berol

Diccionario histórico del español de Canarias

berol, berod(e), beroe, beroi, verode, verodillo, verol

 

berol, berod(e), beroe, beroi, verode, verodillo, verol. (Del port.). m. Nombre de diferentes especies de crasuláceas (géneros «Sempervivum», «Aeonium») y de compuestas (géneros «Senecio», «Kleinia»), con hojas carnosas. Algunas variedades suelen crecer en los tejados de las casas.

                30-v-1560 (2009) Protocolos de Blas Ximón (pp.326-327): [...] de un pedazo de tierras de pan llevar en Baxamar de Las Lomadas, que linda por vna parte con tierras de los herederos de Gonçalo Yanes, e por otra parte con tierras de bos, el dicho Domingo Gonçalez, e por arriba tierras mías que las deslinda desde vn berod a dar a vna higuera salbaje, e por abaxo el camino real [...].

                princ. s.xvii (1935) Relación (p.75): Matas. [...] Ay berodes y vnas que llaman ygueras salbajes y tabaiba mansa, que distila vn liquor muy blanco, como leche. Este, quajado y trahido en los dientes, desflema, y con él husan sellar cartas. 15-xi-1612 (1988) Datas de Tf v (137, p.206): [...] y entró dentro de la dicha tierra y el susodicho se paseó por ella arrancando yerbas y destroncando verodes y mudando piedras de una parte a otra [...].

                1701 Abreu Vida (pp.94-95): Bolvió Juan al Puerto de la Cruz de la Orotava, y sobre la Peña, que amparava el retiro de su Oración, disciplinas, y demàs exercicios, fixò una Cruz toscamente formada de dos ligeros troncos de vnos secos Verodes, planta humilde, y silvestre, que produce en los muros, y en las sequedades de estas Costas. a1754 (2008) Sánchez Semi-historia (p.351): Alguno sobrecogio el corazon de los Huespedes la primera vista de aquellas Casas con las paredes y texados ennegrecidos, y llenos de una multitud de pequeños arbustos, que llaman alli berodes. c1770 (final s.xix) Descripción de Go (fol.27): [...] componen esta costa de sabinas árboles así llamados y llamadas orijamas, balos, tabaibas, beroles y se halla en esto una particularidad y es que cortado y arrojadas las ramas al cabo de un año florecen. 1776 Viera y Clavijo Historia iii (lib. xv, cap. lxxxix, p.503): Solo que es húmeda por razon de las muchas lluvias, y de la Laguna que se forma por el invierno en la vega inmediata; pero aunque esta humedad enegrece las paredes por la parte del Norte, es ella causa de que se vean los texados de las casas antiguas, cubiertos de unos singulares bosquecillos del Sedum majus, ò «Siempre viva» como dicen en España, y en Canarias Verode, ò «yerba puntera», que en la Primavera florece. 9-iv-1781 (1849) Viera y Clavijo Viaje a Italia y Alemania (2ª parte) (p.40): Está el «plátano», el verodillo (que es la cacalia de Lineo) Lavanda Canariense, que es la llamada «yerva de risco», cuya descripción no ha hecho todavía ningún botánico.

