El punto (I)

QUÉ ES

El punto es un signo generalmente circular de pequeñas dimensiones (.) que señala el final de un enunciado —siempre que este no sea interrogativo ni exclamativo—, de un párrafo o de un texto.

La palabra que sigue inmediatamente al punto de cierre de un enunciado o de un párrafo se escribe siempre con inicial mayúscula.

USOS DEL PUNTO

El punto tiene, en principio, dos clases de usos: lingüísticos y no lingüísticos. Se estudian en este y en el siguiente capítulo los propiamente lingüísticos, que son los que afectan a la separación de secuencias en la lengua escrita.

CLASIFICACIÓN DEL PUNTO SEGÚN LA UNIDAD DISCURSIVA QUE DELIMITA

Dentro de la función lingüística, el punto recibe diversos nombres, según el tipo de unidad que delimite: punto y seguido, punto y aparte, y punto final.

El punto y seguido. Se escribe, sin cambio de línea, para separar dos enunciados dentro de un mismo párrafo:

Busca entre sus cosas. Tal vez encuentres algo interesante. A veces guardamos cosas de las que nos habíamos olvidado.

El punto y aparte. Es el que aparece al final de un párrafo, dando paso a un enunciado que inicia un párrafo nuevo. Su misión es, pues, la de separar, dentro de un texto, dos párrafos que desarrollan contenidos o ideas diferentes.

El mar estaba embravecido aquel día. Los barcos sorteaban las olas con dificultad, aunque la mayoría de ellos no habían salido a faenar.

Miguel, sentado en el muelle, esperaba el regreso de su padre. Atisbaba el horizonte buscando ansioso su barco con la mirada.

El punto final. Se sitúa al final de un escrito o de una división importante de un texto (un capítulo, por ejemplo) para marcar su cierre.

No es correcta la denominación punto y final con que es nombrado a veces; la única adecuada es punto final.

También los dos anteriores reciben otros nombres: punto seguido y punto aparte. No se puede hablar de incorrección en estos casos, pero resultan menos adecuados que punto y seguido y punto y aparte, que son los que se recomienda usar.

El uso del punto final no ofrece problemas. Sin embargo, la elección entre el punto y seguido y el punto y aparte tiene que ver en ocasiones con la jerarquización y organización de las ideas. Se puede establecer una separación mayor o menor entre distintas partes de un discurso, siempre que se respeten la claridad y la coherencia. Así, los dos párrafos del ejemplo citado al hablar del punto y aparte podrían unirse en uno solo, con un punto y seguido.

CONCURRENCIA DEL PUNTO CON OTROS SIGNOS

Cuando el punto concurre con otros signos que también sirven para cerrar un enunciado, se plantean bastantes dudas, bien en cuanto a la compatibilidad de ambos signos, bien en lo que se refiere al orden que deben adoptar.

Posibles dudas en cuanto al uso. Los signos de interrogación o de exclamación, así como los puntos suspensivos, marcan por sí mismos el cierre del enunciado, lo que hace innecesaria y reiterativa la presencia del punto:

¿Ya decidiste adónde ir? Te propuse ir al teatro, al cine, al concierto... ¡Nos vamos a quedar sin entradas!

Nunca debe ponerse punto, por tanto, detrás de un signo de cierre de interrogación o de exclamación, o de los puntos suspensivos.

Son diferentes los casos en que se interponen otros signos, como paréntesis, corchetes, rayas o comillas. Entonces, sí hay que usar el punto, que cierra el enunciado principal:

No hay forma de que se pongan de acuerdo (si vieran el espectáculo que dan…).

Posibles dudas en cuanto al orden. Cuando concurre con el elemento de cierre de un signo doble (comillas, paréntesis, corchetes, rayas), el punto va detrás:

Se fue dando un portazo. (Creo que estaba muy alterado).

Se llamaba Elvira Muñoz —si no recuerdo mal—.

El presidente dijo: «No hay razón para convocar elecciones».

Nunca debe escribirse un punto de cierre de enunciado delante de un signo de cierre de comillas, paréntesis, corchetes o rayas. En consecuencia, sería incorrecto puntuar los anteriores enunciados, en lo que a este aspecto se refiere, de esta manera: Se fue dando un portazo. (Creo que estaba muy alterado.); Se llamaba Elvira Muñoz —si no recuerdo mal.—; El presidente dijo: “No hay razón para convocar elecciones.”.

     

    Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española:
    El buen uso del español [en línea], https://www.rae.es/buen-uso-español/el-punto-i. [Consulta: 17/06/2024].

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