El director de la RAE durante la presentación de los conferenciantes.

Diversidad de lenguas y variación de palabras en el «Quijote»

22 de Abril de 2016

• Aurora Egido y José Antonio Pascual, en el IV centenario cervantino

Con dos conferencias sobre el Quijote pronunciadas por los académicos Aurora Egido y José Antonio Pascual, la Real Academia Española (RAE) ha clausurado esta noche la jornada dedicada hoy a Miguel de Cervantes (1547-1616), en el año en que se conmemora el IV centenario de su muerte. 

En una sesión pública celebrada en el salón de actos de la corporación —presentada por su director, Darío Villanueva, la profesora Egido ha hablado sobre «Cervantes y la torre de Babel. El Quijote y la búsqueda de la lengua perfecta». José Antonio Pascual, por su parte, ha analizado la compleja diversidad del léxico cervantino: «Tan lejos y tan cerca. Las palabras del Quijote».

Previamente, alrededor de cuatrocientas personas —distribuidas en distintos grupos— han recorrido la sede institucional para conocer las dependencias y las actividades que se desarrollan en ella. Tanto las visitas como las dos conferencias formaban parte de las actividades organizadas en la Comunidad de Madrid con motivo del aniversario cervantino y La Noche de los Libros.

DIVERSIDAD DE LENGUAS

«Frente al maleficio de Babel, que veía como un auténtico castigo divino la pluralidad lingüística —ha explicado Aurora Egido—, Cervantes construyó a lo largo de todas sus obras una torre de palabras que afirmaban la variedad y la dignidad de todas las lenguas. Sus presupuestos, cercanos a los de algunos humanistas como Luis Vives y Erasmo, alcanzaron su punto álgido en Los trabajos de Persiles y Sigismunda, aunque ya los desarrollara ampliamente en el resto de sus obras».

En la primera parte del Quijote, ha añadido Egido, «Cervantes ofreció un amplio panorama lingüístico puesto al servicio de la creación novelesca, que se amplió en la segunda, donde dibujó un mapa de lenguas en contacto particularmente rico en el camino de don Quijote a Barcelona».

«La encrucijada de las lenguas en esa obra configura una fuente de la que manan relatos e historias que se cruzan, y de la que surgen nuevos relieves de creación novelesca. Dichas lenguas son, en todos los sentidos, como la sangre que alimenta un cuerpo vivo, que, al mezclarse con la de otro, genera una nueva manera de aprehender el mundo y de entenderlo», ha concluido la académica.

LÉXICO CERVANTINO

 

A continuación ha intervenido José Antonio Pascual, quien ha subrayado las dificultades que presenta el texto del Quijote para su comprensión profunda. El académico ha recordado unas reflexiones del escritor y académico Francisco Ayala (1906-2009), según el cual «los vocablos mismos con que el Quijote está escrito pierden sus habituales connotaciones, sufren alteraciones semánticas, cambian su resonancia. Día llegará que se hagan ininteligibles». 

Pascual, tras recordar la esencia del trabajo filológico, ha resaltado una de sus misiones: la de hacer comprensibles los textos del pasado. Para ello, y siguiendo las reflexiones de Ayala, ha seleccionado algunos ejemplos «que pueden ayudar a entender estas dificultades de comprensión». Así, ha analizado, entre otras, las palabras «pensativo», cuyo significado en la obra de Cervantes era «triste»; «liberal», por «generoso», o «islilla» como denominación de «clavícula».

La sesión de esta tarde ha finalizado con una actuación musical a cargo del dúo Comesaña-García Jermann, que ha interpretado la pieza Dúo para violín y violonchelo en si bemol mayor, de Alessandro Rolla.

 

 

 

 

«La RAE abre sus puertas al público», 22 de abril de 2016.

Galería de fotos

José Antonio Pascual explicó la complejidad del léxico cervantino.

Aurora Egido habló de la encrucijada de lenguas en el «Quijote».

El acto se cerró con la actuación musical del dúo Comesaña-García Jermann.

El director de la RAE durante la presentación de los conferenciantes.

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