Las onomatopeyas

QUÉ SON

Las onomatopeyas son signos lingüísticos que representan verbalmente distintos sonidos. No constituyen, en realidad, una clase de palabras en el sentido de los sustantivos, adjetivos o verbos, sino que se trata de manifestaciones del simbolismo fónico que establecen una relación imitativa respecto de los sonidos naturales que intentan reproducir. Estos sonidos son de naturaleza diversa:

• Producidos por personas, sea voluntaria o involuntariamente: achís (también atchís, chus y achús), blablabá, brrr, bua, glu, ja, je, muac, etc.

• Producidos por animales: be (o beee), bzzz, cua (o cuac), guau, miau, mu (o muuu), pío (también pío, pío), quiquiriquí, entre otras muchas.

• Producidos por cosas y también por fenómenos naturales, o como resultado de acciones repentinas o violentas: bang, bum, catacroc, chas, crac, crash, croc, paf, plas, ring (o rin), tic tac, toc, zas, etc.

Las onomatopeyas comparten con las interjecciones varias propiedades fonéticas, así como su naturaleza léxica relativamente convencional. Se diferencian, en cambio, de ellas en que no denotan emociones o sensaciones.

FONÉTICA Y ESCRITURA

La transcripción de los sonidos. Los sonidos del lenguaje humano y su transcripción gráfica constituyen una serie reducida que no puede reproducir fielmente la cantidad ilimitada de sonidos no lingüísticos. Parece existir, sin embargo, cierto fundamento en la elección de diversas combinaciones gráficas. Entre otras, cabe señalar las siguientes:

• Unión en una misma sílaba de las consonantes p, l y s para describir el contacto violento de un sólido y un líquido: plas, plash, splash.

• Combinación de nasales, como n y m, con oclusivas como b, c, d, t, g, para sugerir sonidos metálicos continuos: clanc, cling, bang, ring.

• Sílabas terminadas en -um para describir explosiones y otras acciones estrepitosas: bum, catap(l)um, patatum.

• Sílabas formadas con la pauta «t + vocal + c» para describir golpes secos: tac, tic, toc.

• Empleo de la f cerrando sílaba para designar golpes o movimientos en los que intervienen sustancias blandas, untuosas o poco compactas: plof, chof.

• Alargamiento de consonante para reproducir sonidos continuados: brrr, pfff, zummm, bizzz.

• Alargamiento de vocales con el mismo objeto: boom, buuua, beee.

Estas asociaciones y otras semejantes no impiden que las onomatopeyas sean signos arbitrarios que representan los mismos sonidos de forma variable en distintos idiomas. También, dentro de una misma lengua, su escritura está sometida a numerosas variaciones. He aquí algunas onomatopeyas con más de una forma:

achís o atchís; ahá o ajá; hiuju o yuju; ñaca, ñácat o ñácate; pche, psch o pchs; tac, tac o toc, toc; uhm, hum o hm; ujú, ojú u ozú.

Fijación idiomática de las onomatopeyas. La fijación de la forma de las onomatopeyas depende de su antigüedad, y también de su integración en el habla. Así, se pueden distinguir tres grupos:

• Las que están ya acuñadas y establecidas con una forma fija, recogida en los diccionarios, como guau, miau, tararí, tic tac, zas, etc.

• Las que no están recogidas en ellos, pero son de uso muy frecuente y de forma reconocible, como ra-ta-ta-ta para el sonido de la ametralladora; ding-dong para el timbre; toc, toc para los golpes en la puerta; bang para un disparo, etc.

• Las que obedecen a la particular capacidad perceptiva y creativa de los hablantes y escritores, que son las más arbitrarias y ocasionales.

Unión o separación de elementos en la escritura

• Cuando se pretende imitar o evocar un sonido mediante la repetición de una o más sílabas, se recomienda escribir cada elemento aislado y separado por comas del resto:

Ja, ja, ja, ja, ja —su amigo no podía parar de reír—; Que si tenía mucho que hacer, que si bla, bla, bla.

• Se admite, aunque no es obligatorio, el uso de guiones cuando la repetición de elementos es una sucesión continua que constituye una unidad:

ra-ta-ta-ta-ta (sonido de una metralleta); chas-chas-chas-chas (ruido de unas tijeras o una podadera).

• Si a partir de la reproducción onomatopéyica de un sonido se forma un sustantivo, las sílabas iguales o similares que concurran —normalmente, en número no superior a tres— se escribirán formando una sola palabra:

blablablá, dindón, gluglú, tictac, etc.

     

    Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española:
    El buen uso del español [en línea], https://www.rae.es/buen-uso-español/las-onomatopeyas. [Consulta: 17/06/2024].

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