Diccionario panhispánico de dudas

2.ª edición (versión provisional)
nada

1. Pronombre indefinido que significa 'ninguna cosa'. Los adjetivos a él referidos deben ir en masculino singular: «Nada es nuevo en la vida» (Paso Palinuro [Méx. 1977]); «No observó nada extraño en el comportamiento del presunto asesino» (Abc [Esp.] 27.11.1987). Como se ve en el ejemplo anterior, cuando va pospuesto al verbo exige que este vaya en forma negativa, precedido del adverbio no, o, si no, que haya en la oración algún otro elemento negativo (jamás, nunca, nadie, etc.): «Allí nunca ocurría nada» (Quevedo Genes [Cuba 1996]); «En esta ocasión nadie vio nada, nadie oyó nada» (Mundo [Esp.] 22.11.1994). No obstante, en la lengua coloquial, con intención enfática, puede aparecer sin negación preverbal en interrogativas retóricas como equivalente de algo: «¿Quién soy yo para decirle nada?» (Belli Mujer [Nic. 1992]). Si nada va antepuesto al verbo, este no debe ir en forma negativa: «Este hecho nada tiene de singular» (Abc [Esp.] 21.6.1986). Es, pues, incorrecto utilizar nada como sujeto antepuesto a un verbo en forma negativa, como ocurre a veces por influjo del catalán o del francés: ⊗‍«Este es el camino y nada no nos moverá» (DTarragona@ [Esp.] 4.5.2005); debió decirse nada nos moverá.

2. Como sustantivo ('no ser o carencia absoluta de ser'), es femenino: «Todo lo que no conduce a la gloria o a la destrucción acaba por llevarnos a la nada, a la nada absoluta» (Millás Desorden [Esp. 1988]).

3. En oraciones negativas funciona como adverbio, con el sentido de 'en absoluto o de ninguna manera', modificando tanto a verbos: «No me gustaba nada su actitud condescendiente» (Arriaga Salvar [Méx. 2020]); «A ella no le importaba nada la política» (MñzMolina Sefarad [Esp. 2001]); como a adjetivos o a otros adverbios: «El tango no es nada fácil» (Lillo Flores [Chile 2001]); «El retiro no le sentaba nada bien» (Rivero Penitencia [Esp. 2020]). Se usa a menudo para expresar enfáticamente la idea de escasez: «Y eso que no corrí nada, no me acuerdo cuánto, pero vamos…, nada…» (Llano Café [Esp. 2016]); «¡Pero a ella no le duran nada los hombres!» (Hernández/Ronzino Misiva [R. Dom. 2002]). En Chile es normal la interposición de la preposición de entre nada y el adjetivo o adverbio al que modifica: «Y ahora no sabía, en verdad, si había actuado con la cabeza. No estaba nada de seguro» (Edwards Anfitrión [Chile 1987]); «La trucha no estaba nada de mal» (Galemiri Edipo [Chile 2001]); en la lengua general culta se habría dicho no estaba nada seguro y no estaba nada mal, respectivamente. No deben confundirse estos usos con aquellos en que nada depende de los verbos haber o tener, caso en que sí es general y obligada la presencia de la preposición de entre nada y el adjetivo que sigue (→ 5).

4. nada que.

En el habla coloquial de gran parte de América se emplea la estructura nada que antepuesta a un verbo, con valor idéntico al adverbio de negación no: «Se retorcía en el árbol queriendo volar, pero nada que podía» (Herbert Canción [Méx. 2011]).

5. no haber o tener nada de + adjetivo.

El pronombre nada puede ir seguido de un adjetivo precedido de la preposición de cuando depende de verbos como haber o tener: «No había nada de excitante en aquel sitio» (Beccaria Luna [Esp. 2001]); «Vivir solo no tiene nada de malo» (Medina Merde [Cuba 2006]). Cuando esta estructura depende del verbo tener, el adjetivo puede concordar en género y número con el sustantivo al que se refiere, que es el sujeto de tener, o quedar inmovilizado en masculino singular: «¿Ahora tocan metáforas zoológicas? No me valen tus odiosas cucarachas, que además no tuvieron nada de metafóricas» (Rosa Final [Esp. 2018]); «Las charlas no tenían nada de extraordinario» (Valdano Miedo [Arg. 2002]).

Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española:
Diccionario panhispánico de dudas (DPD) [en línea], https://www.rae.es/dpd/nada, 2.ª edición (versión provisional). [Consulta: 19/04/2024].

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