10.ª Entrega (marzo de 2021)
Versión del 31/03/2021
Equipo Real Academia Española
Familia Ver familia de palabras
tuberculoso, a adj., s. (1846-)
tuberculoso
Etim. Probable calco del adjetivo alemán tuberkulös.

 

Se documenta por primera vez, con la acepción 'perteneciente o relativo a la tuberculosis', en 1846, en la traducción del Tratado completo de enfermedades de niños por A. Schnitzer y B. Wolff [...] Tomo tercero que realiza S. Palacios y Villalba. En esa misma obra, se atestigua la voz tuberculoso, a como 'persona que tiene tuberculosis' y como '[persona] que tiene tuberculosis'.

Por otra parte, en el repertorio lexicográfico El habla popular cubana de hoy de Santiesteban se consigna la acepción 'persona principal, jefe', donde el autor explica lo siguiente: "Es interesante el hecho de que esta voz, a primera vista desconcertante, naciera de un gesto: golpear con los dedos índice y mayor sobre un hombro, lo cual podría indicar tanto los pulmones como los grados".

 

 

  1. adj. [Persona] Que tiene tuberculosis.
    docs. (1846-2020) 157 ejemplos:
    • 1846 Palacios Villalba, S. Trad Tratado enfermedades niños, Schnitzer Wolff, III p. 104 Esp (BD)
      La salud de la madre sigue influyendo en el niño durante la lactancia, y aunque no sabemos si la leche de la madre tuberculosa perjudica directamente á la cria, tampoco estamos convencidos de lo contrario. De todos modos, es probable que una madre enferma no tenga leche buena y nutritiva, y por consiguiente será siempre mas acertado buscar al niño una nodriza sana y robusta.
    • 2020 Calabuig, E. "1793" [13-03-2020] El Cultural (Madrid) Esp (CORPES)
      El punto de fuerza del que arranca la novela es un crimen terrible y la subsiguiente investigación, tras el hallazgo del cuerpo de un hombre, brutalmente mutilado, en un lago de la capital. Hace poco que ha fallecido el rey Gustavo III y por todas partes hay conspiraciones, oscuridades “tiempos aciagos”. Mickel Cardell (veterano de la absurda guerra contra Rusia, donde pierde un brazo) es quien ha encontrado el cadáver, y Cecil Winge, abogado tuberculoso, gravemente enfermo pese a no tener ni treinta años, acomete, in extremis, la investigación. Ambos representan la integridad y la búsqueda de la verdad en medio de ese mundo peligroso y convulso.
    • 1846 Palacios Villalba, S. Trad Tratado enfermedades niños, Schnitzer Wolff, III p. 104 Esp (BD)
      La salud de la madre sigue influyendo en el niño durante la lactancia, y aunque no sabemos si la leche de la madre tuberculosa perjudica directamente á la cria, tampoco estamos convencidos de lo contrario. De todos modos, es probable que una madre enferma no tenga leche buena y nutritiva, y por consiguiente será siempre mas acertado buscar al niño una nodriza sana y robusta.
    • 1848 Trelles, P. "Oftalmias" [20-03-1848] Gaceta Médica (Madrid) Esp (HD)
      Para un observador atento esta no es cuestión: cualquiera puede ver sin dificultad que un enfermo antes que tuberculoso puede ser escrofuloso mucho tiempo, y por consiguiente lo mas que acerca de esto puede decirse de las afecciones escrofulosas es que son tuberculíferas, esto es, que en su curso y desarrollo dan origen á la tuberculización; pero las dos cosas son estados patológicos distintos.
    • 1876 Martín Pedro, E. Manual patología [1876] 471 Esp (CDH )
      [...] pero los últimos datos estadísticos han desmentido esta apreciacion, puesto que á cada paso observamos individuos tuberculosos en puntos donde existen continuamente pantanos, y muchas veces estos provocan el desenvolvimiento de aquella.
    • 1903 Bobadilla, E. Fuego [2003] Cu (CDH )
      Al abrir el alcaide una de aquellas mazmorras, se incorporó un mulato, tuberculoso, en cueros vivos, que yacía en el suelo, aherrojado.
    • 1923 Giménez Caballero, E. Notas marruecas soldado [1923] 207 Esp (CDH )
      (¡El color de las moras tapadas! ¡caras tumefactas, verdosas, podridas, descompuestas! ¡Y que salgan de esas mujeres tuberculosas estos tíos tan bestias, tan ágiles y duros!) Yo he indagado mucho buscando tipos femeninos de las «Mil y una noches» tan sobadas y tan citadas por los que han estado aquí en Marruecos de paso.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En este sentido es muy difícil diferenciar el estado linfático del estado escrofuloso, que es un estado linfático especial en niños de familias tuberculosas, con expresión típica de la cara, por la hiperplasia de los labios y nariz; con frecuentes lesiones, fácilmente infectadas de las mucosas de estos orificios; con tendencia a conjuntivitis crónica y a otras lesiones oculares (queratitis, etc.) y, finalmente, con coexistencia de otras lesiones viscerales tuberculosas, de marcha generalmente tórpida, pero susceptible de las agravaciones más importantes, como la difusión o la meningitis.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Su presencia, al igual que la febrícula, en un enfermo tuberculoso en el que sus lesiones pulmonares están inactivas, y más si no existe concomitantemente tuberculosis laríngea, debe hacer pensar en localización intestinal, aunque ésta no manifieste síntomas clínicos, obligando al estudio radiográfico detenido del intestino.
    • 1997 Cibeira, J. B. Bioética [1997] 56 Ar (CDH )
      Desde 1901 hasta 1930, las Obras Sociales Voluntarias se agrupan con el fin de organizar instituciones destinadas a paliar las necesidades de los pacientes tuberculosos, leprosos y no videntes.
    • 2001 Mendizábal, J. R. Cartas credenciales Gu (CORPES)
      —Qué bueno que me preguntó— dijo el sujeto, y agregó —: A su marido se lo llevaron hace tres días, estaba muy grave, creo que tuberculoso; vino una ambulancia y se lo llevaron al hospital. ¿Por qué no va y pregunta qué pasó o en qué sala lo tienen? A lo mejor puede hacer algo.
    • 2010 Iparraguirre, S. Orfandad Ar (CORPES)
      —Qué lindo cantás, Adela, seguilo un poquito más. —No, a ver si lo despierto a papá. Qué vas a comparar, Corsini para mí suena como si, no sé, como si cantara un tuberculoso. ¿Y qué contaba Lucrecia de lo de Ferrari? Me lo perdí por calentar el agua. —Dice que cuando cuidaba a doña Quinota, el ácrata fue a entregar la mesa del comedor y que con Ferrari tuvieron un cambio de palabras, que hasta doña Quinota que es sorda como un tapia se dio cuenta de que algo estaba pasando.
    • 2020 Calabuig, E. "1793" [13-03-2020] El Cultural (Madrid) Esp (CORPES)
      El punto de fuerza del que arranca la novela es un crimen terrible y la subsiguiente investigación, tras el hallazgo del cuerpo de un hombre, brutalmente mutilado, en un lago de la capital. Hace poco que ha fallecido el rey Gustavo III y por todas partes hay conspiraciones, oscuridades “tiempos aciagos”. Mickel Cardell (veterano de la absurda guerra contra Rusia, donde pierde un brazo) es quien ha encontrado el cadáver, y Cecil Winge, abogado tuberculoso, gravemente enfermo pese a no tener ni treinta años, acomete, in extremis, la investigación. Ambos representan la integridad y la búsqueda de la verdad en medio de ese mundo peligroso y convulso.
    • 1846 Palacios Villalba, S. Trad Tratado enfermedades niños, Schnitzer Wolff, III p. 104 Esp (BD)
      La salud de la madre sigue influyendo en el niño durante la lactancia, y aunque no sabemos si la leche de la madre tuberculosa perjudica directamente á la cria, tampoco estamos convencidos de lo contrario. De todos modos, es probable que una madre enferma no tenga leche buena y nutritiva, y por consiguiente será siempre mas acertado buscar al niño una nodriza sana y robusta.
    • 1848 Trelles, P. "Oftalmias" [20-03-1848] Gaceta Médica (Madrid) Esp (HD)
      Para un observador atento esta no es cuestión: cualquiera puede ver sin dificultad que un enfermo antes que tuberculoso puede ser escrofuloso mucho tiempo, y por consiguiente lo mas que acerca de esto puede decirse de las afecciones escrofulosas es que son tuberculíferas, esto es, que en su curso y desarrollo dan origen á la tuberculización; pero las dos cosas son estados patológicos distintos.
    • 1876 Martín Pedro, E. Manual patología [1876] 471 Esp (CDH )
      [...] pero los últimos datos estadísticos han desmentido esta apreciacion, puesto que á cada paso observamos individuos tuberculosos en puntos donde existen continuamente pantanos, y muchas veces estos provocan el desenvolvimiento de aquella.
    • 1903 Bobadilla, E. Fuego [2003] Cu (CDH )
      Al abrir el alcaide una de aquellas mazmorras, se incorporó un mulato, tuberculoso, en cueros vivos, que yacía en el suelo, aherrojado.
    • 1905 Unamuno, M. A Eduardo Marquina Epistolario inédito Esp (CDH )
      Veo cierta hermandad espiritual entre usted y él, sólo que él es triste, como que el pobre está tuberculoso.
    • 1911 Baroja, P. Árbol ciencia [1996] Esp (CDH )
      La idea de que el niño estuviera tuberculoso le hizo temblar a Andrés.
    • 1911 Baroja, P. Árbol ciencia [1996] Esp (CDH )
      Si el chico estaba realmente tuberculoso, no había salvación.
    • 1911 Baroja, P. Árbol ciencia [1996] Esp (CDH )
      Para mí el criterio es éste: se tienen hijos sanos a quienes se les da un hogar, protección, educación, cuidados..., podemos otorgar la absolución a los padres; se tienen hijos enfermos, tuberculosos, sifilíticos, neurasténicos, consideramos criminales a los padres.
    • 1912 Albasanz Echevarría, S. Organoterapia y Opoterapia [1912] Esp (CDH )
      Charrin y Chasserant han publicado los ensayos hechos por ellos por medio de la médula ósea sobre dos enfermos, la una anémica y tuberculosa sin resultado alguno, la otra anémica á consecuencia de metrorragias, en la que consiguieron mejoría traducida por el aumento en el número de hematíes y en la cantidad de hemoglobina.
    • 1912 Albasanz Echevarría, S. Organoterapia y Opoterapia [1912] Esp (CDH )
      Conocidas son, en efecto, las deformaciones de los dedos en sujetos portadores de afecciones, crónicas de las vías respiratorias, tuberculosos, catarrosos con enfisema, cardiacos, sobre todo los de enfermedad azul por estenosis congénita de arteria pulmonar, pero donde se presentan de un modo más claro hasta constituir para algunos un tipo morboso, es en la osteoartropatía hipertrofiante pneúmica consecutiva á supuraciones prolongadas de la pleura y del pulmón.
    • 1912 Albasanz Echevarría, S. Organoterapia y Opoterapia [1912] Esp (CDH )
      Estudiando después la acción de los extractos en los animales hechos tuberculosos por inyección de cultivos puros de bacilos de Koch y de esputos de tuberculoso, bajo la piel; inyección de cultivos puros en el pulmón y de cultivos puros en animales tratados preventivamente por jugo pulmonar, deduce Brunet que si su acción no impide la tuberculización del cobayo y la muerte, esto, sin embargo, sobreviene meses más tarde que en los animales que sirven de testigos, es decir, que reciben inyección de cultivos pero no de jugo pulmonar.
    • 1923 Giménez Caballero, E. Notas marruecas soldado [1923] 207 Esp (CDH )
      (¡El color de las moras tapadas! ¡caras tumefactas, verdosas, podridas, descompuestas! ¡Y que salgan de esas mujeres tuberculosas estos tíos tan bestias, tan ágiles y duros!) Yo he indagado mucho buscando tipos femeninos de las «Mil y una noches» tan sobadas y tan citadas por los que han estado aquí en Marruecos de paso.
    • 1926 Glz Fragoso, R. Talofitas [1926] Esp (CDH )
      No es sin embargo muy recomendable el uso de las carnes de animales tuberculosos, y es mucho mejor utilizar la de reses sanas, y aún las de caballo que nunca padece esta enfermedad.
    • 1927 Asturias, M. Á. Piedras enfermas París 1924-1933 Gu (CDH )
      Entretanto, el médico, cumpliendo con sus obligaciones para con la humanidad, llamará la atención de los hombres de ciencia y de dinero para contrarrestar esa corriente de simpatía que lleva a todos hacia la defensa de las estatuas, en un lamentable olvido de los pulmones de los habitantes, niños, ancianos y mujeres que deben estar tuberculosos, sin duda, o en vías...
    • 1928 Asturias, M. Á. Navidad Periodismo creación literaria Gu (CDH )

      Por ella que no esperó, otras esperaron, cada una se fue acompañada y sólo marchóse el de la muerta con la muerte pintada en la cara. Ya también estaba tuberculoso.

      En toda la noche no cesará el ruido de copas y botellas. ¡Vino blanco! ¡Vino tinto!

    • 1929 Espina, A. Luna copas [1929] 133 Esp (CDH )
      El vicerrostro de un escritor suele encontrarse (a menudo) en la cara lívida de ese escribiente tuberculoso que nunca falta en las oficinas de la curia.
    • 1929 Glz Anaya, S. Oración tarde [1944] Esp (CDH )
      Otros, los menos, recalcitran devotos de Baco y de Venus y se mueren tuberculosos.
    • 1919-1929 Marañón, G. Ensayos vida sexual [1990] Esp (CDH )
      Si alguna vez se recomienda a un tuberculoso que no se case, es únicamente ante el temor de que su mujer se contagie o de que se agrave su tisis; menos veces, pensando que el hijo pueda ser tuberculoso sin merecerlo.
    • 1929 Mejía Nieto, A. Relatos nativos [1929] Ho (CDH )
      Sin embargo, todo eso es motivado por causa fatal...¡No te lo quisiera decir!.. ¿pero a qué callar? Rosario está «tuberculosa.» Su color pálido, sus pensamientos trágicos... todo, todo comprueba lo que yo te digo.
    • 1929 Anónimo 59 centenario de la epopeya de Juan de Arco El diario Py (CDH )
      Una parte de los productos de la boletería se destinará a cooperar en la obra en favor de las niñas tuberculosas.
    • 1931 Jardiel Poncela, E. Once mil vírgenes [1996] Esp (CDH )
      « Querido Ramón: He conocido 37.088 mujeres. / » Entre estas mujeres he encontrado gran numero de solteras, casadas, viudas, divorciadas, separadas del marido, intelectuales, pueblerinas, salvajes, grandes damas, modistas, horizontales, bailarinas, actrices, ecuyères, propietarias, maestras, discípulas, domadoras, aristócratas, empleadas, millonarias, vendedoras de décimos, escritoras, pintoras, escultoras, cristianas, budistas, rubias, morenas, castañas, espiritistas, lampiñas, velludas, tuberculosas, altas, bajas, medianas, protestantes, materialistas, teósofas, miopes, viriloides, lésbicas, huérfanas, mecanógrafas...
    • 1932 Azuela, M. Luciérnaga [1991] Mx (CDH )
      — Yo estuve tuberculoso —dice don Chole, carraspeando fuerte, para limpiarse la voz—, escupí sangre muchas veces y el doctor Torres Borrego me dejó bueno.
    • 1932 Vivero, A. Sindicalista en acción [1979] Esp (CDH )
      ¡Un idealista, capaz de jugarse la cabeza! ¡Un conspirador! ¡Lo que se dice un hombre! ¡Alguien distinto a los polluelos tuberculosos que no sirven más que para los bailes, o para discutir de modas, o para entenderse con las queridas que costean los maridos como papá! ¡Pepín vale por todos juntos! Entérate y en cuanto yo pueda, iré a verle, queráis o no queráis.
    • c1933 Jiménez, A. Infamias [1979] Esp (CDH )
      Si la enseñáis que de ello surgen criminales, tuberculosos y haraganes, os dice que no lo olvida, y si insistís en enseñarle que ese puñado de dolor se convierte en inmenso ejército de desheredados, insiste ella en contestar siempre que es asunto grave, que le preocupa, y cuando de solucionarle prácticamente se trata, abre las puertas de manicomios, hospitales y cárceles, y dice:
    • 1935 Gallegos, R. Canaima [1935] Ve (CDH )
      — Puede que esté tuberculoso, como dicen; * pero su enfermedad más grave, su enfermedad incurable, tiene otro nombre.
    • 1939 Anónimo Trad HPuerto Rico Miller [1939] PR (CDH )
      La Sociedad para la Prevención de la Tuberculosis en los Niños, bajo la presidencia del doctor E. Martínez Rivera, sostiene un hospital para niños tuberculosos en Guaynabo.
    • 1942 García Velloso, E. Memorias hombre teatro [1994] Ar (CDH )
      Un golfillo tuberculoso se acerca a nosotros pregonando entre toses el "ABC", "El Imparcial", "El Liberal", "El País" y "La Corres..."
    • 1942 Guillén, J. Carta 293 Correspondencia (1923-1951) Esp (CDH )
      ¡Ah! ¿Sabes que J.R.J. se ha trasladado a Washington como speaker de radio? No sé a qué horas habla, ¡entérate y dímelo! Otra noticia, y ésta, en serio: he leído en los Cuadernos Americanos que el pobre Miguel Hernández murió el 28 de marzo en la cárcel, tuberculoso.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En este sentido es muy difícil diferenciar el estado linfático del estado escrofuloso, que es un estado linfático especial en niños de familias tuberculosas, con expresión típica de la cara, por la hiperplasia de los labios y nariz; con frecuentes lesiones, fácilmente infectadas de las mucosas de estos orificios; con tendencia a conjuntivitis crónica y a otras lesiones oculares (queratitis, etc.) y, finalmente, con coexistencia de otras lesiones viscerales tuberculosas, de marcha generalmente tórpida, pero susceptible de las agravaciones más importantes, como la difusión o la meningitis.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Se presentan en los jóvenes y niños con tuberculosis precoces, o pertenecientes a familias tuberculosas, aunque ellos no lo sean.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Es éste un fenómeno que se observa en todo estado febril, por ejemplo, en las mujeres tuberculosas, el 30 por 100 o más de las cuales ven aumentar su fiebre en los días que preceden al período, se quiso dar a este dato valor diagnóstico en el sentido tuberculoso; pero toda fiebre, aun no siendo tuberculosa, puede exacerbarse en esos días, y hay bastantes mujeres —las que presentan un intenso síndrome de tensión premenstrual (véase página 860)— en las que hay hipertermia premenstrual y no en el resto del mes, con o sin coexistencia de factores infecciosos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Tal ocurre en convalecientes o en los antiguos tuberculosos sobrealimentados.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      1. Ulcera de decúbito, en urémicos crónicos, septicémicos, tifoideos, tuberculosos graves, etc. Su pronóstico es muy grave.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      2. Las pleuresías quiliformes o lechosas, por presencia de numerosos glóbulos de grasa o por cuerpos albuminoideos, pueden aparecer en sujetos cancerosos o tuberculosos o portadores de lesiones parasitarias, o sin causa explicable.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Otras veces, en sujetos débiles, mas no tuberculosos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 955 Esp (CDH )
      Una reacción tuberculínica en un sujeto sano o la vacunación con la B. C. G. (Calmette) pueden bastar para crear el estado de alergia en sujetos no tuberculosos.
    • 1947 El Caballero Audaz (J. M. Carretero) LToreros [1998] Esp (CDH )
      Como hace un calor enorme, se halla casi completamente desnudo; únicamente una trusa o «taparrabos» lleva su cuerpo, y entonces puedo darme cuenta de que no es un hombre endeble y medio tuberculoso, como dice la gente.
    • 1948 Gmz Serna, R. Automoribundia [1948] Esp (CDH )
      Sólo me sacó de aquel marasmo el que descubrí en el hotel que viajeros tuberculosos lo tenían tomado como turno de vida o muerte en el último plazo.
    • 1944-1949 Baroja, P. Última vuelta [1978] Esp (CDH )
      Carlos Soler, amigo e imitador de Manuel Bueno, a quien admiraba, y que se mostraba muy cínico; el jorobado Adolfo Luna, que escribió después en Heraldo de Madrid; Ramiro de Maeztu, que hacía extravagancias, como comerse a veces la hoja de un periódico, y un desventurado que se llamaba Pineda, el cual, a fuerza de desdichas, se había vuelto un cínico completo, y estaba tuberculoso y escupía donde más molestaba a sus compañeros, temerosos del contagio, con lo cual se vengaba de su triste destino.
    • 1944-1949 Baroja, P. Última vuelta [1978] Esp (CDH )
      Julio César, homosexual; el canciller Bacon, chanchullero; Pope, débil y jorobado; Spinoza, tuberculoso; lord Byron, cojo; Shelley, medio tísico; Edgar Poe, borracho; Dostoyevski, epiléptico; Kant, encanijado; Nietzsche, loco; Leopardi, jorobado y tísico; Larra, suicida.
    • 1944-1949 Baroja, P. Última vuelta [1978] Esp (CDH )
      Leopardi es un aristócrata, es conde, es un gran poeta; pero, al mismo tiempo, pobre, jorobado y tuberculoso.
    • 1944-1949 Baroja, P. Última vuelta [1978] Esp (CDH )
      Kafka debía de ser un judío enfermo, tuberculoso, exaltado: un visionario.
    • 1944-1949 Baroja, P. Última vuelta [1978] Esp (CDH )
      De los de Pío, Ricardo Baroja murió soltero, probablemente tuberculoso; María tuvo dos hijos y murió loca.
    • 1944-1949 Baroja, P. Última vuelta [1978] Esp (CDH )
      Mi padre tuvo cinco hijos: uno murió en la infancia; el otro, Darío, tuberculoso.
    • 1944-1949 Baroja, P. Última vuelta [1978] Esp (CDH )
      El nuevo estaba en un cuartucho oscuro y estrecho en el que hacía de maestro un hombre triste y tuberculoso.
    • 1944-1949 Baroja, P. Última vuelta [1978] Esp (CDH )
      Después, este hombre quedó tuberculoso, y la hermana y el marido de ésta, en vez de tenerlo en casa y de cuidarlo, quisieron deshacerse de él y llevarlo a la Misericordia.
    • 1944-1949 Baroja, P. Última vuelta [1978] Esp (CDH )
      Otra cosa que tal vez hubiera podido arreglar los pleitos dinásticos habría sido la unión de estos dos personajes; con ello, todas las ramas de la tradición habrían quedado satisfechas, y tal vez ahora con un rey auténtico o, por lo menos, con uno lo más parecido a los de la baraja. / También me ha hablado de don Salvador una muchacha tuberculosa de uno de los pabellones.
    • 1950 Asturias, M. Á. Carta Cartas de amor Gu (CDH )
      Y claro, mi Dicente vió perfectamente bien: es un tipo enfermizo, tuberculoso en apariencia, con la voz amariconada, lleno de exageraciones de protocolo, muy cortés, muy educado para edecán y, por lo demás como dice nuestro gran poeta Pepe Batres, bellicimo sujeto.
    • 1950 Pablo Neruda Canto general [1981] 150 Ch (CDH )
      / En México produjeron pulque / para él, en Chile / vino litriado de color violeta, / lo envenenaron, le rasparon / el alma pedacito a pedacito, / le negaron el libro y la luz, / hasta que fue cayendo en polvo, / hundido en el desván tuberculoso, / y entonces no tuvo entierro / litúrgico: su ceremonia / fue meterlo desnudo entre otras / carroñas que no tienen nombre.
    • 1950 RAE DMILE 2.ª ed. (NTLLE)
      TUBERCULOSO, SA. adj. [...] Que padece tuberculosis. Ú. t. c. s.
    • 1951 Barea, A. Forja rebelde [1958] Esp (CDH )
      El caballo tuberculoso era una criatura espléndida, de patas finas, a través de cuya piel corrían estremecimientos nerviosos.
    • 1951 Barea, A. Forja rebelde [1958] Esp (CDH )
      — Pero nadie paga mil quinientas pesetas por un caballo tuberculoso.
    • 1951 Barea, A. Forja rebelde [1958] Esp (CDH )
      El caballo tuberculoso está ahí en la cuadra y se morirá un día u otro, como decía.
    • 1951 Barea, A. Forja rebelde [1958] Esp (CDH )
      Pero en nuestros registros tenemos el certificado de que estaba tuberculoso y el recibo de que el gitano ha pagado cien pesetas por él, para llevárselo al único sitio donde se puede usar un caballo tuberculoso, a la plaza de toros...
    • 1951 Barea, A. Forja rebelde [1958] Esp (CDH )
      Pero en nuestros registros tenemos el certificado de que estaba tuberculoso y el recibo de que el gitano ha pagado cien pesetas por él, para llevárselo al único sitio donde se puede usar un caballo tuberculoso, a la plaza de toros...
    • 1952 Díaz-Cañabate, A. HTertulia [1978] Esp (CDH )
      El Maera es hijo de Manuel García, «Maera», buen matador de toros y, antes de serlo, excelente banderillero, muerto hace ya tiempo, tuberculoso, cuando empezaba a ganar dinero.
    • 1946-1953 Lafuente Ferrari, E. HPintura española [1987] Esp (CDH )
      Me refiero a Juan Antonio Escalante, discípulo de Rizi, que nació en Córdoba hacia 1633 y falleció tuberculoso en Madrid a los treinta y siete años.
    • 1959 Rivas Goday, S. Centenario Humboldt [1959] 6 Esp (CDH )
      El mismo doctor Goddard, «pionero» de la edad interplanetaria, fué niño enfermizo y tuberculoso, aunque logró con grandes cuidados llegar a bastante edad; en sus reposos interminables devoraba con ansiedad libros y libros, en especial las creaciones de Julio Verne y de Wells, llegando así a forjar su típica y destacada personalidad, eliminando en sus anotaciones todo aquello que apreciaba como errores científicos.
    • 1961 Aub, M. Calle Valverde [1985] Esp (CDH )
      Era novela: al lado del cadáver de una muchacha que adoró adolescente, muerta tuberculosa, decidió que el mundo no tenía pies ni cabeza, que lo único que cabía era sacarle el mayor jugo posible, como fuera.
    • 1961 Gironella, J. M. Muertos [1989] Esp (CDH )
      «¿Se cree que estamos tuberculosos o qué?»
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Su presencia, al igual que la febrícula, en un enfermo tuberculoso en el que sus lesiones pulmonares están inactivas, y más si no existe concomitantemente tuberculosis laríngea, debe hacer pensar en localización intestinal, aunque ésta no manifieste síntomas clínicos, obligando al estudio radiográfico detenido del intestino.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Todo ello obliga a la consideración de la tuberculosis intestinal en el diagnóstico ante todo proceso gastroentérico y más cuando tiene lugar en un enfermo que es tuberculoso.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      El bacilo, tuberculoso llega al peritoneo por vía hemática, por vía linfática o por contigüidad.
    • 1964 Gironella, J. M. Japón [1964] Esp (CDH )
      Sólo sabía de él que, por amor a su profesión artesana, contemplaba con tristeza la progresiva industrialización del Japón; que consideraba que el lujo era una vulgaridad y la lluvia una canción; y que, como tantos japoneses, había estado tuberculoso.
    • 1965 Escobar, J. Itinerario cocinas Castilla [1968] Esp (CDH )
      El manduca ancas, no ranas, como una cigüeña cualquiera; ancas nítidas, suaves y saludables, que algunos galenos inteligentes recomiendan a gente delicada y sensible, hasta de arroz, de lenguados envueltos en engrudos, de gazpacho con pepino y ajos abundosos, y de carne de res tuberculosa, menú de público que, para presumir de suma elegancia, avinagra, ensucia y estropea el vino convirtiéndole en femenina «sangría».
    • 1966 Goytisolo, J. Señas identidad [1996] Esp (CDH )
      Siempre serios, como si vinieran de dar la cabezada en un entierro, hablando de Adam Smith y de clases sociales... Cada vez que bebo un vermú delante de ellos me miran como si dijeran: estás emborrachándote mientras los obreros trabajan doce horas diarias por treinta y seis pesetas y en Andalucía hay un diecisiete por cien de niños tuberculosos, ¿no te da vergüenza?... Pues no, no me da vergüenza.
    • 1966 Lpz Ibor, J. J. Neurosis [1966] Esp (CDH )
      (El individuo «ético» de Kierkegaard no teme a nada como al destino.) Observando a un cierto número de enfermos tuberculosos vio cómo muchos médicos trataban de tranquilizar a los enfermos diciéndoles que la enfermedad era debida a un accidente, a un contagio con los bacilos tuberculosos.
    • 1968 Araneda Bravo, F. HIglesia Chile [1968] 170 Ch (CDH )
      Después profesor del Seminario; cura en Mamiña por haber sido declarado tuberculoso; luego volvió al Seminario, y en 1912 fue consagrado obispo titular de Milas y vicario apostólico de Tarapacá, donde realizó una labor misionera de grande importancia.
    • 1969 Anderson Imbert, E. Estafador se jubila [1985] 67 Ar (CDH )
      Papeles, papeles y más papeles... Papeles de distintos tamaños; papeles sueltos, desordenados, rotos; papeles a medio escribir, unos en letra romanilla, otros en letra gótica... ¡Qué asco!: ¡la tos tuberculosa del hermano, posada sobre esos papeles que sus dedos van tocando!
    • 1951-1969 Cela, C. J. Colmena [1986] Esp (CDH )
      La chica tenía un novio, a quien habían devuelto del cuartel porque estaba tuberculoso; el pobre no podía trabajar y se pasaba todo el día en la cama, sin fuerzas para nada, esperando a que Victorita fuese a verlo, al salir del trabajo.
    • 1970 Bryce Echenique, A. Julius [1996] Pe (CDH )
      Para Peter, era simplemente genial la ingenua versión que Julius daba sobre el esplendor de su familia, sobre su padre, sobre la belleza de su madre, sobre el entierro de Bertha, sobre el tío abuelo romántico y la pianista tuberculosa.
    • 1970 Díaz Cañabate, A. Paseíllo toros [1970] Esp (CDH )
      Ese pobre Chiclanero, muerto tuberculoso a los treinta y tres años, la tarde de la inauguración de la temporada en la plaza madrileña, a la hora misma en que el Chiclanero debía matar su primer toro.
    • 1970 León, M. T. Memoria melancolía [1982] 100 Esp (CDH )
      Olía horriblemente a estiércol y la niña no estaba tuberculosa y todos los ojos se volvían a mirarla, hasta los de los albañiles en los andamios.
    • 1970 RAE DRAE 19.ª ed. (NTLLE)
      tuberculoso, sa. adj. [...] Que padece tuberculosis. Ú. t. c. s.
    • 1971 Brugalla Turmo, E. Arte Encuadernación [1996] Encuadernación Esp (CDH )
      Thouvenin, quien llegó a ser artista sin dejar de ser perfecto artesano, dijo Édouard Fournier, muere pobre, empeñado y tuberculoso; Trautz, condecorado con la Legión de Honor, contemplando los libros dorados en su juventud exclama compungido: «Mes fers ont vielli comme moi», o sea: han perdido su hermoso perfil.
    • 1972 Martín Gaite, C. Usos amorosos [1994] Esp (CDH )
      Amigo en París de D'Alembert y amante de mademoiselle de Lespinasse, destinado a morir —como personaje prerromántico que era— tuberculoso y en plena juventud, al volver a Madrid en 1766 fue «recibido con los aplausos y honores que se tributaban entonces a los que habían "escupido en Francia" y volvían haciendo alarde de los vicios e impiedades de la sociedad francesa, lo mismo que de las casacas con tontillo y las pelucas a la Panurge.»
    • 1975 Jiménez Vargas, J. / Lpz García, G. Aborto [1975] Esp (CDH )
      La enferma era tuberculosa; la complicación, el embarazo; pues nada de complicaciones, fuera el embarazo; y pensando de esta manera se suprimía el embarazo, se provocaba un aborto y se quedaba uno tan tranquilo de haber cumplido con su deber, cuando lo que había hecho de esta manera era quitarse complicaciones de encima.
    • 1975 Jiménez Vargas, J. / Lpz García, G. Aborto [1975] 80 Esp (CDH )
      Esta actitud frente al embarazo, realmente es infundada, y falta de todo apoyo biológico y clínico.» Más adelante añade: «la regla que debemos tener es ésta: en una enferma tuberculosa embarazada no se debe interrumpir el embarazo; si es una enferma de tuberculosis perdida, ya que está perdida ella, no tenemos por qué evitar que nazca la criatura, sino por el contrario, debemos procurar que viva».
    • 1975 Jiménez Vargas, J. / Lpz García, G. Aborto [1975] 80 Esp (CDH )
      Cuando la tuberculosis no es grave, indica la necesidad de estrecha vigilancia de la embarazada tuberculosa y los tratamientos preventivos antes del parto.
    • 1976 Laín Entralgo, P. Descargo conciencia [1989] Esp (CDH )
      Su fama de sabio , que vagamente ya había llegado hasta mí en mi infancia bajoaragonesa , se me hizo mucho más patente y pormenorizada durante el verano de 1922 , cuando en el oscense Valle de Tena , él como tuberculoso grave y ya insalvable , yo como leve y pronto salvado tuberculoso , conviví un par de meses con Jesús Llanas Aguilaniedo , muy joven y muy dotado colaborador del renombrado docente de Zaragoza .
    • 1976 Laín Entralgo, P. Descargo conciencia [1989] Esp (CDH )
      Su fama de sabio , que vagamente ya había llegado hasta mí en mi infancia bajoaragonesa , se me hizo mucho más patente y pormenorizada durante el verano de 1922 , cuando en el oscense Valle de Tena , él como tuberculoso grave y ya insalvable , yo como leve y pronto salvado tuberculoso , conviví un par de meses con Jesús Llanas Aguilaniedo , muy joven y muy dotado colaborador del renombrado docente de Zaragoza .
    • 1976 Laín Entralgo, P. Descargo conciencia [1989] Esp (CDH )
      Hacia junio de 1922 , ante la pertinaz y no bien explicada febrícula de que yo era víctima — en su raíz , un leve infiltrado tuberculoso , que el aire pirenaico había de curar definitivamente — , me dijo un día mi padre : « Si esto sigue así , tendremos que llevarte a que te vea Marañón » .
    • 1977 Hnz Norman, I. Novela criolla [1977] 221 PR (CDH )
      En la primera parte del segundo libro, con una mirada retrospectiva, el autor da los antecedentes de los amores de Enrique con Eugenia María, joven capitalina que al verse burlada por aquél entra en un convento donde muere poco después tuberculosa.
    • 1977 Prensa Triunfo, 09/07/1977 [1977] Esp (CDH )
      Amplió en 200 camas los preventorios ya existentes, constituyó un servicio de colocación familiar de niños tuberculosos y un dispensario de Puericultura especial para ellos.
    • 1977 Vargas Llosa, M. Tía Julia [1996] Pe (CDH )
      ¿O tú crees que pueden vivir con lo que gana Camacho trayendo datos policiales? Comen de la putona, si no él ya estaría tuberculoso.
    • 1977 Vargas Llosa, M. Tía Julia [1996] Pe (CDH )
      Al mismo tiempo que su fama crecía y era solicitado para arbitrar partidos internacionales en Lima y en el extranjero, y recibía ofertas para trabajar en México, Brasil, Colombia, Venezuela, que él, patriotismo de sabio que renuncia a las computadoras de Nueva York para seguir experimentando con las cobayas tuberculosas de San Fernando, siempre rechazó, su asedio al corazón de la incestuosa se hizo más tenaz.
    • 1978 García Vega, L. Orígenes [1978] Cu (CDH )
      El héroe moría tuberculoso, el héroe del folletín, Rubén Martínez Villena.
    • 1978 García Vega, L. Orígenes [1978] Cu (CDH )
      Pues Carlos Miguel amaba a Margarita, pero Carlos Miguel tenía un compromiso de honor con su moribunda amante, con su tuberculosa amante, con su amante Esmeralda.
    • 1979 Onetti, J. C. Dejemos hablar [1991] Ur (CDH )
      Pero pude verla, bien plantada entre dos canteros secos, atlética, balanceando su vigor, mientras un aborto de padres tuberculosos, negruzco y con polleras, con la cabeza fantásticamente agrandada por una jornada de trabajo de un peluquero barato, le decía: «Porque a mí, guacha, porque si te creíste que me vas a tomar para la farra, porque si andás conmigo no andás con nadie más.» Le golpeaba la cara con la mano y Frieda se dejaba; luego empezó a pegarle con la cartera, metódica y sin descanso.
    • 1980 Castilla Pino, C. Introd Psiquiatría II [1992] 91 Esp (CDH )
      En las somatizaciones neuróticas (hipocondriacas más o menos localizadas) la inseguridad afecta a la salud del cuerpo o de alguna parte de él, y la angustia refleja la posibilidad de ser enfermo cardíaco, canceroso, sifilítico, tuberculoso, y morir en consecuencia. /
    • 1980 Prensa El País, 05/06/1980 [1980] Esp (CDH )
      Un portavoz de la misma, no obstante, había informado a EL PAÍS que los veterinarios la rechazaron el sábado, pues «estaba tuberculosa».
    • 1981 Alonso, L. R. Supremísimo [1981] Esp (CDH )
      — El comandante Apapipio Alvarez, Cóndor de la Patria, jefe militar por sucesión reglamentaria del departamento Nevado del Chichimayo, respetuosamente tiene el honor de informar que, según indagaciones del sargento Sulpicio Ramos, delegado de la Cruzada Ferrocarrilera, el poblado de Huallantay, al que correspondía voluntarear noventa trabajadores de acuerdo con el cálculo de entusiasmo nacional, ofrece cuatro indios y una mula, uno de ellos tuberculoso.
    • 1981 Alonso, L. R. Supremísimo [1981] 186 Esp (CDH )
      O para comerse una ovejita que le regala el amo, porque está tuberculosa.
    • 1982 Arrabal, F. Torre herida [1983] Esp (CDH )
      Él pretendía que como había estado tuberculoso, era el mejor harakiri, dada la fragilidad de su salud.
    • 1982 Arrabal, F. Torre herida [1983] Esp (CDH )
      Por las mañanas oía misa en la capilla del Sanatorio para Niñas Tuberculosas, Escrufulosas y Raquíticas.
    • 1982 Piquet, D. Cultura afrovenezolana [1982] 192 Ve (CDH )
      Reverende lo asistía / un cura y catorce más / que allí por casualidad / viendo el cuadro doloroso. / Ha muerto tuberculoso / quien nos dio la libertad. / Dicen que hizo el juramento / cuando fue al Monte Aventino / en San Pedro Alejandrino / su proclama y testamento. /
    • 1983 Daneri, A. Cita [1983] Ar (CDH )
      Mi sobrina casi se vuelve tuberculosa, pobrecita.
    • 1983 Pz Manga, G. Cáncer mama [1983] Esp (CDH )
      También se ha demostrado que las pacientes con tuberculosis que fueron tratadas con neumotórax y exploradas a radioscopia en múltiples ocasiones, desarrollaron nueve veces más cáncer de mama que las pacientes tuberculosas tratadas por otros métodos.
    • 1983 Ribeyro, J. R. Geniecillos [1983] Pe (CDH )
      ¿Sabes que Kafka era tuberculoso?
    • 1986 Cabrera Infante, G. Habana [1993] Cu (CDH )
      Mi hermano continuaba estando, siendo tuberculoso y se pondría peor, con la tisis extendida a los dos pulmones y casi se muere.
    • 1987 Elizondo Elizondo, R. Setenta veces [1994] Mx (CDH )
      A ella le parecía que el nombre era sonoro y pegajoso, y que, además de remitir a la triste heroína tuberculosa, tenía el atractivo de sonar como francés y bien se sabía que todo lo que viniera de Francia se vendía mucho aunque fuera malo.
    • 1987 Fuentes, C. Cristóbal Nonato [1988] Mx (CDH )
      es miope, sabe chiflar Don Giovanni completa y dice que yo hubiera sido una perfecta cortesana tuberculosa de ópera si hubiera nacido hace cien años, y no me embarco a leer a Platón de cabo a rabo.
    • 1987 Lorenzo, R. / Anabitarte, H. Sida [1987] Esp (CDH )
      Si el delincuente es canceroso o tuberculoso no se considerará este dato de interés.
    • 1987 Martín Gaite, C. Usos amorosos posguerra [1994] Esp (CDH )
      Cabe una explicación incluso heroica: la de que ese muchacho, probablemente tuberculoso, no quiera formalizar unas relaciones amorosas inconvenientes para su salud, y sobre todo para la mujer que le entregue su cariño a un enfermo.
    • 1988 Jiménez Lozano, J. Grano maíz [1989] Esp (CDH )
      Nunca se supo por qué hizo ambas cosas, y, cuando el juez que ordenó la autopsia la preguntó si sabía que el profesor tenía estigmas en las manos y en los pies, y una llaga en el costado izquierdo y era tuberculoso, no quiso contestar.
    • 1988 Jiménez Lozano, J. Grano maíz [1989] Esp (CDH )
      Ana había muerto, tuberculosa, en la flor de su vida, con diecisiete años, y el maniquí la representaba tal y como ella iba en su ataúd blanco, con un vestido de color rosa, un velo blanco y una corona de rosas rojas en las sienes.
    • 1988 Millás, J. J. Desorden [1994] 55 Esp (CDH )
      Bueno, ya en otras ocasiones le he hablado de mis ambiciones de juventud, de mi deseo de llegar a escribir y del continuo aplazamiento de este proyecto, que aún no he desechado. También quise ser tuberculoso, pero me faltó talento... /
    • 1988 Scorza, M. Tumba relámpago [1988] 13 Pe (CDH )
      «Gracias, señor Ledesma. Por fin alguien se ocupa de nosotros. Los periódicos no dicen absolutamente nada. ¿Sabe usted cuántos hemos sido despedidos? ¿Sabe cuántos regresamos tuberculosos? ¿Sabe cuántos padecemos de silicosis?»
    • 1988 Teitelboim, V. País prohibido [1988] Ch (CDH )
      El autor, tuberculoso, melancólico, autoirónico, soñador, visionario, que muere a los cuarenta y cuatro años, esperaba que la vida se pusiera mejor en el futuro, si no para él, para las tres hermanas.
    • 1988 Vijnovsky, B. Dudas [1988] 244 Ar (CDH )
      Es aprensivo: hace ocho años pensaba que estaba tuberculoso, porque desde los 18 a los 20 años tuvo 3 congestiones pulmonares.
    • 1989 Landero, L. Juegos [1993] Esp (CDH )
      — En tiempos los artistas morían tuberculosos.
    • 1989 Martínez, T. E. Perón [1989] Ar (CDH )
      Los hijos de los peones se criaban como las bestias: a la intemperie, ¡letrados. Y los padres morían en plena juventud, con los pulmones llenos de caries. Vi a muchachitos cargar en el puerto bolsas de setenta kilos durante jornadas de nueve horas. Supe que las mujeres se volvían tuberculosas cepillando lana y limpiando el polvo en las fábricas de cigarros.
    • 1989 Prensa ABC, 26/08/1989 [1989] Esp (CDH )
      Mientras tanto, los veterinarios han trabajado a destajo en Castilla y León, por culpa de más de un millar de vacas tuberculosas y literalmente se han deslomado en las costas, gracias a los pollos con salmonella.
    • 1990 Melo, J. V. Notas [1994] Mx (CDH )
      — Usted sabe que La Traviata nos cuenta una historia de una prostituta tuberculosa que seduce a un estudiante y que después de sacrificar sus joyas para conservarlo recibe un aluvión de dinero —ganado en el juego— en la cara.
    • 1991 García Schz, J. Historia triste [1991] Esp (CDH )
      La simple idea de convertirse en una viciosa la hacía sentir, como antaño, escalofríos: calva, tuberculosa, desdentada, sin uñas.
    • 1991 José, E. Buster Keaton [1991] Esp (CDH )
      No soy como otros, que se quedan tuberculosos accionándose el manubrio frente a la pantalla.
    • 1991 Pz Tamayo, R. Ciencia [1991] Mx (CDH )

