9.ª Entrega (septiembre de 2020)
Versión del 30/09/2020
Equipo Real Academia Española
Familia Ver familia de palabras
silbo s. (1250-)
silbo, siblo, silvo, sylvo, sylbo, silbico
Etim. Del latín sībilus, i, 'silbo', 'silbido' (de animales, viento y cosas inanimadas) y 'silbido de desprecio o desaprobación' (véase P. G. W. Glare, ed., OLD, s. v. y DLE-2014, s. v. silbo).

Se documenta por primera vez, con la subacepción 'sonido agudo emitido por un animal', hacia la mitad del siglo XIII, en el anónimo Libro de Alexandre , aludiendo a los característicos "silvos" de las serpientes; no son raros en esta subacepción los testimonios que aluden al silbo o al susurro malicioso del diablo, en lo que parece clara correspondencia con el silbo de la serpiente del Edén. Con la subacepción 'sonido suave y vago' se atestigua ya a finales del siglo XIII, en la biblia romanceada conservada en el manuscrito escurialense i-j-8. Como 'sonido agudo producido por el viento' se atestigua en la Historia Troyana de J. Fernández de Heredia, acabada antes de 1396. La acepción 'sonido agudo producido al expulsar el aire con cierta fuerza por la boca a través de los labios fruncidos o con los dedos colocados en ella de manera adecuada' se documenta algo después de 1350, en la Traducción de la Historia de Jerusalem abreviada de Vitriaco . Como 'sonido agudo y continuo o zumbido producido [en los oídos de una persona] que no procede de una fuente exterior' se registra en la primera mitad del siglo XV, en la anónima traducción del Arte complida de cirugía (conservada en el manuscrito 2165 de la BNE). Otra de las subacepciones relativas al sonido es la que corresponde al 'sonido agudo producido por un silbato o un instrumento musical', que se ha documentado en la anónima Relación de cerimonias y rictos y población y gobernación de los indios de la provincia de Mechuacán , obra fechada en torno a 1541. En la subacepción 'sonido parecido al silbido' está documentada al menos desde 1609, en la España defendida y los tiempos de ahora de F. de Quevedo. Por último, con la subacepción 'sonido parecido al silbido producido al rozar una cosa con el aire' figura en la primera de las Soledades de L. de Góngora, en 1613, aludiendo al sonido que producen las flechas al ser lanzadas. Como 'sonido fuerte producido por un instrumento o mecanismo que avisa o alerta de algo' se registra en 1853, en el breve relato "El 4 de julio en Boston" firmado la Vizcondesa de Renneville en El Correo de Ultramar (París) . En este punto parece oportuno señalar que, en ocasiones, el uso  lúdico del vocablo dificulta la adscripción a un solo valor semántico, concreto y unívoco. No pocos de estos ejemplos se encuentran en la obra poética de F. de Quevedo: véanse, por ejemplo, los versos "Entre culebra y pastor / equivocastes los  silbos : / que si llamaron ovejas, / os juntaron palominos". En este caso,  silbo  corresponde tanto al silbido del pastor, con el que llama o reúne su ganado, como al silbo con el que las serpientes engañan a sus presas. O también los versos "Mientras que fui tabiques y desvanes, / desigual en cimiento y azutea, / tela fina en lacayos fue librea: / ya no me puedo hartar de tafetanes. / Hoy, hermosa, me faltan los galanes, / y el  silbo  bien bebido me torea". En esta ocasión,  silbo  parece relacionarse con el bebedor, el ebrio, que no atina a silbar (bien a la persona, bien a su silbido), sin descartar otras posibles referencias y alusiones como, por ejemplo, los silbidos que se oyen en las corridas de toros para llamar la atención del animal. En estos y otros casos similares se ha optado por darles el tratamiento de usos metafóricos o figurados.

Por otro lado, como 'manifestación de burla o desaprobación con silbidos u otras demostraciones ruidosas' aparece tempranamente, atestiguada ya en el Fuero de Cáceres , cuya redacción se sitúa entre 1234 y 1275.  Con el valor 'vergüenza y deshonor en que cae una persona como consecuencia de sus actos' se registra en 1280, en la cuarta parte de la General Estoria de Alfonso X el Sabio. Esta acepción no se ha atestiguado más allá de algunas traducciones y adaptaciones bíblicas, en las que silbo corresponde a la voz latina sibilusCon la acepción 'llamada [a una persona o animal] mediante silbidos' se registra alrededor de 1385, en la Gran Crónica de España de J. Fernández de Heredia; con este valor  abundan los ejemplos que aluden al pastor y al ganado, si bien se encuentran otros como el silbo que se da en el teatro como llamada y señal para que los tramoyistas dispongan los cambios de escenario, tal como muestra D. de Torres Villarroel en sus Pronósticos del gran Piscator de Salamanca. Con la acepción 'instrumento musical de viento parecido a la flauta, pero más pequeño y de sonido más agudo' se documenta en el discurso De las consideraciones sobre todos los Evangelios de la Cuaresma (a1598) de A. Cabrera. Con el valor 'instrumento pequeño, de diferentes formas y materiales, que produce un sonido agudo al soplar por él' se atestigua en torno a 1607, en De los oficios más comunes de Juan Bautista Concepción.  En su acepción 'melodía que se entona con silbidos' figura en la colección de relatos Días geniales o lúdricos de R. Caro, publicada en 1626. Como 'sistema de comunicación que se basa en la articulación de silbidos' se documenta desde 1957, en el artículo "El lenguaje silbado de La Gomera", publicado en el Diario de las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria).   En la acepción 'instrumento musical de viento de forma trapezoidal consistente en una tablilla de pequeño grosor o en una serie de tubos de diferente longitud que se emplea como reclamo en algunos oficios itinerantes y que produce el efecto de una escala al tocarlo' se registra en 2019, en la crónica periodística "1954. Se fue, sin que nadie la viera, una gaviota refugiada en la plaza de Gipuzkoa" de M. G. Gurpegui, publicada en el Diario Vasco (San Sebastián)

Asimismo, en algunos repertorios lexicográficos se recogen otras acepciones. Como 'espacio corto, ya sea de tiempo, ya sea camino' se consigna en el Vocabulario espirituano (1928) de Martínez Moles. Las acepciones 'pieza de molino que termina en un canal estrecho de modo que el agua del molino baje por él a gran presión y mueva el rodezno' y 'boca estrecha de la parte inferior del cubo o canal del molino por donde sale el agua que mueve el rodezno' se registran, en 1989, en el Diccionario de los bables de Asturias de Neira Martínez y Piñeiro. Con la definición 'entre brujos, canción usada en sus ceremonias' figura, en 1990, en el Diccionario de peruanismos de Álvarez Vita.

  1. ac. etim.
    s. m. Sonido agudo producido al expulsar el aire con cierta fuerza por la boca a través de los labios fruncidos o con los dedos colocados en ella de manera adecuada.
    docs. (1250-2020) 89 ejemplos:
    • a1300 Anónimo Trad LTesoro Latini [1989] Esp (BD)
      Conçibe [la morena] de una serpiente; et por esso la llaman los pescadores [...] silvando en boz de serpiente; & viene de aquel silvo.
    • 2019 Labrador Español, Á. "Granada congelada" [25-12-2019] Ideal (Granada): ideal.es Esp (HD)
      Cuando la lámina helada quiebra en mil trozos con chasquidos de cristal roto, despierto y, al abrir los ojos, descubro que es mi mujer la que rechina en silbos para que deje de roncar. Maldita sea, mi evocación somnolienta se apaga como una cerilla del cuento de Dickens y aparece la verdad de mi vida.
    • a1300 Anónimo Trad LTesoro Latini [1989] Esp (BD)
      Conçibe [la morena] de una serpiente; et por esso la llaman los pescadores [...] silvando en boz de serpiente; & viene de aquel silvo.
    • p1350 Anónimo Trad HJerusalem Vitriaco [2000] Esp (CDH )
      Las morenas dizen que son de linage de fenbras & ser conçebidas de culebra, onde asi son llamadas de los pescadores con silvo, como las llaman las culebras; con palos & con redes las matan ligeramente & firiendolas en la cabeça apenas pueden ser muertas & feridas en la cola luego mueren.
    • c1430-1440 Torre, A. Visión [1991] Esp (CDH )
      Verdad sea que la naturaleza instiga al omne buscar manera de entenderse con otro o por señales o gritos o sylbos o palabras, pero estas maneras todas son en el mundo.
    • 1492 Nebrija, A. LexDicLatHispan [1979] Esp (NTLLE)
      sibilus, i, por el silvo.
    • 1499 Fdz Santaella, R. VocEcclesiasticum [1499] Esp (NTLLE)
      sibilus, li [...], el siluo.
    • 1513 Herrera, G. A. Agricultura [1995] fol. 150r Esp (CDH )
      El dormir dellas sea en lugar enxuto abrigado bien guardado de lobos, o con redes, o con setos, y este ganado quiere muchos pastores y perros Mas quiere que siempre vaya vn pastor delante que los guie, y los otros vayan a los lados y por de tras. y mas hagan los pastores con amenazas y bozes que con heridas, no les arrojen piedras ni el cayado, o si le arrojaren donde no les hieran si no que les espanten, siluos y bozes son mas prouechosos y menos dañosos.
    • 1569 Ercilla, A. Araucana I [1993] 269 Esp (CDH )
      / Cubierto Tucapel de fina malla / saltó como un ligero y suelto pardo / en medio de la tímida canalla; / haciendo plaza el bárbaro gallardo, / con silbos, grita, en desigual batalla, / con piedra, palo, flecha, lanza y dardo / le persigue la gente de manera / como si fuera toro o brava fiera.
    • c1608-1620 Ruiz Alarcón, J. Cueva Salamanca [1957] Mx (CDH )
      Doña Clara : Sí. / (Silban dentro.)Desnuda... Pienso que oí / un silbo.
    • 1607-1645 Duque Estrada, D. Comentarios desengañado [1982] Esp (CDH )
      Ajustado el negocio con nuestro padre, me avisaron que a media noche estarían en la calle, siendo un silbo grande la seña de su llegada.
    • 1663 Carvajal Saavedra, M. Navidades [1993] Esp (CDH )

      Venía el dichoso caballero descuidado de su buena suerte, y por sentirse cansado con el peso de las armas, se retiró al hueco de unas peñas a la vista del camino. A poco rato de estar allí, oyó ruido de coche, y como no sabía el intento de su dueño, presumió serían algunas damas que habían venido aquel día a visitarla. Determinóse a esperar que el coche pasara, poniéndose en la parte más oscura. Y ya que venía cerca, vió salir de la arboleda los que la esperaban. Venía diciendo Arnaldo:

      — Pues no trae gente, llevad vosotros esos dos que vienen con ellas a lo espeso de los árboles y atadlos en ellos, para que no puedan ir a pedir favor a estos villanos. Y no volváis tan presto hasta que yo dé un silbo.

      Bien conoció don Duarte que el agravio era contra Narcisa, mas no quiso salir de donde estaba, por dar lugar a que el Duque quedara solo y que ella conociera lo mucho que le debía.

    • 1701 Villagutierre Sotomayor, J. HConquista Itzá [2002] Esp (CDH )

      Y en este día y los siguientes solo se pudo conoçer en todos ellos ser hijos de la trayción y del engaño, pues continuadamente a todas horas, era su exercicio andar haziendo vnión, formando esquadras en el agua con la inmensidad de canoas; como también esquadrones por tierra, acercándose al real por vna y por otra parte, embigiados y tiznadas las caras y horrorosos, tocando al arma repetidamente con sus cañas, tambores y otros destemplados instrumentos, con silbos y algazara, y con ademanes de hazerse formidables, provocando siempre a los nuestros al rompimiento de la guerra.

    • 1728 Feijoo, B. J. Theatro crítico universal, II [2003] Esp (CDH )
      El silvo tampoco imprime qualidad alguna, ni en el ambiente, ni en otro cuerpo, solo mueve con determinadas ondulaciones el aire, las quales, propagándose, llegan a producir un movimiento semejante en el týmpano del oído.
    • 1743 Torres Villarroel, D. Vida I-IV [1972] 146 Vida Esp (CDH )
      En esta tristísima fatiga, y con el desconsuelo de no oír ni un silbo, ni un cencerro, ni seña alguna de estar cercanos a algún chozo, majada o alquería, nos encontró la luz de la mañana, a la que vimos el estrago y pérdida de nuestros rocinantes.
    • 1780 Clavijero, F. J. HAntigua México [1991] Mx (CDH )
      La batalla se comenzaba con un espantoso ruido (muy usado entre los romanos) de los instrumentos militares y de gritos y silbos tan grandes que, como testifica de propia experiencia el Conquistador Anónimo, causaban horror a los que no estaban acostumbrados.
    • c1786 Chantre Herrera, J. HMisiones Marañón [1901] Ec (CDH )
      Iban las partidas por sendas diferentes para descubrir más terreno, y Plácido, que se atrasó un poco á la suya por cierta necesidad, oyó silbos á alguna distancia, y pensando que fuesen de alguno de su comitiva, apresuró el paso, por ir á la sazón descalzó y en camiseta como los demás indios; mas se encontró con dos gentiles desnudos que iban con sus lanzas en seguimiento de unos puercos monteses que habían descubierto.
    • 1834 Duque de Rivas Moro expósito [1982] I, 226 Esp (CDH )
      Dos zagales / con piedras contenerlos y con silbos / no pudieron lograr: tras ellos corren / y, al acercarse al sospechoso sitio, / ven que el bulto es un negro de anchos hombros / que arrastraba un ropón medio caído.
    • 1837-1840 Zorrilla, J. Poesías [1943] 354 Esp (CDH )
      / ¿Pensáis que a esos aúllos y suspiros / con que llenáis la oscuridad tranquila, / como a silbos de brujas o vampiros / mi amedrentado corazón vacila? / ¡Pensáis ¡oh! que por miedo de escucharos / con voz pujante entonaré canciones, / y al arpa acudiré para ahuyentaros / con dulces trovas de amorosos sones? / ¡Mentís, abortos de la sombra vana! / Yo sé bien que, si fuérais más que viento, / holgarais en montón en mi ventana / al blando son de mi amoroso acento.
    • 1854 López, V. F. Novia hereje [2003] I, 259 Ar (CDH )
      Pisó la orilla con un aire tan franco y tan jovial que los que le recibieron no pudieron dejar de saludarle diciéndole ¡viva el General Sarmiento! —grito que fue contestado por detrás con silbos y otros ruidos burlescos que hirieron muy en lo vivo la sensibilidad y el amor propio del pobre Brigadier.
    • 1847-1857 Valera, J. Correspondencia [1913] I, 291 Esp (CDH )
      La canción de que iba acompañada la danza estaba entreverada de silbos y de aúllos frenéticos.
    • 1858 Anónimo Conquistador anónimo Documentos Historia México Mx (CDH )
      Mientras pelean cantan y bailan; y a vueltas dan los más horribles alaridos y silbos del mundo, especialmente si notan que van alcanzando ventaja; y es cierto que a quien no los ha visto pelear otras veces ponen gran temor con sus gritos y valentías.
    • 1911 Pz Galdós, B. Primera República [2002] Esp (CDH )
      La veloz huida de las terribles alimañas era celebrada por nuestras sílfides con algazara de silbos y greguería triunfal.
    • 1925 Cabrera Latorre, Á. "Zoología" HNatural I Esp (FG)
      Una segunda especie nortemanericana, el CISNE SILBADOR (Cygnus columbianus), que presenta una mancha amrilla en la base del pico, tiene un grito que parece un silbo estridente.
    • 1941 Alegría, C. Mundo [1978] 111 Pe (CDH )

      Hay silbos y gritos. Son los indios que se llaman de cerro a cerro, encaminándose a los potreros. La luna vuelve más amarillos el pasto seco y los delgados senderos.

    • 1955 García Márquez, G. Hojarasca [1969] Co (CDH )
      Uno de ellos silbaba y su silbo duro y recto resonaba en el socavón vegetal, como cuando uno se pone a cantar dentro de un tonel.
    • 1991 Luján, N. Espejos [1991] Esp (CDH )
      — Señora, dentro de un momento llegará Antón, que me avisa con un silbo, a pesar de que tiene la llave.
    • 2003 Roca, J. M. Maldita costumbre Co (CORPES)
      Ya casi nada me resultaba tan claro. Supongo que hablaba de sentirnos y de comportarnos como seres que no tienen por qué moverse solamente tras las órdenes y los silbos impartidos, como si volviéramos a ser personas más allá de la dependencia de habitar en los gestos ajenos, como "el hombre", el pertinaz hombre sin servidumbres que aún olvidado en el armario continuaba su existencia.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      silbo [...] Sonido agudo que resulta de hacer pasar con fuerza el aire por la boca con los labios fruncidos o con los dedos colocados en ella convenientemente.
    • 2019 Labrador Español, Á. "Granada congelada" [25-12-2019] Ideal (Granada): ideal.es Esp (HD)
      Cuando la lámina helada quiebra en mil trozos con chasquidos de cristal roto, despierto y, al abrir los ojos, descubro que es mi mujer la que rechina en silbos para que deje de roncar. Maldita sea, mi evocación somnolienta se apaga como una cerilla del cuento de Dickens y aparece la verdad de mi vida.
    • a1300 Anónimo Trad LTesoro Latini [1989] Esp (BD)
      Conçibe [la morena] de una serpiente; et por esso la llaman los pescadores [...] silvando en boz de serpiente; & viene de aquel silvo.
    • p1350 Anónimo Trad HJerusalem Vitriaco [2000] Esp (CDH )
      Las morenas dizen que son de linage de fenbras & ser conçebidas de culebra, onde asi son llamadas de los pescadores con silvo, como las llaman las culebras; con palos & con redes las matan ligeramente & firiendolas en la cabeça apenas pueden ser muertas & feridas en la cola luego mueren.
    • 1375-1410 Anónimo GlosariosLatEsp [1936] Esp (NTLLE)
      sibilus, silvo.
    • c1430-1440 Torre, A. Visión [1991] Esp (CDH )
      Verdad sea que la naturaleza instiga al omne buscar manera de entenderse con otro o por señales o gritos o sylbos o palabras, pero estas maneras todas son en el mundo.
    • 1492 Nebrija, A. LexDicLatHispan [1979] Esp (NTLLE)
      sibilus, i, por el silvo.
    • 1499 Fdz Santaella, R. VocEcclesiasticum [1499] Esp (NTLLE)
      sibilus, li [...], el siluo.
    • a1400-a1500 Anónimo Sermonario [1999] fol. 69v b Esp (CDH )

      Otrossí digo, lo terçero, que pecca el onbre por maliçia en non fuir e aborreçer aquellas cosas que le son malas e contrarias para el alma por consejo del diablo, que es nuestro enemigo; que torna el bien en mal e arma los onbres para maliçia, e con grant invidia provócalos a saña e a malquerençia contra sus próximos, segunt que se ensaña el can con el silvo e muerde a las devegadas al que non le faze mal nin enojo ninguno.

    • 1513 Herrera, G. A. Agricultura [1995] fol. 150r Esp (CDH )
      El dormir dellas sea en lugar enxuto abrigado bien guardado de lobos, o con redes, o con setos, y este ganado quiere muchos pastores y perros Mas quiere que siempre vaya vn pastor delante que los guie, y los otros vayan a los lados y por de tras. y mas hagan los pastores con amenazas y bozes que con heridas, no les arrojen piedras ni el cayado, o si le arrojaren donde no les hieran si no que les espanten, siluos y bozes son mas prouechosos y menos dañosos.
    • 1526 Fdz Oviedo, G. Sumario historia Indias [2000] fol.XXVIIIv Esp (CDH )
      El plumaje d'éstas aves son pardos assí como las perdizes, e no tan grandes, pero son más altos de pies e tienen las colas luengas y anchas, y mátanse d'ellas muchos con los vallestas, e hazen cierto canto a manera de silvos muy diferente del canto de las perdizes, e mucho más alto porque de bien lexos se oyen y esperan mucho, e assí los vallesteros los matan muy a menudo.
    • 1547 Fuentes, A. Suma Filosofía natural [2000] Esp (CDH )

      VANDALIO .Como ya le tengo dicho, mientra nosotros silvamos apretamos nuestros pechos y tiramos de aquel ayre; quando lo avemos tirado, tira aquel otro que está cerca d'él y aquél al otro, hasta que tira aquel ayre que está en las orejas nuestras hasta la boca de aquél que silva; y quando a tomado la forma, buélvese al alma y assí oýmos el silvo.

    • 1547 Fuentes, A. Suma Filosofía natural [2000] Esp (CDH )
      Empero la boz es una por la comparación hecha, verdad es que por aquestas heridas que haze al ayre nuestra boca algunas vezes al oýr se haga d'esto, mas no siempre, porque a vezes apretamos nuestros pechos y tiramos para dentro el ayre y házese silvo que oýmos, pero Boecio lo entiende de aquella boz, digo que es significada, que es aquella que entendemos al hombre quando el tal habla.
    • 1554 Cieza León, P. Crón Perú 141 Esp (CDH )
      Y como estuviesen cerca de la villa, enviaron a Juan Pacheco un indio para que viniese a los socorrer, el cual fue luego allá, y como se juntó con ellos, los demonios arrojaban piedras por los aires, y desta suerte llegaron a la villa, y se fueron derechos con el cacique a las casas deste Juan Pacheco, adonde se juntaron todos los más de los cristianos que estaban en el pueblo, y todos veían caer piedras pequeñas de lo alto de la casa y oían silbos.
    • 1554 Cieza León, P. Crón Perú 141 Esp (CDH )
      Y los cristianos diciendo a grandes voces: «Jesucristo, Jesucristo sea con nosotros»; y signándose con la cruz, arremetieron al indio y lo tomaron, poniéndole luego una estola, y le echaron agua bendita; pero todavía se oían aullidos y silbos dentro en la iglesia, y Tamaracunga los veía visiblemente, y fueron a él y le dieron tantos bofetones, que le arrojaron lejos de allí un sombrero que tenía puesto en los ojos por no los ver, y en el rostro le echaban saliva podrida y hedionda.
    • 1554 Cieza León, P. Crón Perú 192 Esp (CDH )
      Algunas veces, yo, por mis ojos, ciertamente he oído hablar a indios con el demonio; y en la provincia de Cartagena, en un pueblo marítimo llamado Bahayre, oí responder al demonio en silbo tenorio, y con tales tenores, que yo no sé cómo lo diga, mas que un cristiano que estaba en el mismo pueblo más de media legua de donde yo estaba, oyó el mismo silbo, y de espanto, estuvo algo mal dispuesto; y los indios dieron grandísima grita otro día por la mañana publicando la respuesta del diablo.
    • 1554 Cieza León, P. Crón Perú 192 Esp (CDH )
      Algunas veces, yo, por mis ojos, ciertamente he oído hablar a indios con el demonio; y en la provincia de Cartagena, en un pueblo marítimo llamado Bahayre, oí responder al demonio en silbo tenorio, y con tales tenores, que yo no sé cómo lo diga, mas que un cristiano que estaba en el mismo pueblo más de media legua de donde yo estaba, oyó el mismo silbo, y de espanto, estuvo algo mal dispuesto; y los indios dieron grandísima grita otro día por la mañana publicando la respuesta del diablo.
    • 1569 Ercilla, A. Araucana I [1993] 269 Esp (CDH )
      / Cubierto Tucapel de fina malla / saltó como un ligero y suelto pardo / en medio de la tímida canalla; / haciendo plaza el bárbaro gallardo, / con silbos, grita, en desigual batalla, / con piedra, palo, flecha, lanza y dardo / le persigue la gente de manera / como si fuera toro o brava fiera.
    • 1569 Ercilla, A. Araucana I [1993] 307 Esp (CDH )
      / El importuno bárbaro no cesa / ni afloja de la empresa que pretende, / antes con silbos, grita y piedra espesa, / en agua a más de la cinta, los ofende, / y dándoles en esto mucho priesa, / el beber los caballos les defiende / diciendo: «¡Sús, salid, salid fuera, / que yo os manterné campo en la ribera!» / Viendo Alvarado a Rengo así orgulloso / de la soberbia tema ya impaciente, / dice a los dos: «¡Oh caso vergonzoso, / que a tres nos siga un indio solamente, / y triunfe de nosotros vitorioso! / No es bien que de españoles tal se cuente: / volvamos y de aquí jamás pasemos / si primero morir no le hacemos.
    • 1569 Ercilla, A. Araucana I [1993] 349 Esp (CDH )
      / Como toros que van a salir lidiados, / cuando aquellos que cerca lo desean, / con silbos y rumor de los tablados / seguros del peligro los torean, / y en su daño los hierros amolados / sin miedo amenazándolos blandean: / así la gente bárbara araucana / del muro amenazaba a la cristiana.
    • 1562-1569 Timoneda, J. El sobremesa Esp (CDH )
      Diciendo que sí, importunáronle que silbase, por ver qué silbo tenía.
    • 1562-1569 Timoneda, J. El sobremesa Esp (CDH )
      —¿Qué?, ¿no tenéis más recio silbo que éste?
    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 12 Esp (CDH )
      Pues viendo nuestro capitán que no bastaba nuestro buen pelear, y que nos cercaban muchos escuadrones, y venían más de refresco del pueblo, y les traían de comer y beber y muchas flechas, y nosotros todos heridos, y otros soldados atravesados los gaznates, y nos habían muerto ya sobre cincuenta soldados; y viendo que no teníamos fuerzas, acordamos con corazones muy fuertes romper por medio de sus batallones, y acogernos a los bateles que teníamos en la costa, que fue buen socorro, y hechos todos nosotros un escuadrón, rompimos por ellos; pues oír la grita y silbos y vocería y priesa que nos daban de flecha y a manteniente con sus lanzas, hiriendo siempre en nosotros.
    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 60 Esp (CDH )
      Dejémosle de la manera que he dicho, e con gran peligro, e volvamos al capitán Pedro de Alvarado, que pareció ser había andado más de una legua, y topó con un estero muy malo de pasar, e quiso Dios nuestro señor encaminarlo que volviese por otro camino hacia donde estaba el Francisco de Lugo peleando, como dicho tengo; y como oyó las escopetas que tiraban y el gran ruido de atambores y trompetillas, y voces e silbos de los indios, bien entendió que estaban revueltos en guerra, y con mucha presteza e con gran concierto acudió a las voces e tiros, e halló al capitán Francisco de Lugo con su gente haciendo rostro y peleando con los contrarios, e cinco indios muertos; y luego que se juntaron con el Lugo, dan tras los indios, que los hicieron apartar, y no de manera que los pudiesen poner en huida, que todavía los fueron siguiendo los indios a los nuestros hasta el real; e asimismo nos habían acometido y venido a dar guerra otras capitanías de guerreros adonde estaba Cortés con los heridos; mas muy presto los hicimos retraer con los tiros, que llevaban muchos dellos, y a buenas cuchilladas y estocadas.
    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 275 Esp (CDH )
      Y quedarse ha aquí, y diré cómo con harto trabajo nos retrajimos a nuestros aposentos, y todavía muchos escuadrones de guerreros sobre nosotros con grandes gritos e silbos, y trompetillas y atambores, llamándonos de bellacos y para poco, que no sabíamos atenderles todo el día en batalla, sino volvernos retrayendo.
    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 276 Esp (CDH )
      Y muy afectuosamente decían que les diésemos su gran señor Montezuma, y decían otras cosas; y de noche asimismo siempre silbos y voces, y rociadas de vara y piedra y flecha; y cuando amaneció, después de nos encomendar a Dios, salimos de nuestros aposentos con nuestras torres, que me parece a mí que en otras partes donde me he hallado en guerras en cosas que han sido menester, las llaman burros y mantas; y con los tiros y escopetas y ballestas delante, y los de a caballo haciendo algunas arremetidas; e como he dicho, aunque les matábamos muchos dellos, no aprovechaba cosa para les hacer volver las espaldas, sino que si siempre muy bravamente habían peleado los doce días pasados, muy más fuertes con mayores fuerzas y escuadrones estaban este día; y todavía determinamos que, aunque a todos costase la vida, de ir con nuestras torres e ingenios hasta el gran cu del Huichilobos.
    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 278 Esp (CDH )
      Volvamos a nuestra plática, que fue acordado de demandarles paces para salir de México; y desque amaneció vienen muchos más escuadrones de guerreros, y muy de hecho nos cercan por todas partes los aposentos; y si mucha piedra y flecha tiraban de antes, mucho más espesas y con mayores alaridos y silbos vinieron este día; y otros escuadrones por otras partes procuraban de nos entrar, que no aprovechaban tiros ni escopetas, aunque les hacían harto mal.
    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 280 Esp (CDH )
      En fin de más razones, mandó Cortés a un papa e a un principal de los que estaban presos, que soltamos para que fuesen a decir al cacique que alzaron por señor, que se decía Coadlabaca, y a sus capitanes, cómo el gran Montezuma era muerto, y que ellos lo vieron morir, y de la manera que murió, y heridas que le dieron los suyos, y dijesen cómo a todos nos pesaba dello, y que lo enterrasen como gran rey que era [...]. y del enterramiento, que no tuviesen cuidado, sino de nuestras vidas, que en dos días no quedarían ningunos de nosotros, para que tales cosas enviemos a decir; y con estas pláticas, muy grandes gritas y silbos, y rociadas de piedra, vara y flecha, y otros muchos escuadrones todavía procurando de poner fuego a muchas partes de nuestros aposentos [...].
    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 282 Esp (CDH )
      Y estando en esto, suenan los cornetas y gritas y silbos de los mexicanos, y decían en su lengua: "Taltelulco, Taltelulco, salid presto con vuestras canoas, que se van los teules; atajadlos en las puentes"; y cuando no me cato, vimos tantos escuadrones de guerreros sobre nosotros, y toda la laguna cuajada de canoas, que no nos podíamos valer, y muchos de nuestros soldados ya habían pasado.
    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 287 Esp (CDH )
      Y demás desto, aquella noche (siempre cercados de mexicanos, y grita y vara y flecha, con hondas sobre nosotros) acordamos de nos salir de allí a media noche, y con los tlascaltecas, nuestros guías, por delante con muy gran concierto; llevábamos los muy heridos en el camino en medio, y los cojos con bordones, y algunos que no podían andar y estaban muy malos a ancas de caballos de los que iban cojos, que no eran para batallar, y los de a caballo sanos delante, y a un lado y a otro repartidos; y por este arte todos nosotros los que más sanos estábamos haciendo rostro y cara a los mexicanos, y los tlascaltecas que estaban heridos iban dentro en el cuerpo de nuestro escuadrón, y los demás que estaban sanos hacían cara juntamente con nosotros; porque los mexicanos nos iban siempre picando con grandes voces y gritos y silbos, diciendo: "Allá iréis donde no quede ninguno de vosotros a vida"; y no entendíamos a qué fin lo decían, según adelante verán.
    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 468 Esp (CDH )
      Volvamos a nuestra relación, y es que otro día de mañana acordamos de ir por nuestro camino para su ciudad de Chiapa, y verdaderamente se podía decir ciudad, y bien poblada, y las casas y calles muy en concierto, y de más de cuatro mil vecinos, sin otros muchos pueblos sujetos a ella, que estaban poblados a su rededor; e yendo que íbamos con mucho concierto, y el tiro puesto en orden, y el artillero bien apercibido de lo que había de hacer y no habíamos caminado cuarto de legua, cuando nos encontramos con todo el poder de Chiapa, que campos y cuestas venían llenos dellos, con grandes penachos y buenas armas e grandes lanzas, flechas y vara con tiraderas, piedra y hondas, con grandes voces e grita y silbos.
    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 473 Esp (CDH )
      [...] y unas rodelas hechas a manera de pavesinas, con que se cubren todo el cuerpo cuando pelean, y cuando no las han menester, las arrollan y doblan de manera que no les hacen estorbo ninguno, e con hondas mucha piedra, y tal priesa se daban a tirar flecha y piedra, que hirieron cinco de nuestros soldados e dos caballos, e con muchas voces e gran grita e silbos e alaridos, y atambores y caracoles, que era cosa de poner espanto a quien no los conociera [...].
    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 666 Esp (CDH )
      Volveré a tratar de esta materia que, después día claro, muchas personas dijeron que cuando andaba la tormenta, que oyeron silbos, y voces y aullidos muy espantables, y decían que venían envueltos con las piedras muchos demonios, que de otra manera que era cosa imposible venir tantas piedras y árboles sobre sí, y que andaba en las olas una vaca con un cuerno y dos bultos de hombres como negros de malas caras y gestos y que decían a grandes voces: Dejadlo, dejadlo, que todo ha de perecer y acabar.
    • 1589 Castellanos, J. Elegías varones Indias [1847] 411 Co (CDH )
      / Mas todavia son acometidos / Los nuestros de terrible muchedumbre, / Los doce dellos ya muy mal heridos, / Y todos con inmensa pesadumbre; / Crecen los silbos y los alaridos / Que tienen estos indios de costumbre, / De tal manera, que por todos lados / Los tienen afligidos y acosados.
    • 1609 Alemán, M. Ortografía [1950] Esp (CDH )
      La x i la j, tienen cie rta mane ra de similitud ò pa rentesco, según la s con la ç, po r donde algunos las t ruecan, diziendo dixe po r dije, no advi rtiendo que la x es más tenue, i se p ronuncia casi como el silvo, la lengua poco menos que junta con el palada r ; i pa ra la j, se tiene de reti ra r , i fó rmase po r entr e dientes, con solo el aliento.
    • c1608-1620 Ruiz Alarcón, J. Cueva Salamanca [1957] Mx (CDH )
      Doña Clara : Sí. / (Silban dentro.)Desnuda... Pienso que oí / un silbo.
    • 1580-a1627 Góngora Argote, L. Romances [1998] Esp (CDH )
      ¡Cuántos silbos, cuántas voces / la nava oyó, de Zuheros, / sentidos bien de sus valles, / guardadas mal de sus ecos! / Vaqueros las dan, buscando / la hermosa, por lo menos, / cerrera, luciente hija / del toro que pisa el cielo.
    • 1627 Salas Barbadillo, A. J. Estafeta Momo 37v (FG)
      [...] quando daua al mundo en los ojos con el trapaço de las tinieblas, y venia desaliñada sin los joyeles de las estrellas: tan diestro en el idioma de los siluos, que en su inteligencia pudiera competir con qualquier toro jaramenño, o con vn autor de los que traen comedias infelices, que no todas las que se siluan son las malas.
    • 1627 Salas Barbadillo, A. J. Estafeta Momo fol. 80 (FG)
      El viento, que hasta entonces les auia dado de espaldas, pareciendo que venia en su seguimiento, empço a combatirse con ellos rostro a rostro, y siluaua furioso, arrebatandoles las capas, que no es nueuo en los capeadores valerse del lenguage de los siluos.
    • a1635 Tirso de Molina Condenado [1995] Esp (CDH )
      / Ya de aquestos montes / en las altas peñas / la llamé con silbos / y avisé con señas.
    • 1607-1645 Duque Estrada, D. Comentarios desengañado [1982] Esp (CDH )
      Ajustado el negocio con nuestro padre, me avisaron que a media noche estarían en la calle, siendo un silbo grande la seña de su llegada.
    • c1610-a1645 Quevedo Villegas, F. Jácaras [1971] 320 Esp (CDH )
      La Chaves, Dios la dé gloria, / me parece que la miro / pasar parches por lunares / y gomas por sarpullido. *"¿Dónde irán tantos calcillas, / pecadores de improviso, / que, a lo de porte de carta, / compraban los parasismos; / "los bribones de la culpa, / que acudían los domingos / a la sopa del demonio, / bordoneros de entresijos? / "Sin prólogo de criadas, *gozaron los mal vestidos; / ni dueña pidió aguinaldo, / ni escudero vendió silbo. /
    • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] Esp (CDH )
      Mientras que fui tabiques y desvanes, / desigual en cimiento y azutea, / tela fina en lacayos fue librea: / ya no me puedo hartar de tafetanes. / Hoy, hermosa, me faltan los galanes, / y el silbo bien bebido me torea; / yo tuve la ventura de la fea, / como la pronostican los refranes. / Tan sola siempre, tan a pie me hallo, / que, vueltos en andrajos los rejones, / tengo el fuego de Troya, no el caballo. * / Los bravos son mis altos y escalones; / no los toros, pues tengo, y no lo callo, / más hombres en terrados que en balcones.
    • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] II, 378 Esp (CDH )
      Aquí mormuran arroyos, * / porque han dado en perseguirlos: * / que hay muchos de buena lengua, * / bien hablados y bien quistos. / La lechuza ceceosa * / entre los cerros da gritos: * / que parece sombrerero / en la música y los silbos. / Ándase aquí la picaza / con su traje dominico, / y el pajarillo triguero / con el suyo capuchino. / Como el muchacho en la escuela / está en el monte el cuclillo, * / con maliciosos acentos, / deletreando maridos. /
    • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] II, 507 Esp (CDH )
      El invidioso que dice / que ya no estáis de servicio, / ni sabe vuestro suceso, / ni güele vuestro desinio. / Vanidad, y no caída, / tanto cardenal ha sido: / pues os halláis consistorio / y fuistes quidamobispo. / Hacer sus necesidades / debe todo buen ministro: / que los grandes sacerdotes / nunca hicieron edificios. / Entre culebra y pastor / equivocastes los silbos: / que si llamaron ovejas, / os juntaron palominos. /
    • 1663 Carvajal Saavedra, M. Navidades [1993] Esp (CDH )

      Venía el dichoso caballero descuidado de su buena suerte, y por sentirse cansado con el peso de las armas, se retiró al hueco de unas peñas a la vista del camino. A poco rato de estar allí, oyó ruido de coche, y como no sabía el intento de su dueño, presumió serían algunas damas que habían venido aquel día a visitarla. Determinóse a esperar que el coche pasara, poniéndose en la parte más oscura. Y ya que venía cerca, vió salir de la arboleda los que la esperaban. Venía diciendo Arnaldo:

      — Pues no trae gente, llevad vosotros esos dos que vienen con ellas a lo espeso de los árboles y atadlos en ellos, para que no puedan ir a pedir favor a estos villanos. Y no volváis tan presto hasta que yo dé un silbo.

      Bien conoció don Duarte que el agravio era contra Narcisa, mas no quiso salir de donde estaba, por dar lugar a que el Duque quedara solo y que ella conociera lo mucho que le debía.

    • 1701 Villagutierre Sotomayor, J. HConquista Itzá [2002] Esp (CDH )

      Y en este día y los siguientes solo se pudo conoçer en todos ellos ser hijos de la trayción y del engaño, pues continuadamente a todas horas, era su exercicio andar haziendo vnión, formando esquadras en el agua con la inmensidad de canoas; como también esquadrones por tierra, acercándose al real por vna y por otra parte, embigiados y tiznadas las caras y horrorosos, tocando al arma repetidamente con sus cañas, tambores y otros destemplados instrumentos, con silbos y algazara, y con ademanes de hazerse formidables, provocando siempre a los nuestros al rompimiento de la guerra.

    • c1723 Mayans Siscar, G. Abecé español [1991] Esp (CDH )
      Mesala Corvino, varón nobilíssimo i eloqüentíssimo, escrivió un libro de esta letra, i dijo que no era letra sino silvo.
    • 1728 Feijoo, B. J. Theatro crítico universal, II [2003] Esp (CDH )
      El silvo tampoco imprime qualidad alguna, ni en el ambiente, ni en otro cuerpo, solo mueve con determinadas ondulaciones el aire, las quales, propagándose, llegan a producir un movimiento semejante en el týmpano del oído.
    • 1739 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
      SILBO. s. m. El sutil ruido, que se hace con la boca, frunciendo por los extremos los labios, para que suele violentando el aire. Tambien se hace metiendo en la boca los dedos, ú otra cosa apropósito á este efecto. Viene del Latino Sibilus.
    • 1743 Torres Villarroel, D. Vida I-IV [1972] 146 Vida Esp (CDH )
      En esta tristísima fatiga, y con el desconsuelo de no oír ni un silbo, ni un cencerro, ni seña alguna de estar cercanos a algún chozo, majada o alquería, nos encontró la luz de la mañana, a la que vimos el estrago y pérdida de nuestros rocinantes.
    • 1780 Clavijero, F. J. HAntigua México [1991] Mx (CDH )
      La batalla se comenzaba con un espantoso ruido (muy usado entre los romanos) de los instrumentos militares y de gritos y silbos tan grandes que, como testifica de propia experiencia el Conquistador Anónimo, causaban horror a los que no estaban acostumbrados.
    • c1786 Chantre Herrera, J. HMisiones Marañón [1901] Ec (CDH )
      Iban las partidas por sendas diferentes para descubrir más terreno, y Plácido, que se atrasó un poco á la suya por cierta necesidad, oyó silbos á alguna distancia, y pensando que fuesen de alguno de su comitiva, apresuró el paso, por ir á la sazón descalzó y en camiseta como los demás indios; mas se encontró con dos gentiles desnudos que iban con sus lanzas en seguimiento de unos puercos monteses que habían descubierto.
    • 1787 Clavijo Fajardo, J. Trad HNatural Buffon, IV [1787] p. 331 Esp (BD)
      Muchas especies de páxaros, como los Ca narios, los Pardillos, Gilgueros, Chochinas (especie de Agachadizas) y los Luganos, son pro. pensos á recibir impresiones musicales, pues aprenden tonadas bastante largas. Casi todos los demas páxaros se modifican tambien por medio de los sonidos: los Papagayos, los Garrulos ó Arrendajos, las Picazas, Urracas ó Maricas, los Estorninos, los Mirlos, &c., aprenden á imitar el silvo y tambien la palabra, imitando igual mente la voz y los gritos de los Perros, Gatos y demas animales.
    • c1793-p1801 Ruiz, H. Rel viaje Perú y Chile [1952] Esp (CDH )
      Volví a repetir silvos, llamando á mi Criado, mas no respondia; desviado algun trecho del ruido del rio, renové los silvidos muchas veces, y no respondiendome, sospeché que hubiera perecido: el Guia incognito, me dixo, que ya estabamos cerca del pueblo; me paré un poco y volví á llamar á mi Criado y al Guia, nadie me respondia ya; por ultimo caminé solo un gran trecho, vuelvo á silvar al Criado, y me respondió muy cerca de mi: lo que me consoló infinito y reprendile de que no me hubiese contextado hasta entonces; pero me dixo haber sido aquella la primera vez que me habia oido.
    • 1834 Duque de Rivas Moro expósito [1982] I, 226 Esp (CDH )
      Dos zagales / con piedras contenerlos y con silbos / no pudieron lograr: tras ellos corren / y, al acercarse al sospechoso sitio, / ven que el bulto es un negro de anchos hombros / que arrastraba un ropón medio caído.
    • 1837-1840 Zorrilla, J. Poesías [1943] 354 Esp (CDH )
      / ¿Pensáis que a esos aúllos y suspiros / con que llenáis la oscuridad tranquila, / como a silbos de brujas o vampiros / mi amedrentado corazón vacila? / ¡Pensáis ¡oh! que por miedo de escucharos / con voz pujante entonaré canciones, / y al arpa acudiré para ahuyentaros / con dulces trovas de amorosos sones? / ¡Mentís, abortos de la sombra vana! / Yo sé bien que, si fuérais más que viento, / holgarais en montón en mi ventana / al blando son de mi amoroso acento.
    • 1854 López, V. F. Novia hereje [2003] I, 259 Ar (CDH )
      Pisó la orilla con un aire tan franco y tan jovial que los que le recibieron no pudieron dejar de saludarle diciéndole ¡viva el General Sarmiento! —grito que fue contestado por detrás con silbos y otros ruidos burlescos que hirieron muy en lo vivo la sensibilidad y el amor propio del pobre Brigadier.
    • 1847-1857 Valera, J. Correspondencia [1913] I, 291 Esp (CDH )
      La canción de que iba acompañada la danza estaba entreverada de silbos y de aúllos frenéticos.
    • 1858 Anónimo Conquistador anónimo Documentos Historia México Mx (CDH )
      Mientras pelean cantan y bailan; y a vueltas dan los más horribles alaridos y silbos del mundo, especialmente si notan que van alcanzando ventaja; y es cierto que a quien no los ha visto pelear otras veces ponen gran temor con sus gritos y valentías.
    • 1911 Pz Galdós, B. Primera República [2002] Esp (CDH )
      La veloz huida de las terribles alimañas era celebrada por nuestras sílfides con algazara de silbos y greguería triunfal.
    • 1921 Miró, G. SDaniel [1988] 181 Esp (CDH )
      Se frotaba sus manos de señora silbando una frase de Moraima, * con un silbo que aun siendo muy frágil le hacía toser.
    • 1921 Miró, G. SDaniel [1988] Esp (CDH )
      Entonces se arrebató el especiero, hundióse dos dedos bajo la lengua y le salió un silbo glacial.
    • 1925 Cabrera Latorre, Á. "Zoología" HNatural I Esp (FG)
      Una segunda especie nortemanericana, el CISNE SILBADOR (Cygnus columbianus), que presenta una mancha amrilla en la base del pico, tiene un grito que parece un silbo estridente.
    • 1936 Lugones, L. Almitas [1988] Cuentos Ar (CDH )
      En vano, al acercársele un poco, lo llamó con el silbo y con el grito; el pequeño bulto parecía escurrirse, sordo a sus voces, tendido hacia delante el brazo derecho, como señalando en la abismada claridad.
    • 1938 Mistral, G. Tala [1996] Ch (CDH )
      / La Pampa va abriendo labios / oscuros y apercibidos, / y, con insomnio de amor, / habla a punzadas y a silbos.
    • 1938 Mistral, G. Tala [1996] Ch (CDH )
      / Aldea mía sobre el Ródano, / rendida en río y en cigarras; / Antilla en palmas verdi-negras / que a medio mar está y me llama; / ¡roca lígure de Portofino: / mar italiana, mar italiana! / Me han traído a país sin río, / tierras-Agar, tierras sin agua; / Saras blancas y Saras rojas, / donde pecaron otras razas, / de pecado rojo de atridas / que cuentan gredas tajeadas; / que no nacieron como un niño / con unas carnazones grasas, / cuando las oigo, sin un silbo / cuando las cruzo, sin mirada.
    • 1941 Alegría, C. Mundo [1978] 111 Pe (CDH )

      Hay silbos y gritos. Son los indios que se llaman de cerro a cerro, encaminándose a los potreros. La luna vuelve más amarillos el pasto seco y los delgados senderos.

    • 1941 Alegría, C. Mundo [1978] 347 Pe (CDH )
      El conejo, por su parte, lo veía pasar y decía: "Se ha dedicado al silbo. Y con la boca cosida no podrá comerme".
    • 1941 Alegría, C. Mundo [1978] 347 Pe (CDH )
      El zorzal le sacó las lapas y sobre el silbo le dijo: "Tienes que ir donde el zapatero para que te cosa la boca y te deje sólo un agujerito. Llévale algo en pago del trabajo. Después te enseñaré...".
    • 1924-1945 Mistral, G. Ternura [1996] Ch (CDH )
      / Derechamente viene, / a silbo y señal; / subiendo el mundo viene / en blanco animal.
    • 1924-1945 Mistral, G. Ternura [1996] Ch (CDH )
      / Filo de lindo vuelo, / filo de silbo, / filo de larga estrella, / niño dormido.
    • 1955 García Márquez, G. Hojarasca [1969] Co (CDH )
      Uno de ellos silbaba y su silbo duro y recto resonaba en el socavón vegetal, como cuando uno se pone a cantar dentro de un tonel.
    • 1958 Fuentes, C. Región [1968] 259 Mx (CDH )

      Desde los vidrios azulados de la oficina de Federico Robles, Ixca Cienfuegos recorre con la mirada la extensión de la Avenida Juárez.Ve, sobre todo, a los hombres y las mujeres de todos los días —oficinistas, pasantes de derecho, comerciantes, vendedores, choferes, mozos, mecanógrafas, repartidores[...] y más lejos, por fin, al lejano día de agosto en que las aguas se dividen y todo es confusión y escudos y silbos y penachos y estruendo de arcabuces y bergantines y el Señor Malinche se asoma a la azotea de una casa de Amaxac y ve aproximarse la canoa del vencido.

