11.ª Entrega (octubre de 2021)
Versión del 29/10/2021
Equipo Real Academia Española
Familia Ver familia de palabras
tuberculógeno, a adj. (1889-)
tuberculógeno
Etim. Voz tomada del francés tuberculogène, atestiguada en esta lengua al menos desde 1882, en la reseña del artículo "La Bacillus ou microbe de la tuberculose, par M. le professeur Koch" publicado en la revista Recueil de Médecine Vétérinaire (6e série, tome IX, n. 9-15 mai 1885, p. 454: "Tout est complet, je le répète, dans ce travail; mais il faut pour qu'on l'accepte définitivement qu'il passe par l'épreuve d'une vérification expérimentale, d'autant plus nécessaire qu'au point de vue de l'espèce du microbe tuberculogène les résultats des recherches de M. Koch ne sont pas concordants avec ceux que MM. Klebs et Toussaint ont obtenus respectivement."); y esta, a su vez, de tubercul(o)- y -gène.

Se documenta por primera vez, con la acepción 'que produce tuberculosis', en 1889, en la obra de F. Gómez de la Mata titulada Terapéutica moderna de la tisis pulmonar. Desde ese momento se atestigua con cierta frecuencia hasta la actualidad en textos médicos.

  1. ac. etim.
    adj. Med. Que produce tuberculosis.
    docs. (1889-2011) 14 ejemplos:
    • 1889 Gmz Mata, F. Terapéutica moderna tisis pulmonar p. 29 Esp (BD)
      No deja esto de tener sus inconvenientes; porque, aun cuando para un ojo bien ejercitado el bacilo tuberculógeno se distingue, como el de la lepra, de los demás, sin embargo, uno de sus caracteres más notables consiste en su modo de colorarse y en la resistencia que ofrece á la decoloración en el alcohol y en los ácidos dilatados [...].
    • 2011 Lugo Márquez, S. Instituto Ravetllat-Pla pp. 58-59 Esp (BD)
      Consideraba que las muertes rápidas de los cobayos inoculados con esputo eran causadas por "los demás microbios que se encuentran en el esputo", y no por una forma bacteriana más virulenta, como defendió después de conocer la teoría de Ravetllat. Pero consideraba que el poder tuberculógeno del esputo precedía a la comprobación del bacilo de Koch por la coloración y dejaba las puertas abiertas a la posibilidad "a que tal vez no siempre el bacilo productor de la tuberculosis ofrece los caracteres propios del bacilo de Koch" citando sólo a Ferran cuando exploraba esta posibilidad.
    • 1889 Gmz Mata, F. Terapéutica moderna tisis pulmonar p. 29 Esp (BD)
      No deja esto de tener sus inconvenientes; porque, aun cuando para un ojo bien ejercitado el bacilo tuberculógeno se distingue, como el de la lepra, de los demás, sin embargo, uno de sus caracteres más notables consiste en su modo de colorarse y en la resistencia que ofrece á la decoloración en el alcohol y en los ácidos dilatados [...].
    • 1898 Ferrán Clúa, J. "Aptitudes saprofitas bacilo de la tuberculosis" [10-06-1898] Revista Balear de Ciencias Médicas (Palma de Mallorca) Esp (HD)
      Como he dicho me parece haber demostrado de un modo evidente que el microbio de la tuberculosis posee aptitudes para vivir en condiciones muy diferentes de las conocidas hasta el presente; que puede, en una palabra, desarrollarse en la naturaleza sin vivir necesariamente de un modo parasitario, y que además tiene ciertas afinidades con el coli-bacilo y el bacilo tifoideo. Sin embargo, nos falta, para completar la demostración, sorprenderlo en sus condiciones de vida libre, cultivarlo y transportarlo al estado tuberculógeno. Los resultados de estas observaciones serán objeto de una segunda comunicación.
    • 1899 Núñez Granés, J. Medicaciones modernas pp. 361-362 Esp (BD)
      Las toxinas resultantes de la acción de las bacterias que intervinieron en la fermentación no revelan su presencia con los efectos que eran de esperar; sin duda los leucocitos muertos, que no todos estarán en igual grado atacados por Ia toxina tuberculógena, combínanse también con fermentos bacterianos, y de ahí el que éstos sean poco potentes para comunicarle al producto una toxicidad extraordinaria.
    • 1901 Ferrán Clúa, J. "Investigaciones tuberculosis y su bacilo" [01-12-1901] Revista Ibero-Americana de Ciencias Médicas (Madrid) Esp (HD)
      Si el coli derivado del bacilo de Koch hubiese perdido totalmente su acción tuberculógena, para volverla á su estado primitivo hay que excitarle su virulencia por medio de inoculaciones seriadas de cobaya á cobaya, y luego inocularle reiteradas veces á un mismo animal, hasta lograr que muera como los infectados con el bacilo ptisiógeno, aislado de los esputos.
