Mosquito (foto: Pixabay)

DICCIONARIO HISTÓRICO DE LA LENGUA ESPAÑOLA

La vida de las palabras: «paludismo» y «malaria»

25 de Abril de 2021

¿Cuál es el origen de las palabras? ¿Cómo ha evolucionado su uso? En una nueva edición de «La vida de las palabras», una serie de artículos dedicados a bucear en los orígenes de algunos vocablos, hablamos de paludismo y malaria, coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional del Paludismo. Recuerde que el Diccionario histórico de la lengua española ofrece esta información pormenorizada gracias a exhaustivos métodos en los que confluyen la lingüística, la filología y la informática.

Desde el siglo xix conviven en nuestra lengua las palabras malaria y paludismo para designar una enfermedad infecciosa causada por diferentes especies de protozoos del género Plasmodium y transmitida por la picadura del mosquito anofeles hembra. Paludismo, de probable origen francés, se registra en 1861, en La intoxicación paludiana o El paludismo de A. García López. Al leer los testimonios que ofrece el DHLE sobre esta palabra, se advierten las distintas hipótesis o creencias sobre el origen de la dolencia o sobre las vías de su contagio; de este modo, el origen último de paludismo es la voz latina palus ‘pantano’, lo que explica que, en un artículo publicado en La Independencia (Almería), en 1872, se recomendase «evitar la proximidad de las aguas estancadas, como lagunas, pantanos, arrozales, etc., porque los efluvios palúdicos que de ellas se desprenden por la descomposición de las sustancias vegetales, producen el paludismo». Y precisamente, el «mal aire» que generaban las aguas estancadas motivó la acuñación del vocablo malaria para designar esta afección. Cuando se incluye paludismo en el Diccionario de la lengua castellana de la Real Academia Española, en 1914, se menciona también ese supuesto origen en su definición: «conjunto de fenómenos morbosos producidos por las emanaciones palúdicas». Pero ya en los años veinte del siglo pasado se indica, en distintas publicaciones, que la proliferación del mosquito anofeles provoca la expansión de la enfermedad.

Casi tres décadas antes se atestigua malaria, un italianismo que figura, en 1832, en una carta sobre el cólera morbo asiático publicada por J. A. Saco en la Revista y Repertorio Bimestre de la Isla de Cuba (La Habana); en testimonios posteriores se puede observar el estrecho vínculo que se establecía entre esta enfermedad y la existencia de pantanos en el entorno: Alarcón, en De Madrid a Nápoles (1861), afirma que «la malaria es una enfermedad endémica de varios puntos del Oeste de Italia, procedente de los muchos pantanos y lagunas que se encuentran a cada paso [...]. Sus aguas estancadas producen malaria». Aunque ambos vocablos conviven hasta la actualidad, parece que, en nuestros días, el vocablo empleado con mayor frecuencia es malaria, mientras que el sinónimo plasmodiosis figura en publicaciones especializadas en medicina.

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