    • 1958 Fuentes, C. Región [1968] 450 Mx (CDH )
      [...] cantan todas las voces a un tiempo pero un águila les comió la lengua, y la piedra se ennegreció de fuego, y sonaron las cornetas y gritos y silbos y se levantaron los penachos y divisas de oro por última vez sobre la ciudad [...].
    • 1960 Cunqueiro, Á. Mocedades Ulises [1970] Esp (CDH )
      Silbó; mantuvo el silbo todo lo que permitieron sus pulmones.
    • 1965 Villagra Marsal, C. Mancuello [1996] Py (CDH )
      Tal un eco al momento, el silbo se escuchó de nuevo, tan penetrante que parecía salir de algún rincón del patio.
    • 1966 Lezama Lima, J. Paradiso [1988] Cu (CDH )
      Trepaban a los árboles, descubrían nidos, lanzaban silbos estivales, palmeaban o remontaban el canto, entre grupos de mozos o mozas, que ya pasaban de la niñez, y Baldovina estaba ansiosa de lucir la edad que permitía esos paseos.
    • 1970 León, M. T. Memoria melancolía [1982] 219 Esp (CDH )
      La cortesía amatoria de antes se hacía por la reja, pero en el valle de Pas el primer silbo amoroso no era tan fácil pues lo silbaban por la gatera, esto es, por un agujero a ras del, suelo abierto en la puerta por donde pasaba el gato.
    • 1978 Fdz Santos, J. Extramuros [1994] Esp (CDH )
      Hora tras hora acechábamos la lejanía más allá de la vega, pero aparte de mansos carros y rebaños soñolientos, nada nos revelaba el horizonte, el golpear de los cascos o los agudos silbos abriéndose paso rumbo a las cohortes.
    • 1985 Prensa ABC, 09/04/1985 [1985] Esp (CDH )
      Quieren suprimir la vida que es, esencialmente, lo vivido y regresar a la honda y al silbo, a la agreste edad de la piedra pulimentada, a la soledad tribal en el momento exacto en que Europa va a crecer, en que las multinacionales producen nuevos tejidos por encima de la futilidad geográfica y la ilusoria idea de las razas.
    • 1985 Sanchis Sinisterra, J. Retablo Eldorado [1992] Esp (CDH )
      Aquí retumbarían los aires con los grandes gritos y silbos y atambores y trompetillas de los fuertes escuadrones de indios, con nuestros tiros de escopetas y arcabuces y el galope y relincho de caballos.
    • 1986 Murillo Gmz, M. Dogma fe [1986] Esp (CDH )
      ¡Arrepentíos! ¡Aún es tiempo! ¡Llorad! ¡La noche llega con silbos de muerte!
    • 1989 Prensa ABC, 18/04/1989 [1989] Esp (CDH )
      Y ahora le hace la remanguillé Ana Tutor, la sirena gubernativa, que, con dos silbos y la promesa de algún unto, le birla los dos concejales en forma de Proserpinas.
    • 1991 Luján, N. Espejos [1991] Esp (CDH )
      — Señora, dentro de un momento llegará Antón, que me avisa con un silbo, a pesar de que tiene la llave.
    • 1993 Haensch, G. / Werner, R. (dirs.) NDiccColombianismos Co (NTLLE)
      silbo m tamb Boy, Cauca, Cund, NStder, Stder, Tol Sonido que se produce al silbar [E: pitido; E, Col: chiflido, silbido]. OBS: En E silbo es de uso poético.
    • 1994 Solares, I. Nen [1994] Mx (CDH )
      El estruendo de la pólvora salía al encuentro de hondas y piedras zumbantes, rodelas, arcos mal templados, escudos acolchados de algodón, los gritos, las trompetas, los silbos.
    • 1995 Martínez, T. E. StaEvita [1995] 212 Ar (CDH )
      El Loco arriesgó un silbo rápido, fino, de pájaro.
    • 2003 Roca, J. M. Maldita costumbre Co (CORPES)
      Ya casi nada me resultaba tan claro. Supongo que hablaba de sentirnos y de comportarnos como seres que no tienen por qué moverse solamente tras las órdenes y los silbos impartidos, como si volviéramos a ser personas más allá de la dependencia de habitar en los gestos ajenos, como "el hombre", el pertinaz hombre sin servidumbres que aún olvidado en el armario continuaba su existencia.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      silbo [...] Sonido agudo que resulta de hacer pasar con fuerza el aire por la boca con los labios fruncidos o con los dedos colocados en ella convenientemente.
    • 2019 Labrador Español, Á. "Granada congelada" [25-12-2019] Ideal (Granada): ideal.es Esp (HD)
      Cuando la lámina helada quiebra en mil trozos con chasquidos de cristal roto, despierto y, al abrir los ojos, descubro que es mi mujer la que rechina en silbos para que deje de roncar. Maldita sea, mi evocación somnolienta se apaga como una cerilla del cuento de Dickens y aparece la verdad de mi vida.
    dar silbo silbar
    docs. (1527-1645) 26 ejemplos:
    • 1527 Osuna, F. Abecedario espiritual III [2007] Esp (CDH )
      No digo que lo haze por ser visto mejor que todos, aunque a las vezes acaece, ca, mostrándose singular en la solicitud muy demasiada que pone, no solamente en la lengua con que pronuncia, que esto medio mal sería, sino en las bozes y silvos y ronquidos que da, en especial quando consagra, donde avía de estar más quieto para mover el pueblo a devoción.
    • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] II, 128 Esp (CDH )
      E decían que iban a llamar al calachuni para que hablase al general, pero nunca vino; antes, seyendo ya tarde, después de mediodía, comenzaron amenazar de nuevo a los cristianos y embrazaban sus rodelas e mostraban que querían pelear contra los nuestros, e comenzaron a poner saetas e flechas en los arcos, e daban silbos, e hacían fieros sin les haber dado causa alguna, y parescía que querían comenzar a pelear muchas veces con denuedo, e el general con la lengua procuraba de los aplacar, e requeríales que no comenzasen la batalla otra fuerza tentasen contar él: que otro día a mediodía se irían los cristianos.
    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 397 Esp (CDH )
      En fin, cosas diabólicas, y tenían grandes lumbres y daban grandísimos gritos y silbos, y en aquel instante estaban sacrificando de nuestros compañeros de los que tomaron a Cortés, que supimos que sacrificaron diez días arreo hasta que los acabaron, y el postrero dejaron a Cristóbal de Guzmán, que vivo le tuvieron diez y ocho días, según dijeron tres capitanes mexicanos que prendimos; y cuando les sacrificaban, entonces hablaba su Huichilobos con ellos y les prometía victoria e que habíamos de ser muertos a sus manos antes de ocho días, e que nos diesen buenas guerras aunque en ellas muriesen muchos; y desta manera les traían engañados.
    • c1610-c1612 Juan Bautista Concepción (Juan García López) Exhortaciones Perseverancia [2002] Esp (CDH )
      ¡Oh buen Dios mío, y qué verdad es ésta tan conforme a lo que hoy pasa!: que, dando officios a niños y puniendo dignidades en hombres ignorantes, que son menos que estatuas pues aun el parecer de hombres no tienen, llegándoles a preguntar cosas que ni ellos saben ni entienden, dan un silbo, una palabra confusa que dijeron, los que a su lado están la interpretan, unos de una manera y otros de otra, para que con cualquier suceso digan que acertó y que el Spíritu Sancto habló en él, no siendo sino el demonio, que con su poco saber da una en el clavo y ciento en la herradura.
    • a1645 Quevedo y Villegas, Francisco de Entremés famoso El Marión [1981] Esp (CDH )
      Doña Bernarda :Si acaso está dormido / el hijo del agüelo de mi amado... / Todo está solo, todo está callado.Da un silbo. Don Constanzo :¿Soy yo culebra? / ¿Soy yo culebrón? / ¿Bebo en pilón? / ¿Soy yo mala comedia? / ¿Qué silbos son éstos?
    • 1527 Osuna, F. Abecedario espiritual III [2007] Esp (CDH )
      No digo que lo haze por ser visto mejor que todos, aunque a las vezes acaece, ca, mostrándose singular en la solicitud muy demasiada que pone, no solamente en la lengua con que pronuncia, que esto medio mal sería, sino en las bozes y silvos y ronquidos que da, en especial quando consagra, donde avía de estar más quieto para mover el pueblo a devoción.
    • 1554 Rdz Florián, J. Comedia Florinea [1996] Esp (CDH )
      Desque concluyas, dame un silvo, que por alrededor d'estas paredes andaré.
    • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] II, 128 Esp (CDH )
      E decían que iban a llamar al calachuni para que hablase al general, pero nunca vino; antes, seyendo ya tarde, después de mediodía, comenzaron amenazar de nuevo a los cristianos y embrazaban sus rodelas e mostraban que querían pelear contra los nuestros, e comenzaron a poner saetas e flechas en los arcos, e daban silbos, e hacían fieros sin les haber dado causa alguna, y parescía que querían comenzar a pelear muchas veces con denuedo, e el general con la lengua procuraba de los aplacar, e requeríales que no comenzasen la batalla otra fuerza tentasen contar él: que otro día a mediodía se irían los cristianos.
    • 1560 Cervantes Salazar, F. Crón Nueva España [1971] I, 321 Esp (CDH )
      Otras veces, cuando al Rey le parescía ir con todos sus grandes a caza de monte, era cosa de ver, como ahora se hace con los Visorreyes, que ocho o diez mill indios y muchas veces más, asidos por la mano, cercaban cuatro o cinco leguas de tierra, dando voces y silbos, levantando y oxeando la caza, sacándola de sus madrigueras y cuevas, la echaban en campo raso, donde estaban los flecheros y los que tenían armas [...].
    • a1566 Ayala, M. Disc vida [1905] 223 Esp (CDH )
      Somos justicia y podemos ir como quisiéremos; y yo díjeles: Si sois justicia, mostradlo, y todos os favoreceremos y os llevaremos en medio si fuere menester; ellos no quisieron responder á esto, y como vieron que les tornaba á importunar y que hablábamos entre nosotros, sálense del camino y métense en un valle bajo hacia una roqueta ó castillejo, y de que fueron un poco lejos, comenzaron á dar grandes silbos y hacer grandes señas, y nosotros seguimos nuestro camino; y á una legua antes de Villasalsa divisamos que venían detrás de nosotros ciertos arcabuceros á caballo, poco á poco, y dejáronnos llegar á Villasalsa; y así como entramos y la comida estaba aparejada, llegaron á la posada aquellos de á caballo, que eran ocho ó diez, y entre ellos venía un Proboste, el cual como entró se comenzó á querellar que había hecho fuerza á la justicia en el camino y que había metido hombres en Francia [...].
    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 58 Esp (CDH )
      Y desque le hubimos sacado de aquella lama y tomado tierra, llamando y nombrando a señor Santiago e arremetiendo a ellos, les hicimos retraer, y aunque no muy lejos, por causa de las grandes albarradas y cercas que tenían hechas de maderos gruesos, adonde se amparaban, hasta que se las deshicimos, e tuvimos lugar por unos portillos de entrar en el pueblo y pelear con ellos, y los llevamos por una calle adelante adonde tenían hechas otras albarradas y fuerzas, e allí tornaron a reparar y hacer cara, y pelearon muy valientemente, con grande esfuerzo y dando voces e silbos, diciendo: "Ala, lala, al calachoni, al calachoni"; que en su lengua quiere decir que matasen a nuestro capitán.
    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] Esp (CDH )
      Acuérdome que cuando soltábamos los tiros, que daban los indios grandes silbos e gritos, y echaban tierra y pajas en alto porque no viésemos el daño que les hacíamos, e tañían entonces trompetas e trompetillas, silbos y voces, y decían Ala lala.
    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] Esp (CDH )
      y como traían las lanzas muy grandes y de buen cuerpo, y tienen en ellas unas braza de cuchilla de pedernales, que cortan tanto como navajas, según ya otras veces he dicho, y traía cada indio una rodela como pavesina, y con sus banderas tendidas, y con muchos plumajes y atambores y trompetillas, y entre cada lancero e lancero un flechero, y dando gritos y silbos decían: "Viva el rey, viva el rey, y Hernando Cortés en su real nombre"; y entraron bravosos, que era cosa de notar; y serían mil y quinientos, que parecían, de la manera y concierto que venían, que eran tres mil; y cuando los de Narváez los vieron se admiraron, e dicen que dijeron unos a otros que si aquella gente les tomara en medio o entraran con nosotros, qué tal que les pararan; y Cortés habló a los indios capitanes muy amorosamente, agradeciéndoles su venida, y les dio cuentas de Castilla, y les mandó que luego se volviesen a sus pueblos, y que por el camino no hiciesen daño a otros pueblos, y tornó a enviar con ellos al mismo Barrientos.
    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 330 Esp (CDH )
      Dejemos de hablar en esto, y digamos que en otros dos días de camino llegaron a Tezcuco, y antes que entrasen en aquella ciudad se pusieron muy buenas mantas y penachos, y con atambores y cornetas, puestos en ordenanza, caminaron, y no quebraron el hilo en más de medio día que iban entrando y dando voces y silbos y diciendo: "Viva, viva el emperador, nuestro señor, y Castilla, Castilla, y Tlascala, Tlascala."
    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 380 Esp (CDH )
      Pues como vimos que por nosotros había acaecido aquel desmán, desde allí adelante procurábamos de tapar y cegar aquella abertura; y aunque fue con harto trabajo y heridas que sobre ella nos daban los contrarios, e muerte de seis soldados, en cuatro días la tuvimos cegada, y en las noches sobre ella misma velábamos todas las tres capitanías, según la orden que dicho tengo y quiero decir que entonces, como los mexicanos estaban junto a nosotros cuando velábamos, que también ellos tenían sus velas, y por cuartos se mudaban, y era desta manera: que hacían grande lumbre, que ardía toda la noche, y los que velaban estaban apartados de la lumbre, y desde lejos no les podíamos ver, porque con la claridad de la leña, que siempre ardía, no podíamos ver los indios que velaban; mas bien sentíamos cuando se remudaban y cuando venían a atizar su leña; y muchas noches había que, como llovía aquella sazón mucho, les apagaba la lumbre, y la tornaban a encender, y sin hacer rumor ni hablar entre ellos palabra, se entendían con unos silbos, que daban.
    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 397 Esp (CDH )
      En fin, cosas diabólicas, y tenían grandes lumbres y daban grandísimos gritos y silbos, y en aquel instante estaban sacrificando de nuestros compañeros de los que tomaron a Cortés, que supimos que sacrificaron diez días arreo hasta que los acabaron, y el postrero dejaron a Cristóbal de Guzmán, que vivo le tuvieron diez y ocho días, según dijeron tres capitanes mexicanos que prendimos; y cuando les sacrificaban, entonces hablaba su Huichilobos con ellos y les prometía victoria e que habíamos de ser muertos a sus manos antes de ocho días, e que nos diesen buenas guerras aunque en ellas muriesen muchos; y desta manera les traían engañados.
    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 410 Esp (CDH )
      Y como se hubo preso Guatemuz, quedamos tan sordos todos los soldados, como si de antes estuviera uno puesto encima de un campanario y tañesen muchas campanas, y en aquel instante que las tañían cesasen de las tañer; y esto digo al propósito, porque todos los noventa y tres días que sobre esta ciudad estuvimos, de noche y de día daban tantos gritos y voces e silbos unos capitanes mexicanos apercibiendo los escuadrones y guerreros que habían de batallar en la calzada, e otros llamando las canoas que habían de guerrear con los bergantines y con nosotros en las puentes, y otros apercibiendo a los que habían de hincar palizadas y abrir y ahondar las calzadas y aberturas y puentes, y en hacer albarradas, y otros en aderezar piedra y vara y flecha, y las mujeres en hacer piedra rolliza para tirar con las hondas; pues desde los adoratorios y casas malditas de aquellos malditos ídolos, los atambores y cornetas, y el atambor grande y otras bocinas dolorosas, que de continuo no dejaban de se tocar; y desta manera, de noche y de día no dejábamos de tener gran ruido, y tal, que no nos oíamos los unos a los otros; y después de preso el Guatemuz cesaron las voces y el ruido, y por esta causa he dicho cómo si de antes estuviéramos en campanario.
    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 434 Esp (CDH )
      [...] y tienen por armas unas lanzas muy largas, mayores que las nuestras, con una braza de cuchilla de navajas de pedernal, que cortan más que nuestras espadas, e unas pavesinas, que se cubren con ellas todo el cuerpo, y mucha flecha y vara y piedra, y los naturales muy sueltos y cenceños a maravilla, y con un silbo o voz que dan entre aquellas sierras resuena y retumba la voz por un buen rato, digamos ahora como ecos.
    • c1568-1575 Díaz Castillo, B. HNueva España [1982] 494 Esp (CDH )
      Ya he dicho que hay grandes sierras en lo poblado de los zapotecas, y que los naturales de allí son gente muy ligeros e sueltos, y con unas voces e silbos que dan, retumban todos los valles como a manera de ecos; y como habíamos de llevar al Rangel, no podíamos andar ni hacer cosa que buena fuese.
    • c1573-1581 Aguado, P. HSta Marta [1916-1917] I,803 Co (CDH )

      Turan *estas fiestas tres o quatro dias con sus noches, el qual tiempo nunca çesan de dançar, baylar y cantar por su horden; y quando çesan de cantar dan muy grandes siluos y bozes, haziendo grandes ademanes y personajes *con los cuerpos.

    • c1573-1581 Aguado, P. HSta Marta [1916-1917] II,142 Co (CDH )
      Pues tienen otra çerimonia no menos de rreyr que las dichas, y es que, perpetuamente, mientras tura el casamiento, la suegra no a de mirar al rrostro al yerno ni el yerno a la suegra, y si se encuentran en algun camino, buelvense los rostros en contrario vno del otro, y en algunos pueblos tienen hechas trochas o caminos por donde los yernos puedan yr seguros de encontrar con las suegras; * y durante el tiempo que la muger de cualquier yndio esta en casa de su madre no a de tener en aquella casa ayuntamiento carnal con ella, y quando lo quisiere tener a de llegar çerca del buhio de su suegra, y dar çiertos silvos con que es conoçido y entendido, y luego sale la muger a el y le lleva de comer, y alli tienen sus ynpudicos actos.
    • a1595 Anónimo Loas [1995] 91 Esp (CDH )
      / No pido yo silencio porque es cierto / que nunca acertaré para alcanzallo; / pido que todos canten y den voces / que cuenten cuentos, que revuelvan libros, / que den patadas, silbos y palmadas, / que hagan todos juntos mucho estruendo / cual suele en la galera hacer la chusma / cuando [con] la tormenta viene a fondo / a visitar las frígidas arenas, / que desta suerte haránla de manera / que acertaré a pedir lo que pretendo, / como en esto hizo el del caballo, / que queriéndolo errar verné [a] acertallo.
    • c1580-1600 Barahona Soto, L. Diáls Montería [1935] 179 Esp (CDH )
      Solamente de dar de rato en rato vn pequeño siluo, para que los maestros sepan por donde viene el montero; y lleue el passo moderado, por que si camina mucho no dara lugar a que los maestros saquen por el rastro o descubran por el viento los jaualies, que suelen alargarsse poco menos de vna legua a buscar la comida de adonde estan encamados de dia; ni tanpoco conuiene hir espaçiossamente, por que suelen los maestros adelantarse mucho hasta hallar la caça, y quando la hallan y dizen de parada, si el montero esta muy desbiado, quando lleguen los alanos el jauali se abra disparado y metido en la breña espessa do no se puede aprouechar dél.
    • 1604 Jiménez Patón, B. Elocuencia española [1604] Esp (CDH )
      Algunas veces la voz es entera, como en castellano se usa diciendo: ¡Viva!, ¡Viva!, ¡Viva!; ¡Vítor!, ¡Vítor!, ¡Vítor! En el latín se verán los ejemplos que tienen, a quienes corresponden los silbos y relinchos que se suelen dar de esceso de alegría en ocasiones della.
    • 1605 Lpz Úbeda, F. Pícara Justina [1977] I, 307 Esp (CDH )
      Queriendo, pues, poner en ejecución mis ordenanzas, dio un silbo como de cazador o ladrón (que todo lo era y de todo tenía gesto), y al reclamo acudió la Bigornia, pensando que ya había, como ladrón, embolsado el hurto, y, como cazador, degollado a la pobre tortolilla cogida en la red que ellos dejaron armada.
    • c1610-c1612 Juan Bautista Concepción (Juan García López) Exhortaciones Perseverancia [2002] Esp (CDH )
      ¡Oh buen Dios mío, y qué verdad es ésta tan conforme a lo que hoy pasa!: que, dando officios a niños y puniendo dignidades en hombres ignorantes, que son menos que estatuas pues aun el parecer de hombres no tienen, llegándoles a preguntar cosas que ni ellos saben ni entienden, dan un silbo, una palabra confusa que dijeron, los que a su lado están la interpretan, unos de una manera y otros de otra, para que con cualquier suceso digan que acertó y que el Spíritu Sancto habló en él, no siendo sino el demonio, que con su poco saber da una en el clavo y ciento en la herradura.
    • c1610-1612 Vega Carpio, L. Niña de plata [2003] Esp (CDH )
      / En dando un silvo / saldrá a la puerta.
    • 1626 Alcalá Yáñez Ribera, J. Donado hablador II [1946] Esp (CDH )
      Con estas y otras pláticas llegámos al aduar de los hermanos, que con los silvos que mis guardas habian dado ántes de llegar buen rato, para señal de la caza que llevaban, nos estaban aguardando; y más de un tiro de piedra nos salieron á recibir dos gitanillas y tres muchachos con gran regocijo: preguntáronnos si venian otros pasajeros con nosotros.
    • 1580-a1627 Góngora Argote, L. Romances [1998] 450 Esp (CDH )
      / Los menos, pues, criminales / por esta vez consentimos / que ronden, que prendan capas, / y den en fïado silbos / (porque un silbo es necesario / para cómicos delictos, / munición de mosqueteros / que pretendo por amigos); / que, al fin, para embravecerse, / vacunos armen garitos / del juego del hombre, padre / de chachos o de codillos; / y a fe que reyes fallados / y matadores vencidos / hagan a los bueyes, toros, / y a los toros, basiliscos.
    • 1628-1629 Castillo Solórzano, A. Lisardo enamorado [1997] 100 Esp (CDH )
      Oí las once y tres cuartos para la media noche y queriendo dar un silbo para ver por si Lucrecia salía a abrirme, llegó a este tiempo un hombre a la puerta de Gerarda, el cual llamó con algún recato que juzgué más a cuidado de ser avisado que llamasse assí, que a recelo de haberme visto.
    • a1645 Quevedo y Villegas, Francisco de Entremés famoso El Marión [1981] Esp (CDH )
      Doña Bernarda :Si acaso está dormido / el hijo del agüelo de mi amado... / Todo está solo, todo está callado.Da un silbo. Don Constanzo :¿Soy yo culebra? / ¿Soy yo culebrón? / ¿Bebo en pilón? / ¿Soy yo mala comedia? / ¿Qué silbos son éstos?
    1. s. m. Sonido agudo emitido por un animal.
      docs. (1250-2017) 143 ejemplos:
      • 1240-1250 Anónimo LAlexandre [2007] 498 Esp (CDH )
        / Mandó el rey a todos tollerse los vestidos, / paráronse en carnes como fueron naçidos; / las sierpes davan silvos muy malos, percodidos, / teniense por forçadas, fazién grandes ruïdos.
      • 2017 Barriga, J. J. "José Julián Barriga" [11-08-2017] Hoy (Badajoz): hoy.es Esp (HD)
        El niño pajarero se hizo mayor y anidó en la gran ciudad. Con el tiempo, aquel depredador terminó enamorándose de los pájaros, y va por la vida tratando de identificar el silbo de los pájaros: el herrerillo, el chamariz, el verderón, el mirlo y la abubilla, la oropéndola y el ruiseñor. Los pájaros de su infancia.
      • 1240-1250 Anónimo LAlexandre [2007] 498 Esp (CDH )
        / Mandó el rey a todos tollerse los vestidos, / paráronse en carnes como fueron naçidos; / las sierpes davan silvos muy malos, percodidos, / teniense por forçadas, fazién grandes ruïdos.
      • a1284 Alfonso X Gral Estoria V [2002] fol. 85v Esp (CDH )
        Et con esto todo lo que era mas fuerte que toda yerua & començo a dezjr su encantamjento entre sy & conjurar a los dioses del jnfierno & la boz en que lo dezia era desacordada & semejaua ladrido de canes & ahullidos de lobos & sueno de buho & de lechuza & de otras cosas & bestias saluajes & siluos de serpiente & rruydo & sueno de las seluas quando las traen los vientos & truenos de nuue quebrantada & de tantas cosas commo auemos dichas auje la boz.
      • a1325 Anónimo Crón veinte reyes (Esc Y-I-12) [1995] fol. 14v Esp (CDH )
        / E desque fue la noche / vieron vna sierpe Raujosa venjr / por el ayre toda Sangrienta / & commo ferida & daua tan / fieros siluos que non ouo y njnguno / que non fuesse espantado / & tan grandes fuegos echaua / por la boca que todos los de / la hueste sse veyen vnos a otros / E despertaron al conde que / yazie durmjendo mas quando / el fue leuantado era ya pasada / aquella sierpe & vido todo / su pueblo espantado de aquella / vision que vieron.
      • 1402 Lpz Ayala, P. Caída príncipes [1995] fol. 182r Esp (CDH )
        [...] enpero para / solazar algunos otros / no tengo que seria aquj / sino bien fablar aquj / & dezjr alguna cosa asi / es que todas las alimalias / muestran sus voluntades / o por señalar con / manos o dando gemjdos / o quexos o por siluos mas / mostrarlo por palabras / Razonables al omne sola / mente es otrogado & no / es sin Razon [...].
      • 1482-1492 Rdz Montalvo, G. Amadís I y II [1991] I, 910 Esp (CDH )
        Y debaxo, en el palacio que oístes, comían los cavalleros y la otra gente nuestra, y eran servidos de los cavalleros de la tierra y cuando les pusieron delante el segundo manjar, oyeron silvos * muy grandes en la cueva, y salía fumo caliente, y no tardó mucho que sanó una gran serpiente y púsose en medio del palacio con tanta braveza y tan espantosa, que no havía persona que la mirar osasse; y lançava por la boca y las narizes gran fumo, y hería con la cola tan fuerte, que todo el palacio hazía estremeçer.
      • 1533 Pz Chinchón, B. Leng Erasmo [1975] 149 Esp (CDH )
        Si oyes el silvo de la culebra, luego huyes.
      • a1554 Anónimo Lazarillo [1994] 68 Esp (CDH )
        Quisieron mis hados, o, por mejor decir, mis pecados, que, una noche que estaba durmiendo, la llave se me puso en la boca, que abierta debía tener, de tal manera y postura, que el aire y resoplo que yo durmiendo echaba salía por lo hueco de la llave, que de cañuto era, y silbaba, según mi desastre quiso, muy recio, de tal manera que el sobresaltado de mi amo lo oyó y creyó sin duda ser el silbo de la culebra, y cierto lo debía parescer.
      • 1598 Vega Carpio, F. L. Arcadia [1975] 345 Esp (CDH )
        El ciervo saca las culebras con el aliento, engañado de sus silbos, y los polvos de sus cuernos fortifican y hacen blancos los dientes.
      • 1605 Cervantes Saavedra, M. Quijote I [2004] Esp (CDH )
        / El rugir del león, del lobo fiero / el temeroso aullido, el silbo horrendo / de escamosa serpiente, el espantable / baladro de algún monstruo, el agorero / graznar de la corneja, y el estruendo / del viento contrastado en mar instable; / del ya vencido toro el implacable / bramido, y de la viuda tortolilla / el sentible arrullar; el triste canto / del envidiado búho, con el llanto / de toda la infernal negra cuadrilla, / salgan con la doliente ánima fuera, / mezclados en un son, de tal manera, / que se confundan los sentidos todos, / pues la pena cruel que en mí se halla / para cantalla pide nuevos
      • 1651 Gracián, B. Criticón 1.ª parte [1993] 129 Esp (CDH )
        — Esto no se me puede negar —instó Andrenio—, que estuviera muy bien un rastrillo en cada oído, como en guarda, y con eso no entraran tan libremente tantos y tan grandes enemigos, silbos de venenosas serpientes, cantos de engañosas sirenas, lisonjas, chismes, cizañas y discordias, con otros semejantes monstruos escuchados.
      • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] 249 Esp (CDH )
        Pues esso se pretende, y esso se a de buscar: que a tan dormidas almas no las despertarán con música de xilgueros; bramidos de Leones, y silvos de dragones son menester, y aun quizá no bastarán.
      • 1728 Feijoo, B. J. Theatro crítico universal, II [2003] Esp (CDH )
        25. Pero negaré constantemente, por más que lo afirmen muchos autores, que mata con la vista y con el silvo.
      • a1745 Lozano, P. HConquista Paraguay [1873] Py (CDH )
        Cuando está hambrienta, llena de espantosos silvos los montes y selvas, acomete y aferra la presa con tal vigor, que no hay animal que se escape de sus furias.
      • 1791 Clavijo Fajardo, J. Trad HNatural Buffon, X p. 220 Esp (BD)
        El mismo Autor dice haber oido este silbo en diferentes ocasiones; y nadie ignora que nuestras Marmotas de los Alpes silban tambien, y con un tono muy agudo.
      • 1798 Quintana, M. J. A Fileno [1969] 226 Poesías Esp (CDH )
        / ¡Piedad del infeliz! ¿Su resistencia / ha de ser por demás? Si de su pecho / quiere arrancar tal vez la bella imagen / que amor grabó con su buril de llama, / ¿en vano esfuerzo la impotente mano / desgarrará su corazón y entrañas, / y quedará inviolable entre despojos / allí reinando el ídolo sangriento? / Más valiera no amar; sí, más valiera, / cual se huye el silbo de engañosa sierpe, / esquivar la beldad, y a sus halagos / con bronce duro amurallar el pecho.
      • 1802 Clavijo Fajardo, J. Trad HNatural Buffon, XVII p. 8 Esp (BD)
        Mr. Steller asegura que los Osos marinos tienen muchos gritos distintos, relativos todos á las circunstancias en que se hallan [...] quando padecen ó están fastidiados, braman ó mugen; y quando han sido batidos ó vencidos, gimen de dolor, y le manifiestan con un silvo de afliccion, casi semejante al grito de la Saricoviena.
      • c1818 Fdz Lizardi, J. J. Quijotita [1967] 236 Mx (CDH )
        ¡Qué baldones, qué injurias y denuestos no sufrieron por ella los Franciscos de Asís, los de Borja, los Juanes de Dios, los Estanislaos Kostkas!... pero ¡qué más!, al Maestro de la virtud, a la misma Santidad, a Jesucristo, ¿no trataron de hechicero y sublevador de la república, sometida al imperio del César romano?, ¿y por estas execrables calumnias no lo hicieron morir en una cruz? ¿Pues qué hay que admirarnos de que este caballero nos insulte por esta misma causa? Lo que debemos hacer es seguir impávidas con paso firme el camino comenzado, sin escuchar los silbos de las serpientes ni los cantos de las sirenas de este mundo.
      • 1830-1846 Arolas Bonet, J. Poesías [1982] Esp (CDH )
        / Si oyeras de alguno que huyó tu adorado, / Maldigan los cielos su boca infernal; / Es silbo de sierpe la voz del malvado, / No ciñe la espada, que esconde el puñal.
      • 1888 Acevedo Díaz, E. Ismael [1991] Ur (CDH )
        En este espacio, a trechos despejado, el mataojo, el sarandí colorado y el guabiroba formaban islas, y en su suelo arenoso y caliente, preferido de los ofidios, hacía oír su silbo agudo y penetrante la víbora de la cruz.
      • 1890 Acevedo Díaz, E. Nativa [2002] Ur (CDH )
        Bajo el follaje y los trinos y gorjeos de mil pajarillos que saludaban la luz, desde el canto de la calandria, del sabiá, del cardenal, del tordo, del jilguero, del dorado, los arrullos de la paloma, los silbos de la perdiz de monte, los gritos estridentes de los horneros y gargantillas, hasta los ronquillos baturrillos filarmónicos de la ratonera, la urraca, la tijereta y el churrinche, al punto de no quedar un solo miembro de la fauna ornitológica sin tomar parte en la embrollada y encantadora sinfonía, bajo esa atmósfera, decimos, cargada de oxígeno y de músicas aturdidoras, nuestros hombres poniendo oídos sordos a tales conciertos la habían emprendido con el «mate» que circulaba sin cesar, sin perjuicio de atender entre sorbo y sorbo a dos regulares churrascos de carne de novillo que se aderezaban al rescoldo destinados al desayuno.
      • 1902 Gabriel Galán, J. M. Castellanas [1996] 71 Esp (CDH )
        / ¿Quién da la nota del río / mejor que el mirlo sombrío / nacido entre sus mimbrales? / ¿Quién canta los majadales / como el cárabo bravío? / ¿Quién da la visión entera / de carrascosa ladera / como la perdiz bizarra? / ¿Quién mejor que la chicharra / canta las mies en la era? / ¿Suenan bien en los jarales / músicas de colorines? / Silbos de águilas reales, / ¿nos dirán en los jardines / lo mismo que en los canchales? / Y el ronco graznido duro / de deforme buitre impuro, / ¿cómo podrá matizar / el divino claroscuro / de la paz del olivar? / Cantemos nuestra tonada, / la genuina, la sincera: / tú, ruiseñor, la alborada; / tú, alondra, la barbechera, / y yo, charro, la charrada.
      • 1935 Hernández, Miguel Los hijos de la piedra. Drama del monte y sus jornaleros [1993] Esp (CDH )
        Es que adivino que vuestro pensamiento es más estrecho que el silbo de la serpiente.
      • 1942 Cela, C. J. Pascual Duarte [1995] Esp (CDH )
        En el ciprés una lechuza, un pájaro de mal agüero, dejaba oír su silbo misterioso.
      • 1990 Colinas, A. Año sur [1990] 72 Esp (CDH )
        El oído desconcertado y absorto en los silbos agudos y prolongados de los mirlos.
      • 1999 Chebez, J. C. Especies peligro [1999] Ar (CDH )
        Si bien son silenciosos las crías pueden emitir un silbo corto y los adultos atados una especie de bufido.
      • 2002 García Márquez, G. Vivir [2002] 128 Co (CDH )

        Sus regresos eran siempre históricos, y el de aquella noche culminó con el espectáculo de un grillo amaestrado que obedecía como un ser humano las órdenes de su dueño. Se paraba en dos patas, extendía las alas, cantaba con silbos rítmicos y agradecía los aplausos con reverencias teatrales.