      La crisis de México tiene graves síntomas económicos, pero ésa no es su verdadera naturaleza; es como si pensáramos que el problema de un enfermo tuberculoso es la tos. La verdadera crisis de México es humana, es la falta de hombres capacitados a todos los nivelespara desempeñar sus respectivas funciones en la sociedad. En ausencia de un profesionalismo eficiente, lo que prevalece es la improvisación, que con frecuencia desemboca en el fraude.

    • 1992 Delgado Senior, I. Sub-América [1992] Ve (CDH )
      Y los walter-raleighs suramericanos, en voto de areópago, designaron al más viejo y tuberculoso para que recibiese la monetarista recompensa.
    • 1992 Jodorowsky, A. Canta pájaro [1994] Ch (CDH )
      Tenemos un teatrito de títeres y damos funciones en el hospital para niños tuberculosos.
    • 1992 Jodorowsky, A. Canta pájaro [1994] Ch (CDH )
      En medio del griterío con que los pequeños tuberculosos alentaban a su héroe, el soldado esquivó los guadañazos hundiéndose en el piso invisible, para surgir como resorte, para sorprender a la Muerte por la espalda, y atravesarla con su sable, exclamando orgulloso:
    • 1992 Prensa Diario La Prensa, 10/05/1992 [1992] Ar (CDH )
      Recuerda algunas imágenes de aquella puesta del mismo Paolantonio, aunque reflexione: "Me ayudaron a tener una idea general del espectáculo. A mí me interesa que se distancien los momentos de la realidad y del sueño, en unos ella es apagada, triste, mientras que en lo onírico no tiene cuerpo material, es elevada, elástica. Quiero que se vea a esta chica, tuberculosa, abondonada por su amor que elige empezar a fantasear".
    • 1992 RAE DRAE 21.ª ed. (NTLLE)
      tuberculoso, sa. adj. [...] Que pacede tuberculosis. Ú. t. c. s.
    • 1993 Argüelles, F. Letanías [1993] Esp (CDH )
      Telmo era un hombre apocado y tuberculoso, que se consumió un enero lluvioso dejándole a su mujer cuatro hijos nacidos y uno aún por nacer.
    • 1993 Crea, P. Propóleo [1993] Ar (CDH )
      Luego de la presentación de su trabajo, Karimova y Rodionova comenzaron a experimentar en pacientes tuberculosos con lesiones específicas en los bronquios, mediante la inyección intertraqueal de un extracto hidrolizado de propóleo, que se preparaba momentos antes de su infiltración de la siguiente forma: en un balón resistente al fuego, se colocan 100 cc de agua destilada, en la que se disuelven 10g de propóleo en polvo de alta calidad, convirtiéndolo en extracto por medio de un baño de María a 100 C de temperatura durante una hora.
    • 1993 Marsé, J. Embrujo Shangai [1996] 179 Esp (CDH )
      El miedo al contagio y la misma emoción me hizo cerrar los ojos, pero la sangre pegajosa empezó a apoderarse cálidamente de mi paladar y de mi cerebro: no me importaba morir tuberculoso mientras ella me mirara de aquel modo y sus dedos quemantes se deslizaran por mi piel.
    • 1993 Marsé, J. Embrujo Shangai [1996] 36 Esp (CDH )
      Aun así debía pasar apuros, y más ahora con la niña tuberculosa; se decía que su marido ya no le enviaba dinero desde Francia, y que seguramente ella no ponía reparos en aceptar de los hombres cierto tipo de ayuditas... Estos rumores sobre sus devaneos amorosos indignaban a la Betibú —ella tampoco se libraría nunca de la maledicencia—, que siempre sostuvo que no eran más que infundios de cuatro beatas de la Parroquia.
    • 1993 Marsé, J. Embrujo Shangai [1996] Esp (CDH )
      El dibujo que había de ser tendenciosamente conmovedor y que había de salvar milagrosamente a la niña tuberculosa y al barrio entero de una muerte lenta y segura, lo empecé muy ilusionado un lunes por la tarde, y ese día nada me salió bien.
    • 1993 Marsé, J. Embrujo Shangai [1996] Esp (CDH )
      No, señora Clotilde, está usted mal informada, este hombre en realidad es un curandero recién llegado de la China y está tratando a la niña tuberculosa con friegas de agua de rosas cocida con luciérnagas, un remedio muy antiguo contra el bacilo de Koch, y es verdad que en su juventud fue camarero de barco y viajó por todo el mundo y estuvo enamorado de la taquillera, pero Joaquim Franch i Casablancas fue más listo y le birló la novia, él se resignó y parece que olvidó a la rubia, pero quién sabe si aún queda algo de aquel fuego, con estos aventureros no hay que confiarse nunca, y menos de éste que tiene la mirada atravesada y el corazón lleno de cicatrices...
    • 1993 Sarduy, S. Pájaros playa [1993] 178 Cu (CDH )
      Era la mala oficial del incipiente cine sonoro, rubia platino de ojos negros: la musa ideal para poetas tuberculosos Art Déco.
    • 1994 Mendoza Flores, A. Niñez Perú [1994] Pe (CDH )
      El bacilo tuberculoso (B. de Koch), se contagia por la tos, al expulsar gotitas conteniendo el microbio, posee un alto nivel de contagiosidad, se considera que un enfermo tuberculoso puede contagiar de 10 a 20 personas por año, entre la gente que lo rodea.
    • 1994 Mendoza Flores, A. Niñez Perú [1994] Pe (CDH )
      El programa de control de la tuberculosis del Ministerio de Salud atiende aproximadamente al 60% de la población tuberculosa en forma gratuita; sin embargo hay problemas serios en los enfermos hospitalizados por falta de ambientes adecuados y camas; así como en la alimentación que resulta insuficiente y de baja calidad.
    • 1994 Mendoza Flores, A. Niñez Perú [1994] Pe (CDH )
      Los medicamentos son motivo de especial preocupación porque el presupuesto resulta escaso para atender la demanda, ya que cada día se incrementa el número de pacientes; un 40% de enfermos tuberculosos no tiene acceso a los servicios de salud del Estado y queda desamparado.
    • 1994 Moix, A. M. Vals [1994] 129 Esp (CDH )
      Hubo más de una dama que criticó duramente el regalo del emperador: ¿a quién se le ocurría regalar los oídos de la moribunda con los sones de una música dedicada a la agonía de una prostituta tuberculosa? Pero el cercle, que conocía la pasión de la emperatriz por la música de Verdi y no estaba dispuesto a dejarse conmover por los pulmones supuestamente putrefactos de la soberana, apoyó sin dudarlo un instante el regalo de Francisco José, y sentenció que a la emperatriz le sentaría mucho mejor dedicar su ocio de enferma a reflexionar sobre La Traviata, una ópera que enseña que quien mal anda mal acaba, que a los ejercicios de gimnasia, más propios de la soldadesca que de una reina.
    • 1994 Picó, F. Día [1994] PR (CDH )
      En 1884 hizo su ingreso al presidio Juan del Rosario a) Colorado, natural de Naguabo, de "color pardo, pelo castaño rizo", quien murió tuberculoso en 1886.
    • 1994 Prensa La Vanguardia, 15/09/1994 [1994] Esp (CDH )
      Que dirigió e interpretó "El aventurero de medianoche", en la que era un cantante tuberculoso que viajaba a Nashville, la patria del country.
    • 1995 Cabrera Infante, G. Delito bailar [1995] 77 Cu (CDH )
      [...] que los libros en que estudió eran prestados o regalados, que a los primeros conciertos, piezas de teatro, ballets a que asistió, ahí enfrente, lo hizo colado, que convivió durante siete años con un hermano tuberculoso a quien la enfermedad y la miseria destruyeron su talento de pintor, mientras su padre, dedicado por entero al ideal comunista, [...].
    • 1995 Egido, L. G. Corazón inmóvil [1995] Esp (CDH )
      Eusebio Montes, tuberculoso desahuciado, hemoptisis frecuentes, pálido, cansado, febril, enamoradizo y charlatán, cada día se muere y resucita al poco rato, sin fuerzas para seguir viviendo, sala 4.
    • 1995 Galeano, E. Fútbol [1995] Ur (CDH )
      Murió tuberculoso, y en la última miseria.
    • 1995 Hernández, R. Secreter rey [1995] Esp (CDH )
      Siendo frágil de cuerpo y en apariencia de constitución delicada, decían de mí que estaba enfermo, tuberculoso como mi padre.
    • 1995 Hernández, R. Secreter rey [1995] Esp (CDH )
      Aparentemente sano, su nacimiento pareció devolvernos un poco de luz, pero muy pronto pudo comprobarse que la enfermedad, siquiera de forma larvada, afectaba muy severamente a la frágil constitución de nuestro hijo, haciendo de él un ser tan delicado que todos le creímos tuberculoso.
    • 1995 Hernández, R. Secreter rey [1995] Esp (CDH )
      ¿Acaso están también tuberculosos como muchos en nuestra familia? —le pregunté con rabia.
    • 1995 Leguineche, M. Camino corto [1996] Esp (CDH )
      Huesudas, tuberculosas, las vacas sin dueño de los centros urbanos interrumpen la circulación, se alimentan de papel y de cartón procedentes de los despojos que rechazan los parias.
    • 1995 Pozo, R. Novia [1995] Esp (CDH )
      Le vino a la imaginación otra vez su pueblo, y su tío el rojo, tuberculoso, que decía desde la mecedora:
    • 1995 Prensa El Mundo, 21/09/1995 [1996] Esp (CDH )
      Pero, por otra parte, el número de pacientes tuberculosos que se están viendo en los hospitales es sensiblemente mayor ahora que hace unos años.
    • 1996 Lpz Navarro, J. Clásicos cine [1996] Ch (CDH )
      Allí conoció a John «Doc» («doctor») Holliday, un ex-dentista borrachín, tuberculoso y jugador, que ocultaba un bochornoso pasado como asaltante.
    • 1996 Prensa ABC Cultural, 10/05/1996 [1996] Esp (CDH )
      El joven tuberculoso y aprendiz de escritor Camilo José Cela bajaba una mañana por la calle de la Madera, a la altura del número quince, donde había un célebre prostíbulo tal como lo cuenta en el segundo volumen de sus recuerdos, "Memorias, entendimientos y voluntades".
    • 1996 Prensa El Mundo, 10/05/1996 [1996] Esp (CDH )
      Ha subido en parapente, orina en los tiestos, y en los lavabos, ha sido legionario, cabo en el frente de Extremadura, académico, tuberculoso, torero, senador y amigo de los burros y de los tontos.
    • 1997 Cibeira, J. B. Bioética [1997] 56 Ar (CDH )
      Desde 1901 hasta 1930, las Obras Sociales Voluntarias se agrupan con el fin de organizar instituciones destinadas a paliar las necesidades de los pacientes tuberculosos, leprosos y no videntes.
    • 1998 Prensa El Nuevo Herald, 12/01/1998 [1998] EU (CDH )
      Ni prostitutas tuberculosas que se sacrifican por amor, ni moros estranguladores cegados por los celos, la opereta es algo ligero y chispeante como el champán que corre por sus libretos.
    • 1998 Anónimo Propaganda impresa [1998] Esp (CDH )
      "Parece que por naturaleza era algo aprensivo y melindroso, de modo que su grandísima mortificación sería a fuerza de vencerse. Pensamos así porque decía que, antes de ser jesuita, siempre tenía temor de voloverse tuberculoso, y que también había muchas cosas que nunca comía, porque se imaginaba le sentaban mal; una de éstas decía eran los garbanzos. Riéndose nos contaba que en los primeros días de su noviciado le pusieron una vez un gran plato de garbanzos, y él pensó: 'Veremos cómo me sienta esto'. Y que no le pasó nada."
    • 2001 Mendizábal, J. R. Cartas credenciales Gu (CORPES)
      —Qué bueno que me preguntó— dijo el sujeto, y agregó —: A su marido se lo llevaron hace tres días, estaba muy grave, creo que tuberculoso; vino una ambulancia y se lo llevaron al hospital. ¿Por qué no va y pregunta qué pasó o en qué sala lo tienen? A lo mejor puede hacer algo.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      tuberculoso, sa. [...] Que padece tuberculosis. U. t. c. s.
    • 2005 Trelles Paz, D. Círculo de los escritores asesinos Pe (CORPES)
      ...] a nadie le importa que no haya pruebas en mi contra, salvo la declaración de ese nefasto taxista. Porque fue ese azar maldito, Jeremías, el que me hundió justo cuando esos peritos muertos de hambre ya habían cerrado el caso, convencidos del suicidio. ¡Quién iba a imaginar que el taxista tuberculoso que regateaba conmigo podría reconocerme!
    • 2010 Iparraguirre, S. Orfandad Ar (CORPES)
      —Qué lindo cantás, Adela, seguilo un poquito más. —No, a ver si lo despierto a papá. Qué vas a comparar, Corsini para mí suena como si, no sé, como si cantara un tuberculoso. ¿Y qué contaba Lucrecia de lo de Ferrari? Me lo perdí por calentar el agua. —Dice que cuando cuidaba a doña Quinota, el ácrata fue a entregar la mesa del comedor y que con Ferrari tuvieron un cambio de palabras, que hasta doña Quinota que es sorda como un tapia se dio cuenta de que algo estaba pasando.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      tuberculoso, sa. [...] adj. Que padece tuberculosis. U. t. c. s.
    • 2018 Díez Rdz, L. M. Hijo cosas Esp (CORPES)
      –Yo lo saco –oyó entonces el juez, y comprobó que el hombre de la gabardina y el sombrero de cazador también se había subido a la balaustrada y, con veloz habilidad, se despojaba de la gabardina, desataba la pierna ortopédica, solicitando a Lamo que la cogiese, se sacaba un ojo de cristal del cuenco correspondiente y se disponía a lanzarse, desnudo y demediado, con la piel amarillenta del cuerpo de un nadador tuberculoso, y los pelos más ateridos que arrugados, sin que el gusano de la entrepierna pudiese hacer otra cosa que cerrar los ojos.
    • 2020 Calabuig, E. "1793" [13-03-2020] El Cultural (Madrid) Esp (CORPES)
      El punto de fuerza del que arranca la novela es un crimen terrible y la subsiguiente investigación, tras el hallazgo del cuerpo de un hombre, brutalmente mutilado, en un lago de la capital. Hace poco que ha fallecido el rey Gustavo III y por todas partes hay conspiraciones, oscuridades “tiempos aciagos”. Mickel Cardell (veterano de la absurda guerra contra Rusia, donde pierde un brazo) es quien ha encontrado el cadáver, y Cecil Winge, abogado tuberculoso, gravemente enfermo pese a no tener ni treinta años, acomete, in extremis, la investigación. Ambos representan la integridad y la búsqueda de la verdad en medio de ese mundo peligroso y convulso.
  2. adj. Perteneciente o relativo a la tuberculosis.
    docs. (1846-2021) 574 ejemplos:
    • 1846 Palacios Villalba, S. Trad Tratado enfermedades niños, Schnitzer Wolff, III p. 89 Esp (BD)
      La predisposición hereditaria tuberculosa crece de generacion en generacion, y si no hay mezcla con personas sanas, la familia en que reine queda en poco tiempo esterminada, pues rara vez llega hasta la cuarta generacion.
    • 2021 Román, V. "Tuberculosis corazón" [24-03-2021] Infobae (Buenos Aires): infobae.com Ar (HD)
      La infección se transmite de persona a persona a través del aire. Cuando un enfermo de tuberculosis pulmonar tose, estornuda o escupe, expulsa bacilos tuberculosos al aire, una vía similar a la del coronavirus. Se calcula que una cuarta parte de la población mundial está infectada por el bacilo de la tuberculosis, lo que significa que dichas personas están infectadas por el bacilo pero (aún) no han enfermado ni pueden transmitir la infección.
    • 1846 Palacios Villalba, S. Trad Tratado enfermedades niños, Schnitzer Wolff, III p. 89 Esp (BD)
      La predisposición hereditaria tuberculosa crece de generacion en generacion, y si no hay mezcla con personas sanas, la familia en que reine queda en poco tiempo esterminada, pues rara vez llega hasta la cuarta generacion.
    • 1848 Trelles, P. "Oftalmias" [20-03-1848] Gaceta Médica (Madrid) Esp (HD)
      [...] estos por el estado de su evolución indicaban ser de fecha posterior á la de la enfermedad principal, producidos por ella ó bajo su influencia; por consiguiente no seria exacto decir que aquella afección escrofulosa era esencialmente tuberculosa, sino solamente tuberculífera, resultando de aqui que estas dos palabras espresan estados morbosos diferentes.
    • 1876 Martín Pedro, E. Manual patología [1876] Esp (CDH )
      Las enfermedades crónicas más características, como las cancerosas y las tuberculosas, tienen por producto lesiones de nutricion que representan otros períodos de la vida, ya intra, ya extrauterina.
    • 1884 Berrueco, J. "Cómo se evita la tuberculosis" El Dictamen Esp (CDH )
      Todo esto, unido á la frecuencia con que se verifica en los colegios el contagio de las enfermedades infecciosas y el escrofulismo que se ceba en tan tiernas criaturas por las condiciones en que se las coloca, es causa más que suficiente para preparar el terreno donde ha de germinar la semilla de la enfermedad que nos ocupa, y si á ello unimos los golpes que reciben en sus cabecitas, ya de los niños mayores ó bien cayéndose de los bancos, tendremos un conocimiento causal exacto de las meningitis tuberculosas que ya hemos tenido ocasión de observar con sobrada frecuencia.
    • 1911 Baroja, P. Árbol ciencia [1996] Esp (CDH )
      Había tenido una meningitis tuberculosa, con dos o tres días de un período prodrómico, y luego una fiebre alta que hizo perder al niño el conocimiento; así había estado una semana gritando, delirando, hasta morir en un sueño.
    • 1942 Salinas, P. Carta Correspondencia (1923-1951) Esp (CDH )
      Por si no os ha escrito: Juanito, confirmado el diagnóstico de lesión tuberculosa, está en el sanatorio de Vermont, no lejos de Middlebury.
    • 1961 Mtz Llopis, M. Alimentos [1961] Esp (CDH )
      La leche recién ordeñada es estéril, salvo cuando la vaca padece alguna infección tuberculosa, en cuyo caso los bacilos tuberculosos pasan a la leche.
    • 1986 Valbuena Briones, A. Toxicomanías [1993] Esp (CDH )
      Suelen encontrarse estados avanzados de la enfermedad con procesos cavitarios o formas biliares en el pulmón, además de otra patología tuberculosa extrapulmonar (ósea, meníngea, renal etc.).
    • 1994 Mendoza Flores, A. Niñez Perú [1994] Pe (CDH )
      El bacilo tuberculoso (B. de Koch), se contagia por la tos, al expulsar gotitas conteniendo el microbio, posee un alto nivel de contagiosidad, se considera que un enfermo tuberculoso puede contagiar de 10 a 20 personas por año, entre la gente que lo rodea.
    • 2001 Anónimo "Tuberculosis Pakistán" [31-01-2001] ABC (Madrid) Esp (CORPES)
      Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud alrededor de 2.000 millones de personas (una tercera parte de la población mundial) presentan una infección tuberculosa latente, que origina 1,5 millones de muertes cada año. Además, numerosos expertos coinciden en señalar que, actualmente, no es posible considerar la epidemiología de la tuberculosis independientemente de la del virus del sida.
    • 2009 Goytisolo, L. Cosas que pasan Esp (CORPES)
      Se trataba de un sembrado tuberculoso, de origen hematógeno, del que, debidamente medicado, me repuse tras los cuatro meses pasados en Viladrau. Eso sí: con un estado de ánimo por los suelos. No ya por estar saliendo de un proceso tuberculoso o encontrarme sin pasaporte, sino, sobre todo, por seguir metido en la novela comenzada antes del viaje a Praga y que tan poco me satisfacía, pero que me convenía poder publicar cuanto antes.
    • 2018 Concostrina, N. Pretérito imperfecto Esp (CORPES)
      La duquesa de Alba, la de los veintisiete nombres, la que nunca usó el de Cayetana porque siempre firmó María del Pilar Teresa de Silva, ha pasado a la historia por su garbo y su carisma. Y porque la pintó Goya de todos los colores y en todas las posturas. Pero ya está. Y nadie la envenenó. La reina María Luisa no la mató, solo se alegró de que se muriera. En 1945 se hizo una autopsia porque sus descendientes quisieron aclarar si fue asesinada, y no. Murió de una meningitis tuberculosa y no se dejó nada por vivir.
    • 2021 Román, V. "Tuberculosis corazón" [24-03-2021] Infobae (Buenos Aires): infobae.com Ar (HD)
      La infección se transmite de persona a persona a través del aire. Cuando un enfermo de tuberculosis pulmonar tose, estornuda o escupe, expulsa bacilos tuberculosos al aire, una vía similar a la del coronavirus. Se calcula que una cuarta parte de la población mundial está infectada por el bacilo de la tuberculosis, lo que significa que dichas personas están infectadas por el bacilo pero (aún) no han enfermado ni pueden transmitir la infección.
    • 1846 Palacios Villalba, S. Trad Tratado enfermedades niños, Schnitzer Wolff, III p. 89 Esp (BD)
      La predisposición hereditaria tuberculosa crece de generacion en generacion, y si no hay mezcla con personas sanas, la familia en que reine queda en poco tiempo esterminada, pues rara vez llega hasta la cuarta generacion.
    • 1848 Trelles, P. "Oftalmias" [20-03-1848] Gaceta Médica (Madrid) Esp (HD)
      [...] estos por el estado de su evolución indicaban ser de fecha posterior á la de la enfermedad principal, producidos por ella ó bajo su influencia; por consiguiente no seria exacto decir que aquella afección escrofulosa era esencialmente tuberculosa, sino solamente tuberculífera, resultando de aqui que estas dos palabras espresan estados morbosos diferentes.
    • 1876 Martín Pedro, E. Manual patología [1876] Esp (CDH )
      Las enfermedades crónicas más características, como las cancerosas y las tuberculosas, tienen por producto lesiones de nutricion que representan otros períodos de la vida, ya intra, ya extrauterina.
    • 1884 Berrueco, J. "Cómo se evita la tuberculosis" El Dictamen Esp (CDH )
      Todo esto, unido á la frecuencia con que se verifica en los colegios el contagio de las enfermedades infecciosas y el escrofulismo que se ceba en tan tiernas criaturas por las condiciones en que se las coloca, es causa más que suficiente para preparar el terreno donde ha de germinar la semilla de la enfermedad que nos ocupa, y si á ello unimos los golpes que reciben en sus cabecitas, ya de los niños mayores ó bien cayéndose de los bancos, tendremos un conocimiento causal exacto de las meningitis tuberculosas que ya hemos tenido ocasión de observar con sobrada frecuencia.
    • 1895 Aragó, B. Tratado palomas [1895] Esp (CDH )
      Es una raza de pajarera, del tamaño de la mundana mediana, que se distingue por el desarrollo notable de la membrana tuberculosa que le cubre las ventanas de las narices y los alrededores de los ojos, hasta el extremo de que sólo la punta de su pico queda visible, y los ojos casi cerrados.
    • 1906 Gmz Pamo, J. R. Discurso [1906] Esp (CDH )
      [...] como sucede con el mercurio y la plata, cuyas disoluciones son utilizadas con particularidad en ciertas afecciones, y que la energía de esta acción no es igual en todos los casos para todos los metales; la del manganeso sobrepuja á todos, especialmente en las meningitis tuberculosas y en la fiebre tifoidea.
    • 1906 Gmz Pamo, J. R. Discurso [1906] Esp (CDH )
      (1) Los 18 enfermos pueden agruparse del modo siguiente: / Plata.– 1, escarlatina; 1, grippe, grave; 1, ictericia, grave; 1, reumatismo articular. / Oro.– 1, fiebre tifoidea; 3, tuberculosis pulmonar; 1, sífilis secundaria. / Paladio .– 6, neumonías; 1, pleuresía; 1, tuberculosis pulmonar. / Platino.– 1, neumonía. / Además fué ensayado el manganeso en dos meningitis tuberculosas y en una fiebre tifoidea, y el cobre en una neumonía y en otra fiebre tifoidea.
    • 1911 Baroja, P. Árbol ciencia [1996] Esp (CDH )
      Había tenido una meningitis tuberculosa, con dos o tres días de un período prodrómico, y luego una fiebre alta que hizo perder al niño el conocimiento; así había estado una semana gritando, delirando, hasta morir en un sueño.
    • 1912 Albasanz Echevarría, S. Organoterapia y Opoterapia [1912] 114 Esp (CDH )
      La enfermedad de Addison, realiza como hemos visto, el síndrome más completo de la insuficiencia capsular, por lesiones glandulares y nerviosas del simpático abdominal asociadas casi siempre, de naturaleza diversa aun cuando es hecho probado el predominio de lesiones tuberculosas para las glándulas, y lesiones degenerativas y atróficas para los ganglios y fibras nerviosas; caracterizada clínicamente por astenia neuromuscular, trastornos digestivos, melanodermia, neuralgias diversas, etc., y por una marcha tan pronto lenta como rápida pero siempre fatal sin que hasta la fecha ningún tratamiento haya sido capaz de detenerlo.
    • 1912 Albasanz Echevarría, S. Organoterapia y Opoterapia [1912] Esp (CDH )
      En las supuraciones del pulmón también ha dado resultados, así como en las bronquitis crónicas no tuberculosas, aun cuando en estas últimas la medicación pulmonar pierda valor, si se la compara con el que tiene en las otras afecciones que hemos indicado.
    • 1912 Albasanz Echevarría, S. Organoterapia y Opoterapia [1912] Esp (CDH )
      Una de las aplicaciones más modernas de la Opoterapia hepática es la descubierta por Gilbert al tratamiento de las hemóptisis tuberculosas.
    • 1912 Albasanz Echevarría, S. Organoterapia y Opoterapia [1912] Esp (CDH )
      17. La Opoterapia hepática se ha empleado con éxito en el tratamiento de las cirrosis, alcohólicas ó no, consiguiendo mejorias, en el de la gota y diabetes (diabetes por anhepatia) enfermedades en las que el higado juega cierto papel patogénico, habiéndose, por último intentado utilizarla como hemostática en las hemoptisis tuberculosas, fundándose en las propiedades coagulantes de los extractos hepáticos.
    • 1912 Albasanz Echevarría, S. Organoterapia y Opoterapia [1912] Esp (CDH )
      Los estados agudos, bronquitis, pulmonías y broncopneumonías, enfisema, asma, dilataciones bronquiales, coqueluche y los procesos tuberculosos, sobre todo agudos, no parecen a juzgar por los resultados de las observaciones publicadas, indicar ni ser justiciables del tratamiento opoterápico.
    • 1914 Sarmiento Lasuén, J. Paidología [1914] Esp (CDH )
      En la seguridad de que la principal causa del contagio es la inhalación, hay que alejar al niño del esputo tuberculoso.
    • 1926 Glz Fragoso, R. Talofitas [1926] Esp (CDH )
      No se limitó sólo a esto el ilustre bacteriólogo aleman, sinó que estudió la tuberculosis de las vacas, de las aves, etc., demostrando que en realidad son enfermedades tuberculosas, pero diferentes y no transmisibles del hombre a los animales, ni de los animales al hombre.
    • 1926 Glz Fragoso, R. Talofitas [1926] 9 Esp (CDH )
      Este líquido colorea los bacilos tuberculosos de Koch en rojo vivo, pero aún es necesario para que sean visibles, quitar el exceso de color rojo, haciendo obrar en frío, durante diez minutos, ácido sulfúrico diluído en cuatro partes de agua destilada, lavando después la preparación con esta última con la ayuda de una pipeta, y terminando la decoloración con otro lavado, durante unos minutos, con alcohol absoluto.
    • 1919-1936 Marañón, G. Climaterio [1990] Esp (CDH )
      [...] hoy estamos de acuerdo todos los clínicos en que casi siempre se trata de anemias sintomáticas (por lo común, infecciosas, y muy especialmente tuberculosas).
    • 1919-1936 Marañón, G. Climaterio [1990] Esp (CDH )
      Generalmente ponen de relieve lesiones tuberculosas fibrosas de lenta evolución.
    • 1919-1936 Marañón, G. Climaterio [1990] Esp (CDH )
      Fuera de las epistaxis ya citadas al hablar de las hemorragias vicariantes, de las disneas de esfuerzo originadas por la plenitud abdominal debida al meteorismo y al acumulo de grasa, y de la agravación que durante los trances congestivos del climaterio sufren las mujeres con lesiones respiratorias crónicas (tuberculosas, bronquíticas crónicas o enfisematosas, etc.), sólo nos queda por estudiar en este capítulo una afección, el asma.
    • 1919-1936 Marañón, G. Climaterio [1990] Esp (CDH )
      De joven tuvo frecuentes catarros, algunos con calentura y mucha expectoración, que la hicieron adelgazar, es decir, casi seguramente una lesión tuberculosa que se curó.
    • 1942 Salinas, P. Carta Correspondencia (1923-1951) Esp (CDH )
      Por si no os ha escrito: Juanito, confirmado el diagnóstico de lesión tuberculosa, está en el sanatorio de Vermont, no lejos de Middlebury.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      D) Los focos sépticos latentes (mastoideos, dentarios, faríngeos, etc.), y también los de origen tuberculoso, pueden originar tromboflebitis leves, latentes, repetidas, inadvertidas, que pueden ser origen de embolias en apariencia inexplicables.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En el absceso tuberculoso estos síntomas pueden ser subagudos, a veces muy discretos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En algunos casos se manifiesta por crisis de dolor agudo y pasajero que al ser referido al médico hace pensar en apendicitis: toda crisis de apariencia apendicítica en una mujer joven sospechosa de tuberculosis o en ambiente tuberculoso, debe hacer investigar una posible anexitis tuberculosa.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Esta lesión, generalmente de origen tuberculoso vertebral, otras veces consecutiva a un absceso perinefrítico, puede simular un proceso apendicular, ya que existe dolor en la fosa ilíaca derecha (espontáneo y a la presión), rigidez de la pared abdominal y fiebre.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      II. La lesión tuberculosa (chancro tuberculoso) del labio es rarísima.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      4. Lesiones inflamatorias: pionefritis, pielonefritis, riñón tuberculoso (v. páginas 269 y 1032).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      c) El tumor blanco tuberculoso puede aparecer en otras articulaciones (tobillo, muñeca, hombro) con los mismos caracteres expuestos por la rodilla.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La tuberculosis ósea es muy frecuente en niños y jóvenes, unas veces sospechosos por su mal estado general, por su "hábito tuberculoso"; otras veces, en individuos de buen aspecto general.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Es difícil precisar si se trata de una meningitis autóctona, producida por un virus especial, o si se trata de formas meníngeas de otras infecciones por ultravirus, como la polimielitis anterior de forma meníngea, la meningitis herpética o la meningitis urliana sin hipertrofia de las parótidas; también se discute si un ataque tuberculoso leve puede producir este síndrome.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      El crecimiento es rápido; más o menos pronto el centro de los nódulos se reblandece, abriéndose y supurando a través de fístulas con el clásico aspecto tuberculoso; en el pus se puede hallar el bacilo de Koch.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 914 Esp (CDH )
      Cualquiera de los gérmenes que producen la neumonía clásica pueden producir también la esplenoneumonía; pero, como hemos dicho, es más frecuente el origen tuberculoso; la falta de herpes es un dato de orientación en este sentido; el estudio de los antecedentes, el examen reiterado de los esputos y, sobre todo, el curso, darán la clave de la etiología.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      El neumotórax tuberculoso puede aparecer al comienzo del proceso, incluso en tuberculosos no diagnosticados, que se creen sanos; un pequeño tubérculo, muy subpleural, puede ser la causa de la perforación.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Es un axioma corriente que los derrames serofibrinosos primitivos son con gran frecuencia tuberculosos; se consideran benignos y casi siempre lo son; pero no se olvide que indican la existencia de un proceso tuberculoso que puede evolucionar desagradablemente.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Cuando el estertor se produce en un bronquio rodeado por tejido pulmonar condensado, se percibe con una tonalidad rotunda, muy sonora, y se llama estertor consonante; se percibe principalmente en las lesiones de condensación pulmonar de origen tuberculoso.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Se han descrito algunos casos de origen sifilítico y más raramente aún, tuberculoso.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      endometritis de origen gonocócico, tuberculoso, sifilítico, etc.; fibromas submucosos o intraparietales; perimetritis; anexitis agudas o crónicas; pelviperitonitis; tumores de los anexos; anomalías congénitas de la matriz; ante o retroflexión; lesiones inflamatorias o traumáticas del cuello, etc. Cuando la mujer que aborta consulta al médico general, es lo común que estas causas hayan sido ya eliminadas por el especialista.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )

