baldosa

Diccionario histórico de la lengua española (2013- )

También en esta página: DH (1933-1936)
baldosa s. (1343-)
baldosa, valdosa
Etim. Voz tomada del occitano baudosa, 'antiguo instrumento de cuerda'; y esta, a su vez, de baudós 'alegre', derivado de baut, balt 'alegre', procedente del fráncico bald 'atrevido' (DECH, s. v. baldosa I).

Se documenta por primera vez en el Libro de buen amor (1330-1343), en la célebre enumeración de instrumentos musicales del pasaje donde se describe el recibimiento a Don Amor. Su presencia en los textos se incrementa en el siglo siguiente, aunque de nuevo aparece inserta en enumeraciones; en el siglo XVI, sin embargo, su frecuencia es menor, pero en los textos se deja constancia de la dulzura de su sonido (con adjetivos del tipo dulce o suave). A partir de entonces cae en desuso hasta su entrada en los repertorios lexicográficos: la segunda edición del diccionario académico (1770) inaugura su entrada en los diccionarios, ya con la marca anticuado y con la definición de "instrumento músico". Los repertorios lexicográficos inmediatamente posteriores se limitarán a repetir, con muy pocas variaciones, esta imprecisa definición, lo que da cuenta del desconocimiento acerca de las características del instrumento, y que, tal como recoge R. Andrés en su Diccionario de instrumentos musicales (2009), tampoco están todavía completamente claras en la actualidad. Es en 1899 cuando la decimotercera edición del diccionario académico lo hace similar al salterio, definición que se mantiene actualmente en el DLE. Del desconocimiento sobre las características del instrumento deja constancia Pedrell, quien, tanto en su Diccionario técnico de la música (1894) como en la Organografía musical española (1901), recoge algunos errores de investigadores precedentes en los que el instrumento se identifica erróneamente con un panderete (error que atribuye de manera equivocada a T. A. Sánchez y Ochoa, si bien es M. Soriano Fuertes quien lo presenta como una especie de panderete) o con los címbalos (confusión que atribuye, atinadamente, a Parada y Barreto).

  1. ac. etim.
    s. f. Instrumento musical de cuerda punteada, formado originariamente por una caja de resonancia de forma ovalada y espalda plana, cuatro órdenes de cuerdas y un mástil largo rematado por un clavijero de forma circular con clavijas frontales.
baldosa2 s. (1642-)
baldosa, beldosa, valdosa, veldosa, baldosita, baldosón
Etim. Voz de origen incierto. En el DECH (s. v.) se indica que puede proceder "de un compuesto hispano-árabe balāṭ al-lausa 'ladrillo o pavimento de losa'", atendiendo a que "sería verosímil que entraran en su formación el ár. balâƫ y la palabra romance losa".

Se documenta por primera vez, en la acepción de 'pieza fina de barro cocido, mármol, piedra u otro material duro, de forma generalmente cuadrada o rectangular y de superficie plana, que se utiliza para recubrir suelos o paredes', en la Cédula real en que Su Magestad manda se observe y guarde la moderación de alquileres de casas y precios de todos los géneros comerciables (1642), con la variante valdosa y el complemento de la ribera, empleado para referirse a las baldosas que se elaboraban con barro de la ribera de los ríos Jarama o Tajo. A partir de este momento, se documenta de manera esporádica hasta su entrada en el Diccionario de Autoridades, momento a partir del que se multiplican las obras en las que figura la voz. Tanto en los textos como en los repertorios lexicográficos se consignan voces como baldosita o baldosón que no presentan otro valor que el propiamente apreciativo, diminutivo o aumentativo, al contrario de lo que sucede con baldosín, baldosina o baldosilla. Por su parte, la variante beldosa se registra en Argentina, si bien parece que también se extiende a Uruguay y a ciertas zonas de Chile. Con el modificador sepulturera, se registra, para referirse a una baldosa de mayor tamaño, al menos desde 1819, como muestra un artículo publicado en el Diario de Madrid. En la subacepción de 'piedra de vidrio translúcido o transparente empleada en la construcción de claraboyas, suelos o techos, para dar luminosidad a edificios o estancias', en que el sustantivo frecuentemente se registra con los complementos de cristal o de vidrio, se atestigua por vez primera en un artículo publicado en 1883, en La Ilustración (Barcelona). Como 'parte lateral de una vía pública, generalmente enlosada y más elevada que la calzada, destinada al paso de peatones' se registra por vez primera en el repertorio Lista de voces que se emplean en el lenguaje común de este reino de Murcia (1888) y vuelve a localizarse posteriormente en otros repertorios lexicográfico diferenciales, en un área que abarca diversas localidades de Alicante y, sobre todo, de Murcia (España). En la acepción de 'espacio del campo de juego de extensión reducida', propia del fútbol, se atestigua claramente en 1994, en un artículo de E. Ortego publicado en el diario ABC (Madrid), si bien ya se consigna en el Diccionario ejemplificado de chilenismos de Morales Pettorino, Quiroz y Peña, aunque con una definición un tanto diferente ("En el fútbol, maniobra muy rápida en que el jugador gira sobre un pie sin cambiar de lugar").