      • 2017 Barriga, J. J. "José Julián Barriga" [11-08-2017] Hoy (Badajoz): hoy.es Esp (HD)
        El niño pajarero se hizo mayor y anidó en la gran ciudad. Con el tiempo, aquel depredador terminó enamorándose de los pájaros, y va por la vida tratando de identificar el silbo de los pájaros: el herrerillo, el chamariz, el verderón, el mirlo y la abubilla, la oropéndola y el ruiseñor. Los pájaros de su infancia.
      • 1240-1250 Anónimo LAlexandre [2007] 498 Esp (CDH )
        / Mandó el rey a todos tollerse los vestidos, / paráronse en carnes como fueron naçidos; / las sierpes davan silvos muy malos, percodidos, / teniense por forçadas, fazién grandes ruïdos.
      • c1275 Alfonso X Gral Estoria II [2003] Esp (CDH )
        Et fue muy sanuda & començo a dar grandes siluos. dont aurie miedo tod omne.
      • a1280 Alfonso X Gral Estoria III [1994] Esp (CDH )
        E aun si ninguna cosa de los espantos de las maravillas que les parecién les non turviava, tanto se movién por las animalias que les passavan delante e por los siblos de las serpientes que oyén que todos estavan embueltos en temor, e tremién fasta que perecién, e refusavan de veer el aire, el que ninguno non puede fuir por ninguna razón.
      • c1280 Alfonso X Gral Estoria IV [2002] Esp (CDH )
        [...] toda essa tierra retinnien de los siluos dellos [...].
      • a1284 Alfonso X Gral Estoria V [2002] fol. 85v Esp (CDH )
        Et con esto todo lo que era mas fuerte que toda yerua & començo a dezjr su encantamjento entre sy & conjurar a los dioses del jnfierno & la boz en que lo dezia era desacordada & semejaua ladrido de canes & ahullidos de lobos & sueno de buho & de lechuza & de otras cosas & bestias saluajes & siluos de serpiente & rruydo & sueno de las seluas quando las traen los vientos & truenos de nuue quebrantada & de tantas cosas commo auemos dichas auje la boz.
      • a1284 Alfonso X Gral Estoria V [2002] fol. 146v Esp (CDH )
        Et estas serpientes sepes han natura de dar grandes siluos.
      • a1284 Alfonso X Gral Estoria V [2002] fol. 143v Esp (CDH )
        Et esta fue la primera cosa nuziente que la natura puso en el cuerpo de medusa de mudar en piedra la cosa que viese donde aduxo ally la natura crueles pestilençias & nasçieron de la su garganta & de los cabellos de la su cabeça serpientes que moujen todas las lenguas fiera mente & fazien con ellas grandes siluos.
      • a1325 Anónimo Crón veinte reyes (Esc Y-I-12) [1995] fol. 14v Esp (CDH )
        / E desque fue la noche / vieron vna sierpe Raujosa venjr / por el ayre toda Sangrienta / & commo ferida & daua tan / fieros siluos que non ouo y njnguno / que non fuesse espantado / & tan grandes fuegos echaua / por la boca que todos los de / la hueste sse veyen vnos a otros / E despertaron al conde que / yazie durmjendo mas quando / el fue leuantado era ya pasada / aquella sierpe & vido todo / su pueblo espantado de aquella / vision que vieron.
      • p1350 Anónimo Trad HJerusalem Vitriaco [2000] Esp (CDH )
        Otrosi ay alli un animal mostinoso llamado manticora que tiene la cara de onbre & el cuerpo de leon & la cola de escorpion & tiene tres ordenes de dientes es de color bermejo & tiene los ojos como bellotas & el silvo asi como de serpiente, en guisa que semeja a los dulçes sones de las flautas, & quiere muy deseosamente comer carnes de onbre & asi es ligero en correr como la aguila en bolar.
      • c1370 Anónimo Trat Comunidad (Esc. &-II-8) [1988] Esp (CDH )
        Por ende, deve ser castigada buenamente quando ella se quisiere corregir; e donde non, castigarla más ásperamente, en tal manera que de una vía o de otra sea todavía castigada por que obedezca a su marido e faga aquello que buena muger deve fazer, a enxenplo de la bívora, que quando está alongada de su marido, da un silvo muy blando e suave.
      • 1402 Lpz Ayala, P. Caída príncipes [1995] fol. 182r Esp (CDH )
        [...] enpero para / solazar algunos otros / no tengo que seria aquj / sino bien fablar aquj / & dezjr alguna cosa asi / es que todas las alimalias / muestran sus voluntades / o por señalar con / manos o dando gemjdos / o quexos o por siluos mas / mostrarlo por palabras / Razonables al omne sola / mente es otrogado & no / es sin Razon [...].
      • 1427-1428 Villena, E. TradEneida Lib. I-III [1994] Esp (CDH )
        Ya entravan por los campos, los ojos ardientes embermegeçidos de sangre e çentellantes como de fuego con aguda catadura e silvos, vibrando la lengua, lamiendo los rostros, mostrando grand saña, de cuya vista espantados fuimos.
      • a1444 Mtz Toledo, A. Vida SIsidoro [1999] Esp (CDH )
        E veyendo aquesto el santo varón, díxole: "Yo te mando en el nombre del Señor Jhesuchristo, Fijo de Dios, que te vayas a tal logar a do non puedas fazer a alguno mal." E oyendo aquesto la serpiente, fuese luego dando muy grandes silvos e faziendo muy grand roido, e nunca paresçió más.
      • 1443-1454 Mtz Toledo, A. Atalaya (BL 287) [1985] fol. 107v Esp (CDH )
        E otro dia estando de noche en sus tiendas / vieron venir en el ayre vna sierpe Rauiosa sangrienta / como ferida E daua tan fuertes siluos que a todos / espantaua & tan grandes fuegos lançaua / por la boca que vnos Relunbrauan en otros como si / fuera a medio dia E fueronse al conde & despertaronle / todos con gran miedo & el conde non la vido / que ya era pasada en el ayre E dixoles el conde / amigos los moros encantadores & estrelleros / saben fazer destas cosas E jnuocan los diablos / por espantarnos pero non ayades miedo yd vos a dormir / & Reposad que en el canpo paresçiera mañana el / fuego verdadero que aquello artefiçial es E natural / mente con poluoras se puede fazer non temades [...]. /
      • 1482-1492 Rdz Montalvo, G. Amadís I y II [1991] I, 910 Esp (CDH )
        Y debaxo, en el palacio que oístes, comían los cavalleros y la otra gente nuestra, y eran servidos de los cavalleros de la tierra y cuando les pusieron delante el segundo manjar, oyeron silvos * muy grandes en la cueva, y salía fumo caliente, y no tardó mucho que sanó una gran serpiente y púsose en medio del palacio con tanta braveza y tan espantosa, que no havía persona que la mirar osasse; y lançava por la boca y las narizes gran fumo, y hería con la cola tan fuerte, que todo el palacio hazía estremeçer.
      • 1482-1492 Rdz Montalvo, G. Amadís I y II [1991] Esp (CDH )
        Assí lo huvo el Cavallero de la Verde Spada, specialmente oyendo los silvos y las spantosas bozes roncas que dava; y comoquiera que por palabra gelo señalaran, en comparación de la vista era tanto como nada.
      • 1482-1492 Rdz Montalvo, G. Amadís I y II [1991] Esp (CDH )
        Dava los roncos y silvos * tan fuertes y tan espantables, que no pareçía sino que la mar se quería hundir.
      • c1499-1502 Rojas, F. Celestina [2000] 17 Esp (CDH )
        Entre las serpientes, el bajarisco crió la natura tan ponzoñoso y conquistador de todas las otras, que con su silbo las asombra y con su venida las ahuyenta y disparce, con su vista las mata.
      • a1504 Rdz Montalvo, G. Sergas Esplandián [2004] Esp (CDH )
        La sierpe como assí lo vido venir, levantose dando grandes silvos y sacando la lengua más de una braçada de la boca, y dio un gran salto contra él, mas Esplandián se cubrió de su escudo, y como la vido cerca dél, diole presto con aquel palo que traía un gran golpe entre las orejas, que muy grandes las tenía, de que muy poco mal le fizo, que la serpiente vino tan rezia y tan desapoderada que lo derribó en el suelo, y ella passó por cima que no se pudo tener.
      • a1504 Rdz Montalvo, G. Sergas Esplandián [2004] Esp (CDH )
        Mas esto no fue con gran reposo, que las serpientes que allí acostumbravan venir a bever salían de sus cuevas y, como los sentían, andavan saltando y dando silvos alderredor dellos y ellos salían a ellas por las ferir, mas no los atendían; antes las unas se tornavan a encerrar y las otras se ivan fuyendo por el campo.
      • a1504 Rdz Montalvo, G. Sergas Esplandián [2004] Esp (CDH )
        E yendo hazia la fuente, siendo ya cerca, vieron echada en la cama una serpiente muy grande, y como los vido, levantó la cabeça, dando silvos; mas los cavalleros fueron al más ir de sus cavallos contra ella por la herir.
      • 1514 Silva, F. Lisuarte [2002] 120 Esp (CDH )
        Él miró e fuesse hazia allá pensando por allí poder salir, mas como cerca d'ella llegó oyó dentro en otra bóveda de que la puerta era un silvo tan grande que todo se estremeció, e oyó un ruido muy grande como de conchas unas con otras; e miró por ver qué era y vio que era una sierpe que se desenbolvía, que estava hecha rosca, la más grande y espantable que nunca oyó dezir.
      • 1514 Silva, F. Lisuarte [2002] 120 Esp (CDH )
        Tenía la cabeça tan grande como de un buey, e las orejas tan grandes como braçada e media en largo; e como se acabó de desenbolver, dando muy grandes y espantables silvos que la bóveda hazía estremecer, se vino para él la boca abierta, retiñendo los colmillos que muy grandes tenía.
      • 1514 Silva, F. Lisuarte [2002] 120 Esp (CDH )
        Esto hizo él porque la sierpe dava tantos golpes con la cola a un cabo e a otro, dando tan terribles silvos que todas las bóvedas hazía estremecer; a doquiera que con su cola acertava iva con tanta fuerça que, aunque las paredes de la bóveda de peña tajada eran, los verdugones de su cola quedavan en ella señalados; muchas de las conchas con los golpes saltavan tan rezias como saetas por todas partes, pero con el gran desatino de la muerte no tenía sentido para ver do el cavallero estava, e pensando que asía d'él, asía de las armas que en la bóveda como ya os diximos estavan, e entre sus muy fuertes dientes las esmenuzava como si de barro fueran hechas.
      • 1515 Fdz Villegas, P. Trad Dante [1515] Esp (BD)
        En otra parte dize: las dulçes palabras de la muger, supelas que no son sino siluos de serpiente.
      • 1526 Fdz Oviedo, G. Sumario historia Indias [2000] Esp (CDH )
        Su plumaje es muy lindo y de muchas colores, y el pico es tan grande como un xeme o más, rebuelto para abaxo, e al principio a par de la cabeça tan ancho como tres dedos o quasi, e la lengua que tiene es una pluma e da grandes silvos, e haze agujeros con el pico en los árvoles, por donde se mete e cría allí dentro; e cierto es ave muy estraña e para ver porque es muy diferente de todas quantas aves yo he visto, assí por la lengua que como es dicho es una pluma, como por su vista e desproporción del gran pico a respeto del cuerpo.
      • 1530 Osuna, F. Abecedario espiritual II [2004] [CLVIIv] Esp (CDH )
        En contraria manera, se han en este caso Dios nuestro Señor y el demonio acerca de los pecadores, porque el demonio, como paxarero, con cantos blandos y silvos fingidos, atrae las aves, que son las ánimas, y espera que se aseguren assentándose en ramilla flaca de algún vicio para que assí la pueda ferir seguramente quitándole la vida de gracia.
      • 1533 Pz Chinchón, B. Leng Erasmo [1975] 149 Esp (CDH )
        Si oyes el silvo de la culebra, luego huyes.
      • 1520-1535 Anónimo Crón Adramón [1992] Esp (CDH )
        Abyertas las cerraduras, alçada la tapa de la caxa, y quitado un çendal de carmesy colchado, vyeron alçar la cabeça de una culebra, que más luenga hera de XV palmos, tan gruesa como un grueso braco, la cabeça mayor que un cuerpo de un pollo, los ojos encarnycados rreluziendo, sacando la lengua, los dyentes blancos y luengos —dava grandes sylvos.
      • 1520-1535 Anónimo Crón Adramón [1992] Esp (CDH )
        Dando muy grandes sylvos y con la cola tales agotes en la mar que a nynguna nao açertara que no la hiziera pedaços.
      • c1540 Villalón, C. Scholástico [1997] Esp (CDH )
        Hallaréis unos hombres tan curiosos destas cosas que procuran entender el silbo de las aves, el graznido de las ánseres, el relincho de los caballos, lo qual me paresce a mí tener sabor de gentilidad y fundamento diabólico muy ajeno de nuestra religión.
      • c1540 Villalón, C. Scholástico [1997] 159 Esp (CDH )
        Naturaleza crió al basilisco entre todos los otros animales tan ponçoñoso y tan conquistador de todos que con su silbo los asombra y con su vista los mata.
      • 1542 Anónimo Baldo [2002] Esp (CDH )
        Y luego saca el libro de la mágica; comiença a leer y con mucha presteza haze allí venir bolando dos fieros dragones de los más espantables que África avía criado, echando fuego por la boca grande, metiéndose el demonio dentro d'ellos, los cuales, dando temerosos silvos, se van hazia do iva Leonardo poniéndose encima, queriendo hazer presa d'él juntamente.
      • 1542 Anónimo Baldo [2002] Esp (CDH )
        No la uvo alçado, cuando salió un demonio, el más disforme que se podría figurar: tenía el cuerpo prieto y algo verde, como mohoso, la cara de león y en ella unas barvas de carne como de gallo, los pechos peludos, pero las espaldas tenía como puerco espín; andava al revés, las rodillas a las espaldas, los pies de grifo, las manos de águila; dava grandes silvos y, como uvo salido de la sepultura, da un salto en las ancas del centauro apretándole la garganta y su boca apretada a sus orejas dándole muy fieros gritos y tales, que hazía al centauro caer en el suelo.
      • 1542 Anónimo Baldo [2002] Esp (CDH )
        Cada pelo se tornó en culebra, las cuales le andavan a la redonda de las espaldas dándole grandes silvos y le açotavan el pescueço y los pechos.
      • 1542 Anónimo Baldo [2002] Esp (CDH )
        Él tenía hechura de una gran tortuga, la concha de la misma manera amarilla y verde, las manos de tortuga; tenía la cola con fuerte uña armada, era muy luenga; con ella abraçava a quien quería y derribava a un cavallero armado a cavallo; su cabeça era como de un fiero dragón, la cual abierta tenía de altura un cobdo, tan luenga era, como entre negra y colorada, tan ancha como un palmo, tan luenga como un braço, la cual hazía caño cada y cuando quería y dava el silvo que media legua se oía.
      • 1542 Anónimo Baldo [2002] Esp (CDH )
        Dio consigo en el suelo un grande golpe, que ni él podía dar silvos ni ronquidos.
      • 1542 Anónimo Baldo [2002] 320 Esp (CDH )
        Con esto davan grandes silvos.
      • 1543 Anónimo Espectáculo triunfales Documentos sobre teatro Esp (CDH )
        Salieron luego tres culebras, los cuellos alçados, y sacando las lenguas con grandes silvos.
      • 1527-1550 Casas, B. Apologética historia [1992] II, 545 Esp (CDH )
        Los bramidos de los leones y aullidos y silvos y estruendos que daban y hacían las sierpes y los otros animales y aves, cuando pedían de comer, no era para nosotros tolerable.
      • 1553 Lpz Gómara, F. Crón Indias II [2002] Esp (CDH )
        Mas empero, no podían oyr de buena gana los espantosos siluos de las culebras, los temerosos bramidos de los leones, los aullidos tristes del lobo, ni los fieros gañidos de las onças y tigres, ni los gemidos de los otros animales, que dauan teniendo hambre o acordándose que estauan acorralados, y no libres para essecutar su saña.
      • a1554 Anónimo Lazarillo [1994] 68 Esp (CDH )
        Quisieron mis hados, o, por mejor decir, mis pecados, que, una noche que estaba durmiendo, la llave se me puso en la boca, que abierta debía tener, de tal manera y postura, que el aire y resoplo que yo durmiendo echaba salía por lo hueco de la llave, que de cañuto era, y silbaba, según mi desastre quiso, muy recio, de tal manera que el sobresaltado de mi amo lo oyó y creyó sin duda ser el silbo de la culebra, y cierto lo debía parescer.
      • 1555 Ortúñez Calahorra, D. Espejo príncipes [1975] II, 180 Caballero Febo Esp (CDH )
        E la espantosa serpiente, como se vio suelta, dando grandes y temerosos silvos començó de subir por las gradas arriba con la boca abierta, que fácilmente cupiera un hombre por ella.
      • 1555 Anónimo Lazarillo II [1996] 10 Esp (CDH )
        Pues, yendo yo así bajando por aquel muy hondo piélago, sentí y vi venir tras mí grande furia de un crecido y grueso ejército de otros peces, y, según pienso, venían ganosos de saber a qué yo sabía; y con muy grandes silbos y estruendo se llegaron a quererme asir con sus dientes.
      • c1553-1556 Villalón, C. Crótalon [1990] 331 Esp (CDH )
        Y luego se me representó en divina visión todo el poder de la tierra cuanto del oriente al poniente, medio día y septentrión se puede imaginar; y estando ansí atento por ver lo que se me mostraba, vi deçendir de lo alto de los montes Ripheos a las llanuras de Traçia una grande y disforme bestia llena de cuernos y cabeças, con cuyo silvo y veneno tenía corrompida y contaminada la mayor parte del mundo: árabes, egipçios, siros y persas, hasta Trasilvania y Bohemia, teutónicos, anglos y gálicos pueblos [...].
      • 1535-1557 Fdz Oviedo, G. HGral Indias [1992] IV, 222 Esp (CDH )
        En entrando por la sala, el hedor era mucho e aborrescible e asqueroso; las culebras daban grandes e horribles silbos, e los gemidos e tonos de los otros animales allí presos, era una melodía infernal e para poner espanto.
      • 1560 Cervantes Salazar, F. Crón Nueva España [1971] Esp (CDH )
        Los nuestros se holgaban mucho de ver tanta diversidad de aves, tanta braveza de bestias fieras y el enconamiento de las espantosas serpientes, aunque no podían oir de buena gana los espantosos silbos dellas, los temerosos bramidos de los leones, los aullidos tristes de los lobos ni los fieros gañidos de las onzas y tigres, ni los gemidos de los otros animales, que daban tiniendo hambre o acordándose que estaban encerrados y no libres * para executar su saña.
      • 1564 Anónimo Máscaras Princesa Valois Alcázar 05/01/1564 187 Docs teatro Esp (CDH )
        Y luego como entró la reina, començaron las sierpes a dar silbos y a batir las alas y echar fuego por las bocas, y los encantadores haçían grandes visajes, y las encantadoras lo mismo, haçiendo muestra que se les acababa el encantamento.
      • 1569 Torquemada, A. Jardín [1994] 892 Esp (CDH )
        Éstas se crían comúnmente entre las yervas secas, y corren velocíssimamente, pero tienen una cosa, que el estruendo que hazen es muy grande, y con él y con los silvos que vienen dando, abisan a los que no las han sentido, y huyen de ellas, de manera que pocas vezes hazen daño.
      • 1571 Anónimo Trad Vida cristiana Pinto [1967] 379 Esp (CDH )
        Y por eso si nosotros de esta manera nos viéremos tentados, habemos de entender que las tales tentaciones son silbos de la antigua serpiente.
      • 1571 Anónimo Trad Vida cristiana Pinto [1967] 235 Esp (CDH )
        ¡Y esta es la discreción del mundo! ¡Oh ignorante discreción, oh falsa filosofía mundana, oh estulticia, llamada falsamente prudencia! ¿Qué son ésos sino engaños del demonio, silbos de aquella antigua serpiente que con engaños derribó a Eva, nuestra primera madre? Antes te digo que totalmente te perderás, si tomares la regla del mundo.
      • 1572 Herrera, F. Metros italianos 1572 [1985] 262 Poesía Esp (CDH )
        / Quebrantaste al dragón fiero, cortando / las alas de su cuerpo temerosas / y sus braços terribles no vencidos, / que con hondos gemidos / se retira a su cueua, siluos dando, / y tiembla con sus sierpes venenosas, / lleno de miedo torpe sus entrañas, / de tu león temiendo las hazañas, / que, saliendo de España, dio vn rugido, / que con espanto lo dexó atordido.
      • 1574 Luis de Granada Adics Memorial Vida Cristiana [1907] 57 Esp (CDH )
        Mas porque no se espante nadie cuando oye decir odio y aborrescimiento de sí mismo, sepa que no tratamos aquí de lo que es obra y criatura de Dios, sino de lo que es obra de aquella serpiente antigua que con su ponzoñoso silbo inficioné nuestra carne, y dejó en ella todos los resabios y apetitos desordenados y malas inclinaciones que tiene, contra las cuales es este sancto odio que aquí llamamos.
      • a1574 Urrea, J. LClarisel Flores I [1879] 337 Esp (CDH )
        Arribó á la primer puente cuydando tan fuerte en la fermosura y loçanía de la donzella que en la finiestra vido, que no miró como aquel rio era verde y turbio, y sus verdes aguas llenas y quajadas de bestias fieras ponzoñosas, de caualleros armados de feroces cataduras, y de esquivos jayanes, que como pescados, andaban todos en confuso por las verdes ondas, sin fazerse daño, mirando con ferocidad á la puente, dando horrendos silvos, baladros, bramidos y grita; y aunque esto fuesse cosa de tanto espanto y se oyese lueñe de allí aquel espantable rumor, y la novedad de la puente que era tan temerosa de ver como el rio, ni oyó los mónstruos dél, ni miró en la puente fasta que se falló al pié della, cuydando quanta fermosura, quanta loçanía, y admirable proporcion y compostura habia Dios puesto en aquella donzella.
      • 1576-1577 Sahagún, B. HGral Nueva España [1990] Esp (CDH )
        Gorjea algunas vezes; da silvos otras vezes; parla o gorjea como si muchas aves [es]tuviessen juntas; y cuando gruñe como ratón, es señal de enojo y tómase mal agüero de este chillido; y los que le oyen dizen: "Chilla contra nosotros el chiquimolli . Mirad, id con aviso que algún mal nos ha de acontecer." Y cuando silva, toman señal que está alegre.
      • c1560-a1578 Aldana, F. Poesías [1985] 267 Esp (CDH )
        / La víbora sagaz, de manchas llena, * / da, con delgado silbo, a la marina / su voz, llamando con cuidado y pena / al amador que el cielo le destina, / y resbalando en la menuda arena, / por apartada parte o más vecina, / a la orilla del mar se descobija, / llama y, a más andar, sigue y aguija.
      • 1570-1579 Horozco, S. LProverbios glosados [1994] 532 Esp (CDH )
        Y con sus silbos y su lengua le mostraba su terrible feroçidad.
      • 1580 Sierra, P. Espejo príncipes II [2003] Esp (CDH )
        El bravo animal, dando sus silvos como culebra, se desvió algo fuera y con grande ímpetu estiende su cuello y, la cabeça baxa, lo procura con los cuernos encontrar.
      • 1582 Gálvez Montalvo, L. Pastor Fílida [1907] Esp (CDH )
        Pues como llegasse el día que se celebraba la fiesta de la casta Diana, donde se habían de juntar los pastores de la ribera y las ninfas de los montes, ríos y selvas, Pradelio la noche antes, solo al pie de un roble, estaba enajenado de sí, cuando un buho puesto sobre el árbol, con su canto llenó de amargura el pecho del pastor, y queriéndose alentar cantando, los grillos no le daban lugar; y no eran grillos, que en el temblor de la voz los hubiera conocido, y si alacranes fueran, en el silbo breve lo pudiera entender, y si abejarrones, en el ruido prolongado; donde creyó Pradelio que el son estaba en sus oídos, y retirado á su cabaña, llegaron sus mastines mordidos de los lobos, y calentando sus zagales aceites, para curarlos, la cabana se comenzó á quemar.
      • 1589 Pineda, J. Diálogos Agricultura cristiana [1963-1964] Esp (CDH )
        Y aún es de notar que se dijo hablar el dragón en diversas lenguas, porque la sugestión del demonio ni al Redentor perdonó, ni la sensualidad, que es el instrumento de que más se aprovecha el demonio contra las almas, deja de tirar hacia abajo con ellas (como lo encarece la Sabiduría) y acontece dar tal silbo, que ni basilisco ansí hace temblar a los otros animales; y acontece dar tal bramido que ni el león pone tal temor en los que le oyen por mucho que se le pondere la Escritura; y, si el hombre se descuida de resistir fuertemente, véisle tragado del demonio.
      • 1598 Vega Carpio, F. L. Arcadia [1975] 345 Esp (CDH )
        El ciervo saca las culebras con el aliento, engañado de sus silbos, y los polvos de sus cuernos fortifican y hacen blancos los dientes.
      • c1580-1600 Barahona Soto, L. Diáls Montería [1935] 66 Esp (CDH )
        Y tambien es neçessario que sepa /f. 52 el montero que si resultare la caça dessasosegada y por caussa de no pararse no se le pueda tirar con çerteza, o si viniere a los pasos en la monteria del ojeo corriendo, que aun que este el caçador aperçeuido no se pueda tirar sino a la ventura, siendo qualquiera res de pelo se le ha de gemir, y si fuere jauali conuiene silualle, por que a este el siluo y aquellos el gemido les es proprio y natural, y en oyendo la caça esta seña luego se para reboluiendo la caueça a uer quien dio el gemido o siluo, y entonçes abra lugar para tiralle; mas si fuere en tierra donde la caça es muy perseguida de caçadores, conuiene silualles a las resses de pelo y rajearles, ymitando a la perdiz, a los jaualies, por que con la seña ordinaria en lugar de pararse huyen, por estar escarmentados, con mayor diligençia.
      • 1602 Carvallo, L. A. Cisne Apolo [1997] Esp (CDH )
        También se inventan vocablos conformes al sonido de lo que significan, a la cual invención llaman los griegos onomatopeya, como mugitus, que significa el bramar del buey por la semejanza que tiene en el sonido; sibilus, el silbo de la culebra; murmur, el ruido de la agua, como lo nota Quintiliano, libro 8. capítulo 6, Institutiones; y Despauterio lo dice en este verso: Saepe sonus causa fingendi nomina praestat.
      • a1602 Cortés, J. LAnimales [1613] Esp (FG)
        Dize Eliano que del siluo de la bíuora huyen los Ratones, tanto que buscan otro assiento y morada muy lexos por no sentir el dicho siluo. Esto proprio ocurre en los Ladrones, que huyen de las tierras en donde el siluo de la justicia contra ellos es riguroso.
      • 1602 Vega Carpio, F. L. Rimas [2003] Rimas Esp (CDH )
        Rompe las conchas Hércules famoso / de la Hidra feroz, y el campo esmalta / de veneno y de sangre, el tronco salta / por la violencia del bastón nudoso, / pero súbitamente el escamoso / cuello brota en lugar de aquella falta, / siete cabezas de cerviz más alta, / temblando el eco al silbo temeroso.
      • 1598-1602 Vega Carpio, F. L. Benavides [1995] Esp (CDH )
        *El blanco cisne, que cantando muere, / da un silbo el toro, mas a quien le hiere *brama, y empina la cerviz exenta.
      • 1604 Vega Carpio, L. Loas Comedias [1997] Esp (CDH )
        * / Hállase confusa el ave / sin saber cómo resista / aquel venenoso silbo / que su gran valor le quita.
      • 1605 Cervantes Saavedra, M. Quijote I [2004] Esp (CDH )
        / El rugir del león, del lobo fiero / el temeroso aullido, el silbo horrendo / de escamosa serpiente, el espantable / baladro de algún monstruo, el agorero / graznar de la corneja, y el estruendo / del viento contrastado en mar instable; / del ya vencido toro el implacable / bramido, y de la viuda tortolilla / el sentible arrullar; el triste canto / del envidiado búho, con el llanto / de toda la infernal negra cuadrilla, / salgan con la doliente ánima fuera, / mezclados en un son, de tal manera, / que se confundan los sentidos todos, / pues la pena cruel que en mí se halla / para cantalla pide nuevos
      • c1605 Vega Carpio, F. L. Peribáñez [1997] 14 Esp (CDH )
        / Canten ruiseñores, / y con dulces silbos / sus amores cuenten / a estos verdes mirtos.
      • 1608 Mejía, D. Parnaso. Primera parte [2003] fol. 132v Pe (CDH )
        / Viene barriendo el oprimido suelo / con el pecho a mil partes retorcido / y dando silbos, con que atruena al cielo.
      • 1614 Fdz Avellaneda, A. Don Quijote [1972] Esp (CDH )
        ¡Ay, asno mío, y cómo tengo en la memoria que quando te yva a echar de comer a la cavalleriza, en viendo cerner la cevada, rebuznavas y rehías con una gracia como si fueras persona; y quando respiravas hazia dentro, davas un gracioso silbo, respondiendo por el órgano trasero con un gamaút, * que mal año para la guitarra del barbero de mi lugar que mejor música haga quando canta el passacalles de noche! *
      • 1614 Vega Carpio, F. L. Rimas sacras [2003] 540 Esp (CDH )
        Al tiempo que el Alba llora / sobre azucenas y lirios, / y con letras de diamantes / hojas escribe en jacintos, / en las montañas que Alverna / corona de ásperos riscos, / que para llegar al cielo / forman de nieve obeliscos, / dando silencio las aves / ya en las ramas, ya en los nidos, / que para aprender amores / suspenden sus dulces silbos, / enmudeciendo las fuentes / aquel sonoro ruido, / porque impedir los amantes / nunca fue de pechos limpios, / Francisco a Cristo pedía, / enamorado de Cristo, / que le dé sus mismas penas, / como es de quien ama oficio.
      • c1600-1618 Belmonte Bermúdez, L. Hispálica [1974] 38 Esp (CDH )
        / En blandas pieles abrigando al nieto, / dió en bronco silvo que gimió la cueva, / donde una loba de lo más secreto / del monte hizo de obediente prueba; / y dando a Argano con servil respeto / la leche que en preñadas ubres lleva, / la vida a cargo del infante toma, / tal fue el que puso su apellido a Roma.
      • c1600-1618 Belmonte Bermúdez, L. Hispálica [1974] 16 Esp (CDH )
        " / Al jamás esperado alegre acento, / si se puede alegrar, Luzbel se alegra; / hace lo mismo el bárbaro convento / hiriendo a silvos la espelunca negra, / y llenos de un furioso horrible intento, / como la gente mal nacida en Flegras, / batalla mueven al Olimpo santo, / que llega la soberbia suya a tanto.
      • 1621 Vega Carpio, F. L. Filomena [2003] 32 Esp (CDH )
        / Triste pero animosa Filomena, / ya encendida en color, y ya robada / la pura rosa de la tez serena, / en azucenas cándidas bañada, / así, risueña, reprimió la pena, / a las primeras quejas enseñada: / que espera el bosque en silbos lastimosos / de su garganta quiebros numerosos.
      • 1621 Vega Carpio, F. L. Filomena [2003] 52 Esp (CDH )
        / Las rubias hebras del cabello hermoso / en plumas vuelve de color tostado; / la boca, en pico dulce y sonoroso, / con tiernos silbos el hablar vengado; / el pecho, en instrumento numeroso, / los breves pies, en junco delicado, / y el cuerpo, en soledades consumido, / voz sola en corta rama y débil nido.
      • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] Esp (CDH )
        / Del oro que en Ofir con mejor rayo / fabrica el sol, te labraré arracadas; / dellas aprenderá colores mayo; / serán con blanca plata varïadas; / guardaránte de silbos las orejas / de la sierpe que engaña las ovejas.
      • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] I, 394 Esp (CDH )
        / Óyese mucho, y se discierne apenas, / pues, átomo volante, / pluma con voz y silbo vigilante, / es órgano de plumas adornado, / una pluma canora, un canto alado, / el consüelo que sus voces deja.
      • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] Esp (CDH )
        Flor que cantas, flor que vuelas, / y tienes por facistol / el laurel, ¿para qué al sol, / con tan sonoras cautelas, / le madrugas y desvelas? / Digasmé, / dulce jilguero, ¿por qué? / Dime, cantor ramillete, / lira de pluma volante, / silbo alado y elegante, / que en el rizado copete / luces flor, suenas falsete, / ¿por qué cantas con porfía / invidias que llora el día / con lágrimas de la aurora, / si en la risa de Lidora / su amanecer desconsuelas? / Flor que cantas, flor que vuelas, / y tienes por facistol / el laurel, ¿para qué al sol, / con tan sonoras cautelas, / le madrugas y desvelas? / Digasmé, / dulce jilguero, ¿por qué? / En un átomo de pluma / ¿cómo tal concento cabe? / ¿Cómo se esconde en una ave / cuanto
      • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] Esp (CDH )
        Flor con voz, volante flor, / silbo alado, voz pintada, / lira de pluma animada / y ramillete cantor; / di, átomo volador, / florido acento de pluma, / bella organizada suma / de lo hermoso y lo süave, / ¿cómo cabe en sola un ave / cuanto el contrapunto suma?
      • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] III, 106 Esp (CDH )
        / Gruñidora en tiple, / rezadora en tono, / como una culebra / con sus silbos roncos.
      • 1651 Gracián, B. Criticón 1.ª parte [1993] 129 Esp (CDH )
        — Esto no se me puede negar —instó Andrenio—, que estuviera muy bien un rastrillo en cada oído, como en guarda, y con eso no entraran tan libremente tantos y tan grandes enemigos, silbos de venenosas serpientes, cantos de engañosas sirenas, lisonjas, chismes, cizañas y discordias, con otros semejantes monstruos escuchados.
      • 1675 Panes, A. Escala Mística [1995] 264 Esp (CDH )
        Qué no atropella / con blandos ruegos una muger bella? / Ya rigurosos cielos / (con silvo estremeciendo pavoroso / el tronco, que la atroz sierpe rodea) / ya de mi agravio, dixo, y de mis zelos / vengado estoy: ya con la culpa fea / el resplandor hermoso / de la Imagen divina escurecido, / mi semblante en el hombre assí esculpido / quedará, que sus graves impressiones, / quantas generaciones / la gran naturaleza / de su antigua cabeça / produxere, borrar podrán en vano: / esclavo siempre mío el ser humano.
      • c1666-a1695 Juana Inés de la Cruz Poesía. Lírica personal [1951] 332 Mx (CDH )
        / Así preñada nube, congojada / de la carga pesada, / de térreas condensada exhalaciones, / sudando en densas lluvias la agonía / —víbora de vapores espantosa, / cuyo silbo es el trueno / que al cielo descompone la armonía—, / el pavoroso ceño / que concibió la máquina fogosa / (que ya imitó después la tiranía / en ardiente fatal artillería), / rasga, y el hijo aborta, luminoso, / que en su vientre aun no cupo vaporoso.
      • 1698 San Agustín, G. Conquistas Filipinas [1975] Esp (CDH )
        Mas, ¡ay dolor!, que en los mejores siglos, cuando más fervorosas habían de corresponder al beneficio de la vocación, comenzaron a negar el fruto debido al Señor, negando los oídos a la verdad de su doctrina evangélica y dándolo a los absurdos y silbos de la venenosa serpiente, que por las impuras bocas de tantos falsos profetas, anticristos y heresiarcas ha esparcido impíos dogmas y doctrinas falsas.
      • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] 78 Esp (CDH )
        Quien lo dijera, que le avía de entrar a Eva la tentación del demonio? Vivía querida, y amante de su marido: assistida de dones del Cielo: pertrechada con mil gracias: circuida de beneficios amables: onrada con Señorío; y todo esto dentro las delicias de un paraíso, que avía plantado Dios para su deporte: sin embargo al fiero alago de un silvo le instiló todo su veneno una sierpe, que le emponzoñó las entrañas, para atosigarnos a todos.
      • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] 249 Esp (CDH )
        Pues esso se pretende, y esso se a de buscar: que a tan dormidas almas no las despertarán con música de xilgueros; bramidos de Leones, y silvos de dragones son menester, y aun quizá no bastarán.
      • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] 251 Esp (CDH )
        Pues no curarán de otra suerte? No: que no se curan las blanduras de la carne, con solas las blanduras de la misericordia, sino con los temores, de la rigurosa s.. Son una sierpe que atierra a silvos, y parezca que escupe venenos de amenazas, para contraveneno de la presunción temeraría.
      • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] Esp (CDH )
        Izose del bando de la serpiente Eva, quando quiso mas seguir el silvo de su veneno, que no el precepto de Dios; y aquel gustar la manzana que le ofrecia, fue azer pazes con ella, y publicar guerra a su Señor.
      • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] Esp (CDH )
        Santa, innocente, y dotada de muchas gracias, y virtudes estava Eva; y porque no ora, ni agradece a Dios sus beneficios, y porque quiere mas tratar con la serpiente sus negocios, que con su Dios; cui respondit mulier. Gen. 3. 2. a la primera prueva de la tentación, al primer silvo de la serpiente da al traste con todos sus dones, y con todo el mundo.
      • a1709 San Ildefonso, G. Perla mística Letras Audiencia Quito (Período Jesuítico) Ec (CDH )

        Ya aquí andaba el demonio por quitarme el anhelo que tenía a ser religiosa. Andaba, digo, Lucifer con silbos de muchos pretendientes, para la consecución de su intento, valiéndose de las criadas, domésticos enemigos. Y yo sin atender a cosa alguna (aunque no fiaba de mí) anhelaba, con más esfuerzo, a conseguir el fin deseado, de religiosa. Y como tenía presente el desacato pasado, no me fiaba de unas. Y temía y temblaba de los hombres como del demonio; procuraba encerrarme en las recámaras cuando salía mi madre a alguna visita.

      • 1715 Cañizares, J. Ilustre fregona [1859] Esp (CDH )
        / Sí, don Diego, que á este indigno / Disfraz me traen las traiciones / De un ingrato cocodrilo / Que para darme la muerte / Aprendió halagüeños silbos.
      • 1728 Feijoo, B. J. Theatro crítico universal, II [2003] Esp (CDH )
        25. Pero negaré constantemente, por más que lo afirmen muchos autores, que mata con la vista y con el silvo.
      • 1739 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
        Silbo. Por semejanza se dice de la voz aguda, y penetrante de algunos animales, como las de las serpientes. Lat. Sibilus, i.
      • a1745 Lozano, P. HConquista Paraguay [1873] Py (CDH )
        Cuando está hambrienta, llena de espantosos silvos los montes y selvas, acomete y aferra la presa con tal vigor, que no hay animal que se escape de sus furias.
      • 1749-1751 Duque de Béjar Poesías [1875] Esp (CDH )
        / Hable, si no, Eden sagrado / Habitacion apacible / De nuestros padres dichosos / A tus silbos, ya infelices.
      • 1763 García de la Huerta, Vicente Canto 171 Poesías Esp (CDH )
        / — V — / Sobre el húmedo césped descansaba / al pie de este hijo bello de la tierra, / al blando silbo, que entre guijas daba / líquida sierpe que nació en la sierra.
      • 1755-1779 Caulín, A. HNueva Andalucía I [1966] Ve (CDH )
        De esta clase son las malas lenguas, que abundando en su propia malicia, como las Serpientes en ponzoña, alientan silvos de imposturas, y escupen el veneno de calumnias, con que inficionan y manchan los candores de la inocencia;
      • 1782 Iriarte, T. Fábulas [1992] Esp (CDH )
        » / Una serpiente astuta, / que le estaba escuchando, / le llamó con un silbo / y le dijo: «¡Seó guapo!: / no hay que echar tantas plantas; / pues ni anda como el gamo, / ni vuela como el sacre, / ni nada como el barbo; / y así, tenga sabido / que lo importante y raro / no es entender de todo, / sino ser diestro en algo.
      • a1786 Aguirre, J. B. Suma poética [1963] 278 Ec (CDH )
        / Era el Dragón un monte organizado / de ásperas conchas, verdinegras tramas, / que, tortuoso, en su frente concitado / furores peina desgreñando escamas; / cervices siete tremolaba airado / ondeantes furias, encrespadas llamas; / y el mundo escucha con mortal desmayo / su silbo trueno, si su vista rayo.
      • 1791 Clavijo Fajardo, J. Trad HNatural Buffon, X p. 220 Esp (BD)
        El mismo Autor dice haber oido este silbo en diferentes ocasiones; y nadie ignora que nuestras Marmotas de los Alpes silban tambien, y con un tono muy agudo.
      • 1791 Clavijo Fajardo, J. Trad HNatural Buffon, X p. 137 Esp (BD)
        Mr. de la Borde, Médico del Rey en Cayena, dice que en la Guiana solo hay una especie de Ardillas, la qual vive en los bosques, tiene el pelo roxizo [...] que muerde como la Rata, y no obstante se domestica fácilmente: que su grito es un silvo sutil; y que este animal anda siempre en los árboles sólo, y saltando de rama en rama.
      • 1791 Clavijo Fajardo, J. Trad HNatural Buffon, X p. 223 Esp (BD)
        No dexaré de observar de paso, que este caracter acerca tambien la especie de este animal á la de la Marmota, pues es notorio que nuestras Marmotas de los Alpes dan freqüentemente un silbo muy agudo.
      • c1788-c1796 Forner, J. P. Exequias Leng cast [2000] 362 Esp (CDH )
        / »Desterrado de ti, patria enemiga / prefiriera a tu suelo los desiertos, / que en la arenosa Arabia el sol castiga; / »Donde, abrasado entre peñascos yertos, / de tanto bachiller fiscalizante / no entendiera los crudos desconciertos; / »Donde, en clima de fieras abundante, / escucharía silbos de culebras, / no aullidos de una turba delirante.
      • 1798 Quintana, M. J. A Fileno [1969] 226 Poesías Esp (CDH )
        / ¡Piedad del infeliz! ¿Su resistencia / ha de ser por demás? Si de su pecho / quiere arrancar tal vez la bella imagen / que amor grabó con su buril de llama, / ¿en vano esfuerzo la impotente mano / desgarrará su corazón y entrañas, / y quedará inviolable entre despojos / allí reinando el ídolo sangriento? / Más valiera no amar; sí, más valiera, / cual se huye el silbo de engañosa sierpe, / esquivar la beldad, y a sus halagos / con bronce duro amurallar el pecho.
      • 1802 Clavijo Fajardo, J. Trad HNatural Buffon, XVII p. 8 Esp (BD)
        Mr. Steller asegura que los Osos marinos tienen muchos gritos distintos, relativos todos á las circunstancias en que se hallan [...] quando padecen ó están fastidiados, braman ó mugen; y quando han sido batidos ó vencidos, gimen de dolor, y le manifiestan con un silvo de afliccion, casi semejante al grito de la Saricoviena.
      • 1814 Meléndez Valdés, J. Poesías 1814 393 Poesías Esp (CDH )
        / Todo enmudece y le escucha; / sólo a su armónico silbo / la alondra allá de las nubes / responde en agudos píos, / píos que dilata el eco; / y él más ardiente al oírlos, / hasta rendirla redobla / sus penetrantes suspiros, / que el viento hinchendo incesantes / cada vez más peregrinos, / alza el júbilo en sus alas / a las cumbres del Olimpo; / y el valle todo es delicia, / y armonía el cefirillo, / vivas de triunfo las aves, / y embeleso los sentidos.
      • c1818 Fdz Lizardi, J. J. Quijotita [1967] 236 Mx (CDH )
        ¡Qué baldones, qué injurias y denuestos no sufrieron por ella los Franciscos de Asís, los de Borja, los Juanes de Dios, los Estanislaos Kostkas!... pero ¡qué más!, al Maestro de la virtud, a la misma Santidad, a Jesucristo, ¿no trataron de hechicero y sublevador de la república, sometida al imperio del César romano?, ¿y por estas execrables calumnias no lo hicieron morir en una cruz? ¿Pues qué hay que admirarnos de que este caballero nos insulte por esta misma causa? Lo que debemos hacer es seguir impávidas con paso firme el camino comenzado, sin escuchar los silbos de las serpientes ni los cantos de las sirenas de este mundo.
      • 1830-1846 Arolas Bonet, J. Poesías [1982] Esp (CDH )
        / Si oyeras de alguno que huyó tu adorado, / Maldigan los cielos su boca infernal; / Es silbo de sierpe la voz del malvado, / No ciñe la espada, que esconde el puñal.
      • 1874 Alarcón, P. A. Alpujarra [2003] Esp (CDH )
        ¡Conserve clara su vista, despierto su oído y fino su paladar, para que siga distinguiendo el hongo de la seta, el canto de la alondra del silbo de la serpiente, y el café de moka del indiano caracolillo!...
      • 1888 Acevedo Díaz, E. Ismael [1991] Ur (CDH )
        En este espacio, a trechos despejado, el mataojo, el sarandí colorado y el guabiroba formaban islas, y en su suelo arenoso y caliente, preferido de los ofidios, hacía oír su silbo agudo y penetrante la víbora de la cruz.
      • 1888 Acevedo Díaz, E. Ismael [1991] 178 Ur (CDH )
        se arrastraba también al pie de las mismas gusaneras erigidas sobre pedestal de helechos bajo las bóvedas, comía a veces como el tipo primitivo el ave que cogía en la rama, el cogollo de palma, la raíz jugosa o la fruta silvestre, y rendíale el sueño en el ramaje, donde arreglaba su lecho, o en el suelo mismo cuando no se veía rastro de alimaña, en medio de un coro de extrañas notas, estridulaciones, gritos, vagidos, silbos, gorjeos, gruñidos y rumores siniestros, a que concluía por habituarse en su condición miserable.
      • 1890 Acevedo Díaz, E. Nativa [2002] Ur (CDH )
        Bajo el follaje y los trinos y gorjeos de mil pajarillos que saludaban la luz, desde el canto de la calandria, del sabiá, del cardenal, del tordo, del jilguero, del dorado, los arrullos de la paloma, los silbos de la perdiz de monte, los gritos estridentes de los horneros y gargantillas, hasta los ronquillos baturrillos filarmónicos de la ratonera, la urraca, la tijereta y el churrinche, al punto de no quedar un solo miembro de la fauna ornitológica sin tomar parte en la embrollada y encantadora sinfonía, bajo esa atmósfera, decimos, cargada de oxígeno y de músicas aturdidoras, nuestros hombres poniendo oídos sordos a tales conciertos la habían emprendido con el «mate» que circulaba sin cesar, sin perjuicio de atender entre sorbo y sorbo a dos regulares churrascos de carne de novillo que se aderezaban al rescoldo destinados al desayuno.
      • 1902 Gabriel Galán, J. M. Castellanas [1996] 71 Esp (CDH )
        / ¿Quién da la nota del río / mejor que el mirlo sombrío / nacido entre sus mimbrales? / ¿Quién canta los majadales / como el cárabo bravío? / ¿Quién da la visión entera / de carrascosa ladera / como la perdiz bizarra? / ¿Quién mejor que la chicharra / canta las mies en la era? / ¿Suenan bien en los jarales / músicas de colorines? / Silbos de águilas reales, / ¿nos dirán en los jardines / lo mismo que en los canchales? / Y el ronco graznido duro / de deforme buitre impuro, / ¿cómo podrá matizar / el divino claroscuro / de la paz del olivar? / Cantemos nuestra tonada, / la genuina, la sincera: / tú, ruiseñor, la alborada; / tú, alondra, la barbechera, / y yo, charro, la charrada.
      • 1905 Pardo Bazán, E. Quimera [1991] Esp (CDH )
        ¿Qué silbo de culebra había salido de aquellos labios retocados con carmín, para que se despertara en Valdivia la desconfianza? Porque no lo dudaba el artista: el tránsito de la fe a la negra duda no podía deberse sino a ardides de mujer herida en su amor propio y resuelta a no perder el goce de vengarse atormentando.
      • 1919 Arguedas, A. Raza [1988] Bo (CDH )
        Enjambres de aves de brillante y encendido plumaje picoteaban, entre silbos y trinos, la cosecha de los árboles.
      • 1921 Pz Ayala, R. Belarmino [1996] 208 Esp (CDH )
        La voz pertenecía a un estudiante de veterinaria; pero Apolonio, sonriendo por dentro con fruición, pensó: «Eres Belarmino, el reptil. Bien conozco tu silbo venenoso. Los aplausos efusivos que han asfixiado tu glosa intempestiva, sírvante de lección y correctivo. Esta noche, el dolor de mi triunfo te asesina. ¡Muérete, muérete, miserable!»
      • 1921 Pz Ayala, R. Belarmino [1996] 208 Esp (CDH )
        La voz pertenecía a un estudiante de veterinaria; pero Apolonio, sonriendo por dentro con fruición, pensó: «Eres Belarmino, el reptil. Bien conozco tu silbo venenoso. Los aplausos efusivos que han asfixiado tu glosa intempestiva, sírvante de lección y correctivo. Esta noche, el dolor de mi triunfo te asesina. ¡Muérete, muérete, miserable!» Dígase, en honor de la verdad, que en aquellos mismos instantes, Belarmino, el reptil, practicaba peregrinos arpegios con su silbo, pero era en el lecho, durmiendo y roncando a pierna suelta, a par de Xuantipa, y soñando que sostenía un coloquio exquisito, sentados entrambos sobre las nubes, con Meo de Clerode, el distinguido filósofo de Kenisberga.
      • 1935 Gallegos, R. Canaima [1935] Ve (CDH )
        Negros arabescos de ramas y follaje repujaban el bronce candente de la puesta del sol, cantaba entre la hierba el diostedé * y el silbo quejumbroso hacía triste la serenidad de la tarde.
      • 1935 Hernández, Miguel Los hijos de la piedra. Drama del monte y sus jornaleros [1993] Esp (CDH )
        Es que adivino que vuestro pensamiento es más estrecho que el silbo de la serpiente.
      • 1940 Moreno Villa, J. Cornucopia México [2003] Esp (CDH )
        Se oían silbos de pájaros tan apremiantes como los de la sirena de un equipo de incendios; otros como los que producen las persianas al ser descorridas; otros como el de los muelles metálicos y oxidados de un butacón viejo.
      • 1942 Cela, C. J. Pascual Duarte [1995] Esp (CDH )
        En el ciprés una lechuza, un pájaro de mal agüero, dejaba oír su silbo misterioso.
      • 1930-1948 Asturias, M. Á. Leyendas Guatemala [1977] Gu (CDH )
        El silbo penetrante uníase al ruido de los cascabeles y al chasquido de las cuereadoras que aquí y allá enterraban la cabeza, descargando latigazos para abrirse campo.
      • 1948 Marechal, L. Adán Buenosayres [1999] Ar (CDH )
        En efecto, un chorro de sonidos inarticulados brotó de la jeta saxofónica, una voz que imitaba el silbo de la perdiz, la cavatina del jilguero, el arrullo de la tórtola, el croar de la rana, el graznido del carancho, el piar del gorrión, el alarido del chajá, el escándalo del tero.
      • 1963 Cortázar, J. Rayuela [1991] Ar (CDH )
        Antes de que pudiera cerrar otra vez la puerta, calzó un zapato adentro y le recitó aquello de entre las serpientes, el basilisco crió la natura tan ponzoñoso y conquistador de todas las otras, que con su silbo las asombra y con su venida las ahuyenta y desparce, con su vista las mata.
      • 1965 Villagra Marsal, C. Mancuello [1996] Py (CDH )
        [...] su silbo, asemejado al de la perdiz cama-del-fogón (con razón fallaste hace un rato, patrón'í) o, por decir mejor, las situaciones en que silbaba [...].
      • 1967 Maldonado, L. Plegaria eucarística [1967] 401 Esp (CDH )
        / Lo ornaste de plantas perfumadas y salubres, / de toda clase de animales, fuertes y débiles, comestibles y de labor, / mansos y salvajes, de los silbos de la serpiente, / de los graznidos de las aves, del ciclo de los años, / del número de los meses y de los días, / de la serie de tempestades, del curso de las nubes lluviosas, / fecundidad para los frutos, salud para los animales, / contrapeso para los vientos, que airean, por tu mandato, / los árboles y las plantas.
      • 1967 García Márquez, G. Cien años [2007] 436 Co (CDH )
        Al morir el bisabuelo, Aureliano dejó de frecuentar la casa, pero se encontraba a Nigromanta bajo los oscuros almendros de la plaza, cautivando con sus silbos de animal montuno a los escasos trasnochadores.
      • 1969 Asturias, M. Á. Maladrón [1969] Gu (CDH )
        El hombre con coraje posee un cordaje especial entre los músculos, cordaje que no lo deja ablandarse, coraje que lo sostiene duro, firme, altanero... —giró la cabeza de cabellos casi siempre de punta, peloduro que le valió el apodo ahora olvidado de Carantamaulas, buscando con el oído de qué lado llegaba el silbo de las aves nocturnas, para augurar fastos o nefastos días.
      • 1976 Laín Entralgo, P. Descargo conciencia [1989] Esp (CDH )
        ¿ Por qué , pues , seducido por el silbo serpentino de Rafael Sánchez Mazas , se disfrazó de celante — el apenas lo era — y un día de 1942 me tiró un viaje al cuerpo con la evidente intención de enviar mis huesos a Villa Cisneros o a Bata ? ¿ Sólo por la amargura de una vanidad nunca bien satisfecha ? Pero dejemos esto para su momento .
      • 1981 García Márquez, G. Crón muerte [1981] 105 Co (CDH )
        Pero él no me oyó, aturdido por los silbos quiméricos de María Alejandrina Cervantes.
      • 1985 Romero, E. Tragicomedia España [1986] 184 Esp (CDH )
        La Ilustración era «un silbo de serpiente» que invitaba al hombre a todas las apostasías.
      • 1990 Colinas, A. Año sur [1990] 72 Esp (CDH )
        El oído desconcertado y absorto en los silbos agudos y prolongados de los mirlos.
      • 1994 Vallejo, F. Virgen sicarios [1999] Co (CDH )
        "Madre Santísima, María Auxiliadora, señora de bondad y de misericordia, posternado a vuestros pies y avergonzado de mis culpas, lleno de confianza en vos os suplico atendáis este ruego: que cuando llegue mi última hora, por fin, acudáis en mi socorro para que tenga la muerte del justo. Ahuyentad al espíritu maligno y su silbo traicionero, y libradme de la condenación eterna, que la pesadilla del infierno ya la he vivido en esta vida y con creces: con mi prójimo. Amén".
      • 1994 Vallejo, F. Virgen sicarios [1999] 99 Co (CDH )
        El hombre-cerdo con vocación de pájaro se desplomó dando su último silbo, desinflándose, en tanto Wílmar se perdía por entre el gentío.
      • 1996 Birri, F. Nuevo cine latinoamericano [1996] 44 Ar (CDH )
        En el jardín antiguo / donde no queda nadie. / Sólo el roce de un solitario mirlo / que se ahorcó con el hilo de su silbo. /
      • 1999 Chebez, J. C. Especies peligro [1999] Ar (CDH )
        La pareja estaba constituida por una hembra de la fase negra y un macho de coloración normal, que emitían silbos agudos traducibles como "yoou-ree" o "wee-hee".
      • 1999 Chebez, J. C. Especies peligro [1999] Ar (CDH )
        Se recuerdan silbos y mugidos que se propagan muchísimo en el medio submarino y permiten su contacto intraespecífico.
      • 1999 Chebez, J. C. Especies peligro [1999] 392 Ar (CDH )
        Según Sick el macho pía menos y no repite su silbo tal como lo hace la hembra, y al llegar el atardecer convoca a sus congéneres repitiendo tres veces un característico canto trisilábico: "fo-o-o".
      • 1999 Chebez, J. C. Especies peligro [1999] Ar (CDH )
        Si bien son silenciosos las crías pueden emitir un silbo corto y los adultos atados una especie de bufido.
      • 1999 Chebez, J. C. Especies peligro [1999] 392 Ar (CDH )
        Su voz habitual es un silbo fuerte y melodioso bastante grave, lo que facilitaría su propagación entre los numerosos obstáculos de la selva, y que podría representarse como un "fon".
      • 2002 García Márquez, G. Vivir [2002] 128 Co (CDH )

        Sus regresos eran siempre históricos, y el de aquella noche culminó con el espectáculo de un grillo amaestrado que obedecía como un ser humano las órdenes de su dueño. Se paraba en dos patas, extendía las alas, cantaba con silbos rítmicos y agradecía los aplausos con reverencias teatrales.

      • 2017 Barriga, J. J. "José Julián Barriga" [11-08-2017] Hoy (Badajoz): hoy.es Esp (HD)
        El niño pajarero se hizo mayor y anidó en la gran ciudad. Con el tiempo, aquel depredador terminó enamorándose de los pájaros, y va por la vida tratando de identificar el silbo de los pájaros: el herrerillo, el chamariz, el verderón, el mirlo y la abubilla, la oropéndola y el ruiseñor. Los pájaros de su infancia.
    2. s. m. En la tradición bíblica, sonido suave y apacible que manifiesta la presencia de Dios.
      docs. (1300-1989) 19 ejemplos:
      • a1300 Anónimo Biblia (Esc I-j-8) [1995] fol. 124r Esp (CDH )
        [11] Et dixo dios sal fuera. / & esta en la sierra delant dios. Et pasara / dios & spiritu grant & fuert que trastornara las sierras / & quebrantara las piedras delant dios. / Et no verna dios con el spiritu & depues / del spiritu verna mouimiento & non verna dios / con el mouimiento. [12] & depues del mouimiento / verna fuego. Enel fuego non verna / dios. Et depues del fuego vn siblo delgado / & alli verna dios.
      • 1989 Omar, A. Hoy trascendente [1989] 89 Esp (CDH )

        MUJER.—(Vieja)No la molestes; ella sabe bien lo que se dice... ¡Contesta, hermana..., contesta! ¿Te acuerdas de su cara, de su voz? ¡Contesta de una vez!... ¿Quién te lo dijo...?

        ELLA.—¡Estoy segura!... Segura... ¡Fue a mí a quien únicamente habló!... ¿Verdad, mujer, que me habló...? ¡Tú estabas allí!

        MUJER.—(Sin convicción)No me acuerdo exactamente, pero creo que sí...

        ELLA.—Espera un poco, hijo... Ten paciencia, todo acontecerá... El mar batirá en las rocas; «él»vendrá en silbo... La espera nos engendrará la paz... El brazo armado se dislocará ante las siete luces..., los pañuelos destilarán lágrimas de felicidad... Espera un poco, hijo mío...

        HIJO.—Madre, mi dolor aumenta...

        ELLA.—Ten paciencia...

        HIJO.—¿Pero no oyes mi dolor? ¿No lo oyes? ¿No lo oyes? ¡Si lo tengo aquí, en mis manos, en mi vientre, en mi boca y en mis ojos! ¿De verdad que no lo ves? ¿Qué filtro de mentiras te han hecho beber que hasta ciega te has vuelto?

        ELLA.—¡No me hagas sufrir!...

        EL.—Sufre, está sufriendo; no la hagas sufrir... Es tu madre...

        HIJO.—¡No la haré sufrir; está bien!...

        EL.—Mujer, quizá no fuera «esperar»lo que había que hacer... Quizá fuera otra cosa...

        MUJER.—Contesta, hermana... Yo creo en ti!

        ELLA.—¡No, no me acuerdo! Tampoco veo la razón para tener que acordarme... Me habló, me dijo lo que teníamos que hacer, y basta. Eso es suficiente. Al menos tenemos algo que antes no teníamos. ¿O no...?

        HIJO.—¡Madre, lo que yo tengo ahora de más es el dolor, porque ya sé lo que significa. Antes creía que era hambre, pero no...

        EL.—¡Eres joven, hijo...! Y la juventud es primavera... La primavera duele... ¿Verdad, mujer, que la primavera duele...?