      B) Pleuresía diafragmática.– Suele aparecer también, ya después de una neumonía explícitao de un foco neumónico inadvertido, ya a consecuencia de otros procesos pulmonares, ya en el curso de una septicemia; su origen es, otras veces, tuberculoso.

    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 945 Esp (CDH )
      Muchos niños no dejan, en efecto, de toser, durante semanas y semanas; hay, entonces, que investigar una de estas tres posibilidades: o que se trata de niños con estado linfático, con propensión a la hipertrofia ganglionar, y ésta es la causa de la tenaz tos; o que se haya despertado un proceso tuberculoso latente, suceso no raro después de la coqueluche;
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] mas al enfermo debe vigilarse, por si acaso la fiebre depende de un foco tuberculoso difícil de demostrar; y, aun existiendo un foco séptico seguro, por la influencia nociva que este foco puede ejercer sobre la evolución de la tuberculosis latente.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La más significativa es esta última, la fiebre hética, accesional, irregular, con grandes sudores nocturnos que corresponden a lesiones avanzadas, supuradas, del proceso tuberculoso; su diagnóstico suele ser, pues, muy fácil.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 987 Esp (CDH )
      Más fácil es el error respecto a la tuberculosis, sobre todo teniendo en cuenta que una fiebre de Malta puede reactivar la evolución de un foco tuberculoso latente, si bien este peligro es hoy menos frecuente, como el de las anemias graves, tan citado por los autores, desde que se alimenta convenientemente a los enfermos; también pueden contribuir a la confusión con la tuberculosis la similitud de la fórmula leucocitaria de ambas enfermedades, los grandes sudores y la aparición de ciertas complicaciones, como las espondilitis supuradas, que recuerdan mucho al mal de Pott; o las meningitis; pero la duda es siempre pasajera.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Pero en los frecuentísimos casos de origen tuberculoso puede haber febrícula, relacionable, sin duda, con la infección y no con el trastorno endocrino.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Es éste un fenómeno que se observa en todo estado febril, por ejemplo, en las mujeres tuberculosas, el 30 por 100 o más de las cuales ven aumentar su fiebre en los días que preceden al período, se quiso dar a este dato valor diagnóstico en el sentido tuberculoso; pero toda fiebre, aun no siendo tuberculosa, puede exacerbarse en esos días, y hay bastantes mujeres —las que presentan un intenso síndrome de tensión premenstrual (véase página 860)— en las que hay hipertermia premenstrual y no en el resto del mes, con o sin coexistencia de factores infecciosos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La hipertermia de la cirrosis, que es frecuentísima, puede ser debida a las infecciones que complican esta enfermedad, sobre todo los casos con ascitis, en los que el peritoneo se infecta, ya por neumococos o por gérmenes banales (en el sedimento del líquido ascítico habrá polinucleosis), ya por el germen tuberculoso (linfocitosis en el líquido ascítico) (v. pág. 203).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      I. Febrículas de origen tuberculoso.– Es el primer diagnóstico en que se piensa ante un cuadro de febrícula; con razón, porque muchas veces es ésta la causa.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      E) En otro grupos de casos, ni la historia clínica ni la exploración —incluídas las finas y reiteradas radiografías— permiten sustentar el diagnóstico tuberculoso; no obstante, el mal estado general, asténico, con delgadez, con inestabilidad del peso, con gran sensibilidad a los enfriamientos, con vivas reacciones vasomotoras, con trastornos sexuales, etc., hace volver el espíritu hacia la misma sospecha.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En resumen: en estos casos, ni se puede rechazar radicalmente la hipótesis tuberculosa, ni tampoco hay razón fundamental para admitirla; por lo que el clínico debe observar durante algún tiempo al paciente, con exploraciones periódicas, cuatro o cinco veces al año, y si no sobrevienen síntomas alarmantes, se puede desechar el diagnóstico tuberculoso: antes, no.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 956 Esp (CDH )
      d) En un proceso agudo febril, de localización pulmonar o no, que se sospecha sea tuberculoso, la reacción negativa, no permite excluir que, en efecto, sea tuberculoso; es preciso aguardar a la convalecencia, en la que la alergia reaparece.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 956 Esp (CDH )
      d) En un proceso agudo febril, de localización pulmonar o no, que se sospecha sea tuberculoso, la reacción negativa, no permite excluir que, en efecto, sea tuberculoso; es preciso aguardar a la convalecencia, en la que la alergia reaparece.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      A las cuatro a cinco semanas, si el producto era tuberculoso, aparece un chancro de inoculación, o bien, sin chancro, una hipertrofia de los ganglios inguinales.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Más interés tiene la otalgia como síntoma precoz de afecciones crónicas, como el cáncer de la amígdala o de la faringe o de la nasofaringe, y las ulceraciones tuberculosas o sifilíticas de estas regiones (v. pág. 877).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La coexistencia de otras lesiones tuberculosas no es un argumento decisivo a favor de la naturaleza tuberculosa de la otitis, pues muchas veces las otitis banales coinciden con tuberculosis pulmonares o de otros órganos (tal vez, una otitis banal pueda favorecer la evolución de una tuberculosis pulmonar).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La parálisis facial es más frecuente en las otitis tuberculosas que en las banales.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Con menos frecuencia se presenta en las neumonías o en las septicemias, estreptocócicas o de otro orden; en la tifoidea, gripe, etc. La pericarditis tuberculosa aparece en edades, en general, más tardías que la reumática y sigue a ésta en frecuencia, debiéndose ya a una infección hematógena, ya a propagación de lesiones tuberculosas vecinas; por ejemplo, de un ganglio.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En personas jóvenes afectas de artropatías infecciosas (estreptocócicas, tuberculosas, gonocócicas) es muy frecuente la aparición de una hipertricosis en los miembros de la articulación afectada, de difícil explicación.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Es frecuente que coincida con otras lesiones tuberculosas, sobre todo renales, testiculares y pulmonares.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Su origen suprarrenal no parece dudoso, pues en las autopsias se encuentran frecuentemente, o lesiones tuberculosas, o esclerosis de las glándulas suprarrenales.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Yo he encontrado en un 7 por 100 de los casos el eritema nudoso, con cutirreacción negativa, y coincidentes con infecciones no tuberculosas (anginas, estreptococias, enterocolitis, heridas infectadas, reumatismo).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      I. Fístulas tuberculosas.– Las lesiones tuberculosas supuradas (abscesos fríos) de los distintos órganos, cuando se vierten al exterior, tienden a establecer fístulas atónicas, de gran tendencia crónica, de rebordes duros, rojizos o lívidos, muy característicos, de cicatriz deforme e indeleble.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Las lesiones tuberculosas supuradas (abscesos fríos) de los distintos órganos, cuando se vierten al exterior, tienden a establecer fístulas atónicas, de gran tendencia crónica, de rebordes duros, rojizos o lívidos, muy característicos, de cicatriz deforme e indeleble.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      A) Las más frecuentes son las consecutivas a las adenopatías tuberculosas, sobre todo del cuello, también de la axila, de las ingles, etc.; muchas veces, asociadas a ulceraciones superficiales, escrofulosas, en los niños y jóvenes linfáticos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      B) Las osteítis u osteoartritis tuberculosas pueden ser origen también de fístulas típicas: pie, mano, sacro, etc. (v. pág. 469).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Asientan sobre un tejido cicatricial duro, que puede recordar a las lesiones tuberculosas o sifilíticas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Las úlceras tuberculosas son unas veces secundarias a gomas tuberculosos reblandecidos; otras veces aparecen como ulceraciones primitivas; otras, en fin, son producidas, por contaminación del propio enfermo, en los períodos avanzados de una tuberculosis visceral, apareciendo entonces en los bordes de la mucosa bucal o en los bordes anales.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Por su estrecha relación patogénica con las úlceras tuberculosas, de las que, sin embargo, debemos separarlas clínicamente, las citamos aquí.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Sus causas principales son: lesiones perianales tuberculosas o de origen prostático (infección banal o tuberculosa); o emigradas del abdomen, principalmente de la fosa ilíaca derecha (peritiflitis, periapendicitis, ileítis terminal, etc.).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Su distinción clínica de las esclerosis pulmonares no tuberculosas, que citamos en seguida, puede ser muy difícil; sólo reiterados exámenes bacteriológicos resuelven esta duda.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 151 Esp (CDH )
      En un tanto por ciento considerable de casos (15 por 100) se encuentra, en efecto, el bacilo de Koch en la sangre; y aun sin este hallazgo, la coincidencia segura con la tuberculosis es frecuentísima; pero los casos no tuberculosos son indudables, algunos bien comprobados por la autopsia, y hoy hemos de admitir que se trata de una reacción alérgica, inespecífica a varias causas infecciosas, principalmente tuberculosas y estreptocócicas; o tóxicas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      El absceso de ano, cualquiera que sea su origen, puede dar lugar a la fístula de ano, pero son especialmente frecuentes las tuberculosas y las de una lesión rara, pero de gran tendencia a fistulizar, la ileítis terminal (v. pág. 274).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 201 Esp (CDH )
      El exudado proporciona un líquido turbio, de densidad superior a 1025, con mucha albúmina, reacción de las globulinas intensa (Rivalta positivo), coagulación espontánea y sedimento rico en células (polinucleares, en las inflamaciones habituales; linfocitos, en las inflamaciones tuberculosas; posiblemente algunas células cancerosas o ganchos de hidatides, cuando existen estas lesiones).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Las dificultades aumentan en las ascitis tabicadas, cuya macidez es parcial, irregular e inmóvil; por fortuna, el resto de la sintomatología (se trata casi siempre de peritonitis tuberculosas) permite hacer el diagnóstico etiológico.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 202 Esp (CDH )
      Pero, a pesar de todo, hay casos de quiste con todos los signos de la ascitis, y casos de ascitis libres tuberculosas, en mujeres jóvenes, con amenorrea y con pigmentación de la piel que recuerda al cloasma ovárico y que son fácilmente diagnosticadas de quiste ovárico (v. pág. 361).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En la mayoría de los casos trátase de niños o de jóvenes del sexo femenino, y su naturaleza es tuberculosa, ya propagada de lesiones tuberculosas genitales, ya por infección hematógena, consecutiva a otitis, angina, etcétera.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Esta ascitis se debe a la dificultad de la circulación de la porta por esclerosis de sus ramas hepáticas; es, pues, una ascitis de trasudación, aunque muchas veces el líquido ofrece dudosos caracteres del trasudado a causa de que hay pequeñas infecciones peritoneales (neumocócicas, tuberculosas o de otros orígenes), sobre todo cuando se han hecho varias parecentesis.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Hay que tener en cuenta, además, que un cierto número de estas lesiones tuberculosas producen estreñimiento.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En algunos casos se impone el diagnóstico diferencial entre estas lesiones tuberculosas y las ileítis terminales (v. pág. 274).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      A) Laringitis tuberculosa, que aparece en los portadores de lesiones tuberculosas pulmonares, generalmente en la fase tísica, final; pero es preciso no olvidar estos dos hechos: que la laringitis puede ser una manifestación precoz de la tuberculosis; y que en la tuberculosis pulmonar se pueden presentar laringitis no tuberculosas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] y que en la tuberculosis pulmonar se pueden presentar laringitis no tuberculosas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Se puede sospechar en individuos que padecen otras localizaciones tuberculosas, pero siempre con reservas, ya que los tuberculosos pueden padecer frecuentes estados dispépticos no específicos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Con menos frecuencia úlceras de otro origen (sifilíticas, tuberculosas).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      B) Perforación intestinal (cáncer, tifoidea, úlceras tuberculosas, ileítis terminal, úlceras disentéricas, colitis ulcerosa).– Su comienzo puede ser insidioso; por ejemplo, en casos de tifoidea, por el embotamiento del enfermo (sobre su diagnóstico, véase pág. 332); o de cáncer, o de tuberculosis, en los que la ruptura intestinal puede hacerse trabajosamente a través de la adherencias que rodean al órgano.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Las adenopatías pueden ser tuberculosas o por infecciones banales, en relación con focos sépticos, abdominales o extraabdominales (v. pág. 374).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La mayoría de las veces se trata de inflamaciones banales; el examen histológico de los apéndices extirpados da sólo una proporción de 1 a 3 por 100 de lesiones tuberculosas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 273 Esp (CDH )
      En todas estas lesiones tuberculosas, el diagnóstico seguro sólo lo da el examen histológico.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      c) Algunas escuelas médicas insisten mucho sobre la frecuencia con que se toman como tuberculosas lesiones actinomicósicas del ciego, que evolucionarían con los signos de tiflitis crónica poco dolorosa, pero no siempre benigna, por lo que se suele pensar en la etiología tuberculosa y a veces, en el cáncer.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Es frecuente que el estado general se conserve durante bastante tiempo satisfactorio y que las adenopatías sean también tardías, por lo que el diagnóstico se puede inclinar hacia otras afecciones menos graves (inflamaciones banales o tuberculosas) o hacia simples tumores escibálicos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      De aspecto parecido a las tuberculosas o actinomicósicas, se abren en la piel de la fosa ilíaca derecha o en la lumbar.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      IV. Fístulas en las osteítis no tuberculosas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )

      Fístulas venéreas.– Afectan a los ganglios inguinales; fuera de la fistulización aguda de los ganglios en el chancro venéreo, de diagnóstico indudable, nos interesan las fístulas crónicas en la linfogranulomatosis venérea(Nicolas-Favre); pueden confundirse con las tuberculosas de esta región (v. pág. 371).

    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      El chancro de la piel puede confundirse con otras ulceraciones crónicas; sobre todo en las piernas, con las tuberculosas, con las varicosas, etc. Deben, pues, investigarse, a la menor duda, las reacciones serológicas y la prueba terapéutica.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Las causas que producen la ascitis son, por lo general, inflamatorias (sobre todo tuberculosas) en la niñez y juventud; hepáticas (sobre todo cirrosis) en la edad adulta; cancerosas en la vejez; y circulatorias (asistolia, nefritis) en cualquier edad.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Son muy frecuentes, sobre todo en las ovaritis y anexitis crónicas, singularmente, según nuestra experiencia, las tuberculosas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      1. Las peritonitis crónicas difusas, principalmente tuberculosas, en su forma plástica, pueden producir como síntoma único el estreñimiento pertinaz; y, a veces, la oclusión, que en algunos casos es el primer síntoma (v. págs. 337 y 342).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      2. Las peritonitis localizadas (tuberculosas o no), las perivisceritis, en general (apendicitis crónica, perigastritis ,periduodenitis), son también causa frecuente de estreñimiento (v. pág. 343).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      El hallazgo de pus en cantidades microscópicas puede ser debido a cualquiera de las causas expuestas o a las colitis inflamatorias, colitis ulcerosas, lesiones tuberculosas, disentéricas, etc. Ya hemos dicho (v. pág. 221) que las heces disentéricas (mucopurulentas, flemosas, de reducido volumen, numerosas) no siempre son debidas a los agentes disentéricos, sino a las otras lesiones de los últimos tramos intestinales; la naturaleza disentérica exacta sólo la da la bacteriología.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Se ha querido utilizar esta investigación para el diagnóstico de la tuberculosis pulmonar; pero existe la causa de error de las frecuentes lesiones tuberculosas intestinales que producen también eliminación de gérmenes.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      a) Ulceraciones tuberculosas del intestino delgado.– Esta lesión, muy frecuente en los tuberculosos pulmonares y causa frecuente de diarrea (v. pág. 222), rara vez da lugar a melenas verdaderas y sí sólo a hemorragias microscópicas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      d) Es poco frecuente la compresión de las vías biliares por adenopatías en las lesiones tuberculosas del intestino o del peritoneo (v. pág. 343).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      E) Ulceras tuberculosas.– Se trata de úlceras extensas, irregulares, de bordes despegados, de color lívido, de fondo granuloso y, a veces, caseoso, sin base indurada, muy dolorosas, casi siempre con ganglios; en ocasiones, pequeños tubérculos o ulceraciones miliares rodean a la lesión principal.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      El dato más importante es la coexistencia de lesiones tuberculosas pulmonares avanzadas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La invaginación aparece en individuos con lesiones tuberculosas intestinales, con cuerpos extraños, con divertículo de Meckel, con papilomas o con otros tumores benignos o malignos o sin ninguna lesión previa; excepcionalmente en la fiebre tifoidea.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] ya las tuberculosas (v. pág. 286), ya las sifilíticas (v. pág. 286), ya, con menos frecuencia, las disentéricas (v. pág. 221) y las tifoideas: éstas, por su dirección paralela a la longitud del intestino delgado, producen la retracción excepcionalmente y a fechas muy tardías; los escasos casos publicados se refieren al intestino grueso, y no siempre son seguros, en cuanto a la etiología tifoidea; yo no he visto ninguno.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      1. Se observa principalmente en casos graves de gomas sifilíticos ulcerados o de ulceraciones tuberculosas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] fiebre, variable en su intensidad y en sus formas, según el germen productor (pero puede haber formas apiréticas, incluso entre las tuberculosas); mal estado general; vientre ascítico o meteorizado, o con plastrones palpables.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Hay que distinguir las peritonitis en general y las tuberculosas; la frecuencia de éstas justifica estudiarlas aparte.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      2. Las peritonitis localizadas crónicas pueden ser también tuberculosas, ya secas, plásticas, englobando un sector de vísceras con ganglios linfáticos, a veces caseificados, y el epiplón; ya en forma de ascitis circunscritas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      B) Las sifilíticas y tuberculosas, que generalmente no se manifiestan hasta que aparecen síntomas de estrechez: véase más abajo (pág. 346).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] por emigración de osteítis tuberculosas vertebrales, o bien por supuraciones de distintos orígenes de la pared misma.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      G) Los tumores o las lesiones inflamatorias, banales o tuberculosas del colon ascendente y del ángulo hepático del colon son raras.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      D) Adenopatías tuberculosas.– Aparecen muy preferentemente en la región cervical (lateral, submaxilar) y también en las axilas e ingle, en la que pueden presentarse aisladas, prestándose a confusión con las venéreas, etc. Adquieren con facilidad tamaños considerables, caseificándose y formando abscesos fríos que cuando se abren, espontáneamente o quirúrgicamente, dan lugar a típicas fístulas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Las más frecuente son las tuberculosas, pero en los niños con estado linfático cualquier infección puede originarlas: pulmonía, sarampión, focos sépticos de la cabeza (amigdalitis, sinusitis, focos dentarios, etc.).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Gracias a estos análisis, sabemos hoy que buen número de estos casos de supuestas leucemias crónicas, mielocíticas o linfocíticas, de tipo subleucémico, que antiguamente se denominaban con el incorrecto título de seudoleucemias, son, en realidad, adenitis tuberculosas, y sobre todo linfogranulomatosis.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En general, las infecciones tuberculosas implican una tendencia a la monocitosis y linfocitosis, tanto más acentuada cuanto la curación es más fácil; tiene, pues, la monocitosis, y sobre todo la linfocitosis, un valor pronóstico favorable: tuberculosis del adulto, con menos de 15 por 100 de linfocitos, es, casi siempre, grave.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 407 Esp (CDH )
      En este sentido es muy difícil diferenciar el estado linfático del estado escrofuloso, que es un estado linfático especial en niños de familias tuberculosas, con expresión típica de la cara, por la hiperplasia de los labios y nariz; con frecuentes lesiones, fácilmente infectadas de las mucosas de estos orificios; con tendencia a conjuntivitis crónica y a otras lesiones oculares (queratitis, etc.) y, finalmente, con coexistencia de otras lesiones viscerales tuberculosas, de marcha generalmente tórpida, pero susceptible de las agravaciones más importantes, como la difusión o la meningitis.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En algunos casos, sobre todo en los niños, se presentan nódulos cutáneos (v. pág. 170); también puede presentarse el eritema nudoso (v. pág. 150), que para algunos sólo surge cuando el reumatismo recae en tuberculosos; pero lo he visto en casos en los que era prácticamente segura la ausencia de lesiones tuberculosas activas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      1. Son muy frecuentes las tuberculosas, pero, tal vez, se ha abusado de su diagnóstico.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La naturaleza tuberculosa se colegirá por la coexistencia de otras lesiones tuberculosas demostrables, sobre todo lesiones de osteítis, y por el estado general, mediocre, del enfermo, a veces, no siempre, con febrícula.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      b) En general, todas las artropatías tuberculosas crónicas se llaman tumor blanco, por su inflamación uniforme, pálida; el nombre es impropio, pues otras artropatías infecciosas, singularmente las sifilíticas, pueden dar lugar al mismo aspecto.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 436 Esp (CDH )
      La biopsia de un trozo de sinovial y su examen histológico puede decidir el diagnóstico: pero la coexistencia de otras lesiones tuberculosas, el mal estado general, etc., suelen orientar suficientemente.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 438 Esp (CDH )
      Los caracteres expuestos, unidos al estado general del enfermo, comúnmente mediocre, hacen que, con frecuencia, se diagnostiquen estas artropatías como tuberculosas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Los traumatismos, ya accidentales, ya profesionales, actúan, por lo común, como fijadores en la articulación traumatizada de una infección general: por ejemplo, es muy común, como hemos dicho, que, aparentemente, se inicien las artropatías tuberculosas por un golpe; otro tanto puede decirse de las artropatías gotosas (la misma localización de la gota clásica en la articulación del dedo gordo del pie puede estar en relación con que esa articulación es constantemente traumatizada durante la marcha, sobre todo en los individuos obesos); acabamos de ver que el traumatismo juega también un papel de colaborador en las artropatías tabéticas, siringomélicas y hemofílicas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )

      La hidartrosis de la rodillapuede ser manifestación principal o única de las artropatías que hemos descrito: frecuentemente, de las gotosas; también de las blenorrágicas, tuberculosas, sifilíticas, traumáticas, etc.

    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Los síntomas son muy parecidos a los de la coxa-vara o a los de las coxitis infecciosas (tuberculosas u otras).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      B) Artropatías infecciosas, sobre todo tuberculosas (v. pág. 435) o degenerativas (coxitis aguda, coxopatía involutiva) (v. pág. 439).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Y, finalmente, las espondilitis tuberculosas, pues, como hemos dicho, esta infección puede también determinar espondilitis, pura o asociada a la caries.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      i) La enfermedad retículoendotelial de Boeck-Besnier-Schaumann (v. pág. 169), se localiza, a veces, en las vértebras, dando imágenes radiográficas y cuadros clínicos (cifosis) semejantes a las tuberculosas; el absceso osifluente suele ser unilateral.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Estas lesiones se supuso antes que fueran tuberculosas (osteítis tuberculosa múltiple, cística, de Süngling o de Perthes-Süngling); hoy sabemos que es una localización ósea de la retículoendoteliosis de Boeck-Besnier-Schaumann.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Sobre todo en las tuberculosas es muy típica la espina ventosa (v. pág. 435).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Las osteomielitis tuberculosas afectan principalmente a las extremidades de los huesos largos, a los pequeños huesos de la mano y del pie y a las vértebras.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      a) Osteomielitis destructivas, especialmente parecidas a las tuberculosas, cuyo diagnóstico diferencial acabamos de explicar; insistamos en la frecuencia con que son del tipo de la caries seca.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 478 Esp (CDH )
      B) En el pie es frecuente el dolor debido a las artropatías, como las frecuentes tarsitis gonocócicas, tuberculosas, focales.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La tarsitis puede ser difícil de diferenciar de simples bursitis o tenosinovitis, también infecciosas, igualmente gonocócicas o tuberculosas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Las osteomielitis banales, las osteítis tuberculosas, eligen de preferencia, en esta edad, la localización epifisaria; y no es raro el que los pretendidos dolores de crecimiento sean el preludio de dichas enfermedades.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] otras, trátase de lesiones tuberculosas (v. pág. 343); o bien aparece al final de diversos síndromes hipofisarios: síndrome de Frölich, diabetes insípida y aun acromegalia; o también en muchachos, de ambos sexos, sin etiología especial.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      III. Metástasis de infecciones generales, generalmente estreptocócicas o estafilocócicas, pero también tuberculosas, disentéricas, meningocócicas y de otros gérmenes.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      a) En todas las memingitis subagudas y crónicas, por ejemplo, en las sifilíticas y tuberculosas; en la tabes y parálisis general; en las radiculitis; en el herpes zona, etc. En general, todas las reacciones celulares discretas del líquido céfalorraquídeo son linfocitósicas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      b) De las meningitis agudas, hay linfocitosis en las tuberculosas, salvo cuando hay estados inflamatorios muy purulentos o abscesos que se abren en el espacio subaracnoideo; entonces aparece una intensa reacción polinuclear.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      B) Meningitis agudas (tuberculosas, meningocócicas, sépticas, etc.): reacción positiva (tipo meningítico) en el 80 al 90 por 100 de los casos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Muchas otras veces, la meningitis aparece en individuos portadores de lesiones tuberculosas evidentes (pulmonares, óseas, peritoníticas, ganglionares).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      B) Las neuralgias plantares están casi siempre en relación con lesiones articulares del tarso (tarsitis difusas) (v. pág. 478), gonocócicas o tuberculosas o de origen focal; o en relación con el pie plano.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      1. Tuberculosas: Son bastante frecuentes las tuberculosis ganglionares, primitivas o secundarias, recidivantes, con los caracteres típicos, frecuente fistulización, etc. (v. pág. 370).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      3. Adenopatías agudas que se hacen crónicas, como las de la linfogranulomatosis benigna, si la lesión inicial ha pasado inadvertida, pueden confundirse fácilmente con las tuberculosas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Son muy importantes para el diagnóstico los antecedentes de lesiones tuberculosas en otras vísceras.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Se origina por propagación de lesiones tuberculosas de los ganglios del cuello o de la axila; o por lesiones de la piel; o bien, por vía hematógena, en mujeres con tuberculosis pulmonar o de otras vísceras.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      1. Infecciones generales, principalmente la tuberculosis, ya por concomitancia, nada rara, de lesiones genitales tuberculosas; ya por impregnación tóxica, general.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      C) Ulceras tuberculosas del pene.– Son raras.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      El antecedente anotado, o bien la coexistencia con otras lesiones tuberculosas, y, sobre todo, el hallazgo del bacilo de Koch en el pus conducen el diagnóstico.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Hay también formas crónicas, insidiosas, que recuerdan a las tuberculosas; pero la sensación nodular y caseosa no existe, ni la fistulización.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Como la epididimitis tuberculosa, la orquitis se diagnosticará por el estado general del enfermo, la frecuente coexistencia de otras lesiones tuberculosas, la consistencia nodular y caseosa, a veces con fistulización.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Son difíciles de diferenciar clínicamente de las lesiones tuberculosas y epiteliomatosas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )

      Elefantíasis.– Puede ser debida: a lesiones sifilíticas; a lesiones tuberculosas; a linfogranulomatosis venérea(Nicolas-Favre: véase pág. 371); a filariosis(véase pág. 64).

