Pedro Álvarez de Miranda durante su conferencia sobre Cervantes.

Cervantismo y quijotismos en el siglo XVIII

25 de Abril de 2016

• Álvarez de Miranda clausura el ciclo «Carlos III y Cervantes»

Pedro Álvarez de Miranda, catedrático de Lengua Española de la Universidad Autónoma de Madrid y académico bibliotecario de la Real Academia Española (RAE), ha clausurado hoy el ciclo «Cervantes y Carlos III. Del Quijote a la Ilustración», coordinado por la también académica Carmen Iglesias, con una conferencia titulada Cervantismo y quijotismos en la España del siglo xviii.

El ciclo, patrocinado por la Fundación Banco Santander, se ha organizado con motivo del tercer centenario del nacimiento de Carlos III y el IV Centenario de la muerte de Cervantes, en el CentroCentro Cibeles de Madrid.

VALORACIÓN DEL QUIJOTE

Álvarez de Miranda ha comenzado su exposición con una apreciación hecha en su día por el escritor y académico José Martínez Ruiz, Azorín (1873-1967): «Azorín afirmó que “el Quijote ni fue estimado ni comprendido por los contemporáneos de Cervantes”, y ello a despecho del gran éxito de público que la novela alcanzó. Del siglo xviii cabe decir, en cambio, que sí estimó grandemente la obra y a su autor, y que, si bien no llegó a formular las interpretaciones trascendentes que surgirán con el Romanticismo alemán, se quedó a las puertas de ellas».

Según ha destacado Pedro Álvarez de Miranda, «El Quijote siguió gozando de enorme devoción en la Europa del xviii, en la que se traduce, se edita (en español), se comenta y se imita constantemente. Es el siglo en que aparece el cervantismo, tanto en España (Gregorio Mayans escribe la primera biografía de Cervantes en 1737) como fuera de ella (John Bowle publica la primera edición anotada en 1781). Las grandes imprentas (la de Ibarra, la de Sancha, la Imprenta Real) compitieron a la hora de ofrecer cuidadas ediciones de la novela, al frente de las cuales está sin duda la promovida por la Real Academia Española, que apareció en 1780.».

Tras comentar las características de la edición del Quijote de Ibarra, Pedro Álvarez de Miranda ha explicado que, si bien «la palabra cervantismo no se empleará hasta mediados del xix, sí es frecuente encontrar en el xviii quijotismo, con varios significados, uno de ellos un tanto anómalo: en el terreno de la crítica de los comportamientos sociales, la palabra designó la obsesión por aparentar una posición social superior, y en particular las ínfulas nobiliarias». 

CONTRIBUCIÓN DE LA RAE

La RAE «contribuyó decisivamente» a que Cervantes y su obra «alcanzara la condición de clásico», especialmente por sus menciones en el Diccionario de autoridades (1726-1739), ha advertido Álvarez de Miranda. En el primer diccionario de la Academia «cada palabra iba respaldada con un texto de un autor [...]. Según los estudios sobre esta obra lexicográfica, sabemos que el escritor más mencionado fue Quevedo —con 4335 citas— y, en segundo lugar, Cervantes —3606 citas—. De las alusiones a Cervantes, 2403 pertenecen al Quijote», mientras que la obra más nombrada de Quevedo fue Las musas: en 1555 ocasiones. De esta manera, el Quijote «se convierte en la obra más citada dentro del Diccionario de autoridades».

El ciclo fue inaugurado por Carmen Iglesias —con una conferencia titulada El mundo de Cervantes y el mundo ilustrado en el reinado de Carlos III— el pasado 28 de marzo. En estas conferencias han participado estudiosos como Jean Pierre Etienvre, de Universidad de la Sorbona (París); Carmen Sanz Ayán, de la Real Academia de la Historia, y Julián Martín Abad, de la Biblioteca Nacional de España.

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