      • a1300 Anónimo Biblia (Esc I-j-8) [1995] fol. 124r Esp (CDH )
        [11] Et dixo dios sal fuera. / & esta en la sierra delant dios. Et pasara / dios & spiritu grant & fuert que trastornara las sierras / & quebrantara las piedras delant dios. / Et no verna dios con el spiritu & depues / del spiritu verna mouimiento & non verna dios / con el mouimiento. [12] & depues del mouimiento / verna fuego. Enel fuego non verna / dios. Et depues del fuego vn siblo delgado / & alli verna dios.
      • 1554 Granada, L. LOración [1994] 309 Esp (CDH )
        Y por esta misma causa, cuando apareció a Elías en el monte, * no le apareció en la tempestad, ni en el terremoto, ni en el fuego, sino en aquel silbo de aire delgado y blando, que es en el corazón pacífico y reposado el cual es templo vivo y morada de Dios.
      • 1562-1566 Teresa de Jesús (Teresa de Cepeda y Ahumada) LVida [1986] 528 Esp (CDH )
        Fuime, estando ansí, a una ermita bien apartada, que las hay en este monesterio, y estando en una adonde está Cristo a la Coluna, suplicándole me hiciese esta merced, oí que me hablava una voz muy suave, como metida en un silbo.
      • 1587 Ávila, H. Colloquio Moisés [1995] Esp (CDH )
        Rusticidad Retírate del trato de pastores; / lleva tu hato al monte más secreto / [f. 117v] de todo aqueste campo y sus alcores, / que el lugar apartado y más quïeto / ser suele siempre más acomodado, / para que Dios descubra algún secreto. / La voz de Dios es silvo delicado * / y ansí no puede ser tam bien oýdo / en el común estruendo de este prado. / Do no te estorvarán con su ruïdo, / ni el canto de las aves, ni su buelo, / que a las vezes divierten el sentido. / Do tendrás por testigo a solo el çielo / y al ganado por dulçe compañero / del divino favor y tu consuelo.
      • c1603-c1607 Juan Bautista Concepción (Juan García López) Pláticas Religiosos [2002] Esp (CDH )
        Es la habla de Dios un silbo delicado que viene, como a Elifaz Themanites, por unas venas y partes muy secretas;
      • 1609-1610 Juan Bautista Concepción (Juan García López) Noche Espíritu [1995] 1050 Esp (CDH )
        Llévelo con paciencia, hágase la cruz en la frente y en el corazón, tome agua bendita, esté atento, aguarde y escuche y verá que cerca, tras esas borrascas y alborotos, viene Dios en un silbo y marea suave, blanda y amorosa, la cual si de todo no recrea y regala al cuerpo, porque todavía es voluntad de Dios que padezca, por lo menos satisface al alma; y aunque le parece esta noticia la percibe y le viene de lejos, cerca está Dios que es el que en parte, y no en todo, quiere aliviar, disimulando la cercanía que con el tal justo tiene.
      • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] Esp (CDH )
        No siempre nos llama Dios con torvellinos, también avisa con silvos. ibi.
      • 1909 Anónimo Biblia Reina-Valera [2002] Esp (CDH )
        Y tras el fuego un silvo apacible y delicado.
      • 1989 Omar, A. Hoy trascendente [1989] 89 Esp (CDH )

        MUJER.—(Vieja)No la molestes; ella sabe bien lo que se dice... ¡Contesta, hermana..., contesta! ¿Te acuerdas de su cara, de su voz? ¡Contesta de una vez!... ¿Quién te lo dijo...?

        ELLA.—¡Estoy segura!... Segura... ¡Fue a mí a quien únicamente habló!... ¿Verdad, mujer, que me habló...? ¡Tú estabas allí!

        MUJER.—(Sin convicción)No me acuerdo exactamente, pero creo que sí...

        ELLA.—Espera un poco, hijo... Ten paciencia, todo acontecerá... El mar batirá en las rocas; «él»vendrá en silbo... La espera nos engendrará la paz... El brazo armado se dislocará ante las siete luces..., los pañuelos destilarán lágrimas de felicidad... Espera un poco, hijo mío...

        HIJO.—Madre, mi dolor aumenta...

        ELLA.—Ten paciencia...

        HIJO.—¿Pero no oyes mi dolor? ¿No lo oyes? ¿No lo oyes? ¡Si lo tengo aquí, en mis manos, en mi vientre, en mi boca y en mis ojos! ¿De verdad que no lo ves? ¿Qué filtro de mentiras te han hecho beber que hasta ciega te has vuelto?

        ELLA.—¡No me hagas sufrir!...

        EL.—Sufre, está sufriendo; no la hagas sufrir... Es tu madre...

        HIJO.—¡No la haré sufrir; está bien!...

        EL.—Mujer, quizá no fuera «esperar»lo que había que hacer... Quizá fuera otra cosa...

        MUJER.—Contesta, hermana... Yo creo en ti!

        ELLA.—¡No, no me acuerdo! Tampoco veo la razón para tener que acordarme... Me habló, me dijo lo que teníamos que hacer, y basta. Eso es suficiente. Al menos tenemos algo que antes no teníamos. ¿O no...?

        HIJO.—¡Madre, lo que yo tengo ahora de más es el dolor, porque ya sé lo que significa. Antes creía que era hambre, pero no...

        EL.—¡Eres joven, hijo...! Y la juventud es primavera... La primavera duele... ¿Verdad, mujer, que la primavera duele...?

      • a1300 Anónimo Biblia (Esc I-j-8) [1995] fol. 124r Esp (CDH )
        [11] Et dixo dios sal fuera. / & esta en la sierra delant dios. Et pasara / dios & spiritu grant & fuert que trastornara las sierras / & quebrantara las piedras delant dios. / Et no verna dios con el spiritu & depues / del spiritu verna mouimiento & non verna dios / con el mouimiento. [12] & depues del mouimiento / verna fuego. Enel fuego non verna / dios. Et depues del fuego vn siblo delgado / & alli verna dios.
      • 1554 Granada, L. LOración [1994] 309 Esp (CDH )
        Y por esta misma causa, cuando apareció a Elías en el monte, * no le apareció en la tempestad, ni en el terremoto, ni en el fuego, sino en aquel silbo de aire delgado y blando, que es en el corazón pacífico y reposado el cual es templo vivo y morada de Dios.
      • 1562-1566 Teresa de Jesús (Teresa de Cepeda y Ahumada) LVida [1986] 528 Esp (CDH )
        Fuime, estando ansí, a una ermita bien apartada, que las hay en este monesterio, y estando en una adonde está Cristo a la Coluna, suplicándole me hiciese esta merced, oí que me hablava una voz muy suave, como metida en un silbo.
      • 1578-c1583 Juan de la Cruz Monte Carmelo [1995] 269 Esp (CDH )
        Mas estas visiones tan sustanciales, como la de San Pablo y Moisés y nuestro padre Elías cuando cubrió su rostro al silbo suave de Dios (3 Re 19, 12-13), aunque son por vía de paso, rarísimas veces acaecen y casi nunca y a muy pocos, porque lo hace Dios en aquellos que son muy fuertes del espíritu de la Iglesia y ley de Dios, como fueron los tres arriba nombrados.
      • 1578-1584 Juan de la Cruz Cántico [1998] Esp (CDH )
        Y al siluo de estos ayres llama vna subidíssima y sabrosíssima intelligencia de Dios y de sus virtudes, la qual redunda en el entendimiento del toque que hacen estas virtudes de Dios en la substancia del alma; y éste es el más subido deleyte que ay en todo lo demás que gusta el alma aquí.
      • 1578-1584 Juan de la Cruz Cántico [1998] 175 Esp (CDH )
        porque, como auemos dicho, amorosa y dulcemente se le comunican las virtudes del Amado en él, de lo qual se deriua en el entendimiento el siluo de la intelligencia.
      • 1578-1584 Juan de la Cruz Cántico [1998] Esp (CDH )
        Que por significar este siluo la dicha intelligencia substancial, piensan algunos theólogos que vio nuestro padre Elías a Dios en aquel siluo de ayre delgado que sintió en el monte a la boca de su cueua.
      • 1578-1584 Juan de la Cruz Cántico [1998] Esp (CDH )
        Allí le llama la Escriptura siluo de ayre delgado, porque de la sutil y delicada comunicación del Espíritu le nacía la intelligencia en el entendimiento; y aquí le llama el alma siluo de ayres amorosos, porque de la amorosa comunicación de las virtudes de su Amado le redunda en el entendimiento, y por eso le llama siluo de los ayres amorosos.
      • 1578-1584 Juan de la Cruz Cántico [1998] Esp (CDH )
        15. Este diurno siluo que entra por el oýdo del alma no solamente es substancia, como é dicho entendida, sino también descubrimiento de uerdades de la Diuinidad y reuelación de secretos suyos ocultos.
      • 1578-1584 Juan de la Cruz Cántico [1998] Esp (CDH )
        En lo qual se piensa que vio a Dios también, como nuestro padre Elías en el Siluo.
      • c1578-1584 Juan de la Cruz Llama amor [1991] 271 Esp (CDH )
        ¡Oh, pues, mucho, y en grande manera mucho delicado toque del Verbo, para mí tanto más cuanto, habiendo trastornado los montes y quebrantado las piedras en el monte Horeb con la sombra de tu poder y fuerza que iba delante, te diste más suave y fuertemente a sentir al profeta en silbo de aire delgado! (3 Re. 19, 11-12).
      • 1587 Ávila, H. Colloquio Moisés [1995] Esp (CDH )
        Rusticidad Retírate del trato de pastores; / lleva tu hato al monte más secreto / [f. 117v] de todo aqueste campo y sus alcores, / que el lugar apartado y más quïeto / ser suele siempre más acomodado, / para que Dios descubra algún secreto. / La voz de Dios es silvo delicado * / y ansí no puede ser tam bien oýdo / en el común estruendo de este prado. / Do no te estorvarán con su ruïdo, / ni el canto de las aves, ni su buelo, / que a las vezes divierten el sentido. / Do tendrás por testigo a solo el çielo / y al ganado por dulçe compañero / del divino favor y tu consuelo.
      • c1605 Juan Bautista Concepción (Juan García López) Llaga Amor [1995] 193 Esp (CDH )
        Non in turbine Dominus, etc.; pasan delante los alabarderos, y sale Dios y viene en una marea delicada, en un silbo de un soplo suave, etc. Ese es modo ordinario; fácil es de conocer que ahí va Dios.
      • c1603-c1607 Juan Bautista Concepción (Juan García López) Pláticas Religiosos [2002] Esp (CDH )
        Es la habla de Dios un silbo delicado que viene, como a Elifaz Themanites, por unas venas y partes muy secretas;
      • 1609-1610 Juan Bautista Concepción (Juan García López) Noche Espíritu [1995] 1050 Esp (CDH )
        Llévelo con paciencia, hágase la cruz en la frente y en el corazón, tome agua bendita, esté atento, aguarde y escuche y verá que cerca, tras esas borrascas y alborotos, viene Dios en un silbo y marea suave, blanda y amorosa, la cual si de todo no recrea y regala al cuerpo, porque todavía es voluntad de Dios que padezca, por lo menos satisface al alma; y aunque le parece esta noticia la percibe y le viene de lejos, cerca está Dios que es el que en parte, y no en todo, quiere aliviar, disimulando la cercanía que con el tal justo tiene.
      • a1613 Juan Bautista Concepción (Juan García López) Penas [1995] Esp (CDH )
        Que ya sabemos cuando Dios se le mostró a Eliseo a la puerta de la cueva, que se le mostró y vino en un silbo amoroso de una marea delicada.
      • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] Esp (CDH )
        No siempre nos llama Dios con torvellinos, también avisa con silvos. ibi.
      • 1909 Anónimo Biblia Reina-Valera [2002] Esp (CDH )
        Y tras el fuego un silvo apacible y delicado.
      • 1989 Omar, A. Hoy trascendente [1989] 89 Esp (CDH )

        MUJER.—(Vieja)No la molestes; ella sabe bien lo que se dice... ¡Contesta, hermana..., contesta! ¿Te acuerdas de su cara, de su voz? ¡Contesta de una vez!... ¿Quién te lo dijo...?

        ELLA.—¡Estoy segura!... Segura... ¡Fue a mí a quien únicamente habló!... ¿Verdad, mujer, que me habló...? ¡Tú estabas allí!

        MUJER.—(Sin convicción)No me acuerdo exactamente, pero creo que sí...

        ELLA.—Espera un poco, hijo... Ten paciencia, todo acontecerá... El mar batirá en las rocas; «él»vendrá en silbo... La espera nos engendrará la paz... El brazo armado se dislocará ante las siete luces..., los pañuelos destilarán lágrimas de felicidad... Espera un poco, hijo mío...

        HIJO.—Madre, mi dolor aumenta...

        ELLA.—Ten paciencia...

        HIJO.—¿Pero no oyes mi dolor? ¿No lo oyes? ¿No lo oyes? ¡Si lo tengo aquí, en mis manos, en mi vientre, en mi boca y en mis ojos! ¿De verdad que no lo ves? ¿Qué filtro de mentiras te han hecho beber que hasta ciega te has vuelto?

        ELLA.—¡No me hagas sufrir!...

        EL.—Sufre, está sufriendo; no la hagas sufrir... Es tu madre...

        HIJO.—¡No la haré sufrir; está bien!...

        EL.—Mujer, quizá no fuera «esperar»lo que había que hacer... Quizá fuera otra cosa...

        MUJER.—Contesta, hermana... Yo creo en ti!

        ELLA.—¡No, no me acuerdo! Tampoco veo la razón para tener que acordarme... Me habló, me dijo lo que teníamos que hacer, y basta. Eso es suficiente. Al menos tenemos algo que antes no teníamos. ¿O no...?

        HIJO.—¡Madre, lo que yo tengo ahora de más es el dolor, porque ya sé lo que significa. Antes creía que era hambre, pero no...

        EL.—¡Eres joven, hijo...! Y la juventud es primavera... La primavera duele... ¿Verdad, mujer, que la primavera duele...?

