7.ª Entrega (agosto de 2019)
Versión del 31/08/2019
Equipo Real Academia Española
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pianotómano, a s. (1880-1904)
pianotómano
Etim. Compuesto de piano1 y -mano, a, probablemente con influencia de voces como erotómano, registrado al menos desde 1822 (en la traducción, desde el francés, del repertorio que lleva por título Diccionario de ciencias médicas por una sociedad de los más célebres profesores de Europa. [...] Tomo XII. Emp. Esc., Madrid, Imprenta de don Mateo Repullés, s. v. erotomanía: "[...] el erotomano no desea ni piensa mas que en los favores que podria esperar del objeto de su tierna locura").

Se documenta por primera vez, con la acepción de 'persona que tiene una afición desmedida por el piano', en 1880, en un artículo firmado por E. Sepúlveda y publicado en Crónica de la Música (Madrid) titulado "Los pianotómanos".

  1. s. m. y f. Persona que tiene una afición desmedida por el piano.
    docs. (1880-1904) 4 ejemplos:
    • 1880 Sepúlveda, E. "Los pianotómanos" [28-10-1880] Crónica de la Música (Madrid) Esp (HD)
      Hay que adoptar por fuerza medidas para que los pianotómanos no abusen de sus instrumentos de tortura. Tiene uno necesidad de reposo; quiere gustar algunos instantes de calma en su casa: pues no puede hacerlo, á menos de que lo permitan los pianotómanos de la vecidad.
    • 1880 Sepúlveda, E. "Los pianotómanos" [28-10-1880] Crónica de la Música (Madrid) Esp (HD)
      Puede uno estar enfermo; la salud de una persona querida puede verse amenazada: poco les importa. Si invitáis con atención y cortesía al pianotómano para que tenga la bondad de no pulsar el teclado mientras el enfermo necesite reposo, responderá casi siempre con desvergüenza: -Tengo el derecho de incomodar a usted; puedo hacer en mi casa lo que quiera.- Y hasta encontrará personas que le den la razón.
    • 1880 Sepúlveda, E. "Los pianotómanos" [28-10-1880] Crónica de la Música (Madrid) Esp (HD)
      Haced que callen esos falsos artistas, esos tumultuarios de la armonía; proteged al enfermo que sufre; proteged el reposo del trabajador, y sobre todo, que como medida radical se imponga á cada piano una contribución de cuarenta á cincuenta duros anuales, y ya vereis cómo se opera una reforma saludable, una reforma tal, que si mis pianistas no cejan en el loco empeño de alborotar el barrio, voy á pedir yo como indispensable, para la conservación del orden. ¿No pagan contribución los organillos callejeros? ¿Por qué, pues, no la han de pagar los pianos, y en especial los de los pianotómanos?
    • 1904 Anónimo "Audición con el Angelus" [23-04-1904] Las Provincias: Diario de Valencia (Valencia) Esp (HD)
      ¡Angelus! Suena eso á música celeste. Es un perfeccionamiento, un progreso en los aparatos mecánicos que hacen música [...]. El Angelus tiene, sobre todo los anteriores aparatos mécanicos, para "tocar, el piano, las ventajas de un mecanismo perfeccionado. El ejecutante no es un simple motor, sino que puede graduar á voluntad la sonoridad, el movimiento, y hasta los pedales celeste y brillante [...]. El Angelus es de mucha para esos señores que cuando oyen ejecutar á todo vapor de Rapsodia de Liszt, núm. 12, dicen al "pianotómano": "Si se pudiesen cambiar las manos, se las compraría á V.". Sí; las tranquilas almas de ambiente pacíficamente comercial, pueden encontrar en estos aparatos utilísimo auxiliar para remediar su diletantismo.

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