    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 888 Esp (CDH )
      Cuando el neumoconiósico empieza, pues, a adelgazar y a presentar fiebre, sus esputos deben ser examinados reiteradamente, así como sus radiografías, en serie, en los que se observan las lesiones neumoconiósicas invariables y las tuberculosas que evolucionan.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      I. Cavernas tuberculosas.– Generalmente coinciden con una historia clínica larga y típica de tuberculosis, con el aspecto tísico del paciente, con el esputo numular (v. pág. 899) y con el hallazgo, en éste, de los bacilos de Koch.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 890 Esp (CDH )
      Hay, sin embargo, casos de absceso concomitante con lesiones tuberculosas y eliminación intermitente de bacilos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Son raros, pero deben tenerse presentes, los casos de cáncer del pulmón con reblandecimiento de la masa neoplásica y formación de cavernas, a veces extensísimas, que, clínicamente y radiográficamente, son idénticas a las tuberculosas o a las del absceso corriente.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Es común confundirlas con las tuberculosas o con el cáncer pulmonar.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] aunque al lado de esta idea debe surgir en seguida la de que hay muchas hemoptisis que no son tuberculosas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Todas estas lesiones pueden ser causa del accidente por sí solas, o, sobre todo, a favor de factores ocasionales: tos, cambios barométricos, excesos dietéticos o sexuales, emociones, esfuerzos, etc. En un 50 por 100 de los casos, aproximadamente, las hemoptisis tuberculosas corresponden al infiltrado, ya al subclavicular, ya a los de otras localizaciones.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      El diagnóstico se hace, casi exclusivamente, por la radiografía, que da, ya la imagen circular pura señalada clásicamente, que es muy poco frecuente; ya, muchas veces, otras imágenes atípicas, que recuerdan el absceso, lesiones tuberculosas, el cáncer, etc. Son raras las calcificaciones.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      El interés clínico de estas afecciones estriba en que el cuadro sintomático puede ser idéntico al de las tuberculosis, con su iniciación de tipo gripal o insidioso, seguida la larga fiebre tísica, con sudores, adelgazamiento, etc.; esputos hemorrágicos e imágenes radiográficas muy semejantes a las tuberculosas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 906 Esp (CDH )
      En las neumonías tuberculosas, en todas sus variedades, es, en cambio, frecuente la hemoptisis, sin esputo herrumbroso.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      5. Las lesiones neoplásicas, benignas o malignas, o ulcerosas (sifilíticas, tuberculosas, etc.) de la tráquea o bronquios, pueden ser causa de hemoptisis.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Los métodos modernos de diagnóstico, sobre todo la radiografía, hacen difícil esta confusión; la radiografía ha enseñado también que, en contra de lo que se decía antes, no son raros los casos en que coinciden la estrechez mitral y la tuberculosis; seguramente las hemoptisis de los mitrales revelan, en bastantes ocasiones, lesiones tuberculosas latentes.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Se presenta, ya en jóvenes, ya en viejos, con antecedentes tuberculosos; unas veces con otros ganglios accesibles (por ejemplo, cervicales e inguinales) o con otras lesiones tuberculosas, principalmente pulmonares; estas lesiones orientan el diagnóstico.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      III. Neumonías tuberculosas.– Merecen un capítulo aparte.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      B) Pleuresías coincidentes con lesiones tuberculosas netas.– En un cierto número de casos, la pleuresía serofibrinosa puede aparecer a la vez que una tuberculosis pulmonar ostensible (por ejemplo, caseosa o miliar).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      C) Pleuresías secundarias a lesiones tuberculosas.– En otro grupo de casos, el derrame aparece en el curso de lesiones tuberculosas desde hace tiempo diagnosticadas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En otro grupo de casos, el derrame aparece en el curso de lesiones tuberculosas desde hace tiempo diagnosticadas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Incluso la lesión, anatómicamente mínima, del complejo primario, incluso las adenopatías tuberculosas, pueden propagarse a la pleura; pero ocurre más frecuentemente en el curso de las distintas formas de las tuberculosis extensas del pulmón en el adulto.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] tal ocurre en algunos casos de cáncer primitivo del pulmón (dos de mis casos, en hombres jóvenes, habían estado un mes en el Sanatorio por pleuresías primitivas interpretadas como tuberculosas); y más frecuentemente aún, en los casos de metástasis de cánceres ignorados (por ejemplo, de la próstata).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )

      Pleuresías mediastínicas.– Se trata también casi siempre de empiemas postneumónicos; otras veces, son colecciones serosas tuberculosas.

    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Por ejemplo, en casos de lesiones tuberculosas destructivas sorprende la ausencia total de dispnea en reposo y aun en el ejercicio moderado, en relación con la reducidísima cantidad de tejido pulmonar útil que comprueban la exploración o, más tarde, la autopsia.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En la clínica clásica, este síntoma se estudió y discutió mucho, como indicio precioso de las lesiones tuberculosas iniciales, que se suponía asentaban habitualmente en el vértice.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      2. En la condensación o en la compresión inicial del parénquima pulmonar, como en las lesiones tuberculosas iniciales, en las compresiones por adenopatías o por otras causas, siempre que sean moderadas, hay espiración larga y reforzada, casi del mismo tono que la inspiración; por lo tanto, muy próxima ya al soplo bronquial que estudiaremos luego.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      2. Con menos intensidad se presenta en la bronconeumonía, en la congestión pulmonar, en casi todas las neumonías tuberculosas, en los tumores pulmonares no muy avanzados y destructivos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      El refuerzo habitual de las vibraciones, acompañado de aumento de las vibraciones a la palpación (v. pág. 947); de macidez a la percusión, y de soplo bronquial, es característico de las condensanciones del parénquima pulmonar: neumonía, condensaciones tuberculosas; y de la compresión no absoluta del parénquima pulmonar, por tumores o derrames pleuríticos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Se dice, con razón, que la pectoriloquia es a la broncofonía lo que el soplo cavitario es al soplo bronquial; se presentará, pues, en las cavidades, tuberculosas o de otro género.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      A) En las cavidades considerables, tuberculosas o de otro origen, acompañado del soplo cavitario o anfórico, de pectoriloquia; todos estos datos juntos, dan la certeza de la existencia de una cavidad.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      2. En las grandes hepatizaciones pulmonares (neumónicas, tuberculosas, etc.) hay macidez, acompañada de soplo bronquial, aumento de las vibraciones al tacto y pectoriloquia; excepto en la esplenoneumonía, en la que hay disminución de las vibraciones locales.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Se presenta, sobre todo, al percutir en la región subclavicular, en ciertas cavernas tuberculosas o abscesos abiertos, altos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      El parecido de la tos de la coqueluche con las demás toses coqueluchoides (adenopatías tráqueobrónquicas, tuberculosas o de otro origen y todas las lesiones del mediastino) puede ser muy grande, diferenciándose sólo por el distinto curso de la enfermedad, por el examen clínico y cuidadoso y, sobre todo, por la noción epidemiológica.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      A veces, no obstante, esta laringitis catarral puede hacerse ulcerosa y producir afonía permanente que hace pensar en la tuberculosis; el examen laringoscópico demuestra la diferente calidad de las úlceras, que, en estos casos catarrales, son superficiales y bilaterales y no profundas, y, por lo común, unilaterales como las tuberculosas; la exploración torácica y general, radiografía, etc., completan el diagnóstico diferencial.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Se dice que estas laringitis catarrales tienen una disposición especial para convertirse en tuberculosas, pero no está probado.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Pero la laringitis tuberculosa no siempre es fenómeno de los períodos finales de la infección, sino que a veces se presenta muy precozmente; no hay que olvidarlo; el examen laríngeo sistemático de los escolares permite, en efecto, descubrir casos de lesiones laríngeas tuberculosas, iniciales, con síntomas pulmonares levísimos, de tipo catarral, o completamente nulos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 950 Esp (CDH )
      No debe olvidarse la posible coincidencia de lesiones tuberculosas y sifilíticas o sifilíticas y cancerosas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Sacrificado el animal, se comprueba la existencia de lesiones tuberculosas, muchas veces caseificadas, en los ganglios; así como granulaciones miliares y, quizá, también extensas lesiones caseosas en el bazo, hígado, pulmón.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Si, al cabo de un mes, el animal no presenta chancro, ni adenitis, ni mal estado general (sobre todo, adelgazamiento), puede esperarse dos meses más y sacrificarlo: es posible, entonces, encontrar, a pesar de todo, lesiones tuberculosas; si éstas faltan, puede eliminarse el diagnóstico de tuberculosis.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] en tanto que, en las infecciones corrientes, no tuberculosas, hay franca leucocitosis con polinucleosis y gran velocidad de sedimentación; la reacción tuberculínica es fuertemente positiva (con excepciones) en la fiebre tuberculosa [...].
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] y tiende a debilitarse o a negativizarse si se trata de fiebres no tuberculosas; un examen muy repetido del contenido gástrico puede hallar bacilos en muchos casos de tuberculosis inicial; finalmente, la radiografía, en ciertos casos de tuberculosis (no en todos), descubre alteraciones, más o menos leves pero significativas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] la tifobacilosis suele terminar por un largo período de febrícula, en el curso del cual pueden aparecer manifestaciones tuberculosas más o menos caracterizadas: pleuríticas, pulmonares, etc. (no se olvide que una tifoidea puede revelar o reactivar lesiones tuberculosas latentes) [...].
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] (no se olvide que una tifoidea puede revelar o reactivar lesiones tuberculosas latentes); la tifobacilosis se complica algunas veces con poliartritis (rarísimas en la tifoidea); durante el proceso tifobacilósico, la auscultación suele ser normal o dar, a lo sumo, signos catarrales, insignificantes (que, por otra parte, se presentan también muchas veces en la tifoidea).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] el hallazgo, en ésta, del bacilo de Koch en la sangre es posible e interesante; pero es sabido que una bacteriemia tuberculosa positiva puede aparecer en otros muchos estados (v. pág. 959); la reacción a la tuberculina, por fin, es discreta o negativa en las fiebres no tuberculosas, e intensamente positiva, salvo excepciones, en la tifobacilosis.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 984 Esp (CDH )
      Clínicamente se pueden distinguir dos grupos de granulias: las que, aunque impropiamente, podemos llamar primitivas, en las que la granulia aparece a partir de lesiones tuberculosas ignoradas o poco ostensibles; y las secundarias, que surgen como episodio final en el curso avanzado de lesiones tuberculosas, pulmonares o de otras vísceras, ganglionares, etc., bien definidas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 984 Esp (CDH )
      Clínicamente se pueden distinguir dos grupos de granulias: las que, aunque impropiamente, podemos llamar primitivas, en las que la granulia aparece a partir de lesiones tuberculosas ignoradas o poco ostensibles; y las secundarias, que surgen como episodio final en el curso avanzado de lesiones tuberculosas, pulmonares o de otras vísceras, ganglionares, etc., bien definidas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      f) La neumonía o bronconeumonía tuberculosas producen también fiebre alta, continua; con un síndrome pulmonar, típico, que domina el cuadro (v. pág. 915).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      h) Las fases de reactivación de las lesiones tuberculosas, en general se denuncian por estados febriles, continuos, de duración variable, con pocos síntomas locales, sometidos a los mismos errores de diagnostico ya citados (gripe, fiebre gástrica, etc.).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      i) Otras localizaciones tuberculosas producen también fiebre, larga, variable, no típica por sí misma, sino por su coincidencia con el cuadro clínico.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Ahora bien; esta predisposición puede revelar termométricamente lesiones tuberculosas que hubieran sido inaccesibles a todas las exploraciones; pero, en otros casos, puede bastar por sí misma para producir, sin causa tuberculosa alguna, la subhipertermia.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      F) Desde luego, la febrícula puede originarse en lesiones tuberculosas de localización no pulmonar; por ejemplo, ganglionar, casi siempre secundaria a otras lesiones parenquimatosas, por lo común bien diagnosticables; renal, que puede denunciarse durante largo tiempo sólo por la febrícula, antes de que surjan los otros síntomas (hematuria, etc.: véase pág. 1010) [...].
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Puede admitirse que, precisamente, los focos sépticos latentes sean capaces de activar la patogenidad de esas lesiones tuberculosas apagadas: muchas veces he observado estos casos de etiología mixta.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 1011 Esp (CDH )
      Esta hematuria de la tuberculosis renal es de fácil interpretación cuando se presenta mezclada con mucho pus, con síntomas de cistitis y en individuos jóvenes, de mal aspecto, con fiebre o febrícula y quizá portadores de otras lesiones tuberculosas (pulmonares, óseas, etc.).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 1011 Esp (CDH )
      Es evidente que antes de abrirse las lesiones tuberculosas del riñón en la pelvis renal, pueden producirse estados congestivos, con hematuria, sobre todo en un grupo de individuos jóvenes con gran inestabilidad vasomotora; como todos los otros datos clínicos y de laboratorio son negativos, el diagnóstico puede hacerse muy arduo, resolviéndolo sólo el curso posterior.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Esta piuria es esencial para el diagnóstico de la tuberculosis renal, ya que en tuberculosis de otros órganos puede haber bacilurias tuberculosas puras, es decir, eliminaciones del bacilo por la orina, sin pus.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 1042 Esp (CDH )
      El diagnóstico de naturaleza se sospecha a partir de las lesiones tuberculosas primitivas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      D) La otitis media tuberculosa se sospechará cuando la supuración coincida con un estado general deficiente y marcadas adenopatías.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La coexistencia de otras lesiones tuberculosas no es un argumento decisivo a favor de la naturaleza tuberculosa de la otitis, pues muchas veces las otitis banales coinciden con tuberculosis pulmonares o de otros órganos (tal vez, una otitis banal pueda favorecer la evolución de una tuberculosis pulmonar).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Sin embargo, una otitis tuberculosa puede evolucionar sin complicaciones y con estado general excelente, siendo muy difícil fijar su diagnóstico.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      A) Meningitis (tuberculosa, meningocócica, séptica, sifilítica, etc.).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La hiperacusia puede ser un síntoma muy precoz, sobre todo en la tuberculosa (v. pág. 673).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )

      a)La más importante es la debida a la hipertensión craneal(v. pág. 660); pulso lento en los tumores cerebrales, en las grandes hemorragias encefálicas; en las meningitis; sobre todo en la tuberculosa, de la que puede ser síntoma muy precoz y significativo.

    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      1. La miocarditis crónica genuina, parenquimatosa, subsiguiente a una miocarditis aguda infecciosa, o bien, primitivamente crónica (sifilítica, tuberculosa, tóxica, etc.), se acompaña de aumentos muy pocos marcados del área cardíaca.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      1. La tuberculosis pulmonar crónica con esclerosis pulmonar secundaria, caracterizada por la historia tuberculosa, hallazgo radiográfico de las lesiones, bacilo de Koch positivo; se puede acompañar, en las fases finales, de dilatación cardíaca, por miocarditis o degeneración grasosa o amiloidea del miocardio.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      2. Esclerosis pulmonar no tuberculosa (neumoconiosis, bronquiectasias, abscesos pulmonares, quistes hidatídicos, tumores pulmonares de crecimiento lento, esclerosis pulmonar de causas desconocidas).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Con menos frecuencia se presenta en las neumonías o en las septicemias, estreptocócicas o de otro orden; en la tifoidea, gripe, etc. La pericarditis tuberculosa aparece en edades, en general, más tardías que la reumática y sigue a ésta en frecuencia, debiéndose ya a una infección hematógena, ya a propagación de lesiones tuberculosas vecinas; por ejemplo, de un ganglio.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Tiene la misma etiología reumática, neumocócica, tuberculosa, etcétera, que la pericarditis con derrame; ésta puede preceder a no a la forma adhesiva; otras veces hay coexistencia con otras lesiones torácicas supuradas o con poliserositis (v. pág. 202).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      C) Más rara aún es la gangrena por arteritis tuberculosa.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      IV. Los abscesos fríos, que aparecen como una masa fluctuante, sin apariencias inflamatorias, y que indican casi siempre una lesión tuberculosa, generalmente de la columna vertebral.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      2. En los jóvenes y niños, la pigmentación tuberculosa se presenta, sobre todo, en la peritonitis crónica, en forma de cloasma (v. pág. 202).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 151 Esp (CDH )
      Para muchos, sin embargo, es un signo patognomónico del síndrome inicial de la invasión tuberculosa en el niño; y, mucho más raramente, de un brote agudo en una tuberculosis antigua.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      C) Frecuentemente, no siempre, la fístula anal es de naturaleza tuberculosa.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      D) La epididimitis tuberculosa es causa frecuente de fístulas, generalmente en la parte posterior del polo inferior del testículo.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Suelen ser consecuencia de peritonitis localizadas, casi siempre neumocócica, menos veces tuberculosa.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Interesan al médico general, porque indican un estado de diseminación de la infección tuberculosa; pero no siempre implican un mal pronóstico, como antes se creía.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      D) No es raro en la fase precoz de la meningitis tuberculosa; se localiza, muchas veces, en la nariz, obligando a rascarse violentamente a los enfermos, sobre todo a los niños, hasta hacerse sangre (Lafora.).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] mielitis, siringomielia, paquimeningitis, tumores medulares o vertebrales, osteítis vertebral tuberculosa, reumatismo crónico vertebral: casos míos evidentes.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Sus causas principales son: lesiones perianales tuberculosas o de origen prostático (infección banal o tuberculosa); o emigradas del abdomen, principalmente de la fosa ilíaca derecha (peritiflitis, periapendicitis, ileítis terminal, etc.).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Ayudan a la diferenciación los datos siguientes: en el quiste, el límite superior de la macidez en forma de media luna de concavidad inferior (en la ascitis, el límite superior es plano o en media luna de concavidad superior); el mayor diámetro del abdomen, infraumbilical en el quiste y supraumbilical en la ascitis; el análisis del líquido puncionado, que es, en el quiste, gleroso y muchas veces hemático; la historia genital de las enfermas con quiste (amenorrea, etc.) y la historia hepática, circulatoria, nefrítica, tuberculosa, etc., en las ascitis libres.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En la mayoría de los casos trátase de niños o de jóvenes del sexo femenino, y su naturaleza es tuberculosa, ya propagada de lesiones tuberculosas genitales, ya por infección hematógena, consecutiva a otitis, angina, etcétera.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      A veces hay enorme adelgazamiento (algunas autopsias, o bien la coexistencia de síntomas como la diabetes insípida, me han permitido explicar este adelgazamiento, en ciertos casos, por una lesión hipofisaria, tuberculosa, concomitante).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En muchachas jóvenes, la peritonitis tuberculosa se acompaña muchas veces de salpingoovaritis (v. pág. 276) con amenorrea y pigmentaciones de la cara que recuerdan al cloasma ovárico (v. pág. 136) y pueden hacer pensar en el quiste ovárico; también es muy frecuente la dismenorrea.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Esta poliserositis es, unas veces, notoriamente tuberculosa; puede ser también sifilítica, o reumática o de naturaleza imposible de determinar.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Esta complicación, en las autopsias, es muy frecuente (40 por 100 de los niños muertos de tuberculosis y 60 por 100 de los adultos); pero, clínicamente, la enterocolitis tuberculosa se manifiesta, sólo en una cuarta parte de los casos con lesión intestinal.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      XX. Es de difícil clasificación la ileítis terminal, que puede manifestarse predominantemente por diarrea, fácil de confundir con la de las colitis ulcerosas o con la tuberculosa.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      A) Laringitis tuberculosa, que aparece en los portadores de lesiones tuberculosas pulmonares, generalmente en la fase tísica, final; pero es preciso no olvidar estos dos hechos: que la laringitis puede ser una manifestación precoz de la tuberculosis; y que en la tuberculosis pulmonar se pueden presentar laringitis no tuberculosas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      2. Otras lesiones inflamatorias crónicas de la región apendicular, como la tiflitis, banal o tuberculosa, pueden ocasionar dispepsia (v. pág. 272).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] a pesar de su evidencia, no es excepcional el que, sobre todo en niños, un tumor cerebral o una meningitis tuberculosa se diagnostique al comienzo de dispepsia.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La peritonitis generalizada crónica, generalmente tuberculosa, puede manifestarse únicamente por un dolorimiento difuso del vientre, a veces entrecortado de cólico.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      B) En la poliserositis, tuberculosa o reumática, el dolorimiento abdominal puede preceder a los otros síntomas; pero, en general, los trastornos circulatorios relegan a segundo término al dolor (v. pág. 202).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Aun en los casos en que la infección tuberculosa afecta extensamente al intestino, es frecuente que la región del ciego esté principalmente lesionada.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      c) Algunas escuelas médicas insisten mucho sobre la frecuencia con que se toman como tuberculosas lesiones actinomicósicas del ciego, que evolucionarían con los signos de tiflitis crónica poco dolorosa, pero no siempre benigna, por lo que se suele pensar en la etiología tuberculosa y a veces, en el cáncer.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Cuando estos divertículos se inflaman crónicamente, dan lugar a síntomas idénticos a los de la tiflitis banal o tuberculosa; o incluso a los del cáncer.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Da lugar a un síndrome que recuerda a cualquiera de los procesos inflamatorios agudos, subagudos o crónicos, del apéndice o del ciego, sobre todo, enteritis ulcerosa, enteritis o tiflitis tuberculosa, apendicitis o cáncer, con los que se suele confundir, hasta que el examen anatómico (postoperatorio o postmortal) indica que se trata de una inflamación especial de la porción terminal del intestino delgado, de aspecto parecido a la tuberculosis, con frecuentes fístulas; la lesión, aunque raramente, puede extenderse hacia el colon y no ser estrictamente terminal como antes se creía.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      b) La adenitis ilíaca tuberculosa acompaña, ya a la tuberculosis del ciego, ya es parte de una tuberculosis mesentérica general.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      No obstante, en algunos casos puede producirse la hipertrofia tuberculosa de estos ganglios de un modo, si no primitivo, preponderante; sobre todo en niños.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      c) Salpingoovaritis tuberculosa.– Es más frecuente de lo que se creía.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En algunos casos se manifiesta por crisis de dolor agudo y pasajero que al ser referido al médico hace pensar en apendicitis: toda crisis de apariencia apendicítica en una mujer joven sospechosa de tuberculosis o en ambiente tuberculoso, debe hacer investigar una posible anexitis tuberculosa.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )

      Causas urinarias.– Ciertas lesiones del aparato urinario derecho pueden provocar dolor en la fosa ilíaca con preferencia al lugar de elección, al hipocondrio: riñón ectópico, inflamaciones renales(sobre todo la tuberculosa), litiasis renal, ureteritis.

    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] colitis ulcerosa (v. pág. 217), colitis tuberculosa (v. pág. 222), colitis agudas tóxicas (véase pág. 219), cáncer del colon (v. pág. 218), poliposis (v. pág. 218), invaginación intestinal (v. pág. 336).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Acompaña, por lo común, a peritonitis, casi siempre tuberculosa, y suele coincidir con una cierta ascitis que dificulta la exploración (v. pág. 202).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      II. La lesión tuberculosa (chancro tuberculoso) del labio es rarísima.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Generalmente se presenta en jóvenes; pero, a veces, una úlcera tuberculosa puede aparecer en individuos de más de cuarenta años, sifilíticos, leucoplásicos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      1. El más frecuente es la peritonitis, sobre todo la tuberculosa crónica (véase pág. 343).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      A) Peritonitis ascítica, casi siempre tuberculosa, para cuyo diagnóstico orientan los antecedentes, el mal estado general, la naturaleza inflamatoria del líquido, etc.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Una variedad de la ascítica es la poliserositis, generalmente tuberculosa o reumática (v. pág. 202).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      El estado general es, a veces, tan deficiente, que hace pensar en caquexias graves, como la hipofisaria (véase pág. 501); y no es excepcional que la lesión tuberculosa afecte a la hipófisis y haya, en efecto, caquexia genuinamente hipofisaria; pero, otras veces, el estado general se conserva bien.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Pueden presentarse manchas bucales, parecidas a las de los addisonianos, probablemente del mismo origen, es decir, por lesiones suprarrenales (esclerosis suprarrenal tuberculosa) (v. pág. 136).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Aparecen unas veces después de una fase de inflamación aguda (sifilítica, tuberculosa, disentérica —la amebiana es mucho más rara que la bacilar— gonocócica, etc.); o bien en el curso de un proceso crónico, canceroso o linfogranulomatósico.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Este síndrome se considera hoy como una lesión, de naturaleza desconocida (¿tuberculosa?), del sistema retículoendotelial, formando parte del citado síndrome de Besnier-Boeck-Schaumann (v. pág. 169).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )

      VIII. También en las meningitis: en la tuberculosa, en la cerebroespinalo de otra naturaleza, singularmente, en el niño.

    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      A) Ascitis enquistada, generalmente tuberculosa (v. pág. 203); puede presentar gran tensión y dar sensación tumoral.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Su interés diagnóstico reside en que, sobre todo en los niños con meningitis tuberculosa, el vómito puede aparecer muy precozmente, en estado de aparente salud, como signo de vanguardia (v. pág. 673).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Empieza, muchas veces, por la linfadenia, de crecimiento lento o agudo, uni o bilateral, siendo lo común que se la considere como adenitis tuberculosa; tampoco es raro el que, si los ganglios afectados son los cervicales superiores, se confundan con una parotiditis; sin olvidar que hay casos en los que las parótidas están simétricamente infartadas, a la vez que los ganglios.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Es de notar que no presentan una predisposición especial a la agranulocitosis las infecciones que habitualmente producen leucopenia y linfocitosis, es decir, un grado inicial de gránulocitopenia, como la tifoidea, la fiebre de Malta, el paludismo, ciertas fases de la infección tuberculosa, etc.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] pero en bastantes de ellos se puede descubrir una etiología tuberculosa, sifilítica, palúdica, etc.; en suma, debemos considerarlos como una modalidad especial —fetal— de reacción del sistema hematopoyético ante agresiones que unas veces conocemos y otras no.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      2. Cuando la eritroblatosis se presenta con poliglobulia, constituye un raro proceso del adulto, debido a la lesión del hígado y bazo, probablemente de éste primitivamente, sobre todo de naturaleza tuberculosa.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Tal ocurre en las anemias de tipo clorótico, en varias de origen alimentario, en la anemia hipocrómica aclorhídrica, en muchas anemias infecciosas (tuberculosa, sifilítica, focal), en la anemia hipertiroidea, en la que subsigue a las hemorragias.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Es difícil reducir a patrones la inmensa variedad de fórmulas que pueden ofrecernos las diversas lesiones y los infinitos tipos de reacción individual de la enfermedad tuberculosa.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )

      Todas las infecciones agudasson capaces de producir la artritis: estreptococia, melitococia, gripe, neumonía, meningococemia, neumococia, septicemia tuberculosa, etc.

    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Cuando afecta a los dedos (espina ventosa) se da como característica de la artropatía tuberculosa la forma en huso de la articulación afectada; pero ni esta forma ni ninguno de los detalles radiográficos que se han descrito son específicos de la tuberculosis.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La naturaleza tuberculosa se colegirá por la coexistencia de otras lesiones tuberculosas demostrables, sobre todo lesiones de osteítis, y por el estado general, mediocre, del enfermo, a veces, no siempre, con febrícula.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      a) Se llama coxalgia a la coxitis tuberculosa (impropiamente, pues coxalgia sólo quiere decir dolor en la articulación coxal).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] otras veces, se inicia por intensas artralgias (forma artrálgica); más adelante, y cualquiera que haya sido su origen, se constituye la artropatía crónica, con los caracteres comunes a toda artropatía infecciosa crónica: ya hemos dicho que ni clínicamente, ni radiográficamente, puede diferenciarse una artropatía crónica tuberculosa de las sifilíticas, gonocócicas, etc.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Muchos autores suponen que se trata de una enfermedad especial; nosotros nos inclinamos a suponer que se trata de una poliartritis banal, infecciosa —tuberculosa o estreptocócica, o de otro origen—, con la particularidad de las fuertes reacciones hemolinfáticas, probablemente ligadas a peculiaridades constitucionales: lo demuestra el que, a veces, se observa en varios hermanos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      También es frecuente la cojera en las talalgias y tarsalgias inflamatorias (tarsitis reumáticas, focal, gonocócica, tuberculosa: véase pág. 477).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      1. Cifosis tuberculosa, o póttica.– Cuando es típica, su diagnóstico es muy fácil por la jiba de convexidad posterior, angular (más tarde, se redondea) hacia la mitad de la columna dorsal, y por su irreductibilidad; haciendo que el enfermo, generalmente niño, se eche sobre el vientre, y levantando el tronco por las piernas, la cifosis no se reduce; en cambio, las cifosis esenciales, por debilidad neuromuscular, sin osteítis ni osteoartritis, en esta maniobra desaparecen.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Indicará, pues: bronquiectasia, abscesos, tuberculosis cavitaria (los presentaba, por tuberculosa, la Emperatriz Isabel de España), empiema, bronconeumonía crónica; y también pueden aparecer en el cáncer pulmonar primitivo o secundario.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Estas lesiones se supuso antes que fueran tuberculosas (osteítis tuberculosa múltiple, cística, de Süngling o de Perthes-Süngling); hoy sabemos que es una localización ósea de la retículoendoteliosis de Boeck-Besnier-Schaumann.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Es frecuente, pero no patognomónica, la deformación fusiforme de los dedos (dactilitis tuberculosa, espina ventosa tuberculosa).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Es frecuente, pero no patognomónica, la deformación fusiforme de los dedos (dactilitis tuberculosa, espina ventosa tuberculosa).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La osteítis tuberculosa da lugar frecuentemente a la formación de abscesos fríos, que por su abundancia, su pus flúido, su falta de inflamación perilesional y la ausencia de síntomas generales, es fácil de diagnosticar; cuando se abren al exterior, crean fístulas tórpidas, muy características (v. pág. 156).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La caries seca tuberculosa es mucho menos común; mucho más frecuente en la sífilis; y es éste otro signo diferencial.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      He visto casos de estas fracturas por caries ignoradas originadas en antiguas tifoideas, melitococias, tuberculosis, sífilis, etc. El caso más corriente es la caries vertebral tuberculosa; la deformación del mal de Pott es, en parte, debida a pequeñas fracturas del hueso esteítico.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Son relativamente frecuentes en la osteítis tuberculosa (Pott cervical) (v. pág. 459), de la que pueden ser el síntoma de vanguardia.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      B) Las tiroiditis y estrumitis crónicas, más frecuentes, dentro de su rareza habitual, son las sifilíticas, la tuberculosa, la actinomicósica.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La más frecuente de las tres es la tuberculosa, que se presenta en tres formas: caseosa, de marcha rápida; tuberculoma, de evolución lenta, difícil de diferenciar del bocio nodular; esclerosis difusa, sin ningún carácter clínico que haga pensar en la tuberculosis.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      III. En todas las enfermedades nerviosas, ya crónicas, como la tabes, ya agudas, como las meningitis (sobre todo la tuberculosa) puede haber estado de angustia.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      D) Es clásico el cambio de carácter (indiferencia, irritabilidad, caprichos afectivos, etc.) que precede, a veces, a la meningitis tuberculosa en los niños.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Hemos citado dos casos en los que este orden de síntomas es muy llamativo: la espasmofilia y la fase precoz de la meningitis tuberculosa.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Puede ser muy marcado en la fase precoz de la meningitis tuberculosa.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] en la meningitis tuberculosa de los niños, puede ser muy precoz, en forma de momentos episódicos de subdelirio, que parecen inexplicables.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] en los de aspecto débil, una cefalea prolongada produce este síntoma justificado terror, porque sugiere la meningitis tuberculosa.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      1. En todas las meningitis, principalmente en la tuberculosa, en la meningocócica y en la sifilítica pueden presentarse hemiplejías.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 663 Esp (CDH )
      Puede ser de aspecto normal en la tuberculosa y en la linfocitaria.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En algunas, como en la meningocócica, la neumocócica, la estreptocócica, la gonocócica, el hallazgo del germen es frecuentemente positivo; es mucho menos frecuente en la tuberculosa.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En la meningitis tuberculosa desciende por debajo de 6 gramos, y se ha pretendido darle valor a este dato, pero no es constante ni exclusivo de dicha enfermedad.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      3. Meningitis tuberculosa.– Hipertensión no siempre excesiva; hiperalbuminosis alta o moderada; fibrina abundante; hiperlinfocitosis acentuada (desde 6 u 8 hasta 30 ó 40 ó más); en casos de supuración, polinucleosis; hipoglucorraquia o aglucorraquia; benjuí muy positivo; a veces, hipoclorurorraquia; en un grupo de casos, bacilos de Koch.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      F) La encefalitis epidémica puede empezar por un episodio meningítico que hace pensar en la meningitis tuberculosa o de otra causa.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Parece evidente que algunos de los casos de supuesta meningitis tuberculosa curada eran coriomeningitis linfocitarias.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      V. Meningitis tuberculosa.– Su frecuencia y gravedad requieren una especial descripción.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 674 Esp (CDH )
      Hemos insistido sobre todos estos datos porque, en muchas ocasiones, el diagnóstico de la meningitis tuberculosa es muy difícil, pudiendo confundirse con otras meningitis o meningoencefalitis:
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] y, clínicamente, es como todas las meningitis agudas, recordando, ya a la meningocócica, ya a la tuberculosa; otras veces, los síntomas meníngeos son muy discretos, traduciéndose principalmente la lesión por fenómenos psíquicos (excitación; menos veces, depresión) y cefalea.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Estas formas lentas pueden fingir, clínicamente, la meningitis tuberculosa.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      De estos meningismos tóxicos, tal vez el que presenta problemas más difíciles en clínica es el debido a los vómitos cíclicos de los niños; son muchos los médicos que han tenido que resolver este problema; el cuadro del niño acidósico, con sus vómitos, quizá con fiebre y con los síntomas meníngeos, es casi idéntico al de una meningitis; el olor a acetona del hálito no debe darse como dato definitivo, pues hay niños con meningitis verdadera, sobre todo tuberculosa, que después de varios días de vómitos presentan acidosis; sólo el análisis del líquido céfalorraquídeo resuelve las dudas (v. págs. 366 y 495).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )

      Lesiones intracraneales: meningitis crónica(tuberculosa, sifilítica), tumores.

    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )

      C) Neuralgia intercostal por lesiones vertebrales.– Las mismas lesiones de la columna vertebral citadas en los capítulos precedentes pueden producir estas neuralgias: reumatismo vertebral, osteítis tuberculosa, cáncer vertebral, traumatismos, etc.

    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Produce polineuritis, principalmente sensitivas, no intensas, que aparecen generalmente en los tuberculosos avanzados, quedando sus síntomas, muchas veces, esfumando detrás de la gran sintomatología tuberculosa final.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Sus causas han sido estudiadas en el capítulo de la radiculitis; las más frecuentes son la osteítis tuberculosa y los tumores vertebrales o medulares.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Pueden ser larvadas estas otitis, sobre todo en el niño y en los de naturaleza tuberculosa (v. pág. 3).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      De la osteítis tuberculosa: Pott (v. pág. 459), sifilítica, etc., puede ser manifestación muy precoz la rigidez de la nuca, generalmente muy dolorosa.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Tiene interés diagnóstico el que a veces precede durante mucho tiempo a la meningitis tuberculosa en los niños; los niños de salud sospechosa que repentinamente dejan de dormir, deben ser cuidadosamente investigados en este sentido (v. pág. 673).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )

      2. Todas las lesiones intracraneales, inflamatorias o tumorales o traumáticas, explicadas al hablar de las parálisis oculares(v. pág. 811) pueden producir diplopía; sobre todo la sífilis(goma, meningitis, tabes, etc.); la meningitis tuberculosa(la diplopía puede ser el síntoma inicial) u otras meningitis.