    3. s. m. Sonido producido por el viento.
      docs. (1396-2020) 69 ejemplos:
      • 1376-1396 Fdz Heredia, J. HTroyana [2003] fol. 114r Esp (CDH )
        ¿Et uosotros non ueyedes que muchos meses son ya passados desti estio en los quales ha fecho muyt acceptable tiempo de nauegar, como todos los mares seyan pacificos et asosegados, los quales delectan et falagan a los que quieren nauegar con el dulce siluo del uiento zephiro que por ellos corre, et las planezas suyas con dulcedumbre et atempramiento de tranquilidat et serenidat del tiempo combidan semblantment a los que quieren nauegar?
      • 2020 Suárez, G. "Maspalomas vacía" [17-03-2020] Canarias7 (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
        La postal de este lunes, con tumbonas apiladas, sin sombrillas, y con un silencio que dejaba oír con nitidez no solo el murmullo de las olas, sino el silbo del viento y el canto de los pájaros, "nunca lo había visto", asegura desde su local en el centro comercial Oasis, el empresario Jesús Marichal, quien lleva toda la vida trabajando en la zona.
      • 1376-1396 Fdz Heredia, J. HTroyana [2003] fol. 114r Esp (CDH )
        ¿Et uosotros non ueyedes que muchos meses son ya passados desti estio en los quales ha fecho muyt acceptable tiempo de nauegar, como todos los mares seyan pacificos et asosegados, los quales delectan et falagan a los que quieren nauegar con el dulce siluo del uiento zephiro que por ellos corre, et las planezas suyas con dulcedumbre et atempramiento de tranquilidat et serenidat del tiempo combidan semblantment a los que quieren nauegar?
      • a1452 Gmz Zamora, A. Morales Ovidio [1995] fol. 50v Esp (CDH )
        O di que literal mente que siringa / Libro / fue una donzella/. la qual fuyendo la ujolençia de uno quela queria / desflorar queriendo passar un Rio onde auja cañas ende / se çanbullo & asi es enfengida ser mudada en caña & aquello / que conla flauta mercurio se fazia non es nada saluo quelos / pastores delas cañas estromento musico que caramjllo se dize / fazen /. o por que aun el ujento asoplante enlas cañas / faze siluos / o si quieres di moral mente que esta siringa es / la buena persona la qual de pan queriente la corronper que es / del diablo & carne o del mundo ala qual por las cosas delectables / enpoçoñar queriente fuyr la maliçia del tal alas / uezes al Rio dela religion o dela penjtençia entrar onde / en caña es conuertida conujene saber seca enmagreçida / por abs[tin]ençia se faze/.
      • 1481-1496 Encina, J. Arte poesía [1996] 256 Cancionero Esp (CDH )
        MOSSO ¿Qué donas te endonaré / por tu buen cantar contento?, / que te juro y juraré / que más gasajo tomé / que con silvo del buen viento; / ni suenan tan plazenteras / las riberas, / quando el río correr siento / por peñascos muy sin tiento / entre valles y pedreras.
      • 1499 Fdz Santaella, R. VocEcclesiasticum [1499] Esp (NTLLE)
        sibilus, li [...], el siluo. Sibilus aure tenuis [...], id est, vn sonido de viento semejante al que faze el viento manso y suaue, puede ser neutro generis enel plural, y según algunos significa bocas.
      • 1584 San Juan de la Cruz (Juan de Yepes) Declaración de las canciones que tratan del ejercicio de amor entre el alma y el Esposo [1999] fol. 75v Esp (CDH )
        Y ansí como el toque de el ayre se gusta con el sentido de el tacto y el silvo de el mesmo ayre con el oýdo, ansí también el toque de las virtudes de el Amado se sienten y gozan en el tacto desta alma, que es en la substancia de ella, y la intelligencia de las tales virtudes de Dios se sienten en el oýdo de el alma, que es en el entendimiento.
      • 1606 Ledesma, A. Conceptos espirituales II [1969] 349 Esp (CDH )
        / Los siluos del aire blando / quando van à sus orejas, / son ya palabras formadas / que le maten, ò le prendan.
      • 1611 Hojeda, D. Cristiada [1851] 405 Esp (CDH )
        / Con silbo ronco el espantado viento / Al eco triste voces infudia, / Y al agua con lloroso movimiento / Las piedras que tocaba enternecia: / El valle, á su confusa voz atento, / Suspiros de sus cuevas despedia: / Suspira el valle, duerme el hombre; quiso / El valle al hombre dar un blando aviso.
      • 1652 Soto Rojas, P. Paraíso cerrado [1993] 103 Esp (CDH )
        / Mientras recoge velas marinero, / que al manso puerto * con quietud reduce, / de mirtos * frescos, deleitosa nave / que de fortuna ni esperanza sabe, / sobre áncora mojada, / todo en calma un océano de flores; / a los silvos de un céfiro süave, * / se regala entre aromas remolcada, / cuando patrón galante a anciana esposa / con regocijo llega, / y el gran tesoro de la paz le entrega.
      • 1690 Sor Juana Inés de la Cruz (Juana Ramírez de Asbaje) Auto sacramental de El divino Narciso [1955] 92 Mx (CDH )
        / Anuncio era de Sus obras / el firmamento lucido, / y el resplandor Lo alababa / de los Astros matutinos: / Le aclamaba el Fuego en llamas, / el Mar con penachos rizos, / la Tierra en labios de rosas / y el Aire en ecos de silbos.
      • p1713 Vela, Eusebio Comedia nueva de Si el amor excede al arte, ni amor ni arte a la prudencia [2003] Mx (CDH )
        LOS DOS Y MÚSICA: Bramen los vientos, / Bajan las olas y quedan otras de llamas; y suena tempestad, y silbos de aire / tiemble la tierra, / ardan las aguas, / el fuego prenda.
      • a1775 Meléndez Valdés, J. Poesías a1775 485 Poesías Esp (CDH )
        ¡Ay muerte dura, de mi bien avara! / Lloro, y llorando mi tormento crece; / pero ¡qué mucho!, si en mi acerba pena / todo el orbe dolido se enternece: / con horrísono silbo el aire suena, / ni el agua corre ya como solía, / ni la tierra es fructífera ni amena, / ni arrebolado asoma el albo día, / ni en la cima es del cielo el sol fulgente, / ni la luna en la noche húmida y fría. /
      • a1779 Meléndez Valdés, J. Poesías a1779 Poesías Esp (CDH )
        / El céfiro halagüeño / parece que dormido / pasaba por las flores, / según sus blandos silbos; / naturaleza muda / del movimiento activo / descansa que el Excelso / le puso en el principio.
      • c1786 Chantre Herrera, J. HMisiones Marañón [1901] Ec (CDH )
        No sentían otra cosa en aquella obscuridad sino los silbos del viento enfurecido, la fuerza y violencia de las olas que daban en el costado del navío, los vaivenes y balances de la corbeta y las carreras, pisadas y golpes de los marineros.
      • 1797 Meléndez Valdés, J. Poesías 1797 Poesías Esp (CDH )
        / Mírala ya elevada, / ya inmóvil, ya al ruido / más leve atenta que hace / del viento el raudo silbo.
      • 1804 Blanco White, J. M. A Elisa [1994] 182 Poesías Esp (CDH )
        / O cual el Cauro y Noto, / Veloces combatiendo, / Luchan del alto polo / Dando silbos horrendos, / Y al reino de Neptuno / Furiosos embistiendo / Remueven las arenas / Desde el profundo asiento.
      • 1830 Lpz Soler, R. Bandos Castilla [2003] Esp (CDH )
        De ellas fueron testigos estos mismos lugares ora tan desconocidos y solitarios: ¡Berenguer de Prades! ¡Roger de Lluria! ¡Raimundo de Urgel! si vuestras almas vagando sobre nubes flotantes han escuchado mi débil canto muchas veces confundido con el agudo silbo de la tempestad, y si al compás de mis rústicas canciones se han agitado de placer con la memoria de sus grandes hechos; no olvidéis que aún existe un guerrero descendiente de vosotros, aspirando con sagrada emulación al empeño de imitaros.
      • 1851 Gmz Avellaneda, G. Montaña [1981] Novelas Cu (CDH )
        [...] aquel rumor quedaba apagado entre los silbos del viento, que aumentaba por instantes su espantosa violencia.
      • 1859 Castro, R. Hija mar [2003] Esp (CDH )
        Muy lejos está seguramente de parecerse la música de nuestros salones al silbo agudo del viento que, rodando sobre el techo de su cabaña solitaria, le acompañaba en su rezo fervoroso y en su sueño inquieto y desasosegado la mayor parte de sus noches de soledad, pero su alma triste al par que fuerte, y su dolor y sus lágrimas, le hacían amar aquel errante compañero que, como ella, ni hallaba nunca reposo ni cesaba de gemir.
      • 1874 Valera, J. Pepita Jiménez [1997] 170 Esp (CDH )
        No quiero yo que en mí el espíritu peque contra la carne; pero no quiero tampoco que la hermosura de la materia, que sus deleites, aun los más delicados, sutiles y aéreos, aun los que más bien por el espíritu que por el cuerpo se perciben, como el silbo delgado del aire fresco cargado de aromas campesinos, como el canto de las aves, como el majestuoso y reposado silencio de las horas nocturnas, en estos jardines y huertas, me distraigan de la contemplación de la superior hermosura, y entibien ni por un momento, mi amor hacia quien ha creado esta armoniosa * fábrica del mundo.
      • 1911 Pz Galdós, B. Primera República [2002] Esp (CDH )
        «Ahora sí que no te suelto, Tito —dijo Estévanez apretándome fuertemente el brazo—. Estás enfermo, y yo soy el médico que ha de curarte. Padeces un romanticismo agudo, que puede ser principio de chifladura crónica. Tu dolencia se manifiesta bien clara en tu estado de languidez babosa, de inquietud delirante, de sutileza del oído que se empeña en traducir al lenguaje vulgar los silbos del aire que pasa, los ruidos de las puertas, y el pisar de los transeúntes. Desde esta noche harás lo que yo te mande: te sujeto al trabajo. El remedio heroico de tu enfermedad es tener tu atención sujeta siempre a cosas prácticas, externas, ajenas a todo lo que compone el reino mentiroso de la imaginación.»
      • 1947-1948 Briceño-Iragorry, M. Regente Heredia [1948] 142 Ve (CDH )
        Su amor al antiguo orden y su devota adhesión a la realeza, le llevan a pensar que sólo en el sistema actual puede mantenerse defenso el Continente, y aun más, la reflexión, que es prenda de su ingenio, le hace sentir ya el silbo del huracán que acabará con los hombres llamados a formar la estructura dirigente de las nuevas naciones para entregar el gobierno de los pueblos a hordas armadas de hachas y flameantes teas.
      • 1962 Caballero Bonald, J. M. Días septiembre [1962] 52 Esp (CDH )
        Afuera se oían los primeros violentos silbos del levante.
      • 1987 Agromayor, L. Fiestas [1987] 335 Esp (CDH )
        Una carta del Obispado de Oviedo, del siglo XVIII, afirma de ellos que «...viviendo en continua peregrinación de las montañas a las Mariñas, cuidan más de dar pasto terreno a sus ganados que de recibir el espiritual de sus almas, sin oír sermón ni doctrina de los párrocos.» Y es que para los vaqueiros, en contacto directo con la Naturaleza, el silbo del viento en las cañadas, la dulce melodía de la lluvia mansa empapando los valles, las blancas y cegadoras tormentas de nieve, eran símbolos tan espléndidos de lo Sobrenatural, que hacían empalidecer y dejar sin sentido el chato y monótono catecismo de los párrocos.
      • 1993 Argüelles, F. Letanías [1993] Esp (CDH )
        Al sonido regular de la lluvia se fueron uniendo sutiles silbos de viento.
      • 2009 Trigueros Espino, S. Me iré nunca Ho (CORPES)
        Una brisa agita las hojas del almendro y trae un silbo delicado que atraviesa las paredes, entra en el cuarto de Carmen y desciende por el caracol de su oído, insistente. Abre los ojos hermosos en la oscuridad, se cubre con un camisón semitransparente y atraviesa la sala.
      • 2020 Suárez, G. "Maspalomas vacía" [17-03-2020] Canarias7 (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
        La postal de este lunes, con tumbonas apiladas, sin sombrillas, y con un silencio que dejaba oír con nitidez no solo el murmullo de las olas, sino el silbo del viento y el canto de los pájaros, "nunca lo había visto", asegura desde su local en el centro comercial Oasis, el empresario Jesús Marichal, quien lleva toda la vida trabajando en la zona.
      • 1376-1396 Fdz Heredia, J. HTroyana [2003] fol. 114r Esp (CDH )
        ¿Et uosotros non ueyedes que muchos meses son ya passados desti estio en los quales ha fecho muyt acceptable tiempo de nauegar, como todos los mares seyan pacificos et asosegados, los quales delectan et falagan a los que quieren nauegar con el dulce siluo del uiento zephiro que por ellos corre, et las planezas suyas con dulcedumbre et atempramiento de tranquilidat et serenidat del tiempo combidan semblantment a los que quieren nauegar?
      • a1452 Gmz Zamora, A. Morales Ovidio [1995] fol. 50v Esp (CDH )
        O di que literal mente que siringa / Libro / fue una donzella/. la qual fuyendo la ujolençia de uno quela queria / desflorar queriendo passar un Rio onde auja cañas ende / se çanbullo & asi es enfengida ser mudada en caña & aquello / que conla flauta mercurio se fazia non es nada saluo quelos / pastores delas cañas estromento musico que caramjllo se dize / fazen /. o por que aun el ujento asoplante enlas cañas / faze siluos / o si quieres di moral mente que esta siringa es / la buena persona la qual de pan queriente la corronper que es / del diablo & carne o del mundo ala qual por las cosas delectables / enpoçoñar queriente fuyr la maliçia del tal alas / uezes al Rio dela religion o dela penjtençia entrar onde / en caña es conuertida conujene saber seca enmagreçida / por abs[tin]ençia se faze/.
      • 1481-1496 Encina, J. Arte poesía [1996] 256 Cancionero Esp (CDH )
        MOSSO ¿Qué donas te endonaré / por tu buen cantar contento?, / que te juro y juraré / que más gasajo tomé / que con silvo del buen viento; / ni suenan tan plazenteras / las riberas, / quando el río correr siento / por peñascos muy sin tiento / entre valles y pedreras.
      • 1499 Fdz Santaella, R. VocEcclesiasticum [1499] Esp (NTLLE)
        sibilus, li [...], el siluo. Sibilus aure tenuis [...], id est, vn sonido de viento semejante al que faze el viento manso y suaue, puede ser neutro generis enel plural, y según algunos significa bocas.
      • 1578-1584 Juan de la Cruz Cántico [1998] Esp (CDH )
        13. Y para que mejor se entienda lo dicho, es de notar que, así como en el ayre se sienten dos cosas, que son toque y siluo o sonido, así en esta comunicación del Esposo se sienten otras dos cosas, que son sentimiento de deleyte e intelligencia.
      • 1578-1584 Juan de la Cruz Cántico [1998] Esp (CDH )
        Y así como el toque del ayre se gusta con el sentido del tacto y el siluo del mismo ayre con el oýdo, así también el toque de las virtudes del Amado se sienten y goçan en el tacto de esta alma, que es en la substancia de ella, y la intelligencia de las tales virtudes de Dios se sienten en el oýdo del alma, que es el entendimiento.
      • 1578-1584 Juan de la Cruz Cántico [1998] Esp (CDH )
        porque entonces se regala y recrea el sentido del tacto, y con este regalo del tacto siente el oýdo gran deleyte en el sonido y siluo del ayre, mucho más que el tacto en el toque del ayre; porque el sentido del oýdo es más espiritual, o, por mejor decir, allégase más a lo espiritual que el tacto, y así el deleyte que causa es más espiritual que el que causa el tacto.
      • 1578-1584 Juan de la Cruz Cántico [1998] 175 Esp (CDH )
        Y llámale siluo, porque así como el siluo del ayre causado se entra agudamente en el vasillo del oýdo, así esta sutilísima y delicada intelligencia se entra con admirable sabor y deleyte en lo íntimo de la substancia del alma, que es muy mayor deleyte que todos los demás.
      • 1578-1584 Juan de la Cruz Cántico [1998] Esp (CDH )
        Esta substancia entendida, que aquí llama el alma siluo, es los ojos deseados que, descubriéndoselos el Amado, dijo, porque no los podía sufrir el sentido:
      • 1578-1584 Juan de la Cruz Cántico [1998] Esp (CDH )
        Esposa Mi Amado, las montañas, / los valles solitarios nemorosos, / las ínsulas estrañas, / los ríos sonorosos, / el siluo de los ayres amorosos, / la noche sosegada / en par de los leuantes de la aurora, / la música callada, / la soledad sonora, / la cena que recrea y enamora.
      • 1584 San Juan de la Cruz (Juan de Yepes) Declaración de las canciones que tratan del ejercicio de amor entre el alma y el Esposo [1999] Esp (CDH )
        13. Y para que mejor se entienda lo dicho, es de notar que, ansí como en el ayre se sienten dos cosas, que son toque y silvo o sonido, ansí en essa comunicación de el Esposo se sienten otras dos cosas, que son sentimiento de deleyte e yntelligencia.
      • 1584 San Juan de la Cruz (Juan de Yepes) Declaración de las canciones que tratan del ejercicio de amor entre el alma y el Esposo [1999] fol. 75v Esp (CDH )
        Y ansí como el toque de el ayre se gusta con el sentido de el tacto y el silvo de el mesmo ayre con el oýdo, ansí también el toque de las virtudes de el Amado se sienten y gozan en el tacto desta alma, que es en la substancia de ella, y la intelligencia de las tales virtudes de Dios se sienten en el oýdo de el alma, que es en el entendimiento.
      • c1578-1586 Juan de la Cruz Poesía [1993] Esp (CDH )
        Mi Amado las montañas, / los valles solitarios nemorosos, / las ínsulas estrañas, / los ríos sonorosos, / el silvo de los ayres amorosos,
      • 1606 Ledesma, A. Conceptos espirituales II [1969] 349 Esp (CDH )
        / Los siluos del aire blando / quando van à sus orejas, / son ya palabras formadas / que le maten, ò le prendan.
      • 1607 Ángeles, J. Consideraciones Cantar [1917] Esp (CDH )
        Es como airecito delgado ó silbo, ó marea, como ya dijimos, que recrea y pacifica toda el alma, acallando en ella todos los alborotos y gritos de la canalla de los sentidos y potencias.
      • 1611 Hojeda, D. Cristiada [1851] 405 Esp (CDH )
        / Con silbo ronco el espantado viento / Al eco triste voces infudia, / Y al agua con lloroso movimiento / Las piedras que tocaba enternecia: / El valle, á su confusa voz atento, / Suspiros de sus cuevas despedia: / Suspira el valle, duerme el hombre; quiso / El valle al hombre dar un blando aviso.
      • 1607-1645 Duque Estrada, D. Comentarios desengañado [1982] Esp (CDH )
        que dos horas antes del día, a los 16 del mes referido, empezaron tremendos terremotos, espantosas bombas a modo de truenos, con tales bramidos del aire que parecía condolecerse * del lastimoso caso y adverso incendio que suceder debía, sacudiéndose el viento y el aire de tal modo que, encontrándose y rebatiéndose, daban silbos como de feroces víboras o culebras, bramando por romperse para salir de los estrechos cóncavos de la tierra, haciendo un rumor como borrasca sacudida, o mimbre, con extraña fuerza, que sutilmente ofende los oídos.
      • 1652 Soto Rojas, P. Paraíso cerrado [1993] 103 Esp (CDH )
        / Mientras recoge velas marinero, / que al manso puerto * con quietud reduce, / de mirtos * frescos, deleitosa nave / que de fortuna ni esperanza sabe, / sobre áncora mojada, / todo en calma un océano de flores; / a los silvos de un céfiro süave, * / se regala entre aromas remolcada, / cuando patrón galante a anciana esposa / con regocijo llega, / y el gran tesoro de la paz le entrega.
      • 1690 Sor Juana Inés de la Cruz (Juana Ramírez de Asbaje) Auto sacramental de El divino Narciso [1955] 92 Mx (CDH )
        / Anuncio era de Sus obras / el firmamento lucido, / y el resplandor Lo alababa / de los Astros matutinos: / Le aclamaba el Fuego en llamas, / el Mar con penachos rizos, / la Tierra en labios de rosas / y el Aire en ecos de silbos.
      • p1713 Vela, Eusebio Comedia nueva de Si el amor excede al arte, ni amor ni arte a la prudencia [2003] Mx (CDH )
        LOS DOS Y MÚSICA: Bramen los vientos, / Bajan las olas y quedan otras de llamas; y suena tempestad, y silbos de aire / tiemble la tierra, / ardan las aguas, / el fuego prenda.
      • 1739 RAE DiccAutoridades (NTLLE)
        Silbo. Por extensión es el ruido que hace el aire. Lat. Sibilus, i.
      • a1775 Meléndez Valdés, J. Poesías a1775 485 Poesías Esp (CDH )
        ¡Ay muerte dura, de mi bien avara! / Lloro, y llorando mi tormento crece; / pero ¡qué mucho!, si en mi acerba pena / todo el orbe dolido se enternece: / con horrísono silbo el aire suena, / ni el agua corre ya como solía, / ni la tierra es fructífera ni amena, / ni arrebolado asoma el albo día, / ni en la cima es del cielo el sol fulgente, / ni la luna en la noche húmida y fría. /
      • 1778 Meléndez Valdés, J. Poesías 1778 Poesías Esp (CDH )
        Ciñámonos las sienes / de hiedra vividora; / brindemos; y aunque el euro / combata con el bóreas, / ¿qué a nosotros su silbo, / si el pecho alegre goza / de Baco y sus ardores, / de Venus y sus glorias? /
      • a1779 Meléndez Valdés, J. Poesías a1779 Poesías Esp (CDH )
        / El céfiro halagüeño / parece que dormido / pasaba por las flores, / según sus blandos silbos; / naturaleza muda / del movimiento activo / descansa que el Excelso / le puso en el principio.
      • c1786 Chantre Herrera, J. HMisiones Marañón [1901] Ec (CDH )
        No sentían otra cosa en aquella obscuridad sino los silbos del viento enfurecido, la fuerza y violencia de las olas que daban en el costado del navío, los vaivenes y balances de la corbeta y las carreras, pisadas y golpes de los marineros.
      • 1786 Montengón, P. Eusebio [1998] Esp (CDH )
        Leocadia comenzó a llorar con ellos, llevándose los silbos de los vientos y los golpes del granizo, los consejos y confortaciones de Eusebio, que prometía a los labradores satisfacerles el daño y remediar la desgracia.
      • 1788 Terreros Pando, E. DiccCastVocesCienciasArtes (NTLLE)
        SILBO. V. Silbido. [| ruido que hace el mar, el aire, &c. cuando es recio, ó está alterado. It. Il russare. En Cast. se dice communmente bramido.]
      • 1797 Meléndez Valdés, J. Poesías 1797 Poesías Esp (CDH )
        / Mírala ya elevada, / ya inmóvil, ya al ruido / más leve atenta que hace / del viento el raudo silbo.
      • 1804 Blanco White, J. M. A Elisa [1994] 182 Poesías Esp (CDH )
        / O cual el Cauro y Noto, / Veloces combatiendo, / Luchan del alto polo / Dando silbos horrendos, / Y al reino de Neptuno / Furiosos embistiendo / Remueven las arenas / Desde el profundo asiento.
      • 1804 Blanco White, J. M. Partida Elisa [1994] Poesías Esp (CDH )
        En noche tenebrosa, cuando el cielo / Cubren de negro velo / Nubes encapotadas, y la saña / Del furioso Aquilón en silbo horrendo / Conmueve con estruendo / Los polos, que brillando centellean: / El dudando si sean / Los últimos instantes de su vida, / Con la voz ronca y mísero lamento / Fatiga la Deidad, ensordecida / Al ruego inútil que arrebata el viento [...]. /
      • 1799-1815 Conde de Noroña Poesías [1871] 474 Esp (CDH )
        / La tienda construida / De toscas pieles, y del raudo viento / Con silbos combatida, / Me da mayor contento / Que el palacio de firme fundamento.
      • c1790-a1820 Arjona, M. M. Poesías [1871] Poesías Esp (CDH )
        / Desde que el sol empieza / A derramar su brillo, / Hasta que, desmayado, de la noche / Se sumerge en los lóbregos dominios, / De fieras tempestades / Oigo los crudos silbos, / Que en el mortal silencio de las sombras / Aumentan más y más su atroz prestigio.
      • c1790-1823 Arriaza, J. B. Poesías [1822-1826] I, 1ª, 37 Esp (CDH )
        ¿Y cuando solamente se está oyendo / El ronco silbo del soberbio Noto, / Un relámpago vivo precediendo, / Que parece abrasarse el verde soto, / Rasga la nube el rayo con estruendo, / Tiembla la tierra en duro terremoto, / Y atónito y confuso el caminante / No osa mover la planta atras ni alante? /
      • c1790-1823 Arriaza, J. B. Poesías [1822-1826] I, 2ª, 12 Esp (CDH )
        Y por él, en invierno, al silbo horrendo / Del lóbrego Aquilon te vas cubriendo / De escarcha y nieve, y el llover te inunda / Para serle despues madre fecunda! /
      • 1830 Lpz Soler, R. Bandos Castilla [2003] Esp (CDH )
        De ellas fueron testigos estos mismos lugares ora tan desconocidos y solitarios: ¡Berenguer de Prades! ¡Roger de Lluria! ¡Raimundo de Urgel! si vuestras almas vagando sobre nubes flotantes han escuchado mi débil canto muchas veces confundido con el agudo silbo de la tempestad, y si al compás de mis rústicas canciones se han agitado de placer con la memoria de sus grandes hechos; no olvidéis que aún existe un guerrero descendiente de vosotros, aspirando con sagrada emulación al empeño de imitaros.
      • 1830 Lpz Soler, R. Bandos Castilla [2003] Esp (CDH )
        Perdíanse de cuando en cuando aquellos lúgubres sonidos entre los silbos de la borrasca, pero se fueron visiblemente acercando, y ya se pudieron distinguir con más claridad.
      • 1830 Lpz Soler, R. Bandos Castilla [2003] Esp (CDH )
        Las monjas se hallaban en el coro, y su canto algo distante, unido al silbo de los céfiros y al murmullo de las ondas en medio de la calma tan imponente y majestuosa, daba pábulo al dolor de la doncella y a las lúgubres ideas que en aquel momento la ocupaban.
      • 1837 Arolas, J. La sílfida del acueducto [2003] 52 Esp (CDH )
        / Y como suele repentino silbo / del agitado noto entre las selvas, / sonó bronco murmullo que decía: / ¡Pérfido! ¡Muera! / Antes que en leve remolino caigan / las hojas de los árboles sombríos, / descienda a vuestro seno el delincuente, / pálidos manes.
      • 1837 Arolas, J. La sílfida del acueducto [2003] 100 Esp (CDH )
        / ¿Quién pudiera creer, Elvira mía, / que mientras los cantares fervorosos / de ardiente contrición aquí sonaban / ante el divino acatamiento y trono, / cuando tu dulce amor sólo ofrecía / sombra ligera de pincel muy tosco, / rápida exhalación que nace y luce / para olvidarse y perecer muy pronto, / preparase Cupido su triunfo? / ¿Que ocupase mi pecho doloroso / tan feble a sus asaltos, como al silbo / del furioso huracán débil pimpollo? / ¡Qué grato es tu mirar, dulce enemiga / de mi tranquilidad! brillan tus ojos / tan bellos para mí, cual si saliera / de lóbrego y eterno calabozo! / No abandones jamás este retiro... / hay aquí limpia fuente en cauce hermoso, / y pájaros sensibles que en las ramas / cantarán tu belleza y tu decoro.
      • c1840 Espronceda, J. Estudiante Salamanca [1978] 143 Esp (CDH )
        * / Y de escalón en escalón cayendo, / blasfema y jura con lenguaje inmundo, * / y su furioso vértigo creciendo, / y despeñado rápido al profundo, / los silbos ya del huracán oyendo, * / ya ante él pasando en confusión el mundo, / ya oyendo gritos, voces y palmadas, / y aplausos y brutales carcajadas, / llantos y ayes, quejas y gemidos, / mofas, sarcasmos, risas y denuestos, / y en mil grupos acá y allá reunidos, / viendo debajo de él, sobre él enhiestos, / hombres, mujeres, todos confundidos, / con sandia pena, con alegres gestos, / que con asombro estúpido le miran / y en el perpetuo remolino giran.
      • 1844 Gmz Avellaneda, G. Baronesa Joux [1981] Novelas Cu (CDH )
        Los leves murmurios de su voz y algunos silbos del viento, que se aplacaba ya, eran los únicos sonidos alteradores del profundo silencio que reinaba dentro y fuera del castillo;
      • 1847 Estébanez Calderón, S. Escenas andaluzas [1985] 199 Esp (CDH )
        [...] se fija sobre mi cabeza, y así me amenaza entre los silbos del viento.
      • 1851 Gmz Avellaneda, G. Montaña [1981] Novelas Cu (CDH )
        [...] aquel rumor quedaba apagado entre los silbos del viento, que aumentaba por instantes su espantosa violencia.
      • 1852 Cánovas Castillo, A. Campana Huesca [2003] Esp (CDH )
        ¡Cuántos latidos le costó al corazón de don Ramiro cada mecida de las ramas que aquí y allá empujaba el viento; cada silbo, cada paso, cada voz de los insectos que bullían en la espesura!
      • 1852 Zorrilla, J. Granada [1895] I, 128 Esp (CDH )
        / Y matas y peñas, vallados y troncos / En rápida, loca, confusa ilusión / Del viento á los silbos, ya agudos, ya roncos, / Pasaban al lado del suelto bridón.
      • 1825-a1853 Caro, J. E. Poesías [1973] Co (CDH )
        ¡Céfiro! ¡rápido lánzate! ¡rápido empújame y vivo! / Más redondas mis velas pon: del proscrito a los lados / Haz que tus silbos susurren dulces y dulces suspiren, / Haz que pronto del patrio suelo se aleje mi barco.
      • 1857 Bécquer, G. A. HTemplos España [1995] Esp (CDH )
        Ya puesta a cubierto del temporal, como la fuerza de éste se hiciese de cada vez mayor, redoblando el estampido de los truenos y el silbo del viento, atemorizada la reina, mandó con el ejemplo postrarse a su servidumbre, e hizo oración a fin de que la tempestad cediese.
      • 1859 Castro, R. Hija mar [2003] Esp (CDH )
        Muy lejos está seguramente de parecerse la música de nuestros salones al silbo agudo del viento que, rodando sobre el techo de su cabaña solitaria, le acompañaba en su rezo fervoroso y en su sueño inquieto y desasosegado la mayor parte de sus noches de soledad, pero su alma triste al par que fuerte, y su dolor y sus lágrimas, le hacían amar aquel errante compañero que, como ella, ni hallaba nunca reposo ni cesaba de gemir.
      • 1863 Bécquer, G. A. Entre sueños Narraciones Esp (CDH )
        En algunas ocasiones he creído oír hasta palabras y frases entrecortadas en el silbo de los vientos, he seguido al insecto invisible en todas las peripecias de su titánica obra y he escuchado como una especie de himno en el murmullo de las aguas; pero por más que aquella noche intenté descomponer el continuado martilleo del reloj, no pude sacar en limpio sino dos golpes secos, metálicos, monótonos hasta la saciedad.
      • 1865 Justiniano Arribas, J. Roger de Flor [1865] Esp (CDH )
        / El ronco trueno..., de la mar rugiente / El estridor, los silvos de los vientos / Que son presume cánticos de gloria, / Que aplauden de sus huestes la victoria.
      • 1874 Valera, J. Pepita Jiménez [1997] 170 Esp (CDH )
        No quiero yo que en mí el espíritu peque contra la carne; pero no quiero tampoco que la hermosura de la materia, que sus deleites, aun los más delicados, sutiles y aéreos, aun los que más bien por el espíritu que por el cuerpo se perciben, como el silbo delgado del aire fresco cargado de aromas campesinos, como el canto de las aves, como el majestuoso y reposado silencio de las horas nocturnas, en estos jardines y huertas, me distraigan de la contemplación de la superior hermosura, y entibien ni por un momento, mi amor hacia quien ha creado esta armoniosa * fábrica del mundo.
      • 1910 Rodó, J. E. Motivos Proteo [1985] Ur (CDH )
        Y he aquí que tomó por el flojo pescuezo a uno de los niños, y le mostró en la palma de la mano la simiente, y con voz comparable al silbo helado de una ráfaga, le dijo: "Abre un hueco para esta simiente"; y luego soltó el cuerpo trémulo del niño, que cayó, sonando como un saco mediado de guijarros, sobre la pampa de granito.
      • 1911 Pz Galdós, B. Primera República [2002] Esp (CDH )
        «Ahora sí que no te suelto, Tito —dijo Estévanez apretándome fuertemente el brazo—. Estás enfermo, y yo soy el médico que ha de curarte. Padeces un romanticismo agudo, que puede ser principio de chifladura crónica. Tu dolencia se manifiesta bien clara en tu estado de languidez babosa, de inquietud delirante, de sutileza del oído que se empeña en traducir al lenguaje vulgar los silbos del aire que pasa, los ruidos de las puertas, y el pisar de los transeúntes. Desde esta noche harás lo que yo te mande: te sujeto al trabajo. El remedio heroico de tu enfermedad es tener tu atención sujeta siempre a cosas prácticas, externas, ajenas a todo lo que compone el reino mentiroso de la imaginación.»
      • 1914 Espina, C. Esfinge [1914] Esp (CDH )
        Entre los silbos del aire tormentoso una voz repite con errabunda melancolía:
      • 1914 Espina, C. Esfinge [1914] Esp (CDH )
        Un silbido leve, fatigoso, daba noticia de la respiración de la anciana, y, fuera, otros audaces silbos anunciaron los rigores del temporal.
      • 1938 Mistral, G. Tala [1996] Ch (CDH )
        / Están en turno y pausa / que el Anáhuac comprende, / hasta que el silbo largo / por los maíces suene / mandan que las cañas / dancen y desperecen: / ¡eternidad que va / y eternidad que viene!
      • 1941 Alegría, C. Mundo [1978] Pe (CDH )
        Benito recordaba que la noche de su partida, ese mismo silbo parecía un gemido lloroso de su corazón atormentado.
      • 1947-1948 Briceño-Iragorry, M. Regente Heredia [1948] 142 Ve (CDH )
        Su amor al antiguo orden y su devota adhesión a la realeza, le llevan a pensar que sólo en el sistema actual puede mantenerse defenso el Continente, y aun más, la reflexión, que es prenda de su ingenio, le hace sentir ya el silbo del huracán que acabará con los hombres llamados a formar la estructura dirigente de las nuevas naciones para entregar el gobierno de los pueblos a hordas armadas de hachas y flameantes teas.
      • 1950 Blanco, A. E. Giraluna [1973] Ve (CDH )
        / Viajar, viajar, banquete / con vino de altamar y pan de nube, / del casco al gallardete / silbo de amor que sube / llamando a la cigüeña y al querube.
      • 1936-1950 Carranza, E. Canciones fiesta [1953] Co (CDH )
        Todo está bien: el verde en la pradera, / el aire con su silbo de diamante / y en el aire la rama dibujante / y por la luz arriba la palmera.
      • 1962 Caballero Bonald, J. M. Días septiembre [1962] 52 Esp (CDH )
        Afuera se oían los primeros violentos silbos del levante.
      • 1962 Caballero Bonald, J. M. Días septiembre [1962] Esp (CDH )
        Se oía el ronco silbo del aire abriéndose paso por los bronquios obstruidos.
      • 1962 Caballero Bonald, J. M. Días septiembre [1962] Esp (CDH )
        El silbo del viento apagaba todos los demás ruidos.
      • 1978 Cousté, A. Biografía Diablo [1978] 202 Ar (CDH )
        El abrumado depositario de tal carga cree en principio haber sido víctima de un djinn (cuya voz, se afirmaba, era precisamente el silbo del viento en las cavernas), pero su mujer y sus amigos le animan a asumir su misión, cosa de la que se convence ante nuevas y apremiantes apariciones del arcángel.
      • 1978 Miras, D. Brujas Barahona [1992] Esp (CDH )
        (Se desvanece apenas una parte de la oscuridad con la llama de un candil que sólo se alumbra a sí mismo. Escasamente visibles, duermen en su pobre cama los esposos PEDRO BARBERO y CATALINA MARTÍNEZ. El sueño de la mujer es inquieto, perturbado por movimientos, quejas y gemidos. El marido ronca. Aúlla el viento por los altos, y afila su silbo en la chimenea. Repentinamente, se deja oír por las techumbres un maullido tremendo; otro gato contesta, y estalla la trifulca. Se les oye golpear las tejas, lanzando unos irritados alaridos casi humanos. Silencio repentino, que rompe de inmediato el llanto de un niño pequeño. Un llanto terrible, exigente, rabioso. El hombre, que masculló dormido durante el concierto gatuno, lo hace ahora más alto y colérico, para acabar con un rugido.)
      • 1987 Agromayor, L. Fiestas [1987] 335 Esp (CDH )
        Una carta del Obispado de Oviedo, del siglo XVIII, afirma de ellos que «...viviendo en continua peregrinación de las montañas a las Mariñas, cuidan más de dar pasto terreno a sus ganados que de recibir el espiritual de sus almas, sin oír sermón ni doctrina de los párrocos.» Y es que para los vaqueiros, en contacto directo con la Naturaleza, el silbo del viento en las cañadas, la dulce melodía de la lluvia mansa empapando los valles, las blancas y cegadoras tormentas de nieve, eran símbolos tan espléndidos de lo Sobrenatural, que hacían empalidecer y dejar sin sentido el chato y monótono catecismo de los párrocos.
      • 1993 Argüelles, F. Letanías [1993] Esp (CDH )
        Al sonido regular de la lluvia se fueron uniendo sutiles silbos de viento.
      • 2009 Trigueros Espino, S. Me iré nunca Ho (CORPES)
        Una brisa agita las hojas del almendro y trae un silbo delicado que atraviesa las paredes, entra en el cuarto de Carmen y desciende por el caracol de su oído, insistente. Abre los ojos hermosos en la oscuridad, se cubre con un camisón semitransparente y atraviesa la sala.
      • 2020 Suárez, G. "Maspalomas vacía" [17-03-2020] Canarias7 (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
        La postal de este lunes, con tumbonas apiladas, sin sombrillas, y con un silencio que dejaba oír con nitidez no solo el murmullo de las olas, sino el silbo del viento y el canto de los pájaros, "nunca lo había visto", asegura desde su local en el centro comercial Oasis, el empresario Jesús Marichal, quien lleva toda la vida trabajando en la zona.
    4. s. m. Sonido agudo y continuo o zumbido producido [en los oídos de una persona] que no procede de una fuente exterior.
      Sinónimos: pito; silbido
      docs. (1450-2004) 10 ejemplos:
      • a1450 Anónimo Arte complida cirugía Lanfranco (BNM 2165) [1993] fol. 155v Esp (CDH )
        E / fazese algunas vezes el dolor / del oreja por gruesa / ventosidat deçendjente de / la cabeça alas orejas lo / qual se conosçe por entonçe / es el dolor mezclado con tronjdo / & siluo & por la lujanez / dela cabeça & por la / exclusion delas otras señales / Entonçe la cura es el vazjamjento / delos humores gruesos / & alançamjento de olio / de rruda enel qual sea desleydo / vn poco de castoreo [...]. /
      • 2004 Restrepo, L. Delirio Co (CORPES)
        De ruido, de ruido, ¿de qué va a ser?, ¿es que acaso no oyes?, el silencio está plagado de ruidos que se esconden en él, como el gorgojo en la viga, y lo van carcomiendo por dentro, basta con no ser sordo para percatarse de los runrunes y los zumbidos, ¿o acaso estás dormida, que no me entiendes?, la zarandeó Nicolás, agarrándola por las arandelas de la camisola, mientras ella le suplicaba que bajara la voz para no sobresaltar a las niñas y al visitante, y de paso, sin que él se diera cuenta, trataba de encontrar las gotas para el tinitus, o silbo crónico, que según los médicos padecía su marido en ambos oídos
      • a1450 Anónimo Arte complida cirugía Lanfranco (BNM 2165) [1993] fol. 155v Esp (CDH )
        E / fazese algunas vezes el dolor / del oreja por gruesa / ventosidat deçendjente de / la cabeça alas orejas lo / qual se conosçe por entonçe / es el dolor mezclado con tronjdo / & siluo & por la lujanez / dela cabeça & por la / exclusion delas otras señales / Entonçe la cura es el vazjamjento / delos humores gruesos / & alançamjento de olio / de rruda enel qual sea desleydo / vn poco de castoreo [...]. /
      • 1495 Anónimo Trad Med Gordonio [1991] Esp (CDH )
        Corrómpese quando oye sonidos de estrépitos e sus semejantes e silvos cerca las orejas.
      • a1500 Anónimo Tratado patología [1997] Esp (CDH )
        E la senal de la agua que y entro, que sea despus del vano o el nadar, que sienta movimiento del agua quando trastorna la cabeça con silvos.
      • 1577 Santa Teresa de Jesús (Teresa de Cepeda y Ahumada) Las moradas del castillo interior [1999] 276 Esp (CDH )
        No parece sino que están en ella muchos ríos caudalosos y, por otra parte, que estas aguas se despeñan; muchos pajarillos y silbos, y no en los oídos, sino en lo superior de la cabeza, adonde dicen que está lo superior del alma; y yo estuve en esto harto tiempo, por parecer que el movimiento grande del espíritu hacia'riba subía con velocidad.
      • 1589 Pineda, J. Diálogos Agricultura cristiana [1963-1964] Esp (CDH )
        ¿Qué exhilar es ese con que nos habéis aturdido, según hace nuevo silbo en nuestras orejas?
      • 1750 Feijoo, B. J. Cartas eruditas, III [2004] Esp (CDH )
        El sonar de los oídos como campanas, o el silvo de ellos.
      • 1957 Nácher, E. Guanche [1957] Esp (CDH )
        Y esta vez, sin que el fugitivo pudiese esperarlo, se vió contenido en su carrera por dos horribles bofetadas que aplastaron sus carrillos; llenándole de silbos ambos oídos.
      • 2004 Restrepo, L. Delirio Co (CORPES)
        De ruido, de ruido, ¿de qué va a ser?, ¿es que acaso no oyes?, el silencio está plagado de ruidos que se esconden en él, como el gorgojo en la viga, y lo van carcomiendo por dentro, basta con no ser sordo para percatarse de los runrunes y los zumbidos, ¿o acaso estás dormida, que no me entiendes?, la zarandeó Nicolás, agarrándola por las arandelas de la camisola, mientras ella le suplicaba que bajara la voz para no sobresaltar a las niñas y al visitante, y de paso, sin que él se diera cuenta, trataba de encontrar las gotas para el tinitus, o silbo crónico, que según los médicos padecía su marido en ambos oídos
      • a1450 Anónimo Arte complida cirugía Lanfranco (BNM 2165) [1993] fol. 155v Esp (CDH )
        E / fazese algunas vezes el dolor / del oreja por gruesa / ventosidat deçendjente de / la cabeça alas orejas lo / qual se conosçe por entonçe / es el dolor mezclado con tronjdo / & siluo & por la lujanez / dela cabeça & por la / exclusion delas otras señales / Entonçe la cura es el vazjamjento / delos humores gruesos / & alançamjento de olio / de rruda enel qual sea desleydo / vn poco de castoreo [...]. /
      • c1451-c1475 Anónimo Trad Cirugía Mayor Lanfranco [1987] Esp (CDH )
        Aqueste mienbro sobreuiniente muchas enfermedades, de las quales algunas pertenesçen al çirujano, asý commo las apostemas & las úlçeras, e algunas más a la física, asý commo el tronido & el siluo, & desfallesçimiento de oýr.
      • c1451-c1475 Anónimo Trad Cirugía Mayor Lanfranco [1987] Esp (CDH )
        E fázese algunas vezes el dolor del oreja por gruesa ventosidat deçendiente de la cabeça a las orejas, lo qual se conosçe porque entonçe es el dolor mezclado con tronido & siluo, & por la liuianez de la cabeça & por la exclusión de las otras señales.
      • 1495 Anónimo Trad Med Gordonio [1991] Esp (CDH )
        Corrómpese quando oye sonidos de estrépitos e sus semejantes e silvos cerca las orejas.
      • a1500 Anónimo Tratado patología [1997] Esp (CDH )
        E la senal de la agua que y entro, que sea despus del vano o el nadar, que sienta movimiento del agua quando trastorna la cabeça con silvos.
      • 1577 Santa Teresa de Jesús (Teresa de Cepeda y Ahumada) Las moradas del castillo interior [1999] 276 Esp (CDH )
        No parece sino que están en ella muchos ríos caudalosos y, por otra parte, que estas aguas se despeñan; muchos pajarillos y silbos, y no en los oídos, sino en lo superior de la cabeza, adonde dicen que está lo superior del alma; y yo estuve en esto harto tiempo, por parecer que el movimiento grande del espíritu hacia'riba subía con velocidad.
      • 1589 Pineda, J. Diálogos Agricultura cristiana [1963-1964] Esp (CDH )
        ¿Qué exhilar es ese con que nos habéis aturdido, según hace nuevo silbo en nuestras orejas?
      • 1750 Feijoo, B. J. Cartas eruditas, III [2004] Esp (CDH )
        El sonar de los oídos como campanas, o el silvo de ellos.
      • 1957 Nácher, E. Guanche [1957] Esp (CDH )
        Y esta vez, sin que el fugitivo pudiese esperarlo, se vió contenido en su carrera por dos horribles bofetadas que aplastaron sus carrillos; llenándole de silbos ambos oídos.
      • 2004 Restrepo, L. Delirio Co (CORPES)
        De ruido, de ruido, ¿de qué va a ser?, ¿es que acaso no oyes?, el silencio está plagado de ruidos que se esconden en él, como el gorgojo en la viga, y lo van carcomiendo por dentro, basta con no ser sordo para percatarse de los runrunes y los zumbidos, ¿o acaso estás dormida, que no me entiendes?, la zarandeó Nicolás, agarrándola por las arandelas de la camisola, mientras ella le suplicaba que bajara la voz para no sobresaltar a las niñas y al visitante, y de paso, sin que él se diera cuenta, trataba de encontrar las gotas para el tinitus, o silbo crónico, que según los médicos padecía su marido en ambos oídos
    5. s. m. Sonido agudo producido por un silbato o con un instrumento musical.
      docs. (1541-1996) 36 ejemplos:
      • c1541 Anónimo Rel cerimonias indios Mechuacán [1989] 115 Mx (CDH )
        Pues vino Taríacuri con su gente al monte llamado Arizizinda, monte de Pátzcuaro, y a la media noche empieza a tocar su silbatillo encima del monte, que contrahacía * las águilas, y oyeron aquellos silbos a la media noche los de Curínguaro que tenían el asiento de Pátzcuaro, y levantáronse todos, y fuéronse a su pueblo con gran polvareda que iban levantado, y los isleños se entraron en la laguna que hacían espumas al entrar, y los de Taríaran se fueron también, a su pueblo y iban haciendo polvareda huyendo, y volviose Taríacuri a su asiento de Pátzquaro, con su gente.
      • 1996 Prensa ABC Cultural, 10/05/1996 [1996] Esp (CDH )
        Véase, por ejemplo, la descripción del castillo de la Orden de Calatrava en Zorita de los Canes, donde cabría descomponer la prosa en función de unidades métricas y rimas interiores: "En su ladera, por la parte de atrás, dos pastorcillos guardan un rebaño de cabras; uno de los pastorcillos, sentado sobre una piedra, graba una cayada de fresno a punta de navaja, mientras el otro, sentado sobre la verde hierba, se ensaya en sacar silbos de una flauta de caña". [...]
      • c1541 Anónimo Rel cerimonias indios Mechuacán [1989] 115 Mx (CDH )
        Pues vino Taríacuri con su gente al monte llamado Arizizinda, monte de Pátzcuaro, y a la media noche empieza a tocar su silbatillo encima del monte, que contrahacía * las águilas, y oyeron aquellos silbos a la media noche los de Curínguaro que tenían el asiento de Pátzcuaro, y levantáronse todos, y fuéronse a su pueblo con gran polvareda que iban levantado, y los isleños se entraron en la laguna que hacían espumas al entrar, y los de Taríaran se fueron también, a su pueblo y iban haciendo polvareda huyendo, y volviose Taríacuri a su asiento de Pátzquaro, con su gente.
      • 1584 Rufo, J. Austriada [1854] 71 Esp (CDH )
        / El cañon reforzado de crujía, / Tras un vellon humoso, da un tronido; / Ya la gente de mar, al mar se avia / Al son de la trompeta conocido; / Ya el presuroso silbo desafia / Al mísero escuadron al remo asido, / Ya el áncora mojada en proa estanca, / Ya dice el pito: «Apriesa boga, arranca.
      • c1604 Mendieta, J. HEclesiástica indiana [1973] I, 79 Mx (CDH )
        El señor de Tezcuco usaba llevar un atabalejo entre los hombros, que tocaba al principio de la batalla, otros unos caracoles grandes que sonaban a manera de cornetas, otros con unos huesos hendidos daban muy recios silbos, y esto era para animar y apercibir todos los guerreros.
      • 1632 Carvajal Robles, R. Fiestas nacimiento Príncipe [1950] 28 Esp (CDH )
        / Los chilladores organos / dauan alegres siluos; / los pifaros, clamores; / mormollo, los tambores; / relinchos, los clarines; / bramidos, las trompetas; / chillidos, las cornetas; / vozes, los sacabuches; / gritos, las chirimias; / y las tiorbas, dulces alegrias; / las harpas, alaridos; / las citaras, suaue sostenidos; / y las guitarras con alegre prissa / carcaxadas de risa, / dexando la memoria, / alborotada de confusa gloria.
      • 1634 Vega Carpio, F. L. Tomé Burguillos [2003] Esp (CDH )
        Yo, aquel que en los pasados / tiempos canté las selvas y los prados, / éstos vestidos de árboles mayores, / y aquéllas de ganados y de flores, / las armas y las leyes, / que conservan los reinos y los reyes; / agora, en instrumento menos grave, / canto de amor suave / las iras y desdenes, / los males y los bienes, / no del todo olvidado / el fiero taratántara, templado / con el silbo del pífaro sonoro.
      • 1701 Villagutierre Sotomayor, J. HConquista Itzá [2002] Esp (CDH )
        Y aun en estos días que estava para partir el presidente, aviendo ordenado que el alcalde mayor de Ocozingo dispusiesse el que estuviessen hechos y prevenidos los ranchos en el parage del Próspero, más arriba de aquel pueblo, azia la montaña, le dio aviso este alcalde mayor de que, aviéndose empezado a hazer los ra nchos para el real en el sitio donde lo avía mandado, se avían hallado y reconocido rastros de lacandones, como de dos, que sin duda avían ido a dar aviso a sus compañeros, pues al siguiente día avía sido tanto el ruido, alaridos y silvos con cañuelas y otros instrumentos horrorosos, que, atemorizados los indios trabaxadores, se huyeron.
      • 1850 Anónimo "Feria Sevilla" [25-04-1850] El Comercio (Cádiz) Esp (HD)
        El paseo de la mañana estuvo aun mas concurrido que en los dias anteriores, y en el vespertino hubo intenso gentío [...] la música del tio vivo, el relincho de los caballos, el ruido de las campanillas de los carruages, la estrepitosa conversacion de los chalanes, el desagradable sonido de las trompetillas mezclado con el silbo de los pitos, los ingeniosos pregones de los turroneros y demás vendedores de chucherias
      • 1879 Chavero, A. Amores Alarcón [2003] Mx (CDH )
        Buena pro hayan; que yo habré la mía, si la famosa comedia que preparo para el día de la fiesta, agrada tanto a los piadosos como a los mosqueteros y a los señores, más que por sus espadas, de temerse por sus pitos y llaves con que silbos hunden cualquier comedia.
      • 1904-1911 Martín Cerezo, S. Sitio Baler [1911] Fi (CDH )
        En lugar del «alerta» sonaban un pito, cuyo silbo se repetía de una en otra en todo el recinto, y como era el sonido muy breve no permitía la referencia para el tiro.
      • 1918 Vallejo, C. Heraldos [1985] Pe (CDH )
        Un silbo agudo / del guardia la atraviesa, cual vibrante alfiler.
      • 1950 Blanco, A. E. Giraluna [1973] Ve (CDH )
        Amolador, amuela, / silba tu silbato, silba / hasta que silbar te duela, / hasta que estén amolados / el silbo de tu silbato / y el filo de mis tijeras.
      • 1989 Ulive, U. Dorado y amor [1989] Ur (CDH )
        (Se oyen disparos lejanos y silbos penetrantes. Clodio se inquieta un poco, pero insiste:)
      • 1996 Prensa ABC Cultural, 10/05/1996 [1996] Esp (CDH )
        Véase, por ejemplo, la descripción del castillo de la Orden de Calatrava en Zorita de los Canes, donde cabría descomponer la prosa en función de unidades métricas y rimas interiores: "En su ladera, por la parte de atrás, dos pastorcillos guardan un rebaño de cabras; uno de los pastorcillos, sentado sobre una piedra, graba una cayada de fresno a punta de navaja, mientras el otro, sentado sobre la verde hierba, se ensaya en sacar silbos de una flauta de caña". [...]
      • c1541 Anónimo Rel cerimonias indios Mechuacán [1989] 115 Mx (CDH )
        Pues vino Taríacuri con su gente al monte llamado Arizizinda, monte de Pátzcuaro, y a la media noche empieza a tocar su silbatillo encima del monte, que contrahacía * las águilas, y oyeron aquellos silbos a la media noche los de Curínguaro que tenían el asiento de Pátzcuaro, y levantáronse todos, y fuéronse a su pueblo con gran polvareda que iban levantado, y los isleños se entraron en la laguna que hacían espumas al entrar, y los de Taríaran se fueron también, a su pueblo y iban haciendo polvareda huyendo, y volviose Taríacuri a su asiento de Pátzquaro, con su gente.
      • 1584 Rufo, J. Austriada [1854] 71 Esp (CDH )
        / El cañon reforzado de crujía, / Tras un vellon humoso, da un tronido; / Ya la gente de mar, al mar se avia / Al son de la trompeta conocido; / Ya el presuroso silbo desafia / Al mísero escuadron al remo asido, / Ya el áncora mojada en proa estanca, / Ya dice el pito: «Apriesa boga, arranca.
      • c1604 Mendieta, J. HEclesiástica indiana [1973] I, 79 Mx (CDH )
        El señor de Tezcuco usaba llevar un atabalejo entre los hombros, que tocaba al principio de la batalla, otros unos caracoles grandes que sonaban a manera de cornetas, otros con unos huesos hendidos daban muy recios silbos, y esto era para animar y apercibir todos los guerreros.
      • c1604 Mendieta, J. HEclesiástica indiana [1973] I, 86 Mx (CDH )
        A tiempos tañen sus trompetas y unas flautillas no muy entonadas, otros dan silbos con unos huesezuelos que suenan mucho, otros andan disfrazados en traje y en voz contrahaciendo a otras naciones, y mudando el lenguaje.
      • 1632 Carvajal Robles, R. Fiestas nacimiento Príncipe [1950] 28 Esp (CDH )
        / Los chilladores organos / dauan alegres siluos; / los pifaros, clamores; / mormollo, los tambores; / relinchos, los clarines; / bramidos, las trompetas; / chillidos, las cornetas; / vozes, los sacabuches; / gritos, las chirimias; / y las tiorbas, dulces alegrias; / las harpas, alaridos; / las citaras, suaue sostenidos; / y las guitarras con alegre prissa / carcaxadas de risa, / dexando la memoria, / alborotada de confusa gloria.
      • 1634 Vega Carpio, F. L. Tomé Burguillos [2003] Esp (CDH )
        Yo, aquel que en los pasados / tiempos canté las selvas y los prados, / éstos vestidos de árboles mayores, / y aquéllas de ganados y de flores, / las armas y las leyes, / que conservan los reinos y los reyes; / agora, en instrumento menos grave, / canto de amor suave / las iras y desdenes, / los males y los bienes, / no del todo olvidado / el fiero taratántara, templado / con el silbo del pífaro sonoro.
      • 1701 Villagutierre Sotomayor, J. HConquista Itzá [2002] Esp (CDH )
        Y aun en estos días que estava para partir el presidente, aviendo ordenado que el alcalde mayor de Ocozingo dispusiesse el que estuviessen hechos y prevenidos los ranchos en el parage del Próspero, más arriba de aquel pueblo, azia la montaña, le dio aviso este alcalde mayor de que, aviéndose empezado a hazer los ra nchos para el real en el sitio donde lo avía mandado, se avían hallado y reconocido rastros de lacandones, como de dos, que sin duda avían ido a dar aviso a sus compañeros, pues al siguiente día avía sido tanto el ruido, alaridos y silvos con cañuelas y otros instrumentos horrorosos, que, atemorizados los indios trabaxadores, se huyeron.
      • 1701 Villagutierre Sotomayor, J. HConquista Itzá [2002] 376 Esp (CDH )
        y assí a lo sucedido al general Amézquita y a la gente de su cargo se seguía el que, hallándose la poca que avía quedado rancheada en aquel sitio de Chaxal, los cercavan todas las noches los infieles de la laguna, procurando por muchos modos hazerles daño, inquiétandolos con assonadas de guerra, gritería, silvos de cañuelas, tortugones y otros instrumentos horrorosos; de suerte, que puestos en defensa, passavan todas las noches enteras con las armas en la mano y los días moliendo el maíz para su sustento, porque los indios de servicio se avían huído todos.
      • 1850 Anónimo "Feria Sevilla" [25-04-1850] El Comercio (Cádiz) Esp (HD)
        El paseo de la mañana estuvo aun mas concurrido que en los dias anteriores, y en el vespertino hubo intenso gentío [...] la música del tio vivo, el relincho de los caballos, el ruido de las campanillas de los carruages, la estrepitosa conversacion de los chalanes, el desagradable sonido de las trompetillas mezclado con el silbo de los pitos, los ingeniosos pregones de los turroneros y demás vendedores de chucherias
      • 1879 Chavero, A. Amores Alarcón [2003] Mx (CDH )
        Buena pro hayan; que yo habré la mía, si la famosa comedia que preparo para el día de la fiesta, agrada tanto a los piadosos como a los mosqueteros y a los señores, más que por sus espadas, de temerse por sus pitos y llaves con que silbos hunden cualquier comedia.
      • 1904-1911 Martín Cerezo, S. Sitio Baler [1911] Fi (CDH )
        En lugar del «alerta» sonaban un pito, cuyo silbo se repetía de una en otra en todo el recinto, y como era el sonido muy breve no permitía la referencia para el tiro.
      • 1918 Vallejo, C. Heraldos [1985] Pe (CDH )
        Un silbo agudo / del guardia la atraviesa, cual vibrante alfiler.
      • 1929 Alberti, R. Cal y canto [1929] 317 Esp (CDH )
        / Náutico el silbo de mi flauta, vira, / golfo rubí en tu nieve persiguiendo, / nivelando la lámina zafira.
      • 1935-1936 Carrasquilla, T. Hace tiempos [1951] Co (CDH )
        El viento esparce olores de musgo, de salvias, y principian a oírse rumores de gentes alternados con el pito metálico del grillo y con el silbo de algún castrapuercas tañido por algún rapaz.
      • 1935-1936 Carrasquilla, T. Hace tiempos [1951] Co (CDH )
        Al ritmo sempiterno de los molinos se van juntando los gritos, los cantares, los silbos agrestes de los caramillos, los triquitraques de los granujas y los cohetes de los adultos.
      • 1950 Blanco, A. E. Giraluna [1973] Ve (CDH )
        Amolador, amuela, / silba tu silbato, silba / hasta que silbar te duela, / hasta que estén amolados / el silbo de tu silbato / y el filo de mis tijeras.
      • 1950 Blanco, A. E. Giraluna [1973] I, 625 Ve (CDH )
        / Los meteré en una jaula / que tenga de amor las rejas / y les daré de beber / el agua de mis tijeras, / el silbo de tu silbato / y el oro de tus candelas, / pero mientras haya niños, / amolador, amuela.
      • 1966 Vargas Llosa, M. Casa verde [1991] 345 Pe (CDH )
        Abajo ríen, brindan y bromean, entre guitarras bulliciosas se insinúa el delgado silbo de una flauta, se enardecen, bailan.
      • 1989 Ulive, U. Dorado y amor [1989] Ur (CDH )
        (Se oyen disparos lejanos y silbos penetrantes. Clodio se inquieta un poco, pero insiste:)
      • 1989 Ulive, U. Dorado y amor [1989] Ur (CDH )
        En ese momento suena una descarga nutrida y muy cercana, junto con más silbos. Clodio opta por huir corriendo. /
      • 1989 Ulive, U. Dorado y amor [1989] Ur (CDH )
        Estamos en un claro de selva, muy cerca del do Yuruari, en la Guayana venezolana. / Aumentan los disparos y los silbos. Llega corriendo un hombre que trae una linterna encendida. Se detiene y explora el escenario, jadeante.
      • 1989 Ulive, U. Dorado y amor [1989] 14 Ur (CDH )
        Como los silbos parecen acercarse, sale corriendo. Casi al mismo tiempo aparecen sus perseguidores. Son tres o cuatro hombres, calzan botas altas, llevan machete al cinto y grandes sombreros. Traen en las manos armas de fuego y linternas y cubren sus rostros con pañuelos. No hablan, se limitan a dialogar mediante el sonido de los silbatos que llevan en la boca, debajo del pañuelo.
      • 1989 Ulive, U. Dorado y amor [1989] 14 Ur (CDH )
        De entre las sombras surge otro hombre. También trae linterna pero no lleva armas. Usa un sombrero pequeño y se cubre la cara con un pañuelo rojo. Apenas ha avanzado unos pasos cuando vuelven a oírse los ominosos silbos. Busca donde ocultarse y termina por zambullirse detrás de un parapeto bajo que hay a lo ancho del proscenio.
      • 1989 Ulive, U. Dorado y amor [1989] 14 Ur (CDH )
        Busca donde ocultarse y termina por zambullirse detrás de un parapeto bajo que hay a lo ancho del proscenio. Silbos y disparos más cercanos. Entra corriendo el perseguido del principio. No sabe hacia dónde ir. Descubre el parapeto y se oculta detrás, sin notar que ya hay alguien allí. Vuelven a encontrarse en el escenario los perseguidores, que ahora se alejan juntos, silbando e iluminándolo todo con sus linternas.
      • 1989 Ulive, U. Dorado y amor [1989] 16 Ur (CDH )
        (Se ha parado, pero un silbo estridente lo hace volver a agazaparse.)
      • 1989 Ulive, U. Dorado y amor [1989] Ur (CDH )
        (Nuevos silbos los obligan a callarse. Antonio se pone el pañuelo mecánicamente. Pausa.)
      • 1989 Ulive, U. Dorado y amor [1989] 19 Ur (CDH )
        (Se oyen silbos lejanos y algún disparo.)
      • 1989 Ulive, U. Dorado y amor [1989] Ur (CDH )
        (Hay un silencio; los silbos se desvanecen.)
      • 1989 Ulive, U. Dorado y amor [1989] Ur (CDH )
        (Pausa. Nuevos silbos, no muy lejanos.)
      • 1989 Ulive, U. Dorado y amor [1989] Ur (CDH )
        (Los silbos se han acercado peligrosamente.)
      • 1989 Ulive, U. Dorado y amor [1989] Ur (CDH )
        (Pero ya los silbos están demasiado cerca y debe salir corriendo. Los bandidos pasan muy rápidamente por una zona penumbrosa de la selva, sonando sus silbatos con estridencia.)
      • 1989 Ulive, U. Dorado y amor [1989] Ur (CDH )
        (Recuerda algo) ¡Ah, sí! (Pone boca abajo la foto de Ladislao. Se acuesta. Silbo lejano.)
      • 1989 Ulive, U. Dorado y amor [1989] Ur (CDH )
        Pero... (Mira al público. Está en el mismo sitio donde comenzó la obra.) ¿Cómo empezar? (Se oyen disparos lejanos y silbos penetrantes. Clodio se inquieta un poco, pero insiste.)
      • 1989 Ulive, U. Dorado y amor [1989] Ur (CDH )
        Pero... (Mira al público. Está en el mismo sitio donde comenzó la obra.) ¿Cómo empezar? (Se oyen disparos lejanos y silbos penetrantes. Clodio se inquieta un poco, pero insiste.) ¿Cómo empezar? (Suena una descarga nutrida y muy cercana, junto con más silbos. Clodio sale corriendo. Se repite el comienzo de la obra hasta donde se considere conveniente, pero esta vez con el acompañamiento de una música alegre y bullanguera.)
      • 1989 Ulive, U. Dorado y amor [1989] Ur (CDH )
        (En ese momento se acercan nuevamente los silbos. Arnaldo apenas tiene tiempo de derribar a Antonio para que vuelva a ocultarse. Algunos perseguidores han regresado. Buscan, silban y se van. Los dos hombres siguen acurrucados en proscenio. Arnaldo logra por fin quitarse el pañuelo rojo y se ilumina la cara con su linterna. Antonio no puede creer lo que está viendo. También lo ilumina.)
      • 1996 Prensa ABC Cultural, 10/05/1996 [1996] Esp (CDH )
        Véase, por ejemplo, la descripción del castillo de la Orden de Calatrava en Zorita de los Canes, donde cabría descomponer la prosa en función de unidades métricas y rimas interiores: "En su ladera, por la parte de atrás, dos pastorcillos guardan un rebaño de cabras; uno de los pastorcillos, sentado sobre una piedra, graba una cayada de fresno a punta de navaja, mientras el otro, sentado sobre la verde hierba, se ensaya en sacar silbos de una flauta de caña". [...]
    6. s. m. Sonido parecido al silbido.
      Sinónimos: chiflido; silbación
      docs. (1609-2002) 21 ejemplos:
      • 1609 Quevedo Villegas, F. España defendida [1916] 75 Esp (CDH )
        Pero es de notar que la voz del hombre es diferente de la de las vestias en los azentos solo quando la forma del aliento con la lengua en los lauios, en el qual jenero de pronunziazion es frequente el silvo o la s, i en esotras guturales y del paladar, como la alemana, es pronunziazion (fol. 108 v.) de vestias, como el gruñido de los animales, que le forman en la garganta, i las vozes de los grajos, que, hibrando la lengua en sus paladares, despedazando el aire, repiten la rr de los alemanes.
      • 2002 García Márquez, G. Vivir [2002] 502 Co (CDH )
        Villegas en persona asumió entonces la carga de la narración con su cadencia y los silbos andinos que acabaron de desnaturalizar aquella aventura temeraria.
      • 1609 Quevedo Villegas, F. España defendida [1916] 75 Esp (CDH )
        Pero es de notar que la voz del hombre es diferente de la de las vestias en los azentos solo quando la forma del aliento con la lengua en los lauios, en el qual jenero de pronunziazion es frequente el silvo o la s, i en esotras guturales y del paladar, como la alemana, es pronunziazion (fol. 108 v.) de vestias, como el gruñido de los animales, que le forman en la garganta, i las vozes de los grajos, que, hibrando la lengua en sus paladares, despedazando el aire, repiten la rr de los alemanes.
      • 1690 Gadea Oviedo, S. A. Auto Apolo [1889] 187 Esp (CDH )
        / Nació del parto el infante / que en el trono de Dios puesto / (que le aclamo como hijo / si á otra sacra letra atiendo) / de la voraz amenaza / no solo se burló, pero / destinado al punto fué / su baleroso denuedo / a dominar, a venzer / con bara, al orbe de hierro: / furioso el dragon entonces / dando con feroz estruendo / en cada aliento vn / rayo, en cada silbo un trueno, / intentó esconder el dia / con el humo de su aliento.
      • a1786 Aguirre, J. B. Suma poética [1963] 289 Ec (CDH )
        / Del testamento sobre el monte ardiente / Luzbel estaba respirando saña, / dos hogueras por ojos, y por frente / negra noche que en sierpes enmaraña; / altivo aturde al mundo fieramente, / este bastardo horror de la montaña, / pues trueno el silbo, el eco terremoto, / confunde al orbe en hórrido alboroto.
      • a1870 Bécquer, G. A. Artículos [1923] I, 67 Esp (CDH )
        especie de confuso silabeo como de persona que reza en voz baja y sólo deja percibir a distancia el silbo suave de las eses que pronuncia.
      • 1908 Larreta, E. Gloria Ramiro [1908] 419 Ar (CDH )
        A veces oíase un silbo peculiar y luego una chirriante crepitación, cual si una pella de sebo cayera sobre las brasas, y Ramiro escuchaba por encima de su cabeza soeces exclamaciones y carcajadas espantosas que desconcertaban su entendimiento.
      • 1921 Miró, G. SDaniel [1988] Esp (CDH )
        La confesión de Elvira fue un diálogo apasionado y profuso, con un silbo de eses largas, con nombres rotos:
      • 1941 Alegría, C. Mundo [1978] 383 Pe (CDH )
        La metralla barre los roquedales, los máuseres aguzan su silbo después de un seco estampido y toda la puna parece temblar con un gran estremecimiento.
      • 1986 Faner, P. Flor sal [1986] Esp (CDH )
        Envuelta en capa de seda, con los pies descalzos, la llevó al burdel de la calle San Juan, donde el doncel dormía la mona tras una de tantas jaranas, la panza prominente balanceando entre silbos y retumbos.
      • 1991 Najenson, J. L. Memorias erotómano [1991] Ar (CDH )
        Despedía un olor rancio, pero no más fuerte que el de otras hembras en celo, y su aullido remedaba el silbo de una tos entrecortada.
      • 2002 García Márquez, G. Vivir [2002] 502 Co (CDH )
        Villegas en persona asumió entonces la carga de la narración con su cadencia y los silbos andinos que acabaron de desnaturalizar aquella aventura temeraria.
      • 1609 Quevedo Villegas, F. España defendida [1916] 75 Esp (CDH )
        Pero es de notar que la voz del hombre es diferente de la de las vestias en los azentos solo quando la forma del aliento con la lengua en los lauios, en el qual jenero de pronunziazion es frequente el silvo o la s, i en esotras guturales y del paladar, como la alemana, es pronunziazion (fol. 108 v.) de vestias, como el gruñido de los animales, que le forman en la garganta, i las vozes de los grajos, que, hibrando la lengua en sus paladares, despedazando el aire, repiten la rr de los alemanes.
      • 1690 Gadea Oviedo, S. A. Auto Apolo [1889] 187 Esp (CDH )
        / Nació del parto el infante / que en el trono de Dios puesto / (que le aclamo como hijo / si á otra sacra letra atiendo) / de la voraz amenaza / no solo se burló, pero / destinado al punto fué / su baleroso denuedo / a dominar, a venzer / con bara, al orbe de hierro: / furioso el dragon entonces / dando con feroz estruendo / en cada aliento vn / rayo, en cada silbo un trueno, / intentó esconder el dia / con el humo de su aliento.
      • a1786 Aguirre, J. B. Suma poética [1963] 289 Ec (CDH )
        / Del testamento sobre el monte ardiente / Luzbel estaba respirando saña, / dos hogueras por ojos, y por frente / negra noche que en sierpes enmaraña; / altivo aturde al mundo fieramente, / este bastardo horror de la montaña, / pues trueno el silbo, el eco terremoto, / confunde al orbe en hórrido alboroto.
      • a1870 Bécquer, G. A. Artículos [1923] I, 67 Esp (CDH )
        especie de confuso silabeo como de persona que reza en voz baja y sólo deja percibir a distancia el silbo suave de las eses que pronuncia.
      • a1870 Bécquer, G. A. Artículos [1923] Esp (CDH )
        Yo he oído muchas veces ¿quién no lo ha oído alguna vez?, rezar a media voz a esas viejas devotas que, temblándoles la barbilla y arrebujadas en un manto de bayeta negra, turban el grave silencio del santuario con una especie de salmodia risible, mezcla confusa de palabras gangosas, silbos ásperos que se escapan por entre las desiertas encías, suspiros y gimoteos.
      • 1908 Larreta, E. Gloria Ramiro [1908] 419 Ar (CDH )
        A veces oíase un silbo peculiar y luego una chirriante crepitación, cual si una pella de sebo cayera sobre las brasas, y Ramiro escuchaba por encima de su cabeza soeces exclamaciones y carcajadas espantosas que desconcertaban su entendimiento.
      • 1912 Obligado, R. Poesías 169 Ar (CDH )
        / El humo de las altas chimeneas / Arroja sus hollines ofensivos / A la cándida sien de las ninfeas / Y a la veste imperial de los seíbos; / Y en los campos resuena y las corrientes, / Hiriendo el alma de las patrias musas, / El áspero tropel de extrañas gentes / Y el silbo de sus máquinas intrusas.
      • 1921 Miró, G. SDaniel [1988] Esp (CDH )
        La confesión de Elvira fue un diálogo apasionado y profuso, con un silbo de eses largas, con nombres rotos:
      • 1927 Alberti, R. Alba alhelí [1990] Esp (CDH )
        / Hasta que en esta mañana, / del silbo de la fontana, / dulce, vi, cómo emergías, / témpano azul, de hortelana.
      • 1938 Mistral, G. Tala [1996] Ch (CDH )
        / Cuando sueño la Cordillera, / camino por desfiladeros, / y voy oyéndoles, sin tregua, / un silbo casi juramento.
      • 1938 Mistral, G. Tala [1996] 140 Ch (CDH )
        / Silbaste el silbo subterráneo / a la gente color del ámbar; / te desatamos el mensaje / enrollado de salamandra; / y de tus tajos recogemos / nuestro destino en bocanada.
      • 1941 Alegría, C. Mundo [1978] 383 Pe (CDH )
        La metralla barre los roquedales, los máuseres aguzan su silbo después de un seco estampido y toda la puna parece temblar con un gran estremecimiento.
      • 1949 Panero, L. Escrito [1949] 161 Esp (CDH )
        / Yo estaré, descuidado, amaneciendo; / sin escuchar el silbo de agua y sombra, / y el verdor esponjado de tus campos, / y el rumbo de tus hojas y tus ramas.
      • 1966 Lezama Lima, J. Paradiso [1988] 144 Cu (CDH )
        En la medianoche, se despertaba sobresaltado, el pecho pasaba de silbo a soterrado retumbo, los ojos muy agrandados; el sudor, breve en su frío, por el cuello y la frente.
      • 1967 García Márquez, G. Cien años [2007] 450 Co (CDH )
        Una conmoción descomunal la inmovilizó en su centro de gravedad, la sembró en su sitio, y su voluntad defensiva fue demolida por la ansiedad irresistible de descubrir qué eran los silbos anaranjados y los globos invisibles que la esperaban al otro lado de la muerte.
      • 1977 Lezama Lima, J. Oppiano Licario [1989] Cu (CDH )
        De nuevo el humo y el sonido, la evaporación y el silbo de las espirales; volvían los personajes no novelables del comienzo de los mundos.
      • 1981 Val, J. M. Llegará tarde [1983] Esp (CDH )
        Ya fue un silbo perpetuo, mitad amuleto, mitad necesidad, que apartaba a los endriagos de la noche y a los vagabundos que buscaban carbón.
      • 1986 Faner, P. Flor sal [1986] Esp (CDH )
        Envuelta en capa de seda, con los pies descalzos, la llevó al burdel de la calle San Juan, donde el doncel dormía la mona tras una de tantas jaranas, la panza prominente balanceando entre silbos y retumbos.
      • 1991 Najenson, J. L. Memorias erotómano [1991] Ar (CDH )
        Despedía un olor rancio, pero no más fuerte que el de otras hembras en celo, y su aullido remedaba el silbo de una tos entrecortada.
      • 1992 Roa Bastos, A. Vigilia Almirante [1992] Py (CDH )
        — ¡Arredro vaya! —dijo en un silbo respetuoso la desencuadernada persona escupiendo en un chorro de sangre el único diente que le quedaba.
      • 2002 García Márquez, G. Vivir [2002] 502 Co (CDH )
        Villegas en persona asumió entonces la carga de la narración con su cadencia y los silbos andinos que acabaron de desnaturalizar aquella aventura temeraria.
    7. s. m. Sonido parecido al silbido producido al rozar una cosa con el aire.
      docs. (1613-2019) 25 ejemplos:
      • 1613 Góngora Argote, L. Soledades I [1994] 411 Esp (CDH )
        / Dos veces eran diez, y dirigidos / a dos olmos que quieren, abrazados, / ser palios verdes, ser frondosas metas, / salen cual de torcidos / arcos, o nervïosos o acerados, / con silbo igual, dos veces diez saetas.
      • 2019 Lpz Andrada, A. "España rural" [02-05-2019] Diario de Córdoba (Córdoba) Esp (HD)
        Pertenezco a la edad del silbo de las hoces en la quietud amarilla de los trigos, a la del rebaño humilde y polvoriento que sajaba las llagas del atardecer cuando mi infancia no había muerto aún. Dentro de mí hay óxido y silencio: el espacio rural que habité cuando era niño desapareció hace tiempo.
      • 1613 Góngora Argote, L. Soledades I [1994] 411 Esp (CDH )
        / Dos veces eran diez, y dirigidos / a dos olmos que quieren, abrazados, / ser palios verdes, ser frondosas metas, / salen cual de torcidos / arcos, o nervïosos o acerados, / con silbo igual, dos veces diez saetas.
      • 1616 Cervantes Saavedra, M. Persiles [1994] Esp (CDH )
        Pero el ya acostumbrado a ganar los primeros premios disparó su flecha, y, como si mandara lo que había de hacer y ella tuviera entendimiento para obedecerle, así lo hizo, pues, dividiendo el aire con un rasgado y tendido silbo, llegó a la paloma y le pasó el corazón de parte a parte, quitándole a un mismo punto el vuelo y la vida.
      • 1780 Anónimo "Noticias Francia" [01-12-1780] Mercurio Histórico y Político (Madrid) Esp (HD)
        [...] por otra parte, se hallan tan acostumbrados al mar, han visto sentido tantas veces el fuego y el silvo de las balas en América, que 400 hombres de esta laya valen mas que 600 marineros ordinarios.
      • c1786 Chantre Herrera, J. HMisiones Marañón [1901] 325 Ec (CDH )
        Por este medio, aun antes de oír el silbo de las balas, abandonaron el pueblo y se retiraron á los montes.
      • 1809 Anónimo (Pedro Ingenuo) "Señores redactores" [13-03-1809] Atalaya Patriótico (Málaga) Esp (HD)
        El silbo de las balas, el estruendo del mortero , la vista espantosa del sable teñido en sangre humana, la aguda bayoneta penetrando las entrañas del guerrero, los lastimosos clamores del herido, los entrecortados suspiros del moribundo [...]. Vean ustedes aquí los arrullos con que, quando me pongo en la cama, trato de dar algún descanso á mi débil existencia.
      • 1812 Gallego, J. N. Obras poéticas 1812 Obras poéticas Esp (CDH )
        En este infausto dia, / Recuerdo á tanto agravio, / Suspiros brote el labio, / Venganza el corazon; / Y suban nuestros ayes / Del Céfiro en las alas, / Al silbo de las balas / Y al trueno del cañon.
      • 1834 Duque de Rivas Moro expósito [1982] I, 128 Esp (CDH )
        / Recostado en el tronco de la encina, / agitado de varios pensamientos, / y aun de terror oculto poseído, / pasé el joven Mudarra largo tiempo; / cuando el veloz galope de un caballo, / que se paró de pronto, oyó a lo lejos: / después, moverse jaras y malezas, / cual si alguien se acercara hacia aquel puesto, / y pasos, y... Mas cesa de repente / todo rumor, y el estridor violento / le sucede de un arco sacudido / y de flecha veloz el silbo horrendo; / de una flecha que, rauda resbalando / por el turbante de Mudarra, el hierro / clavó en el tronco a que la espalda apoya, / toscas cortezas derribando al suelo.
      • 1846 Navarro Villoslada, F. Blanca de Navarra [2003] Esp (CDH )
        bajaba ya la testuz para clavar sus agudas astas, cuando el robusto mancebo que la seguía se interpuso repentinamente delante del toro, sosteniendo con él una lucha rabiosa y desesperada, que no hubiera podido continuar por mucho tiempo, si, rápido como el relámpago y con agudo silbo no hubiese venido un venablo a enclavarse diestramente en el corazón del bruto, que doblando las rodillas bajo los hercúleos brazos de Jimeno, cayó revolcándose en su propia sangre.
      • 1851-1855 Mármol, J. Amalia [2000] 559 Ar (CDH )
        Y el misionero apostólico, estableciendo su púlpito y su predicación donde encontraba cuatro hombres que le oyesen, sentía por su oído el silbo de la flecha, se deslumbraban sus ojos con el brillo de la hoguera, y, levantando el corazón a Dios, seguía hablando la palabra de Cristo, muchas veces cortada en sus labios por la muerte, y hablaba y moría sin conocer el miedo.
      • 1924-1945 Mistral, G. Ternura [1996] 73 Ch (CDH )
        / El silbo de las hoces / es único refrán, / y el fuego de las hoces / no quema al pan.
      • 1936-1950 Carranza, E. Canciones fiesta [1953] Co (CDH )
        Silba la fina jabalina, / silbo del hierro volador; / vuela el que nada en la piscina, / del agua límpido aviador.
      • 1962 Caballero Bonald, J. M. Días septiembre [1962] 258 Esp (CDH )
        Oía las perdigonadas de sal, el silbo de las balas en el frente de Málaga; primero, el tableteo del disparo por las lomas; luego, la mordedura de la candela por dentro de la sangre, el golpe del corazón cuando estaba de centinela y crujía la noche de pronto.
      • 1986 Lázaro, M. Humo beleño [1986] Esp (CDH )
        (Se inclina sobre los carballos.) (Un silbo de cuchillo pasa por el oído de Susa. La visión diabólica la paraliza durante décimas de segundo. Pero con la rapidez de la cobra atenaza la muñeca asesina.)
      • 1972-a1992 Atahualpa Yupanqui Payador [1996] Ar (CDH )
        / Es cosa triste ser río / quién pudiera ser laguna / y oír el silbo del junco / cuando lo besa la luna.
      • 2019 Lpz Andrada, A. "España rural" [02-05-2019] Diario de Córdoba (Córdoba) Esp (HD)
        Pertenezco a la edad del silbo de las hoces en la quietud amarilla de los trigos, a la del rebaño humilde y polvoriento que sajaba las llagas del atardecer cuando mi infancia no había muerto aún. Dentro de mí hay óxido y silencio: el espacio rural que habité cuando era niño desapareció hace tiempo.
      • 1613 Góngora Argote, L. Soledades I [1994] 411 Esp (CDH )
        / Dos veces eran diez, y dirigidos / a dos olmos que quieren, abrazados, / ser palios verdes, ser frondosas metas, / salen cual de torcidos / arcos, o nervïosos o acerados, / con silbo igual, dos veces diez saetas.
      • 1616 Cervantes Saavedra, M. Persiles [1994] Esp (CDH )
        Pero el ya acostumbrado a ganar los primeros premios disparó su flecha, y, como si mandara lo que había de hacer y ella tuviera entendimiento para obedecerle, así lo hizo, pues, dividiendo el aire con un rasgado y tendido silbo, llegó a la paloma y le pasó el corazón de parte a parte, quitándole a un mismo punto el vuelo y la vida.
      • 1580-a1627 Góngora Argote, L. Romances [1998] 220 Esp (CDH )
        / Segunda flecha dispara, / tal, que con silbo subtil / las plumas de la primera / las tiñe de carmesí.
      • 1780 Anónimo "Noticias Francia" [01-12-1780] Mercurio Histórico y Político (Madrid) Esp (HD)
        [...] por otra parte, se hallan tan acostumbrados al mar, han visto sentido tantas veces el fuego y el silvo de las balas en América, que 400 hombres de esta laya valen mas que 600 marineros ordinarios.
      • c1786 Chantre Herrera, J. HMisiones Marañón [1901] 325 Ec (CDH )
        Por este medio, aun antes de oír el silbo de las balas, abandonaron el pueblo y se retiraron á los montes.
      • 1809 Anónimo (Pedro Ingenuo) "Señores redactores" [13-03-1809] Atalaya Patriótico (Málaga) Esp (HD)
        El silbo de las balas, el estruendo del mortero , la vista espantosa del sable teñido en sangre humana, la aguda bayoneta penetrando las entrañas del guerrero, los lastimosos clamores del herido, los entrecortados suspiros del moribundo [...]. Vean ustedes aquí los arrullos con que, quando me pongo en la cama, trato de dar algún descanso á mi débil existencia.
      • 1812 Gallego, J. N. Obras poéticas 1812 Obras poéticas Esp (CDH )
        En este infausto dia, / Recuerdo á tanto agravio, / Suspiros brote el labio, / Venganza el corazon; / Y suban nuestros ayes / Del Céfiro en las alas, / Al silbo de las balas / Y al trueno del cañon.
      • 1812 Gallego, J. N. Obras poéticas 1812 Obras poéticas Esp (CDH )
        En este infausto, / Recuerdo á tanto agravio, / Suspiros brote el labio, / Venganza el corazon; / Y suban nuestros ayes / Del Céfiro en las alas, / Al silbo de las balas, / Y al trueno del cañon.
      • 1814 Meléndez Valdés, J. Poesías 1814 Poesías Esp (CDH )
        Combatida la encina / de huracanes terribles, / inmóvil en su asiento / su estrépito resiste, / por sus ásperas hojas, / que sus alas oprimen, / resonando los silbos / en quejido más triste; / mas su ruda firmeza / con el tronco compite, / pues ni el choque las rompe, / ni su empeño las rinde; / y la copa ondeante, / que a los cielos sublime / sobre todos descuella / y a la selva preside, / si en el hórrido choque / se domeña flexible, / pasa el ímpetu, y se alza / más lozana y más firme, / sin cuidarse las aves / que allí plácidas viven / si por fuera los vientos / entre sí airados riñen, / que por último en calma / con susurro felice / de mecer revolando / sus cogollos la
      • c1790-1823 Arriaza, J. B. Poesías [1822-1826] Esp (CDH )
        Suave sería al labio de mi musa / Modular solitario sus congojas / Al son del agua y silbo de las hojas / De selva y rio en variedad confusa / Tal vez alli la ilusa / Copia de mis pesares / En tan nuevos cantares / Sonára, que envidioso á mis recreos / El ruiseñor, en circulares giros / Bajára, y repitiera entre gorgeos / Lo que yo le cantára en mis suspiros.
      • 1829 Bretón Herreros, M. Sátira hombres [1829] 11 Esp (CDH )
        / Y es suave á tus orejas el estruendo / del infernal cañon, que el muro atierra, / y de la alzada bomba el silbo horrendo.
      • 1834 Duque de Rivas Moro expósito [1982] I, 128 Esp (CDH )
        / Recostado en el tronco de la encina, / agitado de varios pensamientos, / y aun de terror oculto poseído, / pasé el joven Mudarra largo tiempo; / cuando el veloz galope de un caballo, / que se paró de pronto, oyó a lo lejos: / después, moverse jaras y malezas, / cual si alguien se acercara hacia aquel puesto, / y pasos, y... Mas cesa de repente / todo rumor, y el estridor violento / le sucede de un arco sacudido / y de flecha veloz el silbo horrendo; / de una flecha que, rauda resbalando / por el turbante de Mudarra, el hierro / clavó en el tronco a que la espalda apoya, / toscas cortezas derribando al suelo.
      • 1834 Espronceda, J. Sancho Saldaña [2002] Esp (CDH )
        ... Mas cesa de repente / todo rumor, y el estridor violento / le sucede de un arco sacudido, / y de flecha veloz el silbo horrendo.
      • 1838 Gmz Avellaneda, G. Poesías 30 Cu (CDH )
        / Todo es vida en el campo; / Todo placer y amores; / Perfumes dan las flores / Y el céfiro frescor: / Sobre el caliente nido / Cantan himnos las aves / Mientras con pasos graves / Se acerca el cazador, / Ajenas dcl peligro / Desplegan ya sus alas, / Que ignoran de las balas / El silbo aterrador: / Y una blanca paloma, / De su belleza ufana.
      • 1846 Navarro Villoslada, F. Blanca de Navarra [2003] Esp (CDH )
        bajaba ya la testuz para clavar sus agudas astas, cuando el robusto mancebo que la seguía se interpuso repentinamente delante del toro, sosteniendo con él una lucha rabiosa y desesperada, que no hubiera podido continuar por mucho tiempo, si, rápido como el relámpago y con agudo silbo no hubiese venido un venablo a enclavarse diestramente en el corazón del bruto, que doblando las rodillas bajo los hercúleos brazos de Jimeno, cayó revolcándose en su propia sangre.
      • 1851-1855 Mármol, J. Amalia [2000] 559 Ar (CDH )
        Y el misionero apostólico, estableciendo su púlpito y su predicación donde encontraba cuatro hombres que le oyesen, sentía por su oído el silbo de la flecha, se deslumbraban sus ojos con el brillo de la hoguera, y, levantando el corazón a Dios, seguía hablando la palabra de Cristo, muchas veces cortada en sus labios por la muerte, y hablaba y moría sin conocer el miedo.
      • 1924-1945 Mistral, G. Ternura [1996] 73 Ch (CDH )
        / El silbo de las hoces / es único refrán, / y el fuego de las hoces / no quema al pan.
      • 1948 Marechal, L. Adán Buenosayres [1999] Ar (CDH )
        Y otra vez le contestan el silencio que mana del cosmos, el silbo de las palmeras aventadas y el canturreo de la lluvia.
      • 1936-1950 Carranza, E. Canciones fiesta [1953] Co (CDH )
        Silba la fina jabalina, / silbo del hierro volador; / vuela el que nada en la piscina, / del agua límpido aviador.
      • 1962 Caballero Bonald, J. M. Días septiembre [1962] 258 Esp (CDH )
        Oía las perdigonadas de sal, el silbo de las balas en el frente de Málaga; primero, el tableteo del disparo por las lomas; luego, la mordedura de la candela por dentro de la sangre, el golpe del corazón cuando estaba de centinela y crujía la noche de pronto.
      • 1923-1974 Bergamín, J. Artículos [1983] Esp (CDH )
        Silbo de obuses y sirenas.
      • 1982 Gmz Ojea, C. Cantiga agüero [1982] 194 Esp (CDH )
        El silbo de sus dientes mellados no le impidió continuar maquinando la mejor táctica y estrategia a seguir en el futuro.
      • 1986 Lázaro, M. Humo beleño [1986] Esp (CDH )
        (Se inclina sobre los carballos.) (Un silbo de cuchillo pasa por el oído de Susa. La visión diabólica la paraliza durante décimas de segundo. Pero con la rapidez de la cobra atenaza la muñeca asesina.)
      • 1972-a1992 Atahualpa Yupanqui Payador [1996] Ar (CDH )
        / Es cosa triste ser río / quién pudiera ser laguna / y oír el silbo del junco / cuando lo besa la luna.
      • 2019 Lpz Andrada, A. "España rural" [02-05-2019] Diario de Córdoba (Córdoba) Esp (HD)
        Pertenezco a la edad del silbo de las hoces en la quietud amarilla de los trigos, a la del rebaño humilde y polvoriento que sajaba las llagas del atardecer cuando mi infancia no había muerto aún. Dentro de mí hay óxido y silencio: el espacio rural que habité cuando era niño desapareció hace tiempo.
    8. s. m. Sonido fuerte producido por un instrumento o mecanismo que avisa o alerta de algo.
      docs. (1853-2007) 7 ejemplos:
      • 1853 Anónimo (Vizcondesa de Renneville) "4 julio Boston" [01-01-1853] El Correo de Ultramar (París) Esp (HD)
        Nuestros amigos almorzaron de priesa, porque se les figuraba que oían á cada paso el silbo de la locomotiva, y se decidieron á partir.
      • 1881 Pardo Bazán, E. Viaje novios [2002] 67 Esp (CDH )
        Pero, ¡y el tren que iba a salir! Ya roncaban las chimeneas, bufando como erizados gatos, y dos o tres silbos agudos preludiaban la marcha.
      • 1923 Giménez Caballero, E. Notas marruecas soldado [1923] Esp (CDH )
        En el aire vibran silbos de locomotoras, aullidos de automóviles y ruidos característicamente urbanos.
      • 1961 Grosso, A. Zanja [1984] Esp (CDH )
        El silbo del tren mensajero, que serpentea a primera hora la servidumbre de los Alcores, llegó resoplando la cuesta arriba jadeante, con el mismo ritmo cansino de su corazón. *
      • 2007 Lpz Salinas, A. "Crónica viaje" Crónica de un viaje y otros relatos Esp (CORPES)
        Pero en ocho años da tiempo a todo, una criatura se hace mayor, un hombre envejece. De cuando en cuando, de día o de noche, en las galerías o en el patio, se escuchaba el silbo del tren y a uno, como se le trastocan las cosas, solo le parece verdad los de dentro; lo de fuera le parece mentira.
      • 1853 Anónimo (Vizcondesa de Renneville) "4 julio Boston" [01-01-1853] El Correo de Ultramar (París) Esp (HD)
        Nuestros amigos almorzaron de priesa, porque se les figuraba que oían á cada paso el silbo de la locomotiva, y se decidieron á partir.
      • 1881 Pardo Bazán, E. Viaje novios [2002] 67 Esp (CDH )
        Pero, ¡y el tren que iba a salir! Ya roncaban las chimeneas, bufando como erizados gatos, y dos o tres silbos agudos preludiaban la marcha.
      • 1923 Giménez Caballero, E. Notas marruecas soldado [1923] Esp (CDH )
        En el aire vibran silbos de locomotoras, aullidos de automóviles y ruidos característicamente urbanos.
      • 1961 Grosso, A. Zanja [1984] Esp (CDH )
        El silbo del tren mensajero, que serpentea a primera hora la servidumbre de los Alcores, llegó resoplando la cuesta arriba jadeante, con el mismo ritmo cansino de su corazón. *
      • 1961 Grosso, A. Zanja [1984] 146 Esp (CDH )
        El silbo del tren llaneaba ya la planicie entre los olivares.
      • 1961 Grosso, A. Zanja [1984] Esp (CDH )
        Como todas las noches, llegan hasta la choza murmullos de los cuatro puntos cardinales que le ayudan a coger el sueño: el silbo del tren que sube los alcores, el galope de un caballo en celo en la dehesa que se abre al fondo de la peña, la música lejana de las barracas, el altavoz del cinematógrafo, los pasos de algún hombre que se acerca a la querencia del amor prohibido.
      • 2007 Lpz Salinas, A. "Crónica viaje" Crónica de un viaje y otros relatos Esp (CORPES)
        Pero en ocho años da tiempo a todo, una criatura se hace mayor, un hombre envejece. De cuando en cuando, de día o de noche, en las galerías o en el patio, se escuchaba el silbo del tren y a uno, como se le trastocan las cosas, solo le parece verdad los de dentro; lo de fuera le parece mentira.
  2. ac. etim.
    s. m. Manifestación de burla o desaprobación con silbidos u otras demostraciones ruidosas.
    docs. (1275-1982) 60 ejemplos:
    • c1280 Alfonso X Gral Estoria IV [2002] Esp (CDH )

