Diccionario histórico de la lengua española

7.ª Entrega (agosto de 2019)
Versión del 31/08/2019
Equipo Real Academia Española
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zambombista s. (1881-)

zambombista

1. >zambomba+–ista
   s. m. y f. Esp Persona que toca la zambomba.
   Sinónimo: zambombero, a
   docs. (1881-2015) 9 ejemplos:
   • Primero y último
   • Todos

   • 1881 Relosillas, J. J. "Noche-buena" [24-12-1881] Boletín Gaditano (Cádiz) Esp (HD)
     El zambombista desliza su mano húmeda, por el carrizo; gruñe el instrumento; se agitan las metálicas rodajas del pandero, que tiene algo del bombo y de los platillos; circula la copa con el anisado; la riquísima torta se deja despedazar; y aquel coro de voces paganas y creyentes en una pieza, tal vez sin acordarse, festejan el aniversario de la dignificacion humana; y aquel niño inanimado, sonriente y bello á pesar de las injurias del tosco escultor, se agranda poco á poco, hasta llenar el orbe, pasando á ser el Cristo desde la cuna del Mesías.
   • 2015 Fuentes, L. M. "El cielo es un timón" [08-12-2015] El Mundo (Madrid) Esp (HD)
     Miren a los candidatos, como deshollinadores cantantes, como campanilleros de sarmientos. La Navidad es la misma siempre. No se confundan por esa pelea que hay cada año entre modernitos y zambombistas. Antes y después de ser Navidad, cuando el cristianismo imperial se apropió de las celebraciones solsticiales paganas para que el pueblo no percibiera discontinuidad en sus antiguos ritos, siempre fue lo mismo: prender luces para prender el sol, hacer nacer a dioses para que vuelva a nacer la vida, llamar a la abundancia pintando o comiendo abundancia.

