CAPÍTULO I. La representación gráfica de los fonemas: el uso de las letras o grafemas

3. La caracterización de los fonemas: los rasgos distintivos

3.1. Los rasgos distintivos de los fonemas del español

3.1.3. El modo y el lugar de articulación

3.1.3.2. Consonantes

Los fonemas consonánticos, que pueden ser sordos o sonoros según la acción de las cuerdas vocales, se distinguen además unos de otros por rasgos que vienen determinados por su modo y su lugar de articulación.

3.1.3.2.1 Por el modo de articulación

Como se ha dicho, las consonantes se caracterizan, frente a las vocales, por la presencia de obstáculos a la salida del aire provocados por el contacto o la aproximación de los órganos articulatorios situados en la cavidad oral. El modo de articulación da cuenta, precisamente, de la forma en que el aire es expulsado al exterior al emitir el sonido que corresponde a cada fonema, lo que depende del tipo de obstáculo que oponen al flujo del aire los órganos articulatorios. Según este parámetro, los fonemas consonánticos se clasifican tradicionalmente en los siguientes grupos:

a) Fricativos: Durante su emisión, los órganos articulatorios se aproximan, dejando abierto un estrecho canal por el que sale el aire al exterior provocando un ruido continuo de roce o fricción, como en /f/ o /j/.

b) Oclusivos (en algún caso, africados): Durante su emisión, existe un cierre u oclusión total de los órganos articulatorios, que impide momentáneamente la salida del aire al exterior. En los denominados oclusivos, tras el cierre se produce una brusca apertura que provoca un ruido explosivo, como en /p/ o /k/; en los africados, tras el momento de cierre, se abre un estrecho canal por el que el aire sale al exterior produciendo un ruido de fricción, como en /ch/. En el español actual el rasgo africado no es distintivo, siendo únicamente relevante el momento inicial de cierre u oclusión, que opone estos fonemas a los fricativos.

c) Orales: Durante su emisión, el velo del paladar está adherido a la pared de la faringe cerrando el paso a la cavidad nasal, por lo que el aire solo pasa a través de la cavidad oral, como en /b/ o /y/.

d) Nasales: Durante su emisión, el velo del paladar se despega de la pared faríngea dejando abierto el paso a la cavidad nasal, por donde también sale el aire al exterior, como en /m/ o /ñ/.

e) Laterales: Durante su emisión, el aire sale al exterior por los laterales de la boca, ya que la lengua, en contacto con los alvéolos o el paladar, forma un obstáculo en la parte central, como en /l/ o /ll/.

f) Vibrantes: Durante su emisión, se combinan en sucesión rápida una o varias fases de cierre y de abertura de los órganos articulatorios. En español, el cierre se produce al apoyar la punta de la lengua en los alvéolos superiores. Si solo hay una fase de cierre, el fonema vibrante es simple, como /r/; si hay dos o más fases de cierre, el fonema vibrante es múltiple, como /rr/.

Los fonemas fricativos, oclusivos y africados pertenecen al grupo de las consonantes obstruyentes, y los nasales, laterales y vibrantes, al de las sonantes (v. § 3.1.1b).

Información adicional

Los fonemas laterales y vibrantes forman tradicionalmente el grupo de las denominadas consonantes líquidas, que se caracterizan por presentar al mismo tiempo rasgos acústicos y articulatorios propios de las vocales y de las consonantes. Son fonemas sonoros y orales, que se articulan con mayor apertura bucal que el resto de las consonantes, pero que, a diferencia de las vocales, presentan algún obstáculo al paso del aire en algún punto de la cavidad oral.

3.1.3.2.2 Por el lugar de articulación

El lugar de articulación da cuenta de la zona o lugar de la cavidad oral donde se produce el cierre o el estrechamiento que obstaculiza la salida del aire al exterior, originados por el contacto o la aproximación de dos órganos articulatorios, uno móvil (fundamentalmente la lengua o el labio inferior) y otro fijo (el labio superior, los dientes, los alvéolos o el paladar). Según este parámetro, los fonemas consonánticos se agrupan en varios órdenes, dentro de alguno de los cuales pueden establecerse precisiones ulteriores en función de cómo se articulan prototípicamente los sonidos correspondientes:

a) Orden labial: Agrupa los fonemas que se articulan en la zona labial. En los fonemas de este orden se distinguen dos tipos, según su articulación prototípica:

Bilabiales: Durante su emisión, los dos labios se juntan o aproximan, como en /p/ o /b/.

Labiodentales: Durante su emisión, el labio inferior toca el borde de los incisivos superiores, como en /f/.

b) Orden dental-alveolar: Agrupa los fonemas que se articulan en la zona dentoalveolar. En los fonemas de este orden se distinguen varios tipos, según su articulación prototípica:

Dentales: Durante su emisión, la parte anterior de la lengua se aplica o se aproxima a la cara interior de los dientes superiores, como en /t/ o /d/.

Interdentales: Durante su emisión, la punta de la lengua se sitúa entre los incisivos superiores e inferiores, como en /z/.

Alveolares: Durante su emisión, la punta o el predorso de la lengua se aplican o se aproximan a los alvéolos superiores, como en /n/ o /l/.

c) Orden palatal: Agrupa los fonemas que se articulan en la zona palatal. Durante su emisión, la parte central del dorso de la lengua contacta con el paladar duro o se sitúa muy cerca de él, como en /ch/ o /y/.

d) Orden velar: Agrupa los fonemas que se articulan en la zona velar. Durante su emisión, la parte posterior del dorso de la lengua entra en contacto con el velo del paladar o se aproxima a él, como en /k/ o /j/.

     

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