La derivación nominal (II)

NOMBRES DE CUALIDAD, ESTADO Y CONDICIÓN

Se forman a partir de adjetivos y nombres, con los siguientes sufijos:

-dad. Forma sustantivos de cualidad a partir de adjetivos. Presenta cuatro variantes: -dad (bondad), -edad (seriedad), -idad (debilidad) y -tad (lealtad).

-ez y -eza. Ambos constituyen nombres de cualidad a partir de adjetivos. Muchos derivados en -ez expresan cualidades negativas (boludez, idiotez, tozudez), aunque no todos (brillantez, madurez). En cambio, los nombres en -eza expresan por igual cualidades positivas (franqueza) o negativas (bajeza).

-ura. Forma derivados a partir de adjetivos (amargo > amargura) y, en menor medida, de sustantivos (diablo > diablura). Muy frecuentemente denotan propiedades físicas: altura, blancura, hermosura.

-ía. A partir de adjetivos y sustantivos crea nombres de cualidad y condición (valentía, ciudadanía), o de actividades profesionales (asesoría, consultoría).

-ería. Constituye derivados que denotan cualidad y condición: galantería, tontería, fanfarronería.

-ia. Da lugar a nombres de cualidad, formados sobre adjetivos. Destacan las bases en -nte: abundante > abundancia, elocuente > elocuencia.

-ismo. Crea derivados a partir de sustantivos y adjetivos que se relacionan muy a menudo con voces en -ista (protagonismo, malabarismo), pero también tienen otros orígenes, como cortoplacismo, ultraísmo, laísmo o queísmo. Los derivados designan doctrinas o teorías (budismo, capitalismo, humanismo), géneros artísticos (modernismo) y actividades (montañismo), entre otras nociones.

NOMBRES DE PERSONA, INSTRUMENTO Y LUGAR

Con estos significados forman diversos derivados los siguientes sufijos:

-dor/-dora. Origina nombres de agente (apuntador, mantenedor, repartidor), instrumento (tenedor, lavadora) o lugar (comedor, mirador). Tiene las variantes -tor/-tora (conductor), -sor/-sora (sucesor) y -or/-ora (pintor).

Con el significado de ‘instrumento’, se forman dobletes con diferenciación de género, pero con el mismo significado. A veces hay diferenciación geográfica. No se usan necesariamente en los mismos lugares aspirador y aspiradora, batidor y batidora, computador y computadora, grabador y grabadora, taladrador y taladradora, tostador y tostadora, etc.

-dero/-dera. Forma nombres de agente (panadero). Muchos sustantivos de instrumento llevan el sufijo -dera (podadera, regadera). La forma -dero aparece en numerosos nombres de lugares (comedero, matadero), significado que comparte con la variante culta -torio: laboratorio, observatorio.

-ero/-era y -ario/-aria. Forman muchos nombres de oficio (cochero, lechero, enfermera), de instrumento (candelero) y de recipientes o contenedores (salero, papelera). El cultismo -ario/-aria designa personas (empresaria, millonario) y origina ciertos nombres de lugar (acuario, herbolario).

También se registran aquí alternancias entre sustantivos de uno y otro género que hacen referencia a recipientes sin diferencias notables de significado:

azucarero o azucarera, billetero o billetera, sombrerero o sombrerera, trastero o trastera.

-ista. Origina sustantivos y adjetivos a partir de nombres comunes (pensionista, artista, dentista) o propios (Marx > marxista).

Algunos conviven con otros formados con sufijos diferentes, aunque no necesariamente en los mismos países:

ahorrista o ahorrador, alcoholista o alcohólico, conferencista o conferenciante, profesionista o profesional.

-nte. Los nombres formados con este sufijo designan sobre todo personas (cantante, dibujante), pero también productos (calmante, disolvente), instrumentos (tirante) y lugares (pendiente, saliente).

-ón/-ona. Crea nombres que designan personas con sentido peyorativo: matón, respondona.

NOMBRES DE CONJUNTO. SU RELACIÓN CON LOS NOMBRES DE LUGAR

-ía. Forma nombres que denotan servicios e instituciones, así como los lugares que los albergan (alcaldía, comisaría, concejalía, tesorería). Algunos derivados hacen referencia a grupos (ciudadanía, cofradía).

-ería. Produce muchos nombres de establecimiento (cervecería, taquería) y de conjunto (cubertería, palabrería).

-erío. Expresa valor colectivo con un matiz irónico o despectivo (griterío, piberío). Alterna, en ocasiones, con -ería (gritería).

-ario, -ero/-era. Crean nombres de lugar, pero también otros que designan diversas agrupaciones: cuestionario, temario; cancionero, cristalera.

-ar y -al. Designan conjuntos (costillar, instrumental) y lugares (basural, pedregal, humedal). También aluden a terrenos sembrados (arrozal, melonar).

-edo y -eda. Forman nombres de plantaciones (viñedo, alameda).

     

    Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española:
    El buen uso del español [en línea], https://www.rae.es/buen-uso-español/la-derivación-nominal-ii. [Consulta: 17/06/2024].

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