Mora M. / Lozano R., GlosLéxicogr Atlas Colombia-1986).
    docs. (1986) Ejemplo:
    • 1986 Montes Giraldo, J. J. / Figueroa L. J. / Mora M. S. / Lozano R. M. GlosLéxicogr Atlas Colombia Co (FG)
      petardista, persona que no paga sus deudas [...].
petardista lascivo
    Acepción lexicográfica
  1. s. m. y f. "Rufián; el que mantiene trato con una ramera y gratis, siendo incluso en muchas ocasiones, pagado o mantenido por la misma con la que tiene relaciones amorosas" (Alonso Hernández, Léx marginalismo S. Oro-1976).
    docs. (1976) Ejemplo:
    • 1976 Alonso Hnz, J. L. Léx marginalismo S. Oro [1976] Esp (BD)
      PETARDISTA LASCIVO Rufián; el que mantiene trato con una ramera y gratis, siendo incluso en muchas ocasiones, pagado o mantenido por la misma con la que tiene relaciones amorosas.
13.ª Entrega (diciembre de 2022)
Versión del 31/12/2022
Equipo Real Academia Española
Familia Ver familia de palabras
petardista2 adj., s. (2013-)
petardista
También en esta página: petardista (1630-)
Etim. Derivado de petardo, a e -ista.

Se documenta por primera vez, en la acepción '[cosa] que tiene una estética o un comportamiento excéntrico, frívolo, pretencioso o que exalta el mal gusto o lo anticuado', en 2013, en "La trama de un engaño sobre otro", publicado en Clarín (Buenos Aires). Como 'persona que tiene una estética o un comportamiento excéntrico, frívolo, pretencioso o que exalta el mal gusto o lo anticuado', se atestigua un año más tarde, en "Cinco razones por las que a Lady Gaga aún no se la ha tragado la tierra (y mañana dará un concierto en Barcelona)", de M. Chavarría para La Vanguardia (Barcelona). En sus dos acepciones es sinónima de petardo, a, voz más documentada hasta la fecha.

  1. adj. [Cosa] Que tiene una estética o un comportamiento excéntrico, frívolo, pretencioso o que exalta el mal gusto o lo anticuado.
    Sinónimo: petardo, a
    docs. (2013-2021) 2 ejemplos:
    • 2013 Anónimo "Trama engaño" [16-02-2013] Clarín (Buenos Aires) (HD)
      La obra empieza con una mesa servida y el reencuentro va encaminado hacia una situación obvia de infidelidad; tanto que todo suena demasiado aparente, artero y hasta marchito. De movida, desde la mesa servida, la obra nos permite entender que entre Benjamín, Tomás y Nina hay un triángulo amoroso. La situación de infidelidad hace progresar la trama sin más promesas que la de un desenlace de culebrón, pero de golpe es tan obvia la tirantez alrededor del gastado tópico —con peligro de un inminente no sos vos, soy yo— que uno hace bien en desconfiar de lo que está viendo [...]. Benjamín tiene una esposa (Nina), que está obsesionada por la limpieza, como si las apariencias pudieran hacer el trabajo sucio. Llega Tomás; los tres se emborrachan y con suficiente alcohol en texto, uno de los tres estará dispuesto a todo. La intriga encuentra una vuelta de tuerca. La lógica petardista del comienzo choca contra el juicio de que la fidelidad es para los equipos de sonido o para los perros, y no para los hombres exquisitos. Y se dirá algo acerca de que "los cuernos" no pueden ser tan mediocres como para ajustarse solamente al acto sexual.
    • 2021 Anónimo "Ver Drag Race" [02-06-2021] Diario de Sevilla (Sevilla) (HD)
      Es de perogrullo: hay que sentarse ante el televisor sin prejuicios, con ganas de ser sorprendidos. Conectando con quien comunica. De primeras parecería que Drag Race es un acontecimiento petardista, a modo de carroza en el día del Orgullo, en el que se sucede un grupo de transformistas a ver quién es la más estridente y provocadora (más que provocativa) y nos rechina.
  2. s. m. y f. Persona que tiene una estética o un comportamiento excéntrico, frívolo, pretencioso o que exalta el mal gusto o lo anticuado.
    Sinónimo: petardo, a
    docs. (2014) Ejemplo:
    • 2014 Chavarría, M. "Concierto Lady Gaga" [07-11-2014] La Vanguardia (Barcelona) Esp (HD)
      Lady Gaga tiene la listeza de los inmigrantes italoamericanos: va de petardista pero también demostrando que es artista. Para asombro de sus seguidores, acaba de lanzar un disco de duetos con Tony Bennett con versiones de standards americanos cuya calidad ha dejado boquiabierto nada menos que al contratenor Philippe Jaroussky, quien ha declarado que la artista norteamericana debería dedicarse más al jazz. Pero lo suyo es una de cal y una de arena: al tiempo que triunfa con Bennett, hace ahora esta gira "artRave: the ARTPOP Ball" que le trae a Barcelona en su vertiente más "petarda". Se trata de estar en todas las salsas y siempre de actualidad.

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