    • 1913 Ferrán Clúa, J. "Nueva bacteriología de la tuberculosis" [01-01-1913] España Médica (Madrid) Esp (HD)
      La cantidad de tiempo que emplean las bacterias α y el organismo para llegar á su estado ó fase tuberculógena es muy variable. En esto lo esencial no es el tiempo, sino la cantidad y la calidad del trabajo químico indispensable para que la bacteria y el organismo queden suficientemente modificados.
    • 1920 Ferrán Clúa, J. Paradojas científicas tuberculosis p. 23 Esp (BD)
      Si se me objeta diciendo que la intensidad con que se verifica esta reacción no permite calificarla más que de reacción de grupo, contestaré que al descubrir este hecho preví tal objeción y salíle al paso, de la manera siguiente: obtuve con una especie bacteriana perteneciente a dicho género tuberculógeno no a. r. una aglutinina que lo aglutinaba en la proporción de 1 por 1500 (uno por mil quinientos).
    • 1933 Anónimo "Asamblea Antituberculosa" [01-04-1933] Revista Ibero-Americana de Ciencias Médicas (Madrid) Esp (HD)
      (Sesión de clausura de la Asamblea) Conclusiones aprobadas: 1ª Necesidad de la creación del MInisterio de Sanidad. [...] 5ª Solicitar del Gobierno la puesta en práctica de las medidas encaminadas a la disminución del precio de las subsistencias. 6ª Considerando un factor tuberculógeno el alcoholismo, legislar con respecto a la verificación de la venta de bebidas alcohólicas y su consumo.
    • 1959 Pz Hervada, E. "Bacilos" [21-12-1959] Hoja Oficial del Lunes (La Coruña) Esp (HD)
      Pero el problema no se reduce a lo expuesto. Por observaciones de Much, comprobadas por Fontes, parece demostrado que existe en la vida del bacilo de Koch una fase ultramicroscópica y tuberculógena, capaz de plantear numerosas cuestiones, de aclarar muchos puntos oscuros, y de patentizar su cambio de aspecto y de forma en algunas fases de su existencia.
    • 2011 Lugo Márquez, S. Instituto Ravetllat-Pla pp. 58-59 Esp (BD)
      Consideraba que las muertes rápidas de los cobayos inoculados con esputo eran causadas por "los demás microbios que se encuentran en el esputo", y no por una forma bacteriana más virulenta, como defendió después de conocer la teoría de Ravetllat. Pero consideraba que el poder tuberculógeno del esputo precedía a la comprobación del bacilo de Koch por la coloración y dejaba las puertas abiertas a la posibilidad "a que tal vez no siempre el bacilo productor de la tuberculosis ofrece los caracteres propios del bacilo de Koch" citando sólo a Ferran cuando exploraba esta posibilidad.
    • 1889 Gmz Mata, F. Terapéutica moderna tisis pulmonar p. 29 Esp (BD)
      No deja esto de tener sus inconvenientes; porque, aun cuando para un ojo bien ejercitado el bacilo tuberculógeno se distingue, como el de la lepra, de los demás, sin embargo, uno de sus caracteres más notables consiste en su modo de colorarse y en la resistencia que ofrece á la decoloración en el alcohol y en los ácidos dilatados [...].
    • 1898 Ferrán Clúa, J. "Aptitudes saprofitas bacilo de la tuberculosis" [10-06-1898] Revista Balear de Ciencias Médicas (Palma de Mallorca) Esp (HD)
      Como he dicho me parece haber demostrado de un modo evidente que el microbio de la tuberculosis posee aptitudes para vivir en condiciones muy diferentes de las conocidas hasta el presente; que puede, en una palabra, desarrollarse en la naturaleza sin vivir necesariamente de un modo parasitario, y que además tiene ciertas afinidades con el coli-bacilo y el bacilo tifoideo. Sin embargo, nos falta, para completar la demostración, sorprenderlo en sus condiciones de vida libre, cultivarlo y transportarlo al estado tuberculógeno. Los resultados de estas observaciones serán objeto de una segunda comunicación.
    • 1899 Núñez Granés, J. Medicaciones modernas pp. 361-362 Esp (BD)
      Las toxinas resultantes de la acción de las bacterias que intervinieron en la fermentación no revelan su presencia con los efectos que eran de esperar; sin duda los leucocitos muertos, que no todos estarán en igual grado atacados por Ia toxina tuberculógena, combínanse también con fermentos bacterianos, y de ahí el que éstos sean poco potentes para comunicarle al producto una toxicidad extraordinaria.
    • 1901 Ferrán Clúa, J. "Investigaciones tuberculosis y su bacilo" [01-12-1901] Revista Ibero-Americana de Ciencias Médicas (Madrid) Esp (HD)
      Si el coli derivado del bacilo de Koch hubiese perdido totalmente su acción tuberculógena, para volverla á su estado primitivo hay que excitarle su virulencia por medio de inoculaciones seriadas de cobaya á cobaya, y luego inocularle reiteradas veces á un mismo animal, hasta lograr que muera como los infectados con el bacilo ptisiógeno, aislado de los esputos.