      Euad que yo enuiare. & tomare todas las yentes de las nationes de Aguilon. dizelo el sennor. & a Nabucodonosor Rey de babilonna mio sieruo. & adozirlos e sobresta tierra. & sobre los moradores della. & sobre todas las yentes de so aderredor. & matarlos e. & a los que fincaren dexarlos e espauoridos & enbraharidos. & en siblo de escarnio.

    • 1982 Alviz Arroyo, J. Son danza [1982] Esp (CDH )
      ¿Por qué yo el títere, a quien luego el mundo llenará de silbos, desdenes, injurias y chufas?? ...¿Eh? ...¿Por qué?... (Como si de nuevo estuviera leyendo o repitiendo). Por-que-del-bien-de-un-bue-no-se-si-gue-la-en-mien-da-de-in-fi-ni-tos-vi-cio-sos.
    • c1280 Alfonso X Gral Estoria IV [2002] Esp (CDH )

      Euad que yo metre en ellos espada. & fambre. & pestilencia /2/ & pararlos e tales como a los malos figos que se non pueden comer tanto son malos. & segudarlos e con espada & fambre. & pestilencia. & echarlos e en trabaio. & en pena por todos los regnos de la tierra. & en maldicion. & en pauor. & en siblo de escarnio. & en denosto por todas las yentes. a que los yo eche. porque non oyeron las mis palabras.

    • 1379-a1425 Villasandino, A. Poesías [1993] Canc Baena Esp (CDH )
      Non me contento de buelta de anoria, / aunque quebrado sea el arcaduz, / pues que non echan a silvos de Soria / al grant enemigo de la Vera Cruz.
    • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba I [1920-1922] Esp (CDH )
      Porque habitaste entre dos terminos (31) e los apriscos para oyr los siblos de las greges en las partes de Ruben, grandes profundamentos de coraçon.
    • 1406-a1435 Baena, J. A. Poesías [1993] 690 Canc Baena Esp (CDH )
      9 Señor, mucho se enajena / vuestro seso en porfiar / con quien vos sabrá pegar / de silvos una dozena; / esto es, simple escolar, / porque quesistes tentar / al que vos puede sangrar / vuestras sienes con barrena / a sabor del paladar. / 10 Pues tanto se desenfrena / vuestra lengua en porfaçar, * / yo vos faré estornudar / tres pedos * d'asna morena; / e por más vos apretar / si vos bien quiero apurar, / al juego * del rebidar, * / a los puercos de Purchena * / yo vos los faré finchar.
    • 1569 Ercilla, A. Araucana I [1993] 308 Esp (CDH )
      / Por espaldas tomó una gran quebrada / revolviendo a los tres con osadía, / y a falta de la maza acostumbrada / a menudo la honda sacudía; / de allí con mofa, silbos y pedrada, / sin poderle ofender, los ofendía, / por ser aquel lugar despeñadero / y más que ellos el bárbaro ligero.
    • 1615 Cervantes Saavedra, M. Comedias y entremeses Esp (BD)
      Compuse en este tiempo hasta veynte comedias o treynta, que todas ellas se recitaron sin que se les ofreciesse ofrenda de pepinos ni de otra cosa arrojadiza, corrieron su carrera sin silvos, gritas ni baraundas; tuve otras cosas en que ocuparme, dexé la pluma, y las Comedias, y entró luego el monstruo de naturaleza, el gran Lope de Vega, y alçose con la monarquía cómica.
    • 1641 Vélez Guevara, L. Diablo [1999] Esp (CDH )
      Gracias a Dios, mosqueteros míos —o vuestros—, jueces de los aplausos cómicos por la costumbre y mal abuso, que una vez tomaré la pluma sin el miedo de vuestros silbos, pues este discurso del Diablo Cojuelo nace a la luz concebido sin teatro original, fuera de vuestra juridición, que aun del riesgo de la censura del leello está privilegiado por vuestra naturaleza, pues casi ninguno de vosotros sabe deletrear, que nacistes para número de los de más y para pescados de los estanques de los corrales, esperando, las bocas abiertas, el golpe del concepto por el oído y por la manotada del cómico, y no por el ingenio.
    • 1646 Anónimo Estebanillo González [1990] II, 121 Esp (CDH )
      Viendo los carroceros que llevábamos que habíamos dado fin a los toneles y a la representación, y que todos habíamos caído sin ser Faetones, y que por ser a vista de todo un pueblo nos empezaban a tirar lágrimas de Moisén (quizá por que pasara yo el martirio de mi santo aunque lo sintiera mucho menos), dándoles rienda a los caballos nos sacaron de el paseo bien acompañados de silbos y voces.
    • 1691 Lanini, P. F. Baile Comedia [1984] Esp (CDH )
      Alguacil Acabemos el baile, / no nos le paguen / con algún silbo fiero / que entre de balde.
    • 1732 Isla, J. F. Cartas de J. Encina [1850] Esp (CDH )
      Si esto hicieran, merecerian que el real proto-medicato los desnudase de los títulos de hábiles, y que, puestos en cueros de toda buena razon, los expusiesen á los silbos truhanescos y al desprecio de los hombres de juicio.
    • 1737-a1754 Luzán, I. Poética [1977] 534 Esp (CDH )
      Refiere Aristóteles que el poeta Carcino, por haber omitido esta diligencia, se expuso a los silbos de todo el pueblo en la representación de su tragedia el Amfiarao.
    • 1761 Cruz, R. La avaricia castigada [1915] Esp (CDH )
      / Este me dijo afable y compungido: / — De tu vida, infeliz, compadecido, / á libertarle vengo del asedio, / dándote para ser rico un remedio / y librarte del silbo que, altanero, / despide el impaciente mosquetero / cuando el papel no tienes en la uña; / porque entonces no hay vieja que no gruña, / y el más apasionado, cuando espera, / suele decir á voces: «¡vaya fuera!», / sin embargo que en vuestra compañía / llueve el maná del cobre cada día; / porque la unión, que siempre fué importante, / con el agrado ablandará un diamante.
    • 1780 Clavijero, F. J. HAntigua México [1991] Mx (CDH )
      Vieron en el camino un monte asperísimo cuya cumbre ocupaba una gran multitud de niños y mujeres y sus laderas mucha gente armada; los cuales, fiados en la natural fortaleza del lugar, comenzaron a burlarse con gritos y silbos de los españoles.
    • 1798 Anónimo "Noticias Francia" [01-01-1798] Mercurio Histórico y Político (Madrid) Esp (HD)
      Asi evitando un escollo, que no siempre sabe evitar la edad madura, habeis despreciado los silbos de la calumnia, y los clamores de ambiciosos, de ignorantes y disipadores.
    • 1811-1813 Alvarado, F. Cartas Filósofo Rancio II [1824] 226 Esp (CDH )
      Y si para jugarlo en la plaza en vez de toro me saca V. un buey paleto, que en lugar de embestir y defenderse, ó huye de la gente, ó se deja agarrar por las hastas, tendrá infaliblemente que sufrir los silvos del pueblo espectador de la lucha.
    • 1791-1821 Quintana, M. J. Reglas drama [1969] 103 Poesías Esp (CDH )
      / La misma ley sin excepción ordena / que el que una vez le diste, ése le guarde, / o a silbo y menosprecio te condena.
    • 1842 Lafuente, M. Viajes fray Gerundio [1842] Esp (CDH )
      «No, no, el de Mr. Mezeray, el de Mr. Mezeray,» gritaba el público, acrecentándose los silvos horrorosamente.
    • 1849 Navarro Villoslada, F. Doña Urraca [2003] Esp (CDH )
      De las ofensas de palabra a las de hecho no hay más que un sólo paso, y es muy resbaladizo; a los silbos sucedieron las pedradas, y luego los saetazos, los embates y acometimientos formidables, aun para más serenos y formidables pechos.
    • 1879 Chavero, A. Amores Alarcón [2003] Mx (CDH )
      Bien es verdad que a veces desahoga sus iras con silbos y naranjazos.
    • 1919 Magón Alegría [1947] Cuentos CR (CDH )
      La lora, al oírlo chillar y al verlo perniquebrado y contuso, obedeciendo a los feroces instintos y duros sentimientos que sólo en la raza humana tienen dominio, alegrándose del mal ajeno, soltó estruendosa carcajada, y entre silbos y burlas, exclamó:
    • 1925 Álvz Quintero, J. Disc recepción RAE [1925] 11 Esp (CDH )

      [...] Ruiz de Alarcón, jorobadodesde la cuna, el poeta de la suerte perra, de así es mi dicha(lema que ostentó, como sabéis, en una Academia burlesca de San Juan de Aznalfarache); el perseguido y vejado y mosqueteado a silbos; el que llevó el verso español al más alto grado de tersura, de diafanidad y pulimento [...].

    • 1982 Alviz Arroyo, J. Son danza [1982] Esp (CDH )
      ¿Por qué yo el títere, a quien luego el mundo llenará de silbos, desdenes, injurias y chufas?? ...¿Eh? ...¿Por qué?... (Como si de nuevo estuviera leyendo o repitiendo). Por-que-del-bien-de-un-bue-no-se-si-gue-la-en-mien-da-de-in-fi-ni-tos-vi-cio-sos.
    • c1280 Alfonso X Gral Estoria IV [2002] Esp (CDH )

      Euad que yo enuiare. & tomare todas las yentes de las nationes de Aguilon. dizelo el sennor. & a Nabucodonosor Rey de babilonna mio sieruo. & adozirlos e sobresta tierra. & sobre los moradores della. & sobre todas las yentes de so aderredor. & matarlos e. & a los que fincaren dexarlos e espauoridos & enbraharidos. & en siblo de escarnio.

    • c1280 Alfonso X Gral Estoria IV [2002] Esp (CDH )

      Euad que yo metre en ellos espada. & fambre. & pestilencia /2/ & pararlos e tales como a los malos figos que se non pueden comer tanto son malos. & segudarlos e con espada & fambre. & pestilencia. & echarlos e en trabaio. & en pena por todos los regnos de la tierra. & en maldicion. & en pauor. & en siblo de escarnio. & en denosto por todas las yentes. a que los yo eche. porque non oyeron las mis palabras.

    • c1280 Alfonso X Gral Estoria IV [2002] fol. 120v Esp (CDH )

      Pues que assi es; maguer. que nos de como de siblos de lo de ezechias. & tenga que finca por uencedor. /2/ si me non pusiere fuego & me non encendiere; nunqua la mi fabla quedara de dezir bien ayudandome ihesuxpisto. & aun si me taiaren la lengua; mudeando lo dizre.

    • 1379-a1425 Villasandino, A. Poesías [1993] Canc Baena Esp (CDH )
      Non me contento de buelta de anoria, / aunque quebrado sea el arcaduz, / pues que non echan a silvos de Soria / al grant enemigo de la Vera Cruz.
    • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba I [1920-1922] Esp (CDH )
      Porque habitaste entre dos terminos (31) e los apriscos para oyr los siblos de las greges en las partes de Ruben, grandes profundamentos de coraçon.
    • 1406-a1435 Baena, J. A. Poesías [1993] 690 Canc Baena Esp (CDH )
      9 Señor, mucho se enajena / vuestro seso en porfiar / con quien vos sabrá pegar / de silvos una dozena; / esto es, simple escolar, / porque quesistes tentar / al que vos puede sangrar / vuestras sienes con barrena / a sabor del paladar. / 10 Pues tanto se desenfrena / vuestra lengua en porfaçar, * / yo vos faré estornudar / tres pedos * d'asna morena; / e por más vos apretar / si vos bien quiero apurar, / al juego * del rebidar, * / a los puercos de Purchena * / yo vos los faré finchar.
    • 1569 Ercilla, A. Araucana I [1993] 308 Esp (CDH )
      / Por espaldas tomó una gran quebrada / revolviendo a los tres con osadía, / y a falta de la maza acostumbrada / a menudo la honda sacudía; / de allí con mofa, silbos y pedrada, / sin poderle ofender, los ofendía, / por ser aquel lugar despeñadero / y más que ellos el bárbaro ligero.
    • 1609 Vega Carpio, F. L. Jerusalén conquistada [1951] I, 359 Esp (CDH )
      / Parecian assidos por brandales, / Trizas, y escotas como al olmo yedra, / Aquel lienço de varios animales / Que vio el Apostol de la Iglesia piedra: / Como del mar las Focas dessiguales / Al caso jouen de la incasta Fedra, / Assi contra los Reyes con discordes / Siluos, yuan saliendo por los bordes.
    • 1615 Cervantes Saavedra, M. Comedias y entremeses Esp (BD)
      Compuse en este tiempo hasta veynte comedias o treynta, que todas ellas se recitaron sin que se les ofreciesse ofrenda de pepinos ni de otra cosa arrojadiza, corrieron su carrera sin silvos, gritas ni baraundas; tuve otras cosas en que ocuparme, dexé la pluma, y las Comedias, y entró luego el monstruo de naturaleza, el gran Lope de Vega, y alçose con la monarquía cómica.
    • c1618 Ruiz Alarcón, J. Mudarse [1957] 489 Mx (CDH )
      " / Representante afamado / has visto, por sólo errar / una sílaba, quedar / a silbos mosqueteado; / y luego acudir verías / esta cuaresma pasada / contenta y alborotada / al corral cuarenta días / toda la corte, y estar / muy quedos papando muecas, / viendo bailar dos muñecas / y oyendo un viejo graznar.
    • 1624 Tirso de Molina Cigarrales [1996] Esp (CDH )
      La primera es un vituperio del poeta que, o no sabe trazarla, o escribe impropiedades tan indigestas que, revolviendo el estómago al sufrimiento, provocan a silbos y vituperios.
    • 1625 Castillo Solórzano, A. Tardes entretenidas [1908] Esp (CDH )
      Decíalo el socarrón por los silbos que se podía prometer con ella; malicia que no entendió el cándido poeta, atribuyendo que lo decía por encarecimiento de fiesta.
    • 1613-1626 Góngora Argote, L. Epistolario [1999] Esp (CDH )
      Porque me es fuerza, muchos días de concurso, no parecer en el mundo por no encarecer los silbos y las voces del vulgo.
    • 1635 Quiñones Benavente, L. Loa Antonio Prado [2001] 235 Jocoseria Esp (CDH )
      Frutos Prado, con tu compañía / pareces prado de veras, / pues en sus nombres se hallan / cuanto un fresco prado encierra: / Frutos, Morales, Manzanas, / Linares, Arroyos, Peñas, / Manzanilla, Soledades, / Ríos, Vacas, Lobos, Sierras, / y Cruz que poner, si matan / a silbos cualque comedia, / siendo el mayoral de todo / nuestro Juan de Escorihuela.
    • 1635 Quiñones Benavente, L. Loa Antonio Prado [2001] Jocoseria Esp (CDH )
      Autora Pues que mi piedad conoces, / discreta gente de a pie, / silba, que yo sufriré / cuantos silbos, cuantas voces, / que antes me ha de consolar / de tantos silbos las furias, / porque, al fin, quien dice injurias / cerca está de perdonar.
    • 1635 Quiñones Benavente, L. Loa Antonio Prado [2001] Jocoseria Esp (CDH )
      Autora Pues que mi piedad conoces, / discreta gente de a pie, / silba, que yo sufriré / cuantos silbos, cuantas voces, / que antes me ha de consolar / de tantos silbos las furias, / porque, al fin, quien dice injurias / cerca está de perdonar.
    • 1627-1635 Quiñones Benavente, L. Loa corte Figueroa [2001] 326 Jocoseria Esp (CDH )
      Los que cantan / letras y bailes famosos, / aunque acá dicen que bailan / a cuarenta, y que bailando / corren toros, juegan cañas, / los que traigo son de a ocho, / y si más gente os agrada, / ¡vive Dios! que baile yo, / porque de más importancia / es hacer lo que mandáis / que los silbos que me aguardan.
    • 1641 Vélez Guevara, L. Diablo [1999] Esp (CDH )
      Gracias a Dios, mosqueteros míos —o vuestros—, jueces de los aplausos cómicos por la costumbre y mal abuso, que una vez tomaré la pluma sin el miedo de vuestros silbos, pues este discurso del Diablo Cojuelo nace a la luz concebido sin teatro original, fuera de vuestra juridición, que aun del riesgo de la censura del leello está privilegiado por vuestra naturaleza, pues casi ninguno de vosotros sabe deletrear, que nacistes para número de los de más y para pescados de los estanques de los corrales, esperando, las bocas abiertas, el golpe del concepto por el oído y por la manotada del cómico, y no por el ingenio.
    • 1641 Vélez Guevara, L. Diablo [1999] Esp (CDH )
      — Váyase —dijo el mesonerazo— a acaballa al Calvario, aunque no faltará en cualquiera parte que la escriba o la representen quien le crucifique a silbos, legumbre y edificio.
    • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] II, 241 Esp (CDH )
      * / Pareció la vaquería / la comedia de San Blas: / ¡cuántos silbos!, ¡cuántas voces / no perdonaron el San! * / Los mosqueteros no temen / garrotillo por silbar: * / las llaves eran culebras; / las gargantas otro tal.
    • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] III, 47 Esp (CDH )
      / Parece mala comedia, / con los silbos que se oyen, / esta casa; y el catarro / es seña, y parece toses.
    • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] III, 72 Esp (CDH )
      / El grande Filipe Cuarto, / que le mira como juez, / por generoso y valiente / y vengador del cartel, / tomando aquel instrumento / que supo contrahacer / los enojos del verano / que perdonan al laurel, / porque no muriese a silbos / en el bullicio soez, / o, a poder de ropa vieja, * / en remolinos de a pie, / o porque no le matasen / perezas de la vejez, / que es fin de los bien reglados, / no de hazañoso desdén, / pasándole por su vista / (favor de sumo interés), / mucha muerte en poco plomo, / le hizo desparecer.
    • 1597-1645 Quevedo Villegas, F. Poesías [1969-1971] III, 79 Esp (CDH )
      En verano es un guiñapo, / hecho pedazos y añicos, / y con remiendos de arena, / arroyuelo capuchino. / Florida toda la margen / de jamugas y borricos, / de damas que, con carpetas, / hacen estrado el pollino. / Al revés de los gotosos, / ya no se mueve estantío; / pues de no gota es el mal / de que le vemos tullido. / No alcanza a la sed el agua, / en su madre, a los estíos; / que, facistol de chicharras, / es la solfa de lo frito. / Pues no aprende lo aguanoso / de tan húmedos resquicios, / no saldrá, de puro rudo, / en su vida de charquillos. / Suenan tragos y bocados / entre matracas y silbos, / y llevan el contrapunto / las gormonas y zollipos. /
    • 1635-1645 Quevedo Villegas, F. Fortuna seso Hora de todos [2003] 612 Esp (CDH )

      Y lo más notable fue que se vía un Holofernes degollado, porque la colgadura debía de ser de aquella historia. Hundíase la calle a silbos y gritos. Ella aullaba y, como estaba sumida en dos estados de carcavuezo que formaban los espartos del ruedo que se había erizado, oíanse las voces como de lo profundo de una sima, donde yacía con pinta de carantamaula.

    • 1646 Anónimo Estebanillo González [1990] II, 121 Esp (CDH )
      Viendo los carroceros que llevábamos que habíamos dado fin a los toneles y a la representación, y que todos habíamos caído sin ser Faetones, y que por ser a vista de todo un pueblo nos empezaban a tirar lágrimas de Moisén (quizá por que pasara yo el martirio de mi santo aunque lo sintiera mucho menos), dándoles rienda a los caballos nos sacaron de el paseo bien acompañados de silbos y voces.
    • c1647-c1648 Cáncer Velasco, J. Vejamen secretario [2005] Obras varias Esp (CDH )
      Al suceder la tragedia / del silbo, si se repara, / ver su Comedia era cara, / ver su cara era Comedia».
    • 1656 Quirós, F. B. Aventuras Fruela [1984] 17 Esp (CDH )
      Aquí te presento unas graciosas aventuras de un don Fruela, amante ridículo, y de otros dos amantes no menos jocosos, y diez entremeses míos, que ya celebrastes en el teatro, libres de silbo original, con otros versos y una comedia burlesca.
    • 1668 Gil Enríquez, Andrés El ensayo [1984] Esp (CDH )
      Malagui. No hay que andar con arrumacos, / que yo no entiendo de solfa. / (¡Esto va tundido a silbos!)
    • 1675 León Merchante, Juan Manuel de Loa de planetas y de signos Vergel de entremeses Esp (CDH )
      A los silvos no tiene que tener miedo, / que respetan a Marte los mosqueteros.
    • 1691 Lanini, P. F. Baile Comedia [1984] Esp (CDH )
      Alguacil Acabemos el baile, / no nos le paguen / con algún silbo fiero / que entre de balde.
    • c1666-a1695 Juana Inés de la Cruz Poesía. Lírica personal [1951] 151 Mx (CDH )
      / A los Cómicos echaron / vuestras Comedias, a silbos, / de las Tablas, más bien que / los que las han contradicho.
    • 1732 Isla, J. F. Cartas de J. Encina [1850] Esp (CDH )
      Si esto hicieran, merecerian que el real proto-medicato los desnudase de los títulos de hábiles, y que, puestos en cueros de toda buena razon, los expusiesen á los silbos truhanescos y al desprecio de los hombres de juicio.
    • 1743 Torres Villarroel, D. Vida I-IV [1972] 139 Vida Esp (CDH )
      Argüí, finalmente, a los puntos de su estudiada lección; precipitóme la poca consideración de mancebo a soltar algunos equívocos y raterías; y acabado el argumento (porque dijo el opositor que se daba por concluido), sonaron otra vez muchos vítores a mi nombre y cayeron horrorosos silbos y befas sobre mi desdichado opositor.
    • a1745 Lozano, P. HConquista Paraguay [1873] Py (CDH )
      Iban cantado y danzando al son de ciertos barreños, que llevaban en las manos para recoger la sangre y entrañas del paciente, á quien, acercándose muy grave el vencedor, le tiraba un golpe de macana, que el paciente recibia en los brazos, porque á ese fin se los dejaban sueltos; segundaba otro muy despacio, para que con la muerte mas tarda, fuese mayor la fiesta de los circunstantes, hasta que ya rendida la víctima, apuntaba el último golpe á la cabeza, y le dejaba muerto con tales aplausos, gritería y silbos de los circunstantes, que atronaban los aires.
    • 1737-a1754 Luzán, I. Poética [1977] 534 Esp (CDH )
      Refiere Aristóteles que el poeta Carcino, por haber omitido esta diligencia, se expuso a los silbos de todo el pueblo en la representación de su tragedia el Amfiarao.
    • 1758 Isla, J. F. Fray Gerundio [1992] Esp (CDH )

      Si saliese al teatro un comediante con su peluca blonda y empolvada, sombrero fino de plumaje y, por cucarda, un lazo de diamantes, chupa de riquísima tela, casaca correspondiente a la chupa, medias bordadas de oro, zapatos a la gran moda con dos lazos de brillantes por hebillas, espadín de puño de oro, bastón del mismo puño, camisola y vueltas de París bordadas con exquisito primor, y él, de estatura heroica, de semblante grato y señoril, de talle airoso, de bizarra planta, de noble y desembarazado despejo, y, puesto en medio del tablado, componiéndose las vueltas, dando dos golpecillos alhagüeños hacia las caídas del peluquín o de la peluca, proporcionando la postura, hecha una airosa cortesía al silencioso concurso y calado garbosamente el sombrero, rompiese en esta relación:

      »Ahora, Señor, ahora, / que la inexorable parca / quiere aplicar a mi vida / los filos de su guadaña. / Ahora, ahora, Señor, / que, postrado en esta cama, / me siento tal que no sé / si he de llegar a mañana,

      ¿habría bastantes silbos para él en la mosquetería?

    • 1758 Isla, J. F. Fray Gerundio [1992] Esp (CDH )
      ¿Cómo no se convierten en silbos los elogios? Y ¿cómo no vuelan contra ellos los sombreros y las monteras, a falta de tronchos? Pero esto era para más despacio, y tampoco es para aquí.
    • 1758 Isla, J. F. Fray Gerundio [1992] Esp (CDH )
      Pero tú guárdate bien de empeñarte en esas valentías del ingenio; porque estos hombres hocicudos, que tienen ojeriza con todo lo que es delicadeza, sobre los silbos susodichos, te delatarían a la Inquisición o te harían ridículo en estrados y en tertulias.
    • 1761 Cruz, R. La avaricia castigada [1915] Esp (CDH )
      / Este me dijo afable y compungido: / — De tu vida, infeliz, compadecido, / á libertarle vengo del asedio, / dándote para ser rico un remedio / y librarte del silbo que, altanero, / despide el impaciente mosquetero / cuando el papel no tienes en la uña; / porque entonces no hay vieja que no gruña, / y el más apasionado, cuando espera, / suele decir á voces: «¡vaya fuera!», / sin embargo que en vuestra compañía / llueve el maná del cobre cada día; / porque la unión, que siempre fué importante, / con el agrado ablandará un diamante.
    • 1780 Clavijero, F. J. HAntigua México [1991] Mx (CDH )
      Vieron en el camino un monte asperísimo cuya cumbre ocupaba una gran multitud de niños y mujeres y sus laderas mucha gente armada; los cuales, fiados en la natural fortaleza del lugar, comenzaron a burlarse con gritos y silbos de los españoles.
    • 1788 Terreros Pando, E. DiccCastVocesCienciasArtes (NTLLE)
      Silbido, Silbo, se dice tambien del que se da, como muestras de desprecio. Fr. Id. Lat. Sibilus irrisorius. It. Fischiata. En lugar de vitor le pagaron un silbido.
    • c1795 Glz Castillo, J. I. Poesías [1914] 450 Esp (CDH )
      / ¡Oh, en cuántas ocasiones / quiso la amistad mía / refrenar su orgullosa lozanía! / Mas confundían todos mis clamores / los silbos del tropel de aduladores.
    • c1788-c1796 Forner, J. P. Exequias Leng cast [2000] 326 Esp (CDH )
      La rancia novedad de la poesía alejandrina mereció solemnísimos silbos de la mosquetería del Parnaso, viendo que los cuatro martillazos, que a unas mismas distancias, en cada dos versos, descarga la tal poesía sobre la pobre oreja española, destruían en ella la varia y fecunda armonía de nuestra lengua, que hasta ahora no ha necesitado tomar lecciones de las fraguas ni de los batanes para construir sus versos, y, desde luego, convinieron en que un poeta filósofo, que desempeña su título echando por tierra la gala, soltura y belleza de nuestros números, debía de tener una filosofía muy orejuda y una poesía muy machacona, semejante al ruido que hace un mulo de Arévalo (o sea, de la Laponia), cuando camina lentamente, bien cargado de barras de plomo, por una calzada.
    • c1788-c1796 Forner, J. P. Exequias Leng cast [2000] Esp (CDH )
      Los amigos trabajaron infatigablemente en apartarle de este estudio fútil y peligroso, poniéndole por delante la infamia y los silbos con que son cencerreados, entre las gentes sensatas, Sócrates, Platón, Zenón, Cicerón, Séneca, Vives, Gasendo y la demás turba de esta familia estrafalaria, que quieren medir como con compás el entendimiento de los hombres y nivelar su voluntad a la plomada de sus imaginaciones fantásticas:
    • c1788-c1796 Forner, J. P. Exequias Leng cast [2000] Esp (CDH )
      »En fin, escribid vos y dejad de mi cuenta vuestra apología, cuando haya algún genio tan vinagre que se duela porque vos os reís de lo que, no sólo es digno de risa, sino de silbos y cencerros.
    • c1788-c1796 Forner, J. P. Exequias Leng cast [2000] 353 Esp (CDH )
      / »De mil muchachos el concurso rudo, / trapajos a los héroes disparando, / acompaña la lid con silbo agudo.
    • 1790-1796 Jovellanos, G. M. Memoria policía [1997] Esp (CDH )
      Y en semejante situación, ¿quién podrá esperar de él moderación y paciencia? Entonces es cuando del montón de la chusma sale el grito del insolente mosquetero, las palmadas favorables o adversas de los chisperos y apasionados, los silbos y el murmullo general que desconciertan al infeliz representante y apuran el sufrimiento del más moderado y paciente espectador.
    • 1798 Anónimo "Noticias Francia" [01-01-1798] Mercurio Histórico y Político (Madrid) Esp (HD)
      Asi evitando un escollo, que no siempre sabe evitar la edad madura, habeis despreciado los silbos de la calumnia, y los clamores de ambiciosos, de ignorantes y disipadores.
    • 1811-1813 Alvarado, F. Cartas Filósofo Rancio II [1824] 226 Esp (CDH )
      Y si para jugarlo en la plaza en vez de toro me saca V. un buey paleto, que en lugar de embestir y defenderse, ó huye de la gente, ó se deja agarrar por las hastas, tendrá infaliblemente que sufrir los silvos del pueblo espectador de la lucha.
    • 1791-1821 Quintana, M. J. Reglas drama [1969] 103 Poesías Esp (CDH )
      / La misma ley sin excepción ordena / que el que una vez le diste, ése le guarde, / o a silbo y menosprecio te condena.
    • 1842 Lafuente, M. Viajes fray Gerundio [1842] Esp (CDH )
      «No, no, el de Mr. Mezeray, el de Mr. Mezeray,» gritaba el público, acrecentándose los silvos horrorosamente.
    • 1849 Navarro Villoslada, F. Doña Urraca [2003] Esp (CDH )
      Desde la Puerta del Camino comenzaron a sentirse denuestos medio vergonzosos, de los más atrevidos, cuya impunidad alentó a los más cautos o medrosos; los murmullos se convirtieron luego en gritería, en silbos, en injurias atroces, que salían con estrépito de todas partes.
    • 1849 Navarro Villoslada, F. Doña Urraca [2003] Esp (CDH )
      De las ofensas de palabra a las de hecho no hay más que un sólo paso, y es muy resbaladizo; a los silbos sucedieron las pedradas, y luego los saetazos, los embates y acometimientos formidables, aun para más serenos y formidables pechos.
    • 1869 Cueto, L. A. Bosquejo poesía cast [1952] Esp (CDH )
      Yo me acuerdo (dice) que en mi juventud se miraba como cosa ridícula el atreverse á publicar obras de esta clase (de amenidad), y que una Academia de poesía que se trató de establecer, cosa de treinta años há (1794), en la biblioteca pública de San Acasio de Sevilla, dió motivo de diversion y burla á la ciudad entera, y atrajo bandadas de estudiantes que con silbos y alborotos impedian la lectura, y áun seguian á los académicos por la calle con insultos.
    • 1845-1874 Sarmiento, D. F. Facundo [1993] Ar (CDH )
      La presidencia ha caído en medio de los silbos y las rechiflas de sus adversarios.
    • 1877 Palma, R. Tradiciones peruanas IV [1967] Pe (CDH )
      El pueblo fué siempre desmemoriado, y tanto, que hoy recibe con palmas y arcos a quien ayer arrojó del solio entre silbos y poco menos que a mojicones.
    • 1879 Chavero, A. Amores Alarcón [2003] Mx (CDH )
      Bien es verdad que a veces desahoga sus iras con silbos y naranjazos.
    • 1919 Magón Alegría [1947] Cuentos CR (CDH )
      La lora, al oírlo chillar y al verlo perniquebrado y contuso, obedeciendo a los feroces instintos y duros sentimientos que sólo en la raza humana tienen dominio, alegrándose del mal ajeno, soltó estruendosa carcajada, y entre silbos y burlas, exclamó:
    • 1925 Álvz Quintero, J. Disc recepción RAE [1925] 11 Esp (CDH )

      [...] Ruiz de Alarcón, jorobadodesde la cuna, el poeta de la suerte perra, de así es mi dicha(lema que ostentó, como sabéis, en una Academia burlesca de San Juan de Aznalfarache); el perseguido y vejado y mosqueteado a silbos; el que llevó el verso español al más alto grado de tersura, de diafanidad y pulimento [...].

    • 1982 Alviz Arroyo, J. Son danza [1982] Esp (CDH )
      ¿Por qué yo el títere, a quien luego el mundo llenará de silbos, desdenes, injurias y chufas?? ...¿Eh? ...¿Por qué?... (Como si de nuevo estuviera leyendo o repitiendo). Por-que-del-bien-de-un-bue-no-se-si-gue-la-en-mien-da-de-in-fi-ni-tos-vi-cio-sos.
    dar silbo silbar
    docs. (1275-1786) 7 ejemplos:
    • c1234-1275 Anónimo FCáceres [1974] LXXIV Esp (CDH )
      Qui uozes o siblos dederit a llidiador que cayere, pectet a el V morabetis si ei firmaren.
    • c1786 Chantre Herrera, J. HMisiones Marañón [1901] Ec (CDH )

      Los amotinados se miraban unos á otros, mas ninguno se atrevió á tocarle. Acabado el rosario salieron todos de la iglesia, besándole la mano, como acostumbraban otros días.

      Mas por la noche, ya tarde, volvieron los mal contentos á alborotarse, y con teas rodearon la casa, dando silbos como quienes querían arruinarlo todo. Estuvo alerta el misionero, y encendió luz en el corredor de su casa, con el pretexto de que no le dejaban dormir los zancudos; pero la verdad era que temía con muchísimo fundamento que querían acabar con él en aquella noche.

    • c1234-1275 Anónimo FCáceres [1974] LXXIV Esp (CDH )
      Qui uozes o siblos dederit a llidiador que cayere, pectet a el V morabetis si ei firmaren.
    • c1280 Alfonso X Gral Estoria IV [2002] fol. 85r Esp (CDH )

      Tod aquel que por ella passare se marauillara & esbaharesçra. & sobre todas las otras cosas le dara siblos de escarnio. & de pestilencia.

    • c1414 Anónimo Trad Lanzarote Lago [1999] fol. 282v Esp (CDH )
      [...] e quando se vido en tan vil lugar quisiera antes ser muerto que viuo tan gran pesar ouo que se touo porel mas desonrrado ome del mundo e luego vido y venir vna vieja que traia vna correa enla mano e començo conella a ferir al Roçin e lleuo la carreta por medio de las Ruas dela villa e quando los monestrales vieron el cauallero enla carreta yuan enpos del dandole voçes y gritos y siluos y lançabanle sostias de çapatos viejos e façianle quanto mal podian e ansi fueron conel escarneçiendolo fasta fuera dela villa [...].
    • 1600-1604 Anónimo Romances Romancero general Esp (CDH )
      Y me pongo de vergüenza / Mas colorada que un lirio: / ¿No ves que es ingratitud / Pagar mal estos servicios, / Y que si yo los sufriese / Me darán las gentes silbos? / Para tantas sinrazones / Mucho siento y poco digo, / Mas lo que falta en la pluma / Suplirá despues el pico.
    • 1646 Anónimo Estebanillo González [1990] II, 77 Esp (CDH )
      Entré en Bruselas, donde al son de mis cascabeles y al estruendo de las herraduras de mi rocinante se despoblaban las casas y se colmaban las calles; absortábanse de ver la diabólica armadura y ridículo traje, y dándome más silbos que a un encierro de toros me regalaban de cuando en cuando con algunos manzanazos.
    • c1786 Chantre Herrera, J. HMisiones Marañón [1901] Ec (CDH )

      Los amotinados se miraban unos á otros, mas ninguno se atrevió á tocarle. Acabado el rosario salieron todos de la iglesia, besándole la mano, como acostumbraban otros días.

      Mas por la noche, ya tarde, volvieron los mal contentos á alborotarse, y con teas rodearon la casa, dando silbos como quienes querían arruinarlo todo. Estuvo alerta el misionero, y encendió luz en el corredor de su casa, con el pretexto de que no le dejaban dormir los zancudos; pero la verdad era que temía con muchísimo fundamento que querían acabar con él en aquella noche.

    • c1234-1275 Anónimo FCáceres [1974] LXXIV Esp (CDH )
      Qui uozes o siblos dederit a llidiador que cayere, pectet a el V morabetis si ei firmaren.
    • 1242-1275 Anónimo FUsagre [1907] 112 Esp (CDH )
      Qui uozes o siblos dederit a lidiador que cayere, pectet a el V. solidos si ei firmaren.
    • c1280 Alfonso X Gral Estoria IV [2002] fol. 85r Esp (CDH )

      Tod aquel que por ella passare se marauillara & esbaharesçra. & sobre todas las otras cosas le dara siblos de escarnio. & de pestilencia.