                22-iii-1802 (1976) Guerra Diario i (p.102): Toda la costa es un terreno árido y pedregoso. La falta de correspondencia de la semilla y lo costoso de las fábricas a causa de las peñas, en que es dificultoso el manejo del arado, desalientan a los labradores, y así, aunque a falta de trigo pudieran allí tener lugar los árboles de leche, los azafraneros, algodoneros, morales o higueras de Indias, que casi producen sobre los riscos, no se hallan sino páramos sin cultivo que sólo sirven para el pasto de algunas ovejas y no presentan más que tabaibas y verodes. 1808 (1882) Viera y Clavijo Flora (p.46): Verode o Verol. Dos distintas especies del género «cacalia», ambas indígenas y privativas de nuestro país. La una es aquélla que llama Carlos Lineo «cacalia kleinia quae habitat in Canariis»; y la otra, la «cacalia appendiculata», que reconoció Francisco Masson en Tenerife. La primera se cría abundantemente en dehesas y terrenos incultos. [...] El verode «cacalia appendiculata», que en Tenerife llaman «hoja blanca». 3-ii-1810 (1976) Guerra Diario ii (p.174): No lejos de allí se ven las ermitas del Rosario, el Pilar y San Isidro, y luego se empiezan a bajar las cuestas que conducen a Candelaria. Las plantas que se ven por este camino son las tabaibas, los verodes y cardonales, los balos, al alhuaga abrojosa y la leña blanca. Hay algunas viñas y sementeras. 1840 Webb/Berthelot Phytographia (sect. 1ª/1, pp.184-185): Aeonium. Nob. [...] Apud Canarienses nomen omnibus quasi genericum Berode seu Verode, quod cum Kleiniâ neriifoliâ commune habent. Palmensibus Bejeque seu Beheque vocantur. Ibídem (sect. 2ª, pp.321-322): Senecio kleinia. C.H. Schultz Bipont. MS. [...] Berode, Canariensium, ex Webb, aut Verode utì cl. Buch vult, nam litteras B et V confundunt Hispani. 1842 Berthelot Ethnographie (p.188): De l'ancien langage des habitans de l'Archipel Canarien. Végétaux. Berodes, plantes grasses. T[enerife] etc. Verode ou Veròl. V[ie]r[a]. [(p.123): Del antiguo lenguaje de los habitantes del Archipiélago Canario. Vegetales. Berodes, sempervivum canariensis y demás especies. T[enerife] etc.]. Ibídem (p.203): On y retrouve plusieurs mots employés généralement dans toutes les îles, savoir: [...] Berode, plante grasse. [(p.141): Se encuentran varias palabras empleadas generalmente en todas las islas, a saber: [...] Berode, planta grasa]. c1860 Pérez Galdós Voces (p.139): Verode. 8-vi-1861 (1969) Olivera Mi álbum (p.296): En este año, cosa rara en nuestra población, se han pintado y albeado las casas y se han exterminado los verodes [...]. c1865 (1996) Álvarez Rixo Voces (tlec i, pp.464-465): Verode, s.m. Planta que se produce en tejados, riscos y paredes conservándose verde todo el año. Hailo de tres o cuatro especies, Sempervivio urbicum: S.ulcotum: S.polygyn: S.lineatum. Cualquiera de sus gajos cortado al cabo de muchos meses retoña, aunque permanezca sin plantarse. 8-xii-1879 Bello Un jardín (p.392): Paisano, dije, tenemos aquí, en primer lugar, toda una familia de verodes, esto es: verodes, bequeques, bequequillos, gomeretas, azaigones, etc. 1880 Pizarroso Vocabulario guanchinesco (p.156): Berode, arbusto indígena. c1887 (1991) Castañeyra Memoria (p.84): Beroles (Berodes). Arbusto. 1889 (1897) Zerolo La lengua (p.171): Verode. s.m. Planta del género cocalia (Senecio populifolius D.C.). 1897 Ossuna Noticias (p.5): También el verode (Sempervivum arboreum Lin.) y diversidad de enredaderas [...] musgos y otras plantas parásitas, algunas de ellas desconocidas en Europa, crecen en confusa mezcla en las selvas de Anaga [...]. 1900 (1993) Arribas A través de las Islas Canarias (p.321): Plantas exóticas é indígenas que profusamente se hallan en las Islas Canarias. Hoja blanca, senecio, verode, Senecio populiforia. D.C. Crasuláceas. 1900 Bethencourt Alfonso Obras (p.9): Para conservar los granos de la polilla y ratones etc., segun su naturaleza los encerraban en paja ó cubrian con arena ó con gajos de tabaiba salvaje ó berodes, tapizando perfectamente con estas sustancias los mismos trojes, taños y demas continentes.