    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      El diagnóstico es también, por lo común, fácil por los antecedentes, la coexistencia de otras lesiones de naturaleza sifilítica o tuberculosa y por las pruebas de laboratorio.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      A) Meningitis, sobre todo la tuberculosa del niño (v. pág. 673).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La tuberculosa es, a veces, recidivante y suele ir seguida de hipopión (pus en la cámara ocular).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Bastante frecuente en la meningitis tuberculosa; puede ser el síntoma inicial (v. pág. 673).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Pueden presentarse las oftalmoplejías como la tuberculosa, pero son menos frecuentes (v. pág. 675).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      4. En la meningitis tuberculosa, la ptosis, puede ser el síntoma inicial, a veces, transitorio, para reaparecer (v. pág. 673).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      1. El absceso frío de la ingle acusa, en la mayoría de las veces, una lesión ósea, generalmente tuberculosa, de la columna vertebral, del sacro o del ilíaco.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      2. El absceso frío puede proceder de una lesión, generalmente tuberculosa también, de las partes blandas del abdomen y pelvis:
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La epididimitis tuberculosa es, rara vez, primitiva, casi siempre secundaria.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      F) Orquitis tuberculosa.– La inflamación tuberculosa del testículo suele ser secundaria a la epididimitis tuberculosa, ya descrita.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La inflamación tuberculosa del testículo suele ser secundaria a la epididimitis tuberculosa, ya descrita.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La inflamación tuberculosa del testículo suele ser secundaria a la epididimitis tuberculosa, ya descrita.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Como la epididimitis tuberculosa, la orquitis se diagnosticará por el estado general del enfermo, la frecuente coexistencia de otras lesiones tuberculosas, la consistencia nodular y caseosa, a veces con fistulización.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Es bastante frecuente la coincidencia de la tuberculosa testicular y la suprarrenal con los síntomas de insuficiencia de esta glándula.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 871 Esp (CDH )
      La distinción con la orquitis tuberculosa es fácil por la integridad del epidídimo, por las reacciones sifilíticas positivas, por la falta de supuración y fistulización, por el buen estado general.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )

      La hipoplasia testiculares una afección congénita, en relación con herencias patológicas (sifilítica: pero, según mi experiencia, menos de lo que se dice; tuberculosa, alcohólica, hipoalimentaciones) [...].

    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Hay que tener presente que otras anginas, sobre todo la de Vincent, la sifilítica y la tuberculosa, se acompañan también de monocitosis.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      C) Angina tuberculosa.– Algunos admiten que es muy frecuente.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 889 Esp (CDH )

      La mayoría de las veces el síndrome cavitario corresponde a una lesión tuberculosa; pero también a otras causas diferentes, que vamos a enumerar [...].

    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Pero una cavidad tuberculosa puede también ser hallazgo de la exploración radioscópica en un individuo de buen aspecto, con antecedentes poco significativos; o, incluso, en sujetos que se consideraban como enteramente sanos; o bien, después de un proceso pulmonar agudo, interpretado como una pulmonía o bronconeumonía corriente.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La imagen radiográfica de una imagen cavitaria que puede ser idéntica a la tuberculosa; a veces, no obstante, la cavidad del absceso aparece netamente limitada por un contorno preciso y por un parénquima pulmonar sano; pero estas imágenes tan típicas son aún más raras que las historias clínicas típicas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Pero, otras veces, una gran dilatación ampular ofrece el síndrome completo de la caverna, que sólo se diferenciará de un absceso o de una lesión tuberculosa por la ausencia de bacilos de Koch, por el estado general, a menudo (no siempre) bueno, y, sobre todo, por la radiografía.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 902 Esp (CDH )
      Si el resultado es negativo, y clínicamente se sospecha, no obstante, la naturaleza tuberculosa, puede pensarse que la negatividad sea debida a la rareza de los gérmenes o a su extraordinaria dilución en grandes exudados bronquiales; se recurre entonces a la homogeinización y enriquecimiento del esputo.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      El antiguo concepto de tuberculosis abiertas y cerradas tiene hoy una realidad muy dudosa; podemos admitir que toda lesión tuberculosa pulmonar, aun la más leve e inicial, es abierta; por lo menos en ciertas fases de su evolución.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      2. Es indudable, sin embargo, que hay casos de lesión tuberculosa sin bacilos en el esputo: pero nunca se puede asegurar que esta negatividad no sea temporal; el análisis se repetirá, por lo tanto, más adelante, periódicamente, y sólo la reiterada negatividad nos hará renunciar al diagnóstico.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La hemoptisis tuberculosa aparece en todos los períodos de la enfermedad.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 905 Esp (CDH )
      Cuando la hemoptisis aparece sin fiebre, tiene mejor pronóstico que cuando la fiebre la acompaña (indica, entonces, que la lesión está en evolución) o la sigue (puede indicar, en este caso, una siembra tuberculosa posthemoptísica).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      C) Mediastinitis tuberculosa.– Se trata de adenitis con periadenitis.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 910 Esp (CDH )
      La adenitis tuberculosa suele determinar una sintomatología preferentemente mediastínica posterior.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 914 Esp (CDH )
      No siempre se trata de procesos neumocócicos; es más, la esplenoneumonía debe hacernos pensar en otras etiologías, principalmente la tuberculosa; la estudiamos aquí, no obstante, porque el problema de diagnóstico diferencial se plantea casi siempre a partir de la hipótesis neumónica.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      A) Neumonía tuberculosa exudativa benigna.–
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      1. Esplenoneumonía tuberculosa.– Comienza como una gripe, o bruscamente, como la neumonía lobar, apareciendo con rapidez la hepatización intensísima, esplenoneumónica, más arriba descrita (v. pág. 913).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      No suele haber esputo herrumbroso, lo cual es un buen dato de sospecha de la naturaleza tuberculosa.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Su duración es más larga que la de la esplenoneumonía no tuberculosa: en ciertos casos hasta cuatro o más meses.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      2. Al lado de la esplenoneumonía tuberculosa puede citarse la córticopleuritis tuberculosa (Sergent), en la que se trata de la misma lesión, con los mismos síntomas que aquélla (no tan intensos); pero la lesión no es masiva, sino laminar, con invasión de la pleura y, por lo tanto, dolor vivo de costado; su evolución es menos prolongada que en la esplenoneumonía.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      2. Al lado de la esplenoneumonía tuberculosa puede citarse la córticopleuritis tuberculosa (Sergent), en la que se trata de la misma lesión, con los mismos síntomas que aquélla (no tan intensos); pero la lesión no es masiva, sino laminar, con invasión de la pleura y, por lo tanto, dolor vivo de costado; su evolución es menos prolongada que en la esplenoneumonía.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En muchos casos de invasión tuberculosa masiva y de terreno especialmente sensible, se produce la neumonía caseosa primaria (el llamado nódulo de Ghon es ya neumonía caseosa mínima).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 916 Esp (CDH )
      Suelen comenzar, en un sujeto aparentemente sano o en el portador de una lesión tuberculosa cavitaria diagnosticada, con la brusquedad de una neumonía lobar.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Como en la bronconeumonía corriente, en estos casos de naturaleza tuberculosa trátase de portadores de lesiones bronquiales que se propagan después al parénquima pulmonar.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La pleuritis seca tuberculosa, ya precede, ya sigue al derrame, ya evoluciona con independencia de éste.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Puede percibirse igualmente en casos de neumonía grande, sobre todo en la esplenoneumonía; de infiltración tuberculosa intensa, de caverna, de neumotórax.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )

      En las fases iniciales de la congestióne infiltración pulmonar: comienzo de la neumonía, congestión pulmonar aguda, infiltración tuberculosa inicial(sobre todo en el vértice).

    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      1. En las primeras fases de la evolución tuberculosa es frecuente la tos leve, apenas perceptible, pero con una cierta resonancia profunda, sin expectoración; es la antigua "tosecilla", de mal agüero cuando aparece con insistencia en un joven en la edad difícil; actualmente, los métodos de exploración se anteponen al valor orientador de esta tos leve.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 945 Esp (CDH )
      [...] sobre este tercer diagnóstico hay que hacer, como siempre, la observación de que, con frecuencia, esos estados neurósicos asientan sobre una base orgánica, espina irritativa de la neurosis; y no excluyen, por lo tanto, la posible existencia de la lesión ganglionar, tuberculosa, etc.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      b) Puede ésta ser tuberculosa, pero no lo es necesariamente; está, en efecto, otras veces producida por focos sépticos crónicos de la cabeza, como sinusitis, amigdalitis, adenoiditis, infecciones dentarias, etc.; estos focos deben buscarse y eliminarse cuidadosamente antes de decidirse al diagnóstico de tuberculosis; sin olvidar que no pocas veces coexisten dichos focos con la tuberculosis.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )

      El aumento neto de las vibraciones indica una condenación del parénquima pulmonarsubyacente: pulmonía lobar(es el caso típico); bronconeumonía, congestión pulmonar, infiltración tuberculosa.

    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Pero la laringitis tuberculosa no siempre es fenómeno de los períodos finales de la infección, sino que a veces se presenta muy precozmente; no hay que olvidarlo; el examen laríngeo sistemático de los escolares permite, en efecto, descubrir casos de lesiones laríngeas tuberculosas, iniciales, con síntomas pulmonares levísimos, de tipo catarral, o completamente nulos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Las lesiones, primero gomosas y ulcerosas, después esclerósicas y retráctiles, si no han sido enérgicamente tratadas, dan lugar a ronquera y a afonía muy semejantes a las de los tuberculosos; la disfagia suele ser menos intensa que la tuberculosa.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 955 Esp (CDH )
      Los datos clínicos que pueden extraerse de esta prueba se resumen así: el organismo puede adoptar, ante la infección tuberculosa, estas actitudes: anergia primitiva, antes de estar infectado, o después de estar infectado, en el breve período de incubación que media entre el momento del ataque y el momento de la sensibilización del organismo; alergia, cuando ha adquirido la sensibilización a la infección; anergia secundaria, ya raramente, por curación de las lesiones, ya por agotamiento de la capacidad de reacción en las formas muy graves y en las fases finales de la infección.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      1. La reacción positiva, índice de la alergia, aparecerá en toda infección tuberculosa, con la excepción que se trate de un sujeto sano previamente sometido a la reacción de una vacunación reciente; contingencia rara, relativamente, y fácil siempre de eliminar.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      a) Un caso de infección tuberculosa, en el que la prueba se hace, eventualmente, en el período de incubación, es decir, entre el momento de la infección y el momento de la adquisición de la alergia (contingencia muy rara, sin valor práctico).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En casos de febrícula, sin lesiones diagnosticables, pero que se sospecha pueda ser tuberculosa, la reacción negativa permite desechar la naturaleza tuberculosa; la reacción positiva no permite concluir, en cambio, que la febrícula sea tuberculosa, ya que puede tratarse de un joven o de un adulto con reacción positiva por una lesión tuberculosa latente, pero con febrícula de otro origen [...].
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      la reacción positiva no permite concluir, en cambio, que la febrícula sea tuberculosa, ya que puede tratarse de un joven o de un adulto con reacción positiva por una lesión tuberculosa latente, pero con febrícula de otro origen; mas al enfermo debe vigilarse, por si acaso la fiebre depende de un foco tuberculoso difícil de demostrar; y, aun existiendo un foco séptico seguro, por la influencia nociva que este foco puede ejercer sobre la evolución de la tuberculosis latente.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      No hay métodos biológicos auxiliares del diagnóstico, pero es de gran utilidad el estudio del líquido céfalorraquídeo (véase pág. 666), sobre todo para diferenciar algunos casos de comienzo meningítico, de las meningitis habituales, sobre todo la tuberculosa.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 982 Esp (CDH )
      Los estados que producen fiebre septicémica son: la infección primaria (expresión que preferimos a la feísima palabra "primoinfección") y sus repercusiones ganglionares, la septicemia tuberculosa genuina o tifobacilosis; las granulias febriles; la fiebre alta y breve del infiltrado precoz; los brotes de agudización de las lesiones locales.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En todos estos casos, el curso del proceso marca suficientemente la naturaleza tuberculosa; más difícil será el diagnóstico cuando el síndrome termina en el episodio inicial febril; es muy frecuente que entonces se diagnostique de tifoidea, de fiebre gástrica, de gripe; en general, toda fiebre sin causa visible, sobre todo en los niños, debe ser sospechada de la hipertermia de una infección primaria tuberculosa, sometiendo al enfermo a los análisis correspondientes, no seguros, pero sí orientadores [...].
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] en tanto que, en las infecciones corrientes, no tuberculosas, hay franca leucocitosis con polinucleosis y gran velocidad de sedimentación; la reacción tuberculínica es fuertemente positiva (con excepciones) en la fiebre tuberculosa; y tiende a debilitarse o a negativizarse si se trata de fiebres no tuberculosas; un examen muy repetido del contenido gástrico puede hallar bacilos en muchos casos de tuberculosis inicial [...].
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      c) Septicemia tuberculosa genuina (tifobacilosis, Landouzy).– Se producen estas septicemias a partir de cualquiera de las lesiones primarias, o de sus ganglios, o de los ganglios reinfectados; o, a veces, sin que se sepa su origen.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Los análisis suelen resolverlo; no por la fórmula leucocitaria —ya que en la tifobacilosis acusa generalmente leucopenia discreta, con mononucleosis, es decir, la misma imagen que en la tifoidea (y que en la fiebre de Malta)— pero sí porque en la tifoidea son positivos la aglutinación y el hemocultivo, que, naturalmente, faltan en la tifobacilosis; el hallazgo, en ésta, del bacilo de Koch en la sangre es posible e interesante; pero es sabido que una bacteriemia tuberculosa positiva puede aparecer en otros muchos estados (v. pág. 959); la reacción a la tuberculina, por fin, es discreta o negativa en las fiebres no tuberculosas, e intensamente positiva, salvo excepciones, en la tifobacilosis.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La granulia es, en realidad, una metástasis difusa de la septicemia tuberculosa.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La peritonitis tuberculosa es común que dé lugar a fiebre moderada, quizá a una simple febrícula, aun con lesiones extensas (véase pág. 343).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Esta fiebre tuberculosa de los addisoniamos puede presentarse por brotes breves, simulando gripe: así deben interpretarse gran parte de los casos publicados como de pretendida insuficiencia suprarrenal de origen gripal.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La tendencia hipotérmica de la insuficiencia suprarrenal es evidente aun en los casos febriles, pues la reacción febril es siempre menor de lo que correspondería a la intensidad de la lesión tuberculosa.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Es éste un fenómeno que se observa en todo estado febril, por ejemplo, en las mujeres tuberculosas, el 30 por 100 o más de las cuales ven aumentar su fiebre en los días que preceden al período, se quiso dar a este dato valor diagnóstico en el sentido tuberculoso; pero toda fiebre, aun no siendo tuberculosa, puede exacerbarse en esos días, y hay bastantes mujeres —las que presentan un intenso síndrome de tensión premenstrual (véase página 860)— en las que hay hipertermia premenstrual y no en el resto del mes, con o sin coexistencia de factores infecciosos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Pero debe evitarse la exageración, corriente hace algunos años, de considerar toda febrícula de causa injustificada como presuntamente tuberculosa; autorizando esta hipótesis con el diagnóstico de "ganglios", que tantas veces se hace indebidamente, incluso con el apoyo de una radiografía mal interpretada (v. págs. 374 y 945).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      A) El diagnóstico de la causa tuberculosa es evidente cuando la febrícula subsigue a un episodio notoriamente bacilar; por ejemplo, a una pleuritis, cuya curación clínica va seguida muchas veces de largos meses de febrícula con reposición lenta del estado general.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      C) Hay otro grupo de febrículas en las que la naturaleza tuberculosa no ofrece ninguna duda: graves lesiones parenquimatosas, incluso cavitarias, pueden denunciarse durante largas temporadas sólo por febrículas sin apenas ninguna otra manifestación subjetiva; claro es que, en estos casos, la exploración resuelve el diagnóstico.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En primer lugar la auténtica granulia fría tuberculosa, no siempre evoluciona bien: hay casos del tipo consuntivo y otros en los que aparecen complicaciones lejanas graves, como localizaciones óseas, testiculares o meníngeas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En segundo lugar, el mismo síndrome que hemos descrito y la misma radiografía pueden corresponder, no a una granulia tuberculosa, sino a otros procesos, entre los que citaremos:
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Es posible que ciertos de los casos diagnosticados de granulia tuberculosa fría sean errores de diagnóstico con esta enfermedad.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Ahora bien; esta predisposición puede revelar termométricamente lesiones tuberculosas que hubieran sido inaccesibles a todas las exploraciones; pero, en otros casos, puede bastar por sí misma para producir, sin causa tuberculosa alguna, la subhipertermia.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En resumen: en estos casos, ni se puede rechazar radicalmente la hipótesis tuberculosa, ni tampoco hay razón fundamental para admitirla; por lo que el clínico debe observar durante algún tiempo al paciente, con exploraciones periódicas, cuatro o cinco veces al año, y si no sobrevienen síntomas alarmantes, se puede desechar el diagnóstico tuberculoso: antes, no.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      B) En un grupo de febrículas, el hallazgo positivo de un foco séptico latente, generalmente estreptocócico, coincide con una lesión tuberculosa, residual, latente también.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] algunos autores suponen que un gran número de las fístulas vesicales, más raramente ureterales, que se diagnostican habitualmente como de origen apendicular o de tiflitis tuberculosa, no son otra cosa que ileítis terminales; pero no hay que olvidar todas las otras posibles causas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      d) En casos más raros, la lesión que produce la poliuria insípida es una meningitis bacilar, principalmente tuberculosa o sifilítica.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      2. Prostatitis tuberculosa.– Es excepcionalmente primitiva; casi siempre, secundaria a la tuberculosis del epidídimo y del testículo o del riñón.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      C) Cistitis tuberculosa.– Casi sin excepción es secundaria a la tuberculosis renal (v. pág. 1010).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En todo individuo joven, una cistitis sin causa clara, con hematuria y febrícula debe ser sospechada de tuberculosa. el diagnóstico etiológico se hace por el examen citoscópico y la investigación bacteriológica de la orina.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      El germen penetra a través de la piel humana, y quizá también por el aparato digestivo; y en los plexos perivesicales; los huevos allí depositados emigran a los tejidos próximos, sobre todo a la vejiga de la orina, ocasionando ya una simple cistitis, de sintomatología habitual, generalmente muy sangrante, que suele recordar la tuberculosa, ya papilomas o formaciones neoplásicas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      II. Nódulos (gomas) tuberculosos.– Interesan al médico general, porque indican un estado de diseminación de la infección tuberculosa; pero no siempre implican un mal pronóstico, como antes se creía.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Las úlceras tuberculosas son unas veces secundarias a gomas tuberculosos reblandecidos; otras veces aparecen como ulceraciones primitivas; otras, en fin, son producidas, por contaminación del propio enfermo, en los períodos avanzados de una tuberculosis visceral, apareciendo entonces en los bordes de la mucosa bucal o en los bordes anales.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Coexisten, muchas veces, con ganglios linfáticos, tuberculosos, quizá fistulizados.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      C) Es mucho más rara la compresión de la porta por infartos ganglionares no cancerosos: tuberculosos, linfogranulomatosos, leucémicos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      d) Compresiones externas: perigastritis, periduodenitis, cáncer vesicular o hepático, cáncer de la cabeza del páncreas, bloques ganglionares (tuberculosos, cancerosos, hipogranulomatosos, etc.).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 151 Esp (CDH )
      En un tanto por ciento considerable de casos (15 por 100) se encuentra, en efecto, el bacilo de Koch en la sangre; y aun sin este hallazgo, la coincidencia segura con la tuberculosis es frecuentísima; pero los casos no tuberculosos son indudables, algunos bien comprobados por la autopsia, y hoy hemos de admitir que se trata de una reacción alérgica, inespecífica a varias causas infecciosas, principalmente tuberculosas y estreptocócicas; o tóxicas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La causa de este previo estreñimiento crónico suele ser fácil de relacionar, generalmente, con procesos tuberculosos en los jóvenes o con neoplasias intestinales en los viejos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      C) En la ileítis terminal se toca, a veces, una masa inflamatoria en la fosa ilíaca derecha que se puede confundir con procesos apendiculares o cecales, con tumoraciones de la región, con procesos tuberculosos, etc. (v. pág. 274).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] cerebrales, con fenómenos de irritación o parálisis focales; formas óseas, raras (7 por 100 de los casos), que pueden simular procesos tuberculosos o tumorales del esqueleto; por ejemplo, mal de Pott cuando se localizan en las vértebras (v. pág. 486), etc. En algunos enfermos, el único síntoma, durante meses y meses, es la fiebre (v. pág. 988).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 374 Esp (CDH )
      En otros casos, los ganglios tuberculosos pueden adquirir tamaño suficiente para producir un síndrome: tos seca, coqueluchoide, accesos de disnea de tipo asmático, atelectasia pulmonar por compresión bronquial, compresión de la cava superior con edema de la cara y cianosis, etc.; pero, aun en estos casos, la comprobación sólo se hace radiográficamente.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 470 Esp (CDH )
      Recordamos otra vez que los abscesos fríos tuberculosos pueden aparecer en sitios alejados de la lesión ósea que los originó (v. pág. 123); por ejemplo, he visto abscesos enormes aparecidos en el tercio inferior del muslo, emigrados desde la columna vertebral, sin haber producido antes otro trastorno que algunas temporadas de febrícula.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En este grupo citaremos: la reactivación de procesos tuberculosos (pulmonares, peritoníticos, meníngeos, óseos, etc.; la aparición de diabetes, antes citada; la manifestación de lesiones cardíacas latentes, muchas veces difíciles de diferenciar de los estados de irritabilidad cardíaca (v. pág. 93); la aparición de episodios psicopáticos, sobre todo esquizofrénicos (v. pág. 638), etc. Es indispensable un estudio muy riguroso de todo el organismo y de la historia clínica anterior, antes de atribuir a la pubertad trastornos que sólo tienen con ella esta relación indirecta.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Son muy raros los casos verdaderamente primitivos; en la mayoría de los así calificados es posible encontrar antecedentes tuberculosos, principalmente ganglionares, o estados febriles repetidos, sospechosos (las famosas "gripes de repetición" o las "infecciones intestinales"), o, por lo menos, la convivencia en medios fuertemente tuberculizados.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En las formas no supuradas, sin antecedentes tuberculosos claros y con nódulo único, el diagnóstico puede ser más difícil respecto de otras mastopatías, incluso las neoplásicas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )

      Salpingitis, salpingoovaritis, anexitis: antecedentes infecciosos (gonocócicos, tuberculosos, puerperales).

    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      El escollo principal de este diagnóstico es la posibilidad de que la bronquitis oculte lesiones pulmonares (focos neumónicos, cáncer pulmonar inicial, procesos tuberculosos) o que la bronquitis sea el comienzo de una enfermedad aguda, como erupciones, gripe, etc.:
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Se presenta, ya en jóvenes, ya en viejos, con antecedentes tuberculosos; unas veces con otros ganglios accesibles (por ejemplo, cervicales e inguinales) o con otras lesiones tuberculosas, principalmente pulmonares; estas lesiones orientan el diagnóstico.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      A) Procesos tuberculosos.– La pleuritis seca tuberculosa, ya precede, ya sigue al derrame, ya evoluciona con independencia de éste.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Es un axioma corriente que los derrames serofibrinosos primitivos son con gran frecuencia tuberculosos; se consideran benignos y casi siempre lo son; pero no se olvide que indican la existencia de un proceso tuberculoso que puede evolucionar desagradablemente.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 922 Esp (CDH )
      [...] y con estado subfebril, por lo que es inevitable la confusión con los derrames tuberculosos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Los casos de pleuresía serosa post-traumática pueden indicar una reactivación, por el traumatismo, de procesos tuberculosos latentes.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Toda laringitis con tendencia a repetir, sobre todo si aparece en medios tuberculosos, debe ser considerada como sospechosa de bacilar, aun cuando tenga apariencia benigna.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 961 Esp (CDH )

      El pus de abscesos abiertos al exterior o extraído por punción o formando parte de secreción (uretral, vaginal) tiene mucho interés en el estudio etiológico de algunas infecciones; por ejemplo, bacilo de Koch, en abscesos óseos, ganglionares, etc., tuberculosos [...].