    • c1414 Anónimo Trad Lanzarote Lago [1999] fol. 282v Esp (CDH )
      [...] e quando se vido en tan vil lugar quisiera antes ser muerto que viuo tan gran pesar ouo que se touo porel mas desonrrado ome del mundo e luego vido y venir vna vieja que traia vna correa enla mano e començo conella a ferir al Roçin e lleuo la carreta por medio de las Ruas dela villa e quando los monestrales vieron el cauallero enla carreta yuan enpos del dandole voçes y gritos y siluos y lançabanle sostias de çapatos viejos e façianle quanto mal podian e ansi fueron conel escarneçiendolo fasta fuera dela villa [...].
    • 1600-1604 Anónimo Romances Romancero general Esp (CDH )
      Y me pongo de vergüenza / Mas colorada que un lirio: / ¿No ves que es ingratitud / Pagar mal estos servicios, / Y que si yo los sufriese / Me darán las gentes silbos? / Para tantas sinrazones / Mucho siento y poco digo, / Mas lo que falta en la pluma / Suplirá despues el pico.
    • 1646 Anónimo Estebanillo González [1990] II, 77 Esp (CDH )
      Entré en Bruselas, donde al son de mis cascabeles y al estruendo de las herraduras de mi rocinante se despoblaban las casas y se colmaban las calles; absortábanse de ver la diabólica armadura y ridículo traje, y dándome más silbos que a un encierro de toros me regalaban de cuando en cuando con algunos manzanazos.
    • c1786 Chantre Herrera, J. HMisiones Marañón [1901] Ec (CDH )

      Los amotinados se miraban unos á otros, mas ninguno se atrevió á tocarle. Acabado el rosario salieron todos de la iglesia, besándole la mano, como acostumbraban otros días.

      Mas por la noche, ya tarde, volvieron los mal contentos á alborotarse, y con teas rodearon la casa, dando silbos como quienes querían arruinarlo todo. Estuvo alerta el misionero, y encendió luz en el corredor de su casa, con el pretexto de que no le dejaban dormir los zancudos; pero la verdad era que temía con muchísimo fundamento que querían acabar con él en aquella noche.

  3. s. m. Vergüenza y deshonor en que cae una persona como consecuencia de sus actos.
    docs. (1280-1909) 15 ejemplos:
    • c1280 Alfonso X Gral Estoria IV [2002] Esp (CDH )

      Ca assi lo dize el sennor de las huestes dios de israhel. toma el calze del uino desta sanna de la mi mano. & escanciaras del a todas las yentes a quet yo enuiar. & turuiarse an. & enloquesçran ante la faz de la espada que yo enuiare entrellos. & tome yo aquel calze de la mano del sennor. & escancie a todas las yentes a que me el enuio a iherusalem. & a las cibdades de iuda. & a sos Reys. & a los otros sos principes porque los tornasse en desierto. & en pauor. & en siblo & en maldicion assi como es este dia de oy.

    • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba II [1920-1922] Esp (CDH )
      E ponen las sus tierras en desolaçion e en siluos perpetuos; quantos por ella passaren se marauillaran e moueran la su cabeça.
    • 1909 Anónimo Biblia Reina-Valera [2002] Esp (CDH )
      Para poner su tierra en desolación, y en silbos perpetuos; todo aquel que pasare por ella se maravillará, y meneará su cabeza.
    • c1280 Alfonso X Gral Estoria IV [2002] fol. 84v Esp (CDH )

      [...] el mio pueblo oluidado me a. & fazen sacrificios en balde. & corroçanme en sus carreras & en los senderos del sieglo. porque andudiessen por ellas en carrera non usada. & se tornassen a su tierra en assolamiento & en siblo por siempre.

    • c1280 Alfonso X Gral Estoria IV [2002] Esp (CDH )

      Ca assi lo dize el sennor de las huestes dios de israhel. toma el calze del uino desta sanna de la mi mano. & escanciaras del a todas las yentes a quet yo enuiar. & turuiarse an. & enloquesçran ante la faz de la espada que yo enuiare entrellos. & tome yo aquel calze de la mano del sennor. & escancie a todas las yentes a que me el enuio a iherusalem. & a las cibdades de iuda. & a sos Reys. & a los otros sos principes porque los tornasse en desierto. & en pauor. & en siblo & en maldicion assi como es este dia de oy.

    • c1280 Alfonso X Gral Estoria IV [2002] fol. 99v Esp (CDH )

      Euas que yo uengare la tu razon. & el to pleyto. & uengare a ti de guisa que ayas uengança. & tornare el so mar en desierto. & secare la su uena. & sera Babilon tornada en oteros de arena. & morada de dragones. & esbaharimiento de desierto. & siblos porque non morara y ninguno.

    • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba II [1920-1922] Esp (CDH )
      E ponen las sus tierras en desolaçion e en siluos perpetuos; quantos por ella passaren se marauillaran e moueran la su cabeça.
    • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba II [1920-1922] Esp (CDH )

      Por tanto, asy dize el Señor de las cauallerias: vos que los mis sermones non oyestes, ahe que yo enbiare e tomare todas las generaçiones del aquilon, dize el Señor, e a Nabucodnosor, rey de Babilonia, el mi sieruo, e a esta tierra los aduzire, e sobre los que en ella habitan e sobre todas las gentes destas comarcas e distruyrlos he e ponerlos he en dessolaçion, e en siluos e desertas sempiternas.

    • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba II [1920-1922] Esp (CDH )
      A Ierusalem e a las çibdades de Iuda, a los sus reyes e a los sus prinçipes, con el qual dados seran en soledat e distruyçion e en siluos e en maldiçion, segund este presente dia.
    • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba II [1920-1922] Esp (CDH )
      E en pos ellos yo seguire con cuchillo e fanbre e pestilençia, e darlos he en mouimiento en todos los regnos de la tierra, e en maldiçion e soledat e siluos e blesphamios en todas las gentes donde deramados estouieren, por quanto las mis palabras non oyeron, dize el Señor, a los quales yo enbiado oue los prophetas, mis sieruos, madrugando e enbiando, e non me oyestes, dize el Señor.
    • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba II [1920-1922] Esp (CDH )
      E guardas los fueros de Omry e quanto en la casa de Achab fazian, e andades en los sus conseios, por tal que te yo ponga en perdiçion, e los que en ella habitan en siluos e en verguença, e la verguença del mi pueblo portades.
    • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba II [1920-1922] Esp (CDH )
      E çerraron las puertas del vestibulo e amataron las candelas, e el safumerio diuino non safumaron, nin ofreçieron holocausto en la santidad del Dios de Israhel, por lo qual fue la saña del Señor sobre Juda e Jerusalem, e pusolos en dissypassyon e en mouimiento e en siluos, segund que veedes el dia de oy por vuestros ojos.
    • 1909 Anónimo Biblia Reina-Valera [2002] Esp (CDH )
      Para poner su tierra en desolación, y en silbos perpetuos; todo aquel que pasare por ella se maravillará, y meneará su cabeza.
    • 1909 Anónimo Biblia Reina-Valera [2002] Esp (CDH )
      Y pondré á esta ciudad por espanto y silbo: todo aquel que pasare por ella se maravillará, y silbará sobre todas sus plagas.
    • 1909 Anónimo Biblia Reina-Valera [2002] Esp (CDH )
      y los destruiré, y pondrélos por escarnio, y por silbo, y en soledades perpetuas.
    • 1909 Anónimo Biblia Reina-Valera [2002] Esp (CDH )
      A Jerusalem, á las ciudades de Judá, y á sus reyes, y á sus príncipes, para ponerlos en soledad, en escarnio, y en silbo, y en maldición, como este día;
    • 1909 Anónimo Biblia Reina-Valera [2002] Esp (CDH )
      y darélos por escarnio á todos los reinos de la tierra, por maldición y por espanto, y por silbo y por afrenta á todas la gentes á las cuales los habré arrojado;
    • 1909 Anónimo Biblia Reina-Valera [2002] Esp (CDH )
      Y será Babilonia para montones, morada de chacales, espanto y silbo, sin morador.
  4. s. m. Llamada [a una persona o a un animal] mediante silbidos.
    Sinónimos: chiflido; pitazo; silbido
    docs. (1385-1991) 60 ejemplos:
    • 1385 Fdz Heredia, J. Gran Crón Esp I (BNM 10133) [1995] fol. 543r Esp (CDH )
      La ora ueries toda / la tierra en antiguo silençio. non ninguna / uoz. no ningun siluo de pastor. /
    • 1991 Prensa ABC Cultural, 13/12/1991 [1991] Esp (CDH )
      Allí le llama la voz del Amado, voz —dice la Madre Teresa— que es "como un silbo de pastor" dotado de tal eficacia que quien lo escucha "desampara las cosas exteriores en que estaba enajenado" para refugiarse en el castillo interior.
    • 1385 Fdz Heredia, J. Gran Crón Esp I (BNM 10133) [1995] fol. 543r Esp (CDH )
      La ora ueries toda / la tierra en antiguo silençio. non ninguna / uoz. no ningun siluo de pastor. /
    • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba I [1920-1922] Esp (CDH )
      Bien asy la buena ley conprehende e yuso de sy pone todos los omnes del regno e los pone en vna concordia, bien asy como el pastor quiebra la pierna a la oveja que salle de las otras e las junta con vn syluo, bien asy faze la buena ley; pero Moysen, avnque sabia la verdat que en las leyes ley que definiçion de ley tenga non es como la ley diuina, non entendio Moysen que con sola ella quedando quedauan bien Israel, mas que les era nesçesario abtoridat a la buena ley que tenian de buen prinçipe e rregidor, que el buen prinçipe e buena ley son asy como cuerpo e alma o como forma e materia, que de buena materia, buena forma, e buen rey repara las menguas de la ley, e mal rey daña e distruye buena ley catholica.
    • 1438 Mtz Toledo, A. Corbacho [1990] Esp (CDH )

      Responde él: «¡Ay, señora, quiérome yr! Non podría aquí de miedo estar; los cabellos me se rrepeluzan. *¡Algo es esto, Jesús!»Desque ella vee que está tenblando como azogado, e más muerto que byvo, e vee que, aunque quedase, que non quedava con ella onbre synón muger, dize ella: «Pues, muger por muger, non he menester aquí otra muger.»Abre la puerta e déxale sallir, e las bendiçiones que ella le da, éstas vengan a los que lo fazen: maldiçiones abondo, ynjurias a osadas, pugeses non por burla, rronquidos a pares, *sylvos como a buey, diziendo: «¡Mal gozo vea tu madre de ti, nunca otro! ¿Para quién a tiparió? ¡Amén! ¿Veés qué esfuerço para amar? ¡Roncalde!»¡Cómosería el tal para con un puñal defender una puerta a dies o doze, e que ninguno non se le osase acostar, que tanto estudiese mortal!

    • a1452 Gmz Zamora, A. Morales Ovidio [1995] fol. 50v Esp (CDH )
      E despues se faze musico enstrumento / en quanto se conujerte a fazer la melodia dela diujna / alabança de predicaçion & gracias por quela jnfa es el / mançebo Religioso caña que es predicador del mercurio ihesu / xpisto se faga / neçessario es primera mente que en caña se conujerta / & que por sequedat de abstinençia toda carnalidat / enel se consuma & que por obediençia al siluo del perlado ligera / mente se mueua segun la sabiduria enel terçero asi / commo cañas enel cañaueral discurren &cetera Libro segundo / dela fabrica dela / casa del sol.
    • c1458-c1475 Manrique, G. Respuesta Ludueña [2003] Canc Gmz Manrique Esp (CDH )
      Commo abiuan al neblí / los siluos para bolar, / bien asý dieron a mí / las vuestras trobas que vi / aliuio para trobar; / mas fallo muy rebotadas / las lymas con que solía / fazer, quando Dios quería, / algunas obras limadas. /
    • 1543 Núñez Avendaño, P. Aviso caçadores Esp (BD)
      El segundo caso, quando el caçador se pusiesse cerca de la dehesa, o bosque, y alli derramasse ceuo, o reclamasse con syluos,o reclamos, o vsasse de otra manera de chucheria, y cosas con que la caça saIiesse prouocada con esto al monte publico.
    • 1577 Santa Teresa de Jesús (Teresa de Cepeda y Ahumada) Moradas [1999] 289 Esp (CDH )
      Mas lo que digo es en diferente manera, y que algunas veces, antes que se comience a pensar en Dios, ya esta gente está en el castillo, que no sé por dónde ni cómo oyó el silbo de su pastor, que no fue por los oídos, que no se oye nada, mas siéntese notablemente un encogimiento suave a lo interior, como verá quien pasa por ello, que yo no lo sé aclarar mejor.
    • 1605 Cervantes Saavedra, M. Quijote I [2004] Esp (CDH )
      Estándola mirando, oyeron un silbo como de pastor que guardaba ganado, y a deshora, a su siniestra mano, parecieron una buena cantidad de cabras, y tras ellas, por cima de la montaña, pareció el cabrero que las guardaba, que era un hombre anciano.
    • 1679 Abarca Bolea, A. F. Vigilia y octavario SJuan Baptista [1994] 145 Esp (CDH )
      / Que, arrepentida y contrita, / os ofrezco desde hoy / volver, cual perdida oveja, / al silbo del buen Pastor.
    • 1676-1692 Juana Inés de la Cruz Villancicos [1952] Mx (CDH )
      ¡A las glorias de Pedro divina / venid, venid, / cuantos el silbo junta / o guarda el redil! / ¡Venid, venid, / que sus glorias se cantan / de mil en mil! / Venid, venid!
    • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] 222 Esp (CDH )
      A las que le siguen, las guia, las conduze, y govierna, con el silvo, y con el baculo: a esta porque de perdída passó a recobrada, la lleva, y eleva sobre si, como corona de sus fatigas, triunfando gloriosamente su amor.
    • 1769 Lorenzana, F. A. Pastoral Francisco Lorenzana Documentos política lingüística Esp (CDH )
      Deseamos, pues, que las ovejas entiendan la voz y silbo común de los pastores, no que éstos se acomoden precisamente al balido vario de las ovejas: el Obispo es el primer párroco, y mayor de todos los párrocos, y ni entiende, ni puede entender tan diversos idiomas en su diócesis, y si se entiende el castellano lo conseguiría en todos los pueblos de su visita: atenderá más prontamente a las necesidades de curas y vicarios, pues ahora está sujeto al idioma de los ministros, más que a la idoneidad de sus personas, y es indispensable esta providencia siempre que los naturales se mantengan cerrados en su lengua.
    • a1786 Aguirre, J. B. Suma poética [1963] 283 Ec (CDH )
      / Enamorados de sus graves penas, / de un dardo y otro al golpe repetido, / forman del nácar que latió en sus venas / víctima a Venus de carmín vertido; / y de las bellas de su amor sirenas / al fatal silbo dulcemente oído, / surcan gustosos con trabajo sumo / golfos de fuego en remolinos de humo.
    • 1789 Clavijo Fajardo, J. Trad HNatural Buffon, VIII p. 190 Esp (BD)
      Usase mucho de los Llamas para transportar las ricas materias que se sacan de las minas del Potosí [...] son mansos y flemáticos, y todo lo hacen con peso y medida: quando viajan y quieren de tenerse algunos instantes, doblan las rodillas con gran precaucion y baxan proporcionalmente el cuerpo para que no se les caiga ó descomponga la carga; y luego que oyen el silbo del conductor, vuelven á levantarse y caminan.
    • c1798-1809 Álvz Cienfuegos, N. Poesías [1980] 68 Esp (CDH )
      / Lejos, allá por el suelo, / yace el rabel y el cayado; / y sin tutelares silbos / vaga sin ley el ganado.
    • 1811-1813 Alvarado, F. Cartas Filósofo Rancio II [1824] 308 Esp (CDH )
      En vano es que siendo la religion la principal interesada en la causa que se controvierte, los gefes de ella sean los primeros, y aun los únicos á quienes se deba escuchar: ellos á falta de pretextos con que debilitar este su indeclinable juicio, acudirán á cuanto pueda disminuir la recomendacion de los jueces, provocar al pueblo fiel al desprecio de sus sacerdotes, é insolentar á las ovejas para que antepongan el ahullido de los lobos á los silvos de sus pastores.
    • 1852 Cánovas Castillo, A. Campana Huesca [2003] Esp (CDH )
      «Estos caballos —decía para sí— deben de ser de moros que nos han descubierto, y han venido a dar noticia de nuestra llegada a otros moros, que nos esperan, sin duda, emboscados. Por aquí suelen andar almogávares, y llamándolos con mi silbo harto sería que, entre unos y otros, no pudiéramos asegurarle al rey la fuga, aunque fuera dejando nuestros cuerpos por despojo a esos perros maldecidos. Pero si son muchos y nos matan, y el rey no puede tenerse a caballo y no sabe huir, ¿qué va a ser de su persona? ¡Pobre rey! Debe de ser cierto que está condenado en vida, como dice, según se le cierran los caminos para salvarse».
    • 1905 Pardo Bazán, E. Quimera [1991] Esp (CDH )
      Tendrías que volverte y llamarme por mi nombre, con silbo de zagal a oveja muerta de cansancio.
    • 1938 Mistral, G. Tala [1996] Ch (CDH )
      ¡Llévala a cielo de madres, / a tendal de sus regazos, / que va y que viene en un golfo / de brazos empavesado, / de las canciones de cuna / mecido como de tallos, / donde las madres arrullan / a sus hijos recobrados / o apresuran con su silbo / a los que gimiendo vamos! / ¡Recibe a mi madre, Cristo, / dueño de ruta y de tránsito, / nombre que ella va diciendo, / sésamo que irá gritando, / abra nuestra de los cielos, / albatros no amortajado, / gozo que llaman los valles! / ¡Resucitado, Resucitado!
    • 1957 Cunqueiro, Á. Merlín [1969] 124 Esp (CDH )
      Pero en una de estas fiestas el ratoncillo no acudió a mi silbo, corrí todo el palacio sorprendido, y estaba mismo silbándole en el salón del trono, cuando me llegó aviso de que lo vieran en el jardín.
    • 1991 Prensa ABC Cultural, 13/12/1991 [1991] Esp (CDH )
      Allí le llama la voz del Amado, voz —dice la Madre Teresa— que es "como un silbo de pastor" dotado de tal eficacia que quien lo escucha "desampara las cosas exteriores en que estaba enajenado" para refugiarse en el castillo interior.
    • 1385 Fdz Heredia, J. Gran Crón Esp I (BNM 10133) [1995] fol. 543r Esp (CDH )
      La ora ueries toda / la tierra en antiguo silençio. non ninguna / uoz. no ningun siluo de pastor. /
    • c1422-1433 Guadalfajara Trad Biblia Alba I [1920-1922] Esp (CDH )
      Bien asy la buena ley conprehende e yuso de sy pone todos los omnes del regno e los pone en vna concordia, bien asy como el pastor quiebra la pierna a la oveja que salle de las otras e las junta con vn syluo, bien asy faze la buena ley; pero Moysen, avnque sabia la verdat que en las leyes ley que definiçion de ley tenga non es como la ley diuina, non entendio Moysen que con sola ella quedando quedauan bien Israel, mas que les era nesçesario abtoridat a la buena ley que tenian de buen prinçipe e rregidor, que el buen prinçipe e buena ley son asy como cuerpo e alma o como forma e materia, que de buena materia, buena forma, e buen rey repara las menguas de la ley, e mal rey daña e distruye buena ley catholica.
    • 1438 Mtz Toledo, A. Corbacho [1990] Esp (CDH )

      Responde él: «¡Ay, señora, quiérome yr! Non podría aquí de miedo estar; los cabellos me se rrepeluzan. *¡Algo es esto, Jesús!»Desque ella vee que está tenblando como azogado, e más muerto que byvo, e vee que, aunque quedase, que non quedava con ella onbre synón muger, dize ella: «Pues, muger por muger, non he menester aquí otra muger.»Abre la puerta e déxale sallir, e las bendiçiones que ella le da, éstas vengan a los que lo fazen: maldiçiones abondo, ynjurias a osadas, pugeses non por burla, rronquidos a pares, *sylvos como a buey, diziendo: «¡Mal gozo vea tu madre de ti, nunca otro! ¿Para quién a tiparió? ¡Amén! ¿Veés qué esfuerço para amar? ¡Roncalde!»¡Cómosería el tal para con un puñal defender una puerta a dies o doze, e que ninguno non se le osase acostar, que tanto estudiese mortal!

    • a1452 Gmz Zamora, A. Morales Ovidio [1995] fol. 50v Esp (CDH )
      E despues se faze musico enstrumento / en quanto se conujerte a fazer la melodia dela diujna / alabança de predicaçion & gracias por quela jnfa es el / mançebo Religioso caña que es predicador del mercurio ihesu / xpisto se faga / neçessario es primera mente que en caña se conujerta / & que por sequedat de abstinençia toda carnalidat / enel se consuma & que por obediençia al siluo del perlado ligera / mente se mueua segun la sabiduria enel terçero asi / commo cañas enel cañaueral discurren &cetera Libro segundo / dela fabrica dela / casa del sol.
    • c1458-c1475 Manrique, G. Respuesta Ludueña [2003] Canc Gmz Manrique Esp (CDH )
      Commo abiuan al neblí / los siluos para bolar, / bien asý dieron a mí / las vuestras trobas que vi / aliuio para trobar; / mas fallo muy rebotadas / las lymas con que solía / fazer, quando Dios quería, / algunas obras limadas. /
    • 1543 Núñez Avendaño, P. Aviso caçadores Esp (BD)
      El segundo caso, quando el caçador se pusiesse cerca de la dehesa, o bosque, y alli derramasse ceuo, o reclamasse con syluos,o reclamos, o vsasse de otra manera de chucheria, y cosas con que la caça saIiesse prouocada con esto al monte publico.
    • c1550 Arce Otárola, J. Coloquios Palatino y Pinciano [1995] Esp (CDH )
      No es sino posible y fácil a los que la buscan de buen corazón, porque a cualquier silbo y siñuelo viene a la mano, como gavilán.
    • 1554 Rdz Florián, J. Comedia Florinea [1996] Esp (CDH )
      Y aun porque avisen con quién lo han, que al primer silvo esté yo en la cama al lado de Marcelia, porque al fin allí havrán de parar mis estaciones si no me sale algún avieso, porque agora la tengo tal que temblando me baylará delante.
    • 1577 Santa Teresa de Jesús (Teresa de Cepeda y Ahumada) Moradas [1999] 289 Esp (CDH )
      Mas lo que digo es en diferente manera, y que algunas veces, antes que se comience a pensar en Dios, ya esta gente está en el castillo, que no sé por dónde ni cómo oyó el silbo de su pastor, que no fue por los oídos, que no se oye nada, mas siéntese notablemente un encogimiento suave a lo interior, como verá quien pasa por ello, que yo no lo sé aclarar mejor.
    • 1577 Santa Teresa de Jesús (Teresa de Cepeda y Ahumada) Moradas [1999] 288 Esp (CDH )
      Y tiene tanta fuerza este silbo del pastor, que desamparan las cosas exteriores en que estaban enajenados y métense en el castillo.
    • 1588 Malón Chaide, P. Conversión Magdalena [1930] II, 125 Esp (CDH )
      ¡Oh cuántos hay que oyen el silvo del soberano Pastor del cielo, sienten su llamamiento, conocen la inspiración que le envía, y tras eso, hácense sordos y cierran el oído, y cósenle con la tierra, como dice allá el real profeta David: * Sicut aspidis surdae obdurantis aures suas, quae non exaudiet vocem incantantis.
    • 1588 Malón Chaide, P. Conversión Magdalena [1930] II, 128 Esp (CDH )
      El Señor me da de orejones, * me tira de la oreja, me varea * las orejas, y yo no soy como los otros muchachos travesuelos, que no huyo de la escuela, antes bien sigo tras su silbo y le obedezco.
    • 1588 Malón Chaide, P. Conversión Magdalena [1930] Esp (CDH )
      / Llegue, Pastor, tu silbo hasta su oreja, * / vuélvela, guarda fiel, a tu manada, / haz que deje la mala hierba vieja.
    • 1589 Castellanos, J. Elegías varones Indias [1847] Co (CDH )
      / Y ansí fué que, metiéndose las riendas / De Flegon y Pirois en las obscuras / Ondas, y se tendiendo las horrendas / Tinieblas con sus ciegas ligaduras, / Entran los españoles por las sendas / Angostas de las dichas espesuras, / Cuyo camino nadie, segun era, / Sino sola cudicia lo siguiera: / Trabados de las ropas y vestidos, / Porque, con vista no se comprehenden / Y ansí los unos de otros van asidos / Tentando los caminos que pretenden; / Y si quedan algunos divertidos / Por silbos se convocan y se entienden / Dejando los caballos en la playa / Por no tener por do caballo vaya.
    • 1592 Liñán de Riaza, Pedro Un juego de toros 284 Poesías Esp (CDH )
      / Las garrochas le lastiman, / gritos y silbos le paran, / la mucha gente le estorba, / no ejecuta si amenaza.
    • a1598 Cabrera, A. Consideraciones Evangelios Cuaresma [1906] 41 Esp (CDH )
      Super quo percutiam vos? ¡Oh qué mala señal! Al que es oveja de Cristo, un silbo le basta, una enfermedad; no es en el hijo, ni en la mujer, ni en su persona, en el criado basta; ¡dichosos los que así saben aprovecharse de las ocasiones! De manera que á las ovejas de Cristo, todo les sirve de encaminarlas al cielo: la prosperidad y la adversidad, la enfermedad y la salud, el mozo sano y enfermo.
    • 1604 Vega Carpio, F. L. Rimas II [2003] 210 Rimas Esp (CDH )
      / «Espera, Muerte» —le dijo / la Religión—, «Muerte, espera, / mira que quitas la vida / al mayor rey de la tierra; / »mira que apenas el sol / en dos días y en mil vueltas, / mira los reinos que rige / y los mares que sujeta; / »mira que este gran pastor / con sólo un silbo amedrenta / los lobos de África y Asia, / que nuestros rediles cercan; / »mira que los gallos cantan / la gloria de sus empresas, / olvidados de Pavía, / si de San Quintín se acuerdan; / »mira que en la silva fría / la calidonia princesa / quedará (si muere Alcides) / hecha una sierpe lernea.
    • 1605 Cervantes Saavedra, M. Quijote I [2004] Esp (CDH )
      Estándola mirando, oyeron un silbo como de pastor que guardaba ganado, y a deshora, a su siniestra mano, parecieron una buena cantidad de cabras, y tras ellas, por cima de la montaña, pareció el cabrero que las guardaba, que era un hombre anciano.
    • c1605 Vega Carpio, F. L. Peribáñez [1997] Esp (CDH )
      LUJÁN (¿Qué me detengo? Ya están / los segadores durmiendo. / Noche, este amor te encomiendo. / Prisa los silbos me dan. / La puerta le quiero abrir.) / ¿Eres tú, señor?
    • 1609 Vega Carpio, F. L. Jerusalén conquistada [1951] II, 225 Esp (CDH )
      / Pero por medio del ardiente leño, / Piedras, dardos, y lanzas arrojadas / Bueluen al muro contra el mismo dueño, / Contra la mano de quien son tiradas: / Como en el coso el toro Iarameño / (Las armas de los siluos incitadas) / Donde le pican buelue à ver si puede / Vengarse, aunque vengado y muerto quede.
    • 1600-1612 Ledesma, A. Conceptos espirituales I [1969] Esp (CDH )
      Teneys Alonso vn amo que os tenia, / siruiendo de pastor olla en Toledo, / a cuya honda tuuo el lobo miedo, / y a cuyo siluo qual el viento huia.
    • 1612 Ledesma, A. Conceptos espirituales III [1969] Esp (CDH )
      Pintose vn pastor a cuyo siluo bueluen dos mansos a su hato.
    • 1613 Góngora Argote, L. Soledades I [1994] 219 Esp (CDH )
      / «¡Oh bienaventurado / albergue, a cualquier hora, / templo de Pales, alqueria de Flora! / No moderno artificio / borró designios, bosquejó modelos, / al cóncavo ajustando de los cielos / el sublime edificio: / retamas sobre robre / tu fábrica son pobre, / do guarda en vez de acero / la inocencia al cabrero, / más que el silbo al ganado.
    • 1614 Vega Carpio, F. L. Rimas sacras [2003] Esp (CDH )
      Pastor que con tus silbos amorosos / me despertaste del profundo sueño, / Tú que hiciste cayado de ese leño, / en que tiendes los brazos poderosos, / vuelve los ojos a mi fe piadosos, / pues te confieso por mi amor y dueño, / y la palabra de seguirte empeño / tus dulces silbos y tus pies hermosos.
    • 1617 Fdz Caso, F. Discurso solenidades fiestas Documentos sobre teatro Esp (CDH )
      Otra fue cómo cuando comiençan a caer las sombras de los altos montes, se oyen los silvos de los pastores que recogen a los rediles su ganado [...].
    • 1599-1622 Conde de Villamediana Poesías [1990] 581 Esp (CDH )
      / Ya el pacífico armento conducido / del atento pastor el silbo oía, / y a nueva luz que su hemisferio aclara / oficïoso cultor los campos ara.
    • 1624 Góngora Argote, L. Poesías 1624 [2000] Poesías Esp (CDH )
      / Depuso el fausto, parto de la espuma / la púrpura ducal creyendo: ¡tanto / lo indujo horror la más esclarecida / corona en un cadáver definida! / Fomentando este horror un desengaño / que a trompa final suena, solicita / crecer humilde el número al rebaño / del silbo, del cayado jesüita.
    • 1624 Vega Carpio, F. L. Circe [2003] 411 Esp (CDH )
      / »Mas yo, que tantas cosas visto había, / no queriendo perder la más famosa, / hago que enciendan fuego, porque el día / bañó el ocaso de color de rosa; / sentados a cenar con osadía, / estremeció la cueva tenebrosa / con silbos el pastor, y habiendo entrado / en nosotros el miedo entró el ganado.
    • 1612-a1625 Márquez, J. Gobernador cristiano [2004] Esp (CDH )
      Pero ellos obstinados en su parecer, como áspides que cierran las orejas a los silvos de los encantadores, tomaron piedras para tirarles; y salieran con ello, si el Ángel que iba en la coluna, no entrara de por medio, y librara a los dos Capitanes del peligro.
    • 1634 Vega Carpio, F. L. Tomé Burguillos [2003] 680 Esp (CDH )
      / Como detrás del árbol escondido / mira y advierte con atento oído / el cazador de pájaros el ramo / donde tiene la liga y el reclamo / para, en viendo caer el inocente / jilguero, que los dulces silbos siente / del amigo traidor, que le convida / a dura cárcel con la voz fingida, / y apenas ve las plumas revolando / entre la liga, cuando / arremete y le quita, no piadoso, / sino fiero y cruel, así el celoso / Marramaquiz atento / esperaba el primero movimiento / del venturoso amante, que decía / con dulce mirlamiento: / «Dulce señora mía, / ¿cuándo será de nuestra boda el día? / ¿Cuándo querrá mi suerte que yo pueda / el llamaros dulce esposa, / que entonces para mí será dichosa? / ¡Ay, tanto bien
    • 1638 Coello, A. Vejamen en el certamen [1964] Esp (CDH )
      — ¿A quién? — Al cochino; ¡pero, vive Dios, que pasa por aquí el encierro de los toros!— Y esto fué oyendo un grandísimo ruido de silbos y cencerros.
    • 1640-1642 Saavedra Fajardo, D. Empresas [1999] 975 Esp (CDH )
      Un silbo del pastor y una amenaza amorosa del cayado u de la honda pueden más que las piedras.
    • 1675 Panes, Antonio Escala Mística y Estímulo de Amor Divino [1995] 288 Esp (CDH )
      / Admítelos pues benigno, / assí en tu rebaño veas / quantas el silvo engañoso / despeñó errantes ovejas.
    • 1675-1676 Molinos, M. Guía espiritual [1976] 91 Esp (CDH )
      Si eres oveja cándida, y no errante, del Pastor divino, y fielmente sigues su amoroso silbo conducido de esta espiritual guía, entrarás en los suavísimos pastos de la bienaventurada, tranquilísima y amenísima suavidad interior, regada con los cristalinos torrentes de la indeficiente y divina luz que rebosa en este libro;
    • 1679 Abarca Bolea, A. F. Vigilia y octavario SJuan Baptista [1994] 145 Esp (CDH )
      / Que, arrepentida y contrita, / os ofrezco desde hoy / volver, cual perdida oveja, / al silbo del buen Pastor.
    • 1681 Calderón Barca, P. Cordero Isaías [2003] Esp (CDH )
      BEHOMUD Ya que solo he quedado, / arbitrio del Descuido y del Cuidado, / dadme, Señor, licencia / a consultar con vos la insuficiencia / de una duda, que en este sacrificio / a que voy enviado / me desvela, que aunque es tan sumo grado / ir en vuestro servicio, / no sé qué alto misterio, qué alto juicio, / que ni alcanzo ni infiero, / contenga ser la víctima un cordero, / animal tan pacífico y mansueto, / que al silbo del pastor viene llamado, / que al mal pulido tronco del cayado / tan obediente nace y tan sujeto, / que ni un balido el natural afeto / del esquilmo le debe a la tonsura, / con sencillez tan cándida y tan pura, / que no le ponga de una y otra ofensa / en fuga el miedo, el ánimo en defensa.
    • 1676-1692 Juana Inés de la Cruz Villancicos [1952] Mx (CDH )
      ¡A las glorias de Pedro divina / venid, venid, / cuantos el silbo junta / o guarda el redil! / ¡Venid, venid, / que sus glorias se cantan / de mil en mil! / Venid, venid!
    • 1676-1692 Juana Inés de la Cruz Villancicos [1952] 336 Mx (CDH )
      / Pescador de ganado, / o ya Pastor de peces, / la red maneja a veces / y a veces el cayado, / cuyo silbo obedece lo criado.
    • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] 30 Esp (CDH )
      Esso suena propriamente la correción en latín, robar el corazón con amor: corripere, id est cor rapere. Con apacibles silvos, dize Dios, que a de corregir sus ovejas, y que ha de recobrarlas assí: sibilabo eis, et congregabo illos. Zachar. 10. 8. quia redemi eos; porque me cuestan, y los amo de corazón.
    • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] Esp (CDH )
      Aun el gran corazón de David, confiessa de sí mismo que clamó a Dios, pero quando la tribulación le izo clamar: Ad Dominum cum tribularer clamavi. Psal. 106. 1. et Ps. 17. vers. 7. O quantas ovejuelas divertidas en los pastos vedados de sus delicias, se andan cevando en sus riesgos; y a quien no basta el silvo del Pastor amoroso, recobra el rigor del caiado.
    • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] 372 Esp (CDH )
      Fue gracia del cordero de Dios, ofrecerse al sacrificio, porque quiso: Oblatus est quia ipse voluit. Isai. 53. 7. Sin embargo, aunque violentamente sacrificado Abel, levantó la bandera de la justicia, aun en boca del mismo Dios: A sanguine Abel justi. Mat. 23. 35. De todo se vale la paternal providencia de Dios, del alago la fuerza; y al que se aze sordo a sus vozes, y a sus silvos le trae con el caiado, y el golpe.
    • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] Esp (CDH )
      Con silvos recoge el ganado, no con piedras. 19.
    • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] 31 Esp (CDH )
      Si basta el silvo; para que es menester el caiado, o la piedra, que tal vez las deja cojas también; y daña mas a vezes la piedra, que se les tira, que el pasto vedado, que se tomaron.
    • 1703 Garau, F. Sabio instruido [2003] 222 Esp (CDH )
      A las que le siguen, las guia, las conduze, y govierna, con el silvo, y con el baculo: a esta porque de perdída passó a recobrada, la lleva, y eleva sobre si, como corona de sus fatigas, triunfando gloriosamente su amor.
    • 1740 Cañizares, J. Anillo Giges [1983] Esp (CDH )
      Al silbo se correrá una entera mutación de bien imitado elevado monte, lleno de árboles, grutas y peñas. Y salen el Rey, Filocles, Arsidas, Nicandro y soldados.
    • 1740 Cañizares, J. Anillo Giges [1983] Esp (CDH )
      Dentro cajas, clarines y voces, y alternan truenos fuertes, y relámpagos, después de los primeros versos y haber pasado huyendo Nicandro, Tambor, Arsidas, soldados y el último, Caudales, descienden por dos despeñaderos Giges y Sumesfuit, vestidos de pastores, viéndose la boca de una gruta oscura. Silbo de cortina.
    • 1725-1744 Torres Villarroel, D. Pronósticos Piscator [2006] Esp (CDH )
      A un silbo de buen ayre se manifestó el Teatro con bastidores de medio punto de árboles y troncos, y en los quatro lados se verán el Asias, África, América y Europa, y esta muy florida: en el foro se descubrirá el Zodiaco, y sobre el Signo de Aries al Sol, con las bambalinas correspondientes de Cielo: el piso será en un terrazo verdoso, y a techos algunas florecillas, aunque pocas: en la mediación de la lotananza estará Venus, como Señora de todo el Teatro; a su lado diestro Júpiter de muy mal aspecto, y Saturno tan melancólico que no le hacían impresión los alegres influxos de Venus: las bambalinas de Cielo hacia aquellas partes de la Asia y América se descubrirán más densas y menos claras. Empiezan hacia la parte de Europa la Música, y acompañarán algunos xilgueros: por entre los bastidores saldrán Danzarines de todas Naciones, y al son de la Música, unos a compás y otros violentos, danzarán mientras Pomona, Ceres, Doris y Vertuno, que estarán en el piso, cantan este quatro.
    • 1725-1744 Torres Villarroel, D. Pronósticos Piscator [2006] Esp (CDH )
      A un silbo se muda todo el Teatro, bastidores y bambalinas pintadas al fresco, y anubado con buen ayre: moveranse a torno; y conforme se vayan desprendiendo, se verá caer en el Teatro granizo y nieve, y lluvia revuelto, y el piso quedará aguanoso y vidriado, imitando al hielo: conforme se retiren las bambalinas, se descubrirá el Teatro, y los bastidores menos obscuros; el Sol sin nubes, y Saturno viejo en el foro con guadaña, cortando la cabeza a muchos hombres de crecida edad, y otros postrados; a su lado estará Marte, reparando y quitándole muchos golpes; al otro lado estarán muchas personas de poca edad baylando, y alegrándose con músicas: en la lotananza Venus, Mercurio, la Luna y Júpiter; y Eolo, Dios de los vientos, soplando hacia todas las partes del Teatro: el piso algo encharcado; pero dexándose ver muchas yerbas ya crecidas y poco agostadas, y las mieses del todo doradas, y entre ellas Pastores y Pastoras exercitando la agricultura, unos segando, otros atando, &c. y algunos con flautas, a instrumentos rústicos que tocarán a su tiempo.
    • 1760 Aguirre, J. B. Exequias Juan Nieto Polo del Águila Letras Audiencia Quito (Período Jesuítico) Ec (CDH )
      ¡Qué medios no manejó aquí su ingeniosa caridad en orden a convertir en ovejas de Cristo a estos lobos que se enfurecían sangrientos contra su rebaño! Ideó establecer entre ellos misioneros y pastores, que con el cayado y con el silbo los redujeran al aprisco de la Iglesia; comunicó este su proyecto a la corte, cuya respuesta, aunque favorable, se hizo inútil con la ausencia de su Ilustrísima.
    • 1769 Lorenzana, F. A. Pastoral Francisco Lorenzana Documentos política lingüística Esp (CDH )
      Deseamos, pues, que las ovejas entiendan la voz y silbo común de los pastores, no que éstos se acomoden precisamente al balido vario de las ovejas: el Obispo es el primer párroco, y mayor de todos los párrocos, y ni entiende, ni puede entender tan diversos idiomas en su diócesis, y si se entiende el castellano lo conseguiría en todos los pueblos de su visita: atenderá más prontamente a las necesidades de curas y vicarios, pues ahora está sujeto al idioma de los ministros, más que a la idoneidad de sus personas, y es indispensable esta providencia siempre que los naturales se mantengan cerrados en su lengua.
    • a1786 Aguirre, J. B. Suma poética [1963] 283 Ec (CDH )
      / Enamorados de sus graves penas, / de un dardo y otro al golpe repetido, / forman del nácar que latió en sus venas / víctima a Venus de carmín vertido; / y de las bellas de su amor sirenas / al fatal silbo dulcemente oído, / surcan gustosos con trabajo sumo / golfos de fuego en remolinos de humo.
    • 1789 Clavijo Fajardo, J. Trad HNatural Buffon, VIII p. 190 Esp (BD)
      Usase mucho de los Llamas para transportar las ricas materias que se sacan de las minas del Potosí [...] son mansos y flemáticos, y todo lo hacen con peso y medida: quando viajan y quieren de tenerse algunos instantes, doblan las rodillas con gran precaucion y baxan proporcionalmente el cuerpo para que no se les caiga ó descomponga la carga; y luego que oyen el silbo del conductor, vuelven á levantarse y caminan.
    • c1798-1809 Álvz Cienfuegos, N. Poesías [1980] 68 Esp (CDH )
      / Lejos, allá por el suelo, / yace el rabel y el cayado; / y sin tutelares silbos / vaga sin ley el ganado.
    • 1811-1813 Alvarado, F. Cartas Filósofo Rancio II [1824] 308 Esp (CDH )
      En vano es que siendo la religion la principal interesada en la causa que se controvierte, los gefes de ella sean los primeros, y aun los únicos á quienes se deba escuchar: ellos á falta de pretextos con que debilitar este su indeclinable juicio, acudirán á cuanto pueda disminuir la recomendacion de los jueces, provocar al pueblo fiel al desprecio de sus sacerdotes, é insolentar á las ovejas para que antepongan el ahullido de los lobos á los silvos de sus pastores.
    • 1852 Cánovas Castillo, A. Campana Huesca [2003] Esp (CDH )
      «Estos caballos —decía para sí— deben de ser de moros que nos han descubierto, y han venido a dar noticia de nuestra llegada a otros moros, que nos esperan, sin duda, emboscados. Por aquí suelen andar almogávares, y llamándolos con mi silbo harto sería que, entre unos y otros, no pudiéramos asegurarle al rey la fuga, aunque fuera dejando nuestros cuerpos por despojo a esos perros maldecidos. Pero si son muchos y nos matan, y el rey no puede tenerse a caballo y no sabe huir, ¿qué va a ser de su persona? ¡Pobre rey! Debe de ser cierto que está condenado en vida, como dice, según se le cierran los caminos para salvarse».
    • 1905 Pardo Bazán, E. Quimera [1991] Esp (CDH )
      Tendrías que volverte y llamarme por mi nombre, con silbo de zagal a oveja muerta de cansancio.
    • 1938 Mistral, G. Tala [1996] 139 Ch (CDH )
      / ¡Como racimos al lagar / volveremos los que bajamos, / como el cardumen de oro sube / a flor de mar arrebatado / y van los grandes anacondas / subiendo al silbo del llamado!
    • 1938 Mistral, G. Tala [1996] Ch (CDH )
      ¡Llévala a cielo de madres, / a tendal de sus regazos, / que va y que viene en un golfo / de brazos empavesado, / de las canciones de cuna / mecido como de tallos, / donde las madres arrullan / a sus hijos recobrados / o apresuran con su silbo / a los que gimiendo vamos! / ¡Recibe a mi madre, Cristo, / dueño de ruta y de tránsito, / nombre que ella va diciendo, / sésamo que irá gritando, / abra nuestra de los cielos, / albatros no amortajado, / gozo que llaman los valles! / ¡Resucitado, Resucitado!
    • 1957 Cunqueiro, Á. Merlín [1969] 124 Esp (CDH )
      Pero en una de estas fiestas el ratoncillo no acudió a mi silbo, corrí todo el palacio sorprendido, y estaba mismo silbándole en el salón del trono, cuando me llegó aviso de que lo vieran en el jardín.
    • 1991 Prensa ABC Cultural, 13/12/1991 [1991] Esp (CDH )
      Allí le llama la voz del Amado, voz —dice la Madre Teresa— que es "como un silbo de pastor" dotado de tal eficacia que quien lo escucha "desampara las cosas exteriores en que estaba enajenado" para refugiarse en el castillo interior.
    dar silbo silbar
    docs. (1555-1847) 12 ejemplos:
    • 1555 Meneses, F. Alma cristiana [2003] Esp (CDH )
      Si la oveja anduviere descarriada, fuera del pastor, o rebaño, no la pueden traer, o si se les quisiese ir dél no la pueden echar el cayado, o amenazarla con la honda, ni aun dar el silbo, a lo menos no como pastor, sino como consejero, y ansí como los hombres sean amigos más de seguir su voluntad que la ajena si no hay quien los traya al bien aunque sea proprio, y les compela a ello, es por demás si no es en cual o cual a quien Dios toca de veras los corazones.
    • 1847 Estébanez Calderón, S. Escenas andaluzas [1985] Esp (CDH )
      Tocándole su vez al paciente para encomendar al viento alguna copla, y queriendo dar un silbo preventivo que recogiese al aprisco aquella oveja descarriada, al suave compás de la rondeña * le cantó la siguiente endecha: Me estoy muriendo de sed / teniendo aljibe en mi casa, / pero alivio no lo encuentro / porque la soga no alcanza.
    • 1555 Meneses, F. Alma cristiana [2003] Esp (CDH )
      Si la oveja anduviere descarriada, fuera del pastor, o rebaño, no la pueden traer, o si se les quisiese ir dél no la pueden echar el cayado, o amenazarla con la honda, ni aun dar el silbo, a lo menos no como pastor, sino como consejero, y ansí como los hombres sean amigos más de seguir su voluntad que la ajena si no hay quien los traya al bien aunque sea proprio, y les compela a ello, es por demás si no es en cual o cual a quien Dios toca de veras los corazones.
    • 1560 Cervantes Salazar, F. Crón Nueva España [1971] Esp (CDH )
      Alegre con ella, dio un silbo baxo, que es manera de llamar de los señores; vinieron luego ciertos principales; díxoles muy quedo que luego traxesen ciertas cosas.
    • 1589 Castellanos, J. Elegías varones Indias [1847] 411 Co (CDH )
      / Como suelen hacer en coso llano / Al toro que á la lidia se subyeta, / Que le da grandes silbos el villano / Y hace cocos para que arremeta, / Y en soltando la vara de la mano / Busca luego guarida do se meta, / El ojo siempre vivo y el pié presto, / Para poder tomar seguro puesto: / El bárbaro crüel desta manera / Con importunidad anda silbando, / Y con brincos y saltos desde afuera / Agudos jáculos desembrazando; / Si el español acude, no le espera, / Mortífera respuesta recelando; / Y la nube de dardos que no cesa, / Cuanto mas tura tanto mas espesa.
    • 1609 Vega Carpio, F. L. Jerusalén conquistada [1951] I, 398 Esp (CDH )
      / Dio vn syluo el Moro, y el Camello baja / (Doblando las rodillas) a la tierra, / Alço el negro telliz, y abrio la caja / Que vna cabeça miserable encierra: / La sangre, que el cabello y poluo quaja / La encubre de su patria Ingalaterra, / Dale la carta, y dize el sobre escrito, / A Guido Rey sin Reyno el Rey de Egypto.
    • 1607-1645 Duque Estrada, D. Comentarios desengañado [1982] 161 Esp (CDH )
      Parecióme extraña cosa, tanto que no me determiné hasta que mi madre vino disfrazada y me dijo que la fuerza del dinero lo hacía todo (con que me resolví); que a ellos tocaba el cuarto de media noche de guardar la torre, y dándome un silbo yo me descolgase por las cuerdas de las campanas atadas unas a otras, poniendo un ferreruelo doblado dos veces y buenos guantes con sus nudos para descansar.
    • 1841 Duque de Rivas Romances históricos [1987] 234 Esp (CDH )
      / De un leve rasguño tiene / el joven su rostro herido; / del contrario el pecho roto / lanza ya de sangre un río; / Y perdiendo va terreno, / vacilante, cuando un silbo / da, y vienen, espada en mano, / los otros dos a su auxilio.
    • 1847 Estébanez Calderón, S. Escenas andaluzas [1985] Esp (CDH )
      Tocándole su vez al paciente para encomendar al viento alguna copla, y queriendo dar un silbo preventivo que recogiese al aprisco aquella oveja descarriada, al suave compás de la rondeña * le cantó la siguiente endecha: Me estoy muriendo de sed / teniendo aljibe en mi casa, / pero alivio no lo encuentro / porque la soga no alcanza.
    • 1555 Meneses, F. Alma cristiana [2003] Esp (CDH )
      Si la oveja anduviere descarriada, fuera del pastor, o rebaño, no la pueden traer, o si se les quisiese ir dél no la pueden echar el cayado, o amenazarla con la honda, ni aun dar el silbo, a lo menos no como pastor, sino como consejero, y ansí como los hombres sean amigos más de seguir su voluntad que la ajena si no hay quien los traya al bien aunque sea proprio, y les compela a ello, es por demás si no es en cual o cual a quien Dios toca de veras los corazones.
    • 1560 Cervantes Salazar, F. Crón Nueva España [1971] Esp (CDH )
      Alegre con ella, dio un silbo baxo, que es manera de llamar de los señores; vinieron luego ciertos principales; díxoles muy quedo que luego traxesen ciertas cosas.
    • 1589 Castellanos, J. Elegías varones Indias [1847] 411 Co (CDH )
      / Como suelen hacer en coso llano / Al toro que á la lidia se subyeta, / Que le da grandes silbos el villano / Y hace cocos para que arremeta, / Y en soltando la vara de la mano / Busca luego guarida do se meta, / El ojo siempre vivo y el pié presto, / Para poder tomar seguro puesto: / El bárbaro crüel desta manera / Con importunidad anda silbando, / Y con brincos y saltos desde afuera / Agudos jáculos desembrazando; / Si el español acude, no le espera, / Mortífera respuesta recelando; / Y la nube de dardos que no cesa, / Cuanto mas tura tanto mas espesa.
    • 1609 Vega Carpio, F. L. Jerusalén conquistada [1951] I, 398 Esp (CDH )
      / Dio vn syluo el Moro, y el Camello baja / (Doblando las rodillas) a la tierra, / Alço el negro telliz, y abrio la caja / Que vna cabeça miserable encierra: / La sangre, que el cabello y poluo quaja / La encubre de su patria Ingalaterra, / Dale la carta, y dize el sobre escrito, / A Guido Rey sin Reyno el Rey de Egypto.
    • 1609 Vega Carpio, F. L. Jerusalén conquistada [1951] II, 309 Esp (CDH )
      / Saleco al animal dio vn syluo, y luego / A Estuñiga en la trompa se rebuelue, / Y de manera le apretò, que ciego, / A Osorio el rostro (dando vozes) buelue: / Osorio hechando por los ojos fuego, / A morir, ò matarle se resuelue, / Y de vn rebes sin que vn liston le rompa / Por los colmillos le cortò la trompa.
    • 1612 Vega Carpio, F. L. Pastores Belén [1991] Esp (CDH )
      F.– Albricias, prados dichosos, / que ya el pastor ha venido, / que a su ganado perdido / dará silbos amorosos; / yo vi sus ojos hermosos, / y su boca de rubí.
    • a1613 Juan Bautista Concepción (Juan García López) Diáls Dios y Alma [1995] 413 Esp (CDH )
      Dende afuera dé el silbo y el grito y, si fuere necesario, échele la capa, que es su hacienda, su honra y vida del cuerpo, que "no hay que temer los que matan el cuerpo como no hieran al alma", la cual en todas nuestras obras la hemos de tener desasida y despegada de las cosas de la tierra.
    • a1613 Juan Bautista Concepción (Juan García López) Recogimiento [1995] Esp (CDH )
      Allí, como pastor amoroso, da un silbo suave con que llama a la esposa y su querida el alma para que, desembarazada de todas las cosas de la tierra, vaya a recogerse y recostarse en sus amorosos regazos.
    • 1624 Vega Carpio, F. L. Circe [2003] 399 Esp (CDH )
      / »Sin aferrar las áncoras surgimos, / y por la verde y libre selva entramos, / revestida de yedras y racimos, / que formaban doseles de los ramos; / a los silbos y voces que le dimos / correspondientes ecos escuchamos: / que la repercusión de nuestro acento / al mar pudo dar calma y voz al viento.
    • 1607-1645 Duque Estrada, D. Comentarios desengañado [1982] 161 Esp (CDH )
      Parecióme extraña cosa, tanto que no me determiné hasta que mi madre vino disfrazada y me dijo que la fuerza del dinero lo hacía todo (con que me resolví); que a ellos tocaba el cuarto de media noche de guardar la torre, y dándome un silbo yo me descolgase por las cuerdas de las campanas atadas unas a otras, poniendo un ferreruelo doblado dos veces y buenos guantes con sus nudos para descansar.
    • 1841 Duque de Rivas Romances históricos [1987] 234 Esp (CDH )
      / De un leve rasguño tiene / el joven su rostro herido; / del contrario el pecho roto / lanza ya de sangre un río; / Y perdiendo va terreno, / vacilante, cuando un silbo / da, y vienen, espada en mano, / los otros dos a su auxilio.
    • 1847 Estébanez Calderón, S. Escenas andaluzas [1985] Esp (CDH )
      Tocándole su vez al paciente para encomendar al viento alguna copla, y queriendo dar un silbo preventivo que recogiese al aprisco aquella oveja descarriada, al suave compás de la rondeña * le cantó la siguiente endecha: Me estoy muriendo de sed / teniendo aljibe en mi casa, / pero alivio no lo encuentro / porque la soga no alcanza.
  5. s. m. Instrumento musical de viento parecido a la flauta, pero más pequeño y de sonido más agudo.
    docs. (1598-2014) 26 ejemplos:
    • a1598 Cabrera, A. Consideraciones Evangelios Cuaresma [1906] Esp (CDH )
      No hay para ella cosa más alegre que el silbo ó caramillo de su pastor.
    • 2014 Brule, Á. "Columna de Hierro" [13-12-2014] El Confidencial (Madrid): elconfidencial.com Esp (HD)
      Comportamientos más propios de un kindergarden y el extendido deporte nacional de meter el dedo en el ojo ajeno nos alejan, por el acumulado de pequeños agravios magnificados por nuestro talante apasionado, de puestos honorables en el concierto mundial por disensiones que solo se dan en un patio de corrala. En vez de crear armonías entre txistus y gaitas, silbos y chirigotas, más bien parecemos fatigados concertistas tocando multitud de matasuegras al alimón.
    • a1598 Cabrera, A. Consideraciones Evangelios Cuaresma [1906] Esp (CDH )
      No hay para ella cosa más alegre que el silbo ó caramillo de su pastor.
    • c1607 Juan Bautista Concepción (Juan García López) Orígenes Descalcez [1997] Esp (CDH )
      Que el que toca el silbo en la guerra y suena la caja, no por eso deja de ser [130v] valiente, aunque no mate moros, que, en fin, animó e incitó a los demás y con su ruido acceleró y causó brío a los nuevos soldados; y así se le paga y da premio y honra como si fuera fuerte soldado.
    • 1632 Castillo Solórzano, A. Niña embustes [1986] 307 Esp (CDH )
      / Deja el mal gusto que tienes / con galán que es perseguido / de órganos de faltriquera / que se tocan con un silbo.
    • 1785 Anónimo "Fiestas toros" [01-10-1785] Memorial Literario Instructivo y Curioso de la Corte de Madrid (Madrid) Esp (HD)
      En la fiesta 16.ª salió Hilarion de Bengoa, Músico de la Villa de Durango, en el Señorío de Vizcaya, tocando con tamboril y silvo la marcha prusiana, el que iba precedido de una lucida comparsa de 8 toreros; que con picas ó chuzos se pusieron en las inmediaciones del toril para lancear al noveno y décimo toro; en cuyos intermedios el referido Músico, que ya se habia subido á un balcon, estuvo tocando el malbruk y la danza Vizcayna.
    • 1789 Aldecoa, L "Árbol Guernica" [04-03-1789] Correo de Madrid (ó de los ciegos) (Madrid) Esp (HD)
      En un carro con bueyes se asomaba, / Quando de las montañas á los valles, / Asidos de las manos como en danza. / Ancianos, mozos, niños y mugeres / De dos en dos, de ciento en ciento baxan. / Unos al son caminan del Albogue, / Otros tocan el silbo, aquellos cantan, / Todos de todas partes asi llegan / Al lugar que á la fiesta te consagra.
    • 1807 Anónimo "Baylarín aficionado" [18-09-1807] Diario de Madrid (Madrid) Esp (HD)
      El bayle que (segun vmd.) se ha llamado en todos tiempos de naturaleza, está reducido á saltar y brincar, sin compás ni medida, como los borriquitos en el campo: se pensó en introducir estas dos frioleras, y asignar el tiempo en que debía executarse; ya entró el arte dando unas reglas que vmd. ignora, pues quiere aclimatarlas como si fueran producciones de la naturaleza, y sujetarlas en toda nuestra España al silbo y tamboril, como se acostumbra en algunas de nuestras provincias occidentales.
    • 1852 Anónimo "Crónica Provincias" [03-08-1852] El Diario Español (Madrid) Esp (HD)
      Por la tarde hubo completas, y salió el tamboril y el silbo á alegrar la calle del Príncipe y adyacentes, con los zorzicos y danzas propias del pais.
    • 1872 Fuentes Ponte, J. Murcia que se fue [1872] Esp (CDH )
      Esta voz conexiosa con Zambra, danza morisca con música de soplo ó silbo.
    • c1855-a1895 Navarro Villoslada, F. Doña Toda de Larrea [1998] Esp (CDH )
      Otros escogían la sombra de los árboles o de las peñas y todos estaban esperando que terminara la misa mayor para danzar al son del silbo y tamboril. *
    • 1899 Lacal Bracho, L. DiccMúsica (1ª ed.) Esp (BD)
      Pito. —El silbato de metal y la flautilla denominada en Vascuence chistúa, en lemosín flaviol, flaujol, etc., en it. suffalo, zufulelto, etc., y vulgarmente bascatibia ó silbo.
    • 1939 Gómez Tello, J. L. Interpretación Manuel Falla Horizonte, 1939 Esp (CDH )
      Cuando se habla de esto se alude sin querer a esa melodía popular; que vais por ahí, por la tierra salmantina, y borda de hilo de silbo y tamboril la tarde del domingo, las mocitas en la plaza y en la plaza el baile rústico y medido como una estrofa de Francis Jammes.
    • 1946 Caro Baroja, J. Pueblos España [1981] II, 66 Esp (CDH )
      Todas ellas se ejecutan al son del txistu , que, como el silbo de los maragatos y otros que se usan en Castilla y en las Baleares, consta tan sólo de tres agujeros, más el de salida (dos en la parte superior y otro en la inferior), con los que se pueden obtener varias escalas.
    • 1956 Schz Mazas, R. Vida Pedrito Andía [1995] Esp (CDH )
      Pero seguían las vueltas del aurresku, y entre el silbo y el tamboril yo seguía oyendo la voz del Padre.
    • 1982 Schz Llamosas, J. P. Habla Castro (Santander) Esp (NTLLE)
      silvo, silbo (m.) Pito que tocaban en las fiestas y romerías.
    • 1989 Prensa ABC, 08/06/1989 [1989] Esp (CDH )
      El padre jesuita Mateo Aymerich, en su Historia geográfica y natural de Cataluña, llama «la mirla» al mirlo y afirma que de ella dice Plinio, lib. 10, cap. 29, que tiene un negro que tira a rojo, que canta en el estío, que en invierno está balbuciente y cerca del solsticio enmudece, que «quando se ha bañado se compone las plumas y es muy aseada, y de esto viene llamar «amirlados» a los muy aseados y limpios en su vestido. Aprenden los mirlos cualquier tocata enseñándolos con el silvo o con flautín o poniéndolos cerca de otras aves canoras en otra jaula».
    • 2001 Andrés, R. Dicc Instrumentos musicales p. 450 Esp (BD)
      La aparición de este último instrumento es imprecisa, aunque probablemente surgió a finales del siglo pasado. J. Crivillé i Bargalló (ib.) comenta que en los antiguos archivos municipales de Bilbao se registran cantidades pagadas "a dos tambores y a dos silbos", y se tienen otras noticias anteriores "que nos hablan de estipendios asignados al músico silbote"; con todo, como señala, el término de sil bote hará mención al tañedor de txistu o silbo.
    • 2014 Brule, Á. "Columna de Hierro" [13-12-2014] El Confidencial (Madrid): elconfidencial.com Esp (HD)
      Comportamientos más propios de un kindergarden y el extendido deporte nacional de meter el dedo en el ojo ajeno nos alejan, por el acumulado de pequeños agravios magnificados por nuestro talante apasionado, de puestos honorables en el concierto mundial por disensiones que solo se dan en un patio de corrala. En vez de crear armonías entre txistus y gaitas, silbos y chirigotas, más bien parecemos fatigados concertistas tocando multitud de matasuegras al alimón.
    • a1598 Cabrera, A. Consideraciones Evangelios Cuaresma [1906] Esp (CDH )
      No hay para ella cosa más alegre que el silbo ó caramillo de su pastor.
    • c1607 Juan Bautista Concepción (Juan García López) Orígenes Descalcez [1997] Esp (CDH )
      Que el que toca el silbo en la guerra y suena la caja, no por eso deja de ser [130v] valiente, aunque no mate moros, que, en fin, animó e incitó a los demás y con su ruido acceleró y causó brío a los nuevos soldados; y así se le paga y da premio y honra como si fuera fuerte soldado.
    • 1632 Castillo Solórzano, A. Niña embustes [1986] 307 Esp (CDH )
      / Deja el mal gusto que tienes / con galán que es perseguido / de órganos de faltriquera / que se tocan con un silbo.
    • 1785 Anónimo "Fiestas toros" [01-10-1785] Memorial Literario Instructivo y Curioso de la Corte de Madrid (Madrid) Esp (HD)
      En la fiesta 16.ª salió Hilarion de Bengoa, Músico de la Villa de Durango, en el Señorío de Vizcaya, tocando con tamboril y silvo la marcha prusiana, el que iba precedido de una lucida comparsa de 8 toreros; que con picas ó chuzos se pusieron en las inmediaciones del toril para lancear al noveno y décimo toro; en cuyos intermedios el referido Músico, que ya se habia subido á un balcon, estuvo tocando el malbruk y la danza Vizcayna.
    • 1789 Aldecoa, L "Árbol Guernica" [04-03-1789] Correo de Madrid (ó de los ciegos) (Madrid) Esp (HD)
      En un carro con bueyes se asomaba, / Quando de las montañas á los valles, / Asidos de las manos como en danza. / Ancianos, mozos, niños y mugeres / De dos en dos, de ciento en ciento baxan. / Unos al son caminan del Albogue, / Otros tocan el silbo, aquellos cantan, / Todos de todas partes asi llegan / Al lugar que á la fiesta te consagra.
    • 1807 Anónimo "Baylarín aficionado" [18-09-1807] Diario de Madrid (Madrid) Esp (HD)
      El bayle que (segun vmd.) se ha llamado en todos tiempos de naturaleza, está reducido á saltar y brincar, sin compás ni medida, como los borriquitos en el campo: se pensó en introducir estas dos frioleras, y asignar el tiempo en que debía executarse; ya entró el arte dando unas reglas que vmd. ignora, pues quiere aclimatarlas como si fueran producciones de la naturaleza, y sujetarlas en toda nuestra España al silbo y tamboril, como se acostumbra en algunas de nuestras provincias occidentales.
    • 1852 Anónimo "Crónica Provincias" [03-08-1852] El Diario Español (Madrid) Esp (HD)
      Por la tarde hubo completas, y salió el tamboril y el silbo á alegrar la calle del Príncipe y adyacentes, con los zorzicos y danzas propias del pais.
    • 1872 Fuentes Ponte, J. Murcia que se fue [1872] Esp (CDH )
      Esta voz conexiosa con Zambra, danza morisca con música de soplo ó silbo.
    • 1894 Pedrell, F. DiccTécnicoMúsica Esp (BD)
      Silbo. Nombre de la Chistua ó Bascatibia, del Pito, etc.
    • 1894 Pedrell, F. DiccTécnicoMúsica Esp (BD)
      El Temborino ó Tamboril se cuelga del brazo izquierdo con cuya mano se toca la Flautilla ó Pito, Silbo, Chistua, Chirula, etc., y con la mano izquierda, provista de un palillo ó baqueta, se marca el ritmo en el tamboril.
    • c1855-a1895 Navarro Villoslada, F. Doña Toda de Larrea [1998] Esp (CDH )
      Otros escogían la sombra de los árboles o de las peñas y todos estaban esperando que terminara la misa mayor para danzar al son del silbo y tamboril. *
    • c1855-a1895 Navarro Villoslada, F. Doña Toda de Larrea [1998] 148 Esp (CDH )
      Los silbos y tamboriles callaban, no se escuchaban ya los cánticos religiosos, los pulmones que lanzaban aquellos gritos inarticulados y significativos parece que estaban cobrando fuerza para después; pero el campamento estaba coronado con el humo de las mil y mil cocinas que cerca de los tinglados se hallaban esparcidas al aire libre, y la atmósfera estaba impregnada con el olor de las salsas; y de las mesas a las cocinas notábanse unas procesiones muy semejantes a las de las hormigas cuando llevan sus provisiones a sus escondidos almacenes.
    • 1899 Lacal Bracho, L. DiccMúsica (1ª ed.) Esp (BD)
      Pito. —El silbato de metal y la flautilla denominada en Vascuence chistúa, en lemosín flaviol, flaujol, etc., en it. suffalo, zufulelto, etc., y vulgarmente bascatibia ó silbo.
    • 1933 Alcalá Venceslada, A. VocabAndaluz Esp (BD)
      SILBO. — m. Flauta pastoril de adelfa.
    • 1939 Gómez Tello, J. L. Interpretación Manuel Falla Horizonte, 1939 Esp (CDH )
      Cuando se habla de esto se alude sin querer a esa melodía popular; que vais por ahí, por la tierra salmantina, y borda de hilo de silbo y tamboril la tarde del domingo, las mocitas en la plaza y en la plaza el baile rústico y medido como una estrofa de Francis Jammes.
    • 1946 Caro Baroja, J. Pueblos España [1981] II, 66 Esp (CDH )
      Todas ellas se ejecutan al son del txistu , que, como el silbo de los maragatos y otros que se usan en Castilla y en las Baleares, consta tan sólo de tres agujeros, más el de salida (dos en la parte superior y otro en la inferior), con los que se pueden obtener varias escalas.
    • 1946 Caro Baroja, J. Pueblos España [1981] II, 123 Esp (CDH )
      Estas diferencias no impiden que, en general, consideremos al instrumento como de origen muy distinto al del silbo: debemos buscarlo, sin duda, en un ciclo pastoril, como lo revela el material con que está hecho el odre (pelleja de cabrito) y su repartición.
    • 1946 Caro Baroja, J. Pueblos España [1981] Esp (CDH )
      Señalemos ahora que entre los musicales, en Extremadura como en otras zonas pastoriles de España, desde Logroño hasta Andalucía, es de uso muy corriente el rabel, con el que se acompañan los zagales para cantar romances, mientras que el pito o silbo es propio para las danzas.
    • 1951 Alcalá Venceslada, A. VocAndaluz [1980] Esp (NTLLE)
      SILBO. —m. Flauta pastoril de adelfa. "... saco el silbo de adelfa, el de los tres agujeros clásicos, y comenzó una tocata..." (José Nogales, "La corza", Blanco y Negro, núm. 456).
    • 1956 Schz Mazas, R. Vida Pedrito Andía [1995] Esp (CDH )
      Pero seguían las vueltas del aurresku, y entre el silbo y el tamboril yo seguía oyendo la voz del Padre.
    • 1980 Alvar, M. (dir.) ALEANR, III-IV Esp (FG)
      SILBO "chistu" [Na 105]
    • 1982 Schz Llamosas, J. P. Habla Castro (Santander) Esp (NTLLE)
      silvo, silbo (m.) Pito que tocaban en las fiestas y romerías.
    • 1989 Prensa ABC, 08/06/1989 [1989] Esp (CDH )
      El padre jesuita Mateo Aymerich, en su Historia geográfica y natural de Cataluña, llama «la mirla» al mirlo y afirma que de ella dice Plinio, lib. 10, cap. 29, que tiene un negro que tira a rojo, que canta en el estío, que en invierno está balbuciente y cerca del solsticio enmudece, que «quando se ha bañado se compone las plumas y es muy aseada, y de esto viene llamar «amirlados» a los muy aseados y limpios en su vestido. Aprenden los mirlos cualquier tocata enseñándolos con el silvo o con flautín o poniéndolos cerca de otras aves canoras en otra jaula».
    • 2001 Andrés, R. Dicc Instrumentos musicales Esp (BD)
      silbo txistu [| Aerófono, de la familia de la flauta de pico, provisto de tres orificios para la digitación.]
    • 2001 Andrés, R. Dicc Instrumentos musicales p. 450 Esp (BD)
      La aparición de este último instrumento es imprecisa, aunque probablemente surgió a finales del siglo pasado. J. Crivillé i Bargalló (ib.) comenta que en los antiguos archivos municipales de Bilbao se registran cantidades pagadas "a dos tambores y a dos silbos", y se tienen otras noticias anteriores "que nos hablan de estipendios asignados al músico silbote"; con todo, como señala, el término de sil bote hará mención al tañedor de txistu o silbo.
    • 2014 Brule, Á. "Columna de Hierro" [13-12-2014] El Confidencial (Madrid): elconfidencial.com Esp (HD)
      Comportamientos más propios de un kindergarden y el extendido deporte nacional de meter el dedo en el ojo ajeno nos alejan, por el acumulado de pequeños agravios magnificados por nuestro talante apasionado, de puestos honorables en el concierto mundial por disensiones que solo se dan en un patio de corrala. En vez de crear armonías entre txistus y gaitas, silbos y chirigotas, más bien parecemos fatigados concertistas tocando multitud de matasuegras al alimón.
  6. s. m. Instrumento pequeño, de diferentes formas y materiales, que produce un sonido agudo al soplar por él.
    docs. (1607-2018) 7 ejemplos:
    • c1607 Juan Bautista Concepción (Juan García López) Orígenes Descalcez [1997] Esp (CDH )
      que, cuando el cómitre hace seña y toca un silbo para que levanten las velas, es tan grande el ruido que hacen los forzados con la cadena que tienen al pie, que es menester echarse en el suelo hasta que pase; que parece un retrato del infierno.
    • 2018 Fiestras, J. "Cacerolada y pitos" [18-10-2018] El Correo (Bilbao) Esp (HD)
      El programa continuó visitando otras residencias en las que el trato a los ancianos era impecable y recopilando también quejas de otras latitudes. Y el escándalo alcanzó cotas surrealistas en su regreso a Bellavista. Esta vez le esperaban la directora y sus acólitos con silbos y cazuelas armando la marimorena al grito de "¡Chicote, fuera, ya no te queremos más!".
    • c1607 Juan Bautista Concepción (Juan García López) Orígenes Descalcez [1997] Esp (CDH )
      que, cuando el cómitre hace seña y toca un silbo para que levanten las velas, es tan grande el ruido que hacen los forzados con la cadena que tienen al pie, que es menester echarse en el suelo hasta que pase; que parece un retrato del infierno.
    • 1859 Castro, R. Hija mar [2003] Esp (CDH )
      Entonces, dando un silbido con su silbo de plata, tomaron asiento sobre blandos divanes orientales que se habían dispuesto a propósito, y una música suave y melodiosa, rompiendo el silencio de aquella muda soledad, llenó el espacio de armonías incomprensibles que una mano hábil hacía vibrar en un magnífico piano oculto sin duda en el fondo de la cámara.
    • 1940 Zunzunegui, J. A. Chiplichandle [1940] Esp (CDH )