                1904 Rodríguez Moure El Vizconde de Buen-paso (p.355): [...] las mismas ranas cantan en la laguna y los mismos gatos mayan en los tejados sembrados de verodes como de coles las huertas de la Vega ó los altos de Isora. 1905 Pícar Ageneré (p.87): Veroles. Verodes, umbelas. 1906 (2004) Magdaleno Paseo por Hi (p.45): Atravesamos Los Llanitos, en cuyos alrededores la brecha volcánica y la planta llamada berode, abundan en grandes trayectos. 1910 Crosa Isla adentro (p.27): Eso dicen los señores ricos que por aquí pasan con sus globos de mosquitero pa coger mariposas; esos que abajan por los barrancos en busca de verodes y tuneras. Uno vino jace meses que mercaba los cigarrones y bichos del Portezuelo á dos riales! viii-1910 (2010) Unamuno Agonías insulares («La Laguna de Tenerife», p.98): En algunos tejados, el berode una planta que parece un pequeño pino. 1911 (1994) Bethencourt Alfonso Historia ii (p.411): Otro de los muebles de la cocina era el mancebo o los mancebos, donde colocaban las teas, leñablanca, u otro cualquier combustible para alumbrarse. El mancebo estaba representado de ordinario por un verode invertido, en que tres de sus gajos hacía el oficio de patas y el tallo de soporte de una laja de tosca, que era el recipiente. 1912 (1991) Bethencourt Alfonso Historia i (p.285): Vocabulario guanche. Berodes ([general en todo el] Archi[piélago]). (Sempervivum canariensis). Berthelot. 1933 Valenzuela Vocabulario etimológico (Apéndice, p.v): Berode. (vulgo beroles) planta silvestre de flor verde que se desarrolla en los tejados y lugares húmedos. 23-ii-1934 Jable (Diario de Las Palmas, p.6): Se ha hablado largamente de crotos, cardones, tuneras, veroles y ombligos de la reina. 1948 Steffen Lexicología iii (p.33, n.1): Bajo el nombre de berodes se conocen, en Canarias, diferentes especies de crasuláceas (géneros Sempervivum, Aeonium) y de compuestas (género Senecio, Kleinia), con hojas carnosas. 1951 (1995) Álvarez Cruz Retablo isleño (p.28): ¡mientras hay quienes discuten si el tipismo radica, pictóricamente considerado, en la «pitera» o en el «verol»! Ibídem (p.110): [...] sobre la que se cernía el leve tamo de la llovizna, que prendía aljófares temblorosos en los verodes de los aleros centenarios. 1952 Gálvez Dos mundos (pp.343-344): Las casas son tan bajas, que podemos ver la hierba que crece en los tejados grisáceos y húmedos. Me llama la atención una mata aplastada que parece una flor. Yo no sé me dice Antonio. Aquí oigo que la llaman verode, pero su verdadero nombre lo desconozco. 1952 Tarquis Tradiciones (p.27): [...] el silbar del viento entre las tejas y berodes, que formaban característico bosque en los aleros de las casas y hasta en las desconchadas paredes [...]. 1954 Rohlfs Guanchismos (p.89): Berode o beroe en Santa Cruz (Ten[erife]), berode en Güímar (Ten[erife]), berode también en La Palma, La Gomera, El Hierro, Fuerteventura, berol en Icod el Alto (Ten[erife]), Agaete (G[ran] C[anaria]) y Lanzarote, berole en Gáldar (G[ran] C[anaria]). Así se llama un arbusto algo parecido a la tabaiba: es la 'Kleinia neriifolia'. 1955 Jiménez Mitos (p.33): Para curar heridas: infusiones de yerba cumbre, nogal, leña buena, oroval o vejiga de perro, o el berol en emplasto. 1957 (2001) Navarro Correa Habla Valle Gran Rey (p.37): berode (beroi).- Nombre de una planta silvestre. 1958 Loynaz Verano en Tf (p.107): Es ciudad de lloviznas y canónigos, con verodes creciendo en los tejados y campanas sonando a cada hora. 1959 Alvar Tenerife (p.251): verodes 'planta euforbiácea, que crece en los tejados de las casas (Sempervivum urbicum)' ([La] Lag[una], Alc[alá]). Ibídem (p.251): verol. Como verode (Tag[anana] [...]. 1959 (1975) García Cabrera A la mar (p.169): Por eso aquí es despacio la prisa y el verode,/ no necesita el grillo apresurar su canto,/ se le da a la palabra margen para que grane/ intimidad de fruta y amanecer de harina [...]. 1959 (1960) Hernández Martín Sancocho (p.89): Se fue pál pueblo, y saltándose por los traspatios en unas casas, y entrando por la portáa en la mayoría porque casi toíto el mundo dejaba la puerta abierta, fue trocando masetas de un lao pá otro y a tóa fuga, soltándole a la que tenía geranios, tabaibas, y a la que plantó algún berol, crisantelmos.