Esta voz presenta, además, varias acepciones que se recogen en distintos repertorios lexicográficos como propias de una zona determinada. Chiappara recoge, en su  Glosario lunfardo (1978), la acepción 'caletre, mollera, seso', así como la que designa a la  'persona capaz o de mucho entendimiento'. En el Nuevo Diccionario de argentinismos de Haensch y Werner (1993) se registra la acepción 'persona que tiene dificultades para entender o asimilar conocimientos'. En el Tesoro lexicográfico del español de Canarias de Corrales, Corbella y Martínez(1996) se consignan las acepciones correspondientes a la 'vasija para lavar' y a la 'piedra de lavar'. Estos mismos autores recogen la acepción 'laja de gran tamaño' en su Diccionario diferencial del español de Canarias (1996).

Azotar baldosa ('mover el cuerpo y las extremidades al ritmo de la música') se registra por vez primera en el Nuevo diccionario de colombianismos (1993) de Haensch y Werner y, a partir de este momento, se documenta regularmente en la prensa colombiana. Baldosa floja y baldosa movida se consignan en el Glosario lunfardo (1978) de E. Chiappara; la primera de ellas se incluye también en el Diccionario etimológico del lunfardo (2004), de Conde.

Vid. también baldosa (DH 1933-1936).

  1. s. f. Pieza fina de barro cocido, mármol, piedra u otro material duro, de forma generalmente cuadrada o rectangular y de superficie plana, que se utiliza para revestir suelos o paredes.
      Acepción en desuso
    1. s. f. Esp: Cent Con el complemento de la ribera, para referirse a una baldosa elaborada con barro de la ribera de los ríos Jarama o Tajo.
    2. s. f. Con el modificador sepulturera, para referirse a una baldosa más grande.
    3. s. f. Con el modificador hidráulica, para referirse a una baldosa decorativa elaborada con cemento comprimido en prensas hidráulicas.
    4. s. f. En ocasiones, con los complementos de cristal o de vidrio, para referirse a una pieza de vidrio translúcido o transparente empleada en la construcción de claraboyas, suelos o techos, para dar luminosidad a edificios o estancias.
  2. 1⟶metonimia
    s. f. Esp: Or Esp: Cent Parte lateral de una vía pública, generalmente enlosada y más elevada que la calzada, destinada al paso de peatones.
  3. s. f. Fútb. Espacio del campo de juego de extensión reducida.
  4. Acepción lexicográfica
  5. s. f. Mx "Losa"(Santamaría, DiccMejicanismos-1959).
  6. Acepción lexicográfica
  7. s. f. Esp: Merid (Can) "Laja de gran tamaño" (Corrales Zumbado / Corbella Díaz / Álvz Mtz, DiccDiferencial Canarias-1996).
  8. Acepción lexicográfica
  9. s. f. Esp: Merid (Can) "Piedra de lavar" (Corrales Zumbado / Corbella Díaz / Álvz Mtz, Tesoro LexicogrCanarias-1996).
  10. Acepción lexicográfica
  11. s. f. Ar jerg. "Caletre, mollera, seso" (Chiappara, GlosLunfardo-1978).
  12. Acepción lexicográfica
  13. s. f. Ar jerg. "Persona capaz o de mucho entendimiento" (Chiappara, GlosLunfardo-1978).
  14. Acepción lexicográfica
  15. s. f. Ar coloq. "Persona que tiene dificultades para entender o asimilar conocimientos" (Haensch / Werner (dirs.), NDiccArgentinismos-1993).
  16. Acepción lexicográfica
  17. s. f. Esp: Merid (Can) "Vasija para lavar" (Corrales Zumbado / Corbella Díaz / Álvz Mtz, Tesoro LexicogrCanarias-1996).
azotar baldosa
  1. loc. verb. Co coloq. Mover el cuerpo y las extremidades al ritmo de la música.
baldosa floja
    Acepción lexicográfica
  1. s. f. Ar jerg. "Persona de poca lucidez, maniática o demente" (Conde, DiccLunfardo-2004).
baldosa movida
    Acepción lexicográfica
  1. s. f. Ar jerg. "Persona de poca lucidez, maniática o demente" (Conde, DiccLunfardo-2004).
baldosa3  (1975-)
baldosa
Etim. Derivado de balde, con influencia de baldosa.

La locución adverbial de baldosa se documenta, con la acepción 'sin precio o coste', en un artículo de M. Ferreccio Podestá publicado en el Boletín de Filología de la Universidad de Chile (1974-1975) y después se consigna en el Diccionario ejemplificado de chilenismos de Morales Pettorino, Quiroz y Peña (1984).

de baldosa
  1. loc. adv. Ch coloq. Sin precio o coste.

Diccionario histórico de la lengua española (1933-1936)

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