      Quedó el coche como un acordeón, encogido, lleno de ayes. Sonó el silbo de un sereno, y desde el metal de su estatua, don Víctor Chávarri, ladeando su brava cabeza, exclamó:

      — ¡Pero qué bestias!

    • 1961 Goicoechea Romano, C. VocRiojano Esp (NTLLE)
      SILBO. m. Silbato. [Común.] Al mocete le compras un silbo y ya tié bastante.
    • 2002 Cadena Baez, L. H. "Huida" Poemas y cuentos Ec (CORPES)
      —Esa mañana, a los soldados los perdí al empezar la ladera para caer a Cabras. Luego, seguí la ruta que trazaba con su vuelo el gavilán. A las tres semanas de conocer la angustia, la desesperación, el desaliento, llegué a una pampada grande que empezaba arriba, donde salía el sol. Con el filo del poncho se tapó un golpe de estornudo que le salió de adentro como un soplo de flauta. Melchor seguía con la cabeza baja, de espaldas al camino. Hay tierras para todos —siguió tierra para sembríos... Tierras de colores para amasar los tiestos, las ollas, los silbicos...
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      silbo [...] silbato. [| Instrumento pequeño y hueco que se hace de diferentes modos y de diversas materias, y que suena como un silbo o un silbido cuando se sopla en él con fuerza.]
    • 2018 Fiestras, J. "Cacerolada y pitos" [18-10-2018] El Correo (Bilbao) Esp (HD)
      El programa continuó visitando otras residencias en las que el trato a los ancianos era impecable y recopilando también quejas de otras latitudes. Y el escándalo alcanzó cotas surrealistas en su regreso a Bellavista. Esta vez le esperaban la directora y sus acólitos con silbos y cazuelas armando la marimorena al grito de "¡Chicote, fuera, ya no te queremos más!".
  7. s. m. Melodía que se entona con silbidos.
    Sinónimos: silbatina; silbido
    docs. (1626-2001) 5 ejemplos:
    • 1626 Caro, R. Días geniales [1978] Esp (CDH )
      Doncellas y mancebos no casados / que saben, como niños, niñerías, / dulce fruta en tejidos canastillos / llevaban: iba entre ellos con vihuela / sonora un muchachuelo que tañía / resonando las cuerdas dulcemente, / cantando con voz tierna, y le seguían / bailando a compás otros juntamente con / canto y silbo haciendo cabriolas.
    • 1921 Miró, G. SDaniel [1988] Esp (CDH )

      Los buenos hombres rodeaban al médico, le abrazaban, bañándole del sudor de su angustia. Le juraban que jamás el ruin participaría de la amistad de ellos. Lo consintieron a su lado por ser sobrino de quien era, y porque creyeron mejorarle. Todo se lo decían con balbuceos y quejumbres, mientras el bravo silbaba una temblorosa tonadilla de taberna. Se le rompió el silbo, porque la Muerte se le llegaba.

    • 1956 Schz Mazas, R. Vida Pedrito Andía [1995] 176 Esp (CDH )
      ¡Lo bien que silbaba aquel hombre! A nadie le he oído silbar tan bien y tan bonita música de silbo, que la repitió muchas veces.
    • 1989 Landero, L. Juegos [1993] Esp (CDH )

      No necesitó forzar la imaginación para verse convertido en vagabundo, tumbado a la orilla de un río con la panza al sol y una hierba en la boca. Se vio subir en marcha a un tren de carga, hacer lumbre en el campo, asar una morcilla y dormir entre juncos. Se vio llegar del horizonte con un silbo en los labios y un aroma de romero en la oreja. Barruntó el prestigio, la sabia entidad de silbar un bolero a media mañana, mientras medio mundo bregaba en oficinas y talleres. Y por la tarde, cuando otros se desgañitaran en el humazo de las tertulias, él silbaría a la sombra, cojonudo y lunático, o contaría su propio y plural pasado, ya indiferente a los errores, al menguado auditorio de un hortelano y un cabrero.

    • 2001 Jaramillo Valdés, R. Dios no asesino Co (CORPES)
      El conductor esculcó debajo de los tapetes, se ordenó el cuello de la camisa, revisó el medidor de gasolina y le solicitó que utilizara el cinturón de seguridad. Maniobraba con giros suaves. al comienzo, acompañó la limpieza del parabrisas con silbos de tangos, a los que el viajero no puso mucha atención.
  8. s. m. Esp: Merid (Can) Sistema de comunicación que se basa en la emisión de silbidos que reproducen las características de la lengua hablada.
    docs. (1957-2020) 12 ejemplos:
    • 1957 García Jiménez, L "Lenguaje silbado Gomera" [21-12-1957] Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
      [...] así el único elemento provechoso para la "palabra" silbada es la variación del tono. Muchos estudiantes del silbo han abandonado al apreciar este hecho, y como una consecuencia que han atribuido a propiedades y cualidades misteriosas de los silbadores gomeros.
    • 2017 Anónimo (R. R.) "Universo canario silbo" [27-09-2017] Canarias7 (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
      Son tres posturas bien diferenciadas y que se podrían, incluso, asociar a nombres e instituciones. [...] La segunda, la defiende la asociación Yo Silbo, que investiga el lenguaje silbado en otras islas, además de La Gomera, y, la tercera, la que alude a que el silbo es "hablar silbando" y que por tanto no hay que silbar cuatro vocales y cinco consonantes, sino todas las letras.
    • 1957 García Jiménez, L "Lenguaje silbado Gomera" [21-12-1957] Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
      [...] así el único elemento provechoso para la "palabra" silbada es la variación del tono. Muchos estudiantes del silbo han abandonado al apreciar este hecho, y como una consecuencia que han atribuido a propiedades y cualidades misteriosas de los silbadores gomeros.
    • 1975 Urrutia, J. Sistemas comunicación [1975] Esp (CDH )
      No podemos olvidar el silbo, lenguaje silbado de los campesinos de la isla de la Gomera, en Canarias.
    • 1991 Trapero, M. "Lenguaje silbado Hierro" [07-11-1991] La Provincia: Diario de la Mañana (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
      Los primeros cronistas de la Conquista dejaron constancia de aquel fenómeno tan especial atribuyéndolo a una noticia legendaria: la del poblamiento de Canarias por parte de un pueblo de la provincia de Mauritania, a cuyos individuos, sublevados contra el poder de Roma, les cortaron la lengua para no poder jactarse ni referir jamás aquella sublevación, y que metidos en navíos fueron abandonados con algunas cabras y ovejas en las islas. Y de aquella imposibilidad de hablar recurrieron e inventaron el silbo.
    • 1992 Pardellas, J. M. "Silbo colegios La Gomera" [20-01-1992] Diario de Avisos (Santa Cruz de Tenerife) Esp (HD)
      El silbo fue determinante para preservar la tranquilidad de La Gomera. Antes de la conquista por los españoles, numerosas embarcaciones se acercaban a sus costas con la intención de apresar a los "hijos de la isla" y utilizarlos como esclavos.
    • 1999 Alemán, R "Silbo El Quijote" [12-10-1999] La Gaceta de Canarias (San Cristóbal de La Laguna) Esp (HD)
      La inclusión del silbo en el currículo de la Enseñanza Primaria y Secundaria en este curso escolar trae a la actualidad esta práctica secular, que ya se encontraba reducida a pequeños núcleos rurales de La Gomera.
    • 2005 Mazorra, J. "Selva nieblas Atlántico" [01-11-2005] El Mundo (Madrid) Esp (CORPES)
      Los caseríos se hacen más frecuentes y a las ruinas de un antiguo convento de dominicos, suceden multitud de barrios y pueblecitos como Los Telares, donde parece que nada ha cambiado desde que Cristobal Colón se avitualló en esta isla antes de emprender rumbo a América. Tampoco queda lejos aquella Agulo que podría haber visto nacer a la princesa Gara, aunque su fundación oficial se produjera en 1607. Resulta anecdótico el hecho de que por aquí todavía pervive de forma residual la costumbre de comunicarse a través del silbo. Aunque cada día son menos los que practican este insólito lenguaje, mucho más complejo y sofisticado de lo que podría imaginarse.
    • 2011 Díaz Reyes, D. "Lenguaje silbado Canarias" [01-07-2011] Boletín del Archivo Hisstórico Provincial de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
      Los informantes nos contaron que aprendieron el silbo desde niños, que al fin y al cabo es lo lógico. En El Hierro, hasta hace unos 40 años, aprender a silbar era necesario, como lo fue aprender cualquier labor del campo.
    • 2017 Anónimo (R. R.) "Universo canario silbo" [27-09-2017] Canarias7 (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
      Son tres posturas bien diferenciadas y que se podrían, incluso, asociar a nombres e instituciones. [...] La segunda, la defiende la asociación Yo Silbo, que investiga el lenguaje silbado en otras islas, además de La Gomera, y, la tercera, la que alude a que el silbo es "hablar silbando" y que por tanto no hay que silbar cuatro vocales y cinco consonantes, sino todas las letras.
    • 1957 García Jiménez, L "Lenguaje silbado Gomera" [21-12-1957] Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
      [...] así el único elemento provechoso para la "palabra" silbada es la variación del tono. Muchos estudiantes del silbo han abandonado al apreciar este hecho, y como una consecuencia que han atribuido a propiedades y cualidades misteriosas de los silbadores gomeros.
    • 1957 García Jiménez, L "Lenguaje silbado Gomera" [21-12-1957] Diario de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
      Los habitantes aborígenes de las Islas Canarias, llamados los guanches, han desarrollado una forma de silbo en un lenguaje de comunicación en un territorio, entonces espesamente arbolado, ya que el silbo era la única forma de habla que podía transmitirse a alguna distancia.
    • 1975 Urrutia, J. Sistemas comunicación [1975] Esp (CDH )
      No podemos olvidar el silbo, lenguaje silbado de los campesinos de la isla de la Gomera, en Canarias.
    • 1975 Urrutia, J. Sistemas comunicación [1975] 60 Esp (CDH )
      El silbo consigue reproducir los sonidos del español hablado y se utiliza para comunicar a distancia, aunque su mayor uso actual es, lamentablemente, el de servir de diversión a los turistas.
    • 1991 Trapero, M. "Lenguaje silbado Hierro" [07-11-1991] La Provincia: Diario de la Mañana (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
      Los primeros cronistas de la Conquista dejaron constancia de aquel fenómeno tan especial atribuyéndolo a una noticia legendaria: la del poblamiento de Canarias por parte de un pueblo de la provincia de Mauritania, a cuyos individuos, sublevados contra el poder de Roma, les cortaron la lengua para no poder jactarse ni referir jamás aquella sublevación, y que metidos en navíos fueron abandonados con algunas cabras y ovejas en las islas. Y de aquella imposibilidad de hablar recurrieron e inventaron el silbo.
    • 1992 Pardellas, J. M. "Silbo colegios La Gomera" [20-01-1992] Diario de Avisos (Santa Cruz de Tenerife) Esp (HD)
      El silbo fue determinante para preservar la tranquilidad de La Gomera. Antes de la conquista por los españoles, numerosas embarcaciones se acercaban a sus costas con la intención de apresar a los "hijos de la isla" y utilizarlos como esclavos.
    • 1997 Ayala, F. "Silbo escuelas" [15-05-1997] El Día (Santa Cruz de Tenerife) Esp (HD)
      Una vez intenté aprender a silbar, pero me faltaba la vocación y la práctica, porque volvía a Santa Cruz y no tenía con quién entendérmelas. Pero el silbo es un hecho y nadie la duda. Por eso, razón tiene don Pedro Medina cuando quiere que el Parlamento regional apruebe una Ley que garantice la enseñanza del pintoresco y extraño lenguaje.
    • 1999 Alemán, R "Silbo El Quijote" [12-10-1999] La Gaceta de Canarias (San Cristóbal de La Laguna) Esp (HD)
      La inclusión del silbo en el currículo de la Enseñanza Primaria y Secundaria en este curso escolar trae a la actualidad esta práctica secular, que ya se encontraba reducida a pequeños núcleos rurales de La Gomera.
    • 2005 Mazorra, J. "Selva nieblas Atlántico" [01-11-2005] El Mundo (Madrid) Esp (CORPES)
      Los caseríos se hacen más frecuentes y a las ruinas de un antiguo convento de dominicos, suceden multitud de barrios y pueblecitos como Los Telares, donde parece que nada ha cambiado desde que Cristobal Colón se avitualló en esta isla antes de emprender rumbo a América. Tampoco queda lejos aquella Agulo que podría haber visto nacer a la princesa Gara, aunque su fundación oficial se produjera en 1607. Resulta anecdótico el hecho de que por aquí todavía pervive de forma residual la costumbre de comunicarse a través del silbo. Aunque cada día son menos los que practican este insólito lenguaje, mucho más complejo y sofisticado de lo que podría imaginarse.
    • 2011 Díaz Reyes, D. "Lenguaje silbado Canarias" [01-07-2011] Boletín del Archivo Hisstórico Provincial de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
      Los informantes nos contaron que aprendieron el silbo desde niños, que al fin y al cabo es lo lógico. En El Hierro, hasta hace unos 40 años, aprender a silbar era necesario, como lo fue aprender cualquier labor del campo.
    • 2012 Schz Ron, J. M. Pequeña historia de las telecomunicaciones Esp (CORPES)
      Se han hallado evidencias, por ejemplo, de que los hebreos se comunicaban a través de silbidos hacia el siglo XV a. C, y en la isla canaria de La Gomera aún quedan restos de este procedimiento de comunicación, el silbo, que data de al menos el siglo XV y que los isleños utilizaban para comunicarse salvando los profundos barrancos que existen allí.
    • 2017 Anónimo (R. R.) "Universo canario silbo" [27-09-2017] Canarias7 (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
      Son tres posturas bien diferenciadas y que se podrían, incluso, asociar a nombres e instituciones. [...] La segunda, la defiende la asociación Yo Silbo, que investiga el lenguaje silbado en otras islas, además de La Gomera, y, la tercera, la que alude a que el silbo es "hablar silbando" y que por tanto no hay que silbar cuatro vocales y cinco consonantes, sino todas las letras.
    1. s. En ocasiones, con los complementos de La Gomera y de El Hierro o los modificadores o gomero o herreño.
      docs. (1991-2020) 10 ejemplos:
      • 1991 Trapero, M. "Lenguaje silbado Hierro" [07-11-1991] La Provincia: Diario de la Mañana (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
        Siempre se ha tenido —y con razón— al silbo gomero como una de las manifestaciones más extraordinarias de la cultura de los aborígenes canarios. Para algunos, sin duda, la más extraordinaria de los antiguos isleños.
      • 2020 Europa Press "La Gomera homenajea silbo" [21-05-2020] Diario de Avisos (Santa Cruz de Tenerife) Esp (HD)
        El silbador Eugenio Darias explicó en declaraciones a Europa Press que se trata de hacer “un gran homenaje con este silbo de La Gomera” a todos los que han trabajado cuando el resto estaba confinado.
      • 1991 Trapero, M. "Lenguaje silbado Hierro" [07-11-1991] La Provincia: Diario de la Mañana (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
        Siempre se ha tenido —y con razón— al silbo gomero como una de las manifestaciones más extraordinarias de la cultura de los aborígenes canarios. Para algunos, sin duda, la más extraordinaria de los antiguos isleños.
      • 1996 Arjona, R. España punta a punta [1996] Esp (CDH )
        La Gomera es, además, la isla canaria que mejor conserva sus viejas costumbres, bien ejemplificadas por el mantenimiento del silbo gomero, un original y eficaz medio de comunicación a través del accidentado relieve.
      • 1997 Ayala, F. "Silbo escuelas" [15-05-1997] El Día (Santa Cruz de Tenerife) Esp (HD)
        Esto de la enseñanza del silbo gomero en las escuelas de la Isla Colombina y Silbadora —brindo el invento a un cantautor— trae a mal traer a los maestros, en especial a los peninsulares y a los de otras islas donde no se silba.
      • 2004 Gutiérrez, D "Silbo gomero Patrimonio Humanidad" [01-03-2004] El Pajar: Cuaderno de Etnografía Canaria (La Orotava) Esp (HD)
        La Dirección General de Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias está impulsando el expediente para la Declaración por la UNESCO del silbo gomero como "Obra Maestra del Patrimonio Inmaterial y Oral de La Humanidad". El proceso es largo y conlleva una serie de acciones para la revalorización, conservación y promoción del evento que se propone.
      • 2011 Díaz Reyes, D. "Lenguaje silbado Canarias" [01-07-2011] Boletín del Archivo Hisstórico Provincial de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
        Estas características, unidas a otras consideraciones generales que a continuación incluimos, nos revelan que el silbo herreño es similar al silbo gomero en su estructura fonológica, pero posee unos pocos rasgos diferenciados, irrelevantes para la comunicación, que lo identifican claramente.
      • 2020 Europa Press "La Gomera homenajea silbo" [21-05-2020] Diario de Avisos (Santa Cruz de Tenerife) Esp (HD)
        El silbador Eugenio Darias explicó en declaraciones a Europa Press que se trata de hacer “un gran homenaje con este silbo de La Gomera” a todos los que han trabajado cuando el resto estaba confinado.
      • 1991 Trapero, M. "Lenguaje silbado Hierro" [07-11-1991] La Provincia: Diario de la Mañana (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
        Siempre se ha tenido —y con razón— al silbo gomero como una de las manifestaciones más extraordinarias de la cultura de los aborígenes canarios. Para algunos, sin duda, la más extraordinaria de los antiguos isleños.
      • 1996 Arjona, R. España punta a punta [1996] Esp (CDH )
        La Gomera es, además, la isla canaria que mejor conserva sus viejas costumbres, bien ejemplificadas por el mantenimiento del silbo gomero, un original y eficaz medio de comunicación a través del accidentado relieve.
      • 1997 Ayala, F. "Silbo escuelas" [15-05-1997] El Día (Santa Cruz de Tenerife) Esp (HD)
        Esto de la enseñanza del silbo gomero en las escuelas de la Isla Colombina y Silbadora —brindo el invento a un cantautor— trae a mal traer a los maestros, en especial a los peninsulares y a los de otras islas donde no se silba.
      • 2001 Criado, A. Ruido miradas Esp (CORPES)
        Estoy hasta los mismísimos. Necesito ver a alguien, comunicarme aunque sea en silbo gomero, saber que no estoy solo en este mundo, que me mimen, que me alimenten, que me la chupen eventualmente, fíjate, hasta a eso estoy dispuesto, que yo soy así de magnánimo. Esta tarde apagué el ordenador y me eché al verde, asomado en plan portera a la ventana del patio. Necesitaba ver, oler, oír a la gente, meterme por las rendijas, comprobar que la vida sigue incambiada.
      • 2004 Gutiérrez, D "Silbo gomero Patrimonio Humanidad" [01-03-2004] El Pajar: Cuaderno de Etnografía Canaria (La Orotava) Esp (HD)
        La Dirección General de Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias está impulsando el expediente para la Declaración por la UNESCO del silbo gomero como "Obra Maestra del Patrimonio Inmaterial y Oral de La Humanidad". El proceso es largo y conlleva una serie de acciones para la revalorización, conservación y promoción del evento que se propone.
      • 2011 Díaz Reyes, D. "Lenguaje silbado Canarias" [01-07-2011] Boletín del Archivo Hisstórico Provincial de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
        Estas características, unidas a otras consideraciones generales que a continuación incluimos, nos revelan que el silbo herreño es similar al silbo gomero en su estructura fonológica, pero posee unos pocos rasgos diferenciados, irrelevantes para la comunicación, que lo identifican claramente.
      • 2011 Díaz Reyes, D. "Lenguaje silbado Canarias" [01-07-2011] Boletín del Archivo Hisstórico Provincial de Las Palmas (Las Palmas de Gran Canaria) Esp (HD)
        La diferencia entre ambos silbos puede compararse a la que existe entre los estilos de hablar el castellano en El Hierro y en La Gomera. Podemos concluir con certeza que el silbo gomero y el silbo herreño son dos dialectos de un mismo lenguaje.
      • 2019 Lorenzo, M. J. "Simplemente herreño" [26-02-2019] El Día (Santa Cruz de Tenerife) Esp (HD)
        Como reafirmación de lo que someramente hemos expuesto, los días 13 y 15 de abril de 2018 se celebraron en El Hierro las Primeras Jornadas de Silbo Herreño. Y algunas semanas después, 25 de mayo, tuvo lugar, en la Facultad de Educación de la Universidad de La Laguna, una mesa redonda sobre silbo herreño [...] y de Investigación YO SILBO.
      • 2020 Anónimo "Silbo de El Hierro" [12-02-2020] El Día (Santa Cruz de Tenerife) Esp (HD)
        El portavoz del Grupo Parlamentario de la Agrupación Socialista Gomera (ASG), Casimiro Curbelo, pidió ayer al Gobierno de Canarias sacar al silbo del debate político y llevarlo a las universidades y comités científicos. "No existe el silbo de El Hierro, lo que existe es silbo gomero que se imparte en El Hierro", indicó en el debate de la Cámara regional. Las declaraciones de Curbelo se refieren a la intención de las instituciones de El Hierro de nombrar Bien de Interés Cultural (BIC) el silbo de la Isla del Meridiano, que en La Gomera se entiende que no existe sino que deriva del suyo, que ya fue declarado Patrimonio de la Humanidad.
      • 2020 Europa Press "La Gomera homenajea silbo" [21-05-2020] Diario de Avisos (Santa Cruz de Tenerife) Esp (HD)
        El silbador Eugenio Darias explicó en declaraciones a Europa Press que se trata de hacer “un gran homenaje con este silbo de La Gomera” a todos los que han trabajado cuando el resto estaba confinado.
  9. s. m. Instrumento musical de viento de forma trapezoidal consistente en una tablilla de pequeño grosor o en una serie de tubos de diferente longitud que se emplea como reclamo en algunos oficios itinerantes y que produce el efecto de una escala al tocarlo.
    docs. (2019) Ejemplo:
    • 2019 Gurpegui, M. G. "Gaviota plaza Gipuzkoa" [23-09-2019] Diario Vasco (San Sebastián) Esp (HD)
      Las notas del silbo del afilador tienen encanto especial. Son melancólicas, suaves, se dejan oír en las calles para que no reparen en ellas más que aquellas personas que necesiten afilar sus cuchillos, tijeras y navajas. Pero esas notas llevan sentimiento y nostalgia del lar.
  10. Acepción lexicográfica
  11. s. m. Cu "Espacio corto, ya sea de tiempo, ya sea camino" (Mtz Moles, VocEspirituano-1928).
    docs. (1928) Ejemplo:
    • 1928 Mtz Moles, M. VocEspirituano Cu (FG)
      Silbo. m. Espacio corto, ya sea de tiempo, ya sea camino; y por eso se dice: "voy en un silbo", es decir, en un momento. "Está de aquí un silbo".
  12. Acepción lexicográfica
  13. s. m. Esp: Occ "Boca estrecha de la parte inferior del cubo o canal del molino por donde sale el agua que mueve el rodezno" (Neira Mtz / Piñeiro, DiccBables-1989).
    docs. (1989) Ejemplo:
    • 1989 Neira Mtz, J. / Piñeiro, M. R. DiccBables Esp (NTLLE)
      SILBO. m. Oc: xiblu, -o [...]: boca estrecha de la parte inferior del cubo o canal del molino por donde sale el agua que mueve el rodezno (RC.).
  14. Acepción lexicográfica
  15. s. m. Esp: Occ "Pieza de molino que termina en un canal estrecho de modo que el agua del molino baje por él a gran presión y mueva el rodezno" (Neira Mtz / Piñeiro, DiccBables-1989).
    docs. (1989) Ejemplo:
    • 1989 Neira Mtz, J. / Piñeiro, M. R. DiccBables Esp (NTLLE)
      SILBO. m. Oc: xiblu, -o [...]: pieza de molino que termina en un canal estrecho de modo que el agua del molino baje por él a gran presión y mueva el rodezno (Tev.).
  16. Acepción lexicográfica
  17. s. m. Pe "Entre brujos, canción usada en sus ceremonias" (Álvz Vita, DiccPeruanismos-1990).
    docs. (1990) Ejemplo:
    • 1990 Álvz Vita, J. DiccPeruanismos Pe (NTLLE)
      silbo Perú. Entre brujos, canción usada en sus ceremonias. // Tarjo.

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