¨En el aleican i (222 «Verode (Sempervirum urbicum)») puede verse la distribución de las varias formas por las islas. No tiene ningún fundamento considerar la palabra de origen prehispánico cuando existe en portugués berol «planta submarina, também conhecida por pepino-do-mar» (Figueiredo i), pues simplemente lo que ha sucedido es un cambio de designación. Vid. Wölfel (pp.667-668) para la conexión con posibles étimos bereberes.

2. ~ de árboles. loc. sust. berol.

                1900 (1993) Arribas A través de las Islas Canarias (p.327): Plantas exóticas é indígenas que profusamente se hallan en las Islas Canarias. Verode de árboles, Sempervivum arboreum. Linn. Crasuláceas.

¨Podría tratarse de una denominación del propio Arribas, a partir del nombre latino, porque es el único ejemplo encontrado.

3. ~ de techo o ~ de (los) tejados. Nombre también general de los verodes debido a que crecen habitualmente en los tejados de las casas.

                1799-1812 (1982) Viera y Clavijo Diccionario (p.317): Oreja de abad [...]. Críase con preferencia esta planta en los riscos, paredones y tejados húmedos de las casas, especialmente en los de la ciudad de La Laguna, donde les dan el nombre de verode de techo. Ibídem (p.402): Siempreviva (Sedum rupestre sempervivum tectorum, Lin.). Nombre con que ordinariamente se conocen en España las especies de plantas que llamamos «yerba puntera» y, en Tenerife, verode de tejados.

                1840 Webb/Berthelot Phytographia (sect. 1ª/1, p.194): Aeonium urbicum. Nob. [...] Verodillo et Verode de los Tejados Canariensium. 1900 (1993) Arribas A través de las Islas Canarias (p.326): Plantas exóticas é indígenas que profusamente se hallan en las Islas Canarias. Siempre viva, Sedum rupestris, verode de tejados. Crasuláceas. Ibídem (p.327): Plantas exóticas é indígenas que profusamente se hallan en las Islas Canarias. Verode de tejados, Kienia necrifolia. Harv. Crasuláceas.

¨Se trata, simplemente, como se dice en la definición, de nombres descriptivos, debido a que estas plantas se desarrollan con facilidad en los tejados de las casas, siendo esto muy típico, por ejemplo, en La Laguna.

berringallo. com. Tipejo [= persona despreciable]. U.t. como insulto.

                1948 (1969) Guerra Cuentos ii (p.36): Después, a instancias de la misma, que intentó en vano ver a su marido por dos o tres ocasiones, sin que él, furioso, accediera: «¡Que me quiten delantre al berringallo ése!» exclamaba cuando la anunciaban, le hizo una visita con unos regalejos. Ibídem (p.88): ¡Mejó le diera velgüenza, semejante berringallo...! Ibídem (p.109): ¡Ay, que ya me quitó de la vía este berringallo! Pe... pi... to... Mo... Mo... Monagas... tráiganmen un cura... 1955-56 (1977) Guerra Memorias (p.18): Porque habré sido todo lo berringallo que usted quiera, y habré tenido todos los dones que la gente ha dado en endilgarme, pero lo que es el frenillo de la lengua, como no me hayan buscado la cruz de las cosquillas con ortigas, estuvo siempre, pudiera decirse, con tajarria o con bozal. Ibídem (p.130): ¡Mejor tuvieron vergüensa, berringallos! gritó insultada, pero resuelta, la mujer de don Esteban. Ibídem (p.152): ¡Bandíos, hijos de mala madre, berringallos de los infiesnos! gritó tremendamente encochinado. Ibídem (p.307): Cuando vengan ¡si vienen, que ya me conosco bien al berringallo de Pepe Monagas!, les dicen que los case Quico, el guardia.

¨Reyes (1918), en su Serie de barbarismos (p.39), relaciona la palabra con «berrín», es decir, con «persona enojadiza» (drae-01), y de ahí vendrá berringallo, que parece propia de Gran Canaria, aunque también se conoce en Tenerife como «Persona torpe y de pocas luces» (vid. el decan i) y asimismo en Gran Canaria «se dice de los sucios y descuidados en el vestir», según Guerra Navarro.

 

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