    • 1907 Dgz Mtz, A. "El bacilo de Koch" [01-01-1907] p. 63 Revista de Especialidades Médicas (Madrid) Esp (HD)
      Los ácidos grasos no son necesarios para que una bacteria resulte eminentemente tuberculógena; la acidez nada tiene que ver con sus funciones patógenas: pueden ser ó no acidas, sin dejar por eso de ser tuberculógenas.
    • 1913 Ferrán Clúa, J. "Nueva bacteriología de la tuberculosis" [01-01-1913] España Médica (Madrid) Esp (HD)
      La cantidad de tiempo que emplean las bacterias α y el organismo para llegar á su estado ó fase tuberculógena es muy variable. En esto lo esencial no es el tiempo, sino la cantidad y la calidad del trabajo químico indispensable para que la bacteria y el organismo queden suficientemente modificados.
    • 1913 Ferrán Clúa, J. "Nueva bacteriología de la tuberculosis" [01-01-1913] España Médica (Madrid) Esp (HD)
      Nada tan fácil como inmunizar contra los efectos tóxicos rápidamente mortales de las bacterias α hipervirulentas; pero esta especial inmunidad no protege en modo alguno contra la acción tuberculógena de las bacterias β y de las bacterias [...], y es muy natural que así suceda, puesto que, obrando cada una de estas bacterias á su manera, se conducen como antígenos [...].
    • 1920 Ferrán Clúa, J. Paradojas científicas tuberculosis p. 23 Esp (BD)
      Si se me objeta diciendo que la intensidad con que se verifica esta reacción no permite calificarla más que de reacción de grupo, contestaré que al descubrir este hecho preví tal objeción y salíle al paso, de la manera siguiente: obtuve con una especie bacteriana perteneciente a dicho género tuberculógeno no a. r. una aglutinina que lo aglutinaba en la proporción de 1 por 1500 (uno por mil quinientos).
    • 1925 Rdz Carracido, J. Cuestiones bioquímicas y farmacéuticas p. 279 Esp (BD)
      Pero en el organismo hay, además de los micrófagos que devoran bacterias, otros elementos celulares de mayor porte: los macrófagos, que devoran principalmente células animales, pero que en el caso de la infección por el bacilo tuberculógeno acuden también como a suplir la insuficiencia de los micrófagos. ¿Qué sucede ante el advenimiento de esta nueva defensa?
    • 1929 Anónimo "Problema de la vacunación infantil" [01-03-1929] El Liberal (Madrid) Esp (HD)
      [...] o es otro el mecanismo de producir la inmunidad en tuberculosis, si se demuestra con el resultado de la vacunación que es eficaz, o no es la vacuna desprovista de su facultad tuberculógena, y por tanto, entra de lleno en la manera de concebirse hoy día el modo de alcanzar este estado, con lo que ya no se puede aceptar que la vacuna sea del todo inofensiva, pues tiene que poseer cierto grado de virulencia y dar lugar al tubérculo.
    • 1933 Anónimo "Asamblea Antituberculosa" [01-04-1933] Revista Ibero-Americana de Ciencias Médicas (Madrid) Esp (HD)
      (Sesión de clausura de la Asamblea) Conclusiones aprobadas: 1ª Necesidad de la creación del MInisterio de Sanidad. [...] 5ª Solicitar del Gobierno la puesta en práctica de las medidas encaminadas a la disminución del precio de las subsistencias. 6ª Considerando un factor tuberculógeno el alcoholismo, legislar con respecto a la verificación de la venta de bebidas alcohólicas y su consumo.
    • 1949 Glz Jáuregui, M. Medicamentos antituberculosos p. 12 Esp (BD)
      Bacilo de Koch— Bacillus tuberculosis, bacilo tuberculoso, bacilo tuberculógeno o Mycobacterium tuberculosis. Bastoncillo recto o ligeramente curvo, de 1,5 a 5 micras, provisto de una cubierta lipocérea. Es difícil de colorear, y por eso los enemigos de Koch decían de este autor —que consiguió teñirlo— que era un "tintorero afortunado" [...].
    • 1959 Pz Hervada, E. "Bacilos" [21-12-1959] Hoja Oficial del Lunes (La Coruña) Esp (HD)
      Pero el problema no se reduce a lo expuesto. Por observaciones de Much, comprobadas por Fontes, parece demostrado que existe en la vida del bacilo de Koch una fase ultramicroscópica y tuberculógena, capaz de plantear numerosas cuestiones, de aclarar muchos puntos oscuros, y de patentizar su cambio de aspecto y de forma en algunas fases de su existencia.
    • 2011 Lugo Márquez, S. Instituto Ravetllat-Pla pp. 58-59 Esp (BD)
      Consideraba que las muertes rápidas de los cobayos inoculados con esputo eran causadas por "los demás microbios que se encuentran en el esputo", y no por una forma bacteriana más virulenta, como defendió después de conocer la teoría de Ravetllat. Pero consideraba que el poder tuberculógeno del esputo precedía a la comprobación del bacilo de Koch por la coloración y dejaba las puertas abiertas a la posibilidad "a que tal vez no siempre el bacilo productor de la tuberculosis ofrece los caracteres propios del bacilo de Koch" citando sólo a Ferran cuando exploraba esta posibilidad.

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