El género en los nombres de seres asexuados
Los sustantivos que designan seres inanimados son masculinos o femeninos, pero su género no está relacionado con la oposición de desinencias ni con diferencias de sexo. Se manifiesta esencialmente en la concordancia con determinantes, cuantificadores o adjetivos:
aquel camino, nuestra mano derecha, un edificio destruido.
Aunque no existen principios gramaticales firmes para determinar el género de los sustantivos que designan seres no sexuados, se observa que ciertas terminaciones se asocian con mayor frecuencia al masculino o al femenino, tanto en los sustantivos que designan seres sexuados como en los que hacen referencia a entidades carentes de sexo.
• Como regla general, son masculinos los nombres acabados en -o (cuaderno, fuego, odio, puerto, suelo), y femeninos los acabados en -a (alegría, amapola, casa, silla, tienda).
No obstante, hay excepciones a esta regla:
–Sustantivos masculinos en -a, la mayoría de los cuales son de origen griego y acaban en -ma:
aroma, cisma, clima, dogma, esquema, lema, magma, pentagrama, problema, sintagma, tema, trauma.
–También nombres de colores: (el) fucsia, (el) grana, (el) lila, (el) naranja.
– Sustantivos femeninos acabados en -o: libido, mano, nao, seo.
– Asimismo, los que proceden de acortamientos de palabras femeninas:
moto (de motocicleta), foto (de fotografía), disco (de discoteca), polio (de poliomielitis), quimio (de quimioterapia), radio (de radiodifusión), macro (de macroinstrucción).
• Los terminados en consonante o en vocales diferentes de las anteriores pueden ser masculinos:
alhelí, amor, anís, árbol, césped, diente, dolmen, espíritu, fénix, guirigay, hábitat, ónix, regaliz, reloj, etc.,
o femeninos:
flor, fuente, ley, tortícolis, tribu, troj, verdad, vocal, etc.
El siguiente cuadro refleja las relaciones que se dan con mayor frecuencia entre algunas terminaciones (a veces coincidentes con sufijos) y el género de sustantivos que designan seres no animados:
EL GÉNERO DE LOS ACORTAMIENTOS
Como se ha explicado, los sustantivos femeninos terminados en -o y formados por acortamiento mantienen el género de su base. También lo hacen los que tienen otras terminaciones. Así, son masculinos:
cine (de cinematógrafo), boli (de bolígrafo), híper (de hipermercado), lumpen (de lumpemproletariado), metro (de metropolitano), súper (de supermercado), finde (de fin de semana).
Entre los femeninos, cabe citar, entre otros:
bici (de bicicleta), depre (de depresión), ofi (de oficina), pelu (de peluquería), poli (de policía), tele (de televisión).
Los hay incluso comunes en cuanto al género, puesto que lo son las palabras de las que proceden, como poli (de policía), progre (de progresista), narco (de narcotraficante).
Por tanto, el presi/la presi, un progre/una progre, aquel narco/aquella narco.
Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española:
El buen uso del español [en línea], https://www.rae.es/buen-uso-español/el-género-en-los-nombres-de-seres-asexuados. [Consulta: 17/06/2024].