   • 1881 Relosillas, J. J. "Noche-buena" [24-12-1881] Boletín Gaditano (Cádiz) Esp (HD)
     El zambombista desliza su mano húmeda, por el carrizo; gruñe el instrumento; se agitan las metálicas rodajas del pandero, que tiene algo del bombo y de los platillos; circula la copa con el anisado; la riquísima torta se deja despedazar; y aquel coro de voces paganas y creyentes en una pieza, tal vez sin acordarse, festejan el aniversario de la dignificacion humana; y aquel niño inanimado, sonriente y bello á pesar de las injurias del tosco escultor, se agranda poco á poco, hasta llenar el orbe, pasando á ser el Cristo desde la cuna del Mesías.
   • 1891 Pz Zúñiga, J. "Crónica" [31-12-1891] El Cascabel: Periódico para Reír (Madrid) Esp (HD)
     En cuanto abandoné mi domicilio para dirigirme á favorecer el de los condes, una bandada de seres, humanos, al parecer, me rodeó súbitamente tocándome con deliciosa fruición panderos, almireces, zambombas, latas y otras cosas. Al ruido instrumental acompañaba una serie de contorsiones y de berridos que hubiera dejado absorta á los mismísimos igorrotes si éstos hubieran presenciado la escena callejera [...] Cuando ya iba yo á meterle á un zambombista todo mi paraguas por la boca del estómago, conocí á una mujer que, con una regadera en una mano y una badila en la otra, se encaró conmigo, cantándome el siguiente villancico [...]
   • 1917 Anónimo "La Nochebuena" [25-12-1917] La Correspondencia de España (Madrid) Esp (HD)
     El tiempo ha favorecido a los vecinos bullangueros en la pasada Nochebuena. La noche fué espléndida, y esta inesperada circunstancia, después de un día de agua y frío, les sirvió de pretexto para echarse á la calle armados de tambores, almireces y otros adminículos propios de los días de Pascua, á no dejar dormir á los demás. La marimorena fué grande durante las primeras horas de la noche, sobre todo en los barrios bajos, donde recorrieron las calles verdaderas legiones de panderetólogos, tamborileros y zambombistas.
   • 1923 Lpz Rubio, J. "La alegría en el almanaque" [07-01-1923] Buen Humor (Madrid) Esp (HD)
     Un vigilante en cada calle céntrica estará al cuidado de que cumplan bien su cometido, y aparecerá, amenazando con la destitución o la suspensión de empleo y sueldo, en el momento de desaliento o de desmayo, cuando el pobre zambombista deje de alborotar y armar jaleo.
   • 1933 Anónimo "La Noche-Buena" [26-12-1933] El Porvenir Castellano (Soria) Esp (HD)
     Ha transcurrido la Noche Buena sin que se haya registrado en Soria el más pequeño incidente. Las comparsas de zambombistas y otros aparatos detonantes y de aire han recorrido las calles hasta el amanecer. A las nueve de la mañana aun había una frente a un templo de Baco a pesar de la inclemencia del tiempo. Todo acredita la bondad del caracter y el humor soriano.
   • 1936 Marina, C. "El silencio del Monasterio" [26-12-1936] El Ideal (Melilla) Esp (HD)
     Cuando anoche, al cruzar las silenciosas calles de nuestra ciudad, tras asistir a los tradicionales actos que la Iglesia Católica celebra en conmemoración del natalicio de Cristo Redentor sentíamos la nostalgia de la Nochebuena de antaño, de ayer mismo, con su algarabía abigarrada y típica, con el continuo deambular por las calles de alegres rondallas de campanilleros y zambombistas, con el eco gratísimo del canto de villancicos al compas de palmadas, estridentes sonidos de choque de tapas de pucheros y almireces y de ese cúmulo de facetas rientes que visten todas nuestras fiestas populares, no podíamos contener un sentimiento de pena y de dolor, que partia a torrentes desbordantes, de lo más profundo, de lo más íntimo de nuestras almas”
   • 1957 Anónimo (Tachín) "Carta de Madrid" [27-12-1957] Diario de Burgos (Burgos) Esp (HD)
     Con un buen frío y la alegría de siempre ha celebrado el pueblo madrileño las conmemoraciones de Nochebuena y Navidad. Lo desapacible del tiempo no invitaba, precisamente, a lanzarse a la calle, pero los antagónicos grupos de zambombistas y misa de gallistas no dudaron en hacerlo.
   • 2006 Díaz Bautista, A. "Ronco gruñido zambomba" [24-12-2006] La Verdad (Murcia) Esp (HD)
     El tañer la zambomba tenía su ciencia y sólo si la palma de la mano se humedecía bien, con un salivazo, era posible deslizarla por el enhiesto mástil y arrancarle al pellejo aquel sonoro eructo o ventosidad, imprescindible en todo alborozo navideño. Hubo verdaderos virtuosos de la zambomba, pero jamás se consiguió que se dotasen cátedras de este instrumento en los Conservatorios. La humilde zambomba, pariente pobre y populachero del contrabajo, nunca traspasó los umbrales del templo de la música culta. Ni siquiera a los compositores de vanguardia, tan dados a atrevimientos y experimentaciones, se les ha ocurrido incluir a un zambombista, vestido de pingüino, en el elenco de una orquesta sinfónica. Es una pena, porque su grave voz habría podido crear una textura sonora altamente expresionista, en contraste con la tradición, caduca y amanerada, de la música burguesa.
   • 2015 Fuentes, L. M. "El cielo es un timón" [08-12-2015] El Mundo (Madrid) Esp (HD)
     Miren a los candidatos, como deshollinadores cantantes, como campanilleros de sarmientos. La Navidad es la misma siempre. No se confundan por esa pelea que hay cada año entre modernitos y zambombistas. Antes y después de ser Navidad, cuando el cristianismo imperial se apropió de las celebraciones solsticiales paganas para que el pueblo no percibiera discontinuidad en sus antiguos ritos, siempre fue lo mismo: prender luces para prender el sol, hacer nacer a dioses para que vuelva a nacer la vida, llamar a la abundancia pintando o comiendo abundancia.
2. s. m. y f. Esp Persona que da zambombazos.
   docs. (1925) 2 ejemplos:
   • 1925 Anónimo "Zambombazo ayer" [01-08-1925] Heraldo Alavés (Vitoria) Esp (HD)
     «El cronista singularizado en montañismo» se va a creer lo de «perilustre». Porque para buscar una falta de sintaxis, hay que recurrir a los párrafos cuya redacción no es obra suya, sino de los singularizadores (¡fíjese bien el zambombista!) del colega. Por lo demás, la redondilla es de lo peorcito que se escribe en estos tiempos [...] En una palabra: que el «zambombazo» de ayer ha pegado en la herradura.
   • 1925 Anónimo (A.) "En pleno field" [27-10-1925] Heraldo Alavés (Vitoria) Esp (HD)
     Uno de los «teams»... periodísticos vitorianos —que no deja de ser «team» aunque no llegue a la categoría de «once»— posee una línea defensiva, dotada de un amor propio envidiable, uno de cuyos integrantes emplea el «zambombazo» con mucha frecuencia y hasta con cierta destreza [...] El «zambombista» recogió luego el esférico, y, en una arrancada individual, acosó la meta enemiga con un tiro corto, cortísimo, que, a pesar de serlo, no perforó el marco contrario.

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