    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Nunca se encomiará bastante el abuso que se hace diagnosticando de gripe todo proceso febril sin localización precisa y sin causa conocida; un gran número de "gripes" que los enfermos nos cuentan son episodios febriles no gripales: reacciones de focos sépticos latentes (entre ellos, tuberculosos), otras infecciones abortadas, etc., etc.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 986 Esp (CDH )
      Otras veces, la altura de la fiebre hace pensar a primera vista en la tifoidea o en procesos tuberculosos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Dada la gran frecuencia de la combinación del hipertiroidismo con procesos tuberculosos, es lógico admitir, en algunos casos, la colaboración de los dos factores — el infeccioso y el tiroideo— que mutuamente se sensibilizan para producir la elevación de la temperatura.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      El diagnóstico de estos focos tuberculosos solapados supone, muchas veces, una minuciosa exploración, análoga a la que ahora expondremos para los focos latentes.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] puede tratarse de lesiones infectadas, que actúan como focos bacterianos, o de lesiones inflamatorias que facilitan las alteraciones locales de la alergia, como, por ejemplo, lesiones tuberculosas que favorecen la hiperemia bronquial en el asma o las vegetaciones o alteraciones del tabique o cornetes, en las rinitis espasmódicas [...].
    • 1948 Gmz Serna, R. Automoribundia [1948] 802 Esp (CDH )
      Pero al menos podremos fundar hospitales para los metales enfermos, para el oro rebajado a fuerza de ser acuñado, para el hierro inválido, para la plata tuberculosa, y tal vez asilos para el bronce prostituído en forma de monumentos y el cobre contaminado en forma de monedas.
    • 1950 Casares, J. Introd Lexicografía moderna [1950] 279 Esp (CDH )
      Hablando los doctores entre sí dirían llanamente que cierta lesión es de origen tuberculoso y probablemente mortal .
    • 1951 Soriano, E. Caza [1992] Esp (CDH )
      La acompañaban otras damas importantes: la médica, con su vestido "beige" hecho en la capital y su mortuorio perfume a jazmines marchitos; la hija del alcalde, con las rotundas caderas ceñidas por una falda verde; la boticaria, arrogante, blanca y sosona, como una hermosa pava; una joven de aspecto tuberculoso, que se hacía trompeta con la mano para toser...
    • 1953 VV. AA. DiccEnciclop UTEHA [01-01-1953] (FG)
      tuberculoso, sa. [...] Relativo o perteneciente a la tuberculosis o causado por ella.
    • 1961 Mtz Llopis, M. Alimentos [1961] Esp (CDH )
      La leche recién ordeñada es estéril, salvo cuando la vaca padece alguna infección tuberculosa, en cuyo caso los bacilos tuberculosos pasan a la leche.
    • 1961 Mtz Llopis, M. Alimentos [1961] Esp (CDH )
      Teniendo en cuenta lo anteriormente dicho, y si no se dispone de otros medios de esterilización, es recomendable hervir la leche antes de su consumo, por el inmenso peligro que el bacilo de Koch representa para el niño, ya que la infección tuberculosa de éste proviene en gran número de casos de la tuberculosis bovina.
    • 1961 Mtz Llopis, M. Alimentos [1961] Esp (CDH )
      La leche recién ordeñada es estéril, salvo cuando la vaca padece alguna infección tuberculosa, en cuyo caso los bacilos tuberculosos pasan a la leche.
    • 1961 Anónimo Ejecutorias supremas de derecho civil peruano [1961] Pe (CDH )
      [...] exhibido por la Cia. de Seguros, que en este documento el mencionado médico declara haber reconocido a Andrade el 19 de diciembre de 1933 y constatado, entonces, una afección pulmonar bilateral de predominio izquierdo, de tipo tuberculoso; que el ejecutante rechaza esta explicación y protesta que los mil soles materia de las letras se pactaron, no por el certificado adicional, sino como honorarios por un dictamen facultativo que expidió, en vista de datos contenidos en documento de su archivo particular [...].
    • 1962 Font Quer, P. Plantas medicinales [1962] Esp (CDH )
      Todavía en 1947, cuando Fournier trata de los efectos de la Inula helenium (pág. 785) sobre la tuberculosis y los accesos de tos y aun como bactericida, recuerda que las investigaciones del doctor Audignon demostraron la ineficacia del anhídrido alántico, que, en gran parte, constituye el principio activo de aquel fármaco, esto es, de la alanina, en cuanto se refiere al proceso tuberculoso y, ni siquiera tiene tampoco propiedades antisépticas generales.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      La prominencia que hace hacia el interior el nódulo tuberculoso, a nivel del folículo, de tamaño distinto de unos casos a otros, constituye una zona limitada de defecto de repleción, cuando se estudia el íleon terminal radiográficamente por compresión graduada.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Las células monocíticas han dado paso a las células gigantes tipo Langhas, pero jamás llegan a la caseosis como en las lesiones de tipo tuberculoso.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Los ganglios mesentéricos, que cuando se calcifican se presume que poseen un origen tuberculoso, ofrecen una morfología generalmente distinta.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Con las de origen tuberculoso el diagnóstico suele ser fácil, dada la torpidez de evolución de éstas y el que sus brotes agudos van prácticamente siempre precedidas de manifestaciones menores y con frecuencia de oligo o amenorrea.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Esta está producida o bien por el bacilo tuberculoso humano — Mycobacterium tuberculosis hominis—, o por el bovino — Mycobacterium tuberculosis bovis—.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Caracterizada por la gran proliferación fibrosa, e integrada por tejido de granulación tuberculoso, determina un gran espesamiento de la pared del intestino, el cual adopta aspecto tumoral.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Se confirmará la anemia y, como es justo, habrá una eritrosedimentación acelerada y modificaciones hematológicas como en todo proceso tuberculoso.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      De todas las causas dichas, la principal la constituyen las adenopatías tuberculosas, caseificadas o no, las cuales, por su tendencia a adherirse a los órganos inmediatos y fijarse, producen en su retracción la tracción del esófago, originando de tal modo, una especie de tienda de campaña.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Como ello sucede con más frecuencia en enfermos con adenopatías tuberculosas, la fiebre que produce podría ser interpretada erróneamente cuando en sí se debe a aquél, a pus producido por los gérmenes habituales de la supuración, ingresados desde el esófago.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      La percusión del abdomen permitirá encontrar zonas de timpanismo politonal, en muchas enteritis crónicas tuberculosas, así como zonas, de matidez, en la ya raras tuberculosis intestino-peritoneales.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      En otras ocasiones, merced a la cicatrización anular de las úlceras tuberculosas, conduciendo a estenosis múltiples, al igual que sucede en las estenosis de otra causa.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      La inflamación en las enterocolitis y ya lo veremos en la anatomía patológica, es superficial, ya que cuando se llega a la ulceración pasamos a procesos que como la colitis ulcerosa o la tuberculosas intestinal, se estudian en el capítulo de las enterocolitis ulcerosas, individualizadas nosográficamente.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Aun cuando las lesiones tuberculosas entéricas pueden iniciarse en cualquier lugar del intestino, en la inmensa mayoría de los casos se localizan de predilección en la región ileocecal, y específicamente en el tramo más distal del íleon.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Aún cuando pueden presentar lesiones anespecíficas, en los más existen típicas lesiones tuberculosas y están caseificados.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Aun cuando es evidente la existencia de úlceras tuberculosas en esta localización, su diagnóstico es difícil, y más si se considera que la úlcera péptica es sin duda más frecuente en los tuberculosos que en los que no lo son.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Ello es causa de la acentuación y persistencia de los dolores y de los trastornos del ritmo intestinal, los cuales son aún más patentes, cuando a partir de ella y participando en grado variable la retracción anular de las úlceras tuberculosas, se originan estenosis únicas o múltiples.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Cuando las lesiones tuberculosas son extensas, afectando a todo el intestino delgado, o lo son intensamente gran número de los ganglios linfáticos mesentéricos, como sucede en la llamada tabes mesentérica o mesaraica, puede quedar intensamente comprometido el proceso de absorción, ante todo de las grasas, originándose en consecuencia un síndrome de malabsorción, traducido especialmente por esteatorrea.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Una exploración correcta exige a la vez no sólo la búsqueda de información de lesiones tuberculosas respiratorias, sino también de otra localización, así como del estado de nutrición, grado de anemia, existencia o no de, edemas y demás rasgos producidos por las diversas carencias que en estos enfermos suelen producirse.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      En las formas tuberculosas, conmemorativos personales y familiares de clara filiación bacilar.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      En la tuberculosa, Mantoux positivo, otras lesiones tuberculosas, inoculación al cobayo del exudado peritoneal, etc.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Puede ser concomitante o secundaria a otras lesiones tuberculosas (pulmonares, óseas, articulares, renales) siendo relativamente frecuente la asociación con pleuritis, de tal forma que la evidencia de pleuritis o de peritonitis, debe hacer investigar la posible existencia de la otra localización (ley de Godelier).
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] 651 Esp (CDH )
      Quizás más frecuente sea la aparición de peritonitis de forma al parecer primitiva, sin ir precedida de otras localizaciones de la enfermedad, especialmente pulmonares, por lo que era bastante real la denominada ley de Grisalle; la peritonitis tuberculosa rara vez coincide con manifestaciones pulmonares tuberculosas.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Por vía linfática desde focos tuberculosos ganglionares hiliomediastínicos, mesentéricos, etc., o desde las mismas úlceras tuberculosas del intestino por contigüidad.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Finalmente, todo ello es distinto de aquellas peritonitis crónicas, ya sean tuberculosas, sifilíticas o tumorales que, localizándose, pueden producir una capa de fibrina sobre el hígado.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Puede ser producida por causas funcionales, un espasmo, el denominado píloro-espasmo y por causas orgánicas, por edema, por prolapso de la mucosa gástrica, por hipertrofia del músculo pilórico, por gastritis, inespecífica o específica (tuberculosa o sifilítica) por ulcus gastroduodenal y por el cáncer gástrico o pancreático.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Así ocurre en todos los procesos ulcerosos del intestino (diarreas de la enterocolitis ulcerosa, de la enterocolitis tuberculosa, etc.); diarreas de los divertículos intestinales, especialmente cuando hay complicación infectiva de los mismos (diarreas de la diverticulitis).
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Unas veces debido al carácter extensivo del proceso, conduciendo a enteritis tuberculosa, aparece por mecanismo análogo a como se produce en otras enteritis de distinta etiología.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Así, quedan excluidas o ya llevan especial apellido, la enterocolitis tuberculosa, la enterocolitis tífica, la ileocolitis regional, la colitis ulcerosa, la enterocolitis amebiana y disentérica (éstas dos últimas para algunos son enterocolitis sin más).
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      A un lado la de etiología tuberculosa, cuyos caracteres serán estudiados al analizar la tuberculosis intestinal, el problema aquí se plantea con la que viene en calificarse de anespecífica, ante todo en su forma de brotes agudos.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Por otro lado, es evidente en la actualidad un renacer de la infección tuberculosa.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Aun cuando aquél, único o múltiple, puede reblandecerse y caseificarse originando la úlcera tuberculosa, esto no sucede nada más que en el 30 por 100 de los casos, por lo que retrogradando queda decapitado tal primer "affect", expresándose entonces la lesión tuberculosa únicamente por la afectación ganglionar, lo que produce una linfadenitis específica.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Aun cuando aquél, único o múltiple, puede reblandecerse y caseificarse originando la úlcera tuberculosa, esto no sucede nada más que en el 30 por 100 de los casos, por lo que retrogradando queda decapitado tal primer "affect", expresándose entonces la lesión tuberculosa únicamente por la afectación ganglionar, lo que produce una linfadenitis específica.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Y aún es más cuando la úlcera tuberculosa llega a producirse, su tendencia a la curación es tal —como lo demuestran los datos anatómicos y experimentales— que su reconocimiento, en muchos casos, es incluso difícil anatómicamente.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Como consecuencia de dichas lesiones el cuadro clínico tanto puede corresponder al de la enterocolitis, en este caso tuberculosa, como al de la linfadenitis mesentérica, con todas las evoluciones posibles, en cuanto la caseificación de los ganglios puede abocar no sólo a la diseminación hematógena —sobre todo tras manipulación quirúrgica— sino a la producción de tubérculos en el peritoneo visceral y de lesiones adhesivas en las que puede participar el mismo intestino.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      El nódulo así formado tiende a necrosarse, tornándose amarillo en virtud de su caseificación, lo cual va seguido de la producción de la ulcera tuberculosa.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Aún cuando pueden deberse a otras causas, como por ejemplo, a un estado carencial concomitante con su fimia pulmonar o a intolerancia a algunos de nuestros preparados antituberculosos actuales, la orientación correcta es pensar siempre en tales casos en la muy probable lesión tuberculosa digestiva, prescindiendo de interpretaciones ligeras, como el atribuirlas a sobrealimentación o a alteraciones funcionales en conexión con su tuberculosis pulmonar.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      El hecho de que tales molestias desaparezcan espontáneamente en ocasiones, no puede ser nunca argumento en contra de localización tuberculosa digestiva, ya que, como antes decíamos, es característica en no pocos casos la evolución de las molestias por ondas.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Esto tanto puede estar determinado por una genuina apendicitis, en este caso tuberculosa, como, y esto con mayor frecuencia, por el predominio y estado avanzado de la lesión a nivel del íleon terminal y por la linfadenitis mesentérica específica.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      La primera por el crecimiento lento de la úlcera tuberculosa y por la pronta reacción peritoneal local, que crea adherencias antes de fraguarse la perforación.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      La etiología tuberculosa por bacilo bovino es falsa, ya que nadie ha conseguido aislar el germen, aunque la lesión histológica de los linfáticos, aun en manos experimentadas, no pueda, en la fase de evolución subaguda, diferenciarse de la tuberculosa.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      La etiología tuberculosa por bacilo bovino es falsa, ya que nadie ha conseguido aislar el germen, aunque la lesión histológica de los linfáticos, aun en manos experimentadas, no pueda, en la fase de evolución subaguda, diferenciarse de la tuberculosa.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] 628 Esp (CDH )
      Figura 136 / Ileitis tuberculosa: Nótese la hiperplasia de los elementos linfoides y las lesiones ulcerativas espiculares.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] 628 Esp (CDH )
      Figura 137 / Ileitis tuberculosa: Estadío cicatricial estenosante. Opacificación fugaz de la zona estenosada. Signo de Stirling.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] 630 Esp (CDH )
      Figura 141 / Tiflitis tuberculosa: Nótese el aspecto deshilachado del contorno cecal y la retracción.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      El especial relieve clínico que alcanza la peritonitis crónica tuberculosa y su frecuencia obliga a una descripción aislada, que puede servir de modelo para las demás.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Las peritonitis crónicas exudativas más frecuentes, son la tuberculosa que luego describiremos, la reumática y la que acompaña a los síndromes de hipertensión portal, tales como las diversas cirrosis, trombosis portales, en las que influye las repetidas paracentesis.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      forman, pues, parte de un cuadro de inflamación de varias serosas, poliserositis, cuya etiología también es reumática o tuberculosa, y en las que hay una fase, habitualmente prolongada, exudativa, seguida de una posterior adhesiva.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      En la tuberculosa, Mantoux positivo, otras lesiones tuberculosas, inoculación al cobayo del exudado peritoneal, etc.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Puede darse aislada o asociada a tuberculosis de otras serosas, pleuritis, pericarditis, etc., bajo el síndrome de poliserositis tuberculosa.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] 651 Esp (CDH )
      Quizás más frecuente sea la aparición de peritonitis de forma al parecer primitiva, sin ir precedida de otras localizaciones de la enfermedad, especialmente pulmonares, por lo que era bastante real la denominada ley de Grisalle; la peritonitis tuberculosa rara vez coincide con manifestaciones pulmonares tuberculosas.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      En la serosa peritoneal es factible encontrar una siembra de tubérculos, lesión elemental tuberculosa.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Son comunes a todas las formas de peritonitis crónica tuberculosa, los signos de impregnación bacilar, tales como anorexia, febrícula, sudoración, astenia, molestias abdominales, amenorrea, adelgazamiento.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Los signos directos de cardiopatía tricuspidea o pericardítica, sirven para delimitar la ascitis cardiopática de la ascitis de una peritonitis tuberculosa.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] 1198 Esp (CDH )
      Aunque algunos autores han hecho valer para ella una génesis inflamatoria, e incluso algunos, como Logan y Kelley, admiten una etiología tuberculosa para un buen número de estos casos, las lesiones histopatológicas parecen probar que las lesiones inflamatorias y la infección, caso de existir, son siempre secundarias.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Pero, como decimos, no sucede igual con la tuberculosis intestinal secundaria, la cual en la inmensa mayoría de los casos se origina por la deglución con el esputo de bacilos tuberculosos humanos.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      El estudio microscópico, en las formas ulcerosas, demuestra con gran frecuencia la presencia de bacilos tuberculosos en el interior de la lesión.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] 443 Esp (CDH )
      En cambio, la caseificación y los tubérculos típicos son infrecuentes, así como es difícil el hallazgo de bacilos tuberculosos.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] 455 Esp (CDH )
      Aquí el diagnóstico se inclina hacia otros procesos oclusivos incompletos o completos, como son los granulomas tuberculosos o la tuberculosis intestinal productiva, o tumorales, como el cecoma.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      La ausencia de otros procesos tuberculosos pulmonares, anexiales, etc., hace descartar una tuberculosis intestinal secundaria.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      En general es una complicación del abceso hepático, bien como empiema o bien simulando cuadros bronquiectásicos o procesos pulmonares tuberculosos o neumónicos.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Por vía linfática desde focos tuberculosos ganglionares hiliomediastínicos, mesentéricos, etc., o desde las mismas úlceras tuberculosas del intestino por contigüidad.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Las formas exudativas se diagnostican fundamentándose en el dolor abdominal, presencia de ascitis, con líquido ascítico que tiene los caracteres de un trasudado, inoculación del mismo al cobayo, presencia, en su sedimento, de células con predominio linfocítico, laparoscopia característica con frecuentes tubérculos sembrados por el peritoneo, eritrosedimentación acelerada, tuberculinorreacción positiva, presencia de otras lesiones o antecedentes tuberculosos.
    • 1965 García Pavón, F. Liberales [1965] Esp (CDH )
      Cuando hizo la visita subió a decirnos que no podía hacer nada, que tenía algo así como meningitis tuberculosa.
    • 1966 Lpz Ibor, J. J. Neurosis [1966] Esp (CDH )
      Resulta útil saber la influencia de la vida en los sanatorios o en el ejército sobre la tuberculosis; pero con eso no averiguamos cómo se materializa un conflicto interno o externo, los cuales no son separables en un proceso tuberculoso.
    • 1966 Lpz Ibor, J. J. Neurosis [1966] 421 Esp (CDH )
      En los tuberculosos, por ejemplo, nos encontramos con trastornos de conciencia que acompañan a una fase aguda de la enfermedad (tuberculosis miliar, meningitis tuberculosa), pero en otros casos hallamos síntomas derivados de la propia constitución (psiquismo de los asténicos, leptosomáticos, etc.) o del medio ambiente (clima sanatorial).
    • 1966 Lpz Ibor, J. J. Neurosis [1966] Esp (CDH )
      (El individuo «ético» de Kierkegaard no teme a nada como al destino.) Observando a un cierto número de enfermos tuberculosos vio cómo muchos médicos trataban de tranquilizar a los enfermos diciéndoles que la enfermedad era debida a un accidente, a un contagio con los bacilos tuberculosos.
    • 1968 Lpz Ibor, J. J. Vida sexual [1968] Esp (CDH )
      La falta de espermatozoides puede ser debida a una obturación, a falta de desarrollo de las vías genitales masculinas, o a adherencias causadas por infecciones tuberculosas o gonocócicas antiguas.
    • 1968 Martín Vigil, J. L. Curas comunistas [1968] Esp (CDH )
      Joaquinito, hijo mayor, doce años, meningitis tuberculosa, pulmón derecho tocado, indicación de conveniencia de aislamiento a causa de posible contagio.
    • 1973 Aleixandre Ferrandis, V. Discurso [1973] Esp (CDH )
      Dignos también de ser resaltados son sus magistrales estudios sobre la tuberculización en España y sobre la frecuencia y distribución estacional de la meningitis tuberculosa.
    • a1974 Avendaño Hübner, J. Perfiles medicina peruana [1983] Pe (CDH )
      [...] la aparición secundaria de la Tuberculosis con absceso se basa en la acción destructora y anergisante de éste; el proceso supurativo al destruir un foco tuberculoso antiguo libera bacilos que se eliminan o desarrollan una lesión tuberculosa pulmonar; el porcentaje de sobre-infección tuberculosa alcanza el 27,7 [...].
    • a1974 Avendaño Hübner, J. Perfiles medicina peruana [1983] Pe (CDH )
      De ilustre abolengo, pues fue nieto del insigne polígrafo venezolano don Andrés Bello, nació en Chorrillos el 21 de febrero de 1869, ingresó a la Universidad de San Marcos y se graduó de bachiller en Medicina en 1893, para lo cual presentó una tesis titulada "Empleo de los puntos de fuego contra las hemoptisis tuberculosas".
    • a1974 Avendaño Hübner, J. Perfiles medicina peruana [1983] Pe (CDH )
      Estudios médicos en la Capital y bachiller en 1891, con la contribución Adenitis tuberculosa del cuello.
    • a1974 Avendaño Hübner, J. Perfiles medicina peruana [1983] Pe (CDH )
      [...] el proceso supurativo al destruir un foco tuberculoso antiguo libera bacilos que se eliminan o desarrollan una lesión tuberculosa pulmonar; el porcentaje de sobre-infección tuberculosa alcanza el 27,7; en las supuraciones pulmonares, se aprecia, con frecuencia aparición episódica de bacilos ácidos resistentes sin existir la más mínima infección tuberculosa comprobable, lo que explica por la destrucción de un foco latente con puesta en libertad de bacilos eliminados por la expectoración, siendo los exámenes bacteriológicos los únicos que pueden demostrar la infección tuberculosa [...].
    • a1974 Avendaño Hübner, J. Perfiles medicina peruana [1983] Pe (CDH )
      [...] el porcentaje de sobre-infección tuberculosa alcanza el 27,7; en las supuraciones pulmonares, se aprecia, con frecuencia aparición episódica de bacilos ácidos resistentes sin existir la más mínima infección tuberculosa comprobable, lo que explica por la destrucción de un foco latente con puesta en libertad de bacilos eliminados por la expectoración, siendo los exámenes bacteriológicos los únicos que pueden demostrar la infección tuberculosa [...].
    • a1974 Avendaño Hübner, J. Perfiles medicina peruana [1983] Pe (CDH )
      [...] siendo los exámenes bacteriológicos los únicos que pueden demostrar la infección tuberculosa; los bacilos ácidos resistentes no siempre son de Koch, pudiendo ser los seudotuberculosos descubiertos por Zahn y Rabinovich; con inoculaciones se ha obtenido el diagnóstico de sobreinfección tuberculosa en 25 % de casos negativos, en exámenes habituales, inclusive cultivos.
    • a1974 Avendaño Hübner, J. Perfiles medicina peruana [1983] Pe (CDH )
      [...] los bacilos ácidos resistentes no siempre son de Koch, pudiendo ser los seudotuberculosos descubiertos por Zahn y Rabinovich; con inoculaciones se ha obtenido el diagnóstico de sobreinfección tuberculosa en 25 % de casos negativos, en exámenes habituales, inclusive cultivos.
    • 1974 Frisancho Pineda, D. Patología Altura [1974] Pe (CDH )
      Foto Nº. 6.– Caso avanzado de espondilitis tuberculosa.
    • 1974 Frisancho Pineda, D. Patología Altura [1974] Pe (CDH )
      Foto Nº. 7.– Caso avanzado de espondilitis tuberculosa.
    • 1974 Frisancho Pineda, D. Patología Altura [1974] Pe (CDH )
      LA ESPONDILITIS TUBERCULOSA Y LAS PRIMERAS OPERACIONES DE ALBEE EN EL HOSPITAL DE PUNO
    • 1974 Frisancho Pineda, D. Patología Altura [1974] Pe (CDH )
      [...] particularmente la espondilitis tuberculosa o mal de Pott ha sido representada en varios huacos, según ha estudiado Juan B. Lastres; García Frías, citado por Lastres, ha hecho estudios radiológicos de momias de jorobados, habiendo encontrado lesiones de espondilitis tuberculosa.
    • 1974 Frisancho Pineda, D. Patología Altura [1974] Pe (CDH )
      García Frías, citado por Lastres, ha hecho estudios radiológicos de momias de jorobados, habiendo encontrado lesiones de espondilitis tuberculosa.
    • 1974 Frisancho Pineda, D. Patología Altura [1974] Pe (CDH )
      Estos 9 casos de espondilitis tuberculosa representan el 2 % del total de tuberculosos y el 10 % de localizaciones extrapulmonares.
    • 1974 Frisancho Pineda, D. Patología Altura [1974] Pe (CDH )
      Presento estos tres casos con la satisfacción íntima de haber iniciado en Puno el tratamiento quirúrgico de la espondilitis tuberculosa, contribuyendo en esta forma a la lucha contra una de las modalidades del flagelo de la tuberculosis, que cada día va extendiéndose más en nuestro medio.
    • 1974 Frisancho Pineda, D. Patología Altura [1974] Pe (CDH )
      Se presentan los tres primeros casos de espondilitis tuberculosa o mal de Pott, un hombre y dos mujeres, tratados quirúrgicamente por el procedimiento de Albee, en la ciudad de Puno, en el hospital "San Juan de Dios".
    • 1974 Frisancho Pineda, D. Patología Altura [1974] Pe (CDH )
      La espondilitis tuberculosa constituye en dicho hospital el 2 % del total de tuberculosis, y el 10 % de las tuberculosis extrapulmonares.
    • 1974 Frisancho Pineda, D. Patología Altura [1974] Pe (CDH )
      La osteomielitis, junto con la osteoartritis tuberculosa, es una de las enfermedades invalidantes que con mayor frecuencia afecta a nuestra población, particularmente a los niños y jóvenes, o sea, al elemento humano en su etapa formativa y en su etapa productiva, truncándoles prácticamente su futuro y convirtiéndolos en baldados y por tanto parásitos de su familia y de la comunidad.
    • 1975 Almeida, J. Cuidar niño [1975] Ar (CDH )
      En esta enfermedad infectocontagiosa debemos diferenciar dos cosas muy distintas: la tuberculosis enfermedad y la primoinfección tuberculosa.
    • 1975 Almeida, J. Cuidar niño [1975] Ar (CDH )
      Respecto a la segunda forma, la primoinfección tuberculosa, es una situación (no una enfermedad) producida por el contagio del bacilo de la tuberculosis, o sea el bacilo de Koch, pero que, además de no ser grave, tiene la característica de que inevitablemente en el curso de la vida debemos todos pasar por esa situación, para que gracias a ella quedemos inmunizados contra la otra forma de la tuberculosis, o sea la tuberculosis enfermedad.
    • 1975 Almeida, J. Cuidar niño [1975] 154 Ar (CDH )
      La evolución de la primoinfección tuberculosa generalmente es favorable: el niño se recupera de sus síntomas y queda inmunizado para toda la vida.
    • 1975 Almeida, J. Cuidar niño [1975] Ar (CDH )
      Cuando un niño está cursando su primoinfección tuberculosa, debe cuidársele de que contraiga en ese lapso cualquier otra enfermedad infecciosa, especialmente sarampión o tos convulsa.
    • 1976 Barrera Moncada, G. / Kerdel Vegas, O. Adolescente [1987] Ve (CDH )
      1) diversos tipos de meningitis (piógenas, tuberculosas) y los procesos fungosos y granulomatosos, en cuyo caso la cefalea es difusa e intensa y coincide con la clínica típica de tales cuadros;
    • 1976 Laín Entralgo, P. Descargo conciencia [1989] Esp (CDH )
      [...] Luis Fanjul , discípulo de Pittaluga en Madrid , y en Viena de Löwenstein , a cuyo lado aprendía el cultivo del bacilo tuberculoso ; el oftalmólogo catalán Casanovas ; dos gastroenterólogos [...].
    • 1977 Paso, F. Palinuro [1982] Mx (CDH )
      «La primera jeringa, señores, contiene una solución de Violeta de Metilo, colorante empleado en los cultivos del bacilo tuberculoso
    • 1977 Paso, F. Palinuro [1982] 451 Mx (CDH )
      Gracias, doctor, por recordármelos: tenemos aquí a enfermitos con toda clase de erupciones, derrames intradérmicos, exantemas, chancros, líquenes y vitíligos, úlceras azules que avanzan como serpientes, ántrax debidos a la acción del estafilococo dorado, hidátides, sarcoides rosados de origen tuberculoso, lepras y cuanta enfermedad de la piel presenta una coloración especial que puede ir desde el rojo langosta hasta el verde bandera, pasando por la costra negra y aureolada de pus de los palafreneros, doctor, y la estomatitis nacarada de los fumadores.
    • 1977 Paso, F. Palinuro [1982] 444 Mx (CDH )
      En efecto, doctor Palinuro, ese grito breve y penetrante es el grito hidrencefálico característico de los niños con meningitis tuberculosa, usted lo ha dicho mejor que nadie.
    • 1979 Prats, G. Vacunas [1979] 119 Esp (CDH )
      La vacuna sólo debe administrarse en personas que no han estado en contacto con el bacilo tuberculoso y esto puede saberse con una simple prueba, la de la tuberculina.
    • 1979 Prensa Clarín, 22/03/1979 [1979] Ar (CDH )
      El 75 por ciento de los casos de infección tuberculosa que se presentan en la Argentina tienen lugar en ese conglomerado con el solo agregado de La Plata, Bedisso y Ensenada.
    • 1980 Castilla Pino, C. Introd Psiquiatría II [1992] Esp (CDH )
      Ocurre con la menopausia, sea de la mujer, sea del varón, lo que con una joroba: el sarcasmo frecuente del jorobado no se debe a la cifosis, porque en este caso habría que pensar que, si la cifosis es por una tuberculosis ósea, la caracterología del que la posee se debería al mycobacterium tuberculoso.
    • 1980 Castilla Pino, C. Introd Psiquiatría II [1992] Esp (CDH )
      Recuerdo el caso de una mujer a la que repetidos exámenes por especialistas condujeron al diagnóstico de una peritonitis tuberculosa. Al fin, me dijo, un médico, por lo demás modesto, y esto era especialmente significativo para ella, había acertado: se trataba tan sólo de una banal inflamación de ovarios.
    • 1980 Castilla Pino, C. Introd Psiquiatría II [1992] 340 Esp (CDH )
      Entre los primeros, no sólo la encefalitis letárgica, a la que hemos hecho referencia, sino, por ejemplo, según mi experiencia de hace años, la meningitis por el hemophilus: hasta tal punto era destacable el síntoma hipersomnia que, en una exploración preliminar, y hasta el logro de un examen del liquor, la distinción con la meningitis tuberculosa la llevamos a cabo por la aparición de la hipersomnia.
    • 1980 Castilla Pino, C. Introd Psiquiatría II [1992] Esp (CDH )
      Con anterioridad a la aparición de la isociacida, la meningitis tuberculosa era un cuadro muy frecuente.
    • 1981 Vega, H. Así sufrieron [1981] 39 Co (CDH )
      La individualidad de la tuberculosis debe su origen también a Laenec, quien estudió el tubérculo, en su lesión inicial y su evolución, elemento anatómico de la lesión tuberculosa.
    • 1982 Moreno, J. M. Chequeo médico [1981] Esp (CDH )
      Si sus respuestas afirmativas se confirman con los análisis y pruebas correspondientes ordenados por el médico, ello querrá decir que sufre la enfermedad de Addison, que en un gran porcentaje de casos en España se debe a infecciones de tipo tuberculoso que afectan selectivamente a dichas glándulas de secreción interna.
    • 1982 Moreno, J. M. Chequeo médico [1981] 72 Esp (CDH )
      Por ejemplo, el simple arañazo de un gato puede motivar perfectamente la aparición de un aumento de tamaño de los ganglios localizados en las axilas y codos, que además pueden reblandecerse y llegar a fistulizarse (desde el interior del organismo se labran un camino hacia el exterior para eliminar la secreción purulenta) al igual que los de origen tuberculoso.
    • 1982 Moreno, J. M. Chequeo médico [1981] Esp (CDH )
      C.– Además de la causa tuberculosa, pueden originarse tumefacciones ganglionares por otros motivos.
    • 1983 Fisas, C. Historias [1993] Esp (CDH )
      Lo cierto es que, aquejado de laringitis tuberculosa, el músico se trasladó a Niza y de allí a Génova.
    • 1985 Toharia, M. LSetas [1995] Esp (CDH )
      Claro que cuando Waksman descubrió la estreptomicina, cuya acción sobre el bacilo tuberculoso era absoluta, los trabajos sobre la clitocibina fueron abandonados; pero no por ello dejan de tener un interés histórico y, sin duda alguna, clínico.
    • 1986 Valbuena Briones, A. Toxicomanías [1993] Esp (CDH )
      Suelen encontrarse estados avanzados de la enfermedad con procesos cavitarios o formas biliares en el pulmón, además de otra patología tuberculosa extrapulmonar (ósea, meníngea, renal etc.).
    • 1986 Valbuena Briones, A. Toxicomanías [1993] Esp (CDH )
      Varón de 43 años que presenta el antecedente de meningitis tuberculosa al año de edad, con hospitalización durante 3 meses.
    • 1987 Azúa, F. Hombre humillado [1991] Esp (CDH )
      Reconocí de inmediato los pómulos prominentes, el color tuberculoso de la piel, el cabello de aspecto asfáltico.
    • 1988 Net Castel, A. / Quintana Tort-Martorell, E. / Benito Vales, S. Infección paciente [1988] Esp (CDH )
      También existen formas clínicas especiales de peritonitis dignas de niención por la gravedad que conllevan, como la peritonitis posdiálisis peritoneal, la peritonitis del paciente cirrótico y también la peritonitis tuberculosa.
    • 1988 Net Castel, A. / Quintana Tort-Martorell, E. / Benito Vales, S. Infección paciente [1988] Esp (CDH )
      Las más importantes son la peritonitis posdiálisis peritoneal, la peritonitis del paciente cirrótico y la peritonitis tuberculosa.
    • 1988 Net Castel, A. / Quintana Tort-Martorell, E. / Benito Vales, S. Infección paciente [1988] Esp (CDH )
      La peritonitis tuberculosa es una entidad poco frecuente y constituye una rara presentación de la enfermedad, ya que se estima que uno de cada 100 pacientes con tuberculosis presenta peritonitis de esta etiología.
    • 1989 Prensa El País, 01/02/1989 [1989] Esp (CDH )
      La sentencia, que hace hincapié en el informe de los forenses —el mismo que llevó al procesamiento de la doctora— en sus conclusiones, indica que con un fonendoscopio no es posible detectar un proceso tuberculoso.
    • 1989 Prensa El País, 01/02/1989 [1989] Esp (CDH )
      Los médicos que realizaron la autopsia, José Chacón, Vidal Salinas y Jesús Martín Tabernero, nombrados por el juzgado, y Concepción Cifrián, designada por la familia, indicaron en su informe que la muerte se había producido por las graves lesiones de tipo médico halladas en los pulmones, tratándose en principio de una infección pulmonar tuberculosa que pudo haber sufrido una reactivación o bien una infección secundaria que, en un momento dado, pudo haber producido un choque séptico de carácter fulminante, que explicaría la muerte súbita y repentina.
    • 1990 Fajardo, J. M. Epopeya locos [1990] Esp (CDH )
      Sin embargo, un brote tuberculoso dio al traste con la participación de Lanz en la expedición científica, a pesar de haberse trasladado en 1796 a Madrid para tal fin.
    • 1990 Schz Dragó, F. Camino corazón [1993] Esp (CDH )
      Justo, sentado ya ante el volante de aquella acémila oxidada y achacosa, había conseguido poner en marcha su motor tuberculoso después de infinitas intentonas y gracias al expeditivo truco de derramar un galón de agua caliente sobre las tuberías, el radiador, la bomba inyectora y el filtro de gasoil.
    • 1991 Alezzandrini, A., ed. Fundamentos Oftalmología [1991] Ar (CDH )
      Las lesiones renales tuberculosas previas potencian su efecto tóxico.
    • 1991 Alezzandrini, A., ed. Fundamentos Oftalmología [1991] Ar (CDH )
      La córnea toma un color rosado (densidades asalmonadas) y luego, entre los exudados y rodeando los vasos ocluidos, persisten bandas trasparentes por reabsorción (bandas de clarificación), más evidentes en la queratitis parenquimatosa tuberculosa.
    • 1991 Alezzandrini, A., ed. Fundamentos Oftalmología [1991] Ar (CDH )
      [...] sinusitis etmoidal y esfenoidal, sarcoidosis, virus neurotrópicos, meningitis luética y tuberculosa, en el curso de la retinitis por citomegalovirus que complica las formas avanzadas del SIDA, parasitosis (toxoplasmosis, oncocercosis, Toxocara canis (cisticercosis, micosis —Candida albicans—) (cuadro 15-2).
    • 1993 Crea, P. Propóleo [1993] Ar (CDH )
      [...] 109 de ellos presentaban síntomas de tuberculosis pulmonar y bronquial; 15 padecían mesoadenitis tuberculosa; 11 broncoadenitis y 12, tuberculosis renal.
    • 1994 Mendoza Flores, A. Niñez Perú [1994] Pe (CDH )
      El bacilo tuberculoso (B. de Koch), se contagia por la tos, al expulsar gotitas conteniendo el microbio, posee un alto nivel de contagiosidad, se considera que un enfermo tuberculoso puede contagiar de 10 a 20 personas por año, entre la gente que lo rodea.
    • 1994 Paredes M., R. Manifestaciones pulmonares Sida Ch (CDH )
      En Chile sabemos que un 30 a 40% de la población entre 15 y 50 años está infectada por el micobacterio tuberculoso, y de acuerdo a estudios internacionales, un 5 a 10% de estos pacientes infectados por el VIH desarrollará una enfermedad tuberculosa.
    • 1994 Paredes M., R. Manifestaciones pulmonares Sida Ch (CDH )
      1. La TBC precoz que no requiere de un grado importante de inmunosupresión, por cuanto el bacilo tuberculoso es un germen virulento y por lo tanto la TBC puede ser previa o simultánea con el SIDA.
    • 1994 Paredes M., R. Manifestaciones pulmonares Sida Ch (CDH )
      En Chile sabemos que un 30 a 40% de la población entre 15 y 50 años está infectada por el micobacterio tuberculoso, y de acuerdo a estudios internacionales, un 5 a 10% de estos pacientes infectados por el VIH desarrollará una enfermedad tuberculosa.
    • 1994 Pedraza C., L. Manifestaciones neurológicas Sida Ch (CDH )
      virus herpes, micobacterio tuberculoso y lúes.
    • 1994 Prensa La Vanguardia, 15/11/1994 [1994] Esp (CDH )
      Si tenemos presente la época en que la Medicina entra en el mundo del periodismo puede asombrar que, en apenas un siglo, las tendencias literarias que vestían la ignorancia informativa, como las que acompañaron al descubrimiento del bacilo tuberculoso, hayan pasado a ser referencias periodísticas seriamente documentadas, certeramente escritas y atractivamente presentadas.
    • 1994 Sepúlveda Carvajal, C. Manejo paciente 226 Sida Ch (CDH )
      Los electrólitos plasmáticos pueden modificarse en caso de insuficiencia suprarrenal por CMV o si el paciente tiene un proceso neurológico (ej., meningitis tuberculosa) y un síndrome de secreción inadecuada de ADH.
    • 1994 Wu P., E. Infección niños Sida Ch (CDH )
      Son producidas por patógenos que se asocian con defectos de la inmunidad celular, principalmente agentes colonizadores frecuentes a esta edad (Candida, P. carinii, Citomegalovirus) y, a diferencia del adulto, es infrecuente que sea infectado por otros microorganismos que quedan latentes como el bacilo tuberculoso, toxoplasma, criptococo, aunque con la prolongación de la sobrevida de estos niños, seguramente, empezarán a verse más cuadros por estos últimos agentes.
    • 1994 Wu P., E. Infección niños Sida Ch (CDH )
      Leucoencefalopatía multifocal progresiva / Nocardiosis / Enfermedad diseminada por mycobacterias no tuberculosas con compromiso de sitios no habituales / Tuberculosis extrapulmonar /
    • 1995 Casares, C. Qué viejo Cuentos fútbol Esp (CDH )
      Yo las encontré ya entonces algo escurridas y tuberculosas, como de bailarina pobre.
    • 1995 Mendicutti, E. Fuego marzo [1995] 81 Esp (CDH )
      [...] mandándonos besos con los dedos, sin moverse de la ventana hasta que nosotros teníamos que marcharnos, sin importarle que, conforme iba pasando el invierno, oscureciese cada vez más temprano, sin importarle que tardaran en encenderse las bombillas tuberculosas, como decía la Charo, que había encima de los postes de la vía del tren, sin importarle que todo fuera emborronándose como un dibujo a tinta china cuando se le derramaba encima un vaso de agua.
    • 1995 Prensa El Mundo, 08/08/1995 [1996] Esp (CDH )
      En una caja de latón, entre botones y corchetes oxidados, varios daguerrotipos de cara pálida y ojeras tuberculosas, envueltos por esa luz mansa de muerte y recuerdo.
    • 1995 Prensa Caretas, 21/12/1995 [1995] Pe (CDH )
      A fines de 1956 se infiltra entre los auxiliares del profesor Horacio Cachay Díaz, en sus investigaciones sobre la cortisona en la meningitis tuberculosa.
    • 1996 Prensa ABC Cultural, 23/08/1996 [1997] Esp (CDH )
      Derivados de trealosa producidos por microbacterias (por ejemplo, m. tuberculosa) y corinebaxterias (por ejemplo, c. diftérica), y otros productos (por ejemplo, ác. lipoteicoico) sintetizados por Gram+, tienen una actividad similar a la del LPS.
    • 1997 Figueras, J. Moda [1997] 142 Esp (CDH )
      Lord Byron, por ejemplo, medía diariamente su cintura por el temor de engordar; Beau Brumel sorprende a la Corte inglesa con su primer pantalón largo; y un genio de la música, Chopin, llegó a imponer la palidez tuberculosa como símbolo de la enfermiza espiritualidad del Romanticismo.
    • 1997 Prensa Diario de las Américas, 05/04/1997 [1997] EU (CDH )
      El especialista cubano dijo también que los investigadores cubanos monitorean la resistencia del "microbacterium" tuberculoso, experimentan para encontrar por vía de recombinación genética una vacuna eficaz y trabajan en evaluaciones más eficientes para alcanzar mejores resultados en la localización de los casos, así como sus tratamientos.
    • 1998 Prensa El País, 16/01/1998 [1998] Co (CDH )
      La viuda, África Pulgar Ross, de 40 años y que también es fumadora, explicó ayer que hasta entonces no había tenido ningún problema de salud y que los médicos pensaron que podía tratarse de un proceso tuberculoso.
    • 1999 García Real, E. Ginecología [1999] Esp (CDH )
      También puede producirse una inflamación de la mucosa uterina, es decir, una inflamación del endometrio (endometritis), a veces de origen inespecífico y otras de origen tuberculoso.
    • 1999 García Real, E. Ginecología [1999] Esp (CDH )
      El tratamiento se realiza con antibióticos y antiinflamatorios y, si es de origen tuberculoso, con un tratamiento específico.
    • 2001 Anónimo "Tuberculosis Pakistán" [31-01-2001] ABC (Madrid) Esp (CORPES)
      Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud alrededor de 2.000 millones de personas (una tercera parte de la población mundial) presentan una infección tuberculosa latente, que origina 1,5 millones de muertes cada año. Además, numerosos expertos coinciden en señalar que, actualmente, no es posible considerar la epidemiología de la tuberculosis independientemente de la del virus del sida.
    • 2004 Edwards, J. Inútil familia Ch (CORPES)
      El chino de la calle Esperanza los lleva a un cuarto miserable, después de atravesar un triste patio inundado, y saca a tirones a una mujer flaca, de aspecto tuberculoso, que dormita en un camastro. Después estira la mano y Esmeraldo le pasa un par de monedas. La mujer de las telas y los trapos de color incierto, la de los ojos velados, comprende que el muchacho sólo quiere conversar, como le ha ocurrido más de una vez en su larga experiencia profesional [...].
    • 2009 Goytisolo, L. Cosas que pasan Esp (CORPES)
      Se trataba de un sembrado tuberculoso, de origen hematógeno, del que, debidamente medicado, me repuse tras los cuatro meses pasados en Viladrau. Eso sí: con un estado de ánimo por los suelos. No ya por estar saliendo de un proceso tuberculoso o encontrarme sin pasaporte, sino, sobre todo, por seguir metido en la novela comenzada antes del viaje a Praga y que tan poco me satisfacía, pero que me convenía poder publicar cuanto antes.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      tuberculoso, sa. [...] adj. Perteneciente o relativo a la tuberculosis.
    • 2018 Concostrina, N. Pretérito imperfecto Esp (CORPES)
      La duquesa de Alba, la de los veintisiete nombres, la que nunca usó el de Cayetana porque siempre firmó María del Pilar Teresa de Silva, ha pasado a la historia por su garbo y su carisma. Y porque la pintó Goya de todos los colores y en todas las posturas. Pero ya está. Y nadie la envenenó. La reina María Luisa no la mató, solo se alegró de que se muriera. En 1945 se hizo una autopsia porque sus descendientes quisieron aclarar si fue asesinada, y no. Murió de una meningitis tuberculosa y no se dejó nada por vivir.
    • 2021 Román, V. "Tuberculosis corazón" [24-03-2021] Infobae (Buenos Aires): infobae.com Ar (HD)
      La infección se transmite de persona a persona a través del aire. Cuando un enfermo de tuberculosis pulmonar tose, estornuda o escupe, expulsa bacilos tuberculosos al aire, una vía similar a la del coronavirus. Se calcula que una cuarta parte de la población mundial está infectada por el bacilo de la tuberculosis, lo que significa que dichas personas están infectadas por el bacilo pero (aún) no han enfermado ni pueden transmitir la infección.
  3. s. m. y f. Persona que tiene tuberculosis.
    docs. (1846-2021) 206 ejemplos:
    • 1846 Palacios Villalba, S. Trad Tratado enfermedades niños, Schnitzer Wolff, III p. 89 Esp (BD)
      En la tercera graduación no manifesta el recién nacido mas que la predisposicion, y si no se le cuida, se hace poco á poco tuberculoso, y la enfermedad va recorriendo todas las fases de la consunción ó la tisis. La mayor parte de las afecciones tuberculosas que se observan en la juventud proceden de esta gradacion de la diátesis hereditaria.
    • 2021 Murado, M.-A. "Las golondrinas" [21-03-2021] La Voz de Galicia (La Coruña) Esp (HD)
      Por eso, todos los años por estas fechas hago una pequeña excursión a la madrileña calle de los Libreros, número 5, porque es allí donde el poeta onubense Juan Carlos de Lara localizó el escenario del poema. Esa era la vivienda de la familia de Julia Espín, la musa que le dio calabazas a Bécquer a pesar de que este lo tenía todo para triunfar entre las chicas de la era del Romanticismo (era poeta, tuberculoso y tenía pelazo). Sin demasiada fe, me fijo en si las golondrinas han vuelto a colgar su nido en el balcón de Julia y se cumple así la profecía del poeta.
    • 1846 Palacios Villalba, S. Trad Tratado enfermedades niños, Schnitzer Wolff, III p. 89 Esp (BD)
      En la tercera graduación no manifesta el recién nacido mas que la predisposicion, y si no se le cuida, se hace poco á poco tuberculoso, y la enfermedad va recorriendo todas las fases de la consunción ó la tisis. La mayor parte de las afecciones tuberculosas que se observan en la juventud proceden de esta gradacion de la diátesis hereditaria.
    • 1848 Trelles, P. "Oftalmias" [20-03-1848] Gaceta Médica (Madrid) Esp (HD)
      Ni me parece exacto decir que un escrofuloso es tuberculoso, ni viceversa que un tuberculoso es escrofuloso. En las autopsias que he practicado de las víctimas de la referida epidemia he encontrado como fenómeno predominante estensas é intensas inflamaciones de la mucosa intestinal con un sinnúmero de ulceraciones en la misma, y ademas algunos tubérculos en diferentes órganos, sobre todo en las glándulas bronquiales.
    • 1876 Martín Pedro, E. Manual patología [1876] Esp (CDH )
      Pero en las enfermedades crónicas se ve frecuentemente un estado morboso dar lugar aparentemente á otro; como un estado escrofuloso desaparecer oscurecido por un tuberculoso: una afeccion visceral de carácter herpético, dejar su plaza á una afeccion hemorroidal.
    • 1884 Berrueco, J. "Cómo se evita la tuberculosis" El Dictamen Esp (CDH )
      En efecto: hoy se sabe que ordinariamente las destrucciones locales producidas por la tisis no son tan considerables que por sí solas comprometan la vida de los enfermos; la mayoría de los tuberculosos mueren de consunción, y ya se considere ésta como la expresión clínica de una infección de la sangre por los bacillus, como asegura Kempner, haciendo depender de ella las particularidades de la curva febril, los sudores nocturnos característicos, la demacración rápida, la inapetencia y la excitación nerviosa [...].
    • 1896 Gamboa, F. Suprema Ley [1965] Mx (CDH )
      Cruzó después la reja del jardín diminuto, y salió sin volver la cara, con curvas de ebrio; perdióse en la ancha acera, sus raídas ropas de empleado sin recursos delatando con el sol sus estrechas espaldas de tuberculoso.
    • 1909 Giménez Valdivieso, T. Atraso España [1989] Esp (CDH )
      Son muchos los miles de niños y los miles de tuberculosos que mueren al año (de 30 á 40.000 tuberculosos y 215.000 los niños menores de cinco años).
    • 1938 Serpa, E. Contrabando [1973] Cu (CDH )
      Era una muchacha escuálida y descolorida, con los hombros estrechos, los omoplatos agudos de las tuberculosas y unas ojeras de vicio solitario.
    • 1960 Roa Bastos, A. Hijo hombre [1977] Py (CDH )
      El tufo del polvo filtrándose sin cesar les desecaba la boca, les arañaba la garganta y les hacía toser, como si se tratara de un cargamento de asmáticos y tuberculosos.
    • 1991 Olivera Figueroa, R. Enfermera [1991] 87 Mx (CDH )
      Si partirnos de la más elemental teoría, o sea, de que existió al inicio un hombre y una mujer, que los bibliógrafos han denominado Adán y Eva, podemos aseverar que con ellos no nacieron todas las enfermedades; es imposible concebir que Adán haya sido diabético, sifilítico, tuberculoso, asmático, sidoso y cardiaco al mismo tiempo; tampoco nos atreveríamos a afirmar que Eva tuvo salpingitis gonorreica, quistes ováricos, cáncer en mama, eclampsia, cálculos renales y apendicitis; pero sí estoy consciente de que si Eva no hubiera tenido la pelvis ancha... ¡la humanidad se hubiera reducido a un simple intento, porque Adán jamás la hubiera operado de cesárea! Las enfermedades han evolucionado a la par con la humanidad.
    • 1993 Vargas Llosa, M. Loco [1993] Pe (CDH )
      ¿Y quiere que gastemos los escasos recursos del Estado en conservar una pocilga de tuberculosos porque en ella durmió un pirata asesino y truhán, depredador de bienes muebles e inmuebles y espanto de todas las vírgenes del Continente Austral? Se nota que es usted un extranjero sin patria, ciego y sordo a los intereses del país que le brinda hospitalidad.
    • 2001 Muñoz Molina, A. Sefarad Esp (CORPES)
      Encerrado en su cuarto de enfermo, en un sanatorio para tuberculosos, Franz Kafka recuerda los comentarios antisemitas que ha hecho otro enfermo en la mesa del comedor y escribe una carta acuciado por el insomnio y la fiebre: La situación insegura de los judíos, inseguros en sí mismos, inseguros entre los hombres, explica perfectamente que crean que sólo se les permite poseer lo que aferran en las manos o entre los dientes, que además sólo esa posesión de lo que está al alcance de sus manos les da algún derecho a la vida, y que lo que alguna vez han perdido no lo recuperarán jamás, se aleja tranquilamente de ellos para siempre.
    • 2009 Plaza, E. Cielo Ar (CORPES)
      —Un amigo —continuó Ramón— que vive cerca del matadero me contó que todas las mañanas hay colas de tuberculosos que van, jarra en mano, a esperar a que el carnicero dé el puntazo en el cuello de la vaca. Y allí mismo, mientras los animales dan los últimos estertores, los enfermos se turnan para recibir la sangre caliente que mana a borbotones del cuello del animal.
    • 2021 Murado, M.-A. "Las golondrinas" [21-03-2021] La Voz de Galicia (La Coruña) Esp (HD)
      Por eso, todos los años por estas fechas hago una pequeña excursión a la madrileña calle de los Libreros, número 5, porque es allí donde el poeta onubense Juan Carlos de Lara localizó el escenario del poema. Esa era la vivienda de la familia de Julia Espín, la musa que le dio calabazas a Bécquer a pesar de que este lo tenía todo para triunfar entre las chicas de la era del Romanticismo (era poeta, tuberculoso y tenía pelazo). Sin demasiada fe, me fijo en si las golondrinas han vuelto a colgar su nido en el balcón de Julia y se cumple así la profecía del poeta.
    • 1846 Palacios Villalba, S. Trad Tratado enfermedades niños, Schnitzer Wolff, III p. 89 Esp (BD)
      En la tercera graduación no manifesta el recién nacido mas que la predisposicion, y si no se le cuida, se hace poco á poco tuberculoso, y la enfermedad va recorriendo todas las fases de la consunción ó la tisis. La mayor parte de las afecciones tuberculosas que se observan en la juventud proceden de esta gradacion de la diátesis hereditaria.
    • 1848 Trelles, P. "Oftalmias" [20-03-1848] Gaceta Médica (Madrid) Esp (HD)
      Ni me parece exacto decir que un escrofuloso es tuberculoso, ni viceversa que un tuberculoso es escrofuloso. En las autopsias que he practicado de las víctimas de la referida epidemia he encontrado como fenómeno predominante estensas é intensas inflamaciones de la mucosa intestinal con un sinnúmero de ulceraciones en la misma, y ademas algunos tubérculos en diferentes órganos, sobre todo en las glándulas bronquiales.
    • 1876 Martín Pedro, E. Manual patología [1876] Esp (CDH )
      Pero en las enfermedades crónicas se ve frecuentemente un estado morboso dar lugar aparentemente á otro; como un estado escrofuloso desaparecer oscurecido por un tuberculoso: una afeccion visceral de carácter herpético, dejar su plaza á una afeccion hemorroidal.
    • 1884 Berrueco, J. "Cómo se evita la tuberculosis" El Dictamen Esp (CDH )
      En efecto: hoy se sabe que ordinariamente las destrucciones locales producidas por la tisis no son tan considerables que por sí solas comprometan la vida de los enfermos; la mayoría de los tuberculosos mueren de consunción, y ya se considere ésta como la expresión clínica de una infección de la sangre por los bacillus, como asegura Kempner, haciendo depender de ella las particularidades de la curva febril, los sudores nocturnos característicos, la demacración rápida, la inapetencia y la excitación nerviosa [...].
    • 1894 Pz Galdós, B. Torquemada [2002] 15 Esp (CDH )
      El contento del cambio de medio, favorable para la vida orgánica y un poco para la social, no le permitía ver los vacíos que aquel matrimonio pudiera determinar en su alma, vacíos que incipientes existían ya, como las cavernas pulmonares del tuberculoso, que apenas hacen padecer cuando empiezan a formarse.
    • 1896 Gamboa, F. Suprema Ley [1965] Mx (CDH )
      Cruzó después la reja del jardín diminuto, y salió sin volver la cara, con curvas de ebrio; perdióse en la ancha acera, sus raídas ropas de empleado sin recursos delatando con el sol sus estrechas espaldas de tuberculoso.
    • 1896 Gamboa, F. Suprema Ley [1965] Mx (CDH )
      Un poquillo fría, eso sí; y se subió el cuello del saco, detúvose junto a una banca a sufrir un acceso de tos, su tos traicionera de tuberculoso, que le roía el pecho como una cuadrilla de mineros.
    • 1896 Gamboa, F. Suprema Ley [1965] Mx (CDH )
      Y en materno arranque —también la mujer estéril consigo lleva su maternidad—, atrajo a Julio a su regazo, le arrulló sus nerviosidades de tuberculoso, e inclinada sobre él, sus ojos en los suyos, murmuró:
    • 1896 Gamboa, F. Suprema Ley [1965] Mx (CDH )
      Esperó sin embargo a que se resolviera en lágrimas su remordimiento, y mientras lloraba a dos pasos de sus víctimas, que ni lo sospechaban allí, la magnífica noche de invierno, cuajada de estrellas, agravaba con su hálito helado lo que de sano quedaba en sus convexas espaldas de tuberculoso.
    • 1909 Giménez Valdivieso, T. Atraso España [1989] Esp (CDH )
      Son muchos los miles de niños y los miles de tuberculosos que mueren al año (de 30 á 40.000 tuberculosos y 215.000 los niños menores de cinco años).
    • 1909 Giménez Valdivieso, T. Atraso España [1989] Esp (CDH )
      Son muchos los miles de niños y los miles de tuberculosos que mueren al año (de 30 á 40.000 tuberculosos y 215.000 los niños menores de cinco años).
    • 1911 Baroja, P. Árbol ciencia [1996] Esp (CDH )
      Este chiquillo gritaba como un pájaro, y su sudor tenía un olor especial, como a ratón, del sudor del tuberculoso.
    • 1912 Albasanz Echevarría, S. Organoterapia y Opoterapia [1912] Esp (CDH )
      Estudiando después la acción de los extractos en los animales hechos tuberculosos por inyección de cultivos puros de bacilos de Koch y de esputos de tuberculoso, bajo la piel; inyección de cultivos puros en el pulmón y de cultivos puros en animales tratados preventivamente por jugo pulmonar, deduce Brunet que si su acción no impide la tuberculización del cobayo y la muerte, esto, sin embargo, sobreviene meses más tarde que en los animales que sirven de testigos, es decir, que reciben inyección de cultivos pero no de jugo pulmonar.
    • 1912 Albasanz Echevarría, S. Organoterapia y Opoterapia [1912] Esp (CDH )
      las lesiones cardiacas en período asistólico y los tuberculosos en tercer período, unos y otros tolerarían mal la medicación, es frecuentemente ineficaz y puede ser peligrosa.
    • 1912 Albasanz Echevarría, S. Organoterapia y Opoterapia [1912] Esp (CDH )
      Partiendo del hecho de ser frecuentes las hemorragias en la insuficiencia hepática, y de las propiedades coagulantes de los extractos hepáticos, demostradas experimentalmente, Gilbert ha sido el primero en intentar su empleo en las hemoptisis de los tuberculosos como agentes hemostáticos.
    • 1915 Güiraldes, R. Cencerro cristal [2003] Ar (CDH )
      Mánchalo con tus escupitajos de tuberculoso.
    • 1918 Senador, J. Ciudad castellana [1989] Esp (CDH )
      Les basta con negarnos el trabajo, que es precisamente lo que hacen, y no nos queda otro camino que reventar aquí tuberculosos o tirarnos de cabeza al mar.
    • 1928 Asturias, M. Á. Ojo nuevo París 1924-1933 Gu (CDH )
      Donde durmió un tuberculoso, es criminal poner a dormir un hombre sano, padre de familia tal vez, que viajando gana el sustento de sus hijos y que, sin saberlo, ha de volver con el microbio más encarnizado enemigo de la vida, a su casa.
    • 1928 Asturias, M. Á. Ojo nuevo París 1924-1933 Gu (CDH )
      Pero lo que yo sé es que con esa cacha que han agarrado los médicos de sacar de malos climas, a Antigua o a Quezaltenango, a los tuberculosos, nos están infectando todo.
    • 1919-1929 Marañón, G. Ensayos vida sexual [1990] Esp (CDH )
      Si alguna vez se recomienda a un tuberculoso que no se case, es únicamente ante el temor de que su mujer se contagie o de que se agrave su tisis; menos veces, pensando que el hijo pueda ser tuberculoso sin merecerlo.
    • 1932 Heredia, C. M. Fuente energía [1949] 220 Mx (CDH )
      Allí tienen abrigo los tullidos, los cancerosos, los epilépticos, los tuberculosos.
    • 1933 Anónimo (Ese de Ese) Sugerencias Región, 13 enero 1933 Esp (CDH )

