El seseo y el ceceo
Mientras que en el español de la mayor parte de España se oponen dos fonemas diferentes, /s/ y /z/, en el español de América, Canarias y casi toda Andalucía estos se reducen a uno solo (bien articulado como /s/, bien pronunciado como /z/), originando así estos dos fenómenos.
El espacio de los fonemas /s/ y /z/ es ocupado en las zonas seseantes solo por /s/, con lo que las letras c (ante e, i) y z se pronuncian como /s/:
plaza [plása], cereza [serésa], cielo [siélo], trozo [tróso], limpieza [limpiésa].
Se extiende por todas las zonas indicadas.
Es el fenómeno contrario al seseo, es decir, el fonema /s/ desaparece y su espacio es ocupado por el fonema /z/: sombra [zómbra], clase [cláze], siempre [ziémpre].
El ceceo es minoritario y solo se registra en algunas áreas de Andalucía y de América.
Desde el punto de vista sociolingüístico, el seseo goza de total aceptación, mientras que el ceceo carece de prestigio y los hablantes cultos de las zonas donde se produce tienden a evitarlo.
Los hispanohablantes de las zonas citadas pronuncian igual pares de palabras como estos:
abrasar y abrazar, casa y caza, cima y sima, coser y cocer, encausar y encauzar.
Quienes sesean los pronuncian como [abrasár], [kása], [síma], [kosér], [enkáusar].
Quienes cecean lo hacen como [abrazár], [káza], [zíma], [kozér], [enkauzár].
Esto se convierte en fuente de numerosos problemas ortográficos adicionales, que no tienen los hablantes que separan ambas pronunciaciones.
LAS TERMINACIONES -sión, -ción, -cción
Se ofrecen a continuación unas notas orientadoras sobre el uso de la grafía adecuada en estas terminaciones, que resultan más problemáticas.
• Con algunas excepciones, los derivados de verbos en -der, -dir, -ter, -tir que no conservan la t o la d de la última sílaba del infinitivo: comprensión (de comprender), persuasión (de persuadir), diversión (de divertir). Cuando sí la conservan, acaban en -ción: perdición (de perder), competición (de competir).
• Los derivados de verbos terminados en -sar que pierden la sílaba -sa-:
dispersión (de dispersar), progresión (de progresar).
Cuando sí la contienen, terminan en -ción: acusación (de acusar), improvisación (de improvisar).
• Los derivados de verbos terminados en -primir o -cluir:
opresión (de oprimir), conclusión (de concluir).
• Los derivados de verbos acabados en -ar: acusación (de acusar), comunicación (de comunicar), canción (de cantar). Se exceptúan los derivados de esta clase de verbos que pierden la sílaba -sa-: confesión (de confesar), expresión (de expresar), profesión (de profesar).
• Los derivados de verbos terminados en -der, -dir, -tir, cuando conservan la d o la t de la última sílaba del infinitivo:
perdición (de perder), fundición (de fundir), repetición (de repetir).
• Excepto visión, previsión y provisión, los que pertenecen a la misma familia léxica de adjetivos terminados en -to:
absorción (absorto), devoción (devoto), discreción (discreto).
• Los sustantivos terminados en -pción o -unción:
adopción, descripción, función, presunción.
• Entre las voces que contienen el sufijo -ción, se escriben con -cc- todas las que tienen en su familia léxica alguna palabra con el grupo -ct-:
acción (acto), adicción (adicto), construcción (constructor), dirección (director), elección (elector), ficción (ficticio), infección (infectar), infracción (infractor), reacción (reactor), traducción (traductor).
• Las que no cumplen esa condición, se escriben con una sola c: aclamación, discreción, emigración, evaluación, función, relación, secreción, etc.
Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española:
El buen uso del español [en línea], https://www.rae.es/buen-uso-español/el-seseo-y-el-ceceo. [Consulta: 16/06/2024].