ESPAÑOL AL DÍA

¿Por qué «bíceps» se escribe con tilde si es una palabra llana terminada en «s»?

Cuando pensamos en las reglas de acentuación gráfica de las palabras llanas y agudas, se nos vienen a la cabeza sus terminaciones como una retahíla bien aprendida en la escuela. Si las palabras agudas se tildan cuando terminan en n, s o vocal, las llanas, por contra, llevan tilde cuando no terminan de esa manera, esto es, cuando acaban en consonante distinta de n y s.

Aplicando estas pautas, una palabra como bíceps, que es llana, no debería tildarse porque termina en s y, sin embargo, se escribe con tilde. Pero no es la única, pues también se tildan, terminando en s, palabras llanas como fórceps, tríceps, clárens, siémens y muchos plurales de palabras acabadas en consonante, como cómics, pícnics, referéndums, accésits, etc. ¿Son acaso todas estas palabras excepciones a las reglas que tan bien conocemos todos?

Durante mucho tiempo las ortografías no tuvieron en cuenta estos casos porque, cuando se formularon por primera vez las reglas generales de acentuación, eran muy pocas las voces terminadas en dos consonantes, apenas unos pocos cultismos procedentes del latín que conservaban el grupo consonántico final de su étimo latino: bíceps, fórceps, prínceps…

Sin embargo, ese grupo de palabras ha ido creciendo con el tiempo por la incorporación constante de voces procedentes de otras lenguas, principalmente del inglés, que terminan en consonantes distintas de las habituales en español en esa posición (los familiares finales en l, r, n, d, s, z). Ahora tenemos muchos préstamos de otras lenguas terminados en consonantes como b, c, k, f, g, m, p, t e incluso v: esnob, bloc, cómic, anorak, chef, cíborg, tándem, robot, molotov…; entre ellos, también, muchos latinismos: currículum, presídium, réquiem, ultimátum, hábitat… El plural de todas estas palabras, que se forma añadiendo una s al singular, da lugar a muchos grupos consonánticos en posición final: esnobs, cómics, anoraks, chefs, cíborgs, currículums, presídiums, réquiems, ultimátums, hábitats… Y hay también extranjerismos, como iceberg, récord o wéstern, ya en singular terminados en dos consonantes, que añaden una tercera, la s, en el plural: icebergs, récords, wésterns.

Ese aumento del número de palabras terminadas en más de una consonante en español condujo, finalmente, a formular un añadido a las primitivas reglas: se escriben también con tilde las palabras llanas acabadas en más de una consonante (aunque la final sea n o s, como wéstern, cómics, récords) y no se tildan las agudas con esa misma terminación (aunque terminen en s, como zigzags, mamuts, icebergs).

Teniendo en cuenta este añadido a las primitivas y archisabidas reglas generales de acentuación, estaremos en condiciones de tildar correctamente las palabras polisílabas en español.

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