Diccionario panhispánico de dudas

2.ª edición (versión provisional)
signos de interrogación y exclamación

1. Los signos de interrogación (¿?) y de exclamación (¡!) son signos de puntuación dobles cuya función principal es delimitar, respectivamente, las secuencias interrogativas y exclamativas directas. Se escriben pegados a la primera y la última palabra del periodo que enmarcan, y separados por un espacio de las palabras que los preceden o los siguen; pero, si lo que sigue al signo de cierre es otro signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos: Vamos a ver… ¡Caramba!, ¿son ya las tres?; se me ha hecho tardísimo.

2. Indicaciones sobre el uso correcto de ambos signos

2.1. Los signos de apertura (¿, ¡) son característicos del español y no deben suprimirse por imitación de otras lenguas en las que únicamente se coloca el signo de cierre: ⊗‍Qué hora es?; ⊗‍Qué alegría verte! Lo correcto es ¿Qué hora es?; ¡Qué alegría verte! La escritura de los signos de apertura resulta útil para indicar el punto en que se inicia la secuencia interrogativa o exclamativa, ya que el español no cuenta con introductores peculiares (como el auxiliar do en inglés o la fórmula interrogativa est-ce que en francés) ni con un orden de palabras específico para esas construcciones. Solo en algunos usos especiales se prescinde de los signos de apertura (→ 4.1 y 4.4).

2.2. Los signos de apertura (¿, ¡) se han de colocar justo donde empieza la pregunta o la exclamación (es decir, donde empieza la entonación interrogativa o exclamativa), aunque no se corresponda con el inicio del enunciado; en ese caso, la interrogación o la exclamación comienzan con minúscula (→ mayúsculas, 3.3.2.b). Normalmente quedan fuera de la pregunta o la exclamación los siguientes segmentos:

a) Las secuencias aseverativas que preceden a las expresiones de refuerzo denominadas apéndices confirmativos, como ¿eh?, ¿no?, ¿verdad?, ¿ves?, ¿viste?, etc.: Hoy es tu cumpleaños, ¿no?

b) Las estructuras de valor introductorio encabezadas por en cuanto a, con respecto a, en relación con, etc., así como los conectores discursivos (además, ahora bien, sin embargo, así pues, por consiguiente, es decir, etc.) y adverbios como sinceramente, francamente, brevemente, etc., que inciden sobre toda la oración y están orientados al hablante o al oyente (tienen el sentido de 'te lo digo / dímelo sinceramente, francamente…'): En cuanto a Eva, ¿hay alguna novedad?; Por lo demás, ¿qué aspecto tenía tu hermano?; Francamente, ¡estoy encantado! Como se ve en los ejemplos, estas secuencias se separan con coma de la interrogativa o exclamativa (→ coma2, 2.3.4, 2.2.4 y 2.3.3).

c) Las oraciones subordinadas condicionales, concesivas, causales y finales cuando ocupan el primer lugar del enunciado; pero, si van al final, se consideran incluidas en la pregunta o la exclamación:

Si encuentras trabajo, ¡qué celebración vamos a hacer! / ¡Qué celebración vamos a hacer si encuentras trabajo!

Puesto que no cabemos en un coche, ¿vamos en tren? / ¿Vamos en tren, puesto que no cabemos en un coche?

Para que te enteres, ¡no pienso cambiar de opinión! / ¡No pienso cambiar de opinión, para que te enteres!

d) Los vocativos, cuando ocupan el primer lugar del enunciado, se escriben fuera de la pregunta; pero, si van al final, se consideran incluidos en ella: Raquel, ¿sabes ya cuándo vendrás? / ¿Sabes ya cuándo vendrás, Raquel? En cambio, los vocativos en posición inicial pueden formar parte de la exclamativa o quedar fuera de ella: «¡Antonio, siéntate ahí!» (Abad Hotel [Col. 2017]); «Antonio, ¡llévate eso de aquí!» (Posadas Mateo [Ur. 2009]).

e) La conjunción pero en posición inicial puede preceder a la secuencia interrogativa o exclamativa, o incluirse en ella: Pero ¿cómo lo encontraste? / ¿Pero cómo lo encontraste? En el caso de las conjunciones y y o, es preferible escribirlas como parte de la pregunta o la exclamación: ¿Y cómo lo encontraste?; ¡O no vengas si no quieres!

2.3. Cuando se escriben seguidas varias preguntas o exclamaciones breves, se pueden considerar como oraciones independientes o bien como partes de un único enunciado. En el primer caso, cada interrogación o exclamación se iniciará con mayúscula:

¿Quién era? ¿De dónde salió? ¿Te dijo qué quería?

¡Cállate! ¡No quiero volver a verte! ¡Márchate!

