Salvador Gutiérrez Ordóñez. Foto: Carmen Botán, Fundación March.

Memorias del lingüista y académico Salvador Gutiérrez Ordóñez

22 de Febrero de 2016

•Entrevistado en la Fundación Juan March de Madrid

El lingüista y académico Salvador Gutiérrez Ordóñez (Taballes de Bimenes, Asturias, 1948) ha participado hoy en las Memorias de la Fundación Juan March.

El periodista Íñigo Alfonso ha sido el encargado de realizar la entrevista, en la que ambos han hecho un recorrido por la trayectoria profesional y personal de este catedrático de la Universidad de León. Salvador Gutiérrez Ordóñez es el académico responsable del Departamento de «Español al día» de la RAE, actividad que califica de «experiencia fabulosa». Dirigió la Ortografía de la lengua española (2010) por encargo del entonces director, Víctor García de la Concha.

EL QUIJOTE, PRIMERA LECTURA

«Aprendí a leer con el Quijote», ha manifestado Gutiérrez Ordóñez al recordar los primeros años de su infancia. «Mi padre, cuando estuvo en la guerra compró en Castellón un Quijote de la editorial Sopena que aún conservo. Este Quijote lo teníamos en una repisa de la casa y cuando terminaba de cenar siempre lo leía». Gracias a su abuelo, se introdujo además en la lectura de novelas del oeste, compradas en un bar situado enfrente de su casa: costaban diez céntimos. Ahora, vista la experiencia con perspectiva, considera que «no era una literatura muy recomendable, pero tuvo su importancia. Yo siempre digo que es muy conveniente que los niños adquieran el hábito de leer, leyendo lo que sea».

Entre sus primeras lecturas, además del Quijote y de las historias de indios y vaqueros, estaban también las Rimas y leyendas de Bécquer.

Salvador Gutiérrez Ordóñez ha rememorado con gratitud a algunos buenos educadores; aquellos maestros que tuvo la suerte de tener en su juventud, «como el padre José Vega, alumno de Dámaso Alonso y Rafael Lapesa», a quien considera «un excelente profesor de literatura y que, aparte de enseñarnos a hacer comentarios de textos, nos recitaba versos y nos puso en contacto con la poesía actual».

ALARCOS, EL MAESTRO

La conversación entre Íñigo Alfonso y Salvador Gutiérrez Ordóñez ha abordado asimismo sus primeros años en la universidad. El lingüista y académico ha explicado que su «entrada en la facultad como profesor fue fortuita y se la debo a don Emilio Alarcos, mi gran maestro. Durante la carrera fue un maestro silente, había esa distancia del alumno y del profesor, pero , cuando ingresé en la facultad como docente, tuvo la actitud de una persona entrañable. Siempre me orientaba».

Salvador Gutiérrez Ordóñez obtuvo una beca de la Fundación March en 1974 con la que viajó a París para continuar sus estudios en Lingüística. Allí encontró una «lingüística efervescente. Es decir, en Oviedo la lingüística estructural había sido una avanzadilla con Alarcos, pero de repente me topé con una lingüística en la que estaban naciendo la pragmática, la semiótica, y tuve la posibilidad de leer y comentar las novedades con muchísimos compañeros de entonces».

SILLÓN S

Íñigo Alfonso ha reseñado el ingreso de Salvador Gutiérrez en la Academia, en donde ocupa el sillón S. «Cuando uno se entera de que es propuesto como aspirante a una plaza que ocupó don Julián Marías, una personalidad de la cultura española irrepetible, siente vértigo, preocupación de no estar a la altura», ha afirmado el académico. «Cuando yo estudié Filosofía en Valladolid, había leído a Julián Marías, y en aquellos años para mí era ya una persona mítica, cuya trayectoria seguí muy atentamente a través de libros y artículos».

 

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Salvador Gutiérrez Ordóñez, entrevistado por Íñigo Alfonso. Foto: Carmen Botán, Fundación March.

Salvador Gutiérrez Ordóñez. Foto: Carmen Botán, Fundación March.

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