      De un modo aproximado puede decirse que mueren en España: un tuberculoso cada cuarto de hora, cerca de cien tuberculosos al día; 40.000 tuberculosos al año. "Estas cifras, deducidas de las estadísticas al uso, son falsas con seguridad —dice el doctor Valdés Lamber— porque muchos tuberculosos no son tomados como tales, por ignorancia o por otras razones".

    • 1933 Anónimo (Ese de Ese) Sugerencias Región, 13 enero 1933 Esp (CDH )
      "Estas cifras, deducidas de las estadísticas al uso, son falsas con seguridad —dice el doctor Valdés Lamber— porque muchos tuberculosos no son tomados como tales, por ignorancia o por otras razones".
    • 1933 Anónimo (Ese de Ese) Sugerencias Región, 13 enero 1933 Esp (CDH )
      Ruido, percalina y entre tanto los tuberculosos se van muriendo con tranquilidad; el público no conoce al enemigo y no sabe defenderse contra él.
    • 1929-1933 Jardiel Poncela, E. Amor [1996] Esp (CDH )
      Aburrirse como tuberculosos hospitalizados.
    • 1929-1933 Jardiel Poncela, E. Amor [1996] 380 Esp (CDH )
      Dudaba entre edificar un sanatorio de tuberculosos o montar una fábrica de patatas fritas.
    • 1935 Alba, G. Trad Hacia matrimonio [1936] Esp (CDH )
      «De todos modos estoy perpleja y no puedo librarme de cierto enojo. Parece que él tiene nueve probabilidades contra una de acabar en tuberculoso por ciertos residuos de metralla que se le quedaron, en los pulmones, después de la guerra; y un médico me ha desaconsejado rotundamente el casamiento, con mayor razón por cuanto yo misma no tengo una salud a prueba de bomba, ni mucho menos. De modo que no sé qué hacer. Entre tanto me limito a pensarlo despacio y a ir espaciando lo más posible nuestras entrevistas».
    • 1919-1936 Marañón, G. Climaterio [1990] Esp (CDH )
      [...] por ejemplo, en algunos tuberculosos jóvenes que, presintiendo oscuramente la brevedad de sus días, acumulan de un modo desordenado los motivos del placer material, que pronto no será posible.
    • 1938 Serpa, E. Contrabando [1973] Cu (CDH )
      Era una muchacha escuálida y descolorida, con los hombros estrechos, los omoplatos agudos de las tuberculosas y unas ojeras de vicio solitario.
    • 1939 Anónimo Trad HPuerto Rico Miller [1939] PR (CDH )
      Se construyeron caminos municipales; casas para obreros en San Juan, Arecibo, Río Grande, Fajardo y Culebra; edificios para el uso de los municipios en Arroyo, Orocovis, Río Grande, Aguas Buenas, Hatillo y Corozal; hospitales para tuberculosos en Río Piedras, Guayama, Ponce y Mayagüez; se reconstruyeron muchos edificios escolares averiados por los ciclones; se construyeron y agrandaron acueductos y alcantarillados; se repararon algunas calles; se levantaron cuarteles de la policía en Mayagüez, Ponce, Puerta de Tierra y en el barrio obrero de San Juan.
    • 1939 Anónimo Trad HPuerto Rico Miller [1939] PR (CDH )
      El país cuenta con cuatro hospitales para los tuberculosos, inaugurados en 1934 y situados en Río Piedras, Ponce, Mayagüez y Guayama, y con nueve centros antituberculosos.
    • 1940 Zunzunegui, J. A. Chiplichandle [1940] Esp (CDH )
      "La fiesta la flor" le llamaban a un botero popularísimo, alto y desgalichado, que había estado en Basurto varios meses en la sala de tuberculosos.
    • 1939-1941 Marañón, G. Tiberio [1998] Esp (CDH )
      Es probable que el emperador, tan menudo de cuerpo, fuera un tuberculoso.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Es tan fácil diagnosticar a un paralítico general, decía Achucarro, como a un tuberculoso cavitario.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Este es el único esputo, en cierto modo típico de la tuberculosis pulmonar; en todos los demás casos, la expectoración del tuberculoso puede reproducir la de cualquier otro estado pulmonar o bronquial y sólo el análisis bacteriológico descubre su naturaleza.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En las fases esclerobronquiales, crónicas, el tuberculoso tose como los bronquíticos y bronquiectásicos, con tos fácil, profunda, con abundantes expectoración.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      II. Febrícula por focos sépticos distintos del tuberculoso.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Las extremidades acrocianóticas son especialmente sensibles a los sabañones, a las infecciones, ya banales, ya específicas (por ejemplo, las tuberculosas), al eritema indurado.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En los tuberculosos crónicos con cianosis marcada y permanente he encontrado casi siempre en la autopsia lesiones miocardíticas o pericardíticas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] a neumotórax espontáneo, en los tuberculosos; vómicas, en los portadores de empiemas, abscesos pulmonares o quistes hidatídicos supurados.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Se encuentran, por ejemplo, en los tuberculosos fibrosos, en los enfisematosos, en los pleuríticos crónicos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 66 Esp (CDH )
      Sin negar el importante papel de las proteínas, no puede olvidarse que hay innumerables casos de edema con proteinemia normal, y, a la vez, graves hipoproteinemias —por ejemplo, en caquécticos, en tuberculosos avanzados— sin edemas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      b) En los tuberculosos con hemoptisis, en los que existe un estado de eretismo circulatorio, puede haber refuerzo del segundo tono pulmonar, haciendo difícil la diferenciación de si se trata de una hemoptisis por estrechez mitral o, en efecto, de una hemoptisis con refuerzo del segundo tono.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Es muy difícil, prácticamente imposible, diferenciar, en clínica, estos casos de los tuberculosos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      1. Es muy común en los tuberculosos viejos del pulmón, de los huesos, de otras vísceras; sobre todo en los de clase social humilde, en los vagabundos mal cuidados y muy expuestos a los agentes atmosféricos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      No es excepcional que sean tuberculosos inveterados, fibrosos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 218 Esp (CDH )
      IV. Una enfermedad rara del intestino, que puede expresarse principalmente por diarrea, es la degeneración amiloidea, que se presenta en tuberculosos graves o en portadores de supuraciones crónicas, acompañándose muchas veces de amiloidosis renal (v. pág. 1004), hepática (v. pág. 310) o esplénica (v. pág. 210).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Se puede sospechar en individuos que padecen otras localizaciones tuberculosas, pero siempre con reservas, ya que los tuberculosos pueden padecer frecuentes estados dispépticos no específicos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Su diagnóstico clínico es posible cuando, como muy frecuentemente ocurre, se trata de tuberculosos pulmonares con síntomas intestinales secundarios.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      3. El bacilo de Koch aparece en las heces de muchos tuberculosos pulmonares.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Esta lesión, muy frecuente en los tuberculosos pulmonares y causa frecuente de diarrea (v. pág. 222), rara vez da lugar a melenas verdaderas y sí sólo a hemorragias microscópicas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      No hay que olvidar que los tuberculosos pueden presentar hepatomegalias por hepatosis secundaria, adiposa o amiloidea (v. pág. 309).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      [...] sobre todo, en ciertos tuberculosos, esta lesión puede producir un síndrome cirrótico, con hepatomegalia, ascitis y fiebre (cirrosis febril).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      A) Los vómitos de los tuberculosos avanzados, sin náuseas, inmediatos al alimento, son bien conocidos;
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En algunos casos, sobre todo en los niños, se presentan nódulos cutáneos (v. pág. 170); también puede presentarse el eritema nudoso (v. pág. 150), que para algunos sólo surge cuando el reumatismo recae en tuberculosos; pero lo he visto en casos en los que era prácticamente segura la ausencia de lesiones tuberculosas activas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La sífilis puede originar lesiones semejantes, diferenciándose principalmente por la radiografía, ya que en las lesiones sifilíticas predominan mucho las inflamaciones del periostio y, en los casos avanzados, hay imágenes difusas, de aspecto muy destructivo, que recuerdan a las de la enfermedad de Paget o a las de algunos cánceres; nada de lo cual se presenta en la imagen de los tuberculosos.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Produce nódulos dolorosos, que aparecen, ya en tuberculosos de otros órganos, ya en individuos sin tuberculosis viscerales.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Produce polineuritis, principalmente sensitivas, no intensas, que aparecen generalmente en los tuberculosos avanzados, quedando sus síntomas, muchas veces, esfumando detrás de la gran sintomatología tuberculosa final.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      El diagnóstico es, naturalmente, más sencillo cuando se trata de tuberculosos inveterados del pulmón.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La anoxia se debe a dos mecanismos: a la pérdida de una parte del parénquima pulmonar para la oxigenación; y a la respiración superficial que impide desarrollar su eficacia oxigenante a las partes sanas del pulmón; este segundo factor es muy importante y explica en algunos casos la intensidad de la anoxia desproporcionada a la cuantía de la lesión; por ejemplo, en ciertos bronconeumónicos, neumónicos, edematosos del pulmón, tuberculosos miliares, etc. Esta respiración superficial puede ser producida por el dolor (como ocurre en la neumonía), pero su mecanismo fundamental es nervioso, por un reflejo del nervio vago que se inicia en la lesión pulmonar.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )

      C) Trozos cretáceos o caseosos.– Pueden verse en las tuberculosis cavitarias; según algunos, frecuentes sobre todo, en los tuberculosos que son a la vez sifilíticos.

    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La dificultad aumenta por el hecho de que en estos mitrales puede haber oscuridad a la percusión y a la auscultación en el vértice izquierdo (por la gran dilatación de la aurícula) y tos seca (v. pág. 946); y, a su vez, en las congestiones pulmonares de los tuberculosos jóvenes es frecuente el eretismo cardíaco y el refuerzo del segundo tono pulmonar, dando a la auscultación una impresión muy parecida a la de la estrechez mitral inicial.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Acaecen estos accidentes con mayor frecuencia en las neumonías del vértice, que, por cierto, recaen con especial frecuencia en los tuberculosos; pero pueden también suceder en neumonías de otra localización.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      El neumotórax tuberculoso puede aparecer al comienzo del proceso, incluso en tuberculosos no diagnosticados, que se creen sanos; un pequeño tubérculo, muy subpleural, puede ser la causa de la perforación.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En algunos tuberculosos hay pleuresías interlobares serosas; benignas; pero, en la práctica, se trata casi siempre de colecciones purulentas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      La dispnea, sin embargo, es síntoma más precoz que la cianosis y, por lo tanto, de mayor valor, sobre todo en las lesiones respiratorias agudas; en cambio en las crónicas, el pulmón defectuoso se acomoda mejor a la dispnea que a la cianosis; y así, vemos tuberculosos crónicos o fibrosis broncopulmonares con enfisema, con intensa cianosis y con dispnea relativamente discreta.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En los tosedores crónicos, sobre todo en los tuberculosos, la calidad de la tos está también influenciada por las reacciones psicológicas del enfermo, a veces muy intensas: unos exageran la tos, otros la disimulan, otros la educan.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Los tuberculosos cavitarios suelen tener las típicas fases de tos matutina con copiosa expectoración numular, de limpieza de las cavernas.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Yo nunca he visto casos convincentes, y sí sólo el que los tosedores crónicos (por ejemplo, bronquíticos o tuberculosos) tosan especialmente, y a veces casi exclusivamente, después de comer.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 947 Esp (CDH )
      [...] y la tos tic, que presentan muchos individuos normales o nerviosos, sobre todo cuando están emocionados (por ejemplo, al hablar en público), y los que han padecido toses intensas (antiguos ferinosos, tuberculosos curados, etc.).
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Las lesiones, primero gomosas y ulcerosas, después esclerósicas y retráctiles, si no han sido enérgicamente tratadas, dan lugar a ronquera y a afonía muy semejantes a las de los tuberculosos; la disfagia suele ser menos intensa que la tuberculosa.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] 1006 Esp (CDH )
      Aquí, como en todas las infecciones, hay que contar siempre con la posible responsabilidad de los medicamentos, que son, a veces, la verdadera causa de albuminurias que se achacan a la infección: ya hemos hablado del mercurio en la sífilis, y del urano en la diabetes; los bálsamicos, a grandes dosis, que se daban antes a los tuberculosos o el moderno tratamiento áurico;
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      Hay hiperfosfaturia en el comienzo de la tuberculosos pulmonar.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En la orina del hombre pueden aparecer los bacilos del esmegma prepucial, que son muy parecidos a los tuberculosos, y alguna vez han dado motivo a errores de diagnóstico: se diferencian en que son ácidorresistentes, como los tuberculosos, pero no, como éstos, alcoholácidorresistentes.
    • 1943 Marañón, G. Manual diagnóstico etiológico [1943] Esp (CDH )
      En la orina del hombre pueden aparecer los bacilos del esmegma prepucial, que son muy parecidos a los tuberculosos, y alguna vez han dado motivo a errores de diagnóstico: se diferencian en que son ácidorresistentes, como los tuberculosos, pero no, como éstos, alcoholácidorresistentes.
    • 1944-1949 Baroja, P. Última vuelta [1978] Esp (CDH )
      «Tiene el esqueleto retorcido de un tuberculoso», dijo Alejandro Sawa.
    • 1944-1949 Baroja, P. Última vuelta [1978] Esp (CDH )
      Me llama aldeano, hombre de esqueleto torcido, y dice que la gloria no puede ir al cuerpo de un tuberculoso.
    • 1944-1949 Baroja, P. Última vuelta [1978] Esp (CDH )
      El tuberculoso estaba en plena consunción, sin remedio, y apenas tenía fuerzas para hablar.
    • 1944-1949 Baroja, P. Última vuelta [1978] Esp (CDH )
      Se destacaron tipos decadentes, que duraron poco, porque fueron muriéndose alcohólicos y tuberculosos en los rincones.
    • 1944-1949 Baroja, P. Última vuelta [1978] Esp (CDH )
      Y esto lo he hecho porque soy un invertebrado intelectual, porque carezco de consistencia, porque nunca la escultura ha soñado en hacer cariátides con los tuberculosos.
    • 1944-1949 Baroja, P. Última vuelta [1978] 738 Esp (CDH )
      Es porque es un invertebrado intelectual. Es porque carece de consistencia. Es porque no tenía fuerza en los riñones para resistir pesos. Es porque nunca la escultura ha soñado en hacer cariátides con los tuberculosos
    • 1950 RAE DMILE 2.ª ed. (NTLLE)
      TUBERCULOSO, SA. adj. [...] Que padece tuberculosis. Ú. t. c. s.
    • 1951 Barea, A. Forja rebelde [1958] Esp (CDH )
      Pero en 1925, Antonio tuvo que ser recluído en un sanatorio del Estado como tuberculoso y su madre murió en la miseria.
    • 1951 Rojas, M. Hijo ladrón [2001] 282 Ch (CDH )
      No es fácil conseguirlo, sin embargo: trabajar sí, pero a veces no hay trabajo y además hay gente que trabaja y que siempre tiene hambre, gente que trabaja y anda siempre mal vestida, gente que trabaja y que duerme en el suelo o en catres y colchones llenos de chinches y de pulgas, ocho en una pieza, tres en una cama, el tuberculoso, el gonocócico, el epileptoide, el invertido, el eccematoso.
    • 1956 Pi Suñer, A. Fisiología general [1956] Esp (CDH )
      El suero de hombre y el de cobayo aglutinan, en general, los hematíes de conejo lavados con solución fisiológica de NaCl; el de conejo los glóbulos rojos del hombre, cerdo y caballo; el de gallina aglutina los glóbulos de perro, conejo y rata, etc. El suero de caballo aglutina el Bacillus tiphosus, el coli , el tuberculoso, el del muermo , la vírgula de Koch , etc. El suero humano, el anthracis.
    • 1956 Pi Suñer, A. Fisiología general [1956] Esp (CDH )
      De este modo, la presencia de un parásito en el pulmón (bacilo de Koch, por ejemplo) origina deformaciones en puntos tan lejanos como los dedos (dedos hipocráticos de los tuberculosos).
    • 1960 Roa Bastos, A. Hijo hombre [1977] Py (CDH )
      El tufo del polvo filtrándose sin cesar les desecaba la boca, les arañaba la garganta y les hacía toser, como si se tratara de un cargamento de asmáticos y tuberculosos.
    • 1934-1961 Icaza, J. Huasipungo [1994] 153 Ec (CDH )
      En la misma forma perezosa y triste que se estiró el amanecer sobre los cerros se movilizaron los mingueros, se arrastró un vaho blancuzco de voluptuosas formas a ras de la tierra empapada, se inició el parloteo de los muchachos, los chismes quejosos de las cholas, las maldiciones y los carajos del machismo impotente de los hombres, el tiritar de los palúdicos, la tos de los tuberculosos, el llanto de los niños tiernos por la teta de la madre.
    • 1961 Sábato, E. Héroes [1986] 322 Ar (CDH )
      Y mientras el hijo del señor estudiaba en algún liceo de Suiza o de Inglaterra o de Francia, el hijo de aquel obrero sin nombre trabajaba en los frigoríficos por cincuenta centavos al día, se volvía tuberculoso en las cámaras frías y finalmente agonizaba en anónimos e inmundos hospitales.
    • 1961 Sábato, E. Héroes [1986] Ar (CDH )
      Y de espaldas a la puerta, Martín sintió que se asomaba como un intruso: oía un jadeo de tuberculoso, su vacilante espera.
    • 1961 Sábato, E. Héroes [1986] 210 Ar (CDH )
      Y luego cientos de artículos destinados a levantar el ánimo de los pobres, leprosos, rengos, edípicos, sordos, ciegos, mudos, sordomudos, epilépticos, tuberculosos, enfermos de cáncer, tullidos, macrocefálicos, microcefálicos, neuróticos, hijos o nietos de locos furiosos, pies planos, asmáticos, postergados, tartamudos, individuos con mal aliento, infelices en el matrimonio, reumáticos, pintores que han perdido la vista, escultores que han sufrido la amputación de las dos manos, músicos que se han quedado sordos (¡pensad en Beethoven!) [...].
    • 1961 Sábato, E. Héroes [1986] Ar (CDH )
      Sea como sea, por Nadia aprendí a querer y admirar a ese vasto territorio de borrachos y nihilistas, charlatanes y tuberculosos, burócratas y generales que era la Rusia de los zares.
    • 1962 Font Quer, P. Plantas medicinales [1962] Esp (CDH )
      Para combatir los sudores de los tuberculosos se da en pequeñas dosis, a lo sumo de 1 gr., antes de acostarse.
    • 1962 Font Quer, P. Plantas medicinales [1962] Esp (CDH )
      Como su congénere el equiseto menor, es diurético; facilita la remineralización de los organismos depauperados, sobre todo de los tuberculosos; y actúa como hemostático, tanto en las epistaxis o flujos de sangre nasales como en las hemorroides sanguinolentas, en las menstruaciones excesivas y aun en las hemoptisis.
    • 1962 Font Quer, P. Plantas medicinales [1962] Esp (CDH )
      Todas las partes del roble —dice el Dr. Leclerc— y de manera especial la corteza, contienen en abundancia un tanino llamado cuercitanino o ácido cuercitánico, el cual le comunica sus virtudes astringentes, que se le reconocen desde la más remota antigüedad... El polvo de esta corteza podría constituir una forma de administración del tanino a los tuberculosos; pero de todos los taninos, el ácido cuercitánico es el más irritante y el más nauseabundo, y, por consiguiente, el que con mayor facilidad puede perjudicar las vías digestivas.
    • 1962 Font Quer, P. Plantas medicinales [1962] Esp (CDH )
      Según Leclerc, el bedegar puede considerarse tónico y antisudorífico, sobre todo tratándose de tuberculosos y nefríticos.
    • 1962 Font Quer, P. Plantas medicinales [1962] Esp (CDH )
      Además, lejos de perjudicar las funciones digestivas, se comporta sobre el estómago como un tónico amargo, y se comprueba que con su uso aumenta el apetito, lo que legitima su empleo en los tuberculosos; pues, si bien carece de acción sobre el bacilo de Koch, por lo menos se opone a la pululación de los gérmenes que, por simbiosis, pueden estimular su virulencia".
    • c1962 Isaza Jaramillo Meza, B. Itinerario breve [1970] Co (CDH )
      Los tuberculosos dicen: Señor: tú eres la sola esperanza de nuestras noches alucinadas en la tortura de la fiebre; somos los marineros que con los pulmones rotos, en el barco fantasmal del abandono, vemos desde nuestra ensenada de tristeza pasar a velas desplegadas los veleros la riqueza y la salud; muchas veces nos falta el abrigo y el frío clava en nuestra carne, como en un acerico, sus alfileres tercos [...].
    • 1963 Cortázar, J. Rayuela [1991] 90 Ar (CDH )
      ¿Qué podía saber de Keats el galeno italiano que lo sangraba y lo mataba de hambre? Si hombres como ellos guardan silencio como es lo más probable, los otros triunfan ciegamente, sin mala intención por supuesto, sin saber que ese operado, que ese tuberculoso, que ese herido desnudo en una cama está doblemente solo rodeado de seres que se mueven como detrás de un vidrio, desde otro tiempo...»
    • 1963 Cortázar, J. Rayuela [1991] 235 Ar (CDH )
      Estúpida, es tan hotel que hasta las cucarachas deben tener el número escrito en el lomo, y al lado se lo aguantan a don Bunche con sus tuberculosos a veinte pesos la consulta, los renguitos y los epilépticos.
    • 1945-1964 Cortázar, J. Final juego [1995] Ar (CDH )
      Era un tipo nada viejo y nada ignorante, de cara reseca y ojos de tuberculoso.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      De antemano conviene tener en cuenta el que no todo síntoma gastroentérico aparecido en un tuberculoso pulmonar se debe a tuberculosis intestinal, aunque así sea en la mayoría de los casos.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      De acuerdo con los datos anatómicos se ha demostrado que mientras cuando el tuberculoso pulmonar lleva lesiones activas durante un año, en aproximadamente el 15 al 20 por 100 de los casos ofrecen ya lesiones intestinales, éstas existen en el 80 al 85 por 100 cuando la lesión pulmonar lleva abierta más de tres años.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Aunque sea una eventualidad rara la aparición de una úlcera sobre una hiperplasia gástrica pseudotumoral, cuando acaece en un tuberculoso hace el diagnóstico más probable.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      La alternancia de éste con diarreas, en todo tuberculoso el cual ritmaba antes su vientre en forma normal, es síntoma frecuente, así como la aparición periódica de diarreas con intervalos de normalidad.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      [...] 3) a la consideración, asimismo equivocada, de que la tuberculosis intestinal está presidida en su clínica por el síntoma obligado de las diarreas de tipo progresivo, acaeciendo en un tuberculoso pulmonar florido, y 4) a la poca atención prestada, incluso por algunos radiólogos, a las nuevas adquisiciones en el terreno radiográfico de esta enfermedad, empleando nuevas técnicas para su despiste, y ello a pesar de la meritísima labor y aportación a su conocimiento de la escuela española.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Así, se habla de factores disposicionales, como son: las distrofias infantiles, niños con taras hereditarias, raquíticos y tuberculosos, etc. Enfermos con aquilia constitucional, afección que predispone y hace más susceptible al intestino para las agresiones y las inflamaciones.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Aun cuando es evidente la existencia de úlceras tuberculosas en esta localización, su diagnóstico es difícil, y más si se considera que la úlcera péptica es sin duda más frecuente en los tuberculosos que en los que no lo son.
    • 1964 Díaz Rubio, M. Lecciones patología [1964] Esp (CDH )
      Tiene interés, aunque relativo, la búsqueda de bacilos de Koch en las heces, ya que éstos pueden también encontrarse en tuberculosos pulmonares abiertos en ausencia de lesiones intestinales; datos mejores se obtienen buscándolos en el interior de los grumos de moco, ya que, cuando éste procede de las vías respiratorias, es destruido por el jugo gástrico.
    • c1940-a1966 Amaya Amador, R. Cuentos [1997] Ho (CDH )
      En los intervalos de tranquilidad que la tos (seca como voz árida y bronca de algo extraño y lejano) le dejaba a María del Carmen, la tuberculosa, pues no de otra enfermedad padecía, traía a sus recuerdos las visiones dolorosas de su pasado.
    • c1940-a1966 Amaya Amador, R. Cuentos [1997] Ho (CDH )
      Hubo unos segundos de indecisión después de las palabras de la tuberculosa, pero luego voces incoherentes principiaron la cancioncilla típica.
    • c1940-a1966 Amaya Amador, R. Cuentos [1997] Ho (CDH )
      hojas de piedra y de pino lo adornaban y los cirios alumbraban la palidez marmórea del rostro escuálido de la tuberculosa.
    • c1940-a1966 Amaya Amador, R. Cuentos [1997] Ho (CDH )
      Así llegó a la postración, a la inercia, a esa triste agonía de los tuberculosos.
    • 1966 Lpz Ibor, J. J. Neurosis [1966] 421 Esp (CDH )
      En los tuberculosos, por ejemplo, nos encontramos con trastornos de conciencia que acompañan a una fase aguda de la enfermedad (tuberculosis miliar, meningitis tuberculosa), pero en otros casos hallamos síntomas derivados de la propia constitución (psiquismo de los asténicos, leptosomáticos, etc.) o del medio ambiente (clima sanatorial).
    • 1966 Marsé, J. Teresa [1996] Esp (CDH )

      "Porque no". "Pues jódete, tuberculosa". "Enano, sinvergüenza") eran por supuesto, según Teresa manifestó a Manolo, injustas e infinitamente más crueles que los insultos que recibían. Tal vez por ello, y teniendo en cuenta que hoy Manolo no parecía compartir demasiado sus ganas de diversión (esto la sorprendió: sólo dos veces había conseguido que él la llevara a la pista para bailar, y aún de mala gana) [...].

