rebufo

Se documenta por primera vez, con el verbo dar y con la acepción de 'respiración fuerte [de una persona] en señal de cansancio, disgusto o enfado', en 1515, en la Traducción del Dante de lengua toscana en verso castellano, de P. Fernández de Villegas. Desde entonces el uso de rebufo con este significado es escaso. Poco después, en 1549, en la Traducción de Orlando furioso efectuada por J. de Urrea, se atestigua con la subacepción 'respiración fuerte [de un animal] en señal de cansancio, furia o enfado'. Como 'expansión de aire alrededor de la boca del arma de fuego tras el disparo', se registra a partir de 1612, en el Tratado de la artillería de D. Ufano. En esta misma obra se documenta rebufo con la acepción de 'arma de artillería de poca longitud', como uno de los cañones llamados bastardos. Desde 1953, en una noticia deportiva sobre motociclismo publicada en el diario ABC (Madrid), se registra con la acepción 'aspiración producida por un cuerpo en movimiento sobre el que avanza por detrás', y desde entonces se documenta con frecuencia. Tras un proceso metafórico, rebufo se atestigua con el valor de 'circunstancia favorable' por vez primera en una noticia sobre política publicada en ABC (Sevilla). Finalmente, a partir de 1996, se documenta la locución adverbial a(l) rebufo de con la acepción 'en un marcador o clasificación deportiva, en una posición inferior'.