En el segundo caso, las diversas preguntas o exclamaciones se separarán por coma o por punto y coma, y solo se iniciará con mayúscula la primera de ellas:

Me abordó en la calle y me preguntó: «¿Cómo te llamas?, ¿en qué trabajas?, ¿cuándo naciste?».

¡Qué enfadado estaba!; ¡cómo se puso!; ¡qué susto nos dio!

Cuando la exclamación está compuesta por elementos breves repetidos, los signos de exclamación encierran todos los elementos: ¡Ja, ja, ja!; ¡Ay, ay, ay!

2.4. Cuando inmediatamente después de una pregunta se sugiere una posible respuesta, se recomienda escribir esta en una interrogativa independiente, pues se trata de preguntas distintas con su propia entonación interrogativa:

¿Qué te ofreció?, ¿un millón?

¿Qué haces? ¿Vienes o te quedas?

Pero también es frecuente y admisible que ambos segmentos se presenten en una misma interrogativa: ¿Qué te ofreció, un millón?; ¿Qué haces, vienes o te quedas? Debe evitarse esta puntuación en caso de ambigüedad: ¿Quién grita? ¿Ana? (se pregunta quién grita y se sugiere que esa persona es Ana), distinto de ¿Quién grita, Ana? (se pregunta a Ana quién grita).

2.5. Pueden omitirse los signos de interrogación en los enunciados interrogativos que constituyen un título (Por quién doblan las campanas) y en las preguntas retóricas (Dónde vas a estar mejor que aquí). En ambos casos, es igualmente válida la escritura de dichos signos: ¿Quién teme a Virginia Woolf?; ¿Cómo quieres que lo sepa?

3. Combinación con otros signos

3.1. No se escribe punto tras los signos de interrogación o exclamación cuando cierran el enunciado. Lógicamente, en este caso, la oración siguiente ha de comenzar con mayúscula (→ mayúsculas, 3.3.1): No he conseguido el trabajo. ¡Qué le vamos a hacer! Otra vez será. Como se ve en el ejemplo, no debe suprimirse el punto que precede a los signos de apertura.

3.2. Después de un signo de interrogación o exclamación de cierre puede escribirse coma, punto y coma o dos puntos, que en ese caso van seguidos de minúscula (→ mayúsculas, 3.3.2.a): «Aúllan como demonios cuando llega la noche; ¿sabes por qué?: para quebrar el silencio que los aterroriza» (VLlosa Ciudad [Perú 1962]).

3.3. Cuando los signos de interrogación y exclamación se combinan con otros signos dobles (comillas, rayas, paréntesis o corchetes), se cerrará primero el que se haya abierto en último lugar:

«¿Qué es este paquete?», preguntaban impacientes los niños.

¿De verdad ha dicho que está «destruido»? ¡Qué exagerado!

3.4. Sobre la concurrencia con puntos suspensivos, → puntos suspensivos, 3.4.

3.5. Sobre la colocación de las llamadas de nota cuando concurren con signos de puntuación, → llamada de nota, 3.

4. Usos especiales

4.1. Los signos de cierre escritos entre paréntesis se utilizan para expresar duda (los de interrogación) o sorpresa (los de exclamación), no exentas, en la mayoría de los casos, de ironía: Tendría gracia (?) que hubiera perdido las llaves; Ha terminado los estudios con treinta años y está tan orgulloso (!).

4.2. Cuando el sentido de una oración es interrogativo y exclamativo a la vez, pueden combinarse ambos signos, abriendo con el de exclamación y cerrando con el de interrogación, o viceversa: ¡Cómo te has atrevido? / ¿Cómo te has atrevido!; o, preferiblemente, abriendo y cerrando con los dos signos a la vez: ¿¡Qué estás diciendo!? / ¡¿Qué estás diciendo?!

4.3. En obras literarias es posible escribir dos o tres signos de exclamación para indicar mayor énfasis en la entonación exclamativa: ¡¡¡Traidor!!! En cambio, para dar énfasis a una pregunta, no es normal repetir los signos de interrogación, sino combinar estos con los signos de exclamación (→ 4.2).

4.4. Es frecuente el uso de los signos de interrogación en la indicación de fechas dudosas, especialmente en obras de carácter enciclopédico. Se recomienda colocar ambos signos, el de apertura y el de cierre: Hernández, Gregorio (¿1576?-1636), aunque también es posible escribir únicamente el de cierre: Hernández, Gregorio (1576?-1636).

Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española:
Diccionario panhispánico de dudas (DPD) [en línea], https://www.rae.es/dpd/signos de interrogación y exclamación, 2.ª edición (versión provisional). [Consulta: 29/03/2024].

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