    • 1951-1969 Cela, C. J. Colmena [1986] 119 Esp (CDH )
      ¿Cuántos tuberculosos habrá ahora en este café? Don Jaime se hacía un cigarrillo finito, una pajita, y lo encendía.
    • 1951-1969 Cela, C. J. Colmena [1986] Esp (CDH )
      Don Jaime Arce ya no piensa ni en los espejos, ni en las viejas pudibundas, ni en los tuberculosos que albergará el café (un 10 por ciento aproximadamente), ni en los afiladores de lápices, ni en la circulación de la sangre.
    • 1969 Vargas Llosa, M. Conversación [1996] Pe (CDH )
      Muchachos con caras de matones, matones con caras de tuberculosos fumaban bajo los rancios faroles de Francisco Pizarro, y Santiago avanzó entre cantinas que escupían borrachitos tambaleantes y los mendigos, las criaturas desarrapadas y los perros sin dueño de otras veces.
    • 1970 RAE DRAE 19.ª ed. (NTLLE)
      tuberculoso, sa. adj. [...] Que padece tuberculosis. Ú. t. c. s.
    • 1972 Puig, M. Boquitas [1994] Ar (CDH )
      [...] ¿aceptaría Nené, en caso de ser virgen, casarse con un tuberculoso?

      ¿aceptaría Nené, en caso de no ser virgen, casarse con un tuberculoso?

      si bien Juan Carlos sentía por Nené algo nuevo y esa era la razón por la cual había decidido proponerle matrimonio a su regreso a Vallejos, ¿por qué recordaba tan a menudo la torpeza de Nené [...].

    • 1972 Puig, M. Boquitas [1994] 130 Ar (CDH )
      [...] la licencia, el Hostal, el presupuesto, el médico, el diagnóstico, el tratamiento, la radiografía, la pieza, la cama, la mesa de luz, la estufa a kerosene, el ropero, el baño, el agua caliente, la bañadera, el lavatorio, el inodoro, la percha, la toalla, la estufa, el espejo, el tuberculoso, el atleta, el órgano sexual, la piel bronceada, el sudor, el picor, los calambres, la canilla, el chorro, el agua caliente, el jabón, la espuma, el perfume, Nené, la enfermera Matilde [...].
    • a1974 Avendaño Hübner, J. Perfiles medicina peruana [1983] Pe (CDH )
      Fue el primero de ellos D. Mariano Arosemena Quesada (1818-1885); D. Manuel C. Barrios (1849-1920), autor de numerosas publicaciones médico forenses, entre las que destacan su tesis para el bachillerato titulada "Debe prohibirse la unión conyugal entre tuberculosos" y "Las relaciones entre la Medicina y el Derecho", pronunciada en la apertura del año universitario de 1861, como discurso de orden en San Marcos.
    • a1974 Buenaventura, E. Papeles infierno [1980] 198 Co (CDH )
      Por la mañana desayunan con los tuberculosos.
    • 1974 Frisancho Pineda, D. Patología Altura [1974] Pe (CDH )
      Estos 9 casos de espondilitis tuberculosa representan el 2 % del total de tuberculosos y el 10 % de localizaciones extrapulmonares.
    • 1974 Malpica, C. Desarrollismo Perú (1961-1971) [1975] Pe (CDH )
      Mientras no se mejore sustancialmente los niveles de vida de nuestro pueblo seguirán existiendo tuberculosos.
    • 1975 Almeida, J. Cuidar niño [1975] 154 Ar (CDH )
      Este contagio es por contacto próximo y repetido con un tuberculoso que elimina bacilos de Koch con la tos y que generalmente, vive en la misma casa.
    • 1975 Jiménez Vargas, J. / Lpz García, G. Aborto [1975] 84 Esp (CDH )
      El autor, comentando sus experiencias de abortos en tuberculosas durante 10 años, en un hospital de Estados Unidos, afirma que se obtuvieron «mejores resultados cuando las enfermas se sometían a tratamiento primario para la tuberculosis y se permitía el embarazo hasta el parto a término».
    • 1975 Jiménez Vargas, J. / Lpz García, G. Aborto [1975] Esp (CDH )
      En la práctica —dice— se les presentará muchas veces una tuberculosa que queda embarazada, y entonces se preguntarán qué debe hacerse en semejantes casos. Pues bien, en esto, como en tantas otras cosas, se ha procedido con una evidente ligereza y se ha tratado de resolver las cosas por la vía más sencilla.
    • 1975 Ramírez, S. Infancia [1975] Mx (CDH )
      Según este criterio se habla del estado mental de los tuberculosos, de las embarazadas, de las puérperas y del cardiaco.
    • 1975 Salisachs, M. Gangrena [1976] Esp (CDH )

      — Vaya estupidez, Honde: también está lleno de tuberculosos y de anormales. No irás a decirme que resulta aceptable...

    • 1975 Sintes Pros, J. Colesterol [1975] Esp (CDH )
      Gracias al arsénico que contiene abre el apetito y da fuerza y vitalidad, embellece el color de la piel y hace engordar, por lo que conviene a los organismos debilitados, especialmente a los tuberculosos y jóvenes debilitados por el crecimiento.
    • 1976 Barrera Moncada, G. / Kerdel Vegas, O. Adolescente [1987] Ve (CDH )
      1) Hace algunos años se observó que la isoniazida y la iproniazida, drogas utilizadas en el tratamiento de los tuberculosos, mejoraban notablemente su estado de ánimo, llegando a ser alegres.
    • 1977 Paso, F. Palinuro [1982] Mx (CDH )
      ¡Hubieran visto cómo sus pacientes la adoraban, cómo los cirróticos se olvidaban de sus vientres de medusa y los tuberculosos de sus sarcoides violetas cuando pasaba mi prima, que era bella y misteriosa como volar por la noche estrellada en el lomo de una interrogación de vapor!
    • 1977 Paso, F. Palinuro [1982] 471 Mx (CDH )
      El lunes, vimos a nuestro paciente en la sala de los tuberculosos.
    • 1977 Prensa Triunfo, 18/06/1977 [1977] Esp (CDH )
      Había 200.000 tuberculosos, 600.000 palúdicos y 20.000 leprosos, y casi todos abandonados a su suerte.
    • 1977 Prensa Triunfo, 09/07/1977 [1977] Esp (CDH )
      Y no aumentó más aún porque el pobre Carner, entre la espada y la pared, no encontraba dinero para Pascua y decía patéticamente al defender el Presupuesto General del Estado en las Cortes que se quedaba con el corazón en un puño cuando oía a don Marcelino hablar de los niños o de los tuberculosos.
    • 1977 Prensa Triunfo, 09/07/1977 [1977] Esp (CDH )
      Al presentar su dimisión, España contaba con 1.800 camas para tuberculosos contra 565 el 14 de abril de 1931.
    • 1977 Vargas Llosa, M. Tía Julia [1996] Pe (CDH )
      En esta época adquirió la costumbre de andar día y noche con las manos en los bolsillos y su sacristana, la ex-abortera doña Angélica, profetizaba que en cualquier momento comenzaría a escupir la sangre del tuberculoso.
    • 1977 Vargas Llosa, M. Tía Julia [1996] Pe (CDH )
      En tanto que sus medio hermanos morían como moscas, tuberculosos o intoxicados, o, niños que llegan a adultos aquejados de raquitismo y taras psíquicas, pasaban la prueba sólo a medias, Seferino Huanca Leyva creció sano, fuerte y mentalmente pasable.
    • 1978 García Vega, L. Orígenes [1978] 82 Cu (CDH )
      Y también estaba la figura del comunista Gustavo Aldereguía, el director de La Esperanza, el sanatorio para los tuberculosos.
    • 1978 García Vega, L. Orígenes [1978] 94 Cu (CDH )
      Y es que, como había tuberculosos acartonados, habían también —y éstos aparecen en Paradiso— homosexuales acartonados.
    • 1979 Longares, M. Novela corsé [1988] Esp (CDH )
      Despiertan a la realidad cuando el tuberculoso pianista propone al auditorio el sonoro peldaño cromático corroborativo de afinación y la reunión, a la indicación de que el baile viene con la pretensión de descomponer la atonía galvanizada que existe en la sala, se agita en preparativos de invitaciones a la lid.
    • 1979 Prensa Clarín, 10/04/1979 [1979] Ar (CDH )
      Así lo señaló un informe sobre la tuberculosis pulmonar elaborado por la Secretaría de Salud Pública de la Municipalidad Metropolitana, que agrega que solamente de modo excepcional, y durante corto tiempo, debe ser internado un tuberculoso, intensificándose la prevención del mal por medio de la aplicación de la vacuna B.C.G., en especial en los primeros años de vida.
    • 1979 Serrano Pareja, A. Coleccionismo [1979] Esp (CDH )
      primer centenario, hasta la serie 22 de diciembre de 1949, con cuatro valores «Pro Tuberculosos»; y segundo centenario, con un signo postal de una peseta, violeta oscuro, que conmemora los 400 años del fallecimiento de San Juan de Dios; a éste siguen literatos: Calderón de la Barca, Lope de Vega, Tirso de Molina y Ruiz de Alarcón.
    • 1980 Castilla Pino, C. Introd Psiquiatría II [1992] Esp (CDH )
      Recuerdo el caso de una paciente nosofóbica, con angustiosos temores a contagiarse de tuberculosis, que la llevaba a conducirse a interminables lavados, a la adopción de rituales de presunta desinfección ante toda relación con objetos que muy lejanamente hubieran podido tener contacto con algún tuberculoso. Pues bien, a esta enferma descubrí, por unos indicios de su historia, la presencia de bacilos de Koch en la orina.
    • 1980 Prensa El País, 10/10/1980 [1980] Esp (CDH )
      El fenómeno se repite: «Yo prefería visitar galerías y museos a permanecer en un hospital de tuberculosos».
    • 1980 Prensa El País, 20/07/1980 [1980] Esp (CDH )
      Una decena de intentos fallidos de suicidios se han producido recientemente y varios presos padecen enfermedades mentales, tuberculosos y parálisis, sin que por eso tengan derecho a un tratamiento médico.
    • 1981 Barnet, M. Gallego [1981] Cu (CDH )
      Ella tenía veinte años menos que yo y ya era viuda de un tuberculoso que le había dejado una niña de tres años, María Regla.
    • 1981 Fdz Mtz, J. M. Drogadicto [1981] Esp (CDH )
      Los vómitos eran incoercibles, aparecían espasmos discontinuos en ambos riñones (verdaderos cólicos nefríticos); mi esquema corporal se asemejaba al de un tuberculoso, con tos y esputos malolientes.
    • 1981 Veloz Maggiolo, M. Sombra Castañeda [2005] RD (CDH )
      Percibía, con su fino oído de tuberculoso, las distantes palabras del pueblo: cualquier día lo matan.
    • 1982 Allende, I. Casa espíritus [1995] Ch (CDH )
      Parecía tan incansable como Miguel, a pesar de que lo doblaba en edad y tenía aspecto de tuberculoso.
    • 1982 Arrabal, F. Torre herida [1983] Esp (CDH )
      En la capilla su presencia destacaba en medio de aquel gineceo de tuberculosas, escrufulosas, raquíticas y monjas.
    • 1985 Herrera Luque, F. Casa pez [1985] Ve (CDH )
      Lugar de asilo de los tuberculosos y de las familias decentes venidas a menos.
    • 1985 Lira, J. A. Medicina andina [1995] Pe (CDH )
      De esto deben hacer mucho uso los tuberculosos.
    • 1985 Valladares, A. Contra toda esperanza [1987] Cu (CDH )
      El que lograba controlar su mente no salía con las facultades psíquicas afectadas, volvía casi siempre con los pulmones destrozados, tuberculoso...
    • 1985 Valladares, A. Contra toda esperanza [1987] Cu (CDH )
      Eran cerca de una veintena y los tenían encerrados en los cubículos donde alojaban a los tuberculosos y otros infecciosos, así como a los condenados a muerte, aquellos a quienes aguardaba el paredón de fusilamiento.
    • 1986 Cabrera Infante, G. Habana [1993] 218 Cu (CDH )
      Al día siguiente y como remedio al frío —lo semejante cura lo semejante— alguien propuso una excursión a Topes de Collantes, un pico cercano donde había un sanatorio para tuberculosos (versión tropical de la montaña mágica) comenzado años atrás y dejado sin terminar; todo en Trinidad estaba en ruinas: el pasado y el futuro.
    • 1986 Gironella, J. M. Hombres lloran [1987] Esp (CDH )
      Enfermo del pecho, casi tuberculoso, pero se está convirtiendo en el teórico de la Falange, en su depositario ortodoxo.
    • 1986 Morón, G. Gallo [1993] 65 Ve (CDH )
      [...] porque las cloacas van a recoger toda la mierda importante de la ciudad, junto con el agua de los baños, el agua sucia de la cocina y las bacinillas de orines por las noches y las escupideras con los gargajos de los tuberculosos, para llevar todo ese zurrero directamente al río, de modo que la ciudad sea más limpia, que no haya malos olores de noche en los cuartos ni la fiera hedentina de los solares todo el día, mientras los zamuros no son suficientes para la limpieza [...].
    • 1987 Vallejo-Nágera, J. A. Depresión [1994] Esp (CDH )
      Los tuberculosos sometidos a este tratamiento cambiaban de conducta, se volvían activos y optimistas y comenzaban a descuidar sus medidas de reposo, etc., por tanto el efecto sobre el psiquismo de los tuberculosos mostraba inconvenientes, pero ese mismo resultado psíquico sería una bendición para los deprimidos.
    • 1987 Vallejo-Nágera, J. A. Depresión [1994] 105 Esp (CDH )
      Los tuberculosos sometidos a este tratamiento cambiaban de conducta, se volvían activos y optimistas y comenzaban a descuidar sus medidas de reposo, etc., por tanto el efecto sobre el psiquismo de los tuberculosos mostraba inconvenientes, pero ese mismo resultado psíquico sería una bendición para los deprimidos.
    • 1987 Vallejo-Nágera, J. A. Depresión [1994] 105 Esp (CDH )
      La pregunta lógica era: ¿Tendrá la isoniacida efecto beneficioso sobre el ánimo del deprimido, o se repetirá el fracaso de la reserpina? Había entonces tantos tuberculosos (hemos olvidado la plaga de la humanidad que era la tuberculosis hasta el descubrimiento de la estreptomicina), que fue fácil encontrar muchos tuberculosos que padeciesen también una intensa depresión.
    • 1987 Vallejo-Nágera, J. A. Depresión [1994] 105 Esp (CDH )
      La pregunta lógica era: ¿Tendrá la isoniacida efecto beneficioso sobre el ánimo del deprimido, o se repetirá el fracaso de la reserpina? Había entonces tantos tuberculosos (hemos olvidado la plaga de la humanidad que era la tuberculosis hasta el descubrimiento de la estreptomicina), que fue fácil encontrar muchos tuberculosos que padeciesen también una intensa depresión.
    • 1987 Vallejo-Nágera, J. A. Depresión [1994] 105 Esp (CDH )
      En esta ocasión los investigadores obtuvieron un resonante triunfo, resultó muy eficaz en los tuberculosos con depresión, y luego comprobaron idéntico efecto en deprimidos que no padecían tuberculosis.
    • 1988 Hidalgo, M. Azucena [1988] Esp (CDH )
      Con el aspecto de cuitado, de tuberculoso prácticamente, lo mismo era un follador de campeonato y un tío forrado de pasta, que hoy en día por arreglar una cañería te la llevas gansa, más que un notario.
    • 1988 Jiménez Lozano, J. Grano maíz [1989] Esp (CDH )
      Se decía también que había escrito un libro sobre Jesús de Nazareth como tuberculoso y enfermo mental, y que, en el ejercicio de su profesión, había seducido o enamorado a una muchacha casi moribunda en un sanatorio antituberculoso.
    • 1990 Colinas, A. Año sur [1990] Esp (CDH )
      Esperaba la llegada de la primera luz con escalofríos y atemorizado como un tuberculoso.
    • 1990 Melo, J. V. Notas [1994] Mx (CDH )
      El agua está en todas partes: como sustancia que se desliza en sonidos imitativos, como gota que cae insistentemente en un célebre Preludio chopiniano que ha suscitado románticas leyendas entre un tuberculoso y una escritora con seudónimo masculino; como sustancia poderosa (El mar debussiano que traduce el canto de las sirenas en uno de los Nocturnos para orquesta), como espejo en que refleja un improbable Narciso [...].
    • 1990 Prensa El Mundo, 03/10/1994 [1995] Esp (CDH )
      En Nueva Delhi, el índice de personas afectadas por la epidemia durante el viernes y el sábado se multiplicó por cuatro, y ayer los enfermos con síntomas tuvieron que ser admitidos en un hospital para tuberculosos porque las 122 camas disponibles en el Hospital de Enfermades Contagiosas estaban ocupadas.
    • 1991 García Schz, J. Historia triste [1991] 232 Esp (CDH )
      Al pensar que le habría tocado el pabellón de los tuberculosos, y como antaño había leído novelas decimonónicas, no le gustó el panorama.
    • 1991 Grande, F. Fábula [1991] Esp (CDH )
      Durante las etapas de anticiclón las autoridades distribuyeron caretas antigás a mujeres, niños, ancianos, asmáticos, tuberculosos y cardiópatas, siempre que los enfermos presentasen un certificado de tales, legalizado semanalmente por las autoridades sanitarias, si bien la esplendidez del Gobierno al obsequiar temporalmente los útiles de respiración se vio obstruida por el hecho de que, al estar el MSG (Ministerio de Salud General), lugar en donde se distribuían tales útiles, absolutamente rodeado de automóviles, propios y generales [...].
    • 1991 Grande, F. Fábula [1991] Esp (CDH )
      [...] y como por milagro, las caravanas de automóviles podían avanzar unos metros, habían de hacerlo sobre los cadáveres de los niños, tuberculosos, señoras, ancianos, cardiópatas y asmáticos cuyos pulmones no habían resistido la malvada agresión del smog, razón por la cual nuestras Autoridades prescribieron que los débiles que no se considerasen suficientemente fuertes declinasen la obtención de careta antigás y se encerrasen minuciosamente en sus domicilios, para paliar cuyo aburrimiento las autoridades distribuyeron opulentas cantidades de juegos recreativos [...].
    • 1991 Olivera Figueroa, R. Enfermera [1991] 87 Mx (CDH )
      Si partirnos de la más elemental teoría, o sea, de que existió al inicio un hombre y una mujer, que los bibliógrafos han denominado Adán y Eva, podemos aseverar que con ellos no nacieron todas las enfermedades; es imposible concebir que Adán haya sido diabético, sifilítico, tuberculoso, asmático, sidoso y cardiaco al mismo tiempo; tampoco nos atreveríamos a afirmar que Eva tuvo salpingitis gonorreica, quistes ováricos, cáncer en mama, eclampsia, cálculos renales y apendicitis; pero sí estoy consciente de que si Eva no hubiera tenido la pelvis ancha... ¡la humanidad se hubiera reducido a un simple intento, porque Adán jamás la hubiera operado de cesárea! Las enfermedades han evolucionado a la par con la humanidad.
    • 1992 Jodorowsky, A. Canta pájaro [1994] Ch (CDH )
      Jaime esperó que los tuberculosos evacuaran el patio sin saber que detrás del biombo, su madre, en brazos de su hermano, estaba agonizando.
    • 1992 Maqua, J. Invierno [1992] Esp (CDH )
      De entre las bambalinas de la derecha iba surgiendo el segundo coro: los socios de la Unión Velocipédica Española se congregaban lentamente en el bulevar de enfrente, ante la entrada del edificio donde estaban celebrando su Congreso número veinticinco; grandes y festivas pancartas adornaban el frontispicio y dos ponencias se anunciaban para el día de hoy: «El ciclista, ¿presunto tuberculoso?» y «Orígenes de la bicicleta: de distracción para señoritos a medio de locomoción indispensable para la clase trabajadora».
    • 1992 Martín Gaite, C. Nubosidad [1994] Esp (CDH )
      A monsieur Richard le entusiasmaba El Greco, y papá no le llevaba la contraria, aunque en familia siempre había dicho que era un pintor de tuberculosos.
    • 1992 RAE DRAE 21.ª ed. (NTLLE)
      tuberculoso, sa. adj. [...] Que pacede tuberculosis. Ú. t. c. s.
    • 1993 Feo, J. Aquellos años [1993] Esp (CDH )
      Ante la «tuberculosis tan galopante», lo llevaron al hospital a la sala de tuberculosos.
    • 1993 Marsé, J. Embrujo Shangai [1996] Esp (CDH )
      Según el capitán Blay, la presencia de esa baba tóxica y repugnante sobre el lecho de la tuberculosa era importantísima, decisiva.
    • 1993 Moncada, S. Otoño [1994] Esp (CDH )
      Constantina/Chopin finge una tos seca de tuberculosa que acaba por transformarse en un acceso real.
    • 1993 Russotto, M. Tópicos [1993] Ve (CDH )
      Representada en actitud soñadora, recostada, divagando, deambulando en largos paseos o por interiores aterciopelados, no podemos dejar de hermanarla a las más patéticas tuberculosas de la literatura romántica, espiritualizadas y embellecidas por aquella enfermedad «superior», del espíritu superior como se ha dicho, por situarse efectivamente en la parte superior del cuerpo: las vías respiratorias.
    • 1993 Vargas Llosa, M. Loco [1993] Pe (CDH )
      ¿Y quiere que gastemos los escasos recursos del Estado en conservar una pocilga de tuberculosos porque en ella durmió un pirata asesino y truhán, depredador de bienes muebles e inmuebles y espanto de todas las vírgenes del Continente Austral? Se nota que es usted un extranjero sin patria, ciego y sordo a los intereses del país que le brinda hospitalidad.
    • 1994 Paredes M., R. Manifestaciones pulmonares Sida Ch (CDH )
      Una publicación nacional nos muestra que la prevalencia de VIH positivo fue del 3,5 por 1.001 en una población de tuberculosos en tratamiento.
    • 1994 Picó, F. Día [1994] PR (CDH )
      Una noche, como a la una de la madrugada, sentí un pito. Me fui acercando al sitio de donde procedía y no quiera saber lo que ví allí... / Hay una clase de tuberculosos que resisten los efectos de la terrible enfermedad hasta que están verdaderamente en los huesos.
    • 1994 Picó, F. Día [1994] PR (CDH )
      Pues bien, a la una de aquella espeluznante madrugada, sorprendí a uno de los empleados de la enfermería suspendiendo por los pies casi en el aire a un tuberculoso completamente desnudo y del tipo que describí antes. Y al tenerlo así le aplicó una fuerte nalgada, y le dijo: "Anda, canalla, ya no robarás mas."
    • 1994 Picó, F. Día [1994] 188 PR (CDH )
      eventualmente hubo orfanatorios, asilos para los viejos, hospitales para los tuberculosos, escuelas internas para las muchachas y los muchachos bien, campamentos para los reclutas militares, cuartelillos para policías y bomberos, talleres herméticamente cerrados para los tabaqueros y las despalilladoras; dormitorios para los dependientes de las tiendas, miradores para la servidumbre doméstica; salones de escuela cerrados a las dos de la tarde del primer martes de noviembre de los años bisiestos para los electores.
    • 1995 Adoum, J. E. Ciudad sin ángel [1995] Ec (CDH )
      (O, digo yo, como en el poema de Manuel Bandeira, la receta del médico al tuberculoso:
    • 1995 Egido, L. G. Corazón inmóvil [1995] Esp (CDH )
      Pregunté por ella y me dijeron que era una tuberculosa desahuciada, a la que los vómitos de sangre estaban vaciando cada día más, como un pozo sin agua, hasta que llegaran al hondón; los médicos que confiaban en los milagros no le daban un mes de vida y los que desconfiaban de la naturaleza, esperaban el tránsito para cualquier momento.
    • 1995 Pozo, R. Novia [1995] 78 Esp (CDH )
      Carlos por consejo del tuberculoso se iba a ir a la ciudad.
    • 1995 Pozo, R. Novia [1995] Esp (CDH )
      No se le iba de la mente la clara luz de su niñez ni su tío, el tuberculoso que se iba muriendo porque no le podían dar jamón, que es lo que recetaba el médico.
    • 1995 Anónimo Integral, nº 187 [1995] Esp (CDH )
      ¡Seguramente por ello el pobre y tuberculoso Lawrence acaba su poema sobre la genciana diciendo que está invitado a una boda con lo profundo, con el cielo oculto en el interior de la tierra!
    • 1995 Prensa El Mundo, 21/09/1995 [1996] Esp (CDH )
      Lo que sí conocemos es que la mayoría de los tuberculosos no son pacientes con sida, ya que el 66% de los casos que están ingresados en los hospitales no está infectado a su vez por el VIH.
    • 1995 Prensa El Mundo, 21/09/1995 [1996] Esp (CDH )
      Los pobres, los parados, los alcohólicos, los drogadictos por vía intravenosa... constituyen el mayor porcentaje de tuberculosos de los países ricos.
    • 1995 Prensa El Mundo, 21/09/1995 [1996] Esp (CDH )
      Un estudio realizado en Madrid, y presentado en Washington, demostró que el 31% de los tuberculosos VIH positivos, y que eran además drogadictos, abandonaba precozmente el tratamiento.
    • 1995 Prensa El Mundo, 21/09/1995 [1996] Esp (CDH )
      Al ser la zona de los EEUU en donde existe un número mayor de marginados, y en esas latitudes la asistencia médica de calidad es privilegio exclusivo de un sector social medio-alto, muchos de los tuberculosos neoyorquinos están muy mal tratados.
    • 1996 Prensa Proceso, 01/09/1996 [1996] Mx (CDH )
      En tiempos en que es secretario de Salubridad Gustavo Baz, Xavier Rojas y su grupo llevan teatro al hospital de enfermos incurables de Tepexpan, al hospital de tuberculosos de Huipulco y al leprosario de Zoquiapan.
    • 1998 Ronald Morales, A. Frutoterapia [1998] 145 Co (CDH )
      Si los tuberculosos la comieran durante largo tiempo, es muy probable que las lesiones de los pulmones se cicatrizarían.
    • 1998 Ronald Morales, A. Frutoterapia [1998] Co (CDH )
      Por su excelente digestibilidad que estimula la producción de saliva y jugo gástrico son recomendables para que el aparato digestivo descanse y normalice sus funciones, para las embarazadas, lactantes, diabéticos y tuberculosos.
    • 1999 González, E. Quién como Dios [1999] 342 Mx (CDH )
      Qué amarga es la vida, tu tío Pancho se burlaba de mí porque asegún me creía yo la dama de las camelias, y mírame ahora, soy una tísica de a de veras, todo el pueblo lo comenta a «sottovoce»..., una tuberculosa en toda la extensión de la palabra, y Pancho paseándose en España deseando que, a su regreso me halle muerta.
    • 2001 Muñoz Molina, A. Sefarad Esp (CORPES)
      Encerrado en su cuarto de enfermo, en un sanatorio para tuberculosos, Franz Kafka recuerda los comentarios antisemitas que ha hecho otro enfermo en la mesa del comedor y escribe una carta acuciado por el insomnio y la fiebre: La situación insegura de los judíos, inseguros en sí mismos, inseguros entre los hombres, explica perfectamente que crean que sólo se les permite poseer lo que aferran en las manos o entre los dientes, que además sólo esa posesión de lo que está al alcance de sus manos les da algún derecho a la vida, y que lo que alguna vez han perdido no lo recuperarán jamás, se aleja tranquilamente de ellos para siempre.
    • 2001 RAE DRAE 22.ª ed. (NTLLE)
      tuberculoso, sa. [...] Que padece tuberculosis. U. t. c. s.
    • 2006 Rivera Cruz, M. Tiempo prodigios Esp (CORPES)
      Quería encontrar una novia —"antes tendré que engordar un poco, quién me va a querer ahora que parezco un tuberculoso"—, casarse, tener hijos y, con el tiempo, comprarse una casa en su pueblo para acabar viviendo allí. Comparé a aquel hombre conmigo. Éramos de la misma edad, y el infierno pasado por él en el campo de exterminio dejaba pequeño a mi purgatorio en el frente del Ebro.
    • 2009 Plaza, E. Cielo Ar (CORPES)
      —Un amigo —continuó Ramón— que vive cerca del matadero me contó que todas las mañanas hay colas de tuberculosos que van, jarra en mano, a esperar a que el carnicero dé el puntazo en el cuello de la vaca. Y allí mismo, mientras los animales dan los últimos estertores, los enfermos se turnan para recibir la sangre caliente que mana a borbotones del cuello del animal.
    • 2014 RAE DLE (NTLLE)
      tuberculoso, sa. [...] adj. Que padece tuberculosis. U. t. c. s.
    • 2018 Concostrina, N. Pretérito imperfecto Esp (CORPES)
      Pero si hay que buscar un punto de unión entre el festejo literario y sant Jordi, lo tenemos: los dos tienen un pasado imperfecto. La fiesta parte de un error y el santo, de una fábula. La Iglesia crio a uno y la Unesco creó a la otra, pero nada les une salvo la coincidencia del día. Por ejemplo, el 24 de marzo es el Día Mundial contra la Tuberculosis y también es santa Catalina, pero santa Catalina no fue tuberculosa de la misma manera que sant Jordi no leyó un libro en su vida. La Unesco y los santos son cosas distintas.
    • 2021 Murado, M.-A. "Las golondrinas" [21-03-2021] La Voz de Galicia (La Coruña) Esp (HD)
      Por eso, todos los años por estas fechas hago una pequeña excursión a la madrileña calle de los Libreros, número 5, porque es allí donde el poeta onubense Juan Carlos de Lara localizó el escenario del poema. Esa era la vivienda de la familia de Julia Espín, la musa que le dio calabazas a Bécquer a pesar de que este lo tenía todo para triunfar entre las chicas de la era del Romanticismo (era poeta, tuberculoso y tenía pelazo). Sin demasiada fe, me fijo en si las golondrinas han vuelto a colgar su nido en el balcón de Julia y se cumple así la profecía del poeta.
  4. Acepción lexicográfica
  5. s. m. y f. Cu "Persona principal, jefe" (Santiesteban, Habla popular cubana-1985).
    docs. (1985) Ejemplo:
    • 1985 Santiesteban, A. Habla popular cubana [1997] Cu (BD)
      TUBERCULOSO, SA m. y f. Cub. Persona principal, jefe. Es interesante el hecho de que esta voz, a primera vista desconcertante, naciera de un gesto: golpear con los dedos índice y mayor sobre un hombro, lo cual podría indicar tanto los pulmones como los grados.

Diccionario histórico de la lengua española
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